Unidad 1 de Produccion Agroindustria

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5

EL DESARROLLO DE LA AGROINDUSTRIA (AI) EN VENEZUELA

 Los orígenes:
Coles (2002) reporta que las primeras actividades agroindustrias se desarrollaron en los
primeros años de la independencia del país: velas y jabones (1823), panaderías (1825),
“Amargo de Angostura” (1825), tabaquería (1833), saladeros de carne (1842), refinería de
azúcar (1844), fábrica de fideos (1846), telares (1879), etc. Se trata de unidades de
tamaño reducido. A partir de 1881 y hasta 1930, los sucesivos gobiernos establecieron
aranceles que protegieron relativamente la producción agroindustrial nacional: se crearon
cervecerías, fábricas de rones, pastas, “maizina”. Se observa en los años siguientes una
declinación producida esencialmente por el desarrollo de las exportaciones petroleras que
facilitaban las importaciones.

 Desarrollo reciente:

Vimos como el Estado a partir de 1936 empezó de desempeñar un papel preponderante


en la conducción del proceso de modernización de la agricultura del país (ver tema 6). La
urbanización de la población originó el desarrollo de un mercado creciente para los
alimentos procesados. La agricultura empezó a jugar un doble papel: por un lado como
suplidora de materias primas para su procesamiento industrial y, por el otro, como
consumidora de los productos elaborados por ella. A fin de cumplir este papel fue
necesario un acelerado crecimiento de la producción agrícola nacional, sobre todo de
aquellos rubros que constituyen materia prima para su procesamiento agroindustrial. Esto
se logró mediante la aplicación de una serie de medidas como la protección de la
producción nacional mediante la regulación de las importaciones a través de
prohibiciones, licencias previas, exoneraciones, contingentamiento, cuotas, etc., y,
básicamente, mediante un conjunto de acciones como el financiamiento a las actividades
productivas, el desarrollo de infraestructura, política de tiernas, etc. (ver tema 6). Este
apoyo del Estado se concretó en un acelerado crecimiento del producto agrícola. Pero
esto no fue 10 todo; al tiempo que el Estado había asegurado un importante desarrollo de
la producción agrícola a través de los mecanismos citados, llegó a asegurar a la AI el
abastecimiento de materias primas de origen agrícola a precios hasta menores de los que
pagaba a los agricultores, sin perjuicio alguno para ellos, mediante algunas medidas como
las siguientes: la fijación de precios de referencia para la AI menores a los pagados a los
agricultores, la absorción de márgenes de transporte, beneficio, almacenamiento y otras
medidas que en sí constituyeron subsidios para la AI. La Corporación de Mercadeo
Agrícola (creada en 1970) fue la institución encargada de estas políticas. Este organismo,
desde su creación, recibió y administró un total de 36.000 millones de bolívares y de
conformidad con sus estados financieros, experimentó pérdidas por más de la mitad de
los recursos administrados.

Con el correr de los años, las medidas implementadas para lograr los propósitos
señalados en los párrafos anteriores, se mostraron incompetentes para seguir
asegurando el crecimiento del sector agrícola debido a que se hizo imposible seguir
sosteniendo la política de subsidios y porque las políticas de regulación de importaciones,
fueron aplacadas por la sobre valuación del bolívar. De esta forma la agricultura ingresa
en un período de "crisis”.
La situación referida anteriormente agravó con la política de sin ceración de precios que
se implementó durante el período 1979-1987, período en el que se otorgaron en forma de
subsidios cambiarios, nada menos que la suma de 11.000 millones de bolívares de la
época. Con ello se volvió a disminuir los precios relativos de los alimentos con un fuerte
componente importado y se consolidó aún más, el conjunto de relaciones que se había
venido estableciendo entre la producción nacional de materias primas para la
agroindustria, las importaciones, y el abastecimiento de productos básicos para la
alimentación de la población. En esta situación se hallaba el sector agroalimentario en el
momento en que se produjeron las decisiones gubernamentales de 1989.

Como se sabe, a partir de 1989 el gobierno implementó un conjunto de medidas de ajuste


económico cuyos objetivos estratégicos fueron, entre otros, los siguientes: a) sustituir la
acción reguladora e interventora del Estado en la economía por los mecanismos del
mercado; b) alentar una mayor participación del sector privado en la economía y restringir
la participación del sector público.

Tomando en cuenta esos objetivos y considerando las principales medidas que se han
venido ejecutando para lograr la apertura del sector agrícola al comercio internacional de
alimentos, podemos indicar que los efectos de la política de ajustes sobre el sector
agrícola fue una drástica disminución del área sembrada del país y, consecuentemente,
una disminución ostensible de la producción agrícola nacional, sobre todo de los rubros
destinados a su procesamiento agroindustrial (tema 1). Se observa un crecimiento anual
negativo del producto agroindustrial (Gutiérrez 2003): -1,3% (1994-98); -5,6% (1998-
2002).
Por otro lado, a raíz de la implementación de ese conjunto de medidas, la participación
porcentual de los alimentos en el gasto final de los hogares se ha venido incrementando
de tal forma que al año de ejecución del "paquete de medidas", esa proporción se
incrementó de tal manera que sobrepasó el 70% a partir de 1990, y no ha disminuido
desde entonces.
Para concluir con este punto debemos hacer un señalamiento acerca de la participación
del Estado en el proceso de desarrollo de la AI. Si bien es cierto que durante los años que
precedieron a 1984, la participación del Estado fue nítida, sobre todo en el renglón de los
cereales, a partir de ese año se operó una serie de modificaciones que tienen que ver con
la reducción del papel de la CMA y ADAGRO (que fueron eliminados posteriormente), con
la participación de la banca privada en el financiamiento de las compras realizadas por la
AI, con las compras directas de las materias primas por parte de la AI, con el
contingentamiento de las importaciones y con el establecimiento de convenios
agroindustriales generales entre la AI y las organizaciones de productores mediante los
cuales se garantizó el abastecimiento de materias primas a la AI con la supervisión del
Estado. Mediante estos convenios se establecieron los precios, las condiciones de
compra venta, las calidades y las formas de pago de estas materias primas.
La situación descrita anteriormente tomó otra dirección a raíz de la implementación de la
Reforma Comercial del Sector Agrícola mediante la promulgación del Decreto 988
(Gaceta Oficial Nº 34505 del 09-07-90) y del Decreto 1212 que estipulaba normas para la
determinación de precios mínimos, fijación de aranceles y comercio internacional para los
productos agrícolas utilizados como materia prima para la elaboración de alimentos
balanceados para animales. A las referidas medidas se puede añadir el Decreto 1427 que
estipulaba las mismas normas señaladas anteriormente, esta vez para los cereales de
consumo humano directo y los productos derivados de ellos.
Ya para concluir este punto; se indica que desde 1989 a la fecha, se ha producido
cambios significativos dentro del seno de la industria agroalimentaria venezolana, dentro
de los cuales, puede citarse los siguientes: a) ingresos de nuevas empresas
internacionales en la industria del trigo, grasas y aceites, leche y alimentos balanceados
para animales, debido a que se produjo una serie de crisis financieras en muchas
empresa nacionales; b) desmantelamiento del sistema de importaciones reservadas al
Estado y otorgadas por cupos delegados a las industrias importadoras; c) desaparición de
estructuras de acuerdo ínter industrial, u otros acuerdos para limitar la competencia; d)
elevado grado de conflictividad entre productores e industriales en los casos de maíz
blanco, leche, sorgo; e) paulatina extinción de grupos económicos diversificados con alto
grado de integración vertical; f) desaparición de los sistemas de control de precios; g)
incremento de la competencia, h) eliminación de los monopolios estatales del café y
cacao (Coles, 2002).

A partir de 1999, la política agrícola mantiene la importancia de la producción y de la


seguridad alimentaria. Se ha establecido un Plan de Desarrollo Agrícola cuyos objetivos
son los siguientes: a) rescatar, transformar y dinamizar las cadenas agroproductivas
propiciando la competitividad y el desarrollo sustentable, b) promover el desarrollo del
medio rural, c) garantizar la seguridad alimentaria. Se busca desarrollar el mencionado
Plan mediante tres programas principales, a saber: el desarrollo de las cadenas
agroproductivas, la promoción del desarrollo rural y la instrumentación de la seguridad
alimentaria. Dentro del Programa de Cadenas Productivas son definidas dos estrategias
para alentar la producción: el desarrollo de renglones bandera entendiéndose por tales
aquellos cultivos o crianzas que puedan jugar un papel importante en la satisfacción de
las necesidades básicas alimentarias, tanto en calorías como en proteínas; en este caso
se trata del desarrollo de la palma aceitera, arroz, caña de azúcar, ganadería de doble
propósito, pastos, café y cacao, y pesca y acuicultura. La segunda estrategia se refiere al
estímulo de la producción de los llamados rubros estratégicos dentro de los cuales se
consideran los siguientes: maíz, algodón, raíces y tubérculos, frutas y hortalizas,
Musáceas, leguminosas, etc.
Indudablemente que la Agroindustria como núcleo organizador de todas las relaciones
que se establecen entre los agentes económicos que operan en los diferentes circuitos
agroalimentarios deberá jugar un rol muy importante dentro del plan cuyos rasgos han
sido delineados en el párrafo anterior, sobre todo, la llamada Agroindustria Rural a la cual,
dedicaremos algunas líneas a continuación.
Las Agroindustrias Rurales (AIR) constituyen unidades productoras que permiten
aumentar y retener el valor agregado de la producción primaria de las pequeñas y
medianas explotaciones agropecuarias, forestales y pesqueras mediante el desarrollo de
actividades como el almacenamiento, selección, clasificación, transformación, empaque y
comercialización, que contribuyen a mejorar las condiciones de vida de los poblados
rurales.
Al fin de alentar las adiciones vinculadas a las AIR, el IICA en Venezuela con el apoyo y
promoción del PRODAR (Programa Cooperativo para el Desarrollo de las Agroindustria
Rural en América Latina y el Caribe), ha conformado la Red de Agroindustria Rural en
Venezuela (REDAR) con el propósito de generar un movimiento nacional de apoyo a las
AIR, el cual tenía previsto una estrategia de acción dirigida hacia cinco siguientes
aspectos básicos de las AIR: a) La capacitación de profesionales que permita la formación
de promotores de AIR y de agentes de cambio; b) la realización de actividades de
investigación a fin de solventar problemas tecnológicos en las AIR de mayor difusión e
importancia; c) el desarrollo de actividades financieras a fin de otorgar un mayor acceso al
crédito a las AIR; d) actividades que permita una mayor vinculación de los productos
generados por las AIR a los mercados, tanto nacionales como internacionales y; e)
aspectos de índole político y organizativo que permitan alcanzar espacios dentro de los
planes o estrategia agrícolas y agroindustriales del país (Arvelo, 1997)
RASGOS DE LAS PRINCIPALES CADENAS AGROALIMENTARIAS:
Este aspecto por razones de espacio, será tratado en forma general y se hará énfasis en
algunas de las ramas más importantes de la industria agroalimentaria.
 La cadena de producción de proteínas de origen animal:
Dentro de esta cadena podemos considerar la producción bovina y la producción de aves
y cerdos.
De conformidad con los aspectos referidos en el tema relacionado con la producción, se
indica que el país posee condiciones sumamente favorables para la producción de este
importante rubro. En efecto la disponibilidad de tierras y la posibilidad de producir carne
magra y sana, ofrecen oportunidades para poder acceder a los mercados internacionales.
La producción y el consumo de carne aves se ha venido incrementando no sólo en
Venezuela, sino en toda América Latina. La demanda local se encuentra (en opinión de la
Federación Nacional de Avicultura) plenamente satisfecha con la producción nacional que
según sus cifras alcanza un volumen cercano a las 500.000 t en el año 1999; cifra que
relacionada con el total de la población, arrojaría un a disponibilidad aparente bruta total
de 29,3 Kg per cápita.
Con respecto a la producción de huevos, ésta alcanzaría unas 167.000 T.M. En relación
con el llamado circuito porcino (que junto con el circuito de las aves depende de la
Industria de Alimentos Preparados para animales), éste ha venido mermando su
producción desde 1998 fecha en la que alcanzó el consumo per cápita más alto (7.91
Kg.), para llegar en 1999 a 4.22 Kg.
De la producción total de cerdo en el país el 87% está dirigido a satisfacer a la industria
cárnica y solo un 13% al consumo de carnes frescas.
En síntesis podemos indicar que la producción de aves se ha visto incrementada, que la
producción de bovinos se ha mantenido, y que la producción de porcinos ha acusado un
descenso significativo.
A fin de formarse una idea respecto al consumo de proteínas de origen animal (cuyo
consumo total alcanza la cifra de 65 Kg per cápita) se incluye el siguiente cuadro.
 El circuito lácteo
La Agroindustria que conforma este circuito comprende:
a) La fabricación y elaboración de queso y mantequilla;
b) la fabricación de leche en polvo;
c) la pasteurización de leche y derivados.
Una revisión de las estadísticas podría indicarnos que se ha venido observando una
constante desaceleración de la oferta interna. Desde el punto de vista de consumo, se
puede observar que éste ha venido dependiendo de las importaciones de materias primas
sobre todo en la década del 80 para reducirse y mantenerse constante en la década de
los 90.
En ese mismo orden de ideas, se indica que el predominio de la leche en polvo ha sido la
característica fundamental del consumo, con una participación constante y sostenida de la
leche pasteurizada y una creciente actividad de la industria formal quesera, así como la
permanente oferta de los productos frescos no industriales que, por tradición, ha
caracterizado el consumo nacional. Al concluir este punto se indica que durante la década
del 90 este circuito ha sufrido serios desequilibrios estructurales a raíz del incremento de
los precios de la materia prima, tanto de origen nacional como importada lo que se ha
traducido en una significativa disminución del consumo. Según información proveniente
de la industria láctea nacional, durante la década del 90 se evidenció un deterioro del
consumo lácteo nacional (-14%), un significativo descenso de la producción (-8%), una
disminución de los volúmenes de importación (-15%) y un incremento de los costos de la
materia prima nacional (29%)
 El circuito de grasas y aceites
La importancia de esta industria radica en el hecho de constituir una industria suplidora de
energía para la población y por conformar un sector sumamente dinámico. La industria
durante los últimos años ha presentado significativas modificaciones en su estructura: Las
pequeñas empresas han desaparecido prácticamente, al mismo tiempo se han venido
observando fusiones entre empresas, y han logrado posiciones importantes algunas
empresas transnacionales como Cargil y Unilever.
Por otra parte, se ha venido observando un incremento significativo de las importaciones
de materia prima para la industria de grasas y aceites y, paralelamente, una desaparición
progresiva de los cultivos anuales de oleaginosas y un incremento significativo de la
palma africana, cultivo que como se tiene adelantado, es considerado como un “cultivo
bandera”.
 El circuito cerealero
La industria que conforma este circuito, comprende las siguientes actividades:
a) el trillado y molienda de trigo
b) beneficio de arroz
c) pilado de maíz
d) preparación de cereales para consumo humano
e) fabricación de productos de panadería.
El sector industrial se vincula mediante la producción de maíz, arroz y sorgo al desarrollo
de otras ramas industriales agrícolas y comerciales tales como: almidones, snack,
cervezas y otras bebidas mateadas, cereales infantiles y de desayuno, alimentos para
animales y, por consiguiente, al circuito proteínas animales (aves, cerdos, bovinos). A
pesar de las importantes inversiones realizadas dentro del circuito, la producción de
cereales continúa siendo deficiente en trigo (100%), maíz amarillo (65%) y cebada
cervecera (100%). A fin de satisfacer la demanda de estos rubros, cada año se movilizan
más de 3.4 millones de cereales y 6 millones de toneladas de productos terminados que
tienen como componente básico los cereales.

También podría gustarte