Ficha STC11191-2020
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REPORTE DE CONSULTA
RELEVANTE
ASUNTO:
¿La providencia que niega la terminación del proceso por desistimiento
tácito, al considerar que la solicitud de copias formulada por el ejecutante
interrumpió el término previsto en el art. 317 del CGP, vulnera el derecho al
debido proceso del accionante?
Tesis:
«Por regla general, los procesos deben terminar una vez se haya definido la
situación jurídica en virtud de la cual fueron promovidos, bien mediante
una sentencia, o a través del desarrollo de actuaciones posteriores a ella
dirigidas a satisfacer el derecho pretendido. No obstante, el legislador
autorizó a los jueces a culminarlos antes de que ello suceda, en el evento en
que se paralicen porque una de las partes no realizó la “actuación” de la que
dependía su continuación, o por cualquier otra razón.
Es así como el numeral 1° del artículo 317 del Código General del Proceso
prevé que se tendrá por “desistida la demanda”, cuando el postulante,
dentro de los treinta (30) días siguientes a la notificación de la providencia
que lo requiera, no cumpla con la “carga procesal” que demande su
“trámite”.
Y la misma disposición consagra las reglas, según las cuales “[s]i el proceso
cuenta con sentencia ejecutoriada a favor del demandante o auto que
ordena seguir adelante la ejecución, el plazo previsto (…) será de dos (2)
años (literal b), y que “[c]ualquier actuación, de oficio o a petición de parte,
de cualquier naturaleza, interrumpirá los términos previstos en este
artículo” (literal c).
Siendo así, y dado que sobre los alcances del literal c) del artículo 317
comentado, esta Corporación no tiene un “precedente” consolidado, es
necesario, a efectos de resolver el caso y los que en lo sucesivo se presenten,
unificar la jurisprudencia, cuanto más si de ese modo se garantiza la
seguridad jurídica e igualdad de quienes acuden a la administración de
justicia.
De suerte, que, los alcances del literal c) del artículo 317 del estatuto
adjetivo civil deben esclarecerse a la luz de las “finalidades” y “principios”
que sustentan el “desistimiento tácito”, por estar en función de este, y no
bajo su simple “lectura gramatical”.
Tesis:
«Mucho se ha debatido sobre la naturaleza del “desistimiento tácito”; se
afirma que se trata de “la interpretación de un acto de voluntad genuino,
tácitamente expresado por el solicitante” de “desistir de la actuación”, o que
es una “sanción” que se impone por la “inactividad de las partes”. Su
aplicación a los casos concretos no ha sido ajena a esas concepciones; por el
contrario, con base en ellas se ha entendido que la consecuencia solo es
viable cuando exista un “abandono y desinterés absoluto del proceso” y, por
tanto, que la realización de “cualquier acto procesal” desvirtúa la “intención
tácita de renunciar” o la “aplicación de la sanción”.
Estas reglas fueron variadas, sin mayores cambios, por los artículos 166 y
167 del Decreto 2282 de 1989, luego, mediante el artículo 45 del Decreto
2651 de 1991, que autorizó el “decreto oficioso de la perención”, y después
por el canon 19 de la Ley 446 de 1998, a través del cual se estableció que
también podía decretarse “aunque no hayan sido notificados del auto
admisorio todos los demandados o citados” o “cuando la actuación
pendiente esté a cargo de ambas partes”.
Tesis:
«(…) dado que el “desistimiento tácito” consagrado en el artículo 317 del
Código General del Proceso busca solucionar la parálisis de los procesos
para el adecuado funcionamiento de la administración de justicia, la
“actuación” que conforme al literal c) de dicho precepto “interrumpe” los
términos para se “decrete su terminación anticipada”, es aquella que lo
conduzca a “definir la controversia” o a poner en marcha los
“procedimientos” necesarios para la satisfacción de las prerrogativas que a
través de ella se pretenden hacer valer.
Como en el numeral 1° lo que evita la “parálisis del proceso” es que “la parte
cumpla con la carga” para la cual fue requerido, solo “interrumpirá” el
término aquel acto que sea “idóneo y apropiado” para satisfacer lo pedido.
De modo que si el juez conmina al demandante para que integre el
contradictorio en el término de treinta (30) días, solo la “actuación” que
cumpla ese cometido podrá afectar el cómputo del término.
Tesis:
«(…) el resguardo invocado por José Isaak González Gómez debe abrirse
paso, comoquiera que la “petición de copias” elevada por su ejecutante (8 ag.
2019) no “interrumpió” los (2) años que despuntaron el 22 de agosto de
2017 y culminaron el 22 de agosto de 2019 y, por tanto, tenía derecho a que
a que el coercitivo “terminara por desistimiento tácito”.