Aparato Urinario y Sistema Reproductor
Aparato Urinario y Sistema Reproductor
Aparato Urinario y Sistema Reproductor
MATRICULA: ac007555
En la parte superior de cada riñón, se encuentra la glándula suprarrenal, que forma parte del
aparato endocrino y cuya función forma un órgano aparte. Una cápsula fibrosa transparente
envuelve cada riñón y le da un aspecto fresco y brillante. Una masa grasa, la cápsula grasa
perirrenal, se dispone alrededor de los riñones y actúa como protección contra los golpes. La
fascia renal, la cápsula más exterior, ancla cada riñón y ayuda a sostenerlo en su lugar contra
los músculos de la pared torácica.
Cuando un riñón se corta a lo largo, se pueden distinguir tres partes diferentes. La región más
exterior, que tiene un color menos in tenso, es la corteza renal. Dentro de la corteza se
encuentra una zona de un rojo oscuro menos intenso, que se conoce como la médula renal. La
médula tiene muchas regiones básicas triangulares, las pirámides medulares o renales. El lado
mayor de cada pirámide está de cara a la corteza y su vértice está dirigido a la parte más baja
de los riñones. Las pirámides están separadas por extensiones del tejido de la corteza,
llamadas columnas renales. La pelvis renal es una cavidad plana cerca del hi lio. La pelvis
continúa hasta el uréter cuando se acaba el hilio. Las extensiones de la pelvis, los cálices,
forman zonas en forma de taza que encierran los vértices de las pirámides. Los cálices recogen
la orina, que se drena continuamente desde los vértices de la pirámide a la pelvis renal.
Entonces, la orina fluye de la pelvis al uréter, y este la transporta a la vejiga, donde será
almacenada de forma temporal.
Suministro de sangre
Las superficies luminales (es decir, las superficies expuestas al filtrado) de las células del
túbulo en los túbulos contorneados proximales están cubiertas con ovillos densos, gracias a lo
cual su área de superficie aumenta enormemente. Estos ovillos también se producen en otras
partes de las células del túbulo, pero esto ocurre en un número mucho más reducido.
A la mayoría de las nefronas se las llama nefronas corticales como consecuencia de su
localización en la corteza. En muy pocos casos, se las llama nefronas yuxtamedulares, ya
que están situadas muy cerca de la unión corteza-médula, y sus asas de Henle se adentran en
la médula. Los conductos colectores, los cuales reciben orina de muchas nefronas, se disponen
hacia abajo a través de las pirámides medulares, dando a las pirámides un as pecto a rayas.
Estos conductos transportan la orina final a los cálices y a la pelvis renal. Cada una de las
nefronas está asociada con dos conjuntos de capilares (los capilares glomerulares, ya
mencionados, y los capilares peritubulares. El glomérulo se alimenta y se drena por las
arteriolas. La arteriola aferente, que llega por la arteria radial cortical, es el vaso sanguíneo “de
alimentación”, y la arteriola eferente recibe la sangre que ha pasado por el glomérulo. Los
capilares glomerulares, especializados en la filtración, son diferentes a cualquier otro conjunto
de capilares del organismo. A causa de ser alimentado y drenado por las arteriolas, que son
vasos sanguíneos de alta resistencia, y porque la arteriola aferente tiene un diámetro más
grande que la eferente, la presión sanguínea en los capilares glomerulares es mucho más alta
que en cualquier otro conjunto de capilares. Esta presión extremadamente alta dirige los fluidos
y los solutos (más pequeños que las proteínas) hacia el exterior de la sangre, dentro de la
cápsula glomerular. A veces, las células de los túbulos reclaman hasta el 99% del filtrado, que
devuelve a la sangre por los capilares peritubulares. Los capilares peritubulares surgen de la
arteriola aferente que drena el glomérulo. Al contrario de la alta presión de los glomerulares,
estos capilares presentan una presión baja y son vasos porosos que están adaptados para la
absorción en vez de para la filtración. Éstos rodean todo el túbulo renal, donde se encuentran
en la posición ideal para recibir solutos y agua de las células tubulares, ya que estas sustancias
se reabsorben del filtrado a través del túbulo. Los capilares peritubulares drenan estos
productos a las venas interlobulares que abandonan la corteza.
Formación de la orina
. Reabsorción tubular: Además de los desechos y del exceso de iones que deben
eliminarse de la sangre, el filtrado también contiene muchas sustancias que pueden ser útiles
(entre ellos el agua, la glucosa, los aminoácidos y los iones), y que deben recogerse del filtrado
y devolverse a la sangre. La reabsorción tubular comienza al mismo tiempo que el filtrado
penetra en el túbulo contorneado proximal. Las células tubulares son “transportadores”, que
toman las sustancias necesarias del filtrado y las pasan al espacio extracelular, de donde son
reabsorbidas por la sangre de los capilares peritubulares. Algunos tipos de reabsorción se
llevan a cabo de forma pasiva (por ejemplo el agua, por ósmosis), pero la reabsorción de la
mayoría de las sustancias depende de los procesos de transporte activo, que utilizan a los
transportadores de las membranas y son muy selectivos. Existen numerosos transportadores
para las sustancias que se necesitan reabsorber, y muy pocos transportadores para sustancias
innecesarias del organismo. Las sustancias que se necesitan (por ejemplo la glucosa y los
amino ácidos) se reabsorben completamente del filtrado en condiciones normales.
Características de la orina
1. En 24 horas, los maravillosos y complejos riñones filtran entre 150 y 180 litros de
plasma a través de los glomérulos a los túbulos, que procesan el filtrado al extraer
sustancias (reabsorción) y al añadir otras (secreción).
2. La orina normal es por lo general clara y amarilla. El color amarillento normal se debe al
ureocromo, un pigmento que es el resultado de la destrucción de hemoglobina del
organismo.
3. El pH de la orina es ligeramente ácido (alrededor de 6), pero los cambios en el
metabolismo del cuerpo y algunos alimentos pueden provocar el aumento de su acidez
o de su basicidad.
4. Como consecuencia de que la orina esté compuesta por agua más solutos, ésta es más
pesada y más densa que el agua destilada. El término que se usa para comparar el
peso de la orina con el del agua destilada es gravedad específica.
Vejiga urinaria
La vejiga urinaria es un saco muscular liso y plegable que almacena la orina de forma
temporal. Se sitúa en la zona retroperitoneal, en la parte posterior de la sínfisis púbica.
Si se escanea el interior de la vejiga, se pueden diferenciar tres aperturas: las dos de
los uréteres (orificios ureterales) y la única apertura de la uretra (orificio interno uretral),
que llega hasta la vejiga (Figura 15.6). La lisa región triangular de la base de la vejiga
delimitada por estas tres aperturas recibe el nombre de trígono.
La pared de la vejiga tiene tres capas de músculo liso, conocidas en conjunto como
músculo detrusor, y su mucosa es un tipo especial de epitelio, el epitelio transicional.
Uretra
La uretra es un tubo de pared delgada que transporta la orina mediante la peristalsis
desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo. En la unión vejiga-uretra, un engrosamiento
del músculo liso forma el esfínter uretral interno, un esfínter involuntario que mantiene la
uretra cerrada cuando la orina no está pasando. Un segundo esfínter, el esfínter uretral
externo, está modelado por un músculo esquelético donde la uretra pasa por el perineo.
Este esfínter se puede controlar.
La uretra del hombre tiene una función doble: transporta la orina al exterior del cuerpo, y
también constituye el conducto por el que se eyecta el esperma del cuerpo. Por lo tanto,
en el hombre, la uretra forma parte tanto del aparato urinario como del reproductor.
Micción
La micción, o diuresis, es el acto de vaciado de la vejiga. Dos esfínteres o válvulas, el
esfínter uretral interno (situado más arriba) y el esfínter uretral externo (situado más
abajo, controlan el flujo de orina desde la vejiga.
El sistema reproductor
La mayoría de los sistemas de órganos del cuerpo funcionan casi continuamente para
mantener el bienestar de la persona. Sin embargo, el sistema reproductor parece estar
“adormecido” hasta la pubertad. Las gónadas, u órganos sexuales primarios, son los testículos
en los hombres y los ovarios en las mujeres. Las gónadas producen células sexuales o
gametos y secretan hormonas sexuales. El resto de las estructuras del sistema reproductor son
órganos reproductores accesorios. Aunque los sistemas reproductores del hombre y la mujer
sean bastantes diferentes, su objetivo común es producir descendencia.
Testículos
Situadas en el suave tejido conectivo alrededor de los túbulos seminíferos están las células
intersticiales, células funcionalmente diferenciadas que producen andrógenos, de los que el
más importante es la testosterona. Así, las funciones de producción de espermatozoides y de
hormonas de los testículos se realizan a través de poblaciones de células totalmente diferentes.
Sistema de conductos
Epidídimo
El epidídimo es la primera parte del sistema masculino de conductos y proporciona un lugar de
almacenamiento temporal para los espermatozoides inmaduros que llegan a él procedentes del
testículo.
Conducto deferente
El conducto deferente, o vaso deferente, sube desde el epidídimo por el canal inguinal a la
cavidad pélvica y se arquea por encima de la parte superior de la vejiga urinaria.
Uretra
La uretra, que se extiende desde la base de la vejiga urinaria hasta la punta del pene, es la
parte terminal del sistema masculino de conductos. Tiene tres zonas: (1) la uretra prostática,
rodeada por la glándula prostática; (2) la uretra membranosa, que abarca la distancia desde la
uretra prostática hasta el pene; y (3) la uretra esponjosa (peneana), que tiene la misma longitud
que el pene.
Vesículas seminales
Las vesículas seminales, localizadas en la base de la vejiga, producen alrededor del 60% de
líquido seminal, el volumen líquido del semen. Su densa y amarillenta secreción es rica en
azúcar (fructosa), vitamina C, prostaglandinas y otras sustancias que alimentan y activan el
esperma que pasa por el tracto. El conducto de cada vesícula seminal se une al del conducto
deferente en el mismo lado para formar el conducto eyaculador (véase la Figura 16.2). Así, el
esperma y el líquido seminal entran juntos en la uretra durante la eyaculación.
Próstata
La próstata es una glándula única con forma circular y de tamaño parecido a un hueso de
melocotón (véase la Figura 16.2). Rodea la parte superior (prostática) de la uretra, justo por
debajo de la vejiga. La secreción de la glándula prostática es un líquido lechoso que juega un
papel a la hora de activar los espermatozoides. Durante la eyaculación, el líquido entra en la
uretra a través de varios conductos pequeños. Como la próstata está localizada
inmediatamente antes del recto, su tamaño y textura pueden palparse mediante un examen
digital (con los dedos) a través de la pared anterior del recto.
Glándulas bulbouretrales
Las glándulas bulbouretrales son minúsculas glándulas, del tamaño de un guisante, situadas
debajo de la glándula prostática. Producen una mucosa espesa y clara que desagua en la
uretra peneana. Esta secreción es la primera que pasa por la uretra cuando un hombre se
excita sexualmente. Limpia y aclara la uretra de res tos de orina, que es ácida, y sirve como
lubricante durante el acto sexual.
Semen
El semen es una mezcla, de color blanco-lechoso y algo pegajosa, formada por esperma y
secreciones de las glándulas anexas. La parte líquida sirve de medio de transporte para
nutrientes y sustancias químicas que protegen el esperma y le ayudan en su movimiento.
Genitales externos
Los genitales externos masculinos incluyen el escroto y el pene.
El escroto es un saco de piel que cuelga fuera de la cavidad abdominal, entre las piernas y en
la base del pene.
El pene está diseñado para introducir esperma en el tracto reproductor femenino. El pene
cubierto de piel consiste en un eje o cuerpo, que termina en una punta alargada, el glande.
Producción de testosterona
las células intersticiales producen testosterona, el principal pro ducto hormonal de los
testículos. Durante la pubertad, conforme la FSH estimula a los túbulos seminíferos para
producir espermatozoides, las células intersticiales se activan a través de la hormona
luteinizante (LH), que se libera también por la glándula pituitaria anterior.
Las características sexuales secundarias son inducidas por las hormonas sexuales en los
órganos no reproductores. Entre las características sexuales secundarias masculinas figuran:
• Aumenta el crecimiento del pelo por todo el cuerpo, particularmente en las zonas axilar y
púbica y en la cara (la barba y el bigote).
• Se incrementa el tamaño de los músculos esqueléticos para producir la masa muscular más
pesada típica del físico masculino.
El par de ovarios tiene una forma muy parecida a la de unas almendras, pero con casi el doble
de su tamaño. Si miramos un ovario por dentro, veremos muchas estructuras minúsculas
parecidas a sacos llamadas folículos ováricos (Figura 16.7). Cada folículo consiste en un óvulo
inmaduro, llamado ovocito, rodeado por una o más capas de distintas células llamadas células
foliculares. A medida que un óvulo en desarrollo dentro de un folículo empieza a madurar, el
folículo aumenta de tamaño y desarrolla una zona central llena de líquido llamado antro. En
esta etapa, el folículo, llamado folículo vesicular o de Graaf, ya es maduro y el óvulo en
desarrollo está listo para ser expulsado del ovario, acontecimiento que recibe el nombre de
ovulación. Después de la ovulación, el folículo roto se transforma en una estructura de
apariencia muy diferente llamada cuerpo lúteo, que finalmente se degenera. La ovulación suele
ocurrir cada 28 días, pero puede tener lugar con mayor o menor frecuencia dependiendo de la
mujer. En las mujeres mayores, las superficies de los ovarios están llenas de cicatrices y
hoyos, prueba del hecho de que se han liberado muchos óvulos. Los ovarios están sujetos a
las paredes laterales de la pelvis por los ligamentos suspensorios. Éstos flanquean el útero por
los laterales y se anclan a él central mente mediante los ligamentos ováricos (Figura 16.8). En
medio, se hallan contenidos y sujetos por un pliegue del peritoneo llamado ligamento ancho.
Sistema de conductos
Los tubos uterinos, el útero y la vagina forman el sistema de conductos del tracto reproductor
femenino.
Trompas de Falopio
Las trompas de Falopio o uterinas forman la parte inicial del sistema de conductos. Reciben el
ovocito ovulado y proporcionan un lugar en el que puede ocurrir la fertilización. Cada uno de los
tubos de Falopio mide alrededor de 10 cm de longitud y se extiende desde el ovario para
desembocar en la parte superior del útero. Al igual que los ovarios, las trompas de Falo pio
están rodeadas y sostenidas por el ligamento ancho. A diferencia del sistema masculino de
conductos, que se continúa con el sistema de túbulos de los testículos, hay muy poco o ningún
contacto entre las trompas de Falopio y los ovarios. El extremo distal de cada trompa se abre
como un embudo, denominándose in fundíbulo, con unas proyecciones en forma de dedos
llamadas fimbrias, a medida que se acerca y rodea al ovario. Cuando un ovocito es expulsado
de un ovario.
El útero
El útero, localizado en la pelvis entre la vejiga y el recto, es un órgano hueco que funciona para
recibir, re tener y alimentar un óvulo fertilizado. En una mujer que nunca haya estado
embarazada, tiene la forma y tamaño de una pera. (Durante la gestación, el útero aumenta
tremendamente de tamaño y puede sentirse con claridad por encima del ombligo en la última
parte del embarazo.) El útero está suspendido en la pelvis por el li gamento ancho y anclado
anterior y posteriormente por el ligamento redondo y el uterosacro, respectiva mente (véase la
Figura 16.8). Nos referiremos a la parte principal del útero como el cuerpo. Su región superior y
redondeada por encima de la entrada de las trompas de Falopio es el fundus, y su estrecha
salida, que sobresale hacia abajo, hacia la vagina, es el cérvix.
Vagina
Genitales externos
BIBLIOGRAFIA
Anatomia_y_Fisiologia_Humana_Marieb_sign.pdf