Este documento describe las principales ideas económicas mundiales del siglo XX, incluyendo el capitalismo, socialismo e imperialismo, así como la globalización. También analiza el desarrollo de las economías mixtas y de planificación centralizada.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
13 vistas4 páginas
Este documento describe las principales ideas económicas mundiales del siglo XX, incluyendo el capitalismo, socialismo e imperialismo, así como la globalización. También analiza el desarrollo de las economías mixtas y de planificación centralizada.
Este documento describe las principales ideas económicas mundiales del siglo XX, incluyendo el capitalismo, socialismo e imperialismo, así como la globalización. También analiza el desarrollo de las economías mixtas y de planificación centralizada.
Este documento describe las principales ideas económicas mundiales del siglo XX, incluyendo el capitalismo, socialismo e imperialismo, así como la globalización. También analiza el desarrollo de las economías mixtas y de planificación centralizada.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4
Estudiar economía
LAS IDEAS ECONOMICAS MUNDIALES
Introducción Durante el siglo XX, la organización económica y social de las naciones del mundo ha experimentado cambios muy importantes. En líneas generales el hecho más significativo del siglo ha sido la conformación de un mundo bipolar contrapuesto: la economía capitalista y la economía socialista (o de “planificación centralizada”), cuyo estudio requiere de un análisis profundo tanto por las diferentes variantes experimentadas por el capitalismo como por las características específicas que tuvo el socialismo en cada uno de los países en los que se instauró. La Era del Imperialismo Recordemos las importantes transformaciones que se produjeron en los países capitalistas “centrales” a principios del siglo XX: por un lado, la declinación de Inglaterra, cuna de la Revolución Industrial, ante el surgimiento de nuevas potencias como EEUU, Alemania, Francia, Italia, Japón. Por otro lado, la libre competencia entre empresas atomizadas dejó paso a un sistema de grandes corporaciones que ejercieron un fuerte predominio sobre los restantes agentes económicos. Estas corporaciones, al encontrar pocas oportunidades de realizar negocios de alta rentabilidad en sus países de origen, comenzaron a expandirse y a exportar capitales desde los países “centrales” a los países “periféricos”, iniciándose la “Era del Imperialismo” El sistema capitalista al que pertenecían, determinaba que la producción y la distribución y el consumo de los bienes y servicios debían organizarse a través de una economía de mercado libre, en el que las empresas privadas eran las que producían la mayor parte de los productos manufacturados y, además, controlaban los servicios, el comercio y la banca; y el Estado se ocupaba de proveer seguridad, educación y atención sanitaria. Paralelamente el capitalismo también se desarrollaba en los países periféricos pero condicionando un desarrollo en cierta forma desigual y desarticulado tanto por influencia de la exportación de capitales de los países “centrales” como de la dependencia tecnológica y de insumos que denotaban los países “periféricos”. No olvidemos también que otras variantes experimentadas por el capitalismo en los países “periféricos” se originaron en que el desarrollo productivo de éstos estaba circunscripto casi exclusivamente a lo agropecuario y minero con la elaboración de productos primarios. Otra variación experimentada por el capitalismo la constituyó la circunstancia de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Por tal motivo las economías de los países europeos se transformaron en “economías de guerra” que subordinaron el conjunto de la actividad productiva a las prioridades militares. Así, el abastecimiento de productos básicos para la población civil quedó reducido, imponiéndose el racionamiento de los alimentos y de los bienes de consumo, lo que originó un gran “mercado negro” de tales bienes. Para financiar la guerra los estados recurrieron a los préstamos y a la emisión de dinero, desencadenándose una creciente inflación que disminuyó el poder adquisitivo de las monedas. Durante la crisis de 1929/1930 se vieron afectadas todas las economías capitalistas del planeta: había sobreproducción que no encontraba compradores, lo que provocó el cierre de empresas que derivó en aumento del desempleo, a lo que se sumada la deflación (disminución) de los precios, que atentaba tanto contra la producción como contra el nivel de ingreso de los obreros. La influencia de Keynes en estas economías en crisis motivó que el Estado tenga un nuevo rol que permita la generación de empleo haciéndose cargo de las áreas desatendidas por el sector privado, naciendo así las denominadas “economías mixtas” En estas economías mixtas las empresas privadas seguían existiendo y liderando la producción y la acumulación de capital y el Estado pasaba a regular el ciclo económico para contener las recesiones, participando de algunos segmentos de la producción de bienes y servicios. Por otra parte, el Estado también se hizo cargo de algunos aspectos de la seguridad social (por ej.: sistemas previsionales; seguros de desempleo; etc.) y generó empleo a través de la construcción de obras públicas, originándose un efecto multiplicador que benefició a la economía capitalista en su conjunto. Por último, y dentro del desarrollo de las economías mixtas, con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los estados industrializados (Desarrollados) colocaron bajo su control la totalidad de la economía, planificando la producción y la asignación de recursos. La Instauración del Socialismo Durante el desarrollo de la Primera Guerra Mundial, totalmente independiente de ella y por razones propias de la vida del Imperio Ruso, en 1917 se produjo una revolución encabezada por los bolcheviques que terminó con el régimen zarista y devino en la instauración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y la puesta en marcha de un nuevo sistema económico: el socialismo. La característica principal de este sistema era la planificación centralizada de la producción y la distribución. Esto significaba que las decisiones acerca de qué, cómo y cuándo producir no las tornaban las empresas privadas ni se dirimían en el mercado en función de la oferta y de la demanda, sino que recaían sobre la autoridad estatal. A partir de la instauración de este sistema económico predominaron en el mundo dos formas de organización económica y social. Por un lado, el capitalismo, un sistema en que el mercado obraba como articulador de la producción, la distribución y el consumo; y por otro, el socialismo, en que dichas funciones eran asumidas por el Estado a través de su comité de planificación. El Fin del Mundo Bipolar A fines de la década de los sesenta y comienzos de los setenta, el orden internacional que se consolidó tras la Segunda Guerra Mundial entró en crisis y ésta perjudicó tanto a las economías mixtas como a las de planificación centralizada. La crisis se desató tanto por la feroz competencia entre las grandes potencias capitalistas como por la carrera armamentista que imponía el enfrentamiento con la Unión Soviética (denominada “guerra fría”). Su consecuencia principal en las economías mixtas radicó en que las economías centrales comenzaron a crecer a tasas más bajas; hubo superproducción de bienes y creció el desempleo, sobre todo en el sector industrial. En cuanto a las economías de planificación centralizada, la organización de la producción y la distribución se había tornado excesivamente rígida y burocrática. En este marco, la Unión Soviética se atrasó y perdió terreno en la carrera tecnológica con los grandes países capitalistas. En los años ochenta, el sistema soviético comenzó a colapsar y, a fines de esa década, el bloque socialista se desintegró. LA GLOBALIZACION Introducción El desmoronamiento del sistema socialista ayudó a consolidar un proceso que había comenzado a gestarse en los años setenta: La GLOBALIZACION, a la que entendemos como que todo lo que sucede en algún lugar del mundo tiene consecuencias en los acontecimientos que se producen en muchos lugares del mundo. En otras palabras: los procesos económicos, sociales, políticos, culturales. etc., cada vez alcanzan mayor interconexión, traspasando las fronteras nacionales con creciente facilidad. Historia del Proceso Globalizador Desde la antigüedad el mundo conocido fue interconectándose, puesto que siempre existieron estados con ambiciones expansionistas que impusieron, sobre todo por la fuerza militar y por el comercio, su forma de vida y sus leyes a otras sociedades. En el actual proceso denominado “globalización” se hace más evidente la cobertura prácticamente universal del mismo, puesto que los grandes capitales financieros tienen el protagonismo central, sobrepasando la capacidad de control de los estados nacionales. Ello, sin dejar de lado el uso de aquellas herramientas de dominio expansionista: la fuerza militar y el comercio. Uno de los aspectos centrales del actual proceso globalizador es la fuerte expansión de las corporaciones transnacionales. Éstas controlan y dirigen la mayor parte del flujo de mercancías y capitales a través del planeta, y realizan la mayor parte de las innovaciones tecnológicas. La gran expansión de estas corporaciones fue el resultado del predominio de las ideas neoliberales, las que promovieron le apertura de las fronteras del comercio internacional de modo tal de permitir la fluidez necesaria para movilizar capitales, tecnología, insumos y productos elaborados. La liberalización del ingreso del capital extranjero de los países “centrales”; a las economías de los países “periféricos”, facilitó la especulación financiera que destruyó a las empresas de capitales domésticos y permitió la obtención de espacios de poder político a aquellos países centrales que, sin pudor, permitieron a que por ejemplo, EEUU invadiera Yugoslavia (1999) e Irak en 2003. La expansión de las corporaciones transnacionales pone de manifiesto dos realidades simultáneas e inherentes al proceso globalizador: el grado de concentración y las diferentes formas que adoptan las inversiones en función de la geografía económica mundial. Ello nos muestra que unas pocas corporaciones concentran el grueso del stock mundial de inversiones extranjeras directas y, que todas ellas pertenecen a las principales potencias mundiales. La conformación de bloques regionales Otra de las características del actual orden internacional es la tendencia a la conformación de bloques regionales. Se trata de la formulación de acuerdos entre países cercanos geográficamente para fomentar el crecimiento de los flujos comerciales y de capitales. Dentro del conjunto de los países industrializados existen dos grandes bloques regionales: la Unión Europea y el Nafta. La Unión Europea concentra a casi todos los países europeos (recuerden que hace unos meses prosperó el Brexit de Inglaterra que abandonó esta Unión) habiendo logrado lanzar una moneda común (el euro) y la elección de un parlamento regional. El Nafta está integrado por EEUU, Canadá y México, donde la integración se limita sólo a los acuerdos comerciales con aranceles preferenciales en relación a los vigentes para el resto de los países. Finalmente, cabe destacar el caso del MERCOSUR (Mercado Común del Sur) integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Se trata de un bloque comercial que ha implementado la reducción de aranceles para el comercio exterior entre los países que lo integran. Los resultados obtenidos han sido importantes en materia de crecimiento del comercio. Apenas iniciado el funcionamiento sumó como adherentes a Chile, Bolivia y Venezuela. Lamentablemente el camino dictatorial tomado por Venezuela motivó a los restantes países de este conglomerado a suspender su participación. Actualmente el gobierno vigente en Argentina desde diciembre de 2019 no se muestra afín a la situación política de los restantes Estados miembros ya que su visión se acerca más a la de Venezuela que a la de estos países.