Responsabilidad Del Estado
Responsabilidad Del Estado
Responsabilidad Del Estado
INTRODUCCIÓN
ALCANCE DE LA INDEMNIZACIÓN
En cuanto al alcance de la reparación en los casos de responsabilidad estatal,
cabe señalar que, cuando se trata de responsabilidad por actividades ilegítimas el
alcance de la indemnización es integral, es decir, comprende el daño emergente y
el lucro cesante.
En cambio, en relación a la indemnización en supuestos de responsabilidad
del Estado por actividades legítimas, el artículo 5° de la Ley 26.944 establece: “ La
responsabilidad del Estado por actividad legítima es de carácter excepcional. En
ningún caso procede la reparación del lucro cesante. La indemnización de la
responsabilidad del Estado por actividad legítima comprende el valor objetivo del
bien y los daños que sean consecuencia directa e inmediata de la actividad
desplegada por la autoridad pública, sin que se tomen en cuenta circunstancias de
carácter personal, valores afectivos ni ganancias hipotéticas…” y luego agrega que
“…Los daños causados por la actividad judicial legítima del Estado no generan
derecho a indemnización.”
No obstante, este es un punto controvertido por la doctrina y la jurisprudencia.
En cuanto a las teorías y normas que otorgan soporte jurídico al alcance de la
indemnización en los casos de responsabilidad por actividad lícita del Estado, vale
recordar que una de ellas es la asimilación a la potestad expropiatoria, cuya
reglamentación (Ley 21.499) excluye la reparación del lucro cesante, tal como lo
hace el artículo transcripto de la Ley 26.944. En tanto, en materia de revocación de
contratos, el artículo 12 del Decreto 1023/2001 prevé que la revocación,
modificación o sustitución de los contratos por razones de oportunidad, mérito o
conveniencia, no generará derecho a indemnización en concepto de lucro cesante.
En cambio, el artículo 18 del Decreto Ley 19.549/1972 que autoriza la revocación
de actos administrativos por razones de oportunidad, mérito o conveniencia, no
prevé limitación alguna en cuanto al alcance de la indemnización que la norma
contempla.
Por su parte, Balbín refiere que el marco jurídico en el campo del Derec ho
Público comprende los tratados internacionales “…por ejemplo la Convención
Americana sobre Derechos Humanos establece en su artículo 21, inciso 2, que
‘ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de
indemnización justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los
casos y según las formas establecidas por la ley’…”, el artículo 17 de la
Constitución Nacional y el artículo 5° de la Ley 26.944.
En cuanto a la jurisprudencia, el mismo autor expone que la CSJN h a sentado
postulados contradictorios. Por ejemplo, en los casos “Los Pinos” (1975), “Cantón”
(1979) y “Motor Once” (1989) sostuvo un concepto restrictivo; en tanto que en
fallos más recientes, como “Juncalán” (1989) y “El Jacarandá” (2005) tuvo un
criterio más amplio, es decir, favorable a una reparación más plena. Señala el
autor “…En síntesis, el criterio de la Corte es el siguiente: en el campo de la
responsabilidad extracontractual… el criterio más reciente es que la indemnización
debe incluir el daño y el lucro, sin perjuicio de su estrictez respecto de cómo
evaluar este último rubro…”.
Finalmente, vale agregar que gran parte de la doctrina critica –en principio- la
limitación en materia indemnizatoria, en tanto vulneraría el derecho propiedad
protegido en el artículo 17 de la Constitución Nacional y propician que sea el juez
en cada caso concreto quien analice cada caso y determine el porcentaje que
corresponde que se repare en carácter de lucro cesante.
Lo mismo ocurre con el supuesto de la actuación legítima del Poder Judicial,
respecto del cual se ha sostenido –como Altamira Gigena- que en algunos casos
debe indemnizarse al afectado (por ejemplo, el supuesto que una persona haya
sido detenida, procesada y posteriormente durante el transcurso del juici o se
acredite su inocencia).
ACCIÓN INDEMNIZATORIA
El artículo 8° de la Ley 26.944 indica que el interesado puede deducir la acción
indemnizatoria juntamente con la de nulidad de actos administrativos de alcance
individual o general o la de inconstitucionalidad, o después de finalizado el proceso
de anulación o de inconstitucionalidad que le sirve de fundamento.
Este artículo establece en forma clara y precisa que el tribunal competente es
el de la jurisdicción contenciosa administrativa y, por ello, se modifica totalmente la
tradición en el orden federal, porque algunas veces ha actuado la justicia en lo civil
y en otras oportunidades la de lo contencioso administrativo.
De igual modo, permite que el afectado elija entre iniciar dos juicios, en el
primero solicitando la invalidez del acto administrativo por vía contenciosa
administrativa y en el segundo, en sede civil, pidiendo la reparación de daños y
perjuicios que ese acto ilegal le ha ocasionado. O evitar un desgate innecesario y
por razones de economía de tiempo, procesal y de dinero deducir una sola acción
en la que pide la nulidad y la indemnización, que se tramitará en la etapa de
ejecución de sentencia.
PRESCRIPCIÓN
Conforme lo prescribe el artículo 7°, el plazo para demandar al Esta do en los
supuestos de responsabilidad extracontractual es de tres años computados a partir
de la verificación del daño o desde que la acción de daños esté expedita (es decir,
desde el momento en que el damnificado puede actuar para solicitar su
indemnización).
Por fin, sobre este punto, cabe agregar que el artículo 9° establece que l a
pretensión resarcitoria contra funcionarios y agentes públicos, así como la acción
de repetición del Estado contra los funcionarios o agentes también prescriben a los
tres años.
RESPONSABILIDAD DE LOS FUNCIONARIOS
El artículo 9° de la Ley 26.944 prescribe que “La actividad o inactividad de los
funcionarios y agentes públicos en el ejercicio de sus funciones por no cumplir sino
de una manera irregular, incurriendo en culpa o dolo, las obligaciones legales que
les están impuestas, los hace responsables de los daños que causen. La
pretensión resarcitoria contra funcionarios y agentes públicos prescribe a los tres
(3) años. La acción de repetición del Estado contra los funcionar ios o agentes
causantes del daño prescribe a los tres (3) años de la sentencia firme que
estableció la indemnización.”
La norma exige no sólo que la actividad sea realizada de manera irregular sino
que, además, el funcionario o agente haya obrado con culpa (que se trata de una
omisión de la conducta debida para prever y evitar el daño y que se manifiesta por
la imprudencia, negligencia, impericia o inobservancia de reglamentos o deberes)
o con dolo (que implica la intención de cometer la conducta u omisión antijurídica,
previendo sus consecuencias dañosas). Es decir, para liberar al Estado debe
existir la certeza de que el funcionario obró de manera irregular, incurriendo en
dolo y para ello es necesario que una sentencia judicial así lo diga.