Categoria Motivo

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Categoría motivo

A. N. Leontiev: considera que el motivo es un “objeto que responde a una u


otra necesidad y que es reflejado bajo una forma u otra por el sujeto que conduce
su actividad.”

K. Obujovsky: “es posible determinar el motivo como la verbalización de los


objetivos y el programa, que posibilitan a la personalidad comenzar determinada
actividad”. El factor que dinamiza la acción y no está reflejado en la conciencia, es
funcionalmente algo distinto por completo al motivo.

Consiste en considerar el motivo como la explicación consciente que el sujeto le


da a su comportamiento, en esta definición encontramos las siguientes
limitaciones:

1) No presenta ningún tipo de vínculo necesario entre motivo y necesidad


2) Metodológicamente no nos permite establecer indicadores precisos entre los
motivos reales, efectivos en la regulación del comportamiento, y los que no
lo son.
3) El motivo se convierte en una categoría arbitraria, que no es útil para la
investigación concreta acerca de las causas del comportamiento.

Es innegable que en la personalidad pueden existir motivos defensivos, que no se


corresponden con la verdadera causa del comportamiento asumido por el sujeto;
mas estos siempre tendrán en su base una o más necesidades bien definidas de
la personalidad que se relacionan con él, son una forma de expresión de estas
necesidades.

L. I. Bozohvich: “los motivos son un tipo especial de estímulos de la conducta


humana. Pueden actuar como motivos los objetos del mundo exterior, imágenes,
ideas, sentimientos y emociones. En una palabra, todo aquello en que ha
encontrado su encarnación la necesidad.”

La estructura psíquica de la esfera motivacional en su forma más desarrollada,


presupone ya la asimilación de determinados valores morales, conceptos, ideas y
juicios convertidos en motivos dominantes de la conducta.

La autora define los motivos más específicos del comportamiento humano


mediante el principio de la unidad de lo cognitivo y lo afectivo, de la
mediatización de las necesidades por la conciencia, de cuya interacción
deviene el motivo en sus formas más complejas.
Mediante sus motivos superiores, el sujeto logra la vivencia de satisfacción por
su propia relación con los objetos y las demás personas, por las ideas,
convicciones, valores y otros elementos que gratifica con su posición hacia las
cosas y los demás hombres, tanto mediante conductas concretas, como por ideas
y valoraciones.

En este nuevo nivel del motivo, el objeto en sí mismo no aparece como


fuente de gratificación de la necesidad, sino como su vía de expresión, y en
este constante e insaciable proceso es que se satisfacen las necesidades
superiores de la personalidad.

El motivo en la teoría de la actividad es comprendido como un momento de


la propia actividad que tiene definición fuera de la personalidad, en el objeto
que satisface la necesidad del sujeto.

La concepción de motivo que nos ofrece A. N. Leontiev es válida en la


relación “sujeto-objeto”, pero de ninguna manera puede generalizarse como
definición para los distintos niveles de motivos que integran la personalidad.

Las necesidades espirituales se satisfacen en el mismo proceso de


producción del producto, en el cual el sujeto se implica emocional y
creadoramente.

El producto no es una imagen fría, que el sujeto se representa en forma de


objetivo antes de comenzar su actividad, sino que se va creando en el proceso
mismo de la actividad. De manera que el resultado final puede ser totalmente
distinto a lo que el sujeto se plantea en el inicio de su actividad.

Uno de los errores de Leontiev es separar la categoría motivo de la personalidad,


considerando al motivo, como externo a la personalidad.

Leontiev determina que el motivo se presente en la vida psíquica; al aparecer el


objeto de la necesidad en el mundo circundante que rodea al sujeto, es, por tanto
la necesidad la que se orienta al objeto.

En las relaciones sociales del sujeto tiene lugar la aparición de múltiples


necesidades que van surgiendo y desarrollándose con un contenido
específico dentro de este contexto.

La categoría necesidad en la psicología Marxista.


El concepto de necesidad desarrollado por Leontiev no permite discriminar
cualitativamente la diferencia entre el hombre y el animal en su expresión. La
concepción objetal del motivo y la necesidad depende del esquema general S-O
en que se insertan las misma, en tanto toda la esfera motivacional de la
personalidad se reduce a necesidades del sujeto orientadas a objetos, y a los
motivos que serán los objetos mismos.

Las necesidades superiores de la personalidad no dinamizan el comportamiento


ante la vivencia negativa, determinada por la ausencia de algo que el sujeto
necesita, por la insuficiencia de algo.

Bozhovich plantea: “las necesidades psíquicas, espirituales, son pues


insaciables, y encierran la posibilidad de autoimpulsión.”

Características psicológicas generales de las necesidades superiores y


espirituales.

1. Son insaciables.
2. Su fuente de gratificación no es el objeto en sí mismo, sino el proceso de
relación o de realización que establece el hombre para su expresión.
3. En ellas. Las vivencias positivas y negativas forman una unidad dialéctica
indisoluble, en que predominará uno u otro punto en dependencia del
momento de su expresión.
4. Poseen una unidad interna en la personalidad, que es fuente de su propio
autoimpulso y de su transformación, no dependen de manera lineal
inmediata de un objeto externo.

Fernando González Rey define el motivo así:

“Es la forma en que la personalidad asume sus distintas necesidades, las que
elaboradas por ella encuentran su expresión en sus distintas manifestaciones
concretas, de tipo conductual, reflexivo y valorativo, las cuales le dan sentido,
fuerza y dirección a la personalidad.”

En esta definición de motivo se enfatizan los siguientes aspectos:

1. Es un fenómeno interno de la personalidad.


2. La personalidad conforma el motivo en su incidencia sobre la necesidad.
3. Tiene tantas formas de expresarse, como posibilidades de expresión tiene
la personalidad.
4. No siempre es un fenómeno consciente.

El motivo y sus diversas formas en la actividad jerarquía motivacional de la


personalidad.

La estructura de la jerarquía motivacional de la personalidad debe ser descubierta


por los diferentes grados de complejidad funcional de estos motivos en la
regulación de la conducta y no por su contenido, pues motivos de contenidos
similares pueden aparecer en distintos niveles de la jerarquía motivacional en
sujetos diversos.

a. Un primer nivel en la jerarquía motivacional estará formando por los


motivos de carácter objetal, estos determinan por el carácter
inmediato de su gratificación, que se da mediante el objeto mismo.
b. Motivos presentes ante condiciones actuantes sobre el sujeto. Está
formado por un conjunto de motivos que sólo se activan ante
determinadas condiciones actuantes que los estimulen, sean estas de
tipo valorativo, estético, organizativo u otras.
c. Motivos orientadores de la actividad y de las relaciones del hombre son los
motivos que regulan, de manera espontánea, el comportamiento del sujeto,
participan de él en las distintas relaciones y actividades en que se implica la
personalidad. Pueden ser o no estables.
d. Motivos orientadores de sentido. Estimulan la reflexión del sujeto acerca del
sentido de la vida. La necesidad esencial que está en la base de estos
motivos coincide con su contenido, lo cual determina que en el proceso de
su realización por la personalidad predominen las vivencias positivas.
e. Tendencias orientadoras de la personalidad. El nivel superior de la
jerarquía motivacional de la personalidad. “el nivel superior de la jerarquía
motivacional de la personalidad, formado por los motivos que al orientan
hacia sus objetivos esenciales en la vida, lo cual supone una estrecha
relación de la fuerza dinámica de los mismos con la elaboración consciente
realizada por el sujeto de sus contenidos. Los motivos adquieren un sentido
consciente personal para el sujeto.

Las características funcionales generales de los motivos que constituyen las


tendencias orientadoras de la personalidad son:

1. La necesidad fundamental que está en la base del motivo coincide con su


contenido y con el propio contenido o forma de relación en que se expresa
éste.
2. La necesidad se expresa mediante una compleja elaboración concientizada
del sujeto acerca de su contenido.
3. Como resultado de lo anterior, las reflexiones, juicios y valoraciones, que se
realizan sobre la base de los contenidos que forman las tendencias
orientadoras de la personalidad, tienen una fuerte carga emocional y
participan de manera activa en la regulación del comportamiento.
4. La expresión funcional de estos motivos, implica una proyección mediata
bien estructurada, portadora de un alto valor motivacional.
5. Las tendencias orientadoras tiene su expresión completa y plena en el
sistema de juicios, valoraciones, puntos de vista y proyecciones de la
personalidad.
6. Las tendencias orientadoras son verdaderos conjuntos motivacionales, en
tanto expresan las necesidades más importantes de la personalidad
7. Las tendencias orientadoras se expresa, de manera general, mediante el
sistema de las formaciones motivacionales complejas de ésta.

Formaciones motivacionales complejas.

Bozhobvich, plantea: “los motivos más típicos de la conducta humana son los
sentimientos morales, objetivos conscientemente planteados, propósitos, que por
su génesis son necesidades del individuo mediatizadas por la conciencia. La
autovaloración ocupa un lugar especial entre los estímulos específicamente
humanos”.

Las formaciones motivacionales complejas no pueden reducirse a una de las


esferas de expresión de la personalidad, deben manifestarse en sus distintas
esferas de expresión. Las características generales de la formación compleja, son
las siguientes:

1. Son conscientes, son expresiones de la elaboración intelectual del sujeto.


2. Son de naturaleza cognitivo-afectivo. aunque su forma esencial de
existencia son conceptualizaciones, reflexiones y valoraciones de la esfera
cognitiva. Estas expresan los contenidos de los motivos que están en su
base por lo cual son portadoras de una elevada carga emocional, que
evidencia su potencial motivacional sobre el comportamiento.
3. Sus contenidos son relativamente estables.
4. Están orientadas, ante todo, a la regulación del comportamiento,
teniendo su expresión en esta dirección en objetivos, valoraciones y otras
formas activas que el dan dirección y efectividad a las tendencias
orientadoras de la personalidad.

Su función principal en la personalidad, es organizar e instrumentar en una


esfera concreta la manifestación efectiva de las tendencias orientadoras de
la personalidad.

La categoría actitud en la psicología

Alrededor de su definición y de sus funciones aún existen criterios diferentes que


pueden agruparse en dos direcciones principales:

Primero: respecto al contenido mismo de las actitudes, Krech y Crutchfield: “la


actitud es una organización permanente de procesos motivacionales,
emocionales, perceptuales y cognitivos respecto a algún aspecto del mundo
individual.”

Por su parte Thursthone: “yo defino la actitud como la intensidad positiva o


negativa de un afecto, a favor o en contra de un objeto psicológico.”

En estas definiciones se presenta el afecto organizado de un objeto o aspecto del


mundo externo del sujeto, en términos cognitivos y emocionales, pero no aparece
la definición del término en su aspecto conductual.

La segunda dirección enfatiza en esencia el movimiento conductual de actitudes.


D. Campell señala: “una actitud social individual es un síndrome consistente de
respuestas observadas hacia un objeto social”.

B. Green plantea: “el concepto de actitud implica una consistencia o


predictibilidad de respuestas, esta definición no debe despojar las actitudes de
sus propiedades cognitivas y afectivas, las cuales pueden ser propiedades de, o
tener correlación con la respuesta que contiene la actitud.

Existe un consenso en considerar la actitud integrada por tres tipos de


componentes: cognitivo, afectivo, y conductual.

En definitiva, tras el concepto de actitud, está subyacente la fórmula general E-R


del conductismo.

La actitud en la psicología Marxista.

Para Obujovsky, “la actitud se define por un sistema integral de conductas hacia
un objeto, las cuales se corresponden entre sí por su orientación general hacia él”,
para este autor la actitud tiene un status básicamente conductual, en tanto forma
organizada de expresión en el comportamiento de las necesidades de la
personalidad.

“el motivo es posible definirlo como la formulación de los medios y objetivos de la


acción, que se encuentran en correspondencia o en mínima contradicción con
todas las actitudes vinculadas con la situación, con la cual el motivo se relaciona.”

D Uznadze plantea: “la actitud psíquica del hombre implica la actividad de un


sujeto, tomada como una totalidad”, este autor buscando una categoría que
exprese la disposición activa e integral del sujeto hacia determinada forma de
comportamiento, define como ustanovka.

“la actitud es, pues, un estado de la personalidad, su “modo” en cada momento


dado, pero no una de sus funciones psíquicas particulares que tenga una amplitud
y una significación locales”.
Entre los niveles de complejidad de la necesidad y los de las situaciones en las
que pueden realizarse, se conforma todo un sistema jerárquico de disposiciones
que, de acuerdo con B. A. Yadov, presenta los siguientes niveles:

1) el primer nivel, el más bajo dentro de la jerarquía disposicional, está


formado por las ustanovka elementales fijadas. Se forman sobre la base de
necesidades de supervivencia física.
2) El sistema de ustanovka sociales. La ustanovka social tiene una estructura
compleja. Está formada por aspectos emocionales, cognitivos y
conductuales.
3) Nivel de la orientación general, de los intereses de la personalidad en
determinadas esferas de la actividad social. Este nivel de la ustanovka se
forma sobre la base de las necesidades sociales más elevadas y
representa una disposición a la identificación con una u otra esfera de la
actividad social.
4) El nivel disposicional superior forma el sistema de las orientaciones de valor
hacia los objetivos de la actividad vital y los medios de su realización. La
formación de las orientaciones de valor responde a las necesidades
sociales superiores de la personalidad, a su autodesarrollo y
autocomprensión.

Desde la postura de Fernando González Rey: la unidad de lo cognitivo y lo


afectivo es un principio esencial en el estudio de la personalidad.

Considera la actitud como la forma organizada y estable en la cual el motivo se


estructura en la manifestación concreta de la personalidad hacia los objetos, las
situaciones u otras personas concretas mediante su sistema integral de expresión,
que incluye tanto sus comportamientos, como su sistema de valoraciones y
expresión emocional.

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