Curso Coaching Ontológico - Unidad 3

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Curso

Coaching Ontológico
Unidad 3:

Actos lingüísticos
Objetivos

Que los participantes logren…

Distinguir formas de hablar que le permitan mejorar su efectividad en la

comunicación con los otros.


Bloques temáticos
1. El arte de Proponer e Indagar
2. Actos lingüísticos Afirmaciones - Declaraciones
3. La danza de la promesa
4. La confianza
El arte de Proponer e Indagar

Modalidades del Habla

Retomando los conceptos vistos sobre los componentes de una


comunicación, Cuerpo, Lenguaje y Emoción, en este capítulo continuaremos
con el lenguaje y dentro del lenguaje vamos a trabajar en El Hablar.
Interpretamos al Lenguaje como Generativo.

Hablar es actuar

El lenguaje no solo nos permite describir la realidad,


sino CREAR realidades.

EL LENGUAJE GENERA SER.

Basándonos en los conceptos expuestos por el biólogo Humberto Maturana,


“Sólo podemos hacer lo que nuestra biología nos permite; no podemos traspasar
los límites de nuestras capacidades biológicas.”

Para que un ser humano sea capaz de hablar, deben darse ciertas condiciones
biológicas para lograrlo.

Sin esta estructura, no tendríamos las capacidades de oír o hablar en la forma


que lo hacemos.

Sin embargo, afirmamos que el lenguaje no es precisamente generado por


nuestras capacidades biológicas.

El lenguaje nace de la interacción social con los seres humanos. El lenguaje es


precisamente un fenómeno social y no necesariamente biológico.
Cuando interactuamos con el otro, no necesariamente lo hacemos hablando,
también lo hacemos a través de otros signos como los gestos, sonidos, etc.

Estos gestos, sonidos o eventos que interactuamos con


el otro, lo podemos hacer mediante un consenso , es
decir, porque compartimos un mismo sistema de gestos.

De hecho, los sistemas consensuados, pueden variar de


generación en generación, de cultura en cultura, de
diferentes países o idiomas, etc.

Cuando emitimos un gesto, el otro lo recibe y en función a ello reacciona.

Por ejemplo, veamos este diálogo:

Yo - Juan, por favor cerrá la puerta.

Juan - Ok

Yo – Gracias!

Juan – De nada…

También el no hacer nada como respuesta, es una reacción.

Podríamos decir que yo dije algo, el otro respondió, luego volví a decir algo y
nuevamente el otro respondió…ida y vuelta, para un lado y para el otro, como
una danza.

A esto se lo denomina el carácter recursivo del lenguaje humano.

Si quisiéramos continuar con el diálogo anterior, Juan podría preguntarme:

Juan – a qué puerta te estás refiriendo?

Yo – a la del pasillo…

Y podríamos continuar…
El carácter recursivo de nuestro lenguaje es que los seres humanos podemos
hacer girar el lenguaje sobre sí mismo.

Podemos hablar sobre nuestra habla, podemos hablar sobre nuestro lenguaje,
podemos hablar sobre la forma en que coordinamos nuestras coordinaciones.

La capacidad recursiva del lenguaje es lo que llamamos Reflexión y es la base


de la razón humana.

En una conversación,
cuando hablamos, tenemos
dos acciones, dos modos
diferentes y que se
complementan.

La modalidad de Proponer y
la modalidad de Indagar.

Proponer
En esta modalidad no sólo nos estamos refiriendo a expresiones como: “te
propongo ir al cine”, si bien esto es una propuesta explícita, cuando hablamos
de la modalidad de proponer, hablamos de mucho más que una simple
propuesta.

Algunos ejemplos de proponer:

◆ A mí me parece que…
◆ Yo opino…

◆ Yo siento…

◆ Estoy de acuerdo/desacuerdo con lo que decis…

◆ Te pido…

◆ No entendí...

Cuando proponemos, hablamos desde nuestras propias inquietudes,


revelamos nuestras experiencias, damos a conocer nuestra forma de observar
la situación, lo que creemos o queremos y los cursos de acción que
consideramos más adecuados.

En esta modalidad opinamos, tomamos decisiones, emitimos juicios.

El proponer es una modalidad donde solemos ser autorreferentes. Habla de


mi. Doy a conocer mi forma de ver, mi forma de pensar.

Entre las dos modalidades, esta es la que más suele estar presente en una
conversación aunque hay personas que no suelen utilizarla pues viven bajo las
creencias:

“no tengo nada que aportar”

“lo que diga no tiene valor o no importa” o lo que puede ser peor aún:

“lo que diga siempre tiene menor valor o menos importancia a lo que
puedan decir los demás”

Estas creencias impactan en sus vidas y afectan su dignidad.

También es importante remarcar algunos puntos donde utilizar


permanentemente esta modalidad puede cerrarnos posibilidades:

◆ Creer que nuestra verdad es “la verdad”

◆ Creer que nuestra opinión es “la mejor opinión”


◆ Carecer de la capacidad de cuestionarnos a nosotr@s mism@s

◆ No saber si esas opiniones que expresamos realmente son nuestras

◆ Confundir nuestras “hipótesis” con “certezas”

Cada vez que estamos hablando desde la modalidad de proponer, estamos


mostrando el observador que estamos siendo.

Indagar
Tal como hemos visto en la unidad 2,
la indagación es una de las
herramientas fundamentales para
reducir la brecha conversacional.

Indagamos para tener información


más específica. Podemos decir que en
la indagación, hablamos para
escuchar al otro, para informarnos,
para tomar una mejor decisión. Hablamos para que el otro revele sus
inquietudes y nos dé a conocer su forma de observar la situación y los cursos
de acción que considere más adecuados.

Cada vez que queremos conocer, saber algo del otro, cada vez que queremos
saber: ¿qué opina?, ¿qué piensa?, ¿qué siente?, ¿qué significa lo que quiso
decir?, preguntamos.
Si bien la pregunta es una herramienta de la indagación, podemos decir que
en esta modalidad hablamos para conocer el observador que es el otro. Para
conocer las inquietudes subyacentes. Hablamos para abrirnos al otro.

Existen varias formas de preguntar y de hecho, podemos diferenciar distintos


tipos de preguntas de las cuáles cada tipo tiene su propósito.

Podemos dividir así en tres grandes grupos:

Preguntas cerradas: Generalmente, esperan una respuesta del tipo “SI” o “NO”.
Cuando hacemos este tipo de preguntas estamos buscando confirmar aquello
que pensamos.

Por ejemplo:

¿Te gustan las motos?

¿Querés ir a cenar?

¿Estás casad@?

¿Tenés hijos?

Preguntas abiertas: Esta forma de preguntar, abre el camino a múltiples


respuestas. Abre la posibilidad de encontrar los pensamientos, deseos,
opiniones del otro.

Por ejemplo:

¿Qué te gustaría hacer ahora?

¿Cómo está conformada tu familia?

¿Qué opinás sobre…?

Preguntas inductivas: Son el tipo de preguntas que “esconden” de alguna


manera una proposición. Quieren encontrar una respuesta dirigida a lo que el
orador quiere.
Por ejemplo:

¿No se te ocurrió que podrías hacerlo de X manera?

¿No te parece que estaría bueno que fuéramos al cine?

A vos no te gusta trabajar en una oficina, ¿Verdad?

Más allá del tipo de información que queremos estar teniendo de la otra
persona, es muy importante indagarnos a nosotr@s mism@s sobre: ¿PARA QUÉ
pregunto lo que pregunto? ¿Cuál es mi inquietud?

Pensar es indagar.

¿Por qué hice esto?

¿Para que lo hago?

Indagar nos permite aprender.

Así como en la modalidad de proponer, existen juicios y creencias que pueden


impedir que utilicemos esta forma, en la indagación también.

Los niños, suelen indagar permanentemente pero cuando esos niños se


convierten en adultos, muchas veces dejan de hacerlo.

Existen cuestiones culturales, sociales donde el preguntar está “mal visto”. El


alumno que pregunta y pregunta se lo termina catalogando “el preguntón”, “el
molesto”.

Creencias como:

“Si preguntás mucho pasas por tont@”

“Si pregunto, se van a dar cuenta que no sé”


“Va a pensar que soy chismos@”

“Esto es sentido común” o “esto es obvio”

y puedo seguir…

Cuando caemos en el “sentido común”, dejamos de hacer preguntas.

Entonces:

¿Cuál de las dos modalidades es mejor?

No estoy diciendo que una es mejor que la otra. Lo importante es poder


identificar desde dónde hablamos, reflexionar sobre los resultados que nos
genera utilizar de “manera excesiva” (o de ninguna manera), una u otra
modalidad y en función a ello, podremos modificar nuestra forma de hablar y
obtener resultados diferentes.

Te invito a ver el video “Error en la oficina” que se encuentra


en el en la unidad 3 dentro del material y compartas tus
conclusiones en el foro de la unidad.

Actividad 1: Te invito a realizar la actividad grupal Indagar y


proponer que se encuentra en la unidad, dentro del foro.
Actos lingüísticos Afirmaciones -
Declaraciones
Según nuestra
concepción tradicional,
interpretamos al
lenguaje como
descriptivo, es decir,
describe nuestra
realidad.

Cuando decimos por


ejemplo: “la mesa es
redonda” o “el auto es
rojo” o “la cama es de
madera” estamos describiendo diferentes objetos y sus propiedades.

Este es el carácter descriptivo del lenguaje.

La realidad existe y a través del lenguaje la describimos.

La filosofía del lenguaje plantea que cuando hablamos, además de describir


una realidad existente también actuamos.

Según la concepción de Searle – Filósofo norteamericano – cuando hablamos,


ejecutamos un número restringido y específico de acciones.

Estas acciones en la ontología del lenguaje se la denomina Actos Lingüísticos


ya que estos actos también los podemos ejecutar de manera no verbal.

Todos los Seres Humanos, sin importar qué idioma hablemos, al hablar
hacemos afirmaciones, declaraciones, pedidos, ofertas, reclamos.
Así pues, podemos llegar a preguntarnos qué tiene primacía sobre las
acciones? ¿La palabra o el mundo?

A veces la palabra debe “adecuarse” al mundo y en otras, el mundo debe


“adecuarse” a la palabra.

Afirmaciones
Cuando decimos que la palabra sigue al mundo,
estamos hablando de las Afirmaciones. Corresponde
a lo que comúnmente llamamos descripciones o
hechos.

Es importante tener en cuenta que las descripciones


que podemos realizar sobre la realidad son en definitiva NUESTRAS
OBSERVACIONES sobre esa realidad, pues como hemos visto anteriormente
en los postulados no sabemos cómo son las cosas sino sabemos cómo las
interpretamos.

Podemos compartir con el otro lo que observamos por tener la misma


estructura biológica y compartir los mismos conocimientos y aunque
compartamos lo mismo que observamos, no podemos asegurar que lo
observado es “la realidad”, sólo podemos decir que compartimos nuestras
observaciones.

Las afirmaciones tienen las siguientes características:

◆ El observador reporta lo que observa

◆ Son Verdaderas o Falsas de acuerdo con la evidencia que se provea

y ésta sea aceptada por los demás.


◆ Relevantes o Irrelevantes de acuerdo con nuestras inquietudes.

◆ Cuando afirmamos, asumimos el compromiso de que nuestras

afirmaciones son verdaderas.

Por ejemplo:

Mido 1,60cm

Soy abogad@

Mi hijo mayor se llama Agustín

Lufthansa realizó el vuelo más largo de su historia: unió Hamburgo y las


Islas Malvinas

Todos estos ejemplos que pueden ser observables y comprobables.

La relevancia de estas afirmaciones estará dada de acuerdo a las inquietudes


tanto para el que habla como para quién escucha.

Decir que soy abogad@ puede ser relevante para quién habla dado que quiere
dar a conocer sus estudios universitarios y tal vez puede no ser relevante para
quién lo escucha a menos que esté necesitando un abogad@.

Siguiendo con el ejemplo, el compromiso que asumo al decir “soy abogad@” y


que esto sea verdadero, impacta en mi entidad, tanto pública como privada.

¿Qué pasaría si al querer demostrarlo no tengo evidencia, no tengo un título


que lo avale? ¿Cómo impacta en mi identidad? ¿Cuánto creerán los demás
sobre mí cuando afirme algo en un futuro?

Quiero hacer un breve paréntesis para distinguir entre las aseveraciones y las
afirmaciones desde la mirada ontológica:

Cuando digo, por ejemplo:


Juan es una “buena persona”

En este caso, estoy aseverando lo que para mí es “ser una buena persona” y
cuando observo a Juan, observo que cumple con esas condiciones.

En este caso estoy expresando lo que yo observo de Juan y que a mi juicio es


ser “buena persona” y aunque otr@s puedan compartir mi observación sobre
Juan, expresar que es “buena persona” es discutible.

¿Qué significa ser buena persona? ¿Buena persona para qué? ¿Cómo es ser
buena persona? y podría seguir…

Analicemos otro ejemplo de aseveración:

“me miró con bronca”

Para esta expresión, podemos dividirla en dos partes:

“me miró” y “con bronca”.

“me miró” puedo decir que observo que su mirada estaba dirigida a mí.

“con bronca” es el sentido que yo le doy a la forma de mirarme.

Muchas veces los seres humanos solemos confundir nuestras aseveraciones


con las afirmaciones.

Solemos tomar nuestras aseveraciones como hechos concretos y a partir de


ahí, corremos el riesgo de creer que nuestra realidad es la única posible.

Actividad 2: Te invito a realizar la actividad Afirmaciones que se encuentra en


la unidad, dentro del foro.
Declaraciones
En las declaraciones decimos que el mundo sigue a
la palabra.

Cuando hacemos declaraciones, no estamos


hablando de la realidad sino que estamos
generando nuevas realidades.

Después de decir lo que decimos la realidad cambia,


ya no es la misma, se transforma a través del poder de la palabra.

En cada uno de los casos la palabra generó una transformación.

Luego de hacer una declaración, las cosas dejan de ser como eran antes y ese
es el poder generativo de la palabra.
Las declaraciones no son verdaderas o falsas como las afirmaciones, sino son
Válidas o Inválidas de acuerdo con la autoridad conferida a quien las dice.

Cuando declaramos:

◆ Generamos nuevos contextos

◆ Tomamos decisiones

◆ Construimos nuevas posibilidades

◆ Nos comprometemos a que nuestras declaraciones sean válidas (a

tener la correspondiente autoridad para hacerlas)

◆ Nos comprometemos a actuar en forma consistente con lo que

declaramos.

Analicemos algunos ejemplos:

Declaración de un juez: “los declaro unidos en legítimo matrimonio”. El juez


tiene autoridad conferida por la ley y esta declaración es válida y a partir de
esta declaración, el estado civil de esas personas, cambia.

Declaración de un docente: “aprobado/desaprobado”. El docente tiene


autoridad conferida por la entidad educativa y esta declaración es válida y a
partir de esta declaración, la condición del participante, cambia.

Declaración: “voy a comenzar a hacer actividad física el lunes”. Esta declaración


es válida dado que la persona que hace esta declaración tiene autoridad para
hacerla.

Si comienza a realizar la actividad física tal como declaró, su vida cambia y si


no comienza a hacerla, cambia también ya que el no cumplir con aquello que
declaramos, impacta en nuestra forma de estar siendo.
Algunas declaraciones básicas
Nosotr@s, como individuos y por el simple hecho de serlo, tenemos autoridad
para efectuar determinadas declaraciones como:

Aceptación Sí

Negación No

Ignorancia No se

Error Fue un error

Identidad Soy/voy a Ser

Gratitud Gracias

Perdón TE perdono / ME perdono

Amor TE quiero / ME quiero

Quiebre Basta

Tomemos algunas:

Declaración de Aceptación: Sí

Esta declaración pareciera que es la declaración por default. Si no decimos “no”


entonces es un “sí”.

Negación No

Esta declaración comúnmente suele ser la más difícil de hacer.


Muchas pueden ser las razones que están basadas en nuestras creencias, en
nuestros valores, en nuestra historia, nuestros juicios.

Esta declaración también está asociada a la declaración del “basta”.

A veces confundimos decir “no” a la acción o al pedido, con decir “no” a la


persona y no necesariamente puede ser así,

Para poder decir “no” a un otro, es importante primero aprender a decir “si” a
nosotr@s mismos.

Ignorancia No se

Tal como hemos visto en la Unidad 1, esta es la primera declaración que


necesitamos hacer para abrirnos al aprendizaje.

Gratitud Gracias

Cuando alguien cumple con lo que se comprometió solemos agradecerlo y


más allá de la “formalidad” que podemos estar teniendo con un otro, esta
declaración implica el reconocimiento no sólo de ese otro sino también
aprender a agradecernos a nosotr@s mism@s.

Perdón TE perdono / ME perdono

El perdón podríamos decir que tiene 3 actos declarativos::

Te perdono. A veces solemos esperar que el otro se disculpes ante un hecho


que sentimos que fuimos dañados o perjudicados y no nos damos cuenta que
el perdón nos libera a nosotr@s mism@s.

Si esperamos que el otro reconozca su “error” o se disculpe para perdonarlo,


estamos atados a ese otro.
Perdón/Perdoname. De la misma manera, cuando nosotr@s reconocemos un
error cometido solemos decir: “te pido perdón” y en esta forma de declararlo,
lo que estamos esperando es que el otro nos perdone.

Nosotros podemos ofertar el perdón y esa es nuestra responsabilidad al


reconocer nuestro error. Si el otro elige perdonarnos o no, depende del otro.

Me perdono: Suele ser la que menos usamos. El aprender a perdonarnos a


nosotr@s tiene el mismo efecto liberador.

Solemos expresar que es muy importante “aprender de los errores” cosa que
pocas veces ponemos en práctica.

Actividad 2: Te invito a realizar la actividad Mis declaraciones que se encuentra


en la unidad, dentro del foro.
La danza de la promesa
Actividad 3: Antes de comenzar con la lectura de este capítulo, te invito a
que ingreses al foro de debate y realices la actividad propuesta.

Pedidos
Mientras alguien cree estar pidiendo, su
interlocutor puede estar escuchando
sólo afirmaciones o declaraciones.

Todo pedido bien realizado establece


acciones concretas a ser ejecutadas.

Un pedido puede ser rehusado. Si el


otro no puede decir que “no” entonces
no es un pedido, es una orden.
El “no” como respuesta a un pedido, está dirigido a la acción y no a la persona
que pide.

Algunos juicios que pueden bloquear el pedir:

“Sabrán que no se”

“ Se darán cuenta que no puedo”

“Quedo comprometid@”

“No me gusta molestar”

“Me va a decir que no”

Elementos de una petición

Supongamos como ejemplo, que estamos necesitando pedir la realización de


un informe:

◆ Quién habla (en este caso sos vos)

◆ Quién escucha (en este caso nuestro interlocutor)

◆ Algo que falta (el informe)

◆ Acción futura (realizarlo)

◆ Condiciones de satisfacción (de X maneras, con X información, con X

formato, etc)

◆ Trasfondo compartido de obviedad (compartir con el otro, tu

necesidad sobre este informe en tiempo y forma)

◆ Tiempo (definís para X día y X hora de entrega)


◆ Emocionalidad (te aseguras que la otra persona esté dispuesta a hacer

las cosas y haces tú petición con una actitud positiva).

◆ Confianza (te aseguras de tener confianza en que la otra persona

cumplirá en tiempo y forma).

◆ Contexto (no haces únicamente la petición a la persona sino que,

además, hablás con él/ella de las inquietudes de ambos al respecto de

lo que debe suceder con el trabajo que tienen que entregar, y compartís

la importancia de ser cumplidos y de trabajar con calidad).

Algunas preguntas claves que podrán ser de utilidad cuando realizamos un


pedido.

¿Realmente hago pedidos o espero que el otro adivine lo que quiero?

¿Me enojo o caigo en resentimiento cuando no recibo lo que nunca pedí?

¿Cuándo algo no me gusta y lo expreso, pienso que estoy haciendo un pedido?


Decir que no me gusta, ¿Es pedir que se modifique?

¿Digo NO cuando quiero decir NO?

¿Qué me pasa a mi cuando me dan un NO como respuesta a un pedido?

Tal como expresa Echeverría: “No pedir no sólo condiciona una determinada
identidad y resulta en una particular manera de ser, sino que es un factor que
define el tipo de vida que podremos esperar.

No es que siendo como somos no pidamos; más bien, el no pedir nos hace ser
como somos y nos confiere una forma de vida correspondiente. Si comenzamos
a pedir donde no lo hacemos, transformamos nuestra forma de ser.”1

1
Rafael Echeverría. Ontología del lenguaje. Chile. Dolmen/Granica; 1994.
Ofertas
De la misma manera que en los pedidos, en las ofertas
también podemos hacernos algunas preguntas claves
como:

¿Me muestro como una oferta o espero a que los demás


me pidan?

¿Me enojo/me molesto porque no me piden lo que nunca


ofrecí?

¿Mis ofertas son claras? Si digo que tengo algo, es lo mismo que ofrecerlo?

¿Qué me pasa a mi cuando me dan un NO como respuesta a una oferta?

Promesas
Las promesas son actos lingüísticos que nos
permiten coordinar acciones con otro e
incrementar lo que nos es posible realizar.

Las promesas implican un compromiso

Nuestro trabajo, nuestra educación, nuestra


vida en comunidad se generan sobre la base de
promesas mutuas.

A través de nuestra capacidad de hacer


promesas transformamos el futuro.
Las competencias que tengamos en hacerlas y cumplirlas, definirán el tipo de
relaciones que desarrollaremos en nuestras vidas.

El acto de hacer promesas comprende cuatro elementos fundamentales:

◆ Un orador

◆ Un oyente

◆ Una acción comprometida y sus condiciones de satisfacción.

◆ Tiempo

La danza de la promesa implica dos acciones lingüísticas fundamentales:

◆ La acción de pedir una promesa más la declaración de aceptación.

◆ La acción de ofertar una promesa más la declaración de aceptación.

Cuando realizamos una promesa generamos un compromiso de sinceridad y


competencia.

Sinceridad, pues cuando lo que digo coincide con lo que pienso.

Competencia implica tener el conocimiento, las habilidades, la actitud y la


aptitud para realizar la promesa. (Saber, Saber Hacer, Querer Hacer, Poder
Hacer)
Reclamos
Cuando realizamos una promesa nos comprometemos a cumplir con la acción
comprometida y los niveles de satisfacción
acordados.

Quien promete, se compromete a cumplir y quien


recibió una promesa, adquiere el derecho de esperar
que se cumpla.

Cuando quien promete no cumple con la promesa, se


está en legítima posición de pedir un reclamo a quien
prometió u ofertar una compensación a cambio.

A veces solemos confundir Reclamo con Queja y de hecho, solemos más caer
en la queja que en un legítimo reclamo.

Estar en la queja es estar en la victimización y desde este lugar nos quedamos


inmóviles.

Actividad 4: Te invito a realizar la actividad Pedidos, Ofertas y Promesas que se


encuentra en la unidad, dentro del foro.
La confianza

La confianza es una emoción y un juicio y como


tal, puede ser reconocida lingüísticamente.

Los seres humanos necesitamos de la


confianza en nuestras relaciones.

Cuando hay confianza, nos sentimos más


seguros, más protegidos y menos vulnerables.

Nuestra identidad difiere si generamos


confianza o si no la generamos.

Se es confiable si se es capaz de hacer y


cumplir con las Promesas

La confianza hace que:

◆ Se disminuya la complejidad

◆ Se reduzca la incertidumbre

◆ Se disuelva el miedo

◆ Observemos el futuro con optimismo.

Como ya hemos visto anteriormente, cuando hacemos una afirmación nos


comprometemos a que esta sea verdadera y relevante.

Cuando hacemos una declaración, nos comprometemos la validez de aquello


que declaramos.
Cuando hacemos un pedido, una oferta o una promesa, nos comprometemos
a la sinceridad de lo que prometemos o vamos a prometer y además a tener
las competencias necesarias para lograrlo.

Estos compromisos que asumimos al hablar, involucran juicios en cada uno de


los casos.

Estos compromisos que asumimos al hablar, involucran juicios en cada uno de


los casos.

La confianza se asiente en un juicio.

Si no existe confianza, no se puede entablar una relación estable con el otro.

Las acciones generan juicios y tales juicios generan la emocionalidad de la


Confianza o la Desconfianza.

No sólo es necesario tener confianza antes de una acción, sino que también es
el resultado de ella.

Confianza y Acción se retroalimentan mutuamente.

Acaso ¿confiaríamos en alguien que realiza afirmaciones falsas o en una


persona que se compromete y no cumple?

Como hemos visto anteriormente en la Promesa, la Confianza se fundamenta


en los juicios

◆ Sinceridad: “Lo que me dice es bárbaro,

pero…hay algo que no me cierra…” Emito el juicio

de no coherencia entre lo que me dice y lo que

piensa.
◆ Competencia: “Sí es sincer@ pero no creo que este capaciad@ para

hacerlo…” Emito el juicio de competencia.

◆ Responsabilidad: “Es sincer@ y tiene las competencias, pero no es

responsable…” Emito el juicio basándome en experiencias pasadas.

Actividad 5: Te invito a realizar la actividad La confianza que se encuentra en


la unidad, dentro del foro.
Bibliografía utilizada y sugerida

Rafael Echeverría. Ontología del lenguaje. Chile. Dolmen/Granica; 1994.

Rafael Echeverría. La empresa emergente. Buenos Aires: Granica; 2000.

Peter Senge. La Quinta disciplina. Barcelona: Granica ;1998.

John Austin. Cómo hacer cosas con palabras. Buenos Aires: Paidós; 1971.

Rafael Echeverría. Actos del lenguaje. Vol. 1, La escucha. Buenos Aires: Granica;
1994.

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