Ride The Lightning

Aimee Nicole Walker Sinister In Savannah #1
~1~
~2~
~3~
Esta traducción está hecha sin fines de lucro. Es un trabajo realizado

de lectoras a lectorxs a quienes les apasiona de igual manera la
lectura MM.
Con esto no queremos desprestigiar a los autores que invierten su
tiempo creando estas obras que tanto amamos. Nuestro único fin es
que la lectura llegue a más personas.
Recuerden siempre apoyar a los autores comprando su material
legal y dejando reseñas en las plataformas como incentivo y
demostrar lo mucho que los amamos.
~4~
Ride the Lightning / Montar el rayo: El título se tomó

de un pasaje de la novela de Stephen King - The Stand, en
el que un personaje utiliza la frase para referirse a la
ejecución en la silla eléctrica.
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Dedicatoria Capítulo 16
Sinopsis Capítulo 17
Dedicatoria Capítulo 18
Capítulo 1 Capítulo 19
Capítulo 12 Agradecimientos
Capítulo 13 Sobre Aimee Nicole Walker
Capítulo 14
Capítulo 15
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Trilogía: Zero Hour

1- Ground Zero.
2- Devil´s Hour.
3- Zero Divirgence.
Trilogía: Sinister in Savannnah
1- Ride the Lightning
~7~
A los buscadores de la verdad, a los guardianes de las promesas y a

los corazones vigilantes. Esto es para ustedes.
~8~
Buscador de la verdad. Guardián de las promesas. Corazón

vigilante.
De día, Jonah St. John es analista criminal para la Oficina de

Investigaciones de Georgia. De noche, produce Sinister in Savannah,
un podcast de investigación, con sus dos mejores amigos. La vida de
Jonah gira en torno a tres principios: la palabra de un hombre es su
juramento, las amistades son regalos que no tienen precio y el amor
es para los demás.
Cuando el equipo de Sinister in Savannah se adentra en el asesinato
de una drag queen ocurrido hace treinta y ocho años, pronto
descubren que la historia no termina con la confesión del presunto
asesino en 1995. Continuar con la investigación podría tener
consecuencias fatales para Jonah y todos sus seres queridos,
incluido su irresistible becario.
Amar es perder: una lección que Jonah ha aprendido por las malas.
Durante una década, ha abrazado la soledad como penitencia por un
error del pasado. Entonces llegó Avery Bradford, un hombre cuya
calidez y sol infunde el alma maltrecha de Jonah y desafía su
resistencia. Durante los últimos ocho meses, Jonah se ha acercado
cada vez más a la llama de Avery, hasta que lo que más temía se
convierte en aquello sin lo que no puede vivir.
El frío del peligro se fusiona con el calor del deseo, formando una
supertormenta mortal. ¿Buscará Jonah refugio o montará el rayo?
La serie " Sinister in Savannah " es un podcast de ficción que

explora los crímenes más nefastos de la ciudad con un toque de
humor sureño. Los libros exploran la amistad, el amor, la pérdida y
el incontenible espíritu humano. Ride the Lightning es el primer
libro de tres. Aunque cada libro está escrito sobre una pareja
diferente, la serie debe leerse en orden. Sinister in Savannah es una
serie de suspenso romántico LGBT con lenguaje maduro y
contenido sexual dirigida a adultos mayores de 18 años.
~9~
—Se avecina una tormenta despiadada, amor. Puedo sentirla

en mis huesos.
Jonah podía oír la voz de su abuela tan claramente como si
estuviera a su lado. Maeve St. John, hija de un marinero de toda la
vida, había predicho los cambios de tiempo mejor que cualquier
meteorólogo de la televisión. Algunos pensaban que estaba loca de
remate; Jonah sabía que era pura magia. Cuando otros buscaban
refugio, Jonah y su abuela se sentaban en el porche y se deleitaban
con la belleza de una tormenta.
—Estás siendo testigo de lo mejor de la madre naturaleza,
Jonah. La vida es como una tormenta: impredecible, hermosa y a
veces peligrosa.
De Maeve, Jonah había heredado su pelo negro, su piel
aceitunada y sus extraños ojos verdes con un matiz tan oscuro que
parecían negros bajo ciertas luces. También le había enseñado a leer
las nubes y a estudiar el viento. Una fuerte brisa soplaba en el
aparcamiento, y la sensación de problema le ponía los pelos de
punta.
Había achacado su dolor de cabeza al estrés después de pasar
doce horas en interminables reuniones en las que había tenido que
defender sus habilidades ante su supervisor inmediato delante de
todos los miembros de su división, incluido el subdirector. Otro
miserable lunes más. En cuanto salió a la calle para marcharse,
Jonah descubrió que el cambio de presión barométrica era el
verdadero culpable del dolor que le partía el cráneo. La abuela sentía
el clima en sus huesos, mientras que Jonah lo sentía en sus
cavidades sinusales.
La temperatura había bajado al menos diez grados y el viento
se había intensificado desde la hora del almuerzo. Jonah esperaba
tener tiempo suficiente para hacer un recado rápido de camino a
casa antes de que llegara la tormenta. Quería ver el espectáculo
desde el porche de su casa, como había hecho en la casa de su abuela
~ 10 ~
y su padre, donde había crecido. No era cuestión de si llegaba el mal

tiempo, sino de cuándo.
Las tormentas nocturnas eran las mejores. Los relámpagos
eran más brillantes cuando partían el cielo y se arqueaban hacia la
tierra, y el estruendo de los truenos sonaba más fuerte y
amenazante. ¿Podría ser éste el frente meteorológico que igualara o
superara la intensidad de la vorágine que se desencadenaba en su
interior?
Jonah se planteó ir directamente a casa, pero necesitaba su
dosis de Bugles de Caramelo después de un día como aquel, y había
agotado el alijo de la semana pasada en dos días. Le encantaba su
trabajo como analista criminal para la Oficina de Investigaciones de
Georgia, donde utilizaba la tecnología para predecir y prevenir
crímenes y capturar a los malos. Odiaba con la misma intensidad a
su jefe, el agente supervisor Butch Trexler.
Si las tormentas le recordaban a su abuela, Trexler le
recordaba a su abuelo. Tampoco era un cumplido. Oscar St. John
había sido un malvado hijo de puta que había intimidado y
amedrentado a todo y a todos para someterlos. Trexler parecía vivir
para los momentos en que podía rebajar y humillar a Jonah y ejercer
su poder sobre él. Si las cosas no cambiaban pronto en la oficina, se
vería obligado a tomar una decisión difícil antes de que el trabajo le
pasara factura a su salud. Dejarlo era complicado. Alguien querido
por Jonah se había jugado el cuello por él para que pudiera
conseguir una entrevista para el puesto. Tampoco quería darle a
Trexler la satisfacción de echarlo.
Jonah apartó mentalmente esos pensamientos y se concentró
en conducir a través de la ciudad hacia su barrio. Parte del distrito
histórico del tranvía de Thomas Square había sufrido una fuerte
revitalización. Los inversores compraban las casas a bajo precio, las
renovaban y las revendían para obtener beneficios, lo que trajo una
afluencia de hipsters a la zona. La otra mitad, donde vivía Jonah, era
exactamente lo contrario. Los residentes y los negocios abandonaron
el barrio, dejando casas abandonadas y edificios que rozaban la
ruina. Su destino, Ling's Corner Market, era el único negocio que
sobrevivía en el centro comercial de la calle Bull, cerca de su casa.
Había varios coches en el aparcamiento, pero sólo uno le llamó
la atención. El conductor había dado marcha atrás en lugar de
~ 11 ~
entrar. Cuando Jonah aparcó junto al coche, se dio cuenta de que el

motor seguía en marcha. Este no era el tipo de barrio en el que uno
deja las llaves puestas, a menos que quiera que alguien le robe el
coche, o que piense asaltar el mercado de la esquina porque piense
que los ancianos propietarios asiático-americanos son un blanco
fácil. Salió rápidamente del coche y se dirigió hacia la tienda. Jonah
debió de abrir la puerta de un tirón con demasiado entusiasmo,
porque todas las miradas se volvieron hacia él. La señora Ling estaba
detrás del mostrador y sonrió suavemente cuando sus miradas
chocaron. Tal vez había exagerado con el coche de la entrada y
alguien estaba de paso y no sabía que debía llevarse las malditas
llaves del coche.
No, su instinto le decía que tenía razón. Al igual que la
tormenta que se acercaba, Jonah podía oler los problemas que se
estaban gestando. Nadie actuaba de forma sospechosa mientras
observaba a los clientes. Los clientes respondían a la mirada de
Jonah con sus propias miradas, que iban desde la curiosidad hasta el
miedo e incluso el asco. Estaba acostumbrado, aunque los motivos
habían cambiado con los años.
Siempre había destacado -con perdón- por su altura. Empezó
el jardín de infancia como el niño más alto de su clase, título que
conservó hasta que se alistó en el ejército después de graduarse. Los
años intermedios le llamaron la atención por su torpeza, su cerebro
de nerd y su incapacidad para utilizar su tamaño para conseguir la
gloria de los distintos equipos deportivos, sus entrenadores u Oscar.
Lo intentó. Dios, lo había intentado.
En estos días, no era su amplia estatura de 1,95 lo que atraía
las miradas de todos. Era la cicatriz plateada que le atravesaba la
cara en diagonal desde encima de la ceja derecha hasta la comisura
izquierda de la boca. Algunos parecían incómodos y rompían el
contacto visual. Otros reaccionaron ante la cicatriz con fascinación y
lo vieron como un desafío. Se había acostado muchas veces dando la
imagen de chico malo.
Jonah se vio a sí mismo en la pantalla del televisor que
mostraba la señal de la cámara de seguridad en directo y casi dio un
respingo.Un mechón de pelo negro había caído sobre su frente, casi
cubriendo uno de sus extraños ojos. Obsidiana, los había llamado su
abuela. El ceño fruncido de Jonah le hacía parecer mucho mayor de
~ 12 ~
treinta y cinco años. Obligándose a aflojar la mandíbula y a relajar

los hombros, Jonah se tomó su tiempo para recorrer los pasillos.
Uno a uno, los clientes compraron sus artículos y salieron de la
tienda, y sin embargo, el coche con el motor en marcha seguía
aparcado delante.
—Hola, Jonah—, dijo la señora Ling cuando se acercó al
mostrador.
—Hola, señora Ling—, contestó él, estudiándola en busca de
cualquier signo de coacción. —Vengo a por mí alijo.
Todos los lunes, sin falta, recogía las diez bolsas de Caramel
Bugles -nunca más, nunca menos- que los Ling reservaban para él.
Sería una oportunidad perfecta para que la señora Ling le indicara
que algo iba mal fingiendo no saber de qué estaba hablando.
—Por supuesto—, dijo ella.
Después de que ella se metiera en la trastienda, Jonah recorrió
el mercado en busca de lugares donde pudiera estar escondido el
imbécil. En el rincón más alejado, junto a los refrigeradores de
cerveza, vio una puerta con un cartel que indicaba que era de uso
exclusivo de los empleados. Jonah se acercó con paso ligero, sin
saber lo que podría estar esperándole al otro lado. ¿Un cuchillo?
¿Una pistola?
Jonah abrió la puerta de un tirón. El joven blanco y delgado
gritó con fuerza e intentó agacharse cuando Jonah metió la mano en
el interior para agarrar su capucha, pero Jonah fue más rápido.
Arrastró al tipo fuera del armario y lo levantó hasta que las puntas
de los pies apenas tocaban el suelo.
— ¿Qué carajo haces escondido en el armario de las escobas?—
, preguntó enfadado.
—Yo...— El Flaco Blanco emitió un chillido agudo, y luego su
cabeza cayó hacia adelante, rompiendo el contacto visual. Un fuerte
olor a amoníaco hizo que Jonah arrugara la nariz. Miró hacia abajo y
vio el charco de orina que se acumulaba a los pies de SWG1. El
maldito punk había orinado un río por su pierna. Jonah dio un
1
Skinny White Guy = El Blanco Flaco
~ 13 ~
rápido paso atrás para que sus zapatos no se metieran en ello, pero
no soltó a la comadreja.
— ¿Ibas a robar a la señora Ling?— preguntó Jonah.
—No—, dijo rápidamente SWG, sacudiendo la cabeza
frenéticamente. —No iba a hacerlo.
—Levanta las manos y mantenlas ahí.
El chico obedeció inmediatamente. Jonah metió la mano en el
bolsillo de la capucha y sacó una pistola de pequeño calibre.
— ¿Qué carajo ibas a hacer con esto?
—No está cargada—, dijo el chico.
— ¿Y eso hace que esté bien?— preguntó Jonah, dándole al
chico una buena sacudida. — ¿Ibas a poner esa pistola en la cara de
la señora Ling y exigirle dinero?
—No iba a hacerle daño—, dijo, forcejeando en el abrazo de
Jonah.
—Jonah, ¿qué está pasando?— La Sra. Ling preguntó desde el
frente de la tienda.
—Llama al 9-1-1 Este pequeño bastardo estaba a punto de
robarte.
—El arma no está cargada—, repitió el tipo.
—La gente no puede saber eso cuando mira el cañón, cara de
mierda.
El chico comenzó a entrar en pánico cuando escuchó a la
señora Ling llamar al 911, retorciéndose y tratando de liberarse. Dio
un paso a la derecha y su pie aterrizó en el charco de orina. Los pies
de SWG se deslizaron por debajo de él, desequilibrando a Jonah.
Soltó la capucha del tipo para evitar resbalar también en la orina. El
imbécil cayó con fuerza, golpeando su cabeza contra la parte inferior
de la estantería y dejándose caer.
—Huh—, dijo Jonah, mirando al hombre tendido. Comprobó la
pistola, confirmando que no estaba cargada, y la tiró al suelo para
que la policía la viera cuando llegara. No quería que le dispararan
primero y preguntaran después.
~ 14 ~
Dos patrulleros que Jonah no conocía acudieron a la llamada y

se hicieron cargo rápidamente. Por desgracia para él, eso significaba
que tenía que pasar noventa minutos o más respondiendo a
preguntas. Primero con los patrulleros, y más tarde, cuando los
detectives de robos llegaron al lugar. Algunas preguntas eran
legítimas, como la de cómo sabía buscar problemas. Otras eran
estúpidas, como cuando el oficial Bauer le preguntó por qué alguien
que trabajaba para el GBI no llevaba un arma.
—Soy un analista criminal, no un agente de campo—, explicó
Jonah, esperando que no se notara su fastidio.
—Huh—, respondió Bauer sin entusiasmo.
Jonah podría haberse tomado el tiempo de explicar lo que
hacía para la oficina y las muchas formas en que ayudaba a la SPD2,
pero no estaba de humor. Sólo quería comer sus Bugles en el porche
y ver la tormenta. ¿Era mucho pedir?
Aparentemente sí, ya que se olvidó de comprar su placer
culpable durante su prisa por salir. Jonah maldijo una raya azul3
pero siguió conduciendo hacia su casa. Mañana por la mañana sería
lo suficientemente pronto para recoger sus Bugles e incluso podría
asegurarse de que su alijo durara más que el miércoles.
En cuanto vio su casa, el alivio se apoderó de su cuerpo. Los
hombros de Jonah se desplomaron y respiró con facilidad por
primera vez desde que salió de casa esta mañana. Había comprado
su casa victoriana de dos plantas hacía tres años y la había ido
arreglando a medida que encontraba tiempo y dinero. La casa era
estructuralmente sólida, con un sólido tejado de metal, pero el
exterior y el interior necesitaban un montón de arreglos. Había
contratado a un contratista para que se ocupara de los proyectos más
grandes, como la sustitución de las ventanas y el revestimiento de la
casa. Jonah había abordado las tareas más pequeñas por sí mismo.
Le gustaba gastar energía física y ver los resultados de su trabajo. Su
tarea favorita era lijar y pintar el porche y las molduras. Había
elegido un tono blanco brillante que contrastaba muy bien con el
revestimiento gris paloma y el tejado metálico negro. Jonah
necesitaba nuevos muebles de exterior para su porche, pero las
viejas mecedoras de su abuela servirían por ahora. El interior, sin
2
Departamento de Policía de Savannah.
3
Hablar rápido y sin parar.
~ 15 ~
embargo, era otra historia. Había mejorado la suite principal y

restaurado los suelos de madera de las dos plantas antes de agotar
una buena parte de sus ahorros. La cocina era su próximo gran
proyecto, pero requeriría mucho capital, tiempo y sudor. Podía
arreglárselas con los armarios desvencijados y los azulejos
anticuados durante un poco más de tiempo. Al menos había
actualizado los electrodomésticos, lo que suponía un gran gasto.
Cuando giró en la entrada de su casa, los faros de Jonah
iluminaron el porche delantero como un foco, revelando a la señorita
Marla, la legendaria drag queen de Savannah y su vecina de al lado,
sentada en una mecedora. Había elegido para su visita un largo
camisón de raso plateado con bata a juego. El color se veía increíble
con su impecable piel oscura. A su lado, había un vaso alto sobre la
mesa, lo que indicaba que no había planeado una visita corta. Marla
levantó el brazo para protegerse los ojos, por lo que Jonah apagó los
faros.
—Bueno, esto es una sorpresa—, dijo Jonah cuando salió del
coche.
—La gente dice lo mismo de un diagnóstico de herpes—,
bromeó Marla, con su voz ronca impregnada de su afecto por él. A
Jonah le gustaba mucho más que el desdén con el que lo había
tratado cuando se mudó por primera vez. Marla lo había
considerado un blanco más que se empeñaba en aburguesar su
barrio. Con el tiempo se la había ganado, y se había convertido en
una amiga muy querida.
Jonah sonrió al recordar la primera vez que vio una grieta en el
barniz del desprecio de Marla hacia él. Una vez recibió un correo
dirigido a Richard Bruce Barker, y al principio pensó que se trataba
de un antiguo propietario hasta que se fijó en la dirección que
aparecía debajo del nombre. Cuando Jonah llevó el sobre a la puerta,
Marla miró la carta en sus manos durante varios momentos antes de
encontrarse con su mirada.
—Estas son mis reglas, y espero que las obedezcas sin
rechistar—. Hizo una pausa suficiente para levantar una ceja
perfectamente arqueada. ¿Cómo podía alguien comunicar tanto con
una pequeña acción? Marla había querido saber si debía seguir
hablando o ahorrarse el aliento. Jonah había asentido para que
continuara. —Cuando me veas vestida así -había dicho, señalando
~ 16 ~
su vestido rojo con lunares blancos-, espero que me llames señorita

Marla o Marla. En las raras ocasiones en que me vean vestido de
hombre y sin una fabulosa peluca, pueden dirigirse a mí como
Ricky. Nunca Richard, Rick y, sobre todo, Imbécil, a no ser que
tengas planes de chupármela4—. Jonah se había mordido el labio
inferior para no reírse. Pero Marla no había terminado de imponer
la ley. —Me tratarás con respeto en todo momento. ¿Está claro?
—Sí, señora—, había dicho Jonah.
—Y el hecho de que estas sean mis reglas no significa que se
apliquen a todas las personas genderqueer. Pregunta a alguien si
no estás seguro de qué pronombres usar. No seas un idiota.
—Sí, señora.
Marla inclinó la cabeza y estudió la cara de Jonah. Debió de
gustarle lo que vio allí porque se apartó, le hizo un gesto para que
entrara en su casa y le dijo: —Acompáñame a tomar un café—. No
preguntó ni invitó; ordenó, y él obedeció. No había cambiado mucho
desde aquel fatídico día.
En tres años, Jonah sólo había visto a Ricky dos veces. Tenía
curiosidad por saber cuántos años tenía Marla, pero nunca sería tan
estúpido como para preguntar. Supuso que una dama tenía derecho
a sus secretos.
La visita de Marla le hizo sentir curiosidad. No tanto por la
hora, sino porque ella había elegido el porche de su casa para
esperarlo en lugar del suyo propio. Sus casas estaban lo
suficientemente cerca como para que ella hubiera escuchado a Jonah
llegar sin tener que mirar por la ventana para verlo. Había algo en su
voz, una pizca de tristeza que le hizo dejar de lado su cansancio y sus
frustraciones mientras se dejaba caer en la mecedora a su lado.
—Es tarde, ¿verdad, cariño?— preguntó Marla.
Se acercaban las diez, lo que no era tarde para los estándares
de la mayoría de la gente, pero eran varias horas más tarde de lo que
Jonah solía llegar a casa después del trabajo. —Reuniones y más
reuniones.
4
Se refiere a que “Imbécil” es una traducción de “Dick” que es tanto un insulto como un pene.
~ 17 ~
Marla se estremeció. —Suena espantoso.

Aplastar el alma era un adjetivo mejor. — ¿Qué tal el día?
—Muy esclarecedor—, respondió. —Escuché el nuevo podcast
de crímenes reales que estás haciendo con tus amigos. No estaba
seguro de qué esperar, pero lo disfruté. Los tres tienen
personalidades muy diferentes, pero se complementan muy bien—.
Sonaba como una tía o madre indulgente que actuaba como único
miembro del público en un concierto privado de una banda de
garaje.
Sinister in Savannah5, un podcast que había creado con sus
amigos Rocky y Felix, un detective privado y un reportero de
investigación, fue objeto de muchos desprecios durante sus
reuniones. Se había estrenado la semana anterior con muy buenas
críticas y ya estaba en el top ten de los podcasts de crímenes reales.
Había tenido la bendición del subdirector para participar, pero
Trexler pensaba que era una idea horrible. Jonah sospechaba que la
animosidad de Trexler se debía a los celos por la atención que
suscitaba el programa, más que a la preocupación genuina de que
Jonah pudiera filtrar secretos del GBI durante los segmentos.
Trexler había redoblado su empeño en hacer que Jonah quedara en
ridículo al intentar desacreditar el trabajo que había realizado con
Stella, el superordenador con inteligencia artificial que Jonah había
construido desde cero. Trexler menospreció sus esfuerzos y
desestimó todas las conclusiones a las que llegó Stella tras analizar
los archivos.
— ¿Cómo se conocieron los tres?— preguntó Marla, atrayendo
de nuevo la atención de Jonah hacia ella.
—A través de amigos comunes del SPD—. Jonah no estaba en
libertad de hablar de la investigación que involucraba a un violador y
asesino en serie que los había unido, ya que el caso aún estaba
pendiente de juicio. —No sospecho que hayas estado esperando en la
oscuridad a que vuelva a casa sólo para hablar del podcast o de mis
amigos.
—No—, dijo Marla en voz baja.
5
Siniestro en Savannah.
~ 18 ~
—Entonces por qué no me dices qué te preocupa.

—Me estoy muriendo, Jonah.
La tempestad en su alma retumbó más fuerte.
~ 19 ~
Sus palabras golpearon a Jonah en las tripas, y agradeció que

ya estuviera sentado. Tuvo que haber escuchado mal a Marla. Ella
era el tipo de persona que era más grande que el amor y más audaz
que el odio. Un mundo sin ella era insondable. Jonah trató de hablar
pero no pudo con el corazón encajado en la garganta.
La luz de la luna era lo suficientemente fuerte como para que
Marla viera la lucha de Jonah. Se acercó y le agarró la mano. Si
hubiera estado más preparado, habría intentado protegerla de su
devastación. ¿Qué decía de él que fuera ella la que lo consolara y no
al revés?
—Esta mañana me he enterado de que tengo un cáncer de
hígado en fase cuatro—, dijo Marla con calma.
¿Cómo podía ser? Él ni siquiera había sabido que estaba
enferma. La había visto varias veces en la última semana, y ella
había sido su típica y brillante auto-desafiando la edad, la gravedad y
las normas de género. Jonah quería saber por qué no le había
hablado antes de su enfermedad, pero su lengua no obedecía a la
orden de su cerebro de hablar.
—He tenido todo el día para pensar en mi situación y he
decidido no buscar tratamiento.
Esa detonación lo sacudió aún más, pero le permitió volver a
hablar. —Mentira—, dijo Jonah con fiereza. —La Marla que conozco
no se rinde sin luchar.
—Cariño, esto no es lo mismo que enseñar a esos mocosos de
la calle a tratar a una dama. Estoy hablando de la diferencia entre la
calidad de vida y la cantidad—. Señaló su camisón hasta los tobillos.
—Esta reina no se conformará con nada menos que lo mejor—.
Marla respiró hondo y lo soltó lentamente. —Le prometí al oncólogo
que pensaría en mis opciones. Me dio una cantidad abrumadora de
folletos para llevar a casa, y leí cada palabra, incluyendo la letra
pequeña y las renuncias. Ya he tomado mi decisión.
—Pero hay tratamientos...
~ 20 ~
Marla levantó la mano libre, indicando que aún no había

terminado de hablar. —El cáncer ha hecho metástasis, lo que
significa que no soy candidata a un trasplante. Esos tratamientos de
quimioterapia y radiación podrían alargar mi vida, pero no la
salvarán. Prefiero vivir al máximo los días que me quedan, y para mí
eso no incluye que me metan venenos en el cuerpo o que me metan
en el microondas como si fuera una papa asada.
Jonah se quedó sin palabras, así que dijo lo primero que se le
ocurrió. —Eres una maldita diva.
Inclinando la cabeza hacia atrás, Marla se rio fuerte y
roncamente. Normalmente, su sentido del humor berreta hacía
sonreír a Jonah, pero esta noche sólo hizo que sus maltrechas
emociones se volvieran frenéticas. —Siempre y para siempre, cariño,
que es exactamente como quiero que la gente me recuerde. Me
alegro mucho de que lo entiendas—, dijo Marla.
Jonah entendía de dónde venía ella, pero no tenía por qué
gustarle. Respetaba su derecho a elegir su camino, pero no estaba
preparado para decir adiós. ¿Qué tan egoísta era? Jonah asintió
porque era lo que Marla necesitaba de él. La tensión que quedaba en
su esbelto cuerpo se alivió y se relajó contra la mecedora.
— ¿Quieres entrar y hablar? Será más cómodo—, dijo Jonah.
—Si te parece bien, prefiero charlar fuera y disfrutar de estas
calidas temperaturas. Mayo es mi mes favorito y quiero aprovechar
cada segundo.
El peso de sus palabras no pronunciadas presionó fuertemente
el pecho de Jonah. Sería la última.
—Hay dos promesas que necesito de ti, Jonah St. John, y no
me iré de tu porche hasta que las tenga.
— ¿Esperas que haga promesas sin saber primero de qué se
trata?— bromeó Jonah.
—Sí, porque me quieres—, dijo Marla. Y lo hizo. —Te diré algo,
te explicaré lo que necesito de ti, para que puedas fingir que lo
piensas. Seguiré extrayendo tu promesa, pero de una manera con la
que puedas vivir y no te sientas manipulado.
—Demasiado tarde—, dijo Jonah.
~ 21 ~
La risa de Marla resonó en la casa antes de que el viento se la

llevara. Se sentaron en silencio, escuchando los grillos durante unos
minutos antes de que Jonah dijera lo que ambos sabían que diría.
—Lo prometo—. No le negaría nada, así que ¿por qué perder
un tiempo precioso fingiendo lo contrario?
—A Betty le va a llevar tiempo acostumbrarse a ti, así que ten
paciencia con ella—, dijo Marla.
Jonah debería haber sabido que la máxima prioridad de Marla
sería hacer los arreglos necesarios para su bulldog francés, llamado
como su chica dorada favorita, Betty White. Siempre había querido
tener un perro, pero nunca cedió a su deseo debido a sus largas
horas de trabajo. Encontraría la manera de asegurarse de que Betty
fuera feliz, aunque tuviera que recurrir a una guardería para perros.
—La mimaré mucho—, dijo Jonah. — ¿Cuál es la otra cosa que
acordé hacer?
—Esta es más difícil, pero después de escuchar el podcast de
kickass, creo que es algo que a ti y a tus amigos les encantará
abordar, ya que ninguno de ustedes soporta una injusticia—, dijo
Marla.
Intrigado, Jonah inclinó su cuerpo para mirarla. — ¿Un caso
sin resolver? Tienes mi atención.
—En 1982, un querido amigo fue brutalmente asesinado. La
policía no puso mucho empeño en resolver el caso de Earl Ison
porque era un hombre gay y una drag queen a tiempo parcial
conocida como Lola la Reina del Hielo. Yo, junto con otros amigos
de Earl, nos cansamos de sus idioteces y empezamos a acosar al
departamento de policía, aunque sabíamos que estábamos poniendo
nuestras vidas en peligro. Organizamos protestas y marchas,
sabiendo todo el tiempo que nos iban a arrestar por agitar la mierda,
pero habría sido una victoria si uno de esos agentes de la ley viera a
Earl como un ser humano en lugar de un hombre gay que a veces se
vestía con ropa de mujer—. Marla se quedó callada mientras miraba
a la noche.
— ¿Tu plan no tuvo éxito?— preguntó Jonah.
—Sí, pero no de una manera significativa o como queríamos—.
Marla giró en su mecedora, inclinando su cuerpo hacia Jonah y
~ 22 ~
encontrando su mirada. —En 1995, Bo Cahill, que ya estaba en el

corredor de la muerte por otro asesinato, confesó haber matado a
Earl una semana antes de su ejecución.
Jonah inclinó la cabeza hacia un lado. —Pensé que habías
dicho que era un caso sin resolver.
—No, tú dijiste que era un caso sin resolver. Yo lo llamé una
injusticia.
— ¿Cómo es eso, si el asesino confesó?— preguntó Jonah.
Marla puso los ojos en blanco. —Niño, por favor. No puedes
creer que todas las personas que han confesado un crimen realmente
lo han cometido—. Por supuesto, no lo hacía.
—Estás diciendo que Bo Cahill dio una confesión falsa—, dijo
Jonah. — ¿Por qué iba a mentir? Entiendo cuando ocurre lo
contrario, pero confesar un asesinato que no cometió no tiene
ningún sentido.
—Eso lo tienes que averiguar tú, cariño. No creí su confesión
entonces, y no la creo ahora. La policía y el fiscal estaban demasiado
dispuestos a aceptar la confesión y cerrar el caso de Earl, y mi
continuo acoso sólo auguraba problemas que no podía permitirme.
Me prometí a mí misma que algún día encontraría la verdad, y creo
que estuve esperando todo este tiempo a que llegaras tú. El asesino
de Earl sigue ahí fuera, y quiero arreglar esto para mi amigo antes
de...
De que ella muriera.
—Esta reina envejecida está pidiendo mucho, pero me lo
prometiste.
—Sí, lo hice—, dijo Jonah, asintiendo. —Cuéntame todo lo que
sepas sobre la muerte de Earl y lo que ocurría en su vida en ese
momento. Sé que han pasado casi cuarenta años, pero un pequeño
detalle podría tener una gran importancia.
—Lo recuerdo como si fuera ayer—. Sus ojos oscuros
adquirieron una mirada lejana. —Earl había empezado a salir con
alguien nuevo y estaba muy ilusionado. Sin embargo, la relación no
estaba exenta de grandes problemas. Su novio no salía del armario
con sus amigos, su familia o en el trabajo, y creo que Earl aún no le
había revelado a Lola. Sabía que era una receta para el desastre. Earl
~ 23 ~
estaba tan feliz y enamorado, que me mordí la lengua—. Marla

sonrió con ironía. —También fue la última vez que lo hice.
— ¿Había cambiado mucho la personalidad de Earl después de
conocer a esta persona? ¿Había algún indicio de que estuviera
involucrado en una relación abusiva?— Preguntó Jonah.
—Había cambiado mucho, pero no había actuado con
nerviosismo o miedo. Earl simplemente se había alejado de sus
amigos y pasaba todo su tiempo libre con su novio—. Jonah oyó un
matiz de amargura en su voz que el tiempo, el desamor y la pérdida
no habían borrado. El resentimiento era un enemigo que él conocía
demasiado bien. —Earl nunca tuvo moretones o raspones que no
pudiera explicar. Simplemente se volvía displicente, como si fuera
demasiado bueno para nosotros, una vez que este tipo se fijó en él.
Tampoco era raro que algunas reinas bajaran el tono por un hombre.
—Tú no, seguro.
Marla se rio. —Nunca, cariño. Hay ciertas cosas a las que no
estoy dispuesta a renunciar y ser fiel a mí misma encabeza la lista.
Quiéreme como soy o lárgate. Puede que mi plan haya fracasado un
poco, ya que moriré soltera.
Jonah odiaba que ella pudiera pronunciar la odiosa palabra
con tanta facilidad. Marla era una de las personas más perspicaces
que había conocido, así que no le sorprendió que le apretara la mano
que aún tenía en él.
—Nunca he sido alguien que se esconda de la verdad. Siento si
te he molestado.
A Jonah se le aguaron los ojos y le empezó a arder la nariz,
pero parpadeó las lágrimas antes de que pudieran caer. Que cediera
a su dolor no era lo que ella necesitaba en ese momento. —Nunca te
disculpes por ser tú, Marla. Puede que mueras soltera, pero serás
amada y no estarás sola. Esa es la promesa número tres.
—Me gustaría pedir una cuarta, pero creo que ya he tentado mi
suerte esta noche—. O tal vez se dio cuenta de que Jonah accedería a
cualquier cosa y no quiso presionar su ventaja. Jonah decidió seguir
adelante con sus preguntas para poder empezar a investigar el caso
de Earl.
~ 24 ~
—Las confesiones sin pruebas que las corroboren no son

admisibles en los tribunales, así que me gustaría pensar que los
policías que trabajaban en el caso harían todo lo posible para
asegurarse de que la confesión de Bo Cahill era legítima antes de
cerrar el caso. ¿Discutieron el jefe o los oficiales investigadores por
qué aceptaron tan fácilmente la confesión?
—Los detectives que trabajaban en el caso, Milton y Morrisey,
me dijeron que Bo Cahill les dio detalles de la escena del crimen que
sólo la policía y el autor del crimen conocerían—, respondió Marla.
—Había oído que había un agente del GBI trabajando en la
investigación, pero nunca lo conocí.
— ¿Qué razón tienes para creer que no decían la verdad?—
preguntó Jonah.
Marla se dio unos golpecitos en la sien, en el corazón y luego
en el estómago. —El instinto. Nunca me equivoco. No estoy diciendo
que Milton y Morrisey me hayan mentido. Quizá no eran más que
peones, pero algo no cuadra.
— ¿Crees que alguien le dio información a Bo Cahill y lo apoyó
en una confesión?
—Es exactamente lo que pienso. Sólo que no sé quién.
— ¿Por qué estaría de acuerdo?— Dijo Jonah.
—Tal vez estaba protegiendo a alguien que amaba.
Jonah lo consideró. — ¿La verdadera persona que mató a Earl,
tal vez?
—Podría ser, o tal vez no hay ninguna conexión en absoluto. Bo
fue el primer hombre en ser ejecutado después de la muerte de Earl.
Creo que una persona ambiciosa puso en marcha la confesión. Tal
vez para cerrarme la boca y que dejara de ir a la comisaría a exigir
las últimas novedades en la investigación de Earl—, dijo Marla.
Jonah quiso decir que era un salto demasiado grande, pero que
la confesión de Bo Cahill era un beneficio para el fiscal y el
departamento de policía. —Intentaré acceder al expediente del caso
mañana. Mientras tanto, necesito que hagas una lista de todas las
personas que creas que debo entrevistar: amigos, policías,
compañeros de trabajo y familiares de Earl.
~ 25 ~
—Empezaré a hacerlo ahora—, dijo Marla, desenredando sus

dedos de los de él. Empezó a levantarse, pero Jonah le tendió la
mano y la detuvo.
—No te apresures—, dijo él. —Cuéntame los consejos y trucos
que necesitaré saber sobre Betty.
Sólo cuando habló de su querida perra, Marla empezó a llorar.
Jonah le rodeó los hombros con un brazo.
—Es la mejor chica, Jonah. Vas a tener mucha suerte de
tenerla en tu vida.
—Mostraré mi gratitud por ella todos los días—, prometió. Y
por ti.
—Me alegro de que te hayas mudado a mi lado—, dijo Marla
con lágrimas en los ojos.
—Yo también, Marla. Yo también.
~ 26 ~
—Oye, Eagle—, dijo una voz desde la parte trasera del

Humvee. —Seguro que anoche te quedaste callado después de
recibir las cartas en tu casa. ¿Va todo bien?
Sin perder el ritmo ni apartar la vista del vehículo del convoy
que tenían delante, Eagle respondió: —Te asigné para que buscaras
insurgentes, no para que me tocaras las pelotas por las cartas de
mi mujer, Lion.
—Uh-oh—, dijo Cobra con voz ominosa.
—Parece que alguien no vivió su tiempo de permiso al
máximo—, añadió Dragon
—Váyanse a la mierda. Todos vosotros—, dijo Eagle, pero no
había que confundir el humor en su voz. —Kirsten está
embarazada. Voy a ser padre.
Se escucharon gritos de júbilo en todo el vehículo blindado.
—Me retracto—, dijo Dragon.
—Attaboy6—, animó Cobra.
—Estoy cagado de miedo, hombre. Un bebé—, dijo Eagle,
sacudiendo la cabeza. —Yo…
Un fuerte estruendo cortó sus palabras cuando el Humvee
frente al suyo explotó. Eagle giró bruscamente a la derecha justo
cuando se produjo una detonación secundaria que hizo que su
vehículo rodara de forma repugnante.
Rat-a-tat-tat-tat-tat.
Jonah se incorporó en la cama cuando otra fuerte explosión
sacudió su casa y el sonido de los tambores se intensificó. Las
respiraciones ásperas de Jonah sonaron con fuerza en el silencio
mientras su cerebro registraba que estaba en su dormitorio y no en
6
Una expresión informal de aliento o admiración a un hombre o niño.
~ 27 ~
Afganistán. Dios, nunca se había sentido tan aliviado en su vida al

oír los truenos y la lluvia salpicando las ventanas.
El respiro duró poco. Sus amigos se habían ido, y era su culpa.
Jonah se tumbó de nuevo en la cama y se obligó a ralentizar su
acelerado corazón. Fue entonces cuando sonó otro golpe, pero no
tenía nada que ver con la tormenta que arreciaba fuera de su casa.
Un fuerte gemido y una risita siguieron rápidamente al ruido, lo que
significaba que Kendall estaba en casa y él no estaba solo.
Al igual que a Marla, su amistad con Kendall lo había pillado
desprevenido. Había conocido al joven en un club llamado The
Cockpit, donde Kendall trabajaba a tiempo parcial, y habían pasado
todo el fin de semana follando como animales. Cuando Kendall
abandonó su cama en las primeras horas de la mañana del lunes,
Jonah no había esperado volver a verlo a menos que persiguiera a
Kendall en el club. En un extraño giro del destino, Jonah recibió una
llamada de su amigo detective Royce Locke, pidiéndole que
verificara el paradero de Kendall durante el fin de semana. Kendall
había regresado a casa para encontrar a su compañera de piso
muerta, y la persona que descubrió el cuerpo está siempre en lo más
alto de la lista de sospechosos. El papel de Jonah en la vida de
Kendall pasó de ser una conexión aleatoria de fin de semana a una
coartada.
La compañera de piso de Kendall tampoco era cualquiera.
Vivian Gross había sido una destacada abogada de clientes de alto
perfil como Franco Humphries, el violador y asesino en serie cuya
investigación llevó a Felix y Rocky a la vida de Jonah. Royce Locke,
junto con su novio y socio, Sawyer Key, reunió un grupo de trabajo
clandestino para atrapar al hombre por los crímenes que había
cometido. Pusieron al bastardo enfermo entre rejas y forjaron
maravillosas amistades.
Jonah no sabía de la conexión entre su atractiva relación de fin
de semana y la abogada que representaba a uno de los hombres más
viles de la tierra, pero, de nuevo, a Jonah no le habían interesado los
otros trabajos de Kendall ni a quiénes conocía. No habían
intercambiado números de teléfono porque ninguno de los dos había
querido buscar una relación. Kendall tenía dos trabajos y asistía a la
universidad, y Jonah no estaba en el espacio mental adecuado para
considerar una relación romántica. Le gustaba Kendall y le había
~ 28 ~
ofrecido el uso de su habitación de invitados, ya que el piso que

había compartido con Vivian era la escena de un crimen.
Siete meses después, Kendall seguía viviendo en su casa, pero
como inquilino de pago. Los dos hombres compartían una fácil
camaradería que no se complicaba por la tensión sexual, ya que la
habían eliminado.
En la habitación que estaba debajo de la suya se oyeron
rápidos golpes cuando el marco de la cama de Kendall se golpeó
repetidamente contra la pared.
— ¡Sí! ¡Mierda, sí!— dijo Kendall, instando a su amante a
seguir. —Más fuerte. Más rápido—. Quienquiera que hubiera traído a
casa cumplió. Los golpes de la cabecera se intensificaron tanto en
frecuencia como en velocidad.
La polla de Jonah empezó a agitarse. ¿Quién podría culparlo?
Oír a dos hombres follando siempre tenía ese efecto en él. Si a eso le
sumamos su larga sequía, ¿quién no se pondría a cien? Decidiendo
conformarse con una cerveza, Jonah echó las sábanas hacia atrás y
se puso un par de pantalones cortos de baloncesto para cubrirse el
culo desnudo.
Los sonidos del sexo eran aún más intensos en el primer piso,
donde se encontraba el dormitorio de Kendall. Su compañero de
habitación gemía incoherentemente y su invitado gruñía antes de
que ambos se callaran. Jonah levantó su botella de cerveza para
brindar por la pareja y se dirigió al porche delantero, donde tendría
un asiento en primera fila para la actuación de la naturaleza.
El aire fresco le sentó de maravilla en su acalorada carne.
Jonah respiró profundamente, trabajando para calmarse después de
su pesadilla catalogando sus olores favoritos y recordando tiempos
más sencillos. El olor almizclado y penetrante de la tierra recién
removida y el aroma dulce y penetrante del césped recién cortado le
recordaban las muchas horas de trabajo junto a su abuela en el
jardín. Oscar se enfadaba porque la abuela lo convertía en un marica
y lo arrastraba a pescar al lago. Jonah había llorado la primera vez
que Oscar puso uno de los gusanos en un anzuelo. Oscar juró que no
le había hecho daño al gusano, pero Jonah no le creyó. Desde
entonces, Jonah había hecho todo lo posible por rescatar a todos los
gusanos que encontraba, especialmente después de que una fuerte
lluvia los sacara de sus escondites.
~ 29 ~
Volvió a abrir los ojos a tiempo para ver cómo un gran rayo
atravesaba las nubes, recordándole a Jonah la inquieta energía que
surgía en su interior y que no tenía forma de escapar. Un fuerte
trueno retumbó en la oscuridad y luego se agitó y retumbó durante
varios segundos. Jonah reconoció que estaba presenciando el final
de la tormenta y no el principio. Lástima que no pudiera decir lo
mismo de la vorágine que causaba estragos en su psique.
Marla se estaba muriendo. Estaba más allá de su comprensión,
pero había visto la verdad en sus ojos. Ella había aceptado su
destino, aunque a Jonah le costara hacerlo.
—Todavía estoy aquí, cariño—, había susurrado Marla cuando
Jonah la abrazó para despedirse. —Por favor, no me llores todavía.
Jonah había asentido y había forzado una sonrisa en su rostro.
Sentado solo en la oscuridad con sus pesadillas como compañía,
Jonah no tenía que fingir. Se permitió llorar por la pequeña Abigail,
que nunca había conocido a su padre. Lloró por los hermanos que
perdió a manos de las fuerzas de Al-Qaeda en Afganistán hace diez
años. Sobre todo, lloró por la querida amiga que aún no había
perdido.
Cada recuerdo de lo que había perdido, o de lo que estaba a
punto de perder, agitaba el vórtice emocional con más fuerza y
rapidez hasta que pensó que su cerebro podría explotar. Otro rayo
rasgó el cielo, recordándole las sabias palabras de su abuela.
“No importa la ferocidad de la tormenta, siempre pasa”
Jonah saludó al cielo con su botella de cerveza. —Por ti,
abuela.
Dio un sorbo a su cerveza y observó el resplandeciente
espectáculo hasta que ya no pudo ver los destellos de luz brillante ni
oír el estruendo. Por desgracia para él, su agitación privada sólo se
había calmado en lugar de avanzar.
De vuelta a su dormitorio, Jonah pudo oír a Kendall y
compañía comenzar el segundo asalto. Enterró la cabeza bajo la
almohada para ahogar los sonidos, pero no funcionó. Intentó pensar
en complejas técnicas de codificación para distraer su mente, pero
tampoco funcionó. Los sonidos de su compañero de habitación
practicando sexo con mucho entusiasmo dirigieron su cerebro en
una dirección que parecía incapaz de detener. Detrás de los
~ 30 ~
párpados cerrados de Jonah, las visiones del hombre inalcanzable lo

atormentaron hasta que no pudo ignorar por más tiempo su
dolorosa polla.
Jonah, él que va detrás de su interno. ¿Podría ser más cliché?
Dejándose caer sobre su espalda, Jonah miró su mano derecha
y dijo: —Supongo que somos sólo tú y yo otra vez, amigo.
~ 31 ~
A la mañana siguiente, Jonah se llevó el susto de su vida

cuando volvió al mercado de la esquina a recoger sus Bugles y vio al
Flaco Blanco de pie detrás del mostrador con el señor Ling. El
hombre mayor parecía estar enseñando al meón de las piernas cómo
usar la maldita cosa.
— ¿Tiene que estar bromeando?—, gruñó, sobresaltando a una
señora, que agarró a su hijo de la mano y salió corriendo por la
puerta.
El Sr. Ling levantó la vista y sonrió felizmente. —Ah, es Harry
el Sucio.
SWG levantó la cabeza. Sus ojos se abrieron de par en par,
alarmados, y empezó a temblar como un chihuahua. Bien. — ¿Puedo
ayudarle?—, consiguió balbucear cuando Jonah llegó al mostrador.
En la etiqueta con su nombre se leía Dakota, y el polo rojo del
uniforme hacía que el acné de su cara pareciera más prominente. Si
los Ling lo contrataron para trabajar en la tienda, el tipo tenía al
menos veintiún años. Seguro que no lo parecía.
Jonah no se molestó en disimular su desprecio por el imbécil.
Después de una larga mirada, cambió su atención hacia el Sr. Ling.
— ¿Está seguro de que esto es una buena idea?— preguntó Jonah,
señalando a SWG Dakota por si su pregunta no quedaba clara.
—Sí—. El Sr. Ling asintió. —Estaremos bien.
—Yo no robé la tienda—, dijo Dakota en voz baja. —Todavía
estaría en el armario de las escobas si no me hubieras sacado.
Jonah volvió a centrarse en SWG. —Entonces, ¿esto es culpa
mía?
—N-n-no—, tartamudeó Dakota.
Jonah le tendió la mano, con la palma hacia arriba. —Dame tu
identificación.
— ¿Mi identificación?— Preguntó Dakota.
~ 32 ~
—Harry el Sucio es un policía. Un buen tipo—, le dijo el señor

Ling a Dakota. —Enséñale para que se sienta mejor con que trabajes
aquí.
Dakota sacó rápidamente su carnet de conducir de la cartera y
se lo extendió a Jonah con una mano temblorosa. — ¿Te llamas
Harry?—, le preguntó.
Ignorándolo, Jonah sacó una foto del carné con su móvil antes
de devolvérselo.
—Se llama Jonah. Yo sólo lo llamo Harry el Sucio, como mi
personaje favorito—. El señor Ling entrecerró la mirada, formó una
pistola con el pulgar y el índice derechos y levantó la mano. Jonah
sabía lo que se avecinaba, pero Dakota se apartó como si estuviera a
punto de quedar atrapado en el fuego cruzado. El señor Ling
entrecerró los ojos y empezó a recitar las famosas líneas de Harry el
Sucio, en las que Clint Eastwood le pregunta a un delincuente si se
siente afortunado. Dakota dio un respingo cuando el Sr. Ling puso
gran énfasis en la palabra “punk” al final.
Riéndose, Jonah dijo: —No, no me siento con suerte. Me fui a
casa sin mi alijo de Bugles de caramelo.
—Oh, ¿eran para ti?— preguntó Dakota, y luego jugueteo con
su labio inferior entre los dientes.
— ¿Cómo que eran?
El señor Ling sonrió disculpándose. —Me olvidé de explicarle
nuestro acuerdo a Dakota. Él vio la entrega y asumió que eran para
la venta y los almacenó en los estantes esta mañana. Estaba
discutiendo con los distribuidores y no me había dado cuenta de lo
que pasaba hasta que se habían acabado.
—Lo siento—, murmuró SWG Dakota.
Jonah reprimió su decepción. —No pasa nada.
—La señora Ling está reuniendo algunas de nuestras otras
tiendas. Puede recogerlos de camino a casa.
—Gracias, Sr. Ling.
—Así que, ¿Bugles, eh?— Preguntó Dakota.
~ 33 ~
— ¿Tienes algo en contra de los bocadillos de maíz cubiertos de

caramelo?— Jonah contraatacó.
—Bueno, no, pero parecías tan...— Dakota agitó las manos
mientras, presumiblemente, buscaba las palabras adecuadas. O no le
salían adjetivos rápidamente, o no estaba dispuesto a decirlos en voz
alta delante de su jefe y arruinar su segunda oportunidad.
El teléfono sonó, y el señor Ling lo dejó a solas con Dakota
para que contestara.
— ¿Quién es Harry el Sucio?— preguntó Dakota.
—Es una franquicia cinematográfica protagonizada por Clint
Eastwood. El Sr. Ling acaba de interpretar algunas de las líneas
icónicas de la misma.
—Nunca he oído hablar de él—, dijo SWG.
—El padre de Scott Eastwood—, explicó Jonah.
En los ojos azules de Dakota brilló la conciencia. —Oh, lo
conozco.
—Se parece a su padre—, dijo Jonah.
— ¿Dónde está tu arma y tu placa?— Preguntó Dakota.
—No es ese tipo de policía—, dijo el señor Ling al reunirse con
ellos. Se dio unos golpecitos en la sien y Dakota pareció aún más
confundido. —Utiliza el cerebro para atrapar a los malos en lugar de
un arma.
Jonah podría pasar felizmente el resto de su vida sin sostener
un arma, y mucho menos disparar una.
—Soy un analista de inteligencia criminal—, explicó Jonah. —
Tengo que recibir la misma formación y certificaciones que los
agentes de campo, pero mi puesto no requiere que lleve un arma.
—El cerebro es un arma—, dijo enfáticamente el señor Ling.
—Entonces, ¿eres como un ciberpolicía?— preguntó Dakota.
Jonah no estaba de humor para corregir las suposiciones del
chico, así que dijo: —Algo así.
— ¿Cómo te hiciste la cicatriz?— Preguntó Dakota. ¿Qué carajo
era esto? ¿Las veinte preguntas?
~ 34 ~
—Pelea de cuchillos en un bar el año pasado.

—Genial—, dijo el chico con nerviosismo.
—Tonterías—, dijo el señor Ling. —Gran bromista, éste. Se hizo
la cicatriz en la guerra. Es un héroe. Sé siempre amable con él.
Héroe.
Jonah se encogió mentalmente, pero trató de no mostrar su
desprecio delante del señor Ling, que creía que le estaba
concediendo un honor a Jonah. —Soy un superviviente, pero eso no
me convierte en un héroe—, dijo Jonah. Cuando el Sr. Ling fue a
responder al teléfono de nuevo, Jonah agarró a Dakota por el polo y
lo empujó hacia delante. —No te atrevas a hacer nada que
perjudique a los Ling. No les robes. No llegues tarde a tus turnos ni
llames para decir que estás enfermo. Nunca hagas llorar a la señora
Ling. Si lo haces, volveré aquí y te mostraré lo mortal que puede ser
una persona sin un arma. ¿Está claro?
—Sí, señor—, respondió Dakota, asintiendo con la cabeza como
uno de esos muñecos de peluche.
—Te estaré vigilando—, dijo antes de soltar la camiseta de
SWG y salir de la tienda.
Lo primero que hizo Jonah al llegar a su despacho fue
comprobar los antecedentes de Dakota, que estaba
sorprendentemente limpio. No le gustaba que el bloqueador de los
Bugles trabajara para los Ling, pero tenía que confiar en su criterio.
Al otro lado de la puerta de su despacho, Jonah escuchó los
sonidos familiares de la llegada de Avery. Su pulso acelerado
coincidía con las ráfagas que resurgían en su interior. Este era el
momento que Jonah más esperaba y temía cada día de trabajo.
Avery abriría la puerta y entraría, trayendo consigo el más brillante
rayo de sol. Atravesaría el sombrío universo de Jonah, haciéndolo
mucho más oscuro cuando Avery saliera de su despacho.
Y, al igual que la tormenta de la noche anterior, no era cuestión
de que se fuera. Uno de estos días, Avery se iría para siempre,
llevándose su calidez y su brillo.
Jonah odiaba los clichés, pero era la polilla de la llama de
Avery Bradford. Durante los últimos ocho meses, se acercó más y
más, anhelando sentir el calor de Avery contra su piel sólo una vez.
~ 35 ~
Una vez era todo lo que necesitaba para reducirlo a un montón

de cenizas. Sin embargo, cada día era más difícil resistirse a la
atracción.
¿Qué me has hecho, tía Ellie?
Una pregunta que se hacía todos los días desde que su tía,
Ellen Rigby, la recién nombrada comisaria de policía, lo había
convencido, y más tarde al subdirector, de que Jonah necesitaba la
ayuda de Avery. Ella dijo que era brillante con los ordenadores y que
estaba deseoso de utilizar sus habilidades para el bien común, así
que habían contratado al tipo sin haberlo visto. Sin entrevista. Sin
currículum. Ese era el tipo de influencia que la tía Ellie tenía sobre
él, o tal vez fueron los macarons de caramelo que su esposa había
horneado para Jonah los que lo habían ablandado hacia su gran
idea.
¿O fue un gran error?
La puerta de Jonah se abrió unos minutos más tarde y Avery
entró sin problemas. No tuvo que mirar a su becario para saber que
tenía dos tazas. Una contendría el néctar de los dioses, el café, y la
otra un líquido que Avery llamaba té. Por el olor, Jonah supuso que
el método de elaboración requería hojas, flores secas y calcetines de
gimnasia sudados. —No te vas a creer los últimos cotilleos—, dijo
Avery con entusiasmo.
—Estoy seguro de que no me importará—, respondió Jonah
con desgana, sin apartar los ojos de la pantalla de su ordenador que
mostraba la foto del carné de conducir de Dakota.
—De acuerdo—, dijo Avery con frialdad, colocando la taza de
Jonah en su escritorio. —Por favor, dime que no estás investigando a
los posibles novios.
Jonah movió la cabeza en dirección a Avery. Los ojos color
avellana de su becario brillaron con picardía, y Jonah agitó sus alas
más cerca de la llama. —No seas ridículo.
—Ajam—, respondió Avery con sabiduría, pasando los dedos
por la hilera de botones de su camisa de vestir color lavanda pálido.
¿Era nueva o es que nunca se la había puesto para trabajar? El color
hacía que sus ojos avellana parecieran más verdes que marrones y
combinaba bien con su piel clara y su pelo dorado. Cuando Jonah
había visto a Avery por última vez ayer por la tarde, su peinado
~ 36 ~
parecía un poco desaliñado con un flequillo demasiado largo que le

colgaba en la cara. Esta mañana, Avery lucía un peinado más
ajustado y su flequillo más liso. ¿Una camisa nueva y una visita al
barbero? A Jonah le molestaba notar estas cosas al mismo tiempo
que las catalogaba en su cerebro. —Tú no haces lo del novio.
—No lo hago—, aceptó Jonah. Él follaba. Sólo que no
últimamente. —Este imbécil trató de robar la tienda del mercado de
la esquina en mi barrio anoche—. Técnicamente, SWG se escondió
en el armario y luego se meó encima, pero no sonaba tan
interesante. —Los propietarios tuvieron piedad del tipo y lo
contrataron en lugar de presentar cargos. Quería asegurarse de que
tenía un historial limpio.
— ¿No crees que la gente merece una segunda oportunidad?—
preguntó Avery.
—Sí lo creo—, dijo Jonah. —También sé que un alto porcentaje
de personas no las aprecian. No quiero que el señor y la señora Ling
salgan perjudicados.
Avery sonrió y sus ojos brillaron de admiración. —Eres un
buen hombre.
La piel de Jonah se calentó y sintió que su cara estaba envuelta
en llamas. Normalmente retrocedía cuando alguien lo llamaba héroe
o alababa su carácter, pero no con Avery. Quería ser el hombre
bueno que Avery veía, y en muchos días, Jonah casi podía creer que
era cierto.
Al notar la incomodidad de Jonah, Avery le acercó la taza de
café y cambió de tema. —Bill ha vuelto con Ashley otra vez.
— ¿Otra vez? ¿Es la décima vez?
— ¡Ahá! Es la undécima. Sí que prestas atención cuando repito
los cotilleos del refrigerador.
Jonah puso los ojos en blanco. —Finjo interés para que lo
escupas y te pongas a trabajar.
Avery lo estudió por encima del borde de su taza mientras
sorbía su guiso de calcetines sudados. Dejó el té y sonrió
diabólicamente. —Te aferras a cada una de mis palabras. Admítelo.
~ 37 ~
—No lo hago—. Y tanto que lo hizo. A veces, Jonah observaba

cómo esos labios formaban cada palabra y las repetía más tarde,
cuando estaba solo. Especialmente en momentos como este, porque
Jonah casi podía creer que Avery estaba coqueteando con él.
— ¿Hoy es el día en que finalmente admites lo mucho que te
gusto?— preguntó Avery.
La comisura de la boca de Jonah se crispó. —Gustar es una
palabra muy fuerte—. No era lo suficientemente fuerte.
Avery sonrió pero no presionó más para que admitiera. —
Pareces cansado.
—Estoy seguro de que has oído lo mal que fueron las reuniones
ayer—, dijo Jonah. —Dudo que alguien me excluya de los cotilleos
matutinos.
—Definitivamente no—, admitió Avery. —La gente vuelve a
decir a sus asistentes y becarios lo mal que te trata Butch Trexler, y
se mueren de ganas de ponerme al corriente. Hay una apuesta en la
oficina sobre cuánto durarás en este trabajo.
— ¿Cuánto tiempo duraré?— Ya había trabajado para la oficina
durante tres años. — ¿Antes de que haga qué? ¿Hacerle daño o
renunciar?
Avery inclinó la cabeza hacia un lado. —No estoy seguro de lo
que implica 'Hulk out7'.
— ¿Apostaste contra mí?
— ¿Qué crees?— Avery puntuó su pregunta con un exagerado
giro de ojos.
Jonah no estaba seguro de querer saberlo. Como su interno,
Avery debería estar de su lado. Como Jonah lo estaba, Avery
también, o algo así. No le gustaba pensar que Avery estaba en su
contra, o peor aún, que conspiraba contra él.
—Nunca apostaría contra ti.
— ¿Podemos ponernos a trabajar ya?
7
Enfurecerse de una manera imponente o intimidante.
~ 38 ~
—Tú eres el jefe—, dijo Avery.

Jonah tanteó su taza de café y casi la dejó caer. La noche
anterior se había quedado tumbado en la cama, follándose el puño
mientras fantaseaba con que Avery decía eso mismo después de que
Jonah le ordenara arrodillarse y chuparle la polla.
— ¿Qué?— preguntó Avery. — ¿No eres el jefe?
Jonah tragó con fuerza. —Yo soy el jefe.
Avery dejó su taza en el escritorio y aplaudió. —Eso está bien,
Jonah. Ahora dilo con más convicción.
Jonah cambió la taza de café por el cuaderno de notas legal
que tenía en su escritorio. Él y Avery lo utilizaban a menudo para
tomar notas el uno para el otro cuando trabajaban simultáneamente
en diferentes aspectos de sus proyectos. A los dos les gustaba
escuchar música mientras trabajaban, y el hecho de tener que hacer
constantemente una pausa para charlar sobre diferentes variables de
codificación resultaba molesto. La mayoría de los días, el cuaderno
estaba lleno de jerga informática que la mayoría de la gente no
entendería. Entre esos garabatos había mensajes que se escribían el
uno al otro y, a veces, una emocionante partida de ta-te-ti. Lo que
Avery no sabía, y Jonah nunca se lo diría, era que había guardado
todas las páginas del galimatías en un cajón de su casa. Tan patético.
Jonah agarró un bolígrafo y escribió: Estás despedido.
Avery sacó otro bolígrafo de la taza del escritorio de Jonah y
escribió: ¡Ja! Eres un tipo divertido. Luego Avery devolvió el
bolígrafo a la taza y sonrió pícaramente.
Jonah había visto esa misma sonrisa perversa detrás de sus
párpados cerrados en las primeras horas de la mañana. Recordarla
en su despacho le hizo sudar frío.
—No sé por qué te empeñas en hacerte el tonto cuando hay
trabajo que hacer—, dijo Avery en un tono burlonamente severo. Sus
labios temblaron, arruinando el efecto, pero continuó. —Estamos
muy cerca de completar el diseño de tu microchip. Cambiará la
forma en que la gente ve la ciberseguridad, así que quizá debas
centrarte en eso en lugar de en Bill y Ashley.
Jonah hizo una mueca. — ¿Realmente parezco tan imbécil?
~ 39 ~
Los ojos de Avery se abrieron de par en par. —Dios, no. Estaba

tratando de imitar a Trexler. Parece que tengo que trabajar en mis
habilidades.
—O podríamos centrarnos en el microchip—, sugirió Jonah.
—Bien. Se una nube de truenos—, se burló Avery. —Las
tormentas me despertaron esta mañana y empecé a pensar en ti.
Jonah enarcó una ceja y los ojos de Avery se abrieron de par en
par.
—Me refería al chip. Tengo algunas ideas sobre cómo
mejorarlo. Para vencer a un hacker, hay que pensar como uno. Tú—,
Avery señaló a Jonah—, no piensas como un hacker. ¿Quieres
escuchar mis sugerencias?
—Por supuesto.
Sería un idiota si no escuchara las sugerencias de Avery,
porque Ellen había tenido razón sobre las habilidades de su interno.
Era brillante. Jonah sólo deseaba que su admiración se detuviera ahí
y no se desviara hacia el cuerpo ágil de Avery, o su boca generosa y
su culo respingón. Por muy buenos que fueran esos atributos, y
había pasado muchas horas pensando en ellos, el espíritu luchador
de Avery era la llama irresistible que Jonah no podía ignorar.
Lástima que la exuberancia de Avery también significara que le
gustaba gesticular con las manos, a veces de forma salvaje. Así fue
como la taza de café de Jonah acabó volcada unas horas después.
— ¡Mierda!— dijo Jonah, empujando la silla hacia atrás de su
escritorio. No fue lo suficientemente rápido.
—Oh no. — La voz horrorizada de Avery coincidía con su
expresión. —Otra vez no.
Jonah miró fijamente a su becario mientras se levantaba. —Sí,
otra vez. Empiezo a pensar que lo haces a propósito—, dijo, dando
zancadas hacia la puerta.
— ¿A propósito? ¿Por qué razón?
—Para volverme loco—, respondió, acelerando el paso.
— ¿Cómo está funcionando hasta ahora?
~ 40 ~
Jonah abrió de un tirón la puerta del baño del pasillo y se

sintió aliviado al ver que estaba vacío. —He encontrado al interno
perfecto para ti. Te preguntarás cómo has podido sobrevivir sin él—,
dijo Jonah, imitando la voz de su tía.
—Oh, esa es una gran imitación. Ahora, hazme caso—, dijo
Avery.
Jonah se detuvo bruscamente, giró y se dirigió hacia Avery,
que confundió la intensidad del rostro de Jonah con la ira.
Retrocedió hasta que su cuerpo se apretó contra la puerta, y no tenía
dónde ir. Avery levantó la barbilla, desafiando a Jonah.
— ¿Quieres que lo haga? ¿Es eso lo que acabas de decir?—
Jonah no apretó su cuerpo contra el de Avery, pero se acercó lo
suficiente como para sentir el calor de su interno. El jabón o el
suavizante de Avery olían a lluvia.
Las pupilas de Avery se dilataron y sacó la lengua para
humedecer sus labios. Jonah no podía apartar los ojos del
movimiento. Lo que más deseaba en el mundo estaba a su alcance.
Avery emitió un pequeño gemido que agarró a Jonah por las pelotas,
y la polilla se deslizó más cerca. —Es lo que he dicho—, susurró
Avery. Empezó a levantar la mano hacia la cara de Jonah cuando
una carcajada procedente del pasillo lo sobresaltó.
Jonah empujó la puerta y se acercó al fregadero.
¿Qué me has hecho, tía Ellie?
Jonah frotó una toalla de papel húmeda sobre la enorme
mancha de café en la parte delantera de su camisa de vestir.
—No lo estás haciendo bien—, dijo Avery al acercarse.
Jonah levantó la cabeza y se encontró con la mirada de Avery.
—Absolutamente nadie me había dicho eso antes—, dijo roncamente.
Avery tragó saliva mientras tomaba la toalla de papel húmeda
de sus manos. —Tienes que frotarlo—, dijo, haciendo una
demostración. —Si no, lo empeorarás.
Jonah rodeó con su mano la muñeca de Avery, odiando la tela
que separaba su piel. —Creo que ya lo tengo.
— ¿Estás seguro? No me importa enseñártelo otra vez.
~ 41 ~
—Sí—. De mala gana, soltó la muñeca de Avery dedo a dedo.

Recuperando la toalla de papel, añadió: —Menos mal que empecé a
guardar ropa extra en mi armario cuando empezaste a trabajar para
mí. Al menos no me has vuelto a quemar la entrepierna—. Jonah
ignoró la risa ahogada de Avery. —Hoy pareces muy animado. ¿Qué
pasa?
—Tengo una cita a ciegas—, respondió Avery miserablemente.
Eso explicaba la camisa y el corte de pelo. — ¿Esta noche?—
Jonah sintió como si alguien le hubiera dado un puñetazo en las
tripas, dejándolo sin aliento.
—No—, respondió Avery. —En el almuerzo.
— ¿Quién va a una cita a ciegas durante su hora de almuerzo
en el trabajo?
—Una persona que sabe que no saldrá nada de ella y quiere
una razón válida por la que tiene que marcharse—, respondió Avery.
Jonah se limitó a parpadear durante unos segundos. —La
verdad es que eso es una genialidad.
— ¿Si la cosa va muy, muy mal, puedo irme incluso antes
utilizando al idiota de mi jefe como excusa?
— ¿Yo?— Preguntó Jonah. ¿Era un idiota para Avery?
—Sí. Puedo decir que no haces nada por ti mismo, y que tengo
que recoger tu almuerzo, la limpieza en seco de tu traje o el regalo de
cumpleaños de tu novio.
— ¿Novio? ¿Limpieza en seco? ¿Cuánto tiempo has estado
pensando en excusas para dejar esta cita?
—Desde que mi mejor amiga lo organizó—, respondió Avery.
Jonah había escuchado a Avery hablar de Karlee lo suficiente como
para saber que no le arreglaría una cita con un perdedor. Avery lo
miró directamente a los ojos y dijo: —No es a quien quiero.
La polilla voló aún más cerca. El cuerpo de Jonah se calentó
con las posibilidades. ¿A quién quieres? Llevaban meses bailando
alrededor del otro. Tres pequeñas palabras y él podría saber la
verdad de una vez por todas. Esa no fue la pregunta que salió cuando
abrió la boca. — ¿Cómo es posible que sepas eso cuando ni siquiera
lo has conocido todavía?
~ 42 ~
—Simplemente lo sé.
—Deja de centrarte en las cosas negativas que podrían pasar y
confía en que tu amiga tiene tus mejores intereses en el corazón. Así
es como terminé contigo como interno. Quizá te lo pases muy bien.
Avery sonrió. —Un punto excelente—. Inclinó la cabeza hacia
un lado y escudriñó a Jonah. —Pareces extra melancólico. ¿Pasa
algo?
La puerta se abrió y dos agentes entraron en el baño, evitando
que Jonah tuviera que responder. Todavía no estaba preparado para
hablar de Marla con nadie. Se había medio convencido de que había
soñado toda la conversación hasta que Jonah la vio salir en un taxi a
las ocho de la mañana. A Marla no le gustaba estar despierta antes
del mediodía ni mostrar su cara al mundo antes de las dos. Jonah
lamentó no haber insistido en llevarla a su cita con el oncólogo.
—Habrá momentos en los que tenga que aceptar tu
amabilidad, cariño, pero mañana no es uno de ellos—, le había
dicho en su porche la noche anterior.
Los dos agentes, Paxton y Meyers, miraron entre Jonah y
Avery como si hubieran interrumpido algo. Paxton tenía una
expresión de desconcierto mientras Meyers mantenía su típica
fachada pétrea. Los socios eran tan diferentes como el día y la noche,
tanto en apariencia como en temperamento. Paxton era alto y con
una complexión de látigo, mientras que Meyers era bajito y con una
complexión de bloque de hielo.
—Avery, Mary te está buscando—, dijo Paxton después de unos
segundos incómodos. —Ha dicho que tienes una visita en la
recepción.
Avery jadeó. — ¿Está aquí? Creía que habíamos quedado en el
restaurante.
—¿Cita caliente?— Preguntó Meyers.
—Cita a ciegas—, dijo Avery. Pasó junto a los dos agentes para
lavarse y secarse las manos.
— ¿Durante la hora de almuerzo?— preguntó Paxton.
—Explícaselo tú—, dijo Avery por encima del hombro de
camino a la puerta.
~ 43 ~
Los dos agentes miraron a Jonah expectantes, así que éste

repitió lo que había dicho Avery.
—Eso es muy inteligente—, dijo Meyers. Paxton asintió.
Quedarse en el baño de hombres y charlar con esos tipos no
estaba en su lista de cosas que quería hacer. Jonah tiró su toalla de
papel mojada en la papelera y se dirigió hacia la puerta. —Nos
vemos.
—Hey, St. Jonh—, gritó Paxton.
Jonah envió una silenciosa petición de clemencia mientras se
giraba lentamente para mirar a los hombres. — ¿Sí?
—Si te sirve de algo, creo que ayer te la jugaste con Trexler—,
dijo Paxton.
Meyers asintió.
—El hombre la tiene jurada contigo—, dijo Paxton.
—Muy mal—, añadió Meyers.
—Gracias por el aviso, chicos—, dijo Jonah, aunque no le
estaban contando nada nuevo. —Hasta luego.
Se retiró a su despacho y decidió trabajar durante la hora del
almuerzo, ya que podría ser el único tiempo libre que tenía para
investigar el asesinato de Earl Ison.
Antes de que Jonah se incorporara a la rama de Savannah del
GBI, el proceso habría requerido que un agente escarbara en los
mohosos y polvorientos archivos de los casos en un almacén. Jonah
había supervisado la digitalización de miles de archivos de casos y su
carga en el sistema para que Stella pudiera acceder al historial de
casos anteriores al buscar patrones en los crímenes. Era una de las
cosas de las que más se quejaba Butch Trexler, ya que había costado
a la agencia una importante cantidad de dinero y tiempo para
llevarla a cabo. No importaba lo que Trexler dijera, porque Jonah y
Stella habían resuelto tres casos sin resolver y habían descubierto
patrones entre las investigaciones no resueltas cuando nadie más lo
había hecho. En todos los casos, se trataba de la prueba más
pequeña que unía los crímenes. Jonah también había trabajado con
la policía de Savannah en casos difíciles para desarrollar perfiles
criminales basados en las pruebas que habían reunido. Trexler podía
~ 44 ~
quejarse todo lo que quisiera de que la tecnología era poco fiable,

pero el historial de Jonah decía lo contrario.
Una vez en su despacho, Jonah pasó por alto el ordenador del
GBI que tenía sobre la mesa y se dirigió directamente a Stella, que
ocupaba su propio rincón en el despacho. Tecleó el nombre de Earl
en la base de datos y en pocos minutos tuvo acceso a todo el
expediente del caso, que era lamentablemente escaso para una
investigación de homicidio. No había páginas y páginas de notas de
entrevistas como esperaba encontrar. La letra era apenas legible en
lo que había, pero Jonah logró entender la mayor parte de lo que
escribieron los investigadores.
El 12 de junio de 1982, un equipo de construcción había
encontrado el cuerpo de Earl Ison en una obra cuando llegaron a
trabajar. Lo habían golpeado fuertemente, lo habían estrangulado
con una de sus medias y alguien había metido un par de calzoncillos
de seda en la boca de Earl. Se presume que son suyos, ya que la falda
estaba levantada hasta la cintura, exponiendo sus genitales
desnudos a la vista de todos. Sin embargo, las fotos de la escena del
crimen no mostraban la puesta en escena, porque el investigador
documentó que uno de los trabajadores del equipo le bajó la falda
antes de que llegara la policía. Jonah se preguntó brevemente qué
pronombres debía utilizar, pero decidió quedarse con Earl y él
porque era como Marla se había referido a su amigo, y ella conocía
mejor a Earl. Los dos tacones de aguja de Earl se habían
desprendido durante el forcejeo, y uno de ellos se había desprendido
completamente de la suela.
Después de estudiar las inquietantes fotos de la escena del
crimen, Jonah continuó revisando el resto del expediente, anotando
unas escasas notas de entrevistas con los trabajadores de la
construcción, pero nada más hasta octubre de 1995, cuando
Morrisey y Milton se dirigieron a la prisión estatal de Georgia, en
Reidsville, para entrevistar a Bo Cahill después de que éste confesara
haber matado a Earl. Los detectives no habían documentado
ninguna de las conversaciones que habían mantenido con los
amigos, la familia o los compañeros de trabajo de Earl, y eso era un
trabajo policial descuidado. Marla afirmaba haber causado un gran
fastidio, pero tampoco se anotó nada de eso en el expediente. Los
policías solían documentar cuando alguien estaba muy implicado en
~ 45 ~
un caso porque a veces esa persona era el autor asegurándose de que

la policía no se acercaba demasiado a él.
Según la entrevista de Cahill, Bo estaba en Savannah visitando
a unos amigos cuando conoció a Lola en un bar. Bo no se dio cuenta
de que Lola era un hombre vestido de mujer hasta que se fueron
juntos. Afirmó haber entrado en cólera cuando se enteró. Cahill
había dado a Earl un puñetazo lo suficientemente fuerte como para
dejarlo inconsciente de un solo golpe, y luego lo llevó a un lugar
aislado, que resultó ser un nuevo barrio en construcción. Bo declaró
que arrastró a un Earl inconsciente fuera del coche y a una casa
vacía, y luego estranguló al hombre tendido hasta la muerte con una
de las medias. Después, Cahill supuestamente se masturbó con las
bragas de seda y se las metió en la boca a Earl. Dejó deliberadamente
la falda levantada para avergonzarlo. Bo declaró que Earl no había
recuperado la conciencia y no había opuesto resistencia.
Morrissey o Milton habían anotado en el expediente que la
ropa interior metida en la boca de Earl no era de dominio público, y
el forense había encontrado rastros de semen en la tela morada.
Jonah dio vueltas a lo que sabía sobre las pruebas de ADN. En la
época de la muerte de Earl, no se utilizaban el tipo de análisis
sofisticado de hoy. Sin embargo, las técnicas habrían estado
disponibles cuando Bo confesó trece años después. No hay registro
de que hayan analizado el semen para vincularlo a Cahill. La
confesión coincidía con lo que las pruebas físicas les decían, y
declaró detalles que sólo el asesino conocía. Cahill se dirigía a la silla
eléctrica la semana siguiente, así que ¿por qué gastar el dinero de los
contribuyentes en pruebas que no se utilizarían para condenarlo?
¿Fue esa la lógica que utilizaron para justificar un trabajo policial
que fue negligente en el mejor de los casos y criminal en el peor?
Es imposible que Jonah aceptara eso como única prueba. No
habían hecho ningún intento de corroborar que Cahill estuviera
siquiera en la zona cuando Earl murió. Bo Cahill dijo: “Yo lo hice”, y
Morrisey y Milton dijeron: “De acuerdo”. Probablemente fue seguido
con, “Gracias a Dios. Ahora podemos sacarnos a esa perra de Marla
de encima”.
El jefe de policía de entonces, Deacon Potter, firmó el cierre del
caso, y eso fue todo. Jonah sacudió la cabeza y comenzó una nueva
búsqueda. Tecleó el nombre de Bo Cahill y pulsó enter. Su
~ 46 ~
expediente no había sido digitalizado ni cargado, pero Jonah aún

podía ver los antecedentes penales de Bo.
El 10 de junio de 1982, Bo Cahill fue detenido por el asesinato
que lo había enviado al corredor de la muerte. Según la información,
a Cahill se le denegó la fianza y permaneció encarcelado antes y
durante su juicio. Habría sido trasladado al SPG tras su condena.
¿El 10 de junio?
Jonah volvió a consultar el expediente de Ison. Buscó
cualquier discrepancia en las fechas, pero la muerte de Earl estaba
documentada sistemáticamente como el 12 de junio.
Si estas fechas eran correctas, Bo Cahill no podía haber matado
a Earl Ison.
Jonah buscó el nombre del agente del GBI que participaba en
la investigación de Earl. Marla había pensado que se había asignado
uno al homicidio, pero Jonah no pudo encontrar un registro de eso
en ningún sitio. Si el expediente estaba en la base de datos,
significaba que el GBI había recibido una copia en algún momento.
Alguien de la oficina lo había solicitado o la policía de San Francisco
les había enviado el expediente y solicitado su ayuda. ¿Había
participado alguien de la oficina en el encubrimiento? Jonah no lo
sabría a menos que obtuviera la aprobación para reabrir el caso de
Earl Ison.
~ 47 ~
El protocolo adecuado habría sido que Jonah llevara lo que

descubrió sobre Earl Ison a su supervisor inmediato, pero como
Trexler odiaba a Jonah, habría sido una pérdida de tiempo colosal.
Trexler le habría dicho que le enviara la información y que la
revisaría cuando tuviera tiempo.
El tiempo era algo de lo que Marla no podía disponer, así que
Jonah decidió pasar por encima de Trexler y llevar la información al
subdirector, Charlie Malcolm. Jonah no era partidario de
aprovecharse de la amistad de Malcolm con su tía, pero esto era por
una buena causa. Trexler se pondría furioso cuando se enterara,
pero Jonah creía que sus acciones estaban justificadas.
Se enteró por la asistente personal de Malcolm de que el
subdirector había salido a comer, pero le dijo que Malcolm tenía
veinte minutos libres inmediatamente después.
—Entonces, ¿alrededor de la una?— preguntó Jonah.
—Sí, a menos que se retrase—, respondió Desiree.
—Allí estaré, Desiree. Gracias.
—No hay problema—, dijo ella. Cuando se aclaró la garganta,
Jonah se dio cuenta de que quería decir algo más. —Me he enterado
de lo que pasó ayer. Mantén la cabeza alta, Jonah.
Jonah hizo una mueca. —Gracias—, dijo, sabiendo que ella
tenía buenas intenciones. Dios, odiaba ser el centro de los chismes.
—Nos vemos en un rato. Será mejor que salga a comer algo si quiero
llegar a tiempo.
—No queremos que tengas hambre—, dijo Desiree.
— ¿Tener qué?— Preguntó Jonah.
—Tener hambre. Es cuando tienes tanta hambre que te hace
estar irritable y enfadado.
—Oh. No te preocupes. No voy a 'Hulk out' con nadie—, dijo
Jonah.
~ 48 ~
Desiree jadeó. — ¿Sabes lo de la apuesta de la oficina?—,

preguntó. —Maldito Avery y su bocaza.
—Claro que sí—. El tono despreocupado de Jonah daba a
entender que sabía lo de la apuesta desde hacía mucho más que unas
horas. — ¿Apostaste a favor o en contra de mí, Desiree?—, bromeó,
queriendo aliviar la incomodidad.
—He asistido a algunas de esas reuniones, Jonah. Tienes la
paciencia de un santo, así que es imposible que apueste en tu contra.
Si dejas la oficina, será porque has puesto la vista en objetivos más
grandes.
Sus amables palabras mejoraron el estado de ánimo de Jonah,
pero no tanto como lo haría un pastrami en pan de centeno con
pepinillos extra y papas fritas de Saratoga recién hechas, así que
terminó cortésmente la llamada y decidió llevarle unas galletas de su
lugar favorito para comer, Bytes and Brew.
Por suerte, el cibercafé estaba a sólo unas manzanas de su
oficina, y la cálida tarde de primavera era perfecta para caminar.
Jonah se arrepintió de su decisión cuando entró en el café y vio a
Avery sentado en un puesto de la esquina con su cita para comer.
Avery estaba de espaldas a la puerta y no lo vio, pero Jonah pudo
evaluar a la competencia. El tipo parecía casi tan alto como Jonah,
pero ahí acababan las similitudes. La cita de Avery tenía un aspecto
exitoso, apuesto e indemne, mientras que Jonah parecía haber
tenido varios asaltos con el diablo.
La postura de Avery era relajada, y se rio de algo que dijo el
hombre. Supongo que no necesitará una excusa para irse antes. No
quiso pensar en por qué le molestaba tanto.
Jonah se movió con cuidado por la fila, esperando no hacer ni
decir nada que llamara la atención de Avery. Lo último que
necesitaba era que Avery le hiciera señas para que se presentara.
No podía comer en la cafetería, así que Jonah regresó a la
oficina y se comió su sándwich con papas fritas en su escritorio.
Acababa de limpiar su desorden cuando su teléfono le avisó de que
había recibido un mensaje de Kendall.
Perdona si las cosas se pusieron demasiado ruidosas anoche.
Inmediatamente le siguió un segundo mensaje. Y otra vez esta
mañana.
~ 49 ~
Jonah le envió el emoji del dedo corazón.

La respuesta de Kendall fue rápida y sarcástica. Gracias,
cariño, pero estoy agotado.
Jonah resopló y escribió una respuesta. Puedes compensarme
trayendo comida china a casa y alejando tu cabecera unos
centímetros de la pared.
Trato hecho. Besos, respondió Kendall.
Avery seguía sin volver, y Jonah no quería pensar en el motivo,
así que obligó a su cerebro a pensar en la situación de Earl Ison en
su lugar.
¿Por qué Morrisey y Milton, junto con el fiscal del distrito y el
jefe de policía, estaban tan ansiosos por cerrar el caso de Earl y darlo
por terminado sin tomar ninguna medida para corroborar la historia
de Bo Cahill? ¿Igualdad? ¿Pereza? ¿O algo más siniestro?
No podía acusarlos de descuidar las pruebas de ADN, porque
entonces no era una práctica generalizada como ahora. Aunque
hubieran enviado el ADN de Cahill para compararlo, los resultados
habrían llegado meses, quizá años, después de que el departamento
penitenciario electrocutara a Bo Cahill. Tal vez ahora podrían
exonerarlo por el asesinato de Earl. Si las bragas estaban
almacenadas correctamente, el análisis de ADN podría decirles
mucho. Necesitarían obtener una muestra de uno de los parientes
vivos de Cahill para compararla si su ADN no estaba ya archivado.
Jonah abrió un documento en blanco en su ordenador y
empezó a escribir lo que sabía hasta el momento, las razones por las
que debían reabrir el caso y cómo quería proceder. Seguro que
Malcolm podría decidir encargar la investigación a otro agente, ya
que Jonah no trabajaba sobre el terreno, pero esperaba
sinceramente que no fuera así. No podía arriesgarse a que alguien
tirara el expediente a un lado y lo ignorara, puesto que ambos
hombres ya estaban muertos. Jonah sería el único que lo investigaría
con cierto vigor y urgencia, así que tenía que convencer a Malcolm
de que era el hombre adecuado para el trabajo.
Sonó un golpe en su puerta. Jonah levantó la cabeza y deseó
como el demonio haber gritado “vete” cuando vio los ojos brillantes,
las mejillas sonrosadas y los labios hinchados de Avery. No digas
~ 50 ~
nada. No digas nada. —Vaya—, dijo Jonah, ignorando su directiva.

—Menudo almuerzo debe haber sido.
La cara de Avery se volvió más rosada. Desgraciadamente, se
adentró en la habitación en lugar de cerrar la puerta y dejar a Jonah
solo. —Vaya—, dijo Avery, imitando a Jonah. —Tu almuerzo debe
haber sido horrible porque estás de un humor más oscuro que antes
de que me fuera. Has comido, ¿verdad?
—Sí—, dijo escuetamente Jonah. —No necesito que me asfixies.
— ¿Asfixiarte?— preguntó Avery. — ¿Te he oído bien? La idea
nunca se me ha pasado por la cabeza. Ni una sola vez desde... hace
una hora.
Ignorándolo, Jonah volvió a prestar atención a la pantalla y
reanudó la escritura. No estaba dispuesto a poner por escrito sus
sentimientos sobre la investigación deficiente porque los agentes de
la ley se mantenían unidos, incluso a veces cuando no debían
hacerlo. Puede que Malcolm le permitiera reabrir el caso, pero
tendría que atacarlo desde un ángulo diferente, como centrarse en
las diferencias entre las capacidades de las pruebas de ADN de ahora
en comparación con las de entonces, o incluso en los sistemas de
información y la facilidad de uso de ahora.
—Hey—, dijo Avery, sin entender la indirecta. Cerró la puerta,
cruzó la habitación y se dejó caer en la silla frente a Jonah. Su gran
escritorio podría haberlos separado, pero Avery seguía sintiéndose
demasiado cerca para la comodidad de Jonah.
— ¿Qué?— preguntó Jonah, sin molestarse en ocultar su
exasperación.
—Ibas a decirme qué te preocupa antes de que Frick y Frack
nos interrumpieran en el baño de hombres—, dijo Avery.
Jonah resopló. Frick y Frack era perfecto para Paxton y
Meyers. —No iba a hacer tal cosa—. Jonah se encontró con la mirada
de Avery. —Parecería que estabas preocupado por tu cita a ciegas—.
Era el supervisor de Avery, así que debía abstenerse de comentar las
actividades de Avery a la hora del almuerzo.
—¿Me miras como si quisieras matarme?— dijo Avery en voz
baja. — ¿Qué he hecho mal?
~ 51 ~
—Nada—, dijo Jonah, sacudiendo la cabeza. —Sólo estoy

trabajando en algo que tengo que presentar al subdirector Malcolm.
— ¿Es algo con lo que estoy familiarizado?
Jonah negó con la cabeza. —Fue algo que me mencionó un
amigo anoche. Lo investigué durante el almuerzo, y su corazonada
era correcta—. Miró el reloj y se dio cuenta de que tenía cinco
minutos para llegar al despacho de Malcolm, así que imprimió lo que
había tecleado antes de cruzar la habitación para sacarlo de la
impresora. —Tengo que reunirme con Malcolm, pero no debería
tardar mucho. Podemos empezar a trabajar en nuestra siguiente fase
de detección y prevención de ciberdelitos cuando vuelva. Trexler
realmente tenía un palo en el culo por eso ayer.
— ¿Vas a reunirte con el director llevando una camisa
manchada de café?— preguntó Avery.
Jonah lo había olvidado por completo y se alegró de que Avery
hubiera dicho algo. En lugar de quedarse mirando la impresora
mientras escupía sus documentos, cruzó hacia su armario. Jonah
pudo sentir los ojos de Avery sobre él cuando empezó a
desabrocharse la camisa, pero eso no le detuvo ni le hizo ir más
despacio hasta que oyó a Avery aspirar un fuerte aliento cuando le
echó un vistazo al tatuaje tatuado en su espalda. Jonah se arrepintió
de su acción precipitada y rápidamente tiró la camisa sucia en el
armario y se puso una limpia. Casi había encajado todos los botones
por los agujeros antes de que Avery volviera a hablar.
—Vaya—. Jonah se imaginó el aliento de Avery recorriendo su
piel mientras lo miraba de cerca, pasando un dedo por el intrincado
diseño entintado o trazando las líneas oscuras con la lengua. Un
escalofrío de excitación recorrió el cuerpo de Jonah, lo que no hizo
más que enfurecerlo. —Es una bestia magnífica—, continuó Avery,
completamente ajeno a la tormenta que se estaba formando en el
interior de Jonah. — ¿Qué es? ¿Algo mítico?
—No—, dijo secamente Jonah. —Es algo profundamente
personal y no quiero hablar de ello.
—Oh—, dijo Avery con tristeza. —Lo siento. No volveré a sacar
el tema.
Sabía que su interno se parecería a un cachorro pateado si lo
miraba, así que Jonah se mantuvo de espaldas a Avery. Se metió la
~ 52 ~
camisa lo mejor que pudo sin desabrocharse el cinturón ni bajarse la

cremallera del pantalón. Abrió la puerta de un tirón y salió sin decir
nada más. Jonah se detuvo en seco cuando vio el jarrón de flores de
colores que estaba en la esquina del escritorio de Avery. Tuvo el
fuerte impulso de agarrarlo y lanzarlo por la habitación. ¿Qué
demonios? Esto no era el estudio de uno de los reality shows de
amas de casa que tanto le gustaban a Kendall. Él no tiraba cosas en
un ataque de rabia.
Jonah necesitaba echar un polvo. Su mano no estaba haciendo
el trabajo, y le estaba dando celos de que alguien tuviera acción. Se
sentía francamente mezquino, y eso no estaba bien. Los ojos de
Desiree se abrieron de par en par cuando lo vio llegar, así que
controló sus emociones y forzó una sonrisa.
— ¿Ha vuelto?— preguntó Jonah, buscando un tono amistoso.
Desiree se relajó visiblemente. —Sí, y te está esperando.
—Gracias, Desiree—. Jonah le entregó las galletas que había
comprado en la cafetería.
—Eres muy dulce. ¿Te traigo un café o algo?
Con su suerte, Jonah acabaría tirándose otra taza, y le quedaba
la última camisa de repuesto en la oficina. —No, gracias—. Entonces
Jonah se dio cuenta de que se había ido sin agarrar el documento de
la impresora. Decidió brevemente volver a buscarlo, pero desechó la
idea. Tenía los detalles principales memorizados, y siempre podía
enviar por correo electrónico información adicional si Malcolm
quería más.
Jonah llamó a la puerta de Malcolm.
—Adelante—, dijo el subdirector.
Jonah giró el pomo y abrió la puerta. Lo primero que pensó fue
que no había nada que hacer, pero recordó lo mucho que estaba en
juego: poner en peligro su carrera rompiendo el protocolo, rectificar
la injusticia y conseguir la paz para un querido amigo del que Jonah
aún no estaba preparado para despedirse.
Aquí va todo.
~ 53 ~
—Jonah, qué agradable sorpresa—, le dijo jovialmente el

subdirector, saludándolo más como a un tío favorito que como a un
miembro de alto rango del buró. Sonriendo, le indicó a Jonah que
tomara asiento en una de las sillas frente a su escritorio.
Charlie Malcolm era el tipo de persona que mantenía un
aspecto juvenil mucho más allá del momento en que la mayoría de
los hombres empezaban a mostrar patas de gallo y líneas de
expresión. Hacía poco que había empezado a mostrar un poco de
desgaste, y su pelo rubio había empezado a encanecer en las sienes.
Si Jonah no lo hubiera sabido, habría adivinado que el subdirector
tenía cuarenta años en lugar de acercarse a los sesenta.
Sin embargo, Jonah sabía que una mente brillante se escondía
detrás de los brillantes ojos azules y la brillante sonrisa. El
subdirector había trabajado en las fuerzas del orden durante casi
cuatro décadas, empezando como ayudante del sheriff en el condado
de Fulton antes de volver a casa y aceptar un puesto en el
Departamento de Policía de Savannah. Su primera compañera en el
SPD fue una policía novata llamada Ellen St. Todo el mundo
esperaba que Malcolm ascendiera en el departamento de policía,
pero en lugar de eso había optado por seguir un nuevo camino en la
Oficina de Investigación de Georgia, ascendiendo al segundo rango
más alto del departamento. Su antigua compañera, ahora Ellen
Rigby, ascendió al peldaño más alto en la SPD y llevaba su título de
comisaria de policía con mucho orgullo.
Malcolm había bromeado más de una vez diciendo que su
trabajo estaba más en el extremo político del espectro que en el de la
ley y el orden en estos días. Realizaba el equilibrio con brillantez, y
era sólo cuestión de tiempo que Malcolm se convirtiera en el director
de la Oficina de Investigaciones de Georgia. Jonah deseaba que la
quiniela de la oficina apostara por cuándo se jubilaría el actual
director en lugar de que la gente adivinara cuándo —Hulk out—
aparecería.
~ 54 ~
—Gracias por recibirme, señor—, respondió Jonah. —No le

quitaré mucho tiempo.
El subdirector sacudió la cabeza y suspiró. — ¿Cuántas veces
tengo que decirte que me llames Malcolm cuando estemos los dos
solos?
—Al menos una vez más, señor—, bromeó Jonah.
—Bien, como quieras—, dijo Malcolm. — ¿Qué puedo hacer por
ti?
Sabiendo que el director era un hombre ocupado, Jonah fue
directamente al grano. Puso a Malcolm al corriente de todo lo que
sabía hasta el momento, ciñéndose a los hechos y dejando de lado las
corazonadas de Marla y sus conjeturas. Los policías confiaban en sus
propios instintos, pero no estaban tan dispuestos a confiar en los de
los demás. Jonah vio cómo el subdirector se transformaba en
cuestión de minutos de tío amistoso a hombre de leyes intrigado y a
político astuto. Jonah no podía culparlo. Si estaba en lo cierto, y
apostaría su próximo sueldo a ello, reabrir el caso podría tener
enormes repercusiones. Malcolm necesitaría pruebas sólidas antes
de estar dispuesto a tomar medidas que pudieran manchar la
reputación de un agente de la ley y atraer una atención no deseada
sobre su agencia o el departamento de policía.
—Tienes mi atención—, dijo Malcolm una vez que Jonah
terminó.
—Señor, no veo otro curso de acción que reabrir la
investigación de Ison.
Malcolm apoyó los codos en el escritorio y apretó los dedos. —
¿Cuán seguro estás de estos hechos, Jonah? ¿Y si las fechas de
detención de Bo Cahill se introdujeron en el ordenador de forma
incorrecta? Digamos que la persona transpuso un número o utilizó el
mes equivocado. Durante los primeros diez años de matrimonio,
pensé que el cumpleaños de mi mujer era el 15 de marzo en lugar del
15 de mayo. Danielle sonreía y me decía que era mejor recibir un
regalo de cumpleaños dos meses antes que dos meses después. Aun
así, es un milagro que Danielle y yo hayamos celebrado nuestro
trigésimo quinto aniversario este pasado fin de semana.
—Felicidades, señor.
~ 55 ~
—Gracias, Jonah—, dijo Malcolm, deslizándose brevemente

hacia el modo de tío cariñoso antes de continuar. — ¿Y si hubiera
salido en libertad bajo fianza, pero los detalles no estaban bien
documentados?
Jonah quiso rebatir la sugerencia de Malcolm, pero, ¿cómo iba
a hacerlo? Alguien podría haber introducido las fechas de forma
incorrecta o haber incluido sólo información parcial. — ¿Puedo al
menos tener su permiso para solicitar una copia del expediente al
condado de DeKalb?
— ¿Has hablado con Trexler sobre esto?— preguntó Malcolm,
con la ceja derecha arqueada hacia la línea del cabello. —Sabes que
esa es la cadena de mando adecuada.
Jonah apenas reprimió un gemido frustrado. —Sí lo sé, señor,
pero tiene que estar de acuerdo en que el agente supervisor Trexler
no está muy abierto a mis sugerencias—. Trexler tenía la costumbre
de rebajar sus críticas a Jonah cuando Malcolm estaba presente,
pero su desprecio había sido apenas velado el día anterior.
—Sé que crees que es así—, replicó Malcolm. Jonah quiso
pedirle al subdirector que nombrara una idea de Jonah que le
hubiera gustado a Trexler, pero el hombre mayor levantó una mano
antes de que pudiera formar las palabras. —Mira, sé que tienes una
relación tensa con Butch, pero ir a sus espaldas no hará nada para
reparar las fracturas. Considerará nuestra conversación como un
acto de insubordinación y podría sancionarte por incumplir el
protocolo, y estaría en su derecho.
Jonah reconoció una batalla perdida cuando la vio. Sería
prudente retirarse a su despacho e idear otro plan de batalla para
enfrentarse a Trexler en lugar de arriesgar su buena reputación con
el subdirector. —Entiendo, señor. Seguiré su consejo. Gracias por su
tiempo.
—Espera—, dijo Malcolm cuando Jonah empezó a levantarse.
— ¿Sí, señor?—, preguntó, sentándose de nuevo en la silla.
—Tengo curiosidad por saber cómo te enteraste de este caso.
¿Fue algo introducido a través de tu podcast?— preguntó Malcolm.
—No—, dijo Jonah, negando con la cabeza. —Earl Ison y yo
tenemos un amigo común al que recientemente se le diagnosticó un
~ 56 ~
cáncer de hígado en fase cuatro. Ella nunca creyó que Bo Cahill

matara a Earl y le gustaría ver al verdadero asesino ante la justicia
antes de morir.
Los ojos azules del subdirector se suavizaron y volvió a ser el
tío Charlie. —Es algo noble lo que estás haciendo por tu amigo.
Habla con Trexler, Jonah. Te apoyaré si me pide mi opinión. Puede
que te sorprenda.
No contendré la respiración8. —Gracias, señor.
Desiree sonrió a Jonah cuando salió del despacho de Malcolm.
—Avery se pasó con esto—, dijo, entregándole un sobre interoficina.
—Pensó que podrías necesitarlo para tu reunión.
A Jonah no le sorprendió el gesto de consideración de Avery,
incluso después de su muestra de hosquedad y su abrupta salida, ni
tampoco le fue ajeno el sentimiento de culpa que le recorría el
cuerpo.
—Avery parecía un cachorro pateado—, continuó Desiree,
clavando un dedo en su conciencia. —Alguien debería hacer algo
bonito para animarlo—. Batió las pestañas con inocencia. Jonah no
se tragó su actuación. La miró y la sostuvo hasta que las mejillas de
la mujer se pusieron rosadas y ella rompió el duelo de miradas para
poner los ojos en blanco. —Bien. Me mantendré al margen—. Ella no
lo haría, pero Jonah aceptaría el indulto mientras durara.
El estado de ánimo de Jonah era más oscuro que nunca. Nada
de las últimas veinticuatro horas le había salido bien, y se estaba
desquitando con las personas equivocadas. Tenía que recomponerse
y poner su energía donde más la necesitaba, que era prepararse -
emocional y físicamente- para una reunión con Trexler. Pasó por la
sala de descanso para conseguir su dosis de caramelo y se irritó aún
más cuando vio que no quedaban Twix. Se conformó con un Milky
Way y compró un paquete de Reese's Peanut Butter Cups para
Avery, ya que eran sus favoritos. Era una pena en cuanto a ofrendas
de paz, pero era mejor que nada.
Avery no estaba en su mesa cuando Jonah volvió, así que dejó
los caramelos en la mesa de Avery y se dirigió al interior de su
8
Esto es un dicho: No aguantará la respiraccion ya que deduce que tendrá una respuesta negativa, en
ese caso podría morir aguantando la respuración si lo hiciera.
~ 57 ~
despacho. El espacio a menudo se sentía como el ojo de una

tormenta, pacífico y sereno, lo que le permitía bloquear el caos que
se arremolinaba como vientos aullantes al otro lado de la puerta.
Sentado frente a su ordenador, abrió el sistema de mensajes
instantáneos y solicitó una reunión con Trexler. Jonah esperaba que
su supervisor lo ignorara, así que se sorprendió cuando le llegó una
respuesta casi de inmediato.
Tendrá que esperar hasta mañana, respondió Trexler.
Imaginó la voz ronca de su jefe al leer las palabras.
Jonah no quería retrasar la investigación un día más, pero
tenía las manos atadas. Además, eso le daba más tiempo para
elaborar un argumento que ni siquiera Trexler podría refutar. Su
supervisor podría insistir en que alguien con más experiencia de
campo revisara los detalles. Trexler podría incluso investigar la
situación él mismo para ganar puntos extra con Malcolm. A Jonah
no le gustaría ninguno de los dos resultados, pero podía vivir con
ello si alguien seguía el caso con seriedad.
Avery entró en su despacho llevando la taza de café de Jonah y
tenía la ofrenda de paz de Jonah metida en el bolsillo de la camisa. —
¿Permiso para acercarme a su escritorio?— preguntó Avery. Jonah
se alegró de ver la luz burlona en sus ojos.
—No lo sé. ¿Qué tan caliente está el café?— preguntó Jonah,
enarcando una ceja.
—Muy. Acabo de prepararlo para ti—, dijo Avery.
Jonah se apartó de su escritorio, dejando a Avery de lado, y
asintió con la cabeza. —Huele delicioso.
—Anoche encontré estas cápsulas de café con caramelo salado
en la tienda y me recordaron a ti—. Saber que Avery pensaba en él en
momentos aleatorios le hacía cosas raras al estómago y deliciosas
aún más. —Las escondí en mi escritorio para que nadie más las
tomara.
—Eso es muy considerado. Gracias.
—A veces puedo ser excepcionalmente amable—. Avery dejó la
taza sobre el escritorio de Jonah.
La temperatura subió dentro de la oficina, y la paz temporal
que Jonah había sentido se evaporó con el calor de Avery. El brillo
~ 58 ~
en los ojos de su becario decía baila para mí, polilla. Oh, cómo
bailó.
—Cuando no me estás rociando con café caliente—, bromeó
Jonah. —Hablando de eso, sé que he dicho esto varias veces, pero
vale la pena repetirlo. Yo…
Avery agitó una mano y le cortó. —Lo sé. Lo sé. Esto no son los
años cincuenta y hacer café o recuperar tu almuerzo no forma parte
de mis obligaciones.
—A menos que sea una excusa para librarse de una pésima cita
para comer, entonces por supuesto—. Jonah quería que Avery le
dijera que había sido una experiencia miserable y que no volvería a
ver a ese hombre, pero no lo hizo.
Avery se rio mientras se sentaba frente a Jonah. Abrió su barra
de caramelo y tarareó felizmente mientras masticaba el primer
bocado. —Gracias por los Reese's. Necesitaba algo dulce para
contrarrestar todo lo salado que he consumido en el almuerzo.
Jonah casi se atragantó con su café. Le vinieron a la mente una
docena de comentarios, pero los dejó todos sin decir porque habría
sido imposible ocultar las insinuaciones o sus celos. No quería
pensar en los labios hinchados de Avery, y mucho menos hablar de
las actividades que llevaron a esa condición.
—No le des importancia—, gruñó Jonah. —Vamos a codificar.
—No te entiendo, Jonah St. John.
Ya somos dos.
—Pedí suficiente comida para diez personas—, dijo Kendall

mientras desempacaba las bolsas de entrega de su restaurante chino
favorito unas horas después. —Podrías invitar a tus amigos del
podcast. Puedo cambiarme y ponerme algo más bonito—. Kendall
señaló el par de pantalones azul pálido más cortos que Jonah había
~ 59 ~
visto alguna vez. Se pegaban al culo de su compañero de piso como

una segunda piel.
—Para futuras referencias, ni Felix ni Rocky se molestarían si
llevaras esos pantalones cortos con ellos. Sin embargo, podría
dificultar la concentración de los chicos.
—Es bueno saberlo—, dijo Kendall con un guiño.
—Si te parece bien, prefiero una noche tranquila en casa con
nosotros dos solos.
Kendall levantó la cabeza y su mirada perspicaz recorrió el
rostro de Jonah. — ¿Qué ha pasado?
¿Por dónde empezar? ¿Su conversación con Marla la noche
anterior? ¿O por la forma desastrosa en que había comenzado su
semana con reuniones infernales seguidas de la inminente discusión
con Trexler por la mañana?
Jonah sacó un refresco de la nevera para él y una botella de
agua de fresa y kiwi para Kendall. Los puso sobre la encimera y se
encontró con la mirada curiosa de Kendall.
—Oh, cariño. ¿Estás mal?—, preguntó.
—No he dicho nada—, respondió Jonah.
—No tenías que hacerlo. Puedo ver la tormenta que se avecina
en tus ojos y sentir la tensión que se desprende de ti en oleadas. Sé lo
que necesitas—, dijo Kendall. —Te lo prepararé enseguida.
Kendall volvió a poner las bebidas en la nevera y sacó la
flamante botella de bourbon y dos vasos del armario que había al
lado. — ¿Con hielo o solo?—, preguntó, dejando la bebida y los vasos
sobre la encimera.
Jonah sonrió. —Tomaré el primero directamente y añadiré
hielo más tarde para calmarme.
—Lo mismo—, dijo Kendall, sirviendo una generosa cantidad
en ambos vasos. Recogió un trago y le dio el otro a Jonah. —
Propongo un brindis.
Jonah no sentía que tuviera nada que celebrar, pero mantuvo
la boca cerrada mientras sostenía su vaso en el aire.
~ 60 ~
—Por nuestra fabulosidad y por los tontos que no nos

merecen—, dijo Kendall. Oh-oh. Antes de que pudiera hacer
preguntas, Kendall chocó su vaso contra el de Jonah y dijo: —
Salud—. Luego se bebió la mitad de la bebida como un pirata que
bebe ron.
—Salud—, repitió Jonah, pero a diferencia de Kendall, dio un
sorbo al fino licor. —Dios, eso baja tan suavemente.
—Eso es lo que he dicho—, se burló Kendall, guiñándole un ojo
juguetonamente a Jonah. Cuando éste lo siguió con una risita-
resoplido, Jonah supo que Kendall ya estaba sintiendo el alcohol.
Ligero de equipaje. —Necesito hielo.
—Sí, lo necesitas—, dijo Jonah, tomando el vaso de Kendall y
añadiendo hielo a su bebida por él.
—Vamos a preparar un buffet en la mesa de café—, sugirió
Kendall. —Podemos comer un poco de todo.
—Me parece bien.
Jonah recuperó platos del armario, y Kendall abrió un cajón y
sacó dos tenedores. Luego cada uno agarro todos los recipientes que
pudo llevar antes de hacer un segundo viaje.
—Parece que esta noche nos vamos a comer nuestras
emociones—, dijo Jonah, examinando la recompensa.
Kendall tuvo hipo y luego soltó una risita. —Y bebiendo.
—También por eso—, dijo Jonah, chocando su vaso con el de
Kendall antes de dar un trago más largo.
La conversación se detuvo mientras servían la comida en los
platos y empezaban a comer. La pausa en la conversación permitió
que la mente de Jonah divagara, y el camino lo condujo
inevitablemente a su interno. Se imaginó la expresión embelesada de
Avery mientras resolvía algunos de los problemas del diseño del
microchip de Jonah. Había estado tan absorto en su trabajo que
Avery no se había dado cuenta de que Jonah lo observaba. La lengua
de Avery había salido para lamerse el labio inferior cuando estaba a
punto de resolver un problema, o había mordido el lápiz cuando se
sentía frustrado. Jonah quería la lengua y los dientes de Avery por
todo su cuerpo. Recordó la forma en que los largos dedos de Avery
bailaban sobre el teclado y quiso sentir esos ágiles dígitos pulsando
~ 61 ~
todos los botones de Jonah. ¿Y el grito ahogado que había hecho

cuando vio el tatuaje de Jonah? Que me jodan. Seguro que oiría el
sonido durante sus fantasías.
— ¿Qué te preocupa?— preguntó Kendall, haciendo que Jonah
volviera al presente. — ¿Trexler está siendo un idiota otra vez?
Jonah se rio. —Aún así, no otra vez. Yo diría que se está
comportando como un imbécil más—. Les sirvió otra copa y decidió
omitir el hielo también para la segunda ronda.
Le contó todo a Kendall, empezando por las brutales reuniones
del día anterior y terminando con Malcolm insistiendo en que Jonah
hablara de la investigación de Ison con Trexler. Omitió las partes en
las que Avery le derramó el café encima o el momento que
compartieron en el baño después. Jonah lo desmenuzaría más tarde,
cuando estuviera solo.
—Te has ganado el premio a las treinta y seis horas más
jodidas—, dijo Kendall en voz baja. —Siento mucho lo de Marla,
Jonah. Es algo hermoso lo que estás tratando de hacer por ella, y sé
que conseguirás justicia para Earl en el proceso.
—Gracias—, dijo torpemente. A Jonah le sorprendía lo fácil
que le resultaba aceptar las críticas en lugar de los elogios.
El estómago lleno y dos bebidas potentes estaban haciendo que
Jonah se sintiera somnoliento. Kendall sirvió un tercer trago para
ambos, y Jonah supo que no era el único que luchaba contra los
demonios. — ¿Qué pasa? ¿A quién tengo que patear el culo por
haberte hecho daño?
Kendall resopló. —El mío. Debería haber ignorado los
mensajes de texto de Travis. Sabía que no quería quedar para cenar
y hablar de los viejos tiempos, o al menos no era su única
motivación.
— ¿Es el tipo de anoche?— Preguntó Jonah.
—Y esta mañana—, dijo Kendall con una sonrisa irónica.
Jonah le disparó el dedo medio al igual que en su texto. — ¿Los
viejos tiempos?—, preguntó. — ¿Desde cuándo conoces a ese tal
Travis?
~ 62 ~
—Oh, unos dieciséis años—, respondió Kendall con

indiferencia.
Jonah giró la cabeza demasiado rápido y la habitación dio un
pequeño giro. Esperó hasta que sólo vio a un Kendall en lugar de dos
antes de hablar. — ¿Dieciséis años?
—Mmmhmm—, dijo Kendall. —Eso es cuando su padre se casó
con mi madre. Yo tenía nueve años y Travis once.
Jonah se quedó mirándolo durante unos instantes. — ¿Travis
es tu hermanastro?
Kendall sonrió con malicia. —Ajá.
—Entonces, ¿cuánto tiempo llevan ustedes dos...?
— ¿Hemos estado follando?— Preguntó Kendall con
indiferencia.
—Sí—, respondió Jonah.
—Tonteamos cuando estábamos en el instituto, pero nunca fue
más allá de las pajas mutuas hasta que fuimos adultos. Creo que
Travis era un estudiante de segundo año de la universidad para
entonces, y yo acababa de graduarme en el instituto—. Kendall miró
a Jonah y sonrió. —Deberías ver la expresión de estruendo en tus
ojos. Travis no se aprovechó de mí. Ni entonces ni ahora. Sabía en lo
que me metía, y fui yo quien lo invitó a volver aquí anoche, sabiendo
siempre que nunca podría darme lo que quiero.
— ¿Qué es?— Preguntó Jonah.
—No quiero sonar como un estúpido, pero quiero ser la
persona más importante en su vida—. Kendall cerró los ojos y
respiró profundamente. —Está muy metido en el armario, J. No creo
que nunca vea realmente la luz del día. Aunque salga del armario
ante su familia y sus compañeros de trabajo, nunca buscará una
relación conmigo.
— ¿Por qué no?— preguntó Jonah.
—Para empezar—, dijo Kendall, —es el tipo de chico con
grandes aspiraciones profesionales y tirarse a su hermanastro estaría
mal visto en cualquier círculo social—. Sonrió con tristeza a Jonah.
—Y aunque eso no le molestara, mi falta de estudios y mi negocio
paralelo en The Cockpit lo avergüenzan.
~ 63 ~
—Estás estudiando para ser asistente legal—, dijo Jonah. —

¿Cómo sabe qué tipo de establecimiento es The Cockpit si no ha
visto los sexys uniformes de aviador en persona? Parece el típico gay
que se odia a sí mismo y que está en el armario.
— ¿Uniforme?— preguntó Kendall. —Es un par de pantalones
cortos, un crop top de malla, gafas de aviador y un sombrero de
piloto.
—Y los llevas muy bien—, dijo Jonah, sonriendo con cariño al
recordar la noche en que conoció a Kendall en el club. —Volviendo a
mi punto. ¿Cómo sabe lo de los uniformes?
— ¿Crees que eres el primer tipo con el que he tirado en el
asiento trasero de un coche durante mi descanso para cenar, Jonah?
Ese es el tipo de hombre que soy, y no es lo que Travis buscará si
alguna vez sale.
—Vales mucho más de lo que crees. Algún día encontrarás a un
tipo que te ayude a darte cuenta.
Kendall se acercó y le apretó la mano. —Te mereces la felicidad
que te empeñas en negar. Algún día, el becario alegre te ayudará a
darte cuenta.
—Eso crees, ¿eh?— preguntó Jonah somnoliento.
—Lo sé.
Jonah suspiró. —No será hoy.
Kendall apretó una mano fría en la mejilla de Jonah. —Por eso
tenemos los mañanas.
Jonah sabía muy bien que no tenían garantizado un mañana.
—Quizá—, dijo, apoyando la cabeza en el sofá y cerrando los ojos.
Lo siguiente que supo fue que el despertador estaba sonando.
Jonah se acercó y lo apagó. El movimiento le produjo una sacudida
de dolor en el cráneo. ¿Qué carajo le había pasado? ¿Había sufrido
un accidente? Tenía la boca seca y un sabor horrible. ¿Qué era ese
ruido? ¿Alguien estaba cantando?
Abrió un ojo y se arrepintió inmediatamente. La habitación
empezó a dar vueltas, lo que le provocó unas náuseas tremendas.
Jonah reconoció los síntomas. Tenía una maldita resaca, una
condición que no había experimentado en mucho tiempo. Por lo
~ 64 ~
general, tenía más control y podía manejar el licor mejor que esto.
¿Qué demonios era ese ruido chirriante? Era alguien cantando.
Entonces Jonah escuchó el agua corriendo en su baño. Alguien
estaba cantando en su ducha. ¿Quién? Le dolía pensar, pero lo
intentó de todos modos. Habían sido él y Kendall en su casa la noche
anterior. Habían comido comida china, bebido un excelente bourbon
y hablado. Otro recuerdo siguió al primero. Y luego otro. Kendall
ayudándole a ir al baño a vomitar cuando se había despertado de su
siesta en el sofá. Kendall presionando un trapo frío sobre su frente y
sus mejillas. Kendall besando su frente. Kendall metiéndolo en la
cama, y Jonah estirando la mano para detenerlo antes de que
pudiera irse.
—Quédate—, había suplicado Jonah.
—No es una buena idea—, replicó Kendall mientras retiraba las
mantas y se deslizaba entre ellas.
Oh, Dios. ¿Qué había hecho?
La ducha se cerró y el canto se hizo más fuerte. Al cabo de unos
minutos, Kendall salió del cuarto de baño, sin más ropa que una
toalla y con una sonrisa alegre en la cara.
—Oh, Dios. ¿Qué hemos hecho?
~ 65 ~
—No tienes que sonar tan malditamente afectado en este

momento—, dijo Kendall, colocando sus manos en las caderas,
empujando la toalla un poco más abajo. —Tampoco tienes que
insinuar que soy el tipo de hombre que agrede sexualmente a otro
mientras está demasiado borracho para dar su consentimiento.
Puede que sea fácil, pero no soy sórdido.
A pesar de todo, los labios de Jonah se movieron en una semi-
sonrisa. Sólo ese pequeño movimiento le recordó lo miserable que se
sentía.
—Además, no se te habría levantado anoche ni aunque Avery
desfilara delante de ti con el culo desnudo.
—Yo no apostaría por ello—, dijo secamente Jonah.
— ¿Sabes qué día es hoy?— preguntó Kendall alegremente.
Jonah tuvo que pensar, lo cual fue increíblemente doloroso.
¿Cuánto bourbon había bebido? —Um, ¿miércoles?
—Sí, en realidad—, dijo Kendall. —Lo más importante es que es
el día en que agarras al toro por los cuernos o al becario por las
pelotas, y haces que la mierda suceda. Además, vas a conseguir
justicia para Earl y Marla.
Jonah gimió cuando los acontecimientos de los últimos días
empezaron a cristalizarse y a tomar forma en su confuso cerebro. No
podía permitirse el lujo de quedarse tumbado y lamentarse por sus
malas decisiones cuando Marla lo necesitaba.
—No voy a agarrar a Avery por las pelotas, K.
Kendall cruzó los brazos sobre el pecho. — ¿Por qué no?
—Está saliendo con alguien—, respondió Jonah.
— ¿Desde cuándo?— Kendall se burló.
—Desde ayer.
~ 66 ~
—Ah, ya veo—, dijo Kendall, fijando en Jonah una mirada

decidida. —Una cita o incluso una noche de sexo no es lo
suficientemente fuerte como para apagar la antorcha que el dulce
muchacho lleva por ti.
— ¿Dulce muchacho?— preguntó Jonah. —Tiene veinticinco
años. Lo mismo que tú.
—Quizá sobre el papel, pero yo soy décadas mayor en
experiencia—, rebatió Kendall.
Los ojos de Jonah se fijaron en el pequeño trozo de tela azul
que había en el suelo de su habitación. Tardó un momento en
reconocer que eran los pantalones cortos de Kendall. — ¿Estás
seguro de que no hemos hecho nada?
Kendall suspiró. —Me despojé de los pantalones de camino a la
ducha, no antes de meterme en tu cama. Retira la manta y mírate.
¿Llevas ropa interior?— Jonah levantó la sábana y el edredón y vio
que, efectivamente, llevaba los calzoncillos. —Ahí tienes la
respuesta—, dijo Kendall con mal humor. —No puedo creer que
cuestiones mi carácter—. Se agachó para recuperar sus calzoncillos
con una dramática postura y acabó perdiendo la toalla en el proceso.
—Uupsie—, dijo Kendall, sin hacer ningún intento de cubrirse
mientras salía del dormitorio de Jonah.
—Espero que hayas guardado agua caliente para mí—, gritó
Jonah, haciendo una mueca de dolor cuando el esfuerzo le produjo
un dolor punzante en el cerebro. Su calentador de agua estaba
empezando a mostrar su edad, y sabía que no pasaría mucho tiempo
antes de que tuviera que reemplazarlo.
La voz de Kendall sonó desde el pasillo. —Más de lo que te
mereces.
Jonah se levantó cautelosamente de la cama y se dirigió a su
baño, donde tomó la ducha más caliente que pudo soportar. Cuando
terminó y se secó, Jonah vio que Kendall había dejado una taza de
café caliente, una botella de agua fría, una tostada y tres pastillas de
Advil en su mesita de noche.
Pensaba agradecer a Kendall su amabilidad y disculparse por
haber sacado conclusiones precipitadas cuando bajara, pero su
compañero de piso ya se había marchado. Jonah tuvo que
conformarse con enviar un mensaje de texto. Aunque Kendall no
~ 67 ~
parecía estar enfadado con él, Jonah había querido decir lo que
había dicho en la cena. El tipo se merecía un trato mejor que el que
él permitía. Si Jonah quería que Kendall lo creyera, tenía que
demostrar su sinceridad.
La respuesta de Kendall fue un simple xoxoxo.
Hizo un viaje rápido a Ling's para recoger sus Bugles de
Caramelo. — ¿Cómo está trabajando Dakota?— Jonah preguntó a la
señora Ling.
—Es un buen chico. Sólo necesita que alguien lo cuide—, dijo
ella con una sonrisa fácil. La señora Ling trató de regalarle los
Bugles, pero Jonah rechazó su amable oferta.
La señora Ling no aceptaba un no por respuesta y empezó a
negociar un trato. Jonah acabó aceptando un descuento del diez por
ciento porque todavía se sentía como un animal muerto por el sol, y
se pondría enfermo si ella lo llamaba héroe una vez más.
Una vez en la oficina, Jonah mantuvo la cabeza baja y no hizo
contacto visual con nadie mientras navegaba por el laberinto de
pasillos. Levantó la mano en señal de saludo silencioso a quienes
ignoraban su lenguaje corporal, pero no dejó de moverse hasta llegar
a la dichosa paz de su despacho. Dejó que sus bocas murmuraran
sobre su actual estado de ánimo.
—Vaya. Tienes un aspecto muy duro. ¿Estás enfermo?—
preguntó Avery en voz baja al entrar en la sala con una taza de café
humeante en la mano.
Jonah levantó la vista y deseó no haberlo hecho. La expresión
de los ojos de Avery era una mezcla de preocupación, compasión y
algo más que Jonah temía reconocer. Si lo hacía, no habría vuelta
atrás.
—Puede que haya bebido demasiado anoche. No fue mi
movimiento más inteligente—, dijo Jonah, su voz sonaba tan
devastada como se sentía. Tenía que recomponerse antes de reunirse
con Trexler, así que agarró algo de su gusto culposo. — ¿Quieres un
poco?—, preguntó, abriendo la bolsa e inclinándola hacia Avery.
Su becario se acercó al escritorio con cautela. —En todos estos
meses, no me has ofrecido ni una sola vez uno de tus queridos
Bugles. El fin debe estar cerca.
~ 68 ~
En respuesta, Jonah puso los ojos en blanco y agitó la bolsa

para redoblar su oferta.
Avery deslizó lentamente su mano dentro de la bolsa. A Jonah
le pareció tan íntimo como si el joven hubiera pasado las yemas de
sus dedos por su carne desnuda. Avery tomó unos cuantos bocadillos
de maíz cubiertos de caramelo antes de retirarse. —Veamos a qué se
debe el alboroto—, bromeó, llevándose uno a la boca. —Mmmm.
—Ahora lo entiendes—, dijo Jonah antes de comer un puñado
de Bugles.
— ¿Qué te ha hecho reaccionar con tanta fuerza que te has ido
a casa y te has emborrachado?—, preguntó. — ¿Soy yo? ¿Al final te
he llevado a la bebida?— preguntó Avery.
— ¿Por qué? ¿Hay una apuesta en la oficina por eso también?
—Jonah—, dijo Avery sombríamente. —Lo digo en serio.
—Dios, no—, dijo Jonah. —Siento que esa idea se te haya
pasado por la cabeza—. Hizo un gesto para que Avery se sentara en
la silla de enfrente, ofreciéndole de nuevo su bolsa de bocadillos de
maíz. Avery sonrió pero negó con la cabeza. —Recibí una noticia
terrible sobre una amiga el lunes por la noche. Tiene un cáncer
terminal.
—Oh, Jonah. Lo siento mucho—, dijo Avery, acercándose al
escritorio y cubriendo su mano. Jonah se quedó momentáneamente
atónito porque era la primera vez que tenían contacto piel con piel.
Por Dios. ¿Cómo era posible que algo tan inocente le acelerara el
pulso y lo dejara sin aliento? Un zumbido mucho más fuerte que la
conciencia le recorrió la columna vertebral, y creyó ver la misma
reacción en los ojos marrones de color avellana que lo miraban
fijamente. Jonah tuvo que luchar contra el impulso de girar su
muñeca y enlazar sus dedos con los de Avery.
—Gracias. La verdad es que me ha dejado perplejo. Marla
parece tan indestructible.
— ¿Hay algo que pueda hacer por ti?— Preguntó Avery.
Déjame contar las formas. —Puede que lo haya.
—Cualquier cosa—, dijo Avery sin aliento.
~ 69 ~
Tirando de la mano hacia atrás, Jonah cerró el puño bajo el

escritorio. Quería aferrarse a las sensaciones que Avery provocaba
en él un poco más. —Depende de cómo vaya mi reunión con Trexler
esta mañana.
Avery parpadeó. — ¿Reunión con Trexler?
Apartando los ojos de los de Avery, Jonah comprobó la hora y
maldijo. —Tendré que explicarlo más tarde. Trexler me espera en
cinco minutos—. Metió la mano en el cajón central de su escritorio y
sacó el sobre de la oficina que contenía sus notas sobre las
discrepancias en el caso Ison. —Deséame suerte—, dijo Jonah,
apartándose de su escritorio.
—Um, buena suerte.
—No te comas todos mis Bugles, Avery—, le espetó Jonah por
encima del hombro de camino a la puerta.
—Sí, señor.
Jonah recorrió el corto camino hasta el despacho de Trexler,
llegando con un minuto de margen. Su asistente Tabitha levantó la
vista de su ordenador y le sonrió.
—Está terminando con una llamada, y enseguida estará
contigo—, dijo Tabby.
—Gracias—, dijo, escudriñando su cerebro en busca de una
pequeña charla en la que participar mientras esperaban. El tiempo
siempre era una apuesta segura, así que se decidió por él.
—La primavera es mi época favorita del año. Me encanta ver
todas como florecen las flores.
Una gran sonrisa se dibujó en el rostro de Tabby, y Jonah supo
hacia dónde se dirigía la conversación. —Entonces, ¿quién envió las
flores a Avery?
—No lo sé—, mintió Jonah. —Avery no lo dijo, y yo no me
entrometo. Simplemente aparecieron en su escritorio en algún
momento después del almuerzo de ayer—. Entonces Jonah se dio
cuenta de que no había visto el colorido ramo en el escritorio de
Avery esta mañana, pero tenía sentido que quisiera llevárselo a casa.
La puerta detrás de Tabby se abrió de repente, cortando su
conversación. —Siento haberle hecho esperar, agente St. John—, dijo
~ 70 ~
Trexler, ofreciendo una sonrisa de disculpa, que inquietó a Jonah. El

hombre fruncia el ceño, menospreciando. Nunca sonreía a Jonah, y
seguro que no se disculpaba.
—No hay problema, señor—, dijo Jonah.
— ¿No quiere entrar? Estoy seguro de que tiene mejores cosas
que hacer que cotillear con Tabby—. Su asistente se puso rígida y
rompió el contacto visual con Jonah. Trexler no esperó una
respuesta; giró sobre sus talones y se dirigió a su oficina, esperando
que Jonah lo siguiera.
Jonah golpeó con los nudillos el escritorio de Tabby, atrayendo
su mirada hacia la suya. Le guiñó un ojo y sonrió, con la esperanza
de que eso aliviara el escozor que le producía el burdo trato de su
jefe.
Cerrando la puerta tras de sí, Jonah entró en la guarida de
Trexler. Su jefe ya estaba sentado en su escritorio, esperando
impacientemente a que Jonah comenzara. Trexler estaba tan
elegante como siempre, con un traje negro, una camisa azul claro y
una corbata a rayas. No había ni un pelo fuera de lugar. Trexler tenía
diez años más que Jonah, y eso había empezado a notarse.
— ¿De qué querías hablar conmigo?— preguntó Trexler,
interrumpiendo los pensamientos de Jonah. El hombre se apoyó en
su silla y lo estudió detenidamente. Una media sonrisa se dibujó en
la comisura de la boca de Trexler, recordándole a un gato a punto de
saltar. Peor aún, era la misma expresión de suficiencia que Oscar
solía usar cuando sabía que tenía la ventaja. El malestar de Jonah se
cuadruplicó.
—Me he topado con un caso cerrado que, en el mejor de los
casos, me parece mal investigado y, en el peor, una mala conducta
criminal—, dijo. Abrió el sobre de la oficina y sacó el resumen de los
hechos que había escrito a máquina, luego lo deslizó por el escritorio
hacia Trexler. —Me gustaría que me autorizaran a solicitar los
expedientes oficiales para poder determinar si se debe reabrir la
investigación.
Su jefe mantuvo los ojos fijos en los de Jonah en lugar de mirar
el documento que tenía delante. —No eres un agente de campo—,
dijo Trexler. — ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?
~ 71 ~
Sí. Igual que Oscar. Trexler, sin saberlo, catapultó a Jonah al

verano en que se había caído de la casa del árbol y se había roto el
brazo.
“Los chicos no lloran, Jonah. ¿Cuántas veces tengo que
decírtelo?”
Tenía siete años. Dios, odiaba la maldita masculinidad tóxica.
—Se supone que debes usar tu supercomputadora para
resolver crímenes.
—No tengo experiencia en el campo, y entiendo si quieres
asignar esta investigación a otro agente—, dijo Jonah.
—Qué grande eres, St. John—, dijo Trexler con sorna,
empujando el documento de nuevo a través del escritorio a Jonah
sin mirarlo. —Tienes dos minutos para decirme por qué hay que
seguir investigando el caso—. Trexler miró su reloj. —Empezando
ahora.
Jonah repasó rápidamente los hechos que había descubierto
de la forma más sucinta posible en el tiempo asignado.
Trexler apretó los dedos a la mitad del pecho. —No estoy
dispuesto a reabrir un caso de hace treinta y ocho años por capricho.
—Con el debido respeto, señor, no es un capricho. Bo Cahill no
podría haber matado a Earl Ison si estuviera encarcelado en el
condado de DeKalb. ¿Puedo al menos tener su permiso para solicitar
su expediente oficial?
—La gente podría haber introducido las fechas equivocadas, St.
John.
—Es cierto—, convino, —y un rápido vistazo al expediente
resolverá la cuestión de una vez por todas.
Trexler lanzó un profundo suspiro. —Puede que estés
dispuesto a jugarse su carrera en esto, pero yo no estoy dispuesto a
poner en juego la reputación de los oficiales y fiscales retirados por
sus conjeturas. Tengo fe en el sistema y confío en que los implicados
hayan actuado con la debida diligencia. Tal y como yo lo veo, este es
el problema del SPD. Si se cometió un error, es su responsabilidad
investigar y corregir su error. Puede decirle a su tía, la comisaria de
policía, que yo lo he dicho. Mi respuesta es no, agente St. John.
~ 72 ~
Jonah sabía que debía aceptar el veredicto e irse, pero no

podía. Le había dado su palabra a Marla. —Con el debido respeto,
señor, el archivo de Ison no estaría en nuestra base de datos si el GBI
no estuviera involucrado. O bien habíamos solicitado la información,
o bien la SPD nos la envió al pedir nuestra ayuda—. Jonah pensó que
esto último era poco probable.
Las fosas nasales de Trexler se encendieron mientras pinchaba
el aire con el dedo. —Todo lo que escucho de ti son suposiciones, y
no me gusta que me hagas perder el tiempo. Envía esta información
a tu tía y deja que la resuelva y que sea condenada al ostracismo por
el público si lo que has descubierto es cierto.
Trexler estaba en racha y no había terminado. —Repasamos en
detalle tus carencias durante las reuniones del lunes. Al parecer,
tengo que reiterar algunos puntos clave.
Jonah se sentó con la espalda recta, inmóvil, excepto por el tic-
tac de su mandíbula.
—Sé lo mucho que piensas de tus habilidades de análisis y
perfil criminal, e incluso has convencido al director Malcolm de tu
mérito. El hecho clave sigue siendo que tu tarea principal en esta
agencia es detectar y prevenir los ciberdelitos. No puedes
desempolvar tu supercomputadora e investigar crímenes a tu antojo,
especialmente no los casos que ya están marcados como resueltos.
Debes esperar a que tu asistencia sea solicitada y aprobada por mí
antes de empezar a introducir datos en Starla.
—Stella.
—Lo que sea—, dijo Trexler con desprecio. — ¿Qué hay de ese
“software que cambia el juego que estás desarrollando”? — Jonah
fantaseó brevemente con dislocar los dedos que Trexler utilizaba
para formar sus odiosas comillas aéreas. — ¿Tenemos que discutir
cómo distribuir mejor tu energía y tu concentración? Otra vez.
—Es un microchip de ciberseguridad, señor—, dijo. Le
impresionó lo tranquilo que sonaba, sobre todo porque Trexler había
sido puesto a cargo de una división que ni siquiera apreciaba o
entendía. ¿A quién le había chupado la polla para conseguir este
ascenso? Quizá algún día Jonah se atreviera a preguntar. —El
software es demasiado fácil de hackear y manipular. Pienso terminar
~ 73 ~
la maqueta hoy, lo que supone una semana antes de lo previsto—.

Nunca se saltaba un plazo y seguro que no iba a empezar ahora.
—Entonces espero ver los resultados de sus pruebas a finales
de esta semana en lugar de la próxima. Veo que tener demasiado
tiempo libre es perjudicial.
—Sí, señor—. No es que el idiota entienda los datos.
—Sabía que permitirte participar con los Sinister en el podcast
de Savannah era un error, y ojalá el director Malcolm hubiera
escuchado mi opinión al respecto. Es obvio que el éxito se te ha
subido a la cabeza y te ha hecho creer que eres un detective
aficionado. — Trexler respiró profundamente. —También es evidente
que no respetas el protocolo adecuado, ya que se te ha subido a la
cabeza y has discutido la reapertura del caso con el director Malcolm
en lugar de acudir a mí primero—. Trexler abrió un cajón del
escritorio, sacó un papel y se lo pasó a Jonah. —Creo que la amistad
del director con tu tía te ha dado una falsa sensación de seguridad e
importancia por aquí. Esto—, dijo Trexler, señalando con la cabeza
el papel, —debería ayudarte a poner las cosas en su sitio.
Jonah miró el documento y su mirada se fijó en palabras como
“insubordinación” y “advertencia oficial”. Levantó la vista y se
encontró con la expresión de suficiencia de Trexler. No era de
extrañar que el cabrón pareciera más feliz esta mañana. Jonah por
fin había jugado a su favor y le había dado a Trexler una razón
legítima para sancionarlo.
—Creo que deberías agradecer que esta vez sólo sea una
advertencia. Podría haberte suspendido sin sueldo, pero decidí no
hacerlo.
Mentira. La ofensa de Jonah no era lo suficientemente grave
como para justificar una suspensión sin advertencias previas por
escrito. ¿Esperaba Trexler que Jonah le diera las gracias? La sonrisa
de suficiencia del agente supervisor se transformó en una sonrisa de
alegría. Trexler sabía que Jonah se estaba ahogando en la amargura
y lo estaba retando a que se le escapara algo. Jonah no dejaría que
ese imbécil le hiciera hacer un “Hulk out” en el trabajo, pensara lo
que pensara todo el mundo.
No. Jonah tenía que concentrar su energía en lo que más se
necesitaba: hacer pagar a la persona que lo había traicionado.
~ 74 ~
Sonó el teléfono de Trexler y lo agarró. —Sí, Tabitha. Jonah ya

se iba. Por favor, envíe la llamada una vez que salga de mi oficina.
Gracias—. Devolvió el teléfono a su soporte y miró expectante a
Jonah. — ¿Tenías algo más que querías discutir conmigo?
—No—, dijo escuetamente Jonah.
—Puedes salir para que ambos podamos seguir con nuestra
jornada de trabajo—, dijo Trexler.
Jonah recogió su advertencia junto con el resumen que había
preparado, se levantó y salió de la habitación. Pasó por delante de la
mesa de Tabby sin despedirse porque su cerebro estaba demasiado
ocupado intentando averiguar quién lo había traicionado. Jonah
sabía muy bien que Malcolm no lo había delatado a Trexler y que no
había hablado de la investigación con nadie más.
La verdad golpeó a Jonah con la fuerza de un tornado, y casi se
tropezó.
Cuando volvió a su despacho, Avery estaba trabajando con
Stella. Estaba tan absorto en su proyecto que no se había dado
cuenta de que Jonah había vuelto hasta que cerró la puerta con más
fuerza de la que pretendía.
Avery dio un salto y el lápiz que había estado royendo se le
cayó de la boca. —Jonah—, dijo, agarrándose el pecho. —Me has
dado un susto de muerte.
~ 75 ~
— ¿O sólo estás nervioso?— preguntó Jonah.

—No tengo ninguna razón para estar nervioso—, protestó
Avery.
Jonah atravesó la habitación hasta prácticamente situarse
encima de él. — ¿Es así?
Avery tragó con fuerza pero no apartó la mirada de él. — ¿Qué
está pasando?
— ¿Leíste el documento que preparé ayer antes de meterlo en
el sobre interoffice?—, preguntó.
—Le eché un vistazo, sí—, admitió Avery, levantando la barbilla
desafiante.
— ¿A quién se lo has contado?— preguntó Jonah.
Avery se quedó con la boca abierta. —A nadie. Sólo se lo
entregué a Desiree ya que supuse que lo necesitaría para la reunión.
¿Qué pasa?
Jonah empujó la advertencia de insubordinación a Avery, que
la miró y luego jadeó.
—Oh, no—. Avery echó su silla hacia atrás y se puso en pie,
mirando a Jonah. — ¿Crees que le he contado a Trexler lo de tu
reunión con Malcolm? ¿Cómo puedes pensar que te traicionaría así,
Jonah? Sé lo poco que soportas a ese maldito engreído.
El enfado de Avery quitó un poco de viento a las velas de
Jonah, pero no estaba dispuesto a descartar del todo sus sospechas.
—Okey, quizá no se lo contaste a Trexler directamente, pero se lo
contaste a alguien durante el cotilleo matutino, que se lo contó a
otro, que...
—Vete a la mierda, Jonah—, gruñó Avery, dando un paso
alrededor de él y caminando rápidamente hacia la puerta.
Jonah lo alcanzó en tres zancadas, apoyando la mano en la
puerta para evitar que Avery la abriera. —No he terminado de hablar
~ 76 ~
contigo—. Jonah sabía que estaba actuando de forma irracional,

pero no parecía poder contenerse.
El cuerpo de Avery vibró. ¿Por la ira? ¿O era por la lujuria que
se acumulaba en sus entrañas? Por Dios. El calor se desprendía de
Avery, haciendo más fuerte su olor a lluvia. Jonah sintió el insano
deseo de presionar su nariz detrás de la oreja de Avery e inhalar
profundamente.
—Quita la mano de la puerta, Jonah. No quiero estar cerca de
ti ahora mismo.
—Avery, sé lo mucho que te gusta cotillear con algunas
señoras. Tal vez no querías que esto sucediera, pero...
Avery lanzó un codo, clavándolo en las tripas de Jonah y
cortando temporalmente su capacidad de hablar. Avery siguió
pisando el empeine de Jonah.
—Mierda—, gimió Jonah, cojeando hacia atrás.
Avery se dio la vuelta y se acercó a Jonah con valentía, con las
fosas nasales encendidas mientras respiraba con dificultad. —Te dije
que te apartaras, y no lo hiciste—, dijo Avery, clavando el dedo en el
pecho de Jonah. —La próxima vez, te daré un rodillazo en las
pelotas.
Por primera vez desde que Jonah salió del despacho de
Trexler, empezó a dudar de sí mismo. Si Avery le estaba mintiendo,
era muy persuasivo. Jonah se pasó ambas manos por el pelo.
—No le dije a nadie lo que leí en el informe. No sellé el sobre
interoffice, así que Desiree podría haberlo leído y habérselo contado
a Tabby. Son primas y probablemente no verían el intercambio como
un chisme. Trexler siempre está encima de Tabby, así que
probablemente se lo dijo para ganar puntos. Así que,
indirectamente, probablemente soy responsable, y lo siento. No
traicionaría intencionadamente tu confianza, y me duele que pienses
que lo haría.
Jonah tuvo el fuerte impulso de atraer a Avery a sus brazos,
pero no pudo... no quiso. —Lo siento, Avery. Debería haberlo sabido.
No sé qué me ha pasado.
~ 77 ~
—No estás perdonado, Jonah. Necesito unos minutos para

calmarme antes de seguir trabajando—, dijo antes de dar media
vuelta y salir del despacho de Jonah.
Jonah se dirigió a su escritorio y se dejó caer en su silla. Agarró
la bolsa de Bugles y los devoró en dos minutos o menos mientras la
rabia le quemaba. No podía creer que Trexler se negara a considerar
siquiera la posibilidad de solicitar el expediente oficial de Bo Cahill
al condado de DeKalb. Jonah tampoco se creía su desenfado y
circunstancia de proteger la reputación de los agentes de la ley.
Trexler tiraría a su propia madre debajo de un autobús si eso
significara avanzar en su carrera. Mierda. ¿Jonah había enfocado
esto de manera equivocada? Había acudido a la reunión armado con
hechos cuando debería haber ido dispuesto a acariciar el ego del
hombre. La idea dejó un sabor amargo en la boca de Jonah, pero su
orgullo podría haberle costado la única oportunidad de dar
tranquilidad a Marla.
—Idiota—, murmuró Jonah en voz baja.
—Bueno, veo que nuestro pequeño descanso no fue lo
suficientemente largo—, dijo Avery desde la puerta abierta. Jonah
levantó la cabeza y se encontró con su interno frunciendo el ceño.
Dios, era tan jodidamente lindo cuando se enfadaba.
—No te estaba llamando idiota, Avery. Entra aquí y cierra la
puerta para que pueda arrastrarme en privado.
— ¿Y si quiero que toda la oficina sea testigo de cómo te
arrodillas?
El calor se desenrolló en su vientre y se extendió hacia arriba
mientras imágenes muy tentadoras inundaban su cerebro. Jonah
levantó una ceja.
Al darse cuenta de lo que había dicho y de cómo podía
interpretarse, Avery empezó a balbucear. —Yo... no quise decir que
quería que te arrodillaras para eso. Me refería a que lo suplicaras—.
Jadeó y se atragantó. —No. Suplicándome—. Sacudió la cabeza. —Me
refería a que estuvieras de rodillas, suplicando mi perdón. Dios. Soy
un idiota. Tienes razón.
“Eres adorable”, es lo que quería decir Jonah. En lugar de eso,
sonrió y dijo: —Tal vez deberíamos empezar de nuevo.
~ 78 ~
—Podemos intentarlo, pero no es probable que ninguno de los

dos olvide esta desastrosa mañana—, bromeó Avery.
—Tal vez sea lo mejor. Apuntemos más bien a aprender de ella.
—Trato hecho—, dijo Avery con un firme asentimiento. —Deja
que agarre mi té y volvemos a empezar.
Jonah arrugó la cara. —Qué asco.
—No empieces conmigo—, le espetó Avery por encima del
hombro mientras se escabullía del despacho de Jonah. Volvió con
una taza de algo que no se parecía a su habitual guiso de calcetines
sudados. Olía a canela y a clavo de olor y a otras cosas que no podía
nombrar. ¿Regaliz negro? —Buenos días, Jonah—, dijo Avery,
esparciendo una enorme sonrisa en su rostro. — ¿Tuviste una noche
divertida?
La expresión de Jonah debió de delatar su confusión.
—Dije que quería empezar de nuevo, y tú estuviste de
acuerdo—, dijo Avery.
—Me burlé de tu elección de bebida, ¿y lo consideras un
acuerdo con tu plan?—. Cuestionó Jonah.
—No has dicho que no—, replicó Avery.
Jonah negó con la cabeza. —Tampoco he dicho que sí.
—Deja de dividir los pelos y cuéntame tu noche—, dijo Avery.
—Mi compañero de piso y yo comimos demasiada comida
china y bebimos demasiado bourbon. ¿Y tú?
—Mi noche no fue tan emocionante—, dijo Avery. —Comí una
cena congelada y bebí limonada ros.
—Esas cenas saben mejor si las calientas.
Avery jadeó. — ¿Por qué no se me ocurrió eso?
— ¿Qué hay en tu té?— preguntó Jonah.
Avery frunció los labios y sopló su humeante infusión antes de
dar un sorbo. La corbata de Jonah empezó a sentirse como un lazo.
—Se llama chai.
—Okey, ¿qué lleva tu té chai?—. Jonah lo intentó de nuevo.
~ 79 ~
Avery se rió. —Chai significa té, así que cuando la gente dice té
chai, está diciendo té de té. Esto es un chai latte.
Jonah soltó un suspiro frustrado. —Avery, esta repetición no
va mucho mejor que la primera vez. ¿Qué lleva tu chai latte?
—A diferencia de los tés ingleses, contiene cardamomo, canela,
granos de pimienta negra, estrella de anís, clavos y algunas otras
especias. Está lleno de sabor y es bueno para ti. ¿Te gustaría
probarlo?
—Quizá más tarde—, dijo Jonah sin compromiso, haciendo
sonreír a Avery.
—Así que me estabas contando por qué te emborrachaste un
martes por la noche—, pinchó Avery, distrayendo a Jonah al soplar
de nuevo su taza humeante.
—No, no lo estaba haciendo—, dijo Jonah.
—Estabas a punto de decírmelo—, enmendó Avery.
— ¿Lo estaba?— preguntó Jonah. —Estoy bastante seguro de
que iba a decirte que tenemos que abrocharnos el cinturón y
terminar la fase final de nuestro microchip de ciberseguridad. Más o
menos le dije a Trexler que lo terminaríamos hoy, y luego nos acortó
el plazo para las pruebas de ensayo en una semana.
— ¿Cómo que hiciste qué?— preguntó Avery. Se quedó con la
boca abierta y su taza se tambaleó en la mano.
—Deja tu chai antes de que lo derrames sobre mí—, insistió
Jonah.
Avery puso los ojos en blanco, pero lo hizo igualmente. —Un
tipo derrama el café una vez...
Jonah levantó dos dedos. — ¿Pero quién lleva la cuenta?
—Evidentemente, tú—, gruñó Avery. — ¿Por qué has
garantizado que terminaremos la fase final tan rápido?
Jonah suspiró. —No fue mi mejor momento—. Había estado
tambaleándose por los insultos y la actitud despectiva de Trexler
hacia sus habilidades, pero Jonah dejó sus excusas sin decir. —
Ahora, tenemos que encontrar la manera de terminar el microchip y
comenzar las fases de prueba.
~ 80 ~
—Parece que vamos a pedir el almuerzo—, dijo Avery.

—Tal vez la cena también. ¿O tienes planes?— preguntó Jonah.
Avery rompió el contacto visual bajando la mirada a la taza que
tenía en sus manos. —No hay planes—, dijo en voz baja.
¿A qué se debía ese tono melancólico? ¿Estaba Avery
suspirando por el chico nuevo? Jonah quería preguntar más, pero
necesitaba mantener su atención en la tarea que tenían entre manos
y no abrir una lata de gusanos. En su lugar, Jonah dijo: —Bien, pero
nada de comer o beber cerca de Stella.
Avery respondió a su declaración con un giro de ojos, y luego
terminó su té mientras revisaban sus planes para la fase final.
Cuando terminaron, Avery se acercó a Stella, le acarició el teclado y
le dijo: —Hola, preciosa.
Jonah sintió la caricia en su alma y apenas reprimió un
escalofrío. Maldita sea, iba a ser un día jodidamente largo.
Once horas, docenas de páginas de notas garabateadas, dos

rondas de comida para llevar y tres bolsas de Bugles de caramelo
después, habían llegado a la fase de pruebas. Jonah observaba
atentamente su monitor mientras Avery intentaba hackear su nueva
ciberprotección desde su portátil. A medida que avanzaba el día, la
oficina de Jonah parecía reducirse hasta parecer más pequeña que
un armario de abrigos. Había perdido su chaqueta y su corbata poco
después de empezar su maratón de codificación. En algún momento,
se había aflojado tres botones de la camisa y había sorprendido a
Avery mirando la franja de piel bronceada que quedaba al
descubierto de vez en cuando. Señalarlo habría avergonzado a Avery,
así que Jonah disfrutó en silencio de la atención y se debatió entre
tentar al diablo desabrochando otro botón.
Jonah se acarició el labio inferior con el dedo índice y observó
con regocijo cómo su chip de ciberseguridad bloqueaba los intentos
~ 81 ~
de Avery de violar el cortafuegos. Cada vez que se veía frustrado,

Avery emitía un adorable gruñido que hacía que Jonah pensara en
cosas muy sucias.
—Ojalá hubiera pensado en programar sonidos—, bromeó
Jonah.
— ¿Qué tipo de sonidos?— dijo Avery sin levantar la vista de su
portátil. Sus dedos volaron sobre las teclas mientras seguía
intentando penetrar en la fortaleza.
—Ruidos de videojuego, como cuando muere Pac-Man. Podía
haberlo manipulado para que sonara cada vez que fallabas al entrar
en el cortafuegos.
Avery se rió. — ¿Explosiones como en Battleship?
Jonah hizo una mueca. —No me gustan demasiado los juegos
de guerra ni las explosiones.
Los dedos de Avery se aquietaron y miró a Jonah con una
expresión de horror en el rostro. —Oh, Dios. Eso fue algo tan
insensible.
— ¿Por qué?— se burló Jonah.
Avery le clavó una mirada molesta. Al parecer, había
descubierto la verdad sobre la lesión de Jonah. Durante ocho meses,
Jonah había dado una variedad de razones para su cicatriz que iban
desde ser golpeado con escombros mientras rescataba a un gatito de
un árbol durante un huracán hasta luchar contra un samurái.
—No voy a disparar y 'Hulk out' sobre ruidos fuertes y
explosiones—, dijo Jonah.
Avery continuó con el ceño fruncido, algo que Jonah prefería a
la compasión. —Ni una sola vez he insinuado tal cosa.
— ¿Qué pasó con tus flores?— preguntó de repente Jonah,
abriendo la lata de gusanos que había jurado dejar en paz.
Avery se limitó a mirarlo sin pestañear. ¿Quién podía culparlo?
La pregunta había surgido de la nada. — ¿Mis flores?
—Las que te trajo Romeo. Te pillé poniéndoles ojos de corazón
cada vez que salía de mi despacho ayer.
—No seas ridículo—, se burló Avery. —Se las llevé a mi abuela.
~ 82 ~
De todas las cosas posibles que Avery podría haber dicho,

Jonah no se había esperado esta. — ¿Por qué?
Avery soltó un profundo suspiro. —Te dije que no era el tipo
para mí—. Fue el turno de Jonah de quedarse mirando. —Aquí
estaba este tipo guapo y exitoso que parecía estar interesado en mí,
pero yo no sentía... nada. Ninguna chispa.
Jonah resopló y Avery frunció el ceño.
— ¿Qué demonios se supone que significa eso?— preguntó
Avery.
— ¿No hay chispa?— preguntó Jonah. —No me gustaría ver
cómo vuelves de una cita para comer cuando sí sientes química con
un hombre.
Avery se puso rígido en su silla. — ¿De qué estás hablando?
—Vamos, Avery. Mejillas sonrojadas y labios hinchados.
Reconozco los signos de alguien que ha sido besado a fondo... o más.
—Tú p-pensaste que yo... que nosotros...— Avery tartamudeó.
Tragó con fuerza y cerró brevemente los ojos. —Eres un idiota,
Jonah. Mis mejillas rosadas y mis labios hinchados eran el resultado
de una condición médica.
Jonah levantó una ceja. — ¿Así es como lo llaman hoy en día?
—Tuve una reacción alérgica a mi almuerzo, imbécil—,
prácticamente gritó Avery. —No vi los pequeños —trozos de cielo—
en mi ensalada hasta que fue demasiado tarde.
— ¿Pequeños trozos de cielo?
—Aguacate—, dijo Avery. —Me estaba llenando la boca
mientras mi cita hablaba de su trabajo. De repente, me di cuenta de
que tenía la cara entumecida y me hormigueaban los labios. Moví la
lechuga en mi cuenco y encontré la causa.
Jonah enterró la cara entre las manos. —Soy el mayor idiota
del planeta.
~ 83 ~
—No es el momento de presumir el tamaño de tu polla9,

Jonah—, le reprendió Avery.
Jonah levantó la cabeza y lo miró fijamente. —He dicho que
soy el idiota más grande, no que tenga la polla más grande. Dios,
Avery, estoy...
Avery levantó una mano, cortándolo antes de que pudiera
disculparse. —Guárdalo para otro día en el que hagas el ridículo aún
más grande de lo que has hecho hoy—. Jonah dudaba que fuera
posible, pero no estaba dispuesto a apostar por ello. — ¿Sabes cuál es
tu problema?
— ¿Es una pregunta retórica, o esperas una respuesta?—
preguntó Jonah.
Avery hizo un ruido gruñón de frustración que a Jonah le
pareció sexy y dulce. —Podría estrangularte con mis propias manos
ahora mismo. Me vuelves loco con tu personalidad caliente y fría, de
empujar y tirar. Si quieres algo, entonces, por Dios, ve a buscarlo.
Deja de rendirte a la primera señal de un obstáculo. A veces se
sortean las barreras y otras veces se atropella la maldita cosa.
¿Avery lo estaba animando a hacer un movimiento? El pulso
de Jonah se aceleró.
—Toma este caso Ison, por ejemplo—, dijo Avery, aplastando la
esperanza no deseada de Jonah. —Trexler dijo que no, así que estás
dispuesto a dejarlo pasar sin más. Tienes innumerables recursos y
contactos que podrían ayudarte a investigar más el caso si estás
dispuesto a dejar de lado tu orgullo herido y pedir ayuda.
La decepción era el enemigo familiar de Jonah. Era el invitado
a cenar sin invitación que se presentó una noche y nunca se fue.
Avery tenía razón. No se trataba de Trexler, del fantasma de su
abuelo, de la carrera de su tía, ni siquiera del orgullo de Jonah. Se
trataba de Marla, Earl y Bo. Tenía que encontrar otra manera,
incluso si eso significaba entregar esto a Ellie. Confiaba en ella sin
medida.
9
Se utilizo Dick (pene) como insuto y se tradujo Idiota. Pero fuera de contexto es algo que se puede
malinterprerar.
~ 84 ~
El ordenador de Jonah sonó, interrumpiendo sus reflexiones.

Sabía lo que significaba, pero no podía apartar la mirada brillante y
apasionada de Avery. Una sonrisa perversa se extendió lentamente
por el rostro de su interno y señaló la pantalla del ordenador de
Jonah. Jonah miró su monitor y confirmó que Avery había
atravesado su cortafuegos. Ni siquiera se había dado cuenta de que
Avery seguía escribiendo durante su gran discurso.
Un caballero con armadura desfiló por la pantalla del
ordenador de Jonah, llevando una bandera con una gran letra A
mientras las trompetas sonaban victoriosas.
—Jaque mate, nube de trueno—, dijo Avery con suficiencia. —
Tu jugada. La pregunta es: ¿te vas a rendir o vas a pasar el bloqueo?
—Voy a atropellar al cabrón—, respondió Jonah.
La verdadera pregunta era: ¿seguían hablando de las
objeciones de Trexler o de las barreras que Jonah había levantado
para combatir su atracción por Avery?
~ 85 ~
—Tierra a Jonah—, dijo Felix, chasqueando los dedos a pocos

centímetros de la cara de él. —Has estado mirando al espacio
mientras te arremolinabas con tu paps frita en ketchup durante los
últimos cinco minutos. ¿Estás bien, hombre?
Jonah parpadeó y volvió a centrarse en la cara de
preocupación de su amigo. A su lado, Rocky se limitó a negar con la
cabeza. El detective privado era más estoico y menos propenso a
mostrar preocupación.
—Pareces un zombi—, dijo Rocky. —Te he llamado todos los
nombres asquerosos que se me ocurren y no has reaccionado.
—Me siento como un zombi—, admitió Jonah, dejando caer su
papa frita de nuevo en su contenedor de comida para llevar. —Ha
sido una semana dura. El lunes fue el -peor- lunes de todos los
tiempos, con doce horas de reuniones en las que Trexler afiló sus
dientes en mis huesos.
—Tengo la sensación de que los golpes no terminaron ahí—,
dijo Felix.
Jonah negó con la cabeza. —Ni de lejos. Gracias a Dios,
mañana es viernes y hemos superado el plazo para presentar los
resultados de las pruebas a Cara de Polla un día antes. Al menos
debería terminar la semana con un punto positivo—, dijo Jonah
—Entonces, ¿pasaste mucho tiempo encerrado en tu oficina
con el adorable Avery esta semana?— preguntó Felix.
— ¿Cómo sabes que es adorable?— Preguntó Jonah —Ni
siquiera lo has conocido.
Rocky resopló. —Amigo, hablas de él todo el tiempo. El tipo te
tiene envuelto en su dedo, así que debe ser irresistible.
Jonah sólo pudo mirar a sus amigos durante unos instantes. —
No sabía que hablaba tanto de él.
Felix y Rocky se limitaron a sonreír.
~ 86 ~
—Intuyo que hay algo más grande que no has compartido con
nosotros—, dijo Felix.
—Marla estaba esperando en mi porche cuando llegué a casa el
lunes por la noche. Tiene un cáncer terminal y ha decidido no recibir
tratamiento—, dijo.
—Oh, hombre. Eso es duro. Lo siento mucho—, dijo Felix.
—Yo también—, añadió Rocky.
—Gracias, chicos. Me está costando asimilarlo… todo—,
admitió Jonah.
—Podemos saltarnos la reunión de producción del podcast si
quieres ir a casa y descansar un poco—, sugirió Rocky.
—Te lo agradezco—, dijo Jonah, —pero el sueño ha sido
esquivo esta semana, y no espero que esta noche sea diferente.
Prefiero no sentarme en casa y lamentarme por cosas que no puedo
cambiar.
—Si estás seguro—, dijo Felix. Jonah asintió. —Entonces
vamos a elegir el tema de nuestro próximo episodio del podcast.
—Creo que el caso de Tess Hamilton es interesante—, dijo
Rocky. —Es sospechosa de haber matado a sus tres maridos por el
dinero del seguro. Nunca pudieron probarlo.
—Sin embargo, recientemente han salido a la luz nuevas
pruebas—, añadió Felix. —Podemos centrarnos en cómo los agentes
de la ley fueron engañados por su aspecto de June Cleaver10.
—Sería fácil atribuir a la apariencia de Tess su éxito, pero tenía
que haber algo más. Tenía cuarenta y dos años cuando murió su
primer marido, así que su comportamiento y su aspecto
probablemente jugaron un papel importante—, dijo Jonah. — ¿Y
después, cuando tenía sesenta y cinco y ochenta años? Tuvo que
hacer casi imposible que detectaran el veneno en los sistemas de sus
maridos.
10
June Evelyn Bronson Cleaver es un personaje principal en la comedia de televisión estadounidense
Leave It to Beaver. June y su esposo, Ward, a menudo son invocados como los arquetípicos padres
suburbanos de la década de 1950. La pareja son padres de dos hijos, Wally y Beaver.
~ 87 ~
— ¿O parte de su éxito se debió a la suerte?— preguntó Rocky.

—Todos los hombres tenían problemas de salud preexistentes, así
que los forenses no iban a dedicar mucho tiempo a buscar las causas
de la muerte.
—Ninguno de ellos tenía el mismo problema de salud
tampoco—, señaló Jonah. —Si los tres hombres tenían problemas de
corazón, por ejemplo, haría que el patrón resaltara más. ¿Fue suerte
o parte de su plan?
—No creo que fuera suerte—, replicó Felix. —Creo que fue un
genio del mal. Hamilton se movió por el estado de Georgia para que
las muertes no fueran fácilmente conectadas. Parecía tomarse su
tiempo para volver a casarse y ejecutar sus planes. Los envenenó
lentamente, para que su declive fuera gradual y no obvio.
—La única persona que levantó una bandera roja fue la
ajustadora del seguro de vida de su último marido—, dijo Jonah. —Si
no fuera por ella, no habríamos sabido de la cadena de víctimas de
Tess Hamilton.
—Es cierto—, dijo Rocky. —Tal vez podríamos conseguir que la
ajustadora de seguros se uniera al podcast para una entrevista.
—Es una buena idea—, dijo Felix, tomando nota. —Creo que
esto tiene un excelente potencial.
— ¿Qué más queremos considerar?— preguntó Rocky.
Continuaron discutiendo algunos de los crímenes más
siniestros de Savannah durante otra hora. Al ser una de las ciudades
más antiguas y pintorescas de Estados Unidos, no se quedarían sin
historias únicas que compartir en su podcast durante años.
—Sigo pensando que Tess es la más interesante—, dijo Felix
después de que redujeran a sus cinco favoritas. — ¿Qué piensas tú?
—Sí, estoy de acuerdo—, dijo Rocky. — ¿Jonah?
Ambos hombres lo miraron. —Sí— estaba en la punta de su
lengua, pero no podía apretar el gatillo. Por muy intrigante que fuera
el caso, no podía olvidar la súplica en la voz de Marla. No podía
ignorar la tensión en sus entrañas cuando descubrió que Bo Cahill
estaba encarcelado la noche en que alguien mató a Earl Ison.
~ 88 ~
—Lola la Reina del Hielo—, dijo finalmente Jonah. Quizá

debería haber encontrado otra forma de reabrir la investigación que
no implicara a sus amigos, pero Jonah confiaba en ellos.
El ceño de Rocky se frunció. — ¿Así es como quieres que se
llame el episodio protagonizado por Tess Hamilton?
—Lola la Reina del Hielo—, repitió Felix, inclinando la cabeza
hacia un lado como Betty el bulldog francés. — ¿Dónde he oído ese
nombre?— Se enderezó en su silla y chasqueó los dedos. —Una drag
queen que fue asesinada a principios de los ochenta, ¿verdad?
—Sí—, coincidió Jonah. —Según Marla, Lola era bastante
nueva en la escena de las reinas y no se había conformado del todo
con su nombre artístico. Ella se refiere a él como Earl.
—El caso se resolvió, ¿no?— preguntó Felix.
Jonah negó con la cabeza. —El caso permaneció frío durante
trece años y, de repente, un hombre condenado a muerte por otro
crimen confesó haber matado a Earl una semana antes de su fecha
de ejecución.
— ¿Crees que es una confesión falsa?— preguntó Rocky.
—Absolutamente sí—, confirmó Jonah. —Días antes de la
muerte de Earl, los agentes del sheriff del condado de DeKalb
arrestaron a Bo Cahill por el asesinato que lo envió al corredor de la
muerte. Fue encarcelado y retenido sin fianza. Bo Cahill no mató a
Earl Ison.
— ¿Quiénes eran los investigadores del caso de Ison?— Felix
preguntó.
—Milton y Morrissey, de la SPD—, dijo Jonah.
—Los he entrevistado antes al escribir artículos sobre casos
antiguos—, dijo Felix. —Eran los típicos policías de esa generación.
Milton y Morrissey no tenían mucho respeto por la comunidad arco
iris, las mujeres o la gente de color, pero nunca me dio la impresión
de que fueran sucios. Perezosos, tal vez. Indiferentes, tal vez.
—Marla no está convencida de que le mintieran directamente,
y no está segura de que fueran responsables de coaccionar la
confesión. Tal vez sólo eran chivos expiatorios—, dijo Jonah.
~ 89 ~
—Si ese fuera el caso—, replicó Felix, — ¿qué dijo Bo Cahill

para convencerlos? Tuvo que haber algo más que él diciendo que lo
hizo.
—Pude acceder al expediente del caso de Earl Ison y leer lo que
los detectives registraron, que no fue mucho. O bien invirtieron muy
poca energía en resolver el crimen o fueron demasiado perezosos
para documentar el expediente adecuadamente. Cahill les dijo que se
había masturbado con las bragas de Earl y que luego se las había
metido en la boca. Como era exactamente lo que había hecho el
asesino, cerraron el caso y lo dieron por terminado.
—Esa es una información muy específica—, dijo Rocky. —
Supongo que era un detalle que no habían compartido con la prensa.
—No lo era, pero un equipo de construcción encontró a Earl.
Su asesino había escenificado su cuerpo y le había levantado la falda
para humillarlo. Cualquiera de los hombres que trabajaban en la
cuadrilla ese día lo vio y pudo haber compartido los detalles con
amigos y familiares—, explicó Jonah.
—Los policías también hablan—, añadió Felix. —Tengo al
menos una fuente fiable en cada condado. Algunos hablan porque
les gusta sentirse importantes, y otros son seres humanos decentes
que quieren hacer lo correcto.
—Entonces, la información sobre las bragas podría haber sido
suministrada a Bo Cahill, pero ¿por qué un hombre confesaría un
crimen que no ha cometido?— Preguntó Rocky.
—Llevo días haciéndome la misma pregunta—, dijo Jonah.
— ¿A qué conclusión has llegado?— preguntó Felix.
Jonah expulsó un largo suspiro. —Bo Cahill confesó para
proteger a otra persona. Es lo único que tiene sentido.
— ¿La persona que realmente cometió el crimen?— Preguntó
Rocky.
—Esa es una posibilidad, pero ¿y si alguien que le importaba
tenía problemas con la ley y él negoció un trato? ¿Su vida por la de
ellos? Cahill ya iba a morir, así que ¿qué tenía que perder?
Rocky y Felix contemplaron su pregunta durante unos
segundos antes de intercambiar breves miradas.
~ 90 ~
—Supongo que Marla sacó el tema recientemente—, dijo Felix.

Jonah asintió, intentó hablar, pero no pudo sacar las palabras
más allá del nudo en la garganta. Tomó un trago de agua y volvió a
intentarlo. —Ella nunca se creyó el relato. Quiere justicia para su
amigo antes de que...— Maldita sea. —Antes de que muera. Le
prometí que haría todo lo que estuviera en mi mano para hacer lo
correcto. Fui a trabajar al día siguiente y accedí a lo que pude, que no
era mucho para Bo Cahill, más allá de sus registros de arresto y
notas sobre su detención sin fianza. Tardé dos minutos o menos en
darme cuenta de que el instinto de Marla era correcto. Le pedí
permiso a Malcolm para perseguirlo, pero me recordó la cadena de
mando adecuada y me remitió a Trexler.
Rocky y Felix gimieron.
—Sí—, dijo Jonah. —El maldito ni siquiera quiso contemplar la
idea. Lo único que le pedí a Trexler fue que solicitara una copia del
expediente al condado de DeKalb. Me rechazó y me denunció por
insubordinación.
—Imbécil—, murmuró Rocky.
Jonah asintió. —Me dio una cantinela sobre la protección de la
reputación de los policías y funcionarios judiciales retirados, pero a
mí no me engaña. Haría cualquier cosa para avanzar en su carrera y
jugar a ser un activista no le daría el tipo de atención que necesita
para ascender.
—Cualquier agente de la ley que se precie debería querer que
prevalezca la verdadera justicia—, dijo Felix con pasión. Entrecerró
los ojos. — ¿Crees que Trexler te trata horriblemente porque eres
gay?
—Es posible, supongo—, dijo Jonah. —Creo que su actitud se
debe a que no respeta mis habilidades, y le molesta que Malcolm me
haya contratado porque mi tía lo animó a hacerlo. Ni siquiera sé si
Trexler es consciente de mi orientación sexual.
—En virtud de la Ley de Registros Abiertos de Georgia, puedo
solicitar una copia del expediente del caso de Bo Cahill, y tienen que
proporcionármela. También tengo contactos en el Departamento del
Sheriff del Condado de DeKalb que podrían conseguirme lo que
necesito más rápidamente. Podría publicar un artículo de denuncia
en mi columna, o podríamos hacer un podcast sobre ello. De
~ 91 ~
cualquier manera, la mierda golpeará el ventilador, y no evitarás las

salpicaduras.
—Qué asco—, refunfuñó Rocky.
Felix se encogió de hombros. —Soy escritor. Pinto un cuadro
vívido con mis palabras.
Rocky sacudió la cabeza y luego dijo: —Tu tía Ellen también
quedará atrapada en el fuego cruzado.
—Sí, lo sé. No estoy demasiado preocupado por mí, pero no
quiero arrastrar a nadie más conmigo—, dijo Jonah. — ¿Y si las
fechas se introdujeron en el sistema de forma incorrecta? ¿Y si a
Cahill le hubieran concedido la libertad bajo fianza y hubiera
cometido otro asesinato mientras esperaba para ir a juicio? No
quiero poner en peligro sus carreras ni la de mi tía sin más datos.
Rocky guiñó un ojo. —Problemas es mi segundo nombre.
Puedo cuidar de mí mismo.
—Minerva me cubrirá la espalda—, dijo Felix, mostrando en su
voz el cariño por su editora. —Vamos a conseguir una copia del
archivo de Cahill—, dijo Felix. —Una vez que confirmemos las
fechas, hablaremos sobre qué ruta tomar a continuación. Podrías
entregarle esto a Ellen, o podríamos seguir la investigación nosotros
mismos.
—Me parece justo—, dijo Jonah. — ¿Qué opinas, Rocky?
—Me apunto. Trexler puede venir por mí todo lo que quiera—,
dijo Rocky.
—Me pondré a ello a primera hora de la mañana—, les dijo
Felix. —Mientras tanto, vamos a planificar la producción de nuestro
próximo episodio del podcast sobre Tess Hamilton. Tal vez
acabemos desechando a Tess por Earl, pero estemos preparados de
cualquier manera.
—Estoy de acuerdo—, dijo Jonah.
Rocky asintió. —Suena como un plan. ¿Podemos asegurarnos
de que nuestro podcast no se convierta en la guía de cómo hacerlo
para una nueva generación de asesinos de cónyuges?
Felix y Jonah se rieron.
~ 92 ~
—Evitemos las demandas si es posible—, dijo Felix. —Rocky,

investiga todo lo que puedas sobre Tess Hamilton. Formemos una
imagen concisa de Tess para nuestros oyentes. Quiero saber su
educación, sus aficiones y cómo fue su infancia. Asumamos que su
familia es una víctima inocente en todo esto.
—Lo haré—, dijo Rocky mientras garabateaba notas.
Felix miró a Jonah. —Quiero que enfoques esto como un
perfilador. Habla de los aspectos psicológicos de cómo Tess pudo
engañar a las fuerzas del orden.
Jonah asintió. —Me parece muy bien.
Apuntando su bolígrafo al pecho, Felix dijo: —Empezaré a
solicitar documentos oficiales como informes de autopsia a los
médicos forenses y certificados de defunción. También haré una
llamada a Jennifer Blossom, que fue la ajustadora de seguros que
conectó todos los puntos.
Rocky se frotó las manos. —Creo que esto tiene el potencial de
ser un episodio fascinante.
—Estoy de acuerdo—, dijo Jonah. —Tendremos que añadir un
montón de imágenes a nuestra página web oficial para que la gente
pueda comparar y contrastar la salubridad de Tess con sus
maldades.
—Excelente—, dijo Felix, siguiendo escribiendo en su
cuaderno. —Creo que con esto terminamos esta sesión de
planificación—. Felix dejó caer su bolígrafo y luego miró a Jonah. —
Así que nos estabas contando las horas y horas que pasaste
encerrado en una habitación con Avery.
Jonah negó con la cabeza. —No, no lo hacía.
Rocky movió las cejas juguetonamente hacia Jonah. —Sé
sincero. En una escala del uno al diez, siendo el uno sólo un poco y el
diez —el tipo te tiene agarrado por las pelotas—, ¿cómo de jodido
estás?
Jonah lanzó un profundo suspiro y dijo: —Cien.
~ 93 ~
El viernes, Jonah mantuvo la cabeza baja en el trabajo para

evitar atraer cualquier atención no deseada. Trexler estaba
moderadamente impresionado con el programa que él y Avery
habían diseñado, así como con las pruebas iniciales. El microchip
tendría que someterse a pruebas extenuantes antes de que la agencia
lo desplegara en tiempo real, así que ahí es donde Jonah centraba su
energía.
Avery se levantó y estiró los brazos por encima de la cabeza
antes de doblar la parte superior del cuerpo hacia la izquierda y la
derecha, estirando la espalda y el abdomen. Su camisa de vestir se
había levantado en el proceso, dando a Jonah un vistazo a la carne
pálida que contrastaría tan bien con su piel más oscura, de tono
oliva. ¿Era esa una peca de color canela por encima de la cintura de
los pantalones de Avery? ¿Dónde más tenía pecas? Jonah quería
lamer un camino entre cada una de ellas. Una versión adulta de
conectar los puntos.
—Tienes que levantarte y estirarte para que la sangre fluya.
La sangre de Jonah estaba bombeando bien y se dirigía
directamente a su polla. Ponerse de pie no sería lo mejor para él. —
Estoy bien—, le dijo a Avery.
—Llevamos horas con esto y tu cerebro ha estado tan ocupado
como mis dedos—, dijo Avery, interrumpiendo los pensamientos de
Jonah antes de que pudieran descontrolarse demasiado.
—No sé de qué estás hablando.
Avery sonrió. —Te sale humo por las orejas. Quizá te sientas
mejor si te desahogas. Has tenido una semana de mierda. Salgamos
de aquí y tomemos aire fresco y comamos algo.
El primer instinto de Jonah fue agarrar un bocadillo y seguir
trabajando, pero sabía que Avery tenía razón. —Bien—, aceptó
después de unos momentos. —Pero sin aguacates.
—Tengo Benadryl en mi escritorio—, refunfuñó Avery.
~ 94 ~
—Sin aguacates o sin cita para comer—. Oh, mierda. ¿Por qué
lo había llamado así? Habían almorzado juntos docenas de veces
desde que Avery empezó a trabajar para él.
Avery frunció una ceja pero no lo corrigió. De hecho, ninguno
de los dos dijo nada hasta que salieron del edificio.
—Seguí tu consejo y hablé con Rocky y Felix anoche sobre la
situación con Earl Ison y Bo Cahill—, dijo Jonah, rompiendo el
silencio.
Avery se detuvo de repente y se giró para mirar a Jonah, que
no estaba preparado para el movimiento repentino. Se detuvo en
seco, pero el impulso de Jonah lo llevó unos pasos hacia adelante.
Chocó contra Avery con la suficiente fuerza como para desequilibrar
al hombre mucho más pequeño. Las manos de Jonah se aferraron a
la cintura de Avery para estabilizarlo, y no lo soltó inmediatamente.
—Estuvo cerca—, dijo Avery, colocando su mano sobre el
corazón acelerado de Jonah.
—Muy cerca—. Jonah sabía que debía soltar las manos y
alejarse, pero en lugar de eso agarró a Avery con más fuerza. Puede
que no tenga otra oportunidad.
— ¿Qué piensan ellos?— preguntó Avery.
Jonah parpadeó. ¿De qué estaban hablando? — ¿Quiénes?
—Rocky y Felix. Qué opinan del caso de Earl Ison—, dijo Avery,
mirando a Jonah como si hubiera perdido la cabeza.
Avery había querido hacer fluir la sangre de Jonah, y por Dios,
se estaba precipitando hacia el sur a toda prisa. Jonah soltó a Avery
y dio un paso atrás antes de hacer más el ridículo.
—Mis compañeros están de acuerdo en que algo no cuadra, así
que Felix va a solicitar una copia del expediente del caso en virtud de
la Ley de Registros Abiertos de Georgia—, dijo Jonah, continuando
hacia Bytes y Brew. —Dijo que también tiene contactos en el
condado de DeKalb que, con suerte, agilizarán su solicitud.
Avery se puso a su lado. —Eso es genial, Jonah. ¿Qué hay de
Marla? ¿Cómo se encuentra?
—No ha estado en casa. La llamé anoche y me dijo que ella y
Betty estaban en Atlanta haciendo las paces con algunos familiares.
~ 95 ~
Parecía muy cansada. Sólo quería conducir hasta Atlanta y traerla de

vuelta a casa.
Jonah no le había dicho a Avery que la enfermedad de Marla
era la razón por la que estaba presionando tanto para investigar el
caso de Earl. No vio ninguna razón para ocultarle la información
ahora. Cuando llegaron a la cafetería, Avery comprendió por qué
Jonah no podía dejar pasar las cosas.
—Eres un gran amigo, Jonah.
—Aprendí por las malas a no dar nunca por sentadas las
amistades—, dijo solemnemente. Jonah pudo ver por la expresión de
Avery que quería saber más, pero no le presionó.
— ¿Piensa volver pronto?
—El lunes—, respondió Jonah. —Espero tener algunas
respuestas para ella para entonces.
Hasta entonces, Jonah necesitaba mantenerse ocupado para
no meterse en problemas.
Kendall no volvió a casa después de su turno en The Cockpit el

viernes por la noche, así que Jonah estaba atrapado en casa sin
nadie que lo distrajera de sus pensamientos. Nunca se le habían
dado bien los tiempos muertos. El sábado por la mañana, Jonah fue
a la ferretería y compró pintura y unas cuantas revistas de
remodelación para obtener ideas para su cocina. Pasó el resto del día
pintando su salón de un color gris azulado que le recordaba al cielo
justo antes de llover.
El domingo por la mañana, Jonah y el resto de los suscriptores
del Savannah Morning News se llevaron una impactante sorpresa.
En la primera página aparecían las fotos de Earl Ison y Lola la Reina
del Hielo, una al lado de la otra, bajo un título que decía: ¿Quién
mató realmente a la reina?
~ 96 ~
Jonah llamó a Felix sin leer el artículo.

—Hola—, dijo Felix al teléfono de forma grogui11.
—Gracias por el aviso.
— ¿De qué estás hablando?— preguntó Felix.
Jonah estaba demasiado aturdido para hablar de inmediato.
— ¿Jonah? ¿Sigues ahí?
—Estoy aquí. Me refiero a la exposición que publicaste en el
periódico esta mañana.
— ¿Qué exposición?— preguntó Felix, sonando casi estridente.
Jonah le leyó el titular. —En primera página y por encima del
pliegue.
—Oh, mierda—, dijo Felix, sonando realmente horrorizado. —
Recibí el archivo anoche, a última hora, de mi contacto en DeKalb.
Me pasé unas cuantas horas repasando cada detalle al menos tres
veces, y luego me quedé despierto hasta después de las dos de la
mañana escribiendo el artículo. Se lo envié a Minerva después del
plazo de impresión. Demonios, ella debería haber estado durmiendo.
No tenía ni idea de que lo vería y posiblemente retrasaría la
producción de la imprenta para incluirlo. Nunca pretendí que se
publicara antes de tener la oportunidad de avisarte. Tu tía me va a
matar.
Ellie iba a matarlo cuando se enterara de la participación de
Jonah.
—Lo siento mucho, J.
—Todavía no he leído el artículo. ¿Era correcta la información
que encontré sobre Cahill?— preguntó Jonah.
—Sí, es imposible que Bo Cahill matara a Earl Ison—,
respondió Felix, y luego bostezó.
—Te dejaré volver a dormir. Llámame más tarde cuando te
levantes.
11
Que no puede pensar con claridad a causa del sueño o el cansancio.
~ 97 ~
—Lo haré. Hasta luego, J—, dijo Felix antes de colgar.

Jonah leyó cada palabra del artículo dos veces, no porque
aprendiera algo nuevo, sino porque Felix había validado
irrefutablemente la información que Jonah había encontrado. Bo
Cahill fue arrestado el 10 de junio de 1982 por el asesinato de
Maurice Vanderwahl y fue retenido sin fianza hasta su juicio. Tras la
condena, fue trasladado de la cárcel del condado al centro estatal,
donde permaneció encarcelado hasta su muerte trece años después.
¿Quién mató realmente a Earl Ison el 12 de junio de 1982? Con o sin
el apoyo del GBI, Jonah iba a llegar a la verdad.
Su teléfono sonó y Jonah miró hacia abajo para ver el nombre
de Rocky en la pantalla. —Hola, hombre. ¿Has visto el artículo de
Felix?
—Sí, lo vi. ¿Por qué nadie me dijo que Felix había puesto sus
manos en los archivos del caso?— preguntó Rocky.
—A mí tampoco me lo dijo. Me enteré leyendo el periódico
como tú y todos los demás—, dijo Jonah, y luego compartió la excusa
que Felix le dio para no llamarlos. Rocky no parecía convencido. —A
Trexler le va a dar un ataque, y yo no estaré allí para presenciarlo.
Rocky se rio. — ¿Qué crees que pasará cuando llegues al
trabajo mañana?
—Nada divertido. Al menos debería haber avisado a mi tía
Ellen.
—Le habrías avisado si Felix no se hubiera adelantado. Pensé
que íbamos a discutir nuestro enfoque antes de avanzar—, dijo
Rocky.
—Yo también—, refunfuñó Jonah. —Nos aseguraremos de
sacar el tema cuando hablemos con Felix. Tengo la sensación de que
va a querer reunirse más tarde. ¿Estarás libre?
—Haré tiempo. Ahora mismo, estoy trabajando en otro caso de
cónyuge infiel. La señora asiste a una clase de yoga de alto precio. El
dueño es un tipo llamado Jacque. El tipo está construido como un
culturista. También me resulta familiar, pero no puedo ubicar de
dónde lo reconozco.
~ 98 ~
—Estoy aburrido—, dijo Jonah. —Envíame una foto y la pasaré

por Stella 2.0 aquí en casa. Su software de reconocimiento facial
podría darte las respuestas que necesitas.
—Perfecto—, dijo Rocky. —Las enviaré pronto. La señora está
en movimiento de nuevo. Me tengo que ir.
—Hablamos luego.
Jonah se paseó por su cocina hasta que no pudo aplazar ni un
minuto más la temida llamada telefónica.
— ¿Sabes algo del artículo de Felix?— preguntó Ellen, yendo
directamente al grano.
Ellen era la hermana menor de su madre, Jane Anne, o Janie
para sus amigos y familiares. Janie sólo tenía diecisiete años cuando
nació Jonah, y estaba mal preparada para la maternidad, entonces y
ahora. Mucha gente la llamaba huidiza y egoísta, pero Jonah se dio
cuenta de que no era más que un espíritu libre, que no quería atarse
a ninguna persona, ni siquiera a su hijo. Se negó a nombrar a su
padre, así que Jonah no tenía familia paterna. Oscar y Maeve se
convirtieron en sus guardianes, y Jonah agradecía cada día que
Janie lo hubiera dejado atrás cuando su ansia de viajar se hizo
demasiado fuerte como para ignorarla.
Ellie sólo tenía quince años más que Jonah, así que era más
una hermana mayor que una tía. El amor incondicional de Ellie y
Maeve compensaba con creces la beligerancia de Oscar y la
indiferencia de Janie. Ellie siempre había sido intrépida,
interponiéndose entre Oscar y Jonah cuando el viejo estaba en su
estado de ánimo más oscuro. Oscar admiraba eso de Ellie, aunque
desaprobara todo lo demás de su hija menor.
Había vuelto a jugarse el cuello por él para ayudarlo a
conseguir una entrevista en la agencia. ¿Cómo le había devuelto su
amabilidad? Permitiendo que se viera envuelta en el tipo de
tormenta que arruina las carreras.
—Sí—, admitió. —Felix no esperaba que el artículo se publicara
hoy, lo que significaba que debería haber tenido tiempo para
prepararte para la tormenta de mierda.
—Le voy a dar una patada en el culo la próxima vez que lo
vea—, gruñó Ellen.
~ 99 ~
—Está preparado para ello—. Jonah respiró profundamente. —

Como yo—. Luego la puso al corriente del resto.
—En primer lugar, lamento mucho el diagnóstico de cáncer de
Marla. Sé lo mucho que la adoras. Tampoco hay nada de malo en
investigar un caso antiguo para asegurarse de que se ha investigado
correctamente.
— ¿Vas a reabrir la investigación de Earl Ison?— preguntó
Jonah.
—Por supuesto—, dijo ella.
— ¿Conocías a Milton y a Morrissey?
—Sí—, respondió Ellie. —Se estaban acercando a la edad de
jubilación cuando me incorporé al cuerpo. Ambos eran unos
absolutos pedazos de mierda, así que no me sorprende en absoluto la
falta de preocupación por una drag queen asesinada. No les gustaba
nadie que no fuera blanco, heterosexual y masculino. No tengo
ningún problema en arrastrar sus nombres por el barro si descubro
que sabían de la coacción—. Había ruido de fondo, y pudo escuchar a
la esposa de su tía hablando. —Sherry tiene el almuerzo preparado—,
dijo Ellen. — ¿Quieres venir a comer con nosotros?
Lo hacía, pero Jonah sabía que sería una pésima compañía. —
No, pero gracias.
—Como quieras. Guardaré un poco de gumbo por si cambias
de opinión—. Jonah gimió y Ellie se rio con maldad. — ¿Supongo
que tu podcast seguirá investigando?
—Sí, señora. No sé cuánto tiempo le queda a Marla.
—Entiendo y respeto de dónde vienes, pero por favor no hagas
nada que nos impida conseguir una condena. Quiero que me
mantengas informada. Pasa cualquier información importante que
encuentres, y no hagas público nada más sin mi aprobación. Dile a
tu amigo imbécil que no publique más artículos, y le garantizaré
contenidos exclusivos una vez resuelto el caso. ¿Es justo?
Más justo de lo que merecía. —Sí, señora.
—Te quiero, J. Ya sabes dónde encontrarnos si cambias de
opinión y quieres comer gumbo.
—Yo también te quiero, Ellie.
~ 100 ~
Se sentía mucho mejor después de hablar con ella, aunque

seguía sintiéndose culpable por la tormenta de fuego a la que se
enfrentaba.
A primera hora de la tarde, Kendall regresó a casa, con un
aspecto tan jodido que el hombre apenas tuvo fuerzas para saludar al
pasar por la casa. Jonah resopló y siguió mirando las revistas de
renovación hasta que le llegaron los mensajes de foto de Rocky.
Entonces se rio hasta llorar. No fue necesario que Jonah pasara la
foto del instructor de yoga por el software de reconocimiento facial
porque conocía la identidad del hombre. Rápidamente escribió un
mensaje a Rocky. El instructor de yoga se llama Randy Dagger. Es
una estrella del porno gay.
Rocky lo llamó inmediatamente. —Ahhhh. Ahí es donde
reconozco al semental. El tipo tiene una polla monstruosa.
—Mmmhmmm—, respondió Jonah. —Si la mujer de tu cliente
engaña, no es con Jacque.
Rocky se rio. —Mi lema es: si tienes que contratar a un
detective privado para averiguar si tu cónyuge te es infiel, lo más
probable es que la respuesta sea sí. Pero esta mujer... Lleva a los
niños a la escuela, va a la iglesia, al yoga y a varios comités para
causas que apoya. Rara vez la veo hablar con un hombre. Almuerza
con su amiga y juega al tenis en el club.
— ¿Por qué supones que su aventura es con un hombre?—
preguntó Jonah por curiosidad.
—Oh, diablos—, dijo Rocky lentamente. — ¿Por qué demonios
no he considerado que su amante podría ser una mujer?
—Nos han lavado el cerebro con la mierda heteronormativa
desde que nacemos—, respondió Jonah. —Puede que la mujer no
esté engañando en absoluto. Seguro que las sospechas de tus clientes
no siempre resultan correctas.
—Tienen razón el noventa y cinco por ciento de las veces, que
es la razón de mi lema—, se burló Rocky.
—Entonces, esta mujer está en el cinco por ciento, o tiene una
aventura con su amiga—, dijo Jonah. —Lo que pasa en el vestuario
del club de tenis, se queda en el vestuario del club de tenis.
~ 101 ~
—Tienes razón, Jonah. Puedo sentirlo en mis entrañas. Tendré

que ser creativo para pillarla en el acto.
— ¿Alguna vez te sientes sórdido?— Preguntó Jonah.
Rocky respondió rápidamente. —Todo el tiempo.
—No puede ser divertido exponer los secretos de la gente.
Quizá esté en el armario por una razón. ¿Y si su marido demandara
la custodia de los niños, o encontrara la forma de alejarlos de ella?
¿Te parece bien que esa sea la consecuencia de tu investigación?
—No—, dijo Rocky tras una larga pausa. —Tampoco me siento
cómodo mintiendo a un cliente.
— ¿Cómo estás mintiendo?— preguntó Jonah. —Me acabas de
decir que no has visto ninguna prueba de que esta mujer engañe.
¿Cuánto tiempo llevas siguiéndola?
Rocky lanzó un suspiro. —Una semana.
— ¿Cuánto tiempo sueles tardar en pillar a un infiel?—
preguntó Jonah.
—Un día, tal vez dos.
—Creo que sabes cuál es la respuesta correcta, Rocky. La has
seguido durante una semana y no hay pruebas de que tenga una
aventura. Devuélvele parte de su anticipo si te remuerde la
conciencia.
—Maldito Boy Scout—, gruñó Rocky. —Tienes razón. Me iré a
casa a ver mis vídeos favoritos de Randy Dagger hasta que Felix, la
Puta de Atención, tenga su sueño reparador.
Jonah se rio. —Parece un plan. Hablamos luego, Rocky.
—Nos vemos, J.
Jonah no llamaría a Felix puta de atención como lo había
hecho Rocky, pero el reportero no rehuyó de los focos. Desde luego,
no tenía ningún reparo en meterse de lleno en la refriega, y parecía
que lo había hecho sin tener en cuenta cómo le afectaba a Jonah. En
lugar de dejar que su irritación se agravara, Jonah decidió
mantenerse ocupado haciendo cosas en la casa. Por desgracia, su
cerebro se aceleró a pesar de sus esfuerzos. El lado bueno es que
tenía los armarios organizados, los baños limpios, la ropa recién
~ 102 ~
lavada y planchada para el trabajo, y la despensa y la nevera

completamente llenas. Ponía música, audiolibros y podcasts
favoritos, pero nada mantenía su atención durante mucho tiempo.
Para cuando Felix se despertó de su sueño reparador y lo
llamó, Jonah se había hecho un nudo de frustración.
— ¿Qué pasó con lo de discutir la información del expediente
antes de decidir cómo proceder?—. Preguntó.
—Lo sé, Jonah. Estoy acostumbrado a trabajar solo y me dejé
llevar. Es una excusa muy pobre, y lo siento—, dijo Felix. Jonah
escuchó la sinceridad en su voz. —Cuando sugerí que los tres
trabajáramos juntos en Sinister en Savannah, me refería de verdad a
que los tres tuviéramos el mismo papel y participación en el podcast.
Esto no es el programa de Felix Franklin.
—Ya has estado allí y has hecho eso—, bromeó Jonah.
Felix se rio. —Es cierto, pero sinceramente disfruto más
trabajando con ustedes dos que investigando y grabando podcasts yo
solo. Sólo necesito que me den un poco de aprendizaje. Lo haré
mejor. Lo prometo.
—Bien. ¿Por qué no vienen a la barbacoa esta noche, y
podemos discutir a dónde vamos en el próximo paso?
—Suena como un plan excelente. Me muero de hambre—, dijo
Felix.
—Perfecto. Ahora puedes llamar a Rocky y comer cuervo
mientras lo invitas a cenar.
Felix gimió. — ¿Quieres que me disculpe más de una vez hoy?
—Si realmente querías decir lo que dijiste sobre que éramos un
equipo, entonces sí.
—Se lo tomará mejor viniendo de ti—, contraatacó Felix.
—Probablemente, pero no soy yo quien le debe una disculpa.
—Eres un puto Boy Scout, Jonah.
Jonah se rio. —Eso es más bonito que lo que te llamó Rocky.
— ¿Qué dijo el sórdido bastardo...?
~ 103 ~
Jonah colgó a Felix antes de que pudiera terminar de formular

su pregunta. Se sentía mucho mejor después de arreglar las cosas
con su amigo y decidió darle a Felix el beneficio de la duda. Unas
horas más tarde, Jonah pudo oír a sus dos compañeros de podcast
discutiendo en el porche antes de que alguno de ellos llamara a la
puerta. De hecho, estaban tan enfrascados en insultarse
mutuamente que no lo oyeron abrir la puerta.
—Quise decir lo que dije. Eres una puta de atención—, le dijo
Rocky a Felix.
Felix resopló. —Tal vez lo sea, Major. No finjamos que nunca
te has ensuciado las manos.
— ¿Mayor12?— preguntó Jonah, sorprendiendo a ambos. — ¿Es
la abreviatura de Mayor Dolor en el Culo, o eres terrible para los
insultos, Felix?
Felix puso los ojos en blanco. —Es el nombre de pila de Rocky.
Jonah miró a Rocky. — ¿En serio?
El investigador privado lanzó un suspiro. —Dame una cerveza
y te contaré la historia.
— ¿Ya se la has contado a Felix?— preguntó Jonah. —Y es tu
némesis.
Felix echó la cabeza hacia atrás y se rio. —No necesitaba que
me lo contara él. Periodista de investigación, ¿recuerdas?
—Gran cosa—, se burló Rocky. —Así que descubriste mi
nombre completo.
—Eso no es todo lo que sé, semental—, dijo Felix antes de
entrar en la casa como si fuera el dueño.
Rocky se encontró con la mirada curiosa de Jonah. —Es
insufrible. Por favor, dime que tu dulce compañero de piso está en
casa. Ver su culo respingón ayudaría a compensar tu seriedad y la
estupidez de Felix.
12
“Major” se puede traducir como “mayor”. Nota importante, este es un nombre que saldrá algunas
veces, su traduccion varia a: Comandante, importante, principal, etc. Pero al ser un nombre propio se
deja “Major”.
~ 104 ~
Jonah se rio. —Está aquí pero durmiendo su fin de semana fue

salvaje.
—Maldita sea—, dijo Rocky, chasqueando los dedos.
—Estoy haciendo costillas a la barbacoa, ensalada de col y
berza para la cena si te hace sentir mejor.
—Es un buen comienzo—, dijo Rocky antes de darle una
palmadita en el hombro y entrar en la casa.
Nunca hay un momento aburrido.
—Así que, Major—, dijo Jonah, siguiendo a Rocky a la cocina
donde Felix estaba torciendo las tapas de tres botellas de cerveza. —
¿En qué pensaban tus padres?
—Mi madre tuvo muchas complicaciones durante el parto, y le
tocó a mi padre completar el papeleo. Me dijo que era un desastre
emocional. Estaba emocionado por tener un hijo, pero muy
preocupado por mi madre. Una enfermera se apiadó de él y le ayudó
con el papeleo. Ella hacía preguntas, él respondía y ella rellenaba las
líneas. Cuando llegó el momento de mi nombre, mi padre le dijo que
me iban a poner el nombre de un tatarabuelo que fue un héroe de la
Guerra Civil llamado Major Rockford Michael Jacobs. Se suponía
que mi primer nombre era Rockford, pero la enfermera lo tomó al
pie de la letra e introdujo el título de mi tatarabuelo como mi primer
nombre.
—Oh, hombre. ¿Se enfadó tu madre cuando se enteró?—
preguntó Jonah. Los ojos de Felix se abrieron de par en par
alarmados. Antes de que Jonah pudiera preguntar cuál era su
problema, Rocky le respondió.
—Mi madre murió por sus complicaciones—, dijo en voz baja.
Jonah se sintió como un completo idiota. —Lo siento mucho.
—No pasa nada—, respondió Rocky, dándole una palmadita en
el hombro. —Mi padre se volvió a casar cuando yo tenía cinco años, y
Michelle es la única madre que he conocido.
—Ahora no me siento tan imbécil—, dijo Felix.
—No suenes tan engreído. Sigo pensando que eres una puta de
atención—, le dijo Rocky.
~ 105 ~
Los dos discutieron verbalmente durante al menos diez

minutos antes de que Jonah los empujara hacia el patio trasero
donde ya tenía las costillas asadas.
—Entonces, ¿qué descubriste sobre Bo Cahill?— preguntó
Jonah a Felix.
—Era un negro de cincuenta años que disparó a un blanco de
veintiséis años al que pilló violando a su mujer—, dijo Felix. —El tal
Vanderwahl resultó ser también el hijo del sheriff. La fiscalía alegó
que se trataba de una relación consentida entre la señora Cahill y el
señor Vanderwahl. Acusaron a Bo Cahill de estar al acecho para
pillar a los dos en el acto.
—Por eso pudieron condenarlo por asesinato en primer grado,
lo que le hizo merecedor de la pena de muerte—, dijo Jonah.
—Sí—, dijo Felix. —Después de leer el expediente, creo que el
señor Cahill decía la verdad. Hay más de una parodia de justicia
aquí, amigos.
—Oh, mierda—, dijo Rocky. —Y Cahill fue el invitado del
sheriff hasta que fue trasladado a la penitenciaría estatal tras su
condena.
— ¿Qué quieren hacer ahora?— Les preguntó Felix.
—Desenterramos cada piedra hasta encontrar la verdad—, dijo
Jonah. —Lo más rápido que podamos porque no sé cuánto tiempo
tiene Marla—. Les comentó la advertencia de Ellen y ambos
estuvieron de acuerdo.
—Podría deshacerse rápidamente en cuanto empecemos a
mover los hilos—, añadió Rocky.
Felix asintió. —La clave está en determinar cuáles son los que
hay que tirar.
Pasaron las siguientes horas comiendo y formulando un plan
de juego sobre cómo atacar ambas investigaciones simultáneamente.
No había tensión ni rencor persistente entre ellos. Sin embargo,
Jonah no podía deshacerse de la inquietud que sentía en la boca del
estómago. Las repercusiones de sus investigaciones podrían ser de
gran alcance, despertando recuerdos dolorosos y problemas donde
menos lo esperaban. Imaginó que el proceso era como pinchar un
avispero con un palo. Algunas personas no querrían que la verdad
~ 106 ~
saliera a la luz y harían todo lo posible por mantenerla enterrada.

¿Estaba Jonah preparado para sentir el golpe?
Claro que sí.
~ 107 ~
El lunes por la mañana, Jonah no se sorprendió lo más

mínimo cuando pasó su tarjeta de identificación y descubrió que se
le denegaba el acceso para abrir la puerta de los empleados. Dio la
vuelta al edificio y entró por la misma puerta que lo harían sus
visitantes. La recepcionista parecía nerviosa cuando se acercó.
—B-b-buenos días, Jonah—, dijo ella, removiéndose en su
asiento y ofreciendo una sonrisa nerviosa.
—Buscalo, Mary—, respondió Jonah.
Mary no preguntó a qué se había referido. Agarró el teléfono y
marcó una extensión mientras enrollaba su collar de perlas en un
dedo. —Sr. Trexler, el agente St. John desea hablar...— La mirada de
Mary se dirigió a la de Jonah, y se detuvo su giro de perlas. —Sí,
señor. Se lo diré—. Colgó el teléfono e hizo una mueca. —No tardará
en llegar.
Trexler se tomó su tiempo para reunirse con Jonah en el
vestíbulo. —Tuviste el valor de hacer un truco como ese, St. John—,
gruñó Trexler, su tez estaba rubicunda por la ira. — ¿Creías que el
subdirector y yo íbamos a pasar por alto una muestra tan burda de
insubordinación?
—No tuve nada que ver con el artículo, señor—, dijo Jonah. No
era una mentira. Habían acordado discutir su próximo movimiento,
pero Felix dio un golpe preventivo por su cuenta.
Un ladrido de risa seca estalló de Trexler. — ¿Qué tan estúpido
crees que soy?— Levantó la mano, mostrando el pulgar y el índice
separados unos centímetros. —Estoy así de cerca de despedirte
directamente, St. Estaría en mi derecho.
— ¿Cómo es eso?— preguntó Jonah. —No puedes demostrar
que yo haya tenido algo que ver con el artículo. No me nombran
como fuente, y no lo escribí.
~ 108 ~
—Sin embargo, tu compañero de culo13 del podcast lo hizo.

— ¿Amigo del culo?— Preguntó Jonah. — ¿Agente supervisor
Trexler, seguramente sabes que ese tipo de lenguaje no es aceptable
en el lugar de trabajo?
La tez de Trexler pasó de rojo a un profundo tono de púrpura,
y sus venas sobresalían de la frente y el cuello, palpitando con rabia.
—No le des la vuelta a esto, imbécil arrogante. Estás suspendido sin
sueldo durante una semana. Entrega tu placa pacíficamente o
llamaré a seguridad.
Jonah se esforzó por mantener la calma. Se negó a ser —Hulk
out— y a dar a Trexler más munición contra él, así que se quitó la
placa del cinturón y se la extendió a su jefe. La agarró con fuerza
cuando Trexler quiso quitársela. —Stella es mi propiedad personal.
La construí antes de empezar a trabajar para el GBI, y la agencia no
tiene ningún derecho sobre ella. Si alguno de ustedes la toca...
—Nadie va a acariciar a tu novia—, dijo Trexler con la
condescendencia que goteaba de su lengua. Jonah se dio cuenta de
que su jefe quería decir mucho más. Tal vez, hacer otra indirecta a su
sexualidad o llamarlo “bicho raro” porque le gustaban los
ordenadores. Sería muy fácil incitar al hombre a que le dijera a
Jonah lo que realmente pensaba de él, podría llevarlo al subdirector.
Por otro lado, Mary observaba embelesada el intercambio desde su
escritorio y podría decir que Jonah había coaccionado o presionado
a Trexler.
Con una semana libre de trabajo, tendría mucho tiempo para
profundizar en el asesinato de Earl y la confesión de Bo. Así que
soltó la placa y dijo: —Volveré en una semana a recogerla, así que
cuídala bien—. Sonrió amablemente a la recepcionista. —Mis
disculpas, Mary. Espero que tu día mejore.
Ella sonrió tímidamente y asintió.
13
Del original “butt-buddy” Dos amigos muy cercanos que pasan mucho tiempo juntos y rara vez se los
ve separados. La cuestión es que acá se esta diciendo de una forma despectiva, por eso lo hemos puesto
un poco “al literal”
~ 109 ~
Jonah salió del edificio sin decir nada más. Jonah envió un
mensaje de texto a Avery, que no llegaría hasta dentro de treinta
minutos.
Me acaban de dar una semana libre sin sueldo. Te lo explicaré
más tarde. Cuida tu espalda.
Luego envió un mensaje de grupo a Rocky y a Felix, que
respondieron inmediatamente disculpándose.
No. Más tiempo para resolver este caso.
Rocky le envió un emoji de pulgar hacia arriba y Felix le sopló
besos.
Jonah se rio y dejó caer su teléfono en el portavasos, luego
condujo hasta el mercado de la esquina para recoger su reserva
semanal de Bugles de Caramelo. El Sr. Ling no se preguntó por qué
Jonah adquiría su dosis semanal antes de las nueve de la mañana en
lugar de después de las seis de la noche. Simplemente lo atendió y le
entregó la mercancía, que era precisamente lo que necesitaba.
Un Cadillac rojo de mediados de los ochenta estaba aparcado
en la entrada de Marla cuando Jonah llegó a casa. Pertenecía a Amos
Charles, el novio intermitente de Marla. La capota estaba levantada,
el motor seguía en marcha y podía verlos dentro hablando. Ansioso
por ver a su amiga, Jonah se apoyó despreocupadamente en el
lateral del coche y esperó a que terminaran su conversación en lugar
de entrar directamente.
Marla salió del Cadillac unos minutos después. Sus cosméticos
artísticamente aplicados y su gran sonrisa no ocultaban su
agotamiento. Sin embargo, estaba muy guapa con un vestido de
verano rosa pálido y unos zapatos de tacón a juego. Saludó a Amos,
que miró a Jonah antes de que éste diera marcha atrás en el camino
de entrada y se alejara a toda velocidad.
—Sabía que lo harías, cariño. Lo sabía—. Miró al bulldog
francés blanco y negro sentado junto a la maleta a los pies de Marla.
— ¿No le dije que lo haría, señorita Betty?— El perro ladró dos veces
como respuesta. Marla miró a Jonah. —Eso significa que sí, cariño.
Será mejor que lo escribas y aprendas a hablar el idioma de Betty.
— ¿Por qué no vienes a mi casa para que te ponga al corriente
de las últimas novedades? Necesito tu ayuda para poner en marcha
~ 110 ~
de verdad esta investigación—, dijo Jonah. Levantó su bolsa de lona

llena hasta el borde de Bugles. —Tengo sustento.
Los ojos de Marla brillaron con picardía y propósito,
eclipsando su fatiga. Sentirse necesitado tenía un efecto notable en el
espíritu humano. — ¿También tienes bourbon?—, preguntó.
Jonah se rio. — ¿Qué tal si preparo un poco de café y fingimos
que está fuertemente mezclado con bourbon?
—Trato hecho, cariño—. Marla señaló su equipaje. —Sé bueno
y toma mi maleta, ¿quieres? No permitiré que me roben mis mejores
encajes, mis vestidos más bonitos y mis zapatos más sexys mientras
resuelvo el crimen.
—Parece que necesitas un nuevo disfraz para la travesura.
—Ya tengo muchos disfraces de superqueer-o en mi armario,
cariño—, dijo, cruzando el camino de entrada con Betty pisándole los
talones. —Haz tus cosas antes de que entremos en la casa, Señorita
Importante.
— ¿Estás hablando con Betty o conmigo?— preguntó Jonah.
—Puedes mear en tu propio patio delantero si quieres. ¿Quién
soy yo para decirte lo que tienes que hacer?
Jonah echó la cabeza hacia atrás y se rio. Dios, cómo la quería.
Hace treinta minutos, Jonah se habría creído incapaz de sentir
alegría. Dos minutos con Marla y el mundo era un lugar mucho
mejor. Entonces recordó su diagnóstico y sintió como si alguien le
hubiera apuñalado en el corazón.
Al ver su cambio de humor, ella movió su elegante dedo índice
de un lado a otro. —Nada de eso ahora—, dijo con firmeza. —No voy
a pasar el resto de mi tiempo compadeciéndome de mí misma, y
tampoco tengo energía emocional para gastar en hacer que otros se
sientan mejor.
—Sí, señora.
Marla asintió con altanería. —Muy bien, entonces.
Pongámonos a trabajar.
Jonah recuperó su maleta mientras Betty olfateaba la hierba
hasta encontrar el lugar perfecto para orinar. Los tres entraron.
Jonah puso en marcha una cafetera mientras Marla se sentaba en su
~ 111 ~
antigua mesa de la cocina, que era una representación tanto de los

mejores como de los peores momentos de su infancia.
Había decorado huevos de Pascua con su abuelita en la
superficie cicatrizada y había completado allí sus deberes después
del colegio todos los días mientras ella preparaba la cena. Podía
cerrar los ojos y recordar el olor de sus galletas de chocolate recién
horneadas. La mesa de la cocina era también el escenario de muchos
enfrentamientos entre Jonah y Oscar cuando no quería comer algo
de su plato, como hígado o habas. Fue durante una de esas batallas
de voluntad cuando Oscar lo llamó Joanie por primera vez.
“Un nombre de marica para un niño marica”.
Oscar era lo suficientemente inteligente como para no decir
nunca esas cosas delante de la abuela o de Ellie, pero llevaba una
odiosa mueca en la cara que permitía a Jonah saber cuándo las
estaba pensando. La táctica del viejo bastardo ganaba siempre, y
Jonah se había plegado a su voluntad.
Había caído en el mismo paradigma tóxico con Trexler. Jonah
necesitaba romper el patrón antes de que lo rompiera a él.
—Me encanta el nuevo color de las paredes del salón—, dijo
Marla cuando él llevó dos tazas humeantes a la mesa. —Es muy
sereno y tranquilo.
—Gracias—, dijo, tomando asiento frente a ella. Metió la mano
por debajo de la mesa y frotó el suave pelaje de Betty. A ella le debió
gustar porque se levantó sobre sus patas traseras y colocó sus patas
delanteras sobre sus muslos. Echando la silla hacia atrás, levantó a
la perra y la puso en su regazo.
—Señorita Importante, sabe muy bien que no se le permite
sentarse en la mesa—, dijo Marla, pero no pudo evitar la sonrisa de
su cara. —Señor, ella va a tenerte envuelto alrededor de su pata en
poco tiempo.
—Lo hará—, respondió, sin molestarse en negarlo. ¿No era
mejor dejar que Marla viera lo mucho que iba a mimar a su querida
compañera?
Betty ladró y Marla se rio.
—No eres todo eso—, le dijo Marla a su perro. —Roncas y te
tiras peores pedos que cualquier humano.
~ 112 ~
Jonah se rio. —Y yo que creía que me concedías un gran honor.

Marla sonrió. —Lo hago, muñeco. De verdad que sí—. Metió la
mano en su gran bolso rosa y sacó un cuaderno. Marla arrancó una
hoja de papel y se la pasó a Jonah. —Estas son todas las cosas que
necesitas saber sobre Betty.
Jonah leyó la marca de la comida para perros y los aperitivos,
así como las fechas de la próxima revisión anual de Betty y el
nombre de su veterinario. Marla había incluido la marca de la
medicina contra las pulgas y el preventivo contra el parásito del
corazón que Betty utilizaba y su horario de toma. No le sorprendió
en absoluto el cuidado que puso en los detalles.
—Gracias—, dijo guiñándole un ojo. —Entonces, ¿cómo te
enteraste del artículo de Felix? ¿Lo viste en la web de Associated
Press?—
—Puede que sí, pero uno de mis amigos de aquí me envió un
enlace al artículo de Felix en el Savannah Morning News. No puedo
creer que no me hayas llamado—, dijo acusadoramente.
—Bueno, Felix se adelantó un poco y me pilló desprevenido
también.
Marla levantó una ceja perfectamente arqueada. — ¿Problemas
en el paraíso ya?
Jonah sonrió. —Digamos que todavía estamos resolviendo los
problemas. Son más bien dolores de crecimiento en lugar de
verdaderos problemas. Los tres tenemos personalidades muy
diferentes y estamos acostumbrados a trabajar en solitario en la
mayoría de los proyectos. Hay una curva de aprendizaje en el
proceso.
Marla agarró su taza con ambas manos y se la llevó a la boca
para dar un sorbo. —Cuéntame todo lo que ha pasado—. Entonces,
Jonah lo hizo.
— ¿Crees que el GBI sólo está siendo terco, o hay algo más
siniestro en juego?— Preguntó Marla.
—Sinceramente, no sé la respuesta a tu pregunta—, admitió
Jonah. —Trexler no tiene la edad suficiente para haber trabajado en
ninguno de los dos casos. El director Malcolm no había trabajado
para ninguno de los dos departamentos en ese momento.
~ 113 ~
—Puede que ninguno de los dos esté directamente implicado

en las investigaciones de Earl o Bo, pero eso no significa que la
parcialidad no esté en la base de su negativa a involucrarse ahora—,
rebatió Marla.
—Creo que Trexler puede ser un homófobo, pero Charlie
Malcolm ha sido uno de los amigos de mi tía durante décadas. Ellie
es una lesbiana muy abierta y orgullosa.
Marla se acercó a la mesa y cubrió la mano de Jonah. —Cariño,
es más fácil que la gente entienda a los homosexuales y bisexuales.
Conseguir que entiendan a las personas transgénero, no binarias o
de género diferente es un juego totalmente diferente. La gente teme
lo que no entiende y a menudo odia lo que teme. Les hace sentir
menos impotentes. Quizá Malcolm y Trexler ni siquiera sean
conscientes de que sus prejuicios existen.
Ella hizo puntos válidos que no podían permitirse ignorar si
querían llevar a cabo una investigación honesta y completa. —Tienes
razón.
—Normalmente la tengo, cariño—, bromeó Marla, dándole una
palmadita en la mano antes de retirar la suya para tomar otro sorbo
de café. Volvió a dejar la taza sobre la mesa y pasó su cuaderno a
otra página. —He hecho una lista de los amigos de Earl para que los
entrevistes. No sé si recordarán algo más de lo que ya te he dicho,
pero vale la pena intentarlo—. Arrancó la página y se la entregó.
Sólo había cinco nombres en la lista. Jonah miró a Marla y su
sorpresa debió de reflejarse en su rostro.
Ella lanzó un largo suspiro. —Los años ochenta y noventa
fueron brutales para nuestra comunidad LGBTQ, robándonos
amigos a diestro y siniestro. Me siento afortunada de haber vivido
tanto tiempo—, dijo Marla. Sacudió la cabeza. —No. No vamos a ir
allí ahora mismo. No después del fin de semana de curación que tuve
con mi familia—. El labio inferior de Marla tembló durante unos
segundos, que cubrió tomando otro sorbo de café. —Muñeco, ¿estás
seguro de que no puedo tomar bourbon de verdad en este café?
Jonah sintió que se le escapaba el control de sus emociones y
se dio una sacudida mental y un firme sermón. No pierdas la cabeza
~ 114 ~
y llores. Si pudiste ahogar el hígado y las habas14, puedes ahogar

las lágrimas hasta que ella se vaya.
—Por supuesto—. En lugar de dejar a Betty en el suelo, la llevó
a la cocina. Jonah sacó el licor del armario y lo puso en la mesa
frente a Marla, que soltó una risita mientras echaba una generosa
cantidad en su taza de café.
Ella bebió un trago y dijo: —Debería haberte pedido que
sirvieras el café restante para hacer sitio al licor.
Jonah se rió a pesar de la pesadez de su corazón y volvió a
reclamar su asiento frente a ella. —Mañana empezaré a hablar con
los amigos de Earl. Quiero localizar a los guardias que trabajaban en
la cárcel del condado y en la prisión cuando Bo estaba allí. A ver qué
están dispuestos a decirme.
—Mantienen aislados a los presos del corredor de la muerte,
pero no habría sido así cuando estaba en la cárcel del condado—,
señaló Marla. —Seguro que hablaba con otros reclusos.
Jonah asintió. —Eso también está en mi lista. Hablar con la
familia de Bo es inevitable, pero quiero posponerlo el mayor tiempo
posible. Raspar las costras de estas viejas heridas será doloroso para
ellos, sobre todo si mis preguntas no me llevan a ninguna parte.
Marla asintió. —Estoy de acuerdo.
—Entonces, ¿qué pasa con la familia de Earl?— preguntó
Jonah. —Has dicho que los nombres de la lista son sus amigos.
—Como tantos otros, su familia lo repudió una vez que salió
del armario como gay. Por lo que sé, uno de ellos lo mató después de
enterarse de que había empezado a vestirse como travesti—. Marla
inclinó la cabeza y entrecerró los ojos. — ¿Por qué demonios no se
me ocurrió antes?—, preguntó.
—Cuando una persona es asesinada de forma repentina y
violenta, es común centrarse en las nuevas personas que habían
entrado en su vida—, dijo Jonah. —Inconscientemente, da más
miedo y es más difícil creer que el asesino es alguien que conoces
bien.
14
Un tipo de frijol.
~ 115 ~
—Bueno, maldita sea—, dijo Marla. —Tal vez he ladrado al

árbol equivocado todos estos años. Tal vez no fue el nuevo novio sino
su hermano, su padre o un primo en su lugar.
Jonah reconoció la posibilidad con un movimiento de cabeza.
Tal vez no tuviera mucha experiencia de campo, pero sabía de
estadísticas, y Jonah conocía el comportamiento humano. Esas dos
cosas nunca debían descartarse durante una investigación. — ¿Sabes
mucho de su familia?—, preguntó.
Marla sacó un bolígrafo de su bolso y empezó a escribir notas
en una nueva hoja de papel. —No mucho—, dijo, —pero te diré todo
lo que recuerdo. Sandy Jasper era el que más conocía a Earl.
Empezaría por él. Eran amigos de la infancia, y no conocí a Earl
hasta que éramos adolescentes. Fue él quien me envió el enlace del
artículo.
Jonah miró las notas que había hecho Marla. Había incluido
direcciones, números de teléfono y lugares de trabajo. En la lista
figuraba Sandy como propietario de The Cockpit. Jonah levantó la
ceja. Kendall podría ofrecer alguna información sobre el propietario
del club, ya que trabajaba allí los fines de semana. La risa gutural de
Marla le hizo levantar la mirada. Estaba sonriendo de oreja a oreja.
—Apuesto a que sé dónde se te ha ido la cabeza ahora mismo—,
bromeó. —Ten cuidado de no arrastrar a casa a otro compañero si
visitas a Sandy en el club. Este lugar se convertirá en el Hogar de
Jonah para Niños Perdidos.
Jonah entrecerró los ojos. — ¿Cómo sabías lo que estaba
pensando?
—Tu cara se puso rosa y tus ojos se pusieron vidriosos como
los de la mayoría de los hombres cuando ven esos pequeños
uniformes de aviador por primera vez.
Jonah se rio porque era cierto.
Marla tomó otro sorbo de café y luego bostezó. —Debería ir a
casa y echar una siesta. Me he pasado la mayor parte del tiempo
hablando con mis padres, tías y primos, recuperando el tiempo
perdido—. Su voz se quebró en la última parte. Marla suspiró. —
¿Está lista para ir a casa, señorita Importante?
~ 116 ~
—Quédate un poco más—, sugirió Jonah. —Podemos ver

episodios de Las Chicas de Oro. Betty puede ayudarme a investigar
en mi despacho mientras tú descansas. Puedo preparar algo de
comer cuando te despiertes.
—Eso suena encantador—, dijo Marla, levantándose de su silla
lentamente. Jonah quiso ofrecerle la mano, pero reconoció la mirada
orgullosa en sus ojos. Tenía que confiar en que Marla pediría ayuda
cuando la necesitara. — ¿Sabes qué suena más encantador?
— ¿Una manta suave y una almohada?— Preguntó Jonah.
—El sillón reclinable servirá—, dijo Marla. —Creo que me
gustaría que diseñaras un nuevo y brillante ordenador y lo llamaras
Marla. Tiene que ser tan inteligente como Stella, pero con un aspecto
elegante mientras hace su magia.
— ¿Así que, como un exterior brillante?
—Brillante—, se burló Marla. —He dicho elegante, no hortera.
Este rosa ruborizado es mi color característico, por si no te has dado
cuenta.
—Lo he notado—, respondió Jonah.
—En lugar del aburrido plástico negro, ¿por qué no hacer un
ordenador rosa rubor con detalles plateados o dorados?—. Dijo
Marla mientras se dirigía a la sala de estar.
Jonah y Betty la siguieron. —No es mala idea—. Colocó una
suave manta sobre Marla y luego acomodó suavemente a Betty en su
regazo.
—Es una idea brillante, por lo que deberías ponerle mi nombre
a un superordenador.
Ahora que Marla había plantado la semilla, las ideas
empezaron a echar raíces. Jonah estaba suspendido del trabajo y
necesitaba mantenerse ocupado, después de todo.
Marla y Betty estaban profundamente dormidas antes de que
Rose disparara al jarrón de Blanche en el episodio favorito de Jonah.
Tomó las listas que le hizo Marla y se dirigió de puntillas al pasillo de
su oficina en casa, donde tomó medidas y buscó componentes
informáticos de color rosa rubor. Luego, Jonah se puso a buscar
información en la lista de personas que Marla le hizo. Puede que ella
~ 117 ~
supiera dónde vivían y trabajaban, pero él quería saber cosas que

podrían haberle ocultado, como su historial delictivo. Como su
acceso al GBI estaba bloqueado, Jonah utilizó el mismo tipo de
servicio que utilizan los investigadores privados para buscar en los
registros públicos. Encontró algunos delitos menores de algunos
amigos de Earl, pero nada que le preocupara.
Unas horas más tarde, comprobó que Marla seguía durmiendo.
Betty se levantó y miró a Jonah con ojos expresivos.
— ¿Necesitas ir al baño?—, susurró. Todo el cuerpo de Betty
vibró mientras movía la punta del culo. —Tomaré eso como un sí—,
dijo Jonah, bajándola para que pudiera seguirlo por la puerta
principal.
Se sentó en los escalones del porche mientras Betty olfateaba
cada brizna de hierba hasta encontrar el lugar perfecto para cagar.
Después levantó las piernas y volvió a trotar hacia Jonah con una
mirada esperanzada.
—No tengo ninguna de esas Beggin Strips que te gustan, pero
pronto haré acopio de ellas—. Jonah oyó que un coche frenaba
delante de su casa y se llevó la sorpresa de su vida cuando levantó la
vista y vio a Avery entrar en la entrada. Jonah se levantó y cruzó el
patio con Betty justo a sus pies, ladrando con toda la saña que podía.
—Salga del coche bajo su propio riesgo—, dijo Jonah cuando Avery
empujó su puerta.
Riendo, Avery salió de su coche y se puso en cuclillas para
saludar a Betty, que había ido sin miedo hacia él. —No sabía que
tenías un perro. Te habría imaginado con algo más grande y
malvado para ayudar a impulsar la imagen de malote que intentas
proyectar.
—No tengo perro... todavía—, dijo Jonah, ignorando el otro
comentario de Avery. —Este es el perro de Marla. Se llama Betty.
La conciencia bañó el rostro de Avery, suavizando sus
hermosos ojos. —Hola, Betty—, dijo, extendiendo una mano para
que la oliera. A Betty le debió gustar lo que olía, porque se levantó
sobre sus patas traseras y puso sus patas sobre sus pantalones de
vestir. —Me alegro de que se tengan el uno al otro—, dijo Avery,
mirando a los ojos de Jonah.
—Yo también—, admitió él.
~ 118 ~
Avery rascó detrás de las orejas y debajo de la barbilla de Betty

antes de pasar una mano por su liso lomo. Jonah nunca había
sentido celos de un perro hasta ahora. —Eres la mejor chica,
¿verdad, Betty?—. La perra ladró dos veces y se desplomó sobre su
espalda. Avery se rio de sus travesuras y le frotó la barriga.
—Eso significa que sí—, dijo Jonah, preguntándose qué haría
Avery si Jonah se tiraba al suelo y presentaba su barriga y otras
cosas para que se las frotaran. —Creo que está disfrutando mucho
del roce de la barriga.
Avery debió de oír algo melancólico en su voz porque levantó la
cabeza y sus miradas chocaron y se sostuvieron. Avery se puso en pie
y sonrió con nerviosismo. —Apuesto a que te estás preguntando qué
estoy haciendo aquí.
—Lo hago—, dijo Jonah, acortando la distancia hasta que sólo
había un pie que los separaba. Avery ni siquiera había respondido el
del mensaje que había enviado antes.
Avery tragó con fuerza, luego metió la mano en el bolsillo y
sacó un pendrive. —He copiado todo lo que he podido encontrar
sobre Earl Ison y Bo Cahill.
Jonah aceptó el pendrive de Avery sin apartar la mirada y lo
deslizó dentro de su bolsillo delantero. Las yemas de sus dedos
hormiguearon tras rozar la palma de la mano de Avery. —Espero que
hayas tenido cuidado. No me gustaría que te metieras en problemas
por mi culpa. Además, Felix ya tiene una copia del expediente de Bo
del condado de DeKalb. Por eso se sintió cómodo haciéndolo
público.
—Trexler solicitó el expediente del caso la semana pasada,
incluso después de habértelo negado.
Jonah se quedó con la boca abierta. — ¿Dónde has oído eso?
—De Desiree, que lo había oído de Tabitha. Te dije que a las
primas les gustaba hablar—, respondió Avery. —De todos modos, he
hackeado el ordenador de Trexler y he copiado los archivos para ti.
—Avery—, suspiró Jonah. —No deberías haber hecho eso. ¿Y
si...?
La burla de Avery interrumpió el flujo de palabras. —Fui
precavido, y no hay manera de que Trexler sepa que estuve allí
~ 119 ~
hurgando. Quería que tuvieras la información en caso de que el

condado de DeKalb ocultara deliberadamente información a Felix.
— ¿Qué te hace pensar que no ocultarían la misma
información al GBI?— Preguntó Jonah.
—Puede que lo hicieran, pero es más probable que otra
persona de las fuerzas del orden ayude a encubrir una investigación
mal hecha que un reportero inflexible como Felix—, dijo Avery.
Jonah asintió. —Buen punto.
—Soy muy astuto, Jonah—, dijo Avery. Había empleado un
tono juguetón y burlón, pero la mirada diabólica de sus ojos era pura
picardía. — ¿Sabes qué más observé la semana pasada?
— ¿Qué?
Avery acortó la pequeña distancia que los separaba hasta que
sólo había unos centímetros de aire entre sus cuerpos. Sus fosas
nasales se encendieron mientras respiraba profundamente. —No te
gustó que tuviera una cita.
Niega. Niega. Niega. Jonah abrió la boca para rebatir la
acusación de Avery, pero en su lugar se derramó la verdad. —No, no
me gustó.
— ¿Por qué?— preguntó Avery.
Jonah no confiaba en hablar, así que se encogió de hombros.
—Te pusiste furioso cuando confundiste mi reacción alérgica
con las secuelas de una sesión de besos en serio. ¿Por qué?
La boca de Jonah estaba repentinamente demasiado seca para
hablar, así que volvió a encogerse de hombros.
—Mentira—, gruñó Avery. Se puso de puntillas, agarró la nuca
de Jonah y tiró de él para besarlo.
Jonah se puso rígido al sentir la primera presión tierna de los
labios contra los suyos porque había fantaseado con besar a Avery
durante mucho tiempo. Su vacilación hizo que Avery se cuestionara
a sí mismo, y empezó a retroceder.
—No lo creo, mierda—, gruñó Jonah con brusquedad,
atrayendo a Avery entre sus brazos e inclinando su boca sobre la del
joven.
~ 120 ~
Avery jadeó, ya fuera por sorpresa o por placer, y Jonah

aprovechó para deslizar su lengua dentro de la boca de Avery para
provocar y explorar. Avery gimió, apretó las manos en el pelo de
Jonah y se derritió contra él.
Jonah arrinconó a Avery contra su coche y le devoró la boca.
Todas las fantasías que había tenido en los últimos ocho meses
palidecían en comparación con la realidad. El calor, el anhelo y la
lujuria se unieron, retorciéndose y arremolinándose en el cuerpo de
Jonah como un ciclón, amenazando con causar estragos en él y en
todos los que se interpusieran. Sin embargo, Jonah no tenía
suficiente. Deslizó las manos hacia abajo para acariciar el firme culo
de Avery, amando la forma en que el hombre más pequeño inclinaba
sus caderas hacia Jonah, buscando fricción y calor.
Avery le chupó la lengua, y a Jonah le costó todo lo que tenía
para no echárselo al hombro y llevarse a Avery a su dormitorio.
Honk. Honk.
El claxon de un coche hizo que Jonah y Avery se separaran.
~ 121 ~
—Haz esa mierda dentro de tu casa—, gritó un punk gruñón

por la ventanilla de un coche que pasaba.
—Este ha sido uno de los días más extraños de mi vida—,
murmuró Jonah mientras veían como el Honda Accord amarillo
brillante desaparecía al doblar la esquina. —Yo no estaría gritando a
la gente desde un vehículo tan reconocible.
Avery murmuró algo indescifrable. Jonah enganchó el dedo
índice bajo la barbilla, levantando la cabeza hasta que Avery se
encontró con su mirada.
— ¿Qué fue todo eso?— preguntó Jonah.
—No fue todo malo, ¿verdad?— preguntó Avery.
Jonah recorrió con el pulgar los labios bien besados de Avery.
Le gustaba ser la razón de las mejillas sonrojadas y la boca regordeta
de Avery en lugar de un aguacate. —He dicho extraño, no malo, y
algunas cosas han sido jodidamente increíbles.
Avery mordió el pulgar de Jonah. — ¿No estás enloqueciendo?
—Oh, sí lo estoy—, replicó Jonah. —Pero no me arrepiento.
Avery soltó un suspiro de alivio. —Probablemente debería
volver al trabajo.
— ¿Te está tratando bien Trexler?— preguntó Jonah, rozando
con sus nudillos el pómulo de Avery.
Avery se inclinó hacia su toque. —Estás haciendo que sea
difícil ser recatado.
—Lo siento—, dijo Jonah. Empezó a bajar la mano, pero Avery
emitió un adorable gruñido, así que Jonah siguió tocándolo. Habría
animado a Avery a hacer lo mismo, pero podría hacer que los
arrestaran por exhibición indecente. Se conformó con trazar la
mandíbula de Avery antes de apoyar la palma de la mano en su
cuello, sonriendo cuando sintió el errático pulso palpitando bajo la
piel de Avery.
~ 122 ~
—Um, he olvidado lo que iba a decir—, susurró Avery.

—Pregunté si Trexler te estaba tratando bien.
—Oh, él. Sí—, dijo Avery, asintiendo. —Muy bien. Creo que
Trexler se esfuerza por demostrar que él no es el problema en tu
dinámica. Todo el mundo lo sabe.
Jonah odiaba saber que todos hablaban de él. Lo compadecían.
Apostarón por él. Tenía que reevaluar hasta qué punto quería seguir
trabajando en un entorno hostil. ¿Merecía la pena el estrés? Dejó de
lado los pensamientos para centrarse en el hombre que tenía entre
sus brazos. Jonah bajó la cabeza y besó a Avery larga y lentamente,
amando la forma en que Avery se aferraba a sus bíceps.
Avery rompió el beso de repente y jadeó en busca de aire. —
Jonah, si no paramos ahora, te arrastraré a la casa y haré cosas
perversas en tu cuerpo.
—Agarralo, cariño—, dijo Marla desde una mecedora del
porche. Betty ladró dos veces desde su posición en el regazo de
Marla. —La señorita Importante está de acuerdo.
Habían estado tan absortos el uno en el otro que ninguno
había oído a Marla salir de la casa.
—Tú debes ser Avery—, dijo Marla.
—Sí, señora—, respondió él, sonando complacido de que ella
hubiera oído hablar de él.
—Eres tan lindo como un botón15. No me extraña que tengas al
grandullón atado de pies y manos.
—Okey—, dijo Jonah, cortándola antes de que pudiera decir
más. Volvió a mirar a Avery. — ¿Puedo llamarte más tarde?
—Me enfadaré si no lo haces.
Jonah soltó a Avery de mala gana y dio unos pasos hacia atrás.
—Ha sido un placer conocerte, Marla—, dijo Avery. El bulldog
francés ladró con fuerza. —Y a ti también, preciosa Betty—. Pasó sus
15
Ua expresion que se dice cuando alguien le parece “muy lindo”.
~ 123 ~
ojos por encima de Jonah una última vez antes de entrar en su

coche.
Jonah esperó a que Avery se alejara antes de volver al porche.
Se tumbó en la silla junto a Marla y empezó a mecerse.
—Buen chico—, dijo Marla con orgullo.
Jonah se rio. — ¿Lista para comer? Tengo muchas sobras de la
barbacoa de anoche.
—No, gracias—, dijo Marla. —Creo que me iré a casa. Creo que
haré algo de sopa antes de conquistar mi poderosa lista de tareas.
— ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte? Soy bueno con
las manos.
Marla le dio unas palmaditas en las rodillas. —Lo sé, cariño,
pero no es ese tipo de lista. Y además, ya estás abordando mi
prioridad número uno. Saber que estás haciendo todo lo que puedes
por Earl me ha ayudado mucho más que las medicinas que me ha
recetado el médico para mantenerme cómoda. La pequeña siesta en
tu sillón reclinable ha sido lo mejor que he dormido en semanas.
Nunca podré agradecértelo lo suficiente—. Acarició a Betty mientras
hablaba. —Bueno, te voy a dar este increíble perro para que te cuide
cuando yo no esté, así que quizás estemos en paz.
—Tu amistad es el único agradecimiento que necesito—, le dijo
Jonah.
—Chico, no te pongas sensiblero conmigo. No hay tiempo para
eso—, dijo Marla, poniéndose de pie. —Tengo un favor más que
pedir.
—Dime.
—Arrastra mi pesada maleta hasta mi casa. Dios, no sé por qué
empaqué tanto para un fin de semana en Atlanta—. Marla sonrió con
nostalgia. —Valió la pena.
Jonah quiso preguntarle por la visita a su familia, pero no
quiso entrometerse. En su lugar, se levantó y dijo: —Me sorprende
que el viejo coche de Amos haya llegado a Atlanta.
—Puede que su pintura se esté desvaneciendo, pero su motor
ronronea con fuerza bajo el capó. Más o menos como Amos—. Marla
cacareó y dio una palmada en el brazo de Jonah al pasar junto a él.
~ 124 ~
—Vamos, ahora. Tienes trabajo que hacer y superordenadores

llamados Marla que construir.
—Sí, señora.
Una vez que Jonah tuvo a Marla instalada, volvió a casa y se
puso a ordenar las piezas que necesitaba para transformar a Stella
2.0 en una Marla la Magnífica. Después, Jonah planeó su estrategia
de entrevistas para el día siguiente. Sólo había cinco personas en la
lista, por lo que debería acabar fácilmente con esas entrevistas en un
día y, con suerte, averiguar más cosas sobre la familia de Earl.
Tenía tiempo para matar y decidió visitar la Biblioteca
Carnegie de la calle Henry. Jonah se dirigió a la sección de
genealogía e historia para consultar el índice de obituarios del
Savannah Morning News, que se remontaba a 1913. Tal y como
sospechaba, el periódico no publicó ninguna esquela de Earl Ison. Su
familia lo había rechazado, así que no habrían hecho el esfuerzo y el
gasto de publicar una nota necrológica en el periódico. Habrían
enterrado tranquilamente su vergüenza junto con Earl. Se pasó a los
ejemplares digitales de las publicaciones de noticias.
La biblioteca disponía de millones de publicaciones
periodísticas de todo el estado para que sus usuarios las vieran,
desde 1786 hasta 1986. Resultaron ser una excelente fuente de
información sobre los supuestos crímenes de Bo Cahill. Jonah anotó
los nombres de los miembros de la familia de Bo en su teléfono, y
luego volvió a buscar cualquier información sobre Earl. Sólo
encontró un pequeño artículo en la prensa del condado de Fulton
que se publicó el día después de que el equipo de construcción
descubriera el cuerpo de Earl. El título decía: Hombre local
encontrado muerto por el equipo de construcción. En él se indicaba
el nombre y la edad de Earl, pero no se daba el nombre de los
hombres que lo habían encontrado. Esa información también se
omitió en el archivo oficial del caso de la SPD.
Tenía sentido que la policía no diera los nombres de los
hombres a los medios de comunicación, pero ¿ni siquiera
documentar el expediente? ¿Por qué?
Se supone que el autor eligió el lugar del asesinato porque
estaba relativamente aislado, ya que todas las casas de la
urbanización estaban todavía en construcción. ¿Y si había algo más
significativo en el lugar? ¿Buscó la policía una conexión entre Earl y
~ 125 ~
los hombres que encontraron su cuerpo? ¿Qué hay de los hombres

que eran dueños de las compañías de construcción que trabajaban
en la subdivisión? Habría varios subcontratistas involucrados. Si
Milton y Morrissey hablaron con ellos, no lo anotaron en el
expediente de Earl.
De nuevo, Jonah se preguntó si los detectives eran perezosos,
incompetentes o corruptos.
Cuando su estómago empezó a rugir para protestar por su falta
de atención, Jonah miró su reloj y se sorprendió al ver que eran casi
las seis. Se había saltado el almuerzo, pensando que no estaría
mucho tiempo en la biblioteca, pero debería haberlo sabido. Tenía la
costumbre de saltarse la comida en favor de la exploración.
“Un niño no puede perseguir sus sueños con el estómago
vacío”, había dicho la abuela casi todos los días antes de ir a la
escuela. A Jonah nunca le había importado tener algo pesado en el
estómago a primera hora de la mañana.
“Un niño no se convertirá en un hombre si se salta las
comidas”, había replicado Oscar. “Come tu avena, muchacho”.
La abuela la hizo más apetecible espolvoreando azúcar morena
y añadiendo fruta fresca a su bol. Sólo con pensar en los
melocotones frescos y el azúcar morena se le hizo la boca agua, y
supo que era hora de dar por terminado el día.
Aunque tenía mucha comida en casa, pasó por el autoservicio
de Arby's para comer un sándwich de carne y queso cheddar, papas
fritas rizadas y un batido. Podía preocuparse de las calorías, los
carbohidratos y el colesterol otro día.
Jonah empezó con las papas fritas y el batido de inmediato,
pero se guardó el sándwich para cuando llegara a casa.
Prácticamente lo devoró todo en cuatro bocados e inmediatamente
se arrepintió de sus decisiones vitales. Lo único que hacía que Jonah
se sintiera más mareado que el consumo de comida rápida era la
idea de llamar a Avery. ¿De qué hablarían? ¿Sería incómodo después
de todo lo que había pasado? ¿La tensión sexual lo volvería
estúpido? Probablemente.
Después de diez minutos de enloquecer, agarró el teléfono para
llamar a Avery, pero su atormentador se le adelantó.
~ 126 ~
Los latidos del corazón de Jonah se aceleraron al aceptar la

llamada. —Hola.
—Pude oírte claramente en el otro lado de la ciudad—, le dijo
Avery. —Pensé en sacarte de tu miseria y llamarte en su lugar.
—No estaba enloqueciendo. Acababa de agarrar el teléfono
para llamarte.
Avery resopló. —Ajá.
—Bien. No me creas—, dijo Jonah con indiferencia. — ¿Cómo
te ha ido hoy?
—Oh, lo de siempre. Copié algunos archivos, conocí a un lindo
cachorro y besé a un tipo.
La risa de Jonah retumbó profunda y baja. —Todo en un día de
trabajo, ¿eh?
—Algo así, aunque creo que mi tarde habría resultado mejor si
hubiera hecho caso a mi instinto.
La alarma recorrió a Jonah. — ¿Por qué? ¿Trexler te hizo algo
cuando volviste después del almuerzo?
—Oh, no me refería al trabajo—, dijo Avery. —Me refería a los
instintos que me impulsaron a querer arrastrarte a tu casa para
poder vivir todos los pensamientos sucios que he tenido sobre ti en
los últimos ocho meses. Nadie habría notado mi ausencia.
A Jonah se le cortó la respiración en la garganta. —Avery—,
susurró, sonando a la vez excitado y sorprendido.
—No te molestes en aferrarte a tus perlas, Jonah. Sentí cómo
tu cuerpo reaccionó a nuestro beso. Así que, ¿qué tal si mañana a
mediodía?
—Avery—, repitió Jonah, pero esta vez su voz era más áspera y
llena de necesidad.
—Más vale que esta no sea la parte en la que empiezas a
expresar tu arrepentimiento—, dijo Avery.
Jonah se rio. —Arrepentirme es lo último que tengo en mente
ahora mismo.
~ 127 ~
— ¿Ibas a sermonearme sobre lo inapropiado que es que te

involucres con tu interno?— preguntó Avery, insistiendo. —Lo dejaré
mañana si es necesario.
—No—, dijo Jonah con firmeza. Un día Avery se iría. Era
inevitable. Cuando lo hiciera, Avery volvería a arrojar a Jonah a las
profundidades de la penumbra, donde la luz del sol y el calor no
podrían alcanzarlo. Todavía no. Por favor, todavía no. —Es
inapropiado, pero no me importa.
—Los senadores, los jueces y los presidentes lo hacen todo el
tiempo—, argumentó Avery. Como si eso fuera un respaldo rotundo.
Luego se calló cuando las palabras de Jonah finalmente calaron. —
Oh.
—Avery, ¿quieres tener una cita conmigo?
Silencio. Jonah apartó el teléfono de su oreja y miró para
asegurarse de que no había desconectado la llamada por accidente.
No lo había hecho, así que Jonah volvió a acercar el teléfono a su
oído. —Um, ¿hola?
—Estoy aquí—, dijo Avery sin aliento. — ¿Acabas de pedirme
una cita?
—Lo hice—, confirmó Jonah. Por muy excitante que sonara
una cita al mediodía, los ligues y el sexo sin sentido eran todo lo que
Jonah había conocido durante años. Avery le hacía desear cosas en
las que había dejado de creer.
Tal vez el amor no era sólo para otras personas.
—Pensé que iba a tener que luchar mucho más—, respondió
Avery. —Yo también estaba preparado para luchar sucio.
Jonah se rio. —No tengo ninguna duda. ¿Qué dices?
—Por supuesto que sí. ¿Cuándo?
El caso acapararía la mayor parte de su tiempo en los próximos
días. Quería pasar tiempo con Avery fuera de la oficina y compartir
más besos, pero tenía que anteponer las necesidades de Marla. —El
viernes por la noche. Puedes elegir dónde comemos y la película que
vemos.
—Así que quieres que ponga todo el esfuerzo—, dijo Avery. —Al
igual que yo cargo con tu trasero en el trabajo.
~ 128 ~
Jonah resopló. —Sigue soñando.

—El viernes parece estar a un millón de kilómetros.
— ¿Ayudará que tengamos charlas nocturnas como ésta?—
preguntó Jonah.
Avery tarareó. — ¿Involucrarán conversaciones sucias y
respiraciones pesadas?
—Tal vez—, bromeó Jonah.
Hablaron durante varias horas, hablando de todo y de nada. Se
enteró de que Avery odiaba apasionadamente las aceitunas y los
pepinillos, pero devoraba de buena gana los aguacates, aunque era
alérgico a ellos. Jonah le confesó lo mucho que odiaba los aguacates
y Avery le prometió que no se lo reprocharía. Le contó a Avery su
obsesión secreta por el manga y el anime, y Avery consiguió que
Jonah admitiera lo mucho que le gustaba Yuri On Ice.
—Tu secreto está a salvo conmigo—, dijo Avery entre un
bostezo.
Jonah se rio. —Probablemente deberíamos colgar para que
puedas dormir un poco.
—Tú también tienes un gran día mañana—, replicó Avery. —
Estoy celoso de que puedas investigar un crimen mientras yo
esquivo a Trexler.
—Sigue haciendo esas pruebas. Pórtate bien con Stella por mí.
—Stella está triste sin ti—, dijo Avery. —Echa de menos que
truenes por ahí.
—Stella me echa de menos, ¿eh?
—Deja de pescar cumplidos, Jonah. No es atractivo.
Jonah se rio. —Buenas noches, Avery.
—Dulces sueños, nube de trueno.
Los sueños de Jonah esa noche fueron un poco dulces y mucho
más traviesos.
~ 129 ~
Aunque Jonah no tenía que cumplir un horario estricto, quería

alcanzar a Kendall antes de que se fuera a la mañana siguiente.
— ¿Por qué no estás vestido para trabajar?— preguntó Kendall
cuando Jonah bajó las escaleras con pantalones de dormir y una
camiseta.
—Me han suspendido sin sueldo por el artículo que Felix
publicó en el periódico del domingo.
Kendall enroscó la tapa de su taza de viaje y miró a Jonah. —
¿Qué artículo?
Rápidamente lo puso al día.
—Querrás dirigirte al club esta mañana si quieres hablar con
Sandy allí—, dijo Kendall. —Llega temprano y hace su trabajo antes
de la hora del almuerzo. Su sobrino lleva la mayor parte de la carga
de trabajo sobre sus anchos y sexys hombros.
— ¿Cómo se llama el sobrino?
—Drew Callahan—, dijo Kendall con aire soñador. —No tiene
edad suficiente para saber quién es Earl Ison, pero seguro que es
bonito de ver.
—Lo tendré en cuenta—, dijo secamente Jonah. — ¿Cómo es
Sandy Jasper?
—Inteligente, amable y muy creativo. Sandy no tiene la mejor
cabeza para los negocios, y por eso se ha apoyado tanto en los socios
comerciales y en sus gerentes a lo largo de los años. Muchos se han
aprovechado de la amabilidad de Sandy y de su falta de
conocimientos empresariales. El primer acto de Drew cuando se
unió al equipo fue despedir a un gerente imbécil que utilizaba su
posición para obtener favores sexuales. El personal disfruta
trabajando para Drew.
—Gracias, K—, dijo Jonah. —Espero que tengas un buen día
hoy.
~ 130 ~
Kendall soltó un suspiro. —Va a ser largo. Estoy trabajando

horas extra esta semana para ayudar en un caso importante. Todavía
no me he adaptado a algunas de las personalidades de los otros
abogados. Echo de menos a Vivian todos los días, pero últimamente
he tenido muchas dificultades en el trabajo. Ella trabajaba mucho
pero nunca daba por sentado al personal. Nos invitaba a comer en
los días más duros. Estos otros tipos siguen esperando más y más.
— ¿Has considerado buscar otro trabajo?— preguntó Jonah.
—Absolutamente—, dijo Kendall con énfasis. —Tengo que
terminar de obtener mi título primero. Mis exámenes finales son la
semana que viene, y por eso voy a un grupo de estudio después del
trabajo esta noche. La línea de meta está muy cerca, y no puedo
permitirme cagarla ahora mismo.
—Lo vas a hacer muy bien—, le aseguró Jonah.
Kendall cruzó los dedos, le lanzó un beso al aire a Jonah y salió
por la puerta principal. Antes de que pudiera cerrarla tras de sí,
Jonah oyó a Kendall decir: —Bueno, hola, sexy. Es una agradable
sorpresa.
¿Quién demonios estaba en su porche tan temprano?
—Volvamos a entrar, y puedo convertir una sorpresa agradable
en una estupenda—, dijo una voz conocida.
El puto Rocky Jacobs.
Jonah puso los ojos en blanco y cruzó hacia la puerta principal.
—Rocky, ¿puedes deletrear siquiera estupendo?—, preguntó. —Deja
a Kendall en paz. Tiene que irse a trabajar.
—Sólo quieres mantener a los chicos más guapos para ti—, dijo
Rocky. —Que tengas un buen día, cariño.
—Tú también, guapo—, dijo Kendall, soplando un beso a
Rocky.
—Te daré un puñetazo en las pelotas si pretendes atrapar el
beso en el aire—, gruñó Jonah.
Rocky se giró para mirarlo. — ¿Cuál es tu maldito problema
esta mañana?
~ 131 ~
— ¿Qué haces aquí a las ocho y media?— preguntó Jonah en

lugar de responder a su amigo.
—He despejado mi agenda para poder realizar entrevistas—.
Rocky recorrió con la mirada la camiseta y los pantalones de dormir
de Jonah. — ¿Es eso lo que piensas llevar?
—Acabo de salir de la cama, cara de mierda.
—Vaya. Alguien necesita cafeína. ¿Por qué no subes y te
preparas mientras preparo un poco de café? A mí también me
vendría bien otra taza.
Jonah cruzó los brazos sobre el pecho. — ¿Por qué vienes
conmigo a entrevistar a los amigos de Earl?
—Porque no tienes una placa en este momento—, dijo Rocky.
—Probablemente Marla les ha dicho que me esperen, y
ninguno de ellos será hostil.
Rocky asintió. —Eso es cierto, pero ¿y si te dan nuevas pistas?
Esas personas podrían ser hostiles o negarse a hablar porque no
confían en ti.
— ¿Y confiarán en un investigador privado?— Preguntó Jonah.
—Es más probable que confíen en un investigador privado o en
un periodista que en un policía. Felix está ocupado hoy, así que te
quedas conmigo. Si la situación lo requiere, me presentaré como
investigador privado y tú como mi socio. No es probable que quieran
ver tu licencia una vez que yo les muestre la mía.
Tenía sentido, y Jonah se sintió aliviado de que Rocky no lo
acompañara porque no confiaba en que Jonah hiciera bien el
trabajo. —Exhibicionista—, se burló Jonah antes de subir a
prepararse.
Jonah volvió a bajar duchado, vestido y con ganas de salir
veinte minutos después.
Rocky levantó la vista de su teléfono cuando oyó que Jonah se
acercaba. —No estaba seguro de cómo tomabas el café, así que no te
preparé una taza.
—No hay problema.
~ 132 ~
—Yo conduciré mientras tú diriges—, dijo Rocky cuando

salieron al porche unos minutos después.
—El Cockpit es nuestra primera parada—, le informó Jonah.
Rocky puso su taza de viaje en el soporte y se frotó las manos
con alegría. —Este va a ser un gran día.
El club no abría al público hasta la hora de comer, así que
Rocky y Jonah aparcaron en el aparcamiento para empleados de la
parte trasera del edificio. Junto a la puerta trasera había un
interfono con un botón de llamada para que los repartidores
anunciaran su llegada. Jonah lo pulsó dos veces antes de que alguien
contestara.
— ¿Sí?—, preguntó una voz ronca a través del altavoz.
—Me llamo Jonah St. John. Soy un amigo de Marla y...— Un
fuerte timbre cortó a Jonah antes de que pudiera terminar. Sonrió
triunfante y abrió la puerta, haciendo un gesto para que Rocky
pasara primero.
Un hombre con aspecto de rottweiler los esperaba al final del
pasillo. Se pasó una mano por su corte de pelo plateado. ¿Estaba
impaciente o nervioso?
—Jonah St. John—, dijo, extendiendo la mano al hombre. —
¿Eres Sandy Jasper?
El hombre estrechó la mano de Jonah y dijo jovialmente: —Lo
soy. Me alegro de conocerte.
—Lo mismo digo—, respondió Jonah. —Este es mi amigo y
compañero de investigación, Rocky Jacobs.
Los dos hombres intercambiaron cumplidos antes de que
Sandy les mostrara su despacho. El espacio era amplio y estaba
cómodamente amueblado. De la pared colgaban grandes cuadros
que mostraban los diversos temas de aviación que el club había
presentado a lo largo de los años.
— ¿Alguno de ustedes quiere una taza de café?— ofreció Sandy.
Los dos hombres se negaron. Jonah había debatido su enfoque
durante el viaje. En lugar de lanzarse directamente a la entrevista,
quería calibrar el estado de ánimo y dejar que el amigo de Earl
marcara el ritmo. La técnica no funcionaría con todo el mundo, pero
~ 133 ~
no había necesidad de que se metiera en sus vidas como un toro en

una cacharrería.
—Quería creer que Bo Cahill había matado a Earl porque era
mucho más fácil que aceptar que el asesino de Earl era alguien de su
confianza. Eso causó muchas fricciones entre los amigos
supervivientes a lo largo de los años—. El hombre cerró brevemente
los ojos y suspiró profundamente. —No quedamos muchos de
nosotros. Dios, es un milagro que alguno de nosotros haya
sobrevivido a los años ochenta. Si el VIH o el sida no acabaron con
nosotros, lo hicieron los agresores. Había tanta hostilidad y odio
hacia nosotros.
—No me lo imagino—, dijo Rocky con simpatía, sorprendiendo
a Jonah. El investigador privado era siempre tan audaz y descarado,
pero tenía sentido que pudiera guardarlo cuando fuera necesario. —
Sentimos el daño que estamos causando al reabrir el caso.
—No te disculpes—, dijo Sandy. —Earl merece que se haga
justicia, y el Sr. Cahill debería tener su expediente limpio de la
confesión. No traerá al hombre de vuelta, pero quizás traiga paz a su
familia.
— ¿Conocía al Sr. Cahill?— Preguntó Rocky.
—No. La policía dijo que el señor Cahill estaba visitando a unos
amigos en Savannah cuando se topó con Earl, pero no podría decirle
quiénes eran esos amigos—, respondió Sandy. —Nadie de nuestro
círculo reconoció su nombre o su foto.
—Marla me dijo que Earl había empezado a salir con un nuevo
chico antes de su muerte. También dijo que había empezado a
distanciarse del grupo. ¿Qué puedes decirme sobre eso?— preguntó
Jonah.
Sandy se recostó en su silla. —Lo único que sabía con certeza
sobre el novio de Earl era que estaba en el armario.
— ¿Cómo estás seguro?— preguntó Rocky. — ¿Te dijo Earl
específicamente que lo estaba?
Sandy asintió. —Creo que Earl se emocionó con las reuniones
clandestinas al principio. Todo era tan brillante y nuevo, pero no
tardó en aparecer la mancha.
~ 134 ~
— ¿Utilizó Earl alguna vez un apodo al hablar de su novio o te

dio alguna pista sobre su ocupación o su estatura en la
comunidad?— preguntó Jonah.
Sandy pensó en la pregunta durante unos instantes antes de
responder. —Earl sólo se refería al tipo como su galán en mi
presencia. Según las conversaciones que mantuvimos, Earl fue el
primer amante masculino del tipo. Nunca dijo nada sobre la
ocupación de su pretendiente, pero una vez comentó lo mucho que le
gustaban las manos callosas del hombre. Supuse que era un obrero
de algún tipo, así que lo más probable es que no fuera un hombre
rico o un político local que estuviera haciendo sus pinitos en el lado
salvaje.
Obrero. ¿Como un trabajador de la construcción?
— ¿Crees que el novio de Earl estaba casado?— preguntó
Rocky.
Sandy negó con la cabeza. —Earl nunca dijo ni dio a entender
que su galán tuviera una esposa. Los regalos que le hacía a Earl no
eran excesivamente caros, así que no creo que proviniera de una
familia prominente. Earl trataba sus regalos con la misma reverencia
que las joyas de la corona. Su favorito era un collar de plata con un
colgante en forma de corazón. Nunca se lo quitaba.
Earl no llevaba el collar en las fotos de la escena del crimen a
las que accedió Jonah. ¿Se le había caído durante la lucha, o el
asesino de Earl se lo había quitado? ¿Se lo llevó como recuerdo?
Cambiaron sus preguntas a las últimas semanas de la vida de
Earl, centrándose en cualquier altercado conocido. Sandy reiteró lo
que Marla le había dicho a Jonah. Earl había empezado a alejarse de
ellos cada vez más, por lo que no podía estar seguro de las peleas con
nadie.
— ¿Qué puedes decirme sobre la familia de Earl?— preguntó
Jonah.
—Nada agradable—, replicó Sandy. —No es que mi familia
fuera mucho mejor en aquella época—. Los ojos del hombre
adoptaron una mirada lejana mientras relataba cómo era para él y
sus amigos en los años ochenta. —Pervertidos y pedófilos, nos
llamaban. Cuando llegó la crisis del sida, el padre de Earl, Thomas,
~ 135 ~
lo miró a los ojos y le dijo que esperaba que se contagiara. Es algo

horrible que un padre le diga a su hijo.
—Es insondable—, coincidió Jonah. ¿El padre de Earl lo odiaba
tanto como para matarlo?
— ¿Y su madre? ¿Tenía hermanos?— Preguntó Rocky.
La pregunta devolvió a Sandy al presente. —Crecí junto a los
Isons, y siempre fueron tan cálidos y amistosos, hasta que Earl salió.
El cambio repentino fue un golpe duro para Earl. Mona Ison, su
madre, no era tan cruel como Thomas, pero no defendió a Earl, ni se
acercó a él en privado. Sólo dijo que rezaría por su alma. Mona está
viviendo en Twilight Years Estates, pero sigue siendo muy aguda por
lo que he oído. Earl tiene una hermana y un hermano, Ava Dixon y
Dennis Ison. Por lo que sé, ambos siguen viviendo en la zona—. A
Sandy se le llenaron los ojos de lágrimas y se pasó una mano por la
cara para limpiar las que se le escapaban. —Ni siquiera asistieron a
su funeral—. Los labios de Sandy temblaron y su voz se quebró
cuando dijo: —La familia de Earl se negó incluso a reclamar su
cuerpo. Habrían permitido que lo enterraran en el campo de un
alfarero. Los amigos de Earl juntaron su dinero para pagar la
cremación y una parcela para el entierro.
— ¿Crees que alguno de ellos pudo ser responsable de la
muerte de Earl?— preguntó Jonah.
Sandy suspiró. —No puedo señalar un solo incidente que me
haga pensar que alguno de ellos fue capaz de matar a Earl, pero
tampoco habría predicho la forma cruel en que lo trataron. Crees
que conoces a alguien hasta que las circunstancias revelan sus
verdaderos colores.
Jonah y Rocky dedicaron los siguientes minutos a obtener toda
la información sobre la familia Ison que Sandy conocía. —Ava estaba
en la universidad cuando Earl murió. Sin embargo, Dennis Ison
estaba cerca. Él y Thomas trabajaban para el mayor contratista de
hormigón de la zona.
Jonah se sintió inmediatamente intrigado por encontrar otra
posible conexión con el lugar de la matanza. — ¿Recuerdas el
nombre de la empresa?
—Locke-Tight—, respondió Sandy.
~ 136 ~
¿Locke? ¿El propietario estaba relacionado con Royce? Jonah

y Rocky intercambiaron una rápida mirada, y él pudo ver que el
investigador privado se preguntaba lo mismo.
— ¿Locke-Tight habría echado los cimientos y las calzadas en
la subdivisión donde se descubrió el cuerpo de Earl?—. Preguntó
Jonah.
Sandy se enderezó en su silla. —Nunca pensé en la conexión,
pero sí. El propietario era un tipo joven que había heredado la
empresa de su padre. Había dos hijos, Jerry y Eddie. Jerry era más
joven que Eddie por unos años, pero estaba a años luz de su
hermano mayor en cuanto a cerebro y madurez. Eddie era el tipo de
persona que desperdiciaba todas las buenas oportunidades y nunca
estaba a la altura de su potencial mientras culpaba a todos los demás
de sus fracasos. Jerry, en cambio, se dedicó al negocio como si
hubiera nacido para ello—. Sandy sacudió la cabeza. —No puedo
creer que haya olvidado esto, pero Earl también trabajó para Jerry
durante un corto tiempo. No funcionó y fue una gran fuente de
disputa entre Earl, Thomas y Dennis. Luego salió, y tuvieron
mayores razones para odiarlo.
Bingo.
—Nunca he oído hablar de la compañía—, dijo Rocky. —
¿Siguen en el negocio?
—No—, dijo Sandy. —El sector de la construcción sufrió un
gran golpe durante la recesión de principios de los ochenta. El
promotor de la urbanización se declaró en quiebra y la mayoría de
los contratistas lo perdieron todo, incluido Jerry. Se mudó a Florida
en 1983 o 1984, creo.
Charlaron un poco más, pero no se enteraron de nada que
hiciera saltar las alarmas. Sandy les dio las gracias por investigar la
muerte de su amigo mientras los acompañaba a la salida. Rocky
abrió la puerta para salir y se detuvo de golpe. Un tipo sexy de
hombros anchos estaba de pie al otro lado. Basándose en la
descripción de Kendall, Jonah supuso que estaban mirando
embobados a nada menos que a Drew Callahan.
—Drew—, dijo Sandy, confirmando las sospechas de Jonah. —
Llegas más temprano que de costumbre.
~ 137 ~
El gigante de pelo oscuro con ojos pálidos y una sonrisa

atractiva miró de Jonah a Rocky antes de centrarse en su tío. —
Quería charlar contigo antes de que te fueras.
—De acuerdo—, dijo Sandy. —Estaba viendo a mis amigos
fuera, así que ahora soy todo tuyo.
— ¿Por qué no me presentas a tus guapos amigos?— preguntó
Drew, estudiándolos detenidamente.
—Rocky Jacobs—, dijo el IP, extendiendo su mano. —
Acabamos de conocer a tu tío hoy.
—Son los responsables de que la policía haya reabierto la
investigación del asesinato de mi amigo—, dijo Sandy con orgullo. —
Rocky es investigador privado, y Jonah está con el GBI. También es
buen amigo de Marla.
Drew sonrió al oír el nombre de Marla. —Es una petarda.
—Lo es—, convino Jonah, estrechando la mano que Drew le
ofrecía. —Me alegro de conocerte.
—Lo mismo digo—, dijo Drew, devolviendo su atención a su
tío. —Puedo volver más tarde si no es un buen momento, tío Sandy.
—Tonterías—, dijo Sandy, y luego se enfrentó a Jonah y Rocky.
—Quiero que se unan a mí para comer pronto. Tenemos las mejores
alitas de pollo de la ciudad.
—Me encantaría—, dijo Rocky, sin apartar los ojos de Drew. —
Me da vergüenza admitir que es mi primera visita.
— ¿Tienes una tarjeta de visita?— preguntó Drew. —Me
encantaría llamarte y concertar una visita privada.
—Oh, um—, tartamudeó el habitualmente imperturbable
hombre. —Tengo un…—. Se palpó los bolsillos, sonriendo como si
hubiera encontrado oro al descubrir uno. —Tiene el número de mi
oficina y de mi móvil.
—Genial—, dijo Drew. —Espera tener noticias mías pronto.
Rocky y Jonah se despidieron de Sandy y Drew y volvieron
sobre sus pasos hasta la puerta trasera.
—Oh. Dios mío. — Rocky sonaba tan agotado como si acabara
de terminar una carrera de 5 kilómetros.
~ 138 ~
— ¿Vas a estar bien para conducir?— Jonah se burló.

— ¿Por qué no estás nervioso?
—Es un tipo guapo, pero no me pone como a ti—, dijo Jonah.
—En serio, ¿quieres que nos lleve a la próxima entrevista?
—Vete a la mierda, St. John—, gruñó Rocky mientras
aumentaba su zancada. —Sólo trata de mantener el ritmo.
Su siguiente parada era Daisy's Place, donde esperaban
encontrar a la dueña, Daisy Gallagher. Marla dijo que Daisy era otra
reina de antaño que había convertido su amor por la cocina en un
negocio exitoso. Había señalado que Daisy hacía las mejores tartas
del planeta. Al ver el despliegue de postres, a Jonah se le hizo la boca
agua.
— ¿Te importa si comemos algo mientras estamos aquí?—
Jonah le preguntó a Rocky. —Me muero de hambre.
—Yo podría comer—, dijo Rocky.
—Oye, Dais—, gritó un hombre fornido vestido de cuero de
pies a cabeza. —Encontré una de tus uñas falsas en mis huevos
revueltos.
—La mierda que dices, Edgar—, dijo una voz profunda desde la
cocina. —Sigue así y te las sacarás del culo.
La risa de Edgar retumbó y crepitó como una motocicleta
Harley Davidson. —Oh, nena—, le gritó el hombre.
Unos segundos después, una drag queen de dos metros salió
de la cocina con una peluca color algodón de azúcar del mismo tono
que su vestido de camarera. Llevaba una pesada bandeja cargada de
platos y tazas, pero eso no le impidió detenerse ante varias mesas
para repartir. Cuando se acercó a ellas, Jonah vio el nombre de Daisy
cosido en un bolsillo del pecho.
—Siéntense donde quieran, y yo estaré con ustedes—, dijo
Daisy, sonriéndoles. —No nos hagan caso a mi Edgar y a mí.
Llevamos veinticinco años gritándonos. Mantiene el fuego
encendido, si sabes lo que quiero decir. Les prometo que no hay
nada raro en la comida, y nunca amenazo con meterle los dedos en el
culo a nadie.
Sin inmutarse, Rocky dijo: —Es bueno saberlo.
~ 139 ~
Jonah siguió a Rocky hasta un puesto en el centro de la sala. Se

dio cuenta de que los ojos curiosos los miraban y se imaginó que
Daisy's era el tipo de lugar que atraía a una multitud constante de
clientes habituales. Si Rocky notó la atención, no pareció molestarle.
Se dejó caer en el asiento del banco. Los menús estaban escondidos
detrás del porta condimentos. Jonah agarró dos y le dio uno a Rocky
antes de abrir el suyo.
—Quiero uno de todo—, le dijo Jonah a Rocky.
— ¿Sólo el menú del desayuno, o también la comida y la
cena?— preguntó Daisy cuando llegó a su mesa con una cafetera en
la mano.
Jonah se rió: —Me refería al desayuno, pero ahora no estoy tan
seguro.
—Todo está hecho desde cero, así que no puedes equivocarte
con lo que elijas—, dijo Daisy. —Señores, ¿toman café o les traigo
otra cosa?
—Café para mí—, dijo Rocky, volteando la taza hacia arriba
para que ella pudiera llenarla.
Jonah hizo lo mismo. — ¿Puedo tomar también un vaso de
zumo de naranja?—, preguntó.
—Claro que sí, amor—, dijo Daisy. — ¿Son nuevos en mi
restaurante? No recuerdo haberos visto aquí antes, y nunca olvido
una cara bonita.
—Deja de coquetear y vuelve al trabajo—, gritó Edgar desde el
lado opuesto de la cafetería.
Daisy lo ignoró, salvo para extender su dedo corazón en
dirección a Edgar.
—Es la primera vez que comemos aquí, pero si la comida es la
mitad de buena que tu descaro, veo muchos regresos en mi futuro—,
dijo Rocky.
— ¿No eres delicioso?— Daisy arrulló. —Escuchen, los dejaré
mirar el menú unos minutos mientras voy a exprimir el zumo de
naranja—. Usó sus brazos para juntar sus pechos y hacer un pequeño
contoneo.
~ 140 ~
Jonah se rio de sus payasadas. Podía ver cómo ella y Marla

habían sido amigas durante tanto tiempo. —Quédate—, dijo él,
deteniéndola antes de que pudiera irse. —Soy Jonah. Marla podría
tener...
— ¡Oh, Dios!—, exclamó ella, cubriendo su corazón con las
manos. Se sentó en la cabina junto a Jonah. —Me alegro mucho de
conocerte. Marla dijo que te pasarías pronto por aquí. Gracias,
gracias. Desde el fondo de mi corazón.
—Frío corazón negro—, dijo Edgar mientras se acercaba a la
mesa. Extendió la mano a Jonah primero, y luego a Rocky.
— ¿Quieres unirte a nosotros?— preguntó Rocky, acercándose.
Edgar dejó caer un beso en la frente de Daisy y luego se sentó
junto a Rocky.
La entrevista no duró tanto como la de Sandy porque Daisy no
había conocido a Earl tanto tiempo, pero parecía quererlo tanto
como Marla y Sandy. Daisy se negó a que pagaran el desayuno y las
abrazó ferozmente antes de que salieran de la cafetería.
—Estoy tan lleno—, dijo Rocky de camino al coche.
—Eso es lo que dirás después de que Drew Callahan te agarre—
, se burló Jonah.
Rocky se rio, miró hacia el cielo y juntó las manos para rezar.
—Por favor. No te pido mucho—. Una vez dentro del coche, Rocky se
volvió hacia Jonah y le preguntó: — ¿Adónde vamos ahora?
Le dio a Rocky la dirección de la casa de Monique Drake.
Cuando llegaron, una mujer mayor los saludó y les dijo que Monique
iba a hacer la hora del cuento en la Biblioteca Carnegie a primera
hora, así que se dirigieron en esa dirección.
Jonah y Rocky se situaron en el fondo de la sala y observaron a
Monique leyendo un libro infantil a unas dos docenas de niños de
cinco años y sus tutores. Monique cambiaba la voz en varias partes,
atrayendo a los niños y haciéndolos reír. Todos aplaudieron cuando
terminó. Monique se levanta y hace una reverencia.
—Gracias, gracias, mis pequeños amores—, dijo. —Ya conocen
la rutina. Es hora de las galletas y el ponche.
~ 141 ~
Algunos de los niños corrieron a por las galletas y el ponche

mientras otros corrían hacia Monique para abrazarla. Jonah pudo
ver por la sonrisa en su rostro que realmente disfrutaba
interactuando con ellos.
Esperaron hasta que el último niño se marchó antes de
acercarse a ella.
— ¿Monique Drake?— preguntó Jonah.
Ella puso sus grandes ojos verdes en blanco. — ¿De qué me
acusa ahora un fanático religioso, oficiales?—, preguntó. —Señor,
rezo por la paciencia todos los días, pero cada vez es más difícil de
encontrar.
—No estamos aquí por una queja—, dijo Rocky.
—Soy el amigo de Marla, Jonah.
—Oh, cariño—, dijo Monique, lanzando sus brazos alrededor
de su cuello antes de abrazar a Rocky también. — ¿Quién eres,
corderito?
—Rocky Jacobs—, respondió él.
—El investigador privado. He oído hablar de ti.
— ¿Tienes unos minutos para hablarnos de Earl?— le preguntó
Rocky.
—Por supuesto. Mi próxima actuación no empieza hasta
dentro de una hora. ¿Te importa si caminamos por la calle hasta la
cafetería? Necesito más cafeína.
Mientras tomaban el café, hablaron de Earl. Monique habló
sobre todo de su amigo y de cómo hacía sentir bien a todos los que lo
rodeaban. No ofreció más información sobre su familia ni aportó
nombres a su grupo de sospechosos. Sin embargo, fue hermoso
escuchar sus pensamientos sobre el hombre.
Rocky recibió una llamada telefónica de camino a The Dive
Bar, donde Marla dijo que encontrarían a Brandy Wyne y al dueño
del bar, Willie Monahan. La conversación fue escueta y breve, y
Rocky parecía irritado cuando desconectó la llamada.
—Algo me dice que no era Drew quien te llamaba para
organizar tu visita privada—, dijo Jonah.
~ 142 ~
Rocky suspiró profundamente. —Dios, cómo me gustaría. Era

mi socio comercial, Pete. ¿Recuerdas el cliente del que hablé contigo
el otro día?
— ¿El que sospecha que su mujer tiene una aventura?
—Sí—, dijo Rocky. —El idiota no se fía de mi palabra. Me ha
acusado de ser vago o de mentirle.
— ¿Incluso después de que te ofrecieras a devolverle parte de
su anticipo?— preguntó Jonah. —Debe ser extremadamente
paranoico.
—Su instinto le dice que lo está engañando, y quiere la prueba
física que lo respalde. Le conté a Pete la misma historia que le conté
a mi cliente, para que no se viera obligado a mentir. Pete aceptó mi
palabra, pero el cliente se empeña en que termine el trabajo.
Amenaza con destruir nuestra reputación si no lo hacemos.
— ¿No es una reacción extraña?
—Muy—, respondió Rocky. —Pete insiste en que me reúna con
él ahora, para que podamos decidir cómo proceder. Probablemente
acabaré siguiéndola de nuevo esta noche, buscando el golpe de
efecto. No quiero arruinar la vida de esta mujer—. Rocky golpeó la
palma de la mano contra el volante y gruñó. —Estar cerca de ti me
ha ablandado, Boy Scout.
Jonah resopló y puso los ojos en blanco. —Déjame en mi casa y
haré la última entrevista por mi cuenta.
—Llámame luego y avísame si te enteras de algo. Tenemos que
entrevistar al equipo de construcción y a la familia de Earl. Hay que
preguntarse si salía con alguno de los chicos que conoció en el
trabajo.
—Estoy de acuerdo—, dijo Jonah.
El viaje a casa de Jonah no duró mucho. Se bajó y se agachó
para mirar a Rocky. —Espero que Drew llame pronto.
Rocky movió las cejas. —Yo también.
Jonah cerró la puerta y Rocky se marchó. En lugar de entrar en
su casa, Jonah se metió directamente en el coche y condujo hasta el
Dive Bar. Esperaba una estructura destartalada con un interior
sórdido, pero el bar era pintoresco y tenía un ambiente divertido. A
~ 143 ~
pesar de que era temprano en la tarde, había varios clientes dentro

comiendo y disfrutando del entretenimiento en vivo.
El camarero parecía tener la edad adecuada para Willie
Monahan, así que Jonah se acercó y se sentó. El hombre calvo con
bíceps abultados se acercó. — ¿Qué puedo ofrecerte?
— ¿Eres Willie?
—Depende de quién pregunte. ¿Eres de Hacienda?
—Ni siquiera en mi peor día—, bromeó Jonah.
El espeluznante camarero se rio. — ¿Cómo te hiciste la
cicatriz?
—Me enganché la cara con un alambre de espino cuando huía
de unos perros viciosos.
El camarero se rió. — ¿El marido llegó a casa demasiado
pronto?
—No.
— ¿Esposa?—, le preguntó a Jonah.
Riéndose, Jonah respondió: —Un robo que salió mal.
—Ajá. ¿Qué quieres realmente?— Preguntó Willie.
—Me envía Marla.
—Bueno, demonios. ¿Por qué no lo dijiste desde el principio?—
Alcanzó la barra y estrechó la mano de Jonah. Hablaron durante un
buen rato, y cuando la artista terminó de cantar en el escenario,
Willie le hizo un gesto para que se uniera a ellos. La cantante resultó
ser Brandy, la última persona de su lista de entrevistas.
La pareja resultó ser una gran compañía, pero no ofreció
ninguna información nueva. Jonah se quedó hasta mucho más tarde
de lo que había previsto, pero se pasó a los refrescos después de un
vaso de bourbon. El cielo empezaba a oscurecerse con la promesa de
una tormenta cuando se despidió y se dirigió a su coche.
Jonah se detuvo bruscamente cuando vio que alguien había
pinchado sus cuatro neumáticos.
~ 144 ~
—Hijo de puta—, dijo, pasándose las manos por el pelo

mientras los truenos retumbaban en la distancia.
Jonah era miembro de la Triple A16, así que esto era más una
molestia que otra cosa. Enviarían una grúa para llevar su coche a un
taller de carrocería de su elección, y Jonah sabía que había un Tire
Discounters17 cerca. Sólo necesitaba que alguien lo llevara a casa.
Rocky y Kendall estaban fuera. Marla no tenía vehículo. Podía
probar con Felix o pedir un viaje en su aplicación de Lyft.
O...
Jonah sonrió mientras marcaba.
Avery contestó al segundo timbre. —Hola, Jonah. ¿Cómo te ha
ido durante el día?
—Bueno, iba muy bien hasta que salí de mi última entrevista y
descubrí que un imbécil me había rajado las ruedas.
—Oh, no.
—Necesito que me lleven a casa. ¿Crees que puedes venir a
buscarme?— preguntó Jonah.
—Depende—, dijo Avery.
— ¿De?
—Eres consciente de que no voy a dejarte en tu casa y
marcharme, ¿verdad?
—Mierda, espero que no—, dijo Jonah.
—Mándame un mensaje con la dirección—, dijo Avery, y luego
colgó.
La noche había dado un giro inesperado, pero Jonah no estaba
enfadado por ello.
16
Asociación Americana de Automóviles.
17
Tire Discounters es un taller de servicio de neumáticos y automóviles
~ 145 ~
Una gruesa gota de lluvia lo golpeó en la frente mientras

terminaba de enviar un mensaje de texto con su ubicación a Avery,
así que Jonah se metió de nuevo en el bar Dive para llamar a la
Triple A. Le dijeron que la grúa tardaría cuarenta minutos en llegar,
pero no tenía que esperarlos. Jonah confirmó la ubicación del Tire
Discounters que quería utilizar, y luego se dirigió de nuevo al bar
para charlar con Willie mientras esperaba.
Willie levantó la vista para secar un vaso con una toalla blanca.
— ¿Vuelves tan pronto?
—Esperando a que me lleven—, dijo. —Un imbécil me pinchó
las ruedas.
Willie dejó la toalla y el vaso en la barra. —Oh, hombre, siento
oír eso.
— ¿Supongo que no tienes cámaras de seguridad instaladas?—
preguntó Jonah.
Willie negó con la cabeza. —Sé que el barrio es un poco duro,
pero nunca he tenido problemas aquí, aparte de alguna pelea
ocasional.
Jonah se acarició la barbilla. —No hay vandalismo en los
coches aparcados aparte del mío, ¿eh?
—No que yo sepa, y estoy seguro de que alguien habría
presentado un informe policial o al menos me lo habría
mencionado—. Willie frunció el ceño. — ¿Cuáles son las
probabilidades de que seas la primera víctima?
—Y el mismo día que empecé a hacer preguntas sobre Earl
Ison—, añadió Jonah. No era una coincidencia. Alguien estaba
cabreado porque había metido la pata en el avispero o estaba
intentando asustarlo. Tendrían que esforzarse mucho más.
—Ya que no vas a conducir—, dijo Willie, —déjame servirte
otra copa.
—Trato hecho—, dijo Jonah.
Dio un sorbo a su bourbon y disfrutó de algunas de las
canciones de Brandy en su siguiente set mientras esperaba. Jonah
supo el momento en que Avery entró en el bar porque se desató la
~ 146 ~
tormenta en su interior. Durante ocho meses, Jonah había reprimido

todas las ganas de tocar a Avery. Hoy no.
Una vez que Avery llegó a su lado, Jonah le sostuvo la nuca y lo
atrajo hacia un beso.
—Mmmmm—, dijo Avery cuando se separaron. Miró el vaso
casi vacío en la barra antes de encontrar la mirada de Jonah. —
¿Cuántos te has tomado?
—Sólo dos
—Separados por dos litros de refresco dietético—, se burló
Willie, extendiendo la mano a Avery y presentándose.
—Encantado de conocerte, Willie—, dijo Avery antes de
volverse hacia Jonah. — ¿Listo?— Ambos sabían que estaba
hablando de algo más que de dejar el bar.
Jonah se bebió el último trago y se levantó del taburete. —Así
que listo—. A Willie le dijo: —Estaré en contacto.
—Que pases una buena noche—, dijo Willie.
La lluvia caía con fuerza cuando salieron, así que se
empaparon durante la loca carrera hacia el coche de Avery.
—Creo que soy demasiado grande para este espacio tan
estrecho—, dijo Jonah, empujando el asiento hacia atrás hasta donde
podía llegar.
Avery resopló. —Donde hay voluntad, hay un camino.
La tensión era densa en el interior del coche y, al igual que la
polla de Jonah, se hacía más densa a medida que Avery conducía
hacia la casa de él. La lluvia los golpeaba y los relámpagos cruzaban
el cielo. Lo único más ruidoso que el corazón de Jonah era el trueno,
y lo único que giraba más rápido que su cerebro eran los neumáticos
de Avery.
¿Qué estaban haciendo? No habría vuelta atrás una vez que
cruzaran la línea. Por mucho que quisiera a Avery en su cama, no
quería arriesgarse...
Jonah estuvo a punto de saltar cuando Avery le apretó el
muslo. Había estado tan absorto en sus pensamientos que no había
visto que Avery lo alcanzaba.
~ 147 ~
—No voy a morder... demasiado fuerte—, dijo Avery. Acarició

con su dedo la entrepierna de los vaqueros de Jonah, deteniéndose
justo antes de su entrepierna. —Deja de pensar tanto.
Jonah ansiaba sentir la mano de Avery en su polla, pero su
cerebro aún no había cedido el control total a su libido. —Avery—,
dijo, su voz sonaba áspera, —quiero llevarte a una cita.
—Vamos a tener una cita el viernes. ¿Recuerdas?— preguntó
Avery, deslizando su dedo más lejos de donde Jonah quería en lugar
de acercarlo.
—Mmmhmmm—, logró Jonah mientras se retorcía en su
asiento. —Me refería a antes de que nosotros, um...
— ¿Follar?— preguntó Avery, acariciando de nuevo la
entrepierna de Jonah. Esta vez, el borde del dedo meñique de Avery
rozó la erección de Jonah. Avery exhaló con fuerza, mientras todo el
aire salía de los pulmones de Jonah.
—Eh, sí—, resopló Jonah. —Para conocernos y eso.
—Oh, pienso conocerte muy bien esta noche—. Avery le apretó
la polla, y Jonah inclinó sus caderas, empujando más fuerte contra el
contacto. —Necesito saber qué te vuelve loco.
—Eres tú—, admitió Jonah. —Eres mi perdición.
Avery suspiró mientras un escalofrío lo recorría. —Este clima
es la banda sonora perfecta para nosotros. La tensión sexual ha
estado creciendo como una tormenta durante mucho tiempo. Has
sido un presumido y te has enfurruñado y engreído, y ahora voy a
golpearte... a ti—. Avery acarició la rígida longitud de Jonah a través
de sus vaqueros, apretando con la cantidad perfecta de presión y
haciendo que los ojos de Jonah se pusieran en blanco. —La cena y la
película suenan muy divertidas, y estoy deseando que llegue, pero ya
he tenido suficientes juegos previos los últimos ocho meses—. Avery
soltó la polla de Jonah y volvió a poner la mano en el volante.
Maldita burla. Quería volver a agarrar esa mano y rechinar contra
ella.
—Creo que nuestra idea de los juegos previos es muy
diferente—, dijo Jonah.
~ 148 ~
Avery negó con la cabeza. —Los cafés derramados, las

discusiones insignificantes y la forma en que te enfurruñabas en la
oficina nos han llevado a este punto.
La audacia y el descaro de Avery atrajeron a Jonah tanto como
el cuerpo delgado, el corazón amable y la mente brillante del
hombre. Jonah había pasado gran parte de su vida ocultando y
fingiendo. Había ocultado su sexualidad a su familia, a sus amigos y
al ejército. Había fingido ser un soldado en la guerra, pero su
vacilación a la hora de apretar el gatillo en un momento crítico
resultó en una pérdida inconmensurable. Algunas personas veían a
Jonah como un bicho raro con cicatrices, otras lo consideraban un
friki de la informática y otras lo calificaban erróneamente de héroe.
Avery no. Él sólo vio a un hombre.
Jonah sentía que estaba en la cúspide de algo realmente
especial. Sólo tenía que ser lo suficientemente valiente para
alcanzarlo. ¿Lo era?
— ¿Confías en mi juicio?— preguntó Avery mientras entraba
en la casa de Jonah y aparcaba. Tras apagar el coche, Avery se quitó
el cinturón de seguridad y giró su cuerpo hacia Jonah.
Jonah tragó con fuerza. —Sí.
—Entonces deja de intentar convencerte de lo contrario—, dijo
Avery con fiereza mientras se arrastraba por la consola y se colocaba
a horcajadas sobre el regazo de Jonah. Avery retiró el cinturón de
seguridad de Jonah y atacó su boca con besos hambrientos.
Jonah agarró el culo de Avery y lo abrazó con fuerza,
profundizando el beso hasta que ambos jadearon y se quedaron sin
aliento. Avery empezó a mover las caderas, haciendo chocar sus
ingles. —No quiero correrme en los pantalones.
Avery sonrió con malicia. —Un día de estos, sí quiero volverte
así de loco, pero no en nuestra primera vez juntos.
—La primera vez, ¿eh?
Avery presionó sus labios contra los de Jonah para un rápido
beso. —No pienses ni por dos segundos que vamos a volver a las
andadas. Vas a admitir lo mucho que te gusto, y yo voy a hacer que
te des cuenta de lo mucho que quieres hacer lo del novio conmigo.
Jonah sonrió al audaz hombre en su regazo. — ¿Es así?
~ 149 ~
—Sí. — Se movió para quitarse de encima a Jonah, pero el

hombretón se limitó a apretar el culo de Avery y a empujar la puerta
del coche. —Rodea mis piernas—, dijo Jonah mientras se levantaba
con Avery en brazos.
—Mmmmm. He estado esperando a oírte decir esas palabras—,
ronroneó Avery mientras obedecía.
Tener los brazos y las piernas de Avery entrelazados alrededor
de él se sentía tan bien que Jonah casi se tropieza.
—Vaya, grandullón—, dijo Avery, apretándose descaradamente
contra la tensa erección de Jonah.
Jonah se detuvo al llegar al porche delantero, colocando a
Avery en la barandilla y deleitando su boca. La lluvia seguía
azotándolos, pero se sentía bien contra la piel acalorada de Jonah.
Los relámpagos seguían surcando el cielo, centelleando contra la
carne blanca de Avery como una luz estroboscópica.
—La puerta principal está a unos metros detrás de ti—, dijo
Avery, jadeando contra los labios de Jonah. —A no ser que pienses
follarme aquí fuera, en el porche—. Se agachó y agarró la barandilla,
dándole una buena sacudida. —Parece lo suficientemente estable.
—Inicialmente sólo planeaba dejarte en el suelo el tiempo
suficiente para sacar las llaves de mi casa del bolsillo.
—Oh—, dijo Avery con entusiasmo. —Deja que te ayude—.
Metió la mano en el bolsillo izquierdo, que era la dirección hacia la
que se inclinaba la erección de Jonah. Las llaves de Jonah no
estaban allí, pero Avery ya lo sabía y continuó burlándose de su polla
a través de la fina tela. La boca de su torturador se abrió, dejando
escapar un suave jadeo. El ruido era precisamente el que Jonah
imaginaba que haría Avery cuando deslizara su polla dentro de él. —
No llevas ropa interior.
—Deja de burlarte de mí y recupera mis llaves del otro bolsillo
para que puedas averiguarlo.
Avery le ignoró y apretó a lo largo de su polla. —Sé muy bien
que no la dejas libre cuando llevas pantalones de vestir al trabajo. Te
he mirado el culo lo suficiente como para ver el contorno de tus
calzoncillos. ¿Sólo vas en plan comando cuando llevas vaqueros?
~ 150 ~
Jonah agarró sus llaves antes de levantar a Avery en sus brazos

una vez más. El cuerpo ágil se sentía tan jodidamente bien contra el
suyo, incluso mejor de lo que había imaginado en sus fantasías más
cachondas. Avery le chupó y mordisqueó el cuello mientras Jonah
abría el cerrojo y entraba en su casa. Tanteó las llaves y las dejó caer
al suelo cuando Avery le mordió el lóbulo de la oreja. Jonah gruñó
mientras su polla palpitaba aún más fuerte.
—Oh, lo siento—, dijo Avery. — ¿Demasiado duro?
—No—, dijo Jonah. Cuando se movió para besar a Avery, el
hombre se retorció de sus brazos. Jonah se sintió
momentáneamente confundido hasta que Avery se puso de rodillas.
Mirando a lo largo del cuerpo de Jonah, Avery dijo: —Lo
menos que podría hacer es recogerlos por ti ya que te hice soltarlos—
. Avery no hizo ningún movimiento para recoger las llaves olvidadas;
en su lugar, agarró el cinturón de Jonah.
Jonah pasó el pulgar por los labios afelpados que pronto
envolverían su polla. Avery mordió el pulgar y luego lo lamió. La
visión de la lengua rosada de Avery girando alrededor de la punta de
su dedo amenazó con hacer que las rodillas de Jonah se doblaran. —
Deberíamos llevar esto a mi habitación.
Avery negó con la cabeza mientras desabrochaba el cinturón
de Jonah. —Demasiado lejos.
Acariciando la cara de Avery, Jonah dijo. —Ni siquiera sabes
dónde está mi habitación.
Avery abrió el primer botón. —No importa—. Luego el segundo
botón. —Todo lo que esté más allá de este lugar está demasiado
lejos—. Se inclinó hacia delante y besó la carne desnuda que dejaba
al descubierto mientras se aflojaba un tercer botón. —Te quiero
aquí—. La polla de Jonah saltó hacia adelante una vez que el cuarto
botón fue liberado. —Ahora mismo—. El aliento caliente de Avery
pasó por encima de la polla de Jonah cuando soltó el último botón.
Luego tiró del vaquero hasta la mitad del muslo.
—Kendall podría venir a casa y...— La última palabra murió en
su garganta cuando Avery extendió su lengua para rastrear la cabeza
enrojecida. Envolviendo la corona con sus labios, Avery pasó la
lengua por debajo de la sensible parte inferior. —Aquí está bien—,
gimió Jonah, mirando fijamente los ojos marrones de color avellana
~ 151 ~
que siempre habían visto a través de él. Recorrió los labios estirados
de Avery mientras rezaba por no hacer el ridículo y correrse en
treinta segundos.
Avery agarró la base de la polla de Jonah y bajó más la boca
por el tronco hasta que la ancha cabeza rozó el fondo de la garganta
de Avery, haciéndole dar unas pequeñas arcadas. Los ojos de Avery
se abrieron de par en par y empezaron a humedecerse. Jonah
empezó a salir de su boca hasta que Avery rozó ligeramente con sus
dientes inferiores la parte inferior de su erección. Entonces Avery
tragó más de su polla.
—Mierda. Oh, mierda—, dijo Jonah, deslizando sus dedos en el
sedoso pelo de Avery. —Se siente tan bien, pero ten cuidado—.
Necesitó todo su control para no empujar los mechones y follar la
cara de Avery.
Avery mantuvo el contacto visual con Jonah mientras
tarareaba felizmente, enviando pequeñas vibraciones a lo largo de su
eje como si fueran corrientes eléctricas para hacer zapping en sus
pelotas. Sí, no iba a durar mucho si no ponía fin a esto.
Jonah no era el tipo de persona que alababa su fuerza sobre
otras personas, pero hacía excepciones cuando era esencial.
Arrastrar al pequeño descarado a su cama parecía muy necesario, así
que enganchó los brazos bajo las axilas de Avery y tiró de él para que
se pusiera en pie. Avery estaba tan aturdido que Jonah lo había
levantado sobre su hombro para cuando se dio cuenta de lo que
estaba pasando.
—Quédate quieto—, dijo Jonah, dando una palmada en el culo
de Avery cuando empezó a retorcerse. Avery gruñó, pero se
tranquilizó de inmediato. Jonah se subió los pantalones para que no
se tropezara al subir las escaleras hacia su dormitorio. —Espera.
Jonah hizo el viaje a su habitación en un tiempo récord. Sus
largas piernas le daban una considerable ventaja, permitiéndole
subir los escalones de dos en dos. No dejó a Avery en el suelo hasta
que cerró la puerta con llave.
Jonah cruzó la habitación para dejar a Avery en su cama. No
fue suave, pero el brillo en los ojos de Avery decía que le gustaba
mucho.
~ 152 ~
— ¿Quieres esto?— Preguntó Jonah, apretando con el puño su

erección, que sobresalía del hueco de sus vaqueros.
Avery gimió y se lamió el labio inferior. —Sabes que sí.
Jonah se quitó los zapatos y se bajó los vaqueros por las
piernas, quitándoselos junto con los calcetines. Luego se levantó la
camisa por encima de la cabeza y la tiró al montón de ropa que había
en el suelo. —Compórtate y deja que me tome mi tiempo.
Avery se incorporó y buscó su camisa, pero Jonah se acercó a
la cama y rodeó la muñeca de Avery con su mano.
—Déjame—. Jonah se mordió una risa cuando Avery se echó
hacia atrás con un adorable mohín en los labios. Jonah le quitó los
zapatos y los calcetines a Avery, frotando los pulgares por los arcos
de sus pies. —Me gustas, Avery. Mucho—, dijo Jonah con voz ronca.
Avery aspiró con fuerza. —Jonah.
—Mmmmmm. Ahí está ese sonido otra vez—, dijo Jonah,
masajeando las pantorrillas de Avery, la parte posterior de sus
rodillas y sus muslos a través de sus vaqueros mientras se acercaba a
su cintura. — ¿Vas a jadear tan bonito cuando deslice mi polla
dentro de ti?
—Probablemente me avergonzaré y lloraré porque te he
deseado durante mucho tiempo.
—Ya somos dos.
Jonah viró hacia el centro y apretó la erección de Avery a
través de su ropa, haciendo que el hombre se retorciera y gimiera.
Desabrochó sus vaqueros y bajó la cremallera, dejando al
descubierto la ropa interior azul claro. Al notar el círculo húmedo de
presemen, Jonah se inclinó hacia adelante, presionando su nariz
contra el punto y respirándolo profundamente. El cielo.
Avery se agitó bajo él y gritó su nombre desesperadamente.
Jonah se levantó y cruzó las miradas con Avery, que levantó las
caderas para facilitar que Jonah le quitara los vaqueros y la ropa
interior. Avery deslizó sus manos en el pelo de Jonah cuando éste se
cernió sobre la polla desnuda de Avery durante demasiado tiempo.
Jonah sabía lo que Avery ansiaba. Él también lo deseaba.
~ 153 ~
Jonah apretó la base de la polla de Avery y lo llevó al fondo de

su garganta.
— ¡Oh, carajo!— gritó Avery, levantando las caderas y
metiendo la polla más profundamente en la boca de Jonah.
Alcanzando entre las piernas abiertas de Avery, Jonah ahuecó y
masajeó sus suaves bolas mientras trabajaba su boca hacia arriba y
abajo de la polla de Avery. —Será mejor que pares—, dijo Avery, con
la voz temblorosa. —Realmente quiero disparar en tu garganta, pero
todavía no.
Jonah se rio y soltó la polla de Avery. Empujando la camiseta
de Avery hacia arriba, Jonah besó cada centímetro de piel suave y
pálida que dejaba al descubierto, deteniéndose en esa peca de color
canela que había cerca del ombligo de Avery. Jonah prestó mucha
atención a los duros pezones de Avery, lamiendo, chupando y
tirando de ellos con los dientes.
—Empujame a la cama. Quiero tu peso sobre mí—, gimió
Avery.
Jonah levantó la cabeza y miró fijamente a los ojos de Avery.
Mentiría si no estuviera preocupado por las diferencias de sus
tamaños. Y no sólo por el peso de Jonah. Como si Avery le hubiera
leído la mente, una sonrisa socarrona se extendió lentamente por su
rostro. Oh-oh.
—He estado practicando—, susurró Avery.
¿Practicando? ¿Qué demonios implicaba eso? Frunció el ceño
ante la idea de que Avery se follara a otros hombres, lo cual era
ridículo ya que no era el Boy Scout que todos decían que era.
Avery le dio una palmada en el bíceps. —No es ese tipo de
práctica, idiota. Más bien entrenamiento.
—No estoy seguro de que me guste más ese verbo—, admitió
Jonah.
Avery resopló y levantó las piernas hacia su pecho. Jonah
sonrió cuando comprendió lo que Avery había querido decir. Agarró
las firmes nalgas de Avery y las separó más antes de agarrar la base
del tapón anal y girar.
Los ojos de Avery se abrieron de par en par y se quedó con la
boca abierta. ¿Le gustó eso? Jonah volvió a empujar el juguete,
~ 154 ~
sabiendo que clavaba la glándula de Avery. Avery gimió y se aferró a

los bíceps de Jonah. —Te necesito. Ahora.
Avery sonaba como si estuviera a segundos de eyacular sobre sí
mismo, y a Jonah le gustó... mucho. Con la camisa revuelta y
olvidada, el pelo revuelto, los labios hinchados y las pupilas
dilatadas, Avery tenía el aspecto de un diablillo desvergonzado.
Mierda, si eso no hizo saltar todas las alarmas a Jonah.
—Estabas muy seguro de ti mismo—, dijo Jonah, pasando el
dedo por la carne fruncida que se estiraba para acomodar la
intrusión.
El cuerpo de Avery se tensó y su espalda se inclinó sobre la
cama. —En realidad no—, jadeó. —Quiero decir, me imaginé que este
fin de semana era una apuesta segura, así que empecé mi
entrenamiento esta noche cuando llegué a casa del trabajo.
Jonah cerró los ojos, gimiendo mientras imaginaba lo sexy que
se había visto Avery mientras se lubricaba e introducía el tapón
dentro de su culo. ¿Hizo el sexy jadeo? ¿Pensaba Avery en Jonah y se
excitaba? Volvió a empujar la base y el aliento de Avery siseó entre
sus labios.
—Iba a pasar a uno más grande mañana, a uno aún más grande
al día siguiente, y así sucesivamente para prepararme para el
viernes. No soy virgen, pero estaba bastante seguro de que tienes
una polla de caballo, así que...
Jonah bajó la cabeza y lamió el presemen que goteaba sobre el
abdomen de Avery al mismo tiempo que volvía a retorcer el tapón.
Avery apretó ambas manos en el pelo de Jonah. —Fóllame,
maldita sea.
—No sé—, se burló Jonah. —Si acabas de empezar a estirar…
—Puse la más grande después de que me llamaras. Yo. Estoy.
Listo. Agarra el lubricante, los condones y…
Jonah cortó su diatriba mandona cuando se metió la polla de
Avery en la boca, tragándosela hasta la raíz. Avery apretó sus muslos
contra la cabeza de Jonah, levantando sus caderas y follando la cara
de Jonah. Colocó su mano en el abdomen de Avery para mantenerlo
quieto, y luego movió la cabeza hacia arriba y hacia abajo sobre su
~ 155 ~
polla. La cabeza de Avery se agitó de un lado a otro y sus dedos se

apretaron en el pelo de Jonah.
Jonah aprovechó su distracción para quitar el tapón del
orificio de Avery antes de dejar que su polla se deslizara fuera de su
boca. — ¿Quieres eso?— dijo Jonah, observando cómo se flexionaba
la entrada de Avery. —Está suplicando que la llene.
—Te lo dije.
En lugar de recuperar el lubricante y un condón, Jonah levantó
el culo de Avery en el aire, metió su cara entre las nalgas y se dio un
festín. Avery gritó en el momento en que la lengua de Jonah recorrió
el borde de su raja y continuó gimiendo más y más a medida que
Jonah lo acercaba más y más al precipicio. Sabía cuándo Avery había
llegado a su límite porque sus palabras eran incoherentes.
Jonah soltó las piernas de Avery y sacó la protección y el
lubricante de la mesita de noche. — ¿Estás seguro? No podemos
deshacer esto, y podría complicarnos las cosas en el trabajo.
— ¿Me preguntas eso después de haberme follado con la
lengua?— Preguntó Avery, recuperando su capacidad de hablar.
—Lo digo en serio.
Avery resopló. —Bien. Lo retiro. Ahora fóllame.
Jonah abrió el envoltorio del condón y se lo puso antes de
untarle lubricante en su longitud. Volviendo su atención al agujero
de Avery, Jonah lo estiró y lo preparó aún más. Una vez que estuvo
convencido de que Avery estaba listo, Jonah se subió a la cama y se
acostó de espaldas en lugar de colocarse entre los muslos separados
de Avery.
Rodando hacia su lado, Avery lo miró con odio.
— ¿Quieres que te inmovilice en la cama y te folle?— preguntó
Jonah, metiendo las manos bajo la cabeza.
—Fui bastante claro al respecto.
Jonah le sonrió. —Demuestra que puedes conmigo.
El brillo de la picardía se hizo más intenso cuando Avery se
arrastró hacia él. —Te vas a arrepentir de haberme puesto a cargo.
~ 156 ~
—Has dicho lo mismo al menos una vez a la semana desde que

te convertiste en mi interno—, bromeó Jonah.
Avery recorrió con la mirada el cuerpo estirado de Jonah. —
Entonces, ¿qué? ¿Vas a quedarte ahí tumbado y hacer que yo haga
todo el trabajo?
Jonah tenía ganas de besar su boca inteligente. —Sólo esta vez.
—Más bien todos los días en el trabajo—, replicó Avery,
soltando un suspiro como si estuviera realmente agotado. —Si es
necesario—. Avery se puso a horcajadas sobre los muslos de Jonah y
metió la mano entre sus piernas. —Me encantan tus pelotas
peludas—, dijo, masajeando los huevos de Jonah con una mano. —Y
esto también—, añadió, tirando del recortado vello púbico de Jonah
con la otra.
—Va con mi culo peludo—, dijo Jonah, ahuecando la cara de
Avery. —Me encantan todas las formas en que eres diferente a mí.
Suave donde yo soy rudo y suave donde soy peludo. Móntame.
Avery se colocó en posición y alineó la polla de Jonah con su
entrada.
—Bien y despacio—, advirtió Jonah.
Avery bajó sobre los primeros centímetros, soltando un
gemido que arañaba el control de Jonah. Apoyando sus manos en los
pectorales de Jonah, Avery movió sus caderas hasta que enterró la
polla de Jonah hasta la empuñadura dentro de él. —Me siento tan
lleno.
Jonah mantenía las manos entrelazadas bajo su cabeza, pero
realmente quería aferrarse a las caderas de Avery mientras se follaba
a sí mismo sobre la erección de Jonah. Avery sonrió perversamente,
percibiendo la lucha de Jonah y deleitándose en ella.
—Mira esos bíceps en tensión—, murmuró Avery. —Tienes
muchas ganas de tocarme.
—Te estoy tocando—, replicó Jonah. —De la forma más íntima
posible.
—Mmmhmm—, dijo Avery, moviendo lentamente sus caderas.
—También me gusta el pelo de tu pecho. No es demasiado grueso,
pero es la cantidad perfecta para pasar mis dedos o agarrarme a el
~ 157 ~
cuando me estoy jodiendo—. Avery lo demostró metiendo una mano

en el pelo del pecho de Jonah y tirando de él mientras movía sus
caderas más rápido. —Me dan ganas de acariciarte.
—Acariciarme—, dijo Jonah.
Nunca había pensado mucho en el vello de su pecho. Sabía que
muchos hombres se lo afeitaban, y tal vez él también lo haría si
tuviera el pelo como una piel de animal. Jonah se sintió muy
agradecido de haber dejado el suyo en paz cuando Avery empezó a
ronronear en el fondo de su garganta mientras pasaba una mano por
el pecho de Jonah.
Jonah reprimió las ganas de poner a Avery de espaldas y
machacar su dulce trasero. —Estoy a tu merced—, le recordó a
Avery.
Avery se rio, y sus fluidas caderas abandonaron
momentáneamente su ritmo hipnótico. —Ambos sabemos que eres
mucho más fuerte y que podrías hacerme lo que quisiera.
—Soy más grande y más fuerte, y podría hacerte daño, pero no
lo haré. Nunca. Cuando me creas, te inmovilizaré en la cama bajo mi
peso y te follaré.
Avery gimió, moviendo sus caderas más rápido. —Así que esto
es un ejercicio de creación de confianza.
Jonah sonrió. —Me tomo muy en serio mi papel de mentor.
—Mmmm, — Avery estuvo de acuerdo, soltando su agarre de
Jonah para pasar sus manos por su propio pecho suave mientras
montaba cada pulgada de la polla palpitante de Jonah. —Y yo que
pensaba que era una prueba de voluntades—. La respiración de
Avery se agitaba cada vez que la polla de Jonah empujaba su
glándula. —No quieres perder el control, pero yo lo deseo tanto.
Casi fue la perdición de Jonah, pero se limitó a apretar más las
manos.
Avery se lamió los labios hinchados. —Tan cerca.
— ¿Te refieres a que mi control se rompa o a tu orgasmo?—
preguntó Jonah, con la voz ronca y cruda.
—Ambas cosas—, dijo Avery, con la voz más aguda a medida
que se acercaba al clímax. Jonah esperaba que Avery buscara su
~ 158 ~
polla y empezara a masturbarse, pero se agarró de nuevo a los

pectorales de Jonah. Avery cabalgó a Jonah más rápido y con más
fuerza, con su culo apretado rebotando contra los muslos tensos de
Jonah, hasta que gritó y salpicó de semen el abdomen y el pecho de
Jonah.
—Yo gano—, dijo Avery, sonriendo triunfalmente a Jonah
mientras el sudor resbalaba por su cuerpo. Pasó un dedo por el
desastre que había hecho.
El tenue control de Jonah se rompió. Adelantó una mano y
agarró la muñeca de Avery, llevándose el dedo chorreante a los
labios. Succionó el dedo en su boca, saboreando la esencia salada de
Avery. Cuando terminó, Jonah soltó a Avery. —Has terminado
primero, pero no has ganado—, dijo Jonah.
En el siguiente latido, agarró las caderas de Avery y lo hizo
rodar hacia su espalda, inmovilizando al hombre más pequeño
debajo de él. Jonah les dio a los dos lo que querían, moviendo las
caderas hacia delante con la suficiente fuerza como para que los ojos
de Avery se pusieran en blanco. —Los dos somos ganadores.
— ¡Sí!— gritó Avery.
Se folló a Avery sin descanso, reduciendo a su amante a un lío
de temblores, gemidos y quejidos. Jonah gruño victorioso mientras
se corría, bombeando el condón a tope. Cuando terminó, se movió
para quitarse de encima a Avery, pero éste apretó los brazos y las
piernas alrededor de Jonah, manteniéndolo en su sitio. Ambos
sabían que Jonah podía romper el agarre, al igual que sabían que no
lo haría.
Avery metió las manos en el pelo sudoroso de Jonah y tiró de
él para darle un largo beso. Cuando se separaron varios minutos
después, Jonah se desprendió de Avery y se acostó a su lado.
—Ahora viene la parte favorita de mi fantasía—, dijo Avery. El
cerebro de Jonah estaba demasiado excitado como para adivinar,
pero por suerte, Avery se apiadó de él. —Abrazos después del sexo—.
Jonah levantó el brazo y Avery se arrimó a su costado, apoyando la
cabeza en el pecho de Jonah. Hizo unos pequeños ruidos de
ronroneo que hicieron sonreír a Jonah. —Dios, acurrucarse contigo
es aún mejor de lo que imaginaba. Si esto es un sueño, no quiero que
nadie me despierte.
~ 159 ~
— ¿Significa esto que yo también te gusto?— preguntó Jonah.

Avery levantó la cabeza y miró a los ojos de Jonah. Esperaba
una respuesta descarada o sarcástica, pero la ternura en la mirada de
Avery le robó el aliento. —Más de lo que estás preparado para
escuchar.
Jonah abrió la boca para decir algo, lo que fuera, pero no salió
ninguna palabra de sus labios. Así que volvió a besar a Avery,
esperando que pudiera sentir lo mucho que su confesión complacía a
Jonah.
Una vez que se separaron para recuperar el aliento, Avery
sonrió pícaramente y dijo: —Ahora quiero vivir la segunda parte
favorita de mi fantasía—. Jonah enarcó una ceja. —Ducharse juntos.
Quiero pasar las manos enjabonadas por todo tu cuerpo. Espero que
tengas un buen calentador de agua.
Jonah cruzó mentalmente los dedos para que el
electrodoméstico tuviera una última vuelta.
—Supongo que lo averiguaremos.
~ 160 ~
A la mañana siguiente, el timbre de su teléfono móvil despertó

a Jonah del sueño más profundo que había tenido en años. Miró la
hora y se dio cuenta de que sólo eran las siete de la mañana. ¿Por
qué demonios le llamaba Felix tan temprano?
— ¿Hola?—, dijo bruscamente.
—Estate listo a las ocho.
El gruñido subsiguiente molestó a Avery, que Jonah descubrió
que dormía como un muerto. El teléfono no lo había despertado,
pero el sonido del mal estar de Jonah lo hizo removerse. Jonah pasó
una mano por la columna vertebral de Avery para tranquilizarlo y
que volviera a dormir, pero su toque tuvo el efecto contrario. En un
momento, Avery estaba profundamente dormido, y al siguiente, se
escurría bajo las sábanas. Los ojos de Jonah se pusieron en blanco
cuando sintió la primera presión de la lengua de Avery en la base de
su pene semierecto.
— ¿Qué fue ese ruido?— preguntó Felix.
— ¿Ruido?— Preguntó sin aliento. —No he oído nada—. Avery
soltó una risita bajo las sábanas. — ¿A dónde vamos?
—Por Dios—, gruñó Felix. — ¿No sabes que es mejor no
contestar el teléfono durante el sexo? Estaré allí a las ocho y media.
Prepárate—. Felix colgó antes de que Jonah pudiera responder.
Avery le chupó una de las pelotas a Jonah, y perdió la capacidad de
hacer cualquier cosa que no fuera gemir el nombre de Avery.
Por desgracia, ocurrió al mismo tiempo que Kendall irrumpía
por la puerta de su habitación, gritando el nombre de Jonah. Estaba
empapado, con una toalla enrollada desordenadamente alrededor de
la cintura y el pelo enjabonado sobresaliendo en todas direcciones.
Debajo de la sábana, Avery se quedó quieto un segundo antes de
hacerle cosquillas a Jonah con la punta de la lengua.
~ 161 ~
—Cierra la puerta y vete—, gruñó Jonah a Kendall. Agarró la

almohada sobre la que había dormido Avery y la lanzó contra su
amigo.
Kendall se agachó para esquivarla pero no dio un paso más en
la habitación. —Vaya. Tienes compañía.
—No tienes que sonar tan sorprendido—, gruñó Jonah.
—Perdóname—, dijo Kendall. —Es que has vivido como un
monje durante mucho tiempo.
—No me va el voyeurismo, K. Vete—, repitió Jonah.
—Oh, por el amor de Dios—, dijo Kendall, poniendo los ojos en
blanco. —No he venido aquí para mirar o participar.
—Entonces vete—, dijo Jonah, con la voz tensa mientras Avery
le chupaba la entrepierna.
—El calentador de agua se cagó en medio de mi ducha. Debo
insistir en que lo arregles de inmediato.
—Claro que sí. Ahora lárgate de aquí—, dijo secamente.
Kendall movió las cejas y luego cerró la puerta lo
suficientemente fuerte como para hacer reír a Avery. Jonah metió la
mano por debajo de las sábanas y tiró de Avery hasta que se
desperezó sobre el pecho de él.
Jonah acarició con la nariz el punto sensible que había debajo
de la oreja de Avery. —Buenos días.
—Todavía no, no lo es—, dijo Avery. —Estaba intentando que
lo fuera.
Jonah apartó un mechón de pelo de la frente de Avery y se fijó
en su aspecto desaliñado y sus suaves ojos. —Es perfecto.
—Tenía grandes planes para que fuera desordenado—,
contraatacó Avery. —Tal vez tengamos que dejarlos a un lado ya que
no podrás ducharte, y parece que hay un lugar al que tienes que ir
pronto.
—Tengo noventa minutos antes de que Felix me recoja para
llevarme Dios sabe dónde. Estoy dispuesto a ser creativo si tú lo
eres—, dijo Jonah, levantando la cabeza y besando los labios más
suaves que había conocido.
~ 162 ~
— ¿Qué tenías pensado?— preguntó Avery entre beso y beso.

Hizo rodar a Avery sobre su costado con un gruñido juguetón.
Jonah se colocó de nuevo de forma que su cabeza quedara orientada
hacia el extremo opuesto de la cama. Preferiría tener a Avery a
horcajadas sobre su cara en posición de sesenta y nueve, pero esto le
permitía a Avery tener más control.
A Jonah le hubiera gustado alargar el placer e incluir más
juegos preliminares, pero las cosas seguían siendo tan malditamente
nuevas y emocionantes. Se derramaron mutuamente sin mucho
esfuerzo ni fanfarria, pero ninguno de los dos se quejó mientras
yacían jadeantes en la cama.
—Ojalá pudiera quedarme más tiempo—, dijo Avery,
apretando un beso contra el pecho de Jonah. —Hay tanto de ti que
aún no he explorado, pero tengo que llegar a casa y prepararme para
el trabajo.
Jonah lo abrazó más fuerte. —No te quites mi olor de encima
todavía—. Le gustaba saber que Avery iría a trabajar oliendo a su
jabón y champú.
—No lo tenía previsto—, dijo Avery, sonriéndole.
Jonah le dio unas palmaditas en el culo y se levantó de la
cama. —Iré a buscar tus cosas a la planta baja—. Habían lavado su
ropa mojada después de la ducha y la habían metido en la secadora
antes de irse a la cama.
— ¿Así?— preguntó Avery, señalando el cuerpo desnudo de
Jonah.
Jonah sonrió tímidamente mientras sacaba unos pantalones
cortos de baloncesto de un cajón y se los ponía. — ¿Mejor?—,
preguntó.
Con los ojos clavados en la entrepierna de Jonah, Avery dijo: —
Apenas, pero lo acepto.
Jonah deseó poder prepararle a Avery una taza de té antes de
irse, pero no tenía ninguna a mano. Hizo una nota mental para
recoger un poco junto con las golosinas para perros preferidas de
Betty en la tienda. Avery odiaba el café con pasión, así que Jonah no
se molestó en ofrecerle una taza ni en prepararse una para él. Podía
~ 163 ~
esperar hasta que le diera a Avery una despedida adecuada que

incluyera mucha lengua y caricias.
Avery suspiró felizmente y se apoyó en la puerta del lado del
conductor de su coche. —Pensé que estarías enloqueciendo esta
mañana.
—Yo también—, admitió Jonah. —Puede que suceda más tarde.
Avery se rio. —Estaré preparado. Diviértete con Felix.
Llámame más tarde.
—Lo haré—, dijo Jonah suavemente, besándolo una vez más
antes de soltarlo. —Por cierto, tenías razón.
—La tengo muy a menudo—, respondió Avery con descaro. —
¿Te importaría dar más detalles?
—Me haces creer que lo del novio es una buena idea.
—Conmigo—, enmendó Avery. —No dejes de lado esa parte.
—Contigo.
—Es una idea jodidamente buena—, dijo Avery. —Ya verás.
Felix llegó a las ocho y veinte, y tampoco se presentó con las

manos vacías. Se había llevado rosquillas y dos cafés altos en
Hermes, un lugar emblemático de Savannah construido a finales del
siglo XVIII. La panadería estaba en el primer piso de la enorme
tienda de la esquina Queen Anne, y la familia Hermes vivía en la
zona residencial de arriba. En algún momento de la década de 1920,
la panadería Gottlieb se trasladó al edificio. La panadería pasó a
llamarse Hermes-Gottlieb, pero la mayoría de los vecinos seguían
llamándola simplemente Hermes. El majestuoso edificio había sido
renovado recientemente para preservar la historia y al mismo
tiempo adecuar la hermosa estructura al código actual. Los actuales
propietarios actualizaron su menú para atraer a una clientela más
~ 164 ~
amplia, pero nunca jodieron con las recetas originales que habían
hecho de los pasteles un nombre familiar.
—Espero que pongan suficiente mierda almibarada18 para
complacerte—, dijo Felix cuando Jonah subió a su coche. —Esto es
un brebaje de caramelo con sal marina.
Jonah tomó un sorbo y tarareó apreciativamente. —Es la
perfección.
—Me alegro de que te guste—, dijo Felix mientras salía en
reversa del camino de entrada de Jonah. —He escogido una variedad
de pasteles ya que no sabía qué tipo te gusta—. Tampoco sabría las
preferencias de café de Jonah si no tuviera la terrible costumbre de
beber café por la noche.
— ¿Has visto el café helado en su menú?— preguntó Jonah.
Felix acababa de dar un mordisco a un donut glaseado cubierto
de azúcar de canela, así que Jonah tuvo que confiar en el ceño
fruncido de su compañero como respuesta hasta que terminó de
masticar.
—Se supone que el café es caliente—, dijo Felix después de dar
un sorbo a su infusión.
Jonah se rio. — ¿Significa eso que el café helado está en el
menú y no lo apruebas?
—Significa que no me di cuenta de si el café helado estaba en
su menú porque no lo estaba buscando—, replicó Felix.
—Y yo que pensaba que los periodistas eran observadores y se
fijaban en todo lo que les rodeaba.
—Observo que estás lleno de orina y vinagre esta mañana. Me
recuerdas a Pul después de cagar.
—Eh, gracias, supongo.
Felix se rio y sacudió la cabeza. —No era un cumplido, imbécil.
Jonah se rio. — ¿Quién es Paul? ¿Tu último juguete?
18
Que es excesivamente dulce y suave.
~ 165 ~
— ¿Juguete?— Preguntó Felix, el desdén goteando de su

lengua.
—Tú eres el cachorro de puta de este trío—, respondió Jonah.
—Oh, hombre. Creo que nunca me recuperaré de un insulto
tan duro.
Jonah se rio. — ¿Quién es Paul?
—He dicho Pul no Paul. Es la abreviatura del premio Pulitzer
que voy a ganar algún día. Es un puto gato, aliento de pene.
Jonah efectivamente tenía aliento a pene, pero no lo dijo. —
¿Tienes un gato?
Felix se rio. —Nadie es dueño de un gato. El gato es tu dueño.
—Ah—, dijo Jonah. Había sido testigo de cómo Locke y Key
mimaban a su enorme gato Maine Coon llamado Bones. —Me cuesta
imaginarme a ti mimando a una mascota.
— ¿No soy capaz de sentir afecto? ¿Cómo llamas al donut que
te metiste en la boca de dos bocados?
—No he dicho que seas incapaz de sentir afecto—, rebatió
Jonah. —Es que me cuesta imaginarte usando una voz de bebé
cuando hablas con un gato.
—Pul me cortaría el cuello mientras duermo si alguna vez
hiciera una idiotez como esa. Tiene demasiada dignidad—. Felix
tomó otro sorbo de café. —No creas que toda esta charla sobre mi
gato va a distraerme de preguntar por tu invitado de la noche.
Supongo que no era Kendall a quien escuché en tu cama.
—Kendall y yo sólo somos amigos—, respondió Jonah. —Avery
y yo tenemos...— ¿Cómo lo decía? ¿Estaban saliendo oficialmente?
¿Cómo podían serlo si no habían tenido una cita?
—Avery te sacó la cabeza del culo—, suplió Felix por él.
—Con las dos manos—, dijo Jonah, sonriendo de oreja a oreja.
—Bien por ti—, dijo Felix. —Pareces un hombre diferente.
Jonah también se sentía diferente. No sólo había tocado el sol
y sobrevivido; Jonah llevaba el calor de Avery en su interior, y eso
~ 166 ~
calmaba los aullantes vientos del descontento. —Gracias—, dijo

Jonah simplemente. —Entonces, ¿a dónde vamos?
—Roswell—, respondió Felix.
— ¿Estamos investigando a los extraterrestres?— Jonah se
burló.
—Roswell, Georgia, no Roswell, Nuevo México. Es un suburbio
de Atlanta—. Así que al menos cuatro horas de viaje por la I-16.
— ¿Quién vive allí?
—Agnes Cahill, la viuda de Bo Cahill, su hijo, Darnell, y su hija,
Amelia, que se hace llamar Millie. Vieron mi artículo y se pusieron
en contacto conmigo a última hora de la tarde de ayer, antes de que
pudiera localizarlos. No te lo dije anoche porque estaba esperando a
que me confirmaran la hora de la entrevista por correo electrónico,
que no llegó hasta esta mañana.
Jonah chocó el puño que Felix tenía en alto. —Es una noticia
increíble. ¿Cómo parecían?
—Ansiosos por limpiar el nombre de Bo de este crimen, al
menos—, dijo Felix. — ¿Cómo les fue a ti y a Rocky ayer?
Jonah le puso al corriente. Felix compartió su entusiasmo por
las nuevas pistas a investigar. —El padre y el hermano de Earl
trabajaban para la empresa de hormigón responsable de verter los
cimientos, las entradas de los coches, los porches y los patios de la
subdivisión. Earl también trabajó brevemente para Locke-Tight. No
podemos atribuirlo a una coincidencia.
—Locke-Tight, ¿eh? ¿Alguna relación con Royce?— Felix
preguntó.
—Voy a llamarlo hoy y preguntar. Creo que tenemos que mirar
a los subcontratistas involucrados en el proyecto de subdivisión. No
podemos permitirnos el lujo de asumir que el lugar no tenía más
importancia para nuestro asesino que la comodidad y la privacidad
en las primeras horas de la mañana.
Felix asintió. —Estoy de acuerdo. ¿Aprendiste algo más
interesante?
—El novio de Earl le había regalado un collar de plata con un
colgante en forma de corazón. Su amigo dijo que Earl nunca se lo
~ 167 ~
quitó, pero no llevaba el collar en las fotos de la escena del crimen, y

tampoco fue recogido como prueba.
— ¿Crees que el asesino se lo llevó?— Preguntó Felix.
—Creo que es posible. O tal vez Earl y su novio tuvieron una
gran pelea y Earl lo devolvió. El collar me parece significativo.
—Cada nueva pista que descubrimos es importante. Vamos a
resolver este caso—, dijo Felix con entusiasmo.
Jonah esperaba como el demonio que su amigo tuviera razón.
Agnes Cahill se sentó regiamente, aunque con cierta rigidez, en

el comedor de su hijo y su nuera. Jonah comprendió la cautela que
había en sus ojos cuando se presentaron. Le estaba pidiendo a Agnes
que volviera a poner su vida al revés y que expusiera sus heridas y su
dolor a unos completos desconocidos. No era fácil para él, así que
seguro que no era un paseo por el parque para ella. Había
sobrevivido a una brutal agresión sólo para que le quitaran a su
marido. Trece años después, su nombre volvía a aparecer en los
periódicos cuando su marido confesó un crimen que no podía haber
cometido. Jonah había perdido a personas a las que quería mucho,
así que entendía perfectamente lo que le estaba pidiendo. No se lo
tomó a la ligera.
Darnell había llegado a casa para comer, y Millie se tomó el día
libre, sabiendo lo dura que sería la entrevista para su madre. La
mujer de Darnell, Trista, cirujana torácica, no estaba en casa, y sus
hijos estaban en el colegio, así que los cinco se sentaron en el
comedor. Al principio entablaron una pequeña charla, y se enteraron
de que Millie era profesora de primaria y Darnell era arquitecto.
Cuando Darnell y Trista decidieron formar una familia, Agnes se
mudó con ellos para ayudar a cuidar a los niños.
— ¿Y James?— preguntó Felix. Evidentemente, había hecho los
deberes antes de la entrevista.
~ 168 ~
—Jamie—, corrigió Agnes con una sonrisa. —Es el bebé y tiene

un toque de vagabundeo. Es músico de jazz y viaja por todo el
mundo. Tiene su hogar en Nueva Orleans cuando deja la trompeta
más de cinco minutos.
—También nos gustaría hablar con Jamie, si está dispuesto—,
dijo Jonah.
—Actualmente está de gira por Europa—, dijo Agnes. —Le
preguntaré si está dispuesto a hablar con ustedes por teléfono o en
una de esas videollamadas.
—Gracias. Se lo agradecemos mucho—, dijo Felix. —Ya tiene
mis datos de contacto, pero Jonah le dejará también una tarjeta de
visita—. Jonah sacó una de su cartera para que no se le olvidara
después.
Agnes la aceptó con una suave sonrisa. —Jamie sabe que
vamos a hablar contigo hoy, y no diré que lo desaprueba, pero duda
de volver a desenterrar el pasado.
—Lo entiendo perfectamente—, dijo Jonah. —Antes de
empezar, quiero disculparme. Esto no puede ser agradable para ti, y
no estaríamos aquí si pudiéramos limpiar el nombre de Bo sin
hablar con su familia. Queremos investigar agresivamente la muerte
de Earl, pero de una manera que cause el menor trauma para su
familia.
—Además, creo que su marido es un héroe—, dijo Felix.
Agnes buscó en el rostro de Felix antes de establecer contacto
visual con Jonah, que asintió. Sus vínculos con las armas y la
violencia eran demasiado complicados para expresarlos en pocas
palabras. Había apretado el gatillo más veces de las que quería
recordar, pero había fallado la única vez que más importaba.
Bo Cahill no había fallado; el sistema le había fallado a él.
—Gracias—, dijo suavemente.
—Jonah y yo estamos tratando de averiguar por qué Bo habría
confesado falsamente haber matado a un hombre—, dijo Felix.
Agnes se movió en su silla. Era sutil pero seguía ahí. —
Nosotros, por desgracia, no tenemos esas respuestas para usted.
Puede estar seguro de que exigí saber por qué Bo confesaría haber
~ 169 ~
matado a un hombre que probablemente ni siquiera conocía. Sólo

me dijo que sabía lo que estaba haciendo, y tuve que confiar en él.
No nos quedaba mucho tiempo, y no iba a gastarlo discutiendo con
él.
—Puede que tenga las respuestas que necesitamos y que
simplemente no sea consciente—, corrigió Felix. —Es nuestro trabajo
separar la verdad de la percepción.
—Me parece justo—, dijo Darnell, uniendo las manos con su
madre y su hermana. La tragedia destruía a una familia o la unía
más. La familia Cahill parecía caer en la última categoría.
—Hasta donde usted sabe, ¿conocía Bo al conde Ison?— Jonah
preguntó.
—No lo creo—, dijo Agnes, negando con la cabeza. —Bo nunca
me había mencionado el nombre del hombre.
— ¿Tenía Bo amigos en Savannah?— preguntó Felix.
—No—, dijo Agnes con énfasis.
—Seguro que tampoco era un idiota homófobo—, dijo Millie. —
Nuestro tío Mickey, su hermano, era gay. Papá lo adoraba.
—Ni siquiera puedo creer que la boca de mi padre formara esas
odiosas palabras—, dijo Darnell.
Jonah se pasó un dedo por la barbilla mientras pensaba en las
posibilidades. — ¿Podría tu tío haber sido amigo de Earl?
—Mickey sí tenía amigos en Savannah, pero ya había muerto
en un accidente de coche antes de que alguien asesinara a Earl
Ison—, dijo Agnes. —Bo quedó destrozado cuando murió Mickey.
— ¿Has conocido a alguno de los amigos de Mickey de
Savannah? ¿Hablaba de ellos? ¿Estaba metido en la escena drag?—
preguntó Felix.
Agnes inclinó la cabeza hacia un lado durante unos instantes.
—No creo que Mickey se vistiera de drag, pero no me sorprendería
que disfrutara viendo sus actuaciones. Estoy segura de que hablaba
de sus amigos, pero no recuerdo ningún nombre después de todos
estos años. Como he dicho, Mickey había fallecido antes de que todo
esto sucediera.
~ 170 ~
A Jonah le pareció un callejón sin salida, pero le preguntaría a

Marla por Mickey la próxima vez que hablaran. — ¿El apellido de
Mickey era también Cahill?
—No—, dijo Darnell. —Su apellido era Reeder.
—El padre de Bo falleció cuando él era pequeño. Su madre se
volvió a casar y más tarde dio a luz a Mickey—, explicó Agnes,
jugando con la cruz de oro que colgaba de una cadena en su cuello.
—Se me rompió el corazón cuando mi suegra murió al principio de
mi matrimonio, pero estoy muy agradecida de que no viviera para
ver lo que les pasó a sus hijos.
Charlaron durante unos treinta minutos más, con la esperanza
de encontrar nuevas pistas de la familia. Agnes recordó el nombre de
uno de los guardias de la prisión que trabajaba en la cárcel del
condado, Opie, y de uno que trabajaba en el centro estatal, Bird.
Felix levantó la vista de sus notas. — ¿Crees que Opie es un
apodo?
Agnes sonrió. —Era pelirrojo y tenía muchas pecas, así que
probablemente. Seguro que Bird también es un apodo porque se
parecía mucho al jugador de baloncesto de los Celtics.
—Sigue siendo beneficioso—, aseguró Felix a Agnes. —Si aún
viven, los encontraremos.
Tras concluir la entrevista, la familia de Bo acompañó a Jonah
y Felix hasta la puerta.
Darnell les estrechó la mano y dijo: —Aunque limpiar su
nombre no traerá a papá de vuelta, esto significa mucho para
nosotros.
—Haremos todo lo que podamos—, les aseguró Jonah. —Si
Jamie decide hablar con nosotros, por favor, hazle saber que la hora
del día no importa. Reorganizaré mi agenda como él lo necesite.
—Le transmitiré su mensaje—, dijo Agnes.
Ninguno de los dos hombres dijo nada hasta que se alejaron de
la casa de Darnell.
— ¿Crees que Agnes sabe por qué Bo confesó haber matado a
Earl?— Felix preguntó. —Podría estar protegiendo a alguien como lo
hizo Bo.
~ 171 ~
—Posiblemente—, dijo Jonah. — ¿Quién? ¿Jamie?

—Era muy joven en el momento en que su padre confesó haber
matado a Earl, pero tal vez tenía antecedentes juveniles. Veré qué
puedo encontrar.
Se detuvieron en un asador en las afueras de Macon. Habían
visto el cartel a lo largo de la autopista y decidieron que sonaba bien.
Por mucho que Jonah quisiera comer un grueso y jugoso filete, se
conformó con una enorme ensalada de pollo a la parrilla. A Felix no
le preocupaba su cintura ni su colesterol. Pidió un filete más grande
que su cabeza y unos aros de cebolla del tamaño del puño de Jonah.
—Puedes agarrar uno—, dijo Felix cuando pilló a Jonah
mirándolos y salivando. Jonah tomó dos. — ¿Qué es lo siguiente?
—Necesito que me dejes en Tire Discounters cuando volvamos
a la ciudad—, dijo.
—Me preguntaba dónde estaba tu coche—, dijo Felix, clavando
un bocado de filete.
—Un idiota me pinchó las ruedas cuando estaba en el Dive Bar
entrevistando a dos amigos de Earl.
— ¿Qué? ¿Por qué me lo dices ahora?— preguntó Felix.
Jonah se encogió de hombros. —No puedo demostrar que
tenga algo que ver con nuestra investigación.
—Vamos, friki de la informática. Seguro que estás muy
familiarizado con la probabilidad y la estadística.
—Mucho—, dijo Jonah, asintiendo. —Estoy de acuerdo en que
es improbable que las dos cosas no estén conectadas, pero no estoy
listo para empezar a señalar con el dedo todavía.
—Seremos más cautelosos en adelante.
—De acuerdo—, dijo Jonah. —Después de recoger mi coche,
necesito comprar un calentador de agua para reemplazar el mío.
Murió esta mañana—. Le contó a Felix lo de la irrupción de Kendall
en su dormitorio, y Felix se rio hasta que las lágrimas corrieron por
su cara.
—Si no tuvieras mala suerte, no tendrías ninguna.
Jonah asintió. —Es cierto.
~ 172 ~
Salieron del restaurante poco después. Cuando se acercaron a

Savannah, salió una promoción de las noticias de la noche. — ¿Quién
mató a Earl Ison?—, preguntó una voz conocida. —Eso es lo que voy
a averiguar. Sintoniza a las once y...
Felix gruñó y pulsó un botón de la radio para cambiar de
emisora. —Maldito Jude Arrow.
— ¿No eres fan de The Straight Shooter?— preguntó Jonah,
enderezándose en su asiento. Había empezado a adormecerse con la
barriga llena, pero la irritación de Felix lo animó.
—Es un imbécil mojigato—, gruñó. —Me gustaría darle una
buena vuelta a la flecha que tiene clavada en el culo.
—Vaya—, dijo Jonah. —Qué hostilidad. ¿Cómo lo conoces? No
lleva mucho tiempo en las noticias locales.
—Escuela de periodismo—, escupió Felix como si las palabras
le supieran fatal. —Después se fue a Atlanta y se convirtió en algo
importante. Si me importara lo más mínimo, averiguaría por qué
dejó Atlanta por un mercado mucho más pequeño.
Jonah miró a su amigo y observó la postura rígida de Felix, su
mandíbula firme y el agarre de nudillos blancos en el volante. Sí, no
le importaba ni lo más mínimo. Jonah lo dejó pasar porque no era
un imbécil molesto como Felix y Rocky.
Oh, a la mierda. Ser un imbécil era mucho más divertido. —O
podrías usar tus habilidades de reportero de investigación para
averiguar la información. Si te interesa, claro.
Felix soltó el volante con una mano para poder apartar a
Jonah. —Bésame el culo.
El culo de Felix definitivamente no era el que Jonah deseaba
besar.
~ 173 ~
Cuando Jonah recogió su coche y se dirigió a casa, ya eran más

de las seis. Había pasado el último tramo de su viaje de vuelta a
Savannah al teléfono buscando un plomero que pudiera sustituir su
calentador de agua. Todos los que llamaba estaban ocupados desde
hacía semanas, y ninguno ofrecía servicios de urgencia, lo que
resultaba extraño ya que podían cobrar el doble por su trabajo.
Derrotado, sucio y deseando poder ducharse, Jonah se puso un
par de pantalones limpios y una camiseta antes de llamar a Royce.
—Hola, grandullón—, dijo Royce cuando contestó al teléfono.
— ¿Por qué suenas como Ígor19?
Jonah se rio y le explicó su situación.
—Este es tu día de suerte—, dijo Royce con entusiasmo.
— ¿Lo es?
Royce se rio. —Resulta que conozco a un tipo que tiene unas
habilidades de plomería increíbles—. Jonah oyó un fuerte resoplido
procedente del otro extremo y sospechó que procedía de Sawyer. —
¿Qué?— preguntó Royce.
— ¿Recuerdas la última vez que intentaste ayudar a un amigo
con un problema de plomería?— preguntó Sawyer, con la voz
cargada de sarcasmo.
—Fue una cosa rara—, dijo Royce a la defensiva.
—Casi inundaste el baño de Candi en el piso de arriba—, dijo
Sawyer. —No se puede confiar en ti.
— ¿Ah, sí?— Preguntó Royce. —Todavía no he empezado a
mostrarte mis proezas en la casa.
—Tengo tu destreza aquí mismo—, bromeó Sawyer.
19
Una persona pesimista, sombría o habitualmente desconsolada, que se asemeja al personaje de
Winnie-the-Pooh, Ígor.
~ 174 ~
—He cambiado los calentadores de agua muchas veces—,

argumentó Royce.
— ¿Cuántas son muchas?— preguntó Jonah, recordándoles
que aún estaba al teléfono.
—Al menos dos veces—, respondió Royce. —Es fácil. ¿Has
comprado ya un calentador de agua de sustitución?
—No. He estado fuera de la ciudad entrevistando a gente para
nuestra actual investigación del podcast—, respondió Jonah. —
Puedo conseguir uno bastante rápido sin embargo, excepto que no
tengo un vehículo lo suficientemente grande para transportarlo.
—Te tengo cubierto allí también. Tengo este nuevo SUV
malote, y la única cosa que he transportado hasta ahora es
comestibles, — Royce refunfuñó. —Llama a Sal en Sal's Hardware.
Él sabrá todo lo que necesitamos para reemplazar el calentador de
agua. Puedes pagar el pedido por teléfono, y yo pasaré a recogerlo
en una hora, y luego iré a tu casa.
—Este es mi día de suerte—, dijo Jonah.
—Famosas últimas palabras—, advirtió Sawyer, levantando la
voz para asegurarse de que Jonah pudiera oírle.
— ¿Por qué le gritas?— preguntó Royce. —Te tengo en el
altavoz, imbécil.
—Cállate y conduce, idiota—, le devolvió Sawyer.
Jonah se rio de sus payasadas. —Los extraños que los observen
pensarían que estoy trastornado por envidiar su relación—. Pero
sólo porque se centrarían en las cosas equivocadas. Sí, Royce y
Sawyer se insultaban mutuamente, pero si prestabas atención al
tono de voz y a la mirada ñoña de sus ojos, verías lo mucho que se
querían. Imbécil e Idiota eran sus nombres favoritos para el otro.
— ¿Oyes eso?— Preguntó Royce. —Nos admira.
Sawyer se rio. —Jonah, necesitas nuevos amigos.
Pensó en las nuevas personas que habían entrado en su vida
durante el último año, Royce y Sawyer estaban entre ellas. La mente
de Jonah se enganchó a la imagen de Avery durmiendo en sus brazos
aquella mañana. —Creo que lo estoy haciendo bastante bien.
~ 175 ~
Como Royce iba a venir, Jonah no sacó a relucir la verdadera

razón por la que había llamado. Se despidieron y Jonah llamó a
Sal's. Tal y como dijo Royce, el dueño lo ayudó a hacer el pedido
después de decirle a Jonah cómo encontrar el tamaño del tanque
que tenía actualmente. Jonah pagó la compra y le dijo a Sal que
Royce pasaría a recogerlo en una hora.
—Ese es puro problema—, advirtió Sal.
—Sí, señor—, aceptó Jonah. —Gracias por tu ayuda esta noche.
Sintiéndose aliviado, Jonah llamó a Avery. Su llamada fue
directamente al buzón de voz, así que Jonah dejó un mensaje.
Avery le devolvió inmediatamente un mensaje de texto. No
puedo hablar ahora mismo. Lo siento. Te llamaré más tarde.
Jonah se quedó mirando el críptico mensaje. ¿Debía responder
para que Avery supiera que lo había leído? ¿O sería otra
interrupción? No responder le parecía una grosería, pero
interrumpir algo importante también lo era. Este era el primer
intento de Jonah en una relación en años, y ya estaba tanteando.
Envió un rápido pulgar hacia arriba y dejó el teléfono.
Por suerte, Royce llegó y salvó a Jonah de sí mismo.
—Este es un gran cuarto de servicio—, comentó Royce una vez
que llevaron el nuevo calentador de agua al interior. La habitación
tenía forma de L y en ella se encontraban la lavadora, la secadora, el
calentador de agua, la caldera y un congelador. —La última vez que
cambié un calentador de agua, el depósito estaba metido en un
armario, lo que dificultaba el trabajo.
— ¿El dueño de la casa sigue hablando contigo?— se burló
Jonah.
—Soy el propietario, aunque cedí la casa a Jace y Holly cuando
me mudé oficialmente con Sawyer—. Jonah había conocido al mayor
de los hermanos Locke y a su novia, que resultó ser amiga de la
infancia de Royce y compañera del cuerpo de detectives. —No han
dicho nada sobre un calentador de agua roto, y como sabes, ninguno
de los dos es tímido.
—Es cierto—, dijo Jonah.
~ 176 ~
—Tenemos que vaciar el viejo depósito de agua, pero antes

queremos cortar el agua y la electricidad. Nadie quiere
electrocutarse—. Royce inspeccionó la habitación. Cruzó hasta el
panel eléctrico, lo abrió y leyó las etiquetas que había sobre cada
disyuntor. —Ajá—, dijo, poniendo uno de ellos en posición de
apagado. —Debería haber un desagüe integrado en el suelo en
alguna parte para recoger la escorrentía20 de tu caldera.
—Está a la vuelta de la esquina—, dijo Jonah, mostrando a
Royce dónde se encontraba.
— ¿Tienes una manguera de jardín que puedas usar?—
preguntó Royce.
—Sí—, dijo Jonah, dirigiéndose al cobertizo donde la había
guardado durante el invierno.
Cuando regresó, Royce conectó un extremo al depósito del
calentador de agua y desplegó la manguera hasta llegar al desagüe.
Luego, metió la mano en el bolsillo trasero, sacó una navaja y la
abrió, cortando el exceso de longitud. —Ahora, tenemos que cerrar el
agua y vaciar a este chico malo—. Jonah observó a Royce moverse
hábilmente por la habitación. —Esperemos que el desagüe no esté
obstruido—, dijo, girando una válvula.
Jonah levantó los dedos cruzados mientras el agua pasaba a
borbotones por la manguera y bajaba por el desagüe. —Hasta ahora,
todo va bien—, dijo.
—Pasaremos en un rato y lo vigilaremos por si acaso—, dijo
Royce, apoyando la cadera en el freezer21. —Apuesto a que te alegras
de haberme llamado.
—Lo estoy, aunque el calentador de agua no fue la razón por la
que te llamé—, bromeó Jonah. —Quería saber si eres pariente de
Jerry Locke
La ceja derecha de Royce se curvó hacia arrivba. —Sí, es mi tío.
Parece un tipo bastante bueno.
— ¿Parece?— Preguntó Jonah. ¿No lo sabría él?
20
Agua de lluvia que circula libremente sobre la superficie de un terreno.
21
En otros países se lo conoce como un, arcón congelador o solo congelador.
~ 177 ~
—Es el hermano menor de mi padre. A mi padre le molestó

mucho que Jerry se hiciera cargo del negocio cuando su padre se
retiró. Así que sólo oí cosas odiosas sobre el hombre mientras crecía.
La primera vez que lo conocí fue en el funeral de mi madre cuando
tenía diez años. Jerry era muy amable con nosotros, los niños.
—Había oído que se había mudado fuera del estado—, dijo
Jonah.
—Sí. Mi padre dijo que la economía se fue a la mierda a
principios de los ochenta, y el mercado inmobiliario se fue al
infierno en un cesto. Mi padre dijo que Jerry perdió el culo, salió del
negocio y se mudó a Florida. El bueno de Eddie disfrutaba mucho
con los fracasos de Jerry. ¿Por qué preguntas por mi tío?
Jonah le contó sobre la investigación y las conexiones con
Locke-Tight. —¿Qué sabes de él?
Royce soltó un silbido. —Realmente no puedo decirte mucho, y
lo que sé está contaminado por Eddie. Solía hacer muchos
comentarios mordaces sobre el cristianismo de Jerry. Mirando ahora
hacia atrás, mi viejo parecía estar celoso de la vida de Jerry. Mi tía
Tipsy siempre había dicho cosas buenas sobre Jerry. Es decir, decía
que mi madre se había casado con el hermano Locke equivocado.
Confiaba en los instintos de mi tía más que en los de nadie. Debería
conocer mejor a Jerry ahora que ha vuelto.
Jonah se animó. — ¿Se ha mudado de nuevo a Savannah?
—Sí. Jace se encontró con él hace poco. Jerry y su esposa están
jubilados ahora. Uno de sus hijos se mudó a Savannah por trabajo, y
ellos también se mudaron porque querían estar cerca de los nietos.
Definitivamente deberías hablar con Jerry sobre sus empleados de
entonces. Tal vez él pueda decirte más información sobre el
hermano y el padre de Earl.
—O de cualquier otra persona del equipo a la que Earl pudiera
haberse acercado mientras trabajaba para él—, dijo Jonah.
—Le dio a Jace su número de teléfono, así que te lo
conseguiré—. Royce comprobó el flujo de agua en el desagüe. —Creo
que estamos bien para hacerlo ahora, chico grande.
~ 178 ~
Trabajaron juntos para quitar el viejo tanque y poner el nuevo

en su lugar. Royce levantó el puño cuando todo se alineó
correctamente y no tuvo que cortar ni soldar nada.
—Tal vez tu suerte realmente está cambiando—, dijo Royce.
—Me merezco un descanso después de la semana loca que he
tenido.
—Sólo es miércoles—, señaló Royce. —Mucho más tiempo para
que se produzcan más problemas.
—Dios, espero que no—, dijo Jonah. — ¿Qué te debo por tu
tiempo?
—No acepto dinero por ayudar a mis amigos—, dijo Royce,
dándole una palmadita en la espalda. —Sin embargo, aceptaré
comida o bebida.
—A mí me suena a una barbacoa en el patio trasero—, dijo
Jonah — ¿Prefieres costillas, filetes o pollo?
—Sí—, respondió Royce.
Jonah se rio. — ¿Qué te parece el sábado?
—No estoy al tanto de ningún plan, pero lo consultaré con
Sawyer y te avisaré cuando tenga el número de Jerry para ti.
—Perfecto. Gracias, Ro.
—Cuando quieras, grandote.
Se sintió como las horas más prolongadas de su vida mientras
esperaba que el tanque se llenara y el agua se calentara para poder
tomar una larga ducha. Se juró que nunca más daría por sentado el
agua caliente.
Cuando salió de la ducha, encontró a Avery tumbado en su
cama. —Kendall dijo que podía subir. Espero que no te importe.
Kendall aún no había llegado a casa cuando Jonah se metió en
la ducha, así que debió de llegar minutos antes de que Avery
apareciera.
— ¿Te importa?—, preguntó, aflojando la toalla alrededor de su
cintura y dejándola caer al suelo. Se acercó a la cama y le encantó la
forma en que la mirada de Avery recorría su cuerpo.
~ 179 ~
—Fue un poco presuntuoso por mi parte—, dijo Avery sin

aliento.
Jonah se detuvo a un lado de la cama y pasó los dedos por las
mejillas acaloradas de Avery. Agarró la mano derecha de Avery y la
colocó contra su endurecida erección.
Jonah deslizó las manos por el pelo de Avery y le dio un beso
en el cuello. — ¿Qué tal el día?
Avery respiró entrecortadamente. —Fue una mierda porque no
estabas allí—. El corazón de Jonah tropezó consigo mismo. — ¿De
verdad quieres hablar de trabajo esta noche? Se me ocurren mejores
formas de pasar el tiempo juntos.
Jonah abrió el botón de los vaqueros de Avery. — ¿Como por
ejemplo?
Avery soltó las pelotas de Jonah para quitarse la camisa por
encima de la cabeza antes de alcanzar su cremallera. —Me
destrozaste bien el culo. Te sentí todo el día, y quiero que te asegures
de que te sienta de nuevo mañana.
Jonah detuvo la mano de Avery para poder ser él quien lo
desnudara. —Has destrozado mi mundo, así que estamos en paz—.
Jonah colocó la mano de Avery en su pecho. —Pero no me destroces
el corazón.
Los ojos de Avery se abrieron de par en par como si nunca se le
hubiera ocurrido que Jonah le diera esa clase de poder. —Nunca—,
susurró.
¿Podría ser tan fácil?
¿Se atrevía a creerlo?
Avery se lamió el regordete labio inferior de forma tentadora.
Sí, maldita sea. Se atrevió, carajo.
~ 180 ~
A la mañana siguiente, Jonah acompañó a Avery hasta su

coche, con la intención de darle un breve beso antes de marcharse,
pero Avery se derritió contra él. Lo breve y dulce se convirtió en
largo y perezoso. Avery emitió un zumbido feliz cuando Jonah
rompió el beso.
—Sigue haciendo esos ruidos y llegarás muy tarde al trabajo.
Las pestañas de Avery se agitaron antes de abrirse para revelar
una mirada de lujuria. —Es imposible que estés listo para correrte
otra vez—. Oh, las cosas divertidas que salían de esos labios
sensuales.
—Estás apretado contra mi cuerpo, así que dímelo tú.
Avery volvió a cerrar los ojos mientras un escalofrío de cuerpo
entero le recorría.
— ¿No eres tú el que dijo que quería sentirme todo el día?—
Jonah le susurró al oído antes de morder el lóbulo.
El sexy jadeo de Avery volvió loco a Jonah. Deslizó las manos
por debajo del dobladillo de la camiseta de Avery. Quería besar esa
peca de color canela una vez más y estaba a punto de caer de rodillas
cuando un agudo silbido partió el aire, sacando a Jonah de sus
fantasías.
—Señor, niño—, dijo Marla desde su porche, —lleva al niño de
vuelta adentro y hazlo bien—. Betty, que había estado en cuclillas
para orinar, enderezó sus patas traseras y dio dos cortos ladridos.
Estaba de acuerdo con su humana, que iba vestida como si fuera a la
iglesia.
Jonah entrecerró los ojos mientras catalogaba todo lo
relacionado con Marla y este momento, sin querer olvidar ni un
segundo. El vestido de color marfil con flores amarillas y rosas
quedaba muy bien con su piel oscura. Lo había combinado con una
chaqueta de punto amarilla, un sombrero de paja con un lazo rosa y
~ 181 ~
flores amarillas, y unas sandalias de tacón. Pensó que se llamaban

cuñas. —Es jueves—, gritó Jonah a través de sus patios.
Marla levantó sus manos con guantes blancos y las aplaudió
lentamente. —Qué bien, cariño. Ahora dime qué año es.
Avery, que había apoyado la frente en el pecho de Jonah, se rio
con fuerza.
—No la animes—, amonestó Jonah juguetonamente.
—Oh, por favor, anímame, cariño—, bromeó Marla.
Jonah miró los ojos sonrientes de Avery y, aunque odiaba
dejarlo marchar, Avery tenía que cruzar la ciudad para prepararse
para el trabajo. No podía permitirse el lujo de llegar tarde y dar a
Trexler una razón para hacerle la vida imposible. —Será mejor que
verifique qué hace hoy—, dijo Jonah, y luego besó los labios de Avery
una vez más. —Rara vez se levanta antes del mediodía, y va vestida
como si tuviera una cita con la reina.
—Sí tengo una cita con mi madre drag, pero para mí siempre
es una reina—, dijo Marla, riéndose cuando Jonah la miró. —No hay
nada malo en mi oído.
Avery volvió a reírse. —Buena suerte hoy. Espero que hagas
saltar el caso por los aires.
Royce le había enviado un mensaje de texto con el número de
Jerry Locke esa mañana. También le había dicho que él y Sawyer
tenían planes para el sábado por la noche si los delincuentes de
Savannah se comportaban lo suficiente como para que los ocupados
detectives de homicidios tuvieran la noche libre. Le preguntó si
podían reunirse el fin de semana siguiente, y Jonah aceptó.
Había compartido su entusiasmo por ambas noticias con
Avery, que parecía más entusiasmado por la posible entrevista que
por asistir a la barbacoa. No era la primera vez que Jonah se
preguntaba por el pasado de Avery en el SPD. Cómo había llegado a
conocer a su tía y a los dos detectives que lo ponían tan nervioso
como una puta en la iglesia cuando visitaban las oficinas del GBI.
Había visto a Royce y a Sawyer hablar con Avery en voz baja más de
una vez. Su lenguaje corporal era siempre atractivo y no combativo.
Avery nunca parecía asustado, pero en sus ojos aparecían sombras
oscuras durante un rato después de cada encuentro.
~ 182 ~
Podría haberle preguntado a Avery cómo había llegado a

conocer a su tía y a sus compañeros detectives, pero Jonah tenía una
buena corazonada. Justo antes de conocer a Avery, un grupo de
vigilantes llamado Los Puristas había sembrado el caos en la ciudad
de Savannah. Utilizaban incendios provocados y diversas tácticas de
intimidación para aterrorizar a las personas que consideraban que
habían traicionado a quienes creían en ellos. Ellen había enviado a
Royce y a Sawyer a reunirse con Jonah para elaborar un perfil
criminal sobre el cerebro del grupo. Los Puristas habían empezado
enviando cartas amenazantes a sus víctimas, pero rápidamente se
pasaron a Internet cuando su necesidad de atención aumentó. Jonah
no tardó en reconocer que la persona que recortaba cartas
individuales de revistas y periódicos no era el mismo individuo que
había creado un sitio web imposible de rastrear. Las habilidades y la
mentalidad de ambos enfoques eran muy diferentes. Jonah se dio
cuenta rápidamente de que Los Puristas habían encontrado un
hacker muy dotado.
Ellie había decidido que Jonah necesitaba un interno poco
después de que Royce y Sawyer resolvieran el caso. Avery era el
hacker más hábil que Jonah había conocido. Podría ser una
coincidencia, pero Jonah no creía en ellas. Había dudado en aceptar
a Avery como becario, pero entonces conoció a Avery y comprendió
por qué Ellie quería ayudarle. Al reconocer el potencial de Avery,
Ellie habría querido darle una segunda oportunidad. Jonah estaba
seguro de que si Avery había hecho el pirateo de Los Puristas, no lo
había hecho por voluntad propia.
—Será mejor que me vaya. Llámame más tarde—, dijo Avery,
saliendo de los brazos de Jonah para abrir la puerta de su coche.
—Lo haré—. Jonah vio a Avery salir de la calzada y lo saludó
mientras se alejaba. Volviendo su atención a Marla, Jonah preguntó:
— ¿Por qué estás vestida de domingo para la iglesia el jueves por la
mañana?
Marla resopló. —Como si fuera posible. El edificio se
incendiaría si cruzara el umbral.
~ 183 ~
—Mentira—, replicó Jonah. — ¿Por qué estás vestida para el

Derby de Kentucky22, entonces?
Marla se rio con fuerza ante su comentario. —Deja de actuar
como un tonto—, dijo, bajando de su porche y caminando hacia él
con Betty pisándole los talones. El bulldog francés corrió hacia
Jonah, que la tomó en brazos y le besó la parte superior de la cabeza.
—Voy a estar bien—, dijo Marla. Jonah no oyó tristeza en su voz,
sino alivio.
—Amos vendrá dentro de un rato a recogerme. Tenemos que
ocuparnos de algunos asuntos, cosas que debería haber hecho antes.
— ¿Tienes tiempo para tomar una taza de café en el porche?—
Preguntó Jonah.
—Haré tiempo.
Tiempo. Ahí estaba esa maldita palabra de nuevo.
—Oh, bien. Puedo ponerte al corriente de la investigación—,
dijo Jonah.
Como si alguien hubiera encendido un fuego debajo de ella,
Marla aumentó su paso, y la chispa familiar volvió a sus ojos. —
Cuéntamelo todo, cariño.
— ¿Quieres tu café con o sin alcohol?— preguntó Jonah.
—Sin. No puedo tener alcohol en mi aliento cuando llegue
Amos, o le dará una impresión equivocada.
Jonah entró y preparó dos tazas de café y se unió a ella en las
mecedoras mientras Betty roía un palo en el patio.
— ¿Conoces un buen sitio para tomar té?— le preguntó Jonah.
Marla lo miró con curiosidad antes de pronunciar el nombre
de una tienda especializada.
— ¿Crees que venden chai?—, le preguntó.
22
El Derby de Kentucky es una famosa carrera de caballos estadounidense para ejemplares purasangre
de tres años de edad, que tiene lugar anualmente en Louisville, Kentucky, el primer sábado de mayo,
durante el Festival del Derby de Kentucky de dos semanas de duración.
~ 184 ~
— ¿Te estás cambiando de bando?— preguntó Marla, sonando

realmente horrorizada por la idea.
—No, pero Avery se niega a cambiar sus malas costumbres. Le
encanta el chai, pero no tengo ninguno aquí.
—Eres la cosa más dulce—, dijo Marla. —Pareces tan grande y
malo, pero tienes un centro de malvavisco.
—Te aseguro que no lo tengo.
Marla se rio. —El chai es muy popular, así que seguro que lo
vende. Uno de mis amigos es un experto en té, y dijo que tienen
cientos de opciones de todo el mundo—. Se acercó y le dio una
palmadita en la pierna. —Háblame de la investigación de Earl.
Jonah le contó todos los detalles tal y como los recordaba,
incluyendo sus observaciones para que la narración fuera
entretenida.
—Había olvidado que Earl trabajó brevemente para la misma
empresa de hormigón que su padre y su hermano—, dijo Marla. —
Creo que fue sólo por unas semanas—. Comenzó a reírse. —Amaba a
Earl Ison con cada fibra de mí ser, pero nunca había conocido a un
hombre más torpe que él. Carecía de cualquier tipo de gracia hasta
que se ponía un par de tacones. Entonces se volvía tan cautivador
como Tina Turner—. Sonrió a Jonah. —Para ser un tipo blanco y
escuálido, hizo un trabajo fabuloso imitándola—. Marla soltó una
estruendosa risa, haciéndole reír a él también.
Una vez que se calmaron de nuevo, Jonah preguntó: —
¿Mencionó Earl alguna vez que alguien le hiciera pasar un mal rato
en el trabajo? ¿Compañeros de trabajo, otros subcontratistas, o tal
vez un jefe?
Marla negó con la cabeza. —Nunca. Probablemente por eso me
olvidé de que trabajaba allí. Estás realmente convencido de que hay
una conexión entre la muerte de Earl y la subdivisión, ¿verdad?
— ¿Convencido? No. Sólo creo que es tan probable como un
amante enojado. Sí, que Earl se alejara de los amigos podría
significar que el nuevo tipo en su vida era posesivo, pero estas
últimas noches con Avery me recordaron cómo es cuando una
relación es nueva y las hormonas están desbocadas.
~ 185 ~
—Por eso necesitaba tu ayuda—, dijo Marla. —Estaba

demasiado cerca de la situación y dejé que mis emociones nublaran
mi objetividad.
— ¿Te suena el nombre de Mickey Reeder?— preguntó Jonah.
Marla inclinó la cabeza hacia un lado. —No, pero muchos de
nosotros íbamos con nuestros nombres de reinas por aquel
entonces. ¿Quién es Mickey?
—Era el hermano de Bo Cahill. Según la viuda de Bo, Mickey
era abiertamente gay y Bo lo quería mucho. Insistieron en que no
habría matado a Earl aunque no hubiera estado encarcelado en ese
momento.
—Eso es interesante.
Jonah vio un Cadillac rojo que venía por la carretera. — ¿Por
qué le caigo tan mal a Amos?— Siempre le había molestado a Jonah,
aunque no podía decir por qué. No era el tipo de persona que
necesitaba hacer a todo el mundo su amigo.
Marla cacareó mientras se ponía en pie. —El viejo tonto estaba
celoso de ti. Amos estaba convencido de que entre nosotros había
algo más que una amistad. Creía que eras mi juguete.
Jonah alargó la mano y tomó la suya enguantada. —Te quiero.
Marla le sonrió mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Le
acarició la mano. —Lo sé, cariño. Yo también te quiero. Amos no
entendía el tipo de amor que se tienen los amigos. Creo que eso es
triste, ¿tú no?
Jonah prácticamente se atragantó con el nudo en la garganta.
—Sí, lo creo—, estuvo de acuerdo.
—Bueno, ahora entiende mejor las cosas—, dijo Marla, tirando
de su mano y dando una palmada en la pierna para que Betty la
siguiera. —Ven ahora, Betty. Mamá necesita un testigo.
Amos, que había salido del coche y se dirigía al lado del
pasajero, asintió a Jonah. Era una mejora considerable con respecto
al ceño fruncido que Jonah solía recibir. Se dio cuenta de que Amos
iba vestido con un traje gris pálido, que acentuaba el pelo plateado
que se enhebraba entre los mechones negros cobalto. Había
combinado el atuendo con una camisa amarilla y una corbata de
~ 186 ~
flores similar al vestido de Marla, y Jonah sabía que no era una

coincidencia. ¿Qué estaban tramando?
—Mujer, un perro no cuenta como testigo legal—, dijo Amos
cuando Marla se acercó.
—Lo hará si yo lo digo—, replicó ella con descaro.
Jonah tenía la sensación de que sabía lo que estaba pasando. —
Dame cinco minutos para vestirme y seré tu testigo.
Amos sonrió a Jonah por primera vez desde que se conocieron,
y Marla se balanceó un poco sobre sus tacones. —Muy agradecido—,
le dijo Amos a Jonah.
—Cariño, tienes un asesinato que resolver—, protestó Marla
débilmente.
—Puede esperar hasta después de que te entregue—, dijo
Jonah. —Dame cinco minutos.
—Tómate diez—, dijo Amos generosamente. —Nuestra cita no
es hasta dentro de media hora.
Jonah se lanzó al interior de la casa y subió las escaleras. Antes
de ir a su armario para elegir un traje apropiado, envió un mensaje
de texto en grupo a los maravillosos amigos de Marla que había
conocido el martes. No esperaba que todos dejaran todo y se
apresuraran a ir al juzgado, que era el único lugar donde se casarían
un jueves por la mañana. Sus amigos podrían al menos organizarle
una fiesta para ayudarle a celebrar la vida y el amor. ¿No sería mejor
hacer eso con Marla mientras estaba viva y no después de su
muerte?
No esperó a ver qué tipo de respuestas enviaban. Jonah había
logrado su objetivo y se centró en prepararse. Eligió un traje gris
ligeramente más oscuro que el de Amos y una camisa de vestir
amarilla que había olvidado que tenía. Completó su atuendo con una
sencilla corbata gris y zapatos de vestir negros. Le hubiera gustado
tener un sombrero para ponerse, pero no era lo suficientemente cool
como para llevarlo.
Marla estaba sentada primorosamente en el asiento delantero
del Cadillac con Betty en su regazo. Amos había bajado el techo de
trapo, así que Jonah puso la mano en el lateral del coche y se metió
en el asiento trasero de un salto.
~ 187 ~
—Siempre he querido hacer eso—, dijo Jonah, sonriendo al

reflejo de Marla en el espejo lateral.
Marla y Amos se sorprendieron cuando todas las personas a
las que Jonah había enviado un mensaje de texto aparecieron para
presenciar su boda.
— ¿Qué están haciendo aquí?— preguntó Marla, dirigiendo
una mirada sospechosa a Jonah. — ¿Cómo has tenido tiempo para
hacer esto?
—Mensajes de texto en grupo—, dijo Jonah. —Normalmente
los odio, pero no puedes negar lo convenientes que son a veces.
—No puedo creer que hayan dejado todo para compartir este
día con Amos y conmigo—, dijo Marla, poniendo una mano sobre su
corazón. —Los quiero mucho.
Hubo un abrazo de grupo, y luego fue el turno de Amos y
Marla para casarse. Jonah y Betty la acompañaron por el pasillo
para estar ante el juez con Amos e intercambiar sus votos
matrimoniales. No había un ojo seco en la sala, incluido el juez
Jackson, que resultó ser la madre Drag de Marla.
Después, los amigos decidieron hacer un brunch en Daisy's
Place, pero Jonah se negó para poder trabajar en la investigación.
Amos y Marla lo dejaron en su casa antes de dirigirse a la cafetería.
Se debatió entre llamar primero a Jerry Locke o simplemente
presentarse en su puerta. Una opción era más educada, pero
también le daba a Jerry la oportunidad de esquivar a Jonah. Eso no
serviría porque Jonah no tenía tiempo para juegos.
Jerry Locke vivía en Southbridge, una prestigiosa comunidad

de un club de golf con céspedes inmaculados y casas impresionantes.
Parecía que el hombre se había recuperado muy bien si podía
permitirse jubilarse en este barrio.
~ 188 ~
Su casa era una enorme réplica de la Tara de Lo que el viento

se llevó23. Bonita, pero no era el estilo de Jonah. Aparcó detrás de un
Mercedes Benz más nuevo antes de acercarse a la casa y llamar al
timbre.
Cuando la puerta se abrió, Jonah no necesitó confirmar la
identidad del hombre que le recibió. Era sorprendente lo mucho que
este hombre se parecía a Royce Locke. Si Sawyer quería saber lo bien
que iba a envejecer Royce, sólo tenía que conocer al tío Jerry. La
respuesta era jodidamente bien. El pelo rubio del hombre seguía
siendo espeso y con sólo una pizca de canas. Las arrugas de la risa
junto a los ojos y la boca le daban carácter en lugar de restarle
atractivo. Era evidente que se ejercitaba y mantenía bien su cuerpo.
Lo más llamativo fue la mirada apreciativa que el tío Jerry dirigió a
Jonah.
Jerry se encontró con la mirada de Jonah y sonrió. — ¿Puedo
ayudarle?
— ¿Eres Jerry Locke?—, preguntó.
—Sí—, dijo Jerry, sin que su sonrisa decayera.
—Soy un amigo de su sobrino—, respondió Jonah.
Ahí se fue la sonrisa, y Jonah se preguntó si tal vez no debería
haber empezado con eso. — ¿Cuál?— preguntó Jerry con recelo.
—Royce—, respondió Jonah, esperando que fuera la respuesta
correcta. Sabía que había un hermano menor que aún no conocía.
La sonrisa regresó, y Jonah respiró aliviado. — ¿Quieres
entrar?
— ¿No quieres saber primero por qué estoy aquí?— preguntó
Jonah Nunca dejaba de asombrarle lo confiados que eran todavía
algunos.
—Si te hace sentir mejor decírmelo, claro—, bromeó Jerry.
—Me llamo Jonah St. John y trabajo en la Oficina de
Investigación de Georgia—, dijo Jonah, esperando que Jerry no
pidiera ver su placa. —Estoy investigando el asesinato de Earl Ison
23
Tara es la plantación en la que se desarrolla parte de la acción de la novela de Margaret Mitchell de
1936 Lo que el viento se llevó y la película homónima.
~ 189 ~
en 1982. Estoy entrevistando a cualquiera que pudiera haber

trabajado con él antes de su muerte.
—Oh—, dijo Jerry en voz baja. —Había leído sobre la nueva
información en el periódico. No es que nunca haya pensado en Earl,
pero al menos sentí cierta sensación de cierre cuando pensé que su
asesino había confesado y estaba muerto.
Jonah reconoció la emoción que invadía las bonitas facciones
del hombre. Era la misma expresión que vio cuando entrevistó a los
amigos de Earl y en los ojos de Agnes Cahill cuando habló de su
difunto marido.
Dolor.
Jerry Locke no era sólo el antiguo jefe de Earl. Su vínculo era
mucho más estrecho, posiblemente íntimo.
— ¿Todavía puedo entrar?
~ 190 ~
—Oh, sí. Claro—, dijo Jerry, recuperando la compostura. —

Perdona mi descortesía—. Se hizo a un lado y le hizo un gesto a
Jonah para que entrara en la casa. — ¿Te gustaría sentarte atrás en
el patio y hablar? Es mi lugar favorito.
—Me parece estupendo.
Los atisbos del interior que vio Jonah eran tan caros e
impresionantes como el exterior. Cuando llegaron al patio trasero,
Jonah comprendió por qué era la parte favorita de Jerry. Hacía sólo
dos minutos que había conocido al hombre, pero la cómoda zona de
asientos, la barbacoa incorporada y la piscina se parecían más a su
estilo que los recargados muebles que había visto durante su rápido
paso por la casa.
— ¿Es uno de esos hornos de pizza de ladrillo?— preguntó
Jonah.
—Lo es—, dijo Jerry, asintiendo. —Nos mudamos a esta casa el
mes pasado y aún no lo hemos probado.
—Tiene una casa preciosa
—Y te preguntarás por qué un tipo como yo vive aquí,

¿verdad?—. Preguntó Jerry.
—La verdad es que no.
—Quieres saber sobre Earl—, dijo Jerry, rompiendo el contacto
visual y mirando hacia su patio trasero. Jonah siguió su mirada. Más
allá de la valla ornamental que marcaba el perímetro de la
propiedad, un carrito de golf recorría el exuberante campo verde. —
Parece una eternidad desde que pronuncié su nombre.
— ¿Earl trabajó mucho tiempo para usted?— Preguntó Jonah.
Quería empezar con preguntas de las que ya conocía las respuestas
para poder calibrar la honestidad de Jerry y su disposición a hablar
abiertamente con él.
~ 191 ~
Jerry lo miró una vez más y una sonrisa irónica se dibujó en su

rostro. Sacudió la cabeza y dijo: —Earl era todo pulgares y dos pies
izquierdos. Podría haber durado dos semanas.
Jonah se rio. —Eso es lo que dijo Marla.
—Reconozco el nombre. Era la mejor amiga de Earl, la que lo
animó a empezar a actuar.
—Marla es mi vecina y una querida amiga. Ella es la razón por
la que hemos reabierto el caso—, explicó Jonah. —Ella nunca creyó
que Bo Cahill matara a Earl.
Jerry se pasó una mano por el pelo. — ¿Cómo pudo saber
eso?—, preguntó.
—Marla tiene unos instintos increíbles, y sabe escuchar los
suyos mejor que la mayoría de la gente. Tenía razón. Es imposible
que Bo Cahill haya matado a Earl—, dijo Jonah.
— ¿He leído que el hombre ya estaba en la cárcel por matar a
otra persona?— Preguntó Jerry.
—Sí. Bo Cahill estaba en una cárcel del condado esperando una
audiencia de fianza cuando Earl murió—. Jonah explicó lo que le
había sucedido a Agnes y las circunstancias que rodeaban la
detención de Bo.
Jerry arrugó la cara. — ¿Cómo fue posible?
— ¿Qué parte?— preguntó Jonah.
Jerry soltó un suspiro de frustración. —Todo. El sistema está
roto, y yo he sido demasiado ignorante toda mi vida para darme
cuenta.
—Nadie quiere pensar que gente inocente acabe en la cárcel, y
menos en el corredor de la muerte. La historia nos ha enseñado lo
contrario, y me temo que algunos no han prestado atención a las
lecciones.
—A mi mujer le encantaría ese dicho. Sheila es profesora de
historia y se jubiló después de cuarenta años con adolescentes. ¿Te
importa si lo tomo prestado?— preguntó Jerry.
Jonah sonrió. —Claro.
~ 192 ~
— ¿Qué puedo decirte de Earl?— Preguntó Jerry, haciéndoles

volver a la pista.
—Realmente quería preguntarte sobre el padre y el hermano
de Earl.
— ¿Thomas y Dennis?— Preguntó Jerry. —No puedes pensar
en serio que Thomas hubiera matado a su propio hijo.
Jonah inclinó la cabeza hacia un lado. — ¿Qué apoyo recibió
cuando Earl salió del armario como gay?—, preguntó en lugar de
responder a Jerry.
Jerry infló las mejillas mientras soltaba un gran suspiro. —
Thomas estaba furioso. Echó a Earl y le dijo que no volviera por
aquí. Más tarde, Thomas le dijo a Earl que esperaba que muriera de
SIDA—. Jerry sacudió la cabeza con tristeza. —No puedo concebir
una sola circunstancia que me haga rechazar a mis hijos—. Tragó
con fuerza. —Desde el punto de vista de un investigador, sé que eso
convierte a Thomas en el principal sospechoso, pero no puedo verlo.
— ¿Por qué? ¿Porque era cristiano?— preguntó Jonah.
Jerry se burló. —No. Digo que Thomas tendría que haberse
preocupado por Earl para matarlo, pero Earl ya estaba muerto para
su familia. Earl también era mucho más alto y fuerte que su padre y
podría haber luchado contra él.
—La lógica y la razón salen por la ventana cuando alguien a
quien amas vuelca su rabia en ti. Alguien dejó a Earl inconsciente
antes de estrangularlo. No hace falta fuerza bruta para agarrar a
alguien por sorpresa—, dijo Jonah. — ¿Qué hay de su hermano,
Dennis?
—No creo que Dennis sintiera lo mismo que sus padres, pero
era demasiado cobarde para hablar. Earl me dijo que Dennis lo
visitaba con frecuencia para asegurarse de que estaba bien. Le daba
dinero para la comida e incluso ayudó a Earl a pagar el alquiler
durante unos meses. No puedo ver a Dennis volviéndose contra Earl
de una manera tan brutal.
—Parece que conoce bastante bien los asuntos personales de
Earl para alguien que sólo ha trabajado para usted durante unas
semanas—, comentó Jonah.
~ 193 ~
Jerry miró el campo de golf durante unos instantes antes de

volver a cruzar las miradas con Jonah. —Ambos sabemos que había
algo más en mi relación con Earl, o no estarías aquí.
Se equivocaba. Jonah quería saber sobre las personas que
habían trabajado con Earl, directa o indirectamente. Descubrir que
Jerry era el novio secreto era sólo un extra. —Lo sospechaba. No
hasta que vi su reacción—, No hasta que vi tu reacción, pero ¿por
qué dividir los pelos24? — ¿Alguna vez se presentó y habló con la
policía?
Negó con la cabeza. —Hasta donde recuerdo, sólo
entrevistaron a los tipos que habían descubierto el cuerpo de Earl.
Mi equipo ya se había trasladado a otro proyecto para entonces.
— ¿Trabajaba Earl en el lugar donde fue asesinado?— preguntó
Jonah.
Jerry arrugó la frente. —Sinceramente, no puedo decirlo de
memoria. Estábamos muy ocupados ese verano. Lo creas o no, he
guardado todos mis registros. Podría rebuscar en ellos y averiguar en
qué proyectos trabajaba Earl y las demás personas de su equipo.
—Oh, wow—, dijo Jonah. —Eso sería muy útil.
—Mi mujer cree que estoy loco por guardar todo ese material
antiguo, pero me encantaba dirigir mi propia empresa. Estaba
orgulloso de tomar el negocio de mi padre. Pero entre la muerte de
Earl y la quiebra de mi negocio...— Jerry suspiró.
—Necesitaba un nuevo comienzo en otro lugar. Me mudé a
Florida y asistí a un colegio comunitario durante unos años antes de
trasladarme a una universidad, donde obtuve una licenciatura en
negocios y conocí a mi esposa. Más tarde, obtuve un máster y
ascendí a un puesto de director general en una empresa de
telecomunicaciones, que pagaba bien y mantenía mi cerebro
ocupado.
— ¿Alguna vez Earl le habló de tener problemas con alguien de
la tripulación?
24
para hacer críticas u objeciones a menudo malhumoradas sobre asuntos que son menores, sin
importancia o irrelevantes.
~ 194 ~
—No que yo recuerde, pero probablemente no me lo habría

dicho de todos modos. Earl no habría querido que despidieran a
alguien o que llamaran la atención sobre nuestra relación por mi
bien.
— ¿No has salido del armario como gay?— preguntó Jonah.
—Bisexual—, corrigió Jerry. —No. No salí del armario hasta
mucho después. Se lo dije a Sheila cuando empezamos a salir, pero a
nadie más hasta que mis hijos tuvieron edad para salir. Quería que
supieran que amaría a quienquiera que lo hiciera.
— ¿Su condición de hombre en el armario causó muchos
problemas entre usted y Earl?
Jerry entrecerró los ojos. — ¿Debería tener un abogado
presente?
Jonah se rio. —Puedes llamar a un abogado si lo deseas, pero
no estoy intentando ponerte un pie para que confieses que mataste a
Earl.
—Probablemente no debería creer en tu palabra, pero lo haré—
, dijo Jerry. —Earl y yo habíamos roto antes de que muriera, pero no
fue porque yo estuviera en el armario.
— ¿Tuvo que ver con sus actuaciones?— inquirió Jonah.
—No—, dijo Jerry, negando con la cabeza. —Me sorprendió
descubrir que Earl había decidido desarrollar y alimentar un
personaje drag, pero no me enfadó ni me desanimó—. Jerry volvió a
centrar su atención en el campo de golf y Jonah esperó
pacientemente a que hablara. Cuando sus miradas volvieron a
encontrarse, los ojos de Jerry brillaban con lágrimas, pero lucía una
hermosa sonrisa. —Fui su primer público. No podía creer lo elegante
que era Earl con esos tacones. Me burlé de él y le pregunté por qué
no podía ser tan diestro cuando trabajaba en mi equipo. Se rio y me
dijo que era porque no lo dejaba llevar tacones—. Jerry se rio. —Yo
amaba a Earl. Todo lo que quería era que fuera feliz. Incluso le
compré un collar como amuleto de buena suerte para que lo llevara
en su primera actuación.
¿El mismo collar perdido que Earl llevaba todos los días? —
¿Un colgante de plata en forma de corazón?— preguntó Jonah.
~ 195 ~
Asintiendo con la cabeza, Jerry dijo: —Él amaba esa pieza de

joyería tan poco costosa como yo a él. Nunca habría terminado
nuestra relación. Con el tiempo habría encontrado el valor para salir
con él.
— ¿Por qué terminó Earl?
—Había conocido a otra persona durante una de sus
actuaciones. Earl había dicho que se preocupaba mucho por mí, pero
había sentido una conexión con el nuevo chico como nunca había
experimentado. Yo estaba destrozado. Earl murió más o menos un
mes después—. Jerry sacudió la cabeza. —Maldita sea, qué
desperdicio. Earl era una hermosa persona.
— ¿Te dijo Earl que conoció a este nuevo tipo en un club
durante una actuación o lo asumiste?— preguntó Jonah.
—Me lo dijo—, respondió Jerry. —Le había preguntado a Earl
por qué rompía conmigo, y al principio me había dicho que las cosas
simplemente no le parecían bien. Yo sabía que algo más estaba mal
porque él había estado bien la semana anterior. Le pedí a Earl que
fuera sincero, y fue entonces cuando me dijo que había conocido a
un chico en un club. Por muy doloroso que fuera oírlo, necesitaba
saberlo para no hacer el ridículo intentando recuperarlo.
Esta era una información nueva. Ninguno de los amigos de
Marla podía decirle a Jonah cómo había conocido Earl a su nuevo
pretendiente. Si Earl le había dicho a Jerry la verdad y había
conocido a ese tipo en un club, lo más probable era que ellos
también lo hubieran conocido. Jonah contuvo su excitación para
concentrarse en lo que debía preguntar a continuación, pero no
debería haberse preocupado. Una vez que Jerry empezó a hablar de
Earl, no parecía querer parar. En lugar de desanimarlo, dejó que
Jerry se desahogara con las cosas que había cargado durante treinta
y ocho años.
—Supe que me gustaban tanto los chicos como las chicas a una
edad temprana—. Jerry respiró profundamente y continuó. —De
todos modos, nunca había cedido a mi atracción por los hombres
hasta que conocí a Earl. Nunca había encontrado a nadie con tanta
alegría y entusiasmo por la vida como él. Quedé rendido después de
un beso—. Las mejillas de Jerry se tornaron rosadas y su labio
inferior tembló. —Fue mi primer novio y mi primera experiencia
sexual. Seguro que era torpe y no demasiado bueno en la cama, pero
~ 196 ~
Earl era paciente y cariñoso. Sólo me arrepiento de una cosa, Jonah.

Ojalá hubiera sido lo suficientemente valiente como para amarlo
abiertamente. Earl se lo merecía, y yo tardé mucho tiempo en darme
cuenta de que yo también lo merecía. No quiero que pienses que mi
tristeza se debe a que soy infeliz o no quiero a Sheila. Simplemente
nunca olvidas a tu primer amor, y me niego a negarle a Earl ese
título.
—No te estoy juzgando, Jerry—, dijo Jonah en voz baja. Dirigió
la conversación hacia un tema menos personal preguntando los
nombres de los otros subcontratistas que trabajaban en la
subdivisión. Esperaba que Jerry recordara algunas de las otras
empresas, pero las conocía todas. Había sorprendentemente pocos
subcontratistas trabajando en la urbanización.
—Tenías que conocer a alguien que conocía a alguien para
conseguir contratos como los de la Administración y grandes
proyectos como las urbanizaciones. En aquel entonces, un nuevo
chico del barrio no tenía muchas posibilidades.
— ¿Y tú conocías a alguien?— preguntó Jonah.
—Mi padre sí—, respondió Jerry. —Por mucho que me moleste
a veces, sabía hacer contactos como nadie. Tuve un primer año
difícil tratando de convencer a todo el mundo de que era tan bueno
como él, pero mi trabajo duro dio sus frutos. Tomé un negocio ya
sólido y lo hice aún más grande hasta que la economía cayó en
picado a principios de los ochenta y acabó con el sector.
Jonah hizo algunas preguntas más e hizo más anotaciones
antes de agradecer a Jerry por hablar con tanta franqueza con él.
—Es algo muy bueno lo que estás haciendo—, dijo Jerry
después de acompañar a Jonah a la puerta principal. —Buena suerte.
—Gracias, Jerry—, respondió Jonah, sabiendo que haría falta
algo más que suerte para conseguir justicia para Earl.
De camino a casa, Jonah se detuvo en la tienda especializada
para comprar té para Avery. El amigo de Marla no había exagerado
sobre la selección. Se paró en el centro de la sala sintiéndose tonto
por pensar que podía entrar y buscar un poco de chai para Avery.
— ¿Puedo ayudarte, querido?—, le preguntó una amable mujer.
—Pareces abrumado.
~ 197 ~
—No sabía que hubiera tantos tipos de té. Cuando crecí, mis
opciones eran el té helado dulce y el no dulce—, bromeó Jonah. —
Quiero comprar un regalo para un amigo.
—Has venido al lugar adecuado. Me llamo Janice. Soy la
propietaria de The Tea-Totaler. Ofrezco selecciones de todo el
mundo. ¿Tienes algo específico en mente?
—A mi amigo le encanta el chai, y yo agradecería que no huela
a calcetines de gimnasio sudados—, respondió Jonah.
Janice se rio. — ¿No te gusta el té?
—Prefiero el café—, admitió Jonah.
—No te lo tendré en cuenta—, dijo ella con descaro. —Ofrezco
muchas variedades de chai—. Janice señaló una sección a lo largo de
la pared del fondo y empezó a hablar de los diferentes matices que
ofrecía cada chai. —Y éste—, dijo, sosteniendo otra bolsita, —tiene
toques de chocolate y chile. Me recuerda al chocolate caliente
mexicano. Es muy popular—. Janice miró a Jonah, que se había
quedado callado mientras intentaba adivinar cuál le gustaría más a
Avery. Ella se rio y le dio una palmadita en el bíceps. —Te he
abrumado, ¿verdad? ¿Por qué no me das una idea de cuánto te
gustaría gastar y te preparo una cesta de regalo?
—No tenía un límite en mente—, dijo Jonah. —Sólo quiero
comprar algo considerado.
—Debe ser un amigo muy especial—, dijo Janice mientras
empezaba a elegir una variedad de bolsas.
—Lo es.
Janice eligió cinco de sus mezclas de chai más vendidas y luego
convenció a Jonah para que comprara una tetera eléctrica y una
pequeña olla de cerámica con una cesta de remojo extraíble. Incluso
le demostró cómo utilizarlo todo para preparar una taza de chai
perfecta.
Al llegar a casa, Jonah se cambió el traje y se puso a buscar
información sobre los subcontratistas que Jerry le había dado, hasta
que alguien llamó al timbre.
Jonah sonrió cuando vio quién estaba en su porche. —Es una
agradable sorpresa—, dijo.
~ 198 ~
Avery sostenía una bolsa de comida en una mano y un

portabebidas en la otra. —Quería asegurarme de que no estás
trabajando durante la hora de la comida.
Culpable. Jonah agarró la comida y las bebidas de Avery y las
puso sobre la mesa. Luego atrajo a Avery hacia sus brazos y lo besó.
—Yo también tengo algo para ti—, dijo Jonah una vez que se
separaron para tomar aire.
—Apuesto a que sí.
Jonah le dio un rápido beso y luego lo dejó en la mesa del
comedor para recuperar los regalos que había comprado para él. —
No estaba seguro de todo lo que necesitarías para preparar el té
cuando te quedaras a dormir. Marla me habló de una tienda
especializada que vende tés. No sabía que hubiera tantos tipos de
chai.
Avery se deleitó con cada uno de ellos y pasó el dedo por la
curva de la tetera. Jonah tuvo que admitir que era muy bonito. —En
serio, esto es lo más bonito que me han regalado alguna vez—. Se
puso de puntillas para besar la mejilla de Jonah.
—Necesitas amigos más agradables—, dijo Jonah, sintiendo
que sus mejillas se calentaban.
—Basta—, dijo Avery, dándole una palmada en el bíceps. —Me
encanta. Gracias.
Varios momentos y un largo beso sin aliento después, Jonah
miró los ojos centelleantes de Avery. —Sé sincero—, dijo. — ¿Es el
almuerzo la verdadera razón por la que has venido?
—Es sólo parte de mi motivo—, admitió Avery. — ¿Te apetece
almorzar?
Jonah se dio un festín con Avery antes de la comida y no sintió
ni un ápice de culpa cuando su becario volvió al trabajo tarde y
desarreglado.
Jonah pasó el resto de su suspensión investigando pistas y
entrevistando a todos los subcontratistas que pudo, con Felix o
Rocky actuando como sus ayudantes. Aunque sus nombres no
figuraban en el informe oficial de la policía, los chicos consiguieron
descubrir los nombres de los tres trabajadores de la construcción
que habían descubierto el cuerpo de Earl.
~ 199 ~
John Chambers, un electricista, Doug Haverty, un plomero, y

Rex Miller, un contratista de HVAC, dudaron en responder a las
preguntas hasta que Felix les aseguró que mantendría sus nombres
fuera de la prensa o de su podcast.
— ¿Por qué no es la policía la que llama a mi puerta?—
preguntó Chambers. —Vi la entrevista del comisario de policía sobre
la reapertura del caso, y desde entonces espero una visita del SPD
todos los días.
—No puedo responder a eso—, dijo Felix.
Jonah podía, pero no lo hizo. Milton y Morrissey habían
omitido sus nombres en el expediente.
Los tres hombres trabajaban para diferentes subcontratistas
pero se conocían bien. Admitieron haber visto a Earl en las obras
mientras trabajaba para Jerry, quien se había puesto en contacto con
Jonah y había confirmado que Earl había trabajado en el lugar
donde se descubrió su cadáver. Chambers, Haverty y Miller dijeron
que Earl parecía un buen tipo. Era torpe y raro en las obras, pero se
esforzaba mucho. No recordaban haber visto a Earl discutir con
nadie.
Las entrevistas no consiguieron nuevas pistas, pero Jonah le
dio sus nombres a Ellie cuando se reunieron para comer el viernes.
—Buen trabajo—, dijo ella. —Les pregunté a Milton y
Morrissey por qué excluyeron los nombres de los trabajadores de la
construcción que habían encontrado a Earl en sus informes oficiales.
— ¿Y?
—Me dijeron que me fuera a la mierda—, dijo con una sonrisa.
Jonah y Felix ni siquiera consiguieron eso durante su intento
de entrevistar a los cabrones cascarrabias más tarde ese mismo día.
Milton y Morrissey les cerraron la puerta en las narices antes de que
Jonah o Felix pudieran identificarse.
La frustración aumentó cuando parecía que se habían topado
con un muro, pero Jonah siguió adelante. Abandonar no era una
opción.
La investigación le ocupaba los días, pero Jonah reservaba las
noches y los fines de semana para Avery. Cocinaban juntos, asistían
~ 200 ~
a un cabaret de drags en el Dive Bar, veían las tormentas en el

porche delantero y jugaban una partida de póker con Marla y Amos.
Jonah disfrutaba viendo cómo Avery preparaba su chai y afirmaba
que cada nuevo sabor era su favorito. Cada momento que Jonah
pasaba tomando el calor del sol de Avery sólo lo hacía desearlo más.
Volvía una y otra vez a tocar el sol. Cuando Jonah regresaba ileso de
sus trayectos, la luz en su interior se expandía, ahuyentando las
sombras. Algo nuevo se agitaba en su interior. No, no nuevo.
Despertó. Restaurado.
La esperanza.
Tal vez, sólo tal vez, el amor no tenía que arder.
~ 201 ~
Jonah podría enumerar fácilmente una docena de formas en

las que prefería empezar su primer día de vuelta al trabajo tras su
suspensión. Atravesar la puerta de visitas de la oficina y esperar una
vez más a que Trexler se reuniera con él no era una de ellas.
Mary, la recepcionista, volvía a ser un desastre tembloroso
cuando llamaba a Trexler. El temperamento de Jonah había
mejorado mucho con respecto a la última vez que irrumpió por la
puerta como la nube de rayos que Avery lo acusaba de ser. Eso no
parecía aliviar sus nervios.
Trexler se tomó su tiempo para reunirse con él. Jonah forzó
una sonrisa natural en su rostro, ignorando la expresión de
suficiencia que mostraba su supervisor. —Buenos días, señor. Mi
placa, por favor.
—No tan rápido—, dijo Trexler. —Sígueme.
—Por supuesto—, dijo Jonah, y luego sonrió a María. Al igual
que la vez anterior, ella había observado embelesada su interacción.
—Que tengas un buen día, Mary.
—Tú también—, dijo ella tras una breve vacilación.
Trexler no dijo una palabra mientras atravesaban los pasillos,
guardando su perorata para la intimidad de su despacho. Jonah
escuchó un sermón de veinte minutos que Trexler concluyó con: —
Espero que hayas aprendido la lección.
—Por supuesto, señor—, dijo Jonah estoicamente. Su
conversación se convirtió en un silencio incómodo cuando ninguno
de los dos tenía nada más que decir. Trexler quería que Jonah
volviera a pedir su placa; Jonah prefería que alguien lo rociara con
miel y lo cubriera de hormigas de fuego. Esperaría al maldito todo el
maldito día si fuera necesario.
—Bueno, entonces—, dijo Trexler después de que la incómoda
quietud se prolongara insoportablemente. Metiendo la mano en el
~ 202 ~
cajón de su escritorio, sacó la tarjeta de identificación de Jonah y se

la extendió. —Supongo que ahora querrás esto.
—Gracias, señor—, dijo Jonah, aceptando lo que había definido
su existencia durante los últimos años. La insignia había
representado una vez un nuevo comienzo y un nuevo viaje.
Últimamente, se sentía más como un albatros25.
Con un movimiento brusco de cabeza, Jonah salió del
despacho de Trexler. Avery se había quedado a dormir y se había
duchado con él antes del trabajo, pero el corazón de Jonah seguía
acelerado ante la perspectiva de volver a verlo.
Mantén la calma, St. John.
En su ausencia, Avery había ordenado y apilado su correo, los
expedientes de los casos y las actualizaciones de los proyectos en su
escritorio. En el centro de la pila había una bolsa de caramelos.
Había estado demasiado preocupado por hacer que Avery llegara al
clímax como para ahorrar tiempo para desayunar, así que se zampó
la bolsa y empezó a comer su golosina favorita mientras leía la
actualización del informe del proyecto que Avery le había dejado.
Unos minutos más tarde, Jonah oyó un ruido fuera de su
puerta cerrada. Su corazón latía con fuerza mientras esperaba que
Avery abriera la puerta y asomara la cabeza. Pasó un minuto, luego
dos, y antes de que Jonah se diera cuenta, habían pasado diez
minutos sin que Avery se acercara a él. Comenzó a tamborilear con
los dedos sobre el escritorio.
¿Dónde está? ¿Avery estaba evitando...?
La puerta se abrió de golpe antes de que Jonah pudiera
terminar sus pensamientos. Sostenía dos tazas como de costumbre y
llevaba una sonrisa diabólica en los labios. Sin embargo, eso no fue
lo que le llamó la atención.
— ¿Has estado comiendo aguacates?— preguntó Jonah.
— ¿Quién, yo?— preguntó Avery, dejando el café de Jonah
sobre su escritorio. — ¿Qué te hace decir eso?
25
Los albatros son una familia de aves marinas de grandes dimensiones que, junto con los proceláridos,
hidrobátidos y pelicanoides forman el orden Procellariiformes.
~ 203 ~
—Mejillas sonrojadas y labios hinchados. Por el amor de Dios,

Avery. Te he visto no hace más de treinta minutos.
En lugar de dejarse caer en su silla habitual frente a él, Avery
bordeó el escritorio y plantó su dulce trasero en el papel secante de
Jonah sobre el escritorio. —Las tostadas de aguacate son mi
debilidad.
— ¿Qué voy a hacer contigo?— preguntó Jonah.
Avery movió las cejas. — ¿De verdad quieres que te responda a
eso, o prefieres que te hable de la ruptura de Bill y Ashley?
— ¿Otra vez? ¿Qué ha pasado esta vez?
—Ashley se acostó con su primo.
— ¿Otra vez?— Repitió Jonah.
— ¡Ajá! Sí que prestas atención—, dijo Avery. —Un primo
diferente.
Jonah se atragantó con su sorbo de café. — ¿Me estás jodiendo
ahora mismo?
Avery sacudió la cabeza y sus ojos brillaron con alegría. Jonah
apenas resistió el impulso de tirar de Avery sobre su regazo y besar
sus labios. —Se pone mejor.
— ¿Cómo?
Inclinándose hacia delante hasta que sus frentes casi se
tocaron, Avery dijo: —Bill se vengó acostándose con la hermana de
Ashley.
Jonah torció el dedo y Avery se acercó aún más. —Apuesto
veinte dólares a que vuelven a estar juntos el fin de semana.
—De ninguna manera—, dijo Avery, negando con la cabeza. —
Tirarse a la hermana de alguien es algo que rompe el trato.
Jonah miró a Avery con toda la seriedad que pudo reunir. —
Prometo no acostarme nunca con tu hermana.
Avery se rio con fuerza. —No tengo hermana.
—Cuidado con el agua del pantano—, dijo Jonah, señalando la
taza que se tambaleaba en la mano de Avery. —Sigo olvidando
reponer mi ropa de repuesto en el armario.
~ 204 ~
—Toca...
La puerta de Jonah se abrió de repente, y Avery se levantó tan
rápido que su apestoso brebaje rebotó por el lateral y aterrizó en la
pernera del pantalón de Jonah. Genial.
— ¿Es un mal momento?— Preguntó el subdirector Malcolm.
—No—, dijeron Jonah y Avery a la vez.
—Voy a empezar con el encargo que me has hecho—, dijo
Avery antes de salir a toda prisa de la habitación.
Malcolm se rio cuando Avery cerró la puerta.
—Señor, puedo explicarlo.
Malcolm levantó la mano mientras se dejaba caer en la silla
frente a Jonah. —No es necesario. Sólo pasé para ver si estabas bien,
pero veo que estás bien.
—Estoy un poco avergonzado—, admitió Jonah.
—No lo estés. Esta tarde no podré asistir a tu presentación del
microchip de ciberseguridad. Esperaba que pudieras darme un
vistazo anticipado a los datos.
—Por supuesto—, dijo Jonah, sacando el informe que Avery
había preparado en su ausencia.
Malcolm se tomó su tiempo para examinar la información
extrapolada. —Esto es muy impresionante, Jonah. Tu microchip
reducirá en gran medida el riesgo de hackeo, de spam y de
extracción de datos.
—Tuve mucha ayuda, señor. Avery me ayudó con el desarrollo
y continuó con las pruebas de ensayo mientras yo estaba fuera la
semana pasada.
—Está claro que es un activo para usted y para la oficina. Me
alegro de haber escuchado la recomendación de Ellen, aunque dudo
que viera todo el potencial que tiene—, dijo con una sonrisa irónica.
La cara de Jonah se calentó.
—Haces un gran trabajo aquí, Jonah. Tus habilidades se
valoran y se necesitan. Tipos como tú y Avery desempeñan un papel
fundamental en la resolución de delitos a medida que el mundo se
~ 205 ~
digitaliza. Mantén tu cabeza en el juego y tus prioridades en orden,

¿de acuerdo?
—Sí, señor.
Malcolm le dedicó una de sus sonrisas de tío Charlie. —Tengo
la esperanza de que tú y Butch puedan encontrar un terreno común
en el que apoyarse. Es lo mejor para ti personalmente y para la
oficina en general. Le he dicho a Butch lo mismo.
—Haré todo lo posible, señor.
Malcolm asintió y se puso en pie. —No te entretengo más.
Buena suerte en la reunión.
—Gracias, señor.
Malcolm se marchó y Jonah empezó a contar los segundos que
faltaban para que Avery apareciera. Llegó a los diez.
—Jonah, lo siento mucho—, dijo con voz agónica. —No debería
haberme sentado en tu mesa.
—Deberías haberte sentado en mi regazo.
La boca de Avery se abrió en un suave jadeo.
—Siéntate.
— ¿En tu regazo?— preguntó Avery esperanzada.
—Ojalá—, respondió. Haciendo caso al consejo de Malcolm,
Jonah señaló la silla que el subdirector acababa de dejar libre. —
Tenemos trabajo que hacer antes de hacer nuestra presentación esta
tarde.
— ¿Nosotros?
Jonah asintió. —Te has dejado la piel en este proyecto y te has
ganado un puesto en la mesa—, dijo Jonah.
—No estoy preparado.
—Lo estarás—, le aseguró Jonah.
Repasaron las diapositivas de la presentación e idearon un
plan para dividir y conquistar. Jonah esperaba llevar a Avery a
comer, pero ya había hecho planes con su amiga Karlee.
~ 206 ~
— ¿Te importaría traerme algo? Quiero indagar un poco en el

caso de Earl.
Avery le deslizó el bloc de notas. —Escribe lo que quieras.
Jonah le hizo un dibujo.
Avery miró la figura de palo de Jonah de una erección furiosa y
sonrió. —Puedo cancelar con Karlee. Decirle que ha surgido algo.
—Seguirá en pie cuando vuelvas de comer. Diviértete.
—Bien. Te traeré lo de siempre de Bytes and Bre.
—Gracias.
La mirada de Jonah se detuvo en el culo de Avery mientras se
iba, luego se dio una sacudida mental. La cabeza en el juego, St.
John.
Con la curiosidad de ver si había algún movimiento interno
mientras él no estaba, Jonah tecleó el nombre de Earl y pulsó enter.
Acceso denegado.
¿Qué carajo? Pensó que tal vez había tecleado mal el nombre,
así que lo intentó de nuevo.
Acceso denegado.
Jonah probó con el número de expediente del caso, ya que lo
había memorizado.
Acceso denegado.
Jonah se quedó mirando el ordenador durante un buen rato,
tratando de evaluar todas las posibilidades. Entonces tecleó el
nombre de Bo Cahill y recibió el mismo mensaje. Tecleó los nombres
de los casos que Trexler le había asignado y los que podía ver.
Que me jodan.
Alguien había restringido su acceso sólo a los casos que le
habían asignado. No hacía falta ser un puto genio para darse cuenta.
¿Por qué Trexler no se lo había restregado en la cara a Jonah
durante su reunión? Supuso que a Trexler le encantaría tener una
conversación así.
~ 207 ~
Podía husmear en el sistema y averiguar quién había

restringido su acceso, pero no era tan hábil para hackear como
Avery. Se arriesgaba a que lo pillaran.
Jonah no podía hacer la solicitud a través del sistema de
mensajería instantánea de la oficina ni preguntar por teléfono. Lo
habían suspendido para disuadirlo de seguir con la investigación.
Alguien había rajado sus neumáticos. Tal vez fuera una coincidencia
o tal vez se debiera a que no había hecho caso de la advertencia.
Ahora su acceso a los archivos del caso estaba restringido. Jonah se
estaba acercando a las respuestas, y a alguien no le gustaba.
¿Pero a quién? ¿Trexler?
La adrenalina de Jonah se disparó, volviéndolo inquieto y
nervioso. ¿Era la excitación o la paranoia? Jonah era consciente de
que las emociones afectaban al cuerpo de forma similar.
Cuando Avery regresó con su almuerzo, Jonah torció el dedo
para que Avery se inclinara sobre su escritorio y así poder mostrarle
que su autorización estaba restringida. Las cejas de Avery se
hundieron en una profunda V. Jonah volteó la hoja superior con la
erección, y luego escribió un mensaje para Avery.
¿Quieres ver quién ha restringido mi acceso? Creo que es
importante. Suspensión. Neumáticos rajados. Ahora esto...
Avery hizo un gesto para que Jonah le diera el cuaderno. Tomó
un bolígrafo de la taza del escritorio de Jonah y escribió una
respuesta. Déjamelo a mí. Luego giró y dejó a Jonah solo en su
despacho.
Haciendo a un lado sus frustraciones, Jonah se puso a
almorzar para que su nivel de azúcar en la sangre no se disparara e
impidiera su presentación. No le daría a Trexler una razón para
humillarlo de nuevo. Por desgracia, ya había empezado a formarse
un dolor de cabeza por el estrés, que se intensificaba a medida que se
acercaba la hora de la reunión.
Su teléfono vibró con un mensaje de texto de Avery. Fue
Trexler. 2:36 pm. Ayer. Ordenador portátil a distancia.
Gracias. Te veo en la sala de conferencias, respondió Jonah.
Hijo de puta. ¿Por qué? Trexler no era lo suficientemente
mayor como para estar involucrado en la muerte de Earl, a menos
~ 208 ~
que hubiera estado matando drag queens a la edad de diez años.

Pero podría estar protegiendo a alguien ahora como lo había hecho
Bo Cahill entonces.
Jonah envió un rápido mensaje de texto a Rocky, pidiéndole
que investigara todo lo que pudiera encontrar sobre Butch Trexler y
su familia. El hombre se estaba desviviendo por proteger a los
oficiales retirados que no estaban relacionados con él.
Rocky respondió rápidamente. Empezaría lo antes posible,
pero advirtió que podría haber un ligero retraso ya que el caso de la
esposa infiel lo estaba ocupando mucho tiempo.
Jonah se levantó de su silla, agarró el material de presentación
y salió de su despacho. Avery no estaba en su mesa, así que siguió
hasta la sala de conferencias.
—St. John—, dijo el diablo al acercarse por detrás, —espero
que estés preparado para la reunión.
Jonah se detuvo y se volvió para mirar a su jefe. Avery estaba a
unos pasos detrás de Trexler, observando su interacción.
—Estoy más que preparado—, dijo Jonah. —Avery y yo
estamos deseando compartir nuestras emocionantes noticias.
—Lo estamos—, confirmó Avery, entregándole a Jonah una
taza de café humeante.
Trexler frunció el ceño mirando a Avery y a Jonah por turnos.
— ¿Se va a unir a nosotros?
—Lo hará—, dijo Jonah sin cuantificar su razón.
Trexler se marchó furioso sin decir nada más.
Estoy sobre ti, imbécil santurrón.
~ 209 ~
La presentación fue sorprendentemente bien. Trexler hizo todo

lo posible por ponerle el pie, pero fracasó estrepitosamente. Jonah
conocía el chip al dedo porque él y Avery lo habían construido desde
cero. Se centró en lo que la última ciberseguridad significaría para la
oficina, y luego pidió a Avery que presentara los datos de la prueba.
—No puedo creer que lo estés desarrollando para nosotros
cuando podrías venderlo con un enorme beneficio—, dijo el agente
Paxton. —Probablemente podrías conseguir millones y pasar tus días
en un barco o en una playa en lugar de estar encadenado a un
escritorio aquí.
La idea había pasado por la mente de Jonah una vez que se dio
cuenta de lo infeliz que había sido en el trabajo últimamente.
Trexler hizo avanzar rápidamente la reunión una vez que los
asistentes empezaron a deshacerse en elogios hacia Jonah y Avery.
De ninguna manera el maldito traidor soportaría eso. Jonah sólo
prestó la mitad de su atención a la reunión y dejó que su mente
divagara.
¿Por qué Trexler había restringido su acceso? ¿Para que la
agencia pudiera evitar compartir la culpa de la investigación fallida?
O, ¿había una pista sobre la identidad del asesino que Jonah había
pasado por alto? Por suerte, tenía una copia del archivo en el
pendrive que le había hecho Avery. Jonah preferiría examinar las
pruebas reales recogidas en la escena del crimen, pero tendría que
conseguir que alguien de la policía de SPD...
Espera un momento. Recordó haber visto el lugar de
almacenamiento anotado en los registros, y no era un sitio de la
SPD. ¿Esa era la prueba que necesitaba para demostrar que el GBI se
había hecho cargo de la investigación en algún momento? ¿Cuándo?
¿Y quién? Como había memorizado el número de expediente del
caso, no necesitaba pasar por su casa primero para conseguirlo.
La reunión se alargó mucho más de lo debido, ya que Trexler
estaba enamorado de su propia voz. Varios agentes tenían preguntas
~ 210 ~
de seguimiento para Jonah sobre el microchip, y él se quedó para

responderlas. Avery se marchó porque tenía planes para cenar con
su familia.
Cuando Jonah cerró la sesión y aseguró sus ordenadores,
Avery ya se había ido. Había dejado una nota en su escritorio.
Serás mi postre. Te llamaré cuando haya terminado.
Jonah volvió a pasar por Arby's de camino al otro lado de la
ciudad y pidió su plato combinado favorito, pero tenía el estómago
demasiado revuelto para comerlo. Decidió dejar la comida en el
coche y recalentarla más tarde en casa.
El cielo había empezado a oscurecerse por las inminentes
tormentas cuando llegó al almacén, un depósito sin ventanas. En él
había hileras e hileras de estantes metálicos polvorientos repletos de
pruebas de casos resueltos y procesados durante décadas. Como el
riesgo de robo y manipulación era bajo, no tenían un empleado en el
lugar. También era aquí donde se almacenaban todos los archivos
antiguos antes de que los digitalizara, así que Jonah conocía el
código de acceso, a menos que alguien lo hubiera cambiado. Lo
introdujo y contuvo la respiración mientras esperaba que el sistema
respondiera. La luz roja se puso en verde y la cerradura se
desbloqueó.
A Jonah le recordó a una biblioteca, pero en lugar de utilizar
letras alfabéticas, clasificaban y almacenaban las cajas
numéricamente por número de caso. Jonah se dirigió a la sección en
la que debían estar las pruebas de Earl y encontró un lugar vacío en
la estantería. Había una alteración en el polvo que indicaba actividad
reciente.
Hijo de puta. Por supuesto, no sería tan fácil como esperaba.
Jonah se sintió decepcionado pero no sorprendido. No era de
extrañar que Trexler no cambiara el código de acceso. ¿Por qué
tomarse tantas molestias cuando podía hacer desaparecer las
pruebas?
El dolor de cabeza que no había podido quitarse de encima se
había intensificado por haber levantado polvo y otros alérgenos.
Cuando salió, Jonah se dio cuenta de que el cielo se había oscurecido
aún más. El viento también había aumentado considerablemente.
Silbaba y aullaba entre los edificios de los almacenes que la ciudad
~ 211 ~
utilizaba para diversas cosas, arremolinando el polvo y los

escombros en diablillos de tierra en miniatura. No era lo
suficientemente fuerte como para ahogar los ruidos que venían del
lado del edificio.
—Maldita sea—, murmuró una voz ronca.
En lugar de dirigirse a su coche, Jonah asomó la cabeza por el
callejón entre dos edificios. Un hombre mayor con la ropa sucia y
deshilachada estaba de pie mirando con rabia el contenedor de
basura. Empujaba un viejo carro de supermercado con una mano y
sostenía un sucio oso de peluche en la otra.
Por muy desgraciado que fuera su abuelo, Oscar St. John,
sentía debilidad por los indigentes. Jonah recordaba el viaje
sorpresa a Atlanta cuando tenía diez años para ver su primer partido
de los Braves. Jonah nunca había visto a un indigente y se
sorprendió al ver lo mala que era la gente con ellos.
—Búscate un trabajo, vagabundo—, le había dicho una señora
a un anciano que le había tendido un vaso de papel al pasar.
Oscar no. Deslizó algunos billetes doblados en el vaso. —Nadie
elegiría vivir en la calle—, había dicho. —Ese hombre es
probablemente un veterano que perdió la cabeza después de ver
cosas horribles en una guerra.
— ¿Lo conoces?—, había preguntado el joven Jonah.
—No, pero puedo verlo en sus ojos.
Había tanta admiración en la voz de Oscar cuando hablaba de
alguien que había servido en las fuerzas armadas. Había sido
declarado médicamente no apto para servir, pero su hermano había
muerto en Vietnam.
Ese momento entre Oscar y el vagabundo en la puerta del
campo de béisbol fue una de las pocas veces que Jonah pudo ver la
humanidad que su abuelo escondía bajo su rudo exterior, y se quedó
con él todos estos años. También fue la razón por la que Jonah se
alistó en el ejército cuando se graduó en el instituto. Quería que
Oscar hablara con tanta reverencia de él... sólo una vez. Había
defraudado a Oscar tantas veces a lo largo de los años, pero ser
soldado era algo que podía hacer. Jonah había deseado graduarse
del entrenamiento básico y fotografiarse con Oscar y la abuela
~ 212 ~
después de la ceremonia, pero no estaba destinado a ello. Oscar

había muerto mientras estaba en el campamento de entrenamiento.
Él también había sido una colosal cagada como soldado. Ahora
entendía la mirada de la que hablaba Oscar porque la había visto en
su propio reflejo. En este momento, podía honrar la parte buena de
Oscar que mostraba bondad a los menos afortunados que él.
—Hola, amigo—, dijo Jonah en voz baja. Tuvo cuidado de no
avanzar hacia el hombre y asustarlo. — ¿Puedo ayudarte en algo?
—Soy Hank—, dijo el hombre. Luego levantó el oso. —Este es
Buddy.
—Encantado de conocerlos a ambos. Soy Jonah. ¿Necesitas mi
ayuda?
—Estoy bien, pero Buddy no.
— ¿Qué puedo hacer por Buddy?
—Tiene hambre. Los contenedores están vacíos.
Jonah se acordó de la comida no consumida en el coche.
Todavía estaría caliente. —Tengo comida extra que puedo compartir
con Buddy. Si te parece bien, Hank.
Hank entrecerró los ojos y evaluó a Jonah, asintiendo después
de unos momentos. —Sí, supongo que está bien.
Jonah se apresuró a ir al coche a por la comida. Redujo la
velocidad cuando se acercó al callejón porque no quería asustar al
hombre. Hank seguía de pie junto al contenedor, pero colocaba el
oso de peluche en la parte delantera del carro para que se sentara
como un niño pequeño.
— ¿Está bien acercarse?— preguntó Jonah.
—No muerdo—, dijo Hank.
Jonah sonrió mientras se acercaba al hombre y extendía su
oferta. —Ternera con queso cheddar, papas fritas rizadas y una
Coca-Cola. ¿Qué le parece a Buddy?
—Suena delicioso. ¿Crees que Buddy compartirá?
—Apuesto a que lo hará si se lo pides amablemente—,
respondió Jonah.
~ 213 ~
—Gracias, señor.
— ¿Hay algo más que pueda hacer por ti? ¿Puedo llamar a
alguien? ¿Puedo llevarte a algún sitio? Se avecina una desagradable
tormenta.
—No. Esto es suficiente. Que Dios te bendiga.
Jonah tragó con fuerza y asintió. —Cuídate. Fue un placer
conocerte, Hank. Y a ti también, Buddy.
Jonah salió del callejón y se dirigió a su coche. El viento se
levantó y el aumento de la nubosidad hizo que las sombras se
desplazaran a su alrededor, haciendo que se le erizara el vello de la
nuca. Oyó el roce de los zapatos detrás de él mientras caminaba. ¿Lo
había seguido Hank? Intentó detenerse y girar, pero fue demasiado
poco y demasiado tarde.
Alguien le dio un golpe en la nuca. El dolor fue inmediato y
cegador. Jonah se tambaleó hacia delante, tratando de alejarse, pero
sólo consiguió dar un paso antes de que el mundo girara a su
alrededor. Quedó inconsciente antes de que su cuerpo se desplomara
en el suelo.
~ 214 ~
Rat-a-tat-tat-tat.
La cara de Jonah parecía arder cuando recuperó la
conciencia. Intentó abrir los ojos pero no pudo ver por la sangre
que había en ellos. El líquido metálico y cobrizo le llenaba la boca,
amenazando con ahogarlo. Iba a ahogarse si no se movía. Necesitó
todas sus fuerzas, pero consiguió ponerse de lado.
Sus oídos resonaron con un ruido agudo que lo hizo
retroceder. Un humo acre mezclado con vapores de gasóleo llenaba
el aire, quemándole la garganta y la nariz.
¿Eagle? ¿Cobra? ¿Dragon? ¿Lion? Intentó hablar pero no
pudo mover los labios. Dios, le dolía mucho. ¿Estaba su cara en
llamas? ¿Estaba en el infierno?
Rat-a-tat-tat-tat.
Reconoció el fuego rápido del AK-47 de Al-Qaeda. Mierda.
Eran blancos fáciles. Jonah no podía ver nada, así que se esforzó
por escuchar señales de que sus hermanos estaban vivos. No oyó
más que el rat-a-tat-tat y el timbre agudo.
La pacífica oscuridad tiraba de él, pero Jonah luchaba por
mantenerse despierto. Tenía que poner a sus chicos a salvo.
Los disparos cesaron y el silencio fue mucho más aterrador.
Estaban llegando.
Goteo. Goteo. Goteo.
El agua salpicó la cara de Jonah, unas pocas gotas al principio,
seguidas de un diluvio. ¿Dónde estaba? ¿Lo habían capturado los
combatientes enemigos? ¿Lo torturarían?
Cuando Jonah abrió los ojos, la claridad no le llegó de
inmediato. La claridad le llegó por etapas, que fueron muy dolorosas
porque sentía como si alguien le hubiera cortado el cráneo y le
hubiera quitado la mitad del cerebro. Primero, se dio cuenta de que
no estaba en Afganistán. Estaba tumbado boca abajo en un
~ 215 ~
aparcamiento oscuro con la mejilla pegada al duro pavimento. Un

relámpago atravesó el cielo y comprendió que el agua era lluvia y no
una forma de tortura. El trueno retumbó con fuerza, igualando el
latido de su corazón.
¿Dónde estaba? ¿Qué le había pasado en la cabeza? Necesitaba
ponerse en pie y encontrar refugio de la tormenta. Saber lo que tenía
que hacer y cumplirlo no era lo mismo.
Incluso bajo la lluvia, podía oler el sabor metálico de la sangre.
¿La sangre de quién? Abrió la boca para llamar a sus hermanos hasta
que recordó que ya estaban muertos. Los ojos de Jonah se cerraron y
la oscuridad le llamó la atención. Allí había paz. Todo lo que tenía
que hacer era dejar de luchar contra su atracción.
Otro relámpago rasgó el cielo, y fue tan brillante que pudo
verlo tras los párpados cerrados. El violento estruendo que siguió
hizo temblar el suelo. Hay peores formas de morir.
Un teléfono empezó a sonar. ¿De quién era? —Ayúdenme—,
susurró Jonah con aspereza. Nadie se apresuró a socorrerlo mientras
la rabieta de la madre naturaleza se intensificaba. El teléfono se
silenció y enseguida volvió a sonar. La lluvia fresca lo ayudó a
despejar su cerebro lo suficiente como para darse cuenta de que era
su teléfono el que estaba sonando. Jonah apoyó su peso en un brazo
y buscó en su bolsillo con el otro.
El identificador de llamadas se veía borroso, pero aún podía
leer el nombre. Avery.
Jonah apuntó con el dedo al teléfono para aceptar la llamada,
mientras el abismo entre la conciencia y el olvido se hacía más
grande.
—Ayúdame—, dijo Jonah en el teléfono mientras caía al vacío.
~ 216 ~
El siguiente momento de lucidez de Jonah llegó cuando lo

llevaban al hospital en una camilla. Los paramédicos estaban dando
un informe completo a una doctora de urgencias de pelo rubio, que
no dejaba de mirarlo mientras corría a su lado.
Las luces superiores eran demasiado brillantes, y adquirían un
efecto estroboscópico cuando Jonah se movía bajo ellas. Jonah cerró
los párpados, pero fue demasiado poco y demasiado tarde. Las luces
y el movimiento hicieron que su estómago se rebelara, y emitió un
ruido de náuseas.
—Para—, exigió el médico. —Pónganlo de lado.
Levantaron la cabeza de la camilla. Jonah giró la cabeza y se
inclinó todo lo que pudo para vaciar el estómago en el suelo de
baldosas. El olor y el sonido de las salpicaduras hicieron que tuviera
aún más arcadas. Todo su cuerpo se tensó y se agarrotó hasta que los
dedos se deslizaron en su pelo una vez más para calmarlo.
—Te vas a poner bien.
Avery. ¿Pero cómo?
Los dientes de Jonah empezaron a castañear y su cuerpo se
estremeció, haciéndole sentir el frío y la humedad que tenía. Los
movimientos bruscos exacerbaron el dolor en su cráneo hasta el
punto de que pensó que podría estar enfermo de nuevo.
—Tenemos que llevarlo a una habitación y quitarle esa ropa
mojada—, dijo la médica. —Vamos.
Empezaron a moverse, y el mundo empezó a girar de nuevo.
Jonahcerró los ojos, con la esperanza de evitar otra ronda de
vómitos violentos. Se sintió muy aliviado cuando la camilla se detuvo
dentro de una sala de examen. Todos los que le rodeaban se
pusieron en movimiento con el médico dando órdenes. Le quitaron
la ropa, cortando todo lo que les daba problemas antes de cubrir a
Jonah con mantas térmicas. El peso y el calor le hicieron relajarse en
la cama. La oscuridad volvía a llamarlo y no tenía motivos para
resistirse.
—Quédate conmigo—, dijo bruscamente la médica.
Jonah abrió los ojos de golpe y clavó la mirada verde y
evaluadora de la doctora rubia.
~ 217 ~
—Soy la Dra. Sheridan. ¿Puede decirme su nombre?—, le

preguntó ella cuando se dio cuenta de que sus ojos se habían abierto.
—Jonah St. John—, respondió él. Le pareció que estaba
gritando, pero se inclinó más hacia él como si no pudiera oírlo.
La Dra. Sheridan le iluminó los ojos con una linterna y
continuó haciéndole más preguntas. Quería saber cosas como qué
año era, quién era el presidente, dónde vivía Jonah y su fecha de
nacimiento. — ¿Cómo me llamo?—, preguntó.
—Dra. Sheridan—, susurró él. Sólo responder a esas pocas
preguntas le había agotado.
—Tienes una conmoción cerebral tremenda—, dijo la doctora
Sheridan. —Vamos a hacer algunas pruebas para ver el alcance de su
traumatismo cerebral—. ¿Trauma cerebral? Eso sonaba mal.
Realmente malo. Le dijo al equipo las pruebas, usando acrónimos. Él
reconoció una o dos de sus anteriores lesiones de hace diez años. —
Tenemos que conseguir que la herida de la cabeza deje de sangrar
para poder evaluar el daño allí. ¿Alguna idea de con qué lo golpeó su
atacante?— Preguntó la Dra. Sheridan.
—Ni idea—, dijo Avery.
—El arma no estaba en la escena cuando llegué—, dijo otra voz
que no reconoció. ¿Un policía? ¿Un paramédico?
— ¿Puede traer a los detectives Locke y Key?— preguntó Avery.
—Claro que sí—, dijo el hombre. Los pasos resonaron y Jonah
lo vislumbró al pasar por la cama de Jonah. Era un patrullero.
Las máquinas de la sala pitaban y zumbaban mientras las
enfermeras se movían alrededor de la Dra. Sheridan para conectarlo
a las cosas. Un nuevo sonido se unió al equipo médico. Un timbre.
¿Un teléfono?
—Hola, Comisaria Rigby. Soy Avery. Jonah ha sido herido—,
dijo con urgencia, y a continuación enumeró el hospital. —Alguien lo
golpeó en la cabeza. La médica dijo algo de una conmoción cerebral,
pero están haciendo más pruebas—. ¿Cómo lo había encontrado
Avery? Jonah recordaba vagamente que Avery lo había llamado al
despertarse.
—Doctora, radiología está listo para él ahora—, dijo alguien.
~ 218 ~
—Vamos a moverlo—, dijo la Dra. Sheridan.

Espera. Tenía que decirle a Avery que se alejara mucho, mucho
de él. No era seguro. Jonah abrió los ojos y se dio cuenta de que la
cama del hospital se estaba moviendo de nuevo. Gran error.
Comenzó a vomitar en seco, enviando sacudidas de dolor a su
cerebro cada vez que su cuerpo se tensaba en preparación.
—Pobrecito—, dijo alguien del equipo. —Vamos a movernos de
nuevo. Cuanto antes evalúen la lesión en la cabeza, más rápido
podrán inyectarle medicamentos.
La cama empezó a rodar una vez más, y Jonah se esforzó por
relajarse en el fino colchón. Rezó para que la dichosa oscuridad se lo
tragara de nuevo y consiguió su deseo.
El ambiente era drásticamente menos caótico cuando resurgió

la siguiente vez. También le dolía mucho menos la cabeza y su
estómago no estaba revuelto. Jonah se quedó quieto, evaluando su
entorno. Por el olor antiséptico, el incómodo colchón y los pitidos de
las máquinas, se dio cuenta de que seguía en el hospital. Dios,
odiaba los hospitales. Jonah frenó mentalmente antes de que su
cerebro lo llevara al carril de los recuerdos. No quería pensar en el
hospital de campaña donde lo habían estabilizado para el largo vuelo
a la Base Aérea de Ramstein, en Alemania, y luego al Centro Médico
Regional de Landstuhl. Jonah había permanecido allí durante un
tiempo para curarse y recuperarse antes de volver a casa, a los
Estados Unidos, donde empezaron la cirugía reconstructiva de su
cara. Jonah daría casi todo lo que poseía si alguien pudiera borrar
los recuerdos del trauma emocional y el dolor físico que había
soportado durante esos largos meses de recuperación.
Unos susurros silenciosos captaron su atención. Jonah abrió
los ojos. Avery, Royce, Sawyer, Ellen, Rocky, Felix y Marla estaban
en un pequeño grupo, hablando en voz baja. Jonah sólo tenía ojos
para uno de ellos. Recorrió con la mirada el rostro de Avery,
~ 219 ~
observando sus ojos hinchados y rojos y su cara pálida. El

arrepentimiento y la culpa apretaron el corazón de Jonah como una
mordaza. Debió de emitir un sonido de angustia porque todas las
miradas se volvieron hacia él.
A pesar de que sentía que su brazo pesaba doscientos kilos, lo
levantó lo suficiente como para torcer el dedo.
— ¿A quién de nosotros está haciendo señas?— preguntó
Royce.
—Dudo que seas tú—, dijo Sawyer. —Probablemente fue tu
gran boca la que lo despertó.
—Te encanta mi bocaza, imbécil—, dijo Royce en voz baja.
Sawyer fulminó con la mirada a Royce, pero Jonah vio cómo se
le movía la boca.
Avery los hizo callar y se apresuró a ir al lado de Jonah. —
Hola—, dijo en voz baja. — ¿Cómo te sientes?
—Como atropellado—, respondió Jonah. Sentía la boca como
papel de lija y tenía la garganta tan seca como un desierto. — ¿Cómo
me has encontrado?
Avery sacó del celofán una botella de agua de plástico
reutilizable y una pajita, y la llenó con agua helada de una jarra. —
Toma, bebe esto—. Avery acercó la pajita a los labios de Jonah y
obedeció. —Un tipo llamado Hank recogió tu teléfono después de
que te desmayaras. Me dio una ubicación general, y me subí al coche
y conduje hasta que te encontré—. Los ojos de Avery se aguaron. —
Hank se quedó al teléfono conmigo hasta que llegué. Me contó lo
que hiciste por él y por Buddy.
Jonah dejó que la pajita se deslizara de sus labios cuando
terminó. Avery presionó el dorso de su mano contra la mejilla de
Jonah. No pudo resistirse a inclinarse hacia su tacto, empapándose
de su calor. Después de unos momentos, Jonah rodeó la muñeca de
Avery con su mano y la apartó. —Avery, creo que deberías irte.
Aléjate de mí todo lo que puedas.
Avery exhaló con fuerza y retrocedió, casi dejando caer la
botella de agua. La dejó en el suelo y se dejó caer en el asiento junto
a la cama de Jonah. Pareció aturdido durante tres segundos antes de
~ 220 ~
enderezar los hombros y cruzar los brazos sobre el pecho. —Al diablo
con eso—, dijo.
—Es hora de que salgamos y demos un poco de privacidad a
estos señores—, susurró Marla.
—Pero, mamá—, se quejó Royce, —estamos llegando a la parte
buena del espectáculo.
—Sal ahora, antes de que te arrastre por la oreja—, dijo Marla
con fuerza.
— ¿Habrá azotes si nos portamos muy mal?— preguntó Royce.
Marla soltó una risita. —Eres demasiado ansioso. Vamos,
ahora—, dijo, llevándolos a todos a la puerta.
Una vez solos, Jonah alargó la mano y acarició la cara de
Avery. La firmeza de sus labios y su expresión decidida le hicieron
saber a Jonah que se enfrentaba a una batalla perdida. Para ser
honesto, su intento fue débil en el mejor de los casos. — ¿Conoces
ese tatuaje en mi espalda?
Avery asintió.
—Es en honor a mis cuatro amigos que murieron en combate
por un horrible error que cometí. No puedo dejarlo pasar hasta que
resuelva lo que realmente le ocurrió a Earl Ison. No podría vivir
conmigo mismo si te pasara algo por mi culpa.
Avery se inclinó hacia su tacto. —No me pasará nada. Tú y tus
amigos se encargaran de ello. Estoy más preocupado por ti. Podrías
haber muerto esta noche.
—Si me quisiera muerto, estaría muerto. Fue una advertencia.
Una que no haré caso.
Una promesa hecha era una promesa cumplida.
~ 221 ~
Jonah se despertó unas horas después y encontró a Marla

durmiendo en la silla junto a su cama. Como si sintiera que se
removía, Marla se sentó más erguida y le tendió la mano.
— ¿Dónde está Avery?—, susurró con voz ronca.
—Envié al corderito a casa para que descansara.
Suponía que Avery escucharía a Marla. Todo el mundo lo
hacía. Jonah resopló, y luego se estremeció cuando sólo ese
movimiento hizo que el dolor reverberara en su cráneo.
— ¿Cómo te sientes, cariño?—, preguntó ella.
—Mal—, admitió Jonah. —Muy mal, carajo.
Marla le acarició la cara con manos frías. —Voy a buscar una
enfermera para ti.
Jonah rodeó suavemente su muñeca con las manos para
detenerla. —Vete a casa con Amos. No puedes descansar
cómodamente en estas sillas. No es seguro estar cerca de mí en este
momento—, respondió Jonah.
Marla le dio uno de sus patentados y sufridos suspiros. — ¿Qué
me va a hacer un gran malvado que el cáncer no esté haciendo ya?—.
Su respuesta pilló a Jonah con la guardia baja, permitiéndole seguir
argumentando sin oposición. —Pasaré el resto de mis putos días
haciendo lo que me dé la gana, y me complace cuidar de mi querido
amigo, sobre todo porque está en este lío por mi culpa.
—Nada de esto es culpa tuya.
—Hagamos un trato—, dijo Marla. —Dejaré de creer que tu
lesión es culpa mía en cuanto dejes de culparte por cada cosa terrible
que le ocurre a la gente que quieres.
Jonah deseaba poder aceptar su trato sin más, pero no podía.
O tal vez no lo haría. Era más fácil mantener a la gente a distancia
que perderla cuando se acercaba demasiado.
~ 222 ~
—Ya veo—, dijo Marla tras una larga pausa. Liberó su mano del
agarre suelto de Jonah, pulsó el botón de llamada a una enfermera y
se acomodó en su silla. Y ese fue el final de la discusión con Marla.
En contra del consejo médico de la Dra. Sheridan, Jonah firmó
su salida del hospital a la mañana siguiente. —Sufrí una conmoción
cerebral mucho peor la vez que me tiré de cara por la ladera del
Kilimanjaro—. Jonah señaló la cicatriz de su cara. —Así es como me
hice esto.
La Dra. Sheridan resopló mientras Marla se limitaba a negar
con la cabeza.
—Voy a tirar del coche por delante—, le dijo Marla a Jonah.
—Creía que no sabías conducir.
Marla puso los ojos en blanco. —Que decida no conducir no
significa que no sepa hacerlo.
—Siento discrepar—, refunfuñó Jonah durante el corto
trayecto a casa. Marla había tomado las curvas demasiado cortas y
había esperado demasiado tiempo para pisar los frenos al acercarse
a las señales de stop y a los semáforos en rojo.
—Se supone que no debes parar en el paso de peatones—, se
burló Jonah.
—Sigue así, listillo.
Durante los días siguientes, Marla supervisó los cuidados de
Jonah, haciendo de enfermera y psicóloga para él. También le
preparaba la comida y pastoreaba gatos, lo que ella llamaba vigilar a
sus numerosos visitantes. Avery venía todas las tardes después del
trabajo y se quedaba hasta que se ponía el sol, pero Jonah lo
convenció para que se fuera a casa a dormir en su propia cama, ya
que seguía levantándose varias veces por la noche.
Sus sueños eran tan turbulentos, reproduciendo una y otra vez
el fatídico día de la explosión del artefacto explosivo improvisado.
Para colmo de males, su cerebro situaba a Avery en el Humvee con
ellos, recordándole a Jonah qué -o quién- corría peligro si volvía a
meter la pata.
~ 223 ~
—¿Qué demonios estás haciendo?— preguntó Marla cuando

entró en su habitación un día hacia el final de la semana. —Se
supone que no debes estar con el teléfono.
Jonah levantó la vista de su teléfono y sonrió de oreja a oreja.
— ¿Estoy convaleciente o asistiendo a un concierto de Reba
McEntire?— Vivía para sus múltiples cambios de vestuario cada día.
El vestido rojo de satén y largo hasta el suelo, digno de una aparición
en los Oscar, no decepcionó.
— ¿Reba?—, se burló. —Te refieres a Celine Dion, ¿verdad?—.
Marla cruzó la habitación y le arrebató el teléfono.
Jonah habría sacudido la cabeza, pero aún le dolía la cabeza. —
Esto es Georgia, así que aquí reina Reba.
Marla se burló. —Tendremos que acordar que no estamos de
acuerdo. Y para tu información, he acumulado estos increíbles trajes
a lo largo de los años y quiero ponérmelos todos de nuevo antes de
morir—. Entonces comenzó un debate Reba versus Celine, que duró
al menos treinta minutos. Normalmente, Jonah se habría rendido
mucho más rápido, pero verla enfadada era el mejor entretenimiento
que había tenido desde que salió del hospital.
—Marla, estoy aburrido—, se quejó Jonah.
—Bien. Hablaré de mi reciente fin de semana en Atlanta.
—De acuerdo.
—Necesitaba expiar mi estupidez y arrogancia—, dijo Marla. —
Eso es lo que hace la gente sabia. Verás, mi familia reaccionó mal al
descubrir que soy genderqueer, aunque entonces no lo llamábamos
así. Con el tiempo quisieron entenderlo e incluso intentaron arreglar
las cosas, pero yo rechacé sus esfuerzos. Era demasiado poco y
demasiado tarde. Sentí que me habían rechazado, así que les di a
probar su propia medicina. Durante más de tres décadas, me privé
de pasar un tiempo precioso con mi familia por culpa de mi estúpido
orgullo. Debí haberles dado tiempo para que aceptaran las cosas y
permitirles la oportunidad de conocer quién soy. En lugar de eso,
salí corriendo y no miré atrás. Fue necesaria una sentencia de
muerte para que reconociera que yo también había cometido
errores.
~ 224 ~
Marla sonrió con nostalgia. —Pude conocer a mis sobrinos y

abrazar a mi mamá y a mi papá. Ya te digo—, dijo cubriendo su
corazón. —Nadie da mejores abrazos que mi papá—. Marla dio un
codazo en el hombro de Jonah. —Pero tú te acercas mucho. Has sido
mi familia durante los últimos tres años, y te quiero más de lo que
puedo expresar.
Jonah cerró los ojos, pero las lágrimas seguían cayendo por sus
mejillas. Si pensaba que eso la detendría, no conocía muy bien a
Marla.
—Y mi Amos...— Su voz se tambaleó, así que se aclaró la
garganta y continuó. —El hombre tiene la paciencia de una docena
de santos. Durante décadas, me he sentido indigna del amor y he
alejado a ese hombre. Él volvía una y otra vez. El amor de Amos es
implacable—. Marla le acarició el pecho. —Tus sentimientos por
Avery son fuertes, y sé que te asustan. Resuelve los demonios que te
persiguen, corta esas malditas cadenas y permítete amar y ser
amado a cambio. Te lo mereces, cariño.
¿Lo merecía? Dios, quería creer que era verdad.
Rocky y Felix aparecieron más tarde esa tarde, salvando a
Jonah de ahogarse en su miseria. Felix se esforzaba por seguir las
pistas porque no iba a dejar que Jude Arrow se impusiera en la
investigación. A Jonah le gustaba escuchar los segmentos de The
Straight Shooter en las noticias de la noche para poder irritar a Felix
con lo que escuchaba. Rocky seguía enfrascado en el caso del
cónyuge infiel, pero intensificó sus esfuerzos por conseguir trapos
sucios sobre Trexler después de que Jonah se lesionara. Ambos
vigilaban a Avery por Jonah. Los tres acordaron que no era seguro
investigar el caso solos porque alguien quería mantener la verdad
enterrada a toda costa.
Más tarde, esa misma noche, Jonah se despertó con un fuerte
golpe. Supuso que Kendall había vuelto a traer a alguien a casa. Se
dio la vuelta y enterró la cabeza bajo la almohada, esperando que
terminaran pronto para poder volver a dormir.
De repente, alguien abrió su puerta y encendió la luz. —
Jonah—, gritó Kendall. — ¿Estás bien?— Luego se echó a reír. —Oh,
eres tú. He oído a alguien subiendo al tejado por la ventana de Jonah
y he pensado que venían a acabar con él.
~ 225 ~
— ¿Qué carajo?— Jonah gruñó, tirando la almohada a un lado

y sentándose con cautela. Avery estaba tirado en el suelo bajo su
ventana abierta. Jonah se volvió hacia Kendall. — ¿Acabar conmigo?
Kendall se encogió de hombros. —Veo que no necesitas mi
ayuda. Buenas noches.
Estaba soñando, ¿verdad? Jonah se frotó los nudillos sobre los
ojos. Miró hacia abajo, y Avery seguía allí.
—Puedo explicarlo—, dijo Avery mientras se incorporaba.
Jonah levantó una ceja. —Estoy deseando oírlo.
Avery soltó un suspiro. —Sólo necesitaba ver por mí mismo
que estabas bien. Estabas durmiendo cuando me pasé antes y no
quise despertarte. Luego no respondiste a ninguno de los mensajes
que te envié.
—Marla me quitó el teléfono. Esta fue la vez que más dormí.
Debo estar curándome.
—Oh, bien. Yo... volveré a casa y te dejaré volver a dormir.
—Avery.
— ¿Sí?
—Ven aquí—, dijo Jonah, acariciando la almohada a su lado.
Avery parecía esperanzado pero también temeroso de moverse.
— ¿Eres tú quien habla o tu medicación?
—Sólo estoy tomando ibuprofeno—, respondió Jonah, dando
otra palmadita a la almohada. —Te quiero en mi cama.
La tensión se desvaneció del ágil cuerpo de Avery. Se levantó y
se desnudó hasta quedar en ropa interior antes de cruzar la
habitación para apagar el interruptor de la luz.
Jonah suspiró aliviado cuando la cama se hundió bajo su peso.
—Eres un hacker sigiloso, pero serías un horrible ladrón de gatos.
Avery soltó una risita. —No dejaré mi trabajo de día, ¿eh?
—Sí—, susurró Jonah. — ¿Avery?
— ¿Hmmm?
—Acércate más—, susurró Jonah.
~ 226 ~
—No quiero empujarte—, dijo Avery, deslizándose hacia los

brazos abiertos de Jonah.
Jonah se fundió en el calor de Avery y le besó la parte superior
de la cabeza. Todo volvía a estar bien en su mundo.
Avery no respondió, sólo se acurrucó más.
Por la mañana, Jonah se despertó con una erección, una
sensación de propósito y una cama vacía. Empezó a creer que había
soñado la visita nocturna de Avery hasta que vio la impresión en
medio de la almohada que había utilizado.
Jonah pasó los dedos por encima, y luego se llevó la almohada
a la cabeza para respirar el champú de Avery. El sentido de propósito
de Jonah se hizo más fuerte al igual que su determinación de hacer
las paces con su pasado.
Necesitaría algunos aliados, ya que no se le permitía conducir.
~ 227 ~
—Buenos días, cariño. Tienes mucho mejor aspecto esta

mañana—, dijo Marla cuando Jonah bajó completamente vestido por
primera vez en días. Lo recorrió con la mirada de pies a cabeza. —
¿Podría tener algo que ver con tu visita nocturna?
— ¿Te lo ha dicho Kendall?
Marla resopló. —Cariño, sabes que soy un búho nocturno. Lo
he visto todo. Envié a Amos para que viera al tonto y lo atrapara si
perdía el equilibrio—. Ella sacudió la cabeza con incredulidad.
—Amos es un buen hombre—, dijo Jonah. Le había gustado
conocer mejor al marido de Marla durante la última semana.
Marla asintió. —Es el mejor—. Escudriñó un poco más el rostro
de Jonah. —Parece decidido. No estarías pensando en irte a algún
sitio, ¿verdad?
—Ellie está de camino a recogerme. Estoy siguiendo su consejo
y resolviendo mis demonios—. Tratando de todos modos. Jonah
señaló el vestido de baile púrpura ciruela de Marla con un escote
pronunciado y tacones plateados de tiras, que la hacían casi tan alta
como él. — ¿Cuál es exactamente el ambiente que estás tratando de
establecer esta mañana? ¿Te presentas a un concurso de belleza?
Colocando su delgada mano en la garganta, Marla inclinó la
cabeza hacia atrás y se rio. —Oh, cariño—, dijo, frotando
delicadamente un nudillo bajo sus ojos artísticamente pintados para
apartar las lágrimas de alegría. —No sería justo para los demás si lo
hiciera.
—Muy cierto.
— ¿A dónde se dirigen usted y la señorita Ellie tan temprano?
—Al cementerio de Buenaventura—, dijo Jonah. —Queremos
llegar antes de que empiecen los grupos de visitas guiadas.
Marla arqueó una elegante ceja. —Por favor, dime que tus
actividades no implicarán vudú o resucitar demonios reales.
~ 228 ~
—Hoy no—, bromeó Jonah.

El cementerio de Buenaventura fue el lugar de enterramiento
de varios personajes famosos e infames, desde generales militares
hasta el premiado letrista Johnny Mercer. El libro “Medianoche en el
jardín del bien y del mal” convirtió el sereno lugar de descanso en un
punto de interés para los turistas cuando la famosa estatua de la
chica pájaro del cementerio apareció en la portada.
A Jonah sólo le interesaba visitar a dos de los residentes del
cementerio: sus abuelos. Sus lápidas no eran tan macabras como la
estatua de la parca que tanto llamaba la atención, ni provocaban la
reflexión como los ángeles escondidos entre los robles vivos
cubiertos de musgo español, ni eran tan austeros como algunas de
las criptas pertenecientes a algunas de las familias más ricas de
Savannah.
Compartió una taza de café con Marla en el porche mientras
esperaba la llegada de Ellie. Jonah se puso de pie y besó la mejilla de
Marla cuando su tía se detuvo en su entrada.
—Cuidado con los fantasmas—, le dijo Marla mientras se
alejaba.
Jonah saludó con la mano para agradecer su consejo, aunque
estaba más preocupado por los espectros que rondaban su alma que
por unos seres etéreos que se paseaban por el cementerio.
—Hoy tienes mucho mejor aspecto—, comentó Ellie cuando él
subió al coche.
—Me siento mejor—, admitió Jonah.
—Bien—, dijo Ellie. —Ahora que lo haces, tenemos que hablar
de la investigación de Earl Ison.
—No me voy a echar atrás.
Su tía se burló. — ¿Crees que no lo sé ya? Renunciar no está en
tu ADN.
Jonah se giró con cuidado y la miró, ya que los movimientos
bruscos seguían desencadenando debilitantes dolores de cabeza.
Ellie mantenía los ojos en la carretera, pero Jonah pudo notar por su
postura rígida que estaba preocupada por él.
~ 229 ~
—Necesito saber qué has descubierto para provocar una

reacción tan violenta. ¿Tienes alguna pista?
— ¿No te prometí compartir información vital contigo?—
preguntó Jonah.
—Sí—, reconoció Ellie, —pero seguro que puedes entender mi
preocupación.
— ¿Ahora mismo estoy hablando con la comisaria de policía o
con mi tía?— preguntó Jonah.
Ellie se detuvo en un semáforo en rojo y lo miró. —Son la
misma cosa. Me preocupa tu seguridad y asegurarme de averiguar
quién mató realmente a Earl Ison.
—De verdad, tía Ellie. El único problema que he provocado es
en el trabajo.
—Explícate.
Jonah le contó la secuencia de acontecimientos que
culminaron con su suspensión y el acceso restringido. —Después de
que Trexler me suspendiera, alguien rajó mis neumáticos. Trexler
me restringió el acceso, así que fui al almacén a buscar entre las
pruebas, que ahora han desaparecido, por cierto.
—Hijo de puta—, gruñó Ellie.
—Luego me golpearon en la cabeza al salir de las instalaciones.
— ¿Y el vagabundo? ¿Podría haberte golpeado?
—Podría haberlo hecho, supongo, pero ¿con qué propósito?—
preguntó Jonah. —Hank no me robó la cartera ni el teléfono. De
hecho, ayudó a Avery a encontrarme. No fue él.
— ¿Quién sabía que ibas al almacén?— Preguntó Ellie.
—Nadie.
—Alguien debe estar siguiéndote—, dijo Ellie, y luego
comprobó instintivamente su espejo retrovisor. — ¿Pero quién?
¿Trexler?
— ¿Quién más? Él es el denominador común en todo esto.
—Butch Trexler puede ser un absoluto imbécil a veces, pero me
cuesta creer que esté intentando matarte—. Ellie respiró
~ 230 ~
profundamente. —No podemos permitirnos descartar a nadie en

este momento.
—Rocky está indagando en sus antecedentes para ver si Trexler
tiene vínculos con alguien relacionado con alguna de las dos
investigaciones.
—Cuéntame todo lo que has descubierto hasta ahora en tu
investigación.
Jonah empezó por el principio y se retractó de cada una de las
entrevistas, empezando por Sandy Jasper en The Cockpit y
terminando con Milton y Morrissey cerrándoles la puerta en las
narices.
—El único que queda por entrevistar es el tipo con el que salió
Earl después de romper con Jerry—, dijo Ellie. — ¿Alguna idea de
quién puede ser?
—Ninguna—, admitió Jonah. —Nada de lo que descubrí
querría hacer que alguien me matara. No estoy más cerca de resolver
este caso que cuando empecé.
—Puede que no lo sepan.
— ¿Cómo entraron en las instalaciones del GBI para robar las
pruebas?— Preguntó Jonah.
—No podemos asegurar que alguien se haya llevado las
pruebas recientemente, Jonah. Hay un lugar vacío en la estantería
donde podría haber estado la caja de pruebas de Ison. Tal vez fue
una investigación diferente del mismo año, que tendría un número
de expediente similar. No podemos almacenar las pruebas de cada
investigación.
—Tal vez—, admitió Jonah. — ¿Ha habido suerte en la
búsqueda de mi atacante?
—No—, dijo Ellie. —Locke y Key han hablado con los
propietarios de los almacenes de los alrededores y ninguno de ellos
tiene cámaras de seguridad exteriores. Tampoco han podido
localizar a tu amigo Hank.
Jonah esperaba volver a encontrarse con el vagabundo algún
día para poder darle las gracias. También quería encontrar una
forma de sacar a Hank de la calle, si era posible.
~ 231 ~
—Mis policías de antivicio también están preguntando por

ahí—, continuó Ellen. —Hasta ahora, no tenemos nada—. Jonah no
se sorprendió. —El informe oficial de la policía sobre su atraco está
temporalmente atascado en nuestro sistema interno de informes. La
tecnología moderna es genial cuando funciona bien.
Jonah se rio. — ¿Es esa la excusa oficial que vas a dar si alguien
solicita el informe del incidente?
—Sí—, respondió Ellie. —No puedo atarlo para siempre.
¿Cómo quieres que proceda?
— ¿Qué quieres decir?
—Bueno, si alguien del GBI solicita una copia del informe del
incidente, verá que fuiste atacado en uno de sus almacenes—, dijo. —
Estoy segura de que a continuación surgirán muchas preguntas.
Jonah se lo pensó un segundo. —Envié por correo electrónico
las órdenes del médico a Recursos Humanos. En ellas se detallaban
las lesiones que recibí en el atraco, el número de días que tendría
que faltar y la actividad limitada que tendría que cumplir al volver.
Eso debería ser suficiente, y no veo por qué alguien iría más allá de
eso para solicitar el informe policial oficial. Si lo hacen, que así sea.
Dejaré que las fichas caigan donde puedan. No te pediré a ti ni a
nadie que mienta y falsee un informe policial para proteger mi
trabajo.
Ellen se acercó a la consola y le cubrió la mano. —Pero ten
cuidado. Eres mi sobrino favorito y te quiero mucho.
—Soy tu único sobrino—, bromeó Jonah.
Ella soltó una risita. —Y te quiero mucho.
—Yo también te quiero, tía Ellie.
Cuando llegaron al cementerio de Bonaventure, en
Thunderbolt, a Jonah le empezaba a doler la cabeza de tanto pensar.
Ellie le rodeó el brazo mientras paseaban por los serenos
terrenos. —Haremos esto bien, Jonah. Te lo prometo.
Eso era todo lo que necesitaba oír en ese momento. Ellen
Rigby era una mujer de palabra. Eso también estaba incorporado en
su ADN.
~ 232 ~
Jonah se quedó momentáneamente sin palabras cuando

llegaron a la lápida de mármol negro que marcaba los lugares de
enterramiento de Oscar y Maeve. Estas dos personas lo habían
moldeado y formado, pero con métodos tan diferentes.
— ¿Cómo perdonaste a Oscar?— preguntó Jonah, rompiendo
el silencio tras una larga pausa.
—Simplemente lo hice—, dijo Ellie. —Me cansé de sentir que
nunca estaría a la altura de sus expectativas sin importar lo que
lograra. Me cansé de no sentir nunca que era suficiente. No
importaba cuántas veces Sherry o los niños me expresaran su amor,
nunca me sentía digna. ¿Cómo podía serlo si mi propio padre no me
quería?
Jonah pasó el brazo por los hombros de Ellie y la acercó.
—Un día me desperté y dije basta. Para entonces, papá ya se
había ido, así que empecé a escribir en un diario sobre todas las
complejidades de mi relación con él. Esperaba escribir sólo sobre
todas las cosas que me molestaban de papá, y admito que empezó
así. Luego, noté un cambio de tono. Empecé a incluir todas las
pequeñas cosas que papá hacía por mamá para hacerla feliz, y la
forma en que sonreía cuando te graduabas en el instituto como
mejor estudiante—. Respiró profundamente. —Me di cuenta de que
era imperfecto y tenía defectos, pero aún así lo quería. Papá hizo lo
mejor que pudo, teniendo en cuenta que creció en una generación en
la que a los hombres no se les permitía ser sensibles y considerados.
Al final tomé la decisión de perdonar a papá por mi propio bien—.
Ellie se giró en el abrazo de Jonah y lo miró. —Un día me presenté
aquí y dije: 'Papá, te perdono'. Mi espíritu se sintió mucho más ligero
después, y soy mejor persona por ello.
Jonah se quedó mirando la lápida hasta que se le aguaron los
ojos, permitiéndose recordar las partes buenas de Oscar St. John.
Recordó a la abuela riéndose como una niña cuando Oscar sacaba un
manojo de flores silvestres del lago cuando iba a pescar. Jonah
recordó la compasión que había mostrado con el vagabundo.
También estaba la vez que Oscar fue con él a la oficina de
reclutamiento para alistarse en el ejército. Defectuoso. Imperfecto.
Humano.
Jonah puso la mano sobre el frío mármol. —Te perdono, papá.
~ 233 ~
— ¿Te sientes mejor?— preguntó Ellie.

Jonah asintió. No podía negar que su alma se sentía más
ligera, pero el trueno de su interior aún retumbaba suavemente.
—Bien—, dijo Ellie. —Ahora tienes que perdonarte a ti mismo,
Jonah.
El viejo Woody Wagon de Felix estaba aparcado en su entrada

cuando volvieron. Ellie tenía una reunión con el alcalde, así que no
se quedó a saludar ni a reñir a Felix.
Desde el porche, oyó las voces de Felix y Rocky seguidas de la
risa gutural de Marla. Jonah entró en su casa y encontró a Marla
sentada en el regazo de Rocky, pasándole los dedos por el pelo rubio.
—Sí que eres guapo—, le dijo Marla. —Un aspecto robusto y
guapo y un brillo diabólico en tus ojos azul claro—. Pasó la yema de
un dedo por la desaliñada mandíbula del IP. —Dile a mamá, ¿alguien
ha reclamado ya tu corazón?
—Alguien ya ha reclamado el tuyo, mamá—, dijo Jonah,
captando su atención.
Rocky y Felix lo miraron, pero Marla despidió a Jonah con un
elegante gesto. —Ignóralo, Ojos Azules.
Rocky le sonrió. —Creo que tal vez te he estado esperando.
Marla le besó la mejilla y luego se levantó para poder besar
también la de Felix. —Chicos, portensen bien hoy y no dejen que
Jonah haga demasiado. Sólo se le permite mirar ordenadores,
teléfonos u otros dispositivos electrónicos durante treinta minutos
seguidos.
—Sí, mamá—, dijo Jonah.
~ 234 ~
Marla presentó su mejilla para que Jonah la besara antes de

salir de la casa con un movimiento de la tela de color ciruela y
dejando atrás una nube de Chanel.
La habitación estaba más apagada sin ella. Jonah se frotó
distraídamente el pecho con una mano, como si eso pudiera hacer
desaparecer la punzada de su corazón.
—Vaya—, dijo Felix, llamando su atención. —Jonah se ve
mucho mejor hoy, ¿no es así, Major?
Rocky miró a Felix. —No empieces conmigo, o me comeré tu
dona favorita y escupiré en tu café cuando no estés mirando.
— ¿No tienen ustedes dos algo mejor que hacer un viernes por
la mañana que cuidarme?— preguntó Jonah mientras miraba dentro
de la bolsa de donuts de la panadería. — ¿Glaseado de caramelo y el
tocino desmenuzado?
—Sólo lo mejor para ti, grandullón—, dijo Felix, empujando
hacia él un porta bebidas. —Aquí tienes tu jarabe de caramelo, leche
y azúcar con un chorrito de café. Debería estar todavía caliente.
—Son los mejores—, dijo Jonah antes de dar un enorme
mordisco a su donut. Dios, le encantaba la combinación de cosas
dulces y saladas.
— ¿Te apetece trabajar un poco?— preguntó Felix.
—Dios, sí—, respondió.
— ¿Estás respondiendo a la pregunta de Felix, o estás teniendo
un orgasmo por el donut?— preguntó Rocky.
—Ambas cosas—, dijo Jonah, sentándose en la silla frente a
ellos. — ¿Qué tienes en mente?
Rocky y Felix intercambiaron una rápida mirada, y eso lo puso
nervioso. Sabía que no le iba a gustar lo que estaban a punto de
contarle.
—Descubrí cómo tu atacante supo encontrarte en el bar y en el
almacén a pesar de que no le dijiste a nadie a dónde ibas—, dijo
Rocky, mirando con una mirada para mostrar su disgusto por la
última parte.
— ¿El matón no me siguió en ambas ocasiones?
~ 235 ~
— ¿Cómo iba a saber cuándo y dónde empezar?— preguntó

Felix. —No transmitiste tu intención de ir a The Dive Bar a nadie
fuera de nuestro círculo íntimo.
—Y además, conduje durante casi todo el día. Sólo nos
separamos después de recibir la llamada de Pete. Así que es posible
que alguien haya vigilado tu casa por la posibilidad de que
investigaras el caso por tu cuenta mientras estabas suspendido.
Podrían habernos seguido todo el día y continuar siguiéndote
después de que nos separamos, o...
—Pusieron un dispositivo de seguimiento en mi coche—, dijo
Jonah.
Rocky y Felix asintieron.
—Tu oficina también tiene micrófonos—, dijo Felix.
—Pero tu casa está limpia y el coche de Avery también—,
añadió Rocky.
—Mierda—. Jonah dejó el resto de su rosquilla sin comer sobre
la mesa. — ¿Cómo sabes lo de mi oficina y el coche de Avery?
La mueca de Rocky fue toda la respuesta que Jonah
necesitaba. Se levantó rápidamente, y su silla rozó el suelo antes de
volcar. El dolor que le recorría el cerebro le recordó a Jonah que aún
no se había recuperado del todo. Apoyó las dos palmas en la mesa
para estabilizarse.
—Cuidado, grandullón—, dijo Felix con suavidad.
— ¿Cómo pudiste involucrar a Avery?— preguntó Jonah.
Rocky mantuvo sus ojos fijos en los de Jonah. —Quería saber
cómo podía ayudarte. Sabía que no había forma de que pudiera
entrar en el espacio para poder barrerlo.
Jonah tragó con fuerza. —Les pedí que lo mantuvieran a salvo,
no que lo pusieran en mayor riesgo.
—Jonah, Avery iba a introducirse en la situación
independientemente de lo que tú o cualquier otro dijera—, señaló
Felix. —Él se preocupa mucho por ti. Es más seguro para él trabajar
con nosotros que ir a medias por su cuenta y tropezar con
problemas.
~ 236 ~
—Le presté un dispositivo de barrido y le enseñé a usarlo—,

dijo Rocky. —No lo lamento. Podrías haber muerto, Jonah.
Felix asintió. —La mierda se acaba ahora.
—Sabemos quién está detrás de esto—, gruñó Jonah.
—Probarlo podría ser más difícil de lo que pensamos—, dijo
Rocky. —He sido incapaz de encontrar algo sucio sobre Trexler. El
hombre no tiene ni siquiera una multa por cruzar la calle, y no puedo
relacionarlo con Ison o Cahill.
— ¿Y los guardias de la prisión?— Preguntó Jonah a Felix. —
¿Has tenido suerte allí?
Felix negó con la cabeza. —Opie era Joshua Matheson, que
falleció en 1997. Todavía no he podido localizar a Bird. Me imagino
que es con él con quien realmente tenemos que hablar porque
trabajaba en la prisión estatal de Georgia cuando se habría
producido la coacción.
—Tengo contactos en la GSP—, dijo Jonah. —Déjame echar un
vistazo.
—Gracias—, le dijo Felix. —También me puse en contacto con
la familia Ison esta semana. Dennis se mostró amable y con ganas de
hablar de su hermano. La hermana, Ava, me cerró la puerta en las
narices. Decidí arriesgarme y entrevistar a la madre de Earl en la
residencia de ancianos. Dennis me dio permiso y dijo que su madre
seguía siendo aguda y estaba atenta a lo que ocurría a su alrededor.
Cuando me presenté, estaba en la sala comunitaria viendo Drag
Race. Los otros residentes estaban encantados, pero Mona Ison
parecía triste. Me presenté y le dije por qué estaba allí. Fue muy
amable, pero su mirada se desvió hacia el televisor. La señaló y dijo:
—Apuesto a que mi Conde era magnífico—. Nunca había oído tanto
pesar en la voz de nadie. Recordaba la muerte de Earl como si fuera
ayer. Ella y Thomas estaban fuera de la ciudad en ese momento. La
policía notificó a Dennis, quien los localizó en Sarasota. Thomas
definitivamente tiene una coartada sólida, y creo que podemos
eliminar con seguridad a Dennis. Tal vez sea alguien del equipo de
construcción, pero no fueron ellos.
—Más callejones sin salida—, dijo Jonah.
~ 237 ~
—Tal vez podamos rastrear los dispositivos de escucha y

seguimiento hasta alguien—, sugirió Rocky.
— ¿Cómo?— Jonah preguntó.
—Avery me envió fotos del micrófono que encontró plantado
en el receptor de su teléfono. Yo tomé fotos del dispositivo de rastreo
de tu coche. Ambos son del tipo que usan las agencias de la ley en
sus investigaciones—, dijo Rocky. —Alguien tuvo que solicitarlos.
Sólo tenemos que averiguar quién.
Felix inclinó la cabeza hacia un lado y se golpeó el dedo índice
contra la barbilla. —Si conociéramos a alguien que pudiera colarse
como un hacker ninja y encontrar pruebas de que Trexler es quien
solicitó esos dispositivos.
Avery.
—Es demasiado arriesgado. No importa lo talentoso que sea,
Avery podría ser atrapado. Entonces iría a la cárcel.
—Avery dijo que tenía un plan de contingencia para eso
también—, respondió Felix. —Primero, se rio de nosotros y nos
explicó que no estaba usando un portátil normal y corriente de los
que se compran en Best Buy. Después, utilizó un montón de jerga
cibernética, pero fue algo sobre la web oscura y cómo cualquiera que
se acerque demasiado culpará a los rusos.
Jonah entrecerró los ojos. —Si sale herido por mi culpa...
—Lo mantenemos a salvo y seguiremos haciéndolo hasta que
te recuperes—, aseguró Rocky a Jonah.
— ¿Qué haremos una vez que podamos verificar que Trexler es
quien colocó los dispositivos?— preguntó Jonah.
—Utilizarlos en nuestro beneficio y tender una trampa, por
supuesto—, respondió Felix, sonriendo como un gato de Cheshire.
~ 238 ~
Después de que Rocky y Felix se fueran, Jonah se tomó un

poco de Advil y se recostó en su sillón, con la intención de echar una
breve siesta. La luz del sol bañaba su sillón y la suave brisa que
entraba por la ventana abierta le alborotaba el pelo. Jonah cerró los
ojos y se imaginó que estaba tumbado en una manta con Avery en la
playa. No. Había tenido suficiente arena para toda la vida. ¿Un
picnic? Sí, eso era mejor. Manta, sol y Avery. Fue un buen comienzo.
Acababan de terminar de comer y decidieron estirarse en la
manta al sol como perros perezosos. Jonah se imaginó que tomaba
la mano de Avery y se la llevaba a la boca para poder besar la palma
de su mano. Luego, tal vez, presionaría un beso en el punto del pulso
de Avery en su muñeca antes de llevar su boca más arriba a lo largo
del brazo de Avery, deteniéndose cuando llegara a la unión de su
hombro y su cuello. La curva era el lugar perfecto para lamer, besar,
mordisquear y marcar. El cuerpo de Jonah empezó a cobrar vida
mientras su cerebro se relajaba aún más en la fantasía.
Avery emitiría esos jadeos que lo volvían loco. Jonah no podría
resistirse a lamer hacia arriba hasta el lóbulo de la oreja de Avery y
morder la tierna carne una vez allí.
El siguiente paso lógico sería cubrir el cuerpo de Avery con el
suyo propio, para darle el peso y la altura que Avery ansiaba. Avery
lo miraría con confianza y deseo. Capturar la boca de Avery en un
beso largo y perezoso tenía que ser el siguiente objetivo. Jonah
deslizaba su mano dentro del cabello de Avery, anclando su cabeza
en su lugar. Imaginó que Avery separaba sus labios para concederle
la entrada. Ahí es donde las cosas podrían ponerse duras. Una
probada de Avery y Jonah no querría parar. Pero estaban en una
manta de picnic en un parque. Un cargo por indecencia pública no
era algo que ninguno de ellos quisiera.
Esto es una fantasía, idiota. Desnúdalo. Sabes que quieres
hacerlo.
~ 239 ~
Jonah saboreó el sol en la piel de Avery mientras le quitaba

cada pieza de ropa. Oh, sí. Ahora, estamos hablando. Porno de
picnic.
La brisa se levantó de nuevo, y Jonah se confundió si estaba
ocurriendo en la vida real o en su picnic imaginario. ¿A quién le
importaba? Lo único que necesitaba era seguir besando a Avery,
seguir tomando el sol. La respiración de Jonah se hizo más profunda
y su cuerpo se sintió más pesado.
Bip. Bip.
El claxon de un coche lo despertó. Mirando su reloj, Jonah se
sorprendió al ver que había dormido dos horas. Esperaba encontrar
a Avery en el almuerzo y le envió un mensaje rápido.
Estoy pensando en hacer un picnic de pizza en mi salón y ver
una película. ¿Qué te parece?
Suena divertido. ¿Quién es tu cita de la suerte? preguntó
Avery.
El descaro de Avery hizo que el aburrido dolor de cabeza de
Jonah fuera más efectivo que el ibuprofeno o la siesta. Es un tipo
irresistible con un ingenio rápido y una boca inteligente.
Irresistible, ¿eh? Estaré allí a las seis si aceptas algunas
condiciones.
Jonah se mordió el labio inferior mientras daba golpecitos a
una respuesta. ¿Como por ejemplo? No podía esperar a ver la lista
de exigencias de Avery.
Nada de champiñones en la pizza. Todo lo demás está
permitido, escribió Avery.
Jonah sonrió. Odiaba los champiñones con pasión, así que no
sería un problema. Había echado de menos las bromas con Avery,
así que no se sometió fácilmente. ¿Se puede romper el trato?
Sí. Avery no se anduvo con rodeos.
¿Y si hacemos la mitad con champiñones y la mitad sin ellas?
preguntó Jonah.
~ 240 ~
Avery envió un emoji de pulgar hacia abajo antes de explicar:

No podré relajarme y disfrutar de mi pizza si sé que existe la
posibilidad de que haya un champiñón escondido bajo el queso.
Jonah se rio. ¿Eres alérgico? Espera. Eso nunca te ha
detenido.
Odio los champiñones. Yo. Los. Odio. Voy a vomitar si siento
uno aplastado entre mis dientes. Considérate advertido.
No hay champiñones en la pizza, concedió Jonah. ¿Cuáles son
tus otras condiciones?
Nada de películas de terror. Odio sentirme asustado, escribió
Avery.
Define horror.
¡Jonah!
El fastidio de Avery se hizo notar alto y claro. ¡En serio! Las
comedias románticas ñoñas me dan miedo. ¿Qué te da miedo a ti?
Los slashers. Monstruos. Sangre. Gore. Violencia gratuita.
Jonah tampoco era un gran fan de esas cosas. ¿Incluso si estoy
aquí para salvarte? También añadiría las películas de guerra a su
lista de no ver. Había visto suficientes películas reales para cinco
vidas.
Ni siquiera entonces, respondió Avery.
¿Te gustan las películas de acción?
Me encanta la acción, la aventura y los thrillers psicológicos.
Pero no puedo con el terror.
No hay problema. ¿Qué más?
Avery tardó mucho en responder de nuevo. El resto lo
tocaremos de oído. ¿El resto? ¿Como tener sexo o que Avery se
quede a dormir?
Te he echado de menos, Avery.
Yo también te he echado de menos, nube de tormenta. Tengo
que irme. No puedo esperar a verte.
~ 241 ~
Tenía que esperar otras seis horas para ver a Avery. ¿Cómo
diablos iba a mantenerse alejado de los problemas durante tanto
tiempo? Las piezas para convertir a Stella 2.0 en Marla la Magnífica
habían llegado a principios de semana. Eso mantendría su mente
ocupada mientras estaba de permiso en el GBI. Otra vez.
Jonah se sermoneó a sí mismo toda la tarde acerca de

mantener sus manos y labios para sí mismo. Quería que Avery
supiera que significaba para Jonah algo más que un buen polvo. La
dulce sonrisa de Avery puso a prueba su temple desde el primer
momento, y quiso saborearla. En cambio, Jonah se metió las manos
en los bolsillos traseros.
Avery recorrió con la mirada la camiseta blanca de tirantes, los
vaqueros azules desteñidos y los pies descalzos de Jonah. Luego
miró la sala de estar, y sonrió al ver que Jonah había movido los
muebles en el pequeño espacio para extender su edredón. Había
colocado almohadas en el extremo opuesto al televisor para que
pudieran tumbarse a ver la película después de comer. En el centro
de la manta había una cesta de mimbre. A Jonah le preocupaba que
pudiera parecer cursi, pero la expresión de Avery se transformó de
feliz a lobuna en un instante.
Jonah se aclaró la garganta y se balanceó sobre sus talones.
¿Por qué estaba tan nervioso? Porque Avery le importaba. Por eso le
importaba tanto. —La pizza debería llegar en cualquier momento.
Avery acortó la distancia entre ellos, chocando con él. Jonah
retrocedió unos pasos, golpeándose contra la mesa de la cocina antes
de encontrar el equilibrio. El movimiento sacudió su cerebro, pero
seguro que no se iba a quejar. Sin embargo, Jonah debió de hacer
una mueca de dolor porque Avery lanzó un jadeo horrorizado y
empezó a retroceder.
~ 242 ~
—Huh-uh—, dijo Jonah, agarrándolo por la cintura y

arrastrándolo de nuevo contra su pecho. —Me gustas aquí, y prefiero
mucho más cuando gimes de placer en lugar de angustia.
—Estoy muy contento de verte con mejor aspecto—, dijo Avery,
acercando su nariz al cuello de Jonah.
Jonah le sostuvo la nuca y Avery le miró a los ojos. —Quiero
besarte.
Avery tarareó con alegría. —Sí, por favor. Con suavidad.
Jonah se rio. — ¿Me estás instruyendo o te estás advirtiendo a
ti mismo?
— ¿Ambos?
Jonah bajó lentamente la cabeza y besó a Avery como había
fantaseado antes. Avery lo bendijo con uno de sus pequeños
gemidos, y Jonah casi perdió la cabeza. Acababa de deslizar su
lengua dentro de la boca de Avery cuando alguien llamó con fuerza a
la puerta mosquitera. Jonah se apartó a regañadientes de Avery, con
la esperanza de que sólo fuera el tiempo suficiente para recuperar la
pizza y dar una propina al conductor.
Avery le puso una mano sobre el corazón, deteniéndolo. —
¿Sabes cuál era mi parte favorita de los picnics cuando era niño?
— ¿Los frijoles horneados?— Adivinó Jonah.
Avery resopló. —Huh-uh. Subir a los árboles. Estoy buscando
actividades más adultas que impliquen madera26 en estos días.
Jonah pudo sentir cómo se le escapaba el control de sus
buenas intenciones. —Ouch—, dijo, aspirando aire entre los dientes y
encogiéndose. —Piensa en las astillas.
Avery bajó la mano, deteniéndose justo por encima de la
cintura de sus vaqueros. —Tú eres el árbol, Jonah.
—Entrega de pizza—, dijo el conductor a través de la pantalla.
—Tengo que hacer varias más.
26
Aquí se utiliza “Wood” que es madera, pero en argor coloquial tambien se utiliza wood para una
erección.
~ 243 ~
—Ya voy—, dijo Jonah.

El adolescente resopló. —Sí, ya lo veo.
Jonah apretó un rápido beso contra los labios de Avery antes
de dirigirse a la puerta para pagar al chico y agarra su pizza.
— ¿Dónde estábamos?— preguntó Avery una vez que
estuvieron solos.
—Estábamos a punto de sentarnos y disfrutar de un picnic de
pizza y ver una película—, dijo Jonah, inclinando la cabeza hacia la
manta.
—La cesta es un bonito detalle—, dijo Avery. —No puedo creer
que tuvieras una por aquí.
—No la tenía—, admitió Jonah. —Todavía no puedo conducir,
así que pedí ayuda a Marla para preparar esto. Resulta que ella tenía
una cesta de picnic de una representación de Mago de Oz.
Avery se rio. —Me muero de hambre.
—Es por toda tu investigación, Velma27.
— ¿Velma?— Preguntó Avery.
—Estás familiarizado con Misterio, S.A28., ¿verdad? Quiero
decir, sé que tenemos una diferencia de edad de diez años, pero
pensé que todo el mundo conocía a Scooby-Doo y la pandilla.
Avery lo fulminó con la mirada. —Claro que sé quiénes son.
Sólo me sorprendió que me llamaras Velma.
— ¿Por qué? Es la más inteligente.
—Es cierto—, dijo Avery, regodeandose un poco antes de
sonreír a Jonah. — ¿Y en quién te convertirías exactamente? ¿Fred?
Jonah resopló. —Dios, no. Felix es Fred. El hombre se dedica a
poner trampas. Incluso tiene una furgoneta que a veces utiliza para
las investigaciones. Es blanca y se integra en todas partes, pero quizá
podríamos convencerlo de que la pinte de colores psicodélicos en su
lugar.
27
El nombre del personaje en inglés es Velma. Al traducirse la serie para ser distribuida a otros países, el
nombre fue cambiado según el idioma de doblaje. En Latam se la conoce como Vilma.
28
Scooby-Doo Misterios S.A (Scooby-Doo Mistery Inc. en inglés) es la undécima serie de Scooby-Doo, y
la secuela de su primera serie Scooby-Doo: ¿Dónde Estás?
~ 244 ~
Avery se rió tanto que casi se cayó sobre la almohada. Si eso

ocurría, el control de Jonah se rompería, y se olvidaría de la pizza y
de su intento de caballerosidad. — ¿Quién es Daphne?
—Rocky—, dijo Jonah sin perder el ritmo. —Utiliza su buena
apariencia como un dispositivo de distracción. Alguien tan bonito no
puede ser también inteligente, ¿verdad?
—Entonces, ¿eres Shaggy o Scooby?
—Shaggy, por supuesto. Soy un pozo sin fondo—, dijo Jonah,
acariciando su estómago, —y un amigo leal—. Luego dirigió lo que
esperaba que fuera una mirada seductora a Avery. —Además, Shaggy
tiene algo con Velma.
—Me encanta esto—, dijo Avery sin perder el ritmo. — ¿Desde
cuándo Shaggy tiene algo con Velma?
—En el reinicio actualizado.
— ¿Has estado viendo mucho Scooby Doo esta semana?— se
burló Avery.
—Escuchando episodios con los ojos cerrados—, dijo Jonah.
Cualquier cosa para distraerse del aburrimiento y suspirar por
Avery. Obviamente, no había funcionado para nada. Su cosa favorita
para pasar el tiempo era acosar a Felix después de escuchar los
reportajes de investigación de The Straight Shooter. Hombre, esta
mañana había perdido la oportunidad, pero ¿quién podía culparlo
por estar distraído? Bichos, dispositivos de rastreo y Avery
metiéndose en medio de la investigación. —Rocky me contó lo de los
bichos.
—La pizza se está enfriando—, dijo Avery.
—A la mierda la pizza—, gruñó Jonah. —No quiero que te
quedes en medio de esto, y me pone enfermo pensar que estás
herido por mi culpa.
—Idiota arrogante—, murmuró Avery.
— ¿Qué?
— ¿Cómo crees que me sentí cuando llamé a tu móvil y
descubrí que estabas herido?—. Todo rastro de felicidad en el rostro
de Avery desapareció. La miseria estropeó sus adorables rasgos y sus
~ 245 ~
bonitos ojos. —Por supuesto, voy a hacer todo lo que pueda para
ayudarte.
Agarró la mano de Avery, se la llevó a la boca y le besó la
palma.
Un gesto tan sencillo, pero sus labios contra la carne de Avery
hicieron saltar chispas por todo el cuerpo de Jonah. Reflejando su
fantasía, Jonah presionó un beso contra el interior de la muñeca de
Avery, lamiendo su lengua sobre su pulso acelerado. Avery
recompensó a Jonah con uno de sus gemidos, así que dio un suave
tirón del brazo de Avery, instándole a cruzar el espacio que los
separaba. Avery se acercó de buena gana, arrastrándose los pocos
metros y acomodándose en el regazo de Jonah. Deslizó las manos en
el pelo de Jonah y le masajeó el cuero cabelludo.
Jonah acarició la piel sensible bajo la oreja de Avery. —Me
alegro mucho de que hayas trepado por mi ventana anoche.
—Habilidades que aprendí en los picnics familiares—. Avery
balanceó sus caderas hacia delante, haciendo chocar su ingle contra
la de Jonah. —Tal vez el aterrizaje no fue el mejor. Puedo trabajar en
ello.
Agarrando las caderas de Avery, Jonah lo calmó. —Preferiría
que no lo hicieras.
— ¿Demasiado pronto para tu cabeza?— preguntó Avery.
—Me refería a que preferiría que entraras por la puerta
principal—, respondió Jonah. Tomó una porción de pizza y la acercó
a los labios de Avery. —Sin champiñones.
Avery dio un mordisco y masticó a conciencia. —Esto es mucho
mejor que un restaurante. No les gustaría que me sentara en tu
regazo mientras me das de comer.
Jonah dio un mordisco antes de ofrecer la rebanada a Avery
una vez más. —Probablemente no—, estuvo de acuerdo.
Jonah movió la caja de la pizza para poder sacar dos botellas
del refresco favorito de Avery. Se parecía lo suficiente a la cerveza
como para que Jonah se burlara de él por beber en el trabajo.
Avery sonrió a Jonah como si le hubiera regalado un cofre de
joyas. —Te has acordado.
~ 246 ~
—Recuerdo la cara que pusiste después de dar el primer sorbo.

Más tarde, en casa, pensé en todas las formas en la que podría hacer
que pusieras esa expresión de felicidad en tu cara.
—Oh—, dijo Avery sin aliento. — ¿Estabas desnudo?
Jonah guiñó un ojo. —Y yo me estaba tocando.
Avery tragó con fuerza, dejando sus bebidas y las de Jonah
antes de apartarse del regazo de Jonah.
— ¿A dónde vas?— preguntó Jonah.
—Vamos arriba. Ahora mismo—, dijo Avery, poniéndose en
pie. —Quiero una demostración.
—Vaya, Avery—, dijo Jonah con un jadeo fingido. —Estoy
asombrado por tu audacia.
Avery se quitó la camiseta por encima de la cabeza y la tiró al
suelo, luego giró y se dirigió a la habitación de Jonah sin esperar a
ver si lo seguía. Por supuesto, lo siguió. —Será mejor que no lleves
ropa interior—, dijo Avery desde las escaleras. —No eres el único que
tiene fantasías.
—Supongo que lo descubrirás.
Avery estaba sentado en el borde de la cama cuando Jonah
entró en su dormitorio. Todavía no se había quitado los zapatos ni
los vaqueros, lo cual estaba bien porque a Jonah le encantaba
desnudarlo. Jonah siguió avanzando hasta llegar a la cama.
Colocando la palma de la mano en el centro del pecho de Avery,
Jonah empujó suavemente a la estrella de sus fantasías sobre su
espalda. Le quitó los zapatos a Avery, dejándolos caer con un fuerte
golpe contra el suelo, antes de despojarlo de sus vaqueros y su ropa
interior.
Avery agarró su polla chorreante y empezó a acariciarla, y
luego bajó a acariciarse las pelotas con la otra. —Háblame de tu
fantasía favorita.
—La estoy viviendo ahora mismo, mierda—, respondió Jonah
roncamente, quitándose la camisa antes de alcanzar los botones de
sus vaqueros.
—Ve despacio—, exigió Avery, haciendo sonreír a Jonah.
~ 247 ~
—No puedo danzar sin una lesión cerebral, así que no esperes
que lo haga ahora.
—Entendido. Desabróchate los vaqueros y empieza a contarme
cómo me has imaginado desnudo y deseado en tu cama.
—En la cama, en el coche, encima del coche, en la ducha,
estirado en una manta de picnic…
—Manta de picnic, ¿eh? No sabía que me había metido en una
de tus fantasías. Cuéntalo.
Jonah abrió lentamente los botones de sus vaqueros, amando
el hambre en los ojos de Avery mientras hablaba de arrastrar besos
por el brazo y el cuello de Avery. Avery gimió y soltó sus bolas para
rodear su borde fruncido.
Jonah se quitó los vaqueros y se metió completamente
desnudo entre los muslos separados de Avery. —Me quedé dormido
antes de llegar a las partes más sexys. ¿Por qué no empiezo por
aquí?— Preguntó Jonah, agarrando la mano que Avery utilizaba para
acariciar su polla. Levantó la muñeca de Avery hacia su boca y
demostró los besos hasta llegar a la boca de Avery. —Y ver cómo se
desarrolla.
Avery se echó hacia atrás en la cama para dejar espacio a
Jonah, que se unió a él. Se tumbaron de lado, tocándose y besándose
mientras el deseo crecía en su interior. Jonah se resentía de sus
limitaciones, pero éstas eran sólo temporales. Con la mano, Jonah
acarició las pollas de ambos.
— ¿Y tus fantasías?— preguntó Jonah.
Avery se sonrojó, y a Jonah le pareció totalmente entrañable.
— ¿Cómo esperas que piense ahora mismo?
—Díme. Quiero saberlo.
—Doblado sobre tu escritorio—, soltó Avery. —Fuerte y
rápido—. Sus ojos se pusieron en blanco cuando Jonah aumentó el
ritmo. —A veces me pongo a horcajadas sobre tu regazo o te la chupo
bajo el escritorio mientras estás en una conferencia telefónica
Las pelotas de Jonah se erizaron mientras movía el puño hacia
arriba y hacia abajo. No iba a durar mucho más y quería asegurarse
de que Avery estaba allí con él. —Menos mal que tengo un despacho
~ 248 ~
en casa abajo. Pondré tus piernas sobre mis hombros y martillaré

ese dulce lugar hasta que...
— ¡Oh! ¡Oh, Dios!— Avery gritó. El semen caliente cubrió la
mano de Jonah y goteó por su eje.
Poniendo a Avery de espaldas, Jonah se puso a horcajadas
sobre sus caderas y empezó a masturbarse como si su vida
dependiera de ello. Jonah apoyó una mano en la cama junto a la
cabeza de Avery para estabilizarse. —Mira lo que me haces—, gruñó
Jonah. —Sólo tú—. Pintó el pecho y el abdomen de Avery, y se sintió
más significativo que una simple liberación sexual. Estaba marcando
su territorio. —Mío—, dijo Jonah, manchando su semen con la polla.
Jonah se tumbó junto a Avery y lo atrajo hacia sus brazos. Se
besaron perezosamente durante mucho tiempo. Ninguno de los dos
parecía tener prisa por limpiar la pegajosa sustancia que pronto
actuaría como pegamento si no tenían cuidado.
Finalmente, Jonah soltó los labios de Avery y se separó de él.
—Si quieres que conserve el pelo del pecho que tanto parece
gustarte, será mejor que me limpie.
Cuando se metieron en la ducha, mantuvieron el ánimo
juguetón y divertido. Avery quería tener el honor de lavarlo, y Jonah
no podía encontrar una razón legítima para decirle que no. Los
hábiles dedos de Avery se movieron con audacia y confianza hasta
que Jonah le mostró la espalda.
Podía sentir el temblor de los dedos de Avery mientras trazaba
secciones de la bestia tatuada en su espalda. —Es una obra de arte
impresionante, Jonah. El artista tiene un talento endiablado.
Jonah tomó aire para tranquilizarse. —Se llamaba Danny
Valdez, pero lo llamábamos Dragon. Fue el primer amigo que hice en
el campo de entrenamiento. El hombre nunca estaba de mal humor,
pero era ferozmente leal y protector como un dragón. No había nadie
más que quisieras a tu lado en un tiroteo—. Los dedos de Avery
siguieron moviéndose, encontrando las partes del tatuaje que
representaban al dragón. —Luego vino Evan Deluca, pero lo
llamábamos Eagle porque tenía la visión más aguda. Nunca se le
escapaba nada. Eagle era italiano hasta la médula. No se guardaba
nada—. Jonah esperó mientras Avery localizaba las plumas
entintadas que representaban a Evan.
~ 249 ~
— ¿Para quién es la cobra?— preguntó Avery en voz baja,

recorriendo los colmillos de serpiente que salían de la boca del león,
así como los ojos sobre la nariz del jaguar.
—Cody Walker—, dijo Jonah. —Tejano29. Todo es más grande
en Texas, ya sabes. En el caso de Cody, fue su ego, pero lo dejó de
lado por el bien del equipo. Lyle Leonetti es el león. Lyle venía de
Boston y tenía un acento muy marcado. Dios, lo acosamos sin parar
por dejar caer la R en las palabras. ¿Cah? ¿Qué es un cah? No,
hombre. Queremos ir a un bar, no a un bah—. Jonah se rio al
recordarlo, aunque el dolor se le agolpó en el pecho.
Avery deslizó sus brazos alrededor de la cintura de Jonah y
apretó sus labios contra su espalda. —Tú eres el jaguar, ¿verdad?
—Lo soy—, dijo él. Jonah se sintió muy alejado del poderoso
depredador que le habían apodado. Se dio la vuelta y se enfrentó a
Avery. —Los cuatro murieron cuando el Humvee que iba delante del
nuestro pasó por encima de un IED. Nuestro Humvee evitó la mayor
parte de la explosión, pero rodó y quedamos bajo fuego—. Señaló la
cicatriz de su cara. —Así es como me hice esta cicatriz.
Avery se mordió el labio y asintió mientras las lágrimas
llenaban sus ojos. Levantó la mano y trazó su dedo sobre el tajo
diagonal plateado que marcaba la cara de Jonah.
—Danny dibujó este diseño en nuestro último permiso, y le
pregunté a su madre si podía tomarlo prestado después de que
despertara del coma. Ella ya había sacado sus pertenencias de
nuestra casa. Me lo envió por correo y me dijo que lo guardara. Una
vez que me recuperé lo suficiente, me senté por varias sesiones hasta
que estuvo completo.
— ¿Dolió?— preguntó Avery.
—Sí, pero ese era el objetivo. Buscaba el dolor físico para
aliviar el trauma emocional. Sólo funcionó durante un tiempo, y
seguí añadiendo tatuajes.
—Son preciosos—, susurró Avery, pasando el dedo por los
intrincados diseños de su tatuaje en la manga. Luego se puso de
29
Tejano puede referirse a: Tejano o texano, gentilicio del estado de Texas (Estados Unidos)
~ 250 ~
puntillas y besó a Jonah. —Siempre he sabido que tú y la tragedia

eran amigos conocidos.
—Eso es sólo la punta del iceberg trágico—, dijo abrazando a
Avery con más fuerza.
—No necesitamos hablar de ello—, dijo Avery. —Vamos a
secarnos para poder comer pizza, beber refrescos y ver nuestra
película.
— ¿Podemos terminar el picnic en mi cama? Sería más cómodo
—Por supuesto.
Había elegido la película Blackhat porque trataba de un hacker
convicto que tenía que trabajar con las autoridades para salvar el
día. La parte favorita de Jonah era escuchar a Avery desmenuzar los
aspectos técnicos.
—Pensé que disfrutarías viendo a Chris Hemsworth—, dijo
Jonah juguetonamente.
—Está bien—, dijo Avery encogiéndose de hombros.
Jonah se quedó dormido antes de que Chris pudiera salvar el
día. Cuando se despertó horas más tarde, Avery estaba sentado a su
lado en la cama, tecleando en un portátil que Jonah nunca había
visto en la oficina.
— ¿Qué estás haciendo?— Preguntó Jonah, aturdido.
Avery sonrió tímidamente. —Banca online.
—Ajá. ¿Tienes suerte?
Avery hizo una mueca, y Jonah supo que no le iba a gustar lo
que tenía que decir. —Al principio, pensé que me había tocado la
lotería. Me sorprende que no te haya despertado cuando golpeé el
aire con el puño en señal de victoria. Una vez que empecé a
profundizar, surgió un patrón preocupante.
Jonah se sentó y lo miró. — ¿Qué es?
—He rastreado los dispositivos de escucha y rastreo hasta
Trexler—, dijo Avery sombríamente.
—Bien. ¿Cuál es la mala noticia?
~ 251 ~
—Fueron firmados en los momentos en que él no estaba en la

oficina. Creo que alguien está inculpando a Trexler para que sea el
chivo expiatorio de lo que sea que estén planeando para ti.
Las ominosas palabras de Avery hicieron que Jonah se
estremeciera. — ¿Estás seguro?
—Estoy seguro—, respondió Avery. —Las cosas fueron lentas y
aburridas cuando tu no estabas, lo que me dio mucho tiempo para
los chismes de la oficina. Cuando veo a su asistente saltando de
cubículo en busca de las últimas primicias, sé que Trexler está fuera
de la oficina. Trexler se escabulló temprano, y no fue el único que se
adelantó al fin de semana.
— ¿Quién?— Preguntó Jonah.
—Trexler se fue a las doce, y Desiree le siguió a las doce y
media, así que hubo toneladas de bromas de mediodía—. Pero Avery
no se reía, y Jonah tampoco. —De todos modos, mira la hora a la que
Trexler supuestamente firmó los dispositivos de escucha y
seguimiento—. Avery giró el portátil para que lo viera.
—Las dos y media—, dijo Jonah. Trexler no pudo haber
firmado por ellos a las dos y media si se fue al mediodía. — ¿Estás
seguro de que volvió?
—Positivo—, dijo Avery. —Y se pone peor.
¿Cómo podría empeorar? —Continúa—, dijo Jonah.
Avery dio la vuelta al portátil y empezó a teclear. — ¿Recuerdas
que te dije que Trexler utilizó su portátil a distancia para cambiar tu
acceso a la autorización?
—Sí.
—Salvo que Trexler denunció el robo de su portátil la semana
anterior—, dijo Avery.
El corazón de Jonah se hundió. —Estaba seguro de que Trexler
era quien estaba detrás de todo esto—. Por eso los investigadores no
podían permitirse poner todos los huevos en la cesta de un solo
sospechoso. Se había cegado por su aversión a su supervisor y había
permitido que envenenara su investigación. Jonah lo había
convertido en algo personal.
~ 252 ~
Avery volvió a girar el portátil hacia él. —Encontré el informe

del incidente en el correo electrónico saliente de Trexler. Afirmó que
lo dejó en su coche durante la noche y que debió de olvidarse de
cerrar las puertas. Con suficiente tiempo, probablemente podría
rastrear su ubicación si no ha sido destruido.
—Puedes intentarlo. Si encontramos el portátil, descubriremos
quién está detrás de todo esto—, dijo Jonah distraídamente mientras
miraba al espacio.
Avery deslizó sus dedos entre los de Jonah. — ¿En qué estás
pensando?
—Estoy tratando de averiguar qué tipo de la oficina me odia
más que Trexler.
— ¿Alguna vez consideraste que podría ser una mujer?—
Preguntó Avery. —Cortar tus neumáticos y golpearte en la cabeza no
requiere mucha fuerza. Hasta ahora, tu némesis es astuto y se ha
mantenido un paso por delante de ti. No hay pruebas físicas que
apunten a un hombre como autor.
—Tienes razón—, dijo Jonah. —He estado haciendo
demasiadas suposiciones. Tal vez debería seguir analizando datos y
escribiendo código en lugar de investigar crímenes.
—Deja de ser tan duro contigo mismo. Es evidente que has
tocado un nervio con tu trabajo hasta ahora.
Jonah se rio. —Y me ha revuelto el cerebro como resultado.
Avery hizo una mueca. —Entonces, ¿qué hacemos ahora?
Jonah miró la hora e hizo una mueca. —Tengo que llamar a
Rocky y a Felix y ponerlos al corriente.
— ¿A medianoche?— preguntó Avery.
Jonah no quería llamarlos tan tarde, pero sabía que se
enfadarían si no les comunicaba la última información. La persona
estaba intensificando sus ataques para evitar ser atrapada, y Marla...
No pudo terminar el pensamiento. El teléfono de Jonah sonó en su
mesita de noche, y casi se sobresaltó.
—Mierda—, dijo Avery, posando su mano en el corazón. —Eso
me ha dado un susto de muerte.
~ 253 ~
Jonah le apretó la mano para tranquilizarlo y luego tomó el

teléfono. —Son Rocky y Felix en FaceTime—, le dijo a Avery, que
subió la sábana. —Sólo audio—. Aceptó la llamada y dijo: —Debes
ser psíquico. Estaba hablando de ti.
—Esa es la razón del repentino dolor en mi trasero. ¿Tienes un
muñeco de vudú y un alfiler de gancho?— Preguntó Rocky.
—Prueba a lavarte el culo de vez en cuando y no te saldrán
granos, grandísimo asqueroso—, dijo Felix.
Jonah se rio. —Hola, chicos. ¿Qué pasa?
—Tenemos un dato en el caso—, dijo Felix.
— ¿Nosotros?— Le preguntó Rocky.
—Bien. El major tiene un dato en el caso—, enmendó Felix.
—Eres un idiota. ¿Por qué me caes bien?— Rocky le preguntó a
Felix.
—Soy irresistible—, respondió.
—Chicos, yo también tengo grandes noticias—, dijo Jonah.
Avery se aclaró la garganta. —Avery tiene grandes noticias.
—Nosotros—, enmendó Avery.
Jonah puso su teléfono en el altavoz. —Okey, nosotros también
tenemos noticias.
— ¿Ves cómo va el trabajo en equipo, Felix?— preguntó Rocky.
Felix soltó una risita. —Que te den, major.
Jonah sabía por experiencia que los dos hombres podían
discutir eternamente, así que se aclaró la garganta. —Alguien está
incriminando a Trexler para que cargue con la culpa.
—Vaya—, dijeron Felix y Rocky al mismo tiempo.
Jonah los puso al corriente de lo que Avery había encontrado.
—Se alinea con mis noticias—, dijo Rocky. —No puedo
relacionar a Trexler con nadie de la prisión estatal, pero he
descubierto que el verdadero nombre de Bird es Vincent Malcolm.
Jonah sintió como si alguien le hubiera dado un puñetazo en el
estómago. — ¿Malcolm? ¿Como relacionado con Charles Malcolm,
~ 254 ~
un subdirector del GBI?— ¿El hombre que Jonah respetaba y

admiraba?
—Vinnie es su primo mayor—, dijo Rocky. —Ahora está
jubilado y vive en Boca Raton30.
A diferencia de Trexler, Malcolm tenía la edad adecuada para
conocer a Earl. ¿Cómo? ¿Eran amantes? ¿Amigos? ¿Había sido
Malcolm un policía corrupto y Earl había presenciado algo que no
debía? Todos los problemas de Jonah habían empezado después de
hablar con el subdirector. Por mucho que quisiera racionalizar la
evidencia, no podía.
—Respira, Jonah—, susurró Avery, sacándolo de su trance.
—Sabemos lo que tenemos que hacer—, dijo Rocky.
—Mañana empezamos a colocar la primera trampa—, añadió
Felix. —Esten en mi casa al mediodía para grabar el podcast. Lo
editaré y lo subiré el domingo.
Aunque sentía que su universo había cambiado drásticamente,
Jonah estaba agradecido de tener a sus amigos y a Avery a su lado.
Jonah sonrió a Avery y dijo: —Ves, te dije que Felix era Fred. Se
dedica a poner las trampas.
Avery se rio, mientras Rocky y Felix hablaban entre ellos.
— ¿Fred qué?— preguntó Felix.
— ¿Piedra Picapiedra?— Adivinó Rocky.
Felix resopló. — ¿Qué trampas puso Pedro Picapiedra?
—Era sólo una suposición—, respondió Rocky. — ¿Qué te ha
puesto de mal humor? ¿Crees que The Straight Shooter va a resolver
esta investigación antes que nosotros?
—Te odio, major—, gruñó Felix.
—Fred Jones de Scooby-Doo—, dijo Jonah.
Rocky se rio durante varios momentos. —Mierda. Eso es
divertidísimo—, dijo una vez que se calmó. — ¿Quién soy, entonces?
30
Asi mismo esta en el original.
~ 255 ~
—Daphne—, dijeron al mismo tiempo Jonah, Avery y Felix.

Rocky desconectó rápidamente la llamada.
—Me gustan tus amigos—, dijo Avery.
—A mí también. No hay mucha gente que pueda hacerme reír a
estas horas de la noche—, dijo Jonah. O en estas circunstancias.
¿Charlie Malcolm? ¿Podría ser?
—O a estas horas de la mañana—, replicó Avery. —Depende de
cómo lo veas.
—Es por la mañana—, dijo Jonah, inclinando la cabeza hacia
un lado. —Sábado por la mañana.
—Entonces, ¿quieres ver dibujos animados ahora?
Jonah retiró el ordenador del regazo de Avery y lo colocó en la
mesita de noche. —Significa que se han levantado mis restricciones.
Puedo conducir, entre otras cosas.
— ¿Otras cosas?— preguntó Avery. — ¿Como por ejemplo?
Jonah puso a Avery de espaldas y le mostró.
~ 256 ~
Jonah se despertó mucho antes de que el sol empezara a

coquetear con la tierra adormecida. La posibilidad de la traición de
Charlie lo sacudió con fuerza, desencadenando reacciones instintivas
que había jurado no repetir con Avery. Durante la llamada telefónica
con Felix y Rocky, sus burlas habían hecho posible que Jonah
pudiera empaquetar su reacción y su dolor. Después, el sexo con
Avery lo distrajo de procesar lo que había aprendido. Como siempre,
retrasar lo inevitable no facilitó la situación.
¿Cómo diablos podía Charlie Malcolm, un hombre tan
dedicado a la ley, el orden y la justicia, estar involucrado en la
muerte de Earl o en el posterior encubrimiento? Si Jonah se había
equivocado tanto con respecto a Charlie, ¿estaba igualmente
equivocado con respecto a Trexler? ¿Cuánto de su antagonismo
hacia el otro era genuino? ¿Cuánto se había inventado como parte
del humo y los espejos de Malcolm?
El cuerpo de Jonah se tensaba con cada pregunta que cruzaba
su mente hasta que pensó que su columna vertebral podría romperse
por la tensión. Miró al hombre que dormía profundamente a su lado
a la luz del amanecer. Avery estaba tumbado boca abajo con la
cabeza girada en dirección a Jonah. La sabana se había caído lo
suficiente como para que los hoyuelos de sus firmes nalgas jugaran
al escondite con Jonah, distrayéndolo de sus pensamientos
destructivos. Los dedos de Jonah ansiaban recorrer las vertebras de
Avery, hundir la lengua en esas deliciosas hendiduras y contar las
pecas que salpicaban su nariz.
Este petardo había traspasado sus barreras, llegando a los
trozos fragmentados de su corazón que había mantenido guardados
durante diez años. Avery había utilizado su amabilidad, su descaro y
su inigualable paciencia para unir esos fragmentos. Jonah volvió a
aprender a reír, a confiar y a formar amistades. Avery le hizo querer
arriesgarse y vivir en lugar de regodearse en lo que podría haber
sido. Y lo más importante, Avery le enseñó a Jonah a amar.
~ 257 ~
Reconocer que estaba enamorado de Avery no fue el rayo en el

corazón que Jonah esperaba. Por el contrario, la conciencia lo
inundó como una cálida lluvia de verano. En lugar de luchar contra
sus sentimientos, los abrazó.
Avery gimió, sacando a Jonah de sus pensamientos.
—Dios mío, Jonah—, dijo Avery, con la voz ronca y adorable
por el sueño. —Si vas a enloquecer y a echarme a la calle, ¿puedes
esperar unas horas más? Estoy agotado y necesito dormir.
— ¿Echarte a la calle?— Preguntó Jonah. — ¿En serio?
La boca de Avery se curvó en una sonrisa antes de abrir un ojo.
—Tu disco duro está trabajando horas extras esta mañana. Si no
tienes cuidado, vas a reventar una placa de circuito.
—No tengo ningún deseo de alejarte—, dijo Jonah. Para
demostrar su punto, Jonah se desplazó hasta que compartieron la
almohada de Avery. Una cosa era que Avery hubiera derribado las
paredes, pero otra totalmente distinta era no tropezar siempre con
los escombros del pasado de Jonah. Recorrió con sus dedos la
espalda de Avery, sonriendo por la forma en que Avery arqueaba su
columna vertebral como un gato. —Mis cuatro amigos están muertos
porque cometí un gran error—. Jonah deslizó su mano hacia el
cabello de Avery, amando la forma en que las sedosas hebras se
deslizaban entre sus dedos.
Avery se acercó hasta que su cadera presionó la semierección
de Jonah. —No tienes que hacer esto ahora, Jonah.
Jonah apretó un casto beso contra sus labios. —De verdad que
sí—. Rozó con el dorso de sus nudillos los pómulos de Avery. —La
guerra es algo terrible. Ves y oyes atrocidades indescriptibles y haces
cosas de las que nunca te imaginas capaz. Para ser brutalmente
honesto, yo no estaba hecho para eso.
Avery hizo un ruido de incredulidad.
—Es cierto. Unas semanas antes de la explosión, mi unidad
tuvo un enfrentamiento con Al-Qaeda en medio de un pueblo.
Teníamos más efectivos y mejor equipamiento, así que rápidamente
ganamos la partida. Dimos a los insurgentes supervivientes la opción
de rendirse, y lo hicieron. Cuando estábamos reuniendo a los
detenidos, me encontré con un joven que llevaba el atuendo
~ 258 ~
tradicional del clero musulmán en una de las casas. Estaba leyendo

el Corán y consolando a las mujeres y los niños de la casa. Lo miré
fijamente a los ojos y sólo vi miedo y el deseo de ayudar a la familia.
Me retiré de la residencia y le dije a Dragon que estaba libre de
combatientes enemigos. Cargamos a los detenidos en nuestros
vehículos y nos dirigimos a la base. Daría cualquier cosa por poder
volver a ese día y hacer las cosas de otra manera.
— ¿El hombre no era un clérigo?— Preguntó Avery.
—Lo era, pero también un miembro de alto rango de Al-Qaeda
al que nuestros oficiales de inteligencia habían apodado el Mulá
Radical. Más tarde me enteré de que se llamaba Daud Alakozai y de
que los artefactos explosivos improvisados eran obra suya. Cuando
finalmente fue capturado, contó a los interrogadores que estuvo a
punto de ser capturado en Kamdesh. Alakozai se reía de cómo había
hecho pagar a los estúpidos soldados estadounidenses matando al
mayor número posible de ellos. Mi equipo no murió en el accidente
del Humvee. Esos animales los tomaron cautivos y los ejecutaron.
Vieron mi cara destrozada y la pérdida de sangre y asumieron que
estaba muerto en lugar de inconsciente. El resto de nuestra unidad
me encontró cuando vinieron a recuperar a los caídos.
—Oh, Jonah—, susurró Avery.
—Cuando vi su foto en las noticias y me di cuenta de lo que
había hecho...— Jonah respiró entrecortadamente. —Eagle estaba a
punto de ser padre por primera vez. Cobra acababa de
comprometerse. Lion sólo llevaba ocho meses casado.
— ¿Y Dragon?— preguntó Avery.
—Era mi novio. No podíamos decírselo a nadie por aquel
entonces debido al DADT31, pero teníamos grandes planes para
cuando saliéramos del ejército. Danny no fue mi primer novio, pero
fue mi primer amor. Saber que le fallé...
Avery abrazó a Jonah con más fuerza mientras las lágrimas de
arrepentimiento corrían por su cara. —Lo siento mucho.
31
Don't ask, don't tell: No preguntes, no digas o Prohibido preguntar, prohibido decir es la expresión con
la que se conoce popularmente la política oficial sobre homosexualidad y bisexualidad de las fuerzas
armadas de los Estados Unidos desde 1994 hasta 2011, establecida por la legislación federal.
~ 259 ~
Avery se limitó a escuchar mientras Jonah hablaba de la

debilitante depresión que lo perseguía desde hacía años. No ofreció
lugares comunes ni trató de absolver la culpa de él. Jonah ya lo había
oído todo de los psiquiatras a los que había acudido en busca de
ayuda y de los familiares de sus amigos caídos. Nada de lo que
decían parecía cambiar las cosas, y Jonah finalmente comprendió
por qué. Ellen tenía razón. El perdón no era algo que necesitara de
otras personas; necesitaba liberarse a sí mismo. El primer paso era
reconocer que era digno de ser perdonado. Entonces podría trabajar
para conseguirlo.
Soy digno de ser perdonado. Se lo repetía tantas veces como
necesitara.
—Ellie reconoció que necesitaba un propósito y me animó a
seguir con la aplicación de la ley—, dijo Jonah. —Me reí y le recordé
lo mucho que odiaba las armas y ella me señaló que hay más de una
forma de atrapar a los malos. Combiné mi amor por la informática
con mi deseo de entender lo que hace que las personas se muevan.
Empecé tomando clases de psicología para intentar curar los
pedazos rotos de mi alma, pero tomé una vida totalmente nueva.
—Hacer caso a tu tía Ellie te ha salido muy bien—, susurró
Avery antes de besar los labios de Jonah.
—Ella tiene las mejores ideas—. Jonah presionó su frente
contra la de Avery. —No te rindas conmigo, ¿okey?
—Nunca—. La decidida convicción de Avery se estropeó con un
gran bostezo al final. Dios, era tan jodidamente adorable.
—No tenemos que estar en casa de Felix hasta el mediodía.
Vamos a intentar dormir más.
—No tienes que decírmelo dos veces—, dijo Avery, metiéndose
bajo el brazo de Jonah y apoyando la cabeza sobre el corazón de éste.
—Primero una siesta y luego la campaña.
Jonah colocó su mano en la cintura de Avery, anclándolo
contra su cuerpo. Aunque abrazar no era el pasatiempo favorito de
su pene, se estaba convirtiendo rápidamente en el de Jonah. Supuso
que sus pensamientos eran demasiado turbulentos para permitirle
dormir, pero se hundió en el calor de Avery.
~ 260 ~
— ¿Estás seguro de que a Felix y a Rocky no les importará que

vaya contigo a la grabación del podcast?— preguntó Avery cuando
llegaron a la casa de Felix.
— ¿Ir conmigo? No eres mi molesto hermanito—, bromeó
Jonah. —A los chicos les gustas, y a mí me gustas mucho, mucho.
Un ligero rubor rosa floreció en las mejillas de Avery. —Si estás
seguro.
—Estoy seguro—, dijo Jonah, empujando la puerta. Parecía
una segunda naturaleza alcanzar la mano de Avery cuando rodeó el
capó y se unió a él.
Rocky había llegado antes que ellos pero seguía sentado en su
coche. Jonah se dio cuenta de que estaba hablando por teléfono
cuando pasaron por delante. A juzgar por la postura rígida de Rocky,
su amigo no estaba disfrutando de la conversación. ¿El caso de la
esposa infiel seguía dándole problemas, o el asunto era más
personal?
Felix se reunió con ellos en la puerta cuando salieron al
porche. — ¿Dónde está Major?—, preguntó.
—Hola a ti también—, se burló Jonah.
—Oh, cállate—, dijo Felix, dando una palmada a Jonah en el
brazo. —Lo vi entrar en mi entrada hace diez minutos. Me imaginé
que tal vez me estaba evitando el mayor tiempo posible, pero aquí
estás y todavía no está Major.
— ¿Major?— Preguntó Avery.
—Es el nombre de pila de Rocky—, dijo Jonah. No repitió el
resto de la historia que Rocky compartió con ellos porque no le
correspondía contarla.
—Ah—, dijo Avery. —No quiero estorbar, así que puedo
escabullirme afuera mientras ustedes graban.
~ 261 ~
—No—, respondió Felix, haciendo caso omiso de su

preocupación. —Tengo un excelente software de edición. Estoy
pensando en convertir una habitación libre en un estudio de
grabación. No costaría mucho insonorizarlo.
Jonah asintió. —Es una buena idea. Avísame si quieres mi
ayuda.
Rocky llamó a la puerta mosquitera antes de que Felix pudiera
responder. —Lo siento—, dijo tímidamente. —Este maldito caso me
va a hacer perder la cabeza—. Enganchó un brazo alrededor del
cuello de Avery y lo atrajo en un abrazo de hermano. —Hola, guapo.
—Hola—, respondió Avery con timidez.
—Perdiste la cabeza hace mucho tiempo—, contraatacó Felix,
conduciéndolos a su comedor, donde estaba montado su equipo de
grabación. — ¿Sigues trabajando en la misma investigación de
cónyuge infiel?
—Sí, pero Pete y yo estamos a punto de sacudir las cosas. Me
he dado cuenta de que el marido me está enviando potencialmente a
una búsqueda inútil por sus propias razones nefastas. Nunca he
tenido un cliente que se niegue a aceptar pruebas de que su cónyuge
no tiene una aventura.
—Wow. Nefasto. Bonito vocabulario, Major—, dijo Felix.
—Oh, caramba—, respondió Rocky, deslizándose en un
exagerado acento sureño. —Escuché la palabra anoche cuando
estaba viendo el segmento de The Straight Shooter en las noticias de
la noche. Utiliza esas palabras tan rimbombantes y suena tan
inteligente. Busqué el significado y decidí usarla en la primera
oportunidad que tuve.
Felix se tensó y frunció el ceño, pero no dijo nada de que Rocky
dijera el nombre del némesis de Felix en su casa.
—Como uno de esos calendarios de palabras del día—, sugirió
Avery.
Rocky asintió. —Sólo que Jude Arrow es mucho mejor para
mirar que cualquier calendario. ¿No te parece, Felix?
—Te odio, mierda—, gruñó Felix.
~ 262 ~
—Estás loco por mí—, contraatacó Rocky, enganchando su

brazo alrededor de Felix como había hecho con Avery. —Aunque no
tanto como te gusta Jude Arrow.
Felix se zafó del abrazo y giró para mirar a Rocky. Levantó los
puños delante de él y rebotó sobre sus pies como un boxeador. —
Esas son palabras de lucha, Major.
—El único que está luchando aquí eres tú, amigo—, dijo Rocky,
sonriendo con maldad. —Sólo admite que estás deseando a Jude
Felix dio un golpe, pero no tenía mucha fuerza, así que Rocky
tuvo mucho tiempo para esquivar. Aterrizó con un suave golpe en el
estómago de Felix antes de que el reportero levantara las manos y
diera una palmada a ambos lados de la cabeza del investigador
privado, sin llegar a las orejas de Rocky por apenas unos
centímetros. Bailaron el uno alrededor del otro durante unos
minutos más, dándose golpes pésimos y descargando puñetazos
inofensivos.
Avery observó absorto la falsa pelea de los dos hombres
durante unos minutos antes de mirar a Jonah. — ¿Así es como van
siempre tus sesiones de grabación?
—No suele ser tan malo—, respondió Jonah. —Supongo que
están enseñando el culo por ti.
Sus voces debieron recordar a los dos hombres que se
escabullían que no estaban solos porque inmediatamente se
congelaron en su lugar. Rocky tenía a Felix doblado en una llave de
cabeza y el puño que había usado para dar coscorrones se mantenía
encima de la cabeza de Felix.
El puño de Felix seguía presionado contra el estómago de
Rocky por el golpe que acababa de dar. Ambos hombres se quedaron
quietos en sus posiciones durante unos segundos antes de
recuperarse.
Rocky fue el primero en moverse. Desenganchó su brazo y se
enderezó hasta alcanzar su altura total. —Parece que no podemos
evitarlo.
—Nos esforzaremos por comportarnos—, añadió Felix
mientras también se ponía de pie.
~ 263 ~
Rocky se giró y se enfrentó a Felix, extendiendo una mano. —

¿Tregua?
Felix la estrechó de mala gana. —Tregua. Deja de decir su
nombre. Es mi Voldemort personal.
—Tú empezaste llamándome Major.
—Es tu nombre.
Rocky soltó un suspiro exagerado. —Sabes lo mucho que no
me gusta.
—Sabes lo mucho que lo odio—, contraatacó Felix.
Rocky tenía un brillo irónico en sus ojos azules, y Jonah
esperaba que siguieran las bromas. En lugar de eso, asintió con una
sacudida y señaló la mesa. — ¿Empezamos a preparar la trampa para
Charlie Malcolm?
—Por supuesto—, dijo Felix.
Jonah, Felix y Rocky tomaron sus posiciones detrás de los
micrófonos, y Avery se sentó frente a ellos. Repasaron brevemente el
orden del día para asegurarse de que no se desviaban del objetivo,
una costumbre en la que habían caído a medida que crecía su
amistad.
Hacía unos meses, habían contratado a un artista local para
que creara una partitura y una letra originales para su podcast y
habían grabado una introducción que podían utilizar en cada
episodio. Consistía en unas pocas líneas de la inquietante canción
antes de que los chicos se presentaran como un reportero de
investigación, un analista criminal y un detective privado. Pidieron a
los oyentes que sintonizaran cada semana para escucharles hablar de
los crímenes más sensacionales de su querida ciudad y de sus
ciudadanos más siniestros. Al final del episodio, el tema completo de
Sinister in Savannah sonaba de fondo en la grabación de cierre,
donde pedían a los oyentes que se suscribieran, valoraran y
revisaran el podcast. También se ofrecían adelantos de futuros
episodios o se reproducían graciosas tomas falsas que Felix había
editado del episodio.
Como las secciones de introducción y cierre ya estaban
grabadas y se añadirían en las ediciones, se metían de lleno en el
episodio después de que Felix los presentara.
~ 264 ~
—El episodio de hoy se llama Ride the Lightning32—, dijo Felix,

iniciándolos. Tenía más experiencia y se sentía mucho más a gusto
con todo el proceso que Jonah y Rocky juntos. —El término es la
jerga para la ejecución por silla eléctrica, que no fue derogada en
Georgia hasta octubre de 2001.
—Vaya—, dijo Rocky. —Es difícil de imaginar.
—Lo es—, coincidió Jonah.
—Los tres nos oponemos a la pena de muerte por varias
razones, pero estamos de acuerdo en un punto—, dijo Felix.
—Probablemente en más de uno—, replicó Rocky. —No es que
vaya a discutir contigo que mi razón principal para oponerse a la
pena de muerte es de alguna manera mejor que la razón por la que
tú te opones.
—Quizá no lo hagas hoy—, se burló Felix. —No aguantaré la
respiración ya que es probable que cambies de opinión.
Rocky se rió. —Es cierto. Soy un Géminis. ¿Cuál es el único
punto en el que crees que estamos de acuerdo?
—Dejaré que Jonah lo explique, ya que es su principal razón
para oponerse a la pena capital—, dijo Felix.
Jonah luchó contra el pánico momentáneo que le invadía.
Respira y sé tú mismo. —Bueno, para que la pena capital funcione,
las condenas tienen que ser siempre correctas. Eso no es así.
Personas inocentes son arrestadas, juzgadas, condenadas y
ejecutadas por crímenes que no han cometido. Es una gran parodia.
—Estoy totalmente de acuerdo—, dijo Rocky.
—Una de las formas en las que la gente es encadenada por el
sistema es a través de confesiones coaccionadas, que es el tema de
nuestro podcast de hoy—, dijo Felix. —Jonah, ¿por qué no le cuentas
a nuestros oyentes sobre Earl Ison, Bo Cahill y cómo llegaste a saber
de ellos?
Esta era la parte fácil. Jonah se olvidó de los nervios mientras
hablaba de su querida amiga Marla y de su amigo Earl, cuya vida fue
32
Sobre el relampago.
~ 265 ~
arrebatada demasiado pronto. Jonah se cuidó de no tirar a nadie

debajo del autobús mientras exponía las incoherencias que había
encontrado de entrada y pasaba a la investigación que habían
iniciado los tres. Jonah no tenía ni idea de si Morrissey y Milton eran
policías corruptos. También se aseguró de mantener el nombre de
Jerry en privado para proteger su identidad. El objetivo de Jonah era
sacar a Malcolm, no destrozar la vida de otras personas.
Rocky y Felix intervinieron con sus propias observaciones y
experiencias. Entonces llegaron a la parte en la que tendían la
trampa.
—Así que tienes noticias emocionantes sobre una ruptura en la
investigación, ¿verdad?— preguntó Felix.
—Así es—, aceptó Jonah. —He localizado a un guardia que
trabajó en el corredor de la muerte cuando Bo Cahill estaba
encarcelado en la prisión estatal de Georgia. Ha accedido a reunirse
conmigo.
— ¿Crees que sabe cómo alguien fue capaz de coaccionar una
confesión de Bo?— preguntó Rocky.
Jonah sonrió y esperó que su voz sonara petulante cuando
dijo: —Lo sé. Me dijo que ha luchado con su conciencia durante más
de treinta años y que quiere hacer las cosas bien.
— ¿Cuándo te vas a reunir con él?— preguntó Felix.
—Mañana—, respondió Jonah.
—Eso es muy emocionante—, dijo Rocky.
Charlaron sobre diversos aspectos del caso un poco más antes
de que Felix apagara el equipo de grabación y diera por concluida la
investigación.
—La primera parte ha terminado—, dijo Felix. —La segunda
parte tendrá lugar el lunes, después de que Malcolm haya tenido la
oportunidad de escuchar el episodio.
—He estado pensando—, dijo Jonah, haciendo gemir a sus
compañeros de podcast. —Podemos preparar esta trampa, pero
vamos a necesitar algo de ayuda si queremos que esto sea legal.
—La necesitamos—, asintió Rocky. —Sabes lo difícil que es
para mí decir eso, ¿verdad?
~ 266 ~
Felix y Jonah se rieron.

—Sí, ¿qué sentido tiene hacer todo esto si no podemos hacer
que los cargos se mantengan? Creo que también necesitamos un
señuelo que haga de guardia de la prisión. ¿Tienes a alguien en
mente?— preguntó Felix.
Jonah asintió. —Conozco a la persona perfecta para cada
papel.
~ 267 ~
El lunes por la mañana, era difícil saber qué emoción le

embargaba más a Jonah: el miedo o la frustración. Ambas giraban
en torno a un delicioso becario que se negaba a llamar al trabajo
para decir que estaba enfermo, como había pedido Jonah.
—Nunca falto al trabajo—, había argumentado Avery la noche
anterior por teléfono y de nuevo antes del trabajo esta mañana. —
Necesitamos que todo parezca normal.
—Necesito que estés a salvo—, había rebatido Jonah durante
ambas conversaciones.
Pidió refuerzos a Rocky y Felix de camino al trabajo. Había
argumentado que llamar a uno de ellos desde su oficina para
confirmar la hora y el lugar de la reunión sería tan efectivo como
compartir los detalles con Avery.
— ¿Con qué frecuencia falta Avery al trabajo?— preguntó Felix.
—No lo hace—, admitió Jonah de mala gana.
—Creo que parecería sospechoso, sobre todo porque es tu
primer día de vuelta después de una lesión—, dijo Rocky.
—A no ser que Avery sea un gran actor, todo el mundo en la
oficina tiene que saber lo mucho que te adora—, dijo Felix.
El comentario calentó a Jonah, aunque se sintiera molesto por
el hecho de que sus amigos fueran el equipo de aliento de Avery. —
No puedo permitir que Avery se convierta en una víctima de mi
guerra.
—Nuestra guerra—, dijeron Felix y Rocky a la vez.
—Awww—, dijo Jonah. —Miren cómo se unen los dos.
— ¿Uniéndonos?— Felix se burló. —Estamos de acuerdo en un
punto.
—No es que nos hayas pillado juntos en la cama—, añadió
Rocky.
~ 268 ~
Felix resopló. —Como si fuera posible.

—Nunca serías el mismo—, dijo Rocky con suficiencia.
— ¿Arruinado por otros hombres o postergando el sexo por
completo?—. Contraatacó Felix.
—De acuerdo, estoy fuera—, dijo Jonah.
—Oye, grandote—, dijo Felix, deteniendo a Jonah antes de que
pudiera desconectarse.
— ¿Sí?
—Mantén la cabeza en el juego. Así es como tú y Avery se
mantendrán a salvo.
—Bien—, refunfuñó Jonah mientras entraba en el
aparcamiento del GBI. —Hablaré con ustedes, imbéciles, más tarde.
— ¿Imbéciles?— repitieron Felix y Rocky.
Jonah desconectó la llamada con una risa. Cerrando los ojos,
contó hacia atrás desde veinte. Felix tenía razón. No podía permitir
que sus emociones le nublaran el juicio o las cosas se torcerían. No te
desvíes de la misión.
Un golpecito en la ventana lo sobresaltó. Jonah abrió los ojos y
se encontró con Trexler mirándolo fijamente. Sabía que habría un
enfrentamiento, pero ¿aquí? ¿Ahora? Jonah pulsó el botón para
bajar la ventanilla. — ¿Señor?
—O tienes unas pelotas de acero o el golpe que recibiste de tu
atacante la semana pasada te ha adormecido el cerebro—, dijo
Trexler.
—Buenos días a usted también, señor—, consiguió decir Jonah
con cara seria.
Trexler entrecerró los ojos mientras un rubor furioso le subía
por el cuello y la cara. Si fuera un personaje de dibujos animados,
pronto le saldría vapor por las orejas. Ignorando la displicente
respuesta de Jonah, su supervisor continuó. —O quizá simplemente
no valoras tu carrera. ¿Es eso?— Que Trexler le tendiera una
emboscada en el aparcamiento era precisamente lo que Jonah
necesitaba para ponerse en situación. — ¿Desperdiciarías las
~ 269 ~
oportunidades que te dio el subdirector en favor del podcast con esos

perdedores?
—No sabía que estuvieras suscrito a Sinnister in Savannah—,
dijo Jonah, encontrando un inmenso placer en provocar al hombre.
—Yo no, pero el subdirector Malcolm sí. No es un hombre feliz
esta mañana, St. John.
—Estoy deseando oírlo directamente de él—, respondió Jonah.
— ¿O se reunirá conmigo en mi coche para informarme de que he
sido despedido? Si no es así, creo que este enfoque es muy poco
profesional.
— ¿No es profesional?— preguntó Trexler. — ¿Vas a darme un
puto sermón? Tendré tu...
Jonah subió la ventanilla mientras la diatriba de Trexler
continuaba. Oyó al hombre jurar que tendría la placa de Jonah, pero
por una vez, la amenaza infundió esperanza en el interior de Jonah
en lugar de preocupación. Tenía las habilidades necesarias para
ayudar a las fuerzas del orden de otras maneras. Los ordenadores
con inteligencia artificial eran la herramienta del futuro, y Jonah
podía labrarse su propia carrera. ¿El microchip que diseñó para el
GBI? A la mierda. Se quedaría con los derechos y lo vendería al
mejor postor. Jonah apagó el motor y abrió la puerta de su coche tan
rápido que su supervisor tuvo que retroceder rápidamente para
evitar que lo golpeara.
Cerrando la puerta de golpe, Jonah se enfrentó a Trexler. —
¿Me estás despidiendo?— preguntó Jonah. Trexler tragó saliva. —Si
el subdirector Malcolm desea expresar su decepción, sabe dónde
encontrarme.
—Tiene reuniones fuera de la oficina todo el día—, respondió
Trexler. Claro que sí.
— ¿Te ha aconsejado que me recibas en mi coche y me des un
severo sermón?— preguntó Jonah.
—No.
— ¿Te indicó que me despidieras?
Trexler negó con la cabeza. ¿Había dejado al hombre sin
palabras? Una jodida novedad.
~ 270 ~
—Entonces sal de mi vista—, dijo Jonah.

Trexler se quedó con la boca abierta y emitió un grito de
asombro. Su supervisor continuó mirándolo como si se le hubieran
roto las bisagras de la mandíbula. Jonah giró y se dirigió hacia el
edificio. Fue entonces cuando se dio cuenta de que Avery y varios
otros agentes y miembros del personal observaban su altercado con
Trexler. La mayoría tenía expresiones de asombro, mientras que
otros parecían presumidos. ¿Consideraban que Jonah se enfrentaba
a Trexler con su momento “Hulk out”? ¿Estaban calculando las
ganancias de la quiniela de la oficina? La mirada de Jonah se posó
finalmente en Avery, que estaba apoyado en su coche, sonriendo su
aprobación. La opinión de Avery era la única que le importaba.
Jonah le guiñó un ojo a su aguerrido becario sin romper el paso. Una
vez dentro del edificio, saludó a las personas que no habían
presenciado el altercado con una sonrisa serena y una inclinación de
cabeza. Se preguntó cuánto tiempo tardaría en correrse la voz por
todo el edificio. Como un reguero de pólvora, no mucho.
Jonah encontró una bolsa de Bugles de caramelo esperándole
en medio de su escritorio. Se dejó caer en su silla e inmediatamente
se zampó la bolsa. —El desayuno de los campeones—, dijo antes de
hincarle el diente.
Como era de esperar, Avery no lo siguió inmediatamente. Al
fin y al cabo, era lunes por la mañana y habría un montón de
cotilleos que disfrutar. Jonah estaba a medio camino de escribir su
dimisión cuando su becario entró en su despacho. Se imaginó que
todos los Tom, Dick y Harriet se detenían en Avery para hablar de lo
que había ocurrido en el aparcamiento.
—Buenos días, Jonah—. La voz profesional de Avery era tan
diferente de la que pronunció el nombre de Jonah con placer
durante el fin de semana. Jonah tenía muchas ganas de aumentar el
número de clímax, pero no se arriesgaba. Por lo que sabían, Malcolm
había colocado cámaras en la oficina de Jonah.
Aun así, Jonah no pudo resistirse a señalar con el dedo a
Avery. —Buenos días, Avery—. No se podía disimular la calidez de su
voz ni la importancia de que Jonah echara la silla hacia atrás y le
diera una palmadita en los muslos. Unos cuantos besos no harían
daño.
~ 271 ~
Avery cerró la puerta y cruzó la habitación, bordeando el

escritorio hasta llegar a la silla de Jonah.
Jonah se preguntó sobre la logística de dónde irían los brazos y
las piernas para la comodidad de Avery, pero su interno demostró
cuántas veces había fantaseado con momentos sensuales con Jonah
en la oficina. Avery pulsó los botones de la parte exterior de los
reposabrazos, que los bajaron lo suficiente para que Avery pudiera
sentarse a horcajadas sobre la cintura de Jonah.
—Estuviste magnífico—, dijo Avery una vez que se acomodó
cómodamente en el regazo de Jonah.
— ¿Te parece? Ojalá no hubiera dejado que Trexler me sacara
de quicio—, dijo él, sin molestarse en mantener el deseo fuera de su
voz. Dejó que Malcolm pensara que estaba demasiado preocupado
por Avery como para montar fuerzas contra él. Jonah pasó la nariz
por el cuello de Avery, respirando su fresco aroma y detectando leves
toques de su té picante favorito. Avery meneó el culo contra la
creciente erección de Jonah, y Jonah le mordisqueo el cuello para
disuadir a Avery, pero tuvo un efecto adverso. Avery jadeó y se agitó,
haciendo que los ojos de Jonah se pusieran en blanco.
—El imbécil se lo buscó.
—Lo hizo—, estuvo de acuerdo Jonah.
—Oh, te debo veinte dólares—, dijo Avery.
Jonah frunció las cejas. — ¿Por qué?
—Bill y Ashley han vuelto a estar juntos—, respondió Avery.
—Jesús.
—No llevo dinero en efectivo, así que ¿crees que podríamos
hacer algún tipo de intercambio?—. Avery movió las cejas.
Jonah agarró la cabeza de Avery y acercó esa deliciosa boca. Si
éste iba a ser su último día de trabajo para el GBI, Jonah planeaba
convertirlo en algo realmente excitante. —Creo que podemos llegar a
un acuerdo.
Sólo unos pocos besos. Sólo unos pocos besos. Sólo unos
pocos...
~ 272 ~
Avery presionó su boca contra la de Jonah, y el resto del

mundo desapareció junto con su convicción. A Jonah le habría
gustado pensar que se habría detenido antes de que se quitara la
ropa si el teléfono de su escritorio no hubiera sonado, separándolos
de golpe.
Se miraron fijamente durante unos cuantos latidos antes de
que Jonah recuperara las facultades suficientes para contestar al
teléfono.
—Agente St. John—, dijo.
—Bienvenido, Jonah—. La voz de Charlie Malcolm era cálida,
amable y familiar. La reacción que provocó en Jonah fue
exactamente la contraria. No dejaría que este hombre le siguiera
jodiendo la cabeza.
—Buenos días, señor—, respondió Jonah. Para vencer a un hijo
de puta tramposo, había que convertirse en uno. Nadie sabría por su
tono agradable que estaba planeando acabar con este hombre en
diez horas.
— ¿Cómo te sientes?—, preguntó el subdirector con su mejor
voz de tío Charlie.
—Estoy bien, señor. Ni siquiera tengo un ligero dolor de
cabeza.
—Grandes noticias, Jonah. Me alegro de oírlas. ¿Ha
encontrado ya la policía algún sospechoso?
—No, señor. No pude ver al tipo, así que me sería imposible
identificarlo—, dijo Jonah.
—Es una pena—, dijo Malcolm. —Escucha, hoy no estaré en la
oficina, pero tal vez los dos podríamos almorzar mañana. Hay
algunas cosas que me gustaría discutir contigo.
— ¿Cómo por ejemplo?— preguntó Jonah.
Malcolm se rio de buena gana. —No tengo tiempo para entrar
en charla contigo ahora mismo. Hablaremos durante el almuerzo. Tú
eliges el lugar y yo invito.
—Suena muy bien, señor.
~ 273 ~
Malcolm le deseó un buen día, cosa que Jonah devolvió antes

de volver a colocar el auricular del teléfono en su soporte.
—El subdirector sólo quería asegurarse de que me iba bien e
invitarme a comer mañana—, dijo Jonah.
Avery arrugó la nariz adorablemente. —Trexler tiene una
historia diferente que contar. Es un imbécil.
—Quizá Trexler decía la verdad, y Malcolm está planeando
hablar conmigo sobre mi participación en el podcast mañana.
—Tal vez—, concedió Avery. —Hablando del podcast, lo de esta
noche parece algo importante.
—Lo es—, respondió Jonah. No habían ensayado cuándo
tendrían la conversación sobre la reunión, pero esta parecía una
apertura natural. Felix y Rocky tenían razón sobre la intuición de
Avery, pero Jonah no pensaba decírselo pronto. Sus egos ya eran lo
suficientemente grandes. —Estoy ansioso por entrevistar a este
guardia de la prisión
— ¿Cómo se llama?
—No puedo compartir la información todavía—, dijo Jonah.
— ¿Ni siquiera conmigo?— El mohín de Avery era adorable.
—Ni siquiera contigo—, dijo. —Sin embargo, puedo quedar
contigo después para cenar. Puede que para entonces tenga los
labios más sueltos—. La sonrisa perversa de Avery decía que sabía
exactamente cómo hacer hablar a Jonah. —He quedado con el
guardia a las seis y probablemente debería haber terminado en
treinta minutos o una hora como máximo—. No había necesidad de
darle a Avery la ubicación ya que Malcolm estaba rastreando su
coche. Simplemente se pondría en posición lo suficientemente
temprano como para permitir que el traidor llegara e hiciera su
movimiento a la hora prevista.
—Suena bien. Esta vez elijo la película y la cena—, dijo Avery.
Agarró el bloc de notas y garabateó otro mensaje. ¿Qué vas a comer?
Jonah se encontró con la mirada de Avery con una sonrisa
sensual antes de escribir su respuesta. A ti.
Avery se estremeció al responder. Mi apartamento está más
cerca.
~ 274 ~
La adrenalina y el coraje parecían extraños compañeros de

cama, pero uno no funcionaba tan bien sin el otro. El valor es la
decisión de hacer algo ante un grave peligro o un gran sacrificio. La
adrenalina desencadena los instintos de lucha y alimenta el cerebro
para ejecutar el plan. Ambas podían alimentarse mutuamente para
aumentar las posibilidades de supervivencia de un hombre, pero un
exceso de cualquiera de ellas podía llevarlo a la muerte. Jonah se
esforzó por encontrar el equilibrio adecuado cuando entró en el
aparcamiento del almacén de WBM Logistics en Knowlton Way.
Con el acceso al puerto de Savannah en las cercanías, WBM
daba soporte a algunos de los mayores minoristas del mundo. El
lugar estaba lo suficientemente aislado como para no tener que
preocuparse por el tráfico de peatones ni por los civiles que
quedaran atrapados en el fuego cruzado si las cosas se torcían. Había
suficientes almacenes y contenedores de carga en el lugar para
proporcionar una excelente cobertura a su equipo.
Hacía muchos años que Jonah no se sentía tan excitado por la
adrenalina, y respiró profundamente varias veces para frenar su
acelerado corazón.
— ¿Estás bien?— preguntó Felix a través de su auricular. —
Parece que estás respirando muy fuerte.
—Ejercicio para combatir la adrenalina—, respondió Jonah
mientras giraba hacia el aparcamiento del almacén.
—Pensaba que estabas practicando la respiración agitada para
conseguir un trabajo en uno de esos números novecientos33 desde
que se presentó su dimisión—, dijo Rocky.
33
Los números 900 eran líneas sexuales y para encontrar psíquicos, estos números ya no están en
servicio.
~ 275 ~
— ¿Aún existen esos?— preguntó Royce.

—Creo que hoy en día todo está basado en la web—, replicó
Sawyer. —Sin embargo, Jonah podría seguir dándole motivación a
eso.
—Gracias—, dijo Jonah.
— ¿Podemos concentrarnos, gente?— Preguntó Ellie.
—Oh, mierda. Olvidé que la jefa estaba escuchando—, dijo
Royce.
—Que resulta ser la tía de Jonah—, les recordó.
—Lo siento—, dijeron varias voces masculinas a la vez,
haciendo que Ellie y Jonah se rieran.
—Tengo los ojos puestos en Jonah—, dijo Felix. —Hasta ahora,
todo está funcionando perfectamente. Ni rastro de Malcolm ni de
ningún civil.
Rocky y Felix estaban apostados en esquinas opuestas del
edificio. Felix vio la parte delantera del edificio, así como el lado
derecho. La posición de Rocky le permitía ver la parte trasera y el
lado izquierdo, mientras que Ellen, Royce y Sawyer estaban
escondidos dentro del almacén. Cada uno de ellos estaba conectado
al sonido. Rocky o Felix les avisarían en cuanto llegara Malcolm.
—Mantente alerta—, dijo Jonah mientras aparcaba el coche. —
He aprendido por experiencia que cuanto más perfecta parece una
misión, más probable es que te explote en la cara. Literalmente.
Espera lo inesperado.
—Te tenemos cubierto aquí fuera, grandullón—, dijo Felix.
—Mi equipo te tiene cubierto dentro—, dijo Ellen.
—Hagamos esto—, dijo Jonah, empujando la puerta y saliendo
del coche. Tuvo el impulso de enviar un mensaje de texto a Avery
una vez más, pero ese no era el trato. Avery le prometío a Jonah que
iría a la casa de sus padres y se quedaría allí hasta que enviara el
texto de autorización. Además, ¿qué sería lo apropiado para enviarle
un mensaje antes de una misión? Entrando. Nos vemos en el otro
lado.
Qué patético.
~ 276 ~
Te amo.
Los pasos de Jonah vacilaron mientras su corazón tropezaba
consigo mismo antes de caer al estómago. Tuvo unas ganas locas de
reírse, porque, mierda, no era para tanto. Había estado fuera del
juego de las relaciones durante mucho tiempo, pero incluso él sabía
que confesar tus sentimientos a través de un texto estaba mal.
—Es la hora del espectáculo—, dijo Jonah al entrar en el
almacén.
Miró alrededor del espacio. No pudo detectar a ningún
miembro del equipo de Ellie escondido entre las enormes estanterías
que contenían aires acondicionados, electrodomésticos, tuberías
negras enrolladas, madera y casi todo lo que uno esperaría encontrar
en una tienda de mejoras para el hogar.
—Llega un Cadillac antiguo. El conductor es un hombre mayor
que parece tener unos sesenta años.
— ¿Es tu señuelo?— Preguntó Rocky.
—Sí, es él—, dijo Jonah. —Pensaría que una persona que
conduce un Woody Wagon apreciaría un coche clásico como el
Cadillac, Felix.
—Cada uno a lo suyo, supongo—, respondió el reportero. —
Aquí viene tu hombre. Lleva un polo azul claro, pantalones caqui y
una gorra de los Atlanta Braves. ¿Quién es este tipo? Algo en él me
resulta familiar.
—Te lo presentaré cuando acabe esto—, respondió Jonah,
levantando la vista cuando entró su señuelo. Hacía tanto tiempo que
Jonah no veía a Ricky, que probablemente no lo hubiera reconocido
si se cruzaba con el hombre por la calle hasta que miró esos ojos
oscuros y brillantes de picardía. — ¿Qué pasa, Ricky?
— ¿Qué pasa?— Ricky, no Richard, Rick, y sobre todo nunca
Imbécil, repitió con desgana mientras miraba a su alrededor. —Esto
no es lo que esperaba.
—Eso es porque has visto demasiados dramas policiales. El
equipo está en su sitio y preparado para cuando Malcolm aparezca.
¿Has estudiado la foto que te envié?
~ 277 ~
Ricky asintió. —Había muchos chicos que pasaban por los

clubes en aquella época, así que no puedo estar seguro de haberlo
conocido. Si Earl lo trajo, no dejó una impresión duradera.
Jonah se acercó a Ricky, esperando que su proximidad calmara
los nervios que su amigo estaba experimentando. — ¿Asustado?
—De muchas cosas, pero no de esto. ¿Va a matarme? Tendrá
que ponerse en la fila detrás del cáncer—. Jonah debió de resbalar y
dejar entrever su pena porque Ricky le tendió la mano. —Lo siento,
cariño—, dijo Ricky, deslizándose en la persona de Marla ante los
ojos de Jonah. —No quiero hacerte daño.
—No estoy preparado—, dijo Jonah, sin importarle que sus
amigos pudieran oírlo.
—Lo sé, cariño. Lo sé.
—Atención—, dijo Rocky. —Hay un vehículo que se acerca
lentamente desde la…
Jonah comprobó que su auricular estaba bien colocado cuando
la voz de Rocky se cortó de repente. Tocando sobre el aparato, dijo:
— ¿Rocky?— Silencio. — ¿Felix?— Nada. — ¿Puedes oírme, Sawyer,
Royce o Ellen?— No hay respuesta. Jonah se encontró con la mirada
preocupada de Ricky. —Malcolm debe haber desplegado un
inhibidor para bloquear nuestra señal. Todavía tenemos ventaja
porque no es consciente de que algunos de los mejores de la SPD nos
están cubriendo en este momento.
Jonah creyó en sus palabras hasta que Charlie Malcolm entró
en el almacén con un brazo rodeando el cuello de Avery y el otro
apuntando con una pistola a la cabeza de éste.
~ 278 ~
Avery se tambaleó al encontrarse con la mirada de Jonah. El

brazo de Malcolm apretó la tráquea de Avery, haciendo que se
ahogara y tuviera arcadas. Los ojos de Avery se abrieron de par en
par mientras se esforzaba por resistir la presión. Levantó las manos
hacia el antebrazo de Malcolm, pero sus muñecas fuertemente
atadas hacían que sus dedos fueran inútiles. El subdirector, un
hombre al que Jonah había admirado tanto, se rio de la lucha de
Avery. La rabia agitaba la tempestad que llevaba dentro,
esforzándose por desatarse, pero actuar según su furia sólo
conseguiría que alguien muriera.
Malcolm apretó más fuerte hasta que Avery dejó de forcejear y
soltó las manos. —Muévete—, siseó con rabia, empujando el cañón
de la pistola con más fuerza contra la sien de Avery.
Avery tosió, balbuceó y jadeó, pero hizo lo que le dijo. Con
Malcolm utilizando a Avery como escudo humano, Jonah sabía que
nadie del grupo especial iba a disparar a Malcolm. Este plan había
estallado de forma épica y parecía una escena sacada de la peor
pesadilla de Jonah. No podía permitirse ceder al pánico creciente,
así que se concentró en regular su respiración y mantener el ingenio.
Ganar tiempo.
Jonah apartó la mirada de Avery para comprobar cómo estaba
Ricky, que se había mantenido de espaldas a Malcolm mientras
discutían. Ricky tragó con fuerza, pero sus ojos oscuros brillaron con
determinación. Dio a Jonah un sutil gesto de ánimo.
—Malcolm, ¿qué demonios está pasando?— Jonah no tuvo que
fingir la sorpresa en su voz. Aunque había previsto muchas
contingencias, que Malcolm secuestrara a Avery no era una de ellas.
Se había equivocado y ahora Avery podría pagar el precio más alto
por su error. Por favor, otra vez no. Jonah respiró profundamente
para calmar sus nervios. No estaba exento de sorpresas y esperaba
que el punto final fuera a su favor. Mantener a todos vivos hasta la
gran revelación era su máxima prioridad.
~ 279 ~
— ¿Esperando a Trexler?— se burló Malcolm. —Ese patético

lameculos no tiene las pelotas para colorear fuera de las líneas. Es
tan niño explorador como tú, y me sorprendió que los dos no
congeniaran de inmediato. Me fue muy bien porque pude
enfrentarlos a los dos. Manipulé a Trexler para que te acosara e
intimidara, sabiendo que te destrozaría como solía hacer tu abuelo.
Jonah se encogió y Malcolm se rio, sonando completamente
desquiciado.
—Llegué y te construí para ganar tu confianza. Absorbiste esa
mierda como una esponja.
Jonah apretó los dientes para no interrumpirlo. No podía
arriesgarse a que Malcolm se enfadara y se desquitara con Avery.
—Deberías ver tu cara ahora mismo. No te preocupes. No era
todo mentira. Te tengo bastante cariño.
—Se nota—, dijo Jonah con sequedad. Demasiado para
mantener la boca cerrada. —Tuve un dolor de cabeza mortal durante
casi una semana la última vez que mostraste lo mucho que te
importaba.
Malcolm se burló. —No fui yo quien te golpeó. Se suponía que
el idiota sólo debía sacudirte, no infligirte un traumatismo cerebral.
Deberías haber dejado las cosas como están. Una vez que empezaste
a indagar en el asesinato de Earl, tuve que actuar rápido. Me di
cuenta de que Trexler era un chivo expiatorio, ya que el maldito
tonto no entiende nada de la división que supervisa, y todos saben
cuánto te odia. Pensé que los genios cibernéticos se habrían dado
cuenta, pero tal vez no son tan inteligentes como creían.
El subdirector se detuvo a unos tres metros de Jonah. Lo
suficientemente lejos como para mantener la separación y evitar que
Jonah realizara un acto heroico para liberar a Avery, pero lo
suficientemente cerca como para que no fuera a fallar si decidía
apretar el gatillo. A Jonah no le preocupaba su propia vida; quería
proteger a Avery y a Ricky. Si conseguía que Malcolm bajara el arma
o le apuntara, Avery podría tener una oportunidad.
Jonah levantó las manos para demostrar que no era una
amenaza y dio unos pasos hacia Malcolm. En lugar de apuntar el
arma a Jonah, Malcolm volvió a apretar el cuello de Avery.
~ 280 ~
—No te muevas—, dijo Malcolm. —Tu pequeño juguete puede

morir rápidamente, o puede sufrir lentamente. ¿Cuál será?
Jonah se detuvo de golpe cuando los ojos de Avery volvieron a
abrirse de pánico. —De acuerdo. De acuerdo. Tranquilízate.
Malcolm entrecerró los ojos. —Yo soy el que manda, Jonah.
—Sí, lo haces—, dijo tranquilamente Jonah, dando unos pasos
hacia atrás.
Avery aspiró una bocanada de aire cuando Malcolm volvió a
aflojar.
—Eres un maldito marica—, siseó Malcolm. —O tal vez eres un
glotón de castigo. ¿Es eso? ¿Te gusta que te rebajen y humillen? Tal
vez te excita—. Jonah no estaba seguro de cómo debía responder a
Malcolm, así que decidió quedarse callado. — ¿Estás armado?
—No, señor—, dijo Jonah, siguiéndole el juego. —Ya sabes de
mi aversión a las armas.
—Lo sé—, dijo Malcolm, asintiendo. —También sé que va a
hacer que maten a tu novio igual que a tus compañeros en
Afganistán. No entiendo cómo un cobarde como tú sobrevivió a la
guerra. Es una prueba de que los buenos mueren jóvenes mientras
que los cobardes vuelven a casa de una pieza y protestan. Deberías
haber sido tú en uno de esos ataúdes envueltos en banderas.
Las palabras de Malcolm fueron como puñales en el alma de
Jonah. Ocultar su dolor habría hecho sospechar a Malcolm, así que
dejó que el hombre viera sus heridas.
—Levántate lentamente la camisa y date la vuelta. Quiero
asegurarme de que no tienes una pistola metida en la cintura de tus
vaqueros—, le indicó Malcolm. —Haz cualquier movimiento brusco y
le volaré los sesos a Avery delante de ti.
Jonah hizo lo que le pidió, dejando caer el dobladillo de su
camisa y levantando las manos en el aire una vez que terminó la
rotación. — ¿Vas a matarnos a los tres?
—Sí, así es. Haré que parezca un asesinato-suicidio. Todavía no
estoy seguro de cuál de ustedes será el asesino, pero tú eres la opción
más probable, Jonah. Todo el mundo sabe que eres una bomba de
relojería.
~ 281 ~
— ¿Qué razón tendría para matar a Avery y al Sr. Albert?

Zachary Albert era el nombre de uno de los guardias de la
prisión que trabajaba en el corredor de la muerte cuando Bo estaba
en GSP. Jonah tomó prestado su nombre, sabiendo que no era
probable que Malcolm mantuviera un control sobre todos ellos
durante tres décadas y media.
Entrecerrando los ojos, Malcolm apretó los labios. —Tienes un
punto excelente, como siempre—. Malcolm se encogió de hombros.
—Las posibilidades son infinitas con el océano y los numerosos lagos
cercanos.
Ricky se puso rígido y se giró para mirar a Malcolm. — ¿Por
qué no una subdivisión de casas en construcción? Sin duda te
funcionó bien la última vez.
El rostro de Malcolm enrojeció de rabia mientras cambiaba su
enfoque hacia Ricky. — ¿Cómo lo sabes?
—No reconocí las fotos tuyas. Todos los marimachos en el
armario se parecen. Pero reconocí tu voz quejumbrosa. Te hacías
llamar Chuck por aquel entonces. Te llamaban Chuck el puto
asqueroso a tus espaldas. ¿Lo sabías?— se burló Ricky. Jonah no
estaba seguro de si aplaudir su atrevimiento o taparse la boca con
una mano antes de que Malcolm los matara a todos. —Estabas en la
academia de policía y merodeabas por las sombras de los clubes y
bares. Te enamoraste de Lola, pero ella no te devolvió el interés, ¿es
eso? ¿O era algo más? Quizá no reconociste a Earl vestido de mujer,
pero él te reconoció a ti.
A Malcolm le costó un esfuerzo considerable desencajar la
mandíbula. — ¿Quién carajo eres tú? No hay una maldita manera de
que un guardia de la prisión estatal lo sepa. ¿Qué mierda está
pasando aquí?— La mano de la pistola empezó a temblar, y a Jonah
le preocupó que Ricky hubiera llevado a Malcolm demasiado lejos.
Apretando la pistola contra la sien de Avery, Malcolm desplazó su
mirada hostil hacia Jonah.
— ¿Creías que podías engañarme? ¿Engañarme para que
confesara?— preguntó Malcolm con voz enfurecida. La saliva se
formó en las comisuras de su boca, un contraste chocante con el
hombre normalmente urbano. —La broma es para ti, Jonah. Por otra
~ 282 ~
parte, todo lo que has creído durante los últimos ocho meses ha sido
una gran mentira. ¿No es así, Avery?
Jonah se arriesgó a mirar a Avery y vio un nuevo tipo de terror
en sus ojos. ¿Qué podría ser peor que tener una pistola empujada
contra tu cabeza?
—No—, dijo Avery con voz temblorosa. —Nada de eso fue una
mentira.
—Conozco a Jonah mejor de lo que él cree, y es imposible que
el Boy Scout se haya enamorado de un vulgar delincuente como tú—,
dijo Malcolm.
— ¿Avery?— Preguntó Jonah.
—Debería habértelo dicho antes de que nosotros...
—Jodieran—, añadió Malcolm. —Deberías ver tú cara ahora
mismo, Jonah. Qué mojigato. Tenía grandes planes para ti, Avery. Te
habría ayudado a alcanzar todo tu potencial en lugar de hacer la
mierda insignificante que hiciste para Los Puristas. Elegiste a Jonah.
Qué desperdicio.
—Yo... puedo explicarlo—, dijo Avery temblando.
—Ya lo sé—, dijo Jonah, sin querer causar más ansiedad a
Avery.
— ¿Lo sabes?— Preguntaron Avery y Malcolm al mismo
tiempo.
—Ellen dijo que no te iba a contar lo del encontronazo del
señor Bradford con la SPD—, dijo Malcolm.
—No era difícil de averiguar, Malcolm. Después de todo, yo
trabajé en la investigación con la SPD. Sabía que Los Puristas
utilizaban las habilidades de un hacker con talento. Ellen se acercó a
mí para ofrecerme unas prácticas para un genio de la informática
justo después de que terminara la investigación. El momento fue
demasiado coincidente.
Avery tragó con fuerza. —Y aún así...
—Te acostaste con él—, dijo Malcolm, levantando una ceja.
~ 283 ~
—Lo quería—, replicó Jonah. Si esto era todo para alguno de

ellos o para ambos, Jonah necesitaba que Avery lo supiera. —Sé la
verdad, y todavía te quiero.
Avery emitió el dulce sonido de un jadeo, y Jonah agradeció
escucharlo, aunque fuera la última vez. Si alguien iba a morir esta
noche, decidió que sería él, Jonah. — ¿Sí?
Jonah asintió. —Más que nada.
—Aww—, Malcolm arrulló. —Qué dulce. Es una pena que vayas
a morir.
—Deja que Avery se vaya. Llévame a mí en su lugar—, dijo
Jonah.
—No—, gritó Avery.
—Deberías elegirme a mí—, ofreció Ricky.
Los tres compitiendo por recibir la primera bala habría sido
divertido si la situación no fuera tan jodidamente aterradora.
—Al menos dime por qué mataste a mi amigo—, dijo Ricky.
—Me enamoré de Lola en cuanto la vi, pero ella ni siquiera
sabía que yo existía. Conocer todo sobre ella se convirtió en mi
obsesión, así que una noche la seguí hasta su casa. Observé a través
de la ventana cómo se quitaba el maquillaje y la peluca antes de
quitarse la bata y la lencería. Me quedé de piedra cuando me di
cuenta de que Lola era en realidad el conde Ison—. Los labios de
Malcolm se transformaron en un gruñido furioso. —Earl tampoco
estaba solo. Su amante era mi jefe.
—Creí que estabas en la academia de policía en ese momento—
, dijo Ricky.
—Lo estaba, pero seguía trabajando a tiempo parcial para
Locke-Tight concrete. Jerry Locke era un orgulloso hijo de puta, y yo
no lo soportaba. Sabía que el padre de Jerry lo habría matado si se
enteraba de que su hijo favorito era marica. Earl también lo sabía, y
por eso me fue fácil convencerlo de que terminara con Jerry. Earl
rompió el corazón del hombre para salvar su vida. Debería haber
sabido que un amor tan profundo y puro no se dejaría convencer tan
fácilmente. Earl tuvo un par de citas conmigo, pero lo hizo por
miedo, no por interés. Veía a Lola coquetear en el escenario y besar a
~ 284 ~
los chicos guapos que le invitaban a copas en el bar después, ¿pero

conmigo? Earl se ponía rígido cada vez que intentaba tocarlo porque
no podía ocultar su repulsión. Lola se burlaba de mí delante de los
demás. A ella se le ocurrió lo de Chuck, el puto asqueroso. La puta
ofrecía su culo apretado a cualquiera que se ofreciera pero retrocedía
ante mi toque...
Malcolm seguía alternando entre Earl y Lola, así como entre
los pronombres femenino y masculino. Jonah no estaba seguro de si
era deliberado o estaba confundido.
—Le di un ultimátum. Follamos o destruyo a Jerry Locke. Por
supuesto, ella aceptó para salvar a su precioso Jerry. A mitad del
acto en el asiento trasero de mi coche, Lola empezó a llorar. Una
neblina roja de rabia me invadió. Me puse furioso y le di un
puñetazo en la sien, dejándola inconsciente. Sólo quería que me
amara como amaba a Jerry. ¿Por qué era demasiado pedir? Todo lo
que tenía que hacer era amarme.
—Luego la llevaste a la obra y la estrangulaste con su media de
seda—, dijo Jonah. — ¿Por qué te masturbaste con las bragas de Lola
y se las metiste en la boca? ¿Para darle una lección?
—No se trataba de mí. Quería que la gente pensara que un loco
desquiciado la había matado—, dijo Malcolm a la defensiva.
—Un lunático desquiciado la mató—, dijo Jonah.
Malcolm negó con la cabeza. —No. Me he pasado el resto de mi
vida compensando esa única cosa mala. Soy un buen hombre.
—Un buen hombre no apunta con una pistola a la cabeza de
otro—, dijo Jonah, cambiando la táctica de castigar a implorar con el
hombre. Si Malcolm pensaba que tenía un lado bueno, entonces
Jonah tenía que apelar a él. —Deja que Avery y Ricky se vayan. Los
dos podemos hablar de esto. Sólo baja el arma.
La mirada de Malcolm se endureció. — ¿Qué tan estúpido
crees que soy? No utilices tus tonterías de psicópata conmigo, Jonah.
Una rata gigante salió disparada de debajo de una estantería
de madera apilada con bolsas de mantillo. Se dirigió directamente
hacia Malcolm como si fuera parte del grupo de trabajo. Asustado,
Malcolm aflojó su agarre alrededor del cuello de Avery y giró su otro
brazo para apuntar el arma a la rata.
~ 285 ~
—Abajo—, le gritó Jonah a Avery.

Avery se dejó caer al mismo tiempo que Jonah empujaba a
Ricky al suelo y se lanzaba hacia Malcolm. Sólo dio unos pasos antes
de que Malcolm volviera a girar el arma hacia Jonah y apretara el
gatillo. La bala le dio en el pecho, haciéndolo tropezar unos pasos.
Por reflejo, Jonah levantó la mano para cubrir la zona en la que le
había impactado, a pesar de que llevaba un chaleco antibalas bajo la
camisa.
Una segunda pistola se disparó desde algún lugar del almacén,
y una bala alcanzó a Malcolm en el hombro del brazo izquierdo en
lugar del que sostenía la pistola. Gritó de dolor y se tambaleó, pero
de algún modo encontró fuerzas para apuntar con su arma a Avery,
que corría en ayuda de Jonah.
—Abajo—, volvió a gritar Jonah a Avery.
Avery se puso a cubierto mientras Jonah se agachaba
rápidamente y sacaba su pistola de la funda del tobillo. Levantando
el brazo, Jonah efectuó un disparo que alcanzó a Malcolm justo por
encima de la rodilla. Otro miembro del grupo de trabajo le disparó
en el hombro derecho, inutilizando su brazo para disparar.
Malcolm cayó al suelo, retorciéndose de dolor. Jonah se
levantó y corrió hacia él justo cuando Ellen, Royce y Sawyer
avanzaban desde sus posiciones. Jonah lo alcanzó primero,
apartando de una patada la Beretta del subdirector.
Ellen llamó por radio a una ambulancia mientras Sawyer y
Royce aseguraban al prisionero y empezaban a prestarle los
primeros auxilios hasta que los paramédicos pudieran llegar y
hacerse cargo.
Jonah se situó junto a ellos, contemplando la fría mirada de
Charlie Malcolm. ¿Cómo había podido mirar a los ojos de este
hombre y ver calidez y compasión?
—No creí que lo tuvieras—, dijo Charlie entre dientes
castañeteantes.
Sawyer había utilizado un cinturón como torniquete en la
pierna de Malcolm y estaba ayudando a Royce a detener el flujo de
sangre de las heridas del hombro. El charco de sangre que se
expandía rápidamente bajo la parte superior del cuerpo de Malcolm
~ 286 ~
indicaba que las dos balas habían salido por la espalda. La pérdida
de sangre y el frío del hormigón estaban privando a Malcolm de su
calor corporal.
—Que no me gusten las armas no significa que no pueda
disparar una—, dijo Jonah. Un eco de pisadas golpeando el duro
suelo llamó la atención de Jonah. Se volvió y miró al hombre que se
acercaba. — ¿Has grabado su confesión?
Los ojos de Malcolm se abrieron de par en par cuando Jonah
se apartó para que el subdirector pudiera ver con quién estaba
hablando.
—Claro que sí. Me gusta especialmente la parte en la que
Malcolm me llama patético lameculos—, dijo Butch Trexler, mirando
fijamente al hombre tendido. —Supongo que mis habilidades serán
útiles ahora que tu puesto ha quedado vacante. ¿Quién es el maldito
tonto ahora?
— ¿Los dos me han engañado?— preguntó Malcolm. —
¿Juntos?
—Lo hicimos—, dijo Jonah.
— ¿Cómo?— Preguntó Malcolm.
—Voy a ser yo la que haga preguntas, Charlie—, dijo Ellen con
firmeza. — ¿Dónde diablos está esa ambulancia? No quiero que se
desangre y muera aquí mismo.
La expresión de Malcolm se suavizó cuando la miró. —Gracias,
amiga mía.
—Quiero que muera en una celda de la cárcel, donde debe
estar—, aclaró Ellen.
Rocky y Felix entraron corriendo en el almacén para
comprobar la situación. Jonah se reunió con ellos y se abrazaron en
grupo. —No pueden estar aquí cuando llegue la policía. Ellen
perdería su trabajo si el alcalde se entera de que ha involucrado a
civiles en el desmantelamiento.
—Sí, okey—, dijo Felix, restregándose una mano por la cara.
— ¿Te ha dolido?— preguntó Rocky, metiendo el dedo por el
agujero que la bala le hizo en la camisa.
~ 287 ~
—Cuando termine las horas de entrevistas y el papeleo, puedes

probarte el chaleco y te dispararé. Podrás comprobarlo por ti
mismo—, dijo Jonah.
Felix echó la cabeza hacia atrás y se rio.
—Está bien, pero no en el mismo chaleco—, respondió Rocky.
—Ahora está esta usado.
Jonah los atrajo a otro abrazo. —Fuera de aquí. Los llamaré
más tarde.
—Más te vale—, gritó Felix por encima del hombro mientras
tiraba de Rocky hacia la parte trasera del almacén.
Jonah se acercó a donde Ricky y Avery estaban acurrucados.
Avery se lanzó a los brazos de Jonah cuando éste se acercó.
—No vuelvas a hacer eso—, dijo Avery, golpeando el pecho de
Jonah con sus manos atadas.
— ¿Qué parte? ¿Que me disparen o que me ponga un chaleco
antibalas?
Avery inclinó la cabeza hacia atrás y miró a los ojos de Jonah.
—Cualquiera de las dos cosas. Y la próxima vez que un pistolero me
tenga de rehén...— Sus ojos se abrieron de par en par cuando se dio
cuenta de lo que había dicho.
—Hagamos de esto una experiencia única, ¿de acuerdo?—
preguntó Jonah, rozando con las yemas de los dedos las mejillas de
Avery.
Avery asintió. — ¿Jonah?
— ¿Sí?
— ¿Cómo puedes querer a alguien como yo?
Jonah oyó las sirenas de los coches de policía que se acercaban
y de una ambulancia. — ¿Podemos tal vez discutir esto después de
que termine las cosas aquí esta noche?
Avery asintió. —Y puedes decirme cuándo tú y Trexler se
convirtieron en compañeros de conspiración.
—Lo haré—. Jonah le besó brevemente los labios antes de
soltarlo para hablar con Ricky, que se frotaba el codo.
~ 288 ~
— ¿Te he hecho daño?— Preguntó Jonah.

—No es gran cosa. Sólo me he golpeado el codo contra el
cemento al caer.
Jonah agarró suavemente el bíceps de Ricky y estudió la
articulación. Parecía roja y ligeramente hinchada. —Quiero que los
paramédicos te revisen cuando lleguen.
—No seas tonto—, dijo Ricky.
Cuatro policías y dos paramédicos entraron corriendo en el
edificio.
—Oh, cariño, ese paramédico parece un doble de La Roca—,
dijo Ricky, sonando cada vez más como Marla. No se equivocaba. La
camisa del tipo parecía lo suficientemente ajustada como para
partirse por la mitad en cualquier momento. —Tal vez debería hacer
que me revise.
— ¿No quieres decir que revise la lesión?— Preguntó Jonah.
—Es lo mismo, muñeco. Mi codo es parte de mí.
— ¿No debería irse Ricky?—, preguntó Avery. —Querías que
Rocky y Felix se fueran para proteger el trabajo de tu tía.
—Calla, niño. ¿No ves que estoy herido? Además—, dijo Ricky,
sacando una pequeña placa de plata. —La comisaria me ha hecho
jurar hoy como policía de Savannah.
— ¿No es la misma insignia de plástico que les dan a los niños
pequeños cuando visitan las escuelas?
— Será mejor que pongas a este niño sobre tu rodilla esta
noche, Jonah—, dijo Ricky antes de alejarse. —Yoo-hoo, cariño. Me
he lesionado en el derribo.
—Se lo diré a Amos—, dijo Jonah. Ricky se llevó el brazo a la
espalda y apartó a Jonah.
Jonah tiró de Avery hacia sus brazos y lo besó. —Vamos a
quitarte esta cuerda de las muñecas. Quiero que los paramédicos
también te revisen.
—Espera—, dijo Avery de repente. —Dilo otra vez, Jonah.
—Te quiero a ti.
~ 289 ~
La adrenalina seguía bombeando por las venas de Jonah, pero

no era lo único que alimentaba su frenética energía. El alivio, la
euforia, la rabia, el amor y la pena eran emociones poderosas que
luchaban por el dominio dentro de él. Por separado, creaban
impresionantes frentes de tormenta. Juntas, formaban una
supertormenta que daba a una persona dos opciones: buscar refugio
o montar el rayo.
Jonah estaba jodidamente cansado de esconderse.
~ 290 ~
—St. John—, dijo Trexler antes de que Jonah y Avery pudieran

salir por la puerta.
Acababan de pasar cuatro horas de entrevistas, esperas, más
entrevistas y más esperas antes de que Trexler los autorizara a salir.
Ahora los detenía de nuevo. Jonah se mordió un gemido y se
enfrentó a su supervisor.
— ¿Señor?—, preguntó.
—Sobre su dimisión—, dijo Trexler. —La estoy triturando. Sé
que no merezco una segunda oportunidad, pero la pido de todos
modos. Siento de verdad la forma en que te he tratado, y me gustaría
tener la oportunidad de ganarme tu confianza y tu respeto. — Jonah
se quedó sin palabras. Trexler le tendió la mano. — ¿Qué dices?
Jonah le estrechó la mano. —Acepto, señor.
—Empezaremos de nuevo la semana que viene. Ambos se han
ganado el resto de la semana libre con paga.
Trexler estrechó también la mano de Avery antes de volver a
realizar más entrevistas.
— ¿Qué acaba de pasar?— preguntó Avery en cuanto
estuvieron dentro del coche de Jonah.
— ¿Quieres hacer esto ahora?— preguntó Jonah, arrancando el
motor.
—Sí, ahora. Los he visto discutir y pelearse durante ocho
meses, y ahora estan trabajando juntos en misiones secretas—, dijo
Avery. —Tengo que saber cómo se desarrolló todo.
Jonah puso el coche en marcha y se dirigió a la salida. —Me
arriesgué y lo llamé anoche. Le conté todo lo que habíamos
descubierto y cómo lo inculpaba como el chivo expiatorio de lo que
se suponía que me iba a pasar.
~ 291 ~
Avery resopló. —Esa parte me la imaginé yo mismo. ¿Qué te

hizo agarrar el teléfono y confiar en él después de cómo te ha
tratado?
—Cuando me di cuenta de lo equivocado que estaba con
Charlie Malcolm, empecé a evaluar mis otras relaciones. Empecé a
preguntarme cuánto de mi asociación antagónica con Trexler era
real y cuánto de ella Malcolm había diseñado. Pensé en el día en que
le pedí permiso a Malcolm para investigar el homicidio de Earl. Fue
la única vez que Malcolm se negó a intervenir, y supe que tenía que
haber una razón para ello.
—Él mató a Earl—, dijo Avery.
—Sí, pero mi instinto me decía que había algo más en la
historia. Dejé a un lado mis diferencias con Trexler y evalué al
hombre en función de cómo se relacionaba con los demás. Es un
hombre conocido por su intelecto y su imparcialidad, pero su
comportamiento hacia mí era exactamente lo contrario. Nunca
entendí qué provocaba su hostilidad hacia mí. Surgió un patrón de
comportamiento. Cada vez que Trexler me destrozaba, Malcolm se
desvivía por levantarme. Llegó a un punto en el que empecé a
desobedecer el protocolo y me dirigí directamente a Malcolm con
mis problemas o ideas. Entonces me di cuenta. Malcolm había
diseñado a propósito la volátil relación entre nosotros.
— ¿Por qué?— Preguntó Avery. —No había forma de que él
pudiera predecir hace tres años que tú pedirías reabrir el caso Ison.
—Es cierto—, concedió Jonah. —De vuelta al almacén,
Malcolm insistió en que es un buen hombre que pasó su vida
compensando la única cosa terrible que hizo. Malcolm no cometió
un solo crimen. ¿Qué hay del acoso, el chantaje y la agresión sexual a
Earl antes de matarlo? Alguien tan retorcido y desquiciado no
cambia de la noche a la mañana. Además, están los crímenes que
cometió contra Bo Cahill trece años después. Después de salirse con
la suya en el asesinato y el encubrimiento, sus impulsos de hacer
otras cosas siniestras se habrían intensificado, no disminuido.
Simplemente se volvió más inteligente a la hora de elegir a sus
víctimas y les infligió daños emocionales en lugar de físicos, o al
menos en mi caso. Me di cuenta de que había convertido a Trexler en
un arma contra mí.
— ¿Cómo fue la conversación con Trexler?— preguntó Avery.
~ 292 ~
Jonah sonrió. —Trexler me colgó en cuanto le dije el motivo de

mi llamada. Le envié por correo electrónico las pruebas que habías
encontrado y Trexler me llamó inmediatamente. Me dijo: 'Te
escucho', y fue la apertura que necesitaba para exponerle todo. Me
dijo que Malcolm fue quien lo animó a ser duro conmigo, incluyendo
la advertencia por insubordinación y la posterior suspensión.
—Malcolm fue quien te delató ante Trexler, ¿eh?
—Sí—, respondió Jonah. —Tenemos un largo camino que
recorrer para reparar el daño que causó Malcolm, pero lo de anoche
y lo de esta noche fue un gran paso en la dirección correcta.
Avery tarareó. —Los dos decidieron escenificar el incidente del
aparcamiento, ¿no es así?
—Lo hicimos—, estuvo de acuerdo Jonah.
— ¿Y no me lo dijisteis con antelación porque no te fiabas de
mí?—. Preguntó Avery.
—No, sí confío en ti. No estaba seguro de que el
enfrentamiento fuera a producirse. El acuerdo era que Trexler me
abordara si Malcolm se ponía en contacto con él por el podcast.
Necesitaba estar seguro de que Malcolm mordiera el anzuelo.
—Eres bastante brillante—, dijo Avery. Había una pensatividad
en su voz que preocupó a Jonah.
—También quería disminuir tu culpabilidad lo máximo
posible, Avery.
— ¿Porque me quieres?
—Sí que te quiero—, dijo Jonah con rotundidad mientras
entraba en la calzada. Puso el coche en el aparcamiento y apagó el
motor antes de enhebrar sus dedos en el pelo de Avery y guiar su
cabeza para que se encontrara con la de Jonah a medio camino. —
Podría haberte perdido esta noche y no habrías sabido que eres todo
lo que quiero—, susurró contra los labios de Avery.
En lugar de besarlo, Avery puso su mano en el pecho de Jonah
para detenerlo. — ¿Cómo?
Antes de que Jonah pudiera responder, la puerta de su
mosquitera se abrió de repente, golpeando contra la fachada de la
casa. Un hombre parcialmente vestido salió de la casa de Jonah
~ 293 ~
como si el diablo lo persiguiera. Kendall, al parecer interpretando el

papel de dicho demonio, salió al porche un segundo después y le
lanzó algo al hombre, clavándole un clavo en la espalda antes de que
llegara a su coche aparcado frente a la casa de Jonah. Cuando el
objeto cayó al suelo, Jonah vio que era un zapato.
— ¿Qué carajo?— preguntó Jonah, abriendo de un empujón la
puerta de su coche.
—No quiero volver a verte ni a hablar contigo, Travis. No
vuelvas—, gritó Kendall a través del césped.
— ¿Cuántas veces he oído lo mismo y, sin embargo, me sigues
llamando?— Contestó Travis.
—Ahora, te lo diré en serio—, dijo Jonah. —No quiero verte en
mi propiedad, y será mejor que no me entere de que lo estás
acosando en el trabajo.
Travis se detuvo y se enfrentó a Jonah. — ¿Trabajo? ¿Así le
llamas llevar un pequeño trozo de tela mientras sirves bebidas y
alitas de pollo a hombres cachondos? Pierde mi número, Kendall—,
dijo Travis con burla antes de subir a su coche. Aceleró el motor con
tanta fuerza que sus neumáticos chirriaron antes de salir disparado
por la carretera.
—Cristo—, murmuró Jonah. —Estoy listo para que esta noche
termine.
—Ya somos dos—, dijo Avery, uniéndose a él. —Tenían una
pistola apuntando a mi cabeza.
Jonah rodeó con su brazo la cintura de Avery y lo atrajo contra
su costado. Tener a su hombre tan cerca le estaba haciendo difícil
recordar con precisión por qué habían querido tener una
conversación. —Me han disparado, así que yo gano.
—No es un concurso—, siseó Avery. Deslizó su mano sobre el
corazón de Jonah, donde una bala le habría impactado.
—Menos mal, porque yo ganaría el premio—. Jonah tomó la
cara de Avery y capturó sus labios para darle un beso. —Me retracto.
Ya he ganado.
Avery le dio un codazo. —No soy un oso de peluche de una
feria.
~ 294 ~
Jonah presionó su boca contra la oreja de Avery. — ¿Quieres

que te rellenen?— Jonah susurró, acercando su nariz a la suave
carne de Avery.
Avery gimió. —Dios, sí.
— ¿Qué demonios está pasando aquí?— preguntó Kendall
desde el porche. Sonaba como si hubiera olvidado temporalmente
sus problemas. — ¿Alguien apuntó con una pistola a la cabeza de
Avery y otra persona te disparó, Jonah?
—Fue la misma persona—, respondió Jonah.
—Es una historia muy larga—, añadió Avery.
—Seguro que hace que mis problemas con los chicos parezcan
pequeños—, dijo Kendall. — ¿Están los dos bien?
—Estamos bien—, le dijo Jonah a su amigo. —Te lo contaré
todo por la mañana—. Kendall asintió y comenzó a dirigirse al
interior. —Kendall.
Kendall se dio la vuelta y miró a Jonah. —No tienes problemas
de chicos. Tú tienes un problema con un chico. Puedes hacerlo mejor
que Travis.
—Gracias, J—, respondió Kendall con una pequeña sonrisa. —
Los veo por la mañana.
—Tal vez debería ir a casa esta noche—, dijo Avery. —Kendall
parece disgustado. Le vendría bien un amigo.
—Siempre seré amigo de Kendall, pero hay algunas batallas
que debes librar tú mismo—. Levantó a Avery sobre su hombro al
estilo cavernícola y se dirigió al interior.
Avery le dio una palmada en el culo. —Bájame, neandertal.
Jonah se limitó a ignorarlo y aseguró la casa antes de subirlo
como si no pesara nada.
Dentro de su habitación, Jonah tumbó a Avery en la cama,
cubriendo el cuerpo de Avery con el suyo. —Te deseo—, dijo antes de
besar un camino por el cuello de Avery. Jonah sintió el ronroneo
feliz de Avery vibrando bajo sus labios.
~ 295 ~
— ¿Cómo?— preguntó Avery una vez más, deteniendo a Jonah

en su camino. —Soy una persona terrible por involucrarme con Los
Puristas.
—Hiciste algo malo, pero eso no te hace malo—, argumentó
Jonah. — ¿Cómo te enredaste con el psicópata?
—Tenía pruebas de que había hackeado los ordenadores de mi
universidad y cambiado mis notas para no suspender una
asignatura. Me enfermé de mononucleosis y me perdí varias clases.
El profesor no quería trabajar conmigo, así que me puse aún más
enfermo para intentar recuperar mis notas. Me faltaron dos puntos.
Suspender la clase habría afectado a mi beca y a la posibilidad de
obtenerla. Fue un error por mi parte, y me arrepiento tanto como de
haberme dejado llevar por los planes de los puristas. Me dio la
opción de ayudarlo, o me denunciaría a la universidad. Me habrían
expulsado, y ninguna universidad habría aceptado mi solicitud con
la transgresión en mi expediente académico.
— ¿Cómo acabaste conociendo a mi tía Ellie?
Avery sonrió. —Un día, estaba navegando por Internet en un
ordenador de Bytes and Brew para evitar que me detectaran en mi
propio portátil. Royce entró a almorzar y también había otro policía
fuera de servicio. Royce empezó a preguntar al propietario si conocía
a algún hacker o a alguien familiarizado con la web oscura. Sabía que
era mi señal para irme. Como un aficionado, salí del café demasiado
rápido, lo que atrajo la atención de Royce. Salí corriendo cuando
Royce y el otro policía me persiguieron. Me equivoqué de camino y
acabé en un callejón sin salida. Um—, dijo Avery, frotándose una
mancha detrás de la oreja. —Esta parte es mala.
Jonah lo besó. —Te he visto cerca de Royce lo suficiente como
para saber que no te guarda rencor. Sólo cuéntame el resto. Te
sentirás mejor.
—Agarré una tabla del suelo y la balanceé mientras Royce
doblaba la esquina y corría hacia el callejón. Por suerte, sus reflejos
son increíblemente rápidos porque no le di. Me tiró al suelo y me
llevó a la comisaría para interrogarme. Mantuve la boca cerrada
aunque me retuvieron allí hasta bien entrada la noche. No lo sabía
entonces, pero Royce y Sawyer montaron una vigilancia y me
siguieron hasta la iglesia donde planeaba enfrentarme al sádico
bastardo bajo cuyo pulgar había estado viviendo durante demasiado
~ 296 ~
tiempo. Ni siquiera sé con seguridad lo que iba a decirle, pero tenía

la intención de confesarme ante la policía al día siguiente. Cuando
entré en la iglesia...— Avery cerró los ojos y respiró profundamente.
—El pirómano de los puristas tenía atado al maldito enfermo y lo
estaba rociando con gasolina. Me di la vuelta y salí corriendo de allí
tan rápido como pude y casi choco con Royce.
—Ya sé el resto—, dijo Jonah. —Eres el samaritano que ayudó a
los bomberos a salvar a Royce y Sawyer cuando quedaron atrapados
en el edificio en llamas.
—Samaritano—, se burló Avery. —Estaba tan jodidamente
asustado. Quería correr y salir de allí lo más rápido posible.
—Pero no lo hiciste. Te quedaste porque eres una buena
persona. Royce y Sawyer lo saben. Ellie lo sabe. Yo lo sé—, dijo
Jonah.
—La situación fue una horrible llamada de atención. Fui a
hablar con mi profesor la semana siguiente y le confesé lo que había
hecho. Cuando terminé era un desastre de mocos y sollozos y
esperaba que me denunciara al decano.
— ¿No lo hizo?— preguntó Jonah.
Avery negó con la cabeza. —Se disculpó conmigo. El profesor
Lafferty me explicó que había estado atravesando un amargo
divorcio cuando me acerqué a él para pedirle una prórroga para
presentar mi trabajo de refuerzo. Dijo que había descargado su
amargura en mí, y que no era justo. Llegamos a un acuerdo. Doy
clases particulares a estudiantes que tienen problemas con varios
conceptos informáticos. Ahí es donde estaba la noche que no pude
hablar contigo. No estaba seguro de cómo contarte esa parte sin
confesar toda la historia.
—No necesito la perfección, Avery. Sólo necesito que mi novio
sea sincero conmigo. La confianza es una calle de doble sentido.
Avery deslizó su mano dentro del cabello de Jonah y masajeó
su cuero cabelludo. —Hazme sitio porque tu novio ya no está
dispuesto a quedarse en su propio carril.
—Porque tú me quieres—, pinchó Jonah.
Avery mordió el labio inferior de Jonah. —Te quiero a ti.
~ 297 ~
Pasaron dos días antes de que Malcolm se recuperara lo

suficiente de la operación para ser entrevistado. Jonah no estaba
seguro de si el subdirector iba a pedir un abogado o a confesar. Al
final, hizo lo correcto y dio un relato detallado de lo ocurrido con
Earl y explicó cómo pudo coaccionar a Bo Cahill para que confesara.
La hija de Bo, Millie, que en ese momento era una estudiante
de primer año de universidad, fue detenida por exceso de velocidad
en el condado de Fulton. Por razones que nadie conoce, el agente
decidió registrar el coche de Millie y supuestamente encontró una
bolsa de diez gramos de marihuana. Ella afirmó que el ayudante del
sheriff había colocado la droga en su coche, pero era su palabra
contra la de él. Malcolm era entonces ayudante del sheriff en Fulton.
La joven estaba enfurecida y furiosa en lugar de asustada, y enviaron
a Malcolm para que la calmara.
Los otros ayudantes del sheriff pensaron que la chica
masticaría al ayudante de habla suave y lo escupiría, pero él fue
capaz de calmar a Millie. Ella confió en Malcolm y le suplicó que la
ayudara. Millie habló de la ejecución pendiente de su padre y dijo
que su madre la necesitaba. A Jonah le ponía enfermo oír al bastardo
hablar de su interacción con la angustiada adolescente. Sabía muy
bien cómo ese hombre podía desplegar su encanto e inspirar a una
persona a confiar en él. Malcolm no mostraba nada de su calidez
habitual en la habitación del hospital, donde estaba esposado a la
cama y con un agente vigilando la puerta.
Malcolm estaba frío como el hielo, carente por completo de
empatía y compasión mientras hablaba de seguir en contacto con la
gente de Savannah después de haberse mudado. Sabía que los
amigos de Earl seguían acosando al departamento de policía
semanalmente. Le preocupaba que un agente novato que buscaba
hacerse un nombre empezara a hurgar en la investigación. Milton y
Morrissey no tenían ninguna intención de resolver el caso. Malcolm
citó a los dos hombres diciendo que Earl Ison tenía su merecido por
su perverso estilo de vida.
~ 298 ~
Malcolm tenía información sucia sobre su primo Vinnie

Malcolm, que era el guardia del corredor de la muerte en el GPS al
que llamaban Bird. A través de esa conexión, coaccionaron a Bo para
que confesara haber matado a Earl para salvar a su hija. Millie era
una estudiante de honor con una beca completa en juego, así que
realmente no había opción para Bo.
El día después de la confesión de Malcolm, Felix, Rocky y
Jonah volvieron a la casa de Darnell para reunirse con la familia de
Bo. Jonah deseaba poder ahorrarle a Millie la verdad, pero habían
prometido obtener respuestas para la familia. A veces esas
respuestas eran muy dolorosas.
Agnes abrazó a su hija y lloraron juntas.
Darnell lanzó un largo suspiro. —Pensé que probar que mi
padre no había matado a Earl Ison me haría sentir mejor, pero no es
así. Saber la verdad no me devuelve a mi padre.
—No lo hace—, intervino Felix, —pero ahora puedes darle voz a
través de nuestro podcast. La gente puede conocer el tipo de hombre
que Bo Cahill era realmente.
—Un hombre que haría cualquier cosa para proteger a su
familia—, dijo Agnes.
Los Cahill pidieron tiempo para pensarlo. Darnell llamó a Felix
al día siguiente y le dijo que su familia había accedido a sentarse a
hacer entrevistas para el podcast. Los tres viajarían a casa de Darnell
en las próximas semanas para repasar sus planes para los episodios
y realizar las entrevistas. Felix insistió en que no sólo querían hacer
el episodio sobre la familia Cahill; quería hacerlo con ellos.
Cuando llegó el sábado, Jonah estaba agotado y entusiasmado
al mismo tiempo. Pensó brevemente en reprogramar la barbacoa
para poder quedarse en la cama con Avery todo el día y la noche,
pero una comida al aire libre con amigos era exactamente lo que
necesitaba.
—El invitado de honor está aquí, así que la fiesta puede
empezar de verdad—, dijo Royce mientras abría la puerta y entraba
en el patio trasero de Jonah. Llevaba una nevera en una mano y una
bandeja de algo en la otra. —Sawyer preparó bocadillos
extravagantes para todos.
~ 299 ~
—Los jalapeños no son extravagantes. Cualquier cosa que

requiera más esfuerzo que echar un chorro de queso procesado de
una lata en una galleta es elegante para Royce—, dijo Sawyer. Le
arrebató el plato de la mano a Royce y le dio un beso en la mejilla a
su novio mientras pasaba por allí. — ¿Dónde quieres mis bocadillos
extravagantes?
Jonah se sirvió unos cuantos poppers de jalapeño y luego dijo:
—Marla y Amos están dentro preparando un buffet. Ella puede
encontrar un lugar para ellos.
— ¿Invitados de honor?— Preguntó Felix. — ¿Es tu
cumpleaños?
—No. Eso es en octubre—, respondió Royce.
— ¿Por qué serías el invitado de honor, entonces?— preguntó
Rocky.
—He salvado el día—, respondió Royce. — ¿No te lo dijo
Jonah?
—Royce me ayudó a reemplazar el calentador de agua la
semana pasada después de que se muriera—, explicó Jonah mientras
untaba otra capa de barbacoa en las costillas.
—Oh, pensé que estaba tomando el crédito por la rata de
nuevo—, dijo Avery.
Todos se rieron.
—Oye, Robby fue parte del plan todo el tiempo—, dijo Royce.
—Lo desplegué como una táctica de distracción, y funcionó.
—Robby—, resopló Jonah.
—Mentira—, dijo Sawyer, volviendo al patio trasero. —Te vi
tener un escalofrío de cuerpo entero cuando mi sobrino sacó a su
hámster de su dormitorio. No eres amigo de ningún tipo de roedor, y
seguro que no entrenarías ni le pondrías nombre a uno.
— ¿Tienes que contar todos mis secretos?— preguntó Royce,
enganchando un brazo alrededor del cuello de Sawyer y besándolo
profundamente en la boca. —Yo desplegué la maldita rata.
— ¿Cómo?— Preguntó Felix.
~ 300 ~
—Asusté al maldito gordo para que saliera de su escondite

cuando me moví como un ninja hacia una mejor posición para
conseguir una buena posición sobre Malcolm. No sé cómo no grité
como una niña.
— ¿Tuviste que cambiarte de ropa interior después?—
preguntó Rocky.
—Tal vez—, dijo Royce encogiéndose de hombros.
Sí, tener amigos en casa para comer bien y reírse mucho fue el
final perfecto para unas semanas de locura.
Sawyer enganchó su brazo alrededor de la cintura de Royce y le
dio de comer un jalapeño. —Entonces, ¿qué es lo siguiente?
— ¿Para el podcast?— aclaró Jonah.
—Me refería a tu carrera en el GBI, pero también tengo
curiosidad por el podcast.
—Trexler pasó mi carta de dimisión por la trituradora de papel
y me pidió una segunda oportunidad. Su disculpa fue sincera, y
todavía creo que mis habilidades añaden valor a la oficina. Voy a
darle una oportunidad.
—Es una gran noticia—, dijo Royce.
—En cuanto al podcast, vamos a ampliar los episodios de Ride
the Lightning para incluir entrevistas con la familia de Bo, para que
la gente pueda conocer su versión de la historia—, dijo Jonah. —
Todavía no hemos concretado nuestro próximo proyecto. Sigo
pensando que Tess Hamilton es nuestra mejor opción.
—Oh, la señora que sospechan que mató a sus tres maridos—,
dijo Sawyer. —Esa sería una buena.
—Tengo una idea—, dijo Felix. —Iba a proponértelo más tarde,
pero ¿por qué no ahora?
—Hazlo—, dijo Rocky.
—Todos ustedes saben quién es Cameron Spencer, ¿verdad?—
Felix preguntó.
— ¿El tipo que es dueño de una docena de concesionarios de
automóviles en Georgia, Carolina del Sur y Florida?— Royce
preguntó.
~ 301 ~
—Ese es—, dijo Felix. —He luchado con su concesionario

durante meses por la garantía ampliada que compré con mi coche
nuevo hace unos años. Cuando mi transmisión34 se estropeo, no me
preocupé porque compré la cobertura adicional. Me siguen diciendo
que la garantía del parachoques no pagará la nueva transmisión que
necesito.
—Por eso conduces tanto tu carreta—, dijo Rocky.
Felix puso los ojos en blanco. —Woodie de madera35.
Rocky resopló. —La misma diferencia, aunque no sé cómo
recoges a tantos tipos en ese viejo cacharro.
—Los tipos se preocupan más por las habilidades del
conductor que por lo que conduce—, le dijo Felix.
—Touché.
—De todos modos—, dijo Felix, —el concesionario me dijo que
no había mantenido correctamente el coche, lo que anulaba la
garantía. Después de proporcionar los recibos y registros de servicio
de su concesionario, todavía se negaron. He hablado con todos los
miembros de su organización, desde mi vendedor original hasta el
director del departamento de servicio e incluso el director general.
Todo lo que recibo son excusas de mierda. Intenté hablar con
Cameron Spencer, pero, al parecer, sólo aparece cuando es el
momento de hacer publicidad o rodar anuncios.
—Ugh. No soporto los anuncios de Spencer—, refunfuñó
Royce. —Son como clavos en una pizarra.
—Peor—, dijo Avery.
Royce levantó una cerveza para saludarlo.
—Empecé a buscar en Internet a otras personas que tuvieran
problemas similares—, dijo Felix. —Encontré varios casos en los que
los clientes tenían problemas tanto con sus garantías extendidas
34
Una transmisión automática o caja automática, es una caja de cambios de automóviles u otro tipo de
vehículos que puede encargarse por sí misma de cambiar la relación de cambio automáticamente a
medida que el vehículo se mueve, liberando así al conductor de la tarea de cambiar de marcha
manualmente.
35
Un woodie es un automóvil con carrocería de madera, que se convirtió en un tipo popular de
camioneta donde la carrocería está construida de madera o está diseñada para parecerse a elementos
de madera.
~ 302 ~
como con las pólizas de seguro de brecha. Creo que está pasando
algo raro. Lo peor es que una señora me llamó ayer y dijo que había
llevado pruebas a Jude Arrow...
—The Straight Shooter—, dijo Royce, imitando la voz del
periodista. Todos se rieron excepto Felix. Hizo una mueca de
disgusto. —Lo siento, hombre.
—Esta mujer dice que tiene pruebas de que las pólizas de
seguro de brecha y las garantías extendidas fueron emitidas por las
empresas fantasma de Spencer—, dijo Felix.
— ¿No es eso lavado de dinero?— Preguntó Rocky. —Es una
acusación seria.
Felix asintió. —Lo es, y por eso Jude Arrow se negó a
involucrarse.
—Tal vez las pruebas de esta mujer no sean tan sólidas como
afirmaba—, dijo Jonah.
—Posiblemente—, estuvo de acuerdo Felix. —O, Jude Arrow no
quiere involucrarse por otra razón. Tal vez si empieza a exponer a la
gente poderosa, ellos harán lo mismo con él.
—Aquí vamos de nuevo—, dijo Rocky. —Si realmente crees que
Arrow tiene un gran esqueleto malo en su armario, déjame
investigar las razones por las que dejó Atlanta por Savannah.
—Será más divertido atormentarlo para sacarle la verdad
después de que lo ponga en evidencia. No le debo nada menos—, dijo
Felix. —Escuchen, no hay absolutamente nada sucio sobre Cameron
Spencer en ninguna parte, y todos sabemos que eso es una bandera
roja.
Sawyer asintió. —El hombre siempre me ha molestado. Es
demasiado jodidamente perfecto.
—Señor Perfecto—, dijo Felix. —Ese sería un excelente título
para sus episodios de podcast.
—Déjame entender esto—, dijo Rocky lentamente. —Quieres
usar nuestro podcast para resolver una venganza personal con Jude
Arrow y conseguir que tu transmisión sea reemplazada.
—Si las pruebas demuestran que el Señor Perfecto no está
tramando nada bueno, entonces sí—, dijo Felix.
~ 303 ~
—Me apunto—, dijeron Rocky y Jonah al mismo tiempo.

—En Sinister en Savannah—, dijo Felix.
Los tres hombres chocaron sus botellas de cerveza.
Marla abrió la puerta y asomó la cabeza. — ¿Están todos listos
para comer?— Los invitados de Jonah se precipitaron hacia la casa a
la vez, y Marla apenas evitó la estampida. —Señor, esos son unos
chicos hambrientos—, dijo, caminando hacia él, jugando con el
colgante de plata que llevaba al cuello.
Cuando la SPD había ejecutado una orden de registro en la
residencia de Malcolm, encontraron las pruebas desaparecidas y el
portátil robado de Trexler metidos bajo el asiento de su coche y el
collar de Earl escondido en uno de los cajones de su cómoda. Jonah
se lo había llevado a Jerry, quien confirmó que era el collar que
había comprado para Earl. Jonah le contó a Jerry los detalles de la
confesión de Malcolm porque el hombre merecía saber que Earl lo
había amado de verdad.
Para Jonah, Marla era la pariente más cercana de Earl. Sin
ella, nunca habrían conseguido justicia para su amigo. Tocaba el
collar a menudo, y Jonah esperaba que le diera consuelo en los
próximos... ¿Días? ¿Semanas? ¿Meses?
Jonah apartó ese pensamiento desgarrador. No la lloraría
mientras estuviera viva. —No creo que sea un rasgo que superemos
nunca.
—Escucha—, dijo Marla con seriedad. —Necesito sacarte una o
dos promesas más.
— ¿Más promesas?— se burló Jonah. —Acepté quedarme con
tu perro, resolví el caso de Earl, y Marla la Magnífica
supercomputadora me ayudará a combatir los crímenes durante
décadas.
—Es mucho más atractiva que Stella.
—Absolutamente—, estuvo de acuerdo Jonah.
—Sobre el perro—, dijo Marla. Jonah sabía lo que venía a
continuación. —Ahora es la chica de Amos, y creo que se necesitarán
mutuamente cuando yo me haya ido.
Jonah tragó con fuerza y asintió. —Creo que tienes razón.
~ 304 ~
—Casi siempre la tengo—, dijo Marla, enlazando su brazo con

el de Jonah.
— ¿Cuáles son las nuevas promesas?
—Quiero que pongas un anillo en el dedo de Avery y que lo
ames hasta que no quede aliento en tu cuerpo—, dijo Marla
roncamente. —Es tan bueno para ti.
—Lo es—, dijo Jonah. —Cuando llegue el momento, prometo
poner un anillo en el dedo de Avery y amarlo para siempre. ¿Eso es
todo?
Marla se rio y le dio una palmadita en el brazo. —He dejado la
mayor petición para el final.
— ¿Más grande que resolver un crimen, ofrecerme a cuidar a tu
perro y prometerte a casarte con Avery?—. Preguntó Jonah.
—Sí—, dijo Marla. —Cuando la HBO llame a tu puerta
buscando hacer un documental de Ride the Lightning, quiero que
me prometas que conseguirás que Ru Paul haga mi papel.
Jonah echó la cabeza hacia atrás y se rio más fuerte que en
toda la semana. —No puedo prometerte eso.
Marla suspiró dramáticamente. —Miénteme si debes hacerlo.
—Te lo prometo.
Marla se inclinó hacia él. —Ese es mi chico.
Jonah le dio un beso en la sien. —Te quiero, Marla.
—Recuérdalo cuando la HBO quiera poner a alguna perra
básica como Marla.
—Sí, señora.
—Yo también te quiero, cariño. ¿Listo para comer?
Jonah sonrió. —En un minuto. Ve y prepárate un plato. Ahora
mismo entro.
Cuando Marla entró, Jonah inclinó la cabeza hacia atrás y
estudió las esponjosas nubes blancas en el brillante cielo azul.
— ¿Se avecina una tormenta?— preguntó Avery al reunirse con
él en el patio.
~ 305 ~
—Hoy no—, respondió, aunque siempre había una tormenta en

el horizonte. ¿Qué decía la abuela sobre las tormentas y el arco iris?
Cuando los cielos oscuros traen lluvia, hay que buscar el arco
iris que le sigue.
Jonah no tuvo que buscar más. Su arco iris estaba a su lado.
Acercó la cara de Avery y fundió sus bocas para darle un dulce beso.
— ¿Estás bien?— preguntó Avery cuando Jonah se retiró.
—Ya lo estoy—. Y lo estaba. No porque no hubiera más que
cielos azules de aquí en adelante. Él amaría, y perdería. Eso era la
vida, eso era vivir. Le dolería mucho cuando llegara el momento de
despedirse de Marla. Jonah tenía amigos y familiares increíbles que
lo ayudarían a superar el dolor. Tenía años de recuerdos a los que
aferrarse y más que recrear antes de separarse.
Avery le sonrió. —Porque me quieres—. Esta vez fue una
afirmación, no una pregunta.
—Te quiero más que de sobra, pero no estoy seguro de que
estés preparado para oír cuánto.
Avery se rio. —Nací preparado.
—Te amo, Avery.
Los labios de Avery temblaron antes de estirarse en una
brillante sonrisa. —Yo también te amo. Mucho.
~ 306 ~
En primer lugar, tengo que dar las gracias a mi marido y a mis hijos
por su constante apoyo y ánimo. No es fácil vivir con una escritora
que a menudo desaparece en un mundo ficticio durante largos
periodos de tiempo. Hacen tantas cosas para ayudarme a que pueda
realizar mi sueño. Los quiero más de lo que las palabras pueden
expresar.
A mi equipo creativo de ensueño, las gracias parecen apenas
suficientes por todo lo que hacen. Miranda Turner, de V8 Editing
and Proofreading, gracias por su incansable trabajo, sus comentarios
y sus muchas risas durante la edición. Jay Aheer, de Simply Defined
art, es una artista increíble y me encanta cómo da vida a mis
palabras. Stacey Blake, de Champagne Formats, también es una
artista increíble que se encarga de formatear, ilustrar y diseñar el
interior de los libros electrónicos y de bolsillo. Realmente se necesita
un pueblo para ponerme en forma. Judy Zweifel, de Judy'
Proofreading, Jill Wexler y Michael Beckett hicieron un gran trabajo
de corrección y pulido para que mi manuscrito brillara.
A mi encantadora asistente personal, Michelle Slagan. No sé cómo
he podido hacer esto sin ti. ¡Te quiero hasta la luna y de vuelta!
Quiero agradecer a Brittany por ser una maravillosa compañera de
crítica y a Racheal y Melinda por ser increíbles lectoras alfa. Y a mis
betas, Kim, Dana, Michael y Laurel, les agradezco sus sinceros
comentarios. Me encanta trabajar con todos ustedes.
~ 307 ~
Desde que era una niña, Aimee Nicole Walker se entretenía con las
historias que le venían a la cabeza. Ahora le pagan por contar esas
historias a otras personas. Lleva muchos títulos: esposa, madre y
amante de los animales son sólo algunos de ellos. Su título favorito
es el de campeona de los felices para siempre. El amor inspira todo
lo que hace, la música la mantiene cuerda y el café es el elixir mágico
que alimenta su día.
~ 308 ~
Lanzador de palabras. Proveedor de la verdad. Corazón

hastiado.
De día, Felix Franklin es periodista de investigación. De noche,

produce Sinister in Savannah, un podcast de investigación, con sus
dos mejores amigos. La vida de Felix gira en torno a tres principios:
la fortuna favorece a los audaces, la honestidad lo es todo y el amor
es para los imbéciles.
El podcast está de vuelta para investigar las acusaciones de que un
hombre de negocios local está metido en el lavado de dinero. A
primera vista, todo lo relacionado con Cameron Spencer, alias El
Rey del Automóvil, parece ser perfecto. El trío de problemas aprende
rápidamente que no todo lo que brilla es oro. La búsqueda de la
verdad desafiará las convicciones de Felix y pondrá su vida en grave
~ 309 ~
peligro. La mayor amenaza para su bienestar no es un villano

desconocido, sino la reaparición de su primer y único amor.
Jude Arrow lo tenía todo: un aspecto estupendo, una personalidad
encantadora y una lucrativa carrera como el presentador de noticias
más atractivo de Atlanta. Entonces, ¿por qué se había trasladado
recientemente a Savannah? Cuando los dos reporteros se ven
obligados a trabajar juntos, Felix tendrá la oportunidad de
preguntárselo. La respuesta aturdirá a Felix hasta que recuerde que
no debe creer nada de lo que salga de la bonita boca del
rompecorazones.
El amor y el odio son dos caras de la misma moneda y tan
conflictivas como la batalla de voluntades que se produce. ¿El rencor
en el hombro de Felix lo salvará de confiar en el Señor Malo o
arruinará sus oportunidades con el Señor Perfecto?
La serie "Sinister in Savannah" es un podcast de ficción que explora

los crímenes más nefastos de la ciudad con un toque de humor
sureño. Los libros exploran la amistad, el amor, la pérdida y el
incontenible espíritu humano. Mr. Perfect es el segundo libro de
tres. Aunque cada libro está escrito sobre una pareja diferente, la
serie debe leerse en orden debido a la continuidad de las historias.
Sinister in Savannah es una serie de suspenso romántico LGBT con
lenguaje maduro y contenido sexual dirigida a adultos mayores de
18 años.
~ 310 ~

Ride The Lightning

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Aimee Nicole Walker Sinister In Savannah #1

Esta traducción está hecha sin fines de lucro. Es un trabajo realizado

Ride the Lightning / Montar el rayo: El título se tomó

Trilogía: Zero Hour

A los buscadores de la verdad, a los guardianes de las promesas y a

Buscador de la verdad. Guardián de las promesas. Corazón

De día, Jonah St. John es analista criminal para la Oficina de

La serie " Sinister in Savannah " es un podcast de ficción que

—Se avecina una tormenta despiadada, amor. Puedo sentirla

y su padre, donde había crecido. No era cuestión de si llegaba el mal

entrar. Cuando Jonah aparcó junto al coche, se dio cuenta de que el

treinta y cinco años. Obligándose a aflojar la mandíbula y a relajar

Dos patrulleros que Jonah no conocía acudieron a la llamada y

embargo, era otra historia. Había mejorado la suite principal y

su vestido rojo con lunares blancos-, espero que me llames señorita

Marla se estremeció. —Suena espantoso.

—Entonces por qué no me dices qué te preocupa.

Sus palabras golpearon a Jonah en las tripas, y agradeció que

Marla levantó la mano libre, indicando que aún no había

La risa de Marla resonó en la casa antes de que el viento se la

encontrando su mirada. —En 1995, Bo Cahill, que ya estaba en el

estaba tan feliz y enamorado, que me mordí la lengua—. Marla

—Las confesiones sin pruebas que las corroboren no son

—Empezaré a hacerlo ahora—, dijo Marla, desenredando sus

—Oye, Eagle—, dijo una voz desde la parte trasera del

Afganistán. Dios, nunca se había sentido tan aliviado en su vida al

ofrecido el uso de su habitación de invitados, ya que el piso que

párpados cerrados de Jonah, las visiones del hombre inalcanzable lo

A la mañana siguiente, Jonah se llevó el susto de su vida

—Harry el Sucio es un policía. Un buen tipo—, le dijo el señor

— ¿Tienes algo en contra de los bocadillos de maíz cubiertos de

—Pelea de cuchillos en un bar el año pasado.

Una vez era todo lo que necesitaba para reducirlo a un montón

parecía un poco desaliñado con un flequillo demasiado largo que le

—No lo hago—. Y tanto que lo hizo. A veces, Jonah observaba

—Tú eres el jefe—, dijo Avery.

Los ojos de Avery se abrieron de par en par. —Dios, no. Estaba

Jonah abrió de un tirón la puerta del baño del pasillo y se

—Sí—. De mala gana, soltó la muñeca de Avery dedo a dedo.

Los dos agentes miraron a Jonah expectantes, así que éste

quejarse todo lo que quisiera de que la tecnología era poco fiable,

un caso porque a veces esa persona era el autor asegurándose de que

expediente no había sido digitalizado ni cargado, pero Jonah aún

El protocolo adecuado habría sido que Jonah llevara lo que

Desiree jadeó. — ¿Sabes lo de la apuesta de la oficina?—,

Jonah le envió el emoji del dedo corazón.

nada. No digas nada. —Vaya—, dijo Jonah, ignorando su directiva.

—Nada—, dijo Jonah, sacudiendo la cabeza. —Sólo estoy

camisa lo mejor que pudo sin desabrocharse el cinturón ni bajarse la

—Jonah, qué agradable sorpresa—, le dijo jovialmente el

—Gracias por recibirme, señor—, respondió Jonah. —No le

—Gracias, Jonah—, dijo Malcolm, deslizándose brevemente

cáncer de hígado en fase cuatro. Ella nunca creyó que Bo Cahill

despacho. El espacio a menudo se sentía como el ojo de una

—Pedí suficiente comida para diez personas—, dijo Kendall

visto alguna vez. Se pegaban al culo de su compañero de piso como

—Por nuestra fabulosidad y por los tontos que no nos

todos los botones de Jonah. ¿Y el grito ahogado que había hecho

—Oh, unos dieciséis años—, respondió Kendall con