Articles-320061 J Acta Precio Cobre
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Acta
Resultados del Comité Consultivo
del Precio de Referencia del Cobre 2023
I. Como parte del proceso de elaboración del Proyecto de Ley de Presupuestos del Sector
Público del año 2024, el 24 de julio de 2023 se realizó la sesión constitutiva del Comité
Consultivo del Precio de Referencia del Cobre. En esta oportunidad, la sesión se realizó a
través de medios tecnológicos de conexión remota, tal como se ha hecho en los últimos años.
II. En esta ocasión, el Comité convocado estuvo integrado por veinticuatro expertos y expertas1
en la materia, quienes se listan a continuación por orden alfabético de su primer apellido.
1
Inicialmente se convocaron a veinticuatro expertos/as, sin embargo, posterior a ser convocados, Ercio Muñoz presentó
su renuncia voluntaria y Claudio Valencia no participó en el proceso.
1
III. Además de los miembros del Comité, estuvieron presentes en la sesión constitutiva las
autoridades de la Dirección de Presupuestos, junto a representantes del Consejo Fiscal
Autónomo (CFA), quienes participaron como observadores del proceso de consulta, en línea
con sus funciones y atribuciones establecidas en la Ley2.
VI. Se debe señalar que los profesionales participantes en el Comité son consultados a título
personal, por tanto, sus estimaciones no representan ni comprometen a las instituciones en
las que se desempeñan.
VII. Se les solicitó a los expertos del Comité que las cifras fueran entregadas en centavos de dólar
de 2024, utilizando como deflactor el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos
proyectado por el Fondo Monetario Internacional (FMI)4, que fue enviado a los expertos por
la Dirección de Presupuestos luego de la sesión constitutiva en una planilla Excel que contiene
un formato estándar para que ingresen sus proyecciones. Los miembros del Comité
Consultivo se comprometieron a enviar sus estimaciones anuales del precio del cobre en la
Bolsa de Metales de Londres (BML) para el período 2024‐2033, junto con los argumentos
técnicos, hasta el viernes 18 de agosto de 2023.
VIII. Tras recibir las estimaciones de veintidós de los miembros del Comité, la Dirección de
Presupuestos procedió a aplicar la metodología para determinar el Precio de Referencia del
2
Cobre que será utilizado en la elaboración del Proyecto de Ley de Presupuestos del Sector
Público para el año 2024.
a) Cada integrante del Comité envió su estimación anual del precio de la libra de cobre
para el período 2024‐2033, expresado en centavos de dólar del año 2024.
c) Las estimaciones promedio de cada experto obtenidas en b), excluyendo las dos
observaciones extremas —la más alta y la más baja—, se promediaron con el fin de
obtener un indicador robusto.
5
Desde el año 2013 por recomendación del Consejo Fiscal Asesor (CFA) se publican las proyecciones anuales de cada
experto y no sólo el promedio del período, transparentando de esta forma la trayectoria esperada del precio del cobre
para los próximos diez años, según las proyecciones del Comité y de cada uno de sus integrantes.
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El orden de los datos aquí presentados no corresponde al orden del listado de expertos indicado en el punto III de esta
acta.
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Precio
promedio
Experto/Año 2024 2025 2026 2027 2028 2029 2030 2031 2032 2033 (US$¢/lb)
moneda
2024
Experto 1 380 245 240 282 415 452 398 286 280 274 325,2
Experto 2 361 345 343 346 335 338 325 325 331 325 337,3
Experto 3 367 362 358 353 347 340 334 328 320 313 342,3
Experto 4 372 382 385 357 330 305 337 341 342 316 346,7
Experto 5 365 343 346 350 353 357 360 364 368 371 357,6
Experto 6 382 391 378 377 347 358 363 368 367 360 369,1
Experto 7 392 379 366 366 366 366 366 366 366 366 369,9
Experto 8 370 380 380 378 373 371 372 372 373 374 374,4
Experto 9 374 373 382 383 373 374 375 374 369 367 374,4
Experto 10 386 379 374 376 372 373 374 374 374 376 376,0
Experto 11 385 380 385 395 370 370 370 370 370 370 376,5
Experto 12 375 375 384 385 375 378 379 378 373 371 377,3
Experto 13 340 350 380 410 400 390 390 400 390 395 384,5
Experto 14 380 421 413 424 396 397 380 390 373 382 395,8
Experto 15 390 411 432 414 396 388 389 390 390 391 399,3
Experto 16 380 410 450 460 440 430 400 370 370 340 405,0
Experto 17 350 365 385 400 420 430 450 440 425 415 408,0
Experto 18 410 411 408 407 413 418 422 426 430 433 417,8
Experto 19 408 413 413 414 430 437 444 447 438 429 427,3
Experto 20 411 432 439 436 436 436 436 436 436 436 433,7
Experto 21 388 406 420 433 447 462 471 480 493 505 450,5
Experto 22 450 490 480 471 461 452 442 433 424 416 451,9
XI. Siguiendo la metodología señalada en el punto IX, las dos observaciones extremas excluidas
del promedio fueron 325,2 US$¢/lb y 451,9 US$¢/lb. Así, se obtuvo un promedio aritmético
de 386,2 US$¢/lb.
XII. De esta manera, el Precio de Referencia del Cobre para la estimación del Balance
Cíclicamente Ajustado del Sector Público del año 2024 quedó fijado en 386 US$¢/lb
(moneda de 2024).
XIII. Es importante agradecer la colaboración, alto interés y compromiso que han mostrado los
expertos y las expertas integrantes de este Comité para participar en esta convocatoria, que
es de suma importancia para las finanzas públicas del país en un marco de transparencia y
responsabilidad fiscal.
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Argumentos Técnicos
Resultados del Comité Consultivo
del Precio de Referencia del Cobre 2023
A continuación, se presentan los argumentos técnicos que respaldan cada estimación, según el
número de experto/a asignado al ordenar las proyecciones de menor a mayor.
Demanda
El consumo de cobre en la economía de China se está enfriando como parte del proceso de
desarrollo hacia sectores terciarios, perdiendo preponderancia la construcción como una
fuente de dinamismo en la demanda de cobre.
También incide el factor geopolítico en cuanto el gobierno chino ha adoptado un enfoque
conservador en previsión de futuras presiones y tensiones. Esto se ha traducido en un control
político mayor en desmedro de políticas económicas abiertas como había sido en las últimas
décadas.
La transición energética será el principal responsable del aumento del consumo, dado que la
industria del cobre ha sembrado su futuro a la Economía Verde, ya sea para la energía solar,
eólica, fabricación de vehículos eléctricos y cargables. De hecho ya está siendo un factor que
contrapesa parcialmente la caída de la demanda china.
En efecto, el consumo de cobre relacionado a la transición energética crecería un 85% de 2023
a 2030 (2,6 MtCu) aunque, frente a la esperada escasez futura, el sector de vehículos eléctricos
está innovando y optimizando sus diseños para disminuir el uso de cobre. Excluyendo la
expansión de la red de transporte y distribución, la demanda de transición energética
representará el 15% de la demanda total de cobre en 2030.
En cuanto a la infraestructura, se observan tendencias futuras que mantendrán dinámica su
demanda de cobre:
a. China va a desarrollar infraestructura de nueva generación que supondrá invertir 1,6 mil
millones de dólares sólo hasta 2025.
b. En Arabia Saudita también se prevé inversiones públicas superiores a 1,1 mil millones de
dólares hasta 2035.
c. Por último, a nivel global se espera ver un aumento continuo en la cantidad de líneas
eléctricas subterráneas y submarinas a futuro, dado el aumento de la urbanización y la
mayor necesidad de conexión por parte de industrias como los sistemas eléctricos o
energías renovables.
Tal como hay sectores que aumentan el consumo de cobre, hay otros en donde disminuye.
Durante 2022, la industria del aire acondicionado representó un 10% del consumo mundial de
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cobre refinado; sin embargo, el actual líder mundial de la industria recientemente desarrolló
una tecnología para desarrollar tubos de aire acondicionado en un proceso donde se sustituye
el cobre por aluminio. Un cálculo matemático simple sugiere que, en un periodo de 5 años, el
80% del mercado mundial de tubos de aire acondicionado estaría en riesgo de perderse en
favor del aluminio.
Contexto geopolítico
Por su parte, es relevante observar el avance de los BRICS+. Actualmente dos tercios del
comercio entre Rusia y China se realizan en rublos y yuanes, y en el escenario de más largo
plazo, hacia 2030, se espera que los BRICS+ controlen una gran parte de las materias primas.
Incluso, es posible que este grupo de países activen una nueva moneda, respaldada en oro, y
que el dólar estadounidense se debilite.
Un debilitamiento del dólar apuntalaría el precio del cobre (dada la correlación inversa entre
ambos), y dado que la moneda de los BRICS+ estaría respaldada en oro (frente al cual el cobre
ha aumentado durante las últimas décadas), sería en principio un buen elemento para el cobre,
aunque estos cambios de gran envergadura mundial deben monitorearse con cuidado.
El alto apalancamiento de la economía mundial, junto a los cambios geopolíticos, hacen prever
la ocurrencia de una gran crisis financiera mundial hacia mediados de esta década.
A raíz de los acontecimientos geopolíticos, el uso del cobre en el sector militar tomaría fuerza,
pasando de representar un 6,8% en 2022 para aumentar al 9,6% en 2025. A nivel mundial se
ha producido la necesidad de reponer las existencias agotadas de municiones y equipamiento,
llevando a que el gasto aumente en un 10‐15% por año.
Adicionalmente, el cobre ha sido declarado como material estratégico o crítico por distintos
países (recientemente EE. UU.), lo cual augura un soporte en la demanda proveniente de las
estrategias de crecimiento de los países.
De hecho, el desacoplamiento creado por la nueva realidad geopolítica está generando
ingentes inversiones en los países más industrializados para aumentar su autonomía
especialmente respecto de China.
Oferta de mina
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tanto operacionales, financieros como de desarrollo de proyectos, que pondrían un freno a su
producción durante la presente década.
Escenarios futuros
Las expectativas para el consumo de cobre en el mediano a largo plazo son positivas, y dada la
crisis de la producción en Chile, como asimismo la falta de desarrollo de nuevos proyectos a
nivel mundial, se espera un desequilibrio en el mercado del cobre.
Este desequilibrio, caracterizado por un déficit entre la oferta y demanda de cobre, acarrea varias
reacciones de la industria y mercado: llevar el precio del cobre al alza, posibilidades de disminuir la
cantidad de cobre en los usos actuales o la sustitución por otros productos si fuese técnica y
económicamente viable.
7
N°2. Precio promedio 2024‐2033: USc$337 (moneda 2024).
Para efectos de la presente proyección de datos del precio del cobre (refinado), el enfoque a utilizar
será analizar oferta y demanda de éste, con el objetivo de encontrar una relación respaldada
matemáticamente entre ambas componentes, de acuerdo con las variables subyacentes que sean
posible incluir en el modelo diseñado.
En primer lugar, podemos decir que proyectar la demanda de cobre refinado para el próximo
periodo 2024‐2033, implica considerar indicadores macroeconómicos como el crecimiento del PIB
y la producción industrial‐manufacturera, por cuanto la demanda de cobre está estrechamente
vinculada tanto al crecimiento económico como a la actividad industrial. Es así que una economía
en crecimiento suele resultar en una mayor demanda de cobre en diversos sectores. Asimismo, son
relevantes aquellas industrias que dependen en gran medida del cobre, como la construcción, la
electrónica, la automoción, vehículos eléctricos y las tecnologías de energía renovable. Por último,
pero no menos importante, los cambios en las tendencias de consumo, como la adopción de
dispositivos electrónicos o electrodomésticos, pues éstos pueden también afectar la demanda de
cobre.
Por su parte, proyectar la oferta de cobre implica analizar factores que influyen en la minería,
refinación y capacidades de producción del cobre. Como base se pueden identificar tendencias en
la producción, tanto a nivel global como en los países productores clave; las reservas y recursos
conocidos, así como también los planes de inversión y actividades de exploración de las compañías
mineras. Además, la disponibilidad de mano de obra futura, cambios regulatorios y condiciones de
estabilidad geopolítica, posibles interrupciones en la cadena de suministro, y el costo de la energía,
se pueden pensar como factores significativos a la hora de definir la oferta.
Se obtiene así el siguiente modelo de regresión lineal múltiple para la variable dependiente PRECIOc,
para cada año:
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Según los resultados arrojados por el modelo, la variable dependiente PRECIOc queda explicada en
un 84,5% por las variables explicativas. Como resultado, la aplicación del modelo produce como
resultado una tendencia más bien de tipo conservadora y relevando una leve tendencia a la baja del
precio del cobre, con una media calculada de US$/libra 369.
Para el periodo proyectado 2024 y 2033, se consideran los siguientes comportamientos para las
variables independientes:
‐ Stock Total – Sc con tendencia a la baja y algunas fluctuaciones al alza interanuales durante el
periodo, debido a los niveles de inventario actualmente reducidos y el comportamiento más
bien errático observado en la serie histórica de la variable;
‐ Producción Mundial – Pc con leve tendencia al alza hasta la barrera de 25.000 T.M.;
‐ Consumo Mundial – CMc también con suave tendencia al alza hasta la barrera de 26.000 T.M.
al término del periodo en cuestión, debido a que en el horizonte más cercano se observa una
suerte de ralentización de la manufactura y actividad industrial de los principales consumidores
de cobre.
‐ Por su parte, el valor del tipo de cambio dólar – USD se considera moderadamente a la baja,
situación que se hace más notoria especialmente a contar del año 2028 en adelante.
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N°3. Precio promedio 2024‐2033: USc$342 (moneda 2024).
Existe un mercado de precios futuros sobre cobre en el cual es posible asegurar hoy precios para
entrega del metal en el futuro. Todos los días se transan en bolsas internacionales cerca de 40 de
estos contratos futuros con madureces hasta 5 años a partir de hoy. Muchas de las expectativas
sobre fundamentos económicos (p. e., demanda, oferta, inventarios) se ven reflejados en el vector
de precios de estos contratos a distintos plazos, también denominado curva de precios futuros.
La estimación de precios del cobre aquí propuesta se construye a partir de la curva de precios
futuros sobre dicho metal más una prima por riesgo. La justificación para esta metodología es que
la diferencia entre: (a) el precio spot esperado de cobre a T períodos, y (b) el precio futuro sobre
cobre a T periodos, es un premio por riesgo porque el primero es un flujo riesgoso, mientras que el
segundo es un flujo sin riesgo con la misma madurez.
Otra forma de ver esto es a través del valor presente de una libra de cobre en T periodos a partir de
hoy. Por simplicidad, consideremos que T=1 y tasas de descuento compuestas continuas. El valor
presente se puede obtener de dos formas: (a) descontando el precio spot esperado a una tasa de
descuento que refleje el riesgo de dicho metal, o (b) descontando el precio futuro a un año a la tasa
libre de riesgo. Por ausencia de arbitraje, los valores presentes de ambas alternativas debieran ser
iguales:
𝐸𝑆 𝑒 𝐹𝑒
Aquí 𝐸 𝑆 es el precio spot esperado a un año, 𝐹 es el precio futuro a un año, 𝑟 es la tasa libre de
riesgo, y 𝜋 es el premio por riesgo asociado al cobre. Aplicando logs y despejando se obtiene:
log 𝐸 𝑆 log 𝐹 𝜋
es decir, el precio spot esperado de cobre se puede entender como el precio futuro sobre el metal
(dato observado cada día) más una prima por riesgo. El principal desafío de este enfoque es modelar
correctamente la prima por riesgo.
Existe evidencia suficiente sobre la variabilidad de los premios por riego en el precio del cobre y su
relación con variables macroeconómicas y variables específicas relacionadas al metal, tales como
los inventarios de cobre o la presión por cobertura es el mercado. En la medida que esta información
también afecte a la curva de futuros, uno puede utilizar variables de la propia curva de futuros (por
ejemplo, el nivel, la pendiente y la curvatura) para modelar el premio por riesgo.
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permite extrapolar la curva de futuros a madureces hasta 10 años y estimar la prima por riesgo
asociada a cada madurez.
Usando datos mensuales de los últimos 30 años de curvas de precios futuros sobre cobre, se
obtienen las 7 primeras componentes principales (PCs) de los datos, variables que representan el
estado de la economía. Típicamente, la 1ra PC se relaciona con el nivel de precios de cobre, la 2da
PC con la pendiente de la curva de futuros, y la 3ra con la curvatura de dicha curva. Se asume que
estas componentes principales varían en el tiempo según un vector autorregresivo de orden 1.
Usando la curva de futuros más reciente (15‐ago‐23), se obtienen las variables de estado implícitas
y luego se estiman los premios por riesgo para cada madurez los parámetros estimados según la
metodología descrita anteriormente. A partir de estas estimaciones, se obtiene el vector de precios
esperados para el cobre para los próximos 150 meses, y luego, los promedios anuales que se
reportan.
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N°4. Precio promedio 2024‐2033: USc$347 (moneda 2024).
Durante las últimas semanas de agosto 2023, el precio internacional del cobre, versión LME, ha
experimentado ajustes a la baja debido principalmente a los problemas financieros de China, su
menor tasa de crecimiento económico y la restricción de su comercio exterior.
Para la presente consulta respecto de proyección del precio del cobre, se construyeron escenarios
probables de Precios más Bajos (Conservador), Precios Medios (Moderado) y Precios más Altos, con
importancia relativa o probabilidad de ocurrencia de 25%, 50% y 25%, respectivamente, para cada
escenario, obteniéndose la Proyección requerida. Se presenta a continuación:
A título personal, toda proyección, bajo cualquier método o modelo cuyo uso es casi imprescindible,
no puede aislarse de los ciclos económicos y de los riesgos no sistemáticos que impacten
exógenamente a los mercados, y en especial, al del cobre, cuyo precio contiene adecuadas
características predictivas del desenvolvimiento de la economía mundial, a lo menos por dos años.
Las proyecciones deben razonadamente dar espacio al auge y a la normalidad, como también a las
crisis o burbujas no esperadas.
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Una tasa de crecimiento del orden del 6,5% para China es, en términos de incremento de bienes
reales, similar a tasas del 8,5% al 10% ocurridas en décadas pasadas. Lo mismo para otros países
desarrollados, a niveles del 2,5% hoy. Se espera que dichas tasas sean las promedio para los 10
próximos años. Podría ser posible tasas menores o mayores en períodos cortos (dos años), pero
serían de carácter transitorio y no permanente. Ceteris Paribus todo lo demás, excepto India.
Asimismo, el precio del cobre podría seguir una ruta similar. Precios consistentemente altos a ser
observados en los diez años de estudio y proyección, a situarse entre los CtvUS$ 3,5 y 4,0 por libra,
de carácter permanente. Podría ser visible y por varios meses que se materialicen precios menores
a CtvUS$ 3,5 y muy cercanos a CtvUS$ 3,0 por libra, como también superiores a CtvUS$ 4,0 y hasta
niveles de CtvUS$ 4,5‐4,7 por libra, pero no serían de carácter permanente a la década de
estimación.
El precio del cobre esconde (hoy menos que antes), características peligrosamente inflacionarias
para el desarrollo industrial y precios al por mayor, que finalmente terminan traspasándose a los
bienes finales y los servicios (parcial o totalmente, pero relevante). La experiencia de alta inflación
aprendida por las economías mundiales y los excesos de relajamiento monetario practicados no
tendrán mucho espacio para repetirse.
A partir del año 2024, donde se espera el término definitivo de alzas de tasas de interés y comienzo
de los recortes en las principales economías mundiales, los analistas financieros predicen que sería
un lento proceso de rebajas, para permanecer, en promedio, a niveles entre el 3,5% a 4,5%, no
menos, y por un largo tiempo. Goldman Sachs, cada cierto tiempo, nos presenta proyecciones del
precio del cobre de niveles de US$ 10.000 por TM y superiores. La única forma posible que esto
pudiese suceder es que las tasas de interés internacionales (en renta fija, bonos del tesoro, papeles
del BCE, etc.), sean del orden del 1,5% al 2,5% anual, lo cual no se visualiza como escenario posible
para que los Fondos (pensiones, especulativos, de capital), entren masivamente a participar de los
mercados de commodities en magnitudes apreciables o de similitud ocurrida en los años 2004‐2006.
Esta observación o crítica la realizo a nivel personal, pero también como experto.
El espacio para un período de precios del cobre más deprimidos (si se pudiera llamar bajos precios
a niveles promedio de CtvUS$ 3,58 y 3,38, nominales), fue incorporada para los años 2028 y 2029,
donde tanto por problemas de liquidez y financiamiento en proyectos, materialización de riesgos
por retrasos debido a factores ambientales y gubernamentales y el no cumplimiento de plazos
previamente comprometidos, principalmente con inversionistas, podría impactar al mercado del
cobre. Aparentemente, lo anterior debiera presionar el precio al alza por escases relativa, sin
embargo, el sector industrial transformador de cobre termina posponiendo órdenes de compra,
tanto a nivel spot como futuro, lo cual finaliza con una depresión en la cotización del precio por
menor actividad en el mercado de la compraventa de cobre, a nivel de físico como también
financiero. Esta trampa, si pudiera llamarse así, que no es permanente, impacta el precio promedio
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de un período (o dos), donde podrían observarse durante el ejercicio precios muy altos y precios
muy bajos, lo que confunde inversiones de inversión y compraventa del producto. El mercado
mismo la corregirá, pero puede tardar un tiempo.
Los argumentos expresados anteriormente fundamentarían una proyección de muy altos precios
para el período 2024‐2027, precios relativamente deprimidos para los años 2028 y 2029 y altos
precios nuevamente para los cuatro últimos años de proyección (2030‐2033).
Los informes de los principales agentes, analistas, expertos e instituciones especializadas indican
una significativa demanda de cobre para tales años. Se proyecta para los períodos finales de
proyección una demanda robusta. En general, la demanda de cobre estaría sustentada en toda la
década en los siguientes fundamentos:
a) La descarbonización, que acelerará el recambio desde los combus bles fósiles a la energía
limpia, al incremento de la electrificación en transporte y edificación y a la eficiencia energé ca.
b) Descentralización energé ca, por el impulso a las soluciones socioeconómicas de bajo voltaje,
intensivas en el uso de cobre.
c) Transporte, por una parte, vehículos livianos y de alta autonomía y por otra, transporte público
más automa zado.
d) Construcción y urbanización, con viviendas de electrificación inteligente y de menor tamaño.
e) Electrodomés cos mul funcionales, de bajo consumo energé co.
f) El posible Factor India.
Por el lado de la oferta, habrá muy poca producción de cátodos de cobre provenientes del
tratamiento de minerales oxidados. Será visible su agotamiento en los próximos 10 años. La
capacidad de tratamiento en complejos de fusión y refinación se proyecta que estará retrasada para
el procesamiento de concentrados de cobre (que serán relativamente abundantes), lo cual hará
subir los cargos de tratamiento en los mercados internacionales y locales. Tal incremento de los
cargos o maquilas serían el fundamento de altos precios del cobre para los años 2030‐2033.
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N°5. Precio promedio 2024‐2033: USc$358 (moneda 2024).
Luego del inicio de la pandemia a principios del año 2020, la incertidumbre en torno a la trayectoria
del precio del cobre ha aumentado en forma importante afectado, inicialmente, por restricciones
de oferta por elementos sanitarios, posteriormente una demanda impulsada por la gran liquidez
que hay en el mundo, perspectivas inciertas debido, entre otros, a las políticas monetarias
restrictivas impulsadas en gran parte de nuestros principales socios comerciales y, finalmente, por
las malas perspectivas de la evolución de China en los próximos años. Por tanto, la trayectoria del
precio del cobre en el corto plazo estará determinada por la evolución de la actividad mundial, con
especial énfasis en China.
Históricamente el precio real del cobre ha presentado marcados ciclos de expansión y/o
contracción, que luego pareciera tienden a revertirse hacia su media histórica, la cual se ubicaría en
torno a los US$3,5 (deflactado por IPC de EE. UU.). Estos ciclos pueden durar varios años y mostrar
alta volatilidad. A lo anterior, se agrega un nuevo fenómeno que afectaría la demanda por cobre en
el mediano/largo plazo está relacionado con los innumerables usos asociados a atenuar el cambio
climático. Así, esta nueva demanda será creciente en el tiempo en la medida que sus usos se vayan
desarrollando a precios asequibles. Esta nueva demanda permanente y creciente llevaría a su precio
de largo plazo a ubicarse más arriba de su media histórica, justamente fomentando la entrada de
nuevos proyectos mineros con costos operativos más elevados producto de las menores leyes.
En el plano externo, en el primer trimestre de este año sorprendió la expansión de China — apoyado
por el fuerte dinamismo de los servicios producto del fin de la política cero Covid‐19—, mientras los
mercados laborales en los países desarrollados continuaron dinámicos. Sin embargo, las
perspectivas de crecimiento global persisten bajas. En particular, para China se espera que el
dinamismo de la demanda interna sea transitorio dados los indicadores de confianza debilitados,
elevado desempleo en la población joven, vulnerabilidad del sector inmobiliario, alta deuda en ese
país y limitada respuestas de política económica.
Con todo, las débiles perspectivas de crecimiento mundial y las dudas en torno al desempeño de
China indican que, en el caso del cobre, si bien se mantiene la estrechez en el mercado, su precio
estará dominado por una débil actividad global.
De esta forma, la proyección de los próximos diez años del precio del cobre considera, para el corto
plazo, una reducción a partir del 2023 en la medida que se evidencien las menores perspectivas para
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nuestros principales socios comerciales, mientras que para el mediano plazo los fundamentos serán
los que determinen la evolución del precio del cobre, los cuales seguirán siendo sólidos
a. China: En las últimas décadas China ha pasado a jugar un rol central en el comercio mundial,
afectando de paso el mercado del cobre al consumir el 52% del cobre mundial. China ha
presentado un crecimiento elevado por varias décadas, centrado en la inversión y las
exportaciones. El tipo de inversión que llevó a cabo, especialmente en infraestructura, equipo
industrial y construcción, era intensiva en el uso del cobre, llevando a China a pasar de
representar menos de 4% en 1990 de la demanda mundial por cobre a 50% en 2014,
impulsando el boom de los commodities. Sin embargo, China ha cambiado su estrategia de
desarrollo hacia el consumo interno y, adicionalmente, se ha visto marcadamente afectada por
los efectos de las restricciones sanitarias por la pandemia, lo cual le ha afectado en forma más
prolongada que lo esperado y que se considera durará unos años más, reduciendo las presiones
sobre el precio del cobre.
b. Ola verde: A lo anterior, deben sumarse factores que irán progresivamente influyendo en sus
perspectivas. Dentro de estos, el que más destaca en los últimos años es el impulso de
demanda que podría provenir de la denominada “ola verde” dados los múltiples usos que
presenta este mineral para enfrentar el cambio climático. El compromiso de los gobiernos por
combatir el cambio climático, el consiguiente movimiento hacia energías renovables y el mayor
uso de la electromovilidad, etc., podría tener un impacto significativo en la demanda futura de
cobre. Se suma la expansión de la tecnología 5G, también intensiva en el uso del metal. De
todas maneras, las estimaciones en torno al impacto de estos factores en la demanda de cobre
contienen un alto grado de variabilidad. De confirmarse las estimaciones más optimistas, la
demanda se expandiría significativamente en la próxima década, presionando una oferta con
capacidad de respuesta incierta. No es descartable que en las próximas décadas la denominada
“ola verde” impulse el precio por un período más largo de tiempo.
c. La oferta, en general, presentará una lenta capacidad de respuesta a los cambios de este
mercado, permitiendo un crecimiento moderado. Las menores leyes, la entrada en operación
de los nuevos proyectos más caros, los menores costos post guerra y la adecuación al cambio
climático llevará a que la oferta responda lentamente al aumento paulatino de la demanda que
dependerá, principalmente, del avance de la electromovilidad y transición energética en el
mundo por la ola verde llevando el precio a su nuevo equilibrio de largo plazo, superior a su
media histórica, dando espacio para nuevos proyectos con costos de producción mayores
producto de las menores leyes.
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N°6. Precio promedio 2024‐2033: USc$369 (moneda 2024).
Las predicciones presentadas del precio del cobre se realizaron usando un modelo de series de
tiempo que captura de manera conjunta los determinantes de largo plazo del precio, así como
la dinámica de ajuste de corto plazo.
En términos generales, el modelo predictivo presenta un mejor desempeño durante los
primeros 5 años, mientras que la calidad de la predicción se reduce los últimos 5 años.
Elementos claves considerados para predicciones:
o La economía China muestra un debilitamiento durante 2023 que se espera se mantenga
en los próximos 3 años. Este debilitamiento implica una contracción de la producción
industrial local, y, por ende, de la demanda y precio del Cobre.
Adicionalmente, aún existe fuerte incertidumbre respecto al desempeño del sector
inmobiliario en China. A la fecha, compañías como Evergrande, se encuentran en una
situación financiera de cuidado, y no se observa una resolución de esta incertidumbre ni
en el corto ni en el mediano plazo. Considerando estos dos elementos, esperamos que la
economía china no crezca más de un 5% anual durante el período de predicción del
modelo, en línea con las proyecciones de organismos como el IMF y la OECD.
o Rol del crecimiento mundial con foco en EE. UU. Se espera que para 2024 la política
monetaria en EE. UU. muestre signos de relajo con proceso de reducción de tasas de
interés. Así, se comenzaría a entrar a un ciclo de expansión moderada en la economía, que
no generaría demasiadas presiones inflacionarias. Considerando estos elementos, se
espera que la economía mundial crezca en un rango de 2% a 3% en el período en que se
realizan las predicciones.
o Se sigue considerante un aumento estructural en la demanda de cobre en el largo plazo
asociado al fuerte desarrollo que se espera que tenga la industria de electromovilidad. Las
predicciones presentadas consideran que esta industria duplique su tamaño en los
próximos 10 años.
En el largo plazo, se espera que se expanda la brecha entre la oferta y la demanda de cobre, con una
oferta significativamente por debajo de la demanda, generando presiones al alza en el precio del
cobre. En las predicciones, esto se ve particularmente reflejado en los últimos años del período
considerado.
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N°7. Precio promedio 2024‐2033: USc$370 (moneda 2024).
Las proyecciones para el precio del cobre desde el año 2026 en adelante, al representar condiciones
de mediano a largo plazo, están determinadas principalmente por los costos de producción, más
que por la demanda. En los costos influyen las habituales fuerzas contrapuestas. Por un lado está el
envejecimiento de los yacimientos actuales y su consecuente caída en la leyes de mineral, además
de la dificultad para encontrar y sobre todo desarrollar nuevos yacimientos, ante la creciente
sensibilidad ciudadana por los impactos ambientales de la actividad. Por otro está el avance
tecnológico ‐digitalización, automatización, remotización‐ que aumenta la productividad, junto con
la mayor probabilidad de que países africanos y asiáticos establezcan reglas más claras para atraer
inversiones en minería. Estas fuerzas contrapuestas han estado presentes en los últimos años, sin
que se perciba en el horizonte relevante un quiebre que haga variar significativamente el equilibrio
hasta ahora observado. Esto significa mantener el valor tendencial de 350 centavos de dólar la libra
de cobre proyectado en esta misma instancia el año pasado, que a valor del año 2024 equivale a
366 centavos. Otra forma de interpretar este precio del cobre es que se trata del mínimo necesario
para mantener un ritmo de inversiones acorde al crecimiento de la demanda.
Sostener, como se hizo en el párrafo anterior, que el precio de largo plazo está determinado
esencialmente por los costos de producción, se basa en un escenario en que la demanda no ofrece
sorpresas significativas. Cabe notar que esta ausencia de sorpresas supone que, para el horizonte
de análisis, no surgirán sustitutos repentinos del cobre y la demanda creciente por cobre para
abastecer la transición energética necesaria por el combate del cambio climático no se desviará del
panorama conocido. Más concretamente, este crecimiento motivado por la transición energética
parece estar asimilado y con valores cercanos a un 2,3% anual se asemeja al impulso que China dio
en la década pasada a la demanda de cobre. Otro antecedente que pone una nota de cautela al
impacto de la transición energética en la próxima década, es que la participación del transporte en
el consumo de cobre ‐principalmente por el avance en electromovilidad‐ pasará del 12% actual al
18%. Este es un cambio significativo, pero no dramático.
Proyecciones 2023‐2025
En el corto plazo ‐entre este año y el 2025‐ el precio está determinado por el balance de mercado.
Por el lado de la demanda, las proyecciones de crecimiento económico mundial muestran que luego
de un 3,5% el año 2022, el presente año y el próximo van a estar en valores más bajos, cerca del 3%.
Esto estaría determinado principalmente por una inflación de Estados Unidos que aún no logra
converger a los niveles de 2% anual, retrasando el relajo monetario, y por una economía china que
sigue dando señales de ralentización hacia un crecimiento económico de 5% e incluso menor. Todo
18
lo anterior deriva en aumento de la demanda mundial de cobre en torno a 2,5% anual para 2023 y
2024.
Estos pronósticos de mayor expansión de la oferta que de la demanda de cobre llevan a proyectar
que el precio del cobre seguirá la tendencia a la baja que se ha observado durante este año.
En concreto, la visión antes descrita lleva a coincidir con las proyecciones de Cochilco de 385
centavos para 2023 y 375 centavos para 2024. Estos valores, llevados a moneda del 2024, equivalen
a 402 centavos y 392 centavos respectivamente. Para el año 2025 se proyecta un precio de
transición entre la condición de corto plazo definida para el año 2024 y el precio de tendencia del
año 2026, resultando en un valor intermedio de 379.
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N°8. Precio promedio 2024‐2033: USc$374 (moneda 2024).
La proyección del precio del cobre se basa en los perfiles de variables reales y financieras relevantes
para su trayectoria, las que incluyen indicadores de actividad económica de los principales
consumidores de cobre, inventarios en las distintas bolsas de metales, precio del petróleo como
proxy de costos, y un índice de tipo de cambio real de EE. UU., el que permite incorporar el efecto
en demanda relativa entre principales consumidores, más allá del simple efecto denominación
sobre el precio del metal. En el tipo de cambio real de EE. UU. se considera un ajuste dado por el
tipo de cambio real de China para incorporar el efecto de demanda relativa en el principal
demandante de cobre que no se ve completamente capturado en la variación del dólar canasta real.
Los gráficos a continuación entregan una comparación de los perfiles de estas variables utilizadas
para el ejercicio actual y el realizado en agosto 2022, de manera de dimensionar los cambios que se
han observado. La ventana de tiempo considerada para las estimaciones corresponde a 2000 a 2023,
con datos en frecuencia trimestral.
De los ejercicios, el precio nominal del cobre para 2023 se estima en un promedio de US$3,85 la
libra (que asume una recuperación acotada hacia el cierre de este año, considerando las condiciones
actuales de mercado). Hacia 2024‐2027 se proyecta un aumento gradual del precio hasta niveles de
US$4,02 la libra, explicado principalmente por una depreciación del dólar global, así como por
niveles de inventario de cobre que seguirían relativamente bajos. Esto se ve compensado por un
escenario de crecimiento global que sigue ralentizándose durante el 2024, así como un precio del
petróleo (proxy de costo) que se normaliza ante la menor demanda mundial y la disminución de las
primas por riesgo asociadas a la incertidumbre de la oferta. Para la ventana de tiempo 2028‐2033,
se proyecta un precio del cobre que sigue aumentando gradualmente en términos nominales, para
finalizar en torno a US$4,5 la libra, ante el movimiento al alza de las importaciones de cobre durante
el período.
En conclusión, se estima un precio promedio nominal para el periodo 2024‐2033 de US$4,1 la libra,
lo que arroja un precio promedio real de US$3,74 la libra, de acuerdo con la serie de inflación en
dólares entregada.
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21
N°9. Precio promedio 2024‐2033: USc$374 (moneda 2024).
Para la estimación del precio spot del cobre para el periodo 2023‐2033, se utilizó una metodología
de simulación condicional estocástica, apoyada por técnicas de Data Science.
Para lo anterior, se hizo un análisis de regresión multilineal de las variables que afectan el precio del
cobre, como lo son: Producción Mundial de Cobre Mina, Costo Neto de Cátodo, Consumo de Cobre,
Estimación del Precio del Dólar, entre otros. Una vez obtenido la ecuación que define el precio, se
simula condicionalmente en un espacio gaussiano mediante generación de números aleatorios,
corrigiendo según condiciones de mercado y dependencia de sucesos anteriores.
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N°10. Precio promedio 2024‐2033: USc$376 (moneda 2024).
Para la elección de la metodología se consideró que, más que una trayectoria específica de año por
año del precio del cobre, lo que DIPRES requiere de los expertos es una estimación del valor
promedio del precio del cobre para el período 2024‐2033. Este output será promediado con el de
19 expertos más, con el objetivo de determinar el precio del Cobre de largo plazo a incorporarse en
las estimaciones de Balance para la Ley de Presupuestos.
Así, se tomó información de Cochilco, Dipres, Bloomberg, BCCh y algunos reportes de bancos de
inversión internacionales.
Antes que todo, se realzó un reajuste de las proyecciones presentadas el año anterior, calibrando
por el “error de proyección”. Luego, para la primera parte de la estimación (2024‐2027) se consideró
una metodología que calcula tanto oferta como demanda de cobre a nivel mundial. Hacia adelante
se consideraron además factores como la mayor intensidad de uso de cobre a futuro, dada por la
creciente preocupación por la descarbonización y el medioambiente. Acá toman relevancia temas
como la electromovilidad, intensiva en el uso de cobre. Con todo, se estima que hacia el largo plazo
(2028‐2033) tomará más relevancia una demanda por cobre que va a crecer más que la oferta del
mismo, lo que además incentivaría la comercialización de chatarra de cobre, elemento también
presente en el cálculo.
Al mismo tiempo se tiene que la demanda por cobre estaría por sobre la oferta (en una proporción
creciente hacia el futuro). Esto, por cuanto se ve que gran cantidad de los proyectos en carpeta para
la mayor extracción de cobre no se realizarían. No al menos en las fechas estipuladas actualmente.
Con todo, el precio real (base 2024) estimado para el cobre en 2033 asciende a USc/lb 3,75, con un
promedio de USc/lb 3,76.
Cabe destacar que el escenario inflacionario actual de EE. UU. se ha traducido en gap importante
(es decir, mayor al habitual dado por la historia) entre la estimación del precio nominal versus el
real.
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N°11. Precio promedio 2024‐2033: USc$377 (moneda 2024).
Desde fines del año pasado, el precio ha seguido una trayectoria de recuperación, no exenta de
volatilidad, provocada por una serie de factores que no necesariamente apuntan en la misma
dirección.
Todos estos factores se han incorporado como antecedentes para la base de la proyección.
A mediano plazo, se prevé que el mercado podría entrar en una fase de sobreoferta desde el año
2023, y en los años siguientes, situación que es compatible con los niveles de precios entregados en
la planilla de proyecciones.
La proyección de más largo plazo asume que, a partir del año 2028, el precio convergería o fluctuaría
en torno a su nivel esperado de largo plazo. Este supuesto se basa en la propiedad de reversión a la
media que caracteriza a la cotización.
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Para determinar este precio esperado de largo plazo, se proyecta la tasa de crecimiento más
probable para la demanda de cobre a ese plazo y, basándose en un catastro de las operaciones y de
los proyectos probables y posibles de la industria, se estima el costo marginal de largo plazo
requerido para satisfacer dichos niveles de demanda (descontando del consumo total el aporte de
la producción de cobre secundario).
La proyección de más largo plazo, por el lado de la demanda, se ve favorecida por las oportunidades
que se han abierto para el cobre, como resultado de factores como la transición energética y el
mayor uso, producción y ventas de vehículos eléctricos, más intensivos en el uso del metal.
La pregunta más compleja a responder ha sido a qué plazo y costo marginal, la producción requerida
para satisfacer a la demanda puede materializarse, a través de las operaciones existentes, y los
proyectos probables y posibles que existen en cartera, considerando la información de distintas
fuentes.
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N°12. Precio promedio 2024‐2033: USc$377 (moneda 2024).
Para efectuar la estimación desde el periodo 2023 a 2033 se utilizó la información que provee el
Banco Central de Chile y Cochilco, que entregan datos de producción, stock y demanda, además
analizando la información de comportamiento de los mercados en relación a bienes que utilizan
cobre. Con lo anterior, se realiza un análisis econométrico con lo cual se obtienen los datos
entregados. Además se cotejan con publicaciones de la misma índole.
Es importante tener en cuenta que estas proyecciones están sujetas a cambios debido a diversos
factores que pueden influir en el mercado del cobre. Algunos de estos factores incluyen la oferta y
demanda del metal, la situación económica global, los eventos geopolíticos, la especulación del
mercado, entre otros.
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N°13. Precio promedio 2024‐2033: USc$385 (moneda 2024).
El incremento en la demanda en parte importante está explicado por el uso de cobre en tecnologías
asociadas a electromovilidad y a energías no intensivas en combustibles fósiles principalmente.
Para el período 2026 ‐2028 ya se marcaría un crecimiento mayor de la demanda por sobre la oferta,
lo que provocaría un déficit y un alza de los precios, pero probablemente ya hacia el 2029 la oferta
reaccionaría tratando de acortar la brecha motivada por el alza de precios.
Para el período 2029 al 2033 si bien se anticipa un déficit, la irrupción de nueva oferta debiera
atenuar los precios.
Es importante señalar que en esta proyección asigna un rol moderador del precio a los stocks fuera
de bolsa que se asumen están en reservas principalmente en China. En total se considera que la
oferta vendría en un 65% de nueva producción de refinado proveniente de minas y un 35%
proveniente de reciclaje y reducción de stocks fuera de bolsa.
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Balance TMF Precio CUSD/lb
Banda de
equilibrio
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N°14. Precio promedio 2024‐2033: USc$396 (moneda 2024).
Demanda
China deja de ser China. Su ritmo de intensidad de uso baja de un 15% a solo una expansión aprox.
de 1%. Si de una base marcadamente mayor, aprox. 15 millones de toneladas. Por lo tanto, fijó una
nueva meseta de consumo, pero no una expansión exponencial, que le garantizó al cobre un nuevo
piso, respecto a las décadas del 80 al 90, periodo que el precio del cobre sufría un decaimiento
mayor. Si podrá incrementar su demanda por 2 poderosas razones: está cumpliendo China el ciclo
promedio de desgaste –amortización de bienes fabricados 25 años atrás–, y hay mayor conciencia
y se han incorporado regulaciones de descarbonización.
Se está apostando nuevamente por un mayor consumo de la India, ciertamente será así, aunque
aún lejos de la expansión histórica de China. El tamaño de India lo respaldaría y su expansión
económica también; inversamente, su cultura es más pasiva y bajo sus propios padrones como
hábitos, acento en ámbito construcción, mantienen sus tradiciones. Si es un sector altamente
demandante de cobre, como importante fabricante de vehículos demandara más cobre vía la
electromovilidad. Se espera un incremento gradual de una mayor intensidad de uso del cobre hacia
el 2033.
Ciertamente hay una constelación de países asiáticos de tamaño intermedio que están
progresivamente creciendo económicamente a un alto ritmo, que demandaran más cobre. Son los
países emergentes de mayor tasa de desarrollo.
La chatarra ‐cobre secundario‐ actúa como amortiguador ante la ausencia de suficiente cobre
primario y ante precios atractivos del cobre, pero con la limitación de que su respuesta es acotada.
Siendo que el cobre no pierde sus propiedades, por lo tanto, hay un importante trasvasije de stocks
acumulativos de cobre hacia los países desarrollados, que hoy en día se traduce que satisface la
demanda en un rango de un 17 a 20%. Al utilizar cobre, como promedio de los promedios, la
extensión de vida a los bienes que se le incorpora es de una vida media de unos 20 años. En el
futuro no tan lejano la “chatarra de cobre” jugara un rol más activo en la disponibilidad de cobre.
Ante una reconocida, tanto de la demanda como de la oferta un comportamiento inelástico la
chatarra es más móvil y se adapta más ante los clásicos bajos stocks de almacenamiento del metal.
La industria automotriz por sí misma se ha impuesto ‐más allá de las normativas‐ con fechas
definidos y próximas de incorporarse a la electromovilidad (autos/camiones/buses) que
resguardará la mayor utilización del cobre y comprometerá a otras actividades o/y las condicionará.
29
Y en la reconversión de la fuente de las energías, el espacio al cobre como excelente conductor,
estará presente aun con mayor gravitación que en el pasado, no solo por la huella de carbono, sino
que sus propias propiedades de cara a las energías limpias.
Oferta
Con bastantes interrogantes, por la acumulación de regulaciones de toda naturaleza, más allá de las
medidas ambientales, que se han exacerbado más allá de la racionalidad y el bien común, frenando
e inhibiendo el proceso de inversiones del condicionante largo plazo, en todos los países relevantes
abastecedores de cobre. Los gobiernos están agudizando su celo de guardianes de sus recursos
naturales.
Con la excusa de un bien insustituible y que mayormente no se renueva ‐en cierta medida una
falacia‐, por cuanto el carisma y la riesgosa “exploración” cumple ese rol, de incorporar oferta se ha
inhibido su explotación y que los Estado deberían tener un rol preponderante en la extracción vía
producción estatal o impuestos–royalties superando los márgenes e incentivos de entrada o
permanencia en el negocio.
W. Mackenzie sostiene y evaluó que en la próxima década faltarán 6 millones de toneladas para
estar a la par con la nueva demanda.
Es difícil encontrar una industria que al considerarla diminutivamente “extractiva “que tenga en la
práctica más complejidades y riesgos a lo largo del tiempo. Si tiempo, por cuanto del proceso
mencionado de exploración a plena producción pueden trascurrir 20 años. Y los bancos financistas
lo saben, lo que les hace más onerosa a las compañías apalancar su financiamiento a tasas
prudentes.
Hay una limitante realidad, no se están desarrollando proyectos greenfield desde 0, tanto por lo
mencionado anteriormente, como que dentro de los 62 proyectos que están identificados,
globalmente, no existen de estos, depósitos primarios, con leyes de alta ponderación y reservas
cubícales de mayor cuantía.
En este de rango de 10 años hay que incorporar al menos un ciclo de alza como de bajas por la
variabilidad en los ritmos de crecimiento de la economía mundial y sucesos imponderables, como
conflictos bélicos, y lo considerandos que no capta nuestra experiencia cognitiva.
En definitiva, por lo expuesto y otras razones públicamente conocidas, que no justifica explayarse,
el precio del cobre debería permanecer cercano a los US$4 dólares en términos reales en los
próximos 10 años.
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N°15. Precio promedio 2024‐2033: USc$399 (moneda 2024).
El precio del cobre subió con fuerza durante el primer trimestre de 2023 ante señales positivas de
recuperación de la demanda de cobre en China. El precio contado LME cerró en 405 c/lb a fines de
marzo, 6,5% por encima del cierre del trimestre anterior. Sin embargo, las expectativas de los
inversionistas se volvieron cada vez más negativas a medida que avanzó el año, al comprobar que
era poco probable que la recuperación de la demanda de cobre de China cumpliera con las
expectativas. Después de un aumento del precio a niveles de alrededor de 396 c/lb hacia comienzos
de agosto, apoyado por niveles decrecientes de inventarios de cobre refinado en bodegas de bolsas
de metales, el precio del cobre ha bajado a menos de 370 c/lb a mediados de agosto. Se espera que
el mercado global de cobre refinado registre una ligera sobreoferta en el segundo semestre de 2023,
para alcanzar un precio del cobre LME promedio anual de 386 c/lb en 2023.
Se espera que el mercado global de cobre refinado se mantenga relativamente equilibrado en 2024,
con un consumo de cobre refinado creciendo a una tasa elevada, en torno al 3,8% anual, y con una
producción global de cobre refinado creciendo también a una tasa similar. Sin embargo, este
equilibrio fácilmente podría resultar en un déficit de oferta importante en 2024 en el caso que la
producción de cobre de mina vuelva a registrar las fuertes caídas de producción ocurridas en 2022
y 2023 respecto de las producciones originalmente proyectadas. Se proyecta un precio del cobre
LME promedio anual de 390 c/lb en 2024.
La ausencia de proyectos mineros importantes que entren en producción hacia el año 2025, unida
a una demanda de cobre creciente producto de la electromovilidad y la descarbonización, pueden
derivar en un importante déficit de oferta hacia ese año, con un precio del cobre escalando
fuertemente a un promedio anual de 420 c/lb en 2025.
Se estima que hacia 2026 y 2027 es posible que entre en producción una importante cantidad de
proyectos mineros aportando una gran capacidad de nueva producción de cobre de mina a nivel
mundial, impulsada por los altos precios del cobre que se proyectan a futuro. Muchos de estos
proyectos son del tipo “brownfield”, o expansiones de operaciones existentes, que pueden ser
materializados en forma más rápida y expedita que los proyectos “greenfield”. De este modo, es
muy posible que el balance global de cobre refinado derive a una situación de sobreoferta en los
años 2026, 2027 y 2028, sin perjuicio del fuerte crecimiento del consumo de cobre refinado que se
espera para esos años. En estas circunstancias, se proyecta un precio del cobre promedio anual
disminuyendo de 450 c/lb en 2026, a 440 c/lb en 2027 y a 430 c/lb en 2028.
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El precio del cobre en el más largo plazo.
El precio del cobre en el más largo plazo estará definido por aquel precio que, más allá de los ciclos
normales de desajuste entre oferta y demanda de cobre, permita el desarrollo de los nuevos
proyectos mineros que necesita la industria global del cobre en el largo plazo. Se estima que hacia
el año 2033 el mercado del cobre requerirá el desarrollo e implementación de nueva capacidad de
producción de cobre de mina, más allá de los proyectos ya decididos o en etapas avanzadas de
estudio por parte de las empresas mineras, por el equivalente a 7,0 millones de toneladas anuales
de producción de cobre.
Las exigencias actuales que enfrentan los nuevos proyectos mineros están frenando su desarrollo y
se traducen en crecientes costos de inversión, bajas leyes de mineral de las reservas a ser
explotadas, restricciones ambientales y conflictos con comunidades locales que dilatan la ejecución
de los proyectos y crecientes costos laborales, de abastecimiento de energía y de insumos en
general. A ello se suma el riesgo político en el caso de algunos proyectos mineros, particularmente
en África, Chile y Perú. En estas circunstancias, se estima que el precio del cobre de largo plazo
debería ubicarse en torno a los 390 c/lb, en moneda real de 2024, con el objeto de gatillar el
desarrollo e implementación de la nueva capacidad de producción de cobre de mina que requiere
el mercado del cobre en el más largo plazo.
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N°16. Precio promedio 2024‐2033: USc$405 (moneda 2024).
Estas proyecciones se basan fundamentalmente en 4 variables i) los fundamentos del mercado del
cobre (balance oferta‐demanda y precios necesarios para satisfacer la demanda, ii) los costos de
producción de mina (y reciclaje chatarra), iii) el valor del dólar relativo a otras monedas, y iv) los
flujos de capitales de inversionistas‐especuladores (efectos sobre el precio en el corto y mediano
plazo).
El predecir cómo se comportarán estos factores en el corto‐mediano plazo ya es muy difícil, hacerlo
para un horizonte de 10 años es extremadamente desafiante, pero al menos se puede pensar en
base a escenarios que estimamos podrían tener mayor probabilidad de ocurrencia.
El precio de largo plazo lo estimo en base al precio que es necesario para incentivar la inversión en
producción de Cobre y abastecer la demanda futura, más allá de 5 años. En el mediano plazo los
precios se ven influenciados por situaciones económicas y desajustes coyunturales. El precio de
largo plazo lo he ajustado al alza básicamente por la inflación del último año, y el consenso hoy se
ubica en el rango de 350 a 410 cent/lb. Mi estimación es en el rango alto ya que los nuevos proyectos
necesarios se ubican en jurisdicciones de mayor riesgo y por lo tanto necesitan un mayor retorno
siendo por lo tanto necesarios mayores precios que justifiquen materializar esos proyectos (Zambia,
DRC, Afganistán, Pakistán, Irán, entre otros). También ha aumentado el riesgo a las inversiones
mineras en jurisdicciones tales como las de Latinoamérica (Chile, Perú, Ecuador) que es donde se
casi ubican la mitad de los proyectos de cobre (greenfield + brownfield) probables de desarrollar
para cubrir la demanda más allá del 2030.
El mercado desde el punto de vista del balance oferta‐demanda se mantendrá muy apretado
durante el resto de la década, en especial a partir del 2026. La intensidad del crecimiento de la
demanda tomará “momentum” al aumentar el nivel de electromovilidad y generación de energías
verdes. La oferta de mina no cubrirá la demanda y el mercado deberá ajustarse.
Los déficit de cobre que se proyectan hacia la segunda mitad de la década se ajustarán mediante
altos precios de cobre necesarios para reducir la demanda vía incentivar la sustitución,
miniaturización y optimización de usos del cobre, y por otra parte incrementar la oferta vía
aumentar el reciclaje o acelerar proyectos mineros.
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de interrupción de cadenas logísticas y de abastecimiento de los últimos años (pandemia‐guerras‐
guerras tarifarias, inestabilidad social)
El valor del dólar tiene una altísima correlación con el precio del cobre y otros commodities. Debe
considerarse que el precio se cotiza en general en USD, pero el cobre se consume en su gran mayoría
en otras monedas, es así como normalmente un dólar fuerte se traduce en menores precios
generándose una buena correlación. Así es como los últimos años hemos visto una fuerte
correlación con el dólar que explica gran parte de los movimientos en el precio del cobre.
Desde el punto de los inversionistas y el flujo de capitales continuará el interés por inversión en
commodities como instrumento financiero, en especial el cobre que tiene buenos fundamentos y
se ve favorecidos por una mayor demanda proveniente de las iniciativas de sustentabilidad,
descarbonización y economías verdes.
34
N°17. Precio promedio 2024‐2033: USc$408 (moneda 2024).
Las condiciones de proyección para el precio del cobre para el período 2024‐2033 no son muy
distintas a las del año pasado, pues continúa la incertidumbre en la economía mundial, donde
Estados Unidos muestra un modesto desempeño, mientras que China, que es el principal
consumidor de metales y particularmente de cobre, continúa el proceso de desaceleración y Europa
se observa que no despega.
A fines del año pasado, se proyectaba un mercado del cobre con superávit debido precisamente al
importante ingreso de proyectos mineros que estaban retrasados, sin embargo, este escenario ha
cambiado pues muchos proyectos a nivel mundial han aplazado el inicio de operaciones a lo que se
agrega menor producción en algunas faenas en actividad, de modo tal que hoy se proyecta un
mercado en relativo equilibrio y en los años venideros un superávit debido al crecimiento de la
demanda relativamente débil frente al fuerte crecimiento de la oferta minera, excedente que ira
decreciendo generándose en el año 2027 un importante déficit.
Por cierto, en el corto plazo veremos alta volatilidad en la cotización del cobre, no obstante, a
mediano plazo y particularmente hacia fines de la década la demanda crecerá fuertemente debido
a la electromovilidad, estimándose se van a producir del orden 50 millones de vehículos eléctricos
que van a demandar 2,5 millones de toneladas adicionales, a lo que se agrega el impulso de las
energías limpias que van a requerir tres millones de toneladas de cobre adicionales.
La oferta, por su parte, considerando los proyectos actuales y el ingreso de nueva producción no
estaría en condiciones de satisfacer ese relevante incremento de demanda, debido entre otros
factores a los que a continuación se indica:
‐ Disminución en las leyes del cobre, ello es muy relevante por cuanto hace más onerosa la
explotación debido a que, para producir la misma cantidad de cobre, se requiere mover más
material, a mayores profundidades y a más extensas distancias, lo que por cierto impacta en
los costos, incrementándolos.
‐ Aumento de recursos para inversión, en las últimas décadas ha sido creciente el monto de
recursos necesarios para producir una tonelada de cobre y no se aprecia que en el futuro
cambie esta tendencia. Asimismo, diversos estudios muestran que el monto real invertido es
sustancialmente superior al proyectado inicialmente, estimándose un 35% en los proyectos
Brownfield y 50% en los Greenfield.
‐ Otro aspecto a considerar son las disrupciones, esto es el diferencial entre la producción
proyectada y la real, en la última década ha sido del orden de un millón de toneladas anuales,
de modo tal que de mantenerse este nivel, sería otro factor que limitaría el aumento de la
oferta.
‐ Limitaciones para el financiamiento, debido al aumento de las tasas de interés, en ello jugará
un papel clave el plazo en que se normalizará el costo del crédito.
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En síntesis, se debe tener presente que cada día es más difícil hacer minería, por los factores
señalados precedentemente a lo que se agrega las normativas ambientales y comunitarias, la
llamada licencia social, que son más exigentes. Junto a lo anterior se debe considerar que parte
importante de los nuevos proyectos se ubican en zonas geográficas potencialmente inestables y de
mayor riesgo político, me refiero especialmente a África.
No obstante, en el mercado del cobre también hay que considerar el comportamiento del gigante
asiático que capta el 55% del consumo mundial. Hoy no vemos en China crecimientos de 10% o 7%
promedio anual como los observados durante muchos años atrás, sino que el objetivo actual es 5%
y se espera que en los próximos años se desacelere a niveles inferiores. Sin embargo, se debe tener
presente que si bien el crecimiento proyectado es menor respecto a lo registrado décadas atrás, la
base es sustancialmente mayor.
Actualmente, los principales desafíos de la economía china son, precisamente, el deterioro del
sector inmobiliario, las condiciones fiscales de los gobiernos locales y la demanda externa. Lo
relevante en esta materia es determinar cómo las autoridades abordaran estos temas y su impacto
en el crecimiento futuro de la gran nación asiática. Al respecto, los formuladores de políticas están
tomando medidas más proactivas para apoyar la economía, luego de la reunión del Politburó de
julio pasado, donde se reiteró la línea a seguir en favor del crecimiento. En este sentido se enmarca
la decisión de bajar la tasa de interés, no obstante, el principal escollo es el sector inmobiliario, que
ha mostrado una espiral descendente entre la confianza y las ventas, ya que los precios de la
vivienda registran una larga caída. El crecimiento futuro de la nación asiática pasa, entre otros
aspectos, por equilibrar el impulso al sector inmobiliario sin que ello estimule una burbuja de
activos.
Por tanto, la salud económica y el ritmo de crecimiento de China, como principal consumidor de
metales, es un factor fundamental a considerar en la cotización de nuestro principal producto de
exportación como es precisamente el cobre. Para la economía mundial y particularmente para el
mercado del cobre es muy relevante lo que ocurra con China, pues por más de dos décadas ha
determinado el precio del metal rojo. El mercado de los metales y, particularmente, el del cobre se
mueve al ritmo que impone China. Y éste, es un hecho indesmentible.
Por cierto, un potencial elemento de riesgo en esta proyección son las tensiones geopolíticas que
se pueden generar entre los dos gigantes de la economía mundial como son precisamente Estados
Unidos y China.
Esta disputa entre las dos principales economías del orbe es de largo alcance y estará presente en
los próximos años, porque se debe considerar que lo que está en juego es la futura hegemonía
mundial.
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N°18. Precio promedio 2024‐2033: USc$418 (moneda 2024).
En el corto plazo el factor dominante será la debilidad del consumo de China, derivada de un menor
ritmo de crecimiento, que perdura en el tiempo en las proyecciones del FMI, que he usado como
base para proyectar consumo. Esto en parte se ve compensado por la caída en la producción de
Chile en el corto plazo.
A plazos más largos tiende a dominar el efecto de un sostenido aumento del consumo, apoyado por
la transición energética. Ese mayor consumo se distribuye en forma menos concentrada en China,
suponiendo que parte de la mayor demanda provendrá de otros países emergentes que sustituirán
a China en la producción de manufacturas.
En plazos más largos se supone que las inversiones en nueva capacidad de producción de cobre
responden a precios más altos y a márgenes que persisten a niveles altos, en medio de alzas de
costos en términos reales, ante la creciente escasez del mineral.
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N°19. Precio promedio 2024‐2033: USc$427 (moneda 2024).
Es previsible que en el año 2024 el precio del cobre supere el promedio del 2023, debido a un déficit
de oferta. Esto en un contexto donde la demanda es estimulada por medidas de descarbonización,
mientras la producción es restringida por la insuficiente inversión en proyectos mineros.
Por el lado de la oferta, si bien un numero substancial de nuevos proyectos introducirá más cobre
en el mercado, se espera que estas expansiones sean insuficientes para satisfacer la demanda
futura.
En conclusión, en el largo plazo se proyecta que el mercado del cobre permanezca en un déficit
estructural.
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N°20. Precio promedio 2024‐2033: USc$434 (moneda 2024).
El pronóstico responde a una estimación en base a un modelo econométrico del tipo VAR de 2
rezagos, con frecuencia anual, el que considera 5 variables endógenas al mercado del cobre y 11
variables exógenas. Las variables endógenas del modelo incluyen, además del precio real del cobre
spot, el precio futuro a 3 meses, los stocks totales en bolsas, las posiciones comerciales largas y el
índice de especulación T de Working.
En cuanto a las variables exógenas al mercado del cobre el modelo incluye el índice de producción
industrial mundial, el Baltic Dry Index, el índice de precios de acciones Standard & Poor’s 500, el
precio real del petróleo (WTI), el índice de commodities de Goldman Sachs, la fortaleza del dólar
(Trade Weighting US Dollar Index), la tasa de interés real LIBOR, la oferta monetaria (M2) de China,
USA y la Unión Europea y el índice de volatilidad de mercado VIX.
A partir del modelo se calculan elasticidades para cada variable, así como funciones de impulso
respuesta y otras estadísticas de interés. Luego, con pronósticos de las distintas variables exógenas
para el periodo 2023‐2033 (estimadas al 15 de agosto de 2023) se simulan las variables del mercado
del cobre en el modelo, con objeto de determinar los pronósticos del precio real spot del cobre.
Desde el punto de vista de los supuestos con los cuales se construyó la estimación, ésta considera
que China impulsa de manera efectiva su economía interna, reduciéndose los riesgos de una
recesión, alcanzando crecimientos cercanos a los establecidos por los planes gubernamentales (5%
anual). En cuanto a la demanda por cobre, lo anterior, sumado a una industria de electromovilidad
en continua expansión, permiten al mundo crecer de forma sólida en 2024 y 2025. Este crecimiento
se encuentra asociado a una menor tasa de inflación, producto del aumento de tasas de interés de
las principales economías del mundo en 2023 y el primer semestre de 2024 (las que deberían
empezar a bajar hacia el segundo semestre de 2024, alcanzando un mínimo a principios de 2026).
La mejor situación económica del mundo, así como la menor volatilidad de los mercados, hacen que
el valor del dólar como divisa se reduzca en 2024 y continué su tendencia decreciente hasta 2025.
No se vislumbran recesiones mundiales relevantes para el periodo de pronóstico en el escenario
central pronosticado.
Los fundamentals del mercado del cobre se ven fuertes en el periodo de pronóstico. El menor
avance de los proyectos en los principales países productores genera un riesgo de sobredemanda,
que podría eventualmente gatillar precios superiores a 500 y 600 cUS$/lb en 2024 y 2025,
respectivamente. Sin embargo, en la proyección central enviada la oferta es capaz de abastecer a la
demanda a precios no superiores a 439 cUS$/lb.
El pronóstico del precio del cobre realizado considera alcanzar condiciones de equilibrio de largo
plazo en 2027, en apenas poco más de 4 años desde iniciado el pronóstico. Esto pues los
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fundamentos microeconómicos y macroeconómicos debieran tender a estabilizarse en dicho
equilibrio en el mediano plazo.
En resumen, tanto el precio de largo plazo como el precio promedio derivado son menores a los
proyectados para 2024 el año pasado, y algo superiores en el caso de 2025. En cuanto al precio de
largo plazo estimado (436 cUS$/lb) este es ligeramente mayor al del año pasado, producto de los
mayores costos de producción y dificultad de ejecutar proyectos en la industria.
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N°21. Precio promedio 2024‐2033: USc$450 (moneda 2024).
El primer paso consiste en utilizar un bridge model para pronosticar los precios diarios faltantes del
mes de agosto.
Posteriormente se procedió a estimar dos modelos VAR distintos basados en los papers de las
referencias.
Análogamente se estimaron dos modelos univariados de la familia ARIMAX para el precio del cobre.
Finalmente se estudió una relación orientada al largo plazo para complementar los pronósticos
anteriores.
Esto llevó a tener una familia de 5 pronósticos distintos, los cuales fueron promediados entregando
los resultados.
A nivel cualitativo, los resultados entregados son coherentes con una economía internacional
desarrollándose de manera sana en la próxima década, y en la que no irrumpan sustitutos
importantes para el cobre, ni se produzcan conflictos bélicos, naturales o económicos de mega
relevancia.
Referencias
“Forecasting Base Metal Prices with Exchange Rate Expectations” Journal of Forecasting,
forthcoming.
“Forecasting base metal prices with the Chilean exchange rate”. Resources Policy 62 (2019) 256‐
281.
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N°22. Precio promedio 2024‐2033: USc$452 (moneda 2024).
Lo que ocurrió en 2021, en 2022, y está ocurriendo en 2023 debiera ser una lección para lo que
viene.
En diciembre 2020 los pronósticos de algunas de las principales consultoras y bancos de inversión
para el precio del cobre en 2021 estaban entre 290 y 335 c/lb con un promedio de 310 c/lb. Esto
incluía a WoodMackenzie, CRU, JP Morgan, Macquarie, Cochilco e Incomare, esta última empresa
chilena. El precio de 2021 fue 422 c/lb, sin embargo, el pronóstico de estas empresas era 305 c/lb
para 2022, pero el precio en 2022 fue 399 c/lb.
En diciembre 2021 los pronósticos de algunas de las principales consultoras y bancos de inversión
para el precio del cobre en 2022 iban desde 330 a 430 c/lb con un promedio de 390 c/lb. El precio
de 2022 fue 399 c/lb, es decir los pronósticos fueron más acertados que en diciembre de 2020. Las
consultoras involucradas fueron WoodMackenzie, Barclays, Deutsche Bank, Cochilco e Incomare.
En diciembre 2022, los pronósticos de algunas de las principales consultoras y bancos de inversión
para el precio del cobre en 2023 iban desde 325 a 430 c/lb con un promedio de 365 c/lb. A julio
2023 el precio para los 7 primeros meses es 395 c/lb. Las consultoras involucradas eran Wood
Mackenzie, CRU, HSBC, Macquarie, Bank of America, S&P Global, Cochilco, e Incomare. Cochilco
apuntaba a un precio de 2023 de 165 c$/lb, importante para el presupuesto de Codelco.
Para 2024, 2025, y 2026, el promedio de los pronósticos en diciembre 2022 fue 360, 370 y 380 c/lb
respectivamente. En julio 2023 estos pronósticos habían cambiado sustancialmente al alza,
apuntando a un precio de 440 en 2026 y de 475 en 2027.
El punto que quiero hacer es que los pronósticos de precio de los próximos 5 años de las principales
empresas del mundo, incluidos los bancos de inversión, contienen alta incertidumbre (gran
variación entre precio más alto y más bajo), alta variabilidad temporal, es decir cambio de valor
pronunciada y rápidamente, en tiempos de meses. Otra característica es que están con frecuencia
equivocados, porque la gran mayoría de los pronósticos de corto plazo, menos de 5 años, se hacen
en base a balances de oferta y demanda. Los mayores errores en los pronósticos en los últimos 30
años se produjeron debido a sobre estimación de la oferta de mina. Ello fue clave desde 2005 a 2007
lo que condujo a una fuerte subestimación del precio futuro, influenciando a la baja las estimaciones
del comité del precio de referencia del cobre. Ello causó el traspaso masivo de recursos al FEES, muy
positivo para Chile, cuestión que nadie previó y que muy pocos reconocieron.
Otros pronósticos de corto plazo se hacen en base a econometría, pero son pocas las instituciones
que usan este método, y su poder de predicción ha sido evaluado por Rivera, Guzmán, Jara y Lagos,
Resources Policy (2021). Y los otros métodos son financieros (evaluados por Gonzalo Cortázar y
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otros), y precios futuros. Ninguno de estos métodos supera en sencillez a los balances de oferta y
demanda, por ello, este método es el preferido a pesar de ser probadamente poco confiable.
El precio de largo plazo se estima fundamentalmente con el método de precio incentivo, el que es
posiblemente el método más robusto que se conoce, pero este es válido para periodos que parten
desde 5 a 7 años adelante, hacia el futuro. Es decir, el método aplicado en 2023 establece el precio
de largo plazo posiblemente a partir de 2029 o incluso más adelante. ¿Como se proyectan los precios
entre 2023 y 2029? Con el método de balance.
Yo he aplicado los métodos de balance, econométricos y de precio incentivo, mientras que para los
métodos financieros he mirado las conclusiones obtenidas por Gonzalo Cortázar en varias
publicaciones.
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7. Por ello existen temores a que se produzcan ciclos bajos y ello es lo que estaría sujetando el
precio del cobre en los niveles actuales.
8. Lo relevante es que las proyecciones de la demanda de cobre serán de cierta manera
independientes de los ciclos económicos, ya que la presión por descarbonización va a continuar
hasta 2050. Por ello existiría una menor elevación de los costos cuando se eleve el precio, lo
que ocurre típicamente con los ciclos económicos altos, es decir los costos se elevarían menos
en relación al precio que en otros ciclos de alto precio del cobre. Este efecto, no ocurrido antes,
genera una menor presión por el aumento del precio en los años más cercanos a 2030 y
posteriores.
9. Con estas proyecciones de oferta y demanda, el rol de la especulación puede elevar el precio
del cobre muy por sobre lo que sugieren los inventarios futuros, los que serían bajos de todas
formas, excluyendo los SRB de China.
10. China haría efectivo sus inventarios estratégicos si el precio sube más allá de ciertos niveles,
posiblemente por sobre 12.000 US$/t. Como ya se ha observado en ocasiones anteriores en
que hay liberación de SRB, la intervención de este tipo tiene efectos temporales que no se
extienden en el tiempo.
11. La sustitución de cobre seguiría siendo en torno a 400 kt por año, fundamentalmente debido
a los altos precios, pero ello permite los índices de demanda proyectados anteriormente.
Por ello mi proyección de precio para 2025 y años siguientes es en niveles de 500 c$/lb nominales,
no aumentando dicho precio a niveles de 600 c/lb. En términos reales, el precio al final del periodo
(2033) sería del orden de 400 c/lb, moneda 2023.
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