Mito de La Caverna de Platón

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Mito de la caverna de Platón:

resumen y significado de la
alegoría

Revisado por Catalina Arancibia Durán

Máster en Literatura Española e Hispanoamericana


El mito de la caverna es una alegoría sobre el conocimiento. En
ella se muestra al ser humano encadenado dentro de una caverna
desde su nacimiento, donde lo único que ve son sombras
reflejadas en la pared, pensando que esa es la realidad.

Platón (428 a.C.- 347 a.C.) usó esta historia para mostrar al filósofo
como un guía hacia la educación, intentando liberar a las personas
de sus ataduras.

El relato se encuentra en el libro VII de la República, escrita


hacia el año 380 a. C. Este es un texto esencial dentro de la obra
de Platón, ya que cuestiona el origen del conocimiento, el
problema de la representación de las cosas y la naturaleza de la
propia realidad.

Resumen del mito de la caverna de Platón


El mito de la caverna es un diálogo escrito por Platón en el que su
maestro Sócrates y su hermano Glaucón se refieren al
conocimiento y la educación filosófica de los individuos.

Así, Sócrates le pide a Glaucón que imagine a un grupo de


prisioneros que se encuentran encadenados desde su infancia
detrás de un muro, dentro de una caverna. Allí, un fuego ilumina al
otro lado del muro y los prisioneros ven las sombras proyectadas
por objetos que son manipulados por personas que pasan por
detrás.

Los prisioneros creen que lo que observan es el mundo real, sin


darse cuenta de que son las sombras de esos objetos. Sin
embargo, uno de los ellos consigue liberarse de sus cadenas y
comienza a ascender. De este modo, es capaz de observar la luz
del fuego más allá del muro, cuyo resplandor le ciega y casi le
hace volver a la oscuridad.

Poco a poco, el hombre liberado se acostumbra a la luz y, con


cierta dificultad, decide avanzar. Sócrates propone que este es un
primer paso en la adquisición de conocimiento. Después, sale al
exterior, en donde observa el reflejo de las cosas y las personas,
para luego verlas directamente. De este modo, admira por primera
vez las estrellas, la luna y el sol.

Sócrates sugiere que este individuo concibe lo que ve (mundo de


las ideas) como una realidad superior. Entonces, regresa para
compartir lo que ha descubierto con los otros prisioneros, ya que
siente que debe ayudarles a ascender al mundo real.

Cuando regresa a la caverna no puede ver bien, porque se ha


acostumbrado a la luz exterior. Los que habitan allí piensan que el
viaje le ha dañado y no desean acompañarle fuera. Platón, a través
de Sócrates, afirma que los reclusos harían lo posible por evitar
dicha travesía, llegando a matar a quien se atreviera a intentar
liberarlos.

Análisis del mito de la caverna de Platón


El mito de la caverna es una alegoría que abarca varios elementos
que comporta la teoría de las ideas de Platón y un análisis
dividido en 3 dimensiones:

 la dimensión antropológica (naturaleza humana),


 la dimensión ontológica (del ser) y epistemológica (del
conocimiento) y,
 la dimensión moral (valorización de la sociedad) y
política (forma de gobernar).

La teoría de las ideas de Platón se basa en dos conceptos


contrapuestos:

 El mundo sensible, cuya experiencia se vive mediante los


sentidos. Son múltiples, corruptibles y mutables.
 El mundo inteligible o el mundo de las ideas, cuya experiencia es
cosechada mediante el conocimiento, la realidad y el sentido de la
vida. Siendo únicas, eternas e inmutables.

Dimensión antropológica

En Platón, cuerpo y alma corresponden a dos dimensiones


diferentes. Por un lado, el cuerpo está inmerso en el mundo
sensible, que es corruptible y cambiante, mientras que el alma
está unida al mundo de las ideas, que es perfecto e inmutable.

En el mito de la caverna, la dimensión antropológica se refiere a la


condición del ser humano y su forma de conocer. Esa dimensión
está representada en la naturaleza del prisionero y su cuerpo, su
relación con la caverna (mundo sensible), así como en el mundo
exterior y la liberación de su alma (mundo de las ideas).

Los prisioneros son una metáfora de las personas que están


atadas a sus percepciones. Las sombras son el mundo físico que
perciben y que creen es el conocimiento verdadero. Sin embargo,
aquello que observan no es más que un conocimiento subjetivo.

Cuando uno de los prisioneros se libera de sus cadenas y sale de


la caverna, este viaje representa su ascensión al mundo
inteligible, en donde adquiere el verdadero conocimiento.

Lo anterior implica una liberación moral e intelectual del alma de


las ataduras y limitaciones ofrecidas por el mundo sensible. Así,
funciona como una metáfora de su paso desde la ignorancia hacia
el mundo de las ideas. Este paso, según Platón, se puede realizar
con la práctica del método dialéctico.
Además, esta ascensión al mundo de las ideas es una búsqueda
del conocimiento de sí en el mundo exterior (como se expresa en
la frase "conócete a ti mismo").

Dimensión ontológica y epistemológica

La dimensión ontológica se refiere a la naturaleza del ser y la


dimensión epistemológica se refiere a la naturaleza, origen y
validez del conocimiento.

Cada elemento del mito de la caverna simboliza un nivel del ser y


del conocimiento, dentro del dualismo ontológico y epistemológico
de Platón. Precisamente, la alegoría de los hombres apresados
dentro de una caverna (nivel inferior) y del hombre liberado en el
exterior (nivel superior), funciona para explicar su concepción
dualista del mundo.

Desde el nivel inferior al superior tenemos:

Dimensión epistemológica Dimensión ontológica


Todo aquello percibido como
Opinión (doxa): “real” dentro de la caverna no es
más que una imagen o reflejo:
Conjetura (eikasía): son las sombras que los
prisioneros observan. El fuego es una representación del
Mundo sensible Creencia (pistis): todo objeto, incluyendo a sol, y refleja las sombras.
(interior de la los prisioneros, dentro de la caverna. Estatuas y otros objetos.
caverna)
Son todos los objetos que el
prisionero liberado observa:
Conocimiento verdadero (episteme):
Sombras y reflejos en el exterior
Conocimiento discursivo (dianoia): el son como el pensamiento
prisionero liberado observa reflejos de las matemático.
cosas en el exterior. El mundo natural y los hombres
Conocimiento intelectual real (noesis): el representan a las ideas.
Mundo de las prisionero liberado observa directamente al El sol es el nivel más alto, la idea
ideas (exterior de sol y los objetos exteriores. del Bien.
la caverna)

Aquí, el mito de la caverna de Platón muestra los niveles para la


ascensión al mundo inteligible o la ascensión del Ser.
Dimensión moral y política

Para Platón, el mundo de las ideas es donde el alma del hombre


encuentra el conocimiento. Cuando el prisionero liberado
presencia el mundo ideal, siente el deber de compartir lo vivido.
Aquí el sol es una metáfora de la idea del Bien.

La caverna es la prisión de la apariencia, de lo puramente


sensible, mientras que el mundo ideal y la idea del Bien son el
verdadero conocimiento. El preso liberado, el filósofo, ya no puede
continuar con un conocimiento basado en la opinión (doxa),
derivada de las percepciones.

El retorno del preso liberado es un ejemplo del filósofo que ayuda


a los otros a alcanzar el conocimiento real. Este ha visto
directamente al sol (el Bien) y es como un político preparado para
ser quien gobierne con justicia. La democracia del pueblo, en
Platón, es similar a lo que acontece dentro de la caverna, ya que
las personas habitan en un mundo sensible y deben ser guiadas
por el filósofo-político o filósofo-rey.

El cumplimiento del destino de liberar a los demás necesita de la


dialéctica o de la filosofía, pero crea un conflicto en relación con
la moralidad. El riesgo que corre el preso liberado puede ser como
el trágico fin que tuvo Sócrates, quien fue sentenciado a muerte
por influenciar a la juventud y no respetar a los dioses
tradicionales.

Teoría del conocimiento y el mito de la


caverna
En la República, en los capítulos VI y VII (con la analogía o símil
de la línea y la alegoría de la caverna) Platón señala que el origen
del conocimiento real se desprende de las ideas.

Sin embargo, el mundo físico, visible o sensible, es un mundo de


conocimiento limitado, de opinión. El mito de la caverna expresa
la dualidad yacente entre el conocimiento aparente (interior de la
caverna) y el conocimiento puro y real (exterior de la caverna).
Ello se traduce en un dualismo epistemológico y otro ontológico:

 Por un lado, el conocimiento del mundo de las ideas, compuesto


por el conocimiento intelectual y el conocimiento discursivo.
 Por otro lado, el conocimiento del mundo sensible, basado en la
opinión, está compuesto por la conjetura y la creencia.

Así, todo aquello que se encuentra en el mundo físico es una copia


de una idea inmaterial que existe en el mundo de las ideas

El conocimiento verdadero

El mundo de las ideas se compone de absolutos que son


inmutables, esencias de las cosas del mundo físico. Sólo a través
de la razón se puede acceder a este conocimiento verdadero y
científico (episteme). A su vez, éste se compone de:

 El conocimiento discursivo (dianoia): se relaciona con el


razonamiento lógico y matemático, representándose en los
objetos (por ejemplo, figuras geométricas).
 El conocimiento intelectual (noesis): se refiere a la razón, siendo
sus objetos las ideas, de una naturaleza inmutable y no es posible
encontrarlo en el mundo sensible. Este conocimiento tiene como
objeto máximo la idea del Bien.

Fuera de la caverna, el preso liberado observa los reflejos de las


cosas, lo que Platón utiliza como una metáfora del conocimiento
matemático o discursivo.

El conocimiento propiamente dicho, que es de las ideas, con el


Bien como la más importante, se obtiene a través del uso de la
razón. El alma puede acceder a través del recuerdo, ya que alguna
vez formó parte de este mundo de las ideas.

El conocimiento sensible

El mundo sensible está en cambio constante. Por ello, resulta


imposible que pueda ser origen de conocimiento en un sentido
universal. De este modo, ofrece un tipo de conocimiento que está
basado en los objetos físicos, en las imágenes y en las
apariencias. Esto hace que se de carácter individual, basado en la
opinión o doxa y que sea subjetivo.

Platón considera que este tipo de conocimiento se divide en dos


partes: la conjetura o eikasía y la creencia o pistis.

La conjetura (eikasía) se basa en la imaginación y suposición,


siendo sus objetos las imágenes con una calidad fugaz. Se
encuentra presente en la realidad visible.

Por ejemplo, en el mito de la caverna, Platón sugiere que los


reflejos y las sombras ofrecen un conocimiento inmediato que da
forma a nuestra perspectiva y convicciones sobre el mundo. No
obstante, dicho conocimiento es fugaz y no indaga en la esencia
de las cosas.

En el caso de la creencia (pistis), esta se basa en la observación,


siendo sus objetos aquellas cosas materiales que se encuentran
en la realidad visible. Además, su naturaleza es transitoria (sus
objetos son cambiantes y corruptibles), aunque no tan fugaz como
en el caso de la conjetura. Aquí, los objetos que se experimentan,
como el propio cuerpo, son objetos físicos y corruptibles.

El mito de la caverna y la educación


El mito de la caverna permite explorar la visión que tiene Platón
tanto del conocimiento como de la educación. En su
planteamiento, el conocimiento real es diferente del conocimiento
del mundo aparente (el de la caverna). La ascensión le permitió al
individuo observar lo verdadero, por lo que es su responsabilidad
enseñar a quienes siguen atrapados. Se convierte en el filósofo-
maestro.

En el mito de la caverna, el prisionero que asciende al mundo


exterior, pasa de la oscuridad a la luz, de la ignorancia al
conocimiento. Por su parte, los prisioneros que permanecen
dentro son una metáfora de la condición de las personas en la
sociedad.
Así, la educación no se trata de brindar conocimiento, sino de
iniciar un viaje. El aprendizaje es difícil, ya que se han de
abandonar los presupuestos que antes se tenían para poder
acceder al pensamiento crítico.

Debido a esto, la educación implica acción y transformación. En


este sentido, el estudiante no es pasivo, sino que es guiado a
descubrir las cosas por sí mismo.

Conocimiento y aprendizaje

En Platón, conocer está ligado al acceso al mundo de las ideas. El


alma ya conoce, pues no hay conocimiento que parta de la nada,
simplemente no lo recuerda. Así, existen varias formas de adquirir
conocimiento.

En primer lugar, a través de la reminiscencia (recordando) las


vidas pasadas, ya que el alma del ser humano ya conoce lo que
estaba en el mundo de las ideas.

En segundo lugar, el método para acceder al conocimiento es el


de la dialéctica. Por ejemplo, Sócrates, tal como se expone en los
diálogos de Platón, utiliza la ironía y la mayéutica como ejercicios
para ayudar a una persona a alcanzar el conocimiento.

La ironía es el ejercicio de realizar preguntas para exponer la falta


de conocimiento de una persona, quien cree que ya sabe algo
sobre un asunto determinado. Esto puede verse resumido en la
famosa expresión "Solo sé que no sé nada".

La mayéutica consiste en la práctica de ayudar a dar a luz, como


lo haría una comadrona. Se trata de ayudar a que un discípulo
pueda alcanzar el conocimiento que ya tiene dentro de sí. Para
ello se utilizaban las preguntas. Se cuestionaba a una persona
sobre un asunto, se debatía su respuesta, se realizaban nuevas
preguntas y se alcanzaba una definición más clara sobre dicho
asunto.
El tema del mito de la caverna en literatura
y cine
El tema del autoengaño ha sido explorado en diversas obras
literarias y cinematográficas a través de la historia,
particularmente en las últimas décadas. Aquí, algunos ejemplos:

 La vida es sueño de Calderón de la Barca.


 Un mundo feliz de Aldous Huxley
 La película They Live (Están vivos o Sobreviven), de John
Carpenter.
 La película Dark City (Ciudad en tinieblas), de Alex Proyas.
 La película Abre los ojos, de Alejandro Amenábar.
 La película The Truman Show (El show de Truman: Historia de
una vida), de Peter Weir.
 Primera película de la trilogía Matrix, de Lana y Lily Wachowsky.
 La Caverna, de José Saramago.

También te puede interesar:

 Todo sobre Platón: biografía, aportaciones y obras del filósofo


griego
 La República de Platón
 Las corrientes filosóficas más importantes
 Filósofos más importantes de la historia y cómo cambiaron el
pensamiento
 Ética de Aristóteles: resumen y análisis
 Apología de Sócrates (ideas principales y análisis de la obra de
Platón)
Mito de la caverna de Platón:
resumen y significado de la
alegoría

Revisado por Catalina Arancibia Durán

Máster en Literatura Española e Hispanoamericana


El mito de la caverna es una alegoría sobre el conocimiento. En
ella se muestra al ser humano encadenado dentro de una caverna
desde su nacimiento, donde lo único que ve son sombras
reflejadas en la pared, pensando que esa es la realidad.

Platón (428 a.C.- 347 a.C.) usó esta historia para mostrar al filósofo
como un guía hacia la educación, intentando liberar a las personas
de sus ataduras.

El relato se encuentra en el libro VII de la República, escrita


hacia el año 380 a. C. Este es un texto esencial dentro de la obra
de Platón, ya que cuestiona el origen del conocimiento, el
problema de la representación de las cosas y la naturaleza de la
propia realidad.

Resumen del mito de la caverna de Platón


El mito de la caverna es un diálogo escrito por Platón en el que su
maestro Sócrates y su hermano Glaucón se refieren al
conocimiento y la educación filosófica de los individuos.

Así, Sócrates le pide a Glaucón que imagine a un grupo de


prisioneros que se encuentran encadenados desde su infancia
detrás de un muro, dentro de una caverna. Allí, un fuego ilumina al
otro lado del muro y los prisioneros ven las sombras proyectadas
por objetos que son manipulados por personas que pasan por
detrás.

Los prisioneros creen que lo que observan es el mundo real, sin


darse cuenta de que son las sombras de esos objetos. Sin
embargo, uno de los ellos consigue liberarse de sus cadenas y
comienza a ascender. De este modo, es capaz de observar la luz
del fuego más allá del muro, cuyo resplandor le ciega y casi le
hace volver a la oscuridad.

Poco a poco, el hombre liberado se acostumbra a la luz y, con


cierta dificultad, decide avanzar. Sócrates propone que este es un
primer paso en la adquisición de conocimiento. Después, sale al
exterior, en donde observa el reflejo de las cosas y las personas,
para luego verlas directamente. De este modo, admira por primera
vez las estrellas, la luna y el sol.

Sócrates sugiere que este individuo concibe lo que ve (mundo de


las ideas) como una realidad superior. Entonces, regresa para
compartir lo que ha descubierto con los otros prisioneros, ya que
siente que debe ayudarles a ascender al mundo real.

Cuando regresa a la caverna no puede ver bien, porque se ha


acostumbrado a la luz exterior. Los que habitan allí piensan que el
viaje le ha dañado y no desean acompañarle fuera. Platón, a través
de Sócrates, afirma que los reclusos harían lo posible por evitar
dicha travesía, llegando a matar a quien se atreviera a intentar
liberarlos.

Análisis del mito de la caverna de Platón


El mito de la caverna es una alegoría que abarca varios elementos
que comporta la teoría de las ideas de Platón y un análisis
dividido en 3 dimensiones:

 la dimensión antropológica (naturaleza humana),


 la dimensión ontológica (del ser) y epistemológica (del
conocimiento) y,
 la dimensión moral (valorización de la sociedad) y
política (forma de gobernar).

La teoría de las ideas de Platón se basa en dos conceptos


contrapuestos:

 El mundo sensible, cuya experiencia se vive mediante los


sentidos. Son múltiples, corruptibles y mutables.
 El mundo inteligible o el mundo de las ideas, cuya experiencia es
cosechada mediante el conocimiento, la realidad y el sentido de la
vida. Siendo únicas, eternas e inmutables.

Dimensión antropológica

En Platón, cuerpo y alma corresponden a dos dimensiones


diferentes. Por un lado, el cuerpo está inmerso en el mundo
sensible, que es corruptible y cambiante, mientras que el alma
está unida al mundo de las ideas, que es perfecto e inmutable.

En el mito de la caverna, la dimensión antropológica se refiere a la


condición del ser humano y su forma de conocer. Esa dimensión
está representada en la naturaleza del prisionero y su cuerpo, su
relación con la caverna (mundo sensible), así como en el mundo
exterior y la liberación de su alma (mundo de las ideas).

Los prisioneros son una metáfora de las personas que están


atadas a sus percepciones. Las sombras son el mundo físico que
perciben y que creen es el conocimiento verdadero. Sin embargo,
aquello que observan no es más que un conocimiento subjetivo.

Cuando uno de los prisioneros se libera de sus cadenas y sale de


la caverna, este viaje representa su ascensión al mundo
inteligible, en donde adquiere el verdadero conocimiento.

Lo anterior implica una liberación moral e intelectual del alma de


las ataduras y limitaciones ofrecidas por el mundo sensible. Así,
funciona como una metáfora de su paso desde la ignorancia hacia
el mundo de las ideas. Este paso, según Platón, se puede realizar
con la práctica del método dialéctico.
Además, esta ascensión al mundo de las ideas es una búsqueda
del conocimiento de sí en el mundo exterior (como se expresa en
la frase "conócete a ti mismo").

Dimensión ontológica y epistemológica

La dimensión ontológica se refiere a la naturaleza del ser y la


dimensión epistemológica se refiere a la naturaleza, origen y
validez del conocimiento.

Cada elemento del mito de la caverna simboliza un nivel del ser y


del conocimiento, dentro del dualismo ontológico y epistemológico
de Platón. Precisamente, la alegoría de los hombres apresados
dentro de una caverna (nivel inferior) y del hombre liberado en el
exterior (nivel superior), funciona para explicar su concepción
dualista del mundo.

Desde el nivel inferior al superior tenemos:

Dimensión epistemológica Dimensión ontológica


Todo aquello percibido como
Opinión (doxa): “real” dentro de la caverna no es
más que una imagen o reflejo:
Conjetura (eikasía): son las sombras que los
prisioneros observan. El fuego es una representación del
Mundo sensible Creencia (pistis): todo objeto, incluyendo a sol, y refleja las sombras.
(interior de la los prisioneros, dentro de la caverna. Estatuas y otros objetos.
caverna)
Son todos los objetos que el
prisionero liberado observa:
Conocimiento verdadero (episteme):
Sombras y reflejos en el exterior
Conocimiento discursivo (dianoia): el son como el pensamiento
prisionero liberado observa reflejos de las matemático.
cosas en el exterior. El mundo natural y los hombres
Conocimiento intelectual real (noesis): el representan a las ideas.
Mundo de las prisionero liberado observa directamente al El sol es el nivel más alto, la idea
ideas (exterior de sol y los objetos exteriores. del Bien.
la caverna)

Aquí, el mito de la caverna de Platón muestra los niveles para la


ascensión al mundo inteligible o la ascensión del Ser.
Dimensión moral y política

Para Platón, el mundo de las ideas es donde el alma del hombre


encuentra el conocimiento. Cuando el prisionero liberado
presencia el mundo ideal, siente el deber de compartir lo vivido.
Aquí el sol es una metáfora de la idea del Bien.

La caverna es la prisión de la apariencia, de lo puramente


sensible, mientras que el mundo ideal y la idea del Bien son el
verdadero conocimiento. El preso liberado, el filósofo, ya no puede
continuar con un conocimiento basado en la opinión (doxa),
derivada de las percepciones.

El retorno del preso liberado es un ejemplo del filósofo que ayuda


a los otros a alcanzar el conocimiento real. Este ha visto
directamente al sol (el Bien) y es como un político preparado para
ser quien gobierne con justicia. La democracia del pueblo, en
Platón, es similar a lo que acontece dentro de la caverna, ya que
las personas habitan en un mundo sensible y deben ser guiadas
por el filósofo-político o filósofo-rey.

El cumplimiento del destino de liberar a los demás necesita de la


dialéctica o de la filosofía, pero crea un conflicto en relación con
la moralidad. El riesgo que corre el preso liberado puede ser como
el trágico fin que tuvo Sócrates, quien fue sentenciado a muerte
por influenciar a la juventud y no respetar a los dioses
tradicionales.

Teoría del conocimiento y el mito de la


caverna
En la República, en los capítulos VI y VII (con la analogía o símil
de la línea y la alegoría de la caverna) Platón señala que el origen
del conocimiento real se desprende de las ideas.

Sin embargo, el mundo físico, visible o sensible, es un mundo de


conocimiento limitado, de opinión. El mito de la caverna expresa
la dualidad yacente entre el conocimiento aparente (interior de la
caverna) y el conocimiento puro y real (exterior de la caverna).
Ello se traduce en un dualismo epistemológico y otro ontológico:

 Por un lado, el conocimiento del mundo de las ideas, compuesto


por el conocimiento intelectual y el conocimiento discursivo.
 Por otro lado, el conocimiento del mundo sensible, basado en la
opinión, está compuesto por la conjetura y la creencia.

Así, todo aquello que se encuentra en el mundo físico es una copia


de una idea inmaterial que existe en el mundo de las ideas

El conocimiento verdadero

El mundo de las ideas se compone de absolutos que son


inmutables, esencias de las cosas del mundo físico. Sólo a través
de la razón se puede acceder a este conocimiento verdadero y
científico (episteme). A su vez, éste se compone de:

 El conocimiento discursivo (dianoia): se relaciona con el


razonamiento lógico y matemático, representándose en los
objetos (por ejemplo, figuras geométricas).
 El conocimiento intelectual (noesis): se refiere a la razón, siendo
sus objetos las ideas, de una naturaleza inmutable y no es posible
encontrarlo en el mundo sensible. Este conocimiento tiene como
objeto máximo la idea del Bien.

Fuera de la caverna, el preso liberado observa los reflejos de las


cosas, lo que Platón utiliza como una metáfora del conocimiento
matemático o discursivo.

El conocimiento propiamente dicho, que es de las ideas, con el


Bien como la más importante, se obtiene a través del uso de la
razón. El alma puede acceder a través del recuerdo, ya que alguna
vez formó parte de este mundo de las ideas.

El conocimiento sensible

El mundo sensible está en cambio constante. Por ello, resulta


imposible que pueda ser origen de conocimiento en un sentido
universal. De este modo, ofrece un tipo de conocimiento que está
basado en los objetos físicos, en las imágenes y en las
apariencias. Esto hace que se de carácter individual, basado en la
opinión o doxa y que sea subjetivo.

Platón considera que este tipo de conocimiento se divide en dos


partes: la conjetura o eikasía y la creencia o pistis.

La conjetura (eikasía) se basa en la imaginación y suposición,


siendo sus objetos las imágenes con una calidad fugaz. Se
encuentra presente en la realidad visible.

Por ejemplo, en el mito de la caverna, Platón sugiere que los


reflejos y las sombras ofrecen un conocimiento inmediato que da
forma a nuestra perspectiva y convicciones sobre el mundo. No
obstante, dicho conocimiento es fugaz y no indaga en la esencia
de las cosas.

En el caso de la creencia (pistis), esta se basa en la observación,


siendo sus objetos aquellas cosas materiales que se encuentran
en la realidad visible. Además, su naturaleza es transitoria (sus
objetos son cambiantes y corruptibles), aunque no tan fugaz como
en el caso de la conjetura. Aquí, los objetos que se experimentan,
como el propio cuerpo, son objetos físicos y corruptibles.

El mito de la caverna y la educación


El mito de la caverna permite explorar la visión que tiene Platón
tanto del conocimiento como de la educación. En su
planteamiento, el conocimiento real es diferente del conocimiento
del mundo aparente (el de la caverna). La ascensión le permitió al
individuo observar lo verdadero, por lo que es su responsabilidad
enseñar a quienes siguen atrapados. Se convierte en el filósofo-
maestro.

En el mito de la caverna, el prisionero que asciende al mundo


exterior, pasa de la oscuridad a la luz, de la ignorancia al
conocimiento. Por su parte, los prisioneros que permanecen
dentro son una metáfora de la condición de las personas en la
sociedad.
Así, la educación no se trata de brindar conocimiento, sino de
iniciar un viaje. El aprendizaje es difícil, ya que se han de
abandonar los presupuestos que antes se tenían para poder
acceder al pensamiento crítico.

Debido a esto, la educación implica acción y transformación. En


este sentido, el estudiante no es pasivo, sino que es guiado a
descubrir las cosas por sí mismo.

Conocimiento y aprendizaje

En Platón, conocer está ligado al acceso al mundo de las ideas. El


alma ya conoce, pues no hay conocimiento que parta de la nada,
simplemente no lo recuerda. Así, existen varias formas de adquirir
conocimiento.

En primer lugar, a través de la reminiscencia (recordando) las


vidas pasadas, ya que el alma del ser humano ya conoce lo que
estaba en el mundo de las ideas.

En segundo lugar, el método para acceder al conocimiento es el


de la dialéctica. Por ejemplo, Sócrates, tal como se expone en los
diálogos de Platón, utiliza la ironía y la mayéutica como ejercicios
para ayudar a una persona a alcanzar el conocimiento.

La ironía es el ejercicio de realizar preguntas para exponer la falta


de conocimiento de una persona, quien cree que ya sabe algo
sobre un asunto determinado. Esto puede verse resumido en la
famosa expresión "Solo sé que no sé nada".

La mayéutica consiste en la práctica de ayudar a dar a luz, como


lo haría una comadrona. Se trata de ayudar a que un discípulo
pueda alcanzar el conocimiento que ya tiene dentro de sí. Para
ello se utilizaban las preguntas. Se cuestionaba a una persona
sobre un asunto, se debatía su respuesta, se realizaban nuevas
preguntas y se alcanzaba una definición más clara sobre dicho
asunto.
El tema del mito de la caverna en literatura
y cine
El tema del autoengaño ha sido explorado en diversas obras
literarias y cinematográficas a través de la historia,
particularmente en las últimas décadas. Aquí, algunos ejemplos:

 La vida es sueño de Calderón de la Barca.


 Un mundo feliz de Aldous Huxley
 La película They Live (Están vivos o Sobreviven), de John
Carpenter.
 La película Dark City (Ciudad en tinieblas), de Alex Proyas.
 La película Abre los ojos, de Alejandro Amenábar.
 La película The Truman Show (El show de Truman: Historia de
una vida), de Peter Weir.
 Primera película de la trilogía Matrix, de Lana y Lily Wachowsky.
 La Caverna, de José Saramago.

También te puede interesar:

 Todo sobre Platón: biografía, aportaciones y obras del filósofo


griego
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 Filósofos más importantes de la historia y cómo cambiaron el
pensamiento
 Ética de Aristóteles: resumen y análisis
 Apología de Sócrates (ideas principales y análisis de la obra de
Platón)

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El mito de la caverna permite explorar la visión que Platón tiene
del conocimiento y la educación ya que, para él, el conocimiento
real es distinto al del mundo aparente. El prisionero que escapa
pasa de la ignorancia al conocimiento. Los prisioneros son una
metáfora de la condición de las personas en la sociedad.17 abr 2022
Cuál es la enseñanza del mito de la caverna?
Platón nos enseña que debemos aspirar a un conocimiento más pleno, que nos
libere de las ataduras y nos ayude a realizarnos como seres humanos: “todas las
cosas rectas y bellas que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al señor de
ésta… es necesario tenerlas a la vista para poder obrar con sabiduría, tanto en
lo ...
Por:
Víctor Manuel Pérez Valera*
El mito de la caverna en Platón, pretende mostrarnos de modo
análogo el gran privilegio del hombre, la importancia del conocimiento.
Éste, según el mito, es bastante limitado, estamos encadenados
desde que nacemos en una cueva que tiene en la entrada una
hoguera, y en la pared de la cueva apreciamos las sombras que
revelan la realidad. La filosofía de Platón pretende liberarnos de estas
ataduras, ya que la masa, en general, vive cómoda en su ignorancia y
esto repercute en el modo de autogobernarnos.
Uno de los prisioneros escapa de sus cadenas y logra conocer de
modo más pleno la realidad, pero cuando regresa para liberar a sus
amigos, éstos no lo escuchan, lo tratan de loco y lo condenan a
muerte. Platón nos enseña que debemos aspirar a un conocimiento
más pleno, que nos libere de las ataduras y nos ayude a realizarnos
como seres humanos: “todas las cosas rectas y bellas que en el
ámbito visible ha engendrado la luz y al señor de ésta… es necesario
tenerlas a la vista para poder obrar con sabiduría, tanto en lo privado
como en lo público”.
Nuestro propio conocimiento y el de nuestro mundo, lo percibimos a
través de las sombras que nos transmite un mundo confuso y limitado,
es necesario traspasar la hoguera que está en la boca de la cueva
para poder encontrar la liberación moral e intelectual de las ataduras
del mundo sensible: el ideal es el aforismo “conócete a ti mismo”,
mediante la ascensión al mundo inteligible.
El conocimiento tiene una dimensión moral y política, por eso, este
mito se encuentra en el capítulo séptimo del diálogo La República.
Con la muerte del que quiere liberarnos, se ejemplifica la condena a
muerte de Sócrates, y que de algún modo la encontramos en el
misterio de la cueva de Belén, en el que el Logos, tampoco es
escuchado, sino a la postre, condenado a muerte. La lucha entre la luz
y las tinieblas se refleja tanto en la caverna de Platón como en la
cueva de Belén.
La historia bíblica nos narra como unos peregrinos que emigraron a
Belén, no encontraron sitio en la posada del pueblo. Una antigua
tradición afirma que “el Salvador” nació en una gruta, lo cual
corroboran escritos del siglo II, como el de Justino mártir y el
Protoevangelio de Santiago. Por lo demás, se puede constatar que
alrededor de Belén hay muchas cuevas que servían de establo a los
animales. Un poco después San Jerónimo señala que la actual
basílica de la Natividad se construyó sobre una cueva.
El mito de la caverna es atemporal, en el misterio de la cueva de Belén
en cambio, se trata de un tiempo especial: “al llegar la plenitud de los
tiempos…” (Gal 4,4). Es un acontecimiento que dividirá la historia de la
humanidad entre un antes y un después. Existía una promesa desde
tiempos inmemoriales sobre este misterio, en varios profetas de la
antigüedad judía: Isaías y Miqueas. Este misterio no es enigmático,
sino es luz que se difunde sobre el mundo: el futuro del hombre sería
incomprensible sin él. Su luz disipa las tinieblas y su brillo es verdad y
vida.
Este acontecimiento es la apoteosis del amor, culmen de la dialéctica
del Eros de Platón. La encarnación del Logos, es la Palabra fuente y
plenitud del conocimiento, que penetró en nuestra historia y en nuestra
cultura. El Logos es creador y de él recibimos la plenitud.
A mediados del siglo XX el gran filósofo español Javier Zubiri escribió
que la sociedad moderna se había instalado en la finitud. El sabor de
la finitud, centrado en lo caduco y temporal, ha cerrado al hombre
moderno las puertas de la trascendencia, del misterio que está más
allá de nuestras pequeñas aspiraciones. Nos hemos creado
demasiados y graves problemas y no encontramos las soluciones.
Vivimos en el desconcierto.
La cueva de Belén nos abre un horizonte de esperanza, de aspiración
a la infinitud. La respuesta del hombre como problema está en la
escucha del Logos, aceptar a éste en nuestra vida y en nuestros
caminos, es un gran reto. El Logos es un don, “que al darse a sí
mismo nos ha dado toda novedad”, es menester acoger el don y darle
cobijo.
El arte de los grandes pintores religiosos tiene este aspecto, un halo
de misticismo: en el Greco las figuras tienden hacia lo alto con un
gesto de huida a lo más excelso, Giotto dignifica lo pequeño como
trasunto de lo máximo. Fra Angélico con sus rasgos elementales
insinúa el encuentro alegre de lo divino y lo humano y además nos
revela que la Navidad no es sólo individual, sino algo comunitario y
fraternal.

¿Cuál es el mensaje del mito de la caverna?


La descripción y explicación del mito de la caverna es epistemológica,
pues trata de cómo se conoce y cómo debería de conocerse el mundo
y las cosas que en él existen; de cómo encontrar la satisfacción a las
necesidades humanas de conocimiento y, por tanto, hablando en
términos actuales, de la información que permita .. tener el
conocimiento de las cosas que existen en el universo..

¿Qué significa cada cosa en el mito de la caverna?


Todo el relato está cargado de simbología: las sombras o mundo de los objetos
físicos, la caverna representa la prisión que este mundo de lo físico crea en el
alma humana, la luz es la realidad verdadera y universal y la liberación de los
prejuicios para soltar al alma hacia el mundo verdadero.

¿Qué significado tienen las sombras en el mito de la caverna?


Las sombras significan las apariencias, lo que captamos a través de los sentidos y
que pensamos que es real, mientras que la verdadera realidad, el mundo exterior,
permanece desconocido e inaccesible. ¿Qué representa el fuego y el sol en el
mito de la caverna?
QUE REPRESENTA EL FUEGO
El fuego representa en la Caverna el papel del Sol en el mundo sensible y
el Sol dentro del símil hace la función que corresponde al Bien en el mundo
inteligible, donde es causa de la inteligibilidad y la esencia de las ideas,
igual que el Sol es responsable en su ámbito de la visibilidad y es causa de la
generación y .

Que simboliza Platón con la luz del fuego?


El fuego que da luz al interior de la caverna corresponde al conocimiento sensible,
mientras que el entendimiento de las ideas está simbolizado por la luz del sol, que
el ex prisionero consigue contemplar tras un periodo de adaptación. En concreto,
el sol es la idea del bien, la más importante y elevada.20 oct 2022
¿Que simboliza cada uno de los objetos que aparecen en el mito de la caverna?

Cada elemento del mito de la caverna simboliza un nivel del ser y del
conocimiento: con el ejemplo de los hombres atrapados en la caverna y el hombre
liberado, explica su concepción dualista del mundo.17 abr 2022

¿Qué significado tiene el sol el esclavo y su liberación?


Cuando el prisionero liberado presencia el mundo ideal, siente el deber de
compartir lo vivido. Aquí el sol es una metáfora de la idea del Bien. La caverna es
la prisión de la apariencia, de lo puramente sensible, mientras que el mundo ideal
y la idea del Bien son el verdadero conocimiento.
conocimiento. El preso liberado, el filósofo, ya no puede
continuar con un conocimiento basado en la opinión (doxa),
derivada de las percepciones.

El retorno del preso liberado es un ejemplo del filósofo que


ayuda a los otros a alcanzar el conocimiento real. Este ha
visto directamente al sol (el Bien) y es como un político
preparado para ser quien gobierne con justicia. La
democracia del pueblo, en Platón, es similar a lo que
acontece dentro de la caverna, ya que las personas habitan
en un mundo sensible y deben ser guiadas por el filósofo-
político o filósofo-rey.

El cumplimiento del destino de liberar a los demás necesita


de la dialéctica o de la filosofía, pero crea un conflicto en
relación con la moralidad. El riesgo que corre el preso
liberado puede ser como el trágico fin que tuvo Sócrates,
quien fue sentenciado a muerte por influenciar a la
juventud y no respetar a los dioses tradicionales.

Teoría del conocimiento y el mito de la


caverna
En la República, en los capítulos VI y VII (con la analogía o
símil de la línea y la alegoría de la caverna) Platón señala
que el origen del conocimiento real se desprende de las
ideas.

Sin embargo, el mundo físico, visible o sensible, es un


mundo de conocimiento limitado, de opinión. El mito de la
caverna expresa la dualidad yacente entre el conocimiento
aparente (interior de la caverna) y el conocimiento puro y
real (exterior de la caverna).
El mito de la caverna de Platón es uno de los
mitos más conocidos del filósofo griego, incluido
en el libro VII de la República, obra escrita hacia
el año 380 a.C. A través de una
alegoría Platón nos explica su teoría del mundo
de las ideas. En Conversalitas os traemos el
resumen de la historia del mito con su
significado; además, os contamos de qué manera
podemos aplicar el mito de la caverna a la
sociedad contemporánea.

Índice
1. Mito de la caverna: historia
2. Mito de la caverna: significado
3. El mito de la caverna en la actualidad

Mito de la caverna: historia


En el mito de la caverna Platón nos describe una situación ficticia en la
que unos hombres han permanecido desde su niñez encerrados en una
caverna, inmovilizados por cadenas, de manera que solo puedan mirar a la
pared frente a ellos, sin ninguna posibilidad de movimiento. La única luz que
ilumina la caverna es la de un fuego que se encuentra detrás de ellos, si bien
un muro los separa. A lo largo de este, pasan otros hombres con unas
figuras de madera o de piedra que representan a personas y animales.
Dichos objetos aparecen por encima del muro, de modo que sus sombras se
proyectan gracias a la luz del fuego en la pared frente a los prisioneros.

En dichas condiciones, la única realidad que conciben los hombres atrapados


son las sombras de las figuras y el eco de las voces de los hombres tras el
muro. Como el ser humano necesita nombrar a las cosas de su entorno para
poder hablar de ellas, los prisioneros atribuyen unos nombres a esas
sombras, convencidos de que son reales.

En el momento en que se liberasen las cadenas de un prisionero, este


sufriría al mirar la luz del fuego, pues estaba acostumbrado a la
oscuridad de su caverna. Conforme iría saliendo a la luz del sol, sus ojos se
dañarían y los objetos que observaría les parecerían menos reales que las
sombras que ha mirado toda su vida. Necesitaría un tiempo de adaptación
para acostumbrarse al mundo verdadero, pero, finalmente, entendería que lo
que le rodea ahora es la realidad y se sentiría feliz por haber descubierto la
verdad.

Si volviese a la caverna y explicase lo que ha descubierto a sus ex


compañeros de cautiverio para abrirles los ojos, no sería tomado en serio
por ellos. Los prisioneros pensarían que ha perdido la cabeza al subir al
exterior y no querrían por nada del mundo salir de su hogar. Hasta podrían
matar a quien intentase desatarlos y llevarlos al exterior.

Mito de la caverna: significado


Platón nos narra este mito para explicar su teoría sobre el mundo de las
ideas y el verdadero conocimiento. El interior de la caverna representa
el mundo sensible, es decir, el entorno material en el que vivimos, donde
percibimos y conocemos las cosas mediante nuestros sentidos. Por otro
lado, el exterior en el que el prisionero se aventura simboliza el mundo
inteligible, el de las ideas inmateriales y perfectas. Es aquí donde
encontramos el verdadero conocimiento, al cual no podemos acceder con
solo nuestros sentidos humanos.

Los prisioneros de la caverna son la imagen de nuestra condición, pues


vivimos creyendo que lo que sabemos y conocemos es la verdad, cuando
realmente son reflejos de las ideas puras que se encuentran en el mundo
inteligible. El camino del prisionero desde la caverna hasta el exterior
representa la ascensión del alma desde el mundo sensible, en el que está
atrapado nuestro cuerpo, hacia el mundo de las ideas, donde se libera de sus
ataduras y de su ignorancia para adquirir el verdadero conocimiento.

El fuego que da luz al interior de la caverna corresponde al conocimiento


sensible, mientras que el entendimiento de las ideas está simbolizado por la
luz del sol, que el ex prisionero consigue contemplar tras un periodo de
adaptación. En concreto, el sol es la idea del bien, la más importante y
elevada. Platón nos sugiere orientar nuestra alma hacia ella, seguirla en
todas nuestras acciones, tanto en la esfera pública (la política) como en la
privada (que corresponde a la ética). Como vemos, Platón concibe una ética
sustentada en el bien absoluto, al contrario que la ética de la felicidad de
Aristóteles, para quien las virtudes son cuestiones prácticas.

El mito de la caverna en la actualidad

Ahora que ya conocemos la historia y el significado del mito de la caverna de


Platón, no resulta difícil aplicarlo al día a día en nuestra sociedad
actual. Llevamos a nuestras espaldas muchas creencias que hemos
interiorizado como la verdad absoluta, cuando en realidad son
constructos sociales que se han transmitido de generación en generación a
lo largo de los siglos. En el momento en el que alguien intenta difundir una
idea revolucionaria, se percibe como extraña, incluso dañina para la sociedad
por tambalear los pilares por los que se sustenta. Finalmente, las nuevas
ideas son aceptadas por un grupo consistente, gracias al cual la sociedad
consigue evolucionar.

Asimismo, podemos identificar las sombras que los prisioneros


consideran reales con las apariencias de nuestra sociedad. En la actual era
digital, la que Byung-Chul Han llama «sociedad de la transparencia»,
parece que tenemos a nuestro alcance toda la información que queremos, y
nosotros mismos mostramos nuestras vidas «perfectas» en las redes sociales.
Platón nos ayuda a entender que lo que se muestra en internet no es la
verdad y nos permite reflexionar sobre lo que realmente importa: no las
apariencias, sino el camino hacia el verdadero conocimiento a través del
bien.

El mito de la caverna – Platón


18 septiembre, 2016arjephilo
Este mito nos habla de unos hombres que, desde su infancia, permanecen
atados, obligados a mirar al fondo de una cueva, donde se proyectan las
sombras de los seres que pasan por delante de la boca de la cueva y que son
iluminados por un fuego.

Uno de estos hombres se libera de sus cadenas y, dándose la vuelta, sale al


exterior de la cueva, donde queda deslumbrado al contemplar por vez primera
la luz del sol. Superada su momentánea ceguera, poco a poco va viendo, con
asombro, una nueva forma de realidad , y se da cuenta de que antes sólo
conocía sombras, porque las cosas reales, iluminadas por la luz del sol,
estaban fuera de la cueva en la que él vivía recluido.

Posteriormente, regresa al lado de sus antiguos compañeros, que permanecen


atados, pero dotado ya de este nuevo conocimiento y, al relatárselo, no le
creen, incapaces de comprender lo que le pasa. Lo toman, pues, por loco e
intentan matarlo.

Con este relato, Platón enseña que la realidad está claramente dividida entre el
mundo de las apariencias o de las sombras (de la pura opinión o Doxa) y el
mundo de la luz (Espisteme o conocimiento):

1. El mundo de las sombras está formado por imágenes que no muestran la


realidad verdadera de las cosas; el mundo de la luz, en cambio, está
presidido por el bien, que hace que las cosas sean lo son, y que es la
verdadera realidad.
2. El fuego de la caverna simboliza al sol visible que ilumina este mundo
sensible, mientras que el mundo inteligible está presidido por el sol del
bien, que hace a las ideas verdades e inteligibles.
3. La salida de la caverna del hombre que se libera de sus ataduras
representa el camino del filósofo, que sube desde el fondo de la caverna
a la luz del mundo de las cosas que verdaderamente son. Es, pues, un
camino de liberación, de descubrimiento del ser y de conocimiento de la
verdad. Todo ser humano tiene la posibilidad de emprender este
camino, de ascender del mundo de las meras apariencias hasta la
contemplación de lo que realmente es.

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