Reflejo Osteotendinoso
Reflejo Osteotendinoso
Reflejo Osteotendinoso
El reflejo osteotendinoso
El reflejo osteotendinoso es aquel que se presenta cuando el organismo responde
ante un estímulo mecánico. Por lo general, este reflejo se produce sobre los tendones
y, en algunos casos, sobre el hueso. Durante el estiramiento se extienden las fibras
musculares y los huesos musculares. Estos últimos se encargan de regular la
contracción del músculo.
Los huesos musculares son los que se encargan de enviar la señal al sistema
nervioso central. Una vez que el arco reflejo se completa, la médula espinal
determina un impulso por medio las motoneuronas alfa, las encargadas de ordenar la
contracción muscular. Es así como se libera la tensión en las fibras intrafusales.
Los reflejos profundos se obtienen percutiendo con el martillo de los reflejos,
mediante un golpe rápido y breve aplicado a un tendón. Este estímulo produce un
estiramiento del tendón que produce una contracción muscular brusca. Esta
respuesta es expresión del reflejo miotático o de estiramiento.
–Lenny Rivero C.–
¿Cómo ocurre el reflejo osteotendinoso?
Los reflejos osteotendinosos se presentan cuando hay estiramientos excesivos o un
estímulo mecánico sobre los tendones en la mayoría de los casos. Para que ocurra
son necesarias las siguientes estructuras:
Receptor: Se encarga de captar el estímulo por medio de las fibras
intrafusales o husos musculares.
Vías aferentes: Compuestas por los axones de las neuronas sensitivas, se
encuentran en los ganglios raquídeos.
Centro nervioso: Se encuentra en la médula espinal, y está formado por una
neurona sensitiva, intercalar y una motoneurona.
Vías eferentes: Se forman por los axones de las motoneuronas.
Tipos de reflejos osteotendinosos
Estilorradial: El antebrazo se presiona ligeramente y se percute en la
apófisis estiloides del radio, el antebrazo hará una ligera supinación.
Superciliar: Se produce con la presión en la arcada superciliar. Al recibir el
impulso se contraen los párpados.
Glabelar: Se percute al hacer presión entre las cejas. La reacción es una
contracción orbicular de los párpados.
Cubito pronador: El brazo se coloca en supinación, se percute la apófisis
estiloides del cúbito. El reflejo será la pronación del antebrazo.
Patelar: El paciente se sienta y deja que las piernas cuelguen. Se hace
presión en el tendón rotuliano y se produce una contracción del cuádriceps.
Tricipital: El paciente extiende el brazo y del codo hacia abajo. Se percute
en el tendón del tríceps. La respuesta será la extensión del antebrazo.
Bicipital: La persona se acuesta y semiflexiona el brazo. Posteriormente se
percute sobre el tendón del bíceps. La reacción será la flexión del antebrazo.
Medio pubiano: El paciente se tiende sobre el suelo, con las piernas entre
abiertas y las rodillas flexionadas. Se percute sobre la sínfisis pubiana. Esto
provocará una contracción en los músculos abdominales.
Maseterino: La persona coloca la boca entreabierta. Posteriormente el
especialista pone el dedo sobre el mentón haciendo presión. Si se realiza de
forma adecuada el paciente terminará cerrando la boca.
Calcáneo: El paciente se sienta colgando las piernas y se debe percutir el
tendón de Aquiles, esto generará la contracción del trípces sural y la flexión
plantar del pie.
Reflejos patológicos
Todos los reflejos mencionados con anterioridad son considerados normales en las
personas sanas. Sin embargo, existe una serie de reflejos osteotendinosos que se
consideran patológicos.
Estos reflejos están presentes en los niños pequeños debido a la inmadurez del
sistema nervioso. En condiciones normales, dichos reflejos desaparecen con el
crecimiento y la maduración, no obstante, pueden estar presentes en algunas
enfermedades como la meningitis.