Habeas Corpus
Habeas Corpus
Habeas Corpus
DICIEMBRE DE 2023
SONSONATE, EL SALVADOR, CENTROAMERICA
INTRODUCCION
El presente ensayo pretende ampliar el conocimiento del proceso de Habeas corpus y como
ha sido su evolución desde su origen, y aplicación del mismo hasta la actualidad, se relatará
un poco de historia y nacimiento del Habeas Corpus en el antiguo sistema anglosajón,
Romano, griega y El Salvador. El Habeas Corpus, no tiene un origen único y determinado.
Por el contrario, es el producto de una la lucha del individuo por lograr la protección de su
libertad.
En la trayectoria de los años se observa y coincide que, en ningún momento, una persona se
encuentra más vulnerable que al estar privado de libertad; de la misma manera muchos de
sus derechos fundamentales podrían verse quebrantados por las condiciones del sistema
penitenciario, de tal manera que las personas privadas de libertad tuvieran acceso a un
mecanismo destinado especialmente, a la protección de dichos derechos.
En atención a lo anterior, y a que es atribución del Estado velar por la protección de los
derechos esenciales del individuo y el respeto a lal cumplimiento y legitimación de los
mismos, en el presente trabajo se mostrara como el legislador considero necesario ampliar
los alcances del proceso de Hábeas corpus a la salvaguarda de otros derechos como: la
dignidad humana, integridad física, psíquica y moral de las personas en detención; dando
especial importancia como base y fundamento de los derechos fundamentales del ser
humano.
El proceso de hábeas corpus tiene por objeto la tutela del derecho de libertad física y del
derecho de integridad física, psíquica y moral de las personas detenidas, pero antes de
desarrollar el proceso de Habeas Corpus actual, se visualizará un poco de la historia y
evolución en el recurrir de los años.
Fue el Hábeas Corpus una institución política que venta a llenar necesidades del momento;
que tenía por fin garantizar principios de Derecho político cuya estabilidad oscilaba, y fue una
ley de la Constitución consuetudinaria inglesa; la tercera de sus piedras angulares.
Habeas Corpus es una institución muy antigua cuya primera aparición en Inglaterra parece
remontarse al siglo XII. Desde entonces se ha desarrollado de forma lenta, pero constante.
Hábeas Corpus cum causa, para lograr el traslado de una persona detenida por
deudas.
Antigüedad Griega
Roma
La aparición del derecho romano significó el inicio de una protección jurídica de la libertad del
hombre, pero siempre dentro de las limitaciones ya señaladas y que son propias de la época.
Es cierto que en Roma existieron ciertas figuras como la injus vocatio que autorizaba
emplear la fuerza contra el deudor moroso, y la manus injectio según la cual, si el condenado
no pagaba la deuda, el acreedor podía conducirlo a su casa, encadenarlo “in carcere privato”,
y al término de 60 dias venderlo como esclavo o matarlo. Más adelante, el concepto de
amparo de la libertad se formaliza con la institución de los Tribunos de la Plebe, funcionarios
inviolables con facultades de vetar las decisiones de los magistrados y de ejercer el ius auxilii
para defender a los plebeyos de las acciones injustas de los patricios. Posteriormente vienen
las leyes de Velerio Publicola, que prohiben las penas corporales contra los ciudadanos que
han apelado al fallo del pueblo y la custodia libera que excluye toda prisión preventiva.
Todos estos recursos tuvieron su culminación por así decirlo en el Interdicto de Homine
Libero Exhibendo, ya en la época del imperio (533 d.C.) que resume y sintetiza el aporte del
derecho romano a la protección jurídica de la libertad. Conviene detenerse en el “De Homine
Libero Exhibendo” tal como está recogido en el Digesto (Libro XLIII, título XXIX). El
antecedente más concreto del proceso de habeas Corpus es el interdicto romano de homine
libero exhibendo, contenido en dicho Digesto
constituyo una especie de acción popular, que podía ser ejercida por cualquiera.; el Digesto
exigía el cumplimiento inmediato de la orden de Habeas Corpus, y provocaba sanciones
pecuniarias en caso de desobediencia y requería, además, que no se discutiera la calidad de
hombre libre: “Si se duda si el detenido es libre o siervo, o pende controversia sobre su
estado, se ha de apartar de este interdicto y reatar de la causa de su libertad” (Digesto Titulo
XXIX) Este interdicto, ignoraba la dignidad humana que toda persona posee, ya que hacía
distinción entre libres y siervos, sólo protegía a los primeros de la esclavitud a la que
pudieran estar sometidos.
Prohibitorios
Restitutorios
Exhibitorios.
Los primeros contenían una orden prohibitiva, empleando las palabras vim fieri veto o veto
interdictan; los segundos, disponían el reintegro de una cosa, o que se volviera una situación
a su antiguo estado, por ultimo los interdictos exhibitorios, también denominados decreta,
ordenaban mostrar alguna cosa o persona, su fin último era la restitución o liberación de una
cosa o persona. Entre los interdictos exhibitorios de personas se pueden mencionar los
siguientes:
3)Interdictum de libero exhibendo, condedido al patrono, para lograr la exposición del liberto
que debía realizarle ciertos trabajos.
El salvador
El Tribunal lo decretará y hará que se cumplan sus providencias, por todos los medios
legales. Si fuere el Presidente de la República la autoridad que resista el cumplimiento del
auto de exhibición, el Tribunal protestará; si después de este acto no fuere obedecido
publicará sus determinaciones y en último caso instaurará la acusación respectiva ante el
Poder Legislativo en su próxima reunión”.
Hasta aquí el hábeas corpus se había estructurado como un control difuso, en correcta
correspondencia con la naturaleza del acto lesivo que trata de evitar y que consiste, en
violaciones concretas a la libertad personal de sujetos determinados.
La Constitución vigente (1983) se refiere al habeas corpus en el Inc. 2° del Art. 11: “Toda
persona tiene derecho al habeas corpus cuando cualquier individuo o autoridad restrinja
ilegal o arbitrariamente su libertad.” “También procederá el habeas corpus cuando cualquier
autoridad atente contra la dignidad o integridad física, psíquica o moral de las personas
detenidas”.
También sobre la competencia de ese remedio procesal, el Art. 174 Inc. 1° señala que: “La
Corte Suprema de Justicia tendrá una Sala de lo Constitucional, a la cual le corresponderá
conocer y resolver las demandas de inconstitucionalidad de las leyes decretos y
reglamentos, los procesos de amparo, el habeas corpus, las controversias entre el Órgano
Legislativo y el Ejecutivo a que se refiere el artículo 138 y las causas mencionadas en la
atribución 7ª del Art. 182 de esta Constitución.” Como puede advertirse, el habeas corpus en
su denominación clásica, recogida en el primer texto constitucional salvadoreño y
considerado éste desde entonces como expresión sinónima de “auto de exhibición de
personas”; protegía inicialmente a todos los salvadoreños; haciéndose extensivo después a
todos los habitantes de la República. Con el habeas corpus se protege a las personas contra
“la detención ilegal”, es decir que tutela la libertad personal; calificada así en la Constitución
de 1886 y tal garantía ha procedido contra cualquier autoridad o individuo que restrinja dicha
libertad, con lo cual se cumple el principio de generalidad de este control constitucional.
El referido capítulo 4° del código citado, disponía que dicho auto podía ser decretado
únicamente por la “Corte Plena de Justicia o cualquiera de sus Cámaras “ y su cumplimiento
se encomendaba a un juez ejecutor.
De esa normativa, procede también la figura del Juez ejecutor que es el encargado de
diligenciar el auto de exhibición personal, decretado por los tribunales superiores. En el año
de 1863, se promulga el primer código de Instrucción Criminal, en virtud del cual se separa la
materia penal de la civil.
Fue así como el Habeas Corpus se reguló en los artículos del 492 al 522 sin variación de
contenido respecto de la normativa anterior. En el artículo 37 de la Constitución de 1886, se
estableció que se protegería la libertad personal y cualquiera de los otros derechos
individuales, mediante el instituto de amparo.
La Ley de amparo, de ése mismo año, dispuso en el articulo 27, que si la solicitud de amparo
se fundare en detención ilegal o restricción de la libertad personal de un modo indebido, se
observara lo dispuesto en el Código de Instrucción Criminal sobre la exhibición de la
persona. En el año de 1904, en los artículos del 545 al 574, del Código de Instrucción
Criminal se regula el habeas corpus de igual manera que los códigos anteriores.
En 1960, el habeas corpus se sustrae del Código de Instrucción Criminal, para integrarse en
un cuerpo legal especial, junto con el proceso de amparo y el de inconstitucionalidad de las
leyes, decretos y reglamentos; precisamente en la Ley de Procedimientos Constitucionales
actualmente en vigencia.
Anteriormente el Art. 11 inc. 2° rezaba de la siguiente manera: “ Toda persona tiene Derecho
al Hábeas Corpus, cuando cualquier autoridad o individuo restrinja ilegalmente su libertad”,
es decir, que limitaba los alcances del mencionado proceso constitucional a la protección de
la libertad ambulatoria, sin considerar otros aspectos o circunstancias, que podrían ser objeto
de violación, al encontrarse una persona en detención, sea ésta legal o no, o incluso,
cumpliendo una pena como producto de una sentencia condenatoria definitiva.
El proceso de hábeas corpus tiene por objeto la tutela del derecho de libertad física y del
derecho de integridad física, psíquica y moral de las personas detenidas, de conformidad con
lo dispuesto en el inciso 2º, artículo 11 de la Constitución.
Tanto las privaciones de libertad ordenadas por autoridades o particulares –medida cautelar
de detención provisional, pena de prisión, sanciones de arresto, desapariciones forzadas,
entre otras– como otro tipo de injerencias en el derecho –restricciones migratorias, arresto
domiciliar, presentación periódica ante autoridades, acoso policial, por ejemplo– se evalúan a
través de este proceso, toda vez que se afirme que han sido acordadas o ejecutadas de
forma contraria a la Constitución y que, por tanto, han vulnerado el derecho de libertad física.
En la actualidad, el concepto de habeas corpus, debe ser ampliado a los tratos crueles
cometidos por las autoridades o los particulares, en contra de los detenidos, y aún en los
supuestos de detenciones legales En congruencia con esta postura, puede definirse el
Habeas corpus, como “el mecanismo procesal que tiene por objeto proteger la libertad
personal y otros derechos relacionados con aquella; así como la dignidad o integridad física,
psíquica o moral de las personas detenidas.”
Así, la Constitución de la República, retoma esta definición, a partir de la reforma del Art. 11
inc. 2°, realizada en 1996; al establecer “que la persona tiene derecho al habeas corpus
cuando cualquier individuo o autoridad restrinja ilegal o arbitrariamente su libertad.
También procederá el habeas corpus cuando cualquier autoridad atente contra la dignidad o
integridad física, psíquica o moral de las personas detenidas.” La mencionada reforma,
extiende el beneficio del habeas corpus, a los casos de restricción arbitraria de la libertad de
todas las personas, y a los casos en que cualquier autoridad, atente contra la dignidad, e
integridad física, psíquica o moral de las personas detenidas, sea que estas se encuentren
bajo detención, administrativa o judicial.
Órganos competentes para conocer del proceso de Habeas Corpus
Tribunales Competentes
Por otro lado, la Sala de lo Constitucional, además es competente, en el caso concreto del
hábeas corpus, para conocer del recurso de revisión contra la resolución que pronuncie las
Cámaras de Segunda Instancia que denegaren la libertad del favorecido, a solicitud del
interesado o de quien hubiese solicitado la exhibición. (Art. 72 inc. 2° L. Pr. Cn.)
Según el art. 11 inc. 2º de la Constitución salvadoreña, “la persona tiene derecho al habeas
corpus cuando cualquier individuo o autoridad restrinja ilegal o arbitrariamente su libertad.
También procederá el habeas corpus cuando cualquier autoridad atente contra la dignidad o
integridad física, psíquica o moral de las personas detenidas”; el art. 174 afirma que “la Corte
Suprema de Justicia tendrá una Sala de lo Constitucional a la cual corresponderá conocer y
resolver (…) el hábeas corpus”; y su art. 247 dispone que “el hábeas corpus puede pedirse
ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia o ante las Cámaras de
Segunda Instancia que no residan en la capital. La resolución de la Cámara que denegare la
libertad del favorecido podrá ser objeto de revisión, a solicitud del interesado, por la Sala de
lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia”.
La legitimación procesal activa, recae sobre el sujeto de quien se desprende el derecho, que
está siendo reclamado quiere decir que, entra a funcionar su derecho a reclamarlo
Se caracteriza por su amplitud, pues cabe la posibilidad de que el proceso sea iniciado por
sujetos que tienen ningún nexo con el objeto del mismo. Así, pueden iniciar el proceso de
hábeas corpus:
La legitimación procesal pasiva, también está concebida en términos muy amplios, pues de
conformidad al Art. 11 Inc. 2º de la Constitución de la República, el hábeas corpus procede
contra “cualquier autoridad o individuo, noción que se confirma en el Art. 4 de la Ley de
procedimientos constitucionales.
En términos generales la legitimación pasiva recae sobre una persona o las instituciones,
que juega como papel de demandado ya que se podría decir que es como el que violando el
derecho a libertad.
En consecuencia, puede afirmarse que el Hábeas Corpus puede interponerse en contra de:
Procesos Constitucionales.
a. Constitución.
a. Libertad personal o libertad física (art. 2 inc. 1º Cn.), entendida esta como: “…la facultad
de autodeterminación y autoorganización que implica la capacidad de adoptar y ejecutar
libremente las propias decisiones, la posibilidad en consecuencia de que la persona
determine libremente su conducta, sin que pueda ser trasladado ni sufra injerencia o
impedimentos, sin expreso consentimiento o habilitación legal, por parte de terceros, y
especialmente por parte de los poderes públicos, y siempre que aquella sea naturalmente
lícita; así mismo puede entendérsele como el derecho de disponer de la propia persona y de
determinar la propia voluntad y de actuar de acuerdo a ella, sin que nadie pueda impedirlo,
siempre que no exista una prohibición constitucionalmente legítima…”– Sobreseimiento del
HC 154-2002, de fecha 24/10/2002–.
Requisitos de procedencia.
5. La causa petendi: la causa o título de pedir indica cuáles son los hechos sobre los que
debe pronunciarse el tribunal; es la introducción al proceso de los hechos que integran su
objeto, consiste en la afirmación de acaecimiento de los hechos a los que la norma liga la
consecuencia jurídica solicitada.
1. Constituye una garantía específica para proteger el derecho de la libertad física o personal
del individuo, en la actualidad, también protege la integridad física y dignidad de la persona,
su procedencia se extiende a las vejaciones que pueda sufrir el detenido.
3. El proceso de habeas corpus debe ser rápido, preferente a cualquier otro derecho común.
Esto justifica la amplitud de la legitimación procesal activa y la aplicación del principio de
oficiosidad, tanto en el trámite como en la iniciación del proceso, pudiendo el juez suplir de
oficio los errores u omisiones de derecho en que incurriere el solicitante.
a) Desde el punto de vista cronológico, y con relación a sus efectos sobre el acto lesivo, el
habeas corpus puede ser reparador, si ataca a una lesión ya consumada; o preventivo, si
pretende impedir una lesión a producirse.
b) En cuanto al radio de cobertura del habeas corpus, éste asume cinco alternativas:
Habeas corpus principal, cuando tiene por objeto cuestionar una detención o prisión
ilegítima, producida, o por producirse. (habeas Corpus tradicional o clásico)
Habeas corpus restringido, también llamado accesorio o limitado. En tal caso, tiene
por fin evitar perturbaciones o molestias menores a la libertad individual, que no
configuren una detención o prisión.
Habeas corpus de pronto despacho, por medio del cual los interesados hacen uso de
él como un instrumento para obtener una resolución que se retrasa y lograr el efecto
que ésta se produzca.
Hábeas corpus preventivo: este tipo de hábeas corpus con el objeto de proteger de
manera integral y efectiva el derecho fundamental de libertad física, cuando se
presenta una amenaza inminente e ilegítima contra el citado derecho
El proceso de hábeas corpus inicia con la presentación de una solicitud o demanda, ya sea
de la persona privada o restringida de su libertad o de cualquier otra persona. Esta es
sometida a un análisis inicial del tribunal, en el cual se determina si existen los presupuestos
mínimos para ordenar el trámite del proceso. En caso negativo, se previene al solicitante
para que aclare los términos de su reclamo y, si estos son insubsanables –por ejemplo,
cuando se solicitan actuaciones que están fuera de la competencia del tribunal–, son
rechazados a través de improcedencia. Si se presenta adecuadamente configurada la
petición, ya sea inicialmente o en cumplimiento de la prevención efectuada, se emite el auto
de exhibición personal.
Este último tiene por objeto ordenar que se exhiba la persona restringida o privada de su
libertad, por la autoridad o particular correspondiente, y que se expresen las razones de
dicha limitación. Para tal efecto se nombra un juez ejecutor,
que es un delegado del tribunal, quien se presenta ante la persona o autoridad demandada y
cumple los requerimientos consignados en el auto de exhibición personal. Simultáneamente,
en respeto del derecho de defensa de los demandados, se requiere que estos se pronuncien
sobre la actuación u omisión que se les atribuye en la solicitud de hábeas corpus.
Con la presentación del informe del juez ejecutor, en el que describe el resultado de sus
indagaciones y emite opinión sobre la constitucionalidad del reclamo planteado, si se
considera necesario, se pide a la autoridad o particular demandado que envíe la
documentación pertinente que tiene relación con el supuesto en análisis y que permite su
evaluación desde el punto de vista constitucional.
Luego de ello, si se estima indispensable, el tribunal puede ordenar un período para que,
tanto el actor como el demandado, presenten pruebas respecto a sus posiciones en el
proceso constitucional en relación con el asunto en examen.
Puede concluirse entonces, que la naturaleza del Habeas corpus es ser un proceso
constitucional, que tiene por objeto la tutela del derecho a la libertad individual y la protección
de la libertad fisca seguridad jurídica, está encaminada a la reintegración del orden
constitucional, al ser desconocido o violado, cuando exista una detención ilegal o arbitraria a
o cualquier abuso de autoridad de funcionarios públicos ante un sujeto que será puesto a la
orden de la justicia, ya que este sigue contando con derechos que deben respetarse y
asegurarse para que este sea tratado de manera justa y con dignidad.