Semiótica tp1

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Universidad Nacional de Córdoba

Facultad de Filosofía y Humanidades


Escuela de Letras
Cátedra de Semiótica

Trabajo Práctico N°1:


LA ESPECIFICIDAD DEL ENFOQUE SEMIÓTICO

Garcia Pepellin, M Emilia


Liguori, Marcos
Ventura, María Elena
28 de Septiembre de 2018
1) ¿En qué consistiría para Saussure la disciplina semiótica? ¿Y para uds.
después de la lectura de “La cocina del sentido” de Barthes?

Para hablar con propiedad acerca de la concepción de la semiótica o, en


palabras más precisas de la semiología, como la llamaba Saussure, es importante
contextualizar el momento histórico en el que éste se encontraba cuando se dispuso
a definir a la Lingüística como ciencia. En el marco del positivismo, a principios del
1900 y basándose en el método científico, toma como objeto de estudio la lengua
para demostrar que la lingüística es una ciencia metodológica y autónoma.
Saussure, que como recién mencionamos siempre habla de semiología -el término
semiótica es tomado por Peirce en Estados Unidos contemporáneamente- pensaba
en ésta como un proyecto. Se valía de la semiología como apoyo para el estudio de
la Lingüística en tanto ciencia que se encuadraba en una ciencia mayor, la
Psicología Social.
Saussure concibe ​a la semiología como aquella ciencia destinada a estudiar
los signos en el seno de la vida social, en tanto se preocupa por definir en qué
consisten los signos y cuáles son los las leyes que los gobiernan. Como la lengua
-además de ser una institución social- es el sistema de signos más importante, no
hay nada más adecuado para estudiar el problema semiológico que la lengua en sí
misma. La lingüística, así, adquiriría su puesto entre las ciencias al incluirse como
parte de la semiología, y las leyes que se descubrieran en este proyecto de ciencia
semiológica, serían aplicables a la primera.
Saussure aporta un elemento fundamental para la semiología: el signo. Éste
debe ser estudiado socialmente. Por tanto, si el objeto de estudio de la lingüística -la
lengua- es concebida como un sistema de signos (entre otros), el problema
lingüístico se convierte en un problema semiológico. Así, el lingüista europeo ​afirma
que para descubrir su verdadera naturaleza hay que estudiarla en relación con lo
que tiene de común con otros sistemas de signos no lingüísticos, lo que nos llevaría
a leer en clave semiológica otros hechos humanos.
A su vez, queremos destacar lo que se considera un momento fundacional de
la semiología: el corte con el referente, en tanto lo real es siempre del orden de lo
sígnico. En efecto, el sentido no se da con el referente sino con el sistema.
Podemos leer esta clausura semiológica en la afirmación saussureana de que las
lenguas no son una nomenclatura, sino un sistema de relaciones. El signo
lingüístico, por ejemplo, no une una cosa y un nombre, sino un concepto y una
imagen acústica. Ambos elementos son de carácter psíquico, lo que constituye, por
tanto, un rechazo a la materialidad.
La lectura de ​La cocina del sentido ​nos brinda nuevos aportes para pensar el
rol de la disciplina semiológica. Barthes sitúa a la semiótica como una rama de la
lingüística y la considera una reflexión sistemática cuya tarea principal implica
construir sistemas semióticos para dar cuenta de cómo se produce el sentido. De tal
forma, se produce un cambio respecto al objeto semiológico de la concepción
sassureana. Ya no se trata, afirma Barthes, de estudiar los signos en el seno de la
vida social, sino que el sentido pasa a ser considerado como objeto.
El autor propone que los signos tienen sentido en dos planos: en el de la
dennotación, referido a los significados que podrían considerarse de diccionario; y
en el de la connotación, entendido como el significado que no está en las opciones
previas, un segundo significado entre líneas que ostenta una elección política.
Compartimos con Barthes la percepción del mundo como un sitio lleno de signos
que, como sujetos modernos, leemos constantemente y bajo ningún término pueden
ser pensados de manera aislada. La lectura en clave semiológica supone una forma
de reflexión que se resiste a tomar los signos por informaciones naturales; significa
“luchar contra cierta inocencia de los objetos”.

2) ​Explique y ejemplifique con un ejemplo propio la noción de “semiosis


infinita” de Peirce.

Para entender la noción de semiosis infinita es necesario partir del signo


triádico propuesto por Peirce. El signo -tal y como lo concibe el autor- está
compuesto por el representamen, el objeto, y el interpretante. Resulta fundamental
evitar pensar en este último como el intérprete real, pues muy por el contrario, el
interpretante es otro signo.
Establecida entonces la igualación del interpretante con el representamen es
que nos acercamos a la comprensión de la semiosis infinita. Cada representamen
necesita, para ser tal, verse compuesto por un objeto y un interpretante; a su vez,
cada interpretante -en tanto representamen- es acompañado por dichos elementos.
Se crea, efectivamente, una cadena de semiosis, en la que “(...) cada signo es a la
vez interpretante del que lo antecede e interpretado por el que le sigue.” (Vitale, p.
24)
Esta propuesta resulta interesante a la hora de pensar en el pensamiento y
en el conocimiento. En efecto, no somos capaces de pensar el mundo si no es a
través de los signos, y todo conocimiento es una relación entre signos. De tal forma,
si todo signo conduce a otro y así ​ad infinitum​, la misma lógica de funcionamiento
regirá al conocimiento. Al equipararse el pensamiento con el signo, podemos
apreciar -como antes lo hicimos con la teoría de Saussure- un momento de corte
con el referente, implicado en la idea de que todas las partes del signo son signos.
No podemos acceder a la cosa, puesto que el signo no la representa en su totalidad
sino en alguno de sus aspectos​. ​Por último, en necesario distinguir entre la semiosis
infinita y la semiosis en acto, pues mientras la primera es de existencia virtual, la
segunda brinda un fin -aunque más no sea provisional- en el momento en que “(...)
un interpretante final designa el objeto de un representamen en un acto semiótico
particular.” (Vitale, p. 25)
Un posible ejemplo de la cadena de semiosis que producimos es el siguiente:
del ver a una persona persignarse pasamos a pensar en el signo de la cruz, de allí
al cristianismo y de éste a la Iglesia. Como bien decíamos anteriormente, el proceso
es virtualmente infinito, por lo que podríamos seguir realizando asociaciones
indefinidamente.

3) ​¿Qué función (icónica, indicial o simbólica) predomina en estas imágenes y


por qué?
Kim Phuc (centro) huye de las bombas en Trang Bang (Vietnam). 8 de junio de 1972, foto de
Nick Ut.

En esta imagen predomina la función indicial porque da prueba de que lo que


en ella se ve efectivamente sucedió. Hay una relación fáctica del índice con su
objeto. De acuerdo a las asociaciones por contigüidad que podemos hacer,
inferimos que se trata de una situación bélica (humo, militares, niños llorando).

Kim Phuc, 40 años después

En esta imagen también predomina la función indicial, en tanto funciona como


prueba de la historia que vivió Kim Phuc y de su supervivencia. Con respecto a esto,
Pierce afirma que, desde el punto de vista psicológico, el tipo de asociación que
realizamos con los índices es de contigüidad.

Estencil de Banksy (​http://banksy.co.uk/​)

En esta imagen la función predominante es la simbólica ya que requiere de


una operación intelectual que ponga en relación significados convencionales para su
interpretación, en tanto es una obra de arte. A su vez, este signo tiene como íconos
incorporados las tres figuras, que guardan cierta semejanza con el objeto, lo que
nos lleva a realizar una asociación por parecido.

Museum of Memory and Tolerance – Indifference is also a crime

En esta imagen predomina la función simbólica en tanto, al estar exhibida en


un museo, adquiere esta significación, sugerida por el título. Podemos agregar que
la interpretación simbólica es reforzada por el conocimiento previo de la fotografía
original, ya que si no la edición podría pasar desapercibida.

Para concluir, siguiendo la línea de Peirce, podemos decir que el


pensamiento únicamente es posible a través de los signos, estos son,
generalmente, de naturaleza mixta; es decir que en un mismo signo podemos
encontrar más de una función. Por otro lado, cabe destacar que la distinción entre
índice, icono y símbolo es de carácter funcional exclusivamente, por lo que esta
naturaleza se da en el análisis de una semiosis, por tanto, es posible que un mismo
objeto sea icono en una semiosis e índice en otra. En palabras de Peirce: “la
división en índices, iconos y símbolos depende de las diferentes relaciones posibles
de un signo con su Objeto Dinámico.” (1986: 65)

4) Ausencias (2006) es una serie de dípticos realizados por el fotógrafo


argentino Gustavo Germano. En éstos, el autor contrapone fotografías tomadas en
la década del 70 con otras de su autoría que buscan “actualizar” las anteriores
dando cuenta del paso del tiempo, pero también de las consecuencias del
terrorismo de estado impuesto por la última dictadura cívico-militar en Argentina.
Los siguientes dípticos forman parte de esta serie. Analice la función de las
fotografías que los componen de acuerdo a la segunda tricotomía peirceana. ¿De
qué manera se relacionan entre sí, con el objeto inmediato, con el objeto dinámico y
con el interpretante? ¿Cómo se relaciona esto con el título?

En relación a la teoría de la segunda tricotomía de Pierce, vemos que las


fotografías que componen los dípticos cumplen distintas funciones. En este
caso, las tres de la izquierda tienen carácter indicial, ya que mantienen una
relación directa con el objeto y nos dan una prueba segura de la existencia
histórica de las personas desaparecidas por la última dictadura cívico-militar. En
contraste, es posible percibir el carácter simbólico que adquieren las fotografías
de la derecha al intentar recrear las primeras, haciendo explícita la ausencia.
Este análisis requiere de una operación intelectual enmarcada en el
conocimiento de la historia argentina. Efectivamente, quien la desconozca no
podrá interpretar esta función simbólica.
​ s propuesta como una forma de
Como sugiere el título, la ​ausencia e
representación. Esta ausencia, siguiendo la teoría peirciana, señala un aspecto
del objeto y por tanto podemos considerarla como un objeto inmediato o
representamen. El interpretante, que es la idea mental del signo basada en la
experiencia colectiva, alude a los crímenes de lesa humanidad ocurridos en el
último golpe de estado y su saldo de desaparecidos, cuyas ausencias siguen
latente en la memoria colectiva de nuestra sociedad. Respecto al objeto
dinámico -entendido como aquel objeto del orden de lo existente, independiente
del signo que lo representa (desborda al objeto inmediato)- podemos señalar
que, en este caso, que es posible hacer una interpretación sobre los
desaparecidos en tanto objeto dinámico teniendo en cuenta todas las
representaciones sígnicas anteriores que se han hecho de ellos y que nos llegan
-a los sujetos argentinos- como conocimiento colateral. En efecto, Peirce señala
que el objeto dinámico, si bien existe de una manera independiente a la
semiosis, no puede ser representado por el signo si no es algo conocido para el
intérprete por significaciones previas.
Bibliografía

BARTHES, Roland (1964): “​Le Nouvel Observateur”. ​La cocina del


​ eeditado en ​“La aventura semiológica”​.
sentido, R
RUIZ, Santiago: “Charles S. Peirce - Selección de escritos”, Escuela de
Ciencias de la Información, UNC.
SAUSSURE, Ferdinand de (1945): ​“Curso de lingüística general”,​ editorial
Losada.
VITALE, Alejandra (2002): “​El estudio de los signos. Peirce y Saussure”,
editorial Teudeba.

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