Teatro Romántico
Teatro Romántico
Teatro Romántico
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1 Origen
o 1.1 Manifiesto del Romanticismo
o 1.2 Triunfo del romanticismo sobre el clasicismo
2 Características del teatro romántico
o 2.1 Naturaleza como inspiración
o 2.2 Búsqueda de respuestas en el pasado
o 2.3 Estética trascendental
o 2.4 Rechazo a las formas clásicas
o 2.5 Cambios en el escenario
o 2.6 Lenguaje elocuente y retórico
3 Autores y obras
o 3.1 Víctor Hugo (1802-1885)
o 3.2 Alfred de Vigny (1797-1863)
o 3.3 Alexandre Dumas (1802-1870)
4 Referencias
Origen
El romanticismo como movimiento comenzó a fines del siglo XVIII en
Alemania. Este coincidía con las tendencias culturales que caracterizaron
Europa entre los años de la Revolución francesa y mediados del siglo XIX.
Luego, la diatriba se extendió más allá de los confines del auditorio. Por
toda Francia se libraron duelos, peleas y debates. Además, Víctor Hugo
recibió muchas amenazas y tuvo que cuidar su seguridad personal.
Estética trascendental
Cambios en el escenario
Ayudados por nuevos avances técnicos, los teatros competían entre sí,
tratando de superarse con escenarios y efectos especiales cada vez más
elaborados.
Autores y obras
Por otro lado, Víctor Hugo contribuyó a la teoría literaria cuando definió el
drama romántico en el prefacio de su drama Cromwell.
El primer gran éxito de Dumas fue su obra Henry III y su corte (1829).
Este le ganó fama y fortuna de la noche a la mañana.
Además, veníamos del teatro neoclásico, sensato, didáctico, moral, verosímil, crítico y
respetuoso con las normas, que apenas había conseguido triunfar sobre la pervivencia de un
teatro barroco cada vez más degenerado, y ya tuvo que vérselas con las obras románticas, que
como podéis imaginar estaban prácticamente en las antípodas de sus características y sus
pretensiones.. Así que los estrenos de las primeras obras románticas se vieron inevitablemente
envueltos en la polémica, por la división tajante e irreconciliable de crítica y público: o las
aplaudían entusiasmados, o las abucheaban airados. Pero eso sí: no dejaban indiferente a nadie.
Los autores románticos hicieron un nuevo tipo de teatro, muy alejado de las comedias y
tragedias neoclásicas, con características acordes a su ideología y sus gustos estéticos, lo que dio
lugar a un nuevo género teatral conocido como “drama romántico” que se caracterizaba por:
Su intención: los autores románticos no pretenden instruir o educar al público,
sino conmoverlo, tocar sus sentimientos.
Por y para ello, sus principales temas serán:
El amor, que aparece como un sentimiento apasionado e irrefrenable, que a
menudo choca con las normas sociales (prohibido, clandestino...)
La muerte, el más allá, lo sobrenatural, el misterio.
El destino fatal que persigue a los protagonistas, contra el que no pueden luchar
por mucho que lo intentan y que los lleva a un desenlace trágico.
Hay además un gusto por temas históricos y legendarios.
Sus personajes principales serán el héroe (protagonista masculino: personaje marginal o
enfrentado a la sociedad, misterioso, rebelde, cínico, apasionado…) y la heroína (protagonista
femenina,bella, dulce, angelical, dispuesta a todo por amor...)
Los románticos van preocuparse mucho por la escenografía (decorados, ambientación,
vestuario, música) aspecto que cuidan mucho en sus obras para que
resulte impactante, impresionante, sobrecogedora, contribuyendo así a conmover al espectador.
En estas obras se producen continuos cambios de escenario, y predominan los lugares lúgubres,
misteriosos (cementerios, la noche...), los lugares históricos (monasterios, castillos, ruinas...),
los lugares típicos o pintorescos (fondas, mercados, tabernas...) o naturaleza impactante, salvaje
o misteriosa (acantilados, grutas, etc.)
En cuanto al estilo, se produce una ruptura total de normas clásicas: mezcla de lo
cómico y lo trágico, la prosa y el verso, estrofas distintas, versos de distinta medida….
Es muy frecuente el uso de un lenguaje grandilocuente, declamatorio, rimbombante,
para enfatizar sentimientos y situaciones extremas.
Los principales autores y obras y obras serán Ángel Saavedra, Duque de Rivas, con una de las
obras prototípicas de este nuevo teatro ya desde el título: Don Álvaro o la fuerza del sino.
También Juan Antonio Hartzensbuch, que convirtió en drama una leyenda medieval aragonesa,
Los amantes de Teruel. José Zorrilla, por su parte, se basará en un personaje del teatro
barroco y lo convertirá en personaje arquetípico y universal en su Don Juan Tenorio, y Antonio
García Gutiérrez se basará en otra conocida leyenda medieval también aragonesa para escribir
un drama romántico delicioso que tituló El trovador, que se sitúa principalmente en una torre
de planta rectangular del Palacio de la Aljafería y sobre la que Verdi escribiría su famosa ópera
del mismo título. Sobre esta historia (la de un trovador encerrado hasta la muerte por el marido
de la dama de la que estaba enamorado) escribió Larra también su tragedia Macías y su novela El
doncel de D. Enrique el Doliente.
El movimiento Sturm und Drang (tormenta e ímpetu) señala el comienzo de una de las
épocas más notables de la literatura alemana, que se sitúa por delante de las que hasta
entonces habían sido sus modelos: Inglaterra y Francia. En Alemania, la Ilustración entra
en crisis hacia 1770, cuando la ciencia vuelve a ceder puestos ante la religión; la reflexión,
ante el instinto y el impulso; la razón, ante la intuición y la imaginación. Renace el ideal
clásico de Humanitas como equilibrio armónico entre intelecto y sentimientos. Esta nueva
visión se va a ir desarrollando a lo largo de tres etapas: la que ahora nos ocupa, el
clasicismo y el romanticismo. El Sturm und Drag aparece como un movimiento de
desafección hacia los convencionalismos de todo tipo cuyos protagonistas van a ser los
jóvenes, ante la debilidad y conservadurismo que muestra la burguesía germana. Influido
por Rousseau, Mac Pherson y las recientes traducciones de Shakespeare, sus lemas son:
naturaleza, genio, originalidad. No reconoce ninguna ley por encima de la conciencia
individual y su producto más peculiar es el drama, hasta el punto de considerarse al
movimiento el creador del teatro nacional en Alemania. Los estímulos principales para el
Sturm und Drag provienen de Hamann y de su discípulo Herder, creador de la corriente
más importante dentro del movimiento y el maestro de una de sus figuras
esenciales: Goethe (1749-1832). Ambos se conocieron en Estrasburgo, ciudad donde
éste estudiaba y donde escribió Götz von Berlichingen (1773), primer drama importante
de la nueva escuela literaria. En él se dejan ver ya los rasgos que caracterizarán a este
tipo de obras en el futuro: subordinación de las consideraciones formales al dibujo de los
caracteres y presentación de grandes figuras dominadas, a imitación de las
shakesperianas, por gigantes pasiones. Al año siguiente publicará la primera novela que
le da fama mundial, Los sufrimientos del joven Werther, cuyo protagonista vive y acaba de
la misma manera que muchos jóvenes de la época. Junto a Goethe, la otra gran figura del
movimiento será Schiller (1759-1805), escritor de cabeza clara y espíritu apasionado. Su
obra Los bandidos (1781), con la que pone en escena la doctrina roussoniana sobre el
hombre natural, introduce al drama en una nueva fase al adaptarse mejor que su
predecesor a las exigencias del teatro. Al igual que todas las rebeliones terminan
conduciendo, por la ley del péndulo, de la exageración a la reacción, el movimiento Sturm
und Drag acabó agotándose a sí mismo en apenas unos años. La Revolución Francesa
agudizó el problema de la libertad y el arte recuperó su función pedagógica como objetivo
prioritario. Goethe y Schiller alumbraría en el terreno literario, al mismo tiempo que Kant lo
hacia en el filosófico, un nuevo idealismo moral. Aquél, tras regresar de Italia en 1788
vuelve a su trabajo dramático y escribe sus mejores novelas, entre ellas Fausto. Schiller,
por su parte, realiza desde 1794 a 1805 sus grandes dramas históricos: la trilogía en
verso de Wallenstein, María Estuardo, La doncella de Orleans, Guillermo Tell, etc. Por
estos años finales del Setecientos el movimiento romántico ya había surgido. Partiendo de
la realidad, los poetas -Tieck y Novalis- crean su propio mundo revisando los valores
aceptados, convirtiendo el subconsciente en objeto de estudio y lo sobrenatural, en moda.
Escritores como Schlegel le otorgan base teórica y Richter alcanza gran popularidad con
sus novelas por su sentimiento e ingenuidad.
o Rousseau:
o Young: Origen instintivo, no normativo de la creatividad del Genio contra toda regla
Géneros:
o Drama:
o Lírica:
Vivencial, confesional.
Volkslied, odas, himnos, baladas
Gesprochene Naturform
Estilo personal, individual buscado, irregularidad formal deliberada.
o Narrativa: