Las Paradojas Excluyentes Del Lenguaje Inclusivo
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50/1
RSEL enero-junio 2020
Edita
Se L
REVISTA ESPAÑOLA DE LINGÜÍSTICA
(RSEL)
50/1
Edita
Se L
doi: http://dx.doi.org/10.31810/RSEL.50.1
REVISTA ESPAÑOLA DE LINGÜÍSTICA (RSEL)
ISSN: 0210-1874 • eISSN: 2254-8769
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N otas e información
Fallecimiento del Profesor Francisco Rodríguez Adrados ......................................................... 143
Esperanza Torrego Salcedo
[L]a pensée adopte partout les mêmes démarches en quelque langue qu’elle choisisse de
décrire l’expérience. En ce sens, elle devient indépendante, non de la langue, mais des
structures linguistiques particulières. [...] Aucun type de langue ne peut par lui-même et
à lui seul ni favoriser ni empêcher l’activité de l’esprit.
Resumen
Las redes sociales, los medios de comunicación y aun los claustros académicos del mundo
hispánico registran ardorosos debates sobre varios aspectos del «lenguaje inclusivo». Se
efectúa aquí un análisis del uso planificado del morfema -e para evocar el significado «género
indistinto» o «sin género» en una frase sustantiva referida a un conjunto integrado por
personas de más de un género. El nuevo morfema -e (y sus variantes acotadas a la escritura,
-@ y -x) evitarían la opción por defecto del morfema masculino -o en dichos contextos.
El mayor mérito del morfema -e es que consigue visibilizar el justo reclamo a favor de la
igualdad de género de una manera poética, porque con él la comunicación se orienta al
mensaje como tal. Sin embargo, el uso planificado del morfema -e afronta graves limitaciones
y cae en paradojas que terminan haciéndolo inadecuado en varios tipos de situación.
Abstract
Social networks, the media and even academic centers of the Hispanic world register heated
debates on various aspects of «inclusive language». Here, it is carried out a n analysis of the
planned use of the morpheme -e with the meaning «indistinct gender» or «without gender»
in a noun phrase referring to a group integrated by people of more than one gender. The
new morpheme -e (and its exclusively written variants -@ and -x) would avoid the masculine
morpheme -o as the default option in such contexts. The greatest merit of the use of the morpheme
-e is that it makes visible the just claim in favor of gender equality in a poetic way, because it
is oriented to the message as such. Nevertheless, the planned use of the morpheme -e faces
serious limitations and falls into paradoxes that make it inappropriate in most types of situation.
doi: http://dx.doi.org/10.31810/RSEL.50.1.3
RSEL 50/1 · 2020 · pp. 65-84 · ISSN 0210-1874 · e-ISSN 2254-8769
66 José María Gil
(1) Lxs chicxs uruguayxs no tienen que ser distintxs ante la ley porque todxs
tienen los mismos derechos.
(2) L@s chic@s uruguay@s no tienen que ser distint@s ante la ley porque
tod@s tienen los mismos derechos.
(3) Los chicos uruguayos y las chicas uruguayas no tienen que ser distintos
ni distintas ante la ley porque todos y todas tienen los mismos derechos.
Hay una tercera (o cuarta) opción que propone un nuevo morfema para la
léxico-gramática del español. Se trata del morfema -e, que presenta una gran
ventaja sobre las dos opciones anteriores, porque tiene realización fonética
y puede por ello usarse en las interacciones orales. En efecto, mientras que
(1) y (2) no tienen realización fonética o deben exteriorizarse como (3), el
ejemplo (4) es provocadoramente legible a viva voz.
(4) Les chiques uruguayes no tienen que ser distintes ante la ley porque todes
tienen los mismos derechos.
(5) Hay poques diputades que están indecises y queremos mostrarles que a
nosotres no nos va a pasar por al lado que decidan que sigan muriendo
mujeres o decidan frenar eso. Fuente: https://www.youtube.com/
watch?v=MQdqrm9p5Jw
(6) Se efectúa un análisis de las metáforas para mostrar cómo los docentes podrían
ayudar a que los alumnos entiendan de qué se trata un poema lírico.
Los editores dictaminan que el pasaje «cómo los docentes podrían ayudar
a que los alumnos entiendan» debería ser reemplazado por la secuencia (7):
(8) Un supuesto del «lenguaje sexista»: El uso por defecto del morfema masculino -o en
frases sustantivas cuyos referentes incluyen individuos de más de un género,
evoca la preferencia o la imposición del varón sobre la mujer y sobre otras
personas que no se identifican ni como varones ni como mujeres.
(9) Hipótesis de la necesidad del morfema -e: La instauración del morfema -e permitirá
que las personas reconozcan y acepten la igualdad de género.
En síntesis, muchos de quienes creen que el uso por defecto del morfema
-o evoca la superioridad de lo masculino sobre lo femenino también proponen
la incorporación de un morfema que evoque género indistinto, por ejemplo -e,
para terminar con ella.
A lo largo de los cinco puntos de esta sección se intentará mostrar que la
postulación de un falso problema genera soluciones que también son falsas. En
efecto, en cada punto se expone una limitación del uso planificado de morfema
-e: (Sección 2.1). Desatiende el nivel conceptual; (Sección 2.2). Estimula la fantasía
de la minoría iluminada; (Sección 2.3). Desconoce la tensión entre la mutabilidad
y la inmutabilidad del signolingüístico. (Sección 2.4). Equipara ingenuamente
al género morfológico con el género de las personas; (Sección 2.5). Exhuma la
versión fuerte de la hipótesis Sapir-Whorf, según la cual el léxico y la gramática
de una lengua determinan rígidamente el modo de pensar de sus hablantes.
(14) Para reservar hay tiempo hasta el viernes 26 de octubre a las 13 hs., al
correo electrónico [email protected], necesitamos saber cuántos somxs!
(Fuente: https://www.adum.org.ar/?p=7507)
(15) Todxs somxs diversxs. Fiesta de la diversidad contra la discriminación
y la indiferencia. (Fuente: https://www.facebook.com/ holamafia/pho-
tos/todxs-somxs-diversxs-fiesta-de-la-diversidad-contra-la-discriminaci%-
C3%B3n-y-la-indif/1134180766670102/)
Ahora bien, pensar que una minoría puede imponer un cambio lingüístico
en beneficio de la mayoría no solo alimenta la fantasía de la élite iluminada,
sino que también pasa por alto la conocida dialéctica entre la inmutabilidad y
2.4. Equiparación ingenua del género morfológico con el género de las personas
i. La opción por defecto del morfema nominal masculino puede ser usada
por hablantes de una comunidad en la que surjan potentes valores
igualitarios.
ii. Que una lengua no distinga género no implica que sus hablantes se liberen
de concepciones patriarcales.
iii. El uso planificado de morfema -e malinterpreta algunas actitudes de
hablantes de lenguas que distinguen géneros.
iv. El uso planificado del morfema -e no es obstáculo para expresar ideas
discriminatorias.
v. Se pueden expresar pensamientos igualitarios y progresistas sin necesidad
del morfema -e.
2.4.1. La opción por defecto del morfema nominal masculino puede ser usada por hablantes
de una comunidad en la que surjan potentes valores igualitarios
No parece que los hablantes nativos del inglés estén mejor predispuestos para
contemplar la igualdad de género que, por poner un ejemplo, los hablantes
nativos de francés, lengua que sí usa el morfema nominal masculino por defecto.
El ejemplo (17) reproduce el artículo 1° de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, de 1948.
(17) Tous les êtres humains naissent libres et égaux en dignité et en droits. Ils
sont doués de raison et de conscience et doivent agir les uns envers les autres
dans un esprit de fraternité.
(18) Les sages et gens de bien peuvent et veulent, mais ils n’osent.
Por cierto, el ejemplo (18) es un pasaje de una de las primeras grandes obras
dedicadas a la promoción y la defensa los derechos de la mujer, Egalité des hom-
mes et des femmes (1622), de Marie de Gournay (2018, p. 23).
2.4.2. El uso planificado del morfema -e ignora que la indistinción de género morfológico
puede darse en una lengua hablada en una sociedad mayormente patriarcal
Castellano Alemán
llave (fem.) Schlüssel (masc.)
puente (masc.) Brücke (fem.)
Luego se les pidió a hablantes de cada una de estas dos lenguas que calificaran
los objetos. Los hablantes de alemán describieron las llaves con los siguientes
adjetivos: duro, pesado, dentado, metálico, serrado y útil. Por su parte, los hablantes de
español dijeron que las llaves son doradas, intrincadas, pequeñas, adorables, brillantes
y delicadas.
En el caso de los puentes, los hablantes de alemán señalaron que son
bellos, elegantes, frágiles, pacíficos y delgados, mientras que los hispanohablantes los
describieron como grandes, peligrosos, largos, fuertes, robustos e imponentes.
Sobre la base de «las diferencias cualitativas entre los tipos de adjetivos
propuestos por los hablantes de estas dos lenguas», Boroditsky, Schmidt y Phillips
2003, p. 70 concluyen que estos hallazgos muestran que el género morfológico de
los sustantivos incide en el modo en que las personas conciben los objetos. Dicho
de otra manera, la gramática influye en la representación conceptual del mundo.
Así, investigaciones como la recién citada permitirían concluir que el género
morfológico influye en la percepción y la concepción de los referentes, todo lo
cual podría justificar la hipótesis (8), que plantea la necesidad del morfema -e.
Sin embargo, debe señalarse que investigaciones como las de Boroditsky,
Schmidt y Phillips 2003 han sido cuestionadas en los últimos años. Por ejemplo,
Haertlé 2017 confirma que la asignación de rasgos masculinos y femeninos tiende
a ser congruente con el género morfológico, pero admite que los resultados de su
No son pocos los graffiti que hacen uso de alguna de las variantes morfo-
lógicas que evocan «indistinto» o «sin género»: -@, -x, -e. Los ejemplos (21)
(23) Yo afirmaría que la ética no abarca los hechos sexuales, si no los contaminan
la traición, la codicia, o la vanidad (Borges 1974, p. 285).
(24) -Por un minuto sólo, me pareció que yo no estaba acá, ...ni acá, ni afuera...
-...
- Me pareció que yo no estaba... que estabas vos sólo.
-...
-O que yo no era yo. Que ahora yo... eras vos. (Puig 2001, p. 152).
(25) Cada vez me convenzo más de que el sexo es la inocencia misma (Puig
2001, p. 152).
Tal como ha señalado Beatriz Lavandera 1985, p. 21, «otro de los problemas
que viene de lejos en la lingüística contemporánea es el de la relatividad lingüís-
tica o hipótesis de Sapir-Whorf». La versión fuerte de dicha hipótesis sostiene
que las estructuras léxico-gramaticales de una lengua particular determinan, de
forma implacable y directa, el pensamiento de sus hablantes.
Por ejemplo, si la versión fuerte de la hipótesis de Sapir-Whorf fuera ver-
dadera, una lengua cuya gramática tiene a la forma masculina como opción
de género por defecto impondría una visión privilegiada de lo masculino por
encima de lo femenino. Sin embargo, y en relación con lo expuesto más arriba,
la forma masculina para expresar género por defecto no fue óbice para que
se escribieran en francés las obras pioneras a favor del feminismo. Más aún,
en 1882, Hubertine Auclert, campeona del voto femenino, acuña la palabra
féministe de forma elogiosa y reivindicativa (Offen 1987, p. 494).
De modo comparable, si la versión fuerte de la hipótesis de Sapir-Whorf fuera
verdadera, una lengua cuya gramática no distingue género morfológico debería
promover una concepción igualitaria de hombres y mujeres. Pero, y otra vez
en relación a lo expuesto más arriba, la indistinción de género morfológico en
japonés no ha evitado que el Japón sea una sociedad eminentemente patriarcal.
Allí se despliegan normas de conducta tradicionales y rígidas en función de
las cuales se espera que las mujeres adopten una actitud sumisa con respecto a
los varones (Reischauer y Jansen 1995; Sugimoto 1997). Aunque el japonés no
tiene género morfológico, es muy frecuente que las mujeres empleen formas
de expresión consideradas más corteses y más empáticas con los varones
(Endo 1995; Okamoto 2002).
Descartada entonces la versión fuerte de la hipótesis Sapir-Whorf, lo que sí
se acepta es «la versión débil» (Lavandera 1985, p. 22). En efecto, las estructuras
3. Conclusiones
Benjamin L. Whorf sugiere que el mundo se nos viene encima como una
especie de descomunal cinta calidoscópica. Nuestro sistema mental se encarga
de segmentarlo e imponerle alguna clase de límites u orden (1956, p. 213).
Desde el momento en que aprendemos a hablar, el léxico y la gramática nos
ayudan organizar los conceptos a través de los cuales hacemos referencia a las
cosas del mundo.
Tal como muestra el análisis de Benveniste, las estructuras del nivel léxico-gra-
matical inciden en la configuración del nivel conceptual. En otras palabras, el
lenguaje humano conlleva un enorme potencial en nuestra construcción mental
de la realidad, dado que el pensamiento humano, la representación cognitiva,
se va configurando en buena parte gracias a las estructuras léxico-gramaticales
que usamos. Sin embargo, el modo en que dichas estructuras léxico-grama-
ticales inciden en nuestro sistema cognitivo es muchísimo más complejo que
una mera relación directa y bilateral entre un morfema y un concepto (o un
conjunto de conceptos).
Así las cosas, si los conceptos nos permiten organizar una estructura del
mundo real, y si la léxico-gramática nos ayuda a organizar los conceptos, entonces
resulta evidente que la léxico-gramática sí incide en el sistema conceptual y, por
lo tanto, en nuestro modo de entender el mundo.
Pero esto no implica, como hemos visto, que el uso por defecto del morfema
nominal masculino termine imponiéndonos un modo de concebir el género
de las personas reales. La promoción de valores igualitarios y democráticos
requiere cambios en el pensamiento de las personas, los cuales son mucho más
complejos y vastos que un mero cambio planificado en la morfología nominal.
A modo de conclusión y balance, enumeremos las paradojas excluyentes en las
que cae el uso planificado del morfema -e (y el de sus variantes escritas -@ y -x).
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