Proceso Envejecimiento
Proceso Envejecimiento
Proceso Envejecimiento
Programa de Formación
TERCERA EDAD.
EL PROCESO DE
ENVEJECIMIENTO
Contenidos:
Así, España ha pasado de tener algo más de tres millones de mayores de más de
65 años a finales de los setenta a tener, en estos momentos, casi seis millones y
medio, siendo la tasa de envejecimiento actual de un 16,5% aproximadamente.
Las previsiones que se barajan son que los porcentajes se situarán en casi un
20% en el año 2020 y en un 23,3% para el 2040. De seguir así esta proporción de
personas mayores de 65 años, dará como resultado que en los próximos años los
mayores de 65 años superarán en número a los/las niños/as y jóvenes juntos. Más
aún, se calcula que la cifra de mayores duplicará en el 2050 a la población de
niños/as y jóvenes.
También es un hecho constatable que cada vez hay menos nacimientos en los
países desarrollados (en España la tasa actual ronda el 1,07 hijos por mujer en
edad fértil). Este preocupante decrecimiento del índice de natalidad puede ser
debido a razones económicas, culturales, existenciales,… pero de cualquier modo,
lo que resulta evidente es que de continuar así cada vez habrá menos niños/as y
jóvenes y más mayores.
Estos dos factores (mayor esperanza de vida y menor tasa de natalidad) están
provocando el fenómeno llamado de "abombillamiento" en la pirámide poblacional,
de manera que en las capas inferiores la franja es muy estrecha y a medida que
avanzamos en las edades nos encontramos con un mayor engrosamiento.
Igualmente se puede hablar de una feminización de la vejez, dado que las mujeres
son más longevas, por lo general, que los hombres.
Los criterios utilizados para fijar la edad pueden ser: cronológico, físico,
psicológico, social.
Edad social: Se trata de un criterio social que cambia con el tiempo y establece el
papel individual que debe desempeñarse en la sociedad en la que el individuo se
desenvuelve. Fundamentalmente viene determinada por la edad de jubilación,
dado que superando esta edad el papel social del individuo se pierde o, cuando
menos, deja de ser lo que era.
Pero, ¿Cuál es la imagen social del/de la anciano/a? ¿Qué rol tiene el/la
anciano/a en nuestra sociedad?
Igualmente gran parte de las investigaciones científicas han tenido como foco de
atención los aspectos patológicos y psicopatológicos del anciano, en vez del
proceso de envejecimiento normal.
Actualmente, con la perspectiva del ciclo vital y, aun sin negar la existencia de un
posible declive cognitivo en edades muy avanzadas debido a un deterioro
neuronal, se está cuestionando que éste ocurra de la misma forma e igual ritmo.
Los estudios nos indican que aunque el cerebro se deteriora con la edad, cuenta
con mecanismos de compensación suficientes para que la mayoría de las
personas no sufran perdidas substanciales de las facultades cognoscitivas
generales, no muestren signo alguno de deterioro cognitivo y gocen de una vida
autónoma y competente.
Aunque se conoce que la transición de una edad a otra es de forma gradual, una
de las características del estereotipo de las personas mayores relacionada con la
salud es la idea de que, a partir de una determinada edad, se produce un deterioro
brusco de salud por lo que es necesario distinguir claramente entre el
envejecimiento normal y el patológico.
1
Disciplina que estudia las bases biológicas, psicológicas y sociales del envejecimiento, con especial énfasis
en el impacto recíproco entre las condiciones socioculturales y ambientales y la vejez; así como en las
acciones sociales que puedan interponerse para mejorar los procesos de envejecimiento. Diferente a
Geriatría: parte de la medicina que trata las enfermedades propias de la vejez.
Las modificaciones en los órganos de los sentidos tienen una especial importancia
por la deprivación sensorial que pueden suponer y el elevado riesgo de sufrir
situaciones de alto poder invalidante (aislamiento social, confusión, caídas, etc.).
3. Sistema nervioso
4. Sistema cardio-vascular
5. Aparato respiratorio
6. Aparato digestivo
7. Aparato génito-urinario
8. Sistema endocrino
Los trabajos realizados hasta la fecha permiten afirmar que no existen apenas
déficits en la memoria sensorial asociados al envejecimiento. Algunos de los
estudios realizados sobre esta memoria sensorial visual indican que con el
aumento de la edad se produce un incremento en el tiempo requerido para
Por tanto, y respecto a la relación entre educación y tercera edad: ¿Se puede
enseñar a las personas mayores?
Los trastornos relacionados con la pérdida de función intelectual son el olvido senil
benigno, la demencia y la demencia multi-infártica o vascular. Otro trastorno
psicológico frecuente es la depresión.
Demencia
La demencia senil es aquella que aparece a partir de los 65 años. Es una forma de
envejecimiento secundario o patológico. Si la demencia aparece antes de los 65
años es denominada pre-senil.
La demencia senil más frecuente es el Alzheimer, que representa del 39% al 50%
de todos los casos de demencia. También existen cuadros pre-seniles de
Alzheimer, que aparecen antes de los 65 años, y suelen ser más graves y de
curso más rápido. Otros tipos de demencia frecuentes en ancianos son: la
demencia vascular o multi-infártica (8% al 13% de los casos) y la demencia mixta
(Alzheimer y vascular)
Alzheimer
Reforzar las habilidades y la autonomía, procurar que haga sólo todo lo que
sea posible.
Depresión
Ideación suicida.
En la tercera edad, como en cualquier otra etapa evolutiva, existen una serie de
características personales y características de su contexto social que influyen
directamente en su manera de relacionarse con los demás y con el mundo que les
rodea. Entre las características personales de mayor influencia cabe destacar el
nivel de autoestima e imagen corporal, el nivel socioeconómico y cultural y las
habilidades sociales.
Otro tipo de características que influyen en las relaciones de los mayores son las
características propias del contexto social, entre las que destacamos los cambios
sociales asociados al envejecimiento, el papel de los ancianos dentro de la
familia, la importancia del ocio y el grado de satisfacción con la vida.
Autoestima y Autoimagen
Aunque por sentido común podemos pensar que existe una reducción de la
autoestima en la vejez como consecuencia de la perdida de capacidades físicas y
a veces de capacidades psíquicas, los resultados de las investigaciones no son
unánimes en sus conclusiones, unas consideran que existe realmente una pérdida
de la autoestima, otras que no hay tal perdida y otras que no se produce variación
en la misma.
Por ello, y por la influencia del modelo social y cultural basado en la apariencia
física belleza=juventud, es lógico pensar que muchas personas mayores tienen
una imagen corporal negativa y presentan cierta dejadez estética porque creen
que a su edad no es necesario tener buena presencia. Una persona que no está
contenta con su imagen corporal es más reacia a relacionarse con los demás, y
tiene una vida social menos satisfactoria.
Según los últimos estudios, los factores que mejor predicen el grado de
satisfacción personal de las personas mayores con su vida son: la salud, las
habilidades funcionales, los contactos sociales y la actividad física y el ocio. Por
otro lado, el género, el estado civil, el nivel de educación y el nivel de ingresos
también influyen en el grado de satisfacción con la vida. Así, los viudos están
menos satisfechos con la vida que los casados, y las mujeres tienen un grado más
bajo de satisfacción con la vida que los hombres.
personas. Cada vez parece más probable la existencia de una relación entre el
nivel social y económico y la función mental y física.
Relacionado con la vida social y relacional es preciso recordar que los ancianos en
general, tienen un poder adquisitivo más bajo que las personas que aún no están
jubiladas, y por lo tanto disminuyen sus posibilidades de realizar actividades
sociales y recreativas que requieran un determinado poder adquisitivo. Aun
aumentando su tiempo libre, sus posibilidades de ocio se encuentran limitadas por
consideraciones económicas y por el nivel cultural. Así, los ancianos con bajo nivel
cultural presentan un mayor desconocimiento de actividades y posibilidades. No se
puede olvidar que el ocio requiere una decisión libre y autónoma, para lo que
muchas personas no están preparadas.
Habilidades sociales
Definimos las habilidades sociales como aquellas conductas que las personas
emiten en situaciones interpersonales para obtener respuesta positiva de los
demás. En la medida en que una persona se relaciona de forma adecuada con
otros, recibe reforzamiento social positivo, lo cual eleva su autoestima. Así, las
personas con buenas habilidades sociales tienen más alta probabilidad tanto de
conseguir sus objetivos como de mantener una buena relación con los demás,
hechos que aumentan el sentimiento de autoestima y valía personal.
1. El cambio de rol individual. Los cambios del rol individual se plantean en tres
dimensiones:
El anciano como integrante del grupo familiar. La familia, al igual que los
individuos, pasa por diferentes etapas con unas funciones y unos
problemas inherentes a cada una de estas y que se superponen al ciclo
vital individual, es lo que se conoce como ciclo vital familiar. Siguiendo el
modelo de la OMS el ciclo vital familiar se divide en 6 etapas:
1. formación (matrimonio)
2. extensión (desde el nacimiento del primer hijo hasta el nacimiento del
último hijo)
3. extensión completa (desde que nace el último hijo hasta que el primer hijo
se va de casa)
4. contracción (desde que el primer hijo abandona el hogar hasta que lo
hace el último)
5. contracción completa (desde que el último hijo abandona el hogar hasta la
muerte de un cónyuge)
6. disolución
A nivel individual, la etapa ancianidad estaría englobado en las últimas etapas del
ciclo vital familiar: de la cuarta a la sexta etapa.
domicilio, pero en la actualidad en nuestro medio los hijos abandonan muy tarde el
domicilio familiar y no es raro encontrar familias en las que los padres tienen 70
años y todavía tienen hijos en el domicilio (en los cambios sociales actuales la hija
soltera que tan frecuentemente se quedaba a cuidar a los padres ha dejado el
lugar a hijos/as que todavía no han abandonado el hogar familiar principalmente
por dificultades de autonomía económica o social).
La quinta etapa es la de la jubilación: en ella aparecen una serie de pérdidas y de
ganancias. Entre las pérdidas aparecen la disminución de los ingresos
económicos, la pérdida de estatus, la pérdida de compañeros y la pérdida de una
ocupación ordenada y útil. Entre las ganancias aparece un mayor tiempo
disponible, que requiere nuevos patrones de relación: reparto de tareas caseras,
compartir el tiempo libre.....
La sexta y última etapa es la que se inicia con la muerte de uno de los cónyuges.
Es en esta etapa cuando es más importante el sentimiento de soledad, y aparecen
nuevas formas de involucrarse en la familia. Formas que va a depender del estado
de salud en el que se encuentre y del sexo.
La jubilación es un proceso continuo que pasa por una serie de seis etapas:
1. Prejubilación. Se caracteriza porque el individuo se orienta hacia sí mismo,
hacia la idea de jubilarse. Durante esta etapa se especula sobre cómo podrá
ser la jubilación, fantaseando sobre el tema en algunas ocasiones.
6. Por último, en la fase final, el rol de jubilado pierde relevancia en tanto que
ya está plenamente asumido o es sustituido
por otros roles.
En la tercera edad tanto el ocio como la actividad son una parte obligada para una
vejez productiva y sana y se encuentran directamente unidos al significado de la
jubilación. “La práctica de un ocio activo contribuye a mantener una adecuada
forma física y mental, y en las personas mayores el ocio incide directamente en la
autopercepción de la satisfacción vital y en el nivel de autoestima” (Meléndez,
1991). Es decir, la práctica de actividades de ocio y las relaciones con los demás,
elevan el nivel de autoestima y el grado de satisfacción con la vida.
La televisión, la radio y la prensa ocupan más de una tercera parte del tiempo
de ocio de las personas mayores.
Las prácticas religiosas parecen aumentar con la edad y son más frecuentes
entre las mujeres que entre los hombres.
Las mujeres y en concreto las viudas presentan una mayor facilidad para el
trato social.
El deporte también es una actividad que parece aumentar en los últimos años,
no sólo los deportes de salón (billar, ajedrez, bolos), sino el paseo, la natación,
ciclismo, gimnasia, yoga, excursionismo.
Por lo que respecta a los estereotipos sobre mayores, el que se asume como más
responsable en los procesos de exclusión social de este colectivo es el que asume
la negatividad esencial de los cambios propios del envejecimiento, es decir, la
creencia de que el envejecimiento es un proceso esencialmente negativo, de
deterioro, consistente en la pérdida progresiva de las capacidades adquiridas a lo
largo de la vida. Este estereotipo suele ser no sólo asumido por la sociedad en
general, sino también por los propios mayores y, en muchos casos, también por
los profesionales que los atienden. Un ejemplo de las consecuencias que la
interiorización de los mayores de sus propios estereotipos (olvidadizos,
desinteresados e incompetentes) puede tener es el hecho de que eviten las
interacciones sociales por pensar que son aburridos y que rechacen aprender
nuevas habilidades por asumir que son incapaces. Además, la asunción de estos
estereotipos puede afectar indirectamente a su salud haciendo que ignoren
algunos síntomas de enfermedades susceptibles de ser tratadas al pensar que son
achaques propios de la edad.
Esta coexistencia de rasgos negativos junto a otros con una connotación más
positiva ha llevado a que muchos autores no acepten que se pueda hablar de
discriminación por cuestión de edad (edadismo), al menos no de la misma forma
de la que se habla, por ejemplo del racismo. Sin embargo, la discriminación por
edad existe y se puede constatar analizando el papel de los mayores en la
sociedad.
Los hechos más importantes que aparecen en la edad adulta y que se relacionan
directamente con la falta de integración social de este colectivo son la jubilación y
la pérdida del cónyuge, hechos que suponen un cambio tanto a nivel estructural
como funcional de la red social de las personas. No sólo se reduce el número de
contactos, sino que se pierde calidad en las relaciones, en ocasiones motivado por
las propias condiciones físicas del mayor. La investigación llevada a cabo sobre
las funciones de la red social pone de manifiesto que no es la frecuencia de
interacciones o el número de personas que componen la red social, sino la calidad
de las mismas lo que realmente contribuye al bienestar y calidad de vida de las
personas mayores (y también en los demás grupos de edad).
Son muchas las situaciones cotidianas que permiten detectar estilos edadistas y
así, por ejemplo, el uso cotidiano del lenguaje para referirse a las personas
mayores se caracteriza por términos como: “los abuelos”, “los jubilados”, “los
viejos”… Igualmente, y en el ámbito del lenguaje, a menudo se emplea un registro
característico al dirigirse a las personas mayores, lo que ha sido bautizado como
“elderspeak” o “habla para mayores” y hace referencia al empleo de un volumen
exagerado, un tono agudo, una acusada melodía e, incluso, al uso de palabras
inapropiadamente artificiosas o que denotan un exceso de confianza sin estar a
veces justificado. El elderspeak puede ser explicado en base a la Teoría de la
Acomodación que define una tendencia a adaptar la forma de comunicarse con las
personas mayores para ajustarse a los déficits que se les suponen, perpetuando
así los estereotipos negativos y favoreciendo la baja autoestima y el declive
funcional y cognitivo de los mayores.
Pero sin duda, una de las peores consecuencias de la discriminación por edad es
el maltrato tanto físico como psíquico y así, muchas personas mayores viven solas
o en condiciones de aislamiento social, lo cual es una situación de maltrato
psicológico. Por su parte, una de las principales causas del aumento de los malos
tratos en este colectivo radica en la creciente dependencia que las personas
mayores tienen de otras personas y su consiguiente vulnerabilidad al abuso y
maltrato.
3. PROGRAMAS INTERGENERACIONALES E
INCLUSIÓN SOCIAL DE LAS PERSONAS
MAYORES
a) programas en los que personas adultas prestan servicio a niños y/o jóvenes
como tutores, profesores, preceptores y amigos, cuidadores,…
b) programas en los que los niños y/o jóvenes prestan servicio a las personas
adultas, por ejemplo, les visitan, les acompañan, tutorizan algunas tareas
realizadas por esas personas,…
c) programas en los que las personas adultas colaboran con niños y/o jóvenes
para servir a la comunidad, por ejemplo, en proyectos de desarrollo medio
ambiental o en atención a problemas sociales,…
Aunque esta tipología sigue en vigor, es puesta en cuestión ya que resulta difícil
separar con claridad quien es el que sirve y quien es el que es servido y, no en
vano, una de las características de los programas intergeneracionales es la
reciprocidad y, por tanto, la distinción entre grupos beneficiados y grupos que
proporcionan beneficios resulta artificial.
Aunque España es el país que presenta las tasas más altas de contacto familiar
intergeneracional también se comprueba que existe una tendencia que transforma
dichas relaciones: las distancias geográficas son cada vez mayor, hay un cambio
de actitud hacia la menor obligatoriedad de cumplir con los tradicionales
compromisos de cuidado familiar y el cambio de la sociedad: hogares individuales,
parejas sin hijos, mujeres trabajadoras,… están impulsando una provisión más
formal de los servicios a las generaciones de mayores. Así, sin duda, las
distancias generacionales están cambiando en la sociedad española y, los
programas intergeneracionales, pueden ayudar a disminuir las distancias entre las
mismas y lograr un mayor bienestar (entendiendo que la mayor cercanía supone
beneficios al paliar sentimientos de aislamiento o perdidas de roles significativos).
En una segunda fase, años 70 y 80, y también en el contexto norteamericano
(que ha liderado el desarrollo internacional de los programas intergeneracionales)
las razones para poner en marcha programas intergeneracionales cambiaron de
ámbito: de las generaciones familiares se pasó a las generaciones comunitarias,
es decir, aquéllas cuyos miembros no tenían lazos de parentesco entre sí sino que
compartían la pertenencia a una misma comunidad. Y, en la justificación de los
programas intergeneracionales, el argumento del distanciamiento generacional
familiar dejó paso al de los problemas comunes que afectaban a jóvenes y
mayores: baja autoestima, aislamiento, falta de sistemas de apoyo adecuados,
estereotipos negativos y desconexión con la familia y con la sociedad.
Igualmente y, según los últimos análisis teóricos los elementos que, de manera
más frecuente aparecen en los programas intergeneracionales que tienen más
éxito son:
Que exista una financiación suficiente para ejecutar lo planificado y que sea
valorado con realismo lo que se puede conseguir con la financiación y los
recursos disponibles.
Que el programa sea sostenible, es decir, hay que intentar que las
actividades intergeneracionales se conviertan en una dimensión integral de
las personas y entidades, lo que facilita la sostenibilidad del programa.
Que exista una adecuada gestión de los roles de los participantes, es decir
que todos tengan un papel significativo en el programa y que ese papel sea
adecuado y este bien definido,
Asignados: Con este término se quiere decir que los objetivos tienen que
estar en relación con un o unos grupos específicos, bien delimitados, de
modo que los objetivos formulados sólo sirvan para ese o esos grupos
concretos.
Es básico intentar que las organizaciones elegidas tengan una visión similar en
relación con la finalidad y la forma de funcionamiento del programa
intergeneracional y para que la relación entre las organizaciones implicadas
funcione eficazmente es básico que:
Todas las personas que forman parte de una organización que está realizando un
programa intergeneracional deben conocer el programa, sus objetivos y su
funcionamiento, lo que ayudará a que el personal de la organización apoye y se
entusiasme con el programa, esencial para sus sostenibilidad a largo plazo. Las
maneras de informar al personal sobre el programa son múltiples y dependen de
cada entidad: distribuir folletos, exponer fotografías, organizar reuniones
informativas, invitar al personal a alguna de las sesiones del programa, etc.
Por lo que respecta a este cuarto principio, la experiencia confirma que cuantos
más participantes se puedan reunir antes de que el programa comience mayores
serán su implicación y su motivación a lo largo del mismo. Igualmente, la
participación en la fase de planificación del programa supone reconocer su
derecho a elegir, de manera informada, en qué actividades desean implicarse y
con qué grado de compromiso lo que ayuda al éxito de los programas. Siempre
hay que promover que nadie se sienta obligado a participar sino que su
participación sea producto del interés personal y de una sensación de pertenencia
al programa.
La formación concreta relacionada con el programa deberá ser tanto inicial como
continua (durante la ejecución) y, dependiendo del tipo de programación
intergeneracional esta formación será necesaria o no.
Los voluntarios quieren sentir que su aportación consigue de verdad que las
cosas sean diferentes, que el trabajo que realizan es útil y que realmente
supone una aportación valiosa allí donde lo hacen.
Aunque no existe una metodología que sea aplicable a todas las situaciones,
diversos aprendizajes y metodologías pueden ser adaptadas a los programas
intergeneracionales para activar la comunicación y la interacción, por ejemplo los
métodos autobiográficos, el aprendizaje transformacional o las comunidades de
práctica.
los otros la otra; unos recortan y los otros pegan, etc. Por ejemplo, en el
caso de que se decida utilizar los cuentos como recurso central para el
encuentro, hay que buscar la forma de que no se trate simplemente de que
unos cuenten y otros escuchen; así, si el cuento va nombrando ciertas
acciones, los niños puedan ir haciéndolas al mismo tiempo (aplaudir, reír,
saludar, saltar, ponerse de pie, etc.)
Todos los seres humanos contamos con ciertas normas culturales. Algunas de
esas normas las tomamos de nuestro entorno pero otras son más personales. En
cualquier caso, dichas normas han de ser tenidas en cuenta a la hora de planificar
el programa intergeneracional.
Noveno principio: Proponer actividades que tengan que ver con los
auténticos intereses de los participantes
De cualquier forma, comenzar poco a poco no quiere decir quedarse ahí siempre
ya que se sabe que el impacto de los programas intergeneracionales es mayor con
el tiempo y, por tanto, la duración, la periodicidad y la intensidad de las
interacciones deberían ir en aumento.
19) ¿Quiénes deben recibir formación y cuál debe ser en cada caso el contenido de
la misma? ¿Afecta a todos los participantes: niños, mayores, jóvenes,… y a todo
el personal?)
24) Procedimientos para dar publicidad al programa de modo que tenga un impacto
social
30) ¿Qué tipo de instrumentos se van a utilizar para conseguir la información que se
necesita y por qué? (cuestionarios, entrevistas, observación, hojas de
inscripción, grupos de discusión,…)
34) ¿Cuáles son los posibles costes de puesta en marcha y mantenimiento del
programa?
36) Actividades para conseguir los ingresos necesarios para cubrir los costes del
programa
Aprendizaje intergeneracional
Ayuda y apoyo mutuo
Convivencia
Construcción de espacios de colaboración
Interacción y actuación conjunta
“Los jóvenes tienen, de hecho, buenas ideas que son importantes para el
desarrollo de la comunidad. Lo único que les falta es el conocimiento, las
habilidades y los contactos necesarios. (…) Personas de diferentes generaciones
en diálogo impulsionan, además, compresión mutua. La ejecución conjunta de
proyectos (…) refuerza más la participación de los jóvenes en contextos sociales
que si un mentor les dice -Hemos oído lo que quieres y te diremos lo que es
posible-. Para fomentar el diálogo entre generaciones es necesario, en primer
lugar, interactuar en relación igualitaria”. (Gander, 2007)
La idea que está detrás de Impacto Juventud es sencilla: una vez por año el
comité para la población joven y adulta organiza el día “Impacto Juventud”.
Durante este día, se desarrollan ideas de proyectos realistas que, posteriormente,
se llevaran a cabo. De manera resumida el funcionamiento de Impacto juventud
es:
Proyecto de Convivencia
Vivir e Convivir. España
Programa de vivienda intergeneracional
[Página web: www.caixacatalunya.es/virueiconviure
Desde el comienzo del proceso de selección hasta el final del año académico, un
equipo de profesionales (psicólogos y asistentes sociales) ofrece apoyo al
ciudadano mayor y al estudiante, asegurando que la experiencia de vivir juntos es
beneficiosa para ambos.
Este proyecto tiene por objeto impulsar la cohesión y derribar las barreras,
fomentando la relación intergeneracional de la red familiar, trabajando, al mismo
tiempo, con un proyecto de vida saludable. El sistema implica una acción práctica
y positiva para prevenir y reducir la obesidad en todas las generaciones. El modelo
de desarrollo requiere la cooperación de todas las generaciones en el diseño y
cultivo que se llevaran a cabo en las distintas estaciones del año.
El proyecto funciona por años escolares y, al comienzo del año escolar, los
alumnos tienen la oportunidad de trabajar con miembros de la sociedad de
siembra en un espacio adyacente a la escuela. Estas actividades se organizan
cada semana a fin de establecer periodos ordinarios de sesiones. Junto con las
clases, está organizada una iniciativa para la dieta saludable y la práctica regular
de ejercicios. Semanalmente, la clase de escolares trabaja en la plantación junto
con los voluntarios de la comunidad.
El proyecto está segmentado en los siguientes grupos: Jóvenes hasta los 25 años,
y personas mayores de 50 años.
BIBLIOGRAFÍA