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la nutrición
4.1 Presentación.
Tal como vimos en el capítulo 1 la relación entre la energía que obtiene
y la que gasta nuestro organismo es el origen y causa de la pérdida o
ganancia de biomasa o peso.
Por tanto, en teoría, una persona sólo verá aumentar o disminuir su
tejido adiposo si su ingesta es superior o inferior al gasto de energía
que supone la suma de su actividad física, de la multitud de procesos
bioquímicos que son indispensables para vivir, y de la disipación de
calor (ésta última muy variable dependiente de factores intrínsecos e,
incluso de cambios ambientales como la exposición al frío y las altera-
ciones en la dieta).
¿Cómo se regula la ingesta energética? ¿Es suficiente con la respuesta
fisiológica a la sensación de hambre? Evidentemente la respuesta es
negativa ya que, en bastantes casos, la regulación del apetito no se
corresponde a las necesidades energéticas del mantenimiento de la
homeostasis y las consecuencias se evidencian en forma de obesidad,
anorexia, bulimia, etcétera.