Perdonaos Los Unos A Otros Vuestras Ofensas

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PERDONAOS LOS UNOS A OTROS VUESTRAS OFENSAS

Lc. 17 : 3 y 4. ¡Tengan cuidado! Si tu hermano paca contra ti, repréndelo; y si se arrepiente per-
dónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día se volviere a ti, diciendo
pésame, perdónale.

Ef. 4 : 32. Sean buenos y compasivos unos con otros, y perdónense unos a otros, como Dios les
perdonó a ustedes en Cristo.

Col. 3 : 13. Tengan paciencia los unos con los otros, y perdónese si alguno tiene una queja contra
otro. Así como el Señor los perdonó, perdone también ustedes.

Mr. 11 : 25. Y cuando estuviereis orando perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que
vuestro Padre que está en los cielos os perdone también vuestras ofensas.

HERMANOS: Perdonaos unos a otros, para que el Padre también os perdone a vosotros.

Mr. 11 : 26. Porque si vosotros no perdonaréis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os
perdonará vuestras ofensas.

Mt. 18 : 35. Así también hará con vosotros mi Padre celestial, sino perdonaréis de vuestro
corazón, cada uno a su hermano sus ofensas.

Mt. 18 : 33 y 34. ¿No te convenía también a ti tener misericordia de tu consiervo, como también
yo tuve misericordia de ti? Entonces su Señor enojado, les entregará a los verdugos, hasta que
pagase todo lo que debía.

Stg. 2 : 13 y Porque juicio sin misericordia, será hecho con aquel que no hiciere misericordia: y
la misericordia se gloria contra el juicio.

Mt. 6 : 14 y 15. Porque si perdonaréis a los hermanos sus ofensas, os perdonará también a
vosotros vuestro Padre Celestial. Más si no perdonaréis a los hombres sus ofensas, tampoco
vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

JESÚS NOS ENSEÑÓ A PERDONAR: El pidió perdón a su Padre, por todos sus agresores.

Lc. 23 : 34. Jesús decía: Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen.

Pr. 19 : 11. Y partiendo sus vestidos echaron suertes. La cordura del hombre detiene su furor, y
su honra es disimular las ofensas.

Mt. 5 : 44. Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced
bien a los que aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.

Mt. 18 : 15 y 16. Por tanto si tu hermano pecare contra ti, ve, y redargúyele entre ti y él solo; si
te oyere has ganado a tu hermano. Más si no te oyere, toma aún contigo uno o dos testigos, para
que en su boca de dos o de tres testigos conste toda palabra.
Mt. 18 : 17. Y si no oyere a ellos, dilo a la iglesia: y si no oyere a la iglesia, tenle por étnico y
publicano.

1Co. 5 : 11. Mas ahora os he escrito, que no os envolváis, es a saber; que si alguno llamándose
hermano fuere fornicario, o avaro, o idolatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón, con el tal ni
aún comáis

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