Decisiones Vistamovil
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Decisiones Vistamovil
decisiones
Introducción: Todos tomamos incontables
decisiones en esta vida, y son ellas las que
determinan si vivimos una vida sabia o
insensata. El factor más importante es si
buscamos o no la guía de Dios antes de tomar
cualquier decisión. Aquellos que basan sus
decisiones en su propio razonamiento, o en
sus deseos, o en la opinión de otros, vivirán
insensatamente, pues han ignorado a Dios,
quien es la única fuente verdadera de
sabiduría. Muchos olvidan que las decisiones
traen consecuencias. Nuestro mundo nos
incita a disfrutar el presente, sin pensar en las
consecuencias. Pero desde el Huerto del
Edén, Dios nos ha hecho ver que las
decisiones insensatas traen malas
consecuencias.
Textos Bíblicos:
1 Corintios 3.19-23 RV60 19 Porque la
sabiduría de este mundo es insensatez para
con Dios; pues escrito está: Él prende a los
sabios en la astucia de ellos. 20 Y otra vez: El
Señor conoce los pensamientos de los sabios,
que son vanos. 21 Así que, ninguno se gloríe en
los hombres; porque todo es vuestro: 22 sea
Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea
la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo
por venir, todo es vuestro, 23 y vosotros de
Cristo, y Cristo de Dios.
Santiago 3:13-17 RV60 La sabiduría de lo alto:
13
¿Quién es sabio y entendido entre vosotros?
Muestre por la buena conducta sus obras en
sabia mansedumbre. 14 Pero si tenéis celos
amargos y contención en vuestro corazón, no
os jactéis, ni mintáis contra la
verdad; 15 porque esta sabiduría no es la que
desciende de lo alto, sino terrenal, animal,
diabólica. 16 Porque donde hay celos y
contención, allí hay perturbación y toda obra
perversa. 17 Pero la sabiduría que es de lo alto
es primeramente pura, después pacífica,
amable, benigna, llena de misericordia y de
buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
Efesios 5:15-17 RV60 15 Mirad, pues, con
diligencia cómo andéis, no como necios sino
como sabios, 16 aprovechando bien el
tiempo, porque los días son malos. 17 Por
tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de
cuál sea la voluntad del Señor.
Santiago 1:5 RV60 5 Y si alguno de vosotros
tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual
da a todos abundantemente y sin reproche, y
le será dada.
Proverbios 3:5-6 RV60 5 Fíate de Jehová de
todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia
prudencia. 6 Reconócelo en todos tus
caminos, Y él enderezará tus veredas.
Debemos
darle la prioridad a Dios en
cada decisión que tomemos. Cada vez que
tengamos que tomar una decisión, debemos
preguntarnos qué es lo que agrada a Dios. El
Señor desea que clamemos por su sabiduría,
y que vivamos lo mejor posible, sin tomar
decisiones insensatas. La Biblia hace
distinción entre dos tipos de sabiduría (1 Co
3.19-23). Los corintios eran considerados de
los pueblos más inteligentes de su época;
pero Dios les recuerda que la sabiduría de
ellos venía a ser sin valor alguno ante Él.
Afirma que el hombre no tiene ninguna razón
para jactarse, sino solo de Dios.
La
verdadera sabiduría consiste en ver la
vida desde el punto de vista de Dios y
poner en práctica lo que nos enseña en su
Palabra. Eso significa que aquellos que dicen
no tener tiempo para leer la Biblia, ya han
escogido un estilo de vida insensato. Se
engañan a sí mismos al pensar que pueden
vivir lejos de la Palabra de Dios y, al mismo
tiempo, ser felices y exitosos. Pero es solo por
medio de las Sagradas Escrituras que
podemos llegar a recibir la sabiduría que
proviene de nuestro Señor.
Debemos considerar la grandeza de la
sabiduría de Dios. Es omnisciente, lo cual
significa que tiene infinito conocimiento.
Nada puede sorprenderlo, pues conoce el
pasado, el presente y el futuro. A diferencia
de nosotros, no tiene que cambiar aquello
que ya ha expresado en su Palabra. Nos
conoce a cabalidad y sabe cuáles son cada una
de nuestras necesidades.
Sin embargo, la sabiduría humana está
basada en lo que vemos, sentimos,
escuchamos o pensamos. Incluso aquellos
que son más brillantes se ven limitados en su
conocimiento. De hecho, podemos afirmar
que su inteligencia es a veces lo que les
estorba para obtener la verdadera sabiduría.
El conocimiento está relacionado con la
mente, pero la sabiduría tiene que ver con el
corazón y el espíritu. Por eso algunos, a pesar
de ser muy inteligentes, carecen de verdadera
sabiduría.
Aquellos que escogen vivir lejos de Dios
dependen de sí mismos. Pero, a pesar de lo
bien que puedan prepararse, las
circunstancias inesperadas pueden destruir
la falsa ilusión de seguridad que tenían. La
única seguridad genuina y eterna la podemos
hallar en Jesucristo. Primera de Corintios
3.23 dice: “Y vosotros sois de Cristo, y
Cristo de Dios”. Nada ni nadie puede
alejarnos de la voluntad que Dios ha trazado
para nosotros. Y aunque no siempre
comprendamos por qué permite que
suframos, podemos confiar que siempre
escoge lo mejor para nosotros. El Señor nunca
nos abandona.
Si pertenecemos a Dios es porque hemos
sido apartados para Él. Si permitimos que el
Señor viva por medio nuestro, nos guiará
fielmente en cada decisión que tomemos. El
conocimiento humano puede ser visto como
un pequeño grano de arena comparado con la
sabiduría de Dios. No tenemos razones para
sentirnos ansiosos o temerosos acerca del
futuro, pues podemos confiar en que el Señor
es soberano sobre todo los eventos de nuestra
vida. Dios desea compartir su sabiduría
con sus hijos. Sabe que necesitamos de su
ayuda para vivir sabiamente, pues nuestro
entendimiento es limitado. Si nos guía de su
mano, podemos enfrentar problemas,
dificultades y tribulaciones que no
soportaríamos con nuestras propias fuerzas.
Al escucharlo y obedecerlo nos guiará
fielmente paso a paso.
¿Cuál es el camino más sabio?: Para que
podamos vivir sabiamente, debemos
buscar la dirección correcta. No podemos
basar nuestras decisiones en lo que otros
piensen. Por el contrario, debemos descubrir
lo que el Señor nos dice al respecto. Después
de todo, solo Él conoce todo y tiene el poder
para resolver cada situación. Si esperamos y
escuchamos sus instrucciones, podemos
confiar en que nos guiará hacia lo que es
mejor para nosotros. Cuando no
comprendamos lo que nos pide, debemos
recordar que el conocimiento humano no
puede igualarse a la sabiduría divina. La
mejor decisión es creer en el Señor y
obedecerlo.
Solo existen dos caminos en esta vida. O
vivimos dependiendo de la inteligencia
humana o vivimos guiados por la
sabiduría de Dios. Santiago 3.17 nos dice:
“Pero la sabiduría que es de lo alto es
primeramente pura, después pacífica,
amable, benigna, llena de misericordia y de
buenos frutos, sin incertidumbre ni
hipocresía”. Esa es la vida a la que hemos sido
llamados. La sabiduría de este mundo es
terrenal, animal y diabólica, y se caracteriza
por el egoísmo, la ambición, los celos, el caos
y la maldad (Santiago 3:15-16).
CONCLUSIÓN:
Sin duda que todo el tiempo estamos en una
vida llena de decisiones, Dios quiere ser parte
de eso, sea cual fuere el paso que debes tomar,
aunque sea lo más insignificante hasta lo más
importante o trascendental en tu vida,
fallaremos saber qué es bueno o conveniente
por nuestra propia cuenta, sin embargo, si las
decisiones que debemos tomar, se basan en la
oración, y en la sabiduría que viene de Dios,
podremos tomar las mejores decisiones para
cada situación de nuestras vidas.
Para los que necesiten DECIDIR: Invertir en un
negocio, en la compra de una casa, en un viaje
de negocio o vacaciones, en la compra de un
vehículo, en la fecha de esa boda, en confirmar
que esa persona es la indicada/o para tu
esposa/o, en tener un hijo, en cambiarse de
trabajo o ciudad, el de pertenecer a una
congregación local como lo establece Las
Escrituras, en elegir esa carrera adecuada, en
ahorrar dinero (una decisión que menos se
tiene en cuenta), en honrar a Dios y a mis seres
queridos, en confirmar ese llamado que tiene
Dios para algún ministerio, en invertir en la
obra de Dios, absolutamente en todo lo que
podamos decidir involucremos a Dios, pidamos
su sabiduría y conozcamos tu carácter en Su
Palabra