Presbiteros en Una Iglesia Sinodal

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Tema 3.

PRESBITEROS EN UNA IGLESIA SINODAL


(Num 11,14-17.24b-30) Reconociendo los carismas independientes (profecía para
gobernar)
ANALIZAR algunas situaciones y actitudes desafiantes
¿Por qué algunos sacerdotes nos hemos sentido agobiados ante la responsabilidad
pastoral confiada? [Vicaría episcopal, Seminario, Curia, Parroquia o Rectoría]
¿Cómo hemos guiado y alentado el caminar espiritual y pastoral de la Comunidad que se
nos ha confiado?
¿Por qué habrá algunos sacerdotes despreocupados de la guía espiritual y pastoral de sus
Comunidades?
Como pastores del pueblo de Dios ¿Con qué “mística” o motivación profunda deberíamos
guiar al pueblo de Dios? ¿A dónde?
DISCERNIR con la luz de la Biblia y del Magisterio
Nos ayudará la lectura y breve comentario sobre Num 11,14-17.18-34
Pasos, fases o momentos para el discernimiento:
- Lectura del texto Num 11,14-17.24b-30.
- Anotaciones o líneas del mensaje de Num 11,14-17.24b-30.
Ubicación. En el libro de los Números propiamente se narran las etapas del caminar de
Israel, bajo la guía de Moisés, desde el Sinaí, después de la Alianza, hasta las llanuras de
Moab, cerca del Jordán, frente a Jericó (Num 36,13).
Num c 11 trata de la rebeldía o la murmuración de Israel por el hastío del mismo alimento
diario, el maná-, y la añoranza de las cebollas, melones y ollas de carne que comían en
Egipto siendo esclavos (Num 11,1-14). Ante ello, Moisés clamó ante Yahvé: “No puedo
cargar yo solo con todo este pueblo; es demasiado pesado para mí” (v. 14).
Humanamente, podemos pensar que Moisés estaba sufriendo un “born out” (estaba
quemado), al grado de, incluso, pedir a Yahvé Dios que le quitara la vida (11,15).
Así pues, el episodio de los Setenta ancianos está precedido por la rebeldía o
murmuración de Israel, hastiado por el maná, y pidiendo carne a Yahvé Dios (Num 11,4-
9); luego Moisés se queja ante Yahvé-Dios, de dónde voy a sacar carne para darle a este
pueblo, no puedo yo cargarlo solo, es demasiado pesado para mí (11,10-14). Entonces
Yahvé Dios ordena a Moisés que reúna a Setenta ancianos y escribas del pueblo, para
compartirles de su espíritu profético, como institución sinodal, en la tarea de regir al
pueblo (Núm 11,14-18.22-34). Este hecho representa una coyuntura crucial, al iniciar el
largo caminar de Israel, rumbo a la posesión de la tierra de Canaán, durante el cual Israel
casi siempre se mostró rebelde.
El hecho: en la 2ª sección Num 11,24-30, Moisés puso a los 70 ancianos alrededor de la
Tienda del Encuentro, que representaba la Presencia de Yahvé, en medio de su Pueblo,
bajó Yahvé y le habló a Moisés y tomó parte del espíritu que había en Moisés y se lo dio a
los 70 ancianos, y éstos se pusieron a profetizar1. Así pues, en Num 11,24-30 se presenta
el don de la profecía como un fenómeno extático o carismático (cf. 1 Sam 10,10-13;
19,20-24), sobre Eldad y Medad, que se habían quedado en su tienda, sin asistir a la
reunión con Moisés y el resto de los 70 ancianos. Este hecho fue aprobado por Moisés,

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reconociendo el carácter independiente de la profecía, no sometiéndola bajo control
institucional.
Esta segunda sección (Num 11,24-30) intenta atribuir al mismo Moisés la institución del
Primer Sanedrín, compuesto por 70 ancianos. Pero sobre todo se quiere resaltar cómo
también profetizaron los ancianos Eldad y Medad que se quedaron en su tienda de
campaña, y cómo ante la súplica de Josué que Moisés les prohibiera profetizar, Moisés
respondió ¡Ojalá que todos profetizaran!
Yahvé-Dios da la pauta a Moisés para descargar tanta responsabilidad de su autoridad
ante el pueblo de Israel, al compartirles el espíritu de Moisés a los 70 ancianos. Y también
por el episodio posterior (11,31-35) aparece un acto del poder de Yahvé-Dios otorgado a
Moisés, al dar de comer carne hasta la saciedad. Pero como los israelitas murmuraron,
recordando como tiempos mejores aquellos de la esclavitud en Egipto, donde hubo
muerte por las plagas, les mandó una mortandad general a los rebeldes.
ACTUAR para responder a los desafíos
Las veces que me he sentido agobiado por la “carga pastoral” ¿a quién he recurrido? ¿A
quién debería recurrir?
Si la constitución de los Setenta Ancianos, surgió para dar respuesta a la rebeldía de
Israel en el caminar por el desierto, las circunstancias actuales,
-pocas vocaciones sacerdotales y religiosas, ministerio sacerdotal difícil, difuso,
desacreditado-, ¿qué ministerios están exigiendo? Y estas circunstancias ¿qué nos están
exigiendo a nosotros sacerdotes de hoy?
¿De qué forma concreta estás compartiendo tu misión profética con el Consejo de
pastoral parroquial?
¿Cómo dar a los Consejos de pastoral parroquial un rostro colegial-sinodal?
Y, ¿cómo podrían ser más sinodales los Consejos Diocesanos de Consultores, de
economía, pastorales, etc.?
¿Cómo podríamos descubrir y valorar la voz del Espíritu en los criterios y opiniones de los
que no están en las estructuras jerárquicas diocesanas?
¿Cómo promover el papel y los carismas de los laicos en el campo de la evangelización,
del culto y del servicio a los más pobres?
¿Cómo valorar o descubrir el aporte de fe expresado por las voces proféticas de los
pobres y últimos en la Iglesia?
¿Cómo podríamos los sacerdotes, compartir sinodalmente la autoridad entre los más
respetables y sabios de la comunidad eclesial (Consejos de PP)?
¿Cómo se debería compartir (delegar) con algunos laicos la autoridad de guiar, enseñar y
servir a la Comunidad?

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