Resumen Tema 1 Orígen y Desarrollo Del Trabajo Social
Resumen Tema 1 Orígen y Desarrollo Del Trabajo Social
Resumen Tema 1 Orígen y Desarrollo Del Trabajo Social
Para Simmel lo más terrible de la pobreza es ser pobre y nada más que
pobre. A partir del momento en el que la colectividad se hace cargo del pobre,
éste solo podrá alcanzar el estatus social de asistido, puesto que la asistencia llega
a alterar la identidad de la persona asistida y le con ere un estigma que marcará
todas sus relaciones con el resto de miembros de la sociedad. El Estado asume la
obligación de auxiliar a los pobres, pero ello no se traduce en un derecho para los
pobres. Para compensar los fallos en la protección social de la solidaridad
familiar, el Estado se hace social. La pobreza pasa a ser de esta forma un asunto
familiar y una cuestión de Estado. Se traspasa la atención de la pobreza desde el
ámbito privado familia y asistencia privada al Estado que establece leyes sociales
y determinados modos de intervención social.
Puede suceder que las ayudas cesen y se debiliten más las redes de apoyo
informales. Se pasaría de la dependencia a la ruptura de relaciones con los
servicios sociales y otros modos de intervención social. Es entonces cuando se
detecta una acumulación de fracasos que conducen a la marginación. Al no tener
esperanzas reales de salir de su situación, sienten que han perdido el sentido de su
vida y optan por vías que ahondan más su fracaso (alcohol y drogas, sobre todo).
• un carácter multidimensional
• Relaciones sociales y
• Cooperación internacional
La Encuesta FOESSA 2007 abordó a nivel estatal, por primera vez, un
análisis multidimensional de la exclusión social. Se elaboró un diagnóstico
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de situación de los sectores afectados por los distintos procesos de
exclusión social.
2. CUANDO LOS DEBATES EN TORNO A LA POBREZA SE
HACEN REALIDAD.
La pobreza ha sido y es parte integrante de la realidad social. Como tal ha
sido objeto de re exión e intervención. En cada etapa histórica la mirada se
ha dirigido con especial interés hacia aquellas manifestaciones
consideradas más preocupantes por motivos políticos, morales, económicos
o sanitarios. Estados de pobreza, permanentes o temporales, que han
afectado de forma desigual por regiones o localidades, por variables como
el sexo, la edad el estado civil, la etnia, el nivel cultural o de ingresos, así
como por condiciones ligadas a las trayectorias vitales. La acción social, en
un sentido amplio del término, se ha orientado a mitigar, más que a
suprimir, aquellas manifestaciones más visibles, porque son estas las que
hacen a orar problemáticas y tensiones que pueden llegar a cuestionar el
modelo de sociedad y gobierno.
Concepción Arenal sintetiza lo más novedoso de la creciente
sensibilidad social hacia la pobreza cuando a rma que lo que hay de nuevo
en el asunto es que se estudia; que pensadores y lántropos, academias,
tribunas, libros etc. Meditan y buscan medios de combatir la miseria;
Los cambios político-económicos fueron por delante de una sociedad que
seguía arraigada en el pasado, en los valores preindustriales y tradicionales.
Es cierto que desde mediados del S.XIX el progreso cientí co, tecnológico
y material estrechará lazos cada vez más fuertes con el ideario liberal de
libertad política, tolerancia religiosa y orden y paz, de tal manera que
liberalismo y progreso terminarán por confundirse.
Los discursos y debates en torno a las diversas formas que va adquiriendo
la pobreza podrán materializarse a medida que se detecten y diagnostiquen
los problemas más acuciantes en cada momento. Se coincide, en general, en
enunciar como tales el mantenimiento de los ciclos estacionales de pobreza,
asociados a los económicos y el incremento cuantitativo de la mismo, con
el consiguiente aumento de la mendicidad y el desorden social; la incultura
generalizada en la población obrera; la escasez y carestía de la vivienda; la
falta de higiene, la elevada mortalidad, y en concreto la infanta juvenil.
Al interés por explicar la nueva realidad social e identi car los principales
problemas sociales, se unió la elaboración de propuestas de resolución, adoptando
nuevos planteamientos cientí cos y herramientas estadísticas. Se entendía que la
mejora de las condiciones de vida de sectores amplios de la población pasaba por
la instrucción, la salud pública y los servicios asistenciales. Resultará cada vez
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más visible la referencia a los grupos más afectados por la pobreza, la ignorancia,
la exclusión, la enfermedad y la muerte en los discursos médicos, políticos,
lantrópicos, miembros de la iglesia, maestros. Estos grupos, heterogéneos en sí
mismos, eran el de las mujeres, los niños/as, las personas mayores y las enfermas.
Cada uno presentaba diferentes formas de marginalidad que requerían un
tratamiento diferenciado y desde un nuevo modelo de atención que se de nirá
como bio-pedagógico. En él las administraciones públicas asumían una labor de
coordinación, orientación y reglamentación destinada a una efectiva “pro laxis
social”. Desde ahí se preveía atajar la pobreza, el desempleo, la violencia, la
ignorancia, los abusos en la familia, el trabajo, los alquileres, y los desequilibrios
socioeconómicos.
En otras palabras, el control social ejercido por las diferentes formas de ayuda
institucionalizadas ha contribuido a la legitimación de un orden y unas estructuras
de poder. Pero para alcanzar los objetivos marcados ha sido preciso contar con
unos grupos de personas dispuestas a entablar relaciones personales con quienes
se hallaban en situación de pobreza, para asistirlos, establecer sus verdaderas
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necesidades y asegurarse que las ayudas recibidas estaban teniendo efectos sobre
sus hábitos, sus formas de pensar y sus intenciones.
Las di cultades para acotar los contornos que de nen la pobreza en las diversas
etapas históricas se traslada a los agentes que protagonizan toda intervención en
materia socio asistencial. En primera instancia podrían quedar acotados a la
Iglesia y al Estado con todas sus rami caciones (instituciones, personalidades,
establecimientos, etc.) Esta a rmación resulta reduccionista, aunque muy útil
desde el punto de vista analítico. Más ajustado a la realidad seria a rmar que el
principal agente de toda intervención social es la familia, en cualquiera de sus
modalidades.
Hacia el S. XX, los principales agentes que se fueron per lando en el tratamiento
de diversas situaciones carenciales pueden quedar reducidos a tres en España:
Estado, Ayuntamientos e Iglesia. Su creciente protagonismo convivió con formas
de solidaridad familiar, comunitaria o de grupo no organizadas, pero de
importante impacto para el desarrollo tanto individual como social.
Como resumen nal, bastaría indicar que entre los actores o agencias principales
de donde emanan los modelos asistenciales organizados tenemos: las
instituciones religiosas, autoridades municipales y asociaciones, el Estado y las
redes informales.
5. DE LA CARIDAD A LA BENEFICIENCIA.