Nuevo 3.3. 23-24
Nuevo 3.3. 23-24
Nuevo 3.3. 23-24
CARLOS I, hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, recibió una gran herencia
territorial:
a) Por parte de Maximiliano de Austria, su abuelo paterno, los territorios
patrimoniales de Austria, pertenecientes al Sacro Imperio Romano Germánico.
b) Por parte de María de Borgoña, su abuela paterna, los Países Bajos,
Luxemburgo y el Franco Condado.
c) Por parte de Fernando el Católico, su abuelo materno, la Corona de Aragón,
(Aragón, Cataluña, Valencia, Baleares, Cerdeña, Sicilia y Nápoles).
d) Por parte de Isabel la Católica, su abuela materna, la corona de Castilla,
Canarias, plazas en el norte de África, Navarra y América.
Además en 1519, obtuvo también la corona imperial de Alemania, que aunque era
electiva, por tradición solía recaer en la dinastía de los Habsburgo, previa compra de la
voluntad de los electores. Desde entonces será Carlos V.
Se trataba de un extenso y heterogéneo imperio, con diferentes lenguas, culturas e
instituciones, en el que no había unidad y cuyos territorios podían ser atacados por
distintos frentes. Carecía de capitalidad y de instituciones comunes.
Castilla se convirtió en el reino más importante de todos y de donde obtendrá la
mayor parte de la recaudación. Delegará funciones en familiares y amigos.
POLÍTICA INTERIOR
La sublevación de las Germanías fue más un enfrentamiento social, (entre los gremios
de las ciudades y las oligarquías, que dirigían la política de las mismas), al que se unió
el enfrentamiento con la población morisca.
Se dio casi simultáneamente al problema de las Comunidades, y aunque el escenario
inicial fue Valencia, luego acabó extendiéndose por Mallorca.
En 1519 los gremios de artesanos de Valencia solicitaron al rey permiso para reclutar
una milicia o hermandad para proteger la costa. Tras su concesión, se reunieron en
Junta y propusieron la reducción de los privilegios de la nobleza.
El conflicto se radicalizó cuando los poderosos abandonaron la ciudad como
consecuencia de un brote de peste, quedando desocupados los principales puestos.
Adriano de Utrecht entró en el reino de Valencia y sofocó la rebelión, prolongándose
hasta 1523 en Baleares.
Sin embargo, las consecuencias fueron parecidas a las de las Comunidades, dado que
se selló la alianza entre monarquía y nobleza en detrimento de la burguesía y se
fortalecieron tanto las oligarquías como a la realeza.
POLÍTICA EXTERIOR
Con FRANCIA, y su rey Francisco I por una rivalidad que venía de lejos, a lo que se
unirá el intento de hegemonía en Europa y el abrirse camino hacia el Mediterráneo.
Francia ocupó el Milanesado, que fue después recuperado en 1525 tras la batalla de
Pavía. Sin embargo, el conflicto siguió porque Francia se había aliado con el Papado, lo
que provocó el saqueo de Roma por las tropas de Carlos V en 1527 y la firma de la Paz
de Cambrai (1529).
El fracaso ante los protestantes llevó a Carlos en 1556 a abandonar el trono y retirarse
al monasterio de Yuste, dividiendo las posesiones entre su hermano Fernando, al que
cedió las posesiones de Austria y el título de emperador como Fernando I, mientras
que a su hijo Felipe le traspasó la monarquía hispánica, y los territorios borgoñones
del norte y centro de Europa.
FELIPE II es hijo de Carlos V. En 1556 le cedió los reinos hispanos*, el Milanesado, los
territorios italianos y americanos, los Países Bajos, Luxemburgo y el Franco Condado.
Se dice que es una “Monarquía hispánica” porque Felipe II, nacido en Valladolid,
abandona la idea de imperio universal de su padre por la de un imperio hispánico.
Su política es centralizadora y Castilla se convierte en el reino más importante,
(motor financiero y militar), estableciendo en Madrid la capital de su imperio en 1561.
Procura elegir consejeros de la Península, y bajo su gobierno se consiguió la anexión
de Portugal.
POLÍTICA INTERIOR
POLÍTICA EXTERIOR
Hubo victorias, como la de San Quintín (1557) contra FRANCIA, (que apoyaba a los
rebeldes holandeses), o la de Lepanto en 1571 contra los TURCOS, tras unirse al
Papado y a Venecia en la Liga Santa para recuperar Chipre. Con ello, se frenaba de
momento el paso a Occidente de los turcos, pero no se resolvió el problema.
En los PAÍSES BAJOS fueron continuas las tensiones como consecuencia del
autoritarismo real, la instauración del protestantismo-calvinismo y la exigencia de
una mayor independencia.
Tras miles de muertes y grandes tensiones, al final se tuvo que reconocer la división
en dos zonas: al Norte, Las Provincias Unidas, calvinistas, y al Sur, Flandes y
Luxemburgo, católicas, que continuarán bajo el poder de Felipe II.
*LA UNIÓN CON PORTUGAL EN 1580, supuso la Unidad Ibérica, al hacer valer sus
derechos al trono al morir su tío, el anciano rey D. Enrique.
A pesar de haber más candidatos, tras invadir Portugal y enfrentarse en una pequeña
guerra, fue aceptado en las Cortes de Tomar, tras ser apoyado por la nobleza y el
clero.
Felipe II tuvo que jurar las leyes de Portugal, y aceptar instituciones y autonomía del
reino. A cambio, el imperio de Felipe II alcanzaba su máxima extensión.