Integracion Sensorial
Integracion Sensorial
Integracion Sensorial
La teoría de la Integración Sensorial, tal como se presenta aquí proviene de un trabajo realizado por
A Jean Ayres PhD, OTP Esta teoría ha sido desarrollada y reforzada por Investigación posterior del
Dr. Ayres y otros terapeutas ocupacionales y físicos.
Adicionalmente, literatura proveniente de campos tales como Neuropsicología, Neurología, Fisiología,
Desarrollo Infantil y Psicología al desarrollo de la teoría de técnicas de tratamiento.
Los padres habitualmente conocen y entienden a sus hijos mejor que cualquier otra persona. En
consecuencia, también saben mejor que nadie cuando sus hijos están en problemas, encuentran
tropiezas o sufren. Ese folleto fue escrito con el propósito de suministrar información sobre porque
esos problemas ocurren. Tiene también por objetivo ayudar a entender mejor las razones por las
cuales algunas cosas que los padres hacen naturalmente son vitales para estimular el desarrollo
óptimo de sus niños. Este folleto también puede ser utilizado para comunicarse con profesores,
médicos, consejeros, terapeutas y otros, ayudándolos a entender algunos de los comportamientos de
los niños con los que trabajan.
Toda la información que recibimos del mundo nos viene a través de nuestros sistemas sensoriales.
Como la mayoría de los procesos sensoriales ocurren en un nivel inconsistente del sistema nervioso,
normalmente no nos damos cuenta que suceden a pesar que todos estamos familiarizados con los
sentidos involucrados en detectar un sabor, olor, vista, y sonido, la mayoría de nosotros no nos
damos cuenta que nuestro sistema nervioso también percibe el tacto, movimiento, fuerza de
gravedad y posición del cuerpo. De la misma forma que los ojos detectan información visual y la
derivan al cerebro para su interpretación, todos los sistemas sensoriales tienen receptores que
reciben la información que luego suministran al cerebro. Ciertas células bajo la piel evitan información
acerca de un toque leve, dolor, temperatura y presión. Ciertas estructuras del oído interno detectan el
movimiento y cambios de posición de la cabeza. Componentes de los músculos, articulaciones y
tendones entregan información sobre la posición del cuerno.
A pesar de que para la mayoría de las personas los sentidos del tacto, movimiento y posición del
cuerpo son menos aparente que los del oído y la visión, son vitales por su ayuda para nuestro
funcionamiento en la vida diaria. Por ejemplo, el sentido del tacto (el sentido táctil) hace posible que
una persona pueda encontrar una linterna dentro de un cajón cuando no hay electricidad. La
sensación táctil también proporciona un rol importante en la detección del peligro: por ejemplo, puede
señalar la diferencia entre el suave toque de los dedos de un niño y las patas movedizas de una
araña.
El sentido vestibular responde al movimiento del cuerpo en el espacio y los cambios en la posición de
la cabeza. Automáticamente coordina los movimientos de los ojos, cabeza y cuerpo. Si este sentido
no funcionara correctamente, a un estudiante le sería imposible mirar entre el pizarrón y su cuaderno
sin perderse. Sería difícil caminar en un sendero rocoso sin caerse, o equilibrarse en un pie el rato
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suficiente para patear una pelota de fútbol con el otro. El sistema vestibular puede describirse como el
fundamento de la orientación del cuerpo en relación con el espacio circundante.
3. El Sentido de la Posición del Cuerpo.
Los sistemas táctil, vestibular y propioceptivo comienzan a funcionar bastante temprano en la vida,
incluso antes del nacimiento. Estos sentidos básicos están estrechamente relacionados entre sí y
forman una interconexión con otros sistemas del cerebro a medida que la persona va
desarrollándose. La interacción entre los diversos sistemas es compleja y necesaria para que la
persona pueda interpretar la situación correctamente y pueda reaccionar adecuadamente esta
organización de los sentidos es lo que llamamos Integración Sensorial.
5. Planeamiento Motor.
La integración sensorial no solo nos permite responder adecuadamente a las sensaciones que
percibimos, sino que también nos guía en la manera que actuamos en el ambiente. Por ejemplo, el
planeamiento motor (o praxis) es una habilidad importante que depende de una integración sensorial
eficiente. El planeamiento motor involucra el tener una idea acerca de qué hacer, planear la acción y
finalmente ejecutar la acción. Las acciones nuevas se planifican usando el conocimiento de
experiencias anteriores y las sensaciones que las acompañaron. Los sentidos táctil, vestibular y
propioceptivo son especialmente importantes para suministrar conocimiento sobre cómo se mueve el
cuerpo y como se puede usar para actuar en el ambiente. Cuando se ha desarrollado el planeamiento
motor, la persona esta capacitada para llevar a cabo una tarea completamente nueva a través de la
organización de las acciones necesarias. Un ejemplo se da en el niño pre - escolar que, al
encontrarse frente a un juguete - de - andar por primera vez, es capaz de arreglárselas para subirse y
bajarse sin requerir ninguna instrucción ni ayuda. El planeamiento motor involucra atención
consciente hacia la tarea, además de confiar en información almacenada relativa a las sensaciones
corporales inconscientes.
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SIGNOS DE DISFUNCIÓN EN LA INTEGRACIÓN
SENSORIAL
No todos los niños que presentan problemas de aprendizaje, desarrollo o comportamiento tienen un
desorden de integración sensorial. Sin embargo, existen algunos indicadores que pueden alertar a los
padres sobre la presencia de tales desordenes. A continuación, se describe algunos de los probables
indicadores:
4.Problemas de Coordinación.
Esto puede ser observado en las actividades motoras gruesas y finas. Algunos niños pueden tener
un inusualmente mal equilibrio, mientras que otros pueden presentar gran dificultad para aprender a
hacer una tarea nueva que requiere coordinación motora.
7. Baja Autoestima.
Algunas veces, un niño que tiene alguno de los problemas indicados precedentemente puede que no
se sienta precisamente bien. Un niño brillante con esos problemas puede saber que algunas de esas
tareas son más difíciles para el que para sus compañeros, pero puede que no sepa el por qué. Este
niño puede parecer flojo, aburrido o desmotivado. Algunos niños pronto se las arreglan para evitar las
tareas que les son difíciles o avergonzantes. Cuando un problema es de difícil detección o
comprensión, tanto los padres como los hijos pueden echarse la cuida a sí mismo. Las tensiones
familiares, una baja autoestima y en general la sensación de desesperanza empiezan a prevalecer.
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Típicamente, un niño con desorden de integración exhibirá más de una de las señales descritas arriba.
EVALUACIÓN
Si usted sospecha que su hijo calza con el cuadro descrito, una evaluación puede ser hecha por
un terapeuta ocupacional o físico calificado. Los resultados de la evaluación indicaran si está
presente o no un desorden en la integración sensorial, y le suministrará un perfil de las habilidades
para el procesamiento sensorial de su niño en diversas áreas.
La evaluación contempla tanto pruebas estandarizadas como observaciones estructuradas de las
respuestas a estímulos sensoriales, postura, equilibrio, coordinación y movimientos oculares. El
terapeuta físico u ocupacional que efectúe los exámenes podrá también observar informalmente el
juego espontáneo, y puede que pregunte a usted información acerca de los patrones de desarrollo y
conducta de su hijo. Una evaluación completa requiere usualmente entre 1 a 3 horas. Después de la
evaluación, usted recibirá un informe que le indicara las calificaciones en los tests y una
interpretación de lo que esas calificaciones significan.
Si su niño tiene problemas especiales o si no tiene la edad para que se le efectúen los exámenes, el
terapeuta puede seleccionar otros tests o métodos de evaluación.
Después de analizar cuidadosamente los resultados de los tests y otros resultados de evaluación,
junto a información de otros profesionales y padres, el terapeuta hará recomendaciones referentes a
lo adecuado que será la terapia a través de una aproximación integrativa sensorial.
Estas recomendaciones se formulan sobre la base del grado y naturaleza de la integración sensorial
del niño, además de la investigación que identifica cuáles tipos de problemas responden mejor a
esquemas de terapia. Para niños con evidencia clara de disfunción de la integración sensorial, puede
ser recomendable la terapia ocupacional física que emplee procedimientos de integración sensorial.
Para otros cuyos resultados de exámenes sugieran pero no determinen concluyentemente que existe
una disfunción de la integración sensorial, se puede recomendar la terapia como ensayo, para
determinar si el niño responde o no a esta aproximación terapéutica Para otros niños, la terapia
ocupacional podrá no ser recomendable sino que lo aconsejable será la derivación a otro tipo
profesional o la indicación a los padres o profesores de cómo ayudar al niño debe ser propuesta.
Si resultara que la terapia ocupacional o física que use una aproximación de integración sensorial
fuera lo aconsejable para su niño, usted querrá estar seguro que la persona que vea al niño sea un
profesional calificado. Por lo mismo, es apropiado que usted pregunte al terapeuta cómo y cuándo fue
entrenado en teoría y tratamiento en esta área. El terapeuta que trate a su niño debiera ser4 un
terapeuta ocupacional o físico que haya recibido entrenamiento y educación post - titular en la teoría
y tratamiento de la integración sensorial y que ha continuado estudios permanentes en esta área.
1. Cómo Funciona la Terapia.
En terapia, su niño será guiado a través de actividades que desafiarán su habilidad para en
responder adecuadamente a estímulos sensoriales, para lograr una respuesta satisfactoria y
organizada. La terapia involucrará actividades que requieran simulación vestibular, propioceptiva y
táctil, las que estarán diseñadas para el nivel preciso de necesidades de desarrollo del niño. Las
actividades también se diseñarán de tal forma de ir incrementando gradualmente las exigencias sobre
su niño, para provocar una respuesta más organizada y madura. Se enfatizará en el proceso
sensorial automático, más bien a través de un curso de actividades que suponen el logro de las
metas que a través de la instrucción repetitiva para guiar una respuesta.
Esta terapia habitualmente no tiene como enfoque el otorgar un entrenamiento para tareas
específicas. Probablemente no se va a insistir en que el niño haga cosa como caminar sobre una
viga, agarrar una pelota, usar un lápiz o saltar en un solo pie. Más bien, una gama de actividades
será utilizada para desarrollar las habilidades subyacentes que permitirán al niño aprender a hacer
dichas tareas eficientemente. Sin embargo, existen casos en que el entrenamiento para tareas
específicas puede ser vital para desarrollar la autoestima del niño y su habilidad para interactuar con
sus pares. En tales casos, el terapeuta ocupacional o físico puede entregar entrenamiento en
habilidades o, se puede derivar al niño a otros profesionales que provean este servicio. Ejemplos de
este tipo de enfoques típicamente referidos a entrenamientos de habilidades motoras son la
educación física adaptativa, educación del movimiento y clases de gimnasia. Dichos servicios son
importantes, pero no son lo mismo que la terapia que use el esquema de la integración sensorial.
Un aspecto importante de la terapia que usa el esquema de la integración sensorial es que la
motivación del niño juega un rol crucial en la selección de las actividades. La mayoría de los niños
tienden a buscar aquellas actividades que les entreguen experiencias sensoriales que ellos
consideren beneficiosas para sí en ese punto de su desarrollo. Este es un dato importante para el
terapeuta quién seguirá los intereses y motivaciones del niño a elegir las actividades. A algunos niños
se les permitirá un abanico amplio de selecciones, mientras que a otros que tengan dificultades para
elegir las actividades adecuadas, se les entregará un alto nivel de estructuración. Sin embargo, aún
en los casos en que el terapeuta esté entregando un fuerte grado de estructuración, el niño será
estimulado para ser un participante activo en las actividades. Raramente el niño será simple receptor
pasivo de la estimulación, ya que es su involucramiento activo y exploración lo que le permitirá
convertirse en un organizador más maduro y eficiente de su información sensorial.
La terapia que usa procedimientos de integración sensorial casi siempre es entretenida para el
niño. El escenario clínico está lleno de equipo atractivo: rampas para deslizarse, columpios,
plataformas para encaramarse, tubos grandes para meterse dentro, trapecios para colgarse. Para el
niño, la terapia es juego y también puede parecerle un juego al adulto que observa, Pero es también
un trabajo importante, ya que, con la guía del profesional entrenado, el niño logra éxitos que
probablemente no obtendría en un juego no guiado. De hecho, muchos niños con desorden en la
integración sensorial son incapaces de jugar productivamente de forma organizada sin ayuda
especial. La creación de una atmósfera juguetona durante la terapia no se hace sólo por diversión. Es
ventajoso porque es más probable que el niño estará más motivado hacia las actividades y, por lo
tanto, es más probable que se beneficie del tiempo usado en terapia que el niño que no está
interesado o se muestra desconectado. 5
La terapia debiera ser una experiencia de crecimiento positiva para los niños, los que
generalmente esperan la siguiente sesión con ansiedad. Sin embargo, no todas las sesiones de
terapia serán igualmente productivas: todo los niños tienen algunos días difíciles. También existen
algunos desórdenes que pueden dificultar la interacción del niño con los equipos y privan de placer
actividades que la mayoría de los niños consideran un juego. En consecuencia, para algunos niños
puede ser un proceso difícil involucrarse con la terapia. Un terapeuta entrenado sabrá cuánto exigir al
niño y puede pedir a los padres que ayuden a hacer que el niño se involucre más.
Cuando una terapia con el esquema de la integración sensorial es exitosa, el niño logra procesar
automáticamente información sensorial compleja en una forma más efectiva que antes. Esto puede
producir una cantidad de dividendos importantes. Una mejora en la coordinación motora puede
reflejarse en una habilidad del niño para realizar tareas de motricidad gruesa y fina con mayor pericia
y con una mayor complejidad de lo se habría esperado sin intervención. Para el niño que
originalmente presentaba problemas de hiper o hipo respuesta a la estimulación sensorial, más
respuestas normales pueden conducir a un mejor ajuste emocional, mejores habilidades personales
sociales o mayor confianza en sí mismo. Algunos niños exhibirán mejoras en el desarrollo en el
lenguaje, mientras que otros mejorarán significativamente en su rendimiento escolar a medida que su
sistema nervioso funcione más eficientemente. Muchas veces, los padres reportan que sus niños
parecen "mejor armados", más seguros en sí mismos, más organizados y es más fácil convivir con
ellos. Al ir avanzando en su tratamiento, el terapeuta predecirá qué áreas es posible que muestren
cambios a medida que el niño crezca, basado en la presentación de problemas y la investigación
existente sobre los resultados de los tratamientos. Por supuesto que las predicciones son falibles, por
lo que su niño será monitoreando durante el curso de la terapia para asegurar que los efectos
deseados están siendo alcanzados. El monitoreo puede significar la realización de una variedad de
exámenes diferentes, o puede involucrar la documentación objetiva y específica de los cambios
conductuales. Habitualmente, el progreso se monitorea formalmente en intervalos de 3 a 6 meses de
terapia. La duración de la terapia típicamente va entre 6 meses a 2 años, dependiendo en la
gravedad y tipo del problema que tiene su niño y en el grado de progreso que se vaya observando.
Algunos niños se han beneficiado con períodos intermitentes de terapia durante el curso de varios
años. Pro ejemplo, se puede dar una terapia por un período de 6 a 9 meses y luego reiniciarla por
otro período similar después de una pausa de un ano. La organización del tratamiento, en la mayoría
de los casos, significa una a tres sesiones por semana, cada una durando entre 30 minutos a 2 horas,
dependiendo de las instalaciones y de las necesidades del niño.
LO QUE LOS PADRES PUEDEN HACER PARA PROMOVER LA INTEGRACIÓN SENSORIAL EN SUS
NIÑOS
Probablemente la manera más importante con la cual un padre puede facilitar la integración
sensorial es mediante el reconocimiento que ésta existe y que juega un rol importante en el desarrollo
de un niño. Mediante la comprensión de las diversas maneras en que un niño puede experimentar
estímulos sensoriales, un padre puede suministrar un ambiente enriquecido que promoverá el
crecimiento y madurez saludable.
Una segunda guía importante para facilitar una integración sensorial normal consiste en reconocer
que cada niño es un individuo con intereses y respuestas únicas. Ningún libro de recetas puede
decirle a usted las actividades correctas para el desarrollo de su niño. Los padres pueden analizar las
necesidades individuales mediante la observación de las respuestas del niño ante variadas
situaciones. Considere, por ejemplo, las diferentes maneras en que el niño se ve afectado cuando es
tocado, por el movimiento, por visiones, sonidos, olores o alturas. Algunas veces en movimiento
rápido puede hacer que el niño se ponga más alerta y puede promover un aumento de la
verbalización: en otra ocasión, o con otro niño, el mismo movimiento puede excitar al niño tanto 6que
se desorganice 0 le produzca temor. Es importante que los padres observen la respuesta de su niño a
la actividad y que estén alertas para modificar una activa propuesta según sea la respuesta.
Finalmente, los padres necesitan saber que integración sensorial no equivale a la estimulación
sensorial. A pesar que algunas voces es conveniente estimular actividades que involucran variados
tipos de estímulos sensoriales, es también importante a voces reducir o bloquear ciertos tipos de
estímulos sensoriales. La respuesta a estímulos
sensoriales varía de un niño en un niño. Por ejemplo, un niño puede buscar una dosis de abrazos,
mientras a otro le puede gustar que lo tomen solo ocasionalmente, además, en el mismo niño las
respuestas pueden variar en diferentes días y en ocasiones de una hora a otra dentro de un mismo
día. La consideración de las maneras en que los estímulos sensoriales pueden variar tanto como las
reacciones de un mismo niño, puede ayudar a los padres a guiar al niño hacia actividades que serán
más beneficiosas para su desarrollo.
Mientras recordemos que cada niño es distinto y que las respuestas de un mismo niño podrían variar,
un padre podrá considerar algunos principios generales para promover una integración sensorial
normal. Se incluye dentro de éstos a los siguientes:
El tacto y el movimiento son al menos tan importantes como la visión y el oído, si no más, en ayudar a
un niño pequeño a aprender del mundo. A medida que el niño va creciendo, la visión y el oído serán
esenciales para el aprendizaje. Esto no significa que las vistas y los sonidos deben ser limitados en la
infancia; sino que el tocar y el mover no deben ser ignorados. Por ejemplo, en algunas ocasiones un
padre bien intencionado pondrá al infante en una silla para infantes cerca del living, de tal forma que
el niñito vea y oiga las actividades del resto de la familia. Una alternativa sería destinar una cantidad
significativa de tiempo sosteniendo, meciendo o acarreando al bebé, ya sea en sus brazas, en una
mochila o en un columpio infantil. El contacto físico es particularmente importante, no sólo por la
sensación que produce, sino por la oportunidad que brinda incrementar la relación padre - hijo. Otro
aspecto a considerar es la variedad de posiciones corporales que el infante experimente durante el
día. Por ejemplo, ya que a los bebés los ponen normalmente sobre sus espaldas en la clínica, los
padres continúan poniéndolos igual en su cuna en la casa. Sin embargo, un bebé acostado sobre su
estómago recibe diferentes sensaciones que un bebé acostado de espalda o de costado. El permitir
una variedad de posiciones para jugar, dormir y regalonear ayuda al bebé a dominar la gravedad,
inercia y control de su cuerpo.
Es importante reconocer y entender cómo cada niño percibe y es afectado por diferentes
experiencias. Mientras un suave toque puede ser placentero para algunos niños, para otros puede
resultar irritante o distractivo. Similarmente, algunos niños pueden reaccionar negativamente antes
ruidos fuertes o ciertos tipos de sonidos, o pueden tener dificultad en "des - sintonizar" sonidos
ambientales para poder poner atención a sonidos específicos (por ejemplo, la voz de la profesora).
Algunos pueden tener respuestas negativas frente a las alturas y ciertos tipos de movimientos,
mientras que otros parecieran andar en busca de mucho movimiento. Es importante reconocer que
las reacciones de un niño frente a ciertas situaciones pueden deberse a la manera como éste percibe
su mundo y no necesariamente a que tenga un problema de comportamiento. Una vez que se ha
comprendido cómo un niño está percibiendo el mundo, un padre estará mejor dotado para responder
adecuadamente ante las necesidades del niño y para ayudarlo a salir adelante ya sea mediante la
adaptación o el evitar ciertas situaciones. Por ejemplo, los niños a quienes irrita un toque leve
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frecuentemente responden positivamente ante un toque firme o con más presión. Este es el niño que
tiene dificultades para ignorar el ruido del ambiente y atender a una tarea, se podría preparar un lugar
silencioso para ciertos momentos de la sala de clase o de tareas o la casa.
Los estímulos sensoriales pueden ser una fuerza poderosa. Pueden actuar para "acelerar" o
incrementar el nivel de excitación o actividad, o pueden tener el afecto contrario, calmante. Las
sensaciones pueden producir un efecto dramático en el sistema nervioso, especialmente para el niño
pequeño. Cada vez que esté probando actividades nuevas, ponga atención tanto a los efectos
inmediatos como a los de largo plazo sobre el niño, ya que las experiencias sensoriales nuevas o
diferentes pueden afectar el sueño, el apetito, el control de esfínteres y el estado organizacional. Una
buena regla es no tratar de hacer ninguna cosa fuera del rango normal del juego.
6. Involucre a su Niño.