Resumen de Semiologia Clase III
Resumen de Semiologia Clase III
Resumen de Semiologia Clase III
Introducción a Peirce
Peirce es un autor que se inscribe en otro circuito intelectual diferente al de Saussure (a pesar
de ser contemporáneos). Es un filósofo guiado por la pregunta por el conocimiento humano
(¿Qué puede conocer el hombre?), que lo lleva al concepto de signo. La realidad misma no es
conocible para Peirce, solo podemos conocer signos. Mientras la semiología de Saussure se
practica en habla con la sociología y la psicología, Peirce dialoga con epistemólogos, lógicos y
matemáticos.
El signo en Peirce
Para Peirce es signo aquello que está en lugar de otra cosa. Existen signos tanto naturales
(rayo) como culturales (semáforo) y la realidad es una infinita productora de signos. Lo
interesante en Peirce es ver al signo como una entidad tripartita (hay un representamen, un
objeto, y un intérprete). Comprenderemos la lógica de esta descripción interpretando cada
concepto por separado. El representamen es la materialidad por la cual el signo se manifiesta
(aquí se encuentra una equivalencia con el concepto de imagen acústica en Saussure). El
representamen nos conduce a la idea del objeto representado, no al objeto mismo. Peirce
finalmente agrega un tercer elemento en el signo: el intérprete. Cuestión que Saussure no
aborda. Un representamen entonces conduce a la idea de un objeto que a la vez activa a un
intérprete, que es a su vez un signo, que amplia, expande o explica un representamen. Estamos
por ejemplo ante el representamen flor, que nos conduce a la idea de primavera, que a su vez
activa a un intérprete (la palabra primavera) que traduce el signo flor. O sea, siempre se activan
otros signos que ayudan a interpretar el significado del objeto.
Tipos de intérpretes
Para Peirce hay tres tipos de intérpretes: inmediato, mediato y cultural. El inmediato nos
remite al primer recuerdo básico del significado del representamen (acuerdos por
convenciones). El mediato repone el significado contextual del significado del representamen
(la flor como signo de velorio). Existen también entonces contextos culturales en donde
funciona el tercer tipo de intérprete, que nos remite a tradiciones de historias y culturas
especificas (ejemplo de “civilización y barbarie” en Argentina). Para Peirce, vivir en sociedad, es
vivir sumergido en signos.
La actividad de la semiosis
Esto de enfrentarse permanentemente a signos desencadena la semiosis, que es una actividad
inferencial que desencadena a su vez un representamen. Vivir en sociedad entonces, es estar
sumergido en una semiosis infinita. La ciencia destinada a este estudio será la semiótica. Que
se encarga de clasificar los signos para luego explicar su funcionamiento.
El género discursivo
El género discursivo son un conjunto de enunciados relativamente estables que se producen en
una esfera de la praxis social. La regularidad estará en el uso en un mismo espacio de esfera de
la praxis social de enunciados relativamente estables. Por ejemplo, en la esfera de la praxis
educativa hay muchos géneros discursivos que guardan relativa estabilidad. Otro ejemplo
puede ser la clase oral, la monografía, la conferencia, un examen parcial, los manuales, los
ensayos, etc. Por tanto, en esta comunidad hay géneros que guardan estabilidad (cualquier
parcial que se haga tendrá relativa relación con otro, sea quien fuere que lo haya escrito).
La filosofía Bajtiana
No existe la posibilidad de hablar fuera de un género discursivo. Hablamos teniendo en cuenta
los mecanismos que producen ese género determinado. El género será entonces una especie
de formato del modo del discurso en una situación concreta y específica. Para Saussure la
convención era la lengua, aquí en Bajtín también aparece el mismo concepto, o sea, no puede
decirse cualquier cosa en cualquier situación. Los géneros discursivos son infinitos, lo cual nos
plantea un problema, que dar cuenta de la regularidad es una tarea bastante compleja. Lo que
interesa es que el género es una necesidad socio cognitiva, la comunicación social no sería
posible sin géneros discursivos. Es imposible hablar pensando en el mismo momento la