Capítulo 2
Capítulo 2
Capítulo 2
ESTRATEGIAS EMPRESARIALES
2. Alternativas estratégicas
2.1.3. Diferenciación
4. Herramientas estratégicas
Los elementos internos se refieren a cómo las diferentes piezas que componen la empresa
(personas, departamentos, actividades), habrán de organizarse para lograr y mantener esa
ventaja competitiva. Una característica diferencial de una empresa en la creación,
producción o comercialización del producto o servicio, puede ser tan determinante en la
obtención de dicha ventaja como cualquiera de los elementos externos.
• Plantea objetivos a largo, medio y corto y los medios necesarios para conseguirlos, para
todas las áreas funcionales de la empresa. LEAN MANUFACTURING
Una forma de definir las tareas directivas integrando las perspectivas corporativa, de
negocio y funcional”.
Una estrategia es el conjunto de decisiones que una empresa puede tomar sobre las
actuaciones a realizar y sobre los recursos que puede utilizar para llevar a cabo estas
actuaciones. Todo ello busca alcanzar una serie de objetivos empresariales a diversos niveles,
relacionados con el éxito.
Todo esto se tiene que gestionar teniendo en cuenta el entorno económico, tecnológico y
social, considerando además, las posibles reacciones de la competencia de la empresa.
Por tanto, estrategia es la búsqueda deliberada de un plan de acción que una organización
realiza para crear y mantener ventajas competitivas. Se entiende por ventaja competitiva a
una característica diferencial que una compañía tiene respecto a otras compañías
competidoras que le confiere la capacidad para alcanzar unos rendimientos superiores a
ellas, de manera sostenible en el tiempo.
No basta con tomar decisiones, hay que garantizar que la estrategia se lleve a cabo.
Aerolínea: Llantas al aire (la empresa solo gana dinero si está volando)
El placer de volar
Muebleria: Muebles en una caja plana (muebles para armar)
Automotriz: Seguridad al volante (Volvo)
Automotriz: Experiencia de manejo (BMW)
Internet: Buscador número uno en el mundo (Google)
Celular Arquitectura Cerrada (Apple)
El análisis estratégico.
La elección estratégica.
La implantación de la estrategia.
a) El análisis estratégico.
b) Elección estratégica.
Es necesario determinar qué tipo de estrategia se quiere implantar, ya que cada tipología
estratégica responde a unas características de la empresa o de su entorno.
• Es la manera en que una organización define como crear valor
• Define las acciones y recursos a emplear para cumplir con los objetivos.
Estrategias Corporativas.
Se Diseñan en base al Como Donde y Con qué valores ejercemos nuestra actividad.
Es una estrategia que se diseña a largo plazo, marca la dirección general del negocio y define
parámetros fundamentales como la misión, los objetivos, la visión, el mercado, la cultura y
los valores de la empresa entre otras.
Estas estrategias definen quienes somos, a quienes nos dirigimos y cómo hacemos nuestro
trabajo.
Definen como vamos a competir en el mercado, son estrategias a Medio plazo alineadas con
las estrategias corporativas, se analiza cómo funcionan los competidores
c) La implantación de la estrategia.
• Plantea objetivos a largo, medio y corto plazo y los medios necesarios para
conseguirlos, para todas las áreas funcionales de la empresa.
Para definir una estrategia que permita el éxito empresarial es conveniente tener en cuenta
algunos aspectos:
• Debe marcar unos objetivos claros y decisivos, que supongan un salto cualitativo de la
empresa, pero también determinar los medios para alcanzarlos
• Debe ser consistente, de manera que las metas y políticas que defina vayan en la misma
dirección sin presentar incongruencias
• Debe suponer una concentración de esfuerzos. Una estrategia eficaz, por lo general, suele
requerir concentrar la actividad, esfuerzo o atención en un número bastante reducido de fines.
Lo que disminuye implícitamente, los recursos disponibles para otras actividades.
• Debe ser factible con la situación y capacidades de la empresa, sin agotar los recursos
disponibles ni generar problemas de difícil solución
Aunque cada empresa debe definir su estrategia en función del mercado y de sus propias
características, hay varias alternativas estratégicas genéricas por la que puede optar en un
momento dado.
Aunque Porter nunca declaró que estaba hablando de estrategias para crecer, de una forma
evidente todas las acciones van encaminadas en la senda del crecimiento, bien sea del tamaño
de la empresa, de sus beneficios o de su rentabilidad.
Según su criterio, hay tres estrategias de éxito potencial para desenvolverse mejor que otras
empresas en el sector: el liderazgo general en costes, la diferenciación y el enfoque o alta
segmentación (en la que también se puede dar un enfoque hacia los costes o hacia la
diferenciación).
Esta estrategia consiste en vender los productos o servicios a precios muy bajos, a través de
una reducción en los costes. Normalmente es aplicable a grandes empresas preferiblemente
del sector industrial.
Hoy en día, la opción estratégica del liderazgo de costes está más basada en una gestión
adecuada de la cadena del valor, que lleva a subcontratar fuera de la empresa todas aquellas
actividades en las que no sea competitiva desde la óptica del coste, y guardando los mínimos
necesarios de calidad percibida y servicio al cliente. En cualquier caso, y aún hoy, la opción
del coste bajo suele implicar la obtención de una cuota de mercado elevada, grandes
inversiones en equipamiento industrial, líneas de productos amplias y productividades
elevadas. El acceso prioritario a las materias primas, antes fundamental, ahora ha perdido
relevancia, mientras que la capacidad de compra en mercados internacionales y el acceso a la
distribución son imprescindibles.
La posición de líder de costes da a la empresa una defensa contra sus competidores, ya que sus
menores costes le permiten obtener beneficio aun cuando éstos ya no los obtienen, a fuerza
de bajar los precios.
También la defiende frente a los compradores poderosos, ya que éstos sólo podrán bajar los
precios hasta el nivel del competidor que le siga en eficiencia. Y contra los proveedores, ya
que tendrá más flexibilidad que los demás para enfrentarse a incrementos de precios.
Para los nuevos entrantes y productos sustitutivos podemos aplicar el mismo razonamiento
que a los competidores.
Una estrategia de liderazgo de costes, sin embargo, puede dejar en una situación vulnerable a
la empresa frente a cambios tecnológicos ya que podría quedar anclada en sus máquinas e
instalaciones de la tecnología anterior. Ejemplos de estos cambios tecnológicos profundos que
descolocan a las empresas líderes si no reaccionan a tiempo pueden ser: las revoluciones en
los relojes (cuarzo frente a mecánicos), o en los ordenadores (válvulas frente a chips) o mucho
más recientemente en los motores diesel frente a los de gasolina.
La posición del liderazgo de costes sigue siendo válida para competir, como lo era hace treinta
años. Los medios y técnicas para alcanzar esa posición son distintos hoy, como lo serán dentro
de veinte años respecto a los de hoy.
2.1.3. Diferenciación
La diferenciación nos defiende frente a los competidores, debido a la lealtad de los clientes y a
la teórica menor sensibilidad de éstos al precio. La lealtad del cliente es también una barrera
de entrada importante. La diferenciación produce márgenes más elevados para negociar con
los proveedores, y claramente mitiga el poder de los compradores, ya que éstos carecen de
alternativas comparables y por lo tanto son menos sensibles al precio. Por último, una
empresa que ha conseguido diferenciar sus productos o servicios, y ha alcanzado altas cotas
de fidelidad por parte de sus clientes, estará mejor defendida frente a posibles sustitutivos que
sus competidores.
Ejemplos de este tipo de estrategia son múltiples: pilas Duracell que duran más que la
competencia, los zapatos Geox, basados en un innovador desarrollo tecnológico que permite
una mejor transpiración del pie, El Corte Inglés por su énfasis en el servicio, hoteles AC
diferenciados por su funcionalidad urbana, etc. Un ejemplo extremo de esta estrategia puede
ser la empresa Apple, cuyos productos buscan claramente, y consiguen, ser diferentes de los
de la competencia.
Evidentemente, en situaciones como la actual con una generalizada crisis económica, elevado
nivel de desempleo y malas expectativas futuras, las empresas que han optado por estrategias
de diferenciación con precios caros pueden sufrir más que las que han optado por reducir al
máximo costes y precios..
La estrategia se basa en la premisa de que la empresa puede así servir a su estrecho público
objetivo con más eficacia que los competidores que compiten de una forma más general. Aun
cuando la estrategia de enfoque no logra costes bajos o diferenciación desde la perspectiva del
mercado en su totalidad, alcanza alguna de ellas frente al objetivo de su mercado limitado en
tamaño.
La empresa que logra una alta segmentación también está defendida frente a las fuerzas de la
competencia, y por lo tanto alcanzará elevados rendimientos. Su enfoque implica que o
bien es un líder de costes o una empresa diferenciada, para su público, y por lo tanto tendrá
las ventajas que antes hemos contado para cada una de las otras dos opciones estratégicas.
Un ejemplo de estas estrategias puede ser los productos de lujo dirigidos a clientes con niveles
de renta muy elevados (Rolex, Ferrari), las empresas de alimentación especializadas en
producir alimentos para alérgicos o la agencia de viajes Nuba que se dirige a los viajeros que
disfrutan con la aventura.
La teoría clásica sostiene que la empresa posicionada en la mitad, que no ha optado por
ninguna de estas alternativas de forma clara, tendrá rendimientos menores que cualquiera de
sus competidores, y que tendrá un futuro difícilmente sostenible.
El modelo de Porter tiene la ventaja de presentar de forma sencilla y clara las principales
alternativas estratégicas que se presentan ante las empresas, pero para muchos expertos es
demasiado simplista y, además, tampoco tiene en cuenta los nuevos modelos de negocio
generados en la economía digital.
La empresa puede optar por ampliar la base de sus actividades, o diversificar, por alguna o
varias de las siguientes razones:
• Los excedentes financieros superan los recursos necesarios para la expansión en los
negocios actuales.
analizar…).
diferentes…
Pero, por encima de todos ellos, aparece la necesidad de aplicar el concepto de la dirección
estratégica a cada uno de los negocios, y la gestión de un número elevado de
actividades/negocios distintos implica un desgaste enorme… que puede debilitar la posición
estratégica de la empresa en sus negocios tradicionales.
Por esa razón, ha cambiado en los últimos años la forma en que las empresas líderes afrontan
el proceso de la diversificación. Mientras hace treinta años era absolutamente normal la
apertura de negocios relativamente distintos en cuanto la empresa tenía un tamaño mediano,
ahora lo que hacen es tomar participaciones accionariales en empresas de otros sectores, o
formar alianzas. De esta forma, toman una posición estratégica en negocios distintos de los
suyos, pero “delegan” la operativa diaria a conocedores profundos y especializados en ellos.
Un ejemplo de esta estrategia puede ser la toma de participaciones en el sector energético por
parte de empresas constructoras, producida en la última década.
En los tiempos que corren, cualquier diversificación debe estar fuertemente asentada en los
productos/mercados/tecnologías actuales, y si ese no es el caso, más vale crecer mediante
alianzas o participaciones en el capital
Entonces, para mantener la posición actual, habrá que emplear la misma presión competitiva
que los principales competidores, o la media del sector (normalmente, manteniendo la línea
estratégica actual)
Esta opción es la empleada por las empresas que no quieren mejorar sus ya buenas posiciones
en determinados mercados, para evitar ser acusadas de posición dominante.
Por este desarrollo, diversos elementos sobre los que se basaba el éxito de compañías líder en
los mercados han quedado desfasados:
Prensa online.
Tiendas online
Software en nube (“Software as a service”)
Portales de subastas
Portales de venta de cupones
Portales de contacto entre ofertantes y demandantes (Idealista, Infojobs, etc.)
Negocios basados en la intermediación (distribuidores, comparadores, agregadores,
etc.) etc.
Pero también se están desarrollando otros modelos que se basan en ofrecer servicios
completamente nuevos como las redes sociales, en los que el aspecto de la generación de
ingresos está todavía perfilándose en muchos casos. Probablemente, este es el cambio más
profundo que se está produciendo en la actualidad, lo que se conoce habitualmente con la
web 2.0 basado en el funcionamiento en Comunidad. Algunas experiencias especialmente
exitosas están en la mente de todos (Facebook, Tuenti, Twiter, Wikipedia, etc.) e incluso las
web especializadas en el intercambio de archivos entre usuarios (conocido como “Peer to
peer” o P2P), tan controvertidas por lo que afecta a derechos de autor.
Aunque en su origen las redes sociales se constituían como lugar de encuentro de personas
con intereses comunes sin un modelo de negocio definido, en la actualidad viven de la
publicidad y/o de los servicios Premium. Y probablemente, cuando alcancen el tamaño
suficiente pueden plantearse otros modelos de negocio como el comercio electrónico o la
organización de actividades para sus miembros.
Todas las empresas pueden y deben utilizar las redes sociales para difundir su imagen de
marca e incrementar su visibilidad (marketing viral). Pero también estar atentas a cómo
trabajan y a su evolución para descubrir nuevos modelos de negocio que puedan irse
generando y que sea factible incorporar a su estrategia comercial.
El punto de vista de Porter es que existen cinco fuerzas que determinan las consecuencias de
rentabilidad a largo plazo de un mercado o de algún segmento de éste. La idea es que el
emprendedor o la empresa debe evaluar sus objetivos y recursos frente a estas fuerzas.
Últimamente se ha propuesto (aunque no ha cuajado del todo) completar el modelo con una
sexta fuerza, el gobierno. Las empresas también han de tener en cuenta las acciones de los
gobiernos, no sólo por su capacidad legisladora y reguladora, sino porque intervienen en la
economía y puede convertirse en una competencia. Por ejemplo, los asesoramientos
prestados por instituciones de carácter público suponen una competencia a las consultoras o
las universidades públicas lo suponen de las privadas.
Un mercado o segmento no será atractivo cuando los clientes están muy bien organizados, el
producto tiene varios o muchos sustitutos, el producto no es muy diferenciado o es de bajo
costo para el cliente, lo que permite que pueda hacer sustituciones por igual o a muy bajo
costo. A mayor organización de los compradores mayores serán sus exigencias en materia de
reducción de precios, de mayor calidad y servicios y por consiguiente la corporación tendrá
una disminución en los márgenes de utilidad. La situación se hace más crítica si a las
organizaciones de compradores les conviene estratégicamente integrarse hacia atrás.
Un mercado o segmento del mercado no será atractivo cuando los proveedores estén muy
bien organizados gremialmente, tengan fuertes recursos y puedan imponer sus
condiciones de precio y tamaño del pedido. La situación será aún más complicada si los
insumos que suministran son claves para nosotros, no tienen sustitutos o son pocos y de alto
costo. La situación será aún más crítica si al proveedor le conviene estratégicamente integrarse
hacia adelante.
Para una corporación será más difícil competir en un mercado o en uno de sus segmentos
donde los competidores estén muy bien posicionados, sean muy numerosos y los costos fijos
sean altos, pues constantemente estará enfrentada a guerras de precios, campañas
publicitarias agresivas, promociones y entrada de nuevos productos.
Este modelo puede ser algo complejo para PYMEs y emprendedores, ya que probablemente
carecen de la posibilidad de acceder a esta información o del conocimiento del mercado para
poderla evaluar convenientemente.
Sin embargo, resalta algunos aspectos que el emprendedor debe tener en cuenta de una
manera especial
El análisis FODA es una herramienta muy valiosa para cualquier y resulta fundamental para la
toma de decisiones actuales y futuras pues da la pauta para conocer lo que se está haciendo
bien y todo aquello que representa un reto actual o potencial.
El análisis FODA permite tener un panorama más amplio de la empresa, crea un diagnóstico
certero y útil para detectar ventajas competitivas, problemas internos y externos, determinar
el curso que deberá seguir la compañía y difundir mejor las características de valor del
negocio, tanto a los miembros del equipo como a los clientes y leads.
Un análisis FODA permite planificar el crecimiento. Analiza las áreas clave en función de las
oportunidades y amenazas, consigue obtener la información que necesita para preparar el
equipo para el éxito.
Características del análisis FODA
El análisis FODA utiliza las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, como pilares que
dan contexto a la situación de la empresa. A nivel interno se valoran las fortalezas y
debilidades; a nivel externo, se considera el posible impacto de las amenazas y oportunidades.
Además de esto, existen tres características secundarias útiles para el análisis FODA.
a) Subjetividad
b) Iniciativa
Una matriz FODA no aporta resultados decisivos, sino que brinda información para el
desarrollo de estrategias. Estas deben ser recopiladas y jerarquizadas para su posterior
ejecución, con base en criterios de decisión complementarios.
c) Temporalidad
En cambio, las debilidades son aspectos negativos o grises de la empresa que pueden afectar
el cumplimiento de objetivos y resultados.
b) Análisis externo
En el diagnóstico externo se analizan diferentes condiciones que no dependen necesariamente
de la empresa pero alteran su desarrollo. Pueden presentarse como amenazas u
oportunidades, según sea el impacto que tengan en su operación. Algunos ejemplos podrían
ser los factores sociales, ambientales, políticos o legales.
Las amenazas son todo aquello que afecta a la empresa y que supone un riesgo o desequilibrio
para su desempeño. Dichas amenazas requieren un plan estratégico para prevenirse o
aminorar su efecto.
Las oportunidades son las situaciones o circunstancias del entorno que se deben aprovechar,
ya que son capaces de atraer beneficios para el futuro y crecimiento de la empresa.
Como lo mencionamos antes, este modelo ha resultado de utilidad en diferentes ámbitos, los
cuales te explicamos a continuación:
El objetivo de realizar este análisis FODA es hallar los puntos más relevantes de cada área y
definir las estrategias que se llevarán a cabo para optimizarlas.
Las fortalezas representan los puntos fuertes, ventajas, méritos, atributos y diferenciadores de
una empresa. Detectar los aspectos positivos sirve para sentar las bases del futuro de la
organización.
Las amenazas son problemas, desafíos, obstáculos o dificultades por los que puede atravesar
una empresa. Las amenazas pueden provenir por cualquier tipo de situación; por ejemplo,
cambios en el mercado o hasta crisis globales, como la que se experimentó con la pandemia de
covid-19. Estas situaciones pueden provocar conflictos o hasta poner en riesgo la permanencia
de la organización.
Para poder competir con garantías de éxito, las PYMEs deben diferenciarse, atender de forma
diferente (y mejor) que la competencia a las necesidades de segmentos concretos de
clientes. Deben ser capaces de generar una oferta única de valor para estos clientes
Por ejemplo, Volvo es percibida como una empresa automovilística centrada en la seguridad,
aunque en ocasiones la realidad de sus coches pueda desmentir tal percepción.
A pesar del carácter relativo del posicionamiento, la empresa o proyecto empresarial debe
definir cuál es el posicionamiento que quiere alcanzar y eso será una base de partida para
definir políticas y poner en marcha acciones en consonancia con dicho posicionamiento (de
producto, de servicio, publicitarias, etc.).