Informe Republica Romana

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UNIVERSIDAD CRISTIANA EVANGÉLICA NUEVO MILENIO

Facultad de Ciencias Sociales

Carrera de Derecho

NOMBRE DEL TRABAJO

Republica Romana - Grupo #2

ASIGNATURA:

Derecho Romano

CATEDRÁTICO:

Abog. Gerlin Sabino Fernández

ESTUDIANTES:

Génesis Reyes

Isis Bajurto

JanCarlos Ramírez

Jennifer Chavarría

UCENM, La Entrada, Nueva Arcadia, Copán.

23 De febrero de 2023

INTRODUCCION
OBJETIVO
REPUBLICA
La República se implantó en Roma en el año 509 a.C y se mantuvo hasta la Época
Imperial en el año 27 a.C. En los últimos años de la República estuvieron al cargo
dictadores como Julio César.

La República romana consolidó su poder en el centro de Italia durante el siglo V a. C.


y, entre los siglos IV y III a. C., se impuso como potencia dominante de la península
itálica, sometiendo y unificando a los demás pueblos itálicos. y enfrentándose a las
polis griegas del sur de la península. En la segunda mitad del siglo III a. C. proyectó
su poder fuera de Italia, lo que la llevó a una serie de enfrentamientos con las otras
grandes potencias del Mediterráneo, en los que derrotó a Cartago y Macedonia,
anexionándose sus territorios.

En los años siguientes, siendo ya la mayor potencia del Mediterráneo, se expandió su


poder sobre las polis griegas; el reino de Pérgamo fue incorporado a la República y
en el siglo I a.

El gobierno de la República

Sin embargo, antes de poder convertirse en esta fuerza militar dominante, la ciudad
debía tener un gobierno estable, y era primordial que evitaran la posibilidad de que un
individuo se hiciera con el control. Al final, se creó un sistema que mostraba un
auténtico equilibrio de poder. Tras la caída de la monarquía, la República quedó en
principio bajo el control de las grandes familias, los patricios, de la palabra patres o
"padres". Solo estas grandes familias podían ocupar cargos políticos o religiosos. El
resto de los ciudadanos o plebeyos no tenían autoridad política, aunque muchos eran tan
ricos como los patricios. Sin embargo, para disgusto de los patricios, este acuerdo no
podía ni debía durar.

Las tensiones entre las dos clases siguieron creciendo, especialmente porque los
residentes más pobres de la ciudad formaban el grueso del ejército. Se preguntaban por
qué debían luchar en una guerra si todos los beneficios eran para los ricos. Finalmente,
en el año 494 a. C. los plebeyos se declararon en huelga, se reunieron en las afueras de
Roma y se negaron a moverse hasta que se les concediera representación; fue el famoso
Conflicto de Órdenes o la Primera Sucesión de la Plebe. La huelga funcionó y los
plebeyos fueron recompensados con una asamblea propia: el Concilium Plebis o
Consejo de la Plebe.

Aunque el gobierno de Roma nunca pudo considerarse una verdadera democracia,


proporcionó a muchos de sus ciudadanos (excluidas las mujeres) la posibilidad de
opinar sobre el gobierno de su ciudad. A través de su rebelión, los plebeyos habían
entrado en un sistema en el que el poder residía en una serie de magistrados (el cursus
honorum) y en varias asambleas. Este poder ejecutivo o imperium residía en dos
cónsules. Elegido por la Comitia Centuriata, un cónsul gobernaba solo durante un año,
presidía el Senado, proponía leyes y comandaba los ejércitos. De forma exclusiva, cada
cónsul podía vetar la decisión del otro. Una vez finalizado su mandato, podía
convertirse en procónsul y gobernar uno de los muchos territorios de la república, lo que
suponía un nombramiento que podía hacerle bastante rico

- La República romana fue gobernada por distintos magistrados y por lo general cada
cargo era asumido por más de una persona, para evitar la concentración de poder.

- Así, la máxima autoridad republicana era el cónsul. Sin embargo, había dos cónsules
que alternaban sus funciones.

LOS CÓNSULES DE LA REPÚBLICA ROMANA

Desde entonces, la República en Roma sería gobernada por dos cónsules, cada uno con
poder para vetar al otro. De esta forma, el poder no se centraría nunca en una sola
persona. Los cónsules serían elegidos por el senado, una representación del pueblo que
participaría en el gobierno de Roma.

Sin embargo, se aceptó la posible figura de dictador la cual entraría en funciones sólo en
caso de períodos de grandes crisis y por un tiempo limitado. Esta organización se
construyó en forma piramidal, desde la cima con los cónsules hasta la creación del resto
de figuras administrativas de menor nivel que cubrían todos los campos incluido el
ejército.

La Muerte de Virginia, de Francesco Mura. Representación de uno de los muchos


episodios de lucha social. En el 449 a.C. uno de los líderes de la República intentó
tomar como esclava a una plebeya, Virginia. Su padre, como única manera de darle la
libertad a su hija, la mató. Provocando una revuelta del pueblo ante un abuso de poder
tan brutal.

No obstante, el pueblo llano, las clases sociales más bajas se sentían muy poco
representadas en este sistema. Además, teniendo que servir en el ejército, perdían la
producción de sus tierras sin ninguna compensación cuando iban a la guerra. Esto
provocó unas fuertes revueltas en las que los plebeyos incluso llegaron a abandonar
Roma.

La clase alta, los patricios, no tuvo más remedio que concederles mayores derechos para
que volvieran. Esta ‘’huída’’ plebeya no tardaría en repetirse. Esta vez la plebe incluso
se instaló en la colina del Janículo.

UNA ÉPOCA DE FUERTES CAMBIOS SOCIALES

Ambas revueltas provocaron unos cambios muy notables en la sociedad: Nacía el


derecho romano. Se dictaron leyes en favor de la clase más baja y se asentaron los
derechos que la defendían. De esta forma incluso consiguieron representación en el
senado. Esto desembocaría más tarde en el nombramiento de un cónsul de la plebe.

Además de todo esto se creó el estipendio. Una ayuda económica para los campesinos
que dejaban de producir y, por ello, de ganar dinero a causa de ir a la guerra. Un dinero
que ahora tendría una nueva forma, pues Roma crea en esta etapa su moneda propia: el
as.

En medio de esta evolución política, la guerra volvió a llamar a la puerta de los


romanos. Esta vez fueron los latinos, a los cuales Roma derrotó una vez más. Sin apenas
descanso, sus otros vecinos, los etruscos, volvieron a entrar en conflicto y, de nuevo,
Roma salió vencedora.

Muzio Scevola (el manco) personaje legendario de la lucha contra los etruscos de
Porsenna. Fresco en los Museos Capitolinos.
EL RESURGIR DE LA REPÚBLICA ROMANA

Pero Roma superaría este golpe, los romanos supervivientes reconstruirían la ciudad y
conseguirían reponerse del tremendo golpe. Su vuelta fue grandiosa y Roma en los
siguientes siglos conquistaría de forma definitiva a la mayoría de pueblos de la
península itálica convirtiéndose en la principal potencia.

Los primeros en caer fueron los latinos, luego los etruscos y por último las colonias del
sur. Entre guerras y alianzas la República de Roma se extendió por toda la península
itálica.

Roma, mientras conquistaba, creaba una red de infraestructuras en sus territorios que
provocaba un crecimiento y una facilidad de conquista mayores. Calzadas, acueductos,
puertos y murallas potenciaban su desarrollo productivo y bélico. Éste último impulsado
además con la creación de la legión romana. Una organización del ejército ideada por
los romanos con la que tantas victorias obtendrían a lo largo de su historia. A partir de
este punto Roma no haría más que expandirse.

Le Oche del Campidoglio. Los romanos, ante el asedio de los galos, se refugiaron en la
colina del Campidoglio. Dice la leyenda que las ocas, último animal superviviente del
hambre de los últimos resistentes, alertaron de una internada nocturna de los asaltantes y
ésto salvó a Roma de su derrota definitiva.

LAS GUERRAS PÚNICAS

Empezaron entonces las famosas guerras púnicas contra Cartago, teniendo a Aníbal y
Escipión como grandes contrincantes. Poco a poco todas las potencias del Mediterráneo
cayeron ante el poder de la República romana que incluso comenzaba a dominar
territorios en oriente.

La enorme expansión geográfica significó también una demográfica. Muchos más


habitantes y muchas más voces que querían hacerse escuchar. La ciudadanía romana era
la carta con la que acceder a la mayoría de los derechos y gran parte de la población,
recientemente anexionada, no la tenía.

LOS GRANDES GENERALES EN LA REPÚBLICA

Por otra parte, el ejército y el poderío militar de Roma era ahora enorme. Esto equivalía
a que nuevas figuras de gran poder estaban en el mapa: los grandes generales. Nunca
antes en la historia de Roma se había llegado a este nivel, aunque se pudo obtener y
mantener mediante la sangre, la riqueza y una influyente red política.

Fue entonces cuando estos dos puntos, las revueltas sociales y la guerra, finalmente se
encontraron. Llegaría el principio del fin de la República en Roma: la primera guerra
civil romana.

Las dos clases sociales ahora eran los optimates (nobleza, patricios y la ciudadanía más
rica) y los populares (plebeyos). Numerosos senadores y figuras políticas populares
comenzaron a alzar su voz en protesta con los favores de Roma hacia los optimates y
defendían un mayor acceso a la ciudadanía romana, sobre todo para los itálicos. Incluso
un grupo de ciudadanos italianos formó otra revuelta en la que fundó una nueva ciudad
‘’independiente’’ de Roma que llegó a hacer frente en batalla a los romanos.

En esta situación de enorme tensión, por primera vez en la historia un romano utilizó su
poder militar para llegar al poder político. Este fue Lucio Cornelio Sila. Dos cónsules
populares dirigían el estado y fue Cayo Mario, uno de ellos, quien se enfrentó al mando
de sus tropas a Sila, cayendo derrotado.

Escultura de Julio César en los Museos Vaticanos. Su llegada al poder acabaría


desembocando en el final de la república romana.
El precedente ya estaba sentado y, aunque Sila puso a dos cónsules para dirigir la
república romana, él era dictador y su máximo cargo. Las luchas por el poder usando la
fuerza militar se sucederían hasta que una figura carismática como nunca antes vista en
Roma acaparó todo el poder.
FINAL DE LA REPÚBLICA ROMANA

Había llegado el momento de Julio César. Tanto que el pueblo romano lo adoraba y
aceptaba de buen grado su dictadura. No así el senado que el 15 de marzo del 44 a.C. le
dio muerte.

Lo que inició con la intención de restablecer la república provocó todo lo contrario.


Pues numerosos hombres de grandes ambiciones intentarían hacerse con el lugar de
César y dominar Roma. Precisamente aquel que el propio Julio César nombró como su
sucesor fue quien lo logró. Nacía así el Imperio Romano en el 27 a.C. de manos de
Octaviano que pasó a llamarse Octavio Augusto. Hasta 1849 y por breve tiempo, no
volvería a existir una República en Roma.

Aquí nos tienes, En Roma, tus guías de la Ciudad Eterna, si quieres visitar la Roma
de la Antigua República.
CONCLUSIONES

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