Medidas Repetidas o Intragrupo

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En la clase anterior habíamos llegado a definir la primera forma en que una

investigación puede ser un experimento. En ese caso teníamos que era necesario
que hubiera comparación de de grupos, ya sean todos grupos experimentales o con
grupo control, y estos grupos tenían que haberse formado al azar. Dijimos también
en esa clase que había una segunda forma en que una investigación podía ser un
experimento (los diseños de medidas repetidas: diseños intragrupo). Vamos a
comenzar esta clase desarrollando este tema.
Supongamos que en una investigación se planteara que el contenido emocional de
las palabras influye en el recuerdo de las mismas. Para poner a prueba esto se
confeccionan dos listas de palabras, una con palabras con fuerte contenido
emocional y otra con palabras emocionalmente neutras. Así, la variable
independiente asume dos valores: palabras con contenido emocional y palabras
neutras. La variable dependiente se operacionalizaría en este caso mediante la
cantidad de palabras recordadas. Para llevar a cabo esta investigación se podría
implementar un diseño de comparación de grupos, como vimos la clase anterior:

(Aclaramos que, igual que en la clase anterior para un mejor entendimiento, los diseños que vamos a
ir presentando no van a seguir exactamente las representaciones simbólicas que presenta Pereda
Marin en sus textos).

Esta investigación sería un experimento, ya que tiene grupo de comparación y los


grupos se formaron al azar. Que no haya medida pretratamiento no es
inconveniente, ya que como dijimos en la clase anterior, eso no define que la
investigación sea o no un experimento. Pero supongamos que aunque los grupos se
formaron al azar, no son demasiado grandes y nos preocupa que las diferencias
individuales puedan contaminar la investigación. En esta situación podríamos
recurrir a un diseño experimental diferente: tomamos la muestra, pero en lugar de
asignar a cada sujeto a un grupo diferente, a cada sujeto le aplicamos todos los
valores de la variable independiente, en este caso ambas listas de palabras, de tal
manera que a cada sujeto que participa de la investigación se le aplican todos los
tratamientos. A estos diseños se los llama de medidas repetidas o intragrupo.
El ejemplo que dimos quedaría de la siguiente manera:

El diseño de medidas repetidas o diseño intragrupo es aquel en el que a cada


sujeto de la muestra se le aplican todos los tratamientos. Este diseño tiene la
ventaja sobre los de comparación de grupos que permite eliminar una importante
fuente de error que es la varianza dada por las diferencias individuales.
Tengamos en cuenta que en los diseños de comparación de grupos justamente uno
de los grandes problemas era como controlar las diferencias individuales para que
no funcionaran como variables contaminadoras.
Si bien en este sentido, los diseños intragrupo pueden ser más precisos y eficientes
que los de comparación de grupos, presentan el inconveniente de que en
muchos casos no pueden ser utilizados. Vamos a ver por qué.
Para ejemplificar este diseño usamos un ejemplo nuevo y no los utilizados en la
clase anterior. Y esto es porque aunque hubiéramos querido usar esos ejemplos, no
hubiéramos podido. Pensemos si comparamos dos Psicoterapias diferentes o dos
talleres diferentes. ¿Cómo podríamos hacer para que cada sujeto pasara por ambos
tratamientos, si al aplicar una de las Psicoterapias o uno de los Talleres, estos
produjeran efecto sobre la variable dependiente? Ya no tendría sentido aplicar el
segundo tratamiento. Esto quiere decir que para que los diseños de medidas
repetidas puedan ser aplicables, es necesario que el efecto que producen los
tratamientos sobre la variable dependiente sea rápidamente reversible, ya que
si permanece en el tiempo, invalidaría la aplicación de un segundo tratamiento. Una
excepción a esto es cuando los tratamientos no son rápidamente reversibles, pero
igual se aplica el diseño intragrupo porque lo que interesa es investigar el efecto
acumulativo de los distintos tratamientos, por ejemplo curvas de aprendizaje.

El problema que se presentaba en los diseños de comparación de grupos tenía que


ver fundamentalmente con las diferencias individuales. En los diseños intragrupo
solucionamos esto, ya que a cada sujeto lo comparamos contra sí mismo, bajo
distintos tratamientos. Pero aparece otro problema que tiene que ver con el orden
de aplicación de los tratamientos. Supongamos que sistemáticamente aplicamos
primero el tratamiento a1 y después el tratamiento a2. Podría ocurrir que el sujeto se
aburra, que pierda motivación o que sufra cansancio físico con la consecuente
disminución del rendimiento en los sucesivos tratamientos. A esto se lo denomina
efecto de la fatiga. También podría ocurrir que el primer tratamiento sirviera para
que el sujeto adquiera cierta experiencia, se familiarice con la situación experimental
y esto produzca una mejora en los resultados de los siguientes tratamientos. Esto es
el efecto de la práctica. Y tanto el efecto de la fatiga como el efecto de la práctica
pueden provocar que la diferencia que uno observe entre los tratamientos no se
deba a la variable independiente, sino al orden de aplicación de los tratamientos,
afectando seriamente la validez interna. Tanto al efecto de la fatiga como al de la
práctica se los denomina Error Progresivo. Y el error progresivo tiene que ver
con los efectos que se producen por el orden sucesivo de aplicación de los
tratamientos, de manera que la cantidad de error que se introduce en la
investigación va aumentando en los sucesivos tratamientos. Entonces si el
error progresivo, ya sea el efecto de la fatiga o el de la práctica, puede afectar la
validez interna, es fundamental que sea controlado. Esto se hace mediante la
técnica de control (que se aplica exclusivamente en diseños de medidas
repetidas), y que se llama equiponderación o contrabalanceo. Esta técnica
consiste en distribuir de la misma forma el error progresivo en los distintos
tratamientos, o sea, que el objetivo no es eliminar el error progresivo, sino que sea
igual en todos los tratamientos, y consiste en variar el orden de aplicación de los
tratamientos, que no sea siempre igual.

Hay diversas formas de equiponderación o contrabalanceo, pero vamos a limitarnos


a exponer las dos formas básicas. En ellas se parte del supuesto de que cada
tratamiento genera la misma cantidad de error progresivo y del mismo signo.

Una forma es la equiponderación o contrabalanceo intersujetos. Puede ser de


varios tipos, pero vamos a exponer la forma básica con dos tratamientos solos: a1 y
a2. Lo que se hace es ir cambiando el orden a través de los sujetos, siendo que en
este caso básico son solo dos las secuencias posibles: a1a2 y a2a1. Se aplicaría de
la siguiente forma:
Sujeto 1 – a1a2
Sujeto 2 – a2a1
Sujeto 3 – a1a2
Sujeto 4 – a2a1
Y así sucesivamente.
¿De qué manera queda controlado el error progresivo? Cuando el tratamiento se
aplica en primer lugar, no habría error progresivo, sería 0, y cuando se aplica en
segundo lugar, el error progresivo sería 1. Entonces, tomando de a dos sujetos con
secuencias diferentes:
En este caso es necesario que la cantidad de sujetos sea un número par, para que
ambas secuencias se apliquen igual cantidad de veces. Con esta forma de
equiponderación, el error progresivo no queda controlado en cada sujeto, sino en el
conjunto de sujetos.
Con tres tratamientos sería:
Sujeto 1 – a1a2a3
Sujeto 2 – a1a3a2
Sujeto 3 – a2a1a3
Sujeto 4 – a2a3a1
Sujeto 5 – a3a1a2
Sujeto 6 – a3a2a1
Y así sucesivamente.
Si nos fijamos, cada tratamiento aparece igual cantidad de veces (dos) en cada
posición de la secuencia (1°, 2° y 3° lugar). En este caso para cubrir todas las
secuencias posibles de orden de los tratamientos, se necesitan 6 sujetos, por ello la
muestra tiene que ser de 6 o múltiplos de 6.

Otra forma es la equiponderacón o contrabalanceo intrasujeto. En este caso el


orden se invierte en cada sujeto, de manera que el error progresivo no queda solo
controlado en el conjunto de sujetos, sino también en cada sujeto. Por ejemplo, con
dos tratamientos sería:
Sujeto 1 – a1a2a2a1
Sujeto 2 – a1a2a2a1
Sujeto 3 – a1a2a2a1
Sujeto 4 - a1a2a2a1
Y así sucesivamente
Suponiendo que cada tratamiento genera la misma cantidad de error progresivo y
del mismo signo, tendríamos para el 1° lugar ningún error (0), para el 2° lugar sería
1, para el tercero 2 y para el cuarto 3:
Para tres tratamientos la secuencia sería: a1a2a3a3a2a1.

Cuál de las dos formas es mejor utilizar depende de las características de la


investigación. Por ejemplo, si hay muchos tratamientos. podría ser más conveniente
la equiponderación intersujetos, porque en la intrasujeto tendrían que aplicársele a
cada sujeto muchos tratamientos.
En el ejemplo de la lista de palabras, sería más conveniente la equiponderación
intersujetos, porque para la equiponderación intrasujeto habría que generar dos
listas diferentes para cada condición (dos para emotivas y dos para neutras). Esto
es porque si sólo hubiera una lista de palabras neutras y una de palabras emotivas,
habría que espaciar mucho las tomas para que los sujetos se olviden las palabras
que ya habían memorizado. Entonces dicha investigación quedaría así:

Para resumir, podemos decir que una investigación será un experimento:


● Cuando tenemos comparación de grupos y los grupos se formaron al azar.
● Cuando tenemos un diseño de medidas repetidas o intragrupo y se controla
el error progresivo mediante alguna técnica de contrabalanceo o
equiponderación.

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