Jueves 15 Febrero 1990 BOE Núm. 40. Suplemento: Jidad

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BOE núm. 40.

Suplemento Jueves 15 febrero 1990 25


se han practicado diversos informes periciales balísticos y de autopsia, fundamentales que pudieran c@meterpoderes públicos distintos a los del
segun se detalla en el antecedente noveno de esta sentencia. Estado español (art. 42.2 LOTC). ni puede exceder del plazo razonable
o merecer el calificativo de «indebidas» aquellas supuestas dilaciones
C) Finalmente, en cuanto al comportamiento del recurrente se que obedezcan única y exclusivamente. tal y como acontence en el
puede apreciar que. aun cuando careciese de antecedentes penales en presente caso. a la intencionada conducta de la parte recurrente en
España (no así en Francia) no tenia resldencia. familia, empleo ni en amparo (Comisión Europea de Derechos Humanos, Decisión
general arraigo alguno en nuestro país y. sobre todo. tal y como 11.022/1984, asunto Pérez-Mahia. S.T.E.D.H. Bucholz 6 mayo 1981,
certeramente argúye el Juez de 'Instrucción en sus resoluciones recurri- Pretto 8 diciembre 1983).
das. fue el propio demandante quien. al sustraerse de la acción de la
justicia mediante su huida a Francia y 2. provocar su rebeldía, ocasionó FALLO
también la dilación en su pérdida de libertad al obligar al Juzgado a
acudir al auxilio judicial internacional y tener que suscitarse un proceso En atención a todo lo expuesto, el Tribunal Constitucional. POR LA
de extradición. en el que. si bien el recurrente .tuvo ocasión de ejercitar AUTORIDAD QUE LE CONFIERE LA CONSTITUCiÓN DE LA NACiÓN
su legítimo derecho de defensa. tampoco es menos cierto que. tal y como ESPAÑOLA,
ya adujo el Juzgado, de conformidad con lo dispuesto en el arto 504.6
L.E.Cnm .. no puede computarse dentro del plazo máximo de duración Ha decidido
de la prisión provisional «el tiempo en Que la causa sufriere dilaciones,
no imputables a la Administración de Justicia». Desestimar el presente recurso de amparo.
Publíquese esta Sentencia en el «Bo!eHn Oficial del Eswdo».
6. Desde el punto de vista constitucional nada tenemos que objetar
a esta interpretación de la legalidad ordinaria. que es plenamente Dada en Madrid, a dieciocho de enero de mil novecientos
respetuosa con el derecho consagrado en el art. 17.4 de la Constitución, noventa.-Francisco Tomás y Valiente.-Fernando Garcia-Moli y Gonzá-
SIOO. antes al contrario, hemos de subrayar que ni el recurso de amparo lez-Regueral.-Carlos de la Vega Benayas.-Jesus Leguina Villa.-Luis
protege a los ciudadanos frente a hipotéticas lesiones de derechos López Guerra.-Vicente Gimeno Sendra.-Firmados y rubricados.

3964 Pleno. Sentencia 9/1990, de 18 de enero. Cuestión. de 2. El Pleno de este Tribunal, en su reunión de 8 de febrero de 1989,
inconstltuclO:: ~Jidad 194/1989. En. relación con el últlmo acordó admitir la cuestión de inconstitucionalidad del referido precepto
inciso del párrafo primero del articulo 2.2 de la Ley legal, por poder ser contrario al arto 24.1 de la Constitución y, en su
Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, introducido por la Ley consecuencia, ordenó dar traslado de las actuaciones, conforme esta·
Orgánica 3/1985, de 29 de mayo. blece el arto 37.2 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. al
Congreso de los Diputados y al Senado, por conducto de sus Presidentes.
El Pleno del Tribunal Constitucional, compuesto por don Francisco al Gobierno, por conducto del Ministerio de Justicia y al Fiscal General
. Tomás y Valiente, Presidente; y don Francisco Rubio Llorente, don del Estado, al objeto de que, en el plazo improrrogable de quince días,
Antonio Truyol Serra, don Fernando García-Mon y González-Regueral, puedan personarse en el procedimiento. y formular las ale~aciones que
don Carlos de la Vega Benayas, don Eugenio Díaz Eimil. don Miguel estimaren procedentes, ordenándose, asimismo, publicar la lOcoación de
Rodriguez-Piñero y Bravo-Ferrer, don Jesus Leguina Villa. don Luis la cuestión en el «Boletín Oficial del Estado» para general conocimiento.
López Guerra, don José Luis de los Mozos y de los Mozos, don Alvaro En los autos se personaron el Gobierno. el Fiscal General del Estado
RodlÍguez Bereijo y don Vicente Gimeno Sendra, Magistrados, ha y el Senado, que no formuló alegaciones, y no se personó el Congreso
pronunciado de los Diputados.
EN NOMBRE DEL REY 3. El Abogado del Estado solicitó Sentencia por la que se declare la
constitucionalidad de la norma legal cuestionada, formulando en su
la siguiente apoyo las siguientes alegaciones.
Desde la posición procesal que le corresponde en procedimientos
SENTENCIA como el presente, sirven de referencia obligada las consideraciones
contenidas en la reciente STC 243/1988 y, por consi~uiente, lo que aquí
En la cuestión de inconstitucionalidad numo 194/1989, acordada fundamentalmente se ha de dilucidar es SI la autonzación prevista en
elevar al Pleno en la STC 243/1988, de 19 de diciembre, de la Sala el arto 2.2 de la L.O. 1/1982. resulta contraria al arto 24.1 de la
Primera de este Tribunal, en el recurso de amparo numo 602/1987, sobre Constitución por hacer depender el derecho a la tutela judicial efectiva
la posible inconstitucionalidad del último inciso del párrafo primero de los Tribunales. en relación con la tramitación de las demandas civiles
del arto 2.2 de la Ley Orgánica 1/l982, de 5 de mayo, introducido por de protección al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia
la Ley Orgánica 3/l985, de 29 de mayo, en cuando dispone que imagen, de la previa autorización de la Cámara correspondiente a la
<<iniciado un proceso civil en aplicación de la presente Ley, no podrá condición del demandado.
seguirse contra un Diputado o Senador sin la previa autorización del En el concreto caso resuelto por la STC 243/l988. la Sala que ha
Congreso de los Diputados o del Senado», por poder ser contrario al arto planteado la presente cuestión de inconstitucionalidad estima que se. ha
24.1 de la Constitución. Han sido parte el Fiscal General del Estado y producido una incuestionable vulneración del art. 24.1' de la Constltu.
el Gobierno, representado por el Abogado del Estado. Ha sido Ponente ción. por cuanto. en síntesis. (1) no resulta admisible ex~ender al. 4r:nbito
el Magistrado don Eugenio Díaz Eimi\, quien expresa el parecer del civil la garantía procesal del arto 71.2 C.E.• ya que la lOterpoSlclOn de
Tribunal. demandas civiles en nada puede afectar a la libertad personal de los
parlamentarios: (2) no teniendo expresa consagración constitUCionaL
1. Antecedentes unicamente sería admiSible mediante una especie de vía analógica que
no consiente la interpretación estricta que merecen todas las prerroga·
1. En el recurso de amparo núm. 602/1987 se dictó por la Sala tivas.
Primera la STC 243/1988, de 19 de diciembre, en la que se otorgó el Segun entiende la Abogacía del Estado, las consideraciones que
amparo solicitado y, en su virtud, se acordó lo siguiente: 1.0 Declarar sirven de apoyo al pronunciamiento de la Sentencia de la que deriva la
la nulidad del Acuerdo del Pleno del Senado de 18 de marzo de 1987, presente cuestión. no pueden tener la eficacia o alcance general que sería
por el cual se denegó autorización para proseguir el proceso civil de preciso para decretar la radical constitucionalidad del arto 2.2 en el LOciso
protección al honor promovido por los demandantes ante el Juzgado de que aquí nos importa. de la Ley Orgánica 1/1982 de protección al honor
Primera Instancia numo 2 de Zamora contra el Senador don Andrés Luis y a la intimidad. .. ~ ...
Calvo, así como la nulidad de los actos posteriores que son consecuencia Es indudable que en la ConstitucIón no eXiste una. prevI~lon
del mismo y, por tanto, del Auto de 10 de abril de 1987 J'0r el cual dicho específica que, a semejanza de lo que ocurre con la IOmuOldad
Juzgado acordó el archivo del referido proceso. 2. Reconocer el (art" 71.2), condicione la tramitación de demandas civiles contra
derecho a la tutela judicial efectiva de los solicitantes de amparo. parlamentarios a la previa autorización de las Asambleas de las que
3.° Restablecer a los mismos en la integridad de su derecho, decla- formen parte.
rando que procede, sin ulterior trámite parlamentario, proseguir la De ello no cabe deducir. sin embargo. que en cualquier caso que sea
tramitación del indicado proceso civil hasta obtener resolución judicial ajeno a los q~e puel).an !1fectar a la li,bertad ~ers()l}al de los parla!Uenta-
que satisfaga el derecho fundamental que aquí se reconoce y restablece, ríos. resulte IOconstltuclOnal la previa autoflzaclOO parlamentana para
y 4. 0 Elevar la cuestión al Pleno de este Tnbunal a fin de que pueda proceder judicialmente contra ellos. ya Que la intervención parlamenta·
pronunciarse sobre la inconstitucionalidad del ultimo inciso del párrafo ría que prevé el art. 2.2 de la LO. 1/1982. nfecta al derecho que consagr~
primero del art. 2.2 de la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, el arto 24.1 de la ConstituClón y este no es un derecho absoluto 01
introducido por la Ley Orgánica 3/1985. de 29 de mayo, en cuanto ilimitado, .
dispone que «iniciado un proceso civil en' aplicación de la pr.esente I;.eY, Aceptando que la previsión 1egnl supone. o más bien puede suponer,
no podrá seguirse contra un Diputado o Senador sm la previa autonza~ una limitación al derecho a la jurísdicción de quienes pretendan
ción del Congreso de los Diputados o del ScnadQ». demandar civilmente a los parlamentarios. en base a la L.O. 1/1982. la
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cuestión de si esa limitación es o no inconstitucional entendemos que no Tribunales pese a que de no admitir lo que aquí se propugna. no cabria
puede recibir una respuesta afirmativa de manera general y abstracta sin otra alternativa.
previamente indagar la naturaleza y fines de la prerrogativa, y determi· Por consiguiente entiende el Abogado del Estado que existen razone!:
nar, si en" función de ella, eXIsten razones que avalen la legitimidad suficientes para avalar la plena conformidad constitucional de la
constitucional de [a autorización parlamentaria de que tratamos. Al autorización parlamentaria que en este proceso se discute. Cosa distinta,
igual Que en la STC 90/1985, el Tribunal. a partir del acentuado carácter naturalmente, es que de ella se haga en cada caso un uso ajustado a las
finalista· de su doctnn3 sobre clart. 24.1 C.E.. recordó la necesidad de finalidades que justifican la institución de la que es instrumento. Ese, sin
indagar, en cada caso, la razón de ser de tos recortes, limitaciones o embargo, es un problema de caso concreto que desde esa perspectiva
condicionamientos que pueden afectar al derecho de! arto 24.1 de la debe examinarse en el futuro, de igual modo que lo ha sido en el asunto
Constitución, en el presente. es preciso analizar el fundamento de la a que puso término la STC 243/1988.
autorización que nos ocupa y su adecuación a las finalidades que
determina su existencia. 4. El Fiscal General del Estado interesó Sentencia declarando la
A tal efecto interesa recordar los criterios del Tribunal sobre la inconstitucionalidad de la Ley Orgánica 3/1985, de 29 de mayo, por ser
prerrogativa parlamentaria de la inviolabilidad en su STC 243/1988, contraria a los arts. 24.1 y 71 de la Constitución. fundamentando esta
según la cual: la inviobbilidad es un prerrogativa de carácter sustantivo petición en las alegaciones siguientes.
que garantiza la irres¡:onsabilidad juridica de los parlamentarios por Lo primero que se constata al estudiar el texto de la Ley Orgánica
razón de sus opiniones; comprende las opiniones expresadas por escrito 3/1985, como del Acuerdo del Senado, es la confusión existente entre las
o de palabra en actos parlamentarios propiamente dichos o, por instituciones de la inviolabilidad e inmunidad parlamentarias: no queda
excepción, en actos exteriores Que sean reproducción literal de ello y claro, oien el texto legal que se aplica, ni en la Resolución del Pleno del
tiene. por :finalidad y fundamento asegurar la libre formación de la Senado, si se están refiriendo a un supuesto de inviolabilidad, como
voluntad del órgano legislativo de que se trate: (STC 36/1981), a través parece inferirse de su texto, o hacen referencia a un caso de inmunidad,
de la libertad de expresión de los parlamentarios. como sería lógico deducir de la mera existencia de un suplicatorio.
Estos rasgos fundamentales pueden fundgr la opinión de que La inviolabilidad protege a los parlamentarios de cualquier tipo de
basta con la intervención judicial para que la razón de ser de la ins- consecuencias que pudieran derivarse de las opiniones manifestadas en
titución quede cumplida, es decir. que la exclusiva tutela judicial el ejercicio de sus funciones. Se trata de una prerrogativa de carácter
(art. 117.3 C.E.), es instrumento bastante para que los fines de la sustantivo, no meramente procesal, y no tiene limitación temporal
institución queden satisfechos. para que la libertad de expresión del alguna: las opiniones cubiertas por la inviolabilidad quedan a salvo de
parlamentario y, por ello; la libre formación de voluntad del órgano cualquier medida que contra su autor pudiera adoptarse, incluso después
legislativo, quede suficientemente garantizada. Corresponde a! Juez de finalizado su mandato representativo. Su única limitación es de
determinar en cada caso si debe entrar en juego o no la inviolabilidad carácter objetivo: cubre exclusivamente las opiniones manifestadas por
parlamentaria, es decir. si. en cada caso. es juridicamente irresponsable los parlamentarios ~~en el ejercicio de sus funciones». Respecto a ella no
por razón de sus opiniones el parlamentario demandado. cabe hablar de s~plicatorio: la presencia de la inviolabilidad excluye
cualquier posibilidad de autorización -ni siquiera por las propias
Ello presupone que solamente la Sentencia puede afectar a la libre Cámaras- de medidas que, en definitiva, atentarían contra la libertad de
opinión de los parlamentarios. Si la inviolabilidad es una garantía opinión y voto que es esencial a la función parlamentaria.
juridica sustantiva de irresponsabilidad, únicamente la Sentencia que Ahora bien, la Ley Orgánica 3/1985 viene a añadir al texto ori~inal
ponga término al proceso civil puede declararlo. Antes, la demanda debe del arto 2.2 de la Ley Orgánica 1/1982 (<<No se apreciará la existenCIa de
admitirse y el proceso tramitarse. En ello. según pare~e, no existe riesgo intromisión ilegítima en el ámbito protegido cuando estuviere expresa-
alguno de afectación de la voluntad del parlamentano y, por tanto, de mente autorizada por ley o cuando el titular del derecho hubiera
la Cámara. otorgado al efecto su consentimiento expreso») el siguiente párrafo: ((O,
Por otra parte, esta concepción de la inviolabilidad presupone por imperativo del arto 71 de la Constitución, cuando se trate de
también en la interposición de posibles demandas cíviles al amparo de opiniones manifestadas por Diputados y Senadores en el ejercicio de sus
la Ley 1/1982 no eXisten más implicaciones que las estrictamente civiles, funciones. Iniciado un proceso civil en aplicación de la presente Ley, no
que, en ningún supuesto, la interposición tiene o puede connotacion~s podrá seguirse contra un Diputado o Senador sin la previa autorización
políticas y, en todo caso, que, si existen. el Juez civil está capacitado y del Congreso de los Diputados o del Senado.
es el órgano adecuado para apreciarlas. La previa autorización será tramitada por el procedimiento previsto
La Abogacía del Estado discrepa de tales criterios y entiende que es para los suplicatorios.))
precisamente en los aspectos a los que hemos aludido en los que se La ley que aquí se cuestiona es un vivo ejemplo de contradicción
encuentra el fundamento de la autorización parlamentaria que aquí se entre sus ténninos. Si al referirse a opiniones manifestadas en el ejercicio
cuestiona. de sus funciones parlamentarias parece moverse dentro del estricto
No parecen· necesarias demasiadas consideraciones para demostrar campo de la inviolabilidad, al permitir autorización para proceder
que la simple existencia de uno o varios procesos, los riesgos inherentes judicialmente contra su autor mediante la concesión del suplicatorio,
a los'mismos, la afectación de la esfera y tranquil~dad jurídica de los evidencia que se está refiriendo a un supuesto de inmunidad parlamen-
demandadps y la trascendencia pública que los mIsmos han de tener taria. Máxime cuando. a renglón seguido, obliga a paralizar el proceso
como con'secuencia de la condición de los interesados, puede ser motivo civil nada más iniciado, siempre que el demandado ostente la condición
que afecte a la voluntad de quien los «sufre»'como demandado. Se podrá de Diputado o de Senador, sin referencia ninguna, en este aspecto, a que
decir que la inviolabilidad garantiza la irresponsabilidad de los represen- la demanda se refiere a hechos ejecutados en el ejercicio de sus
tantes parlamentarios y por consiguiente que de ningún modo su funciones.
voluntad política y la libre expresión de su opinión pueden resultar Si se acude a la Exposición de Motivos de la Ley se encuentra la
afectados. Sin embargo, como quiera que la protección que. para los siguiente afirmación: «Tales garantías (inviloabilidad e inmunidad)
fines antedichos. representa la inviolabilidad queda diferida, de no pueden resultar afectadas por lo dispuesto en la Ley Orgánica 1/1982,
admitirse la autorización parlamentaria previa al momento. de la cuando los Diputados o Senadores expresen opiniones que están
Sentencia, entiende el Abogado del Estado que sería cerrar los oJos a la estrechamente conectadas con sus funciones parlamentarias, pero 'no se
realidad el desconocer el posible e~cto perturbador que la simple produzcan dentro de las sedes de las Cámaras, y a las que no alcanzaría
existencia de un proceso puede suponer y por consiguiente la insuficien- el principio de inviolabilidad ya referido. Al amparo de esta Ley, los
cia por sí misma v por razones temporales de la tutela judicial para parlamentarios podrian verse constantemente amenazados por la inicia-
garantizar en la sentencia la inviolabilidad parlamentaria. ción de procesos civiles que menoscabasen su 'necesaria libertad para el
Eneuanto al servicio de esa prerrogativa, con carácter puramente ejercicio de sus funciones.»
instrumental y rectamente entendida. la autorización a que se refiere La interpretación literal· de la Exposición de Motivos nos lleva,
el art. 2.2: de la Ley Orgánica 1/1982 se presenta, en cambio, como un indudablemente, al campo de la inmunidad. pero el propio texto de la
instrumento eficaz en orden a tal garantía, y un instrumento que, Ley, al reproducir el tenor literal del arto 71.1 de la Constitución, que
aunque representa una afectación del derecho a la jurisdicción, encuen· define la inviolabilidad, siembra la confusión. A no ser que el legislador
tra un fundamento razonable en las mismas finalidades que justifican la haya pretendido introducir ex novo un sistema de control absoluto por
inviolabilidad, resultando así plenamente conforme a la Constitución. las Cámaras tanto de la inviolabilidad (10 que carece de todo precedente)
Desde otro punto de vista no cabe olvidar tampoco que, en como la inmunidad, a través del suplicatorio.
ocasiones, mediante las demandas civiles amparadas en la Ley Orgánica Si a ello se añade que el transcrito texto de la resolución del Senado
1/1982 y dirigidas contra parlamentarios se persiguen o pueden perse~ se refiere exclusivamente a la inviolabilidad del Senador demandado,
guirse finalidades no estrictamente conformes con las que serian propias sin hablar para nada de inmunidad, la confusión alcanza grados de
del tipo de acCión ejercitada, finalidades, por ejemplo, estrictamente paradoja.
políticas: En tales casos no resultan. probablemente. los órganos No obstante, la cuestión es clara: el suplicatorio es una institución
judiciales los más adecuados para apreciar la intencionalidad política de tan sólo para supuestos de inmunidad parlamentaria, y así lo afirma, sin
las acciones ejercitadas, las consecuencias o la incidencia política de las lugar a dudas. la Sentencia 243/1988. Ahora bien, tal mstitución supone
mismas. Ese juicio se adecua más propiamente a fa naturaleza de la una excepción al derecho a la tutela judicial efectiva, y como tal, sólo
Cámara parlamentaria a la que pertenece el demandado. quien. según en la Constitución podrá hallarse la razón juridica de una restricción
entendemos, es la indicada para realizar esa valoración estrictamente semejante. Es obligado, por tanto. acudir a las previsiones del arto 71
política de la acción ejercitada, a la cual deben ser ajenos los Jueces y del Texto constitucional. Tal precepto evidencia que está pensado
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exclusivamente para supuestos procesales penales. Así se deduce de el arto 2.2 de la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de protección civil
la STC 90/1985, de 22 de julio. en la que se señalan: del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia
«La amenza frente a la que protege la inmunidad sólo imagen, constituye una grave y excepcional limitación del derecho a
puede ser de tipo político, y consiste en la eventualidad de Que acceder al proceso que esta Ley regula, puesto que lo hace depender, no
la vía penal sea utilizada con la intención de perturbar el ya del cumplimiento por parte del demandante de un presupuesto
funcionamiento de las Cámaras o de alterar la composición procesal que venga exigido en condiciones' de generalidad, sino de la
que a las mismas ha dado la voluntad popular. La posibilidad decisión de un órgano no jurisdiccional que recae sobre la procedencia
de que las Cámaras aprecien y eviten esa intencionalidad es lo de un privilegio establecido en protección de un determinado ~po de
que la Constitución ha querido al otorgarles la facultad de personas y, siendo que sólo son admisible,,, los obstáculos y limItaciones
impedir que las acciones penales contra sus miembros prosi· del derecho a la tutela judicial que. se manifiesten justificados y
gan, y lo que permite, por tanto, la institución de la inmuni- proporcíonados en atención a la finillidad que persi~uen, el problema
dad es que las propias Cámaras realicen algo que no pueden que aquí se plantea se reduce a indagar cuál es la finahdad de la referida
llevar a cabo los órganos de naturaleza jurisdicci')nal como es autorización previa y, una vez establecida, enjuiciar su razonabilidad y
una valoración sobre el significado político de talb~ acciones.)) proporcionalidad.
3. No es necesario esfuerzo alguno para identificar la finalidad a
Esas dos intencionalidades son indispensables para el recto.' ISO de la Q1.1e responde el requisito de procedibilidad introducido por la Ley
facultad de denegar el suplicatorio. «La alteración de la compoSh.,,',~n de Orgánica 3/1985, puesto que es el mismo legislador el que, en el
las Cámaras», que si duda hace referencia al hecho de que la coo1..''1a preámbulo de la Ley, explica que la autorización parlamentaria previa
a pena privativa de libertad, mientras dure, constituye una causa Ch.. tiene por objeto proteger a los Diputados y Senadores de la constante
ineligibilidad, Que si es sobrevenida se convierte en causa automática de '".~menaza de demandas civíles a que pueden verse sometidos a canSe·
cese en el cargo de Senador: arto 18 d) del Reglamento del Senado, en cU":''1cia de las opiniones que expresen en estrecha conexión con sus
relación con el 6.2 a) de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del funct~'Jes parlamentarias, que no se produzcan dentro de las sedes de las
Régimen Electoral General, y así lo reconoce la STC 45/1983, de 25 de Cámaras «y a las que no alcanzarfa el perjuicio de la inviolabilidad»,
mayo. Sería suficiente centrar nuestra atención en esta última frase para
Desde este punto de vista, no se comprende como una demanda obtener, sin más razonamiento, la inconstitucionalidad de esa exigencia
civil, que en el peor' de los casos puede dar lugar a una condena de autorización previa, pues en ella se pone de manifiesto que el
indemnizatoria pecuniaria y al resto de las medidas que el Juez acuerde legislador, de manera conscíente, amplia, más allá de los límites
para satisfacer el derecho vulnerado, puede «alterar la composición de establecidos en la Constitución, el privilegio excepcional de la inviolabi-
la Cámara». lidad que consagra en su arto 71,·alque se remite, puesto que reconoce
y tampoco es imaginable un supuesto de «perturbación del funciona- expresamente que la finalidad del requislto procesal es la de extender la
miento de la Cámara», por el hecho de que se siga un procedimiento inviolabilidad a supuestos excluidos por la Constitución del ámbito de
civil a uno de sus miembros, por hechos que, además, y como ha esta gararitía y, además, lo hace aplicando a la misma el instrumento de
Quedado demostrado, no están efectuados en el desempefto de sus la autorización parlamentaria o suplicatorio, que nuestra Norma
funciones de Senador. ' . suprema sólo permite util~ar como ~rantia de la inmunidad y que es,
La conclusión que 'de lo expuesto extrae la STC 243/1988, es clara, por ello y según veremos, incompatIble con la naturaleza y alcance de
y biene a esclarecer prácticamente el problema aquí planteado: «Se sigue la inviolabilidad.
de ello que la. "previa autorización" que requiere el arto 71 de la Sin embargo, esa conclusión de inconstitucionalidad que, prima
Constitución para inculpar o procesar a Diputados o Senadores no Jacte, se deriva de la referida frase, bien merece una más desarrollada
puede exigirse para la admisión, tramitación y resolución de demandas fundamentación y, en este punto, es obligado acudir a la doctrina que,
civiles que en nada pueden afectar a su libertad personal y, en al respecto, establecen las citadas SSTC 243/1988, de 19 de diciembre,
consecuencia, que la extensión al ámbito civil de dicha garantía procesal y 186/1989, de 13 de noviembre, que a sú vez es continuación de la
resulta constitucionalmente ilegítim(l)). Existe, pues, una doctrina gene- declarada en las SSTC 36/l981, de 12 de diciembre, 51/1985, de 10 de
raL aplicable no sólo al caso de autos entonces resuelto, sino extensivo abril, y 90/1985, de 22 de julio, así como en los AATC 147/1982, de 22
a todos los supuestos posibles de exigencia de suplicatorio para la de abril, y 526/1986, de 18 de junio. .
tramitación de procesos no penales, por lo que debe concluirse que la Siguiendo a la Sentencia origen de esta cuestión, debemos partir de
modificación introducida por la Ley Orgánica 3/1985, en el arto 2.2 de las siguientes consideraciones generales:
la Ley Orgánica 1/1982, es inconstitucional, por ser contraria al derecho A) La inviolabilidad e inmunidad parlamentarias son dos prerroga-
a la tutela judicial efectiva del art, 24.1 en relación con el 71 de la tivas, que, teniendo distinto contenido y finalidad específica, encuentran
Constitución'. '
su fundamento en el objetivo común de garantizar la libertad e
5. Por providencia de 16 de enero se seftaló para deliberación y independencia de la institución parlamentaria, y en tal sentido son
fallo el día 18 de enero de 1990. complementarias. Al servicio de este objetivo se confieren los privile-
gios, no como derechos personales, sino como derechos reflejados de los
11. Fundamentos jurídicos Que goza el parlamentario en su condición de miembro de la Cámara
legislativa y que sólo se justifican en cuanto son condición de posibi1i~
1. El presente proceso constitucional tiene por objeto resolver si el dad del funcionamiento eficaz y libre de la institución -ATe 526/1986-
ultimo inciso del párrafo primero del arto 2.2 de la Ley Orgánica 1/1982, y Que, en la medida en que son privilegios obstaculízadores del derecho
de 5 de mayo, introducido por la Ley Orgánica 3/1985, de 29 de mayo, fundamental citado, sólo consienten una interpretación estricta -STC
en cuanto dispone que «iniciado un proceso civil en aplicación de la 51/1985-, tanto en el sentido lógico de sujeción a los límites o~jetivos
presente Ley, no podrá seguirse contra un Diputado o Senador sin la Que les impone la Constitución, como en el teleológico de razonable
previa autorización del Congreso de los Diputados o del Senado», es proporcionalidad a fin que responden, debiendo rechazarse, en su
inconstitucional por vulnerar el derecho fundamental a la tutcla judicial consecuencia, todo criterio herméneutico permisivo de una utilización
efectiva, que reconOCe el arto 24.1 de la Constitución. i~~ustificad~ d~ los privile@?~, que cond.uzca a un resul,tado de pri,va.
El origen de esta'cuestion de incon'stitucionalidad, elevada al Pleno Clan, consUtuclOnalmcnte ¡lIcita, de la V13 procesar pertmente prevIsta
del Tribunal por la Sentencia de la Sala Primera, numo 243/1988, de 19 en. la Ley.
de diciembre, hace conveniente que, dejando a un lado los aspectos B) El objetivo común a ambas prerrogativas' no impide que sean
concretos contemplados por la misma en el recurso de amparo en el que instituciones distintas con caracteristicas propias.
se pronunció, resolvamos la cuestión teniendo presente la doctrina que La inviolabilidad es un privilegio de naturaleza sustantiva Que
en ella se mantiene, reiterada en la STC 186/1989, de 13 de noviembre, garantiza la irresponsabilidad jurídica de los parlamentarios por las
dictada por la Sala Segunda, y, en este punto, no resulta inoportuno opiniones manifestadas en el ejercicio de sus funciones, entendiendo por
adelantar que el Tribunal en Pleno acepta sustancialmente dicha tales aquellas que realicen en actos parlamentarios y en el seno de
doctrina, pasando a reproducirla en lo que aquí ínteresa para, a cualquiera de las actuaciones de las Cortes Generales o, por excepción,
continuación, abordar la oposición del Abogado del Estado a que se le en actos parlamentarios exteriores a la vida de las Cámaras siendo
atribuya a la misma, -que en esencia, también acepta- un alcance finalidad específica del privilegio asegurar a través de la libertad de
general que conduzca a la declaración de ínconstitucionalidad de la expresión de los parlamentarios, la libre [onuación de la voluntad del
norma legal cuestionada. órgano legislativo al que pertenezcan.
2. El derecho a la tutela judicial efectiva garantiza a todas las La inmunidad, en cambio, es una prerrogativa de naturaleza formal
personas el acceso a los procesos legalmente establecidos y a obtener, que protege la libertad personal de los representantes populares contra
dentro de eUo, una resolución motivada sobre el fondo de la pretensión detenciones y procesos judi.:iales que puedan desembocar en privación
ejercitada, siempre y cuando la prestación jurisdiccional se reclame de libertad, evitando que, por manipulaciones políticas. se impida al
cumpliendo los requisitos y presupuestos procesales a los que la Ley, con parlamentario asistir a las reuniones de las Cámaras y, a consecuen~
generalidad y justificación razonable, condicione la viabilidad procesal cia de ello, se altere indebidamente su composicíón y funcionamiento
de la pretensión. (STC 90/1985), Al servicio de este objetivo se establece la autorización
Es incuestionable que el requisito de la previa autorización parla- del órgano parlamentario para proceder contra sus miembros, que es un
mentaria que la Ley Orgánica 3/1985, de 29 de mayo, introduce en instrumento propio y característico de la inmunidad, cuyo campo de
28 Jueves 15 febrero 1990 BüE núm. 40. Suplemento
actuación, por su finalidad, se limita al proceso penal, una vez cer, en el orden procesal civil, .un requisito en pro~ec~ión de los
desaparecida de nuestro ordenamientó jurfdico la prisión por deudas y Diputados y Senadores Que, e~ qtamfiesta ~Ontra~ICcI~n ~~n lo
la priva~6n de Iibenad derivada de actos administrativos. dispuesto en el ano 71 de la COnStItuCIón, pueda lm~dlr el eJerciCIO del
derecho a la tutela judicial, acudiendo al procedimiento de sus~ituir el
4. Lás precedentes consideraciones aenerales conducen, confonne privilq;io de la in~olabi1idad -garantia d~ na~u.raleza sustantIva que
razona 18 referida Sentencia, a que, por disposición del art. 71 de la desplicp. su eficaeta dentro del prORSO, ImpIdiendo a los Jueces y
Constitución. la única pretroptiva parlamentaria que puede justificar la Tribunales, cuando así corresponda, la obligación de tener presente en
suspensión y archivo de las aetuacionesjudiciales es la de la Inmunidad, sus Sentencias la irresponsabilidad de los parlamentarios por las
pues únicamente es esta: institución la que constitucionalmente ~ite opiniones que expresen en el ejercicio de sus funciones parlamentarias-
la exisencia de dicho l're5Upuesto procesal. Sin embar&o. la inmunidad por una exorbitante Pr.ern?Ptiva que traslada, más allá de las previsio-
parlamentaria se mamfiesta inapropiada para impedir el cuno. de una nes constitucionales, la disponibdidad del pro:ceso a un órgano f!0
demanda civil interpuesta contra un parlamentario, pues el sentido judicial y, con ello. la de la potestad jurisdlc~IonaJ de control.ar, sin
propio de las palabras empleadas por el art. 71 de la Constitución y la Injerencias extraftas, el uso que los parlamentanos hagan de su Itbenad
razón misma de la institución excluyen. con absoluta claridad, que su de expresión y la aplicación al mismo de la garantía de la inviolabilidad.
protección se extienda a proctsos que no sean penales; es decir, que no En resumen, se introduce por el legi~ladC?r ordinario, a. tra~és de u~a
entnu\en la eventualidad de que sean utilizados con la intención de norma extensiva del arto 71 de la COnStituCIón, una autonzaetón previa.
perturbar el funcionamiento de la Cámara o alterar su composicián, que dicho precepto constitucional sólo consiente en los p~ocesos penales,
mediante la posible privación de la libertad del parlamentario. creúIdoIe así UDa institución híbrida, compuesta a panIr d~ elementos
Se sigue de ello que la «previa autorización» que requiere el ano 71 conceptuales de la inviolabilidad a los que ~ añade un Instrumen~
de la Constitución para inculP:llr o procesar a Diputados o Senadores no
puede exigirse para la admiSión, tramitación_ y resolución de demandas autorizatorio, ~ y exclusivo de la inmumdad, qu~ carece ~e .en~aJe
civiles que en nada pueden afectar a su libertad- personal y, en constitucional y conlleva una irrazonable y desproporcionada lImitación
consecuencia, que la extensión del ámbito civil de dicha garantía del derecho a la tutela judicial en ·cuanto impide el ejercicio indepen-
procesal resulta constitucionalmente ilqítima~ sin que, por otro lado. diente de la jurisdicción y, por tanto. resulta desprOVista de la debida
esta ilegitimidad pueda eludirse, según se deja dicho, acudiendo al justificación tanto deIde de la perspectiva del an. 71 de la Constitución
procedimiento de trasladar el requisito excepcional de la previa autori~ como desde' la que corresponde al arto 24.1 de la misma.
zación parlamentaria al ámbito de la inviolabilidad, _pues semejante Obviamente., la' insconstitucionalidad de la autorización, previa,
desnaturalización de este prjvilegio no viene consentido por la Constitu~ introducida por la Ley Orgánica 3/1985; de 29 de mayo, en el arto 2.2
ción; ya que. según se deja dicho, la inviolabilidad es una prantía de la Ley Or¡ánica 1/1982, de S de mayo, arrastra, y así debe declararse
sustantiva que, en cuanto excluye la responsabilidad juridica de Dipu~ en aplicación del 8ft. 39.1 de la LOTC, la de toda la modificación
tados y Senadores por las opiniones manifestadas en el ejercicio de su nonnativa oPCI'&dapor aquella Ley, t?uesto que la frase que antec~ ~
función parlamentaria, no requiere la in~sición de-una autorización inciso final del p4rrafo pnmero del Citado arto 2.2, además de ser inútIl
previa, que; al carecer de expresa cODsapaCJón constitucional, solamente repetición de lo dispuesto en el arto 71 de la Constitución. funciona
podría introducirse a través de una especie de vía analógica que no como mero antecedente de dicho inciso final y el párrafo segundo es
consiente la interpretaciónestrieta que merecen todas las prerroptivas, simple coRSCCUeDcia del mismo.
las cuales, de acuerdo con 10 razonado, no suministran fundamento
constitucional para condicionar o impedir la prestación de la función FALLO
jurisdiccional con autorizaciones preVIas para proceder en el orden civil
contra parlamentarios. En atención a todo lo expuesto, el Tribunal Constitucional, POR LA
5. _ Los evidentes términos de generalidad y abstracción en que AUTOIUDAD QUE LE CONFIERE LA CONSTITUCIÓN DE LA NACIÓN
viene formulada la doctrina expuesta convienen en inocua la línea de EsPAROLA,
defensa eIe¡ida por el Abopdo del Estado, que. aceptándola implícita~
mente, intenta reducir su aplicación al supuesto concreto en relación con Ha decidido
el cual se pronunció, adUCIendo que la declaración de inconstitucionati· Estimar la presente cuestión de inconstitucionalidad, y, en su vinud:
dad de la norma legal cuestionada requiere indqar.más allá de ese caso
concreto, la naturaleza y finalidad de la prem>gativa y detenninar si. en Declarar inconstitucional _y, por consi.¡uiente, nula la adición
función de ellas, existen razones que permitan avalar su leaitimidad al art. 2.2 de la Ley Orgánica 1/1982, de S de mayo, realizada por la Ley
constitucional. las cuafes encuentra en la insuficiencia de la inviolabili. Orpnica 3/1985, de 29 de mayo, en la que se dispone: «o por imperativo
dad, pues, al quedar diferida su eficacia al momento de dictarse del artículo 71 de la Constitución, cuando se trate de opiniones
sente~a, no protege a los parlamentarios del posible efecto perturbador manifestadas por Diputados o Senadores ~n el ejercicio de sus funciones.
que la simple existencia del proceso puede suponer. Iniciado un prOceso- civil en aplicación de la presente Ley, no podrá
Las razones de tipo general y abstracto que reclama el Abogado del seguirse contra un Diputado o Senador sin la previa autorización del
Estado son precisamente las que se han dejado ya expuestas, pero ello Con~ de los Diputados o del Senado. La previa, autorización será
no cs· obstáculo para que reiteremos aquí que siendo cierto que los tramItada por el procedimiento previstó para los suplicatorios.»
parlamentarios -al iiW'1 que todas aquellas penanas que intervienen en Publíquese esta sentencia en el «Boletín Oficial del Estado».
las contiendas políticaS, o sean profesional~s de ·la información o se
dediquen a actividades en las que frecuentemente expresan opiniones o Dada en Madrid a dieciocho de enero de mil novecientos
emiten informaciones con trascendencia pública que pueden -afectar al noventa.-Franciscc.. Tomás y. Valiente.-Francisco Rubio LIo·
honQr, intimidad o imagen de otros ciudadanos- están expuestos al rente.-Antonio Truyol Sem.-Femando García·Mon y González-Regue-
rieseo de tener que soportar demandas civiles por parte de las persono ral.-Carlos de la Vep Benayas.-Eugenio Díaz Eimil.-Miguel Rodríguez-
~ue co~~idere,,!- qu~ las opiniones "'!anifestadas por aquéllosentradan Piñero y Bravo·Ferrer.-Jesús Leguina Villa.-Luis López Guerra.-José
mtromI51oneS Ilegítimas en sus refendos derechos fundamentales. pero - Luis de los _Mozos y de los Mozos.-Alvaro Rodriguez-Bereijo.-Vicente
ello no constituye justificación razonable y proporcionada para estable· Gimeno Sendra.-Finnados y rubricados.

3965 Sala Segunda. Sentencia 1011990, de 29 de enero. Recurso


de amparo 3111988, contra Auto del Tribunal Supremo que
asistido de Letrado, contra el Auto de la Sala Primera del Tribunal
Supremo que declaró no haber luga~ al recurso. de . casaci~n .núm.
declaró no. haber lugar a recurso de casación interpuesto 1.350/1987, interpuesto contra SentencIa de la AudiencIa Temtonal de
contra Sentencia de la Audiencia Territorial de Palma de Palma de Mallorca. Ha sido parte el Ministerio Fiscal. Fue P-onente el
MaiJorca- recaída en juicio declarativo de menor cuantía. Magistrado don Eugenio Díaz Eimi~. quien expresa el parecer de la Sala.
Vulneracion del derecho a la litte/a judicial efectiva por
interpretación indebida del. requisito de habilitación del l. Antecedentes
Abogado.
La Sala ~unda del Tribunal Constitucional, compuesta por don l. Por escrito presentado en el Registro de este Tribunal el día 8 de
Francisco RublO L1orente, Presidente; don AnIonio Troyol Sem, don enero de 1987, el Procurador don Carlos Zulueta Cebrián, actuando en
Eugenio Díaz Eimil. don Miguel Rodrígue7~Piñcro y Brav~Ferrer, ~?n nombre y representación del Club «Ciclista Palma», interpuso recurso
José Luis de los Mozos y de los Mozos y don Alvaro Rodnguez BerelJo, de amP.8ro contra el Auto de 2 de diciembre de 1987,.de la Sala Prim~~
Magistrados, ha pronunciado del Tnbunal Supremo, que declaró no haber lugar al recurso de casaClOn
numero t.350/19~7 fonnulado por la ~n~dad demD:nda~1te fre:nte. a
EN NOMBRE DEL REY Sentencia pronunetada por la Sala de lo Ctvd de la Audlencla Terntonal
la siguiente de Palma de Mallorca.
SENtENCIA 2. La demanda se fundamenta en los siguientes antecedentes:
En el recurso de amparo numo 31/1988, interpuesto por el.C1ub ., a) El19 de enero de 1986, III fallecer el Presiden~e del Club «Ciclista
~Ciclista Palma». representado por don Carlos de Zulueta Cebrián· y Palma», su viuda, doña Trinidad Riera Satle, mtentó, alegan ser

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