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Pensamiento Administrativo Público

Aporte de lectura Nueva y posnueva gestión pública


¿Continuidad o ruptura de las doctrinas
de reforma a partir de 1990?

Estudiantes
Ximena Sánchez
Manuel Fernando Duarte Flórez

Profesor
Fernando Parra Salazar

Escuela Superior de Administración Pública


ESAP CETAP RISARALDA

Pereira, noviembre 20 de 2023


Introducción

El texto Nueva y posnueva gestión pública ¿Continuidad o ruptura de las doctrinas de reforma a

partir de 1990?, se aborda la pugna entre dos corrientes de la Nueva Gestión Pública (NGP):

Neogerencial y Neopública. Se destaca la crítica de Carles Ramió Matas sobre la primacía de

valores neogerenciales, generando una crisis en lo público. Se menciona que las reformas NGP

transformaron organizaciones estatales hacia entidades autónomas, causando fragmentación.

Estudios sugieren que la NGP no cumplió las expectativas y se asocia con desafíos políticos e

ideológicos. Se introduce la Posnueva Gestión Pública (PNGP) como respuesta a las limitaciones

de la NGP, planteando la pregunta central: ¿La PNGP es continuidad o ruptura con la NGP? El

artículo busca explorar estas diferencias y similitudes. Metodológicamente, se basa en un enfoque

descriptivo y cualitativo, analizando críticamente el contenido de los enfoques de la NGP y la

emergencia de la PNGP.
Los enfoques de la Nueva Gestión Pública.

El texto proporcionado aborda la Nueva Gestión Pública (NGP) como un campo de estudio en

constante evolución, influenciado por diversos enfoques que han surgido a lo largo del tiempo.

Entre estos enfoques se encuentran la reinvención del gobierno, el buen gobierno, el paradigma

posburocrático, gestión por procesos, creación de valor público y la gestión para resultados en el

desarrollo (GpRD). Aunque estos comparten fundamentos normativos, algunos autores

argumentan que están arraigados en el neoliberalismo, destacando la importancia de la eficiencia

y eficacia centradas en la racionalidad económica y las relaciones de mercado.

La literatura sobre NGP se divide en dos líneas: una centrada en el diseño y operación de programas

y políticas, y otra que analiza la evolución y transformación del campo. La NGP inicial se enfocó

en la reducción de costos mediante la medición cuantitativa del desempeño, pero a lo largo del

tiempo, ha experimentado cambios hacia conceptos como la gobernanza, el gobierno abierto y la

Post Nueva Gestión Pública.

En el planteamiento del texto destaca la orientación prescriptiva de la NGP, respaldada por

presupuestos como la ineficiencia de las organizaciones gubernamentales y la necesidad de

mejorar el desempeño mediante enfoques gerencialistas. Hood identifica dos enfoques

contradictorios en la NGP: la Nueva Economía Institucional y el Gerencialismo. Además, la NGP

se presenta como una filosofía administrativa con un conjunto de soluciones para superar las

limitaciones de la administración pública tradicional.


El desarrollo de la NGP se vincula con cuatro megatendencias: la limitación del tamaño del Estado,

la privatización para mejorar la eficiencia, avances en tecnologías de la información y la pérdida

de centralidad del Estado en una agenda pública internacional. La NGP se ha difundido como una

tendencia doctrinal desde la década de 1970, siendo adoptada por países desarrollados y en

desarrollo.

En el contexto latinoamericano, la NGP se traduce en la Gestión para Resultados en el Desarrollo

(GpRD), una estrategia que busca superar problemas administrativos y enfatiza resultados e

impactos a favor de la satisfacción ciudadana. Sin embargo, a pesar de su adopción generalizada,

han surgido críticas que cuestionan la falta de sustento teórico, incongruencias en los postulados

y efectos perversos de algunos componentes de la NGP.

En resumen, el texto proporciona un análisis detallado de la evolución, fundamentos y críticas

asociadas con la Nueva Gestión Pública, destacando su impacto global y su adaptación en

diferentes contextos, así como las tensiones y desafíos que ha enfrentado en su implementación.

La Posnueva Gestión Pública (PNGP)

Se aborda de manera detallada la comparación entre la Nueva Gestión Pública (NGP) y la Posnueva

Gestión Pública (PNGP), ofreciendo un análisis exhaustivo de las diferencias fundamentales

entre ambas corrientes. Se destaca la falta de coherencia interna en ambas doctrinas, según la

perspectiva de Goertz. Se pone de relieve la superposición temporal en la literatura asociada a la

NGP y la PNGP, señalando que autores de la NGP, como Dunleavy, Margetts, Bastow, Tinkler, y

otros, continuaron promoviendo el análisis basado en la NGP incluso después de la aparición de

la PNGP.
Se exploran las raíces normativas de la NGP, enfocándose en el "Gobierno catalizador" propuesto por

Osborne y Gaebler, que busca eficiencia y resultados mediante la descentralización y la

incorporación de mecanismos de empoderamiento de la sociedad civil. Se analiza también la

dimensión fiscal y otros elementos centrales de la NGP, como la separación entre compradores y

proveedores y la "Agenciación".

La PNGP, por otro lado, se presenta como una respuesta reactiva a la NGP, centrándose en valores

como equidad social y democracia. Se resalta la tendencia hacia formas colaborativas de

resolución de problemas públicos, utilizando herramientas no tradicionales como la creatividad y

la inspiración. Se discuten diferencias significativas en centralización, modelos de gobernanza, y

enfoques de políticas públicas y control, subrayando una divergencia ideológica y práctica entre

ambas corrientes.

La pregunta central que plantea el texto es si estas diferencias representan una continuidad con

ajustes en los procesos de reforma iniciados por la NGP o si marcan la emergencia de un nuevo

paradigma de reforma estatal. Se explora la posibilidad de que la PNGP represente un cambio de

paradigma al adoptar un enfoque más colaborativo y centrado en valores sociales. En última

instancia, se sugiere la necesidad de una mayor clarificación sobre si estas diferencias son

resultado de ajustes evolutivos o señalan un quiebre radical en las perspectivas de reforma

gubernamental.

NGP y PNGP: ¿continuidad o cambio?

El análisis de la transición de la Nueva Gestión Pública (NGP) a la Posnueva Gestión Pública

(PNGP) revela perspectivas diversas sobre la continuidad o cambio en los paradigmas de reforma
administrativa. Importantes estudios, como los de Hernández Yáñez (2009), Pérez, Ortiz, Zafra, y

Alcaide (2011), y Oszlak (2013), aportan a este debate desde distintos ángulos.

Hernández Yáñez (2009) sostiene que la NGP, al ser un enfoque altamente ideologizado, buscó

instaurar lógicas empresariales y de mercado propias de un modelo anglosajón. Incluyó

elementos como la privatización de la provisión de bienes y servicios, la modernización de

estructuras de gestión, y la despolitización de las estructuras de gobierno. En este contexto, la

PNGP no representa una ruptura total con la NGP, sino que se sitúa en un marco intermedio entre

Estado y mercado. La PNGP, según Hernández Yáñez, no abandona por completo el modelo

NGP, sino que se superpone a él como estratos, incorporando valores públicos como la confianza

y la equidad.

Pérez, Zafra, Alcaide, y otros (2011) concuerdan en que la PNGP surge como una reacción a las

falencias de la NGP, centrando su paradigma en la recentralización y la cooperación entre

entidades para generar confianza entre ciudadanos y aparatos administrativos. Argumentan que la

PNGP no implica un abandono total del modelo NGP, sino que hay una continuidad, y estas

reformas se suceden cíclicamente, adoptando distintas mejoras en la administración pública.

Oszlak (2013) introduce una perspectiva crítica al señalar que los paradigmas de reforma, ya sean

asociados a la NGP o a la PNGP, han exagerado el alcance de las reformas, destacando más sus

aspectos discursivos que sus realizaciones concretas. Para Oszlak, las tendencias actuales como el

"buen gobierno" o la "buena gobernanza" son continuidades de la NGP, destinadas a superar las

falencias identificadas sin cambiar estructuralmente el sistema capitalista ni el aparato estatal.

Subraya que estos paradigmas enfatizan quién es responsable de gestionar lo público, pero no

abordan suficientemente las formas en que debe hacerse.


En resumen, las perspectivas analizadas sugieren que la PNGP representa, en gran medida, una

evolución de la NGP, incorporando aspectos que buscan superar las críticas y limitaciones de la

primera. Aunque se introducen cambios en niveles meso y micro, las preocupaciones y áreas de

estudio siguen siendo continuas, marcando una relación compleja entre estas doctrinas de reforma

administrativa.

De Clinton a Obama

El análisis del tránsito de la Nueva Gestión Pública (NGP) a la Posnueva Gestión Pública (PNGP) en

las administraciones estadounidenses, desde Clinton hasta Obama, ofrece una visión evolutiva de

los paradigmas de reforma administrativa. Durante la década de 1990, la administración Clinton

adoptó principios de la NGP, centrando su enfoque en la "reinvención del gobierno". Se destacó

la reducción de trámites, el impulso tecnológico en el sector público, la medición del desempeño

y la orientación hacia un "Estado más gerencial menos burocrático".

La NGP también influyó en la administración Bush-Cheney, que enfatizó prácticas empresariales,

competencia contractual, gobierno electrónico, gestión estratégica y medición del desempeño

gubernamental. Ambas administraciones reflejaron modas administrativas como Reengineering,

Empowerment, Benchmarking y Outsourcing, mostrando la continuidad de la NGP.

La llegada de la administración Obama-Biden marcó un cambio significativo. Se distanció de la

retórica economicista de la NGP, introduciendo el concepto de "gobierno abierto" con énfasis en

transparencia, colaboración y participación. Se criticaron procesos de privatización y reducción

del gobierno, proponiendo un rediseño organizacional orientado hacia un tamaño gubernamental

óptimo (Rightsizing). La administración Obama también abogó por el control gubernamental y la

rendición de cuentas.
Este cambio hacia un enfoque más ciudadano, transparente y colaborativo lleva a algunos autores a

considerar las reformas de la administración Obama-Biden como Post-Nueva Gestión Pública

(PNGP). La crítica a la inoperancia de las doctrinas NGP, especialmente evidente en crisis como

el 11 de septiembre y el huracán Katrina, impulsó estas transformaciones.

Sin embargo, persiste el debate sobre la continuidad o cambio real entre la NGP y la PNGP. Algunos

argumentan que las reformas PNGP complementan las falencias de la NGP sin un reemplazo

sustancial, mientras que otros las ven como un paradigma contrario y diferente. Esta complejidad

subraya la necesidad de un análisis detallado de las políticas gubernamentales para comprender la

evolución de los paradigmas administrativos.

La PNGP como antítesis de la NGP

La Perspectiva Nueva de la Gestión Pública (PNGP) se plantea como una contraparte a la Nueva

Gestión Pública (NGP), cuestionando sus fundamentos y proponiendo enfoques alternativos. La

NGP, centrada en la eficacia y eficiencia, se divide en corrientes Neoempresarial y Neopública.

La primera prioriza la eficiencia basada en referencias empresariales, mientras que la segunda

aboga por valores humanistas y participación ciudadana.

Críticos como Ramió señalan problemas de la NGP, como su impacto en la definición del Estado,

incompatibilidad con tradiciones administrativas latinas y posibles consecuencias negativas. La

corriente Neopública propone repolitizar el Estado, fomentar la participación ciudadana, priorizar

la ética y reconocer los derechos ciudadanos.

La PNGP, liderada por autores como Ramió y Riascos, busca superar los desafíos de la NGP. Plantea

la necesidad de modelos estatales autóctonos, equilibrio entre valores neopúblicos y

empresariales, una administración relacional y mejoras en los sistemas de servicio civil.


La PNGP se aleja del enfoque pro mercado de la NGP, abogando por colaboración entre el Estado y

la sociedad, gobernanza y mayor rendición de cuentas. Enfatiza la importancia de la participación

ciudadana, la colaboración entre sectores público y privado, y la gestión local para el desarrollo

económico y social.

En este contexto, la PNGP aborda los dilemas y vacíos generados por la NGP, proponiendo

soluciones que van desde la creación de modelos estatales más acordes con las realidades locales

hasta el fortalecimiento de valores éticos en la administración pública. La PNGP se presenta

como un cambio significativo hacia una gestión pública más inclusiva y centrada en la

satisfacción ciudadana.

Se profundiza en el modelo "Whole of Government" (WoG) en el contexto de la Nueva Gestión

Pública (NGP) y la Post-Nueva Gestión Pública (P-NGP). El WoG se presenta como un enfoque

integral que aborda tanto aspectos operativos e instrumentales como culturales en la

administración pública. Desde una perspectiva operativa, propone reorganizar el sector público

para mejorar la coordinación vertical y horizontal, mientras que, desde una perspectiva cultural,

busca inculcar valores como confianza y colaboración para ofrecer servicios más integrales. Se

destaca la crítica al efecto de "devolución estructural" de la NGP, que descentralizó el sector

público, generando problemas de coordinación. El WoG surge como respuesta a esos desafíos,

proponiendo una coordinación más efectiva entre agencias y una mayor integración horizontal.

Además, se mencionan cuatro razones clave para adoptar el enfoque WoG, incluyendo la crítica a

la proliferación de agencias especializadas y la necesidad de coordinación frente a desafíos

externos como el terrorismo y pandemias.


Se exploran tres perspectivas para entender el WoG: estructural o instrumental, cultural-institucional

y del mito. La perspectiva estructural se centra en la organización y el papel de los líderes

políticos, mientras que la cultural-institucional destaca la importancia de los valores y la ética

pública. Desde la perspectiva del mito, se considera que el WoG puede percibirse como una

respuesta a los problemas previos y como una moda en sí misma. En el contexto de la P-NGP, se

subraya la necesidad de abordar la fragmentación generada por la NGP, enfatizando la

coordinación horizontal y vertical. La P-NGP busca reafirmar el poder central y compensar la

falta de integración y coordinación generada por la NGP. En resumen, la P-NGP representa un

esfuerzo por superar los desafíos surgidos de la NGP, promoviendo una coordinación más

efectiva y restaurando la capacidad de control central en áreas políticamente relevantes.

PNGP y gobernanza

Se explora la relación entre la Post-Nueva Gestión Pública (P-NGP) y la gobernanza, destacando un

cambio en las relaciones entre el gobierno y la sociedad. La gobernanza introduce un papel más

activo de la sociedad civil en la acción pública, desvinculándola de la dependencia

gubernamental. Se presenta como un conjunto de prácticas normativas basadas en la interrelación

entre actores públicos y privados, con la coordinación entre ellos como eje de la acción pública.

El debate se centra en la perspectiva de Cejudo, que plantea la gobernanza como una transformación

en las relaciones entre el gobierno y la sociedad, permitiendo una dirección social más dinámica

y menos centrada en el gobierno. Sin embargo, se cuestiona esta visión, sugiriendo que la

gobernanza no aleja la PNGP, sino que amplía las lógicas de fortalecimiento del gobierno como

coordinador de procesos sociales.


Se discute la importancia de la gobernanza en la dirección social, destacando su papel en la

construcción de marcos interpretativos de la realidad y la evolución de la gestión pública. Se

menciona que la gobernanza se enfoca en la coproducción de políticas consensuadas y

relacionales, superando limitaciones de reformas anteriores. Además, se señalan los retos

actuales, como la construcción de confianza, la coordinación frente a la proliferación de agencias

y la promoción de formas no jerarquizadas de gobierno en red.

El enfoque de la PNGP se contrasta con las "E's" (Economía, Eficiencia, Eficacia, Efectividad) de la

Nueva Gestión Pública, sugiriendo un cambio hacia las "C's" (Confianza, Compromiso,

Coordinación, Colaboración, etc.) en la Posnueva Gestión Pública. Se destaca la importancia de

la participación ciudadana en los procesos de reforma y se subraya la necesidad de establecer

mecanismos que aborden las dimensiones colaborativas y gestiológicas administrativas para

fortalecer la gobernanza democrática.


Conclusiones

En conclusión, el desempeño del sector público ha sido analizado desde perspectivas opuestas, la

Nueva Gestión Pública (NGP) y la Post-Nueva Gestión Pública (PNGP). La emergencia de la

PNGP se atribuye a los efectos secundarios no deseados de las reformas NGP, buscando superar

la fragmentación del aparato público y promover modelos de buena gobernanza para generar

confianza y capacidad de gobierno.

Aunque la PNGP se percibe como una tendencia emergente desde la década de 1990, su relación con

la NGP no implica necesariamente una ruptura, sino más bien una complementariedad. La PNGP

destaca tres aspectos interrelacionados: el aumento del papel del centro político, la adopción de

un ethos propio del sector público y la promoción de lógicas colaborativas de gobierno basadas

en modelos de gobernanza.

La literatura sugiere que las reformas NGP, en muchos casos, resultaron en fracasos y contribuyeron

a problemas como la corrupción y la inequidad social. La PNGP se presenta como una respuesta

que busca vincular al gobierno con un desempeño excepcional, siendo responsable ante la

ciudadanía y colaborando con la sociedad civil para lograr mayor equidad y confianza.

Sin embargo, la PNGP mantiene un alto nivel de prescripción normativa, sin especificar

concretamente cómo se deben llevar a cabo los cambios. Se destaca que, más allá de las

evaluaciones de políticas de gestión, es crucial considerar las formas de cierre de estas políticas.

La continuidad o ruptura entre la NGP y la PNGP depende de la perspectiva académica y


empírica, así como de la voluntad política y la percepción del pasado como amenaza o

posibilidad de construir el futuro. La falta de estudios empíricos y evaluativos sobre las reformas

propone un área de investigación valiosa, especialmente en el contexto de América Latina y el

Caribe, como en el caso de Colombia.

Referencias o bibliografía

Chica Velez, S., & Salazar Ortiz, C. (2016). Nueva y posnueva gestión pública ¿Continuidad o

ruptura de las doctrinas de reforma a partir de 1990? Administración & Desarrollo, 46(1), 100-

125. Recuperado de http://esapvirtual.esap.edu.co/ojs/index.php/admindesarro/article/view/89.

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