RECOPILACIÓN DE TALLERES Universidad Esap
RECOPILACIÓN DE TALLERES Universidad Esap
RECOPILACIÓN DE TALLERES Universidad Esap
PRESENTADO POR:
GRUPO 8
LAURA ARAUJO
NATALIA GUERRERO
JOHNNY RAMÍREZ
PAOLA ESTUPIÑÁN
SEBASTIÁN PEÑA
PRESENTADO A:
AMANDA QUINCHE
13/03/2024
TALLE 1
Hacerse preguntas como "por qué", "para qué", "cuánto tiempo", y similares en un
proyecto es fundamental por varias razones:
Claridad de objetivos: Entender el "por qué" del proyecto ayuda a establecer objetivos
claros y a alinear las acciones con la visión general. Esto permite a todos los involucrados
entender el propósito y la importancia del proyecto.
La primera fase del ciclo de vida del proyecto es la fase de iniciación. En esta etapa, se
identifica la necesidad del proyecto y se definen sus objetivos y alcance. Los
administradores públicos deben realizar un análisis exhaustivo para determinar si el
proyecto es viable y justificar su necesidad ante las partes interesadas y la comunidad en
general. Es crucial establecer un sólido caso de negocio que incluya los beneficios
esperados del proyecto y los recursos necesarios para llevarlo a cabo.
Una vez que el proyecto ha sido autorizado, comienza la fase de planificación. En esta
etapa, se desarrolla un plan detallado que define las actividades, los recursos, el
presupuesto y el cronograma del proyecto. Los administradores públicos deben colaborar
estrechamente con todas las partes interesadas para garantizar que el plan del proyecto
satisfaga las necesidades y expectativas de la comunidad, así como los requisitos legales
y regulatorios pertinentes.
Con el plan del proyecto en su lugar, se procede a la fase de ejecución. Durante esta
etapa, se implementan las actividades definidas en el plan y se asignan los recursos
necesarios para llevar a cabo el trabajo. Los administradores públicos deben supervisar
de cerca el progreso del proyecto, resolver cualquier problema que surja y asegurarse de
que se cumplan los estándares de calidad y las normativas aplicables.
Una vez que todas las actividades del proyecto han sido completadas, se pasa a la fase
de cierre. En esta etapa, se finalizan todas las actividades restantes, se entregan los
productos o servicios resultantes del proyecto y se evalúa su desempeño. Los
administradores públicos deben asegurarse de que se cumplan todos los requisitos
legales y contractuales, así como realizar una revisión exhaustiva para identificar
lecciones aprendidas y oportunidades de mejora para futuros proyectos.
Es importante destacar que el ciclo de vida del proyecto no es lineal y puede requerir
ajustes a lo largo del camino. Los administradores públicos deben estar preparados para
adaptarse a los cambios en las circunstancias y responder de manera ágil a los desafíos
que puedan surgir durante la ejecución del proyecto.
En conclusión, comprender y aplicar el ciclo de vida del proyecto es fundamental para los
administradores públicos, ya que les permite gestionar proyectos de manera efectiva,
optimizando recursos, minimizando riesgos y asegurando resultados exitosos que
beneficien a la comunidad y promuevan el bienestar social.
Una enseñanza valiosa que podemos extraer del ciclo de vida del proyecto es la
importancia de la planificación y la gestión adecuada en todas las etapas de un proyecto.
La fase de iniciación nos enseña la importancia de comprender completamente las
necesidades y objetivos del proyecto antes de comprometer recursos significativos. La
fase de planificación nos muestra cómo la atención al detalle y la colaboración con todas
las partes interesadas pueden sentar las bases para el éxito futuro. La fase de ejecución
resalta la importancia de la supervisión constante y la resolución proactiva de problemas
para mantener el proyecto en curso. Y la fase de cierre nos recuerda la importancia de
una conclusión ordenada y reflexiva, que incluya una evaluación honesta de los
resultados y lecciones aprendidas.
1. Medición del progreso: Los indicadores proporcionan una manera objetiva de medir el
avance hacia los objetivos y metas establecidos en las políticas y programas
gubernamentales. Al tener indicadores claros y bien definidos, los administradores pueden
monitorear el progreso a lo largo del tiempo y ajustar las estrategias según sea necesario
para alcanzar los resultados deseados.