Bloque 6

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BLOQUE 6.

LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO


LIBERAL (1833-1874)

6.1. Identifica el ámbito geográfico del carlismo y explica su ideario


y apoyos sociales
El carlismo se inicia tras la muerte de Fernando VII en 1833 y la anulación de la
Ley Sálica la cual perjudica a Carlos M.ª Isidro. Carlos reivindica su derecho a heredar el
trono frente a su sobrina Isabel II. El carlismo se trata de una agrupación política de clase,
con principios absolutistas, católicos radicales, la ruralización y la defensa de los fueros.
Este conflicto de herencia del trono entre Isabel II y Carlos María Isidro desembocarán
en las Guerras Carlistas.

Se produjeron tres guerras carlistas, la primera tras la muerte de Fernando VII


(1833-1834); la segunda cuando Isabel II se casó con Francisco de Asís (1846-1849) y la
tercera cuando eligieron a un rey extranjero, amadeo de Saboya, durante el sexenio
democrático (1872-1876). Este asunto no solo fue una cuestión dinástica, también tuvo
un componente de conflicto civil: con contenido ideológico y de clase, absolutistas contra
liberales. María Cristina (reina regente) para salvar la corona de Isabel apoyo a los
liberales.

La primera guerra carlista es la más importante. Además de Carlos María Isidro


destacaron personajes como los generales Cabrero y Maroto. Por parte de los isabelinos
destacó Espartero. El final de esta guerra se llevó a cabo con el "Abrazo de Vergara" entre
los generales Espartero y Maroto. La segunda guerra carlista tuvo menor importancia y
se desarrolló fundamentalmente en Cataluña. Y por último, la tercera guerra carlista
comenzó durante el sexenio democrático y terminó con la Restauración.

Tanto las guerras como la política, sobre todo, apoyo en las zonas rurales del norte,
y tuvieron poca importancia en las ciudades. Tuvieron relevancia en el País Vasco,
Navarra, el Maestrazgo y el norte de Cataluña. Contaron con menos apoyo en las zonas
de Galicia, Castilla y León, La Rioja y Aragón.

Tenían una ideología tradicionalista y antiliberal, como se refleja en su lema:


“Dios, patria y ley de fueros”. Defendían la religión católica frente al anticlericalismo y
el laicismo; el absolutismo frente a la soberanía popular; los fueros frente al centralismo;
los privilegios estamentales frente a la igualdad jurídica; y la intervención del Estado en
economía y defensa frente al liberalismo económico.

Los carlistas tuvieron el apoyo de los grupos que se sentían perjudicados por el
liberalismo. Se vieron perjudicados por la desamortización (campesinos y clero) y por la
desaparición de los gremios (artesanos). En cambio, la mayor parte de la clase media y
alta apoyaban el liberalismo de Isabel II. Tuvieron poco apoyo internacional, casi
exclusivamente moral e ideológico.
Las consecuencias fueron numerosas e importantes. Además de las pérdidas
humanas y la devastación económica, el apoyo de los isabelinos en el liberalismo
abandonando el absolutismo, el protagonismo de los militares que llevaron a cabo
pronunciamientos. El carlismo tuvo una gran continuidad ideológica durante el siglo XIX
hasta la República.

6.2. Describe las características de los partidos políticos que


surgieron durante el reinado de Isabel II
Con el reinado de Isabel II en España se establece un Estado liberal caracterizado
por la inestabilidad política. El movimiento carlista representaba la tendencia
ultrabsolutista que no apareció como partido hasta el sexenio. Este partido defendía la
mmonarquía absoluta, el formalismo y la legitimidad de Carlos María Isidro.

Los partidos políticos surgieron con el liberalismo. Aunaban ideologías y no eran


como los actuales. No eran compactos y no tenían un programa claro; eran agrupaciones
entorno a un líder y algunas ideas en común. Durante el reinado de Isabel II había dos
partidos principales: el partido moderado y el partido progresista, ambos liberales.

El partido moderado defendía una ideología de liberalismo doctrinario, y estaba


liderado por Narváez. Recibía el apoyo de la minoría rica: aristocracia y clases altas. La
soberanía era compartida con la Reina y las Cortes y el monarca tenía bastante poder.
Había limitación de algunos derechos individuales y había sufragio censitario, pero muy
restringido. Eran centralistas y presentaban un estado confesional. El reformismo se llevó
a cabo con la Constitución de 1845, y fue muy escaso.

El partido progresista defendía una ideología de liberalismo algo más radical, y


estaba liderado por Espartero, así como por Prim, Mendizábal y Sagasta. Recibió el apoyo
de las clases medias. La soberanía se basó en un principio de soberanía nacional en el que
el rey no contaba con mucho poder. Había defensa de los derechos individuales y
colectivos, y también había sufragio censitario, pero algo más amplio. Tenían una mayor
autonomía local, y se opusieron a la influencia de la Iglesia, tenían tolerancia religiosa.
El reformismo se llevó a cabo con la Constitución de 1837, con reformas agrarias más
profundas.

El partido Unión Liberal fue un partido de centro, sin ideología definida, que
defendía el pragmatismo en política. Sus líderes fueron Serrano y O’Donell. Es una
unificación de moderados y progresistas. Defendían la Constitución de 1845.

El partido demócrata surgió tras la separación del partido progresista. Entre sus
numerosos líderes estaban figuras como, Pi y Margall y Castelar. Consiguieron el apoyo
de las clases medias y populares. Su principal elemento ideológico es la defensa del
sufragio universal masculino, además de la defensa de la igualdad. Se manifiesta la
preferencia por un Estado aconfesional. Acabado el reinado de Isabel II, esta ideología se
manifiesta en la Constitución de 1896. De una escisión del partido demócrata nace el
partido de los republicanos

A medida que se desprestigiaba a la reina Isabel II, los republicanos ganaron


apoyo dentro de los democráticos. La República se veía como una forma más democrática
porque no se recibía el poder por herencia. El primer partido no surgió hasta el sexenio
democrático.

6.3. Resume las etapas de la evolución política del reinado de Isabel


II desde su minoría de edad, y explica el papel de los militares
El reinado de Isabel II se puede dividir en dos etapas principales: la minoría de
edad con las regencias y la mayoría de edad.

En 1833 tras la muerte de Fernando VII, la reina Isabel II (su hija) accede al trono,
pero como es menor de edad y muy pequeña para gobernar su madre se convierte en la
regente. María Cristina ejerce de regente desde 1833 hasta 1844. Al principio de esta
etapa no existía una constitución sino que habría un Estatuto Real (Carta Otorgada, 1834)
y más tarde en 1837 se aprueba la una constitución similar a la de Cádiz. Los
acontecimientos destacables de este periodo son la Primera Guerra Carlista (1833-1834),
la división provincial de España, las desamortizaciones de Mendizábal, además de la
Revolución de la Granja en 1836 (motín para volver a poner vigente la Constitución de
1812).

Tras varios levantamientos durante la regencia de María Cristina, esta es destituida


por Espartero y comienza la regencia de Espartero (1840-1843). Su regencia se
caracterizó por el autoritarismo, que llevó a la oposición del ejército. Pero sobre todo se
caracterizó por su política económica librecambista, la cual perjudicó a la industria textil
catalana y provocó su insurrección. Esta insurrección la intentó parar con el bombardeo
de Barcelona, pero no funcionó, y tuvo que dejar el trono como regente. Después de esto,
la reina Isabel II accedió l trono con tan solo 13 años de edad.

El segundo y último periodo del reinado de Isabel II, es su mayoría de edad. Este
periodo se puede dividir en tres etapas: la década moderada, el bienio progresista y la
etapa moderada.

Década moderada. Isabel accede al trono con 13 años. El político a destacar


durante esta etapa es el general Narváez que, tras un golpe de Estado, sitúo a los liberales
moderados en el poder hasta 1854. Se dictóla Constitución de 1845, la cumbre del
moderantismo. Llevaron a cabo reformas político-administrativas, se creó la Guardia
Civil, el Concordato con la Santa Sede (el Estado español se comprometió a sostener el
culto y el clero), la Ley de Ayuntamientos. Este periodo se caracteriza por la gran
corrupción política. También tuvo lugar la segunda guerra carlista (1846-11849) y el
matrimonio de Isabel con su primo, Fernando de Asis.
Bienio progresista. Debido al autoritarismo de la reina y la corrupción, tuvo lugar
el pronunciamiento de O’Donell. Tras su pronunciamiento los liberales progresistas
asumen el poder. El programa progresista iba contra el autoritarismo y la corrupción.
Como consecuencia se inició el gobierno de Espartero, que elaboró la Constitución
progresista de 1856 (“non nata”). Tuvieron lugar durante esta época la desamortización
de Madoz (1855), la Ley de Ferrocarriles. Se caracteriza por la conflictividad social y las
tensiones con la iglesia. Se ampliaron libertades individuales y políticas y aparece el
partido demócrata (1855).

Etapa moderada. Debido a la conflictividad de este periodo, dio paso a una serie
de gobiernos moderados y de la Unión Liberal (O’Donell). Este último gobierna durante
cinco años consecutivos y le sucederán los moderados. Durante este periodo se restituye
la Constitución de 1845. Las desamortizaciones son paralizadas, se lleva a cabo una
política conservadora con expediciones militares al exterior. Se caracteriza por la
manipulación de las elecciones y la persecución a progresistas y liberales. El hechos más
destacable es el levantamiento del cuartel de San Gil (1866).
A la situación política de excesivo moderantismo, se le sumaron la depresión
económica con una crisis política, económica u social. Por todos estos motivos, los grupos
progresistas, demócratas y republicanos firmaron el Pacto de Ostende (1866) para
derrocar a la reina Isabel II. Esto tuvo lugar mediante otro pronunciamiento, la
Revolución la Gloriosa en 1868, y que dio lugar al sexenio democrático.

6.4. Compara las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz, y


especifica los objetivos de una y otra
Entre todas las medidas novedosas que se tomaron con Isabel II, las
desamortizaciones fueron las más importantes. En el siglo XIX, la agricultura seguía
siendo la actividad económica fundamental, y presentaba numerosos problemas: el atraso
tecnológico, la mentalidad rentista, la escasa productividad y la propiedad de la tierra
(vinculada la mayoría a la Iglesia, nobleza y municipios). Esta situación unida a los
problemas de la Hacienda dio lugar a las desamortizaciones.

Durante la desamortización de Mendizábal (1836) había una reina regente, María


Cristina, la primera guerra carlista estaba en curso y el país se encontraba bajo un
gobierno progresista. Primero se desamortizaron los bienes eclesiásticos (rústicos y
urbanos), se suprimieron los monasterios y conventos del clero regular. Después, se
subastaron estos bienes al mejor precio. Los adquirieron la burguesía y la antigua nobleza.

Los objetivos se basaron en: obtener dinero para vencer en la guerra carlista y
pagar la deuda pública; crear propietarios afines al liberalismo (compradores); y mejorar
la situación del campo.

Las consecuencias fueron las siguientes. Se consolidó la propiedad privada. Se


afianzó el latifundismo en manos de la burguesía y nobleza. Los campesinos no pudieron
comprar tierras porque los lotes eran muy grandes, y por tanto, su situación empeoró. No
se llegó a producir una reforma agraria. La burguesía no invirtió en la industria. La
Hacienda no consiguió tanto dinero como previsto, porque permitieron pagar con títulos
de deuda. Se produjo una ruptura con la Iglesia que llevó a la destrucción del patrimonio.

La desamortización de Madoz (1855) se produjo durante el bienio progresista. Los


objetivos se basaron en obtener dinero para financiar la construcción del ferrocarril y para
reducir la deuda. Afectó a bienes eclesiásticos, pero sobre todo a los bienes de los
ayuntamientos de propios y de comunes.

Las consecuencias fueron las siguientes. Empeoró la situación de los campesinos


por la pérdida de las tierras comunes. Los ayuntamientos se empobrecieron. Hubo una
gran deforestación y privatización de los bosques. Esta desamortización recaudó el doble
que la de Mendizábal porque no se les permitió pagar con deuda pública.

Los procesos desamortizadores perjudicaron a campesinos, clases populares,


ayuntamientos e iglesias. Benefició a los compradores de las tierras que apoyaron el
liberalismo. Para la economía fue otra de las oportunidades pérdidas de España, la
Hacienda no consiguió todo el dinero que esperaba y, además, no se invirtió en el
desarrollo industrial.

6.5. Compara el Estatuto Real de 1834 y las Constituciones de 1837


y 1845
El Estatuto Real de 1843 no fue una verdadera constitución, sino un Carta
Otorgada. Tiene significado de transición entre absolutismo y el liberalismo tras la muerte
de Fernando VII, las guerras carlistas y la regencia de María Cristina; pero no satisfago a
los liberales progresistas. Por primera vez en España las Cortes fueron bicamerales,
imitando el modelo británico. Estuvo vigente durante dos años, hasta el bienio
progresista.

La soberanía teóricamente era compartida, pero en la práctica era la reina quien la


tenía. No tenía una declaración de derechos del ciudadano. El sufragio era censitario pero
muy restringido. No existía división de poderes. Era un Estado confesional (con
inherencia de la Iglesia).

La Constitución de 1837 se realizó bajo un gobierno progresista que intentó


englobar a todos los liberales (moderados y progresistas); era más breve y moderada que
la de 1812. Las Cortes son bicamerales y no hay verdadera autonomía del poder
legislativo. Estuvo regente hasta 1845.

La soberanía teóricamente era nacional. Había una declaración de derechos


individuales básicos (imprenta y expresión) menos limitados. Había sufragio censitario,
más amplio que en la anterior (1837). El Estado era confesional con tolerancia.
La Constitución de 1845 es un modelo de moderantismo. Reforzó el poder del rey
sin responsabilidad ante las Cortes. Es una de las más largas en vigencia de la historia de
España, como reflejo de ideología de las clases dominantes. Estuvo vigente hasta 1869.

La soberanía era compartida entre la reina y las Cortes bicamerales. Había una
declaración de derechos individuales restrictivos (imprenta limitada). Había sufragio
censitario. Existió una separación de poderes, pero mucho menos clara que en la anterior:
el ejecutivo era de ministros y el legislativo de las Cortes y el rey. El Estado era
confesional.

El sistema político sustentado por la Constitución de 1845 entró en crisis, y con la


Revolución de 1868, comenzó una nueva etapa que pretendió democratizar el sistema.

6.6. Describe las características esenciales de la Constitución


democrática de 1869
El sexenio democrático es el periodo entre 1868 y 1874 que comenzó con el
destronamiento de Isabel II y acabó con la proclamación de su hijo. Significó un intentó
de democratización del sistema. Isabel cayó debido a la crisis del sistema político, una
crisis económica mundial, y su impopularidad. La revolución la Gloriosa (1868) la llevó
al exilio a Francia. Este sexenio (muy inestable) se divide en tres periodos: la Revolución
que destrona a Isabel, el reinado de Amadeo de Saboya y la República.

La Revolución la Gloriosa (1868) comenzó mediante un pronunciamiento militar


de figuras destacadas unido a un levantamiento popular organizado a través de Juntas.
Crearon un gobierno provisional, presidido por Serrano, que convocó elecciones a Cortes
constituyentes (por primera vez en España hubo sufragio universal masculino directo).
Vencieron los firmantes del Pacto de Ostende, y esas Cortes elaboraron la Constitución
de 1869, que fue monárquica. Hasta que hubiese rey, el regente fue Serrano y Prim el
presidente del gobierno. El rey elegido fue el príncipe italiano amadeo de Saboya.

En la Constitución de 1869, la soberanía era nacional, residía en el pueblo español.


El modelo de Estado que presentaba la monarquía era democrática y parlamentaria, el rey
tenía competencias limitadas. Había una división radical de poderes: el legislativo era de
las Cortes bicamerales, el ejecutivo de los ministros responsables ante el parlamento y el
judicial estaba bajo un cuerpo de jueces independientes. Había una declaración de
derechos individuales y colectivos más amplia (liberta, voto, residencia, expresión,
reunión, asociación, etc.). había sufragio universal masculino (mayores de 25). El Estado
era no confesional.

Esta es la primera Constitución democrática de la historia de España y una de las


más avanzadas de Europa en el momento. Estuvo en vigor poco tiempo, hasta la
abdicación de Amadeo de Saboya y con la proclamación de la República, prácticamente
derogada.
6.7. Identifica los grandes conflictos del Sexenio y explica sus
consecuencias políticas

El sexenio democrático es el periodo entre 1868 y 1874, fue un intento de


democratización para abrir el sistema. Fue un periodo con muchas dificultades y muchos
problemas. El sexenio se puede dividir en tres etapas:

La Revolución de la Gloriosa y la regencia de Serrano. Hay dos figuras que


destacan, Prim y Serrano, estos elaboraron la Constitución de 1869. Surgieron numerosos
focos de oposición, los carlistas, isabelinos, republicanos, obreros y comenzó una guerra
en Cuba.

El Reinado de Amadeo de Saboya. El príncipe italiano vino a España con buenas


intenciones pero con muy pocos apoyos, entre ellos el general Prim. Fue asesinado, con
lo que al colación que le apoyaba se rompió y acabo abdicando. A estos problemas se le
suman la agitación social, una guerra carlista y la guerra en Cuba.

La primera República. Ante el vacío de poder se aprobó la primera república, pero


no tuvo apenas apoyos. Creció la inestabilidad (4 presidentes en un año). Se añadieron
más problemas a los anteriores, la división de los republicanos (estado federalista Vs.
Estado unionista).

El sexenio es conocido como un periodo bastante conflictivo en el que destacan


tres problemas, la insurreción de Cuba, el carlismo y el cantonalismo.

La insurrección de Cuba. Se trató de la guerra de los 10 años (1868-1878) contra


la dominación española. Las causas del descontento criollo incluyen el sometimiento
político, el monopolio comercial, el apoyo encubierto de EE.UU. y la esclavitud. Hubo
reivindicaciones de autonomía, luego independencia y reformas. Con la restauración
Borbónica se disolvió el problema militar derrotando a los cubanos, pero solo dio lugar a
una paz provisional, ya que no cumplieron las promesas y volvió el descontento. Durante
el sexenio se añadieron dificultades, problemas económicos y descontento popular.

El carlismo. La tercera guerra carlista (1872-1876). Tras la caída de Isabel II, el


carlismo recibió cierto apoyo político, lo que impulsó una nueva guerra a favor de Carlos
VII. Se desarrolló en Cataluña, País Vasco y Navarra. No contó con ningún apoyo
europeo ni de zonas urbanas. En la Restauración los carlistas fueron derrotados y Carlos
VII se marchó al exilio. La guerra carlista fue otro factor de desestabilización.

El cantonalismo. Durante la primera Reública (1873-1874). Fue el problema más


grave y el factor de fracaso de la República. El origen fue el proyecto de Constitución
federal de 1873, presidencia de Pi y Margall. La revolución política se basó en la
formación de pequeños Estados que se declararon independientes y se federaron
libremente. Se inició en Cartagena y se extendió por Levante y Andalucía. Su ideología
era el republicanismo federal, radical y la revolución social de la AIT (Asociación
Internacional del Trabajo). Como consecuencia de la República giró a la derecha, es decir,
se hizo conservadora. Además, dos pronunciamientos militares dieron paso a la
Restauración Borbónica.

TÉRMINOS
Carlos M.ª Isidro: hermano de Fernando VII y legitimo heredero al trono hasta la
abolición de la Ley Sálica mediante la pragmática sanción, permitiendo reinar a Isabel II,
la hija del rey. Este hecho le llevó a enfrentarse con su hermano, reivindicando su derecho
al trono. Su actitud dio lugar a la primera guerra carlista. Sus herederos seguirán
reivindicando sus derechos dinásticos mediante el ultrabsolutismo del carlismo hasta el
siglo XX.
Convenio de Vergara: también conocido como Abrazo de Vergara, fue el tratado
firmado en esta localidad entre el general Espartero (liberales isabelinos) y el general
Maroto (carlista) en 1839. Puso fin a la primera guerra carlista en el norte, aunque no fue
aceptado por Carlos María Isidro, y los combates continuaron en algunas zonas. El
acuerdo reconocía a Isabel como reina de España.

Espartero: general del ejército isabelino, vencedor de en la primera guerra carlista


firmante junto a Maroto del Convenio de Vergara, que puso fin a este conflicto. Su
prestigio como vencedor le permitió ser nombrado regente de España entre 1840 y 1843.
Su autoritarismo le causó numerosos enemigos dentro del partido progresista, que le
forzarán a renunciar a la regencia. Fue líder de este partido y posteriormente formó parte
de varios gobiernos.

Isabel II: hija sucesora de Fernando VII a mediados del siglo XIX, que llegó al
trono tras la abolición de la Ley Sálica con la pragmática sanción. Su reinado se
caracteriza por el cambio político profundo que trae consigo la revolución liberal. Su
reinado está marcado por la influencia de los liberales moderados. Su alianza con el
partido moderado provocó corrupción política y desprestigio de la Corona. Se fue al exilio
en 1868 tras la Revolución de la Gloriosa.

Narváez: militar y político español de os más importantes durante el reinado de


Isabel II a mediados del siglo XIX. Fue líder del partido moderado y numerosas veces
presidente del gobierno. Durante su gobierno se aprobó la Constitución de 1845. Tras el
bienio progresista se alteró el gobierno con O’Donell (Unión Liberal). Esta sucesión de
gobiernos autoritarios y corruptos desencadenó el Golpe de Estado que puso fin al
gobierno de Isabel.

Revolución Gloriosa: nombre con el que se conoce la Revolución iniciada en


1868, mediante un pronunciamiento militar encabezado por el general Prim, unido a una
sublevación popular organizada a través de Juntas, poniendo fin al reinado de Isabel. Fue
provocada por la crisis económica y política y el descontento ante la reina. Dio lugar la
Sexenio democrático.
Amadeo I de Saboya: príncipe italiano que fue elegido como rey de España por
dos años durante el Sexenio Democrático. Fue elegido rey por las Cortes durante la
regencia de Serrano. Su reinado estuvo marcado por la inestabilidad política. Tuvo muy
buenas intenciones, pero muy pocos apoyos, así que acabó abdicando, dando paso a la
primera República.

Pi y Margall: político de ideología republicana federal que fue presidente de la


Primera República. Impulsó la creación de la Constitución federal de 1873, pero esta no
se llegó a aplicar. Se vio obligado a dimitir debido a las sublevaciones de la Revolución
Cantonal. Fue un factor decisivo del giro de la República hacia el moderantismo, dando
paso a la Restauración Borbónica.

Cantonalismo: movimiento político de insurrección español federalista durante la


Primera República. Se inició en Cartagena y se expandió por el levante y Andalucía.
Aspiraba a formar cantones (ciudades) que se organizarían libremente en Federaciones
superiores territorialmente. El cantonalismo provocó la caída de Pi y Margall. Su fracaso
dio paso a la Restauración Borbónica.

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