Comunicacion No Verbal 2022
Comunicacion No Verbal 2022
Comunicacion No Verbal 2022
Expresiones faciales: son el termómetro más claro que muestra qué tipo emociones
sentimos y donde focalizamos nuestra atención al comunicarnos. El rostro es capaz de
comunicar, sin palabras, alegría, sorpresa, tristeza, miedo, ira, asco y desprecio. En este
estudio
Gestos: son uno de los canales de comunicación no verbal con mayor componente
cultural. Hay que saber diferenciar los gestos ilustradores, que son los que acompañan
el discurso verbal, de los gestos emblemáticos, que tienen sentido por si solos, y los
gestos reguladores o de afecto, que nos ayudar a dirigir la interacción o a transmitir
sentimientos.
Posturas: la exposición y la orientación de nuestro torso demuestran el grado de interés
y de apertura hacia los demás. Además, las posturas indican el estado emocional y, al
mismo tiempo, influyen en el estado de ánimo.
Apariencia: nos informa de la edad, el sexo, el origen, la cultura, la condición
socioeconómica, etc., de una persona. Es de los canales que más influyen en la
comunicación no verbal.
El lenguaje corporal puede revelar tanta o más información que las palabras. La conducta
no verbal funciona como las cookies en internet: sin darnos cuenta, nuestro cuerpo
transmite constantemente información sensible sobre nuestras intenciones, sentimientos
y personalidad. Incluso cuando estamos quietos o en silencio, los gestos, las posturas,
las expresiones faciales y la apariencia hablan por nosotros, y pueden resultar muy
elocuentes.
Hablar es mucho más que reunir palabras de forma más o menos afortunada; escuchar
es mucho más de que oír; y comunicar es mucho más que enviar y recibir paquetes de
datos. Comunicar es compartir una información racional y emocional, poniéndola
realmente en común, acordando con la otra persona su significado y valoración. Y eso
no se consigue plenamente sin la intervención de la conducta no verbal.
Evolutivamente hablando, el lenguaje corporal nos acompaña desde mucho antes de
convertirnos en humanos, está fuertemente vinculado con la parte emocional, intuitiva e
instintiva de nuestro cerebro, y se desarrolla principalmente en el plano inconsciente. De
ahí su importancia, y también su desconocimiento.
Quizás nuestra especie no tenga más de 200.000 años, pero el origen de nuestro
lenguaje corporal se remonta a la aparición de los primeros mamíferos, hace unos 300
millones de años. La diferencia de edad es abismal. Y aunque la arrogancia de nuestro
flamante neocórtex nos invite a pensar que la conducta no verbal es la parte más primitiva
de la comunicación, en realidad es la que más experiencia evolutiva acumula y, con toda
probabilidad, la más influyente en nuestra conducta.
Quizás sea más fácil reconocerlos en el mundo del arte y la comunicación, pero se dan
de igual manera en todas las profesiones. Algunos estudios evidencian que las personas
más influyentes y persuasivas tienen una gran consciencia del lenguaje corporal propio
y ajeno, al margen del campo profesional en el que hayan triunfado. Se trata de una
condición fundamental para el éxito.
1. Expresiones faciales
Lenguaje corporal: expresiones faciales son el indicador emocional más potente, y en lo
primero que centramos nuestra atención al interactuar. En fracciones de segundo nuestro
cerebro emocional decide por su cuenta y riesgo si una cara nos gusta o no, un proceso
en el que inicialmente no interviene la razón, y en el que no hay tiempo para pronunciar
ni media palabra.
En la cara se reflejan de manera innata y universal las siete emociones básicas: alegría,
sorpresa, tristeza, miedo, ira, asco y desprecio. Cada una tiene su propio código.
Aprender a distinguirlas, imprescindible para dominar el lenguaje corporal.
2. Gestos
Lenguaje corporal: gestos la gestualidad tiene un elevado componente cultural, aunque
las últimas líneas de investigación indagan también el origen genético de algunos gestos,
como las expresiones de orgullo, triunfo y poder.
Los gestos ilustradores (acompañan el discurso verbal y preceden en milésimas de
segundo a las palabras) tienen una estrecha vinculación con la credibilidad. Otros tipos
de gesto son: emblemáticos (tienen su propio significado sin necesidad de palabras),
adaptadores (manipulaciones de nuestro propio cuerpo u objetos para canalizar las
emociones), reguladores (con los que dirigimos la interactuación) y manifestadores de
afecto (con los que transmitimos nuestros sentimientos).
3. Posturas
Lenguaje corporal: posturas la postura corporal expresa básicamente el grado de interés
y apertura hacia los demás, reflejados en la exposición y orientación del torso. También
es un potente indicador del estado emocional y predisposición a la acción: posturas
expansivas indican satisfacción y actividad; mientras las posturas de contracción se
vinculan a la negatividad y la pasividad.
Los últimos descubrimientos revelan que las posturas influyen en nuestro estado de
ánimo y en la segregación hormonal. Visualmente, la postura tiene también una gran
incidencia en nuestra imagen personal, sobre todo para transmitir confianza, estabilidad
y seguridad.
4. Apariencia
Lenguaje corporal: apariencia la apariencia continúa siendo uno de los canales más
influyentes de la comunicación, a pesar de los avances sociales y del esfuerzo normativo
en la lucha por la igualdad.
El aspecto de una persona nos habla de su edad, sexo, origen, cultura, profesión, o
condición social y económica, entre otros muchos datos. Por más que intentemos
sustraernos de los estereotipos, la apariencia sigue siendo la principal fuente de
información a la hora de formarnos una primera impresión de alguien. Y ya se sabe, no
hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. Algunos
estudios acreditan también la influencia de la apariencia en la persuasión, como el
uniforme en las fuerzas de seguridad o la bata blanca en el caso de los médicos.
5. Háptica
Paralenguaje
Lenguaje corporal: paralenguaje La voz puede decir mucho más que las palabras: el
paralenguaje es el indicador emocional más fiable, junto con las expresiones faciales. El
volumen, tono o velocidad de nuestra voz revela importante información, especialmente
cuando intentamos ocultar nuestras emociones. Nos ocurre a menudo, por ejemplo, al
hablar por teléfono con personas muy cercanas: basta escuchar su tono al contestar para
saber que algo no va bien. La voz tiene también una enorme influencia en la credibilidad
y la persuasión: voces nasales, tonos agudos y volúmenes altos tienen menos crédito en
el público. Y recuerda: el silencio también comunica.
2. Enseñanza y formación.
3. Sanidad y terapia.