Anatomia
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Marcador de identidad celular (glucoproteína) Distingue las células propias de las extrañas (salvo
que sean de un gemelo idéntico). Una clase importante de estos marcadores está constituida por
las proteínas del complejo mayor de histocompatibilidad (CMH).
Colesterol Componente menor de todas las membranas celulares de animales; precursor de sales
biliares, vitamina D y hormonas esteroideas
Las proteínas integrales se extienden hasta el interior o a través de la bicapa lipídica, entre las
colas de ácidos grasos,
, las proteínas periféricas no están embebidas con tanta firmeza en la membrana y se unen con las
cabezas polares de los lípidos o con proteínas integrales situadas en la superficie interna o externa
de la membrana.
Tejido óseo El cartílago, las articulaciones y los huesos forman el sistema esquelético, que sostiene
los tejidos blandos, protege las estructuras delicadas y trabaja con los músculos esqueléticos para
generar movimiento. Los huesos almacenan calcio y fósforo, alojan a la médula ósea roja, que
produce células sanguíneas, y contienen médula ósea
Tejidos conectivos maduros La segunda subclase mayor de tejidos conectivos, los tejidos
conectivos maduros, están presentes en el recién nacido. Sus células se originan en forma
principal en el mesénquima. En la siguiente sección se analizarán los numerosos tipos de tejido
conectivo maduro. Los cinco tipos son: 1) tejido conectivo laxo, 2) tejido conectivo denso, 3)
cartílago, 4) tejido óseo y 5) tejido conectivo líquido (tejido sanguíneo y linfa). A continuación se
examinará cada uno en detalle.
Tejido óseo esponjoso A diferencia del tejido óseo compacto, el tejido óseo esponjoso –también
denominado tejido óseo trabecular– no contiene osteonas (Figura 6.3b, c). Siempre es profundo y
está protegido por una cubierta de hueso compacto. Está compuesto por laminillas dispuestas en
un patrón irregular de finas columnas denominadas trabéculas, entre las que existen espacios que
pueden apreciarse a simple vista. Estos espacios macroscópicos contienen médula ósea roja en los
huesos que producen células sanguíneas, y médula ósea amarilla (tejido adiposo) en los otros
huesos. Ambos tipos de médula ósea están irrigados por numerosos vasos sanguíneos que nutren
los osteocitos. Cada una de las trabéculas consta de laminillas concéntricas, osteocitos ocupantes
de lagunas y canalículos que irradian en forma excéntrica desde las lagunas.
Osteoblastos (-blasto, de blastós, germen). Son células formadoras de hueso que sintetizan y
secretan fibras colágenas y otros componentes orgánicos necesarios para construir la matriz
osteoide; además, inician la calcificación (se describe más adelante). A medida que los
osteoblastos se rodean a sí mismos de matriz osteoide, van quedando atrapados en sus
secreciones y se convierten en osteocitos. (Nota: los blastos del hueso o de cualquier otro tejido
conectivo secretan matriz extracelular). 3. Osteocitos (-cito, de ky´tos, célula). Estas células óseas
maduras son las células principales del hueso y mantienen su metabolismo regular a través del
intercambio de nutrientes y productos metabólicos con la sangre. Al igual que los osteoblastos, los
osteocitos no experimentan división celular. (Nota: los citos del hueso o de cualquier otro tejido se
encargan de su mantenimiento).
Osteoclastos (-clastos, de klastós, roto). Son células gigantes derivadas de la fusión de por lo
menos 50 monocitos (una clase de glóbulo blanco) y se agrupan en el endostio. En su cara
proximal a la superficie ósea, la membrana plasmática del osteoclasto se pliega profundamente y
forma un borde indentado. En este lugar, la célula libera poderosas enzimas lisosómicas y ácidos
que digieren los componentes minerales y proteicos de la matriz osteoide subyacente. Esta
descomposición de la matriz osteoide, denominada resorción, es parte de la formación, el
mantenimiento y la reparación normales del hueso. (Nota: -clasto significa que la célula degrada
matriz osteoide). Como veremos más adelante, en respuesta a ciertas hormonas, los osteoclastos
participan en la regulación del calcio circulante (véase Sección 6.7). También son las células diana
del tratamiento farmacológico de la osteoporosis (véase Patología: Desequilibrios homeostáticos,
al final del capítulo).
El tejido epitelial o epitelio está constituido por células dispuestas en láminas continuas, en una o
varias capas. Como consecuencia del contacto íntimo y la estrecha unión que proporcionan las
uniones celulares, existe muy poco espacio intercelular entre las membranas plasmáticas
adyacentes. Los tejidos epiteliales forman coberturas y cubiertas en todo el cuerpo y rara vez
quedan cubiertas por otro tejido, de manera que siempre tienen una superficie libre. Los tejidos
epitelial
La sangre es un tejido conjuntivo formado por el plasma (líquido) más los elementos corpusculares
(glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas).