Niveles de Cada Eneatipo Según El Trabajo Personal
Niveles de Cada Eneatipo Según El Trabajo Personal
Niveles de Cada Eneatipo Según El Trabajo Personal
autoconocimiento recorrido.
En su variante sana, equilibrada, integrados, los Uno disfrutan de su capacidad de hacer las cosas bien,
comprenden que esta necesidad no tiene que ver con la situación en sí, ni con los demás, simplemente obedece a
un aspecto de su personalidad, firmemente arraigado desde su infancia. Si se llegan a equivocar, no pierden la
perspectiva, y sin desmerecer el esfuerzo por lo conseguido, no permiten que una pequeña nube en el cielo los
desaliente; por el contrario, se sienten estimulados a volver a empezar aún con mayor ímpetu. Las personas de
este Enea tipo nos hacen un llamado a entregar lo mejor de nosotros mismos, a manifestar la excelencia en
nuestro quehacer por cotidiano que éste sea. Comprenden que no todos somos iguales y saben muy bien qué
esperar de quién, por lo cual no son sobre exigentes ni pretenden que todos hagan las cosas como ellos las harían.
Saben reconocer las cualidades de cada persona, invitándolas y ayudándolas a conectarse con sus talentos
personales y de esta forma los impulsan a sentirse útiles y plenos. Reconocen que los demás hacen su mejor
esfuerzo, aunque no cumplan sus exigencias y están siempre dispuestos a ayudar y ofrecerse para organizar cosas
en beneficio de todos, pero sin llegar a ser avasalladores. Estas personas son un verdadero ejemplo de lo que
predican, poseen una escala de valores clara y viven en consecuencia a ella, transformándose en un inspirador
ejemplo de consecuencia, virtud tan escasa en la actualidad. Son capaces de expresar su enojo con moderación y
en relación a la situación en conflicto, sin salirse de sus casillas, ni tener reacciones desproporcionadas y
descontextualizadas. Cuando se permiten expandirse en sus virtudes se vuelven extraordinariamente sabios y
juiciosos. Al aceptar las cosas como son, adquieren un sentido
increíble de la realidad y saben qué hacer en cada situación. Sabios, juiciosos, tolerantes. Realistas y equilibrados
en sus juicios. Interesados en la justicia para ellos y para el resto del mundo. Prefieren sufrir ellos mismos la
injusticia antes que actuar injustamente contra otros. Consiguen una perspectiva más amplia sobre la realidad.
Son tolerantes más no permisivos, es decir, respetan las diferencias de opinión. Permiten que los demás tengan la
libertad de descubrir la verdad por su propia cuenta y a su modo. Sólo se focalizan en lo verdaderamente más
importante. Sensatos y prudentes. Tienen conciencia fuerte y un gran sentido de la obligación moral. Aborrecen
el egoísmo, la mezquindad y cualquier pasión desbocada que se encuentre en ellos mismos y se ven obligados a
radicarlas. Piensan que cualquier cosa que le ocurra a los demás puede también pasarles a ellos. No esperan que
la vida sea fácil o libre de preocupaciones, pero no son pesimistas, sino que simplemente son realistas. Desean
tener la razón y hacer lo correcto. Son muy éticos: mentir o engañar a alguien es virtualmente inconcebible.
Actúan como “testigos” de la verdad dando muestras de buen ejemplo comunicando sus principios.
En su variante Media, entre la luz y la sombra el Uno es ordenado y eficiente. Demasiado controlado
emocionalmente. Crítico, enjuiciador y testarudo en sus opiniones. Moralizador, regañón y duro con los demás. Se
siente superior al común de los mortales. En la franja media los Unos piensan que cuánto más se esfuerzan por la
perfección más rectos llegarán a ser. Se sienten atrapados en conflictos entre la perfección de su ideal y sus
propias imperfecciones, entre sentirse virtuosos y ser pecaminosos, entre sus acciones y su conciencia, entre el
deseo del orden y el desorden que ven en todas partes. Expuestos a la culpa y la angustia cuando desobedecen.
Desean mejorar el mundo conforme a su interpretación particular del ideal. Interfieren en la actuación de los
demás. Son elitistas en virtud de la altura de sus ideales. No confían en que la gente haga lo correcto. El progreso
es un concepto importante para ellos y cuentan con propósitos determinados y una mente superior en la mente.
Se asocian y a menudo dirigen causas nobles. Les encanta debatir y son capaces de exponer eficientemente sus
opiniones Ven todo como blanco o negro, y en ordenadas categorías procuran organizar el mundo. Ordenados en
todo, hacen listas y planean sus horarios cuidadosamente para no perder el tiempo. El mero orden no basta, se
requiere perfección. Levemente pedantes y siempre precisos; expertos en hacer distinciones lógicas. Son los
clasificadores, contadores y taxonomistas de la realidad. En las relaciones interpersonales tienden a ser formales y
ceremoniosos ateniéndose al decoro y la etiqueta para expresarse. En asuntos relacionados con el sexo o placer
tienen una cualidad ascética, austera y antiséptica. Los impulsos sexuales son amenazantes y de naturaleza
prohibida o contrarios a su conciencia. Tenso, tirante, tieso y rígido son palabras que describen su conducta,
postura y mundo emocional. Intentan controlarse a sí mismos y al ambiente para que sus prohibiciones tengan a
raya a sus impulsos más oscuros. La única emoción que se permiten es la ira en sus diversas formas: crítica,
irritación, resentimiento e indignación. Se enojan fácilmente por trivialidades convirtiéndose la vida en una
aplicación perpetua del ideal de los pormenores. Es una afrenta personal si alguien ensucia la calle, o no paga
impuestos o está teniendo un “affaire”. No les interesa agradar a los demás sino obligarlos a hacer lo correcto. Son
adictos al trabajo y se sienten culpables si no hacen algo todo el tiempo. Están tan ocupados en minucias que su
eficiencia se ve reducida y frecuentemente logran menos que sus pares motivados. No delegan trabajo ni
decisiones en ninguna persona haciendo difícil trabajar para ellos, nunca con ellos Sienten que les cuesta más
trabajo entrenar a alguna persona que hacer bien el trabajo en primer lugar.
ENEATIPOS 2:
En su variante enferma, en franja de sombra, no integrados, en su afán de agradar toman una actitud amistosa
forzada, una solicitud exagerada, demasiada generosidad, hasta descarada adulación. Son el mejor amigo de
todos, incluido el cartero y los niños del barrio. Desean que los demás los consideren como sus mejores amigos y
se ofenden si no lo consiguen. Tienen muy baja su autoestima, transformando su virtud en su obsesión, viven
pendientes de las necesidades del otro, olvidando las suyas propias. Se vanaglorian de dar, pero lo hacen por una
profunda carencia interna que los hace creer que tienen que hacer méritos para ser dignos de ser amados.
Disfrutan su generosidad y capacidad de entrega, pero llevan un registro de sus actos solidarios y tarde o
temprano terminarán por cobrar la cuenta y caerán en su papel de victimismo y enrostrarán viejos favores. En su
interior van acumulando una profunda vergüenza, pues saben que están jugando un papel de falsa amabilidad y
fingido amor. Como les cuesta reconocer que los demás tienen necesidades que no necesariamente coinciden con
su percepción y que aun cuando así fuese, no necesariamente desean su ayuda, se imponen siendo avasalladores
y poco respetuosos con el ritmo del otro. No son capaces de reconocer que los demás cuentan con recursos
propios para resolver sus problemas y coleccionan personas necesitadas, alentando la dependencia pues así se
sienten útiles e importantes. Raramente piden ayuda y cuando la necesitan se sienten heridos porque no la
tienen. Piensan que el cariño de los otros dependerá de su esfuerzo por conseguir que otros dependan de ellos.
Con frecuencia están estimulando a que esto suceda y luego se quejan de sentirse sobre exigidos. Encarnan lo
peor del arquetipo materno, manipuladoras, madres castradoras que crían hijos dependientes, no deseando que
ellos crezcan y se independicen y no escuchando las reales necesidades de sus hijos.
Al sentirse poco apreciados, los Dos enfermos se resienten y se quejan con amargura. Se engañan en extremo
respecto a sus motivos y a sus actitudes agresivas y egocéntricas. Son individuos manipuladores que funcionan
sólo en beneficio propio destruyendo con alevosía a la gente y explotando su culpa y sus debilidades. Comienzan a
hacer observaciones despectivas y humillantes; poco a poco se vuelven coercitivos y dominantes; sienten que
tienen derecho a obtener cualquier cosa que deseen: el pago de viejas deudas, dinero, favores especiales. Son
capaces de racionalizar y justificar cualquier cosa que hagan ya que se sienten víctimas y objeto de abuso por la
ingratitud de los demás. La somatización de sus agresiones da como resultado problemas crónicos de salud puesto
que los tipos Dos en sombra se justifican cuando se derrumban y los demás se hacen cargo de ellos.
En su variante o franja Media, entre la luz y la sombra los Dos son emocionalmente demostrativos, efusivos,
amistosos, llenos de buenas intenciones respecto a todo. Demasiado íntimos, envolventes y posesivos. Engreídos
sintiendo que son indispensables, pero sobrestiman sus esfuerzos en beneficio de los demás. Arrogantes con aires
de superioridad. Su amor no es en absoluto tan puro o desinteresado como ellos creen. Temen que su conducta
negativa pueda desmentir su imagen virtuosa y alejaría a los demás y por tanto se la niegan o la interpretan como
favorable. Hablan mucho de sus buenas intenciones y quieren focalizar la atención en ellos contándole a todo el
mundo cómo se sienten. Les gusta compartir sus sentimientos estimulando a los demás a revelar pensamientos
profundos y los detalles íntimos de su vida personal. Se ven impedidos de reclamar acerca de la calidad de ayuda
que dan y sienten que tienen derecho a la propiedad sobre los otros. Hablan sin cesar de sus amigos dando
detalles embarazosamente explícitos. Dejan caer nombres al azar de personas que conocen especialmente si son
eminentes. Consideran a la gente amiga antes que, conocida, pero no presentan a sus amigos entre sí porque
temen su influencia sobre cada uno de ellos pueda disminuir. Les gusta más cuando los demás están en crisis o no
son realmente felices o no les está yendo bien. Están ampliando constantemente su círculo de amigos haciendo
aún más por los demás e inventando más necesidades que satisfacer. Se sobre extienden participando en muchos
comités, ayudando a demasiada gente, dando consejos a muchos amigos hasta que empiezan a sentirse agobiados
y físicamente desgastados por su caridad. Les gusta estar físicamente cerca: el besar, tocar y abrazar son
extensiones naturales de su estilo comunicativo e histriónico. Son complacientes satisfaciendo para que los demás
los amen. Caen fácilmente en la adulación buscando que ellos sean apreciados por sus alabanzas. Son
sinceramente religiosos; la religión refuerza su autoimagen de ser gente bien intencionada y da credibilidad a sus
afirmaciones de sinceridad; da un vocabulario y un respetado sistema de valores para hablar sobre el amor, la
amistad, la abnegación, la bondad y lo que hacen y sienten por los demás. La religión también atrae su orgullo
puesto que les gustaría ser considerados figuras salvadoras y milagreros. Les gusta crear una familia extendida o
una comunidad con ellos mismos en el centro para que los demás los consideren figuras importantes en sus vidas.
Ven a todo el mundo como pobres niños deseosos de amor y atención, lo cual empiezan a embutir en los demás lo
necesiten o no. Rondan e interfieren dando consejos no solicitados, inmiscuyéndose en situaciones e
imponiéndose sobre la gente. Se convierten en personas entrometidas, curioseando intrusamente en asuntos
ajenos. Actúan como celestinos, buscadores de empleos o dan consejos de decoración y no tienen reparos en
hacer preguntas personales. El flujo de información es más unilateral porque arrancan más datos que los que ellos
revelan de sí mismos. Se insinúan rápidamente en la vida de los demás e imponen su compañía y los demás deben
soportar el peso de su amor que actúa como el de una madre asfixiante que sofoca. Les gusta recibir tarjetas,
llamadas telefónicas, invitaciones, notas de agradecimiento, saber que la gente los extraña y quiere Para no
detener el flujo de respuestas se mantienen en contacto con viejos amigos gastando considerable tiempo en
conservar las relaciones. Se tornan veleidosos no tanto porque dejan a una persona para comprometerse
profundamente con otra sino porque constantemente están buscando amor de otra fuente más. Desean
respuestas sinceras, pero en lugar de permitir que los demás tomen la iniciativa ceban la bomba para obtener lo
que quieren y cuando la reciben les cabe la duda si la habrían recibido sin sus propios esfuerzos. La vanagloria es
su pecado capital; muy complacidos consigo mismos jamás dejan pasar una oportunidad sin recordarle a los
demás cuánto los ama la gente o cuántos amigos tienen y qué buenas obras han hecho. Esperan que los demás les
hagan favores como signos de su importancia y que los recompensen por sus previos sacrificios reales o sólo
sabidos de oídas. Sobrestiman lo que hacen por los demás y subestiman lo que los demás hacen por ellos. Se
sienten responsables de todo lo positivo en la vida de los demás porque sin su ayuda nadie hubiera hecho nada.
En síntesis, los Dos promedios o de franja media, desean estar cerca de los demás para poder complacerlos y de
tal manera se vuelven muy amistosos, capaces de demostrar sus emociones, efusivos y llenos de "buenas
intenciones” respecto a todo. El "amor" es su valor supremo y hablan todo el tiempo de él. Llegan a ser
excesivamente íntimos, demasiado solícitos e intrusos: necesitan ser necesitados por lo que interfieren
demasiado en la vida de los demás con el pretexto de ser un "amigo cariñoso." Desean que las personas dependan
de ellos; cuando dan algo, esperan siempre algo a cambio y con frecuencia mandan dobles mensajes. Cada vez
más engreídos y presumidos, se sienten indispensables (mientras sobrestiman lo que hacen por todo el mundo) y
sienten que todos los demás les deben por lo que han recibido. Navegan por el mundo con aires de superioridad y
se tornan arrogantes y despóticos. Los tipos Dos promedios esperan que todo el tiempo se les agradezca y se les
honre por su bondad. Pueden convertirse en hipocondríacos o desempeñar el papel de mártires debido a sus
buenas obras a favor de los demás.
En su variante o franja sana, en luz, integrados, los DOS se tienen en alta autoestima, disfrutan de su capacidad de
ayudar y atender a los demás sin esperar nada a cambio, comprenden que esta necesidad tiene que ver con sus
propias necesidades y no esperan reconocimiento de los demás. Como están conectados con el placer de dar, no
quedan dolidas ni molestas cuando sus atenciones no son valorizadas o retribuidas. Los miembros de este EneatipoS
nos hacen un llamado a entregar lo mejor, a ser generosos y solidarios, nos muestran con el ejemplo a salirnos de
nosotros mismos y ver al otro en sus necesidades. Comprenden que el verdadero amor todo da y nada pide y que
reconocer nuestras propias necesidades, es un acto de amor y respeto hacia nosotros mismos. Tienen claro que los
demás cuentan con recursos, tanto como para reconocer sus propias necesidades como para satisfacerlas y también
para ofrecer ayuda. Siempre dispuestos a ayudar a los demás, también los alientan a crecer, independizarse y
aprender a satisfacer por sí mismos sus necesidades, y están dispuestos a recibir ayuda cuando la necesitan. Estas
personas son un verdadero ejemplo de abnegación y entrega, poseen un corazón generoso y nos enseñan el amor
desinteresado, son fuente de inspiración en un mundo ajetreado donde cada vez escasean más las sinceras
manifestaciones de preocupación y entrega por el otro, nos enseñan un mundo solidario, compasivo y dadivoso.
Los eneatipos TRES:
En su variante enferma, en franja de sombra, no integrados, transforman su necesidad de amor y aprobación en
su obsesión, viven buscando el aplauso y el éxito, llegando incluso, si es necesario, a la trampa, engaño, plagio o
cualquier ardid que les permita triunfar. Para conseguir el afecto de los demás se visten con el disfraz que el
papel que están jugando les exige, en su intento de agradar van olvidando quienes son realmente. Sienten
mucha vergüenza de la falsa imagen que han forjado y, en su interior, sienten que si las personas vieran quienes
son, entonces dejarían de quererlos y valorizarlos. Transforman sus ansias de ser los mejores y de triunfar en una
obsesión y andan por la vida demostrando que son los mejores en lo que sea, no pierden oportunidad de
competir y cuando no consiguen el éxito se enojan y sienten disminuidos. Son capaces de transformar cualquier
situación de la vida en un campo de competición, pueden lidiar por ser los mejores vestidos, los más chistosos,
los con mejor auto, los más puntuales, los mejores en el deporte, los más cultos, lo que sea. Dan tanta
importancia a su imagen personal, a la forma en que hablan, en cómo se comportan y es tanta su necesidad de
ser admirados, que hacen un enorme esfuerzo por encajar, son los camaleones del Eneagrama, de tanto ponerse
máscaras no saben quiénes son en realidad. Piensan que el cariño de los otros dependerá de su capacidad de
triunfar, de ser simpáticos y brillar. Con frecuencia están comparándose con los demás y analizando y revisando
sus acciones; así van comprobando si brillaron lo suficiente. Cuando trabajan en equipo los triunfos son de ellos y
los fracasos de todos. No soportan que alguien les gane o sobresalga más que ellos y son capaces de dar codazos,
hacer zancadillas y mentir si es necesario con tal de revertir la situación. Puesto que temen al fracaso y a la
humillación, los tipos 3 malsanos pueden llegar a ser explotadores y oportunistas y van a hacer lo que sea para
mantenerse arriba, incluso a costa de los demás. Explotan a los demás para poder mantener lo que ha llegado a
ser una superioridad espuria. Son extremadamente insinceros si están en peligro de perder en la competencia.
Son mentirosos patológicos; mienten aun cuando nada significativo dependa de ello, haciendo que las mentiras
exitosas demuestren su superioridad y la estupidez de los demás. Están muy dispuestos a ser deshonestos para
obtener lo que necesitan. Mienten, plagian; están decididos a no ser perdedores no importando quién deba
pagar el precio de su éxito. Se ponen muy celosos e intentan arruinar a los demás para lograr el triunfo de
superioridad narcisista requerida. Tienen un problema con la hostilidad que se manifiesta como malicia
vengativa hacia cualquier persona que sea más exitosa que ellos. Descalifican a los demás o los sabotean o
traicionan, haciendo que el resto de las personas cedan ante ellos o los eviten en lo posible. Pueden volverse
muy agresivos si no consiguen la admiración ilimitada que buscan Sólo conservarán una relación mientras
obtengan lo que desean y abandonarán lo que sea innecesario, y en lo que ellos respectan pareciera que nada ha
ocurrido (son como los tiburones que recorren su ambiente matando a sangre fría y siguiendo en movimiento).
Solapados y falsos, apuñalan por la espalda sin pensarlo dos veces; difunden falsos rumores, no guardan secretos
y hacen que la gente pelee; sabotean lo que la gente ha trabajado y hieren a los que aman porque el ver su caída
les provoca placer. Caen al nivel inhumano del sicópata actuando sus fantasías más crueles de venganza. Además
de crímenes como asalto, vandalismo y sabotaje, pueden ser capaces de asesinar. La furia muy comúnmente se
ve dirigida hacia su madre o sustituto o el sexo femenino si hablamos de psicópatas varones, y sus actos son
violaciones, torturas y mutilaciones sexuales. Les gusta que sus víctimas sepan quién las victimó dada su
necesidad de atención y afirmación, y la condena y notoriedad pública les brindan todavía más la oportunidad de
ser temidos y confirmar que todavía existen.
En su variante o franja sana, en luz, integrados, las personas de este Eneatipo en forma similar a los del Eneatipo
1, disfrutan de su capacidad de hacer las cosas bien y de sus deseos de triunfar, comprenden que esta necesidad
obedece a un llamado de un aspecto de su personalidad, firmemente arraigado desde su infancia. Aprenden a
disfrutar del proceso y el éxito se convierte en un premio a su esfuerzo y deja de ser la meta que justifica su
esfuerzo. Son ambiciosos y disfrutan de su capacidad de brillar, dan lo mejor de sí mismos y son tremendamente
creativos para conseguir lo que se proponen, si no son los primeros en alguna actividad pueden felicitar
honestamente al ganador y se estimulan a sí mismos a volver a intentarlo. Aprenden a dar importancia relativa a
las diferentes situaciones en su vida, no es necesario que sean los mejores en todo lo que hacen. Excelentes
líderes, planificadores y ejecutivos, no se desalientan por los inconvenientes y ponen un toque de entusiasmo y
alegría en todo lo que realizan. Todo lo que emprenden se transforma en un verdadero e inspirador ejemplo de
entusiasmo, mostrándonos que la vida está llena de hermosos desafíos. Nos hacen un llamado a entregar lo
mejor de nosotros mismos, a manifestar la excelencia en nuestro quehacer por cotidiano que sea. Saben
reconocer las cualidades de cada persona, invitándolas y ayudándolas a conectarse con sus talentos personales,
aun cuando ello signifique que alguien sobresalga más que ellos mismos, son capaces de reconocer el valor de un
miembro de su equipo sin sentirse menospreciados por ello. Los 3 sanos son todo lo que parecen ser, son
verdaderos modelos de honradez, simplicidad y autenticidad, son personas admirables que disfrutan del
reconocimiento que provocan, pero no lo necesitan para sentirse valiosos. Auto-aceptados. Guiados por normas
propias que trascienden el deseo de ser afirmados por los demás, mediante lograr su admiración, y se aceptan
tal como son. Se esfuerzan por adquirir las cualidades y destrezas que parecen personificar. Son sobresalientes,
estrellas de la naturaleza humana admirados y respetados por los demás. Poseen una dosis justa de alta
autoestima. Modestos y directos respecto a sí mismos. Genuinos y auténticos. No son ni más ni menos de lo que
aparentan ser Valoran a los demás antes que verlos como cifras para ser explotadas para su propia glorificación.
La seguridad en sí mismos y sus sentimientos de deseabilidad hacen que sean extremadamente atractivos y
pueden ser también atléticos o dotados de cualidades físicas sobresalientes.
Destinan tiempo y energía a desarrollarse siendo ambiciosos y deseosos de perfeccionarse en forma académica,
física, cultural, profesional e intelectualmente, y en cada una de estas formas pueden convertirse en modelos
dignos de copiar. Son capaces de motivar a que otra gente se desarrolle (si son excelentes bailarines serán
profesores de baile, si son fisicoculturistas ayudarán en un gimnasio, si han ganado mucho dinero en la bolsa
ayudarán a los demás a ingresar al mercado). Simpáticos, vivaces, energéticos, joviales y traviesos.
En su variante o franja Media, entre la luz y la sombra los Tres se preocupan competitivamente por mostrarse
superiores a los demás: se comparan con otros en busca de éxito, status y prestigio. Son escaladores sociales
para quienes es importante la exclusividad, la carrera y el hecho de ser un "triunfador". Pragmáticos, eficientes y
orientados a metas; sin embargo, también son calculadores y pierden contacto con sus sentimientos bajo la
apariencia de ser fríos. Se vuelven conscientes de su imagen y están muy preocupados por la forma en que los
demás los perciben, por proyectar la imagen adecuada, por decir lo correcto y por presentarse según las
expectativas. Se convierten en camaleones según el contexto al que se enfrenten. Surgen problemas con el
compromiso, con la intimidad, así como con la deshonestidad y la falsedad. Desean impresionar a los demás con
sus aires de grandeza siempre tratando de aparentar ser mejores de lo que realmente son. Narcisistas y
pretenciosos; se sienten especiales, llenos de amor propio inflado y con expectativas grandiosas respecto a sí
mismos y a su potencial. Son arrogantes y exhibicionistas, como si estuvieran diciendo: ¡Mírenme! a medida que
despiden hostilidad y desprecio por los demás. Intensamente competitivos por todas las formas de éxito y
prestigio creando rivalidades, convirtiendo todo en un torneo. Pragmáticos y calculadores siendo capaces de
cambiar su imagen para obtener lo que desean alardeando o “inflándose” para provocar admiración. Construyen
su identidad en torno a su auto consideración cada vez más inflada, estando más enamorados de esa imagen que
de sí mismos. Al ser narcisistas se interesan por ellos mismos y por los demás sólo en la medida en que los
ponderan o les sirven para sus objetivos. Son arrogantes, presumidos y altamente impresionados consigo
mismos. El sentirse superiores les asegura el no rechazo, y si acaso llegan a ser rechazados no se molestan
porque sienten que “esos” son gente inferior que no cuenta y les tiene envidia. Se ven fríamente reservados,
pero no están realmente seguros de sí mismos. No pueden vivir con la gente, ni sin ella, porque son hostiles
hacia las personas de las cuales dependen y porque no son “nadie” sin la atención de los demás.
En lugar de ser seres superiores están vacíos; impresionan porque su envase ha sido diseñado para ello y saben
pulsar los botones necesarios para lograr admiración. Se convierten en ídolos de ellos mismos y si esto no sucede
no son dioses sino demonios. Se interesan en lo que tienen o hacen no porque lo disfruten sino porque los hace
sentirse superiores a otra persona. Son profesionales de carrera planeando jugadas dentro de la misma para
avanzar como sea posible (se suben al carro rápido aun cuando ello signifique sacrificar matrimonio, familia o
amigos). Les importa contar con un título o una profesión de prestigio porque esto refuerza su identidad. Son
escaladores sociales para quienes es crítico tener los amigos y compañeros adecuados; siempre frecuentan gente
que aumente su lustre social. Son promotores de símbolos de status creando nuevos valores sociales. La
exclusividad es un aditamento esencial en la competitividad y se convierten en árbitros de quién está “in” o
“out”. Se convierten en seres deseados como mercancías más que como seres humanos genuinos. Hay un
elemento de falsedad en ellos y son cada vez más difíciles de identificar asumiendo la imagen una realidad
propia una vez aceptada por los demás como deseable. Se convierten en camaleones dependiendo de la jerga y
haciendo resaltar el estilo sobre la sustancia. Extremadamente suaves o relamidos, capaces de actuar a la
perfección cualquier rol que estén representando. No tienen sentimientos genuinos, ni opiniones sostenidas con
profundidad, ni idiosincrasia, ni pasión, bajo esa superficie suavemente pulida. Son como máquinas
perfectamente diseñadas que funcionan como se espera y que por tanto siguen teniendo demanda. Temen la
intimidad y no tienen emociones fuertes que los amarre a alguien; después de haber hecho una conquista dejan
botada a la persona una vez reciben el refuerzo narcisista que buscaban, o les gusta frustrar a quienes intentan
acercarse. Se sobrevenden haciendo afirmaciones extraordinarias de ellos mismos; su propaganda comercial es
muy convincente. Asumen poses, exhibiendo una actitud como una forma de ser exclusivos y de llamarla
atención. Son típicas las demostraciones sexuales hipermascuilinas o hiperfemeninas (el ser un semental o una
reina de belleza). Se tornan arrogantemente complacientes y no se esfuerzan por metas reales y se dejan llevar
por la vida confiando en su atractivo sexual y en su encanto. Exageran sus logros a extremos ridículos. Entre más
narcisistas son, más se exponen a sentirse menospreciados por los demás y se tornan despreciativos y sarcásticos
descalificando a la gente; su sonrisa arrogante lo dice todo.
Cuando sus sueños fracasan, los tipos Cuatro malsanos se enfurecen consigo mismos, se deprimen, se
avergüenzan de sí mismos y se aíslan de los demás debido a las auto inhibiciones, así como a la parálisis
emocional. Cargan con una profunda fatiga, así como con serios desórdenes mentales; emocionalmente están
"bloqueados" y son incapaces de trabajar o funcionar; desarrollan un abismal sentido de futilidad e insensatez.
Agobiados por un autodesprecio delirante, odio a sí mismos, autorreproches, pensamientos morbosos y
atormentados por sus fracasos, todo se convierte en una fuente de autoacusaciones dañinas. Al sentirse inútiles y
desesperanzados, se afligen mucho y se autodestruyen. Es posible que abusen del alcohol o de las drogas. En
casos extremos, es probable un colapso emocional e incluso el suicidio.
Su desilusión consigo mismos se intensifica en un corrosivo odio a sí mismos, sólo ven lo peor de ellos y se
castigan por todo, llevándolos a la enfermedad autodestructiva. Las fantasías mórbidas se transforman en
obsesiones y se sienten rechazados por todo el mundo, culpables de existir. Se creen defectuosos y que los demás
los desprecian por ello. Pueden estar sentados solos durante horas, apenas respirando, y sin embargo
violentamente atormentados. Pueden estallar en llanto e incontrolables sollozos y luego volver a retraerse en
silencio e intenso sufrimiento interior. Como creen ser casos perdidos, los intentos de suicidio están destinados a
ser exitosos y no como show para lograr atención, simplemente. El suicidio no sólo es una manera de escapar al
sufrimiento mental, sino también un reproche a los demás por no ayudarlos lo suficiente, por no entender sus
necesidades, por no ocuparse de ellos. Se recrean imaginando su sepelio. El suicidio es el último acto agresivo
mediante el cual causan sufrimiento a los demás, sin tener que ser culpables o tener que enfrentar las
consecuencias. El haber ensayado el suicidio muchas veces en su imaginación, puede hacer que actúen sin ninguna
consideración o aviso a los demás, olvidándose estúpidamente que esa salida siempre estará disponible, por lo
cual no hay afán de tomarla nunca, como lo descubrió el inspirado escritor Herman Hesse, distinguido
representante del tipo. Si en vez de lo anterior, el destino final es el hospital mental, el diagnóstico de ingreso si
no es esquizofrenia (excesiva y malsana ala Cinco), es personalidad maniacodepresiva.
En su variante o franja sana, en luz, integrados, los tipos Cuatro son individuos introspectivos, conscientes de sí
mismos, eternos buscadores de su "ser interior" que siempre están en contacto con sus sentimientos e impulsos
internos. Son sensibles e intuitivos respecto a sí mismos y a los demás, así como compasivos, atinados, discretos y
respetuosos. Los tipos Cuatro sanos tienden a ser auto expresivos, muy personales, individualistas, siempre fieles
a sí mismos, emocionalmente honestos y auténticos. Tienen una visión irónica de la vida y de sí mismos; pueden
ser serios y graciosos, vulnerables y fuertes en su interior. En su mejor estado son muy creativos en lo que
respecta a la expresión personal y universal; es posible que esta creatividad se manifieste en una obra de arte. A
nivel personal se vuelven regeneradores y auto renovadores. Tienen una cualidad auto creativa capaz de
transformar sus experiencias en algo valioso. Los Cuatro son capaces de renovarse constantemente, de mantener
la creatividad porque han trascendido su cohibición, abriéndole camino a la inspiración y transformando todas sus
experiencias, incluidas las dolorosas, en algo hermoso. Son capaces de expresar lo personal universalmente, en
algo que tiene resonancia, y su inspiración les llega espontánea, completa y misteriosamente del inconsciente.
La forma más importante de la creatividad es la auto creación (fabricación del alma) o proceso de convertir las
experiencias en algo más para su crecimiento personal y esta cualidad está despierta en ellos. Fabricar el alma se
refiere al crecimiento en Consciencia, en la cantidad de comprensión que se logra cuando, en vez de sufrir y
lamentarse por la experiencia de vida, se aprenden sus lecciones. Esta viñeta no tiene sentido para quienes usan el
Eneagrama sólo como herramienta psicológica, sin una inspiración espiritual más alta, de trascendencia de la
condición humana. No son meros esteticistas sino individuos creativos, vivificantes, que también pueden ser
artistas. Prestan atención a sus sentimientos para ver qué pueden descubrir acerca de sí mismos, pero no temen
lo que estos puedan decirles o lo que puedan descubrir. Se distancian del medio ambiente; actúan en la vida tanto
como espectadores como actores, y ya no se les dificulta ser asertivos o mantener actividades prácticas. Son
sensibles a ellos mismos y a los demás porque son intuitivos (medio de percibir la realidad mediante el
inconsciente: telepatía) Sus intuiciones pueden ser inquietantes y a veces les cuesta trabajo expresarlas
racionalmente, pero los hacen conscientes de un interminable flujo de sentimientos que ya no los autoengaña. Se
revelan a los demás con franqueza y autenticidad, revelando gustosamente a los demás sus defectos e
irracionalidades, ya no como búsqueda de reconocimiento a su originalidad, sino como experiencia didáctica muy
útil para el otro. Se preocupan de ser sinceros consigo mismos, aún a riesgo de ser censurados, desprendidos de
cómo los vea y/ los juzgue el otro. Son respetuosos de la individualidad de los demás, sensibles a sus
sentimientos, considerados con su privacidad y necesidades y así, se convierten en miembros muy útiles y
apreciados del grupo, de cualquier comunidad. Consideran a los demás como “otros”, no como funciones de sí
mismos, o como objetos útiles para su propia satisfacción, razón por la cual son excelentes parejas, padres,
amigos, consejeros y terapeutas. No son meros individualistas con pose de seres especiales y diferentes, sino
existencialistas, comprenden que tienen consciencia individual y son conscientes de su existencia como
individuos. Unos humanistas sabios y completos. Tienen un rico sentido del humor porque ven el agudo absurdo
de gran parte de la conducta humana, a la luz de los asuntos más amplios de la vida. Tienen una especie de doble
visión de la naturaleza, y esta irónica yuxtaposición de los opuestos es tan curiosa como conmovedora. En especial
dentro de sí mismos. Nadie puede mostrar la virtud de la ecuanimidad como un Cuatro que la alcanza derrotando
a brazo partido la pegajosa y sempiterna melancolía. El sentir es algo natural en los seres humanos, algo muy
natural y bello. Si no tienes sensibilidad no tienes nada. Pero el asunto es manejar esta sensibilidad y el sentir para
encontrar en cada momentocada momento y en cada situación una lección y un aprendizaje y ver que todos los
momentos –aun lo más dolorosos conllevan siempre una enseñanza implícita y que van limpiando y puliendo el
corazón de cada uno de nosotros. De estaDe esta forma las situaciones dolorosas se vuelven compañeras nuestras
y dejan de servirnos para autolamentarnosauto lamentarnos y seguir recreándolas morbosamente en la
imaginación y quedándose atrapados en un círculo vicioso. El recrear constantementerecrear constantemente en
la imaginación situaciones dolorosas imaginarias o reales impide a los tipos cuatro el estar “estar “vivos” en el
momento presente y disfrutar de cada instante como algo único e irrepetible. Es importante tener muchotener
mucho cuidado con lo que se mantiene constantemente en la imaginación y caer en la cuenta de cómo se fugan
muy fácilmentemuy fácilmente ya sea hacia el pasado, en recuerdos bellos o dolorosos, o hacia al futuro para
crear ideales.
se especializan, se tornan analíticos, teorizante, observador, abstracto. Examinan todo el tiempo las cosas en
forma intelectual. Se involucran en investigaciones y estudios académicos; reúnen datos empíricos y elaboran
teorías. A medida que especulan sobre ideas muy complejas y abstractas, se desapegan cada vez más y se
preocupan por las interpretaciones antes que por los hechos reales. Están interesados en temas poco
convencionales y esotéricos, incluso en cosas que pueden parecer obscuras y subterráneas. Se convierten en
"mentes incorpóreas" aunque muy tensos y con una aguda agresividad como una defensa contra el hecho de
verse emocionalmente involucrados. Toman posturas antagonistas hacia cualquier cosa que pudiera interferir con
su mundo interior o con su visión personal de las cosas. Son provocadores y abrasivos. Tienen puntos de vista con
la intención de ser radicales y exagerados. Son cínicos y sujetos a controversia. Mientras que los sanos poseen los
conocimientos, éstos andan tras ellos. Analizan todo en detalle desarmando las cosas, literal o intelectualmente,
para ver cómo funcionan. Sacan las cosas de su contexto y no miran su conjunto. Desapegados; especulan y
desarrollan interpretaciones complicadas de la realidad. Se interesan sólo en aquellos aspectos que captan su
atención y esto hace que estrechen el foco de sus percepciones para dedicarse a sus intereses. Imponen ideas
sobre los hechos.
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Radicales; eliminan lo que no pueden medir objetivamente o no es verificable. Si no son muy inteligentes de
todas formas gustan de usar la mente para adquirir seguridad y autoestima. No prestan mucha atención a su
estado físico, excepto cuando obstaculiza su pensamiento; se enfrascan en proyectos y se olvidan de comer,
dormir o cambiarse de ropa, porque para ellos el cuerpo es un mero vehículo de la mente. Se sumergen en
complejos rompecabezas intelectuales y sistemas enmarañados para aislarse del mundo.
En su mejor estado: se vuelven visionarios que comprenden el mundo en toda su extensión y logran penetrarlo con
profundidad. Son de amplio criterio, imparciales, capaces de observar las cosas en su totalidad, en su verdadero
contexto. Es posible que realicen descubrimientos pioneros y que encuentren nuevas maneras de hacer y de percibir
las cosas. Son sabios porque se conectan con el sentido de las cosas. Transmiten lo que saben. Encuentran un “para
qué”. Visionarios que comprenden profundamente el mundo. Toman las cosas en su conjunto percibiendo pautas
donde los demás sólo ven confusión. Sintetizan fenómenos que antes no se sabía pudieran estar relacionados .
Hacen descubrimientos porque están dispuestos a no conocer las respuestas manteniendo la mente abierta
mientras observan la realidad. Descubren la lógica interna, la estructura y las pautas interrelacionadas de todo lo
que observan obteniendo pensamientos claros en asuntos oscuros y son capaces de predecir acontecimientos que a
menudo después se pueden verificar. Trascienden el pensamiento racional para revelar la realidad objetiva y hacen
que sus descubrimientos parezcan simples u obvios. Son pioneros intelectuales que abren nuevos dominios de
conocimiento. Observan con extraordinaria receptividad. Son alertas y curiosos respecto de todo; piensan por el
puro placer de hacerlo. El pensamiento y la comprensión les causa regocijo. Por su inteligencia penetran lo
superficial y siempre tienen algo interesante y valioso por decir. Observan y se concentran en el mundo; nunca se
aburren porque todo el tiempo están aprendiendo sobre lo que no saben y entendiendo lo que no es obvio. Tienen
la capacidad de mantenerse concentrados y no se distraen con facilidad. Son trabajadores constantes que atacarán
un problema por años hasta resolverlo o hasta que se aclare que es insoluble. Son buenos conceptualizadores
haciendo las preguntas adecuadas y definiendo límites intelectuales apropiados a los problemas. El hábito de
observación refleja no sólo una curiosidad desapasionada sino una necesidad profundamente personal. Innovadores
que desarrollan ideas extremadamente valiosas y originales. Bastante versátiles que poseen conocimientos en un
alto rango de disciplinas intelectuales y expertos en todas ellas. Son estimulantes profesores, colegas y amigos que
les gusta compartir sus conocimientos porque a menudo aprenden más al discutir sus ideas. Aun así, son
extremadamente independientes; el aprender y el pensar son aventuras solitarias en las cuales es mejor embarcarse
solos.
Las personas de este Eneatipo disfrutan de su capacidad de investigar, aprender y saber, comprendiendo que esta
necesidad no los hace ni inferiores ni superiores a los demás, y disfrutan no sólo aprendiendo, sino también
compartiendo sus conocimientos, haciendo de ellos una contribución concreta, ayudándonos a vivir en un mundo
mejor. Aun cuando no tienen deseos de sobresalir y brillar, están dispuestos a colaborar con sus conocimientos y el
resultado de sus investigaciones, perteneciendo a un grupo con fines concretos en la ejecución de un proyecto. Si
bien suelen mantener un muy bajo perfil, están conscientes del valor de su contribución a un objetivo común y
también pueden reconocer que tienen mucho que aprender del contacto con los demás. Suelen ser muy prácticos y
austeros pues disfrutan más invirtiendo su energía, tiempo y dinero en estudios e investigaciones que en bienes
materiales, pero están conectados con la realidad y saben que el mundo concreto demanda obligaciones, y pueden
reconocer sus necesidades físicas y satisfacerlas, manteniéndose a la vez unidos y comunicados con las necesidades
de quienes aman. Saben el valor del trabajo en grupo, del contacto social y del apoyo familiar, pueden reconocer en
quienes los rodean virtudes que quizás, ellos carezcan, por este motivo son gentiles y delicados en el trato con los
demás. Viven mentalmente alertas y son curiosos; siempre en busca del conocimiento y de lo extraordinario. Son
capaces de concentrarse, de enfocarse en lo que ha llamado su atención y de prever y predecir el probable
desenlace de alguna cadena de eventos. Cuando algo les interesa se focalizan y se convierten en expertos en algún
campo, en el cual harán aportes que contribuirán a mejorar la vida de todos. Son visionarios que comprenden el
mundo en toda su extensión y logran penetrarlo con profundidad. Son de amplio criterio, imparciales, capaces de
observar las cosas en su totalidad, en su verdadero contexto. Es posible que realicen descubrimientos pioneros y que
encuentren nuevas maneras de hacer y de percibir las cosa
por parte de la figura de la autoridad, los tipos Seis malsanos se sienten inseguros en exceso y se vuelven
exageran los problemas y es posible que sus actos irracionales, en efecto, causen justamente aquello que temen.
En
extremo angustiados, se sienten perseguidos y atacados por los demás. Para liberarse de la angustia, el abandono
y
las consecuencias de sus actos, se rebajan y se humillan ante la figura de autoridad para poder ser rescatados.
Como
patología, se presenta una conducta autocastigadoraauto castigadora y masoquista. Es posible que se presenten
problemas de
lo que ellos creen que les proporcionará seguridad y estabilidad. Son ambivalentes y reaccionan contra la
autoridad
a través de conductas pasivo-agresivas que mandan señales contradictorias y confusas. La ambivalencia hace que
los
tipo Seis vacilen y reaccionen de manera imprevisible. Actúan con evasión, indecisión y cautela respecto a todo. A
medida que aumentan las tensiones, se vuelven gruñones, negativos y tienden a mandar señales contradictorias.
Para superar las dudas y las angustias, se tornan sarcásticos y reaccionarios; adoptan una actitud recia y rebelde
para
compensar sus crecientes inseguridades. Se vuelven beligerantes y reaccionan con agresión a las aparentes
amenazas a su seguridad. Pueden ser muy parciales y defienden a grupos excluyentes. Se vuelven ruines e
intolerantes, convirtiendo a los demás en chivos expiatorios y atacando a cualquiera que parezca amenazarlos
como
▪ Se sienten cómodos cuando se les dice qué tienen que hacer e intentan encontrar seguridad siendo
▪ Sienten que si siguen las reglas nadie los puede criticar o castigar no importando cuáles sean las reglas
▪ En lugar de tomar decisiones por sí mismos buscan precedentes y respuestas en documentos o en reglas y
reglamentos
▪ Si los demás son no son tan leales u obedientes esto no sólo los enfada, sino que los amenaza
▪ Reaccionan a la ambivalencia adoptando una actitud recia, autoritario, parcial, culpando y acusando a los
▪ Desean que los quieran, pero se tornan recelosos temiendo no ser queridos
▪ No saben qué sienten los demás por ellos y los ponen a prueba para descubrir la actitud que los une
▪ Dan vueltas en círculos incapaces de decidirse, inseguros de sí mismos y de lo que realmente quieren hacer
vacilando y aplazando
▪ La ambivalencia los pone tensos y los fatiga; es como si simultáneamente tuvieran un píe en el acelerador y
el otro en el freno
▪ Se ponen gruñones y negativos y pueden llegar a ser impotentes o frígidas cuando la angustia obstaculiza el
desempeño sexual
▪ Les gusta que dentro del matrimonio el peso de las decisiones recaiga en el cónyuge
▪ No les importa obtener alguna manera de permiso antes de hacer las cosas
▪ Se tornan agresivos con los demás indirectamente y reaccionan olvidando compromisos o haciéndolos
esperar
▪ Su humor se torna mordaz y sarcástico hiriendo a las personas diciendo lo opuesto de lo que quieren decir
▪ Se vuelven jactanciosos, fanfarrones y beligerantes acosando y molestando a los demás de cualquier modo
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▪ Forman grupos entre los que están con ellos y los que no reduciendo el mundo a dicotomías y su lealtad se
▪ El odio es su principal manifestación, aunque la angustia lo sigue acompañando. Y junto con el odio y la
▪ Necesitan una persona o grupo sobre el cual puedan descargar sus agresiones y si no tienen enemigo
▪ La gente a la que odian (negros, judíos, homosexuales, forasteros, etc.) a menudo encarnan las mismas
los tipos SEIS son capaces de obtener intensas respuestas emocionales de los demás; son graciosos, simpáticos,
cautivadores, amistosos y juguetones. La confianza es muy importante al igual que el hecho de vincularse con los
demás y establecer relaciones permanentes. Se comprometen y son leales con las personas con quienes se han
identificado. Responden a los demás siendo cooperadores, confiables, responsables, trabajadores leales y
cumplidores.
En su mejor estado: llegan a ser asertivos, confían en ellos mismos y en los demás, independientes, aunque
simbióticamente interdependientes. La fe en sí mismos los lleva a tener una actitud positiva y a manifestar valentía,
liderazgo, riqueza de creatividad y autoexpresión. Comprometidos, perseverantes, fieles a valores comunitarios, con
fe en la lealtad, la familia, la religión, los amigos y el bienestar del grupo como un todo. Tienen fe en su propia
experiencia y en sus propios poderes. Apuestan por sí mismos ante el peligro y sin conocer el resultado. Auto
afirmativos, confiados en sí mismos y en los demás, independientes pero cooperadores. Atrayente y cautivador
obteniendo respuestas emocionales de los demás. Pueden ser los más atractivos y adorables, deliciosamente
juguetones e impredecibles con cualidades infantiles. Establecen relaciones equilibradas con los demás y consigo
mismos. En sus relaciones logran interdependencia dinámica, verdadera reciprocidad; nadie domina la relación y
nadie es inferior en ella. Desarrollan la capacidad de atraer emocionalmente a los demás. La autoafirmación es un
acto de confianza en sí mismos que resulta de darse cuenta de su propio valor sin considera a nadie más; es decir
que no son en las “autoridades” donde reside todo lo bueno. No serán reactivos sino maduros e independientes. Los
demás dependerán de ellos como ellos lo han hecho porque se tornan notablemente adultos
Een su variante enferma, en franja de sombra, no integrados, pueden ser duramente ofensivos
e insensibles respetos a las necesidades ajenas mientras van en busca de lo que desean. Impulsivos, infantiles y
odiosos; no saben cuándo detenerse. Empiezan a atacar cualquier persona o cosa que pareciera haberles negado
lo que desean. Se convierten en escapistas totalmente disipados pudiendo ser completamente enviciados a varias
formas
de estimulantes (para divertirse) y narcóticos (para relajarse) volviéndose gradualmente más infelices. Si se
frustran se enfadarán y harán cosas insultantes, groseras y poco consideradas. No reprimen nada pues su única
forma de tratar la angustia es la agresión o cualquier otro sentimiento
perturbador y entregándose a ello y descargándolo en sus semejantes. Esta impulsividad revela cual infantiles e
inmaduros son y hace que los demás no deseen su compañía otrora
apetecida y esto los enfurece mucho más. Pueden entregarse a una serie de actividades para poder mantener sus
defensas contra el deprimirse como
ir de compras, jugar por dinero, ingestión de alcohol o drogas, comer compulsivamente o actividades
sexuales depravadas, e incluso la cleptomanía puede ser parte de este cuadro dependiendo de los objetos
codiciosos, individuos mundanos extasiados por las cosas del mundo, conocedores, "establecedores de modas" Y
y
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buscadores de sensaciones nuevas. Se vuelven incapaces de decirse no, de negarse cualquier cosa. Hiperactivos,
Se e
lanzan en una actividad constante, haciendo y diciendo cualquier cosa que se les ocurra. Temen aburrirse y tratan
de
aumentar su estímulo y excitación manteniéndose en constante movimiento y distrayéndose con algo entretenido
y
nuevo, aunque hagan demasiadas cosas. Corren el riesgo de volverse superficiales, sin inhibiciones, volátiles,
ostentosos, extravagantes. Sienten que nada los satisface, así que se vuelven inmoderados y desmedidos. Llegan a
ser egocéntricos, egoístas, exigentes e impacientes. Insensibles con los demás, pueden llegar a ser groseros,
descorteses. Tienen tendencias adictivas. Mundanos y conocedores que se divierten con cosas y experiencias
nuevas. Comienzan a querer más de las cosas que los han hecho felices y todos sus apetitos aumentan por cosas
cada vez mejores y más nuevas. Creen que el poseer más los hará más felices. La burla sofisticada, la
despreocupación y la alegría están a la orden del día. Son excelentes anfitriones y su estilo será tan fino como
puedan solventar. Conocen la buena mesa, saben cocinar o cuál es el banquetero mejor. La atmósfera rica y lujosa
para sí mismos, la familia y los amigos les da placer. Su sueño es tener tanto dinero como para no preocuparse
más acerca de tenerlo. A medida que crecen sus apetitos discriminan menos sus experiencias y se convierten en
meros
consumidores antes que conocedores; los apetitos aumentan más rápidamente de lo que pueden ser
satisfechos. Viven tantas experiencias como se lo permiten las 24 horas del día. Todo lo hacen rápido (comer,
hablar, pensar, etc.) para llegar al próximo acontecimiento. Todo debe ser divertido para que agarre su interés o
de lo contrario irán a otra cosa. Son gregarios, ruidosos y llamativos, personajes públicos a quienes les gusta estar
rodeados de personas
divertidas. Insolentes e irreverentes no tomando nada en serio y convirtiendo todo en un chiste como un modo de
lidia r
las angustias y los problemas. Tienen algo de artistas y comediantes. Dejan que los demás sepan lo que piensan
aun a riesgo de herir sentimientos ajenos; algunos se ofenden y
otros encuentran refrescantes sus insolencias y excesos. No son los mejores conversadores porque no escuchan a
nadie; desean ser el centro de atención y saltan de
un tópico a otro a medida que nuevos pensamientos pasan por sus mentes interrumpiendo a los demás y les
encanta entrar en discusiones para crear excitación, mantener alto nivel de estímulo y divertirse . Se fomenta la
superficialidad y la trivialidad porque el hacer tantas cosas no les permite hacer algo bien o
porque no perciben sus experiencias. Desperdician muchas oportunidades de hacer algo útil y más bien se quedan
en la superficie y tontean. Son frívolos y locuaces y ya no son conocedores sino diletantes y nunca llegan a ser
diestros en nada porque
no perseveran lo suficiente.
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Julio Cavalli
www.juliocavalli.coLa gente es significativa en sus vidas porque no soportan estar solos; los amigos y la gente son
incidentales y
sólo continúan las relaciones que contribuyen a su goce y las otras las abandonan sin remordimiento alguno . Su
hiperactividad es más bulliciosa y agitada que productiva; no pueden estar quietos e incluso en sus
vacaciones y se inventan distracciones para evitar el aburrimiento. No soportan el silencio; la radio y el televisor
están siempre encendidos mientras hablan por teléfono. Materialistas, consumidores conspicuos, codiciosos de
más y nunca se sienten satisfechos. No toleran la incomodidad física o emocional ni ninguna clase de
inconveniente; exigen satisfacción
instantánea de todos sus deseos. Los que no tengan dinero harán lo que sea para obtenerlo ya sea casándose con
alguien que les ayude a
solventar sus deseos. La codicia es su principal pecado; sobrepasan los límites de necesidades reales volviéndose
ostentosos y
vulgares a medida que se deterioran hasta las formas más burdas de materialismo. Exageran en todas las áreas de
sus vidas incluyendo las medidas que toman para proteger su salud y
jovialidad.
En su mejor estado: asimilan a fondo las experiencias y se convierten en individuos reconocidos y agradecidos,
cautivados por las maravillas de la vida. Son positivos, optimistas, alegres y se sienten extasiados. Comienzan a tener
indicios de una vida más allá de lo físico y experimentan un profundo sentido de las bondades de la vida. Las
personas de este Eneatipo disfrutan de la vida sin necesidad de escapar de sí mismos, llevan alegría a donde van y
son una grata compañía para todos quienes los rodean. Tienen capacidad de gozar la vida y disponen de una especial
capacidad para transformar en aventura cualquier situación. Tratan siempre de ser felices y contagian a los demás
con su alegría, incluso en medio de un desastre pueden hallar el lado bueno de la vida. Los demás, obviamente, se lo
agradecen con su aprecio y amistad. Poseedores de un optimismo innato pueden ayudar a los demás a creer en sí
mismos y confiar que todo irá perfectamente bien. Agradecidos de la vida, siempre encuentran una razón para estar
optimistas y descubrir las bendiciones de toda situación. Su entusiasmo por la variedad y por saber cosas nuevas, los
convierte en individuos con aptitudes y conocimientos que hacen bien muchas cosas distintas y con conocimiento en
variadas áreas de interés. Son esas personas que saben inyectar energía y entusiasmo a todo lo que les rodea. Son el
centro de atención, los demás buscan su compañía y son siempre bienvenidos a donde llegan. Los tipos 7 sanos son
extrovertidos, excelentes conversadores, siempre dispuestos a aportar con una anécdota entretenida. No huyen de
sí mismos ni niegan sus emociones, son capaces de encontrar la magia de cada momento. Se sienten cómodos con
todo tipo de personas y en todo tipo de situaciones.
prevalecer con el control sin importar el costo. Se vuelven totalmente crueles, violentos, inmorales y despiadados,
dictatoriales y opresivos. No admiten la culpa, ni el temor ni cualquier otro sentimiento humano. Comienzan a
desarrollar ideas delirantes acerca de sí mismos y se sienten omnipotentes, invencibles e invulnerables. Cada vez
se
vuelven más temerarios y si sienten que están en peligro, pueden destruir con crueldad a todo aquel que no haya
acatado su voluntad. Vengativos, salvajes, con tendencias asesinas y sociópatas. Los tipos 8 menos sanos evitan
compulsivamente cualquier muestra de debilidad pues parecen querer demostrar su fuerza siempre y en todas
partes, no dudan en atacar y avergonzar a quienes osan enfrentarlos. Les gusta intimidar y no les agrada ser
controlados por nada ni nadie. A los miembros de este EneatipoS les cuesta demostrar sus sentimientos, limitan
sus
manifestaciones de cariño y ternura incluso ante sus seres más queridos, pues las consideran un signo de
debilidad
que los demás podrían ocupar en su contra. Quieren dominar el mundo incluidos sus habitantes, se vuelven
agresivos y confrontacionales, se convierten en "el jefe" cuya palabra es ley. Imponen su voluntad y visión en
todo,
no ven a los demás como sus iguales ni los tratan con respeto, sino más bien como débiles e inferiores. Creen que
si
son una roca inexpugnable lograrán defenderse y evitarán ser heridos, con lo cual se pierden las cosas buenas que
llegan a sus vidas: intimidad y afecto. Cuanto más amenazados, más duros y agresivos se ponen. Su pasión por la
lujuria los impulsa a actuar de forma intensa y arriesgada, aceptan retos adrenalínicos, tales como abusar del
alcohol, manejar a toda velocidad, trabajar en exceso, o cualquier otra actividad peligrosa, poniendo en riesgo no
sólo sus personas, sino también la de aquellos que lo rodean. En ocasiones arrastran irresponsablemente a otros
más débiles hacia estas temerarias conductas. Les gusta hablar con franqueza y desconfían cuando ven que la otra
persona se anda con rodeos y no es directa para comunicarse, suelen hablar en forma muy agresiva y directa, les
encanta desenmascarar a los demás, aprovechando cualquier contradicción o falta de consistencia para atacar y
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invulnerables
• Se consideran superhombres que están más allá de la moralidad y que pueden hacer lo que les venga en gana
• Destruyen todo lo que ataca su voluntad; la fuerza se justifica cuando les sirve a sus fines
• Interpretan cada señal de amistad o cooperación como debilidad y como una invitación a aprovecharse de
los demás
• Traicioneros e inmorales, sin escrúpulos para mentir, engañar, robar o renegar de sus promesas
• Lo más mínimo provoca un alud de represalias y generalmente de manera violenta sin culpa alguna
• Son capaces de sentir culpa por sus actos, pero no admiten los sentimientos de culpabilidad para no tener
• Intencionalmente se vuelven despiadados porque cuanto más terribles son, más cosas terribles tienen que
• No se pueden detener en sus actos violentos porque están muy involucrados y si lo hicieran se verían
• Intentan destruir antes de ser destruidos; su escala de destrucción será proporcional a la de su poder
• Manifiestan una fascinación obscena por la muerte y la desafían asesinado a otros si está en su poder
hacerlo; lo hacen no sólo por placer sádico sino como un modo de evitar su propia muerte
En su variante o franja Media, entre la luz y la sombra los OCHO Promedio les preocupa llegar a ser
autosuficientes,
así como independientes a nivel económico. Son "individualistas recios," pragmáticos, emprendedores,
trabajadores
y muy audaces; les encantan las aventuras y correr riesgos para ponerse a prueba y reafirmarse. Empiezan a
querer
dominar todo el ambiente (incluso a los demás) y se vuelven enérgicos, agresivos, orgullosos, egocéntricos y
como sus iguales ni los tratan con respeto. Sienten que deben salirse con la suya y se vuelven confrontadores,
beligerantes, amedrentadores y desafiantes al mismo tiempo que tienden a crear relaciones antagónicas. Todo lo
convierten en una prueba de voluntad y nunca ceden. Utilizan amenazas y represalias para que los demás les
obedezcan, para mantenerlos en desequilibrio y con una sensación de impotencia. Sin embargo, el trato injusto
hace
que los demás tengan resentimientos y existe la posibilidad de que se agrupen en contra de ellos. Emprendedores,
negociantes, empresarios, pero interesados en sus propios asuntos especialmente los
financieros. No se interesan en absoluto por la justicia y será sólo una extensión de su ego y de su rol como
protectores y
proveedores de los demás. Son hombres de negocios, potentados de bienes raíces, industriales, financieros o
magnates de algún tipo. El ganar dinero es la forma en que se hacen autosuficientes para no tener que depender o
de someterse a
nadie. El dinero también les permite involucrarse en cualquier proyecto que deseen sin tomar en consideración la
lealtad o devoción de los demás. Con fondos suficientes pueden comprar lo que quieran y a quienes quieran. Si no
tienen dinero se enriquecen bastante rápido por ser muy emprendedores y con mucha motivación, son
eficaces negociantes y hacen buenos tratos. El amor de pareja, la devoción de los hijos, la lealtad de los amigos y
socios son todas cosas poco confiables
mientras que el dinero es el único medio confiable por el cual pueden obtener lo que quieren. Su línea de trabajo
sólo importa si obtienen utilidades; no importa lo qué hagan (vender computadoras,
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demás. No son cooperadores, no tienen espíritu de equipo y no se preocupan demasiado por el bienestar ajeno a
menos que los demás contribuyan al éxito de sus esfuerzos. Son competitivos, se imponen en el ambiente y se
arriesgan para poder obtener las retribuciones financieras
y psíquicas. Les encanta el peligro y la excitación no sólo en el mundo de los negocios sino en todas sus
actividades.
Tienen un sentido innato del uso del poder y no trepidan en usarlo; el poder es la capacidad de conseguir las
cosas, de moldear acontecimientos y hacer que el ambiente se adapte a su visión. No les gusta verse limitados de
alguna manera. Los hombres dominan a las mujeres viéndolas en forma ambivalente creando relaciones amo-
esclavo. A menudo tienen relaciones tormentosas con el sexo opuesto; frecuentemente son mujeriegos que tratan
a
las mujeres como prostitutas o como posesiones que existen para su placer y satisfacer su ego. Las mujeres
también dominan a sus esposos y como por cultura les resulta más difícil expresarse
agresivamente limitan sus impulsos al frente doméstico. Su poder será más eficaz cuando se encargan de tener lo
que los demás necesitan; intentan controlar
necesidades vitales como comida, techo, seguridad y dinero. En la dimensión negativa manifiestan exigencias
irrealistas y se vuelven posesivos.
En su variante más sana conocen y aceptan su propia vulnerabilidad lo que les enseña a aceptar la de los demás y
no necesitan medir sus fuerzas con cada persona que se cruza en su camino y abandonan la idea que tienen que ser
siempre fuertes y dominantes en toda ocasión. Líderes naturales, llevan el mando sin esfuerzo cuando así se
requiere, pero saben hacerse a un lado y reconocer los contextos en los cuales son simplemente un miembro más.
Se ganan el respeto a través de sus capacidades para conseguir lo que se proponen y por su capacidad para defender
y proteger a ¨su¨ gente. Les encanta la aventura y las sensaciones intensas, saben divertirse y estar a su lado es de
por sí una aventura. Son admirables por el entusiasmo que ponen en todo lo que hacen. Les encantan los retos y son
hábiles para iniciar proyectos; toman la iniciativa y hacen que las cosas ocurran.
Asertivos, confiados en sí mismos y fuertes, los tipos Ocho sanos han aprendido a luchar para conseguir lo que
necesitan y desean. Están orientados a la acción; tienen una actitud de "puedo hacerlo" y cuentan con una gran
motivación interna. Les encantan los desafíos y son hábiles para iniciar proyectos; toman la iniciativa y hacen que las
cosas ocurran. Son líderes naturales que los demás respetan y a quienes acuden en busca de orientación. Decididos,
autoritarios y dominantes, los tipos Ocho sanos se ganan el respeto a través de ser honorables y utilizan el poder en
forma constructiva defendiendo y protegiendo a la gente, actuando como proveedores, auspiciadores y promotores
de causas nobles y empresas valiosas. Se vuelven moderados, magnánimos, misericordiosos y tolerantes. Son
capaces de dominarse a través de auto doblegarse ante una autoridad. Valientes, deseosos de ponerse en peligro
para obtener lo que buscan y causar una influencia duradera. Pueden ser heroicos e históricamente grandiosos. La
compasión, la inocencia, la confianza y la moderación son las virtudes naturales de este tipo. Eso es lo que debemos
esperar encontrar cuando nos relacionamos con los OCHOS. Un tipo OCHO jamás se ve tan fuerte como cuando
actúa con moderación y delicadeza. Al volverse compasivos, son líderes magnánimos y ya no dominantes, porque la
capacidad de liderazgo no desaparece. Lo que ha cambiado totalmente es la motivación, y como ya no reaccionan,
sino que actúan, solo cuando es necesario y muy reflexiva y apropiadamente, obtienen el respeto y acatamiento de
los demás. Su energía física está ahora al servicio compasivo de los demás y a la lucha por elevados ideales. Los ocho
sanos poseen invariablemente un carisma que sale del aura de absoluto dominio de ellos mismos, que inspira a los
demás a agruparse en torno a ellos, saliendo a flote el líder natural. Están pues en posición de crear algo grande para
sí mismos y su entorno, y al integrarse en las cualidades del DOS, en ellos encontramos la ayuda desinteresada y el
apoyo concreto a nuestras necesidades. Son muy hábiles para encontrar la solución práctica a todo y su entrega a
una causa, hace que sea un verdadero placer trabajar con ellos. Alcanzan pues, y nos pueden enseñar, el verdadero
amor universal. Hay algo muy bello que es observar en ellos el niño interior, al igual que lo hacen los niños pequeños
cuando se ponen en contacto con un ocho y se entregan confiadamente a sus brazos, sus juegos por la forma
espectacular como se acercan a otros niños porque un ocho, si nos permitimos mirarlo con otros lentes, es un niño
grande. Si queremos ver el niño interior de alguien, busquemos un amigo ocho y podremos verlo. Nadie puede
enseñar mejor la virtud de la COMPASIÓN que un ocho, que la ha logrado, quitando de en medio el RENCOR y la
VENGANZA.
obsesión, son dóciles, adaptables y conciliadores de manera excesiva; aceptan, con ingenuidad y sin condiciones
las
expectativas del otro se subordinan a él, lo idealizan y viven a través él. En apariencia se ven felices y tranquilos,
Pero
su estabilidad está basada más en negación que en genuina y consciente aceptación, por lo cual en el fondo
manejan
un gran pesar interno al saberse estancados y no encontrar ni la forma ni la energía para salir de sus trampas. Son
perezosos, emocionalmente indolentes, muestran indiferencia, se evaden con actividades rutinarias, niegan sus
emociones y esperan hasta que los problemas se resuelvan solos cualquier cosa antes de enfrentar un conflicto. Si
los problemas no desaparecen empiezan a minimizarlos para apaciguar a los demás y para tener paz a cualquier
precio. En ocasiones los demás se sienten frustrados y enojados por su apatía y ceguera a la hora de enfrentar
cualquier diferencia. No son necesariamente perezosos para hacer las cosas de cada día; por el contrario, podrían
ser
muy activos. Pueden ser excelentes trabajadores y muy responsables, pero preferirán pasar inadvertidos y
desecharán promociones, ascensos y proyectos desafiantes con tal de no salir de su zona de comodidad, pueden
ser
muy activos, si bien gran parte de su actividad tiene un matiz de ajetreo. Ponen poca o nada de energía en
conectar
consigo mismos, con los demás y con el mundo. Tienden a idealizar a quienes aman y admiran, se relación más
con la
idea que tienen de la persona que, con la persona misma, así les cuesta mucho reconocer los problemas que
pueda
haber en sus relaciones. Es importante que comprendan que insensibilizarse no es relajarse. Tienen respuestas
hechas para los problemas de la vida, tienden a ser muy simplistas y no dan cabida a matices ni casos individuales.
Bajo una superficie tranquila, como buenos representantes de la Tríada del instinto son muros de ladrillo, no
cambian de opinión más allá de lo necesario. Los tipos Nueve malsanos pueden reprimirse muchísimo y entonces
se
obstinados y niegan con terquedad la existencia de problemas y conflictos. Son seriamente negligentes e
irresponsables y pueden ser peligrosos para cualquier persona que los necesite. Si los problemas persisten, se
disocian de cualquier cosa amenazante de modo que a la larga no pueden funcionar y se convierten en individuos
fragmentación de la personalidad.
Impulsados a la acción por la paranoia, por la duda, por el miedo a la catástrofe o por las intenciones de los
demás. Se sienten víctimas de las personas mezquinas, polémicas o que no merecen confianza y que tienen planes
secretos dejando de ser tolerantes. Preocupados y buscando de qué modo serán engañados. Se sienten
incómodos llenándoseles las cabezas de imágenes amenazadoras
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[email protected] puede producir una esquizofrenia paranoide y la angustia atraviesa su represión severa. Se
vuelven histéricos sobre reaccionan, temerosos, perturbados, aprensivos, llorones, dominados por el
pánico. Necesitan de ayuda de otros y para ello se humillan de manera vil y se autodestruyen de manera
masoquista. Se castigan y se llenan de odio hacia sí mismos y también se tornan hostiles hacia los demás atacando
a
quienes aumenten su angustia. Se pueden entregar al alcohol y a las drogas para controlar su histeria o recurren al
suicidio si no pueden
En su variante o franja Media, entre la luz y la sombra los NUEVE Promedio se vuelven humildes; se acomodan y
aprueban demasiado a los demás. Son dóciles, adaptables y conciliadores de manera excesiva; aceptan—con
ingenuidad y sin condición—las expectativas convencionales; se subordinan al otro, lo idealizan y viven a través de
él. Los tipos Nueve son conservadores y temerosos a los cambios, trastornos y presiones de cualquier tipo. Son
pasivos, indiferentes y complacientes; se alejan de los conflictos y evaden los problemas. Son perezosos,
emocionalmente indolentes, no tienen ninguna disposición al esfuerzo o al enfoque de problemas; muestran una
enorme indiferencia y se esperan hasta que los problemas desaparecen solos. Empiezan a "desintonizarse" de la
realidad y se olvidan de lo que no quieren ver. Si los problemas no desaparecen los tipos Nueve empiezan a
minimizarlos para apaciguar a los demás y para tener paz a cualquier precio." Son estoicos, fatalistas y resignados
como si no pudieran hacer nada para cambiar las cosas. Tienen poco criterio y los demás se sienten frustrados y
enojados por su falta de responsabilidad y por su apatía.
Pierden contacto consigo mismos y con los demás al subordinarse demasiado a roles y convenciones sociales
viéndose en los ojos de otra persona. Humildes y acomodaticios llegando a ser como madres que viven sólo para
sus hijos o esposas para sus
maridos. Se exceden al identificarse con otros perdiendo de sí mismos en el proceso convirtiéndose los deseos y
pensamientos de los demás en los propios. Su estilo de vida, sus creencias religiosas y políticas, sus expectativas
para ellos mismos y sus hijos están
CERTIFICACIÓN EN ENEAGRAMA
Julio Cavalli
[email protected] los valores convencionales y los moderados estilos de pensamiento y de vida del
grueso de la
sociedad siendo muy importante la respetabilidad. Conservadores y comprometidos a conservar los valores
tradicionales centrados en la familia, la religión y el
trabajo. Tienden a estar orientados al pasado y ser anticuados. El pasado les crea seguridad y les produce
nostalgia. Temen al cambio; no desean que nada los perturbe. Tienen una relación amistosa con la realidad, pero
forma servil estableciéndose una complacencia perezosa,
una flojera intelectual y una indolencia emocional. Caen en actitudes indiferentes que les impide excitarse o
comprometerse demasiado. Van de un asunto a otro igualmente contentos y neutrales al respecto. Están
desconcentrados y distantes y nada les parece particularmente importante o urgente . Los detalles no les importa
y no se concentran en su trabajo por más de algunos minutos antes de derivar
mentalmente en otra dirección. Su conversación deambula o cambian de tema abruptamente revelando su falta
de atención a lo que se dice. Prefieren pasar el tiempo que participar activamente en un algo que requiera intenso
compromiso o
esfuerzo. Son como sonámbulos: físicamente presentes, pero sin percatarse de lo que ocurre a su alrededor;
miran el
reloj sin ver la hora. No se esfuerzan intelectual o físicamente con demasiada intensidad por miedo a estimularse
o agotarse
demasiado. Pasan el tiempo ocupándose en fruslerías domésticas, haciendo diligencias, juntando chucherías o
mirando
despreocupadamente la televisión. Son capaces de desligarse porque uno de sus mecanismos de defensa es la
compartimentación (aislamiento) que permite que sus experiencias subjetivas se dividan en segmentos no
relacionados para que puedan ir de
una cosa a otra sin comprometerse. Antes de esforzarse se vuelven fatalistas sintiendo que no se puede hacer
nada para cambiar las cosas y que
nada es un problema; su sana receptividad se ha deteriorado en resignación. Quieren disminuir los problemas
para que todo el mundo pueda retornar a una existencia más pacífica,
armoniosa y para que desaparezca lo que amenace la tranquilidad. Su criterio se vuelve extremadamente
deficiente; les falta aguante y no se encargan de los problemas hasta
el final. Son capaces de sacrificar a la pareja, a sus hijos o a sí mismos para el dios de la paz
CERTIFICACIÓN EN ENEAGRAMA
Julio CavalliEn su variante sana, las personas de este Eneatipo disfrutan de su capacidad de llevar armonía a donde
van, comprenden que esta necesidad no tiene que ver con la situación en sí, ni con los demás, simplemente obedece
a un aspecto de su personalidad, firmemente arraigado desde su infancia. En su variable sana los 9 se sienten
interiormente pacíficos e impregnan todo lo que les rodea con esa tranquilidad. Tienen la capacidad de ver la real
dimensión de las dificultades, saben que la mayoría de los problemas carecen de gran importancia. Están disponibles
para escuchar a los demás y siempre les aportarán un punto de vista relajante y conciliador. Son árbitros naturales,
facilitadores de la reconciliación, pueden llegar a ser muy imparciales en sus juicios. Despiertan confianza y afecto,
hacen que la gente se sienta cómoda ante su presencia y tienen una influencia sedante y sanadora; armonizan a los
grupos y unen a las personas. Poseedores de una profunda serenidad y verdadera paz que provienen de la
aceptación de su condición humana, son capaces de reconocer sus fortalezas y limitaciones. En su mejor estado se
vuelven dueños de sí mismos y tienen una gran ecuanimidad y genuina satisfacción, proveniente de la firme
convicción que las cosas son como deben ser. Los 9 sanos sienten que ellos son importantes en el mundo y que
pueden aportar con su mirada luminosa, se conectan con su naturaleza esencial y se transforman en personas
totales. Comprenden que para mantener el equilibrio no es necesario que dejen pasar los desafíos de la vida de
largo, sino que pueden aceptarlos, disfrutarlos y sentirse estimulados por ellos, sin que eso signifique que pierdan su
centro ni su sentido de qué es lo verdaderamente importante. Los tipos Nueve sanos son muy receptivos, abiertos,
poco cohibidos, emocionalmente estables y serenos. Aceptan su entorno. Confían en sí mismos y en los demás. Son
relajados y están en armonía con la vida; pacientes, modestos, inocentes, sencillos y en verdad agradables. Se tornan
optimistas, reforzadores, bondadosos, apoyadores; hacen que la gente se sienta cómoda y tienen una influencia
sedante, sanadora; armonizan a los grupos y unen a las personas. Buenos mediadores, confortadores y protectores.
Tienen una enorme dignidad, profunda serenidad y verdadera paz que provienen de la aceptación de su condición
humana. En su mejor estado: se vuelven dueños de sí mismos y tienen una gran ecuanimidad y genuina satisfacción.
Se sienten autónomos y realizados, paradójicamente unidos consigo mismos pero capaces de establecer relaciones
más profundas. Están alertas, despiertos, así como conectados con ellos mismos y con los demás.
• La acción es directa y centrada en un objetivo claro • Ven lo que debe hacerse y lo hacen siendo su campo de
atención más estrecho
• Siguen siendo jugadores de equipo, pero incitan a la colaboración en vez de esperar a que ésta se produzca sola
• Se mueven del aplomo a sacarse más provecho, de una recién nacida presencia en el mundo a una activa fuerza
dirigida desde adentro.
• Ya no necesitan ser humildes para encontrar a alguien con quien puedan tener una relación
• En una dimensión negativa pueden esforzarse para suscitar admiración y emprenden más proyectos de los que son
capaces de llevar adelante