Los Sacramentos en El A.T.

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

SEMINARIO DIOCESANO DE TUXPAN

LOS SACRAMENTOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Pbro. Lic. José Conrado Caicero Beltrán


Seminarista: Nahúm Arteaga González
Tema: Los sacramentos en el Antiguo Testamento

La circuncisión, los sacrificios por el pecado y el delito, la celebración


del cordero pascual, la consagración de Aarón y sus hijos al sacerdocio,..

Por un acto de misericordia, Dios creó el universo y todo lo que en él se


contiene, y como una obra prima de entre las criaturas visibles, creó el hombre a
su imagen y semejanza a fin de que este pudiese participar de su propia Vida a
través de la gracia.

Trágicamente el hombre rompió la alianza establecida con Dios, y por


medio del primer pecado, todo el género humano quedó privado de su gracia y
estaba condenado a no más participar del fin para el cual Dios lo había creado.
Habiendo sido cerradas las puertas del cielo, los hombres necesitaban un
Redentor que les trajera nuevamente la posibilidad de la salvación.

Con todo, la Divina Providencia y la misericordia de Dios, demostrada


tantas veces en la historia, parecen exigir que no se dejase sin ningún medio de
salvación, incluso antes de la venida del Redentor, tanto a los niños que muriesen
antes del uso de la razón, como a los adultos, a fin de que obtuviesen el perdón de
sus pecados actuales. Pueden verse algunos signos en relación al sacramento:

1. La circuncisión, promulgada por Dios a Abraham (Gen 17, 10-14)


Este es mi pacto que guardaréis, entre yo y vosotros y tu descendencia
después de ti: Todo varón de entre vosotros será circuncidado. Seréis
circuncidados en la carne de vuestro prepucio, y esto será la señal de mi pacto
con vosotros. A la edad de ocho días será circuncidado entre vosotros todo varón
por vuestras generaciones; asimismo el siervo nacido en tu casa, o que sea
comprado con dinero a cualquier extranjero, que no sea de tu descendencia.
Ciertamente ha de ser circuncidado el siervo nacido en tu casa o el
comprado con tu dinero; así estará mi pacto en vuestra carne como pacto
perpetuo. Mas el varón incircunciso, que no es circuncidado en la carne de su
prepucio, esa persona será cortada de entre su pueblo; ha quebrantado mi pacto.
(Lv 12,3; al octavo día será circuncidado.
Deuteronomio 30:6

Además, el Señor tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tus


descendientes, para que ames al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu
alma, a fin de que vivas.

2. Una especie de penitencia

Una especie de penitencia para la remisión de los pecados actuales.


Tuvieron ese carácter los llamados ‘sacrificios por el pecado y el delito’,
promulgados posteriormente de forma más determinada por la Ley de Moisés.

La remisión en el Antiguo Testamento

En el Antiguo Testamento, la remisión se asociaba con los sacrificios de


animales que se ofrecían para el perdón de los pecados. Estos sacrificios eran
una forma de expiación temporal que permitía a las personas acercarse a Dios.
Sin embargo, estos sacrificios no podían proporcionar una remisión completa y
permanente de los pecados.

 Levítico 17:11: Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he


dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma
sangre hará expiación de la persona.
 Salmos 32:1: Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada,
y cubierto su pecado.
 Isaías 53:5: Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos
nosotros curados.

Estos fueron los signos, acontecimientos o misterios del período de la Ley


Natural, y que más tarde fueron complementados por Moisés, en el período de la
Ley Escrita, período este en que se puede afirmar que ciertamente ha habido
verdaderos signos o fundamentación de lo que a partir de la venida de Cristo
conocemos como sacramentos aunque sin utilizar tampoco la palabra sacramento,
pero sí la palabra misterio, por ejemplo, en Mateo 13, 11, Jesús dice: “A vosotros
os es dado saber los misterios del reino de los cielos”.
La Ley Escrita

Llaman período de la Ley Escrita al período comprendido desde Moisés


hasta Cristo. Además de la circuncisión y de ciertos sacrificios por el pecado, se
agrega todavía durante este período la celebración del cordero pascual, que era
una pre-figura de la Eucaristía y la consagración por la cual Aarón sus hijos y
descendientes eran destinados al sacerdocio que, a su vez, era una pre-figura del
sacramento de la Orden.

La Ley de Moisés o Ley escrita

Uno de los elementos más destacados en la Biblia es la Ley de Moisés, un


conjunto de reglas y mandamientos que Dios dio al pueblo de Israel a través de
Moisés en el Monte Sinaí. Según la tradición bíblica, Moisés subió al monte y allí
recibió las tablas de la Ley directamente de la mano de Dios. Estas tablas,
conocidas como las Tablas de la Ley, eran de piedra y estaban grabadas con los
Diez Mandamientos. Estos mandamientos, considerados los pilares de la Ley de
Moisés, son la base moral y ética del pueblo de Israel y de muchos creyentes en la
actualidad.

3. Cordero Pascual

Cordero que se le ordenó a los israelitas comer con ritos peculiares como
parte de la celebración de la Pascua. El mandato divino aparece registrado por
primera vez en Éxodo 12,3-11, donde se representa a Yahveh como dando
instrucciones a Moisés para librar a los judíos de la última plaga infligida a
los egipcios, es decir, la muerte del primogénito.

En el décimo día del primer mes cada familia (o grupo de familias, si eran
pequeñas) tomaría un cordero sin mancha, macho, de un año, y lo guardaría
hasta el día décimo cuarto, y lo sacrificaría al atardecer. La sangre del cordero
debía ser rociada sobre el dintel y las jambas de las puertas de las casas en la
que se comería la comida pascual. El cordero debía ser asado y comido
con pan sin levadura y hierbas amargas.

Se debía consumir todo el cordero, cabeza, pies y entrañas, y si quedaba


alguna cosa hasta la mañana, debía ser quemada en el fuego. Se les ordenaba
a los israelitas comer de prisa, con las cinturas ceñidas, el calzado en los pies y
el bastón en la mano “pues es la Pascua (es decir, el Paso) del Señor.” La
sangre del cordero en las jambas servía como señal de inmunidad o protección
contra la mano destructora del Señor, quien destruyó en una noche a todos los
primogénitos de la tierra de Egipto, tanto del hombre como de la bestia. Esta
ordenanza se repite en forma abreviada en Núm. 19.11-12, y de nuevo
en Deuteronomio.16,2-6, donde se mencionan a la oveja y el buey en lugar del
cordero.

4. La consagración de Aarón y sus hijos Éxodo 29, 35

Este versículo de la Biblia nos habla de la consagración de Aarón y sus


hijos. Dios le da a Moisés instrucciones detalladas sobre cómo se debe realizar
esta consagración. En Éxodo 29:1, Dios le dijo a Moisés que tomará a Aarón y a
sus hijos y los consagrarán para servir como sacerdotes. Esta tarea era de gran
importancia, ya que estos hombres serían los intermediarios entre el pueblo de
Dios y Él.

Importancia de la consagración

La palabra "consagración" significa "separar para un propósito sagrado". La


consagración de Aarón y sus hijos como sacerdotes era una ceremonia sagrada
que los separaría del resto del pueblo de Israel y los prepararía para servir a Dios
en el tabernáculo. La ceremonia de consagración implicaba tanto la santificación
de los objetos del tabernáculo como la purificación de los sacerdotes.

Para ello, Dios le ordena a Moisés que realice una serie de rituales durante
siete días consecutivos. Se debe lavar y vestir a los sacerdotes con ropas
especiales, se deben ofrecer ofrendas y sacrificios para purificarlos y se deben
ungir con aceite sagrado, entre otras cosas. Todo esto era necesario para
prepararlos para el sagrado servicio que serían requeridos a realizar.

Por último, basándose en la certeza de que ningún hombre puede salvarse


a no ser por la fe en Cristo, santo Tomás demuestra la real necesidad de los
sacramentos en la antigua Ley. Ya antes de la venida de Cristo convenía que
hubiese señales sensibles, por las cuales el hombre profesase su fe en la venida
futura del Salvador. Tales señales se llaman sacramentos.

También podría gustarte