Transicion Agroecologica CHIA

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Transición agroecológica para la

Seguridad Alimentaria y Nutricional en


el resguardo Muisca de Chía.

Sergio Antony Benavides Ocampo

Universidad Nacional de Colombia


Facultad de Medicina, Departamento de Nutrición Humana
Maestría en Seguridad Alimentaria y Nutricional
Bogotá D.C., Colombia
2020
Transición agroecológica para la
Seguridad Alimentaria y Nutricional en
el resguardo Muisca de Chía.

Sergio Antony Benavides Ocampo

Trabajo final de grado presentado como requisito para optar al título de:
Magister en Seguridad Alimentaria y Nutricional

Director: Álvaro Acevedo Osorio


PhD Agroecología

Universidad Nacional de Colombia


Facultad de Medicina, Departamento de Nutrición Humana
Maestría en seguridad alimentaria y nutricional
Bogotá D.C., Colombia
2020
Dedicatoria

A mi hogar-familia, a la
familia UN y a las familias del
resguardo de Chía.

Aba: Mazorca de maíz


Abtyba: Maíz amarillo
Achua: Mazorca tierna de maíz
Agua: Grano de maíz
Chyscamuy: Maíz negro
Cundinamarca: Tierra alta y nido de cóndores
Fapqua: Chicha
Fuqie pquyhyza: Maíz blanco
Fusuamuy: Maíz no tan colorado
Hicha: Tierra como elemento
Hichuamuy: Maíz de arroz
Iegui: Tierra como suelo
Muysca: Gente
Muysca fucha: Mujer
Nygua: Sal
Phochuba: Maíz rojo blando
Quye: Árbol
Quyhysa: Maíz colorado
Sie: Agua
Agradecimientos

El presente trabajo es el resultado de la dedicación, responsabilidad y esfuerzo por


avanzar en la construcción de la educación, lo cual no habría sido realidad sin el apoyo
de las personas presentes en cada escenario a quienes deseo agradecer a
continuación.

A la Universidad Nacional de Colombia por abrir sus puertas y permitirme crecer en


conocimientos, aptitudes y como persona. De la UN siempre me sentiré orgulloso.

A la docente Sara Eloiza del Castillo por el brillante y constante trabajo por la Maestría
en Seguridad Alimentaria y Nutricional; y a los docentes Álvaro Acevedo Osorio, quien
fue mi director de tesis, y el profesor Álvaro Parrado Barbosa, a ambos por la orientación,
seguimiento y supervisión, así como el apoyo en la construcción del presente trabajo.

A la comunidad del resguardo indígena Muisca de Chía y al cabildo gobernador, actores


principales de esta experiencia, por abrirnos las puertas y recibir este trabajo que ahora
es de ellos; esperamos continúe en marcha generando resultados favorables en
relación a los procesos de transición hacia formas más sostenibles de producir
alimentos, y que sea una herramienta que fortalezca la SAN y la identidad cultural
Muisca. Un agradecimiento muy especial a las familias que alientan este trabajo de
principio a fin, con quienes aprendí bastante y espero seguir acompañándolos en futuros
procesos para dar continuidad y replicar lo aprendido con los demás integrantes de la
comunidad.

Finalmente, gratitud a esa infinita e inagotable energía de la cual hacemos parte y nos
permite construir cosas maravillosas, en esta oportunidad un trabajo basado en los
conocimientos y experiencias con grandes y pequeñas personas. A nuestras familias
por la comprensión, amor, paciencia y apoyo. A mis compañeras-os y docentes de
maestría por aportar conocimientos, experiencias y compañía a lo largo de este proceso.
Resumen
El presente estudio investigativo construye las bases para un proceso de transición
agroecológica para aportar a la garantía de la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN)
en familias agricultoras del resguardo indígena Muisca de Fonquetá y Cerca de Piedra-
Chía-Cundinamarca. Se analizaron las limitaciones y potencialidades del contexto de
este territorio y sus familias agricultoras para emprender un proceso hacia la transición
agroecológica, la cual se concibe como un proceso complejo de cambio desde una
forma convencional de producir alimentos hacia una forma alternativa de agricultura más
sostenible, la cual implica entender cómo funcionan las dinámicas ecosistémicas que
rodea el espacio de cultivo, huerta, o chagra (agroecosistema) con el fin de no causar
daños irremediables al agua, la tierra, la biodiversidad y el aire a través de la acción
humana, puesto que estos servicios ecosistémicos sustentan la comida de todos los
seres vivos. Se planteó una metodología participativa con enfoque mixto fundamentada
en un concepto de desarrollo que parte de valores como justicia, equidad, democracia,
equidad de género y sostenibilidad, en donde los actores clave son las familias
productoras. El trabajo se realizó con 13 familias del resguardo indígena dedicadas a la
agricultura familiar con un total de 45 personas. Solo el 23% del total de los predios
familiares se encuentra sembrado con cultivos alimentarios, aromáticos, medicinales y/o
plantas de uso ritual. Estas familias agricultoras en general comienzan desde la primera
etapa de la transición agroecológica, aunque cabe resaltar que algunas familias
presentan fortalezas en las etapas 1 y 3. A pesar de las situaciones negativas como la
falta de apoyo económico desde el cabildo y el municipio y la falta de personas para
cultivar, existe un interés intacto por producir alimentos conservando el ambiente y
existe un conjunto de saberes que vale la pena promover desde el interior del resguardo
indígena para repensar lo alimentario desde la colectividad.

Palabras clave: Sostenibilidad, Transición, Agroecología, SAN, Agricultura familiar,


Indígena, Familias, Resguardo.
Abstract
This research study builds the bases for an agroecological transition process to
contribute to the guarantee of Food and Nutrition Security (SAN) in farming families of
the Muisca de Fonquetá y Cerca de Piedra-Chía-Cundinamarca indigenous reservation.
The limitations and potentialities of the context of this territory and its farming families
were analyzed to undertake a process towards the agroecological transition, which is
conceived as a complex process of change from a conventional way of producing food
towards an alternative form of more sustainable agriculture, which implies understanding
how the ecosystem dynamics that surround the cultivation space, garden or chagra
(agroecosystem) work in order not to cause irreparable damage to water, land,
biodiversity and air through human action, since that these ecosystem services support
the food of all living beings. A participatory methodology with a mixed approach based
on a development concept was posed, which takes up values such as justice, equity,
democracy, gender equity and sustainability, where the key actors are the producer
families. The work was carried out with 13 families from the indigenous reservation
dedicated to family farming with a total of 45 people. Only 23% of the total land owned
by the family farms are planted with food, aromatic, medicinal and/or ritual crops. These
farming families generally start from the first stage of the agroecological transition,
although it should be noted that some families have strengths in stages 1 and 3. Despite
the negative situations such as the lack of economic support from the indigenous cabildo
and the municipality and the lack of people to cultivate, there is an intact interest in
producing food while preserving the environment, and there is a set of knowledge that is
worth promoting from inside the indigenous reservation to rethink food from the
collectivity.

Keywords: Sustainability, Transition, Agroecology, SAN, Family Farming, Indigenous,


Families, Indigenous reservation.
Tabla de Contenido

Introducción .................................................................................................................. 1
1. Planteamiento del problema ..................................................................................... 3
1.1 Justificación......................................................................................................... 6
1.2 Pregunta de Investigación ................................................................................... 8
1.3 Estado del arte .................................................................................................... 8
1.3.1 Experiencias a nivel internacional ................................................................. 8
1.3.2 Experiencias a nivel local y nacional ........................................................... 11
1.4 Hipótesis ........................................................................................................... 12
2. Objetivos................................................................................................................. 13
2.1 Objetivo General ............................................................................................... 13
2.2 Objetivos Específicos ........................................................................................ 13
3. Marco Conceptual ................................................................................................... 14
3.1 Seguridad Alimentaria y Nutricional ................................................................... 14
3.1.1 Ejes, componentes y/o dimensiones de la SAN .......................................... 15
3.1.2 La disponibilidad de alimentos en las zonas rurales y semi rurales ............. 18
3.2 Agroecología ..................................................................................................... 20
3.2.1 Agroecosistema .......................................................................................... 20
3.2.2 Transición Agroecológica ............................................................................ 21
4. Marco contextual .................................................................................................... 24
4.1 Comunidades Indígenas en Colombia ............................................................... 24
4.2 Comunidad Muisca............................................................................................ 25
4.3 Resguardo Muisca de Chía – Cundinamarca .................................................... 26
4.3.1 Delimitación geográfica ............................................................................... 26
4.3.2 Población .................................................................................................... 27
4.3.3 Suelos y tenencia de la tierra ...................................................................... 28
4.3.4 Características ecológicas y económicas .................................................... 29
4.3.5 Organización social y política ...................................................................... 30
4.3.6 Alimentación actual en el resguardo de Chía .............................................. 32
5. Metodología ............................................................................................................ 36
5.1 Fuentes de información ..................................................................................... 37
5.2 Área y población de estudio .............................................................................. 37
5.2.1 Criterios de selección .................................................................................. 37
5.3 Fases de desarrollo y técnicas metodológicas utilizadas para la recolección de
información ............................................................................................................. 39
5.4 Análisis de la información .................................................................................. 42
6. Hallazgos y Resultados .......................................................................................... 44
6.1 FASE 1: Caracterización de los sistemas de producción en familias del
resguardo ................................................................................................................ 44
6.2 FASE 2: Construcción de criterios para la disponibilidad de alimentos .............. 46
6.3 FASE 3: Verificación de criterios en campo en el proceso hacia una transición
agroecológica .......................................................................................................... 49
6.3.1 Dimensión Ambiental .................................................................................. 49
6.3.2 Dimensión Técnico – Productiva ................................................................. 56
6.3.3 Dimensión Socio – Cultural ......................................................................... 64
6.3.4 Dimensión Económica ................................................................................ 69
6.3.5 Dimensión Político - Institucional ................................................................ 71
6.4 FASE 4: Generación de recomendaciones hacia una transición agroecológica
para la SAN. ............................................................................................................ 74
7. Discusión de Resultados......................................................................................... 77
7.1 Reconocimiento de la situación local para una transición agroecológica. .......... 77
7.1.1 Para las etapas de la transición .................................................................. 77
7.1.2 Disponibilidad y potencial productivo .......................................................... 82
7.1.3 Disponibilidad nutricional ............................................................................ 86
7.1.4 La luna como elemento ancestral para la SAN ........................................... 87
7.2 Agroecología, Soberanía y Seguridad Alimentaria ............................................ 88
8. Conclusiones .......................................................................................................... 92
Recomendaciones ...................................................................................................... 96
Referencias ................................................................................................................ 97
ANEXOS................................................................................................................... 105
Lista de Figuras
Figura 1. Costos de mantenimiento durante la transición agroecológica. .................... 23
Figura 2. Localización de comunidades Muiscas. ....................................................... 26
Figura 3. Ubicación geográfica del resguardo Muisca de Chía. .................................. 27
Figura 4. Estructura poblacional en el resguardo indígena de Chía. ........................... 28
Figura 5. Línea de tiempo del territorio Muisca de Chía relacionado con su
agroecosistema. ......................................................................................................... 33
Figura 6. Reconocimiento de las familias agricultoras en el mapa del resguardo. ....... 38
Figura 7 . Fases de desarrollo del trabajo con comunidad Muisca de Chía en 2019. .. 43
Figura 8. Modelo de cultivo actual en el resguardo (familia Los Cerezos). .................. 44
Figura 9. Rango de edades de los miembros de las familias con cultivos en el
resguardo Muisca de Chía. ......................................................................................... 45
Figura 10. Servicios públicos de las viviendas de las familias que cultivan en el
resguardo Muisca de Chía. ......................................................................................... 46
Figura 11. Grupo focal con participantes de las familias agricultoras .......................... 46
Figura 12. Priorización de criterios e intercambio de semillas. .................................... 48
Figura 13. Inventario de especies arbóreas y usos en los predios de las familias del
resguardo y sus alrededores....................................................................................... 50
Figura 14. Inventario de especies vegetales en cultivo y usos en los predios de las
familias del resguardo. ................................................................................................ 51
Figura 15. Forma de mantener húmedo un cultivo en familia del resguardo. .............. 54
Figura 16. Índice de Shannon para agrobiodiversidad en parcelas del resguardo. ..... 57
Figura 17. Área sembrada en los predios de las familias. ........................................... 58
Figura 18. Agroquímicos utilizados en los cultivos de las familias en el resguardo
Muisca de Chía. .......................................................................................................... 59
Figura 19. Cultivo de granadilla en la finca-hogar San Luis......................................... 60
Figura 20. Tipo de agroquímicos utilizados en los cultivos de las familias en el
resguardo Muisca de Chía. ......................................................................................... 61
Figura 21. Lombricomposta en la familia El Recuerdo. ............................................... 62
Figura 22. Extractos naturales y mezclas utilizados en los cultivos de las familias en el
resguardo Muisca de Chía. ......................................................................................... 62
Figura 23. Destino de los alimentos cultivados por las familias que cultivan en el
resguardo Muisca de Chía. ......................................................................................... 63
Figura 24. Producción de alimentos cultivados por familias en el resguardo Muisca de
Chía. ........................................................................................................................... 64
Figura 25. Rango de edades de los miembros de las familias que cultivan en el
resguardo Muisca de Chía. ......................................................................................... 65
Figura 26. Participación social de familias agricultoras del resguardo. ........................ 66
Figura 27. Precio de alimentos que cultivan las familias del resguardo Muisca de Chía
si tuvieran que comprarlos en el mercado................................................................... 70
Figura 28. Identificación de soluciones, recomendaciones y actividades a realizar en el
marco del proceso de transición agroecológica para la SAN en familias del resguardo
Muisca de Chía. .......................................................................................................... 75
Figura 29. Modelo de parcela en familias que presentan un nivel incipiente en la etapa
3 de la transición agroecológica. ................................................................................. 79
Figura 30. Modelo de parcela en familias que presentan un nivel avanzado en la etapa
3 de la transición agroecológica. ................................................................................. 79
Figura 31. Nube de palabras de los criterios identificados para tener disponibilidad de
alimentos en familias del resguardo Muisca de Chía. ................................................. 83

Lista de Tablas
Tabla 1. Dimensiones de la SAN ................................................................................ 17
Tabla 2. Funciones y deberes de los miembros del cabildo indígena. ......................... 31
Tabla 3. Fundamento normativo para comunidades étnicas (indígenas)..................... 34
Tabla 4. Estructuración del estudio investigativo......................................................... 36
Tabla 5. Marco de análisis para la construcción de SAN desde el enfoque
agroecológico. ............................................................................................................ 40
Tabla 6. Verificación de criterios en campo. ................................................................ 41
Tabla 7. Criterios que determinan la disponibilidad de alimentos en el resguardo
Muisca de Chía. .......................................................................................................... 47
Tabla 8. Criterios priorizados que determinan la disponibilidad de alimentos .............. 48
Tabla 9. Número de especies vegetales en cultivo de acuerdo al uso. ....................... 52
Tabla 10. Número de especies animales menores en familias del resguardo. ............ 54
Tabla 11. Condiciones para el proceso de transición agroecológica en el resguardo
Muisca de Fonquetá y Cerca de Piedra. ..................................................................... 72
Lista de Abreviaturas

Siglas y Abreviaturas

Sigla Significado

ASIS Análisis de la Situación de Salud


BM Banco Mundial
CAR Corporación Autónoma Regional
CONPES Consejo Nacional de Política Económica y Social
CNA Censo Nacional Agropecuario
DANE Departamento Administrativo Nacional de Estadística
DGOAT Dirección de Gestión de Ordenamiento Ambiental y Territorial
DNP Departamento Nacional de Planeación
DSS Determinantes Sociales de la Salud
EDA Enfermedad Diarreica Aguda
ENSIN Encuesta Nacional de Situación Nutricional
ETA Enfermedades Transmitidas por Alimentos
FAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura
FMI Fondo Monetario Internacional
ICANH Instituto Colombiano de Antropología e Historia
ICBF Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
INCAP Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá
INCODER Instituto Colombiano de Desarrollo Rural
INS Instituto Nacional de Salud
INTA Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
IPM Índice de Pobreza Multidimensional
IRA Infección Respiratoria Aguda
MINSALUD Ministerio de Salud
NBI Necesidades Básicas Insatisfechas
OBSAN Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional
OBSSAN Observatorio de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional
ODM Objetivos de Desarrollo del Milenio
ODS Objetivos de Desarrollo Sostenible
OIT Organización Internacional del Trabajo
OMC Organización Mundial del Comercio
OMS Organización Mundial de la Salud
ONIC Organización Nacional Indígena de Colombia
OPS Organización Panamericana de la Salud
PNSAN Plan Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional
PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
POMCAS Plan de Ordenamiento y Manejo de Cuencas Hidrográficas
SAN Seguridad Alimentaria y Nutricional
SoA Soberanía Alimentaria
UMATA Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria
UPA Unidades de Producción Agropecuaria
UPRA Unidad de Planificación Rural Agropecuaria

Abreviatura Significado

ha Hectáreas
Introducción
El presente trabajo muestra una experiencia en el resguardo Muisca de Fonquetá y
Cerca de Piedra de Chía – Cundinamarca, en la cual el tema central fue lo alimentario
y del cual a su vez se desarrollan temas ambientales, humanos y nutricionales. En esta
oportunidad se logró conocer las experiencias de agricultura familiar de algunos
moradores del resguardo, quienes amablemente contaron la manera en que desarrollan
sus cultivos alimentarios que utilizan para el autoconsumo mayoritariamente, pero
también para vender algunas de las producciones de cierto tipo de alimentos, entre ellos,
mora, granadilla, tomate de árbol, papa, entre otras. También contaron sus expectativas
y aspiraciones en el contexto de un resguardo indígena que cada día lucha por
consolidar una identidad cultural, en la cual lo alimentario debe tener un lugar
indiscutible, no solo por ancestralidad, sino por reivindicación, por dignidad y por
conexión con la madre tierra.

Con este trabajo se quiere aportar a la construcción de la Soberanía y Seguridad


Alimentaria y Nutricional desde el enfoque agroecológico para el resguardo Muisca de
Chía, en lo que los académicos han denominado una transición agroecológica, la cual
se concibe como un proceso de cambio desde una forma convencional de producir
alimentos a una forma alternativa de hacer lo mismo, producir alimentos, pero sabiendo
que antes de hacerlo debemos intentar entender cómo funcionan las dinámicas
ecosistémicas que rodean ese espacio de cultivo, huerta, chagra, jardín, etc, que se
convierten en un agroecosistema, para no causar daños irremediables al agua, a la
tierra, a la biodiversidad, al aire, que sustentan la comida de todos los seres vivos.

En la primera parte se discute acerca de la problemática que se presenta en el contexto


del resguardo Muisca de Fonquetá y Cerca de Piedra, destacando la reducción de los
espacios para cultivar en lo que corresponde al territorio resguardado que son cerca de
200 Ha, de las cuales aproximadamente 67% es de reserva forestal y se encuentran en
una zona periurbana, la cual cada vez más ve surgir una nueva construcción urbanística.
Además, el desinterés por algunas personas, entre ellas los jóvenes, en aprender acerca
de cultivar sus propios alimentos. También la falta de políticas, programas y proyectos

1
que promuevan la generación, activación y financiación de nuevas experiencias en
agricultura familiar en búsqueda de la SAN, por caminos de la sostenibilidad, en donde
es fuerte la agroecología.

En segunda instancia se presenta el marco conceptual que gira en torno a la SAN, la


Transición Agroecológica y el contexto de las comunidades indígenas de Colombia
hasta llegar a la comunidad Muisca de Chía reconocida como resguardo indígena desde
el año 2013 por el extinto INCODER. Se detalla el significado del agroecosistema con
sus características. Se subrayan los principios de la agroecología como los pilares clave
para emprender un proceso de transición agroecológica, que en las familias del
resguardo es incipiente, aunque se observan diferentes prácticas y saberes que aportan
enormemente a esta transición.

Luego se mencionan las fases de la metodología en las cuales se cumplen con los
objetivos específicos trazados, en la primera fase se caracteriza a las familias
agricultoras, en la segunda fase se construye participativamente criterios para valorar el
proceso de transición agroecológica, en la tercera fase se realiza la verificación en
campo de los criterios construidos con la comunidad y en la fase cuatro se presentan
las recomendaciones generadas para las familias en general del resguardo, que
contribuyan a orientar ese proceso de transición agroecológica para la SAN.

Finalmente se presentan los hallazgos y resultados que se obtuvieron de las visitas


hechas a los predios de las familias y se resaltan los datos más relevantes obtenidos
para generar la discusión de los mismos y saber en cuáles puntos críticos se debe
apoyar el proceso de transición, para que pueda hacerse a través de la promoción del
dialogo entre grupos de personas que discutan estos temas, generando líderes que
ayuden a su vez a inspirar a más personas dentro del resguardo, y que de manera
colectiva se pueda planificar la estructura del territorio, en donde la producción de
alimentos respetando la tierra sea el emblema de los Muiscas de Chía.

2
1. Planteamiento del problema

El mundo actual tiene enormes desafíos para garantizar la SAN, entre ellos, reducir y
eliminar el hambre en las diferentes regiones, avanzar en el camino hacia condiciones
de equidad en las sociedades, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en
la producción global de alimentos, entre otras; pero también, poder salir de la agricultura
moderna insostenible que tiene consecuencias negativas ambientales y sociales. Esta
agricultura insostenible tiene sus raíces con la aparición de la Revolución Verde después
de la segunda guerra mundial, la cual tuvo aumentos importantes en la producción, pero
también ocasionó destrucción de bosques, pérdida de biodiversidad, agotamiento de los
recursos renovables y contaminación de la tierra y el agua por el uso de agroquímicos
(Horton, 2017), provenientes del agronegocio, es decir, de las transnacionales agrarias,
alimentarias y comerciales que impulsan la industrialización a lo largo de toda la cadena
de valor, desde el campo hasta el mostrador de la tienda (Hienrich Boll, 2018, p. 7).

Estas transnacionales visualizan el alimento como una mercancía y no como un bien


humano, imponiendo su poder y sus nuevas patentes, dejando fuera del camino a otras
comunidades como campesinos e indígenas, quienes observan cómo sus semillas
tradicionales desaparecen y se sustituyen por semillas modernas de la mano de los
monocultivos. De esa forma, las comunidades campesinas e indígenas, sobre todo de
países del sur, luchan contra los barones de la soya, los exportadores de aceite de
palma o las transnacionales mineras, por demostrar que así como en un tiempo la
agricultura indígena dio al mundo el maíz, cacao, ají, tomate, papas y frijoles (Hienrich
Boll, 2018, p. 40), hoy puede aportar mucho más desde sus conocimientos y saberes
locales en la búsqueda por garantizar una alimentación y nutrición adecuada para las
personas de los diferentes territorios.

En Colombia, un país pluriétnico, multicultural y megadiverso, las comunidades


indígenas representan el 4.4% de la población colombiana (DANE, 2019) y están

3
distribuidas a lo largo y ancho del país, ocupando cerca de 32.2 millones de hectáreas
pertenecientes a resguardos indígenas, pero de ese territorio apenas el 1,4% (454.782
ha) tiene vocación agrícola y otro 1% tiene vocación pecuaria; esto sin tener en cuenta
la calidad de la tierra (Ministerio de Salud y Protección Social, 2016). Entonces no es
cierto que los indígenas sean los grandes terratenientes del país, sino que más bien,
son comunidades que salvaguardan diversos territorios culturales, ancestrales y
naturales.

Estas comunidades son víctimas de inequidades en muchos sentidos, lo cual se


evidencia en los múltiples indicadores de desarrollo social que describen, entre otros, la
persistencia de inseguridad alimentaria, los desplazamientos por la violencia, deficientes
condiciones de educación, salud, vivienda y servicios públicos, además de altas tasas
de mortalidad y pobreza extrema (CEPAL, 2011, p. 20) (Ministerio de Salud y Protección
Social, 2016, p. 17). Por ejemplo, el porcentaje de inseguridad alimentaria en
comunidades indígenas en Colombia es el más alto con 77%, mientras
afrodescendientes presentan 68,9% y sin pertenencia étnica presenta 52,3%. Por otra
parte, la población indígena presenta los porcentajes más altos en retraso en talla
(29.6%), desnutrición aguda (2.9%) y desnutrición global (7.2%) para niños y niñas entre
0 a 4 años de edad con respecto a los porcentajes en afrodescendientes, sin pertenencia
étnica y el total nacional, cuyas prevalencias son menores (ENSIN, 2015).

No obstante, el grado de afectación a que están sometidas las distintas comunidades


indígenas en el país, no es igual. En general, aquellas comunidades más cercanas a
centros urbanos, tienen más oportunidades de acceso a ciertos servicios que aquellas
localizadas en las regiones apartadas. Por ejemplo, si se compara los indígenas
Muiscas de Chía, ubicados en el altiplano cundiboyacense, con la comunidad Wayuú de
la Guajira y se analizan las cifras de muertes por desnutrición, o los casos de
desplazamiento por violencia armada en la comunidad Wounaan del pacífico
colombiano, se encontrarían amplias diferencias, que colocan a la comunidad Muisca
de Chía en una mejor posición.

Aunque, si bien la cercanía a los centros urbanos supone ventajas, también supone
ciertas desventajas. La comunidad indígena Muisca de Chía al igual que otras
comunidades muiscas actualmente sufren un proceso de aculturación de muchos años,
que se centra en la pérdida de valores ancestrales y en la pérdida de cosmovisión y
cosmogonía Muisca, la cual han querido recuperar y mantener durante las últimas
décadas a través de diferentes luchas. Sin embargo, este proceso ha llegado hasta tal

4
punto en donde algunos miembros de la comunidad Muisca de Chía afirman no sentirse
indígenas (Diaz et al., 2011, p. 45), lo cual es preocupante porque además conlleva a
un desinterés por parte de los jóvenes por conservar esas costumbres ancestrales como
la agricultura propia con base en prácticas respetuosas con la madre tierra, la agricultura
con base en las fases lunares, la generación de sus alimentos a partir de huertas
familiares y comunitarias, entre otras; por lo tanto, estos jóvenes y la comunidad en
general terminan fijando su atención sobre todo, en las dinámicas de las ciudades,
donde dedican su tiempo a estudiar, trabajar y otras actividades propias de los centros
urbanos, y al final se alejan de su territorio debilitando la autonomía alimentaria que les
caracterizaba.

Sumado a lo anterior, también se destaca la pérdida de espacios para la agricultura y la


ganadería, esto debido al fuerte crecimiento poblacional de la cabecera municipal del
municipio de Chía y la tendencia de urbanización que viene ocurriendo desde décadas
anteriores (Contreras Ortíz, 2017, p. 27). De esa forma el resguardo indígena de Chía
viene perdiendo terrenos que anteriormente se utilizaban para actividades
agropecuarias y hoy en día solo se evidencian pequeñas áreas de huertas caseras.

Por otra parte, existe un aspecto que impacta negativamente las tradiciones
agroalimentarias del resguardo Muisca de Chía, este aspecto hace referencia a la
pérdida de la concepción del respeto por la tierra al momento de cultivar alimentos,
prueba de ello es que algunas personas hacen uso constante de agrotóxicos para
solucionar problemas como el alistamiento y barbecho de los terrenos, entre ellos el
“Round Up” o glifosato, el cual es muy conocido entre la comunidad indígena de Chía
(Benavides et al., 2017), y del cual, además, se ha documentado su efecto perjudicial
para los suelos, los sistemas acuáticos, las especies que allí se encuentran, los medios
circundantes y los seres humanos (Pérez et al., 2010, p. 80). Otro agroquímico de uso
recurrente en esta comunidad es el “Curacrón” (Benavides et al., 2017), el cual se
encuentra en grado de toxicidad II “moderadamente peligroso” (OMS, 2009) y ha sido
retirado por diferentes países por estar vinculado con problemas a la salud de la
población y el ambiente (Varona et al., 2012).

De esta forma, la cultura Muisca de Chía ha debilitado su identidad en relación a su


cosmovisión específicamente en uno de sus rasgos centrales, es decir en sus prácticas
de producción agropecuaria, las cuales incluían métodos mecánicos respetuosos con la
tierra y su entorno. Se ha olvidado que existen otras alternativas ancestrales, resilientes
y creativas que no atentan contra la biodiversidad y sus ecosistemas, sino que por el

5
contrario promueven la sostenibilidad y el respeto por la tierra. En ese sentido aparece
la alternativa de la agroecología, la cual es entendida por las comunidades, no solo de
Colombia sino de América Latina y el mundo, como la combinación de distintos saberes
campesinos, indígenas y científicos, para hacer una agricultura más armoniosa con el
medio ambiente y lograr incrementar la producción, lo cual abre la puerta para procesos
de recuperación y/o fortalecimiento de la SAN de cualquier región.

1.1 Justificación

El interés de realizar un trabajo en SAN con la comunidad Muisca del municipio de Chía
nace a partir de dar continuidad a un trabajo realizado en el año 2017 desde la
Especialización en Alimentación y Nutrición en Promoción de la Salud de la Universidad
Nacional de Colombia, en donde se evidenció el fuerte interés de los comuneros-as por
el tema de la recuperación de los espacios para sembrar alimentos autóctonos, por lo
cual se emprende este trabajo que busca fortalecer la SAN del resguardo, promoviendo
una alimentación basada en el autoconsumo, que provenga del esfuerzo de trabajar
participativamente la tierra con base en la sostenibilidad de los agroecosistemas.

Actualmente aún existen espacios dedicados a la agricultura familiar y comunitaria en el


resguardo de Chía, por lo cual se busca llegar al diálogo para retomar y visibilizar los
aportes y sabidurías de los indígenas que allí habitan y cultivan, pero también recuperar
las relaciones de respeto por la tierra que es una idea emblemática en comunidades
indígenas. Es decir, esta comunidad debe fortalecer su cosmovisión de la mano de
prácticas alimentarias saludables tanto para el ser humano como para el ambiente, lo
cual se fundamenta desde los espacios de cultivo y es desde allí que se comienza a
forjar una identidad indígena sabedora de lo alimentario y se comienza a entender que
el conocimiento indígena es y será parte fundamental en los sistemas alimentarios, hoy
más que en el pasado, y su preservación puede ser considerada como necesaria en
esta sociedad moderna (Salgotra & Gupta, 2015, p. 39) y posmoderna.

Todos los sistemas de conocimiento en el mundo son ciencias (Delgado & Rist, 2016,
p. 39) y conjuntamente con los aportes de las diferentes ciencias y culturas se pueden
promover conceptos como el de agroecología, soberanía alimentaria, autonomía
alimentaria, entre otros, que más que conceptos son movimientos sociales y estilos de
vida, para crear municipios sostenibles, de la mano de campesinos e indígenas, quienes
son los protagonistas claves para poner en práctica sus saberes y conocimientos hacia

6
una agricultura sostenible y evitar así que se continúe colocando cemento, no solo sobre
los ecosistemas, sino además, sobre las culturas e ideas ancestrales.

Cabe subrayar que no se trata solo de recuperar y fortalecer las prácticas y saberes
indígenas, sino que además, se trata de mejorarlas de acuerdo a las dinámicas
tecnocientíficas del mundo actual, las cuales poseen un papel importante en el
desarrollo de los pueblos y en la sostenibilidad, pudiendo ser un motor de cambio
mediante un uso responsable y sostenible (Cebrián & Noguera, 2010).

La comunidad Muisca de Chía debe promover la formación de sinergias entre las


comunidades de su propia etnia, la cual está buscando actualmente redefinir su cultura,
es decir, se encuentran en un proceso de reetnización (Morales, 2015b), en donde la
unión entre ellas sería muy fortalecedor para las mismas, renovando el pensamiento
indígena y acogiendo la agricultura ancestral, pero pensando en las crisis actuales que
demandan prácticas basadas en la sostenibilidad y buenas relaciones con la naturaleza
y demás especies vivas. Se debe incentivar al indígena actual del altiplano
cundiboyacense asegurándole una vida decente que provenga de la actividad agrícola.

Se pretende dar un paso inicial en el ámbito de las huertas caseras, familiares y


comunitarias, que son consideradas como sistemas de producción ancestrales, en los
cuales se conservan diversas especies de tipo agrícola, arbóreo, aromáticas y
medicinales, y además representan un aporte económico importante que contribuye a
la seguridad alimentaria (Montenegro et al., 2017, p. 61).

Lo anterior se aborda desde el enfoque de la agroecología, la cual puede contribuir a


satisfacer nuestras necesidades alimentarias actuales y futuras, colocando en el centro
los conocimientos de los agricultores y las agricultoras. La agroecología además, refleja
los ambiciosos objetivos de la agenda 2030, como erradicar el hambre y realizar una
gestión sostenible de los servicios ecosistémicos, para lo cual se exige una transición a
sistemas alimentarios y agrícolas articulados a una visión ecológica que garantice la
seguridad alimentaria y la nutrición para todos (FAO, 2017). Se propone entonces,
avanzar en una transición agroecológica, que es un proceso complejo construido a lo
largo del tiempo y que supone un cambio en los valores y las formas de actuar de los
agricultores y de los consumidores, en sus relaciones sociales, productivas y con los
recursos naturales (Marasas et al., 2015, p. 50).

7
Los líderes agricultores-as del resguardo de Chía y el cabildo vienen desarrollando
procesos alternativos, se resalta la importancia de trabajar desde una visión ecológica
y desde la agroecología, que para algunos es equivalente a una agricultura orgánica,
pero tienen claro que los principios básicos confluyen, es decir, producir alimentos sanos
respetando la tierra y su biodiversidad. Por lo tanto, es de vital importancia emprender
este trabajo de profundización investigativa para promover el diálogo entre la comunidad
e impulsar el proceso de transición agroecológica para hacerlo más ágil y efectivo.

Aunque por otra parte, este trabajo aportaría elementos importantes en la actual
construcción del Plan de Vida indígena de la comunidad, en donde se pueden retomar
como marco referencial la agroecología y se pueden discutir la soberanía alimentaria y
la SAN para proponer ideas colectivas que ayuden a mejorar la situación alimentaria de
las familias agricultoras y la comunidad en general.

Finalmente, realizar este tipo de acciones, abriría las puertas para plantear nuevos
trabajos con otras comunidades indígenas e intentar generar alternativas de solución a
las problemáticas propias de cada comunidad y de cada región del país. Hay que tener
en cuenta que existen cerca de 87 pueblos indígenas en Colombia (DANE, 2007), con
diferentes saberes ancestrales que pueden aportar a la SAN desde sus conocimientos
tradicionales, desde sus sistemas alimentarios y desde la conservación de la
biodiversidad, porque ellos son los custodios del medio ambiente.

1.2 Pregunta de Investigación

¿Cuáles son las condiciones que limitan y favorecen un proceso de transición


agroecológica para aportar a la garantía de la SAN en el contexto del resguardo Muisca
de Chía?

1.3 Estado del arte

1.3.1 Experiencias a nivel internacional


Existen diferentes experiencias a nivel internacional que vienen utilizando la
agroecología como ciencia, pero también como enfoque práctico o estrategia política,
para conseguir la SAN de las diferentes regiones, sobretodo en países
latinoamericanos, que es donde han surgido hace varias décadas representantes

8
importantes a nivel mundial de esta materia y que han inspirado el trabajo en muchos
otros países.

El principal referente que se tiene en cuenta para el abordaje del presente trabajo es el
desarrollado por (C. Nicholls & Altieri, 2016), titulado Agroecología: principios para la
conversión y el rediseño de sistemas agrícolas, su importancia radica en que
proporciona las bases para proponer un trabajo de transición agroecológica, el cual no
consiste simplemente en la adopción de unas prácticas como rotación de cultivos,
compostaje y cultivos de cobertura, sino además en la aplicación de principios
agroecológicos bien definidos, como el reciclaje óptimo de nutrientes, acumulación de
materia orgánica, conservación del agua y del suelo, entre otras. Además explica cómo
se va desarrollando un proceso de transición agroecológica, el cual presenta diferentes
etapas, en donde inicialmente se torna un proceso lento y con gran dependencia de
mano de obra, pero luego de un tiempo determinado, se normaliza y se pueden observar
los beneficios que trae, como por ejemplo el desarrollo de capacidades y el suministro
de alimentos más saludables que justifican el esfuerzo extra que el agricultor pone al
rediseñar su sistema agrícola.

A nivel latinoamericano Cuba es uno de los países que actualmente le apuesta más a
la transición de sistemas convencionales agrícolas a sistemas más sostenibles, por
ejemplo el trabajo desarrollado por (Lucantoni et al., 2018) titulado “Conversión
agroecológica para la seguridad y la soberanía alimentaria de una finca familiar”,
cuyo objetivo fue demostrar que el proceso de conversión agroecológica asegura un
nivel adecuado de seguridad y soberanía alimentaria y mejora las condiciones de vida
de los campesinos. Se analizaron los resultados a través de los ejes de la Seguridad
Alimentaria desde la FAO, es decir, desde la disponibilidad, el acceso, la estabilidad y
la utilización biológica de los alimentos. La finca de la familia allí analizada pasó de
cultivar únicamente tabaco a cultivar cerca de 26 especies vegetales con producciones
entre los 10 a 1800 Kg/año; gracias a esta diversificación se sentaron las bases para la
seguridad alimentaria de las pequeñas explotaciones campesinas. Esta experiencia es
un insumo importante para el presente trabajo, puesto que se puede realizar una
comparación con el análisis a través de los ejes de la SAN desde la Universidad
Nacional de Colombia.

Otra experiencia interesante es la desarrollada en México por (Duché et al., 2017), con
un trabajo denominado “Agricultura de traspatio y agroecología en el proyecto
estratégico de seguridad alimentaria (PESA-FAO)”, en el que destacan la agricultura
de traspatio como base importante para la producción sostenible de alimentos orientada

9
a lograr o recuperar la seguridad alimentaria y valorando las lógicas tradicionales desde
el enfoque agroecológico, las cuales están estrechamente vinculadas con el uso
intensivo de la biodiversidad dentro de los sistemas agrícolas. Se promueven lo que en
esencia desarrolla la agroecología, como la conservación de los suelos, camas
biointensivas, lombricomposta, abonos orgánicos, fertilizantes orgánicos, rotación de
cultivos y asociaciones, entre otras. También concluyen que el enfoque agroecológico
favorece el desarrollo de capacidades, al igual que la seguridad alimentaria de las
familias rurales; pero que este debe ser más explícito y claro dentro de este tipo de
proyectos. Este trabajo es importante además, ya que trae ideas de indicadores
desarrollados para cada una de las dimensiones de la agroecología, como la ambiental,
económica y socio cultural, de esta última se afirma que es necesario conocer y
entender la cultura y estructura social de las comunidades para entender el porqué de
sus prácticas y cuáles son sus necesidades. (Lucantoni et al., 2018)

Finalmente, a nivel internacional, se encuentran variados trabajos en transición


agroecológica desarrollados en Argentina, como por ejemplo, el llevado a cabo por
(Marasas et al., 2015) denominado “Transición Agroecológica: características,
criterios y estrategias. Dos casos emblemáticos de la provincia de Buenos Aires”,
el cual tuvo como objetivo comprender la complejidad del proceso de transición y
establecer criterios que permitan su análisis. Estos criterios de análisis fueron las
características estructurales del agroecosistema que emprende el proceso, las
características de las familias productoras y los factores externos que condicionan el
proceso de transición agroecológica. Esta experiencia es relevante para la presente
investigación en varios sentidos, en primer lugar, porque allí se construye un esquema
para caracterizar la situación inicial del sistema, el cual permite visualizar los aspectos
negativos y positivos que operan en el agroecosistema, esto es importante porque se
asemeja a los objetivos aquí propuestos y además ayudan a las planificación de un
proceso de transición agroecológica. Y en segunda instancia, porque analizaron el
proceso de transición inicial y luego de 10 años también; después de ese tiempo
lograron insertar su producción en mercados de comercialización directa productor-
consumidor y ferias; pero también se consolidó la organización de todas las familias
productoras y conformaron una cooperativa de trabajo agrícola, en donde tienen
espacios para participar en la cátedra libre de soberanía alimentaria promovida por el
INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). Esto es la visualización de una
experiencia ejemplificante que a partir de sus potencialidades ecológicas y productivas
lograron avanzar en el proceso de transición agroecológica y por supuesto supone un
camino a seguir por parte de las familias del resguardo Muisca de Chía.

10
1.3.2 Experiencias a nivel local y nacional
A nivel nacional también existen numerosas experiencias que vienen adelantando
trabajos cuyo objetivo es la transición agroecológica para conseguir la SAN, una de las
experiencias es la que se evidencia en el trabajo de (Gómez et al., 2018), titulado: “La
milpa como alternativa de conversión agroecológica de sistemas agrícolas
convencionales de frijol, en el municipio El Carmen de Viboral”, en donde se
propuso un trabajo de conversión agroecológica con el fin de mejorar la sostenibilidad y
la resiliencia de las fincas de las familias participantes, desarrollando un experimento
que tomó de fundamento el sistema de cultivo indígena mesoamericano denominado
“milpa”, el cual se reconoce como un policultivo agroecológico. Se realizó un trabajo con
la metodología IAP (Investigación Acción Participativa) y además se realizó un
experimento estadístico donde evaluaron los rendimientos del frijol cultivado en
monocultivo orgánico, luego asociado al maíz y finalmente asociado al maíz y al
calabacín. El grupo utilizó diferentes prácticas agroecológicas como por ejemplo: uso de
policultivos con semillas sanas y productivas, época de siembra apropiada,
espaciamiento adecuado, rotación de cultivos, visitas periódicas al cultivo,
desinfestación de herramientas, aplicación de materia orgánica, cobertura del suelo,
entre otras. Finalmente se confirmó que cuando hay asociación de cultivos, se influyen
mutuamente y se mejoran los rendimientos, por lo tanto se aumenta la biodiversidad y
se fortalece la seguridad alimentaria de la mano del conocimiento tradicional y la ciencia
moderna.

Otra experiencia interesante es la desarrollada por (Franco, 2011) denominada Thul


Nasa: huerto casero tradicional, modelo de desarrollo alternativo en el resguardo
indígena de Yaquivá, en donde se propone el rescate y mejoramiento del modelo THUL
NASA como una estrategia importante para la soberanía alimentaria de las familias
indígenas y base productiva de reconstrucción de la cosmovisión Nasa. El Thul es la
huerta de los indígenas, es un huerto cerca de los hogares con una diversidad de plantas
y árboles frutales, muy similar a lo que se observa en el resguardo Muisca de Chía. El
resguardo de Yaquivá está integrando a la cultura Nasa una estrategia de producción
agropecuaria con enfoque agroecológico, buscando fortalecer la seguridad alimentaria
y la generación de ingresos adicionales que permitan mejorar la calidad de vida de sus
familias, además están adicionando a los currículos escolares los conocimientos
ancestrales y agroecológicos.

Finalmente, muy cercano al nivel local, una experiencia importante para el presente
trabajo investigativo es la realizada por (Acevedo, 2013) con la Red Agroecológica
Campesina de Subachoque en la sabana de Bogotá, donde se realizó un estudio de

11
caso para ejemplificar la aplicación de la Metodología para Evaluación de
Sustentabilidad a partir de Indicadores Locales en el diseño y desarrollo de un
Programa Agroecológico (MESILPA). De allí se retoman elementos fundamentales
para la metodología del presente trabajo y además porque con MESILPA lograron
construir un concepto propio de sustentabilidad, que en este caso se realizaría para la
SAN y la construcción de criterios que aporten a la comprensión de la complejidad de
un proceso de transición agroecológica y la generación de acciones tendientes a mejorar
el estado de SAN en el resguardo a través de la sostenibilidad de los sistemas
agroalimentarios que es el corazón de la agroecología.

1.4 Hipótesis

En el resguardo Muisca de Chía (Cundinamarca – Colombia) está ocurriendo un proceso


de transición agroecológica hacia la SAN con ciertas limitaciones en cuanto a la
agricultura familiar que aún se desarrolla en el territorio, pero también existen elementos
esenciales que podrían potenciarla y facilitarla.

12
2. Objetivos

2.1 Objetivo General

• Analizar las limitaciones y potencialidades hacia un proceso de transición


agroecológica que aporte a la garantía de la SAN en familias del resguardo Muisca
de Chía.

2.2 Objetivos Específicos

• Caracterizar las experiencias de producción alimentaria familiar teniendo en cuenta


las condiciones de disponibilidad de alimentos en el resguardo.

• Construir criterios para valorar un proceso de transición agroecológica desde las


dimensiones productiva, ambiental y socio cultural identificando la influencia en el
eje de disponibilidad de la SAN para el contexto del resguardo.

• Generar recomendaciones a partir de la identificación y análisis de los aspectos que


limitan y favorecen el proceso de transición agroecológica para contribuir a la
construcción concertada de una estrategia genuina para aportar a la SAN.

13
3. Marco Conceptual

3.1 Seguridad Alimentaria y Nutricional


La SAN (en un principio únicamente Seguridad Alimentaria), parte desde un punto
fundamental, sobre el cual se basan sus argumentos y es su razón de ser, se trata del
derecho a la alimentación, manifestado inicialmente en la declaración universal de los
derechos humanos (1948) como parte esencial del bienestar humano, pero también
suscrito en pactos internacionales y directrices apoyados por diferentes países, quienes
han incorporado este importante derecho en sus constituciones políticas.

La SAN más que a un concepto es una construcción constante o constructo que se


territorializa, es decir, que presenta diferentes matices de acuerdo a la región. De
acuerdo con (Bianchi & Szpak, 2014, p. 2), la SAN tiene cerca de 200 definiciones y
alrededor de 400 indicadores que apoyan la comprensión de todo lo que implica. Esto
sucede debido a que la SAN es utilizada para fundamentar propuestas de política
pública y por ello aparece como un componente en disputa con una diversidad de
visiones y conflictos que involucra a gobiernos, organismos internacionales,
representantes de sectores productivos, organizaciones de la sociedad civil y
movimientos sociales, entre otros (Maluf & Mendonça, 2012, p. 46).

No obstante, cabe mencionar que estas definiciones, como por ejemplo la colombiana
mediante el CONPES 113 o la centroamericana por medio del INCAP e incluso la visión
desde la FAO, consideran elementos básicos como la disponibilidad, el acceso, el
consumo y la utilización biológica de los alimentos, que son similares a propuestas
hechas por la conferencia Internacional de la Nutrición, el PNUD, el BM, la Agencia para
el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos de Norteamérica, entre otras (INCAP,
n.d.).

Para realizar diálogos y debates acerca de los avances y situación en seguridad


alimentaria, se han dado reuniones entre países para avanzar en el tema; estas
reuniones se han convertido en hitos de La SAN, como por ejemplo, la Conferencia

14
Mundial sobre la Alimentación (1974), luego la Cumbre Mundial sobre la Alimentación
(1996), en la cual se dijo que “La seguridad alimentaria existe cuando todas las personas
tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes,
inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias
alimentarias para llevar una vida activa y sana”; posteriormente la Cumbre Mundial
sobre la Alimentación (2002), luego en 2009, 2010 y consecutivamente una serie de
conferencias, cumbres, comités y demás, que resultan importantes en el sentido que
generan compromisos futuros en materia de la garantía a la seguridad alimentaria de
las diferentes comunidades. Estos compromisos vienen ligados a las agendas de
desarrollo, como por ejemplo los ODM en su momento, y ahora los ODS 2015-2030.

3.1.1 Ejes, componentes y/o dimensiones de la SAN


Se sabe que la SAN hace referencia a un constructo de carácter multisectorial y
multidimensional, y eso se puede evidenciar inicialmente observando sus componentes
conceptuales, que algunos llaman ejes o dimensiones: disponibilidad, acceso (físico y
económico), estabilidad, consumo, utilización o aprovechamiento biológico, calidad e
inocuidad, entre otras.

La disponibilidad tiene que ver con la oferta o suministro de alimentos de la canasta


básica y el abastecimiento de los mismos; es función del nivel de producción de
alimentos de un país o una determinada región, pero también los niveles de las
existencias, las importaciones y el comercio neto. De acuerdo con (Gobierno Nacional,
2013), los factores que determinan la disponibilidad de alimentos son:

“La estructura productiva (agropecuaria, agroindustrial); los sistemas de


comercialización y distribución internos y externos; los factores productivos
(tierra, financiamiento, agua, tecnología, recurso humano); las condiciones
ecosistémicas (clima, recursos genéticos y biodiversidad); las políticas de
producción y comercio; y el conflicto sociopolítico (relaciones económicas,
sociales y políticas entre actores)”

El acceso está relacionado con los ingresos y gastos que utilizarán las personas o
grupos de personas para llegar hasta los alimentos, se trata del acceso económico, por
lo tanto uno de los indicadores que explica la situación en cuanto a la accesibilidad
económica de los alimentos es la línea de pobreza y pobreza extrema, que se refiere al
porcentaje de personas que no pueden acceder a una canasta mínima de alimentos.

Por otra parte se encuentra el acceso físico, que está relacionado con la infraestructura
vial que une a los productores alimentarios con los mercados locales, las ciudades,

15
intermediarios y otros productores. El acceso a los alimentos también puede verse
afectado por otros factores como el cambio de moneda, las fluctuaciones en los precios
de los alimentos principalmente a nivel mayorista, eficiencia y la transparencia en los
procesos de comercialización de alimentos y el alto costo del transporte (DNP, 2008, p.
16).

La estabilidad significa tener acceso a los alimentos de manera periódica, lo cual está
vinculado a diferentes factores como: las condiciones climáticas adversas, la
inestabilidad política (el descontento social), o los factores económicos (el desempleo,
los aumentos de los precios de los alimentos) pueden incidir en la condición de
seguridad alimentaria de las personas (CE-FAO, 2011, p. 1).

El consumo es la capacidad de la población para seleccionar, almacenar, preparar,


distribuir en la familia y consumir los alimentos que requiere el organismo. El consumo
está íntimamente relacionado con las costumbres, creencias, conocimientos y nivel
educativo de la población (FAO, 2011, p. 32). Dentro de los indicadores de este
componente se encuentra la duración de la lactancia materna exclusiva y total, también
la cantidad de determinados alimentos que ingieren las personas como por ejemplo el
consumo de frutas y verduras, el exceso de consumo de grasas saturadas, la deficiencia
en consumo de proteínas, entre otros (DNP, 2008, p. 18).

El aprovechamiento biológico o utilización se entiende como la forma en la que el


cuerpo aprovecha los diversos nutrientes presentes en los alimentos para obtener
energía y condiciones de salud (CE-FAO, 2011, p. 1). Este componente o eje es
importante, porque quiere decir que a pesar de que una persona o grupo de personas
tengan garantizados todos los anteriores componentes, puede suceder inseguridad
alimentaria, debido a que pueden sufrir malnutrición, principalmente debido a una
utilización incorrecta de los alimentos que los lleve ya sea a desnutrición o sobre peso
y obesidad. Sin embargo, no solo está implicada la malnutrición sino también una serie
de enfermedades relacionadas a la absorción de nutrientes como la anemia, deficiencia
de micronutrientes, pero también la falta de actividad física que es clave para llevar una
vida activa y sana.

La calidad e inocuidad de los alimentos comienza desde su producción en los campos


hasta el final de la cadena agroalimentaria, es decir, el consumo. Se caracteriza por
evaluar el nivel de calidad de las materias primas, la presencia de microorganismos
patógenos y sustancias contaminantes de riesgo para la salud humana, el cumplimiento
parcial de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y de Manufactura (BPM) (DNP, 2008,

16
p. 20). Uno de los indicadores de inocuidad son las Enfermedades Transmitidas por
Alimentos (ETA).

De esa forma entonces, se observa que la FAO plantea 4 dimensiones primordiales que
son: la disponibilidad física de los alimentos, el acceso económico y físico de los
mismos, la utilización y la estabilidad (CE-FAO, 2011, p. 1). Mientras que en Colombia
de acuerdo con el CONPES 113 se plantean 3 dimensiones que enmarcan la SAN que
se denominan: la dimensión de los medios económicos, la dimensión de calidad de vida
y fines del bienestar y aspectos relacionados con calidad e inocuidad; pero también
divide la SAN en 5 ejes que son: disponibilidad, acceso, consumo, aprovechamiento, y
calidad e inocuidad de los alimentos.

Por otra parte, se encuentra la visión académica desde la Universidad Nacional de


Colombia con el OBSSAN, que identifica 4 dimensiones para explicar y avanzar en el
desarrollo conceptual de la SAN, es decir, además de la seguridad alimentaria y la
seguridad nutricional, se identifica la seguridad ambiental, que implica entender que la
SAN depende tanto de las oscilaciones del mercado como también de los servicios
ecosistémicos y las fluctuaciones y cambios climáticos que tienen efectos directos en la
sobrevivencia, productividad y bienestar del ser humano; y también se identifica la
seguridad humana, que involucra los factores de tipo social y humano desde la
perspectiva del desarrollo humano (Chacón & Gordillo, 2016, p. 20).

Algunos de los determinantes e indicadores que se relacionan con las anteriores


dimensiones se expresan en la siguiente tabla:

Tabla 1. Dimensiones de la SAN

Componentes Factores determinantes Indicadores


Disponibilidad Desabastecimiento, dependencia alimentaria,
Seguridad
Accesibilidad nivel de ingreso, línea de pobreza, producción
alimentaria
Consumo per cápita, entre otras.
Ingesta Mortalidad por desnutrición, retraso en talla,
Seguridad
prevalencia de anemia, IRA (Infección
nutricional Utilización biológica Respiratoria Aguda), entre otras.
Tejido social
Responsabilidad estatal Organizaciones comunitarias, ligas de
Seguridad
Capital humano: educación, consumidores, líderes capacitados en SAN,
humana
comunicación, cultura, deserción escolar, entre otras.
recreación y tiempo libre.
Seguridad Medio ambiente Nivel de agua potable, sequías, desastres
ambiental Sostenibilidad ambiental naturales, entre otras.
FUENTE: (Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional - Universidad Nacional de Colombia (OBSAN), 2010)

17
De las anteriores dimensiones, la alimentaria y la ambiental están íntimamente
relacionadas, ambas son fundamentales, la ambiental por un lado, implica que los
ciudadanos y ciudadanas puedan gozar de una alimentación que fue producto de una
serie de trabajos con recursos naturales, o mejor, a partir de servicios ecosistémicos,
los cuales deben cuidarse hasta el punto que puedan servir a nuestras próximas
generaciones; mientras que la dimensión alimentaria abarca una serie de componentes,
entre ellos, la producción de alimentos, su abastecimiento y el logro de la soberanía
para alcanzar la suficiencia alimentaria (Chacón & Gordillo, 2016).

El concepto de SAN acogido en esta investigación corresponde a la noción que maneja


el CONPES 113, en donde se concibe como: “la disponibilidad suficiente y estable de
alimentos, el acceso y el consumo oportuno y permanente de los mismos en cantidad,
calidad e inocuidad por parte de todas las personas, bajo condiciones que permitan su
adecuada utilización biológica, para llevar una vida saludable y activa” (Gobierno de
Colombia, 2008).

3.1.2 La disponibilidad de alimentos en las zonas rurales y


semi rurales

Existen diferentes comunidades que viven en áreas rurales, siendo las más conocidas
las campesinas y las indígenas, en algunos casos, como por ejemplo en la comunidad
Muisca de Chía, la cual fue reconocida como resguardo en 2013 y busca avanzar en el
proceso de reindigenización o reetnización, se encuentran muchos matices de lo
campesino, entendiendo lo campesino como esa cualidad de productor de alimentos
para el autoconsumo y la venta de excedentes, con los cuales participa en el mercado
a nivel local, regional y nacional. Lo anterior sugiere que no hay una sola forma de ser
campesino, puesto que en él se expresa el reconocimiento constitucional de ser un país
pluriétnico y multicultural. Pero también sugiere que estas personas que viven en el
“campo” expresan su identidad en relación profunda con el agro, con las configuraciones
territoriales y regionales de las que forman parte (ICANH, 2018).

Las comunidades indígenas y campesinas además de tener una relación profunda con
el agro, son reconocidas por realizar un trabajo en relación con la naturaleza, implicando
manejos de la biodiversidad, para la producción de alimentos y desempeño de servicios,
lo cual se ha constituido y transmitido a través de las generaciones mediante un acervo
de memorias, saberes y formas de hacer, que le permiten actuar y garantizar su
permanencia en los procesos productivos. Esto es denominado por (Acevedo et al.,

18
2018) como la racionalidad ambiental del campesinado, que les permite la selección de
zonas agrícolas más productivas respecto a otras más frágiles en las que priorizan un
manejo de conservación natural.

De acuerdo con Toledo, 1993 citado por (Acevedo et al., 2018), también menciona la
racionalidad económica de comunidades rurales, quienes otorgan un valor de uso sobre
un valor de intercambio a los recursos disponibles en el medio natural y transformado,
lo cual significa que, en diversos grados, se prioriza la producción para el abastecimiento
familiar y de la finca, representado en alimentos de autoconsumo y materias primas que
reemplacen insumos del mercado. La producción para autoconsumo es una idea
ancestral y es de tipo familiar, campesina, indígena y comunitaria, es el sello de muchos
agricultores y agricultoras que tienen una imbricación con la tierra y habitan los
agroecosistemas produciendo y protegiendo.

Claramente la disponibilidad de alimentos en las zonas urbanas difiere en varios


sentidos a la disponibilidad de alimentos en comunidades rurales, ya que en zonas
urbanas mayormente se compra en tiendas, supermercados de cadena o plazas de
mercado. Sin embargo, no se puede hablar únicamente de zonas rurales o urbanas,
pues existen zonas intermedias, las denominadas zonas periurbanas, que es
precisamente la zona en donde se ubica el resguardo Muisca de Fonquetá y Cerca de
Piedra, en donde la situación es un poco repartida, puesto que las personas de la
comunidad tienen la posibilidad y la cercanía de acceder a los mercados y tiendas del
municipio, y a la vez, tener sus huertas o chagras caseras familiares, de donde obtienen
o autoabastecen diferentes tipos de alimentos, como frutas, verduras, hortalizas,
tubérculos, entre otros. Los productos como aceites, arroz, panela y otros granos deben
conseguirse en la zona urbana y tiendas de los alrededores, los cuales son
intermediarios.

Por otra parte, las formas organizativas y de trabajo en zonas rurales permiten tener
relaciones de autosubsistencia en el marco de la denominada agricultura familiar, la cual
en 2017 tuvo reconocimiento en la normatividad colombiana bajo la resolución 464, por
la cual se adoptan los lineamientos de política pública para la Agricultura Campesina,
Familiar y Comunitaria. La Agricultura Familiar corresponde a la particular manera de
trabajo, producción, consumo y organización desarrollada por familias rurales con un
fuerte carácter intercultural en un contexto social, económico y ambiental (Acevedo et
al., 2018). Sin embargo, de acuerdo con Roset, 2011 citado por (León, 2014), se debe
apuntar a la promoción de la agricultura familiar con métodos agroecológicos para
enfrentar problemáticas tan grandes como el hambre en el mundo.

19
3.2 Agroecología
La práctica agroecológica es tan antigua como la agricultura misma, los conocimientos
y prácticas agroecológicas fueron desarrollados por la mayoría de los pueblos
originarios en diferentes regiones del mundo, pero desde la revolución industrial,
pasando por la primera y la segunda revolución verde, fue paulatinamente invisibilizada
y desplazada por la hegemónica agricultura convencional (Tonolli, Greco, & Sarandón,
2019). Sin embargo, hace unos 40 años viene creciendo y dialogando
permanentemente con las tecnologías modernas que se acomodan a su enfoque para
contribuir al desarrollo de conceptos como el de sostenibilidad y fijar la atención en los
agroecosistemas tradicionales en comunidades campesinas e indígenas que aportan
modelos de agricultura sostenible.

La agroecología además de ser una disciplina científica, es un estilo de vida tradicional


y milenario y un movimiento social que le ha correspondido imaginar otra forma posible
de interrelacionarnos con la naturaleza, apartándose del actual modelo de desarrollo
basado en la renta y el mercado (Lugo et al., 2017). Estos tres ámbitos, la ciencia, las
prácticas y los movimientos sociales buscan, desde un abordaje holístico y
transdisciplinario, estudiar y comprender el funcionamiento de los agroecosistemas,
rescatar prácticas socioculturales y socioproductivas de los agricultores-as para
contribuir a la sostenibilidad de la agricultura y al desarrollo de los territorios rurales
(Tonolli et al., 2019).

3.2.1 Agroecosistema
Existen dos clases de ecosistemas: los naturales y los agroecosistemas tradicionales.
Los primeros son sistemas de referencia para el entendimiento de las bases ecológicas
para la sostenibilidad en un lugar determinado (ecosistemas desérticos, montañosos,
forestales, marinos, etc), mientras que el agroecosistema nos da ejemplos de cómo una
cultura y su ambiente local han co-evolucionado en el tiempo (Gliessman et al., 2007).
Ambos son relevantes en el estudio de la agroecología, la cual se considera como la
aplicación de conceptos y principios ecológicos para el diseño y manejo de
agroecosistemas sostenibles, que permitan una agricultura que se relacione bien con el
medio ambiente y que a la vez mantenga buenos resultados en la producción
(Gliessman, 2002).

En ese sentido, para entender la agroecología se debe entender el agroecosistema, el


cual sencillamente es un sitio de producción agrícola visto como un ecosistema
(Gliessman, 2002, p. 17), en donde intervienen servicios ecosistémicos para su
funcionamiento, como por ejemplo, la polinización, la regulación de plagas y

20
enfermedades, regulación de peligros naturales, formación y protección del suelo, los
ciclos de nutrientes, el ciclo del agua, entre otros (FAO, 2019), los cuales son entendidos
como una serie de fenómenos y procesos estrictamente ecológicos que benefician a la
humanidad y que de acuerdo con Turner et al., 2008 citado por (Camacho & Ruiz, 2012),
existen servicios ecosistémicos intermedios y servicios ecosistémicos finales, por
ejemplo, la polinización es un servicio intermedio mientras que la producción del
alimento es un servicio final con la clara intervención de las labores humanas para
generar los alimentos.

De acuerdo con (León, 2014, p. 203) las características de un agroecosistema son: las
condiciones climáticas, las condiciones edáficas o del suelo, el relieve, las condiciones
geográficas, en donde Colombia posee gran variabilidad al tener la selva amazónica,
los llanos orientales, la cordillera de los Andes, entre otras; otras características son el
régimen de tenencia de la tierra, que puede ser individual, en cooperativa, en arriendo
o en comunidad como los resguardos indígenas; también está el tipo de producción, el
sistema de manejo, el tipo de productor, la estructura agroecológica principal y el
tamaño.

Existen diferentes tipos de agroecosistemas como por ejemplo los sistemas pastoriles,
silvícolas, agrícolas, agropastoriles, silvopastoriles, agrosilvopastoriles, entre otros.
Entre los agroecosistemas tradicionales y ancestrales de los indígenas se encuentran
las chinampas de los aztecas, las terrazas de los muiscas e incas, las chagras de la
amazonia, las milpas de los mayas, entre otras; pero también una serie de técnicas
agrícolas como los camellones o Waru Waru en términos quechuas, zanjas, acequias,
entre otras.

3.2.2 Transición Agroecológica

Con el fin de aplicar las prácticas y principios ecológicos en los ámbitos de producción
para garantizar la sostenibilidad de los mismos, se comienza a hablar inicialmente de la
necesaria conversión de la agricultura convencional hacia una agricultura orgánica, que
básicamente implica la eliminación progresiva de insumos químicos o agroquímicos por
alternativas de baja energía, el rediseño diversificado de los sistemas agrícolas, entre
otros (Altieri et al., 1999).

Sin embargo, en lugar de conversión orgánica aparece la denominada transición


agroecológica, la cual abarca muchos más aspectos, es decir, una transición
agroecológica no solo ocurre en la finca sino también a nivel de comunidad (Marasas et
al., 2015, p. 50). La transición agroecológica puede definirse como:

21
“El proceso de transformación de los sistemas convencionales de producción
hacia sistemas de base agroecológica. Este proceso comprende no solo
elementos técnicos, productivos y ecológicos, sino también aspectos
socioculturales y económicos del agricultor, su familia y su comunidad. Por lo
tanto, el concepto de transición agroecológica debe entenderse como un proceso
multilineal de cambio que ocurre a través del tiempo” (INTA, 2012, p. 21)

En el sentido de que la transición agroecológica no solo abarca el aspecto técnico y


productivo en la finca, es que se habla de un proceso de transiciones múltiples a
diferentes escalas, niveles y dimensiones, puesto que las transiciones también ocurren
a nivel biológico, social, económico, institucional y político (Tonolli et al., 2019, p. 232),
es decir, es todo un proceso de cambio cultural.

De acuerdo con (S. Gliessman et al., 2007), (C. Nicholls & Altieri, 2016) y (FAO, 2014)
la transición agroecológica presenta las siguientes etapas por las cuales deben pasar
las experiencias de cultivos agrícolas insostenibles:

1. Incrementar la eficiencia de prácticas convencionales para reducir el consumo y


uso de insumos costosos, escasos, o ambientalmente nocivos.
2. Sustituir prácticas e insumos convencionales por prácticas alternativas
sostenibles (pesticidas botánicos microbianos, biofertilizantes etc).
3. Rediseño del agroecosistema o diversificación a través de ensamblajes óptimos
de cultivos/animales los cuales animen las interacciones que permitan al
agroecosistema patrocinar su propia fertilidad del suelo, control de plagas natural
y productividad del cultivo, de forma tal que funcione sobre las bases de un
nuevo conjunto de procesos ecológicos.
4. Restablecer una relación más directa entre los que cultivan los alimentos y los
que los consumen. Esto implica un cambio de ética y de valores…una transición
hacia una cultura de la sostenibilidad.
5. Sobre las bases creadas por los agroecosistemas sostenibles a nivel de la huerta
en la etapa 3 y las relaciones alimentarias sostenibles de la etapa 4, construir un
nuevo sistema alimentario global basado en la equidad, la participación y la
justicia, que además de ser sostenible ayude también a restablecer y proteger
los sistemas que apoyan la vida en la tierra.

La transición hacia sistemas de cultivo más sostenibles y con principios agroecológicos


es un proceso que se va desarrollando lentamente con cambios paulatinos, que suelen
ser aceptados por los agricultores, ya que una drástica modificación de su sistema
productivo, puede considerarse como altamente riesgosa (Nicholls et al., 2015). En la

22
figura 1 se observa que un proceso de transición agroecológica en sus primeros 5 años
requiere de altos costos y mano de obra intensiva para configurar la estructura del
agroecosistema con principios ecológicos, sin embargo, a partir de este tiempo el
agricultor puede comenzar a observar ciertos beneficios como por ejemplo, el desarrollo
de capacidades y el suministro de alimentos saludables, lo cual justifica el esfuerzo extra
que realizan los agricultores y agricultoras al rediseñar sus sistemas agrícolas. (Nicholls
et al., 2015).

Figura 1. Costos de mantenimiento durante la transición agroecológica.

FUENTE: (Nicholls et al., 2015)

Para ir avanzando en un proceso de transición agroecológica se deben tener en cuenta


varios criterios generales, como por ejemplo:

• Los atributos estructurales del agroecosistema, que tiene que ver con su estructura
simple o compleja, es decir número y tipo de componentes del agroecosistema,
cuáles son los recursos naturales propios, etc.
• El conocimiento ambiental local del agricultor o familia agricultora que toma las
decisiones y gestiona el funcionamiento del sistema, el cual tiene que ver con las
prácticas, creencias y experiencias del medio natural y el agroecosistema, es decir,
son conocimientos que se transmiten de generación en generación de manera oral
y genuina.
• Los factores contextuales que condicionan las posibilidades de desarrollo de un
proceso de transición, es decir, como decíamos anteriormente, la transición no debe
ser solo a nivel de finca, huerta o chagra, sino que debe incorporar en el análisis de
aspectos locales y territoriales los factores contextuales políticos, técnicos,
económicos y sociales (Marasas et al., 2015, p. 52).

23
4. Marco contextual

4.1 Comunidades Indígenas en Colombia


La situación de las poblaciones indígenas de América Latina ha sido el resultado de un
proceso histórico que comenzó con la llegada de los europeos hace más de cinco siglos,
mediante el cual fueron despojados de los territorios que habitaban, de sus espacios de
reproducción social, de su propia cultura y cosmovisiones (CEPAL, 2014). Sin embargo,
los pueblos indígenas aún conservan características sociales, culturales, económicas y
políticas que son distintas a aquellas de las sociedades dominantes en las que viven.
Según la ONIC, los indígenas han conservado una cultura aprendida a través de los
siglos, en el proceso de apropiación de los conocimientos ancestrales, tales como el
idioma, la medicina, las danzas, los cantos, la espiritualidad, los rituales, entre otros
(ONIC, 2017).

Actualmente, los pueblos indígenas en Colombia disponen de áreas resguardadas


cercanas al 30% del territorio nacional (repartidas en todas las regiones del país)
(DANE, 2005), 773 resguardos (DANE, 2014), en donde se ejerce relativa autonomía
en el ejercicio del gobierno indígena. El resguardo indígena, es:

“una institución legal y sociopolítica de carácter especial, conformada por una o


más comunidades indígenas, que con un título de propiedad colectiva goza de
las garantías de la propiedad privada, poseen su territorio y se rigen para el
manejo de éste y su vida interna por una organización autónoma amparada por
el fuero indígena y su sistema normativo propio” (Ministerio del interior, 2013).

El territorio para las comunidades indígenas representa garantía de supervivencia


porque dependen directamente de éste para la obtención de alimentos, materiales para
construcción, protección, agua y medicinas (Montes, 2016). La tierra es considerada

24
como pariente “mayor”: se debe cuidar y proteger, tiene un significado amplio que se
extiende a los recursos naturales, flora, fauna, ríos, lagos y demás (Diaz et al., 2011).

En el Censo Nacional de Población y Vivienda 2018 se identificaron 115 pueblos


indígenas nativos, es decir, 22 pueblos indígenas adicionales con respecto al censo del
2005, esto debido a nuevos reconocimientos étnicos. La mayoría de la población
indígena se encuentra entre los pueblos Wayuú, Zenú, Nasa y Pastos, los cuales juntos
reflejan el 58,1% de la población indígena del país, es decir, cerca de 1.1 millones de
personas (DANE, 2019).

La mayoría de la población indígena habita en zonas rurales (70,7 %), el 7,9 % en


centros poblados y el 21,4 % en cabeceras municipales (FAO, 2015). Existen algunos
grupos que ya no existen como los Guanes y otros que están en peligro de desaparecer,
por lo que se debe fomentar el respeto y apoyo a los procesos comunitarios de
revitalización cultural indígena que están siendo incorporados en la conducción de
procesos de autonomía y autogobierno (CEPAL, 2014).

4.2 Comunidad Muisca


De acuerdo con Martínez (I. Martínez, 2012), el periodo de ocupación de los grupos
muiscas abarca desde el siglo VIII d.C hasta el siglo XVI, aunque otros autores reportan
fechas más tempranas. En la actualidad, la cultura Muisca se conserva gracias a sus
descendientes, los cuales se asientan en el altiplano cundiboyacense y forman
resguardos y/o cabildos indígenas como en Bosa, Sesquilé, Chía, Tenjo, Suba,
Engativá, Tocancipá, Gachancipá y Ubaté (Morales, 2015).

Sin embargo, para (Gomez, 2016), existen cinco comunidades muiscas oficiales en la
actualidad: Cota, Chía, Suba, Bosa y Sesquilé (Ver figura 2). Es importante resaltar que
los indígenas muiscas presentes en el siglo XXI difieren en muchos aspectos de
aquellas que originariamente se encontraron en el territorio, en especial las
comunidades que viven cerca de las grandes ciudades como Bogotá D.C (Morales,
2015).

25
Figura 2. Localización de comunidades Muiscas.

FUENTE: (Gomez, 2016)

4.3 Resguardo Muisca de Chía – Cundinamarca


La comunidad indígena de Chía es el único resguardo Muisca legalizado, por el acuerdo
Nº 315 de 2013 del INCODER. La propiedad de carácter colectivo goza de las garantías
de la propiedad privada, pueden poseer de su territorio, se rigen al reglamento de
manejo y organización política interna, basado en la autonomía amparada por el
gobierno indígena y su sistema normativo propio, tal y como lo nombra la Constitución
Política de Colombia en el artículo 21 del decreto 2164 de 1995.

4.3.1 Delimitación geográfica


El territorio indígena se ubica en suelo rural de protección y patrimonio cultural del
municipio de Chía en las veredas de Fonquetá y Cerca de Piedra (ver figura 3), cuyos
límites geográficos, de acuerdo con el Plan de Ordenamiento Territorial de Chía 2016
(Alcaldía de Chía, 2016), son: al norte con la vereda Tiquiza, al sur con el municipio de
Cota, al oriente con el casco urbano del municipio de Chía y al occidente con el municipio
de Tenjo.

El resguardo Muisca de Chía tiene un área total de 200 ha según el INCODER, sin
embargo, según el POT 2016 de Chía, son 197 ha aproximadamente, de las cuales 69
ha corresponden a la habitación de las personas y sus hogares (Alcaldía de Chía, 2016)

26
que se encuentran distribuidos en cuatro sectores: La Pichonera, Pueblo Nuevo, La
Arenera y Los Lavaderos (INCODER, 2013).

Figura 3. Ubicación geográfica del resguardo Muisca de Chía.

Resguardo

FUENTE: POT Chía de 2016 (Alcaldía de Chía, 2016)

Como se observa en la anterior imagen, el sistema hidrográfico del municipio está


definido en su parte oriental por la cuenca del río Bogotá y en su parte occidental por
la subcuenca del río Frío.

4.3.2 Población
En el 2013 la comunidad estaba conformada por 877 personas, agrupadas en 313
familias, de las cuales 416 eran hombres representando el 47,5% y 461 mujeres
representando el 52,5% de la población (INCODER, 2013). Sin embargo, recientemente
existen alrededor de 1623 personas y 316 familias en las veredas de Cerca de Piedra y
Fonquetá, es decir cerca del 1% de la población total del municipio (Alcaldia de Chía,
2016). En la figura 4 se observa la distribución de población por grupos etarios según
sexo. Los datos actuales de la población indígena de Chía se encuentran en revisiones
y ajustes.

27
Figura 4. Estructura poblacional en el resguardo indígena de Chía.

FUENTE: Base de datos certificada SISBEM noviembre 2015, citado por Plan de desarrollo municipal de Chía (Alcaldia
de Chía, 2016)

4.3.3 Suelos y tenencia de la tierra


El resguardo indígena Muisca de Fonquetá y Cerca de Piedra es un territorio localizado
en los bordes de los cerros occidentales del municipio de chía (estrato 1), protegido bajo
un régimen administrativo especial y con suelos de protección rural considerados
patrimonio cultural, los cuales han heredado las familias actuales y que así mismo
dejarán para las futuras generaciones.

Actualmente se puede identificar un déficit de cobertura territorial que ha crecido en


todos los estratos del municipio, con ocupación territorial y población discontinua e
irregular, y con desarrollos aislados del centro urbano del municipio (Contreras, 2017);
en el caso del resguardo indígena se trata de casos aislados, pero que forman parte de
la problemática actual territorial. Aunque la mayoría de los hogares, parcelas y espacios
para cultivos alimentarios son lotes que el cabildo gobernador adjudica a cada familia
que vive en el resguardo y realiza control constante al territorio para que esta situación
se pueda mejorar.

Las familias del resguardo gozan de poder tener un respaldo constitucional que implica:
el reconocimiento al resguardo como propiedad colectiva, no enajenable, imprescriptible
e inembargable; ser entidades territoriales indígenas beneficiarias, una vez constituidas,
del Sistema General de Participaciones; y tener funciones jurisdiccionales dentro de su
ámbito territorial, de conformidad con sus propias normas y procedimientos, siempre
que no sean contrarios a la Constitución y leyes de la República. (Constitución política
de Colombia, 1991, artículos: 63, 246, 329 y 356).

28
Los indígenas del resguardo Muisca de Chía conservan diferentes elementos y
características del sujeto campesino, una de ellas es que establecen diferentes formas
de tenencia de la tierra que están relacionadas con los lazos familiares, comunitarios y
asociativos de la zona en la que viven (ICANH, 2018). Sin embargo, lo anterior también
corresponde a la visión indígena de tenencia de tierra, es decir, de forma comunitaria y
colectiva, pero además con un predominio del microfundio y la pequeña producción en
los territorios indígenas a través de la UAF (Unidad Agrícola Familiar) (González, 2011).

4.3.4 Características ecológicas y económicas


La estructura ecológica principal del municipio de Chía destaca 4 elementos naturales
de gran importancia para el ordenamiento territorial del municipio. El primero lo configura
el sistema montañoso de los cerros orientales; el segundo elemento estructurante es el
río Bogotá, afluente más importante de la Sabana; el tercer elemento corresponde al río
Frío, en el cual se han desarrollado las estructuras urbanas y suburbanas más
importantes del municipio; y el cuarto elemento estructurante es el sistema montañoso
de los cerros occidentales de Majuy y la Valvanera, que es precisamente en donde se
ubica el resguardo Muisca de Fonquetá y Cerca de Piedra. Parte de este sistema
montañoso occidental fue declarado reserva de la Cuenca Alta del Río Bogotá y aporta
varios afluentes de montaña que desembocan en el río Frío (Contreras, 2017).

El resguardo indígena se encuentra en una de las zonas de importancia ambiental para


el municipio, de las 200 ha del territorio 128 (64%) corresponden a la denominada
ZRFPP: Zona de Reserva Forestal Protectora Productora y alrededor de esta zona se
encuentran los hogares de la comunidad indígena y sus parcelas de cultivos
alimentarios propios de una agricultura familiar, es decir, de pequeña escala, los cuales
se desarrollan teniendo en cuenta las condiciones de clima del lugar y del municipio
como por ejemplo una temperatura promedio de 14°C con predominancia del clima frío
seco con precipitaciones medias de 862 mm por año y una evapotranspiración de 667
mm/año (Plan de Desarrollo Chía 2012-2015 citado por INCODER, 2013) y otras
características que se profundizarán más adelante por ser objeto del presente estudio
investigativo.

En cuanto al relieve, el resguardo indígena Muisca se encuentra ubicado en relieve de


montaña caracterizado por colinas y lomas de pendientes desde fuertemente onduladas
hasta fuertemente quebradas (INCODER, 2013). En ese contexto, los cerros más
importantes para esta comunidad indígena son los denominados cerro de la cruz y Pico

29
de águila. Además, en la zona de reserva forestal y los alrededores se encuentran
algunos nacimientos de agua importantes para la comunidad y para la región.

Por otra parte, de las 200 ha del territorio cerca del 20% han sido destinadas para la
construcción, y de esta distribución cada casa del indígena debe ocupar el 30% y el
resto debe ser destinado para los cultivos. Es un compromiso que el comunero o la
comunera debe adquirir por escrito. Y además deben tener en cuenta lo siguiente:

La comunidad debe contribuir desde sus formas de vida y cosmovisión a la


elevación de la calidad de vida y al bienestar social, sin agotar la base de los
recursos naturales renovables. Así mismo, la comunidad queda comprometida
con la preservación del medio ambiente y el derecho a las generaciones futuras
a utilizarlo para la satisfacción de sus propias necesidades (INCODER, 2013).

Esta diversidad geográfica, climática y biótica que conforma los ecosistemas de la región
ha prestado servicios de soporte a los procesos productivos que allí se desarrollan,
como por ejemplo, la presencia de ciertos cultivos alimentarios como se explica en el
numeral 4.3.6 y a lo largo del trabajo, pero también actividades como las artesanías,
puesto que en el resguardo existe un grupo de mujeres artesanas que trabajan
brillantemente materiales como el fique y otros elementos para hacer ruanas, tendidos,
bolsos, mochilas, entre otras.

Sin embargo, evidentemente no solo existen agricultores-as y artesanos-as, pues


existen múltiples ocupaciones por parte de los comuneros y comuneras del resguardo,
muchos de ellos y ellas comparten trabajos, es decir, trabajan en el municipio de Chía y
mantienen sus huertas o chagras.

4.3.5 Organización social y política


La comunidad indígena de Chía como muchas otras se organizan políticamente por
medio de cabildos indígenas. El cabildo es:

“una entidad pública especial, cuyos integrantes son miembros de una


comunidad indígena, elegidos y reconocidos por ésta, con una organización
sociopolítica tradicional, cuya función es representar legalmente a la comunidad,
ejercer la autoridad y realizar las actividades que le atribuyen las leyes, sus usos,
costumbres y el reglamento interno de cada comunidad” (Ministerio del interior,
2013a).

30
La comunidad asume la articulación entre lo espiritual y lo administrativo como un todo
que les ha permitido tener una estructura de gobierno dinámica para que, a través de la
organización y las acciones, puedan mantener la memoria histórica como Muiscas. En
este aspecto resulta relevante el apoyo de las instituciones, como por ejemplo el ICANH,
quienes apoyan todo el tema de los sitios sagrados en el resguardo y contribuyen a la
reconstrucción histórica de la cultura Muisca. Se encuentra el Chunzuá o Kusmuy que
representa la cosmogonía de la comunidad, se trata de un sitio de encuentro para buscar
el equilibrio entre el territorio, el cuerpo y las plantas. El Chunzuá actúa en articulación
con el cabildo gobernador, porque para los muiscas estas dos actividades deben ir
siempre unidas (INCODER, 2013).

A continuación se presentan las funciones de los miembros del cabildo gobernador


indígena de acuerdo con los estatutos que ellos mismos han establecido:

Tabla 2. Funciones y deberes de los miembros del cabildo indígena.

Miembro del
Funciones y deberes
cabildo indígena
• Presidir y dirigir las sesiones del cabildo gobernador.
• Llevar la representación judicial y extrajudicial del resguardo.
• Ordenar al secretario(a) la convocatoria de asamblea general
Gobernador(a)
de indígenas o de cabildo gobernador según el caso, señalando
con debida anticipación sitio, fecha y hora de reunión.

• Representar con voz y voto a todos los indígenas en reunión de


cabildo y cumplir con las tareas encomendadas por el mismo.
• Trabajar junto con el cabildo gobernador en la ejecución y
realización en los programas del resguardo.
Alguaciles • Rendir los informes por escrito sobre las tareas y/o
representaciones asignadas.
• Comunicar cualquier situación anómala observada dentro del
territorio al cabildo gobernador.

• Convocar e informar a los indígenas a las reuniones de


asamblea general ordinaria y/o extraordinaria en la forma debida.
• Citar a las reuniones de cabildo gobernador.
Secretario(a)
• Realizar actas, mantener al día los libros, llevar el control de
indígenas amonestados y sanciones, entre otras.

• Conservar y cuidar todos los nacimientos hídricos naturales,


fauna, flora y tierra que se encuentren dentro del territorio del
resguardo, los cuales hacen parte de los bienes comunes del
mismo.
Comuneros(as)
• Dar a los lotes de terrenos adjudicados en usufructo u otros
bienes de propiedad del resguardo, la destinación determinada
en los estatutos y normas especiales del acta de asignación.

FUENTE: Base de datos del cabildo indígena Muisca de Fonquetá y Cerca de Piedra.

31
4.3.6 Alimentación actual en el resguardo de Chía
La alimentación de esta comunidad por tradición reúne alimentos como maíz, quinua,
habas, fríjol, papa, arracacha (Paris & Bohada, 2007) y una preparación muy conocida
en varias culturas indígenas, como lo es la chicha. Esta alimentación se obtiene del
municipio de Chía, sus supermercados y plazas de mercado, pero también de las
huertas familiares, en las que siembran maíz, papa, arveja, fríjol, cubios, habas, tomate
y frutales como la curuba, el tomate de árbol y feijoa. También se está implementando
la siembra de manzanos, brevas, peros, ciruelos y duraznos, que se identifican como
cultivos foráneos, pero que se han adaptado al territorio y a la cultura alimentaria (Diaz
et al., 2011).

La comunidad está muy interesada en producir la gran mayoría de su canasta básica de


alimentos que provenga de sus propias huertas, pero principalmente sin agroquímicos
o como ellos en ocasiones mencionan “sin fumigos”, es decir, que sin mencionar la
palabra inocuidad como tal, ellos saben que esta serie de agrotóxicos representan un
riesgo para la salud del consumidor y además saben que es posible alejarse de estos
productos fertilizantes, insecticidas, plaguicidas, entre otros, y reemplazarlos por
técnicas naturales efectivas. Por supuesto, como ya se ha mencionado anteriormente,
también hay experiencias que sí los utilizan, aunque afirman que en cantidades
mínimas.

Finamente, cabe destacar que todo territorio tiene una historia alimentaria y de cultivos
detrás, es por ello que en la figura 5 se realiza un breve recorrido de esta zona, con
énfasis en el tema agrícola para los muiscas de Chía y su lucha por ser reconocidos
como resguardo indígena de Colombia a través de los años.

32
Figura 5. Línea de tiempo del territorio Muisca de Chía relacionado con su
agroecosistema.

FUENTE: (Correa, 2001)

33
4.4 Contexto Normativo e Institucional

La constitución política de Colombia reconoce y protege la diversidad étnica y cultural


de la nación, reconoce los resguardos indígenas como entidades territoriales, reconoce
la participación política de representantes indígenas al senado, así como también las
lenguas y dialectos oficiales en sus territorios (Constitución política de Colombia, 1991).
Se estableció un marco normativo posterior a ese año, el cual se presenta en la siguiente
tabla con los hechos más destacables:

Tabla 3. Fundamento normativo para comunidades étnicas (indígenas).

NORMA AÑO TEMA

Por la cual el Estado colombiano ratifica el convenio


Ley 21 1991 169 de la OIT de 1989, sobre pueblos indígenas y
tribales en países independientes

Por la cual se regula la creación de las asociaciones


Decreto 1088 1993
de cabildos y/o autoridades tradicionales indígenas.

Por el cual se crea la Comisión Nacional de Territorios


Decreto 1397 1996 Indígenas y la mesa permanente de concertación con
los pueblos y las organizaciones indígenas.

Reglamenta la consulta previa con las comunidades


Decreto 1320 1998 indígenas y negras para la explotación de recursos
naturales dentro de su territorio.

Distribución de competencias y asignación de recursos


Ley 715 2001
a las entidades territoriales.

“que toda la población colombiana disponga, acceda y


CONPES 113 2008 consuma alimentos de manera permanente y oportuna,
en suficiente cantidad, variedad, calidad e inocuidad”

Presenta la situación alimentaria y nutricional de los


PNSAN (anexo 2012 -
pueblos étnicos y se establece el plan de acción para
étnico) 2019
población indígena

34
De la anterior tabla se destaca la política de SAN, formulada en 2008 para el país, en
donde se establecen líneas de política que promueven la garantía de una alimentación
adecuada para toda la población colombiana, en especial población vulnerable, esto
incluye por supuesto a población indígena, la cual ya asciende a cerca de 1.9 millones
de personas de acuerdo con el censo del DANE 2018. En el marco de esta política se
formuló además el PNSAN 2012 - 2019, es decir, estaba formulado hasta este año,
ahora se espera la reformulación tanto de la política como del plan de SAN por parte del
gobierno en curso. Pero además en el año 2015 se derivó del PNSAN un anexo
dedicado a los grupos étnicos en el país, en donde se establecieron líneas de acción
específicas por grupo étnico.

Para las comunidades indígenas se destaca la línea de acción denominada:


“Fortalecimiento y consolidación de iniciativas productivas, a partir de sistemas
productivos y de intercambios tradicionales”, de allí surgen acciones importantes como
fundamento institucional para el presente trabajo debido a su relación con la temática
abordada, se trata de la acción denominada: “Recuperación de suelos para producción
agropecuaria ancestral y/o agroecológica” (FAO, 2015b).

35
5. Metodología

El presente estudio investigativo se desarrolla en el marco de la siguiente clasificación:

Tabla 4. Estructuración del estudio investigativo

Según el contraste con Es una investigación Porque busca dar respuesta a los problemas de
la realidad: empírica investigación obteniendo datos de la realidad.

Según el paradigma en Es una investigación Porque busca transformar la realidad y


que se inserta: crítica emancipar a los participantes que intervienen.

Porque integra investigación cualitativa y


cuantitativa dentro del mismo proyecto. Por
investigación de métodos mixtos se entiende a
Según el carácter de la la investigación que combina métodos de
Es una investigación
medida y de los investigación que cruzan las dos estrategias de
mixta
análisis: investigación. En ocasiones se suele utilizar el
término "investigación de estrategias múltiples"
para describir investigaciones que combinaban
investigación cuantitativa y cualitativa.

EN LA PARTE
CUANTITATIVA:
Es una investigación Porque busca describir frecuencias,
Según el nivel de
descriptiva porcentajes, medias, etc.
asociación de las
variables principales:

EN LA PARTE Porque se describen y analizan


Es un estudio de
CUALITATIVA: exhaustivamente personas, unidades sociales o
caso
Según Creswell 1998: entidades singulares.

FUENTE: (Lara, 2011) & (Bryman, 2012).

En cuanto a la metodología general, es decir, la que refleja el concepto ideológico y


orienta la selección de métodos y técnicas para lograr los objetivos inscritos en cada
concepto de desarrollo (Grundmann & Stahl, 2002), se trabajó una metodología
participativa. De acuerdo con el mismo autor, la metodología participativa se centra en

36
un concepto de desarrollo que parte de valores como justicia, equidad, responsabilidad
en la toma de decisiones, democracia, equidad de género y sostenibilidad. Se parte de
esta metodología puesto que todos estos principios son compatibles y le apuntan a ser
la base del desarrollo humano e inspiran este proceso de transición agroecológica para
la SAN en el resguardo indígena de Fonquetá y Cerca de Piedra. El método y técnicas
metodológicas se amplían en el punto 5.3.

5.1 Fuentes de información

Las fuentes primarias de información fueron los datos provenientes de las familias
participantes al interior del resguardo y como fuentes secundarias toda la literatura
relacionada con el tema, artículos científicos, repositorio institucional, libros, capítulos
de libro, bases de datos institucionales y académicas, entre otras.

5.2 Área y población de estudio

Este trabajo se llevó a cabo en el territorio del resguardo indígena de Chía, el cual se
constituye como: el Resguardo Indígena Muisca de Fonquetá y Cerca de Piedra,
localizado en jurisdicción del municipio de Chía, departamento de Cundinamarca –
Colombia. La descripción del territorio y la población del resguardo se puede apreciar
con mayor amplitud en el marco contextual punto 4.3.

5.2.1 Criterios de selección


A partir de las 316 familias que componen la comunidad se establecieron dos criterios
de selección para emprender el trabajo, los cuales fueron:

a) Que las familias residan al interior del territorio del resguardo, puesto que
existen personas y familias que hacen parte de esta comunidad, pero viven en
otros municipios e incluso otras ciudades.

b) Que tengan áreas de cultivos alimentarios, huertas familiares o chagras, o


también que tuvieran un proceso incipiente de emprendimiento hacia las
actividades dentro de la denominada agricultura familiar con base en la transición
agroecológica.

De esa manera, se consultó la base de datos del cabildo indígena y se lograron


identificar 13 familias que aún mantienen actividades agrícolas y cultivan mayormente

37
en sus espacios de vivienda, se logró trabajar con todas ellas, es decir, que la muestra
para este trabajo investigativo fue la totalidad de familias agricultoras reportadas por el
cabildo, las cuales se denominaron de acuerdo al nombre de sus parcelas o fincas: San
Luis, El Recuerdo, Las Habas, Bohío Santa Teresa, Los Cerezos, La Esperanza, La
Planada, El Romero, Árboles frutales, Papa Pepina, Terranostra, San Sibar y Los
Centavos (ver ubicación en el mapa de la figura 6).

Las Habas, El Romero, Árboles Frutales y Papa Pepina son nombres asignados en este
trabajo, puesto que estas fincas o parcelas no tenían nombre. La mayoría de ellas
ubicadas en la vereda de Cerca de Piedra entre los sectores conocido como “Los
Lavaderos” y “El paso de Bochica”, que de acuerdo a conversaciones con el cabildo son
los sectores que aun cultivan especies alimentarias. Solo 2 familias con las cuales se
trabajó están ubicadas en la vereda de Fonquetá sector Pueblo Nuevo (San Luis y San
Sibar). En los sectores de la Pichonera y La Arenera no se reportaron experiencias
agrícolas.

Figura 6. Reconocimiento de las familias agricultoras en el mapa del resguardo.

FUENTE: Google Earth

Se realizó una reunión introductoria con cada una de las familias seleccionadas
buscando la mayor participación posible de los agricultores-as e integrantes de familia
con el fin de introducir la idea del trabajo en agroecología para la SAN, motivando a las
personas a vincularse al trabajo de investigación.

38
5.3 Fases de desarrollo y técnicas metodológicas
utilizadas para la recolección de información

En cuanto al método utilizado se llevaron a cabo 4 fases de desarrollo, con base en la


propuesta MESILPA: Método para la Evaluación de Sustentabilidad a partir de
Indicadores Locales para el diseño de Programas Agroecológicos ajustando a las
necesidades del presente trabajo. El objetivo de MESILPA es proponer un
procedimiento ordenado y participativo para programas agroecológicos, que conduzca
a la definición de un concepto y a unas aspiraciones comunitarias para la agricultura
sustentable a nivel local, la construcción de indicadores propios para monitorearlos, su
evaluación y su ajuste permanente a través del tiempo (Acevedo Osorio, 2013, p. 36).
En este caso se utilizan elementos de MESILPA para construir la definición de un
concepto propio de SAN para las familias del resguardo.

En la fase 1 se realizó la caracterización de los predios o extensiones de producción y/o


huertas familiares del resguardo, teniendo como enfoque el eje de disponibilidad de la
SAN. Se utilizó un formato específico (ver anexo A), con el cual se entrevistó a cada
una de las 13 familias participantes del resguardo en visitas de campo y se complementó
por medio de la técnica denominada “mapa de recursos naturales y uso de la tierra”,
la cual está insertada en el mismo formato específico y se utilizó para evidenciar
gráficamente los distintos componentes del uso del espacio (áreas ocupadas por los
habitantes, recursos de fauna y flora, zonas de cultivo, áreas problemática o en conflicto,
etc), esto ayudó al análisis y discusión sobre la situación del estado actual de los
recursos naturales de la comunidad, para identificar potencialidades y limitaciones
(Grundmann & Stahl, 2002, p. 166).

Durante la reunión se propuso brevemente la ubicación de las experiencias en el


territorio y en el mapa actual del resguardo indígena, con el fin de hacer un
reconocimiento de la región desde el punto de vista ambiental, productivo, social y
cultural (Acevedo Osorio, 2013).

En la segunda fase se realizó la construcción de un marco de análisis con participación


de los representantes de cada familia, en donde surgieron los criterios que tienen estas
familias en lo referente a sus experiencias productivas y cómo fortalecer la SAN a partir
de una transición agroecológica, especialmente en el eje de disponibilidad de alimentos.
Se utilizó la herramienta del diálogo con grupos de trabajo o grupo focal (anexo B)
adaptado de (Geilfus, 2009) en un taller dinámico que ayudó a construir una matriz que

39
relaciona las dimensiones de la transición agroecológica y los factores que determinan
la disponibilidad de alimentos como se muestra en la tabla 5. Para ello se utilizó
visualización con carteleras en la pared y al final de la reunión se realizó un
intercambio de semillas, que previamente habían traído los representantes de cada
familia, con el fin de incentivar el intercambio de conocimientos locales y lograr la
interacción entre ellos.

Tabla 5. Marco de análisis para la construcción de SAN desde el enfoque


agroecológico.

Ejes DISPONIBILIDAD / Técnico - Socio- Política -


Ambiental Económica
Dimensiones Transición Productiva cultural Institucional

Condiciones
Ecosistémicas

Factores Productivos

Estructura Productiva

Políticas de producción
FUENTE: Ajustado de (Acevedo Osorio, 2013)

Luego de la construcción del marco anterior, que no se presentó tal cual al grupo con el
que se trabajó, sino que se separó por dimensiones de la transición agroecológica y se
realizaron las correspondientes preguntas del grupo focal. Luego se realizó la
priorización de los criterios, para lo cual se asignaron 7 votos a cada persona,
simbolizados por un círculo con marcador de color para distribuirlos entre los criterios
que se consideran más importantes para la comunidad de acuerdo a la percepción de
cada representante de la familia. Seguidamente se realizó la organización de los
criterios construidos y priorizados en la matriz por parte del investigador.

En la fase 3 se verificaron en campo los anteriores criterios identificados y priorizados


con el fin de observar el proceso de transición agroecológica para la SAN en cada una
de las familias participantes del resguardo. Para la orientación se utilizó el siguiente
cuadro de análisis:

40
Tabla 6. Verificación de criterios en campo.

MEDIDA DEL
DIMENSIÓN CRITERIO ASPECTOS + ASPECTOS -
CRITERIO

Ambiental

Técnico -
Productiva

Socio-cultural

Económica
Política -
Institucional
FUENTE: Elaboración propia

Con lo anterior se observaron las condiciones para el proceso de transición en cada una
de las experiencias de los agricultores-as y sus fincas o parcelas, pero sobretodo se
evidenciaron los aspectos positivos y negativos que contribuyeron a la construcción de
una visión de producción agrícola sostenible para garantizar la SAN en el territorio.

Finalmente, en la fase 4 se realizaron recomendaciones generales para las familias


participantes tendientes a la transición agroecológica, la cual se propone como medio
para alcanzar la SAN en el resguardo Muisca de Chía. Estas recomendaciones fueron
socializadas con las familias en el marco de un taller participativo denominado Plan
de Finca, el cual tomó algunos elementos de los que plantea (Geilfus, 2009), donde se
buscó, de forma interactiva, analizar el diagnóstico participativo de las familias y concluir
cuáles serían las acciones puntuales a seguir en el proceso de transición agroecológica
a través de un plan de acción articulado, respondiendo a preguntas como por ejemplo,
¿cómo se lograrán los objetivos de este trabajo?, ¿quién y cómo coordinará el desarrollo
de actividades futuras?, ¿cómo buscar apoyo financiero?, ¿cuántas personas se
requiere para avanzar satisfactoriamente en el proceso?, entre otras.

41
5.4 Análisis de la información

Los datos obtenidos a partir de la caracterización de las parcelas familiares y el


inventario de especies se digitaron en el programa de Microsoft Excel obteniendo
gráficas para el análisis de datos. Así mismo en Excel se utilizó la matriz de la fase 3
(ver tabla 6) y se realizó el análisis a partir de la matriz completa, la columna de “criterio”
correspondió a las variables halladas en la fase 2, la “medida del criterio” fueron todos
los datos recopilados tanto en la fase 1 como en la fase 3 y los “aspectos positivos y
negativos” fueron los que se pudieron observar a lo largo del trabajo, pero especialmente
en la fase 3 de trabajo en campo con cada una de las familias.

De esa forma, se relacionó la variable “criterio” con cada una de las dimensiones de la
transición agroecológica y se analizó la información obtenida verificando que
limitaciones o potencialidades tiene cada variable en el marco de la disponibilidad de
alimentos en el resguardo para la Seguridad Alimentaria y Nutricional.

Los datos provenientes del grupo focal se analizaron por medio del programa ATLAS TI
versión 8. También se utilizó la presentación de testimonios de manera anidada a los
resultados y la discusión de resultados.

Por otra parte, se estimó el índice de diversidad de Shannon aplicado a las especies
vegetales alimentarias para calcular el índice relacionado con la agrobiodiversidad y
poder realizar análisis en cuanto al criterio de recursos genéticos. Este índice hace parte
de las herramientas clásicas para realizar un análisis de esta naturaleza, así como
también los índices de biodiversidad Simpson y Margalef (Griffon, 2008). De acuerdo
con el índice Shannon, en la mayoría de ecosistemas naturales varía entre 0,5 y 5,
aunque su valor normal está entre 2 y 3; valores inferiores a 2 se consideran bajos en
diversidad y superiores a 3 son altos en diversidad de especies.

H´ = Diversidad de Shannon
S = Número de especies
pi = Proporción de individuos de la especie
P = Número de todos los individuos de
todas las especies

42
Figura 7 . Fases de desarrollo del trabajo con comunidad Muisca de Chía en 2019.

Fase 4 (Objetivo 3):


Generación de
Fase 3 (Objetivo 2): recomendaciones.
Verificación de los
criterios en campo.
Fase 2 (Objetivo 2):
Realización del marco
de análisis de criterios.

Fase 1 (Objetivo 1):


Caracterización de los
sistemas de producción.

FUENTE: Elaboración ajustada de MESILPA (Acevedo Osorio, 2013).

43
6. Hallazgos y Resultados
Se trabajó con 13 familias del resguardo dedicadas a la agricultura familiar con un total
de 45 personas, de las cuales únicamente el 40% corresponde a las personas que
realizan actividades de mantenimiento de sus cultivos, es decir, 18 personas: 50%
mujeres y 50% hombres.

6.1 FASE 1: Caracterización de los sistemas de


producción en familias del resguardo
Como es sabido, los muiscas se consideran como el grupo que más explotó e hizo uso
de la agricultura en los andes orientales de Colombia, aprovecharon las ventajas de
cultivar en tierras altas en cuanto al crecimiento de tubérculos de altura y en tierras bajas
de clima templado permitían el rápido crecimiento de ciertos cultivos, como el maíz y
algunos frutales (Martínez, 2012). De acuerdo con (Ariza, 2013), los muiscas poseían
bohíos de habitación temporal, cerca de los campos de labranza, donde se cultivaba
maíz, papa, cubios, yuca, quinua, fríjoles y calabazas, entre otros.

Figura 8. Modelo de cultivo actual en el resguardo (familia Los Cerezos).

FUENTE: Elaboración propia con familia del resguardo.

44
Actualmente, familias del resguardo Muisca de Chía manejan un modelo de huerta a
pequeña escala, como se observa en la figura 8, en donde se puede apreciar el nivel de
policultivo, el cual es similar en las familias que tienen mayores números de especies
en cultivo, es decir una agrobiodiversidad considerable, intercalada con especies
arbóreas y forestales propias del contexto del cerro, en el cual, se asientan la mayoría
de las familias, cuyos integrantes se encuentran en todos los rangos de edades como
se muestra a continuación.

Figura 9. Rango de edades de los miembros de las familias con cultivos en el


resguardo Muisca de Chía.

12 11 11
Miembros familiares

10
8
8

6
4
4 3 3 3
2
2

0
3 a 10 11 a 20 21 a 30 31 a 40 41 a 50 51 a 60 61 a 70 Mayor a 71

Rango de edad

FUENTE: Elaboración propia

Todas las familias entrevistadas cuentan con servicios de electricidad, telefonía móvil,
unidad sanitaria y acueducto municipal. No todas tienen alcantarillado, por lo tanto
presentan pozo séptico. No todas las familias cuentan con gas domiciliario, por ello en
ocasiones utilizan leña, pero no siempre, debido a que esta actividad está prohibida en
el resguardo por temas ambientales.

45
Figura 10. Servicios públicos de las viviendas de las familias que cultivan en el
resguardo Muisca de Chía.

14
No. De familias 12
10
8
6
4
2
0

Servicios públicos
FUENTE: Elaboración propia a partir de entrevista.

6.2 FASE 2: Construcción de criterios para la


disponibilidad de alimentos
Se realizó el grupo focal con las familias participantes, pero previamente se discutieron
los factores que determinan la disponibilidad de alimentos de acuerdo con lo establecido
en el PNSAN 2012 – 2019 y también con la visión de profesores expertos en el tema.
Luego se logró construir un cuadro que resume los criterios que se deben tener en
cuenta para la disponibilidad de alimentos en el contexto del resguardo Muisca de Chía
desde las dimensiones de la transición agroecológica (ver tabla 7).

Figura 11. Grupo focal con participantes de las familias agricultoras

A B

FUENTE: Elaboración propia – A: Criterios aportados por las personas en cada dimensión de la transición.
B: Participación de un representante por familia.

46
Tabla 7. Criterios que determinan la disponibilidad de alimentos en el resguardo
Muisca de Chía.

Ejes
DISPONIBILIDAD Técnico - Política -
Ambiental Socio-cultural Económica
/ Dimensiones Productiva Institucional
Transición
Recursos
Condiciones Clima
Genéticos
Ecosistémicas
Biodiversidad
Recursos
Agua Tierra humano (mano Financiamiento
de obra)
Conocimiento
Luna Tecnología agroecología y
Factores SAN
Productivos
Sabiduría
Redes
comunitarias
Minga o Mano
vuelta
Estructura Modo Modo
Productiva tradicional agroindustrial

Sistemas de % % de ventas
comercialización autoconsumo locales
internos y
externos % de ventas
globales
Programas – Política
Acuerdos pública -
Políticas de (CAR) Programas
producción Plan -
Proyecto
Gestión
FUENTE: Elaboración propia

Los criterios identificados para la disponibilidad de alimentos fueron 22, de los cuales
los participantes priorizaron 14 como más necesarios a definir inicialmente para poder
mantener sus cultivos (tabla 8). Finalmente se realizó el intercambio de semillas, en
donde salieron a relucir diferentes variedades de maíz como el maíz porva (Zea mays
L. var. Porva) y el maíz pira (Zea mays Everta), frijol de árbol (Phaseolus vulgaris L.) y
frijol morado (Phaseolus vulgaris L.), semillas de ahuyama grande (Curcubita maxima),
cubios (Tropaeolum tuberosum), tomate de árbol (Solanum betaceum) y propágulos de
yacón (Smallanthus sonchifolius) (ver figura 12).

47
Figura 12. Priorización de criterios e intercambio de semillas.

A B
FUENTE: Elaboración propia – A: Priorización de los criterios B: Semillas aportadas (cubios, yacón, maíz porva, maíz
pira, tomate de árbol, ahuyama, frijol de árbol y frijol morado

Tabla 8. Criterios priorizados que determinan la disponibilidad de alimentos

Ejes
DISPONIBILIDAD Técnico – Política -
Ambiental Socio-cultural Económica
/ Dimensiones Productiva Institucional
Transición
Clima Recursos
*** Genéticos
Condiciones ***
Ecosistémicas
Biodiversidad
***

Financiamie
Agua Tierra Recurso humano
nto
******* ******* *****
****
Conocimiento
agroecología y
Luna Tecnología
Factores SAN / saberes
*** *******
Productivos locales.
*
Redes
comunitarias -
Minga o Mano
vuelta.
**
Modo
Estructura
tradicional
Productiva
*

Programas – Programas,
Políticas de Acuerdos Proyectos y
producción (CAR) gestión.
* **
* Significa el número de votos asignados por las personas.

48
A partir de esta parte del documento se mostrarán los hallazgos encontrados en cada
uno de los criterios priorizados por las familias de acuerdo a cada una de las
dimensiones de la transición agroecológica en donde se encuentran ubicados, es decir,
que se estarán analizando los datos recogidos en la Fase 1, pero también se
complementará con los elementos que se evidenciaron en la Fase 3 (aspectos negativos
y positivos en campo) para realizar los complementos y la discusión.

6.3 FASE 3: Verificación de criterios en campo en el


proceso hacia una transición agroecológica

6.3.1 Dimensión Ambiental


Clima
En los predios de las 13 familias visitadas se registró una temperatura promedio de
14,1°C. De acuerdo con el IDEAM citado por (INCODER, 2013), la temporada invernal
se da por lo general en los meses marzo, abril y mayo y entre septiembre y diciembre;
la temporada más seca se presenta durante los meses de enero y febrero; y entre julio
y agosto. Sin embargo, la percepción de las familias entrevistadas es que en estos
tiempos ya no se sabe cuándo va a llover y cuando va a hacer calor:

“Los tiempos han cambiado, el clima por la contaminación se ve la polución …


Ahora ya no se sabe cuándo es invierno y cuando es verano con estos climas
tan impredecibles” (Grupo focal con familias del resguardo Muisca de Chía,
2019).

La temperatura media anual en todo el municipio de Chía oscila entre 12 a 16 °C, la


precipitación mensual promedio es de aproximadamente 60 mm y la altura es 2570
m.s.n.m (IDEAM, 2018) (IDEAM, 2011). La altura promedio registrada en las visitas a
las 13 familias del resguardo fue de 2645 m.s.n.m.

Es importante mencionar que el resguardo Muisca de Chía se encuentra en uno de los


municipios de Cundinamarca con mayor vulnerabilidad a inundaciones y junto con
municipios como Mosquera, Cajicá, Subachoque, entre otros, presenta alta
vulnerabilidad al cambio climático, principalmente por la alta densidad poblacional
proyectada respecto de los cambios en la disponibilidad hídrica y la exposición a eventos
de emergencia y desastre, que pueden afectar a toda esta población y sus sistemas de
producción (IDEAM & PNUD, 2014b). Las veredas de Chía que presentan mayor
susceptibilidad a inundaciones son las veredas de Fagua, Tiquiza, La Balsa y Fonquetá,

49
las cuales son interceptadas por los Ríos Bogotá y Rio Frio Zonas (Burgos & Reina,
2015).

Biodiversidad
En primer lugar, se destacan las especies arbóreas, que forman parte de la estructura
forestal del resguardo y también son parte de las estructuras de los hogares, ya que los
hogares, especialmente los del sector de “Los Lavaderos” y “El Paso de Bochica”, están
ubicados entre una gran variedad de árboles, los cuales matizan el agroecosistema de
esa región. Estas especies arbóreas en su mayoría son especies nativas, pero también
se evidencian especies foráneas como algunas acacias (Acacia sensu lato) y la
arborización con algunos eucaliptos (Eucalyptus), que son consideradas como parte de
la problemática ambiental (IDEAM & PNUD, 2014a).

Figura 13. Inventario de especies arbóreas y usos en los predios de las familias del
resguardo y sus alrededores.

madera, postes, cabos forrajeras, alimento fauna silvestre

Artesanales, tintorea, resina Ornamental, medicinal

Rompe vientos Cerca viva

Protector de agua y/o suelo


Acacia
Urapan Aliso
Tuno Arboloco
Tuna Arrayán
Siete cueros Bejuco de leche
Sauco Borrachero
Sangregado Cedro
Salvio Cedro nogal
Roble Chilco

Platanillo Chisgua

Mirto 38 Chusque

Laurel de monte Cordoncillo


Ipacón Corono
Hayuelo Cucharo
Guayacán Encenillo
Gladiolo Espino "pata…
Fresia Espino de…
Fique Espino de…
Eugenia Espino garbanzo
Eucalipto

FUENTE: Elaboración propia

50
Alrededor de las especies arbóreas se tienen diferentes saberes locales (ver anexo C),
como por ejemplo, el Aliso (Alnus acuminata) es considerado como “La Madre del Agua”,
es decir, que donde hay Alisos hay agua; las hojas de Arrayán (Myrcianthes leucoxyla)
son utilizadas para hacer dulce, chicha y como componente de la mazamorra; y muchos
de los árboles se incluyen en los cultivos para dar sombra, como es en el caso de la
familia agricultora “Los Cerezos” que maneja un cultivo asociado entre maíz (Zea mays),
arveja (Pisum sativum), habas (Vicia faba), calabaza (Curcubita maxima) y árboles tanto
frutales como especies nativas.

En el inventario de especies vegetales se evidenciaron 108 especies vegetales


diferentes en los cultivos de las 13 familias, de las cuales 69 son especies alimentarias,
35 son especies aromáticas y/o medicinales y 4 son especies con atribuciones
espirituales o de uso ritual.

Figura 14. Inventario de especies vegetales en cultivo y usos en los predios de las
familias del resguardo.

Alimentario (69) Aromática y/o Medicinal (35) De uso ritual (4)


Acelga
UvasYacón Ahuyama
Ají amarillo
Trigo Altamisa
Toronjil Aroma
Tomillo Artimisa
Tomate de… Batata
Tomate Brevo
Tabaco Calabaza
Savilón Canelón
Ruda Cauto
Poleo Cerezo

Perejil Chirimoya

Pepino de guiso Cicuta

Pempinela
108 Cilantro

Papa pepina Ciruela roja

Paico Cubios
Orégano Destrancadera
Níspero Diosme
Nabo para los… Durazno…
Mora de Castilla Frambuesa
Menta Frijol
Manzano Garbanzo
Manzanilla… Guamo de…
Manuelión Guayaba
Maíz
Llantén Habas
Hinojo
Laurel

FUENTE: Elaboración propia

51
Se observó que las fincas-hogares con mayor número de especies alimentarias en sus
cultivos fueron: Los Cerezos, El Romero, Los Centavos y San Sibar, con 22, 27, 25 y 30
respectivamente, como se evidencia en la siguiente tabla.

Tabla 9. Número de especies vegetales en cultivo de acuerdo al uso.

No. especies
No. especies No. especies No. especies
Parcela aromáticas y/o
arbóreas alimentarias de uso ritual
medicinales
San Luis 4 17 8 1
El Recuerdo 12 7 3 0
Las Habas 5 5 4 1
Bohío Sta Teresa 15 13 11 1
Los Cerezos 12 22 12 0
La Esperanza 9 8 0 0
La Planada 6 16 5 0
El Romero 9 27 10 0
Árboles frutales 2 17 1 0
Papa Pepina 4 4 3 0
Terranostra 9 18 7 1
San Sibar 7 30 16 0
Los Centavos 0 25 14 4
Promedio 7,23 ± 4,30 16,08 ± 8,46 7,23 ± 5,09 0,62 ± 1,12
Moda 9 17 3 0
Mediana 7 17 7 0
FUENTE: Elaboración propia

De las especies alimentarias se identificaron algunas especies para la venta como por
ejemplo, la mora (Rubus ulmifolius), la granadilla (Passiflora ligularis), el frijol (Phaseolus
vulgaris), la arveja (Pisum sativum), el tomate de árbol (Solanum betaceum), la papa
(Solanum tuberosum), las habas (Vicia faba) y el maíz (Zea mays) principalmente. Sin
embargo, la mayoría de las especies alimentarias sembradas en las 13 familias son para
el autoconsumo, por ejemplo el tallo de hoja (una especie de col), del cual se dice: "Los
tallos de mazamorra son los que le dan el toque a la mazamorra, así como las guascas
al ajiaco" (Diálogos con familia “Las Habas” del resguardo de Chía 2019). Se conoció
que las familias entrevistadas tienen gusto por los jugos de fruta, es por eso que en sus
huertas incluyen una serie de árboles frutales, como Ciruela (Prunus domestica), Curuba
(Passiflora tarminiana), Feijoa (Acca sellowiana), Tomate de árbol rojo y amarillo
(Solanum betaceum), Lulo (Solanum quitoense), Mora (Rubus ulmifolius), entre otras.

52
Uno de los árboles frutales que se observa en mayor número, es el de Papayuela
(Vasconcellea pubescens), con el cual se elabora dulce.

Las especies aromáticas son principalmente Hierbabuena (Mentha spicata), Toronjil


(Melissa officinalis) y Canelón o Canelo (Aniba canelilla), son cultivos a pequeña escala
que no faltan en las familias del resguardo, así sea solo un par de plantas. Así como
también las plantas medicinales destacando el Ajenjo (Artemisia absinthium), Matricaria
(Matricaria chamomilla), Pimpinela (Sanguisorba minor), Sábila (Aloe vera), Altamisa
(Artemisia vulgaris), Borraja (Borago officinalis), Hinojo (Foeniculum vulgare), entre
otras. De estas plantas se tejen saberes ancestrales utilizados para tratar diferentes
dolencias (ver anexo D), por ejemplo, las familias cuentan que:

“La matricaria la utilizan para el dolor de estómago”. “La pimpinela se utiliza para
dolencia del corazón en agua aromática con toronjil”. “Los totes (Cyperus strellata) se
hierben con leche y tomillo y se usan para la tos”. "El hinojo sirve para las señoras que
están lactando". "La Artimisa para el dolor de estómago". "La Borraja para la tos". “El
Manuelión (Dysphania ambrosioides) se utiliza para la dispepsia, se prepara con agua
y Cidrón para el dolor estomacal”. “El hinojo se utiliza para el mal de las vistas, con
baños en agua tibia”. Y dos casos especiales: las Chuguas (Ullucus tuberosus), las
cuales las consumen teniendo en cuenta que son buenas para limpiar la glándula
prostática y la Ruda (Ruta graveolens), la cual la utilizan para infinidad de remedios,
pero además la utilizan como alimento: “se hace un picadillo y se le echa al huevo tibio
y queda delicioso” (Diálogos con las familias: el bohío de Santa Teresa, El Romero,
Árboles frutales, Los Centavos, San Sibar, Terranostra y Los Cerezos del resguardo
Muisca de Chía, 2019).

Dentro de las especies espirituales o de uso ritual se identificaron la Destrancadera


(Hypoestes phyllostachya baker) y el Diosme (Cuphea carthagenensis (Jacq.)
J.F.Macbr.) utilizados para hacer baños como protección; y el tabaco (Nicotiana
tabacum), el cual se siembra bastante en el resguardo con el fin de controlar insectos
en los cultivos, pero principalmente es utilizada por la autoridad espiritual del resguardo
para preparar el Ambil que se utiliza en las ceremonias y ritos en el Kusmuy o Chunzuá
(bohío del indígena).

En cuanto a la cría de especies menores se observó la falta de dicha actividad, solo 4


familias de las 13 tienen incluidas en sus huertas galpones de gallinas (Gallus gallus
domesticus), de donde a diario obtienen huevos, es decir, todo el año tienen para
consumir huevos e incluso algunos excedentes se venden.

53
Tabla 10. Número de especies animales menores en familias del resguardo.

Raza o tipo Total Auto


Parcela Nombre de la especie Venta
genético especie consumo
Gallina (Gallus gallus
Los Cerezos Kikas 4 x
domesticus)

Papa Pepina Gallina Criollas 22 x x


Gallo - 1 x
Gallina Kikas 20 x
Terranostra Pato (Anas
platyrhynchos Tolimense 3 x
domesticus)
Codorniz (Coturnix
- 8 x
coturnix)
Los Criollas e
Gallina 14 x x
Centavos incubadoras
FUENTE: Elaboración propia

Agua
Se evidenció que el agua para producir en sus huertas principalmente es agua lluvia.
En algunas familias se recoge por medio de canales que conducen a tanques de
almacenamiento. La familia "Los Centavos" utiliza agua en botellas plásticas y mediante
un pequeño orificio en la tapa riega sus cultivos por goteo de manera creativa. La familia
"Los Cerezos" almacena el agua en un pozo que se construyó, en el cual recoge el agua
que llueve y la que se filtra a través de la tierra. La familia "La esperanza" y "Papa
Pepina" reciclan el agua de la lavadora. La familia "Terranostra" utiliza mangueras y
surtidores para el agua lluvia.

Figura 15. Forma de mantener húmedo un cultivo en familia del resguardo.

FUENTE: Elaboración propia a partir de visita a campo.

54
Por otra parte, se mencionan tres nacederos de agua: El Zanjón, La Quebrada y El
Jordán, llamado también Hoyo de Venado. De estos nacimientos de agua actualmente
solo dos se conservan: El Zanjón y La Quebrada o también llamado “La Piedra de
Gobierno”. Sin embargo, se está trabajando por recuperar muchos más nacederos. La
idea es que estos nacederos tengan cercanía con los lugares de cultivo, ya que
actualmente quedan retirados de los lugares donde hay agricultura familiar.

Luna
Solo algunos agricultores y agricultoras manifestaron sembrar sus alimentos teniendo
en cuenta las fases de la luna como práctica ancestral propia de los muiscas, mencionan
que “se siembra de acuerdo a las fases, el momento en que se siembra la luna
suministra y en menguante crece de todo, crece lo que sea” (Grupo focal con familias
del resguardo Muisca de Chía, 2019).

Programas y Acuerdos CAR


La alcaldía de Chía creó la Dirección de Asuntos Étnicos, Raciales, Religiosos y
Posconflicto (DAERRPC) adscrita a la secretaría de gobierno, cuya principal función
radica en coordinar el ejercicio de las acciones del gobierno municipal en su relación
con las diferentes comunidades étnicas que residan en el territorio de Chía.

Se han realizado acciones en el marco de este proceso de “Asuntos Étnicos”, en donde


se firmaron 13 acuerdos entre el resguardo Muisca de Fonquetá y Cerca de Piedra con
el Alcalde del municipio de Chía en el marco de la consulta previa para el Plan de
Ordenamiento y Manejo de la Cuenca Alta del río Bogotá (POMCA). Se presentan
algunos resultados en la vigencia 2017 – 2019 reportados por la Dirección de Gestión
de Ordenamiento Ambiental y Territorial (DGOAT) de la Corporación Autónoma
Regional (CAR).

Estos 13 acuerdos tienen que ver con la restauración de áreas de protección ambiental
a través de la reforestación, sustitución de especies foráneas por nativas, plantaciones
forestales protectoras productoras, formulación e implementación de programas de
recuperación ambiental de nacimientos de agua, sitios sagrados, reservorios, plantas
medicinales caseras, etnoturismo, cultura y educación ambiental, reciclaje y manejo de
residuos sólidos domésticos, barreras vivas para el resguardo, canalización de aguas
lluvias, alcantarillado, entre otros. De estos anteriores avances ya se han presentado
avances e informes de gestión (Alcaldía Municipal de Chía, 2019).

55
6.3.2 Dimensión Técnico – Productiva

Recursos Genéticos
En cuanto a la obtención de diferentes tipos de semillas, las familias en general
afirmaron que la UMATA del municipio suministra semillas, plántulas, abono orgánico
(de 10 a 20 bultos), entre otro tipo de ayudas. Aunque la percepción de las familias es
que para lograr que la UMATA ayude con estos recursos se deben realizar muchos
trámites.

No obstante, las semillas se consiguen de otras formas y de otros lugares, por ejemplo,
por intercambios con otros municipios como los municipios de Nuevo Colón Boyacá,
Supatá y Pacho Cundinamarca; intercambios con amigos de otras regiones (del Cocuy)
o simplemente se guarda la semilla del cultivo cosechado o de la misma mata como
afirma un agricultor del resguardo. También en los almacenes agropecuarios, en donde
de acuerdo con el representante de una familia del resguardo, en Chía todo es muy
caro, por lo tanto consigue en almacenes en Cota que es más económico (Maíz en Cota
$6.000 y en Chía $7.000 – Arveja en Cota $5.000 y en Chía $7.000). Una lb de semilla
de arveja oji-negra en Chía cuesta $7.500 y un bulto de semilla de papa $60.000 en
adelante.

Existe un grupo en el resguardo que consigue semillas nativas, entre ellas, la Papa
pepina (Solanum tuberosum), la cual es muy mencionada entre las familias que cultivan,
esta es una especie de papa criolla rojiza, también tienen diferentes tipos de fríjol, entre
ellos, frijol de árbol o frijol de bejuco (Phaseolus vulgaris), frijol nativo morado y frijol
negro; también diferentes tipos de maíz, como por ejemplo, maíz porva (Zea mays),
maíz pira, maíz morado, entre otros.

Por otra parte, en cuanto al índice de Shannon calculado (ver figura 16) se obtuvo que
de las 13 familias, solo 3 presentaron una agrobiodiversidad normal (H´= 2 – 3), las
familias: Los Cerezos, Árboles frutales y San Sibar. El resto de familias presentan una
agrobiodiversidad baja (H´ = <2). La familia El Recuerdo presenta el índice más bajo, lo
cual quiere decir que el número de plantas por especie es demasiado bajo, en esta finca
la especie en cultivo con mayor número únicamente es el tomate de árbol.

56
Figura 16. Índice de Shannon para agrobiodiversidad en parcelas del resguardo.

Los Centavos
San Sibar
Terranostra
Papa Pepina
Árboles frutales
El Romero
La Planada
Familia

La Esperanza
Los Cerezos
Bohío Sta Teresa
Las Habas
El Recuerdo
San Luis
0,00 0,50 1,00 1,50 2,00 2,50 3,00

FUENTE: Elaboración propia a partir de cálculos.

Tierra
Es propiedad colectiva. Sin embargo, cada familia del resguardo tiene su lote
adjudicado, el cual pasa de generación en generación a los hijos. Como se menciona
anteriormente cerca del 70% del resguardo corresponde a zonas forestales en reserva
y además las familias tienen un compromiso de no construir más del 30% de sus predios.
En la figura 17 se evidencia que solo la familia de San Sibar cultiva un 70% de sus
predios, mientras que las otras 12 familias no superan el 50%. Esto demuestra que no
se dedican a explotar la tierra con abundantes plantaciones, sino que como menciona
la familia La Planada: “somo conscientes de que se debe conservar el bosque y los
árboles nativos”.

Se observa que del total de tierra entre estas 13 familias, que corresponde a 43.359 m2
solo el 23% es cultivado con especies alimentarias, medicinales, aromáticas o de uso
ritual, es decir, 9.911 m2. Algunos de los miembros de las familias mencionan la
problemática de la tierra que existe al momento de realizar cultivos:

La montaña tiene demasiado recebo, la capa vegetal es muy delgadita, .. a la


tierra le hacen falta vitaminas.. porque por ejemplo se dan muchas peras, pero
no son esas peras bonitas, redondas, esa belleza de peras que conocíamos en
tiempo atrás. (Grupo focal con familias del resguardo Muisca de Chía, 2019).

Por otra parte, se debe mencionar que en cuanto a la tenencia de la tierra existen 4 de
las 13 familias que reportaron tener tierras para cultivo en diferentes municipios de

57
Cundinamarca, por ejemplo, la familia San Luis también cultiva en el municipio de
Guayabal y la familia El Romero tiene tierras en el municipio de Machetá.

Figura 17. Área sembrada en los predios de las familias.

7000 6400 6500


6000
5000 4320 4200 4250
3600 3724
4000 3300
3000 2600 2500
2031 1905 2000
Área (m2)

2000 1265
896 948
1000 584 500 427 354 200 376
93 227 37 33
0

Terranostra

Los Centavos
Las Habas
San Luis

Bohío Sta Teresa

San Sibar
El Recuerdo

La Planada

Papa Pepina
El Romero
Los Cerezos

La Esperanza

Árboles frutales
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
Familias del resguardo

Área de la finca(m2) Área sembrada aprox. (m2)

FUENTE: Elaboración propia

Tecnología
En cuanto a materiales, herramientas y equipos se observa que todas las familias
utilizan herramientas manuales como lo es el azadón, el machete, la pala, el palín, la
pica, la barra, las tijeras, pita, alambre, postes de madera, entre otros. Solo una de las
familias afirma utilizar un tractor manual, denominado “Motocultor”. La UMATA presta el
tractor en casos donde aplique, sin embargo, se debe pagar por él aproximadamente
$60.000 por hora.

Por otra parte, de las 13 familias 11 utilizan agroquímicos. Las 2 únicas familias que no
utilizan son la familia La Esperanza y la familia Papa Pepina, la primera tiene una
experiencia de cultivo incipiente, por lo tanto está empezando con la idea de sembrar y
manejar las situaciones de manera natural; la segunda familia simbra únicamente 33 m2
y por supuesto que no concibe la idea de sembrar y utilizar agroquímicos, en esta familia
utilizan mezclas de ajo y ají para manejar el cultivo de la papa pepina.

58
En la figura 18 se observa que la familia San Luis es la que más insumos agroquímicos
utiliza, en total 6, principalmente menciona que utiliza la mezcla de 2 insecticidas: el
Invetrina de Invesa y el Vertimec de Syngentha, con ellos prepara un tanque de 20 L y
se lo aplica al cultivo de granadilla que tiene en sus predios, lo hace porque existe un
insecto diminuto denominado “Trips” (Thysanoptera) que no deja prosperar el fruto de
la granadilla cuando comienza a brotar desde la flor. Le sigue la familia El Recuerdo,
que utilizan 2 agroquímicos, especialmente fungicidas para combatir el hongo de la
Antracnosis (Colletotrichum gloeosporioides) que ataca al cultivo de tomate de árbol. El
resto de las familias que utilizan agroquímicos utilizan al menos un agroquímico.

Figura 18. Agroquímicos utilizados en los cultivos de las familias en el resguardo


Muisca de Chía.

7
No. de agroquímicos

6
5
4
3
2
1
0

Parcela

FUENTE: Elaboración propia

59
Figura 19. Cultivo de granadilla en la finca-hogar San Luis.

A B

FUENTE: Elaboración propia a partir de visita de campo. A: Flor, a partir de la cual empieza a crecer el fruto; B: Fruto;
C: Forma de cultivo al estilo de emparrado o emparrillado, por el cual se enreda la planta.

En la figura 20 se observa que 5 familias utilizan fungicidas, entre ellos: Curzate M8 de


Dupont, Dithane F-MB de Dow, Manzate 200 WP de UPL Limited y Fitoraz WP 76 de
Bayer, los cuales están en la categoría III de ligeramente peligroso. También se observa
que 3 familias utilizan herbicidas, entre ellos Roundup de Bayer, Gramoxone de
Syngentha y Panzer 480 SL de Invesa, los cuales se encuentran en categoría IV
ligeramente tóxico. Se menciona que la proporción utilizada es mínima, por ejemplo la
familia Los Centavos solo utiliza el Roundup para mitigar el pasto Kikuyo (Pennisetum
clandestinum) que crece por los laterales del cultivo que tiene. También se observa que
4 familias utilizan fertilizantes, principalmente el denominado Triple 15 y otro llamado
Nutrimon. Finalmente, 2 familias utilizan insecticidas, entre ellos: Invetrina de Invesa,

60
Vertimec de Syngentha y Lorsban 4 EC de Dow, los cuales presentan categoría II de
moderadamente peligroso.

Figura 20. Tipo de agroquímicos utilizados en los cultivos de las familias en el


resguardo Muisca de Chía.

4,5
No. de agroquímicos

4
3,5
3
2,5
2
1,5
1
0,5
0

Parcela
No. Herbicidas usados No. Insecticidas usados
No. De fungicidas usados No. De fertilizanters usados
FUENTE: Elaboración propia

A pesar de utilizar los anteriores agroquímicos, también utilizan productos naturales, se


habla el uso de abono orgánico, del cual hacen diferentes comentarios:

"No hay como el compost orgánico, da mejor que con el químico, le da fuerza a
la mata, ese compost se le echa a la mata y ella aguanta todo el tiempo"
(Diálogos con familia San Luis del resguardo Muisca de Chía, 2019).

“Abonar bien las matas y que se dé mejor el cultivo, y qué mejor que el abono
orgánico que es más sano, así cultivaban anteriormente sin tanto químico como
ahora” (Diálogos con familia El Bohío de Santa Teresa del resguardo Muisca de
Chía, 2019).

“Cultivar bien, anteriormente se hacía un montón con pasto y de ahí unos acaba
el abono” (Entrevista con familia El Romero del resguardo Muisca de Chía,
2019).

61
Figura 21. Lombricomposta en la familia El Recuerdo.

FUENTE: Elaboración propia a partir de visita en campo.

Sumado a lo anterior, se evidencia en la familia El Recuerdo el montaje de un


lombricompostaje, que está construido a pequeña escala. También se evidencia abono
orgánico que suministra la UMATA, proveniente de la ruminasa, el cual ya viene
directamente procesado y entregado a cada agricultor o agricultora que lo ha solicitado.

Figura 22. Extractos naturales y mezclas utilizados en los cultivos de las familias en el
resguardo Muisca de Chía.

2,5
No. de extractos

2
1,5
1
0,5
0

Parcela
No. De mezclas utilizadas (agroquímico y extracto natural)
No. De especies naturales utilizadas
FUENTE: Elaboración propia

62
Las 2 familias que no utilizan agroquímicos, realizan manejos de plagas con insumos
creados naturalmente, por ejemplo, la familia El Romero, hace la mezcla de extracto de
ají (Capsicum annuum), ajo (Allium sativum) y cicuta (Conium maculatum) , de los cuales
el ají lo tiene en cultivo y la cicuta la consigue en los alrededores del resguardo. También
se encuentra la familia Papa Pepina, la cual utiliza extractos de ají con ajo, los denomina
“ajidol” y también realiza purines con ortiga (Urtica).

Agricultura del modo tradicional


Este modo tradicional se refiere a la estructura productiva de las familias, es decir, una
estructura productiva campesina e indígena que mayoritariamente realiza sus cultivos
para el autoconsumo, es decir, con una lógica de pequeña escala. En la figura 23 se
observa que de las 13 familias solo 6 venden algunos excedentes de la producción de
alimentos. La familia que más vende es la familia Los Centavos con 10 especies
alimentarias diferentes. La familia San Luis es la que produce en cantidades más
considerables como se observa en la figura 24, en donde se evidencia, de acuerdo con
los datos del agricultor, que se producen cerca de 720 Kg/año de mora (Rubus
ulmifolius):

"Yo siembro mora porque todo el año vivo recogiendo mora, desde que la tenga
bien abonada, hay que tenerla bien podada" (Diálogos con familia San Luis del
resguardo Muisca de Chía, 2019).

Figura 23. Destino de los alimentos cultivados por las familias que cultivan en el
resguardo Muisca de Chía.

35
Cantidad de especies

30
25
20
15
10
5
0

Parcela
No. Especies alimentarias Venta Autoconsumo

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos suministrador por el agricultor productor.

63
La familia San Luis también produce cerca de 680 Kg/año de frijol (Phaseolus vulgaris)
y 453 Kg/año de arveja (Pisum sativum), comparado respectivamente con 112 Kg/año
y 50 Kg/año producidos por la familia Terranostra. Lo sigue la familia El Recuerdo,
quienes producen cerca de 500 Kg/año de tomate de árbol (Solanum betaceum).
Aunque ellos afirman que con la presencia del hongo de la Antracnosis (Colletotrichum
gloeosporioides) se redujo casi a la mitad la producción.

Figura 24. Producción de alimentos cultivados por familias agricultoras en el


resguardo Muisca de Chía.

800
700
600
500
Kg/año

400
300
200
100
0
Tomate de Papa Cubios Arveja Frijol Habas Arracacha Mora
árbol pepina

Alimento sembrado
San Luis El Recuerdo La Planada El Romero Terranostra

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos suministrador por el agricultor productor.

6.3.3 Dimensión Socio – Cultural

Recurso Humano
De las 18 personas que están dedicadas a sus cultivos, 9 están en el rango de los 61 a
70 años, quienes manifiestan gran preocupación, ya que en primer lugar no se observa
la participación de gente más joven en actividades que tengan que ver con la producción
de alimentos desde el contexto del territorio del resguardo, pero además, no se observa
el interés de las personas, y ahí ya no solo estamos hablando de gente más joven, sino
de todos en general, no muestran interés, tampoco hay motivación, como lo expresa
una de las integrantes de familias participantes:

“No se consigue la gente para picar, entonces yo digo, ahí está el


lote, hagamos un conjunto de varias personas y sembramos, pero es tan difícil

64
reunir a las personas” (Grupo focal con familias del resguardo Muisca de Chía,
2019).

“Todos queremos comer y cultivar, pero nadie quiere trabajar y para comer hay
que trabajar, para yo ver una lechuga tengo que picar, y tengo que poner la
plantica chiquita y estar cuidándola” (Grupo focal con familias del resguardo
Muisca de Chía, 2019).

Figura 25. Rango de edades de los miembros de las familias que cultivan en el
resguardo Muisca de Chía.

10 9

6
4
Cantidad

4 3

2 1 1
0 0 0
0
3 a 10 11 a 20 21 a 30 31 a 40 41 a 50 51 a 60 61 a 70 Mayor a 71

Rango de edad
FUENTE: Elaboración propia

En la figura 26, se muestra la participación de las 13 familias en la comunidad y se


aprecia que mayormente se reúnen cuando hay asamblea general por diversos temas
relacionados con la comunidad, lo cual sucede mensualmente. El 21% se reúnen en
otros contextos como en juntas de acción comunal y en las reuniones del mismo cabildo,
ya que 2 de las familias entrevistadas hacen parte o hicieron parte del cabildo indígena,
donde se discuten los temas que más aquejan al resguardo, como por ejemplo, temas
de inseguridad, consumo de drogas, reclamaciones, peticiones, reuniones con entes
municipales y departamentales, se realizan informes de gestión, pero también se hablan
temas que tienen que ver con el agro del resguardo, el cual gira en torno a experiencias
de pequeña escala.

65
Figura 26. Participación social de familias agricultoras del resguardo.

21%

7%
72%

Participación social Junta de acción/cabildo


Participación social Minga
Participación social Otros (Reuniones /Asambleas, etc)

FUENTE: Elaboración propia

Estas familias que producen alimentos mencionan una herramienta básica de toda
comunidad indigena, se trata de la Minga. En este trabajo se encontró 7% de
participación en Minga de las 13 familias, quienes manifiestan participar o haber
participado en una de ellas. Se observó realizar Mingas en diferentes ocasiones para
tratar sobre todo temas de construcción y arreglo de carreteras en el territorio, pero no
se observó Mingas para temas de cultivo de alimentos. Uno de los integrantes de las 13
familias, menciona otra figura que representa también la solidaridad de una comunidad,
la cual se denomina “La mano Vuelta”, que se trata de mano de obra adicional para la
época de cosecha y deshierbe (Lloyd, 2001).

En ocasiones las personas deben pagar la mano de obra para que realicen las
operaciones básicas de deshierbe, aporque, corte, fumigado, entre otras. Estas
personas cobran cerca de $60.000 al dia, más la comida mínimo 2 veces, por esta razón,
varias personas afirman que están optando por hacerlo ellos mismos, pero en varias de
las experiencias se observa el descuido de los cultivos.

Sumado a lo anterior se evidencia que la percepción hacia la agricultura de los chicos


adolescentes es que no es rentable: “No sembramos porque ahora uno está buscando
dinero y como uno está viendo que la agricultura casi no está dando entonces es por
eso que no”. (Grupo focal con familias del resguardo Muisca de Chía, 2019).

66
Sin embargo, a pesar de lo anteriormente expuesto existen personas, que básicamente
son las que están cultivando actualmente en el resguardo, que mantienen la motivación
intacta para dedicarle tiempo a estas actividades. Se observa que los trabajos en los
cuales se desempeñan las personas que cultivan, son trabajos variados como en la
construcción, la electricidad, en empresas como Emserchía, en reparación de vehículos
automotores, como empleados en empresas industriales y manufactureras del municipio
como el cultivo y procesamiento de flores, dado a que este último es fuerte en el
municipio, entre otras. Es decir, las personas cultivan sus alimentos y paralelamente
trabajan en otros oficios, ya que, por supuesto se observa que ninguna de las familias
vive de la agricultura, de hecho, la percepción de ellos es que:

“Creo no equivocarme que de eso no se puede vivir, que voy a volverme


agricultor para vivir de eso, aquí donde estamos eso no se puede, lo que sí se
puede es sacar algo para el hogar, para la familia” (Grupo focal con familias del
resguardo Muisca de Chía, 2019).

Aun así, el deseo de ellos es pasar a dedicarse solo a sus cultivos, ya que algunos son
pensionados. Pero los que no lo son igualmente tienen el deseo de dedicarle tiempo a
producir sus alimentos mientras que cuidan del ecosistema y construyen
agroecosistemas sostenibles.

Conocimiento en agroecología y SAN / Saberes Locales


En este criterio se observó que la las familias entienden los conceptos de agroecología
y SAN desde la visión de sus cultivos:

"Es lo ecológico la misma palabra lo dice, no estar acabando…tratar de


conservar las matas y progresar en eso" …. cultivar sin contaminar, sin poner
químicos" (Grupo focal con familias del resguardo Muisca de Chía, 2019).

“Seguridad alimentaria se trata de cultivar bien, porque ahora solo es con


fungicidas, anteriormente uno recogía todo el pasto, hacía un montón, y de ahí
uno sacaba el abono” (Grupo focal con familias del resguardo Muisca de Chía,
2019).

Esta comunidad indígena maneja una gran riqueza de saberes en lo alimentario, que
contemplan una serie de técnicas en sus cultivos específicos, como por ejemplo en el
caso del cultivo de la mora, en donde el señor de la finca San Luis, menciona que de la

67
mora (Rubus ulmifolius) salen ramas que son machos y otras hembras, entonces que el
macho se debe enterrar para que salga una hembra, las cuales dan los frutos:

“Este es el macho, si me entiende … digamos el macho es conocido porque él


llega y crece y crece pero no carga, entonces si no se lo quito estos gajos no
echan mora, digamos estos, estos que son las hembras, pero al quitárselo pues
obviamente que él ya… pero entonces este es un macho …ya cuando el macho
esté por ahí así… llego y lo doblo y lo entierro así, aquí, con cogollo y todo y lo
entierro… y cuando empiece a salir cuando empiece a echar gajitos hacia arriba
que ya estén grandecitos así, yo llego y lo corto acá con la tijera y ahí queda la
mata y luego la pongo donde va a quedar … así es este cultivo” (Diálogos con
familia San Luis del resguardo Muisca de Chía, 2019).

Por otra parte, para muchos de ellos, hace falta más acompañamiento desde las
universidades, instituciones y otras organizaciones, que puedan realizar jornadas de
asesoramiento y capacitaciones.

“Prácticamente porque no nos enseñan, ahora sí porque en Bogotá en la


escuela que está mi hermana están colocando otra vez lo de cultura para que
ellos siembren y todo, por ejemplo, mi hermano acá sembró tomate de árbol y
ya creció y está dando frutos y todo, porque están volviendo a enseñar allá en
Bogotá” (Grupo focal con familias del resguardo Muisca de Chía, 2019).

Redes comunitarias
En este criterio no se encuentran lazos establecidos entre los agricultores y agricultoras
de la región, recientemente se está realizando la gestión para que en primer término se
conozcan e intercambien conocimientos, semillas y saberes, para posteriormente
pensar en la construcción de redes que les permitan actuar como comunidad y puedan
ser reconocidos, para que así puedan vender los excedentes de sus alimentos que
provengan de unos cultivos muiscas con principios agroecológicos.

Existe un terreno o lote denominado Villa Fersey, el cual tiene aproximadamente 360
m2, y se está intentando su recuperación con algunas de las familias, para tener un lugar
de encuentro y utilizarlo como piloto de las actividades que se vayan a desarrollar. Se
observan personas interesadas en el tema. Sin embargo, este proceso está en marcha.
En este lugar se ha sembrado alimentos como el yacón (Smallanthus sonchifolius),
quinua (Chenopodium quinoa), habas (Vicia faba), ruibarbo (Rheum rhabarbarum),

68
calabaza (Curcubita maxima), uchuvas (Physalis peruviana) y hay 2 árboles cerezos
(Cerasus). Diferentes personas han manifestado el interés por realizar una minga en
Villa Fersey y recuperar el lote donde se está sembrando, pero no hay líder del
resguardo que se haga cargo.

6.3.4 Dimensión Económica


Financiamiento
No existe el apoyo financiero por parte de la alcaldía de Chía ni por parte del cabildo a
sus familias agricultoras del resguardo. Las experiencias de huertas y cultivos familiares
admirables que se observaron han sido construidas en su mayoría por el esfuerzo de
cada uno de los agricultores y agricultoras, que manifiestan que mantener un cultivo no
es tan sencillo como parece y que requiere de inversión:

“El que no sabe pasa por un cultivo y lo ve y dice ¡que lindura!, pero no sabe
que un cultivo tiene mucho costo y no es fácil ponerlo” (Grupo focal con familias
del resguardo Muisca de Chía, 2019).

“Por el invierno que ha habido se crecieron demasiado los pastos, nos ahogó,
entonces mi esposa trajo un señor de otra región y vino y nos ayudó, se le fue
un mes ayudándonos a organizar de arriba hasta abajo esa cuestión, eso no
fue nada fácil, es inversión, gasto, pagarlo para lograr ponerlo al día y también
aprender y clasificar si esto sirve, si esto no sirve, si ya se murió o no lo quito
porque ese sirve… en este momento está arreglado, pero se fue un mes
dándole duro todos los días para sacarlo adelante” (Grupo focal con familias del
resguardo Muisca de Chía, 2019).

Por otra parte, las familias del resguardo ven la recompensa de trabajar fuertemente sus
cultivos en el sentido de que, por ejemplo, ellos no tienen la necesidad de comprar frutas
a diario, sino en ocasiones cuando quieren una fruta de otro clima, por ejemplo mango,
sandía, kiwi, entre otras. Algunas familias tampoco tienen la necesidad de comprar
tubérculos como papa y cubios, lo cual supone un ahorro para ellos, porque por ejemplo
una arroba de papa le cuesta al habitante del resguardo $20.000. Esto sucede con cada
uno de los alimentos que están en cultivo como el frijol (Phaseolus vulgaris), la arveja
(Pisum sativum), las habas (Vicia faba), entre otros. Y por supuesto la calabaza
(Curcubita maxima), la cual se da bastante en los predios de las familias del resguardo.
De esta forma se evidencia la valorización de la producción para el autoconsumo al
generar ahorros en las familias.

69
En la figura 27 se observa que frutas como las brevas (Ficus carica), las granadillas
(Passiflora ligularis) y las papayuelas (Vasconcellea pubescens), suponen un ahorro
considerable teniendo en cuenta que un kilogramo de ellas está por encima de los
$5000. Aunque se debe tener en cuenta que esto sucede por regiones, ya que en otras
regiones, como por ejemplo, en Cúcuta en un informe de octubre 2019 se observó una
disminución en el precio del 15.6% y el kilo se vendió a $3.492 en mercados mayoristas
(SIPSA - DANE, 2019). De esa forma se puede afirmar que los precios de los alimentos
en el municipio de Chía son costosos.

Figura 27. Precio de alimentos que cultivan las familias del resguardo Muisca de Chía
si tuvieran que comprarlos en el mercado.

$ 12.000

$ 10.000
Precio / Kg

$ 8.000

$ 6.000

$ 4.000

$ 2.000

$-

Alimento

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos suministrados por las familias del resguardo.

Las huertas de las familias representan un apoyo económico en el sentido que no tienen
que comprar todo en el mercado, sino algunos otros productos como panela, aceite,
azúcar, sal, entre otros. Mientras tanto la venta de los alimentos cultivados no es un
apoyo económico para algunas de las 13 familias, como por ejemplo:

"En el mercado una papayuela vale $1000 y voy a venderlas y me dan $1000
por 12. Mejor las pelo y hago un olladón de dulce con queso" (Diálogos con
familia San Sibar del resguardo Muisca de Chía – 2019).

En otras palabras las familias agricultoras se enfrentan a un mercado que no reconoce


precios justos por los productos cosechados.

70
6.3.5 Dimensión Político - Institucional
Políticas, Planes, Programas y Proyectos
En materia de SAN, a nivel departamental se creó la política por medio de la ordenanza
No. 0261 2015 – 2025, en la cual se incluye a población indígena en una de sus líneas
de acción denominada “Promoción de zonas de desarrollo agroalimentario”, la cual, por
medio de proyectos productivos agropecuarios, tiene en cuenta familias indígenas
víctimas del conflicto y en condición de desplazamiento (CISANCUN, 2015). Sin
embargo, no se menciona a la comunidad Muisca, la cual está presente en diferentes
municipios del departamento.

A nivel municipal, la alcaldía de Chía, por medio de la resolución 1467 de 2014, adopta
la política pública de Seguridad Alimentaria y Nutricional del municipio del Chía. De esta
política se deriva el Plan Municipal de SAN 2012 – 2020, en donde se mencionan
programas y proyectos en la línea de acción “Fortalecimiento de la producción de
alimentos en el municipio de Chía”, como por ejemplo, proyecto de huertas caseras semi
urbanas, proyecto de huertas escolares, programa municipal de microcrédito para
pequeños y medianos productores y capacitación y transferencia de tecnología para
productores de alimentos locales (Secretaría de salud de Chía, 2012). Sin embargo, no
se incluye a la única comunidad indígena del municipio, es decir, el resguardo Muisca
de Fonquetá y Cerca de Piedra. Aunque, probablemente puede ser porque el resguardo
se constituyó como tal en el año 2013, es decir, cuando ya llevaba un año la política de
SAN de Chía. Ahora lo importante es lograr que se tenga en cuenta a la comunidad
indígena Muisca en la reformulación de la política, la cual comenzaría el año 2021,
porque se sabe que ya se está gestionando la reformulación de esta política con el
apoyo de las estudiantes de maestría de la quinta cohorte de la MSAN (Maestría en
Seguridad Alimentaria y Nutricional) de la Universidad Nacional de Colombia.

De acuerdo con una entrevista hecha con el cabildo gobernador, el tema de Seguridad
Alimentaria y Nutricional no se ha trabajado con el resguardo desde la alcaldía de Chía,
la percepción que los integrantes del cabildo tienen acerca del gobierno municipal, es
que no los tienen en cuenta para ese tipo de proyectos. Actualmente el cabildo
gobernador está adelantando esfuerzos para consolidar el plan de vida de la comunidad
Muisca de Chía, en donde manifiestan estar interesados que su plan de vida indígena
aborde desde el marco referencial a la SAN, la soberanía alimentaria y la agroecología,
en donde este trabajo suministra importantes elementos para su construcción y una
base importante relacionada con las diferentes experiencias de cultivos alimentarios
caracterizadas en el territorio para pensar en futuros proyectos.

71
Por otra parte, la comunidad tiene una percepción más cruda de los gobernantes
encargados de formular políticas, planes y proyectos:

“Los gobernantes han sido mediocres en el tema de la agricultura, el campesino


olvidado totalmente, necesitamos del alcalde que suba ahora que mire la parte
del campo, que nos apoye en lo que nosotros necesitamos para poder trabajar,
porque lastimosamente nosotros en este momento intentamos con la fuerza que
tenemos cada uno y nada más” (Grupo focal con familias del resguardo Muisca
de Chía, 2019).

En ese sentido, a manera de resumen en la tabla 11 se recogen los aspectos que se


han mencionado anteriormente en cuanto a la situación que se presenta en el resguardo
con respecto a los sistemas familiares de producción de alimentos, esto con el fin de
contrastar elementos que favorecen el proceso de transición agroecológica para la SAN
y elementos que dificultan dicho proceso.

Tabla 11. Condiciones para el proceso de transición agroecológica en el resguardo


Muisca de Fonquetá y Cerca de Piedra.

Dimensión Aspectos + Aspectos -


Existe una importante agrobiodiversidad en la Algunas huertas tienen sembrado un bajo
mayoría de las familias entrevistadas, que número de especies vegetales
incluye especies medicinales y aromáticas. alimentarias.

Existe una gran variedad de especies nativas La cría de especies animales menores es
arbóreas que hacen parte del baja.
agroecosistema.
Es una zona en donde se siembran
diferentes tipos de alimentos de otros pisos
térmicos y prosperan, como por ejemplo, la
granadilla, la naranja, el aguacate, entre
otros, pero también, por supuesto, el resto de
AMBIENTAL
alimentos propios de la región.
A principios de cada año el resguardo se
enfrenta a una temporada muy seca y se
Existe un trabajo de acompañamiento que
presencia la escasez de agua para los
viene realizando la CAR en el resguardo con
cultivos. En 1998 hubo un gran incendio
el objetivo de reforestar el territorio con
en el territorio, del cual hasta el momento
especies nativas y con especies que sean
se vienen recuperando.
protectoras, pero también productoras.
La mayoría de las familias entrevistadas
tienen áreas de cultivo que no superan el
50% del total del predio familiar, lo cual
significa que no explotan al máximo sus
espacios para cultivos alimentarios.
Aún se conservan diferentes tipos y especies
genéticas de alimentos. Por ejemplo,
Algunos agricultores manifiestan comprar
diferentes especies de maíz (Zea mays), frijol
PRODUCTIVA las semillas en Cota, porque en Chía son
(Phaseolus vulgaris) y tomate de árbol
más altos los precios.
(Solanum betaceum). Se pretende realizar un
banco de semillas.

72
Existen por lo menos 2 familias que manejan La mayoría de las familias usan al menos
las plagas de sus cultivos con extractos un agroquímico en sus cultivos. Se
naturales a partir de la mezcla de diferentes menciona la presencia de plagas difíciles
especies vegetales especiales para dicho fin. de "combatir".
En algunas familias se evidenció la tierra
Existen iniciativas de realizar compostaje
reseca o infértil; en otras partes la tierra a
orgánico con la creación de pequeñas
poca profundidad presenta recebo.
unidades de lombricultura.
En la mayoría de las familias entrevistadas
Existen diferentes prácticas creativas para
no existen formas de almacenamiento de
mantener los cultivos húmedos todo el tiempo
agua para épocas de sequía.
sin gastar demasiado cantidad de agua.

Las personas que producen son los


Existen al menos 13 familias en el resguardo
adultos mayores de 60 años. Es decir, no
que alientan un proceso de transición hacia la
se observa gente más joven, en especial
producción de alimentos más sostenibles
adolescentes y niños-as. Los responsables
ambientalmente hablando.
de los cultivos deben pagar mano de obra
para el mantenimiento de sus cultivos.

Existe un desconocimiento de los


principios agroecológicos que son clave
para la transición hacia sistemas de
SOCIO - Existe una gran riqueza de saberes locales
producción de alimentos más sostenibles.
CULTURAL en cuanto al manejo de cultivos alimentarios
se refiere.
Algunas personas no están interesadas en
compartir sus conocimientos con otras,
incluso si son de la misma comunidad,
porque: "se roban las ideas".

Aun se habla del trabajo en minga, que En el tema de cultivos alimentarios


también lo expresan como "El Convite" o "La algunas personas manifiestan que no se
mano vuelta", para temas de trabajo consigue gente del resguardo para
comunitario. trabajar la tierra, que no hay interés ni
tampoco unión entre ellos y ellas.
Algunas familias producen para
autoconsumo, pero también para la venta.
Sin embargo, se enfrentan a un comercio
desigual, en donde no se pagan los
precios justos por los alimentos
producidos. El cabildo no ha impulsado la
creación de un mercado indígena de
alimentos en la zona.

Las familias que cultivan hacen un ahorro al No existen Circuitos Cortos de


no tener que conseguir algunos alimentos, Comercialización (CCC) apropiados para
ECONÓMICO
especialmente frutas y tubérculos, en el que la propuesta agroecológica se haga
Y POLÍTICO
mercado, puesto que producen mayormente extensiva.
para el autoconsumo.
No hay inclusión del resguardo a planes,
programas o proyectos que tengan que ver
con la parte agrícola, no existe el apoyo
financiero desde la alcaldía municipal ni
desde el cabildo para estas familias
productoras de alimentos. No hay
vinculación del resguardo indígena con la
política de SAN del municipio.

FUENTE: Elaboración propia a partir de todos los datos del trabajo.

73
6.4 FASE 4: Generación de recomendaciones hacia
una transición agroecológica para la SAN.
Se realizó la reunión con las familias participantes (ver figura 28) y se trabajó en
identificar soluciones y actividades a emprender en el corto y largo plazo para
emprender el proceso de transición agroecológica para la SAN. Pero también se
generaron algunas recomendaciones para aplicar en los diferentes cultivos que tienen
las familias del resguardo.

Entre las actividades a realizar se destacaron las siguientes:

• Construcción de tanques de agua con membranas resistentes para recolección


de agua lluvia y localización de suministro en los puntos clave de cada cultivo.
• Jornada de siembra de especies nativas protectoras.
• Taller de preparación de abonos verdes y construcción de unidades familiares
de producción de lombricomposta.
• Taller de intercambio de semillas y obtención de plántulas desde diferentes
instituciones y organizaciones.
• Creación de un banco de semillas.
• Taller de preparación de extractos naturales para el manejo de plagas.
• Jornadas de recorridos por cada una de las experiencias con cultivos familiares
en los sectores del resguardo para su reconocimiento y para intercambio de
experiencias y saberes.
• Jornadas de mingas, convites o mano vuelta para la construcción de actividades
aquí propuestas. Por ejemplo, una minga para la construcción del banco de
semillas.
• Reunión con cabildo acerca de la posibilidad de la creación de mercado
agroecológico propio Muisca de Chía, a través del aprovechamiento de espacios
en el territorio para dicho fin.

Finalmente en el taller participativo, después de escuchar las actividades propuestas a


realizar, se realizaron las siguientes recomendaciones:

• Reducir progresivamente la dependencia a insumos externos, como por ejemplo,


el uso de agroquímicos, hasta el punto de lograr reemplazarlos totalmente y
cambiarlos por prácticas creativas, inteligentes y efectivas como los extractos o
purines naturales para el manejo de plagas, los biofertilizantes, el Bocashi,
harina de rocas, harina de hueso, lombricultura, compost, entre otras. Pero no
solo el reemplazo de productos agroquímicos, sino también de prácticas que

74
degradan el ambiente y hacen un uso intensivo de los recursos, por aquellas que
sean más benignas con el medio ambiente (S. Gliessman et al., 2007).

Figura 28. Identificación de soluciones, recomendaciones y actividades a realizar en el


marco del proceso de transición agroecológica para la SAN en familias del resguardo
Muisca de Chía.

FUENTE: Elaboración propia a partir de taller participativo.

• Aumentar la cantidad de especies en el agroecosistema como una estrategia de


SAN, tanto especies vegetales alimentarias y arbóreas como especies animales
menores (gallinas, conejos, cuyes) para lograr un mayor empoderamiento de las
familias en el proceso de transición agroecológica, y se logre enriquecer el
diseño del agroecosistema actual, en especial aquellas familias en donde el
número de este tipo de especies evidenciado es menor o nulo. Es importante
enriquecer el agroecosistema en ese sentido, pues las especies menores
generan excedentes de producción que sirven como materias primas para la
elaboración de muchas de las tecnologías de la agricultura familiar (antes
mencionadas) y promover así sistemas cerrados con procesos de recirculación.

75
• Realizar constantemente intercambios de saberes y haceres mediante la
metodología denominada en la agroecología como “de campesino a campesino”,
aunque en este caso sería “de indígena a indígena”, para fortalecer el colectivo
de familias que le apuestan a la agricultura familiar actualmente en el resguardo.

• Fortalecer la organización social para poder exigir más incentivos en la


búsqueda de construir más trabajos participativos en el ámbito de la agricultura
sostenible, para garantizar la SAN de las familias y consumidores potenciales,
pero también fortalecer la soberanía alimentaria de la comunidad Muisca de
Fonquetá y Cerca de Piedra.

• Realizar reunión con el cabildo acerca del acompañamiento futuro a las


experiencias de cultivos agroecológicos en el resguardo. En este punto es
importante mencionar una de las recomendaciones que se realizó en un trabajo
de transición agroecológica en la comunidad indígena de Puracé:

“Para iniciar el proceso de transición agroecológica, es necesario involucrar


y cerciorarse de la participación de entidades financiadoras que garanticen
el desarrollo y la eficiencia del proyecto. En este sentido, el Cabildo deberá
ser el principal actor encargado de gestionar los recursos económicos
siempre y cuando haya compromiso por parte de la comunidad” (Rojas &
Cárdenas, 2011) .

Lo anterior es importante, pues el inicio de la transición podría darse sin el apoyo


económico, lo cual implicaría un proceso más largo y apelando al ingenio y
esfuerzo de las familias para lograr mejorar sus prácticas y tecnologías con
recursos propios, sin embargo, de acuerdo con (C. Nicholls & Altieri, 2016) la
transición agroecológica genera unos costos en la fase de rediseño que tienden
a ser altos durante los primeros 3 a 5 años.

• Realizar acercamientos con actores clave en la reformulación de la política


municipal de Seguridad Alimentaria y Nutricional, con el fin de lograr incluir a la
única comunidad indígena del municipio en las líneas de acción que desarrolle
dicha política en el futuro, articulando este tipo de trabajos que buscan promover
el aporte a la SAN por medio de enfoques como la agroecología, la cual se
constituye como una de las mejoras alternativas para hacer de la agricultura una
práctica y un estilo de vida más sostenible.

76
7. Discusión de Resultados

7.1 Reconocimiento de la situación local para una


transición agroecológica.
7.1.1 Para las etapas de la transición
En el recorrido por las 13 familias que tienen experiencias de agricultura familiar en el
resguardo Muisca de Chía, se observan diferentes procesos en busca de una manera
más sostenible de producir alimentos en la huerta o el huerto familiar que manejan, que
se trata del agroecosistema más difundido a nivel global, ya que por lo regular se
encuentra uno en cada casa-habitación rural; también se encuentran, aunque en menor
medida y con distintas características, en hogares urbanos y suburbanos (Hernández et
al., 2019).

Las familias del resguardo presentan algunas fortalezas como debilidades frente a las
etapas de la transición agroecológica, la cual ellos conciben básicamente como hacer
lo posible por producir alimentos utilizando abonos que provengan de la misma huerta
y sin uso de agroquímicos, aunque la realidad es que la mayoría de ellos y ellas están
utilizando estos productos agroquímicos. Para la etapa 1, se debe mencionar que de las
13 familias solo 2 no utiliza agroquímicos, ya que le han apostado a técnicas locales,
ancestrales y creativas que no atentan contra la biodiversidad de sus cultivos. Si
comparamos este estado inicial hacia la transición frente a la situación inicial de
transición agroecológica en los dos casos de la provincia de Buenos Aires – Argentina,
en donde las familias reconocen no haber sido nunca grandes consumidores de
agroquímicos, aunque compraban algunas semillas importadas, y realizaban eventuales
aplicaciones de biocidas y fertilizantes químicos (Marasas et al., 2015, pag. 55),
podríamos ver algunas similitudes, pues las familias productoras del resguardo de Chía
a pesar de no ser “grandes consumidoras de agroquímicos” se observan 11 familias que
deben avanzar para la etapa número 1 de la transición por su frecuente uso de
fertilizantes, insecticidas, fungicidas y herbicidas, pero también biocidas como en el caso
de Argentina, en donde a partir de los reclamos sociales surgió la creación de

77
ordenanzas que restringen la utilización dichos agroquímicos (Marasas et al., 2015, pag.
56).

Estas medidas restrictivas son las que deben comenzar a surgir a nivel local en
Colombia para controlar, disminuir y eliminar el uso definitivo de estos agrotóxicos, los
cuales han sido impulsados desde hace décadas por los diferentes gobiernos y desde
las instituciones del Estado nacional, departamental y local; se ha promocionado la
revolución verde, pues para ellos considerar de nuevo la agricultura tradicional, era y es
un retroceso que no conciben (Cárdenas, 2012).

Mientras tanto en el resguardo de Chía sí existe la voluntad de realizar cambios por


parte de las familias, sobretodo en el tema del uso de agroquímicos, los cuales son
utilizados porque se presentan diferentes tipos de plagas, mayormente en los cultivos
de granadilla (Passiflora ligularis), tomate de árbol (Solanum betaceum) y papa
(Solanum tuberosum). En el cultivo de granadilla está la presencia de insectos diminutos
que casi no son perceptibles a la vista denominados “trips” (Tisanópteros) y causan daño
en la flor de la planta justo donde comienza a desplegarse el fruto, entonces lo ataca y
no deja desarrollar el fruto. En el cultivo del tomate de árbol está la presencia del hongo
de la Antracnosis (Colletotrichum gloeosporioides) que ataca el fruto y causa serios
daños. También se encuentra la presencia de la denominada “Gota de la papa”
(Phytophthora infestans), solo por mencionar algunos.

Las familias afirman que esta situación se ha intentado manejar de diferentes formas,
pero que lo único que les ha funcionado han sido los agroquímicos y en algunos casos
la mezcla de varios de ellos. Afirman que mientras no tengan una alternativa natural
efectiva, no van a dejar de utilizarlos, porque en algunos casos ha funcionado bien y la
venta de los alimentos que producen se mantiene. Estas familias solicitan ayuda de la
academia e investigadores en general que contribuyan a esta problemática para así
poder avanzar a la etapa 2 de la transición, en donde se busca eliminar por completo la
dependencia a estas sustancias nocivas con el esfuerzo de cada uno de los agricultores-
as del resguardo, con estrategias como insumos naturales para controlar las mal
denominadas malezas, fijadores de nitrógeno para reemplazar fertilizantes sintéticos
nitrogenados, el uso de agentes del control biológico en lugar de plaguicidas y el cambio
a la labranza mínima o reducida, entre otras (S. Gliessman et al., 2007).

Por otra parte, la mayoría de las familias presentan fortalezas para la etapa número 3
de la transición agroecológica propuesta por (C. Nicholls & Altieri, 2016), la cual hace
referencia al diseño agroecológico diversificado, esto se debe a que la mayoría de ellas
tienen un alto grado de siembras asociadas en policultivo entre plantas alimentarias,

78
medicinales, aromáticas y árboles. Sin embargo, también existen familias que presentan
una situación incipiente para la etapa 3 de la transición, como se observa en la figura
29, en donde se puede apreciar la ausencia de cultivos alimentarios, excepto algunas
plantas y sobretodo presencia de árboles frutales.

Figura 29. Modelo de parcela en familias que presentan un nivel incipiente para la
etapa 3 de la transición agroecológica.

FUENTE: Elaboración propia a partir del mapa de recursos naturales de las parcelas familiares.

En la figura 30 se observa el croquis de una parcela con un nivel más avanzado de


policultivo notándose el contraste con el croquis anterior.

Figura 30. Modelo de parcela en familias que presentan un nivel avanzado para la
etapa 3 de la transición agroecológica.

FUENTE: Elaboración propia a partir del mapa de recursos naturales de las parcelas familiares.

79
Se observó que 3 de las 13 familias tienen una agrobiodiversidad normal de acuerdo
con el índice de Shannon calculado, y por lo tanto, para la etapa 3 de transición estarían
avanzados, aunque para las primeras etapas no. La familia de Los cerezos obtuvo el
mayor índice Shannon, H´ = 2.7, seguido de la familia San Sibar con H´= 2.23 y la familia
Árboles Frutales con H´= 2.07, el resto de las familias obtuvieron H´ < 2. Mientras tanto,
en un trabajo de sistemas agroforestales realizado en la comunidad indígena Yanacona,
reportan H´= 2.5 para arreglos agroforestales que involucran cerca vivas y huertos
mixtos (Cajas & Yama, 2008), es decir, el caso de la familia Los Cerezos del resguardo
de Chía que tiene un policultivo entre maíz (Zea mays), frijol (Phaseolus vulgaris),
arvejas (Pisum sativum), habas (Vicia faba) calabazas (Curcubita maxima) y otras
especies arbóreas – forestales y herbáceas, estaría por encima del valor de la
comunidad indígena Yanacona.

El hallazgo de 108 especies vegetales herbáceas diferentes (69 alimentarias, 35


aromáticas y/o medicinales y 4 de uso ritual) en solo 13 familias de las 316 totales del
resguardo, es de gran relevancia porque indica la riqueza en este tipo de especies, de
las cuales a partir de la mediana calculada por familia: 17 especies son alimentarias, 7
especies son medicinales y/o aromáticas y 0 especies son de uso ritual. Además, esto
anterior es importante en dos sentidos, primero porque el inventario agrícola constituye
una de las primeras acciones para la transición, y segundo, porque este hallazgo de 108
especies es similar, e incluso mayor, a otros trabajos que han emprendido un proceso
de transición agroecológica, como es el caso de un grupo de mujeres en el municipio de
Yolombó - Antioquia, quienes comenzaron con sus minifundios de un tamaño promedio
de 0,5 ha y cultivos marginales para el auto-abastecimiento como maíz, frijol, yuca,
algunas hortalizas y frutales, en cuyo inventario agrícola encontraron 29 especies de
verduras y hortalizas, 63 de árboles leñeros y frutales, 40 de medicinales y 90 de
ornamentales y flores (Cárdenas, 2012). También el caso del diseño de la granja
agroecológica en Guachucal – Nariño, en donde encontraron 7 especies forestales, 18
especies vegetales, 3 especies frutales y 14 especies de plantas aromáticas y
medicinales (Cuases & Suárez, 2018).

También se tuvo un hallazgo de 38 especies arbóreas – forestales en las parcelas de


las familias del resguardo y sus alrededores, el cual también resulta ser importante si lo
comparamos por ejemplo con un trabajo realizado en la granja La Colina ubicada en la
vereda Cajete, municipio de Popayán, en donde se diseñó un sistema integrado de
producción agropecuario con principios agroecológicos en el proceso de certificación
del programa agroambiental de la Universidad Autónoma Intercultural Indígena (UAIIN),
ellos encontraron 29 especies forestales adaptadas a la zona como Cucharos (Myrsine

80
guianensis), Arrayanes (Luma apiculata), Urapan (Fraxinus chinensis), Sauces (Salix),
Robles (Quercus robur), entre otros, en un área de 36,47 Ha (Gutiérrez et al., 2013),
mientras que las 38 especies arbóreas y forestales identificadas en las familias del
resguardo Muisca de Chía, se observaron en un área que corresponde a las 13 familias
de 4,34 Ha.

El hecho de que unas familias tengan fortalezas en número de especies en sus cultivos
y otras familias no tengan fortalezas en agrobiodiversidad, pero sí en saberes
ancestrales respecto a cómo manejar las dinámicas de sus agroecosistemas, resulta
interesante, en el sentido que se puede promover el apoyo e intercambio de
experiencias entre familias, ya que algunas de ellas pueden brindar los saberes en el
manejo de plagas de manera natural y otras pueden aportar ya sea conocimientos o
intercambio de semillas para promover el aumento de agrobiodiversidad en otras
familias, como por ejemplo, en la parcela “La Esperanza”, que tiene un proceso
incipiente para la etapa 3 de la transición.

En general a nivel colectivo las familias agricultoras emprenden un proceso de transición


agroecológica desde la etapa 1 por el momento sin apoyo financiero, con experiencias
resistentes y resilientes frente a la realidad que tienen que vivir, porque para poder hacer
lo que les gusta, esto es cultivar sus propios alimentos, deben hacerlo con sus propios
recursos, ya que actualmente no se han promovido proyectos con enfoque
agroecológico que contribuyan a garantizar la SAN en el territorio, una SAN que tenga
el componente alimentario fortalecido, pero también el componente ambiental. Tampoco
se ha evidenciado la inclusión al resguardo Muisca de Chía en ninguno de los programas
y proyectos que han formulado desde la alcaldía del municipio. Sin embargo, deben
estar atentos a la próxima reformulación del Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional,
el cual termina la vigencia en 2020.

Teniendo en cuenta lo anterior, se deben reunir los esfuerzos y las ideas por medio de
trabajos planificados que promuevan la agricultura ecológica del resguardo e incluyan
como marco referencial a la agroecología, ya que ésta orienta diferentes estilos de
agriculturas más sostenibles, asentados en un nuevo conjunto de principios éticos
conectados por la inclusión social, soberanía y seguridad alimentaria, respecto a la vida
y al ambiente (Boeckmann, 2017). Se requiere además trabajos que promuevan los
Circuitos Cortos de Comercialización, que tanto hacen falta en el resguardo, para que
se pueda cumplir con las expectativas de todos los agricultores-as, pues es uno de los
objetivos que se han planteado, el de tener un mercado propio Muisca que contribuya
en el avance hacia la etapa 4 de la transición, la cual plantea una relación más directa

81
entre productor - consumidor, en donde el consumidor reconoce el valor de sus
campesinos e indígenas, quienes han superado las etapas 1, 2 y 3 de la transición
agroecológica y los apoya mediante el gasto alimentario, lo cual a su vez, construye una
especie de “Ciudadanía Alimentaria” y se vuelve una fuerza para el cambio del sistema
(FAO, 2014).

A pesar de las múltiples dificultades que existen en el resguardo para desarrollar cultivos
alimentarios, y sin mencionar otras problemáticas sociales a las cuales se enfrentan, en
medio de la turbulencia social, económica y ecológica que vive actualmente el país y el
mundo, a pesar de todo eso, se ve el entusiasmo por parte de algunas personas en
dedicarse a producir alimentos, bien para autoconsumo o bien para la venta, en algunos
casos, porque ya terminan de realizar trabajos externos y se pensionan o simplemente
porque ya quieren solo dedicarse a sus “campos” y volver a la comunidad y a la familia
para poder plantear acciones.

Estas personas cuentan con la entera disposición de seguir adelante con sus siembras,
las cuales de acuerdo con uno de los integrantes de las familias, las cultivan con amor,
demostrando de esa forma que el sentimiento, como lo expresan (Cevallos et al., 2019),
también hace parte de los principios agroecológicos y está basado en la conciencia, el
amor y el respeto a la tierra, a la naturaleza y a todas las formas de vida. Son estas
familias quienes podrían motivar a otras personas que ven la situación de una manera
más pesimista, y a las cuales, este trabajo de transición podría hacerles ver una forma
más sostenible de producir alimentos que contribuya a la etapa 5 de la transición, la cual
busca construir un sistema alimentario global basado en la equidad, la participación y la
justicia, es decir, un cambio a nivel mundial, cuyo impacto en la naturaleza de la
civilización humana será tan profundo que trascenderá el concepto de “transición” (FAO,
2014). Es un desafío interesante, pero vale la pena asumirlo para demostrarle a la
comunidad y a sí mismos que se puede hacer y que además es un deber como dijo uno
de los agricultores: “Estos pulmoncitos cerca de la ciudad hay que cultivarlos, hay que
salvarlos, hay que conservarlos” (Diálogos con la familia La Planada del resguardo
Muisca de Chía, 2019).

7.1.2 Disponibilidad y potencial productivo


A lo largo del trabajo investigativo se observó la importancia que tiene la producción de
alimentos para el autoconsumo, lo cual aporta en cierta medida a la disponibilidad de
alimentos en las familias del resguardo, sobre todo frutas, verduras, tubérculos y
algunas leguminosas. Es importante reiterar que esta disponibilidad de alimentos no

82
solo para el autoconsumo sino también para la venta, está determinada por factores
como:

“…la disponibilidad de suelos aptos, disponibilidad de agua, clima, altitud y


topografía; todo ello en función de las necesidades agroecológicas de cada
actividad productiva. También, por las ventajas competitivas como la mano de
obra, conocimiento, tecnología, semillas de calidad, financiamiento, precios de
los insumos, infraestructura de almacenamiento, procesamiento y distribución,
entre otras” (Parada, 2019).

Además se debe mencionar dos aspectos clave identificados en los cultivos observados
en las parcelas del resguardo de Chía, es decir, la asociación entre cultivos y las
rotaciones, ambas importantes para la base agroecológica de sus chagras. En un
trabajo realizado con huertos familiares en Cumbal, Nariño, encontraron 49 tipo de
asociaciones cultivares diferentes y 52 tipo de rotaciones cultivares en los terrenos de
siembra con el respaldo de los agricultores entrevistados en ese trabajo, quienes
afirmaron que esto trae diferentes ventajas, como el hecho de tener disponibilidad de
alimentos en cualquier época del año, tener un mejor aprovechamiento del terreno,
controlar plagas y enfermedades y tener mayor producción (Agredo et al., 2018). Estas
afirmaciones concuerdan con las registradas por las familias del resguardo de Chía,
pero además en la siguiente figura se pueden observar otros elementos adicionales que
sobresalen como necesarios para la disponibilidad de alimentos:

Figura 31. Nube de palabras de los criterios identificados para tener disponibilidad de
alimentos en familias del resguardo Muisca de Chía.

FUENTE: Diálogos de grupo focal trabajado con ATLAS TI 8.

83
Lo anterior denota que estos agricultores-as del resguardo co-producen con la
naturaleza y usan el entorno para proveerse de todo aquello necesario para la
producción: semillas, árboles, biomasa, suelo, agua, aire, energía (Acevedo et al.,
2018); y además denota que sus sistemas de producción están basados en el detallado
conocimiento que poseen sobre las condiciones locales como el clima, condiciones de
la tierra, tipos de suelos, la luna, la experiencia, el tiempo, sus cultivos, entre otras; es
decir, las palabras con mayor frecuencia en los diálogos tenidos.

Si bien existen algunos agricultores-as que venden algunos excedentes de alimentos,


el principal uso es el autoconsumo, el intercambio y el compartir, el cual aprovechan de
este territorio Muisca que les ofrece una importante agrobiodiversidad en cada una de
sus huertas o chagras, las cuales se convierten en reservorios genéticos vegetales
aledaño a la casa, cuyo establecimiento refleja un aspecto fundamental de la identidad
cultural en relación con la naturaleza, en donde se practican actividades culturales,
sociales, biológicas y agronómicas, constituyendo una unidad económica de
autoconsumo a la puerta del hogar (Agredo et al., 2018).

Como se pudo observar anteriormente en la figura 24, los datos de producción obtenidos
a partir del propio agricultor-a, hacen referencia netamente a datos de una agricultura
familiar evidentemente, por ejemplo, los 500 Kg/año de tomate de árbol producidos por
la familia “El Recuerdo” corresponden al 0,06% de la producción del municipio de Fosca
en 2017, uno de los municipios de Cundinamarca que produce este alimento; lo mismo
sucede con la mora, la arveja, el frijol y las habas, es decir, las producciones de estos
alimentos en el resguardo corresponden entre 0 y 1 % a las producciones de municipios
productores en Cundinamarca, cuyo departamento es el primer productor nacional por
ejemplo de tomate de árbol y mora, el segundo de arveja y el quinto de frijol. Mientras
tanto el municipio de Chía presenta importante participación en la producción de
lechuga, cilantro, habas, brócoli, coliflor y curuba; la producción de habas en el
resguardo de Chía es de 37,5 Kg/año en la parcela “Terranostra”, lo cual corresponde
al 0,02% de la producción total de habas del municipio de Chía (Ministerio de Agricultura
y Desarrollo Rural, 2017).

Sin embargo, de acuerdo con (Soto et al., 2007 citado por Peñaranda, 2017) en
Colombia la agricultura genera más del 30% de la producción de cultivos anuales, lo
que evidencia su importancia a nivel nacional para el abastecimiento de la canasta
familiar. Aunque más allá de las cifras de producción, este tipo de agricultura se ha
convertido en una herramienta fundamental para mitigar la pobreza, aportar a la SAN,
conservar el ambiente, la biodiversidad y los saberes ancestrales.

84
Además, estas familias del resguardo de Chía realizan un ahorro económico al no tener
que comprar alimentos que ya se producen en sus predios, por lo tanto destinan este
dinero para obtener los demás grupos de alimentos como aceites, panela, azúcar,
abarrotes en general y cárnicos, este último dada la limitada tenencia y producción de
especies de animales menores como gallinas, conejos, entre otros. Esta otra
disponibilidad de alimentos la encuentran en los supermercados, tiendas y plazas de
mercado municipales, es decir, alimentos provenientes desde diferentes sectores e
incluso países, puesto que el aporte de importación alimentaria en esta región es
significativo. Cundinamarca junto con Antioquia son los departamentos que más bienes
y servicios importan en el país después de Bogotá D.C, entre ellos alimentos y bebidas
provenientes de países como Estados Unidos, China, México, Francia, Alemania, entre
otros. En el año 2014 Cundinamarca importó un valor CIF (en miles de dólares) de
342.351 para el sector agropecuario, alimentos y bebidas y en 2015 aumentó en un
2,3% (DANE, 2016).

En consonancia con lo anterior, se debe decir que las familias del resguardo si bien la
mayoría siembran para el autoconsumo, también lo hacen por tener un lugar en el
mercado, ya sea de Chía o de diferentes lugares, para hacer valer la afirmación de que
dentro del contexto de la seguridad alimentaria, la agricultura familiar tiene la propiedad
de generar alimentos saludables para los mercados nacionales, regionales y locales,
que estimula a los productores a la formalización de sus organizaciones (Hernández et
al., 2019), con el fin de convertirse en una alternativa ante este mercado importado que
cada vez más se inserta en los municipios e incluso en las innumerables veredas
colombianas. Es imperante en el contexto de las familias productoras del resguardo
Muisca de Fonquetá y Cerca de Piedra comenzar a consolidar la unión de estos
agricultores-as productores-as, ya que se observaron procesos individuales de
producción para la venta, en donde se enfrentan a la cruda realidad del mercado. Se
menciona que por una canasta de 25 Kg de tomate de árbol (Solanum betaceum) se
pagan $20.000 (Plan de finca con familias del resguardo de Chía, 2019). Mientras que
logrando una organización colectiva de las familias productoras del resguardo se puede
pensar en el posicionamiento del mercado indígena Muisca alimentario para la misma
comunidad e incluso para el municipio, en donde se concerten precios justos para la
motivación de estos agricultores y agricultoras.

Sin embargo, es necesario resaltar que se deben construir a la par las bases ecológicas
de la transición y un tejido social que la ayude a mantener y hacer tránsito hacia la
sostenibilidad socioeconómica, creando otros valores que se basen en una ética para la
vida y no en una vida para el mercado (Cárdenas, 2012).

85
7.1.3 Disponibilidad nutricional
Por otra parte, existe un importante potencial nutritivo desde los alimentos cultivados en
las parcelas de familias del resguardo de Chía, allí se puede dividir en dos fuentes, una
proveniente de los macronutrientes y otra de los micronutrientes. Por el lado de los
macronutrientes se encuentran las proteínas, lípidos y carbohidratos, en donde se
destaca el aporte de proteína de alimentos cultivados como la arveja verde (5,9 g), el
frijol verde (10,5 g) y rojo, las habas (9,9 g) e incluso el maíz porva, el cual presenta 7,7
g de proteína por cada 100 g de maíz, aunque es claro que el mayor aporte de este
valioso alimento para los muiscas son los carbohidratos, es decir, 72,2 g por cada 100
de maíz (ver anexo E). Además, se destaca el contenido de fibra dietaria de alimentos,
sobretodo frutas, como la feijoa, granadilla, mora y uchuva, todas estas entre 5 y 6 g por
cada 100 g de fruta.

En cuanto a los micronutrientes que aportan los alimentos cultivados en el resguardo se


destacan minerales como el calcio, hierro, fósforo, magnesio y potasio. Alimentos que
aportan calcio como cebolla larga (57 mg), cilantro (82 mg), frijol verde (67 mg) y las
especias como romero (317 mg) y hierbabuena (199 mg); alimentos que aportan hierro
como el frijol verde (3,3 mg), el maíz porva (2,5 mg) y especias como mejorana, tomillo
y orégano (ver anexo E); el fósforo que aporta el frijol (220 mg) y las habas (143 mg); el
magnesio que aporta el ají rojo (23 mg), el cilantro (26 mg), la mora de Castilla (20 mg)
y la papa pastusa (23 mg); el potasio que aporta la arracacha amarilla (505 mg), las
chuguas (577 mg) y nuevamente el frijol (756 mg). Además, se debe destacar el aporte
de yodo de un alimento que junto con las chuguas e ibias son muy importantes para el
resguardo gastronómicamente y se cultiva mayoritariamente en las parcelas familiares,
se trata de los cubios o nabos, que aportan 20 mg de yodo, el cual es un micronutriente
escaso y muy importante para múltiples funciones del cuerpo humano, entre ellas, el
funcionamiento normal de la tiroides, el desarrollo normal del cerebro y de gran
importancia en la etapa de gestación (Martínez, 2019).

El aporte de vitaminas se centra mayormente en el grupo de vegetales como la ahuyama


que aporta vitamina A (1775 ER = equivalente de retinol) al igual que la zanahoria (1318
ER = equivalente de retinol), el ají rojo que aporta 234 mg de vitamina C y el cilantro que
aporta tiamina, riboflavina y folatos; pero también frutas como la granadilla que aporta
0,35 mg de riboflavina y 2,1 mg de niacina, y la gulupa y uchuva que aportan riboflavina
(ver anexo E).

86
7.1.4 La luna como elemento ancestral para la SAN
Aun cuando los integrantes de las familias del resguardo de Chía mencionaron la luna
como un criterio clave para producir los alimentos, es evidente la pérdida de fuerza en
el relato que ha tenido esta práctica ancestral, esto si se consideran algunos testimonios
pasados recopilados en este mismo resguardo Muisca, como el siguiente:

“Para los cultivos se basaban en sus conocimientos astronómicos, siguiendo las


lunaciones, que contaban de a 20. Incluso hoy tienen en cuenta la luna para la
siembra y la cosecha, como lo cuenta la Comunera Margarita Garzón de
Montañez: “lo más aconsejable para sembrar es el menguante y cuando no
estamos en menguante decían que se podía sembrar un martes o un viernes, o
sea que esos días reemplazan la menguante. En menguante se siembra más y
en creciente se quitan las hojas, se arregla, se poda”” (Correa, 2001).

Mientras tanto en otras culturas indígenas como los Yanacona, los mayores enseñan a
los niños las labores del campo guiándose con las fases de la luna. Por ejemplo en el
caso del cultivo de quinua, la preparación del suelo la hacen a partir del tercer día de
luna menguante o el tercer día de luna nueva, para evitar la presencia de plagas en el
cultivo; la siembra la hacen a partir del tercer día de luna creciente, con el fin de
posibilitar una mejor germinación y emergencia de la semilla; las deshierbas las hacen
a partir del tercer día de luna menguante hasta el tercer día de luna nueva; y la cosecha
la realizan entre el tercer día de luna menguante y el tercer día de luna nueva. De esta
forma, los Yanacona guían sus actividades agropecuarias e implementan la rotación y
asocio de cultivos para proveer seguridad y soberanía alimentaria a sus familias
(Guerrero, 2018).

Es importante destacar otras versiones del uso de las fases lunares en el cultivo de
alimentos como la evidenciada en el trabajo de (López, 2019), en donde se trabajó con
las comunidades indígenas agrícolas de Nahuaizalco – El Salvador. En esa experiencia
a diferencia de lo evidenciado en el presente trabajo investigativo, manifiestan que las
fases de la luna tienen un importante significado cosmológico y que se debe evitar
sembrar en la luna nueva por la creencia de que lo que se siembre no echará raíces, al
igual que sembrar en la luna de cuarto menguante. Es decir, difieren porque en la
comunidad Muisca de Chía afirman que en cuarto menguante crecen muy bien los
alimentos.

También mencionar que las fases lunares no son solo importantes a nivel de la
agricultura, sino que también para la vida cotidiana, algunas agricultoras del resguardo
Muisca de Chía mencionan la importancia de las fases lunares para el cuidado y corte

87
del cabello. Mientras que en comunidades campesinas del pacífico colombiano como la
comunidad de Puerto Martínez - Chocó tienen en cuenta los ciclos lunares para
actividades maderables, afirman que la madera se corta en luna menguante; además,
menciona uno de los miembros de esta comunidad que siempre que la luna está mala
no se puede sembrar ni cortar ningún árbol porque no dura ni nace (SENA, 2018).

Finalmente decir que la luna tiene una importante representación simbólica como
elemento que está presente en los momentos de la vida social de las diferentes
comunidades y quienes poseen ese legado de generación en generación lo mantienen
y usan, especialmente para garantizar la Seguridad Alimentaria y Nutricional.

7.2 Agroecología, Soberanía y Seguridad Alimentaria


Como se especificó anteriormente, la dimensión ambiental es de vital importancia, ya
que es el sustento de la producción de alimentos y por lo tanto se debe despertar la
conciencia de producir alimentos respetando las dinámicas de los ecosistemas. Esto
entre otras, es lo que se promueve desde la agroecología. He ahí la importancia de
establecer vínculos entre los procesos de agroecología y la construcción de SAN, ya
que esta última viene desarrollando avances en el análisis del problema alimentario
desde la dimensión ambiental, y no solo desde la academia, sino también desde las
miradas institucionales y políticas en diferentes países, en el mejor de los casos con
participación de las comunidades y grupos sociales. La SAN también busca la
sostenibilidad en los diferentes planos de los procesos agroalimentarios con base en los
servicios ecosistémicos así como lo intenta la agroecología.

La agroecología es reconocida por estar muy estrechamente ligada a la soberanía


alimentaria (SoA), ambas utilizan definiciones, diagnósticos y contenidos análogos,
respecto al poder en manos de las multinacionales y la articulación transnacional de los
estados (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, etc), que someten la
autonomía de las identidades locales (Cuellar et al., 2013, p. 26). Tanto la SoA, en su
concepto teórico y lucha de una bandera política, como la agroecología, se constituyen
en formas de visibilización de alternativas más democráticas y horizontales con la
posibilidad real de generar maneras más justas y equitativas, socialmente; más
autónomas y apropiadas, culturalmente; y más sostenibles y regenerativas,
ecológicamente (Cuellar et al., 2013, p. 25).

La SoA ha tomado mucha fuerza en las últimas décadas con participación de


movimientos sociales, sobretodo campesinos e indígenas, puesto que hablar de
soberanía alimentaria es hablar, en primera instancia, de la Vía Campesina, es decir, un

88
movimiento social que agrupa a millones de campesinos y campesinas, indígenas y
trabajadores agrícolas de todo el mundo. Esta organización en compañía con la
Coordinación Europea de La Vía Campesina, entienden que:

“La Soberanía Alimentaria enfatiza la producción, la distribución y el consumo


ecológicamente adecuados, la justicia socioeconómica y los sistemas de
alimentos locales como medios de combatir el hambre y la pobreza, garantizando
la seguridad alimentaria sostenible para todas las personas” (Anderson, 2018).

En ese sentido, la planeación de la agricultura con criterios y principios de SoA debe ser
esencial para lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición de la población (Pérez
et al., 2018, p. 185), pero a través de formas sostenibles. Diversos autores están de
acuerdo en decir que la agroecología es un camino para tener SoA (Vía Campesina,
2011 citado por INTA, 2012)(Chaparro, 2014 & Holt et al., 2013 citado por Pachón,
2018), de esa manera, la agroecología termina siendo un camino y un elemento
sustancial para garantizar tanto la SAN como la SoA (Pengue, 2019). Además, la SAN,
la SoA y la agroecología son conceptos que convergen en la idea de consolidar una
alimentación equilibrada, sana y saludable y sostenible para evitar las enfermedades
del consumismo: sobrepeso, obesidad, enfermedades no trasmisibles, desnutrición
(Matute et al., 2018), a través de sistemas alimentarios más sostenibles con la cuota de
las sociedades agrarias tradicionales y ancestrales, quienes aplicaban y aplican
métodos de gestión adaptados a las características ecológicas de sus entornos (Naredo,
2006 citado por FIAN, 2018).

Por otra parte, es importante resaltar que desde la FAO se viene trabajando el enfoque
de la agroecología, el cual lo conciben como holístico. Afirman que la agroecología está
centrada en las personas, que es intensiva no en insumos agrotóxicos, sino en
conocimientos, y que está arraigada en la sostenibilidad; además, se ajusta muy bien al
enfoque transformador que exige la agenda 2030 de los ODS. Están de acuerdo que
para erradicar el flagelo del hambre, la pobreza y hacer una gestión sostenible de los
recursos del planeta, se requiere una transición agroecológica hacia sistemas
agroalimentarios sostenibles y diversificados que garanticen la seguridad alimentaria y
la nutrición para todos (FAO, 2017) (FAO, 2015).

Se debe reconocer una transición agroecológica que se caracterice por afianzar


procesos de ecologización de la agricultura, es decir una producción agrícola que
respete las especificidades, potencialidades y limitaciones del ecosistema dentro del
cual ocurre este proceso (Costabeber, 2007 & Sales et al, 2014 citados por Boeckmann,
2017), partiendo por supuesto de las agriculturas familiares diversas, reconociendo el

89
potencial endógeno y el conocimiento local preexistente para luego lograr vincularse con
el conocimiento científico (Caporal et al, 2011 citado por Boeckmann, 2017) imperante,
en donde la SAN y la SoA son visiones complementarias y confluyentes. La transición
agroecológica además debe caracterizarse por ser un proceso de aprendizaje, el cual
no tiene un tiempo determinado para su realización, pues varios autores están de
acuerdo en afirmar que la transición agroecológica es un proceso atemporal
(Boeckmann, 2017), el cual constituye una revolución que no se da de la noche a la
mañana, requiere de un escalonamiento por ser un proceso complejo y dinámico, es
decir, debe ocuparse de diferentes transiciones que se sitúan en espacios como el
cultivo, la finca, la comunidad o ciudad, a nivel nacional y finalmente a nivel global
(González De Molina, 2013 citado por Boeckmann, 2017). Podría decirse que la
transición a escala de cultivo y finca son las que tienen mayores puntos de convergencia
con el primer eje de la SAN, es decir la disponibilidad de alimentos.

Lo desarrollado a través de este trabajo aporta a la construcción de la SAN, sin embargo,


no desconoce el fuerte vínculo de la agroecología con SoA y todo lo que representa
para muchas organizaciones civiles mundiales, nacionales y locales. Se espera que en
escenarios futuros se relacionen holísticamente estas 3 categorías conceptuales y
construcciones de la sociedad (SAN, SoA y agroecología) en un trabajo conjunto con la
comunidad agricultora del resguardo Muisca de Chía y su cabildo indígena, pues en esta
experiencia comenzamos aportando al debate desde entender cómo se logra la
disponibilidad de alimentos como primer eje de la SAN para avanzar en el proceso de
transición agroecológica. Integrar estos conceptos daría paso a un gran desafío para
abordar dentro de esta comunidad, en donde recientemente se vienen debatiendo estos
temas que serán centros del debate futuro desde sus organizaciones políticas, pero
también desde la comunidad activa y participante.

Vale la pena resaltar un ejemplo interesante de articulación entre SAN y SoA, el cual lo
constituye Brasil, país que incluyó en su constitución política el derecho a la alimentación
y la Seguridad Alimentaria y Nutricional, afirmando lo siguiente:

“La consecución del derecho humano a la alimentación adecuada y de la


seguridad alimentaria y nutricional requiere el respeto a la soberanía, que
confiere a los países la primacía de sus decisiones sobre la producción y el
consumo de alimentos. (LOSAN, art. 5º, 2006)” (Maluf & Mendonça, 2012, p. 49).

Es un buen ejemplo a nivel mundial de la búsqueda de articulación y armonización no


solo de la SoA y la SAN, sino con la agroecología también, puesto que se encuentra
dentro de las directrices del PNSAN (Plan Nacional de Seguridad Alimentaria y

90
Nutricional) de este país, diciendo que se debe promover el abastecimiento y la
estructuración de sistemas sustentables y descentralizados, de base agroecológica, de
producción, extracción, procesamiento y distribución de alimentos (CELAC, 2009).

Es un desafío que debe afrontarse, ya que sí es posible y el anterior caso de países


como Brasil es un ejemplo, el cual en su momento logró o lograron articular estas
narrativas desde una de las dimensiones importantes para la transición agroecológica,
es decir, la transición política e institucional, en donde cabe resaltar que los
lineamientos del Estado deben ineludiblemente ser expresiones de la comunidad que
participa y exige.

La SAN, la SoA y la agroecología tienen diferentes dimensiones, ejes y componentes,


los cuales deben encontrar puntos de encuentro y también de desacuerdo para poder
discutirlos y avanzar en las diferentes etapas de la transición agroecológica, teniendo
en cuenta que estas etapas propuestas por (Gliessman et al., 2007), (Nicholls & Altieri,
2016) y (FAO, 2014) sirven como una guía para hacer un análisis del estado de los
sistemas alimentarios, pero no sirven para proponer a los agricultores-as seguir etapa
tras etapa, pues es difícil alcanzar agroecosistemas sustentables de esta manera,
porque el proceso de transición agroecológica tiene sus propias particularidades en
cada caso (INTA, 2012) y puede que por ejemplo, se esté dando el reemplazo de
insumos externos tipo agroquímicos y al mismo tiempo se esté dando el rediseño del
agroecosistema, lo cual es totalmente valido, es decir, que la transición agroecológica
va a suceder de acuerdo al escenario inicial y a las situaciones que vayan aconteciendo
en el transcurso.

Finalmente, mencionar que el camino en dirección a una transición agroecológica no es


una tarea fácil, está llena de desafíos, de cambios necesarios y requiere esfuerzos para
construir de manera complementaria y sinérgica con las instituciones del orden mundial,
pero también con las fuerzas organizativas sociales, dejando claro las posiciones
políticas y colocando límites serios a las multinacionales que quieran ver la alimentación
como una mercancía. Se requiere una transición agroecológica sobre todo en la
dimensión ética y cultural que ayude a dar pasos hacia unas relaciones comerciales
entre países basadas en la solidaridad, no en la competencia (Anderson, 2018), con
fines de producir más y mejores alimentos con el menor impacto ambiental.

91
8. Conclusiones
Se observó un importante potencial para avanzar en el proceso de transición
agroecológica para la SAN desde la agricultura de las familias del resguardo Muisca de
Chía:

• Se destaca la presencia de policultivos entre diferentes especies, es decir, existe


una riqueza en agrobiodiversidad, se evidenció un inventario de 108 especies
vegetales herbáceas (69 alimentarias, 35 aromáticas y/o medicinales y 4 de uso
ritual) entre todas las 13 familias, con una mediana de 17 especies alimentarias,
7 especies aromáticas y/o medicinales y 0 especies espirituales o de uso ritual
por familia, además se evidenciaron 38 especies arbóreas (en su mayoría
especies nativas) con una mediana de 7 especies por familia, lo cual representa
un avance para la etapa 3 de la transición que supone la diversificación de
especies y la estructura de la unidad de producción, es decir una fortaleza en la
dimensión ambiental de la transición agroecológica.

• Existe una serie de saberes locales en cuanto al manejo de cultivos se refiere,


por ejemplo, en el tema de manejo de plagas, a pesar de que solo 2 familias de
las 13 utilizan mezclas de extractos naturales para el manejo de plagas, se
considera un factor que promueve e incentiva a que otras familias también los
utilicen y demuestra que estas familias presentan fortalezas para las 2 primeras
etapas de la transición, las cuales buscan reemplazar insumos externos por
insumos propios y que no causen daños en el ambiente, además se resalta que
estos saberes han funcionado, como manifiestan estas dos familias. Aunque se
debe destacar que existe otro tipo de plagas que no se han logrado manejar de
manera sostenible.

• Se destaca que 12 de las 13 familias entrevistadas tienen áreas de cultivo que


no superan el 50% del total del predio familiar, lo cual significa que no explotan
al máximo sus espacios para cultivos alimentarios, esto es importante porque es

92
precisamente lo que propone la transición agroecológica, pensar en producir,
pero pensar también en el medio que da las bases para que exista producción
de alimentos, es decir, los servicios ecosistémicos. Adicionalmente, se debe
mencionar que se firmaron acuerdos entre el municipio de Chía y el resguardo
indígena para realizar reforestación en todo el territorio con especies nativas,
protectoras y productoras.

Se evidenciaron limitaciones para avanzar en el proceso de transición agroecológica


para la SAN desde el resguardo Muisca de Chía:

• Se evidenció la falta de personas para cultivar, de las personas que componen


las 13 familias sólo el 42% están dedicadas a los cultivos agrícolas, que
corresponde a una agricultura familiar, y el 50% de estas personas están en un
rango de edad entre los 60 y 70 años, es decir, es baja la participación de gente
más joven en estos procesos. Adicionalmente, a pesar de que aún se habla de
realizar mingas para el trabajo colectivo, se evidencia la falta de unión entre las
mismas personas que cultivan en el resguardo, ya que actúan individualmente,
solo el 7% de las familias entrevistadas manifestó haber participado en una
minga, pero además manifiestan que es realmente complicado reunir a las
personas para trabajar especialmente en temas agrícolas, lo cual dificulta un
proceso de transición agroecológica especialmente en la dimensión socio
cultural y en las relaciones entre los actores del sistema alimentario que se
propone en la etapa 4 de la transición, la cual implica un cambio de ética y de
valores.

• No existe apoyo financiero de ningún ente gubernamental o no gubernamental,


tampoco del cabildo hacia las familias agricultoras del territorio, lo que las
familias han logrado construir ha sido con su propio esfuerzo, son experiencias
resistentes en el resguardo y merecen ser resaltadas por su labor. Esto significa
una limitante en el proceso de transición agroecológica, ya que esta transición
requiere la participación de entidades financiadoras que garanticen el desarrollo
y la eficiencia de estos procesos que deben concretarse en planes y proyectos,
en donde el cabildo indígena deberá ser el principal actor encargado de gestionar
los recursos económicos para dicho fin.

93
• Hay una falta de apoyo desde sectores de la alcaldía que se encuentran
reformulando la política municipal de SAN, es decir se necesita la inclusión del
resguardo a las líneas de acción de dicha política que fortalezcan la agricultura
familiar desde los principios agroecológicos, con lo cual se lograría avanzar en
la dimensión política de la transición promoviendo la participación activa de la
comunidad indígena Muisca de Fonquetá y Cerca de Piedra, ya que existe un
conjunto de saberes que vale la pena promover desde el interior de la comunidad
para repensar lo alimentario desde la colectividad y avanzar en el proceso de
transición agroecológica para la SAN de manera interdisciplinaria e
intersectorial.

Además se concluye que:

• Se construyeron los criterios determinantes en la disponibilidad de alimentos


para el resguardo Muisca de Chía, los cuales fueron el clima, los recursos
genéticos, la biodiversidad, el agua, la tierra, la luna, la tecnología, los acuerdos
en el plano ambiental, la producción en un nivel tradicional, la mano de obra, las
mingas, los conocimientos y saberes locales, el financiamiento y los planes y
proyectos en materia agrícola desde el municipio y el cabildo, todos estos
encaminados holísticamente a promover la producción en el sistema de
agricultura familiar, considerado como el agroecosistema más difundido a nivel
global, a partir del cual se contribuye en buena medida a la existencia de
alimentos en las familias, principalmente para el autoconsumo, que es una idea
ancestral y de tipo familiar, campesina, indígena y comunitaria.

• El establecimiento de estos criterios representa las aspiraciones de las familias


agricultoras del resguardo y al identificarlos como necesarios para tener
disponibilidad de alimentos contribuye al empoderamiento de estas familias y de
los comuneros y comuneras en general en pro de exigir las condiciones
necesarias para producir sus propios alimentos sanos y apropiados para su
cultura, ya que esta también es una expresión de la SAN. Además, se comienzan
a ver acercamientos de los propios agricultores-as a los diálogos concertados
con el cabildo indígena para incidir en dos puntos vitales por los cuales atraviesa
el resguardo Muisca de Chía, uno es la articulación a la política de SAN del
municipio y dos el desarrollo del plan de vida como comunidad indígena, el cual
se encuentra en construcción y ésta es la oportunidad precisa para recoger todo
el trabajo realizado aquí con las familias para que se vea reflejado en este

94
documento tan importante para el resguardo y así se puedan tener bases sólidas
para que continúe la transición agroecológica (que ya tiene sus inicios) de la
mano del cabildo y con el respaldo de un plan de vida que reconozca estas
nociones de conocimiento como lo son la agroecología y la SAN.

• A partir de la caracterización de las experiencias de cada familia, se evidenció


que todas las familias analizadas priorizan la producción para el abastecimiento
familiar y de la finca, solo 6 de las familias venden los excedentes de los
alimentos en el mercado, se calcularon las producciones anuales de los cultivos
más predominantes, por ejemplo, de mora (Rubus ulmifolius) se producen 720
Kg/año, de frijol (Phaseolus vulgaris) 680 Kg/año, de arveja (Pisum sativum) 453
Kg/año y de tomate de árbol (Solanum betaceum) 500 Kg/año. Si bien es cierto
que las familias no viven únicamente de la agricultura, es importante resaltar el
aporte que se obtiene de la venta de estos alimentos producidos para garantizar
la disponibilidad de otros grupo de alimentos como por ejemplo los azúcares,
aceites, leguminosas, cereales, entre otros. Por lo tanto, la articulación y
fortalecimiento de los criterios identificados participativamente como necesarios
para tener disponibilidad de alimentos en el territorio, permitirá que las familias
puedan fortalecer su SAN desde la promoción de la agricultura familiar con
métodos agroecológicos.

Se debe mencionar que las familias agricultoras del resguardo Muisca de Fonquetá y
Cerca de Piedra como colectivo emprenden el proceso de transición agroecológica
desde la primera etapa hasta el momento sin apoyo financiero. Sin embargo, se viene
adelantando acciones para construir un proyecto de transición agroecológica para la
SAN a partir de los resultados hallados con los actores que participaron en este estudio
investigativo y gestionando recursos a partir de diferentes instituciones como por
ejemplo la Universidad Nacional de Colombia.

Finalmente, concluir que se alcanzó el objetivo general de este estudio y se reafirmó la


hipótesis de que está ocurriendo un proceso de transición agroecológica hacia la SAN
en el resguardo con ciertas limitaciones y también determinadas condiciones que
favorecen dicho proceso. Además, resaltar la utilización de una metodología
participativa y las técnicas metodológicas utilizadas, las cuales fueron acertadas. Sin
embargo, surgen algunas observaciones para la comunidad científica que desee
profundizar en esta experiencia, por lo cual a continuación se presentan algunas
recomendaciones:

95
Recomendaciones

• En futuros trabajos se espera que se pueda profundizar en la consolidación del


plan de vida de esta comunidad indígena discutiendo conceptos como la
agroecología, la SAN y la soberanía alimentaria.

• Se recomienda realizar seguimiento a la articulación de trabajos


agroalimentarios desde el resguardo Muisca de Chía con las líneas de acción de
la política de SAN municipal la cual termina vigencia al finalizar 2020 y su
reformulación sería a partir del año 2021.

• Debido a que en este trabajo se profundizó en el eje de disponibilidad de la SAN


se recomienda avanzar hacia los demás ejes, en especial el de acceso a los
alimentos, para lo cual se deben promover los Circuitos Cortos de
Comercialización si es posible en el marco de esta transición agroecológica que
se está gestando.

• En ese sentido también se recomienda profundizar en conceptos como el de


Ciudadanía alimentaria y autonomía alimentaria que están muy vigentes en el
marco de esta comunidad indígena, los cuales no fueron profundizados en este
trabajo investigativo.

• Se recomienda abordar una nueva apuesta conceptual que se viene


desarrollando desde los semilleros de la Universidad Nacional, se trata de la
Sostenibilidad Alimentaria, la cual hace énfasis en como los ecosistemas
mantienen el equilibro de todos los procesos vinculados a la alimentación
humana y de otros seres vivos.

• Finalmente, se recomienda profundizar en el desarrollo de este concepto de


transición agroecológica, dado que constantemente viene evolucionando y
actualmente han aparecido diferentes modelos de transición.

96
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104
ANEXOS

Anexo A: DIAGNÓSTICO INTEGRAL DE SISTEMAS AGROPECUARIOS

FORMATO 1: COMPOSICION FAMILIAR

DIAGNOSTICO PREDIAL
INFORMACIÓN SOCIECONOMICA DE LA UNIDAD FAMILIAR

Fecha: _________ Investigador: ___________________ Institución responsable: ________

Familia: ____________ Nombre de la finca1: ___________________ Área2 (ha): _________

Vereda: _____________ Procedencia de la familia: ________________________

Cuanto hace que la familia vive allí: ___________________

Tenencia de la tierra

Resguardo: ____ Propietarios: ___ Arrendatarios: ___ Propiedad comunitaria: ___

Otras forma de tenencia: ___________________________

Participación en organizaciones sociales

Junta de acción comunal: ___ Grupo ecológico: ___ Minga, mano cambiada: ___ Proyectos
rurales: ___ Resguardo indígena: ___ Otras: ___ Cual: _____________

Miembros de la familia
Nombre Edad Parentesco Ocupación Escolaridad Vive en la finca
(años) si no

Total miembros de la familia: ____


Total miembros de la familia que viven en la finca: ____
Total miembros de la familia dedicados a las actividades agropeciuarias: ____

1 Tomar el nombre de la finca principal en caso de que la faimlia tenga varios predios.
2Verificar en documento legal de tenencia, si es posible. Sumar las áreas parciales en caso de
que la misma familia tenga varios predios.

105
FORMATO 2: SERVICIOS DE VIVIENDA

¿Tiene?
Tipo de servicio Observaciones
Si No
Energía eléctrica ¿Permanente?
Señal de telefonía móvil #Cel
Unidad sanitaria
Alcantarillado
Pozo séptico
Combustible usado para cocinar
Gas domiciliario
Gas de biodigestor
Leña ¿De la propia finca? SI ___ NO____
Principales especies usadas como leña:

Disponibilidad de agua para uso doméstico / productivo.

FUENTE SI NO NOMBRE
Acueducto municipal
Acueducto veredal
Quebrada - rio
Nacimiento
Otros
ALMACENAMIENTO Volumen (metros cúbicos) No. De usuarios
Tanque individual
Tanque comunal

¿ Cuál de las anteriores fuentes de agua se utiliza en los cultivos alimentarios?


___________________________________________________________________

Otra3, cuál? _________________________________________________________

¿Qué sistema de riego se utiliza para la huerta o cultivo?

Manual ___ Por goteo ___ Por aspersión ____ Canales ____ Camellones ____ Agua
lluvia ___ ¿De qué otra forma?
______________________________________________

3 Humedal, reservorio, entre otros.

106
FORMATO 3: INFORMACIÓN BIOFÍSICA: MAPA DE LA FINCA4

Finca: ________________________ Vereda: _______________________

Altura: ________________________ Coordenadas: __________________

Realizar “mapeo de la finca” a escala mayor involucrando, en lo posible, a todos los


integrantes de la familia.

4A mano alzada. Importante que cada nicho de agrobiodiversidad aparezca en el mapa, sean
huertas, jardines, chagras y otros. Incluir el área de cada lote o espacio.

107
FORMATO 4: BIODIVERSIDAD

Aspectos climáticos

Altura5 (m.s.n.m): ________________ Temperatura aprox. (°C): ___________

Meses de lluvia: _________________ Meses de sequía: ____________________

Flora (Especies forestales: leñosas, arbustos, lianas)

Usos posibles
Nombre común Nombre Madera,
Forrajeras,
Artesanales,
Protector
(flora) científico alimento Ornamental, Rompe de agua
postes, tintórea, Combustible
fauna medicinal vientos y/o
cabos resina
silvestre suelos

TOTAL

Fauna silvestre

Nombre común Clasificación


Nombre científico
(fauna) Aves Mamíferos Reptiles Usos

No. Total especies de fauna

5 Requiere uso de GPS.

108
FORMATO 5a: ESPECIES VEGETALES EN CULTIVO O HUERTAS

Alimentario,
Aromática, Tipo de maquinaria empleada /
Descripción de Tipo de insumos usados Tipo de semillas usadas
Medicinal, herramienta
Área cultivo actual o Espiritual / Ritual
(m2) especie en
huerta Tipo de
Ali Aro Med Esp Labor maquinaria / Nombre Tipo6 Nombre Procedencia7
herramienta

TOTAL:
¿Desde hace cuando utiliza agroquímicos?: ________________

6 Abono químico, abono orgánico, bio-fertilizante natural, herbicida, insecticida, fungicida, hidrolato, otros.
7 Propia, finca, vecinos, almacén agropecuario.

109
FORMATO 5a: ESPECIES VEGETALES EN CULTIVO O HUERTAS

Alimentario,
Aromática, Tipo de maquinaria empleada /
Descripción de Tipo de insumos usados Tipo de semillas usadas
Medicinal, herramienta
Área cultivo actual o Espiritual / Ritual
(m2) especie en
huerta Tipo de
Ali Aro Med Esp Labor maquinaria / Nombre Tipo8 Nombre Procedencia9
herramienta

TOTAL:
¿Desde hace cuando utiliza agroquímicos?: ________________

8 Abono químico, abono orgánico, bio-fertilizante natural, herbicida, insecticida, fungicida, hidrolato, otros.
9 Propia, finca, vecinos, almacén agropecuario.

110
FORMATO 5b: ESPECIES VEGETALES EN CULTIVO O HUERTAS
Peso y/o
número Precio en el mercado si
Número de Cantidad que consume la familia
Cultivo actual o Nombre científico10 plantas
del fruto,
Venta Autoconsumo lo tuviera que comprar
especie en huerta grano o
aproximado tubérculo
por planta Semanal Mensual Anual Unitario Total / año

TOTAL:
¿Desde hace cuando utiliza agroquímicos?: ________________

10 Si es posible, para cada especie tomar una foto de la planta entera y detalle de sus hojas, flores, frutos, tubérculo y/o raíz si es pertinente.

111
FORMATO 6: PRODUCCIÓN PECUARIA

Precio en el
Cantidad que consume la mercado si lo
Abundancia (Cantidad de individuos)
familia tuviera que
Nombre de la Auto-
Venta comprar
especie consumo
Razas o tipos Individuos Individuos TOTAL
Semanal Mensual Anual Unitario Total
genéticos jóvenes adultos Especie
/ Año
Ganado vacuno
Caballos/Asnos/Burros
Cabras
Ovejas (pelo o lana)
Cerdos
Gallinas
Piscos o pavos
Patos
Curíes
Peces
Otros

TOTAL Individuos

Tipo de maquinaria o herramienta usada:


_____________________________________________________________________________________________________________________________

Tipo de insumos utilizados:


_____________________________________________________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________________________________________________

112
FORMATO 7: ASPECTOS DE INOCUIDAD

¿Con qué limpia los alimentos


después de la pos-cosecha? Toalla _____ Cepillo _______ Otro, cuál? _______________
¿Lava los alimentos después de la
pos-cosecha para la venta? Si ____ No ______
¿Desinfecta los alimentos después
de la pos-cosecha? Si ____ No ______
¿Con qué desinfecta los alimentos
cultivados para la venta? Desinfectante ________________ Otro, Cuál? ___________
¿Con qué desinfecta los alimentos
cultivados para autoconsumo? Desinfectante ________________ Otro, Cuál? ___________

¿Qué cantidad de insumo agroquímico utiliza para los cultivos?


Categoría
Nombre comercial Tipo11 Dosis ¿Cuánto y Cómo?
toxicológica

11 Abono químico, herbicida, insecticida, fungicida, fertilizante, hidrolato, otros

113
FORMATO 8: RELACIONES DE LA FINCA CON OTROS ACTORES

Tipo de relación Nombres de actores Ubicación

Laboral - Familiar

Laboral contratada

Labor solidaria (mano cambiada)

Suministros

Financiación

Asistencia técnica

Observaciones adicionales:

Firma investigador: ____________________________

Firma del agricultor que suministra voluntariamente la información:


____________________________________

114
Anexo B: GRUPO FOCAL CON INTERCAMBIO DE SEMILLAS EN LA
CONSTRUCCIÓN DE UN MARCO DE ANÁLISIS ENTRE LOS FACTORES QUE
DETERMINAN LA DISPONIBILIDAD DE ALIMENTOS Y DIMENSIONES DE LA
TRANSICIÓN AGROECOLÓGICA.
El objetivo es reunir a los representantes de cada familia agricultora del resguardo para
resolver algunos interrogantes y establecer criterios o aspiraciones de cada uno de ellos
frente a la disponibilidad de los alimentos en el resguardo a partir de sus cultivos y de
otras fuentes teniendo en cuenta las dimensiones de la transición agroecológica.

El grupo puede incluir 4 a 12 personas, si resulta más numeroso dividimos en


subgrupos. Tiempo esperado: máximo 1 hora y media.

PROCEDIMIENTO

1. Realizar la presentación del estudiante organizador. Realizar una introducción


breve al tema por el cual se convoca (2 min).
2. Realizar la presentación de cada uno de los y las representantes de cada familia
(10 min).
3. ¿Qué entienden por Seguridad Alimentaria y Nutricional? (5 min).
4. ¿Qué entienden por agroecología? (5 min).
5. Solicitar que cuente qué siembra y cómo lo hace, ubicando su experiencia de
cultivo en el mapa del resguardo (30 min).
6. Presentar el ejercicio a realizar de manera grupal, mostrando las dimensiones
de la transición agroecológica en carteleras separadas y se va a pedir que digan
que factores en dichas dimensiones son necesarios para producir alimentos o
tener alimentos:
o ¿Qué se necesitan del medio ambiente para producir alimentos?
o ¿Qué se requiere para para producir alimentos en el campo?
o ¿Qué se necesita de la sociedad y de su cultura para tener alimentos?
o ¿Qué se necesita a nivel económico para tener alimentos?
o ¿Qué se requiere a nivel de la política y las instituciones para producir
alimentos?

7. Realizar la priorización de los criterios construidos con 7 votos a cada persona,


quien dibujará un punto con marcador rojo en el cuadro del criterio que le parezca
más relevante para la comunidad en términos de la disponibilidad de alimentos.

8. Realizar intercambio de semillas (15 min).

9. Finalización: Conclusiones (5 min).

115
Anexo C: BIODIVERSIDAD EN CUANTO A ESPECIES ARBÓREAS Y
FORESTALES EVIDENCIADA EN LAS PARCELAS DE LAS 13 FAMILIAS DEL
RESGUARDO MUISCA DE FONQUETÁ Y CERCA DE PIEDRA.

Especie
Nombre científico Usos dados por la comunidad
(Nombre común)
Se utiliza como cerca viva. Es considerada
Acacia Acacia sensu lato
especie invasora.
Es considerado como madre del agua:
Aliso Alnus acuminata
"Donde hay aliso hay agua"
Smallanthus Crece naturalmente es atractivo para los
Arboloco
pyramidalis pájaros.
Se utiliza en la elaboración de mazamorra,
Arrayán Myrcianthes leucoxyla dulce y chicha. También como cerca viva y
es llamativo para los pájaros por los colores.
Bejuco de leche Genus funastrum Se usa como cerca viva.
Borrachero Brugmansia arborea Se tiene como ornamental.
Cedro Cedrus Se tiene como cerca viva.
Cedro nogal Juglans neotropica Se tiene como cerca viva.
Es abundante en la zona se usa como cerca
Chilco Baccharis latifolia
viva.
Chisgua Canna indica Se usan las hojas para los tamales.
Chusque Chusquea Es natural del cerro y almacena el agua.
Cordoncillo Piper aduncum Para hacer cataplasmas.
Corono Xylosma spiruliferum Sirve como cerca viva y para atraer agua.
Sirve como cerca viva y en la integración de
Cucharo Myrsine guianensis
cultivos asociados.
Weinmania
Encenillo Sirve como cerca viva y almacena el agua.
tormentosa
Espino "pata
Crataegus monogyna Sirve como cerca viva.
culo"
Espino de pepa
Crataegus monogyna Sirve como cerca viva.
amarilla
Espino de pepa
Crataegus monogyna Sirve como cerca viva.
roja
Espino garbanzo Crataegus monogyna Sirve como cerca viva.
Eucalipto Eucalyptus Es considerada como especie invasora.
Eugenia Eugenia uniflora Sirve como cerca viva.
Fique Furcraea andina Elaboración de cabuya y cerca viva.
Fresia Freesia Floricultura.
Gladiolo Gladiolus Floricultura.
Guayacán Guaiacum officinale Sirve como cerca viva.
Hayuelo Dodonaea viscosa Sirve como cerca viva.
Ipacón - Sirve como cerca viva.
Laurel de monte Laurus nobilis Sirve como cerca viva.
Solanum
Mirto Se tiene como ornamental.
pseudocapsicum
Platanillo Helicona Se tiene como ornamental.
Roble Quercus robur Sirve como cerca viva. Crece naturalmente.
Salvio Morus insignis Para dar sombra.

116
Sangregado Croton mutisianus Sirve como cerca viva.
Sirve como cerca viva y también para
Sauco Sambucus nigra
preparar remedios para la tos.
Siete cueros Tibouchina lepidota Sirve como cerca viva.
Tuna Miconia squamulosa Sirve como cerca viva. Atrae pájaros.
Sirve como cerca viva y en la integración de
Tuno Miconia squamulosa
cultivos asociados.
Urapan Fraxinus chinensis Sirve como cerca viva. Crece naturalmente.

Anexo D: AGROBIODIVERSIDAD EVIDENCIADA EN LAS PARCELAS DE LAS 13


FAMILIAS DEL RESGUARDO MUISCA DE FONQUETÁ Y CERCA DE PIEDRA.
* Ali: Alimentario; Aro: Aromática y/o Med: Medicinal; Esp: Espiritual o de uso ritual.
Especie Tipo*
Nombre Usos o preparaciones adicionales
(Nombre
científico Ali Aro Med Esp dados por la comunidad
común)
Acelga Beta vulgaris x -
Aguacate Persea americana x -
Ahuyama Curcubita maxima x -
Artemisia
Ajenjo absinthium x Se utiliza para el dolor de estómago.
Ají amarillo Capsicum annuum x -
Se utiliza para hacer extractos
Ají rojo Capsicum annuum x naturales y combatir las plagas de los
cultivos.
Altamisa Artemisia vulgaris x Se utiliza para dolores de cabeza.
Anís Pimpinella anisum x -
Se utiliza en infusión cuando se tienen
Pelargonium
Aroma grossularioides x los nervios alterados. También como
agua aromática.
Arracacia
Arracacha xanthorrhiza x -
Artimisa Artemisia vulgaris x Para el dolor de estómago.
Arveja Pisum sativum x -
Batata Ipomoea batatas x -
Con la flor de la borraja se hacen
Borraja Borago officinalis x
aguas para la tos
Brevo Ficus carica x -
Calabacín Curcubita pepo x -
Calabaza Curcubita maxima x -
Calendula Se utiliza para curar heridas y bajar la
Caléndula officinalis x
hinchazón por ejemplo de esguinces.
Canelón Aniba canelilla x Para el agua aromática.
Cannabis Cannabis sativa x -
Se cocina con papayuela, moras y
Cauto - x
sauco para la tos.
Cebolla larga Allium fistulosum x -
Con la flor del cerezo se hacen aguas
Cerezo Cerasus x
para la tos y la gripa.

117
Se utiliza para bajar el nivel de azúcar
Chipaca Bidens pilosa x en la sangre (diabetes) con corteza de
arrayán y hojas de chipaca.
Chirimoya Annona cherimola x -
Se consumen teniendo en cuenta que
Chuguas Ullucus tuberosus x son buenas para limpiar la glándula
prostática.
Se utiliza para hacer extractos
Cicuta Conium maculatum x naturales y combatir las plagas de los
cultivos.
Cidrón Aloysia citrodora x x Se prepara agua aromática.
Coriandrum
Cilantro sativum x -
Ciruela negra Prunus domestica x -
Ciruela roja Prunus domestica x -
Coles - x -
Tropaeolum
Cubios tuberosum x -
Passiflora
Curuba tarminiana x -
Se utiliza para realizar baños junto con
Hypoestes otras especies vegetales contra la mala
Destrancadera phyllostachya baker x
suerte, es conocido como el baño de
las 7 hierbas.
Taraxacum
Diente de león officinale x -
Cuphea Se utiliza para el baño de las 7 hierbas
Diosme carthagenensis x
(Jacq.) J.F.Macbr. para la buena suerte.
Durazno Prunus persica x -
Durazno blanco Prunus persica x -
Durazno Prunus vulgaris x -
camueso
Feijoa Acca sellowiana x -
Frambuesa Rubus idaeus x -
Fresa Fragaria x -
Fríjol Phaseolus vulgaris x -
Garbanzo Cicer arietinum x -
Granadilla Passiflora ligularis x -
Guamo de
clima frio Inga aff. fendleri x -
(guamo
santafereño)
Guatila Sechium edule x -
Guayaba Psidium guajava x -
Passiflora
Gulupa pinnatistipula x -
Habas Vicia faba x -
Hierbabuena Mentha spicata x x -

118
Cuando los niños o jóvenes están
enfermos con presencia de legañas en
los ojos, con unas ramitas se hace
infusión y se va colocando con pañitos
Hinojo Foeniculum vulgare x
para el mal de las vistas. Además, se
usa cuando las mujeres están
amamantando para que desarrolle la
leche materna.
ibias Oxalis tuberosa x -
Laurel Laurus nobilis x Para adobar la carne.
Laurel de Se utiliza para hace la cruz en el mes
Laurus nobilis x
monte de mayo.
Lenteja Lens culinaris x -
Llantén Plantago major x -
Lulo Solanum quitoense x -
Maíz Zea mays x -
Se utiliza para la dispepsia. Se prepara
Dysphania
Manuelión ambrosioides x con agua y cidrón para el dolor
estomacal.
Manzana de Syzygium
malaccense x -
agua
Manzanilla Matricaria recutita x -
dulce
Para el dolor de estómago en agua
Manzanilla Matricaria
chamomilla x caliente. También para regular el
matricaria
hígado.
Manzano Malus domestica x -
Marrubio Marrubium vulgare x -
Se utiliza para adicionar a las sopas,
especialmente la mazamorra, es decir,
Mata de tallo - x
la mata de tallo es como las guascas
para el ajíaco.
Se utiliza para múltiples dolencias,
Mejorana Origanum majorana x entre ellas, dolor de estómago, de
cabeza, etc.
Menta Mentha x -
Mora Rubus ulmifolius x -
Moras Rubus ulmifolius x -
silvestres
Nabo para los Brassica rapa x -
pájaros
Naranja Citrus sinensis x -
Níspero Eriobotrya japonica x -
Nogal Juglans regia x -
Orégano Origanum vulgare x x Para el adobe de la carne.
Se utiliza para hacer extractos
Ortiga Urtica x naturales y combatir las plagas de los
cultivos.
Dysphania
Paico ambrosioides x -
Solanum
Papa común tuberosum x -

119
Solanum
Papa pepina tuberosum x -
Vasconcellea Se utiliza para hacer dulce de
Papayuela pubescens x
papayuela.
Se utiliza cuando se está enfermo del
Pempinela Sanguisorba minor x
corazón en infusión con toronjil.
Solanum
Pepino de fruta muricatum x -
Pepino de Cyclanthera pedata x -
guiso
Pera Pyrus communis x -
Se utiliza para tratar heridas,
Petroselinum especialmente en la boca, se deben
Perejil crispum x x
hacer enjuagues. Además, se consume
para contrarrestar la gastritis.
Perilla - x -
Poleo Mentha pulegium x -
Rosmarinus
Romero officinalis x -
Se consume picado como si fuera
cilantro con el huevo tibio. Además, se
utiliza por las mujeres para regular el
Ruda Ruta graveolens x
ciclo menstrual. Tiene muchas
funciones, baños, desinfección, para la
suerte, etc.
Sávila Aloe vera x -
Savilón (Sávila Aloe vera x -
macho)
Sorcilicio - x Para hacer baños.
Se utiliza para fines rituales, pero
Tabaco Nicotiana tabacum x también se incorpora en los cultivos
para repeler insectos.
Solanum
Tomate lycopersicum x -
Tomate de
árbol Solanum betaceum x -
anaranjado
Tomate de Solanum betaceum x -
árbol rojo
Tomilla Thymus sp. x x -
Tomillo Thymus sp. x x Se utiliza como adobe para la carne.
Toronja Citrus paradisi x -
Toronjil Melissa officinalis x -
Se hierben con leche y tomillo y se usa
Tote Cyperus strellata x
para la tos.
Trigo Triticum x -
Uchuva Physalis peruviana x -
Uvas Vitis vinifera x -
Carendishia
Uvas de anís cordifolia x -
Smallanthus
Yacón sochifolius x -
Zanahoria Daucus carota x -

120
Anexo E: COMPOSICIÓN NUTRICIONAL DE LOS ALIMENTOS QUE MÁS SOBRESALEN EN LOS CULTIVOS FAMILIARES DEL RESGUARDO
MUISCA DE CHÍA EN 100 GRAMOS DE PORCIÓN DE ALIMENTO FRESCO O CRUDO

Análisis proximal Minerales Vitaminas

Vitamina B12 (mcg)


Carbohidratos (g)

Fibra dietaria (g)

Riboflavina (mg)

Vitamina C (mg)

Vitamina A (ER)
Nombre del Nombre

Magnesio (mg)
Energía (Kcal)

Folatos (mcg)
Tiamina (mg)
Humedad (g)
alimento científico

Fósforo (mg)

Potasio (mg)

Niacina (mg)
Proteína (g)

Calcio (mg)

Hierro (mg)
Sodio (mg)
Lípidos (g)

Yodo (mg)

Zinc (mg)
Ahuyama Curcubita maxima 92,7 30 0,8 0,2 5,8 1,1 20 0,8 1 34 - 0,2 12 340 0,05 0,05 0,6 16 0 9 1775
Ají rojo Capsicum annuum 80,1 80 1,7 0,4 16,6 1,5 19 1,1 8 48 - 0,3 23 334 0,08 0,12 1,4 23 0 234 544
Arracacia
Arracacha amarilla 71,5 111 0,9 0,1 26,3 0,6 21 0,9 1 52 - 0 12 505 0,06 0,06 3,8 - 20 57 80
xanthorrhiza
Arveja verde Pisum sativum 77,3 99 5,9 0,3 15,5 5,3 36 1,5 5 577 2 1,2 33 244 0,36 0,12 2,2 65 0 33 51
Batata Ipomoea batatas 75,8 99 1,2 0,1 21,9 2,8 25 0,4 21 40 2 0,3 17 340 0,07 0,03 0,6 13 0 20 673
Breva madura Ficus carica 89 48 0,9 0,2 9,2 2,8 25 0,4 2 24 1,5 0,2 16 232 0,04 0,03 0,3 6 0 5 8
Calabaza Curcubita maxima 93,9 31 0,8 0,4 4,5 2,9 24 0,3 0 16 1 0,2 10 130 0,03 0,03 0,1 10 0 16 75
Cebolla larga Allium fistulosum 91,4 37 1,2 0,1 6,8 2 57 0,5 15 31 - 0,2 17 232 0,04 0,05 0,3 26 0 13 200

Chugua con cáscara Ullucus tuberosus 87,7 50 1,4 0,5 9,7 0,3 15 0,7 - 57 - - - 577 0,04 0,03 0,4 - 0 20 -
Coriandrum
Cilantro 89 44 2,3 0,6 5,9 2,8 82 1,8 46 60 - 0,5 26 521 0,26 0,21 1,5 62 0 68 390
sativum
Ciruela común Prunus domestica 87,8 53 0,6 0,1 11,1 2,4 17 0,4 2 24 - 0,1 5 134 0,06 0,02 0,4 3 0 8 2
Tropaeolum
Cubios 92,6 30 0,7 0 5,9 1,6 41 0,5 65 29 20 0,2 11 216 0,04 0,03 0,4 15 0 20 0
tuberosum
Durazno Prunus persica 85,7 58 0 0,1 12,5 1,5 9 0,6 1 32 3 0,1 9 224 0,04 0,02 0,4 4 0 29 46
Feijoa Acca sellowiana 82 83 1,7 0 15,8 6,4 41 1,9 3 16 - 0,6 23 159 0,04 0,04 1 23 0 28 2
Frijol verde Phaseolus vulgaris 58,2 166 10,5 0,4 29 2 67 3,3 - 220 - - - 756 0,39 0,08 1,4 - 0 16 4
Granadilla Passiflora ligularis 80,2 95 2,1 1,6 14,9 5,9 12 0,9 20 50 - 0,8 25 480 0,02 0,35 2,1 14 0 0 28
Passiflora
Gulupa madura 81,5 74 0,9 0,1 17,2 0,2 4 0,2 7 13 - 0,1 17 278 0 0,13 1,5 7 0 30 36
pinnatistipula

121
Análisis proximal Minerales Vitaminas

Carbohidratos (g)

Fibra dietaria (g)

Riboflavina (mg)

Vitamina C (mg)

Vitamina A (ER)
Magnesio (mg)
Energía (Kcal)

Folatos (mcg)
Vitamina B12
Tiamina (mg)
Humedad (g)

Fósforo (mg)

Potasio (mg)

Niacina (mg)
Proteína (g)

Calcio (mg)

Hierro (mg)
Sodio (mg)
Lípidos (g)

Yodo (mg)

Zinc (mg)
Nombre del

(mcg)
Nombre
alimento
científico

Haba verde Vicia faba 65,7 144 9,9 0,6 22,5 4,2 33 2 26 143 4 0,6 33 386 0,29 0,15 1,6 96 0 32 19
Lulo Solanum quitoense 89,2 48 0,9 0,1 8,9 3,6 10 0,6 0 15 - 0,1 19 248 0,04 0,04 0,1 7 0 20 37
Maíz Porva Zea mays 13,5 366 7,7 5,2 72,2 - 5 2,5 - 14 - - - - 0,45 0,08 2,2 - 0 2 7
Mora de Castilla Rubus ulmifolius 83,7 74 1 0,1 14,6 5,3 42 1,7 1 10 - 0,5 20 161 0,22 0,05 0,9 25 0 18 0
Solanum
Papa pastusa cruda 77,7 89 2,1 0,1 18,9 1,8 12 0,8 6 57 - 0,3 23 422 0,08 0,03 1,1 16 0 20 0
tuberosum
Vasconcellea
Papayuela 93,5 27 0,7 0,1 5,1 1,3 10 0,3 - 11 - - - - 0,02 0,03 0,6 - 0 70 24
pubescens
Pepino de guiso Cyclanthera pedata 94,5 21 0,6 0,2 3,8 0,8 15 0,7 4 24 - - 10 68 0,04 0,05 0,2 - 0 14 3
Tomate de árbol
Solanum betaceum 84,9 58 1,7 0,1 12,5 - 10 0,8 1 43 - 0,1 19 300 0,06 0,03 0,3 - 0 23 155
amarillo

Tomate de árbol rojo Solanum betaceum 86,7 55 2 0,2 10,2 2 10 0,9 0 41 - 0,1 16 280 0,05 0,03 0,1 - 0 29 112

Uchuva Physalis peruviana 82,1 77 1,5 0,5 14,2 5,1 7 1 0 23 - - 17 134 0,01 0,17 0,8 6 0 34 202

Zanahoria, sin cáscara Daucus carota 88,9 47 0,7 0,1 9,5 2,7 27 0,4 35 35 2 0,2 10 320 0,04 0,04 0,4 22 0 3 1318

CONDIMENTOS Y ESPECIAS

Hierba buena fresca Mentha spicata 85,5 44 3,3 0,7 8,4 6,8 199 12 30 60 - 1 63 458 0,08 0,17 1 105 0 13 203

Mejorana seca Origanum majorana 7,64 271 12,6 7 60,5 40,3 1990 83 77 306 - 3,6 346 1522 0,29 0,32 4,1 274 0 51 403
Orégano seco Origanum vulgare 7,16 306 11 10,2 64,4 42,8 1576 44 15 200 - 4,4 270 1669 0,34 0,32 5,2 274 0 50 345
Tomillo seco Thymus sp. 7,79 276 9,1 7,4 63,9 37 1890 123 55 201 - 6,2 220 814 0,51 0,4 4,9 274 0 50 190
Romero fresco Rosmarinus
67,8 131 3,31 5,86 20,7 14,1 317 6,6 26 66 - 0,9 91 668 0,04 0,15 0,9 109 0 22 146
(especia) officinalis

FUENTE: (ICBF, 2018) (INCAP, 2012)

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