Principios Derecho Laboral

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A. 1 Principios del derecho laboral. Definición y enumeración.

Los principios del derecho de trabajo son los postulados que inspiran el sentido de las normas
laborales, y sirven para encausar la aprobación de nuevas normas, orientar la interpretación de las
normas existentes y resolver los casos no previstos. Las normas fundamentales de la Constitución
Política y de las leyes y reglamentos laborales reconocen, de manera explícita o implícita como
rectores de derecho laboral, los principios siguientes:

 Justicia social

 Tutelar del trabajador

 Irrenunciabilidad

 Realista

 Estabilidad laboral

 Derechos mínimos

 Imperatividad

A. 2 Principio de Justicia Social. Definición y manifestaciones prácticas.

El principio de justicia social en el Derecho de Trabajo, encuentra su fundamento en la realidad


social y económica de trabajadores y empleadores, para tratar de orientar las soluciones a sus
problemas laborales, con criterios de armonización de las necesidades de ambas partes. En otras
palabras, busca que las necesidades del empleador y su capital guarden un equilibrio justo con las
necesidades y fuerza de trabajo de la población trabajadora mayoritaria, a efecto de que el interés
general de la armonía social, prevalezca sobre el interés particular de cada una de las partes.

Sus manifestaciones prácticas son dos:

 Principio social. El derecho de trabajo es una rama del derecho público, por lo que en su
aplicación, el interés privado cede ante el interés social y colectivo.

 Principio Democrático. Se propone la armonía entre la dignificación económica y moral de


los trabajadores y los intereses justos del patrono. Para lograr ello, acompaña y protege al
trabajador en su debilidad económica y en su libertad de contratación, para nivelarlo con el
empleador en una contratación justa, que haga efectiva los postulados democráticos de libertad e
igualdad.
A. 3 Principio tutelar del trabajador. Definición y manifestaciones prácticas.

El principio tutelar busca nivelar las desigualdades existentes entre el patrono y el trabajador.

Sus manifestaciones prácticas son tres:

 Principio in dubio pro operario (interpretación a favor del trabajador): Si en materia laboral
existiera duda sobre la interpretación y alcance de las disposiciones legales, reglamentarias y
contractuales, se interpretan en el sentido más favorable para los trabajadores. Este principio se
encuentra regulado en el segundo párrafo del artículo 106 de la Constitución Política de la
República. Es importante tomar en cuenta que este postulado solamente se puede aplicar cuando
el contenido de una norma presenta duda con relación a la interpretación (determinación del
sentido del contenido de la norma) y del alcance (ámbito de aplicación de la norma: personal,
territorio y temporal).

 Prevalencia de principios laborales: Los casos no previstos por la ley laboral se resuelven,
en primer lugar, conforme a los principios del Derecho de Trabajo y después, conforme a la
equidad, costumbre, usos, etc., siempre en armonía con dichos principios. En casos de conflictos
con otras leyes, predominan las leyes laborales.

 Principio de la condición más beneficiosa: La aplicación de una nueva norma laboral o


política de trabajo nunca podrá hacerse en perjuicio de las condiciones más favorables que tenga
el trabajador, es decir que, solamente cuando la nueva norma establezca condiciones más
favorables al empleado, le podrá y le deberá ser aplicada.

No es cierto que este principio, conocido también como la tutelaridad del derecho de trabajo,
contraríe el principio democrático y constitucional de la igualdad, por representar un privilegio a
favor de los trabajadores. La tutelaridad es el mecanismo que permite garantizar una efectiva
igualdad entre empleador y trabajador. El punto de partida de la tutelaridad, como principio del
Derecho del Trabajo, es el reconocimiento de la desigualdad económica que existe entre ambas
partes de la relación laboral, la protección jurídica preferente del trabajador en la ley laboral y
solamente en ciertas instituciones, permite tratar como iguales a ambas partes.

El Derecho de Trabajo surge por la necesidad de legitimar jurídicamente la respuesta social y


democrática, a los efectos negativos de la revolución industrial y por ello, desde entonces le fue
inherente a su naturaleza social y política, la tutelaridad de los trabajadores como principio básico.
Lejos de ser un privilegio, es un elemento jurídico para el equilibrio justo de las desigualdades
reales y económicas entre empleadores y trabajadores.

En Guatemala, el Código de Trabajo de 1947 fue uno de los avances revolucionarios de las
reformas democráticas que, en la década de 1940 se produjeron en la mayoría de los países
centroamericanos y desde sus inicios, dio cobertura a toda la población trabajadora del país en
sus derechos regidos por sus principios básicos, complementándose posteriormente con la
creación inmediata del régimen de seguridad y previsión social.

La estructura, los principios básicos y la orientación democrática del Código de Trabajo, fueron
proyectados con una visión futurista de inspiración social democrática, y constituye la base para
la garantía del respeto mínimo a la dignidad de las personas y un instrumento eficaz para impulsar
la armonía social que permite incentivar la productividad del país dentro del contexto presente.

A. 4 Irrenunciabilidad de los derechos laborales por parte del trabajador.

La regulación de la libertad jurídica que no logra la igualdad y la libertad económicas, tiene como
una de sus manifestaciones importantes, las limitaciones que las normas laborales aplicables
ponen al trabajador para que, en el ejercicio de una perjudicial libertad individual, no pueda
renunciar a sus derechos laborales.

Por ello la Constitución Política y el Código de Trabajo declaran que los Derechos de los
Trabajadores son irrenunciables.

En aplicación de este principio, son nulos por derecho y no son reconocidas como válidas las
estipulaciones contractuales que impliquen renuncia por parte de los trabajadores a sus derechos
laborales. Por ejemplo: algunos empleadores han acostumbrado a que en los finiquitos que el
trabajador otorga a favor de su patrono, se hace consignar una cláusula de renuncia a cualquier
otra reclamación. Estas cláusulas son nulas y no producen ningún efecto, ya que toda persona
tiene libre acceso a los tribunales para plantear sus pretensiones.

El principio de irrenunciabilidad no es un obstáculo para la realización de acuerdos conciliatorios o


transacciones entre las partes. Lo único que hay que tener siempre presente es que son
conciliables las pretensiones no así los derechos que se encuentre reconocidos o declarados entre
las partes.

Por ejemplo un grupo de trabajadores plantea una denuncia ante la Inspección General de Trabajo
debido a que en la fábrica donde laboran les han dejado de pagar tres quincenas consecutivas de
salario. El empleador de los trabajadores manifiesta que no tiene dinero y que propone como
fórmula de arreglo conciliatorio que los trabajadores cedan una quincena de salario a cambio de
que él pague dos de las tres quincenas que adeuda. Un arreglo de esta naturaleza es válido, solo
que su alcance sería parcial, ya que a pesar que los trabajadores manifiesten que renuncian a
cualquier reclamación posterior, con el objeto de obtener el pago de dos de las tres quincenas de
salario, siempre conservan el derecho a reclamar la tercera quincena, aunque firmen el convenio
de arreglo conciliatorio.

El principio de irrenunciabilidad se aplica a todas las prestaciones laborales, no solo a algunas,


como erróneamente han considerado varias personas. Cualquier derecho que se encuentre
reconocido o declarado a favor de los trabajadores adquiere la calidad de irrenunciable, no
importa si se trata de aguinaldo, vacaciones, salarios o de indemnizaciones. En este sentido se ha
pronunciado la Corte de Constitucionalidad al resolver el caso identificado en el expediente
número 760-99, Gaceta Jurisprudencial número 55.

A. 5 Principio realista. Definición.

El derecho de trabajo es realista y objetivo porque se orienta por la realidad social del individuo
y la posición económica de las partes y resuelve las controversias que conoce, sobre la base de
hechos concretos y tangibles.
6 Principio de estabilidad laboral. Definición.

Este principio busca la estabilidad o permanencia de la relación laboral. Garantiza al trabajador un


medio de subsistencia duradera y permanente y al patrono, la disposición de los servicios de sus
trabajadores en forma indefinida.

Algunas de sus manifestaciones concretas son:

 La duración indefinida de todos los contratos de trabajo, salvo prueba en contrario.

 Se admiten las transformaciones del contrato, las cuales deben ser acordadas entre ambas
partes, trabajador y empleador. En casos muy especiales y concretos, en donde la necesidad
económica de la empresa lo requiera, el Ministerio De Trabajo Y Previsión Social puede acordar la
modificación de los contratos de trabajo.

 La suspensión de los contratos son interrupciones temporales y no terminaciones de los


mismos.

 Prolongación de los contratos en casos de sustitución del empleador.

A. 7 Principio de derechos mínimos. Definición.

La Constitución Política declara como mínimos los derechos sociales que fundamentan la
legislación del trabajo y la actividad de las autoridades y tribunales respectivos. Por su parte el
Código de Trabajo considera el Derecho de Trabajo como un mínimo de garantías sociales
protectoras del trabajador a desarrollarse en forma dinámica conforme a las posibilidades
empresariales en la contratación individual y colectiva. De manera que las condiciones más
favorables que pacten trabajador y empleador serán válidas y tuteladas también por el Derecho de
Trabajo.

A. 8 Principio de Imperatividad. Definición.

El Derecho de Trabajo es imperativo y necesario, de aplicación forzosa en cuanto a los derechos


mínimos. Limita el principio de la “autonomía de la voluntad” del derecho común, por la fragilidad
que en la relación laboral tienen los trabajadores en su libre albedrío, debido a la desigualdad
económica frente al empleador.

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