Contabilidad de Gestión Ambiental
Contabilidad de Gestión Ambiental
Contabilidad de Gestión Ambiental
Enero 2024
1. Contabilidad de gestión ambiental
Según Jasch (2002) la CGA es la herramienta principal para suministrar los datos
completos y exactos que se necesitan para tomar decisiones, además pone en práctica
iniciativas ambientales maximizando ganancias a través de la eficiencia productiva.
Jasch (2002), establece que la CGA presenta una serie de aspectos importantes
que tienen vinculación con la actividad de la empresa y su sistema de contabilidad
tradicional, entre ellos:
Otros aspectos de la CGA propuestos como características son los señalados por
Masanet (2002), quien enuncia las siguientes:
En conclusión puede afirmarse que la CGA es una herramienta poderosa para toma
de decisiones gerenciales, pues se encarga en todo momento de suministrar
información sobre los costos ambientales en cuanto a valoración y actividad que los
origina, así como la puesta en práctica de los sistemas contables de gestión ambiental y
la preparación de reportes relacionados para la toma de decisiones.
Jasch (2002) plantea que las razones que justifican la aplicación de la CGA reposan
en la necesidad de mejorar la eficiencia en las operaciones y los materiales, dirigidos
hacia un mercado competitivo global, por lo tanto expone lo siguiente:
Por otra parte, Valdez (2004) establece que existen una serie de circunstancias
que inducen la práctica de la CGA en la economía empresarial, entre ellas se destacan
las siguientes:
a. Las regulaciones establecidas en las leyes de casi todas las naciones del mundo
contemplan una serie de aspectos que apuntan de manera directa o indirecta al
ejercicio de la CGA, son ellas, la responsabilidad de proteger el ambiente, la
planificación ambiental, manejo de políticas ambientales, el control de calidad, la
información ambiental, los incentivos y sanciones ambientales.
5. Contabilidad y sostenibilidad
Dentro del objetivo ambiental: calidad del medio ambiente, agua limpia y
saneamiento, protección de los recursos hídricos, energía asequible y no contaminante,
vida de los ecosistemas terrestres, vida submarina, acciones beneficiosas por el clima,
protección de la biodiversidad, etc.
Según las Naciones Unidas (2023) los ODS son el plan maestro para conseguir un
futuro sostenible para todos. Se interrelacionan entre sí e incorporan los desafíos
globales a los que la gente enfrenta día a día, como la pobreza, la desigualdad, el
clima, la degradación ambiental, la prosperidad, la paz y la justicia. Para no dejar a
nadie al margen en cuanto a la solución de estos problemas, es importante cumplir con
cada uno de los siguientes diecisiete (17) objetivos para 2030 para conciliar el
crecimiento económico, el equilibrio medioambiental y el progreso social, garantizando que
todas las personas tengan las mismas oportunidades y puedan llevar una vida mejor sin
comprometer el planeta.
Esos diecisiete (17) objetivos son: 1) fin de la pobreza, 2) hambre cero, 3) salud y
bienestar, 4) educación de calidad, 5) igualdad de género, 6) agua limpia y saneamiento,
7) energía asequible y no contaminante, 8) trabajo decente y crecimiento económico, 9)
industria, innovación y infraestructura, 10) reducción de las desigualdades, 11) ciudades y
comunidades sostenibles, 12) producción y consumo responsables,13) acción por el
clima, 14) vida submarina, 15) vida de ecosistemas terrestres,16) paz, justicia e
instituciones sólidas y,17) alianzas para lograr los objetivos.
Contabilidad económica
a) Conciencia ambiental
El mismo Vargas (2003) señala que sobre todo ahora, en este siglo XXI, todos
los actores responsabilizados por el ambiente, los hombres, deben coadyuvar para
establecer definitivamente una sociedad más próspera y fecunda basada en el
conocimiento, el cual representa la pieza mental y operativa para afrontar con voluntad,
eficacia perseverancia y equidad los grandes problemas ambientales del planeta.
b) Aspecto económico
Siguiendo con sus ideas comenta que, haciendo un recorrido sobre la historia de
la humanidad que las actividades económicas desarrolladas por los gobiernos,
empresas privadas y todas aquellas personas que realizan alguna actividad económica,
han contribuido con el deterioro de los espacios naturales y dentro de los mismos
espacios urbanos.
c) Aspecto social
Dicho de otro modo por el mismo Vargas (2003), para que se logre un cambio
hacia la postura que se tiene sobre los problemas ambientales es efectivo del rumbo
que tomen las sociedades hacia la dignidad humana, el respeto por la vida que se
traduce en la defensa ambiental por los espacios.
Otros de los aspectos señalados por Vargas (2003) es que las actividades
sociales deben ser emprendidas por las familias, la iglesia, las universidades, y los
profesionales, como actores de la sociedad civil que trabajando constantemente por
este objetivo permitirán levantar reivindicaciones ante los gobiernos para disminuir el
impacto ambiental.
d) Políticas
Siguiendo con sus afirmaciones, comenta que los gobiernos representan los
entes controladores para regular la problemática ambiental, de su parte queda hacer
uso de la ley para sancionar a todas aquellas personas naturales o jurídicas que
incumplan con las políticas ambientales.
Por otra parte afirma, que tanto la empresa pública como privada, poseen su
cuerpo normativo de políticas ambientales para armonizar la relación con la actividad
económica que realizan y con su cultura organizacional. Pero, la experiencia obtenida a
través de muchos estudios realizados demuestra que las políticas establecidas por
muchas empresas no suelen cumplir con el recorrido trazado.
Con respecto a los contadores públicos, el mismo Vargas (2003) expresa que,
como protagonistas de la contabilización de los costos y de las auditorias ambientales,
necesitan manejar oportunamente las políticas de gobierno y las empresariales que
regulan y estimulan la preservación del ambiente. Además, se supone que las leyes y
demás normas contenidas en el cuerpo jurídico del Estado deben ser cumplidas por las
empresas y la sociedad.
e) Aspecto educativo
Vargas (2003) plantea que el proceso educativo representa un reto para lograr
una educación ambiental capaz de formar individuos proactivos del desarrollo
sostenible, la cual debe ser obligatoria en todas las fases del sistema, primaria; media y
diversificada; y universitaria.
En este sentido relata que el principal desafío del aspecto educativo es crear una
verdadera cultura ambiental. Ésta se encuentra eximida en muchas personas, o
simplemente la poseen y no la ejecutan, o en líneas generales carecen de la cultura
conservacionista. Lo que ha traído como consecuencia la degradación del medio
ambiente, los vaivenes de los cambios climáticos, diverso tipos de enfermedades,
pérdidas naturales y aumento de los niveles de pobreza.
“El Estado, conjuntamente con la sociedad, deberá orientar sus acciones para
lograr una adecuada calidad ambiental que permita alcanzar condiciones que
aseguren el desarrollo y el máximo bienestar de los seres humanos, así como el
mejoramiento de los ecosistemas, promoviendo la conservación de los recursos
naturales, los procesos ecológicos y demás elementos del ambiente, en
los términos establecidos en esta Ley”.
La gestión ambiental, es otro instrumento con peso jurídico que incide en la
práctica de la contabilidad ambiental, de hecho la Asamblea Nacional (2006) a través
de la Ley Orgánica del Ambiente, define la gestión ambiental según el artículo 3 de
como “todas las actividades de la función administrativa, que determinen y desarrollen
las políticas, objetivos y responsabilidades ambientales y su implementación, a través
de la planificación, el control, la conservación y el mejoramiento del ambiente”.
Los costos ambientales son partidas de gastos derivado de las medidas tomadas
por la empresas responsables, causados para prevenir, detectar, reducir y corregir
eventos ambientales favorables o defavorables (nocivos) que resultaren de sus
actividades ordinarias o para la conservación del medio ambiente.
Siguiendo al IASB (2023) los gastos incluyen tanto las pérdidas como los gastos
que surgen en las actividades ordinarias de la entidad. Estos provienen de la actividad
ordinaria que incluye por ejemplo, el costo de venta, los salarios, la depreciación.
Usualmente, toman la forma de una salida o disminución del valor de los activos, tales
como efectivo y equivalentes de efectivo, inventarios y propiedad planta y equipo.
En ese sentido, Pahlen y Fornti (2004) definen los costos ambientales como
aquellos que se originan de las actividades llevadas a cabo voluntariamente, así como
también las requeridas por contrato o por leyes y regulaciones ambientales; para
prevenir, disminuir o remediar el daño al medio ambiente, relacionado tanto con la
conservación de recursos renovables como no renovables.
Por su parte, Hansen y Mowen (2007) los costos ambientales son aquellos en los
que se incurre, debido a que existe o a que puede existir una calidad ambiental
deficiente. De tal modo, los costos ambientales están asociados con la creación, la
detección, el remedio y la prevención de la degradación ambiental. Estos costos se
clasifican en: a) costos de prevención, para evitar la contaminación y el deterioro; b)
costos de detección, para determinar la situación de productos y procesos capaces de
generar impacto ambiental; c) costos de falla interna, para realizar actividades para
eliminar contaminantes y residuos producidos por la empresa no descargados aún al
ambiente y; d) costos de falla externa, para las actividades que realiza la empresa para
reparar daños causados después de hacer descargas al medio ambiente.
Según Bischhoffshausen (1996, 156) citado por Mejía (2010) identifica los
ingreso ambientales como beneficios generados del ahorro de materiales y materias
primas por reducción de desechos, ingresos por venta o ahorro por reutilización de
material reciclado, ahorro de gastos de disposición final de desechos por disminución
de su volumen, venta de derechos de emisión transables, ingresos por licencias de
tecnologías limpias, y ahorro por sustitución de material contaminante por otro no
contaminante.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Mejía Soto, Eutimio; Vargas Marín, Luis Alberto (2012). Contabilidad para la
sostenibilidad ambiental y social. Revista Lúmina Núm. 13 de la Universidad de
Manizales. Colombia. Recuperado: 05-09-23. Disponible en:
mailto:[email protected]
Organización de las Naciones Unidas – ONU (2023). Objetivos de desarrollo sostenible.
Recuperado: 16-09-23. Disponible en:
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2023/08/what-is-sustainable-
development/#:~:text=El%20desarrollo%20sostenible%20implica%20c%C3%B3
mo,por%20un%20mundo%20m%C3%A1s%20sostenible.
Pahlen, R. & Fronti, L. (2004). Contabilidad social y ambiental. Buenos Aires: Ediciones
Macchi.