30MMBA CSiemens
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INTERNACIONAL
Y GLOBALIZACIÓN
Carlos H. Siemens
Economía internacional y globalización
Carlos H. Siemens
Edita
Universidad Internacional de Valencia
ISBN: 978-84-19314-93-2
Leyendas
Los términos resaltados a lo largo del contenido en color naranja se recogen en el apartado GLOSARIO.
Índice
CAPÍTULO 1. EL DINERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.1. Definición. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.5.2. Accesibilidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.5.4. Atesorabilidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
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2.5.3. El Renacimiento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
CAPÍTULO 3. LA INFLACIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.1. Definición. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
4.4.2. El euro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
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Índice
8.2. Clasificación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
10.2. Clasificación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
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12.2.1. La cronología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
BIBLIOGRAFÍA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
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Capítulo 1
El dinero
1.1. Definición
Resulta extremadamente complicado emplear una definición de dinero única y generalmente aceptada.
De hecho, lo que se entiende por dinero ha ido variando a lo largo del tiempo. Lo que en la actualidad se
considera dinero hace solo unos años ni siquiera se consideraba que pudiera serlo, o lo que antaño lo era
ahora no lo es. Es por ello por lo que se suele definir dinero por las funciones que desempeña. Dichas fun-
ciones son tres, que se pueden extender a una cuarta, a saber: medio de pago, depósito de valor, unidad
de cuenta, y, por último, unidad de pagos diferidos.
De esta forma, puede considerarse dinero cualquier activo o bien generalmente aceptado como medio de
pago por los agentes económicos para sus intercambios y que además cumple las funciones de ser depósi-
to de valor y unidad de cuenta (Menger, 2021).
El actual concepto de dinero es distinto al de otras épocas. El dinero suele definirse por sus funciones:
•• Medio de pago
•• Depósito de valor
•• Unidad de cuenta
•• Unidad de pagos diferidos
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Economía internacional y globalización
Considero que estas funciones son intrínsecas al concepto de dinero, añadiendo una que suele omitirse en
las definiciones, la de “Eliminador de obligaciones o deudas” (Debt Extinguisher).
En cualquier intercambio de bienes existen los denominados costes de transacción, que son aquellos en
los que incurren las partes en el proceso de ponerse de acuerdo y de velar por el cumplimiento de dicho
acuerdo. El dinero permite reducir los costes de transacción, favoreciendo de esta manera el comercio y
la especialización, y, en última instancia, el desarrollo económico. En ausencia de dinero, los intercambios
se realizan mediante el trueque, obligando a la existencia de una doble coincidencia de intereses, la del
oferente que quiere vender un producto y la del demandante que quiere adquirirlo y a cambio le ofrece otro
producto que el vendedor tiene que estar dispuesto a recibir a cambio del suyo. Las transacciones por tanto
se ven dificultadas, porque conseguir esa doble coincidencia de intereses, que alguien quiera cambiarme
una vaca por tres cerdos, resulta complicado. Gracias al dinero, los costes de transacción se reducen drás-
ticamente, ya que el productor está dispuesto a recibir dinero a cambio del bien que quiere vender, pues con
ese dinero, posteriormente, podrá adquirir el producto que desee. Si existe el dinero venderé la vaca y con el
dinero que obtenga compraré tres cerdos, que me los puede vender la misma persona o diferentes.
Por otra parte, para que un bien pueda ser empleado como medio de pago en los intercambios, ha de cum-
plir una serie de características adicionales. Debe tener un alto valor con respecto a su peso, de manera que
pueda ser fácilmente transportado. Ha de servir para todo tipo de transacciones, por lo que debe ser divisi-
ble, para que pueda emplearse incluso para las de menor importancia. Por último, debe ser posible determi-
nar fácilmente su calidad, y ha de resultar difícil, cuando no imposible, su falsificación.
De todas las funciones del dinero, esta fue la que recibió una mayor atención de la teoría tradicional. En la
actualidad, sin embargo, se considera que la función del dinero como depósito de valor, esto es, como la for-
ma de mantener riqueza, es la que debe destacarse sobre el resto.
El dinero debe mantener su valor a lo largo del tiempo, de manera que si vendemos hoy los productos, y
a cambio obtenemos dinero, podamos mantener este en depósito hasta que lo necesitemos para adquirir
nuevos bienes o servicios.
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Capítulo 1. El dinero
Así, hay bienes que pueden emplearse como medio de pago, pero que no cumplen el requisito de depósito
de valor, y, por tanto, no pueden ser considerados dinero. Los tulipanes podrían utilizarse como medios de
cambio, si bien al ser perecederos y perder su valor al cabo de días o semanas porque se estropean, no
podrían utilizarse como dinero.
Relacionada con esta función del dinero se encuentra el problema de la inflación. Cuando se produce un
aumento en el nivel de precios de la economía, el dinero presente en la misma pierde valor: resulta necesa-
rio entregar una mayor cantidad de dinero para obtener la misma cantidad de bienes o servicios. Por tanto,
cuando hay inflación, se produce una pérdida del poder adquisitivo del dinero, reduciendo su función como
depósito valor y pudiendo provocar que el bien que hasta entonces era considerado dinero deje de serlo,
obligando a los agentes económicos a buscar esa función en otros bienes, o incluso a volver al trueque.
Ejemplo
Esto es precisamente lo que ocurrió en Alemania durante los años inmediatamente posteriores a la
I Guerra Mundial. Como consecuencia de la impresión masiva de marcos para pagar las indemniza-
ciones de guerra a los países aliados, el marco alemán perdía valor continuamente. Los alemanes
intentaron desprenderse de los marcos que recibían, pues a las pocas horas, perdían valor, y apenas se
podían comprar bienes con ellos. La moneda alemana, que hasta entonces había sido utilizada como
dinero, dejó de cumplir esta función como consecuencia de no cumplir la función de depósito de valor.
Los bienes que se empleen como dinero han de servir como unidad para medir los precios de los bienes
y servicios. De esta manera, el dinero permite reducir el problema de los precios relativos de los bienes, al
convertirse en la única medida de los mismos. En ausencia de dinero, si existen tres bienes en la economía,
existen tres precios relativos: el precio del bien 1 con respecto del bien 2, el del segundo bien con respecto
del tercero y el de este último con respecto al del primero. Cuanto mayor sea el número de bienes para inter-
cambiar, mayor será, por tanto, el número de precios relativos, incrementándose los costes de transacción.
A los agentes económicos les resultará difícil no solo tener información sobre la totalidad de proporciones
de cambio posibles, sino también recordarlas. El dinero elimina este problema, al permitir expresar la totali-
dad de los precios relativos de los bienes y servicios que se intercambian en único patrón de medida de los
precios. De esta manera, en la actualidad el valor de todos los bienes se expresa en euros, resultando más
fácil los intercambios.
Al conservar su valor a lo largo del tiempo, el dinero puede emplearse en los intercambios a largo plazo,
permitiendo a los agentes económicos transferir sus rentas a lo largo de un amplio horizonte temporal. En
este sentido, el dinero estimula el ahorro, y con ello la actividad económica.
Aunque esta función, ser unidad de pagos diferidos, no es exclusiva del dinero, sí que es este el que mejor
puede desempeñarla.
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Economía internacional y globalización
Ejemplo
Por ejemplo, durante siglos los metales preciosos, en concreto el oro y la plata, fueron
empleados como dinero. Se utilizaban para los intercambios comerciales, mantenían su valor
a lo largo del tiempo y los precios de los bienes y servicios se expresaban en función del valor
del oro y de la plata. En la actualidad, sin embargo, aunque constituyen un buen depósito de
valor, ni se emplean para los intercambios, ni se utilizan como unidad de cuenta, por lo que han
dejado de ser dinero.
Quizás la forma más común de dinero a lo largo de la historia haya sido el dinero mercancía. Tiene lugar
cuando se escoge un determinado bien con un valor intrínseco como dinero, esto es, dicha mercancía ten-
dría un valor aunque no fuera empleada como dinero.
Como ya se ha señalado, el oro y la plata demostraron ser las mercancías más útiles para ser empleadas
como dinero. Con un elevado valor intrínseco, que además se mantenía lo largo del tiempo, fácil de trans-
portar, de dividir y de verificar su valor, durante muchos siglos fueron utilizados para pagar las transacciones.
Pero existen más ejemplos de dinero mercancía, como las wampum, o cuentas de conchas de los indios
americanos, las cowries, conchas de colores que se utilizan en la India, o las piedras rai, discos circulares de
piedra caliza utilizados como dinero en la isla de Yap en la Micronesia. Más recientemente, durante la II Guerra
Mundial, fueron los cigarrillos los empleados como dinero mercancía por los prisioneros de los campos de
concentración alemanes.
En caso de que el dinero carezca de valor intrínseco nos encontramos ante dinero fiduciario, que es aquel
cuyo su valor depende del crédito o la confianza que inspira en los agentes económicos. Este tipo de dine-
ro se basa en la fe, de ahí su nombre, que tiene el agente que lo posee de que a cambio del mismo le va a
entregar un bien o una mercancía por dicho valor.
Las monedas actuales o los billetes o papel moneda constituyen, quizás, el ejemplo más claro de dine-
ro fiduciario. Un billete de 500 euros no vale en sí 500 euros, vale dicha cantidad por la confianza que
tienen los agentes económicos en que a cambio del mismo les van a entregar bienes o servicios por el
valor equivalente.
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Capítulo 1. El dinero
¿Qué diferencia ese billete de 500 euros de uno que podríamos imprimir en nuestra casa con
nuestra impresora?
Pues que el dinero impreso en casa, al igual que el de 500 euros, no vale en sí 500 euros, pero a
diferencia del de curso legal, nadie estará dispuesto a aceptarlo a cambio de un bien cuyo valor
sea de 500 euros.
Generalmente, el dinero fiduciario es ampliamente aceptado, al considerarse moneda de curso legal por
orden gubernativa. De esta manera, aunque carece de valor intrínseco, se acepta como medio de pago
para la compra de productos y para el pago de deudas.
Sin embargo, la acción del Gobierno, por sí sola, no basta para convertir a un bien en dinero fiduciario. La
aceptación del mismo como medio de pago, unidad de cuenta, depósito de valor y depósito de pagos diferi-
do dependerá también de las expectativas y de las convenciones sociales.
Ejemplo
Durante los años 80, la Unión Soviética y su Gobierno no abandonaron el rublo como moneda. A
pesar de ello en Moscú preferían utilizar otros bienes como dinero, en concreto cigarros o incluso
dólares, en sus transacciones, ya que los rublos no cumplían las funciones anteriormente descritas
para que un activo sea considerado dinero.
Lo constituyen los billetes y las monedas que se encuentran en manos del público y que este emplea para
sus transacciones económicas. Los billetes y monedas son dinero por imperativo legal y carecen de valor
intrínseco, pero cumplen todas las funciones que debe cumplir cualquier activo para ser considerado dinero.
En la actualidad, son dinero fiduciario, pero cuando las monedas eran de oro eran dinero mercancía.
Los agentes económicos pueden depositar su dinero efectivo en los bancos. Para la banca, dichos depó-
sitos constituyen un pasivo, se compromete a ponerlos a disposición de sus clientes, es decir, a hacerlos
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Economía internacional y globalización
efectivos, cuando estos lo soliciten. El dinero bancario se define, por tanto, como dinero en manos del públi-
co en forma de depósitos a la vista en bancos, es decir, que pueden ser convertidos en efectivo (son ple-
namente líquidos) cuando se solicita. La totalidad del dinero efectivo y del dinero bancario presente en una
economía recibe el nombre de oferta monetaria.
En las economías modernas resulta complicado establecer qué se considera dinero o casi dinero. Cada vez
surgen nuevos activos financieros; de su facilidad para convertirse en efectivo sin perder valor dependerá
que puedan ser o no considerados dinero. Así, el grado de liquidez de un activo depende de dos aspectos:
El que cumpla ambas condiciones determinará que pueda ser considerado o no dinero.
Por ejemplo, la deuda pública en países con mercados amplios es fácilmente convertible en dinero, cumple
perfectamente desde este punto de vista el primer requisito, la liquidez; pero no así el segundo, ya que el
valor de cambio dependerá de su cotización en el momento en que se realice la orden de venta. Además,
probablemente, no la acepte como medio de pago cuando realizamos una transacción.
Existen, por ello, diversas medidas de dinero, constituyendo este hecho una de las principales cuestiones de
política monetaria. Las definiciones de dinero abarcan desde la más restrictiva, M0, que considera únicamen-
te los activos plenamente líquidos de la economía que cumplen las funciones de dinero, es decir, los billetes
y monedas, a otras definiciones más amplias que van incorporando activos que, por sus características, ele-
vadan liquidez y reducido riesgo, podrían considerarse dinero por cumplir las funciones que de él se esperan.
Figura 1
Medidas del dinero
Dinero M0 M1 M2 M3
Efectivo en manos del público (billetes y monedas) x x x x
Depósitos a la vista x x x
Cesiones temporales x
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Capítulo 1. El dinero
El dinero no es una convención humana, sino un proceso de descubrimiento empresarial para encontrar el
bien que mejor cumple estas funciones. Recordemos que Keynes atacó al oro como una “bárbara reliquia”
por creer que la única fuente de valor del dinero era su circulación. Sin embargo, la circulación es una con-
secuencia de su valor: circula porque es útil y es útil porque tiene unas propiedades óptimas.
Carl Menger fue el gran sistematizador en el estudio de las propiedades del dinero. Por desgracia, más de
un siglo después de él, nadie ha proseguido y profundizando en el análisis de esta área esencial del conoci-
miento económico, debido al triunfo del nominalismo monetario y a la confusión acerca de la naturaleza del
dinero fiduciario.
En este apartado vamos a tratar de simplificar las propiedades mengerianas del buen dinero, dándoles un
perfil más subjetivista y tratando de distinguir si tales propiedades son necesarias para la función del dinero
como medio de cambio o como depósito de valor.
Solo aquellos bienes que tienen un valor de mercado con independencia a su uso monetario pueden aspirar
a convertirse en depósitos de valor. La propia transición del trueque al intercambio indirecto requiere que
los excedentes productivos se intercambien por bienes de los que sea muy fácil desprenderse sin pérdida
de valor. Por consiguiente, el valor no monetario antecede al uso dinerario. Von Mises (2007) explicó este
fenómeno mediante su teorema regresivo. Además, la existencia de una intensa demanda alternativa a la
monetaria reduce el riesgo de la desmonetización: si un bien solo se usa como dinero, perderá todo su valor
si deja de usarse como tal; en cambio, si tiene otros usos industriales, no.
Debe quedar claro, sin embargo, que la demanda no monetaria previa solo es un requisito del dine-
ro como depósito de valor. En principio, cabe la existencia de medios de pago sin demanda previa,
siempre que guarden una paridad con el patrón monetario (depósito de valor), dando así lugar a sis-
temas monetarios duales. El caso más conocido es el del papel moneda: en un principio, los billetes
consistían en promesas de pago en oro. El billete entró, de este modo, en competencia con las mone-
das de oro como medio de cambio, pero nunca logró sustituir al metal dorado como depósito de valor.
1.5.2. Accesibilidad
El dinero ha de estar accesible para que pueda emerger como depósito de valor o medio de cambio. Si en
una isla (o en un planeta) no existe un determinado material, es obvio que no podrá utilizarse como dinero,
por muy positivas que sean sus restantes propiedades. La concentración geográfica de un material, por
consiguiente, no favorece su transición hacia un sistema monetario internacional (especialmente por el
desfase temporal en aprovechar las ventajas de red, ya que una vez se hayan acumulado importantes stocks,
esto resulta menos problemático). Además, por este mismo motivo, el dinero como medio de cambio (y en
menor medida como depósito de valor) también debe ser accesible en cuanto a su facilidad de transporte.
La accesibilidad también debe ser de tipo jurídico, esto es, que no existan restricciones legales a la explo-
tación y comercio de un determinado material. La prohibición de su tenencia o los tipos de cambio forzosos,
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Economía internacional y globalización
si bien no logran desmonetizar un tipo de dinero ya existente, sí suelen favorecer su exportación y su elimina-
ción de la circulación (Ley de Gresham).
La accesibilidad, desde una perspectiva subjetiva, también comprende la transformación del dinero (un
metal bruto en la mina no sirve como tal) y la atesorabilidad (accesibilidad intertemporal).
El dinero debe poder estandarizarse en piezas de valor homogéneo para así facilitar las transacciones,
constituir una unidad de cuenta en la que expresar el capital y, en su caso, para poder desatesorarlos en
pequeñas cantidades. La facilidad de transformación depende de numerosos factores como la ductilidad
(conversión de un metal en hilos), maleabilidad (conversión de un metal en láminas), la dureza (resistencia
a ser rayado) y tenacidad (resistencia a fracturarse), o la fusibilidad (facilidad para fundirse). Ahora bien, un
exceso de facilidad de transformación hace que los materiales no sean aptos para convertirse en dinero,
debido a las dificultades que tendría atesorarlos.
1.5.4. Atesorabilidad
La atesorabilidad es una propiedad del dinero como depósito de valor y se refiere tanto a la facilidad con la que
un material puede conservar su valor a lo largo del tiempo (atesorabilidad estricta) como a la facultad para
extraer pequeñas cantidades del fondo atesorado sin afectar al valor de las restantes (desaterosabilidad).
La atesorabilidad estricta depende de la vida media del material, de que sea difícilmente destructible o, en
todo caso, que sea fácil de recomponer, de su resistencia a la corrosión (reduce los costes de la conser-
vación) y de su elevado valor unitario (lo que permite almacenar un gran valor en poco espacio). La des-
atesorabilidad depende de la divisibilidad del material que, a su vez, puede depender de la facilidad de
transformación y del bajo valor unitario (cuanto mayor sea el valor, más elevada y costosa deberá ser la división).
En su momento, el ganado fue utilizado como medio de cambio, pero no como depósito de valor, ya que ni era
duradero (el ganado moría) ni, sobre todo, podía restaurarlo una parte de una res sin afectar el valor del resto.
Consiste en la existencia de una alta relación entre el stock de dinero y flujo anual de producción, de
modo que el incremento anual de la cantidad de dinero no altere de manera significativa el stock acumulado
y no provoque fuertes oscilaciones de su valor. Se trata de la característica más importante del dinero que
solo puede alcanzarse cuando convergen las anteriores características del dinero como depósito de valor,
ya que es entonces cuando la gente está dispuesta y tiene la capacidad para atesorar todo el dinero que se
va produciendo a lo largo de la historia (de modo que los aumentos anuales sean porcentualmente menores
con respecto al stock).
Un dinero con una baja relación stock/flujo sería un mecanismo muy arriesgado para atesorar la
riqueza, ya que un incremento desproporcionado de la producción hundiría el valor del patrimo-
nio personal.
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Capítulo 1. El dinero
Pese a lo que suele pensarse, la escasez relativa no es una cualidad tan importante del dinero como medio
de pago. Si existe un sistema monetario dual, el valor del medio de pago siempre puede definirse con res-
pecto al del depósito de valor, lo cual puede ser costoso, pero infinitamente menos que un hundimiento de
los valores patrimoniales (la literatura neoclásica, de manera bastante miope, considera que los “costes de
menú” son uno de los mayores problemas de la inflación entendida como aumento de precios, sin prestar
demasiada atención a las consecuencias de la inflación sobre el dinero atesorado).
•• El dinero mercancía.
•• El patrón oro.
•• El patrón bimetalico.
•• El patrón dólar.
•• El dinero fiduciario (fiat).
Se asume generalmente que, desde el inicio de la historia, las distintas civilizaciones han elegido utilizar como
dinero monedas de materiales escasos, y por tanto valiosos, y duraderos. Esos materiales solían ser el oro,
la plata, y en caso de carestía, el bronce. Sus características como bien duradero, divisible, homogéneo y
difícil de falsificar lo convirtieron en el bien líquido por excelencia en casi todas las culturas del planeta, por lo
que fue aceptado por las personas para servir de moneda de cambio. Hablamos de los fenicios, que introdu-
jeron las monedas en Europa en torno al 450 a. C. Otras culturas vieron en seguida la ventaja de usar metales
preciosos como dinero, como es el caso de griegos y romanos. Dar a los metales el formato de monedas de
diferente tamaño y peso permitía su transporte y el pago de cuantías diferentes en función de la transacción.
Si nos atenemos a lo visto en culturas menos “avanzadas”, podemos ver que se han usado diferentes recur-
sos como dinero, sobre todo si había ausencia de metales preciosos. Tomemos el ejemplo de las tribus afri-
canas que usaban conchas marinas si vivían alejados del mar. En concreto, cualquier material u objeto que
cumpliera de la mejor manera posible para esas culturas los requisitos de un “buen dinero”: vacas, sal, taba-
co, metales, etc.
Aunque los medios de pago preferido por muchas culturas que podríamos denominar “exitosas” fueron el
oro y la plata, no estamos ante un “patrón oro” o un “patrón bimetálico”. Simplemente estamos ante “oro
como dinero”.
El patrón oro es un sistema monetario que fija el valor de la unidad monetaria en términos de una determi-
nada cantidad de oro. El emisor de la divisa garantiza que pueda dar al poseedor de sus billetes la cantidad
de oro consignada en ellos.
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Economía internacional y globalización
El patrón oro, o gold system, es un sistema monetario característico del siglo xix en el cual el valor de la moneda
de un país era totalmente convertible en gramos de oro, dado que los bancos centrales tenían la obligación
de su conversión cuando un ciudadano lo demandara. Es decir, se podía reclamar el cambio de los billetes
a oro. Además, existía la libre circulación de capital, o lo que es lo mismo, los individuos tenían la posibili-
dad de exportar e importar capitales en oro, pero representados en papel moneda, difícilmente en metálico.
El sistema del patrón oro fue por primera vez modelizado por David Hume en 1752, trabajo que es catalogado
como el primer modelo de equilibrio general en economía. En líneas generales indica que cuando un país,
por ejemplo Gran Bretaña, incurre en déficit comercial con otro, supóngase Francia, el oro de la economía
británica será trasladado hacia la francesa. Ello produce que la oferta monetaria (oro) en Gran Bretaña dismi-
nuya, por lo que sus precios también disminuirán. Por el contrario, en la economía francesa habrá mayor ofer-
ta monetaria, resultando en un aumento de sus precios. Estos cambios significan que los productos británicos
se abaratan en los mercados internacionales mientras que los franceses se encarecen. Como resultado, Gran
Bretaña aumentará sus exportaciones y Francia disminuirá las propias, haciendo que los flujos de oro se revier-
tan y que, teóricamente, se llegue a un punto de equilibrio en las ofertas monetarias de ambas economías.
Sin embargo, pronto el modelo de Hume se quedó corto en la explicación del funcionamiento real del siste-
ma, principalmente por cuatro razones:
Fue la Comisión Cunliffe, encargada por el gobierno británico de abordar los problemas monetarios des-
pués de la I Guerra Mundial, la que sofisticó el modelo de Hume. El modelo llega al equilibrio de la misma
forma que el de Hume, pero entre los agentes individuales lo que se transfiere es papel moneda y el oro úni-
camente se transfiere entre los bancos centrales de los países. Estas instituciones toman un rol fundamen-
tal, dado que, como ya se dijo, el oro no solía fluir abundantemente de una economía a otra.
Históricamente, la vigencia del patrón oro imperó durante el siglo xix como base del sistema financie-
ro internacional. Terminó a raíz de la I Guerra Mundial, puesto que los gobiernos beligerantes necesitaron
imprimir mucho dinero fiduciario para financiar el esfuerzo bélico sin tener la capacidad de respaldar ese
dinero en metal precioso.
El patrón oro fue el mecanismo por el que se reguló el sistema monetario internacional hasta 1913.
Hay razones para pensar que este equilibrio no se hubiera mantenido durante mucho más tiem-
po. El declive relativo de Gran Bretaña, al ser sustituido por EE. UU. como primera economía del
mundo, unido a la extensión del sufragio universal, hacía complicado seguir con el sistema vigente
hasta entonces, y la razón principal es que el patrón oro era un corsé muy estrecho para ejercitar
el control que todo gobierno impone sobre su moneda.
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Capítulo 1. El dinero
El bimetalismo es aquel sistema monetario que utiliza el oro y la plata para respaldar la emisión de dinero.
A lo largo del siglo xix, se fue introduciendo paulatinamente el papel moneda para facilitar las transaccio-
nes financieras. Lo más frecuente en el mundo fue el sistema monetario bimetalista, pero hubo países que
siguieron patrones monometalistas, es decir, el patrón oro y el patrón plata.
La elevada aceptación del sistema bimetalista era debido a que tenía la ventaja de disponer de mayores recur-
sos —la suma de oro y plata—, por tanto, permitía mayor expansión de la oferta monetaria. El sistema estable-
cía un valor fijo de la plata y del oro para la emisión del dinero, pero era más teórico que real, pues su problema
fundamental radicaba precisamente en mantener el valor entre ambos metales a idéntico nivel, por esta
razón eran necesarias y constantes las importaciones y exportaciones de metales en función de su valor, de
este modo si se incrementaba el valor de uno, se vendía y se compraba, por otro lado, el que se depreciaba.
Este sistema chocaba con las capacidades reales y técnicas del siglo xix, que hacían casi imposible ponerlo
en práctica con la agilidad necesaria. Por este motivo era un sistema inestable y en la práctica se producía el
efecto de la Ley de Gresham, es decir, en las transacciones que se realizaban se utilizaba tan solo uno de los
metales, y esto era debido a que el precio oficial del oro y la plata difería del precio del mercado y, por esta
razón, las transacciones utilizaban el dinero “malo”. Esto es, si el oro oficialmente valía más que en el mercado
de facto, el país seguía el patrón oro y, si era a la inversa, se instauraba de facto un patrón plata.
En los mercados mundiales, la relación entre el oro y la plata era 15 a 1 aproximadamente en 1792, pero la
evolución en esa década fue la depreciación de la plata, que se situó en 15,5 a 1, y continuó su depreciación
hasta valer, en 1808, 16 a 1. La tendencia del mercado hizo que en las transacciones desapareciera el oro,
pues su ceca tenía mayor valor y se utilizaba la plata.
Con el sistema bimetálico, Francia crea la Unión Monetaria Latina. Formaron parte de la unión, además, del
país fundador, otros países como Bélgica, Suiza e Italia entre 1865 y 1866 y, posteriormente, España, Ser-
bia y Rumania. La mayor desestabilización del sistema bimetálico lo produjeron las nuevas explotaciones de
minas de oro encontradas en California (1848) y Australia (1851). En el caso concreto de la Unión Monetaria
Latina se debilitó con la derrota francesa en su guerra con Prusia, que proclamó el Imperio alemán y obligó a
Francia a una reparación de guerra muy elevada en oro. Así el Gobierno alemán pudo respaldar al marco con
el oro francés —patrón oro— y se unió al monometalismo áureo británico. Este revés francés se agravó con el
descubrimiento de nuevas minas de plata —en Estados Unidos en los setenta— que supuso la depreciación
de la plata, que valía la mitad en 1900 en relación a 1875 en el mercado de Londres.
El patrón dólar se refiere a un acuerdo alcanzado en la Conferencia de Bretton Woods (1944) para adoptar
no solamente al oro como medida de referencia de valor para las monedas mundiales, sino también el dólar
norteamericano.
Después de la II Guerra Mundial, se crea este sistema por el que se da un valor fijo al dólar respecto al oro y,
a las restantes monedas, un valor fijo en dólares, las cuales, a su vez, son convertibles entre sí.
Las operaciones basadas en el patrón dólar pasaron a ser todas aquellas realizadas donde la garantía de
pago fuese el dólar.
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Economía internacional y globalización
Así que, desde el final de la II Guerra Mundial, la mayor parte del comercio internacional se facturó en dólares
estadounidenses, moneda que actúa como intermediaria en la compensación interbancaria internacional
y es la moneda en que está denominada la mayor parte de las reservas oficiales de divisas extranjeras. Fue el
sistema cambiario vigente desde 1946 hasta 1973.
Los tipos de cambio se mantuvieron prácticamente fijos. Las autoridades monetarias de cada país vincula-
ron su moneda al oro, no directamente, sino a través de alguna moneda que tiene garantizada su convertibi-
lidad en oro, el dólar, y frente a la cual se mantiene un tipo de cambio que fluctúa en un estrecho margen.
El dólar fue la «divisa de reserva» durante este período, y equivalía al oro. Sustituyó a la libra esterlina, divisa
de reserva antes de la II Guerra Mundial. Hoy ya no existe ni el patrón oro ni el «patrón dólar», puesto que en la
actualidad los billetes y monedas en circulación (base monetaria) de cada país están respaldadas por divisas
y títulos en poder del banco central, y también por los créditos que los bancos centrales conceden al siste-
ma bancario.
La quiebra del sistema acordado en Bretton Woods se produjo durante la guerra de Vietnam, cuando Esta-
dos Unidos imprimía y enviaba al exterior miles de millones de dólares para financiar la guerra. Además, en
1971 el país tuvo un déficit comercial por primera vez en el siglo xx.
Los países europeos comenzaron a cambiar los dólares sobrevalorados por marcos alemanes y por oro. Así,
Francia y Gran Bretaña demandaron a Estados Unidos la conversión de sus excedentes de dólares en oro.
Por tanto, las reservas de Fort Knox, donde está depositado el oro de Estados Unidos, se contrajeron.
Como respuesta, el presidente Richard Nixon impidió las conversiones del dólar al oro y lo devaluó, para
hacer que las exportaciones estadounidenses fuesen más baratas y aliviar el desequilibrio comercial. Asimis-
mo, Nixon impuso un arancel temporal del 10 %, forzando a estos países a revalorizar su moneda.
Como consecuencia, las principales potencias económicas comenzaron a abandonar el patrón oro y la
economía mundial pasó a regirse por un sistema de tipos cambiarios fluctuantes.
El dinero llamado fiduciario es el que se basa en la fe o confianza de la comunidad, es decir, que no se respal-
da por metales preciosos ni nada que no sea una promesa de pago por parte de la entidad emisora.
Las monedas y billetes fiduciarios no basan su valor en la existencia de una contrapartida en oro, plata o
cualquier otro metal noble o valores, ni en su valor intrínseco, sino simplemente en su declaración como
dinero por el Estado y también en el crédito y la confianza (la fe en su futura aceptación) que inspira. Sin
esta declaración, la moneda no tendría ningún valor: el dinero fiduciario sería entonces tan poco valioso
como el pedazo de papel en el que está impreso.
Un billete actual es una clara representación de dinero fiduciario, por cuanto objetivamente considerado
carece de valor. Su valoración viene dada por la autoridad monetaria que lo emitió, que goza de confianza
entre los sujetos que la aceptan.
El dinero fiat (del latín “hágase” como en “fiat lux”) hace referencia al dinero cuya principal característica es
el respaldo legal, y a menudo se utiliza de forma intercambiable con dinero fiduciario, ya que el dinero basa-
do en deuda suele coincidir en tener a su vez respaldo legal. Sin embargo, los términos no son equivalentes y
el matiz puede ser considerable.
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Capítulo 1. El dinero
El elemento esencial para que una moneda pueda considerarse “dinero fiat” es su uso obligatorio
en una jurisdicción por imposición de una ley de curso legal o ley de curso forzoso.
El Banco Central Europeo (2023) define el dinero fiat como “aquel dinero establecido por un
gobierno para enfocar una economía hacia un cierto medio de intercambio (por ejemplo, euro,
dólar, yen, etc.)”.
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Capítulo 2
El tipo de interés se puede definir de una forma sencilla como el precio a pagar por el uso de una cantidad
de dinero durante cierto período de tiempo (el tipo de interés es el precio del dinero, de los recursos finan-
cieros). Al igual que cualquier mercancía tiene un precio que fluctúa a lo largo del tiempo, el dinero tiene su
precio representado por el tipo de interés y que, de la misma forma, fluctúa, ya no solo por el paso del tiem-
po, sino por otras múltiples variables.
En una primera aproximación, se podría decir que el tipo de interés viene determinado por el mercado, por
la confluencia de la oferta y la demanda existente de recursos financieros. Como en cualquier otro bien, la
cantidad demandada de recursos monetarios es función inversa del precio, aquí el tipo de interés, es decir,
que cuanto menor es el tipo de interés, mayor será la cantidad de recursos financieros que se demande, y
al contrario, cuanto mayor sea el nivel que alcance el precio de los fondos monetarios (el tipo de interés),
menor será la cantidad que se demande de los mismos.
De la misma forma, la cantidad ofrecida de fondos presenta una relación, en este caso directa, con el tipo
de interés, esto es, cuanto menor sea el precio, también menor será la cantidad de recursos financieros que
se ofrezca, ocurriendo lo contrario cuando el tipo de interés es mayor, siendo por tanto superior la cantidad
ofrecida de fondos.
De esta forma, se determina un punto de equilibrio, justo en la intersección de las curvas de oferta y
demanda, que establece la cantidad de recursos financieros que se prestarán o tomarán prestados al tipo
de interés de equilibrio.
21
Capítulo 2. Los tipos de interés
Sin embargo, no existe un único tipo de interés en el mercado, sino que existen múltiples tasas dependiendo
de la gran diversidad de emisores de títulos y de los plazos de los mismos, entre otras cuestiones, todas ellas
analizadas a través de las diferentes teorías que explican la formación de los tipos de interés.
Como resumen de las mismas, se puede decir que el tipo de interés se forma por los siguientes compo-
nentes (para cada activo de renta fija):
•• La rentabilidad real o tipo de interés real libre de riesgo, definida como el tipo de interés real de la
deuda pública para el plazo correspondiente.
•• La prima por inflación esperada.
•• La prima por liquidez y riesgo de intereses de cada plazo de vencimiento.
•• La prima por riesgo de crédito (rating) del emisor.
Es la tasa de interés real pagada por un pasivo financiero o recibida por un activo financiero, en función de
la frecuencia de la composición o el efecto de la inflación. Es diferente de la tasa de interés nominal que
hace caso omiso de la capitalización y otros factores.
El tipo de interés efectivo también es definido como la tasa de interés capitalizable una vez al año, que
equivale a una tasa nominal y capitalizable m veces al año. Es el rendimiento que se obtiene al cabo de un
año, debido a la capitalización de los intereses, es decir, que el tipo de interés efectivo refleja el efecto de
la reinversión de los intereses.
Figura 2
Fórmula para calcular un tipo de interés efectivo a partir de un tipo nominal
Consecuentemente, cuando se tenga un tipo de interés nominal anual de una operación, solo será necesa-
rio dividir entre el número de subperíodos para conocer cuál es el interés que se cobrará en cada uno de
esos períodos.
22
Economía internacional y globalización
Para calcular cuál será el capital total resultante de una operación que se realiza con una tipo de
interés nominal, se utiliza la siguiente expresión:
Cn = C0 (1 + n · i)
Donde:
Cn = Capital en el momento n
C0 = Capital en el momento 0
n = Número de años
Enlace de interés
En el siguiente enlace de interés podrás encontrar una explicación sobre qué es el TIN y en qué se
diferencia de la TAE.
https://www.bbva.com/es/salud-financiera/tin-se-diferencia-la-tae/
Cuando dos o más operaciones tienen períodos de capitalización distintos, para poder comparar sus tipos
de interés es necesario homogeneizarlos, utilizando los tipos de interés referidos a una misma base temporal,
sabiendo que:
•• La tasa anual equivalente (TAE) o tasa anual efectiva es el tipo de interés anual que corresponde a
las operaciones financieras, cuando los intereses se producen o devengan en períodos inferiores a
un año y se acumulan al principal de la operación (tipo de interés compuesto). Se utiliza como tipo de
interés de referencia para homogeneizar distintos tipos y condiciones de operaciones de crédito y
depósito cuando hay diferentes períodos de liquidación, gastos, comisiones, etc. En otras palabras,
un interés efectivo o TAE es un interés anual que genera el mismo beneficio por intereses que el inte-
rés nominal capitalizado varias veces al año.
•• El tipo de interés nominal (TIN) o tasa nominal anual (TNA) es el tipo de una operación que se capi-
taliza m veces al año y que paga un interés t para cada uno de esos subperíodos del año.
La TAE permite comparar entre diferentes ofertas que contemplen distintas condiciones de tipo nominal
y/o de períodos de pago. De hecho, el Banco de España obliga a todas las entidades a expresar sus produc-
tos, tanto de activo (por ejemplo, préstamos), como de pasivo (por ejemplo, depósitos), en términos de TAE.
Un mismo tipo nominal anual da lugar a diferentes valores de TAE en función del número de capitalizaciones
producidas dentro del año.
23
Capítulo 2. Los tipos de interés
Ejemplo
Por ejemplo, un depósito bancario a plazo de un año que paga un tipo nominal anual (TNA) del 5 % ten-
dría una TAE del 5 % si los intereses se pagasen al final del año; mientras que la TAE sería del 5,063 % si
se pagasen semestralmente; del 5,095 % si fuese trimestralmente, y del 5,116 % si fuese mensualmente.
De forma equivalente, un préstamo con un tipo nominal anual del 10 % supone una TAE o tipo efec-
tivo del 10,25 % si los pagos se realizan semestralmente; del 10,38 % si se realizan trimestralmente y
del 10,48 % si se realizan mensualmente.
La TAE (o el TAE) viene a ser una forma de resumir en un único dato el tipo de interés nominal (TNA) y la
forma de pago de los intereses (mensual, trimestral…). También puede incluir determinadas comisiones de la
operación. A este respecto, la existencia de comisiones en las operaciones de activo (como por ejemplo, en
un préstamo hipotecario) hace que el cálculo de la TAE se complique.
Una crítica habitual sobre la TAE es su dificultad de cálculo exacto por parte de los clientes, pues ya se ha
referido anteriormente que la TAE integra el tipo nominal de la operación y las subcapitalizaciones que se
producen dentro de cada año.
Pero también la TAE debe incluir, en su caso, las comisiones de estudio, apertura y otras comisiones inhe-
rentes a la operación (como ocurre en las operaciones de préstamo o de activo) y en tal caso la TAE se
calcula mediante la TIR de la operación (puede calcularse mediante calculadora financiera, hoja de cálculo o
programa informático adecuado).
Están excluidas de la TAE las posibles comisiones por incumplimiento del contrato por parte del cliente, las
comisiones de transferencia de fondos, los gastos de tasación, los de notaría y registros, los de seguros y
garantías, los impuestos, etc.
La aplicación de interés fijo supone que el interés se calcula aplicando un tipo único o estable (un mismo
porcentaje sobre el capital) durante todo lo que dura el préstamo o el depósito.
En la aplicación de interés variable, el tipo de interés (el porcentaje sobre el capital aplicado) va cambiando a
lo largo del tiempo. El tipo de interés variable que se aplica en cada periodo de tiempo consta de dos cifras o
tipos y es el resultado de la suma de ambos: un índice o tipo de interés de referencia (por ejemplo, euríbor)
y un porcentaje o margen diferencial.
24
Economía internacional y globalización
Desde la parábola de los talentos relatada en la Biblia (Mateo, cap. 25, versículo 14 y ss.), el interés fue con-
siderado como fuente de creación de más dinero, y la institución donde operaba este hecho (los bancos)
considerada como mágica, revistiéndose de un carácter divino que con el paso del tiempo dejó los ropajes
sacros para tornarse más secular y materialista.
Asimismo, los tipos de interés, desde tiempo inmemorial, estuvieron ligados a la abstención del sujeto eco-
nómico de consumir en el presente a fin de obtener una recompensa a futuro. En ambas operaciones clá-
sicas (ahorro y préstamo), los tipos de interés serán los que determinen el atractivo para dejar de consumir
ahora y ahorrar, o solicitar un préstamo para un fin económico determinado, entrando en función dos varia-
bles importantes (no las únicas): el capital y el tiempo transcurrido. La diferencia entre los tipos del dinero
ahorrado y los tipos del dinero prestado será la ganancia del banco, descontando sus gastos operativos.
En la antigua Roma, los intereses no estaban regulados como ahora, ni existía un banquero central o cosa
parecida, pero sí existía la banca comercial y los préstamos a interés, que muchas veces dejaban al deudor
y a su familia sumidos en la esclavitud. En la antigua Roma no existía la responsabilidad limitada, y cuando un
deudor no podía pagar los intereses exigidos, una rigurosa ley autorizaba al acreedor a encarcelar o a recluir
a esclavitud al deudor y a su familia. Básicamente el deudor, siendo paterfamilias, podía vender a su familia
para satisfacer sus deudas, pudiendo ser en última instancia el mismo vendido como esclavo, pudiéndose
incluso darle muerte.
Conforme avanza la historia de la humanidad, las formas de castigo se hicieron más “civilizadas”, perdiendo
el deudor sus derechos civiles, no solo bajo la forma de esclavitud, sino posteriormente yendo a prisión por
deudas, esta última en vigencia hasta el siglo xix.
Retornando al Imperio romano, el interés usurero era un hecho común y nada censurable. Recordemos el
caso de Bruto, patricio respetado, con la obsesionante idea de acabar con el imperio y restablecer la Repú-
blica, pasaría a la historia no solo por ser uno de los asesinos de Julio César, sino porque era un prestamista
de dinero a altos intereses. Se le tenía por un hombre rudo, insensible, acreedor despiadado y usurero sin
entrañas que exigía intereses hasta del 48 por ciento.
Poco antes de la caída del Imperio romano, y con el advenimiento del Cristianismo, uno de sus últimos empe-
radores, Justiniano, haría todo lo posible para unir Iglesia y Estado. Roma cedió paso al cristianismo, cam-
biando las costumbres, hábitos, y, por supuesto, la práctica de los préstamos a interés, por lo que Justiniano
comenzó a regularlos, considerando como legítimo que el acreedor obtenga un beneficio al prestar su dine-
ro, pero limitando el nivel de las tasas, cuidando que no hubiese excesos.
Con el fin de Roma y la posterior aparición de los Estados bárbaros, la Iglesia tendrá una participación hege-
mónica y totalizante en la vida, hábitos y modo de pensar de los habitantes de los nuevos estados.
En la Edad Media europea, el cobro de interés fue, bajo la influencia de las doctrinas católicas, considerado
inaceptable (Chafuen, 2009): el tiempo se consideraba propiedad divina, cobrar entonces por el uso tempo-
ral de un objeto o bien (dinero incluido) era considerado comerciar con la propiedad de Dios, lo que hizo que
su cobro fuese prohibido bajo pena de excomunión.
25
Capítulo 2. Los tipos de interés
Posteriormente, Tomás de Aquino adujo que cobrar interés es un cobro doble: por la cosa y por el uso de la
cosa. Consecuentemente, cobrar interés llegó a ser visto como el pecado de usura.
En este entorno ideológico, los cristianos, por lo general, no se dedicaban al oficio de prestamistas y menos
aún la nobleza. Al no poder dedicarse los cristianos directamente al oficio de prestar dinero a interés, a una
minoría le fue delegada esa labor: los judíos.
2.5.3. El Renacimiento
Por un lado, en el seno de la Iglesia católica hay corrientes que no son ajenas a los fenómenos monetarios
que la llegada del oro de América a España produce. Los pensadores de la Escuela de Salamanca ya
observan que donde abunda dinero las mercancías son más caras que donde escasea. También rompen
tímidamente con el pensamiento aristotélico y de Santo Tomás de Aquino respecto a los intereses, ya que
ponen el caso del dinero prestado para invertir en empresas comerciales para arbitrar las diferencias de
precios. Se empieza a pensar que el dinero puede producir dinero si se maneja con habilidad.
Por otro lado, la Reforma de Martín Lutero encontraba la justificación ideológica a las actividades de una
nueva clase social en ascenso: la burguesía. Prestar dinero o trabajar en una industria laboriosamente
para obtener un beneficio no era ya considerado un pecado, sino todo lo contrario: toda actividad hecha
dignamente y al amparo de la ley, era bien vista a los ojos de Dios, por lo que dedicarse a comerciar mer-
cancías o prestar dinero a interés tenía la complacencia del Señor y de la sociedad.
Poco a poco, la Iglesia comenzó a mostrar cierta flexibilidad en los préstamos a interés, debido a que en
más de una ocasión, por sus múltiples asuntos mundanos (entre ellos las guerras por alguna causa divina),
andaba en aprietos de dinero y un préstamo en ocasiones era bien recibido. Muchas fortunas se hicieron
al amparo de esta tolerancia: los Médicis o los Borgia, entre otros, fueron lo que ahora conocemos como
“nuevos millonarios”, que una vez conseguida una posición económica sólida, buscaron el amparo del
poder político, principalmente financiándolo, para acrecentar aún más sus fortunas.
No es casual que en los países donde caló más la reforma protestante como Alemania o Inglaterra, el
capitalismo encontrara su máxima expresión, y, como consecuencia de ello, los préstamos a interés se
intensificaran al incrementarse el comercio. Caso contrario fue la Francia católica de los Luises, que ten-
dría que esperar hasta fines del siglo xviii para, al calor de la Revolución francesa, entrar al capitalismo
con fuerza y con él a las operaciones que le son inherentes. Ni que hablar de España o Portugal, países
que se quedaron rezagados en la historia y no lograron sincronizar con sus vecinos.
El desarrollo del capitalismo realmente no se debió solo a la reforma luterana, existieron otras causas, y
dos fueron fundamentales: el descubrimiento de América y el desarrollo de las labores artesanales en
las urbes. Sin entrar en detalles sobre estas dos causas, bastará decir que el descubrimiento de América
trajo consigo una cantidad nunca vista de oro y plata a Europa. Los metales preciosos trajeron también
consigo la lubricación de la economía, necesaria para el auge de las transacciones comerciales, de la
división del trabajo y, por ende, del sistema capitalista.
Los siervos que conseguían su libertad del señor feudal se iban a vivir a unos villorrios (embrión de las
futuras urbes) que se llamaban burgos (de allí la voz burguesía), reunidos por gremios de acuerdo al oficio
que realizaban. Fruto de esta especialización nacerían los orfebres, de donde devendrían a la postre los
26
Economía internacional y globalización
joyeros, por un lado, y los banqueros por el otro. Se instalaron primero en tiendas ambulantes, y luego, al ir
consolidando su posición, se establecerían en locales más seguros que se llamarían bancos (en recuerdo
a los banquitos en que se sentaban al pie de la tienda en sus tiempos más humildes), y se dedicarían al vie-
jo oficio de prestar dinero.
Estas actividades se fueron tornando más complejas y esto obligó al artesano a tomar aprendices o
empleados a salario y fabricar las mercancías a mayor escala conforme se incrementaba la demanda,
gracias a lo cual estaban a un paso de la automatización del trabajo y la producción en serie a gran
escala.
Era el inicio del capitalismo, que surge en paralelo al tráfico comercial en Europa y las transacciones en
dinero, y la subsecuente intervención de los bancos y la aplicación de las tasas de interés a los préstamos.
Comenzarían a circular los primeros billetes, los que tenían un rédito en base a una tasa de interés al
momento en que el tenedor de estos papeles quisiera convertirlos a metal.
Los tipos de interés jugarían un papel preponderante en las transacciones, al regular la expansión del cré-
dito, necesario en los albores de esta nueva etapa histórica. El crédito, así como el ahorro, van a formar
una parte importante del engranaje de la acumulación original del capital.
Al ser los tipos de interés un instrumento tan delicado, desde los albores del capitalismo fueron preocupa-
ción de los gobiernos de aquella época, considerando que no debían dejarlas al libre albedrío de la oferta
y la demanda, lo que habría originado un cobro desmedido sobre el capital mutuado, como sucedió en la
antigua Roma.
Es interesante el recuento histórico que sobre esta época realizó Adam Smith en su libro de 1776 Riqueza de
las Naciones:
Por decreto de Enrique VIII, fue prohibida en Inglaterra y declarada ilegal toda usura o inte-
rés que pasase del diez por ciento...La reina Isabel renovó el Estatuto de Enrique VIII, en el
Cap. 8 del 13, y prosiguió siendo el diez por ciento el precio legal de la usura hasta la Cons-
titución 21 de Jacobo I, que la restringió al ocho por ciento. Fue reducida a seis poco des-
pués de la restitución de Carlos al trono, y por la Constitución 5 de la Reina Ana se limitó
al cinco. Todas estas diversas regulaciones, al parecer, fueron hechas con mucha justicia y
oportunidad. (Smith, 1987)
Vemos que, desde los inicios, las tasas de interés fueron cuidadosamente reguladas por el Estado, a
pesar de los más entusiastas liberales que propugnaban la irrefrenable libertad del mercado. Este
entusiasmo fue más una ilusión que un hecho concreto, una teoría económica más que una práctica
constante de la vida económica. Las sagradas leyes de la oferta y la demanda nunca han funcionado
químicamente puras, siempre han existido interferencias, sea de los mismos agentes económicos o de
los Estados, en un intento de “paliar” los efectos negativos del capitalismo. Recordemos que prohibir
la usura mediante la limitación de los tipos de interés suena a garantizar el acceso universal al préstamo
a tipos “justos”, pero probablemente acabe por negar el acceso de los prestamistas de peor calidad
crediticia al mercado de préstamos.
27
Capítulo 2. Los tipos de interés
El primer banco central nació en Inglaterra hacia 1694. Originalmente, fue un banco más, con la diferencia que
tenía como cliente exclusivo al gobierno inglés, al cual iba a parar gran parte de sus colocaciones a cambio
de privilegios reales. Pero, conforme el capitalismo se va expandiendo y tornándose más compleja la vida
económica, y, subsecuentemente, las operaciones financieras tomaron también ese carácter, se va sintiendo
la necesidad de implementar una política monetaria a fin de regular la expansión o contracción del crédito,
con lo que el Banco de Inglaterra comenzaría a tomar la forma de un banco central, siendo una de sus funcio-
nes la de regular el crédito. Uno de los instrumentos para esa tarea sería la regulación de las tasas de interés.
Ya en el siglo xix, a raíz de las guerras napoleónicas, el comercio de los ingleses aumentó notablemente. La
ambición de Napoleón de conquistar Europa estimuló en gran medida el tráfico comercial inglés, lo que
motivó a la vez que los bancos comerciales incrementasen los créditos concedidos a los comerciantes e
industriales, por lo que el gobierno británico decide regularlos. Entre los años 1830 y 1840, el gobierno, a
través de lo que sería el futuro banco de Inglaterra, empezó a poner bajo su control las operaciones de los
bancos subordinados o comerciales. Con esto, puso en movimiento los dos instrumentos históricos de la
política de un banco central: las operaciones de mercado abierto y el tipo de interés bancario.
Debido a la expansión de los préstamos por los bancos comerciales (entre otras causas, por las constantes
guerras en que se veía involucrada Inglaterra), se eleva el volumen de la masa monetaria y, consecuente-
mente, se elevaron los precios, con lo que se fomentaban las compras en el extranjero (importaciones), que
eran más baratas, mientras el mercado interno inglés era más caro. Ante esta situación, el Banco de Inglate-
rra se vio obligado a aumentar las tasas de interés al prestar a otros bancos (la tasa de redescuento), y a
su vez, estos se veían forzados a prestar a una tasa de interés más elevada (tasa de interés bancario), con lo
cual los créditos bajaron, debido a que los sujetos económicos se inhibieron a endeudarse por las altas tasas
de interés y, a su vez, bajó el volumen del dinero en circulación, produciéndose una reacción en sentido con-
trario a la expansión monetaria. Cuando con esta medida no se conseguía lo esperado, el banco efectuaba
operaciones en mercado abierto (compra y venta directa de obligaciones por el propio banco central), con
lo que se reduciría el volumen del dinero susceptible de ser prestado.
Junto con estas operaciones, el Banco de Inglaterra también prestó el servicio de suministrar dinero acep-
table (es decir, papel moneda convertible en oro), y aceptó la responsabilidad de ser el prestamista de
emergencia hacia los bancos comerciales en caso de que se encontraran en apuros de liquidez.
Con estas características, el Banco de Inglaterra ya puede llamarse con propiedad Banco Central de Ingla-
terra, y sus operaciones realizadas en la primera mitad del siglo xix se convertirían en las operaciones clási-
cas de un banquero central, comenzando otros países a calcar el modelo a lo largo del siglo xx.
En 1913, los Estados Unidos de Norteamérica crean la Reserva Federal, con lo que se homologaban a sus
vecinos del otro lado del Atlántico, con una política monetaria sana y conservadora, al menos bajo una
perspectiva actual.
Unos años atrás, el Código Alemán de 1900 fijaba las pautas para la regulación de las tasas de interés a fin
de que no fueran usureras para el sujeto deudor. Esta pauta sería recogida por nuestro Código Civil de 1936,
que fijaba en 5 % el interés a cobrar.
28
Economía internacional y globalización
Al final de la I Guerra Mundial, en 1918, las economías nacionales se tornaron más complejas. Ahora ya no
solo los factores internos influían en gran medida en la dinámica económica de cada país, también comen-
zaron a contar los factores internacionales. Una muestra clara y trágica de ello fue el crack de la Bolsa de
Nueva York en el año 1929, el fatídico viernes negro. La caída de las acciones en Wall Street no solo influyó
en las economías desarrolladas, sino que se extendió a los países periféricos.
Los tipos de interés jugarían un papel importante en la recuperación de la crisis. Dentro de los parámetros
keynesianos, los tipos de interés van a influir sobre el crédito, tornándolo barato o caro, lo cual a su vez va a
influir sobre el ahorro, el consumo, la inversión y el objetivo anhelado del pleno empleo, en una época donde
la desocupación alcanzaba niveles alarmantes.
Tendría que ocurrir otra guerra mundial para que las naciones entendieran que sus economías ya no eran
islas y que era necesaria la cooperación. El ejemplo más notable y concreto fue el de las naciones europeas,
que luego de ser enemigas acérrimas, pasaron a ser socios comerciales, hasta formar el actual bloque de la
Unión Europea.
La creación de instituciones financieras internacionales y el nuevo orden económico, tras los acuer-
dos de Bretton Woods (1944), hizo que la autonomía nacional de los Estados fuera cada vez menor,
viéndose comprometidos y limitados por los tratados con organismos como el Fondo Monetario Inter-
nacional o el Banco Mundial. A esto se sumó, al final de los años 80 del siglo xx, el fin del bloque socia-
lista, dándose las condiciones necesarias para una expansión comercial sin fronteras, o de lo que ha
venido a llamarse globalización.
Mantener la vida y dejar cubiertas las necesidades vitales son presupuestos insoslayables para llegar a satis-
facer necesidades futuras. Pero, aún cubiertas las necesidades vitales, y mientras no nos encontremos todos
en el paraíso, persistirá el fenómeno de la preferencia temporal.
Bien, y ¿cómo se manifiesta el fenómeno en cuestión? Pues, en una sociedad con cálculo económico, se
manifiesta por la mayor valoración monetaria de los bienes presentes con respecto a los bienes futuros.
Si un sujeto tiene el objetivo de conseguir 1000 €, ¿preferirá conseguirlos hoy o dentro de un año? La res-
puesta es obvia y lógica: prefiere, sin duda alguna, tener 1000 euros hoy y ser libre para decidir gastarlos,
invertirlos o lo que le venga en gana.
Sin embargo, tal vez prefiera tener 1100 euros dentro de un año, que tener 1000 euros hoy; o tal vez, la prefe-
rencia de otro individuo sea la contraria, pagar 1100 € dentro de un año para disfrutar o invertir 1000 € hoy.
29
Capítulo 2. Los tipos de interés
La existencia de diferentes preferencias temporales entre individuos dará lugar a un mercado de intercam-
bio de bienes presentes por bienes futuros.
Se puede afirmar por tanto, que, en una sociedad con cálculo económico, el fenómeno de la preferencia
temporal se manifiesta a través del tipo de interés.
El tipo de interés solo es un precio, pero es el precio más importante de una economía. No es exclusiva o
estrictamente hablando el precio del dinero. Es el precio que manifiesta la valoración que dan los individuos
a los bienes presentes en relación a los bienes futuros. Es el precio del tiempo económico. Una preferencia
temporal muy alta significa que se valoran mucho más los bienes presentes en relación a los futuros e implica
un alto tipo de interés.
Una baja preferencia temporal significa que las necesidades más urgentes están cubiertas y por tanto se
valoran menos los bienes presentes que los bienes futuros. Esto implica un tipo de interés más bajo.
Un tipo de interés negativo (como el tipo de referencia que está aplicando el BCE en el momento de la ela-
boración de esta documentación), supone que posponer el consumo resulta penado. Parece absurdo, ya
que “tipo de interés negativo” se traduce en consumo de capital.
El hombre actúa siempre intentando dar satisfacción inmediata al cumplimiento de sus fines. Para ello, y dado
que los recursos siempre son limitados, deberá elegir entre ellos, poniendo de manifiesto su preferencia tem-
poral, repartiendo los recursos disponibles entre el consumo presente y futuro. Entre ahorro (inversión) y
consumo. La preferencia temporal es determinante de la proporción entre consumo e inversión. Y el tipo
de interés vendrá determinado fundamentalmente por la preferencia temporal y la aversión al riesgo.
Pues bien, se denomina estructura temporal de tipos de interés (ETTI) a la representación gráfica de los
tipos de interés para cada plazo al que cotizan los activos financieros, preferentemente deuda pública, en el
mercado financiero en un momento concreto (Andrada et al., 2014).
Esta representación gráfica tiene la forma de curva representada en el plano, indicándose en el eje de orde-
nadas la escala de tipos de interés, y en el eje de abscisas los diferentes vencimientos temporales ordenados
de menor a mayor a los que están emitidos los valores considerados. Lógicamente esta curva es cambiante
a lo largo del tiempo, en función de la situación de los mercados y de las expectativas de los inversores.
En el mercado español, los plazos de emisión varían entre un día y treinta años. Sin embargo, en el mercado
americano (Estados Unidos), los plazos llegan hasta los cincuenta años.
La forma que adopta la curva puede ser creciente, decreciente (también denominada invertida) o plana
(paralela al eje de abscisas).
Habitualmente, se utilizan los bonos del Estado como medida del interés a los determinados plazos, debido a
que se les considera como activos sin riesgo.
30
Economía internacional y globalización
Si asumimos que el tipo de interés es el precio de la renuncia a la liquidez por parte del inversor, cuanto más
tiempo esté invertido el dinero en un activo, mayor riesgo está asumiendo el inversor, y por tanto, parece
lógico que se premie su compromiso con una retribución mayor.
Ello implícitamente asume que los emisores de títulos de renta fija prefieren emitir a más largo plazo, a fin de
garantizar la estabilidad de la estructura financiera de la entidad. Y por ello, también estarían dispuestos a
pagar más interés en una emisión a diez años que en una emisión a tres años.
La unión de ambas actitudes llevaría a asumir que los tipos a largo plazo deberían ser siempre superiores
a los tipos a corto plazo, y por tanto, la curva que representa la estructura temporal de los tipos de interés
debería ser siempre creciente.
Sin embargo, la realidad nos demuestra que, en muchas épocas de convulsión financiera, las curvas no son
ascendentes, pudiendo ser “planas”, es decir que es indiferente el plazo al que se emitan los bonos, puesto
que a cualquier plazo se paga el mismo tipo de interés, o incluso “invertidas”, es decir, cuando los tipos de
interés a corto plazo son superiores a los tipos de interés a largo plazo.
Por ello, surge la denominada “teoría de las expectativas del mercado”, según la cual, la ETTI se forma de
manera exclusiva en función de las expectativas que tienen los potenciales inversores en relación con cómo
van a evolucionar los tipos de interés en el futuro. Por tanto, la curva sería creciente cuando se espere que
los tipos vayan a subir debido a que haya, por ejemplo, una elevada inflación, y sería descendente cuando la
expectativa fuera de bajada de la inflación.
Evidentemente, esto implicaría un elevado conocimiento por parte de los inversores de lo que se espera que
ocurra en el futuro, asumiendo que el mercado de bonos fuera un mercado altamente eficiente, lo cual no es
así, existiendo normalmente amplias horquillas de cotización entre la oferta y la demanda.
Por ello, los pragmáticos enuncian la denominada “teoría de la segmentación de mercados”, según la cual
los mercados de renta fija están segmentados por productos, cuyos precios se establecen mediante las
leyes de la oferta y la demanda de cada mercado. En base a esto, la forma de la curva podrá variar según los
mercados (corto plazo, medio plazo o largo plazo), y tener cualquier forma. Si se demanda más a corto que a
largo, la curva estaría invertida; si fuera al revés sería ascendente.
En realidad, la forma de la curva de rendimientos se debería obtener como suma de las tres teorías, ya que
cada uno de estos factores influye en la curva, si bien es cierto que no lo hacen la misma proporción. De ahí
surgió la denominada “teoría del hábitat preferido”, que ha tratado de sintetizar las tres teorías, estable-
ciendo que el equilibrio de mercado obliga a que la oferta y la demanda de activos financieros debe ajustar
sus plazos en cada momento, según el “hábitat” en el que nos encontremos, existiendo primas para aquellos
vencimientos donde hay una demanda insuficiente, de tal manera que dichas primas serían las que inducirían
a los inversores al abandono de sus hábitats preferidos, pasando de largo a corto plazo o viceversa. Cono-
cer el comportamiento de la ETTI es importante para los operadores del mercado de bonos y para los ana-
listas financieros, amén de para las entidades emisoras, que lógicamente toman como base la ETTI al plazo al
que están interesadas en emitir, añadiendo el spread que el mercado demanda para su calificación crediticia.
31
Capítulo 2. Los tipos de interés
Figura 3
ETTI - Deuda Española
Figura 4
ETTI - Curva Swaps Euro
32
Economía internacional y globalización
Enlace de interés
En el siguiente enlace de interés del Banco de España, podrás encontrar información sobre el Euro-
sistema o el Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC).
https://www.bde.es/bde/es/secciones/eurosistema/
El tipo de interés del BCE es el denominado tipo de referencia, o también tipo de refinanciación. El tipo de
refinanciación es la tarifa que los bancos deben abonar al obtener dinero del BCE en préstamo. Los bancos
hacen uso de esta posibilidad en momentos de restricciones de liquidez.
Los tipos de interés interbancarios, como el euríbor, reaccionan libremente a las modificaciones en los tipos
de interés de referencia. Por ello, el tipo de interés del BCE es un buen medio para influir sobre la amplitud de
los tipos de mercado.
A fin de lograr la estabilidad de precios, el BCE debe influir en las condiciones del mercado monetario, y
con ello, en el nivel de los tipos de interés a corto plazo.
El BCE ha adoptado una estrategia que garantiza la aplicación de un enfoque coherente y sistemático a
las decisiones de política monetaria. La coherencia contribuye a estabilizar las expectativas de inflación y
refuerza la credibilidad del BCE.
Un elemento clave de la estrategia de política monetaria del Consejo de Gobierno del BCE es la definición cuan-
titativa de estabilidad de precios como “un incremento interanual del índice armonizado de precios de consu-
mo (IAPC) inferior al 2 % para el conjunto de la zona del euro”. La estabilidad de precios deberá́ mantenerse a
medio plazo, lo que refleja la necesidad de que la política monetaria esté orientada a un futuro a medio plazo.
En el contexto de esta definición, el objetivo del BCE es mantener la tasa de inflación en un nivel inferior,
aunque próximo, al 2 % a medio plazo. Esta precisión destaca el compromiso del BCE de contar con un mar-
gen de seguridad suficiente que sirva de protección contra los riesgos de deflación.
Debido a los desfases en el mecanismo de transmisión, la política monetaria ha de estar orientada al futuro.
Por otra parte, ha de contribuir al anclaje de las expectativas de inflación y a la reducción de la volatilidad de
la evolución de la economía.
33
Capítulo 2. Los tipos de interés
El mercado monetario, en cuanto que forma parte del mercado financiero, desempeña un papel fundamental
en la transmisión de las decisiones de política monetaria, ya que es el que se ve afectado en primer lugar
por los cambios de la misma. Un mercado monetario desarrollado e integrado es requisito imprescindible para
una política monetaria eficiente, en la medida en que asegura la homogeneidad de la distribución de la liquidez
del banco central y del nivel de los tipos de interés a corto plazo en toda la zona de la moneda única. Desde
el inicio de la tercera fase de la UEM, este requisito se cumplió́ en la zona del euro de forma casi inmediata,
ya que los mercados monetarios nacionales se integraron con éxito en un único mercado monetario eficiente.
Para influir sobre los tipos de interés a corto plazo, el Eurosistema tiene a su disposición un conjunto de ins-
trumentos de política monetaria:
34
Economía internacional y globalización
pasivos bancarios) en una cuenta de depósito con el banco central nacional que corresponda
durante un periodo de mantenimiento de reservas de aproximadamente un mes. El Eurosistema remu-
nera estas cuentas con un tipo de interés a corto plazo. El sistema de reservas mínimas tiene como
objetivo estabilizar los tipos de interés del mercado monetario creando, o ampliando, un déficit de
liquidez estructural en el sistema bancario.
Enlace de interés
En el siguiente enlace de interés del Banco de España, podrás encontrar información sobre la políti-
ca monetaria del Banco Central Europeo.
https://www.bde.es/bde/es/areas/polimone/La-política-monetaria-del-area-del-euro/tipos-de-
interes-del-bce/tipos-de-interes-del-bce.html
El dinero que piden los países se conoce como deuda pública, y como todo préstamo, este tiene unos inte-
reses que se calculan dependiendo de la fiabilidad del país. Si un estado puede pagar sus préstamos sin pro-
blemas tendrá menores intereses que uno que pueda tener problemas de dinero.
Para calcular la prima de riesgo, medida en puntos, se escoge el país con menos interés de deuda y se
compara su interés con el de los demás.
Ejemplo
Por ejemplo, si el interés de un país “A” es del 1 %, y el de otro país «I» es del 5 %, la prima se obtiene
restando ambos porcentajes y multiplicando por 100, es decir:
5%-1%=4%
•• La prima de riesgo teórica: sería la mínima propensión a pagar un precio por el riesgo y se basaría
en un cálculo de probabilidades objetivo.
•• La prima de riesgo subjetiva o negociada: sería el valor estimado por un mecanismo de mercado
sobre el verdadero valor de la prima de riesgo teórica, que en muchas ocasiones, debido a que las
probabilidades son desconocidas, no puede estimarse objetivamente.
En el mercado de deuda pública, la prima de riesgo, también conocida como diferencial de deuda, es el
sobreprecio que paga un país para financiarse en los mercados en comparación con otros países. Este dife-
rencial de deuda es un tipo de prima de riesgo subjetiva o negociada, que refleja el consenso o estimación
35
Capítulo 2. Los tipos de interés
obtenido en los mercados financieros. Su valor puede diferir de la prima de riesgo teórica, ya que se encuen-
tra influida por rumores y su valor podría cambiar aún en presencia de informaciones económicas falsas.
De esta forma, cuanto mayor es el riesgo país, más alta será su prima de riesgo y más alto será el tipo de inte-
rés de su deuda. Dicho de otra forma, es la rentabilidad que exigen los inversores (interés) a un país para
comprar su deuda soberana en comparación con la que exigen a otros países. La prima de riesgo significa,
de este modo, la confianza de los inversores en la solidez de una economía.
Figura 5
Primas de riesgo
36
Capítulo 3
La inflación
3.1. Definición
La inflación es un aumento sostenido en el tiempo del nivel general de precios. La tasa de inflación se pue-
de definir como el porcentaje de variación del nivel general de precios entre dos períodos consecutivos. El
caso contrario es el de la deflación, en el que los precios se reducen de forma general y continuada.
Enlace de interés
En el siguiente enlace de interés del Banco Central Europeo, podrás encontrar información sobre
la inflación.
https://www.ecb.europa.eu/ecb/educational/explainers/tell-me-more/html/what_is_inflation.
es.html#:~:text=Existe%20inflaci%C3%B3n%20cuando%20se%20produce,la%20moneda%20
con%20el%20tiempo
El nivel general de precios es una media ponderada de los precios de los bienes y servicios de una econo-
mía. Se trata de un promedio, pues no todos los precios suben en igual cuantía. Para que haya inflación, por
tanto, es necesario que la subida de los precios de algunos bienes y servicios no se vea compensada por la
caída de otros precios, y que el aumento del nivel general de precios sea persistente.
•• Una disminución del poder adquisitivo de la moneda. Es decir, cuando el nivel general de precios
sube, cada unidad monetaria permite comprar menos bienes y servicios.
37
Capítulo 3. La inflación
En casi todo el mundo se ha impuesto la política de control de la inflación, siendo la herramienta principal
para controlar la inflación la política monetaria. Los bancos centrales pueden influir significativamente en
este sentido fijando un tipo de interés más alto y reduciendo la masa monetaria. Los tipos de interés y
crecimiento lento de la oferta monetaria son las formas tradicionales a través del cual los bancos centrales
combaten o previenen la inflación.
En función del valor de esta tasa podemos distinguir tres situaciones fundamentales, presentes en las
economías:
•• Estabilidad de precios: Situación en la que el nivel general de precios de una economía sube, pero lo
hace por debajo de un nivel fijado como óptimo (habitualmente, entre el 2 %-3 %).
•• Inflación elevada: Aumento sostenido y generalizado del nivel de precios de los bienes y servicios de
un país por encima de una tasa durante un periodo de tiempo. Para que haya inflación es necesario
que la subida en el precio de algunos bienes no se vea compensada con la caída de otros.
•• Deflación: Caída de forma sostenida y generalizada del nivel de precios de los bienes y servicios de
un país.
•• Inflación moderada: La inflación moderada se refiere al incremento de forma lenta de los precios.
Cuando los precios son relativamente estables, las personas se fían de esta estabilidad colocando su
dinero en cuentas de banco, ya sea en cuentas corrientes o en depósitos de ahorro de poco rendi-
miento, porque esto les permitirá que su dinero valga tanto como en un mes o dentro de un año. En sí,
las personas están dispuestas a comprometerse con su dinero en contratos a largo plazo, porque pien-
san que el nivel de precios no se alejará lo suficiente del valor de un bien que puedan vender o comprar.
•• Inflación galopante: La inflación galopante sucede cuando los precios incrementan las tasas de dos
o tres dígitos de 30, 120 o 240 % en un plazo promedio de un año. Cuando se llega a establecer la
inflación galopante, surgen grandes cambios económicos. Muchas veces en los contratos se puede
relacionar con un índice de precios o puede ser también con una moneda extranjera, como por ejem-
plo el dólar. Dado que el dinero pierde su valor de una manera muy rápida, las personas tratan de no
tener más de lo necesario, es decir, que mantienen la cantidad suficiente para vivir con lo indispensa-
ble para el sustento de los integrantes familiares.
38
Economía internacional y globalización
39
Capítulo 3. La inflación
La escuela austríaca de economía afirma que la inflación es el incremento de la oferta monetaria por enci-
ma de la demanda de la gente. Los productores de bienes y servicios demandan dinero por sus productos, y
si la generación de dinero es mayor que la generación de riqueza, hay inflación.
Por el contrario si la oferta de moneda es menor que la demandada existe deflación. Como consecuencia de
la inflación se produce un efecto en cadena de distorsión de precios relativos al alza, es decir, que algunos
precios suben más que otros. Si todos los precios de la economía (incluido el salario) subieran uniformemen-
te, no habría ningún problema, el problema surge por la subida no-uniforme. En los procesos deflacionarios,
la distorsión de precios relativos generada es a la baja. Esta teoría rechaza de plano la popular definición de
“aumento sostenido del nivel de precios” por lo anteriormente expuesto.
Figura 6
Eurozone Consumer Index
5,0 5,0
0,0 0,0
Enero 2000 Enero 2005 Enero 2010 Enero 2015 Enero 2020
Nota. Recuperado de HICP inflation rate, Overall index. Euro area, por European Central Bank.
https://www.ecb.europa.eu/stats/macroeconomic_and_sectoral/hicp/html/index.en.htm
40
Economía internacional y globalización
Figura 7
Eurozone Inflation
41
Capítulo 4
El mercado de divisas
4.1. Introducción
El tipo de cambio se puede definir como el número de unidades de una moneda que se intercambian por
una unidad de otra moneda. De esta forma, el tipo de cambio, al ser el precio de una moneda respecto a
otra, se podrá expresar de dos formas diferentes, según se tome como referencia la unidad monetaria de un
país o la del otro, y así nos encontramos con:
•• Forma directa: Referenciando el valor de una unidad monetaria extranjera en términos de moneda
nacional. Por ejemplo: 1 USD = 0.7987 EUR.
•• Forma indirecta: Referenciando el valor de una unidad monetaria nacional en términos de moneda
extranjera. Por ejemplo: 1 EUR = 1,2025 USD.
•• Hablamos de un tipo de cambio cruzado cuando se calcula la relación de intercambio entre dos
monedas cuando no se cotiza en el mercado pero sí se negocia la relación de esas monedas con
una tercera.
•• Debido a que la práctica internacional consiste en cotizar la mayoría de las divisas contra el dólar,
para calcular la cotización de otras dos divisas cualesquiera entre sí, hay que calcular el tipo de cam-
bio cruzado. Como ejemplo, se trata de obtener la cotización del euro contra el franco suizo, a partir
de la cotización del euro contra el dólar y del dólar contra el franco suizo. Hablaremos de esto con
más detalle más adelante.
42
Economía internacional y globalización
El mercado de divisas, a menudo abreviado como Mercado Forex (o FX, como acrónimo del término anglo-
sajón Foreign Exchange), es un mercado mundial de intercambio de divisas. Es el más grande y líquido del
mundo. El intercambio de divisas es necesario para el comercio transfronterizo de bienes y servicios y, en
última instancia, para desarrollar el comercio y los negocios internacionales.
Aunque la práctica de intercambiar divisas parece haber existido desde la Antigüedad, el fin del sistema de
Bretton Woods y de la convertibilidad del dólar estadounidense al oro en 1971, básicamente, supuso el naci-
miento del mercado moderno de divisas tal y como lo conocemos.
Hoy en día, es el mayor mercado financiero del mundo. Según un informe del Banco de Pagos Internacio-
nales, el volumen diario de operaciones de divisas alcanzó los 7,5 billones de dólares en abril de 2022.
Enlace de interés
En el siguiente enlace de interés podrás encontrar información sobre qué es y cómo funciona el mer-
cado de divisas.
https://www.bbva.com/es/mercado-divisas-que-es-como-funciona/
Vamos a analizar en este capítulo los diferentes aspectos que ayudarán al lector a entender la arquitectura
de este mercado y cuál es su impacto en el comercio de bienes y servicios, y por tanto en las empresas
internacionales.
Lo primero que debemos entender es que el mercado de divisas se distingue de otros mercados y es único
por varias razones:
En su lugar, funciona según el principio de la oferta y la demanda, aunque está regido por los bancos cen-
trales y los grandes bancos comerciales. De hecho, son, en el momento en que se está escribiendo este
43
Capítulo 4. El mercado de divisas
capítulo, cuatro los grandes bancos que protagonizan los mercados de divisas debido al enorme volumen
que negocian y, en consecuencia, influyen en gran medida en el mismo. Hablamos de Deutsche Bank, UBS,
JPMorgan y Citi. Pero no puede hablarse de control propiamente dicho.
Al organizarse como un mercado extrabursátil, también denominados OTC, las operaciones con divisas
pueden llevarse a cabo directamente entre dos partes a su entera discreción sin necesidad de una supervi-
sión formal.
Aunque los mercados extrabursátiles ofrecen ventajas evidentes por su disponibilidad, su flexibilidad y por
ser una alternativa barata, también presentan varios riesgos:
Enlace de interés
En el siguiente enlace de interés podrás encontrar información sobre los sistemas de tipos de cambio.
https://www.bbva.com/es/mercado-divisas-sistemas-tipos-cambio/
Un tipo de cambio flotante está totalmente determinado por la oferta y la demanda. En consecuencia,
un tipo de cambio flotante cambia constantemente. Como las diferencias en la oferta y la demanda sue-
len corregirse de forma natural, se dice que los tipos de cambio flotantes se autocorrigen. Aunque los
bancos centrales tienden a no interferir en un régimen de flotación, igualmente pueden hacerlo cuando
sea necesario con el fin de garantizar la estabilidad y reducir la inflación. ¿Cómo lo hacen? Sencillamente
entrando en el mercado como un participante más, vendiendo y comprando aquellas divisas en cuya coti-
zación quieren influir a la baja o al alza respectivamente. Recordemos que los volúmenes que un banco
central puede mover son enormes y, por ende, pueden influir en la valoración de las divisas. Creo que es
justo decir que una economía como la de la eurozona, Estados Unidos o el Reino Unido no es frecuente. A
finales del siglo xx era una práctica más habitual.
Para entender cómo funciona un sistema de cambios fijos, habría que fijarse en aquellos países, que,
para estabilizar sus tipos de cambio, prefieren fijar o vincular su moneda a otra (normalmente al dólar
estadounidense, ya que es la moneda más estable y líquida) en lugar de permitir que el mercado libre deter-
mine el valor de la moneda. Para mantener el tipo de cambio local, el país compra y/o vende su moneda
44
Economía internacional y globalización
por la moneda a la que está vinculado. Muchos países de Oriente Medio, como Bahréin, Omán, Qatar,
Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, por nombrar algunos, han vinculado sus monedas al dólar.
Algunos gobiernos también deciden reevaluar periódicamente el valor al que vinculan su moneda. Este
es el caso de China, que aplica lo que se llama una política de tipo de cambio de “paridad móvil” vinculado
al dólar, para mantener el renminbi en niveles artificialmente bajos y hacer que sus exportaciones sean más
competitivas en el mercado mundial.
En realidad, las divisas no son ni puramente flotantes ni puramente fijas, pero sí que existen algunas diferen-
cias notables entre ambos regímenes, con implicaciones más profundas con respecto al valor de una divisa.
De hecho, las cuatro monedas más utilizadas representan el 77 % del volumen del mercado de divisas. Con
las tres primeras, denominadas monedas G3, a continuación veremos las siete principales monedas a las
que se debe prestar atención.
El dólar estadounidense es la moneda más negociada del mundo. Por ello, es también la moneda de reser-
va indiscutible a nivel mundial. Una moneda de reserva es una divisa extranjera que los bancos centrales o
las autoridades monetarias poseen en cantidades significativas y que sirve como depósito de valor fiable y
estable. El dólar estadounidense puede formar parte de un par de divisas con todas las monedas principales
y se utiliza a menudo como moneda intermediaria en las transacciones monetarias triangulares.
Debido a su aceptación mundial, algunos países utilizan el dólar estadounidense como moneda oficial y es
ampliamente aceptado como forma de pago alternativa con carácter informal. Como ejemplo se me ocurre
cómo el dólar es aceptado en mercadillos de artesanía de países poco desarrollados en lugar de la moneda local.
También desempeña un papel importante en el mercado de divisas para otras monedas, al actuar como un
tipo de cambio objetivo en el que los países pueden fijar sus monedas al valor del dólar.
Los pares de divisas que no incluyen el dólar estadounidense se denominan pares menores, mientras que
los pares exóticos se refieren a los que incluyen divisas de mercados emergentes.
Los pares de divisas que más se negocian incluyen todo el dólar estadounidense y son las siguientes:
•• EUR/USD
•• USD/JPY
•• GBP/USD
•• USD/CHF
•• AUD/USD
•• USD/CAD
45
Capítulo 4. El mercado de divisas
Como el dólar estadounidense representa la principal moneda de reserva del mundo, desempeña un papel
importante en los intercambios de divisas de todo tipo. De hecho, casi siempre se utiliza como moneda inter-
mediaria en estos intercambios. Sin embargo, ¿es posible que esto esté cambiando? Abordaremos este tema
cuando entremos en detalle a analizar las perspectivas del renminbi chino.
4.4.2. El euro
El euro es la segunda moneda más negociada a nivel mundial después del dólar estadounidense. Como
moneda oficial de la zona euro, 19 países la comparten. Como resultado, cada año se publican numero-
sos informes económicos (sobre política monetaria, inflación y precios, balanza de pagos, etc.) relacionados
con el mercado de divisas. No es de extrañar que pueda resultar complicado saber qué informe refleja con
mayor precisión los movimientos del mercado.
Aunque la eurozona está formada por 19 países, solo unos pocos tienen suficiente poder económico para
afectar sustancialmente al euro (código ISO EUR). En general, se recomienda seguir de cerca los informes
económicos de Alemania y Francia, ya que estos dos países se consideran los motores de la eurozona.
Como ocurre con el dólar estadounidense, muchos de los países de Europa que han conservado sus mone-
das nacionales, así como algunos países de África, las han vinculado al euro para estabilizar sus tipos.
En consecuencia, el euro representa la segunda moneda de reserva del mundo. Los acontecimientos políti-
cos en la zona euro pueden dar lugar a grandes volúmenes de negociación y, dado que se considera un indi-
cador clave de la salud general de la eurozona y de sus Estados miembros, es la negociación de divisas más
politizada en el mercado de divisas.
El yen japonés, o JPY, es la moneda más negociada en Asia y a menudo se utiliza para medir la salud eco-
nómica general de la región asiática y del Pacífico. Al ser una de las mayores economías del mundo, Japón
también es uno de los mayores exportadores.
En comparación con otras economías importantes, la economía japonesa presenta algunas particularidades
que deben tenerse en cuenta al analizar la evolución del yen. Japón se encuentra entre las economías más
envejecidas en términos de población en edad de trabajar y tiene una de las tasas de fertilidad más bajas.
Dado que hay menos trabajadores jóvenes que sostienen la economía en términos de impuestos y consumo,
la inflación es sorprendentemente baja en el país.
Como en todos los países, estar al tanto de los informes económicos puede proporcionar información valio-
sa sobre el estado de la moneda y la encuesta Tankan es el informe de referencia en Japón. Lo publica tri-
mestralmente el Banco de Japón (BoJ).
Ejemplo
Un dato curioso es que el yen también es conocido por su papel en el carry trade. ¿Y qué es el
carry trade? Se trata de una estrategia que consiste en pedir un préstamo en yenes a un tipo de
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Economía internacional y globalización
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interés bajo y reinvertirlo en una divisa que tenga un tipo de rendimiento más alto para embolsarse
la diferencia. Hablamos por tanto de operaciones de divisas que intentan arbitrar el diferencial de
tipos de interés entre dos monedas. Es una estrategia que se ha utilizado mucho, aunque no está
exenta de riesgos.
Pedir un préstamo en yenes a un tipo muy bajo, en torno al 0 %, y comprar con esos yenes unos
dólares americanos que podemos invertir al 3,5 %. El riesgo de la estrategia consiste en que el yen
suba en el mercado de FX y nos veamos obligados a comprarlo a un precio más caro que pueda
“comerse” ese margen que hemos ganado, pudiendo incluso darse la situación que acabemos por
perder dinero.
Puesto que, tradicionalmente, el yen tiene unos tipos de interés muy bajos, la moneda es espe-
cialmente apreciada para esta estrategia. Si bien es la moneda de referencia de la región, hay otras
oportunidades de cambio de divisas en otros países asiáticos dado el crecimiento de varias eco-
nomías emergentes locales.
GBP es la abreviatura, o código ISO, de la libra esterlina británica. Es la moneda oficial del Reino Unido, de
sus 14 territorios británicos de ultramar y de las dependencias de la corona de la Isla de Man y las Islas del
Canal. También se utiliza en Zimbabue y muchos países del mundo vinculan sus monedas a ella.
El Banco de Inglaterra es el banco central encargado de la libra esterlina. La libra esterlina es la cuarta divisa
más negociada del mundo y representa alrededor del 13 % del volumen diario de operaciones en los merca-
dos de divisas. En 2019, esto representó unos 3,6 billones de dólares estadounidenses. Es la moneda más
antigua del mundo que sigue en circulación hoy en día.
La unidad más pequeña de la moneda británica es el penique esterlino, abreviado como STG, y algunas bol-
sas de valores utilizan GBX o GBp para diferenciar la libra (GBP) del penique.
En los mercados de divisas, el tipo de cambio de la GBP frente al USD se denomina “cable”, en referencia al
cable de telecomunicaciones submarino transatlántico que se instaló a mediados del siglo xix y que servía
para transmitir los precios de las divisas entre las bolsas de Londres y Nueva York.
Gran Bretaña optó por no adoptar el euro y mantener su moneda de libre flotación, pero sus estrechos
vínculos con la Unión Europea hicieron que la moneda tuviera un buen comportamiento. Desde el Brexit,
el valor de la libra esterlina ha caído significativamente. De hecho, poco después de que se anunciaran los
resultados del referéndum sobre el Brexit, experimentó su mayor caída en un solo día en 30 años.
A pesar de su pequeño tamaño, Suiza y su moneda tienen un gran impacto en el mercado de divisas. La
estabilidad que se percibe del franco suizo, abreviado como CHF por Confoederatio Helvetica Franc, junto
con la estabilidad del sistema político y las tasas de inflación relativamente bajas, contribuyen a explicar por
qué la moneda suiza se ha convertido en lo que se ha venido a denominar una moneda de refugio.
47
Capítulo 4. El mercado de divisas
Las monedas de refugio son aquellas que tienden a conservar e incrementar su valor en tiempos de agita-
ción. Suiza también parece ser un destino apreciado por los inversores debido a su bajo nivel de deuda y a la
ausencia de déficit. Aunque esto ha cambiado ligeramente desde la pandemia de COVID-19, debido a la nece-
sidad de responder con urgencia y determinación a la crisis, el franco suizo sigue siendo muy demandado.
Como es lógico, la demanda de la divisa como refugio seguro aumentó considerablemente tras la crisis de
2008 y lo volvió a hacer con el inicio de la pandemia de COVID-19, por lo que parece que el interés por el
franco suizo probablemente seguirá vigente.
Sin embargo, la condición de refugio seguro de la moneda también puede suponer un problema para la eco-
nomía nacional. Al dispararse la demanda, aumenta la sobrevaloración de la moneda, lo que provoca un
encarecimiento relativo de las exportaciones y una depresión de la demanda interna. De hecho, para con-
tener la sobrevaloración de la moneda tras la crisis de 2008, el Banco Nacional Suizo (SNB) decidió vincular
brevemente la moneda nacional al euro, antes de volver a retirar la vinculación de forma imprevista en 2015.
En 1966, la libra australiana se convirtió en el dólar australiano, o AUD. Es la moneda oficial de Australia y de
varios territorios independientes del Pacífico Sur, como Papúa Nueva Guinea, Isla de Navidad, Islas Cocos,
Nauru, Tuvalu e Isla de Norfolk. Aunque la economía australiana solo ocupe el 14.º puesto en términos de PIB,
su moneda se cuenta entre las más negociadas del mundo.
El gran interés por el dólar australiano se debe a las denominadas tres G del país: geología, geografía y
gobierno. Australia es especialmente rica en recursos naturales. De hecho, la demanda de recursos natu-
rales de los países de Asia, entre ellos China y la India, influye significativamente en el tipo de cambio del
dólar australiano.
Al igual que el dólar canadiense, el dólar australiano está estrechamente ligado a los precios de las mate-
rias primas y se considera anticíclico, ya que se revaloriza en los malos tiempos y se deprecia en los buenos.
La situación geográfica del país hace que esté bien posicionado para abastecer a los países asiáticos veci-
nos que experimentan un rápido crecimiento. Por último, la política gubernamental garantiza un gobierno y
una economía estables, mientras que la institución encargada de controlar la moneda del país, el Banco de
la Reserva de Australia (RBA), es una institución bastante conservadora que aboga por el no intervencio-
nismo, un fuerte control de la inflación y unos tipos de interés generalmente elevados.
Abreviado como CAD, el dólar canadiense es la séptima moneda más utilizada. Se distingue de las men-
cionadas anteriormente porque la economía de Canadá ocupa un lugar inferior en la lista de las principales
economías mundiales. A pesar de ello, el país se encuentra entre los principales exportadores del mundo.
Al igual que Australia, la divisa canadiense se considera una moneda de productos básicos. Sus exportacio-
nes de petróleo, productos de madera y minerales son considerables y el comportamiento del dólar cana-
diense está estrechamente relacionado con los movimientos de los precios de los productos básicos.
Además, debido a los estrechos vínculos entre las economías canadiense y estadounidense, operar con
dólares canadienses implica seguir de cerca los acontecimientos en Estados Unidos.
48
Economía internacional y globalización
A pesar de su colosal peso en la economía mundial, la moneda china no se considera una moneda mundial
importante. De ahí que algunos especialistas hablen de ella como “la moneda olvidada”.
Por una serie de razones políticas y económicas, como la renuncia al control de la moneda mediante la
libre flotación y el déficit comercial, entre otras, China necesita aplicar reformas en sus sistemas moneta-
rio, cambiario y financiero. No obstante, hace poco se ha unido al dólar estadounidense, al euro, al yen y a la
libra esterlina en una cesta de monedas del FMI. Puede que China sea una mega potencia, pero su moneda
sigue teniendo poco peso en la escena mundial.
Como el cambio de divisas implica la compra y/o la venta de una divisa, debe hacerse necesariamente por
pares. Es importante entender el orden de las divisas en el par. Al comprar una divisa, la primera divisa del par
(también llamada divisa base) es la que se compra, mientras que la segunda divisa (o divisa cotizada) es la que
se vende. Por ejemplo, si compra EUR/USD estará comprando euros y vendiendo dólares estadounidenses.
Como observará al ver los precios de las divisas, la mayoría tienen un valor hasta el cuarto decimal. Un pipo
es el movimiento de precios más pequeño posible en el mercado de divisas. Los pares de divisas suelen
tener un precio de cuatro decimales y un pipo se refiere al cuarto decimal. Vendría a ser la diferencia entre
1.1041 a 1.1042 si tomamos un ejemplo de cotización del GbpUsd de abril del 2022.
Como todos los activos financieros, el método de cotización se llama cotización dual. Eso significa que el
precio consiste en un “precio comprador o demanda (Bid Price, en inglés)” y un “precio vendedor u oferta
(Ask Price en inglés)”.
Figura 8
Ejemplo de Cable (GbpUsd)
GBP / USD
Bid price Ask price
1.1039 − 1.1039
49
Capítulo 4. El mercado de divisas
Dependiendo de las divisas implicadas, de la hora del día y de diversos factores macroeconómicos, el dife-
rencial entre ambos precios puede reducirse o ampliarse.
Otros dos conceptos habituales en el mundo del mercado de divisas son las posiciones largas y las posicio-
nes cortas. Tener una posición larga o corta en el mercado de divisas significa apostar sobre si el par de
divisas subirá o bajará de valor.
En una posición larga, el operador (o inversor) está comprando del activo y, por tanto, espera que la divisa
aumente su valor. Para ilustrar el concepto, pensemos que, si tenemos una cuenta de moneda extranjera con
un saldo acreedor de 5000 yenes japoneses, entonces se dice que estamos largos de yenes japoneses. Nos
beneficia que la cotización del yen suba contra nuestra moneda doméstica.
En cuanto a una posición corta, es esencialmente lo contrario. El operador (o inversor) espera que el precio
disminuya, para recomprar la posición a un precio más barato.
Un comprador de divisas puede elegir entre varias opciones en función de si el pago en distintas divisas debe
realizarse inmediatamente o en el futuro. El precio actual del mercado para el intercambio de una divisa por
otra se denomina tipo de cambio al contado. En estos casos, el intercambio puede realizarse casi inmedia-
tamente con una fecha de entrega estándar de dos días hábiles.
Las fluctuaciones de las divisas a lo largo del tiempo pueden repercutir en los ingresos y gastos de una
empresa, obligándola a constituir un colchón de riesgo. Se pueden adoptar medidas para protegerse de
estas sorpresas en forma de cobertura. La cobertura implica la celebración de contratos para garantizar una
protección financiera contra los cambios inesperados, esperados y anticipados, con el objetivo de hacer
frente a la volatilidad de las divisas. Una opción comúnmente utilizada entre las empresas es la de firmar el
llamado contrato a plazo, que consiste en bloquear un tipo de cambio hoy a una liquidación en una fecha
futura específica o dentro de un rango de fechas.
Los contratos a plazo, también conocidos como seguros de cambio, son acuerdos privados y persona-
lizados celebrados entre el cliente y el banco, o el proveedor no bancario. Su principal ventaja consiste en
que evitan el riesgo de las fluctuaciones monetarias al permitir a las empresas operar según el principio
de “comprar ahora y pagar después” y proporcionan seguridad en cuanto al impacto de los costes de sus
pagos internacionales (BBVA, 2018).
•• Tipo de cambio spot: el tipo de cambio spot se refiere al tipo de cambio corriente, es decir, transac-
ciones realizadas al contado. Este sería D+2, o, dicho de otro modo, dos días después de la fecha de
la transacción.
50
Economía internacional y globalización
•• Tipo de cambio futuro: el tipo de cambio futuro indica el precio de la divisa en operaciones realiza-
das en el presente, pero cuya fecha de liquidación es superior a la fecha spot. En el caso de la divisa,
todas las fechas de liquidación iguales o superiores a D+3.
Igualmente, las variables que habrán de tenerse en cuenta son las que afectan a la balanza por cuenta corrien-
te y a la balanza por cuenta de capital: tipo de cambio real, renta real doméstica y del resto de países, deman-
da interna nacional y del resto de países, expectativas, tipos de interés domésticos y del resto del mundo, etc.
Las variables que influyen, individual o de forma conjunta, sobre los tipos de cambio de las divisas y que
provocan su apreciación y depreciación son los siguientes:
Precisamente, con los diferenciales de los tipos de interés y de los precios de los bienes y servicios (infla-
ción), se derivan algunas de las teorías existentes de determinación del tipo de cambio.
51
Capítulo 4. El mercado de divisas
puede darse la casuística que una empresa que exporte a otros países se vea cobrando en la divisa del
cliente. Así que en torno a todos los flujos de importación y exportación que se dan en el mundo hay toda
una transaccionalidad paralela consistente en cubrir el riesgo de divisas mediante compras al contado o a
futuro y de pagos internacionales.
Realizar pagos internacionales conlleva un coste. Todos los bancos aplican comisiones de transferencia,
pero cada uno establece sus propias tarifas. Esto no es un tema baladí, ya que estas tarifas pueden acumu-
larse rápidamente. Suelen incluir una comisión fija de transferencia de dinero, así como una comisión basada
en la cantidad de dinero que se transfiere. Por otra parte, las tarifas pueden variar en función de la moneda a
la que se convierta el dinero y también pueden aplicarse cargos adicionales para agilizar los pagos.
Además de las comisiones estándar propias a las transferencias internacionales, es importante saber que
también se suelen aplicar márgenes sobre los tipos de cambio diarios. Este margen es la diferencia entre
el tipo de cambio interbancario, es decir, el punto medio entre los precios de compra y venta de dos divisas,
y el tipo de cambio ofrecido por el banco o el servicio de cambio de divisas a la empresa cliente. Como los
tipos de cambio varían cada segundo, los bancos y los servicios de cambio de divisas aplican un margen
para obtener beneficios y protegerse de los tipos fluctuantes. Algunos bancos también aplican comisiones
al beneficiario del pago internacional. Esto puede ser problemático para las empresas, ya que sus provee-
dores pueden pensar que no ha sido satisfecha la totalidad del precio a pagar. Por eso es importante saber
cómo se pueden pagar y liquidar estas comisiones.
De hecho, podemos elegir entre tres opciones diferentes de facturación a la hora de realizar pagos inter-
nacionales:
Dada la multitud de divisas, cuentas bancarias y pagos transfronterizos que se llevan a cabo cada día en el
mundo, era necesario implementar algún tipo de sistema para asegurarse de que los pagos internacionales
se realizan de forma segura y entre las cuentas correctas.
Sea cual sea el banco o el proveedor de servicios bancarios que utilice para transferir dinero al extranjero,
tendrá que proporcionar determinados datos para identificar las dos cuentas bancarias que participan en
el intercambio. Dependiendo de los países en los que se encuentren estas cuentas, se le pedirá que com-
parta lo que se conoce como código IBAN o código SWIFT.
Enlace de interés
En el siguiente enlace de interés podrás encontrar una guía para conocer cómo se reparten los gas-
tos en las transferencias.
https://www.bbva.es/finanzas-vistazo/ef/cuentas/ourbensha.html
52
Economía internacional y globalización
acontecimientos mundiales que puedan repercutir en los cambios de divisas, aprender a leer los datos y
anticiparse a las fluctuaciones monetarias.
Las empresas de éxito entienden que la adopción de una sólida estrategia de pagos que se adapte a su
modelo de negocio puede ayudarles a reducir los costes de conversión de divisas y los riesgos de los tipos
de cambio, al tiempo que maximizan los beneficios.
Más allá del nivel macroeconómico, los elevados costes y los largos tiempos de transacción y procesa-
miento asolan al mundo bancario y representan un importante punto débil para las empresas de cualquier
tamaño. En consecuencia, el mundo de las tecnologías financieras ha empezado a intervenir con el fin de
satisfacer mejor las necesidades de las empresas y las tendencias de los pagos B2B están evolucionando.
El primer mercado de divisas se creó en Ámsterdam en el siglo xvii. En aquella época, la ciudad
era un importante centro de comercio internacional. Los tipos de cambio se fijaban en función del
comercio en los Países Bajos y, por primera vez, se podían comprar y vender divisas en un solo lugar.
53
Capítulo 5
Ya estamos familiarizados con los términos “régimen de tipo de cambio flotante” y “régimen de tipo de cam-
bio fijo”, pero ¿cuáles son las principales características que los diferencian? En este capítulo veremos
los factores que distinguen a cada modelo, ambos con una influencia considerable sobre la gestión de las
monedas en el mercado de divisas. No olvidemos que los tipos de cambio tienen un impacto en el precio de
todos los bienes importados que consumimos, incluidas las materias primas energéticas
Un régimen de tipos de cambio se define generalmente como la forma en que un país, o varios países deter-
minan el tipo de cambio de su moneda en relación con los demás.
Ya hemos visto que, aunque antes estaba muy extendido, las monedas de la mayoría de los países desarrolla-
dos ya no se rigen por un sistema de tipo de cambio fijo.
El régimen de tipo de cambio flotante, también conocido como régimen de tipo de cambio flexible, es el más
extendido en la actualidad.
54
Economía internacional y globalización
Dadas las repetidas crisis económicas de los años 70, las condiciones estrictas de los tipos de cambio ya no
tenían sentido para la mayoría de las economías desarrolladas. El régimen de tipo de cambio fijo existente ya
no era coherente con las realidades de una economía mundial cada vez más volátil. En estas circunstancias,
el régimen de tipo de cambio flotante (o flexible) se generalizó.
Un régimen de tipo de cambio flotante (o flexible) se rige por la oferta y la demanda en el mercado de
divisas. Las principales monedas mundiales (comúnmente denominadas monedas del G7 se basan en este
modelo. Los tipos de cambio del dólar estadounidense (USD), el euro (EUR) y el yen japonés (JPY), por ejem-
plo, fluctúan libremente según los movimientos del mercado.
En la forma “más pura” del tipo de cambio flotante, el valor respectivo de las distintas monedas depende
totalmente de las fluctuaciones del mercado. Pero también hay regímenes de flotación algo distintos, como
el “régimen de flotación controlada” adoptado por China.
Las autoridades monetarias de un determinado país o zona monetaria pueden adoptar y operar con un régi-
men de tipo de cambio que se ajuste a sus propios objetivos y a su posicionamiento internacional. Aunque
el sistema de tipo de cambio flotante (o flexible) está hoy muy extendido, algunos modelos, como es el caso
de China, tienen características específicas que influyen en los tipos de cambio internacionales. Echemos un
vistazo a las particularidades de los principales regímenes de tipo de cambio.
Los regímenes de tipo de cambio fijo fueron muy comunes en los países desarrollados entre los años 40
y 70. Según este modelo, el tipo de cambio está vinculado a un estándar (una moneda o una cesta de
monedas) y este es gestionado por el banco central emisor.
El tipo central, o paridad central, también se denomina tipo de cambio “de referencia”, aunque también se
puede habilitar una determinada banda de fluctuación en torno a este. En un régimen de tipo de cambio fijo,
el banco central debe mantener un tipo de cambio en torno al de la paridad central. Para ello, compra o ven-
de la moneda según sea necesario.
Recordemos que, para intervenir en el mercado de divisas, léase comprar y vender su moneda, el banco
central correspondiente solo necesita mantener un nivel suficiente de reservas.
Tras el Acuerdo de Bretton Woods de 1944, muchos países desarrollados adoptaron un régimen de
tipo de cambio fijo. El valor de su moneda se determinaba en función del precio del oro o del dólar
>>>
55
Capítulo 5. Regímenes de tipo de cambio flotante y fijo
>>>
estadounidense, canjeable en oro en aquel momento. La banda de fluctuación en torno al tipo
central se fijó en un 1 %. A partir de 1971, cuando Estados Unidos aplicó medidas de devaluación
monetaria, la convertibilidad del dólar en oro dejó de estar justificada y los principios del acuerdo
dejaron de aplicarse. En 1976, el Acuerdo de Jamaica condujo al establecimiento de un régimen
de tipo de cambio flotante generalizado que se rige por la oferta y la demanda.
Un ejemplo muy interesante de este régimen lo tenemos en corazón de Europa. Recordemos que, como par-
te de la creación de la Unión Europea, se instauró el Sistema Monetario Europeo, primer paso para unificar
los tipos de cambio de los futuros países de la eurozona. El acuerdo multilateral de tipos de cambio ajusta-
bles obligaba a los países de la zona euro a vincular sus monedas para evitar grandes fluctuaciones de valor
antes de que los tipos se fijaran finalmente con respecto a una nueva moneda: el euro.
En la misma línea, los países de Asia también están buscando soluciones para promover la estabilidad finan-
ciera en la región y han establecido la Iniciativa Chiang Mai, cuyo objetivo es unir las economías de las mone-
das de la ASEAN y de China, Corea del Sur y Japón en torno a un régimen de tipo de cambio intermedio.
Hay que tener en cuenta que incluso en los regímenes de tipo de cambio flotante más puros, los bancos
centrales tienden a intervenir ocasionalmente, sobre todo en tiempos de crisis, para evitar la infravalora-
ción o la sobrevaloración de la moneda local y para hacer frente a los problemas económicos causados
por estos acontecimientos.
56
Economía internacional y globalización
Comprender el régimen de tipo de cambio adoptado por un determinado país o zona monetaria es crucial
para entender el mercado de divisas. Una comprensión general de los diferentes modelos le permitirá anti-
cipar mejor la probabilidad de las fluctuaciones de los tipos de cambio y evaluar el posicionamiento de los
diferentes territorios y divisas.
57
Capítulo 6
China lleva años haciendo todo lo posible para alcanzar a Estados Unidos como la mayor economía del
mundo (Dalio, 2022). En un intento por reducir la dependencia del dólar estadounidense (USD), y afirmar su
influencia en el comercio y las finanzas, China ha hecho todo lo posible por aumentar el uso internacional
de su moneda, el renminbi (CNY). En este apartado, analizaremos los esfuerzos realizados para aumentar su
posición mundial, así como los obstáculos que aún se interponen en el camino de Pekín.
Aunque China es la segunda economía del mundo por su PIB y el mayor exportador, su moneda aún no tie-
ne importancia mundial. De hecho, no figura entre las más negociadas del sistema financiero. Su posición en
el mercado de divisas no es para nada adecuada a su peso como economía. Según las investigaciones rea-
lizadas por el BPI y el FMI, la cuota de su moneda en el mercado internacional de divisas es solo del 4,3 %. En
realidad, este panorama todavía es demasiado halagüeño, porque hay que tener en cuenta el principio de la
doble contabilidad, ya que en cada transacción intervienen dos divisas. La cuota de mercado del dólar en este
sentido es actualmente del 88,3 % y sigue siendo la mayor moneda de reserva del mundo con cierto margen.
Descrito por el expresidente francés Valéry Giscard d’Estaing como un “privilegio exorbitante”, el dominio del
dólar como moneda de comercio y de reserva mundial ofrece a Estados Unidos múltiples ventajas. Desde
unos costes de endeudamiento más bajos y un menor riesgo cambiario, hasta una amenaza prácticamen-
te nula de crisis de la balanza de pagos. Al promover el renminbi como moneda global para el comercio, la
inversión y las reservas de divisas, el objetivo de China es aprovechar algunas de estas ventajas, al tiempo
que aumenta su autonomía en materia de política económica.
58
Economía internacional y globalización
Pero el camino hacia la internacionalización es largo, sobre todo para una moneda y una economía tan
fuertemente reguladas como la de China. Con estrictos controles sobre los flujos de capital trans-
fronterizos y una regulación onerosa, el país tiene un largo camino por recorrer antes de hacer realidad
sus ambiciones de moneda mundial. Tras haber emprendido múltiples iniciativas recientes para impul-
sar la internacionalización, ahora China ha dado a conocer sus intenciones. Pero ¿hasta qué punto han
tenido éxito?
A pesar de los inmensos volúmenes comerciales de China, el renminbi sigue representando solo el 2 % de
los pagos mundiales, participa en aproximadamente el 4 % de las operaciones de divisas a nivel interna-
cional y constituye alrededor del 2 % de las reservas de divisas a nivel mundial. En cambio, el dólar esta-
dounidense posee una cuota del 40 % de los pagos mundiales, el 61 % de las reservas oficiales de divisas
y participa en más del 88 % de las operaciones de divisas. En un sistema monetario internacional (SMI)
altamente asimétrico, el dólar sigue siendo, con diferencia, la moneda mundial dominante en lo que res-
pecta a la inversión, la facturación y las reservas.
Esto ha provocado un fenómeno conocido como la “trampa del dólar”, que hace que los países y las
zonas monetarias dependan excesivamente del tipo de cambio del dólar y que los bancos centrales ges-
tionen su política monetaria nacional de acuerdo con la Fed.
Hoy en día, China mantiene una paridad “móvil” con la moneda estadounidense. Una gran parte de sus
pasivos y reservas de divisas están denominados en dólares, mientras que sus activos están principal-
mente denominados en CNY. Por lo tanto, la depreciación del primero puede tener un impacto adverso
significativo en China. Esto salió a relucir durante la crisis financiera de 2008 y la consiguiente “crisis cre-
diticia”, cuando el dólar escaseaba, antes de depreciar su valor como resultado de las políticas de flexibi-
lización cuantitativa.
En 2009, el entonces gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan (2009), lanzó un dardo
indirecto contra el dominio del dólar citando la necesidad de una moneda de reserva internacional para
“asegurar la estabilidad financiera mundial”. Aludió a la idea de una moneda de reserva super soberana,
desvinculada de las condiciones económicas y de (los) intereses soberanos de un solo país. Sin duda, una
moneda de reserva super soberana, compuesta por una cesta de las principales monedas mundiales
(cada una ponderada por la cuota del PIB), es una perspectiva tentadora para China, pero por ahora sigue
siendo una quimera. Por ello, el país continúa persiguiendo su objetivo de asegurar un mayor uso del ren-
minbi a nivel internacional, algo que se ha acelerado con el lanzamiento del renminbi offshore (CNH). Este
es un CNY que solo puede negociarse fuera de China. Una vez que el flujo entra en China, por ejemplo, en
caso de pagar a un proveedor local, se convierten en CNY. Este modelo de moneda onshore y offshore es
habitual en economías con controles de cambio.
59
Capítulo 6. China: La internacionalización del renminbi
En relación con el aumento de las tensiones geopolíticas tras la pandemia de COVID19 en 2020, el secretario
general de la OTAN, Jens Stoltenberg (McCaffrey, 2020), señaló que el ascenso de China estaba creando
un cambio fundamental en “el equilibrio de poder mundial, avivando la carrera por la supremacía económica
y tecnológica”. De hecho, en los últimos treinta años, no es ningún secreto que el meteórico ascenso de
China como potencia económica, militar y tecnológica ha sido poco menos que asombroso. Tras haber
desarrollado una capacidad manufacturera desbordante y haber intensificado enormemente su moderni-
zación militar y sus innovaciones tecnológicas, Pekín considera que la relativa insignificancia monetaria del
país es una de sus principales deficiencias.
Más allá de ampliar la influencia política del país, una mayor preponderancia del renminbi ofrecería a China
la ventaja de reducir los costes en el comercio transfronterizo y una importante reducción del riesgo mone-
tario. Teniendo en cuenta el gran volumen de mercancías mundiales que circulan por China, pero que se
facturan en dólares, esto por sí solo representaría una mejora considerable para la posición del país en el
comercio internacional. La capacidad de acumular un mayor señoreaje (ingresos procedentes de la emisión
de dinero) y de pedir préstamos en grandes cantidades en el extranjero, a bajo precio y en su propia mone-
da, también supondría un gran beneficio estratégico para la economía china.
Dicho esto, los controles de capital, la limitada convertibilidad del renminbi y un sector financiero aún inci-
piente son los principales obstáculos que tiene por delante. Esto plantea inevitablemente la siguiente pre-
gunta: ¿hasta dónde está dispuesta a llegar Pekín?
Utilizada como mecanismo para mantener la estabilidad, la “paridad móvil” se refiere a una
banda de tipos alrededor de la cual se permite que fluctúe una moneda con un tipo de cambio
fijo. La moneda se compra y se vende de forma rutinaria para mantener un tipo de cambio den-
tro de la banda autorizada.
Para establecer el renminbi como una moneda internacional importante para la inversión, la facturación y
las reservas de divisas, China ha emprendido una serie de impresionantes iniciativas durante la última déca-
da aproximadamente.
Como parte del 13.er plan quinquenal del país, adoptado por el Congreso Nacional Popular para 2016-2020,
el Comité Permanente del Politburó de China esbozó explícitamente sus ambiciones en materia de divisas al
comprometerse a “promover constantemente la internacionalización del RMB y ver cómo el capital en RMB
se globaliza”. A grandes rasgos, los esfuerzos sucesivos de China han consistido en hacer del renminbi no
solo un medio de cambio creíble, al tratar de establecerlo de manera firme como moneda de comercio mun-
dial de bienes y servicios, sino también en reforzar su posición como reserva de valor. Esto significa hacer del
renminbi una auténtica moneda de inversión para la compra de activos, así como una verdadera moneda de
reserva extranjera alternativa al dólar.
60
Economía internacional y globalización
El país ha hecho algunos avances impresionantes en estas áreas, pero hará falta mucho para que el renminbi
se eleve a una posición monetaria que refleje el estatus económico más amplio de China.
Cabe preguntarse qué ha hecho hasta ahora el gobierno chino para seguir con sus objetivos de internacio-
nalización del renminbi. Las acciones concretas emprendidas por China pueden resumirse en:
61
Capítulo 6. China: La internacionalización del renminbi
•• La Ley de Inversión Extranjera actualizada en 2020 facilitó aún más los procedimientos, acortan-
do sobre todo la “lista negativa” de industrias consideradas restringidas o prohibidas.
•• Las remesas transfronterizas realizadas por “empresas de inversión extranjera”, o EIE, también se
flexibilizaron aún más, ya que los inversores extranjeros pueden realizar remesas fuera de China
en renminbis o en monedas extranjeras con total libertad.
6. Zonas de libre comercio (ZLC):
•• Empezando por Shanghái en 2013, China ha dado prioridad a la creación de zonas de libre comercio,
y las provincias de Guangdong, Tianjin y Fujian han sido elegidas sede del proyecto piloto de ZLC.
•• Diseñadas para atraer la inversión extranjera, sobre todo a través de la flexibilización de la normati-
va dentro de esa jurisdicción específica, las ZLC de China ofrecen ventajas como la importación y
la exportación libres de impuestos.
•• Además de estimular el comercio exterior, las ZLC se utilizan como campo de pruebas para refor-
mas más amplias en áreas como el despacho de aduanas y la liquidación de divisas.
Por otra parte, China se ha propuesto una mayor internacionalización del renminbi mediante el estableci-
miento de su sistema de pagos interbancarios transfronterizos, creado en 2015 como alternativa a la
omnipresente red SWIFT.
La BRI constituye un ejercicio de “poder blando”, que busca reforzar aún más la posición de China en la
escena internacional. Aumentar significativamente el uso transaccional transfronterizo del renminbi en los
países que participan en la iniciativa supondría un gran impulso para Pekín.
Del mismo modo, la recientemente ratificada Asociación Económica Regional Amplia (RCEP) (ICEX, 2023)
es una oportunidad única para que China asuma el liderazgo de la política comercial multilateral, sin provo-
car tensiones con otros grandes pesos pesados de la economía. El acuerdo forma un nuevo bloque comer-
cial entre China y otras catorce naciones, entre las que se encuentran los países de la ASEAN, así como
Australia y Nueva Zelanda. Se trata de otra oportunidad para que China promueva los pagos en renminbi en
el comercio internacional, habida cuenta de los grandes proyectos de inversión a los que inevitablemente
dará lugar el acuerdo.
Para desarrollar el “grosor del mercado” y cimentar firmemente el estatus del renminbi como moneda
favorable para la facturación, la inversión y las reservas de divisas, China aún tiene trabajo por delante. Será
necesaria una mayor liberalización de los controles de capital, una mayor convertibilidad y unas reformas
más amplias del sector financiero. No obstante, ¿qué impacto han tenido hoy en día las recientes reformas?
¿Y cuáles son los posibles obstáculos en el camino que queda por recorrer?
Según la Encuesta Trienal de Bancos Centrales sobre los mercados mundiales de divisas, publicada por
el Banco de Pagos Internacionales (BPI) en 2019, el renminbi sigue representando solo un 4,3 % de las
62
Economía internacional y globalización
operaciones de divisas en todo el mundo, una cifra comparativamente baja. Dicho esto, la moneda china
representaba menos del 1 % en fechas como 2010, lo que sugiere que los últimos esfuerzos de internacio-
nalización han ido ganando terreno considerablemente. Del mismo modo, aunque el renminbi pueda supo-
ner solo el 2 % de las reservas de divisas en la actualidad, las previsiones optimistas auguran que esta cifra
podría alcanzar entre el 10 % y el 20 % en 2030, a medida que la moneda gane más terreno en el mercado
de divisas. Cuando se trata de operaciones comerciales internacionales, los progresos han sido aún más
impresionantes. En 2009, el porcentaje del comercio exterior chino realizado a través de renminbi era insig-
nificante. En 2015, la cifra ya superaba el 15 %.
No obstante, a pesar de toda la atención que suscitan los proyectos de infraestructuras y los acuerdos
comerciales con el extranjero, es posible que China tenga que dedicar todavía bastante energía a resolver
los bloqueos de carácter más fundamental. Ante todo, los estrictos controles de capital que practica el
país dificultan el desarrollo del mercado financiero, así como el amplio uso del renminbi más allá de las fron-
teras chinas. La liberalización de estos controles facilitaría los flujos de capital que entran y salen de China,
pero también provocaría una mayor inestabilidad y volatilidad financiera que, como ha demostrado la historia
reciente, las autoridades chinas aún no están dispuestas a aceptar.
Ejemplo
En agosto de 2015, cuando China devaluó el renminbi, el país rápidamente aplicó estrictos
controles de capital para alejar cualquier riesgo de fuga de capitales a gran escala. Aunque
logró este objetivo, la medida supuso un golpe considerable para la confianza internacional
en la moneda china y el efecto fue una reducción significativa de las operaciones transfron-
terizas en renminbi.
Entre las preocupaciones más secundarias sobre el desarrollo internacional del renminbi se encuentran
cuestiones como los antagonismos geopolíticos, que se han acumulado recientemente. El riesgo de
reputación y la imagen del renminbi como moneda alternativa estable y fiable podrían verse afectados por
las tensiones actuales en la región. Esto es de especial importancia dado que los recientes avances en las
operaciones comerciales denominadas en renminbi se han concentrado, en gran medida, en Asia y en los
países estrechamente asociados a la BRI. La imagen de China en el exterior es crucial y cualquier posi-
ble tensión puede resultar perjudicial para la rápida internacionalización del renminbi. En la misma línea,
sigue sin estar claro si la disputa territorial en el Mar del sur de China o las tensiones recurrentes a lo largo
de la frontera india tendrán un impacto directo en la inversión o en las operaciones comerciales en ren-
minbi de forma significativa en el tiempo.
A pesar de la preocupación de algunos analistas por una ralentización del crecimiento a medida que
China avanza hacia su objetivo de convertirse en una sociedad “moderadamente próspera”, el creci-
miento económico del país está destinado a ser fuerte en los próximos diez años. El aumento del uso del
renminbi a nivel internacional debería coincidir con esto, ya que se está convirtiendo en una moneda cada
vez más importante para la inversión, la facturación y las reservas de divisas fuera de China continental.
63
Capítulo 6. China: La internacionalización del renminbi
China ha realizado considerables esfuerzos para ampliar el uso del renminbi en los últimos años, empezan-
do por la creación del renminbi offshore (CNH). Los esfuerzos por aumentar la interacción extranjera con el
renminbi en las operaciones comerciales (desde la emisión de bonos dim sum hasta el establecimiento de
ZLC) también han cosechado impresionantes resultados iniciales, mientras que las iniciativas multilaterales
en curso, como la RCEP, o la propia BRI de China, son una oportunidad para que el país promueva el uso del
renminbi de una manera sin precedentes. Sin embargo, un sistema financiero no lo suficientemente maduro,
las continuas restricciones al control de capitales, las limitaciones a la convertibilidad del renminbi y los pro-
blemas en torno a la imagen del país y de la moneda dificultan el proceso de internacionalización.
64
Capítulo 7
Ya he mencionado anteriormente, cuando hablamos de manera resumida de los sistemas de pagos, que
transferir dinero entre países, ya sea a través de un banco o de un proveedor de servicios bancarios, tie-
ne un coste. También requiere el uso de un sistema de pago específico y determinados datos para iden-
tificar las cuentas bancarias correspondientes. Además del nombre o la denominación social del receptor,
se necesitan códigos bancarios específicos para identificar las cuentas correctas. Mientras que los dos
métodos reconocidos internacionalmente para identificar las cuentas bancarias, IBAN y SWIFT, mantienen
el monopolio en todo el mundo, se están probando sistemas alternativos en Rusia y China.
Vamos a ver con más detalle todo lo relativo a los pagos internacionales dada la importancia que tiene para
las empresas que tienen actividad internacional entender bien la arquitectura del sistema de pagos.
65
Capítulo 7. Los sistemas de pagos internacionales
Entonces, ¿cuáles son las diferencias entre las opciones de cobro BEN, SHA, OUR y por qué las empresas, en
particular, deben conocerlas para realizar sus pagos B2B?
1. SHA (Shared o compartido). En cada transacción, los costes se comparten entre el beneficiario y el
emisor del pago. Los costes del banco emisor corren a cargo de la parte que envía los fondos, mien-
tras que los costes de los bancos intermediarios y beneficiarios se deducen del importe enviado y
corren a cargo del beneficiario. Cuantas más instituciones intervengan, mayores serán los costes.
Este sistema se utiliza en aproximadamente el 60 % de las transacciones del mercado.
2. BEN (Beneficiary o beneficiario). Los costes de la transacción se facturan al beneficiario del pago,
es decir, se deducen de este importe. Este sistema no está muy extendido y solo representa el 10 %
de las transacciones del mercado.
3. OUR (Our o nuestro). El emisor del pago opta por cubrir todos los costes. Esto garantiza que el
beneficiario reciba el pago completo. Este modelo representa alrededor del 30 % de las transaccio-
nes del mercado.
Para navegar por la red SWIFT, a cada institución financiera se le asigna un código único: un Busi-
ness Identifier Code (Código de identificación comercial) o BIC. Ambos términos suelen utilizarse
indistintamente, pero en la práctica, SWIFT es la organización emisora que controla el uso de los
BIC, que a su vez, a menudo se conocen como “códigos BIC”.
Enlace de interés
En el siguiente enlace podrás consultar la lista oficial completa de los BIC en uso en todo el mundo.
https://www.theswiftcodes.com/es/
El acrónimo BIC correspondía inicialmente a Bank Identifier Code (Código de identificación bancaria), pero
en 2009 se actualizó la norma para incluir a las instituciones. Como el término BIC ya se utilizaba y estaba
ampliamente aceptado, se mantuvo el acrónimo, pero la “B” ahora corresponde a “business”.
Los códigos SWIFT (o BIC) solo proporcionan información sobre el banco y están compuestos de la siguien-
te manera:
66
Economía internacional y globalización
Figura 9
Código SWIFT (BIC)
AAAA BB CC DDD
Mientras que algunos países como EE.UU., Australia, Singapur y Sudáfrica utilizan un número SWIFT, otros
—especialmente en Europa y en algunas zonas de Oriente Medio, África del Norte y el Caribe— utilizan un
número IBAN.
Este sistema más reciente se puso en marcha para mejorar la verificación de los pagos transfronterizos
y reducir los errores, los pagos rechazados, los retrasos en las transferencias, así como las comisiones
bancarias.
Enlace de interés
En el siguiente enlace podrás consultar el registro IBAN SWIFT, publicado por SWIFT, que propor-
ciona las especificaciones técnicas de los formatos nacionales IBAN de los países que utilizan esta
norma bancaria.
https://www.swift.com/standards/data-standards/iban-international-bank-account-number
7.2.3.¿Cómo es un IBAN?
Todos los números IBAN siguen el mismo formato, que comprende hasta 34 caracteres alfanuméricos,
como se indica en la Figura 10:
67
Capítulo 7. Los sistemas de pagos internacionales
Figura 10
Código IBAN
IBAN
34 caracteres
El formato comienza sistemáticamente con dos letras que hacen referencia al país en el que se encuentra la
cuenta, seguidas de dos dígitos de control utilizados para la detección de errores. Termina con una serie de
caracteres alfanuméricos específicos del país. Esta serie de dígitos, denominada BBAN o “número básico de
cuenta bancaria”, varía en su longitud en función de las normas del país. Incluye toda la información relevan-
te para determinar la cuenta bancaria en cuestión. Está compuesto a su vez por tres elementos: un código
bancario, una sucursal y un número de cuenta.
Comprobar la validez de los datos bancarios es crucial para evitar el fraude en las transferencias bancarias
y para establecer relaciones comerciales de confianza. Una forma de asegurarse de que el IBAN que se le ha
facilitado es válido es introducirlo en un verificador de IBAN.
Ambos códigos son los dos métodos internacionalmente reconocidos para identificar las cuentas bancarias
y permitir transferencias internacionales rápidas y correctas.
La principal diferencia entre ambos métodos es que, mientras el IBAN identifica una cuenta bancaria especí-
fica, el código SWIFT identifica el banco o la sucursal en la que se encuentra la cuenta. En ambos casos, las
transferencias pueden tardar hasta 5 días hábiles y son procesadas por bancos intermediarios para preve-
nir el fraude en las transferencias. Para evitar errores y fraudes, los números IBAN contienen más informa-
ción sobre la operación de transferencia de dinero.
68
Economía internacional y globalización
Los pagos SEPA se realizan utilizando el número IBAN del destinatario. A diferencia de los pagos SWIFT,
que funcionan en la mayoría de los países del mundo, los pagos SEPA solo pueden realizarse en euros a
cuentas situadas en los países miembros. Dado que las transferencias SEPA solo pueden realizarse en una
moneda, no hay tasas de conversión ni comisiones de transferencia. Esto significa que las transferencias
pueden procesarse rápidamente, en 1 o 2 días, en comparación con los hasta 5 días de SWIFT. En definitiva,
esto hace que SEPA sea un método de pago especialmente rápido, barato y seguro entre los países euro-
peos. En el caso de un pago SEPA, las comisiones se comparten automáticamente.
En el Este, China lanzó el Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos (CIPS) en 2015 (Financlick, 2022).
Aunque el CIPS proporciona servicios de compensación y liquidación para los pagos y el comercio trans-
fronterizo en renminbi, sigue dependiendo del sistema SWIFT como canal de comunicación. Por ahora… Sin
embargo, la creación del CIPS está contribuyendo directamente a los esfuerzos de China por avanzar en la
internacionalización de su moneda, en un esfuerzo por desvincularse finalmente del sistema SWIFT.
En Rusia, el Banco Central de Rusia ha estado desarrollando su propio sistema, llamado “sistema de transfe-
rencia de mensajes financieros” (SPFS) (Russia Briefing, 2019). El país decidió desarrollarlo por primera vez
en 2014 a raíz de las sanciones económicas que se le impusieron y, en particular, la amenaza de Estados Uni-
dos de desconectar a Rusia del sistema SWIFT. Esta amenaza se ha cumplido, casi en su totalidad, como
sanción a la invasión rusa de Ucrania. Para Rusia y sus multimillonarias exportaciones, una desconexión del
sistema SWIFT resulta desastroso, ya que pondría fin a todas las transacciones internacionales y provocaría
una importante volatilidad de las divisas y una salida masiva de capitales.
Salvo algunos pocos bancos rusos, como ventana de negociación con la UE, el resto de Rusia está fuera
del sistema SWIFT, y se encuentra en negociaciones para ampliar el uso de su SPFS con países en desarrollo
como Turquía e Irán y, hasta la fecha, 23 bancos extranjeros, de países que van desde Armenia, Bielorrusia,
Alemania, Kazajistán y Suiza, se han conectado al sistema.
No obstante, estos sistemas alternativos se encuentran todavía en fase de prueba y su relevancia a nivel
mundial es limitada. Por ahora, los códigos SWIFT y los números IBAN siguen siendo los principales sistemas
69
Capítulo 7. Los sistemas de pagos internacionales
para efectuar transferencias transfronterizas de fondos. El uso de un número o código incorrecto podría
hacer que la transferencia fuera rechazada y devuelta, y potencialmente acarrear costes no deseados. Un
verificador de IBAN proporcionará información detallada sobre el número IBAN al que está transfiriendo
dinero, incluso si es válido y si pertenece a la cuenta bancaria correcta.
70
Capítulo 8
Política fiscal
8.1. Concepto
La política fiscal es una rama de la política económica que configura el presupuesto del Estado, y sus com-
ponentes, el gasto público y los impuestos, como variables de control para asegurar y mantener la estabi-
lidad económica, amortiguando las variaciones de los ciclos económicos, y contribuyendo a mantener una
economía creciente, de pleno empleo y sin inflación alta. El nacimiento de la teoría macroeconómica key-
nesiana puso de manifiesto que las medidas de la política fiscal influyen en gran medida en las variaciones a
corto plazo de la producción, el empleo, y los precios (Fundación Espacio Público, s. f.).
La actividad económica que el Estado desempeña en las sociedades comprende tres funciones básicas:
•• Una función de asignación de recursos: el Estado suministra bienes que, en determinadas circuns-
tancias, el mercado no proporciona adecuadamente debido a la existencia de los denominados fallos
del mercado.
•• Una función redistributiva: el Estado trata de conciliar las diferencias de criterio que se producen entre
la distribución de la riqueza que realiza el sistema de mercado y la que la sociedad considera justa.
•• Una función estabilizadora: donde se encuadra la política fiscal, el Estado trata de conseguir la esta-
bilidad del sistema económico, evitar sus desequilibrios y provocar los ajustes necesarios en la
demanda agregada para superar en cada caso las situaciones de inflación o desempleo.
71
Capítulo 8. Política fiscal
Cuando nos preguntamos qué es la política fiscal o qué entendemos por política fiscal, podemos decir que
la palabra fisco hace referencia a algo relacionado con los haberes del Tesoro Público o del Estado. De ahí
que cuando hablamos de política fiscal hablamos de las estrategias que el Estado implementa para gene-
rar recursos y de las formas de administrar estos recursos de manera eficiente.
En otras palabras, cuando hablamos de política fiscal hablamos de las medidas implementadas por el gobier-
no encaminadas a encauzar la economía a ciertos objetivos o metas que suelen estar trazados en algún plan
de desarrollo. En el caso español, hablaríamos de los presupuestos generales del Estado.
•• La administración de los ingresos: hablamos de impuestos y otros ingresos como fuente de la finan-
ciación del sector público.
•• La administración de los gastos: lo que se viene a denominar gasto público.
Se trata, por tanto, de cómo se articula la recaudación de impuestos y el gasto público para influir directa-
mente en la actividad económica y en la sociedad.
Por tanto, y en resumen, hablamos de las estrategias, tanto de recaudación como de gasto, que implementa
el gobierno nacional para estimular la economía y controlar otras variables macroeconómicas que inciden
directamente en la sociedad.
8.2. Clasificación
Distinguimos dos tipos de política fiscal, la política fiscal expansiva y la contractiva o restrictiva.
72
Economía internacional y globalización
Respecto a una potencial política fiscal neutra, hay que decir que hacemos referencia a unas políticas que
vienen articuladas a través de unos presupuestos totalmente equilibrados. No busca ni aumentar ni disminuir
el gasto público, ni busca influir en la economía a través de los impuestos. Lo que se busca es generar un
escenario equilibrado que permita mantener la economía sin grandes cambios. En este escenario se bus-
ca que el gasto gubernamental sea financiado totalmente con los ingresos fiscales. Aquí, el Estado tiene los
ingresos suficientes para financiar su acción, por lo que no necesita subir los impuestos.
Recordemos…
•• La política fiscal expansiva se presenta cuando se toman medidas que generen aumento
en el gasto público o una reducción de los impuestos (producir un incremento de la
demanda agregada).
•• La política fiscal contractiva se presenta cuando se toman decisiones que buscan un
gasto público reducido o aumento de impuestos, o una combinación de ambos. (producir
una disminución de la demanda agregada).
Es importante que entendamos que existe una relación directa entre políticas fiscales expansivas
y contractivas, ya que los desequilibrios que causa la primera son los que se intentan combatir con
la segunda. Igual que, a la inversa, la situación generada por políticas contractivas se intenta comba-
tir con políticas expansivas. Ya hemos hablado antes de cómo el desempleo se combate con políti-
cas expansivas, como el incremento del gasto público o una reducción de impuestos, que se traduce
en una reducción de las cotizaciones sociales a cargo de la empresa y del impuesto sobre la renta.
73
Capítulo 8. Política fiscal
Tenemos que entender que buena parte de estos gastos no son otra cosa que el dinero que el Estado nece-
sita para funcionar. Por otro lado, hay quien dice que el gasto público trata de dar respuesta a las necesida-
des de carácter público colectivo que emanan de la sociedad.
Si el gasto público se puede definir como la suma de todos los gastos realizados por las instituciones, enti-
dades y los organismos integrantes del sector público para responder directamente a las necesidades de
su propio funcionamiento y para hacer frente a las necesidades sociales que puedan darse en la población,
vemos que hay una relación directa entre el gasto público y la economía.
El gasto público se convierte así en un motor de la economía. Cuando el Estado se decide por construir
una autopista se crean muchos puestos de trabajo directos e indirectos. Estos nuevos empleados, al verse
con rentas que antes no poseían, comienzan a consumir, creando un ciclo virtuoso donde esa demanda adi-
cional crea beneficios que antes no existían, y que provocan más demanda adicional.
Es por ello por lo que cuando vemos que un gobierno incrementa el gasto público, podemos sospechar
que se están implementando políticas fiscales de carácter expansivo. De alguna manera también podemos
encontrarnos ante una estrategia que puede servir para dar “un empujón” a una economía que está estan-
cada en unos niveles de empleo y actividad económica que no son deseables. Un programa de obras públi-
cas ambicioso puede generar una mejora del ciclo que arrastre al sector privado.
Es importante tener siempre presente que la relación entre la política fiscal y la economía es tan delica-
da, que un manejo inadecuado del gasto público debido a una mala política fiscal puede generar enor-
mes desequilibrios.
Cuando un gobierno aumenta las compras de bienes y servicios del Estado, logra desplazar la curva de
demanda agregada hacia la derecha, incrementándose el PIB, en la medida que uno de los componentes de
este es el gasto público.
Ejemplo
>>>
74
Economía internacional y globalización
>>>
¿El incremento del PIB es igual a los 1500 millones de euros de aumento del gasto público?
En un primer momento podría pensarse que la curva de demanda agregada se desplaza hacia la
derecha exactamente en 1500 millones de euros, que es el dinero gastado en dicho aeropuerto.
Sin embargo, no es así. Se producen dos efectos macroeconómicos que hacen que la magnitud
del desplazamiento de la demanda agregada sea diferente de la variación de las compras del Esta-
do: el efecto multiplicador y el efecto expulsión.
El efecto multiplicador se da cuando se produce un efecto sobre la demanda agregada mayor que la
inversión en el proyecto. En nuestro ejemplo del aeropuerto nuevo por 1500 millones, supone un incremen-
to de la demanda agregada superior a 1500 millones de euros.
Se produce porque un aumento de la inversión eleva la renta de los consumidores, provocando una cade-
na de aumentos del gasto en cascada, pero cada vez menores. Las variaciones de la inversión se multiplican,
pues, se traducen en aumentos mayores de la producción. El mecanismo del multiplicador no se aplica solo a
la inversión, sino que tiene un carácter mucho más amplio. En realidad, cualquier variación del gasto públi-
co también se traduce en una variación mayor de la producción.
En nuestro ejemplo significa que el desplazamiento de la demanda agregada podría ser superior a 1500
millones de euros que era el gasto realizado.
El efecto expulsión viene a ser lo contrario. Supone un incremento de la demanda agregada inferior al
gasto público realizado.
Viene dado porque un aumento de las compras del Estado, además de estimular la demanda de bienes y
servicios, también provoca una subida del tipo de interés, la cual tiende a atemperar la demanda de bienes y
servicios. La reducción que experimenta la demanda cuando una expansión fiscal eleva el tipo de interés
se denomina efecto expulsión.
En nuestro ejemplo, se produce un efecto expulsión cuando la demanda agregada se incrementa en menos
de 1500 millones de euros.
Recordemos que más arriba hablábamos de que cómo la política fiscal hacía referencia a dos grandes parti-
das, y cómo la administración de los ingresos era una de ellas.
75
Capítulo 8. Política fiscal
Aquí entramos en un debate que es muy común, no solo a nivel de contribuyentes sino también a nivel
académico. A saber, cuánto debemos pagar en concepto de impuestos. Ahí surgen diversos criterios e
intentaremos entrar a analizar con más detalle cómo impacta en los ciudadanos, la economía y las empre-
sas cada una de ellas.
Al igual que en el gasto público, también podemos hablar de efecto multiplicador y expulsión en función
de la magnitud del desplazamiento de la demanda agregada provocado por una modificación de los
impuestos.
Se da un efecto multiplicador cuando una bajada de impuestos estimula el gasto de consumo. Pero
también puede producir un efecto expulsión cuando esa misma bajada de impuestos provoca un aumen-
to de la renta que eleva la demanda de dinero, lo que tiende a elevar los tipos de interés. La subida de los
tipos de interés encarece la petición de préstamos, lo cual reduce el gasto de inversión.
Como en el caso del gasto público, dependiendo de la magnitud del efecto multiplicador y del efecto
expulsión, el desplazamiento de la demanda agregada puede ser mayor o menor que la variación de los
impuestos que lo ha provocado. Veremos más adelante que el mayor coste de una imposición no viene
dado de manera directa sino indirecta, afectando a todos ciudadanos.
Es evidente que los ingresos (tributarios) del Estado deben ser proporcionales a sus gastos para poder finan-
ciarlos y garantizar que el Estado pueda funcionar y, a su vez, responder a todas las necesidades que
emanan de la sociedad.
El Estado necesita recursos para funcionar y hacer frente a otros gastos que surgen de actividades como
la inversión, responsabilidades frente al sector público y la satisfacción de otras necesidades que puedan
surgir. Ahí es donde debemos tener claro que toda acción estatal se materializa a través de recursos
disponibles. Si el Estado no tiene una capacidad fiscal adecuada que le permita financiar su acción, esta
no se puede materializar. Y si las necesidades sociales no son atendidas y empiezan a acumularse, puede
crearse un malestar social que impida la puesta en marcha de otras políticas. De ahí que el Estado debe
elaborar las estrategias fiscales adecuadas para hacer frente a sus políticas, ya que vemos que la rela-
ción entre los recursos que debe tener el Estado para responder a las necesidades sociales y la acción
estatal es prácticamente directa.
El Estado no logrará materializar la acción estatal si no dispone de recursos suficientes para responder a
esas necesidades sociales. De ahí que se dé la circunstancia de que los programas y proyectos públicos que
implican gasto dependan directamente del nivel de recursos disponibles. Si una ciudad o pueblo necesita un
ambulatorio, los ciudadanos deben entender que si el Estado no tiene recursos, no va a poder construirlo.
Básicamente, se viene a decir que no te preguntes por qué en algunos países no hay de nada si no se pagan
impuestos. Hay que aclarar que esta frase lapidaria solo se puede aplicar a países con un nivel mínimo de
desarrollo, ya que hay estrategias fiscales que no se pueden aplicar en países muy pobres.
Volviendo a nuestro problema de falta de recursos, entendemos que si no hay recursos, el Estado no
puede proveer de nuevas escuelas, plazas de mercado u hospitales. De ahí que corresponde al Estado
generar estrategias para lograr la obtención de recursos suficientes que le permitan responder a estas
necesidades sociales.
76
Economía internacional y globalización
Aquí tiene que llamarnos la atención que la principal diferencia entre ingresos tributarios y no tributarios viene
porque los primeros nacen de los impuestos, que a su vez es una de las manifestaciones del poder ejecutivo
del Estado. Los impuestos se materializan a través de leyes, cosa que no ocurre con las partidas no tribu-
tarias como puede ser una tasa municipal para financiar la recogida de basura. Las leyes emanan del par-
lamento nacional y tienen una serie de requisitos y universalidad que no tienen las partidas no tributarias.
Ejemplo
Pongamos por ejemplo el caso de España, donde el impuesto que grava las rentas del trabajo, lla-
mado impuesto sobre la renta de las personas físicas, viene regulado por la Ley 35/2006, del 28 de
noviembre del 2006. Lo mismo ocurre con el impuesto que grava los beneficios empresariales, lla-
mado impuesto de sociedades, que es regulado por la Ley 43/1995 del 27 de diciembre del año 1995.
Con las tasas y las multas no ocurre lo mismo. Basta un bando municipal, si estas son de ámbito local, para
regularlas. Los alquileres públicos no requieren ni eso.
Vemos por tanto que el “combustible” que el Estado utiliza para materializar su acción sale de los ciudadanos.
Somos las personas, físicas y jurídicas, léase empresas, las que financiamos al sector público para que haga
frente a los gastos necesarios para su funcionamiento y puesta en marcha de sus planes y programas, como
pueden ser obras públicas, subsidios, etc.
Siempre que hablo de la sociedad hago referencia, en primer lugar, al individuo, ya que este es el sujeto
alrededor de la cual pivota cualquier ciencia social, y la economía lo es. Pero también hablo de empresas,
ya que no dejan de ser personas jurídicas que participan de ese “tejido”.
Cuando una empresa tiene un modelo de negocio que le proporciona saludables beneficios, por lo gene-
ral, sus empleados suelen cobrar salarios razonablemente buenos, sus acreedores suelen cobrar sus deudas
77
Capítulo 8. Política fiscal
con intereses puntualmente y sus accionistas están satisfechos con sus dividendos y con el equipo directivo.
Suele causar asombro cuando nos enteramos de que una gran empresa multinacional paga salarios de
miseria, incluso para el nivel salarial local, a trabajadores en países en desarrollo para la manufactura de sus
productos. Por lo general suele darse este fenómeno cuando estas multinacionales subcontratan una parte
de la producción a empresas locales en países como China o Vietnam. A pesar de que esa multinacional
mire a otro lado porque le viene bien a su cuenta de resultados, finalmente suele haber consumidores que no
lo ven con buenos ojos. Lo dicho, este fenómeno que he comentado se suele dar, pero no es la norma que
rige nuestro tejido empresarial local. Eso sí, como afecta a empresas que pueden ser muy globales genera
mucho “ruido”. Lo normal, y lo que vemos en nuestro entorno, es que si un sector como puede ser la banca
es muy rentable, los que trabajan en ella suelen ganarse, como colectivo, la vida mejor que la media.
Así que, si vamos a analizar el impacto de los impuestos en la sociedad, debemos entender que afecta a
empresas e individuos, y si afecta a empresas, en un efecto de segunda ronda, acaba por afectar al indivi-
duo. Pensemos que si una empresa quiebra, sus empleados se quedan sin trabajo. Sus acreedores pueden
ver su solvencia afectada si el impago de las deudas afecta a su solvencia, dejando a aún a más personas
sin empleo. Y así podemos tirar de un hilo que puede ser muy largo y que acaba por afectar al mismo Estado,
que puede terminar gastando más de lo presupuestado en subsidios cuyo pago, a lo mejor, requiere subir
impuestos, si la cuantía de estos es muy alta.
Ya hemos visto en el apartado anterior que la implementación de los programas y planes del Estado
requiere de financiación para ponerse en marcha. También hemos visto que la relación es directa, ya que
sin recursos no existe la acción estatal. Por ese motivo, puede crearse un discurso político que justifique la
imposición, incluso la sobreimposición, diciendo que los impuestos garantizan el funcionamiento del Estado
para así responder a nuestras necesidades sociales. En otras palabras, gracias a que pagamos impuestos,
tenemos servicios públicos.
Y ¿cómo se legitima que a los ciudadanos se nos detraiga nuestro dinero para financiar al Estado? En reali-
dad, el sistema se basa en tres grandes pilares:
1. Los ciudadanos aportan según su capacidad económica: implica el principio de que los ricos apor-
tan más que los pobres, proporcionando una “equidad marginal”.
2. La acción estatal beneficia a todos por igual: implica el principio de equidad en el disfrute de los
servicios.
3. A mayores tasas impositivas, mayor recaudación fiscal, y por ende, más recursos consigue el Esta-
do. Esto le permitiría implementar la acción estatal con mayor rapidez y cobertura.
Surge la duda si estos tres pilares se cumplen o no en la realidad. Así que vamos a analizar cada pilar por separado.
Respecto al primero, según el cual los ciudadanos aportan según su capacidad económica, hay una serie de
“peros” que se nos ocurren. Lo cierto es que el propio diseño del sistema fiscal impide que se cumpla ese prin-
cipio. En primer lugar, se gravan las rentas y no los patrimonios. Por lo general, el impuesto que grava las rentas
del trabajo suele ser progresivo en la mayoría de los países, lo que significa que el que más salario gana, más
paga. Pero eso no es lo mismo que decir que los ricos pagan más. Normalmente un sistema fiscal intenta ser no
confiscatorio, así que el hecho de poseer bienes no es un hecho imponible por sí mismo. Alguien puede tener un
porfolio de acciones valorado en muchos millones de euros, y por ese hecho no tributa. Respecto a los inmuebles
ocurre lo mismo. Ser rico porque se poseen casas, tierras y acciones no implica un pago impositivo per se. Se
gravan las rentas que producen esos bienes, como pueden ser los alquileres cobrados por esos inmuebles y los
78
Economía internacional y globalización
dividendos cobrados. Así que, si alguien posee muchos bienes, no los rentabiliza mucho y decide no trabajar, pue-
de verse tributando menos que alguien que solo tiene un salario medio. Se gravan las rentas, no los patrimonios.
Así que estamos ante un principio que no se cumple, salvo que miremos al segmento de los asalariados. Ahí
sí podemos decir que aquellos que cobran mayores salarios pagan más impuesto sobre la renta que los
que cobran menos. Pero no es estrictamente cierto que los más ricos paguen más que los menos ricos.
Suele darse, cierto, pero no tiene por qué.
Además, hay toda una serie de beneficios fiscales de los que solo pueden aprovecharse las rentas más
altas, ya que en ocasiones requiere la construcción de un entramado societario que no está al alcance de
un asalariado de rentas medias.
Por último, no debemos perder de vista la figura de los impuestos indirectos que gravan a todos por igual
independientemente de su nivel de renta y patrimonio. Hablamos del IVA, que grava las compras, por poner
un ejemplo. Si alguien tiene unas rentas muy bajas y una vez pagado el alquiler, todo lo que le queda se lo
gasta en suministros y en la compra, se verá tributando por ese concepto un porcentaje de su renta disponi-
ble enorme, comparado con aquellos que dedican a ese concepto una fracción de sus ingresos.
En cuanto al segundo principio, según el cual la acción estatal beneficia a todos por igual, hace referencia a
un principio de igualdad en la recepción de los servicios públicos. Desde una perspectiva simplista, pue-
de entenderse que este principio se cumple estrictamente. Si se crea una línea de autobús, esta beneficia a
todos por igual, ya que por el mismo precio tienen acceso a la misma ricos y pobres. Si el autobús está casi
lleno suelen entrar primero los que más tiempo llevan esperando en la parada. ¿Qué hay más justo que eso?
Pero para comprender si este principio se cumple debemos preguntarnos si los servicios que se nos brindan
desde el Estado se ajustan a las preferencias de los ciudadanos. ¿Están los ciudadanos satisfechos con los
servicios públicos? ¿Se prestan en la forma y plazo requeridos? Y ahí ya vemos que hay fallas. De nada sirve
crear una nueva línea de autobús “para todos” si casi nadie la usa porque su recorrido no les sirve a muchos
ciudadanos, o porque pasa con poca frecuencia, o porque nunca cumple con los horarios. En algunos paí-
ses se observa con frecuencia que cuando alguien llega a un nivel de renta determinado prefiere escolarizar
a sus hijos fuera del sistema público de educación porque piensa que estarán mejor formados en un colegio
privado. O que prefiere acudir a la sanidad privada porque piensa que va a ser mejor atendido. También surge
la pregunta si esos servicios pueden ser prestados de manera mejor y más barata por el sector privado.
Vemos, por tanto, que no está claro que este principio se cumpla.
En cuanto al tercer principio, el que nos dice que, a mayores tasas impositivas, mayor recaudación, hace
referencia a una idea que viene a decir que, si existe un gasto apremiante, pongamos que se debe una emer-
gencia por una inundación, ¿basta con subir un poco los impuestos, recaudar más y con eso cubrimos el
gasto? No está claro que eso se cumpla, aunque parezca obvio. Puede cumplirse y puede no cumplirse. Lo
más importante que debemos entender es que cuando subimos los impuestos, el que sea, iniciamos una
cadena de desincentivos económicos:
79
Capítulo 8. Política fiscal
Con lo que hemos visto hasta la fecha, podemos entender por qué muchos teóricos consideran los impues-
tos un “mal necesario”. Por un lado, a nadie le gusta pagar impuestos. Aunque por otro, entendemos que hasta
cierta medida son necesarios para que el Estado pueda funcionar y dar respuesta a las necesidades sociales.
Ya hace tiempo que no estamos ante el debate de “impuestos sí o no” sino de “cuál es la carga fiscal ade-
cuada”. Pensemos que a todos nos gusta salir por la mañana de casa sabiendo que podemos ir tranquilos
por la calle porque tenemos protección policial, que podemos dirimir nuestros litigios en un juzgado y acudir
a un hospital si nos sentimos mal. La pregunta que nos hacemos hoy en día es cuál es la cuantía adecuada
que debe exigírsenos en ese concepto. Y eso se debe a que los impuestos tienen impacto en la sociedad.
Por poner un ejemplo, un incremento en el impuesto sobre la renta hace que los individuos tengan menos
renta disponible y no puedan consumir tanto como antes del impuesto. Esto hace que se produzcan efectos
de segunda, tercera o cuarta ronda:
•• Tiene un impacto en segunda ronda de empresas facturando menos por sus bienes y servicios ya que
la demanda ha disminuido.
•• Las empresas se ajustan bajando precios (para incentivar el consumo) y despidiendo empleados
(para ajustar sus costes).
•• Aumenta el trabajo informal.
Otro ejemplo para ilustrar el fenómeno sería observar cómo un incremento del impuesto sobre hidrocarbu-
ros hace que la gente consuma menos gasolina:
Otra consecuencia negativa de la imposición viene explicada por la famosa frase que dice que “todo
impuesto reduce su base”. Esto nos viene a decir que:
Y así un largo etcétera. Lo que es importante es que entendamos que andar creando impuestos o subiendo
los existentes tiene impacto en la vida económica de un país. En el ejemplo del impuesto al café he querido
llamar la atención sobre un efecto de la política fiscal, que supone incentivar una actividad mediante el gra-
vamen, y su consecuente desincentivo, a otra actividad similar.
80
Economía internacional y globalización
Cuando hablamos de los costes asociados al pago de impuestos, podemos distinguir dos tipos de costes.
El coste directo, correspondiente a la tasa del impuesto, y el coste indirecto, que he llamado coste social.
El coste directo es el que paga el sujeto pasivo en los plazos que prevé la ley y siempre que se haya produci-
do el hecho imponible:
Pero ¿es ese el único coste que se paga? Veámos con un ejemplo de una subida del IVA qué colectivos
quedan afectados:
1. Los consumidores:
•• Compran menos por la subida del precio final.
•• Incremento de los pagos informales.
2. Los vendedores:
•• Venden menos.
•• Contratan menos empleados o reducen sus sueldos.
•• Incremento de salarios informales.
3. Los fabricantes:
•• Como venden menos pasan a fabricar menos.
Vemos como una subida del IVA incrementa el riesgo de estancar la economía, y debemos tener claro que
los costes sociales que conllevan los impuestos los pagamos todos: consumidores, inversores, fabricantes,
empresas y el Estado. Sí, el Estado también se puede ver afectado negativamente. Si se cumple que la eco-
nomía se contrae a resultas de un ejercicio poco responsable de la política fiscal, el Estado puede ver sus
ingresos fiscales netos muy reducidos.
Los impuestos afectan de manera directa o indirecta a todos los ciudadanos. Los individuos
asumimos los costes indirectos de una mala política tributaria a través de menos renta disponible,
desempleo, inflación, etc.
El Estado debe elegir en qué gastos incurre con cuidado, porque subir los impuestos para financiar
el gasto puede tener efectos muy perjudiciales para una economía.
81
Capítulo 9
En el manual, hemos ido analizando los que considero los elementos más destacados de la economía inter-
nacional. Sin duda hay muchos más, pero opino que han sido cubiertas las perspectivas tanto empresaria-
les como financieras en amplia medida.
No hemos de olvidar que la economía real no deja de ser la otra cara de la moneda de la economía financie-
ra y viceversa. Esto quiere decir que esta financia a aquella, o que los flujos financieros internacionales son
el reflejo de los flujos de bienes y servicios que se producen.
Ejemplo
Un ejemplo muy sencillo viene a ser una compra hecha desde Valencia, por internet, a Amazon del
Reino Unido. Desde la cuenta corriente del comprador salen unos euros, que convertidos a libras
esterlinas por el intermediario, el banco del comprador, o Visa y Paypal, sirven para pagar el objeto
comprado, que es enviado del Reino Unido a España.
82
Economía internacional y globalización
Si aplicamos esta lógica a una empresa que produce, por ejemplo, coches, y que tiene parte de su produc-
ción deslocalizada, tendríamos que extender este análisis:
Aplicando esta lógica a todo el sector del automóvil “a nivel mundial” veremos que las consideraciones pue-
den ser casi infinitas.
En un mundo globalizado todo está interconectado. Una empresa que vende productos en España puede
tener un call center en Bolivia desde el que atender a sus clientes españoles, aprovechando de esta manera
diferenciales en los niveles salariales y potenciales incentivos que el gobierno boliviano pueda estar dando a
las empresas extranjeras que se establezcan ahí.
Aplicando esto al mercado laboral, debemos entender que aunque hablemos de bienes y servicios, produc-
tos y financiación, existe una dimensión que viene dada por las personas involucradas en todos estos proce-
sos. Dicho de otro modo, ¿cómo afecta todo esto a las personas directa e indirectamente?
Uno de los ángulos desde el que se analiza la actividad económica es la del mercado laboral (Avent, 2017, p. 73).
El paro no deja de ser un indicador del bienestar de una sociedad. Los países más prósperos no solo tienen
niveles mayores de ocupación, sino que, además, lo tienen de empleo estable.
Las implicaciones de los elementos que hemos ido analizando en el mercado laboral son evidentes, pero se
explican mejor con un ejemplo, aplicado solo a nivel nacional:
•• Una bajada de los niveles de inflación de la eurozona permite bajar los intereses del euro para así esti-
mular su economía.
•• Recordemos que la bajada de los intereses se instrumenta en el BCE vía compra de activos en el merca-
do financiero inyectando “dinero nuevo” en el sistema monetario (operaciones de mercado abierto).
•• Un aumento de la masa monetaria provocar una expansión del ciclo y, por tanto, un incremento a
corto plazo de la demanda de trabajo.
En paralelo, como vimos anteriormente, un aumento de la masa monetaria puede llevar a un aumento de
la inflación:
83
Capítulo 9. El impacto de la economía internacional en el mercado laboral
Vemos que no hay fórmulas mágicas, y que las soluciones que se antojan tentadoras a corto plazo pueden
provocar efectos negativos a largo plazo.
El ejemplo puede ampliarse a una dimensión global, ya que una expansión artificial del ciclo en la zona Euro
puede provocar que la zona libra esterlina o la zona dólar hagan un movimiento en la misma dirección para
no perder competitividad relativa.
Por último, insistir que todos los componentes de la economía están interrelacionados y, por ende, todo
tiene impacto en el mercado laboral:
•• Una variación en la cantidad de dinero en circulación ya hemos visto el impacto que tiene en los nive-
les de empleo.
•• Una variación en el precio del dinero, los tipos de interés, afecta inversamente al ciclo económico y
por tanto a los niveles de empleo.
•• Una variación en los niveles de inflación tiene efectos en la competitividad de una economía y a
medio plazo tiene impacto en los niveles de empleo.
•• Una bajada del tipo de cambio hace que las exportaciones aumenten ya que sale más barato para los
extranjeros comprar nuestros productos, afectando positivamente al ciclo productivo del país expor-
tador, y por a su mercado laboral.
•• Una subida de los impuestos afecta negativamente al mercado laboral.
•• El incremento del gasto público asociado a la subida afecta positivamente a corto plazo.
Es, por tanto, importante recordar que todas las variables económicas están relacionadas entre sí, y que
estas relaciones cambian de dirección en función del tiempo. Ya hemos visto más arriba que una bajada de
tipos que ayuda al mercado de trabajo a corto plazo puede perjudicarle a largo.
84
Capítulo 10
Los mercados financieros siguen de cerca los indicadores económicos. Pero su análisis plantea una serie
de preguntas: ¿cómo deben evaluarse estos indicadores? ¿Cuáles son los más atractivos y relevantes?
¿Con qué frecuencia deben supervisarse?
10.1. Definición
Los indicadores económicos son un conjunto amplio de datos económicos que ofrecen información
frecuente y fiable acerca de la situación y perspectivas de la actividad económica y que permite
aproximar los valores de las variables macroeconómicas básicas. Son utilizados para ayudar a evaluar la
salud general de un país. Son publicados regularmente por instituciones públicas y privadas, y ofre-
cen una visión del estado de las diferentes economías y de las fluctuaciones de las monedas que repre-
sentan (Stutely, 1993).
Mediante el análisis de estos indicadores, es posible predecir los posibles cambios en el mercado de
divisas y, más concretamente, los cambios de las monedas sometidas a un régimen de cambio flotante.
Sin embargo, algunos parámetros económicos tienen mayor influencia que otros. Su impacto depende
de distintas variables, como el tipo de indicador, el peso relativo del índice considerado y el tamaño del
país o zona monetaria en cuestión.
85
Capítulo 10. Los indicadores económicos
10.2. Clasificación
Existen tres tipos de indicadores económicos: adelantados, coincidentes y retardados.
1. Los indicadores adelantados:
•• Predicen la actividad económica real.
•• Reflejan las impresiones que tienen los consumidores y los profesionales sobre las tendencias
económicas.
•• Los indicadores principales se ven confirmados o refutados por los indicadores de resultados.
Ejemplo: el índice de confianza del consumidor respecto al PIB.
2. Los indicadores coincidentes:
•• Miden la actividad económica real en el momento de su publicación.
•• Proporcionan una evaluación concreta de la actividad económica real.
Ejemplo: el PMI manufacturero de un país o de una economía.
3. Los indicadores retardados:
•• Se refieren a actividades económicas pasadas, evaluadas durante un periodo definido.
•• Confirman o refutan una tendencia reflejada por un indicador principal.
•• Tienen un efecto inmediato en el mercado de divisas.
Ejemplo: la tasa de desempleo.
86
Economía internacional y globalización
El país y la zona monetaria son elementos clave a la hora de determinar qué indicadores son los más rele-
vantes que deben vigilarse. Estos variarán en función de las actividades comerciales de su empresa y de su
presencia internacional.
Como algunos países tienen economías muy importantes en términos globales, los indicadores económicos
asociados también pueden generar un impacto global. Además de analizar los diferentes tipos de indicado-
res, se recomienda leerlos en términos geográficos, por país o zona monetaria. Los países que forman par-
te del G7 son los más importantes a seguir, y de entre ellos destacan cuatro economías que merecen una
atención especial:
•• Estados Unidos de América. Los Estados Unidos son la mayor economía del mundo en términos de
PIB y el dólar estadounidense se considera un refugio seguro.
•• La eurozona. Con más de 340 millones de habitantes en 2019, la zona euro es una región económica
especialmente importante, con Francia y Alemania a la cabeza del grupo con sus sólidas economías.
El EUR/USD es el par de divisas más negociado del mundo.
•• Japón. La economía japonesa es la tercera del mundo en términos de PIB. El yen japonés (JPY) es
una de las monedas más negociadas en el mercado de divisas.
•• Reino Unido. Sexta economía mundial en 2019, el Reino Unido y su libra esterlina (GBP) tienen una
gran influencia en el mercado de divisas.
Dentro de estas zonas económicas se siguen de cerca una serie de cifras económicas clave, que además
nos pueden dar una pista sobre el comportamiento de sus divisas. Esto nos lleva a preguntarnos, ¿a qué
indicadores debemos prestar una atención particular?
•• Informe sobre las nóminas no agrícolas (Non farm Payrolls). Informe mensual que establece el
número de empleos creados fuera del sector agrícola.
•• ISM. Índice mensual que vigila los cambios en el sector manufacturero y proporciona una medida de
la expansión o recesión de la economía.
•• PMI de Chicago. Índice similar al ISM, que abarca únicamente la región del Medio Oeste.
•• Confianza del consumidor. Encuesta realizada a los consumidores que refleja sus impresiones sobre
el estado de la economía y las perspectivas de los hogares.
Como Alemania representa el 30 % del PIB de la zona euro, los indicadores europeos se refieren principal-
mente a este país. No son totalmente representativos de los resultados económicos de toda la eurozona,
pero permiten conocer el rendimiento de la moneda única.
•• IFO. Encuesta alemana sobre la situación actual y las perspectivas de las empresas.
•• ZEW. Encuesta similar al índice IFO, centrada únicamente en el sector bancario.
87
Capítulo 10. Los indicadores económicos
•• PMI manufacturero de la zona euro. Encuesta a los directores de compras de la zona euro como
reflejo de la confianza.
•• IPC de la zona euro. Índice mensual que ofrece una visión general de la inflación en la eurozona.
•• IPC de Francia. Índice mensual similar al IPC de la zona euro, pero relativo únicamente a Francia.
En términos de PIB, Japón es la tercera economía del mundo, a pesar de una tasa de crecimiento relativa-
mente baja durante un largo periodo.
•• Encuesta Tankan. Encuesta de empresas privadas del sector manufacturero realizada por el Banco
de Japón, que proporciona una indicación de si la economía se está expandiendo o contrayendo.
•• IPC nacional. Encuesta mensual a las empresas del sector servicios que evalúa las perspectivas de
este sector.
•• PMI manufacturero. Encuesta a las empresas privadas del sector manufacturero que refleja los resul-
tados económicos de este sector.
•• PMI del sector servicios. Encuesta mensual a empresas del sector servicios que evalúa las perspec-
tivas de este sector.
•• IPC. Índice mensual que mide la inflación en el Reino Unido.
•• RPI. Índice de precios al por menor.
Los operadores y analistas económicos y de mercado supervisan de manera especial los tipos de indi-
cadores presentados anteriormente. Algunos tienen un impacto significativo en el momento de su publi-
cación. Otros no tienen un efecto aparente a nivel global en lo inmediato.
El impacto de un indicador en el mercado depende de varios factores, como el alcance y la precisión de los
datos analizados, así como la zona monetaria en cuestión. Uno de los factores clave sigue siendo el elemento
sorpresa. Cuanto más inesperados sean los datos revelados, mayor será el impacto en los tipos de cambio.
88
Capítulo 11
Otra herramienta muy útil para analizar el entorno económico son los informes publicados por distintos
organismos. En ellos se pueden analizar los distintos aspectos de la realidad y el entorno económico desde
diferentes ángulos, como pueden ser informes sobre el mercado inmobiliario español, sobre la política de
tipos de interés del BCE, etc.
•• Organismos Internacionales.
•• Bancos centrales.
•• Bancos comerciales.
•• Bancos de inversión.
•• Agencias de rating.
Es importante que el grado de rigor de los mismos sea el mismo que el del organismo que los produce. Sin
embargo, sin entrar en críticas, se ha acusado a los organismos públicos de publicar informes donde sus
predicciones tienen un sesgo más optimista que el de los privados. De alguna manera, aunque es una ten-
dencia que desde los años 90 del siglo xx ha ido bajando, parece que las previsiones recogen el componen-
te político que los organismos públicos no dejan de tener a pesar de su independencia.
89
Capítulo 11. Los informes económicos
Entre los organismos internacionales que publican informes que son de mucho interés, cabe destacar el FMI.
En el caso de los bancos centrales, el Banco de España tiene un servicio de estudios muy reputado.
La banca de inversión pone informes periódicos a disposición de sus clientes para orientarles en las decisio-
nes de inversión. Suelen ser diarios, mensuales y anuales, y además estar subdivididos por productos como
pueden ser la renta fija, la bolsa, el mercado de divisas, el mercado de deuda pública.
En el caso de las agencias de rating, son informes que las empresas piden y pagan a modo de informe inde-
pendiente para servir de información a futuros inversores.
90
Capítulo 12
La globalización
12.1. Definición
Repasando las diferentes definiciones que se da para el fenómeno globalizador he observado que muchas
pasan por el mismo de manera superficial incidiendo, sobre todo, en el aspecto económico del mismo.
A pesar de haber leído muchísimas propuestas, me parece que la que propone la versión española de Wiki-
pedia nos acerca de manera sencilla al fenómeno:
Proceso histórico, económico, tecnológico, político, social y cultural a escala mundial que
consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del
mundo, uniendo sus mercados sociales a través de una serie de transformaciones sociales y
políticas que les brindan un carácter global (“Globalización”, 2018).
Importante en esta definición es incidir que la globalización tiene distintas dimensiones, como puede ser la
política y la cultural, al margen de la económica.
Debemos tener presente que la globalización es un proceso que no solo es económico, pero hay que enten-
der que, como muchos aspectos de nuestras vidas, tiene una segunda lectura económica. Cuando un
91
Capítulo 12. La globalización
estudiante de Bogotá considera la posibilidad de aprender chino mandarín, estamos ante un fenómeno cul-
tural o académico, pero probablemente ese mismo estudiante evalúa qué impacto puede tener en su futuro
perfil profesional ser bilingüe en español y chino mandarín. El hecho de que unos estudiantes en Latinoa-
mérica o Europa consideren la posibilidad de estudiar chino, por seguir con el ejemplo, es fruto de la glo-
balización. Esas mismas personas son las que ven que hay un tráfico de personas y mercancías en ambas
direcciones, resto del mundo a China y viceversa, y terminan por evaluar el impacto positivo (económico)
que tendrá en sus vidas aprender un idioma nuevo a la hora de formar parte de esa “arquitectura” de inter-
cambios económicos entre China y el resto del mundo.
Lo mismo ocurre cuando vemos la oferta de restaurantes que hay en las grandes ciudades del mundo. Raro
es que no estén representadas la gran mayoría de las cocinas locales del mundo. En Madrid, sin ir más lejos,
podemos ir a restaurantes donde sirven comida colombiana, etíope o peruana, por citar países que han glo-
balizado su cocina más recientemente que, por poner un ejemplo, Italia o China.
12.2.1. La cronología
Tratándose la globalización de un proceso histórico tiene todo el sentido del mundo que no dejemos a un
lado la dimensión cronológica del proceso. Después de todo, si atendemos a la cronología, venimos de
estar menos globalizados a estarlo más. Qué duda cabe.
Este tema nuestro da para extenderse lo que uno quiera, pero debemos tener en cuenta el objeto de este
texto, y he decidido quedarme con 6 momentos que creo que suponen épocas o momentos que son clave
para entender el proceso globalizador:
92
Economía internacional y golbalización
93
Capítulo 12. La globalización
Colón llega a tocar tierra en el Caribe. No se trata de un viaje de exploración o de conquista. Colón
fue a buscar nuevas rutas comerciales. Para que nos entendamos, fue en busca de una mejor ruta
para comprar todos esos bienes que se producían en abundancia en oriente y que en occidente gus-
taban mucho.
Es el descubrimiento de América el que empieza a convertir el mundo en la aldea global que cono-
cemos ahora. Los españoles descubren muy pronto que pasando las islas del Caribe hay tierra firme,
tan pronto como que en 1513 descubren el océano Pacifico. Es entonces cuando el comercio de Asia
con Europa coge dimensión global, ya que se hace vía “las Américas”. No debemos olvidar que el
continente americano viene a ser la fuente de riqueza que financia dicho comercio de Europa con
Asia. El oro y la plata de América vienen a ser “el combustible” que hace que el comercio mundial coja
un impulso desconocido hasta la fecha.
A raíz del descubrimiento, empiezan a surgir los primeros productos globales. Uno es, sin duda, el
tabaco, que tiene el añadido que viene de América. Pero otros se vuelven globales gracias a que
pueden cultivarse en América y venderse a buen precio en el resto del mundo, como puede ser el
café. Y por último, hay que mencionar que la moneda que articuló el comercio en los tres continentes,
“el real de a ocho” español, fue la primera moneda global de la historia. Circuló en China, en todos los
territorios americanos, tanto si eran de la Corona Española como si no, y también en Europa. En las
colonias británicas se la conocía como el “spanish thaler”.
Se estima que la población mundial era de unos 500 millones de personas entonces.
5. La Revolución Industrial (2.ª mitad del siglo xvii).
Esta es la segunda revolución que creo que es fundamental para entender el mundo de hoy. Se pro-
duce en la segunda mitad del siglo xviii. Viene a ser el periodo donde la humanidad vive el mayor con-
junto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales desde la Revolución Neolítica,
acontecida, como hemos visto, unos 10 mil años antes.
El proceso creo que es de sobra conocido. Los trabajos artesanos se mecanizan y se implantan
fabricas que producen en serie y de forma mucho más barata productos que antes se fabricaban de
manera artesanal. La población rural huye a las ciudades en busca de una vida mejor dando lugar a la
proletización de los trabajadores. A pesar de que en nuestra retina han quedado grabadas imágenes
dickensianas sobre las terribles condiciones de vida y trabajo para muchos entonces, lo cierto es que
esta revolución también trajo muchos beneficios. El primero de ellos es el fin de la “trampa malthusia-
na”, de la que hablaremos más adelante.
Se estima que la población mundial rondaba por entonces unos 850 millones de habitantes.
6. ¿Dónde estamos hoy?
Viendo, de manera muy resumida, el viaje de la humanidad desde el paleolítico superior hasta hoy,
cabe preguntarse en qué momento estamos sumidos ahora mismo. Todos tenemos la sensación de
que estamos en un periodo con muchos cambios. Cambios, en ocasiones, tan intensos que a veces
tenemos la impresión de que hay aspectos de nuestra vida que cambian a un ritmo más rápido de lo
que culturalmente se puede asimilar. Y es normal que así sea en épocas de grandes cambios sociales.
¿Estamos inmersos en una revolución digital? ¿O simplemente estamos viviendo la tercera revo-
lución industrial sin darnos cuenta? El tiempo lo dirá. Ahora mismo estamos demasiado cerca para
ver las cosas con perspectiva. Será mucho más sencillo echar la mirada atrás en cien años y sacar
conclusiones.
La población mundial del año 2022 se estima en 7800 millones de personas.
94
Economía internacional y golbalización
Figura 11
Fechas clave en el proceso de globalización
•• Revolución neolítica
•• División del trabajo
8 000 a. C. Población estimada mundial: 8 millones
•• Empieza el proceso civilizador tal como lo
conocemos (Civitas > Ciudades)
•• Caída de Constantinopla
•• El Atlántico ofrece nuevas rutas a la India
29 de mayo de 1453 •• La Ruta de la Seda se cierra para Occidente Población estimada mundial < 450 millones
(España y Portugal)
•• El Mediterráneo se articula de manera distinta
•• ¿Revolución digital?
HOY Población estimada mundial 850 millones
•• ¿3. ª revolución industrial?
95
Capítulo 12. La globalización
Thomas Malthus fue un clérigo anglicano y estudioso inglés que se hizo famoso en 1798 cuando publicó
su Ensayo sobre el principio de la población. El autor explicaba que la humanidad estaba condenada a la
pobreza extrema, o al menos buena parte de ella, porque la población aumentaría con más rapidez que el
suministro de comida. La explicación venía porque la población aumenta en progresión geométrica, mien-
tras que el suministro de comida y otros recursos solo podía aumentar en progresión aritmética.
Fue una teoría muy sugerente que arraigó en las mentes de sus contemporáneos. Incluso hoy no es raro oír
a algunos dirigentes y pensadores, normalmente agoreros de futuras catástrofes, dar un tono malthusiano a
sus pronósticos si no se sigue su “recetario ideológico”.
Lo cierto es que Malthus estuvo equivocado. A la vista está: seguimos aquí, somos más que nunca y hay
menos hambre que nunca. La probabilidad de que un niño que nazca hoy muera de hambre es la más baja
de la historia. Todo un logro al que el proceso globalizador no es ajeno. Solo hay que ver como los que viven
aislados, viven mucho peor.
A pesar de que Malthus erró en sus pronósticos, los historiadores económicos y los investigadores del desa-
rrollo han acuñado el concepto de “trampa malthusiana” para caracterizar la aparente ausencia de cre-
cimiento económico en el largo plazo de la historia. Y este fenómeno rige las vidas humanas hasta que la
Revolución Industrial permite poner fin a esa trampa, como más adelante explicaré.
Lo que viene a decir el concepto es que la humanidad vivía en el umbral de la supervivencia. Que bási-
camente los seres humanos eran pobres. Podía darse una circunstancia que hacía que los recursos de una
familia, de un pueblo o todo un sector de la población aumentaran y que estos acabaran por enriquecerse.
Entonces se producía un incremento de la población hasta alcanzar el umbral de la pobreza de nuevo. La
especie humana acababa teniendo siempre todos los hijos que podía mantener, lo que hacía que a medio
plazo la población volvía al nivel de supervivencia. Básicamente, lo que el concepto de trampa malthusiana
nos viene a decir, es que la mayoría de los humanos han sido pobres en el medio plazo, en términos per cápita.
¿Cómo salió la humanidad de la trampa malthusiana? Cuando al final del siglo xix los países
industrializados empiezan a vivir los beneficios de la industrialización. Hablamos del Reino Unido,
Estados Unidos y el norte de Europa.
Lo cierto es que la Revolución Industrial fue un proceso que ayudó a automatizar los procesos productivos
con grandes consecuencias para los seres humanos de la época:
96
Economía internacional y globalización
Como vemos, se produce un círculo virtuoso que hace se invente más para producir mejor. El desarrollo
tecnológico revoluciona todos los sectores:
Es tal el desarrollo en los países industrializados que los dirigentes se dan cuenta que necesitan a personas
con formación para hacer que las fábricas funcionen. Se necesitan contables, ingenieros, capataces y otros
oficios que requerían de la alfabetización de la población y su formación.
Es en el seno de los países que se industrializaron primero donde la alfabetización de la población se gene-
raliza, y además lo hace a ritmo bastante acelerado. Los países se dan cuenta que para seguir creciendo
necesitan invertir en capital humano. Desde el poder político se alienta a la formación de los niños, y son las
propias familias las que deciden tener menos hijos y dedicarles más tiempo y recursos.
Vemos, en el entorno de 1800, que la tasa de natalidad baja (siempre en los países industrializados) y que las
familias dedican tiempo y recursos en alimentar, cuidar y formar a sus hijos. Por primera vez en la historia hay
un cambio de paradigma donde las familias “invierten” en la formación de capital humano. Este es un fenó-
meno que en los países desarrollados dura hasta hoy.
Cuando analizamos la dimensión cronológica del proceso globalizador me aseguré de añadir en cada
parada que hacíamos cuál era el número de habitantes estimado para la época en el mundo.
Pensemos en lo vacío que estaba el mundo en el Paleolítico Superior. Tenemos que imaginar que en toda la
península ibérica a lo mejor no había más de 20 000 habitantes, cuando hoy somos unos 58 millones entre
España y Portugal. Comentábamos que todos los habitantes de la tierra cabrían en una ciudad mediana y
sobraría sitio. Pero es que los habitantes de la península ibérica cabían todos en un estadio de segunda división.
Un mundo vacío tiene impacto en el crecimiento económico y el progreso. Si no hay gente, no hay trans-
misión de ideas. Pongamos por caso un grupo de cazadores recolectores que descubre una nueva forma
de tallar el bifaz y hacerlo más eficiente y duradero. Si el grupo es muy pequeño, puede darse una desgracia
natural que mate a todos los miembros del mismo y la innovación muera con ellos. Solo si se pueden transmi-
tir las ideas, estas pueden expandirse y mejorarse.
Pongamos, por ejemplo, el fuego. Actualmente se piensa que fue el Homo Erectus el que consiguió con-
trolar el fuego hace 1,6 millones de años. Pensemos los poquitos que debían ser en aquella época, y el
tiempo que los llevó dominarlo. Puede que hubiera grupos que dominaban el fuego y desaparecieron sin
poder transmitir el secreto. Probablemente fue un proceso que llevó miles de años porque debió redescu-
brirse en muchas ocasiones.
Y esa es una pauta que debemos tener presente siempre. Cuando hay poca población, las innovaciones no
se transmiten, ni existen mejoras tecnológicas relevantes. Las ideas se propagan muy lentamente si no hay
personas suficientes para ello (Ridley, 2011).
97
Capítulo 12. La globalización
Esto nos permite entender porque vivir en zonas más pobladas favorece el desarrollo técnico y económico.
Cuantos más seamos alrededor de un proceso disruptivo más fácil será que se implementen mejoras cada
poco tiempo, incrementando la prosperidad del grupo.
•• Ur necesita cuatro horas en fabricar una lanza y tres horas en fabricar un hacha de mano. Total: siete horas.
•• Gor necesita una hora en fabricar una lanza y dos horas en fabricar un hacha de mano. Total: tres horas.
En un planteamiento simplista, podemos tener la sensación de que el encuentro de estos dos personajes va
a ser estéril. Gor hace todo mejor que Ur y podría tener la tentación de ignorarle.
Pero la historia nos demuestra que no solo no le ignora, sino que, al contrario, empiezan a comerciar.
Una característica que se le reconoce al homo sapiens es que siempre ha usado el comercio como punto
de encuentro. De hecho, es la única especie de homínido que sabemos a ciencia cierta que comerciaba.
Podemos encontrar yacimientos paleolíticos donde encontramos hachas de piedra cuya materia prima ha
sido minada a miles de kilómetros de donde se ha hallado. Poco a poco, realizando intercambios, un bifaz
minado en Siberia puede acabar siendo excavado en un yacimiento de la península ibérica.
Pero volviendo a Ur y a Gor, decíamos que acabarían encontrando la manera de colaborar. ¿Cómo? Pues
haciendo cada uno lo que mejor sabe hacer:
•• Ur puede fabricar dos hachas de mano en seis horas (una hora de ahorro).
•• Gor puede fabricar dos lanzas en dos horas (una hora de ahorro).
•• Y si cada uno cambia la pieza que le sobra por la que le falta, ambos han ganado una hora con el
intercambio. Esa hora la pueden dedicar a cazar, recolectar o fabricar más piezas para futuros inter-
cambios.
Observemos que estamos ante un proceso, que, si se repite suficientemente ayuda a la especialización del
trabajo:
Si nos detenemos a mirar qué cosas tienen en común ambas piezas, se me ocurren al menos dos:
•• Tanto el hacha como el teléfono están diseñados para caber en una mano.
•• Ambos están obsoletos.
98
Economía internacional y globalización
Figura 12
Productos manufacturados por el hombre
Respecto a su obsolescencia, hay que decir que el hacha tardó muchos milenios en quedarse obsoleto. Ya
hemos visto anteriormente que la ausencia de innovación ha hecho que la obsolescencia no apareciera en
mucho tiempo. Sin embargo, el teléfono se retiró del uso a los pocos años de salir al mercado.
Entrando a comentar las diferencias, observamos que el hacha está fabricada con un solo material, que es la
piedra. En cuanto al teléfono vemos que está hecho con multitud de materiales. Vemos plásticos, diferentes
metales en los circuitos y la batería, entre muchos otros.
Pero, además, el teléfono incluye todo un universo de ideas que han colaborado en su construcción. Se
combina la idea de comunicarnos a distancia con la idea de hacerlo sin cable. La idea de guardar la energía
en una batería, y así sucesivamente.
Otra diferencia es que el hacha la ha fabricado un solo individuo y en el caso del teléfono han colaborado
muchísimas personas. De manera directa han participado todos los empleados de Nokia. De manera indirec-
ta los miles de individuos que han trabajado fabricando plástico, circuitos, transportando componentes fabri-
cados por un tercero, entre otros. Observamos que los humanos hemos demostrado la capacidad de crear
redes colaborativas para producir objetos muy complejos que, de hacerlo solos, no podríamos producir.
Tenemos que entender que este es el fenómeno que consigue que nuestra renta per cápita suba mientras
aumenta la población.
Figura 13
6,000
4,000
2,000
1 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800 2000
Nota: Adaptado de “Statistics on World Population, GDP, and Per Capita GDP, 1-2008 AD”, por A. Maddison, Fondo Monetario Internacional.
99
Capítulo 12. La globalización
Observamos en el gráfico que, a medida que vamos siendo más numerosos, también vamos siendo más
prósperos. Vemos que desde que salimos de la trampa malthusiana nuestro PIB per cápita no para de subir.
•• Cualquier niño nacido hoy tiene la menor probabilidad de la historia de morir de hambre.
•• Cualquier niño nacido hoy tiene la mayor probabilidad de la historia de llegar a la edad adulta.
•• La esperanza de vida se ha elevado un 30 % en el último medio siglo.
•• La mortandad infantil se ha reducido en un 65 % en el último medio siglo.
•• La producción de alimentos per cápita ha crecido un 30 %
•• La renta per cápita se ha triplicado en los últimos 50 años.
Quiero adelantar que a pesar de todos estos logros sigue habiendo en el mundo muchísima pobreza extrema y
malnutrición, pero también creo que hay sitio para ser optimistas. En el futuro próximo vamos a ser muchísimos
más a compartir nuestras ideas para crear un mundo mejor. Cuando en los próximos 50 años nuestra población
vuelva a doblar su tamaño, probablemente veamos cómo hemos solucionado buena parte de los problemas que
hay ahora y estaremos inmersos en otros. Opino que cuanto más seamos, más razones hay para ser optimistas.
Ya veremos más adelante, los efectos de la globalización son beneficiosos pero asimétricos. De ahí que
cueste ver los beneficios globales.
La globalización está conectada con el desarrollo del comercio internacional y la distribución mundial de
la producción de bienes y servicios, a través de la reducción de las barreras al comercio internacional, tales
como los aranceles, los derechos de exportación, y las cuotas de importación, y a través de la reducción de
las restricciones al movimiento de capitales y de la inversión.
Ejemplo
Pongamos, por ejemplo, el caso de los call center de la banca de inversión anglosajona en la India. Evi-
dentemente el racional de esta deslocalización es muy simple: se presta el mismo servicio a menor coste. .
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Economía internacional y globalización
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Por tanto, la empresa que subcontrata gana, el cliente no pierde ya que no le impacta el cambio, y en
la India hay un montón de trabajadores que de otro modo podrían verse en situación de desempleo.
Es cierto que los beneficios de la globalización pueden ser complicados de ver ya que suelen ser asimé-
tricos. Cuando uno ve como una empresa como Nike fabrica sus balones de futbol, por poner un ejemplo,
en un país como Vietnam, para ahorrar costes, lo único que se nos viene a la mente es la cuenta de resulta-
dos de Nike. Pero para las empresas y familias vietnamitas el impacto es superlativo. Una fábrica de material
deportivo en su aldea cambia el nivel de vida de todos sus habitantes. Pensemos en todas las personas que
dejan su aldea para trasladarse a la nuestra para poder trabajar en la fábrica y poder labrarse un futuro mejor
para ellos y sus hijos.
Otro ejemplo que ilustra los beneficios de la globalización es China. Pensemos en el desarrollo económico
tan espectacular que han tenido en las últimas dos décadas, y cuanto ha tenido que ver la globalización en
el mismo. Recordemos que China se ha convertido en el destino de la deslocalización industrial de casi
todos los países industrializados de occidente.
Las pequeñas y medianas empresas pueden encontrar que es difícil, sin embargo, resistir a la competen-
cia mundial y garantizar los derechos laborales de los trabajadores. A las empresas transnacionales no
se les puede hacer fácilmente responsables de las violaciones de los derechos humanos cuando la empre-
sa está legalmente constituida en un estado y lleva a cabo su operación en otro. Muchas de las empresas
transnacionales son conscientes de este conflicto, y muchas han desarrollado códigos de responsabilidad
social por sus actividades, especialmente cuando han tenido efectos negativos sobre el medio ambiente y
las comunidades.
Hoy en día, podemos ver también un aumento de las empresas que elaboran un código de conducta para
sus actividades, sean transnacionales o no. Por último, hay que recordar que los boicots y las campañas por
parte de los consumidores también ha llevado a las empresas transnacionales a prestar más atención a la
responsabilidad social y a los riesgos de su reputación.
101
Enlaces de interés
Validación de IBAN
En la página iban.global es posible validar un IBAN desde cualquier parte del mundo. Este verificador pro-
porciona información detallada sobre el número IBAN, incluso si es válido y si pertenece a la cuenta ban-
caria correcta.
https://iban.global/
Política Fiscal
En el siguiente vídeo podrás visualizar una interesante explicación sobre política fiscal, desde su definición y
tipos, pasando por el gasto público, hasta los impuestos. Todo ello ilustrado con ejemplos.
https://www.youtube.com/watch?v=KQ5M3NR51-Q
TED
En TEDGlobal 2010, el autor Matt Ridley muestra cómo, a lo largo de la historia, el motor del progreso humano
ha sido el encuentro de las ideas para crear nuevas ideas: el cerebro colectivo.
https://www.ted.com/talks/matt_ridley_when_ideas_have_sex
102
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Autor
Carlos H. Siemens
ISBN: 978-84-19314-93-2
Reservados todos los derechos©
Universidad Internacional de Valencia - 2023