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Unidad 13/Bloque 10. Sublevación militar y guerra civil (1936-1939).

Dimensión
política e internacional del conflicto. Evolución de las dos zonas.
Consecuencias de la guerra.

1. LA TRANSFORMACIÓN DEL GOLPE DE ESTADO EN GUERRA CIVIL

El triunfo del Frente Popular no fue aceptado por los sectores más conservadores
de la sociedad, que no aprobaban la vuelta a la obra reformista del primer bienio.
Entre los militares conservadores toma cuerpo la idea de preparar un golpe de
estado que restableciera el orden, pero el fracaso de este, iniciado el 17 de julio,
llevó a una guerra civil de enorme influencia internacional ya que para muchos
países fue un ejemplo de los que sucedería en Europa años más tarde.
El alzamiento se planificó como un pronunciamiento, primero en África, y al día
siguiente, en todas las guarniciones militares que fuera posible, aunque era
importante dominar las de Madrid y Barcelona. Al mismo tiempo que se producía el
levantamiento de las guarniciones, los militares recibirían ayuda de grupos civiles,
organizaciones paramilitares de grupos de derecha, para ocupar los puestos
gubernamentales y hacerse con el poder. El éxito o fracaso del levantamiento va a
depender de las condiciones políticas y sociales de las regiones; de hecho, el
fracaso del golpe en algunas zonas dio lugar al desarrollo de una guerra civil.
El alzamiento prosperó en las regiones más conservadoras, donde el poder era
ostentado por grupos de derecha, es decir, zonas donde predominaba la gran
propiedad y en la que abundaban los pequeños propietarios: por ejemplo, Galicia y
Andalucía. Por el contrario, fracasó en las zonas más industrializadas y
desarrolladas como Barcelona, Madrid…

1.1. BANDOS: LEALES Y REBELDES

a) REBELDES o SUBLEVADOS

Formado por grupos opuestos a la democratización y al reformismo. Estaban


en contra de la pérdida de ciertos privilegios que habían mantenido durante años e
incluso siglos. Eran, entre otros, militares conservadores, propietarios agrícolas,
grupos católicos, monárquicos derechistas… La influencia del fascismo en muchos
grupos partidarios de la sublevación, como Falange, provocó que adoptaran las
formas organizativas u otros rasgos característicos de este.
A pesar de que todos estos grupos veían el golpe de Estado como la única
vía para acabar con el reformismo republicano, divergían en lo referente a la forma
de Estado que se instauraría una vez finalizara la Dictadura Militar que restablecería
el orden social.

b) LEALES

Formado por los partidarios al cambio social que promovían las reformas de la
República: campesinos sin tierras, pequeña burguesía y obreros industriales. La
mayoría estaban vinculados a diferentes fuerzas políticas de carácter obrero como
socialistas, comunistas y anarcosindicalistas (caso especial en España). Aquí
también aparecen las clases medias vinculadas a partidos republicanos que, aunque
temían la revolución social que podrían provocar las fuerzas obreras, no eran
favorables a los grupos de derechas influenciados por el fascismo italiano.

1.2. SIGNIFICADO DEL CONFLICTO

La guerra civil se produjo en un momento de crisis internacional, como es el


periodo de entreguerras y concretamente el momento en que la fuerza nazi
comienzan a expandirse por el este de Europa. Por ello la guerra civil supuso, a nivel
mundial, un ensayo de lo que podría ocurrir en Europa años después. Para la
opinión internacional, la guerra aparecía como una lucha entre fascismo-democracia,
es decir, como una lucha a menor escala donde cuajaban y se producían los mismos
enfrentamientos que se producirían a nivel mundial.
Pero, aunque esa era la opinión que se tenía en el exterior, la guerra civil supuso
la manifestación armada de todos los problemas políticos y sociales que se habían
ido acumulando en el país durante décadas. Lo cierto es que la guerra supondrá,
como reflejan los bandos, el enfrentamiento entre las clases dominantes del país
que se negaban a perder sus privilegios y, por tanto, a cualquier tipo de reforma
progresista que atentara a sus intereses, y los grupos oprimidos, constituidos tanto
por grupos sociales surgidos con la industrialización (obreros) que exigían y
anhelaban un orden político democrático más equitativo con todos los grupos
sociales y pudiera asegurarles una situación mejor.

2. LA INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO

La opinión internacional también se posicionó a favor de uno u otro bando,


aunque una cosa será posicionarse y otra colaborar activamente con los bandos, ya
que la situación de crisis internacional hacía peligrosa la colaboración activa a favor
de los bandos.
En el exterior, el conflicto aparecía como una lucha entre fascismo-democracia e
incluso para muchos, como Gran Bretaña, el comunismo. De esta manera, los
países que mostraron su apoyo a la República fueron Francia, la URSS (debido a la
importancia del movimiento obrero en el conflicto). Otros países tradicionalmente
liberales, como Gran Bretaña, veían con buenos ojos el alzamiento: era una solución
efectiva para acabar con la expansión del comunismo, fuerza que en este momento
comienza a tener mucha importancia debido a la relevancia internacional de la
URSS.
Como vemos, todos aquellos países que muestran su apoyo a la República son
aquellos que ven en la defensa de la ésta la defensa de la libertad y la democracia.
Pero tendrán escasa participación activa debido al complejo sistema de alianzas
internacionales que existían ante la lucha contra la expansión de los movimientos
totalitarios como nazismo y comunismo.
En cuanto a los países que apoyarán al bando sublevado, hay que citar a Italia y
Alemania, cuya importante ayuda colaborará a la victoria de los sublevados y
también, a un poder tan fuerte como la Iglesia católica, personificada por el Papado
que, aunque tardó algo en pronunciarse, lo hizo a favor de Franco, relacionando esta
posición con la defensa de los valores tradicionales, pero también con la influencia
del comunismo en el bando republicano, fuerza claramente anticatólica.

2.1. EL COMITÉ DE NO- INTERVENCIÓN

La opinión internacional también va a estar polarizada en torno al conflicto


español: la mayoría de las naciones democráticas apoyarán al bando republicano
mientras que las naciones totalitarias simpatizarán con el bando nacional. Esta
solidaridad hacia ambos bandos va a provocar que, justo realizado el alzamiento,
ambos bandos pidan ayuda exterior, consistente tanto en armamento como apoyo
político. La ayuda al bando republicano procederá de Francia, pero sobre todo de la
URSS, y el bando nacional recibirá apoyo de Italia y Alemania.
Pero la situación mundial que rodea al conflicto es bastante delicada: las
potencias europeas vivían pendientes del estallido de un conflicto a nivel
internacional. De hecho, la intervención de una potencia en la guerra civil podía
desembocar en una internacionalización del conflicto ya que las potencias que
prestaron ayuda a los bandos eran las más implicadas en el desarrollo de una futura
guerra (Francia y Gran Bretaña- Alemania e Italia). El peligro de internacionalización
del conflicto español provocó distintas posturas ante la guerra civil y, sobre todo, la
mayor ayuda que recibió el bando sublevado.
Dentro de las potencias democráticas (Francia y Gran Bretaña) existían
diferentes posturas en cuanto a la ayuda a la guerra civil, y en general, a cualquier
conflicto internacional que pudiera provocar una intervención de las potencias
totalitarias. Gran Bretaña defendía la llamada Política de Apaciguamiento ante
Alemania porque quería evitar cualquier conflicto donde pudieran intervenir tanto
fascistas como comunistas. La política británica influyó en la actuación de Francia,
afectada por la guerra por la cercanía a España, unido a que también existía un
gobierno de Frente Popular, por lo que se identificaban con la causa republicana.
Pero, por otro lado, necesita del apoyo de Gran Bretaña por si hay un conflicto con
Alemania; esto determinó su subordinación a las decisiones de Gran Bretaña.
Cuando Gran Bretaña comunicó a Francia que si intervenía en España no la
apoyaría en caso de conflicto con Alemania, Francia cedió, pero impulsó la creación
de un Comité de No Intervención.
Creado a principios de agosto de 1936, fue una institución donde las
potencias europeas controlaban las actuaciones de otras para actuar en caso de
conflicto. Con 27 países asociados, a pesar de controlarse mutuamente, no evitó
que las diferentes potencias prestaran ayuda exterior.
En el Comité se encontraban representados los países que más ayuda
prestaron a los bandos: Alemania, Italia y la URSS, cuyo objetivo principal al
adherirse fue la de vigilancia a otros países. Esta política de No Intervención tuvo
como principal consecuencia que la República fuera la más afectada además de que
provocó su derrota porque no había unanimidad de actuación entre las potencias
que la apoyaban.
Si el objetivo del Comité fue evitar la intervención de países en conflictos que
pudieran provocar un conflicto internacional, no se consiguió: la II Guerra Mundial
finalmente estalló, pero, sobre todo, se impidió que un estado legítimo como la
República no recibiera ayuda para defenderse de la insurrección de su propio
ejército.

2.2. AYUDAS EXTERIORES

a) REPUBLICANOS

Debido a la actuación del Comité de No Intervención y de países como


Francia, la República no recibió apenas ayudas, por lo que tuvo que comprar armas
y productos en el exterior, sufragados con las reservas de oro del Banco de España,
decisión tomada por el gobierno Largo Caballero ante la falta de ayuda exterior. El
principal suministrador fue la URSS, donde fueron a parar las reservas de oro. El
hecho de que la URSS suministrara armas y ayudara a la organización táctica del
conflicto por medio de consejeros militares provocó que el partido comunista
adquiriera cada vez más relevancia y que otras potencias como Gran Bretaña vieran
cada vez más claro no ayudar a los republicanos.
Pero también recibió otro tipo de ayuda: las Brigadas Internacionales,
voluntarios que acuden a España para luchar contra la expansión del fascismo y
cuya ayuda fue fundamental en momentos como la defensa de Madrid.
En la organización de las Brigadas Internacionales fueron esenciales
organizaciones comunistas como la Komintern, demostrando de nuevo la influencia
de la URSS en el bando republicano y la identificación de la República con el
comunismo ante la opinión internacional.
Los voluntarios que conformarán las Brigadas Internacionales procederán de
Europa, sobre todo de Francia y América, con una ideología de izquierdas donde se
mezclan socialistas, anarquistas, comunistas o demócratas.
b) SUBLEVADOS

Son los más beneficiados por la ayuda internacional, sobre todo porque la
política de Apaciguamiento de Gran Bretaña y la subordinación de Francia a esta
hizo que Alemania e Italia pudieran actuar libremente.
Alemania envió a España la Legión Cóndor y utilizó el conflicto español como
ensayo tanto de armas como de tácticas de guerra. La ayuda se cobró con
minerales y productos energéticos. Por su parte, Italia envió ayuda armamentística,
pero hay que destacar el Cuerpo de Tropas Voluntarias. Aunque el grueso de ayuda
procedió de estas dos potencias, también acudieron voluntarios de Portugal e
Irlanda.

3. LAS OPERACIONES MILITARES DE LA GUERRA

Etapas de la Guerra Civil

a) Julio- noviembre de 1936: Avance sublevado a Madrid.


b) Diciembre de 1936- octubre de 1937: Batallas en alrededores de Madrid.
c) Noviembre de 1937-junio de 1938: Ofensivas del Mediterráneo.
d) Julio de 1938- abril de 1939: Batalla del Ebro y fin de la guerra.

3.1. AVANCE HACIA MADRID

La etapa se conoce como Guerra de Columnas y se desarrolló de julio a


noviembre de 1936, cuando los rebeldes fracasan en su intento de tomar la capital y
deciden adoptar nuevas medidas.
El alzamiento se inició en África y debido al fracaso del golpe, las tropas
africanas al mando de Juan Yagüe (ejército reservista) cruzan el estrecho, dominan
la zona de Badajoz y consiguen unirse a los sublevados del norte. Después de
ocupar Toledo, se dirigen a Madrid para tomar la capital y acabar con el conflicto,
pero los republicanos reaccionaron fortificando los accesos e interior de la ciudad y,
al mismo tiempo, en noviembre, el gobierno se traslada a Valencia, quedando
Madrid en manos de una Junta presidida por José Miaja y la defensa a manos del
comandante Vicente Rojo.
La resistencia de la capital fue posible tanto por la dirección de Rojo como por
la llegada de las Brigadas Internacionales y de una columna anarcosindicalista, así
como por la actuación de las milicias, tropas formadas por voluntarios de partidos y
sindicatos.

3.2. BATALLAS EN TORNO A MADRID Y LA OCUPACIÓN DEL NORTE

Una vez que fracasa la toma de Madrid, los sublevados inician otras tácticas
que consisten en atacar los alrededores de la capital, sobre todo la zona del este,
para cortar las comunicaciones entre la capital y Valencia.
Si en la primera etapa el grueso de las tropas de ambos bandos estaba
formado por milicias voluntarias, en esta etapa se produce una regularización de los
ejércitos, destacando la formación del Ejército Popular de la República.
Las dos batallas más relevantes de esta etapa fueron las de Jarama y
Guadalajara, destacando esta última por la importante derrota que sufrieron las
tropas fascistas italianas que acudieron en ayuda de los sublevados.
Ante un nuevo fracaso, Franco abandona la toma de la capital y se traslada al
norte, desplazándose de este a oeste al mando de Emilio Mola. Dentro de estos
ataques hay que destacar el Bombardeo de Guernica por la aviación nazi, primer
bombardeo que se hace sobre la población civil en la historia.
Gracias a la ayuda alemana e italiana, los sublevados toman Bilbao mientras
que paralelamente los republicanos, para distraer la atención sublevada, inician el
ataque a Brunete (proximidades de Madrid) y en las cercanías de Zaragoza. Pero
esta contraofensiva no evitó que los sublevados avancen y tomen Santander y
Asturias, quedando una importante zona industrial a manos de los sublevados y
debilitando a los republicanos.

3.3. EL AVANCE HACIA EL MEDITERRÁNEO

La pérdida de la zona norte llevó a la reestructuración del ejército republicano,


que se puso al frente de Rojo, defensor de Madrid, a la vez que se dotó de mandos
profesionales a los que se unen los anteriores cuadros procedentes de las milicias y
las Brigadas Internacionales.
El cambio de táctica también consistió en tomar la iniciativa, por lo que
iniciaron un ataque a Teruel que condujo a la ocupación por los republicanos hasta
febrero, momento en que los sublevados, desde las proximidades de Teruel, fueron
avanzando hacia el Mediterráneo, provocando la división del territorio republicano.
Una vez ocupada esta franja por los sublevados, Franco se dirigió hacia el
sur, hacia la zona de Valencia, donde se encontraba el gobierno republicano, pero
aquí, el avance fue contestado por los republicanos, mejor equipados por la llegada
de material; es aquí cuando se desencadena la batalla del Ebro que pondrá fin al
conflicto.

3.4. LA BATALLA DEL EBRO Y EL FINAL DE LA GUERRA

El avance sublevado hacia Valencia fue contestado por el bando republicano


con el inicio de una ofensiva en el Ebro que condujo a la batalla del Ebro. Esta
batalla se inicia el 25 de julio (1938) con un ataque republicano entre la zona norte y
sur del río. Desde el norte se fueron adentrando hacia el centro, pero en esta zona
Franco detuvo el ataque. Una vez detenido el ataque, el ejército franquista
contraatacó y los republicanos se replegaron mientras que los sublevados llegaban
hacia la desembocadura, finalizando así la batalla.
Una vez dominada la zona del Ebro, Franco inicia una ofensiva hacia el norte,
entrando en Barcelona. La marcha hacia el norte del ejército rebelde provocó que
tanto el gobierno republicano (ahora en Barcelona), la Generalitat y el gobierno
vasco, entre otros, huyeran al exilio.
En febrero de 1939, prácticamente todo el país se encontraba bajo dominio
rebelde, a excepción de una franja que iba desde Madrid al sur del Mediterráneo.
Aunque Negrín vuelve del exilio para continuar la guerra con el apoyo de
comunistas, no hubo batallas importantes, a lo que hay que unir que, en el plano
internacional, Francia e Inglaterra reconocían al gobierno de Franco por lo que, ante
la falta de apoyo exterior, Azaña dimite como presidente de la República.
El apoyo comunista a Negrín no fue bien visto por algunos sectores, dando lugar,
en marzo de 1939, a una sublevación contra el gobierno republicano encabezada
por el coronel Segismundo Casado, para el que la influencia comunista en el
gobierno era un factor importante para que la guerra continuara y no hubiera
posibilidad de negociación con Franco. Casado consiguió el control de la ciudad y se
decidió la creación de una Junta de Defensa, presidida por Miaja y constituida por
socialistas y UGT para negociar lo que calificaban de “paz honrosa”. Pero Franco no
aceptó ninguna condición para la rendición, sino que además obligó a entregar las
armas, acabando la guerra el 28 de marzo con la entrada en Madrid de las tropas de
Franco. Hasta el 1 de abril se fueron ocupando las zonas que quedaban al mando
republicano, día que se firma el último parte de guerra, aunque puede considerarse
el conflicto finalizado el momento en que se toma la capital.

4. EVOLUCIÓN POLÍTICA DEL BANDO REPUBLICANO

La sublevación provocó en la zona fiel a la República y nada más conocerse el


alzamiento, una revolución social de carácter colectivista que pretendía cambiar el
sistema de propiedad y la destrucción del poder del Estado.
El movimiento tuvo mayor influencia en Cataluña, donde las fuerzas dirigentes
del movimiento (CNT-FAI) eran mayoritarias. El rasgo esencial del movimiento fue el
colectivismo, con la colectivización de transportes, abastecimiento alimentario… a
la vez que se constituían Juntas, Consejos y Comités que sustituían al poder
republicano.
En cuanto al gobierno republicano, el gobierno dirigido por Santiago Casares
Quiroga dimitió y Azaña encargó a Diego Martínez Barrio la formación de un nuevo
gabinete que intentó negociar el fin de la resurrección, pero al ser imposible,
Martínez Barrio fue sustituido por José Giral.
Hasta el fin de la guerra las instituciones republicanas siguieron funcionando y
con la constitución en vigor. El aspecto más relevante del gobierno Giral es la
adopción de las primeras medidas militares, pero continuó sin poder contener la
revolución política que se estaba produciendo en diferentes zonas donde los
Consejos y Comités se estaban reunificando y adquiriendo mayor relevancia. Ello
condujo a que el 5 de septiembre de 1936 Azaña encargara la formación de un
nuevo gobierno a Francisco Largo Caballero, líder de la izquierda del PSOE, que
convocó un gabinete de coalición que integraba a nacionalistas vascos y catalanes,
partidos republicanos, PSOE y PCE; días más tarde se integraban 4 ministros
anarcosindicalistas. La primera medida de importancia que toma el gobierno es la
aprobación el 1 de octubre del estatuto de autonomía del País Vasco.
A principios de noviembre, el gobierno abandona Madrid ante la amenaza de las
columnas sublevadas que se dirigían a Madrid desde el sur, trasladándose a
Valencia. Madrid quedó bajo la autoridad de una Junta de Defensa dirigida por el
general Miaja, con la colaboración de Sebastián Pozas, que obtuvo una gran victoria
moral al hacer fracasar los intentos del ejército franquista de tomar la capital.
El gobierno Largo Caballero acometió las principales reformas políticas y
militares en los meses siguientes. A pesar de algunos retrocesos militares,
compensados con la victoria republicana en Guadalajara, la confianza en la victoria
era grande. Creció la influencia del PCE, cuya política buscaba la alianza del
proletariado con los sectores de la burguesía media, pequeños empresarios y
campesinos, mientras que otras fuerzas como anarquistas y POUM (Partido Obrero
de Unificación Marxista) entendían que había que tomar medidas revolucionarias y
colectivizadoras para poder contar con el apoyo popular que llevase a la victoria.
La política social del gobierno republicano continuó y las reformas del Frente
Popular: se incautaron y nacionalizaron industrias de los partidarios de la
sublevación; continuó la Reforma Agraria y la expropiación de fincas abandonadas,
que fueron cedidas en usufructo perpetuo a los cultivadores; se nacionalizaron
industrias como CAMPSA y compañías ferroviarias y se estableció el control estatal
sobre los bancos e instituciones financieras. Pero lo más llamativo fue el proceso de
colectivizaciones de empresas y, sobre todo, de explotaciones agrarias, que afectó a
áreas de Aragón, Levante y Andalucía.
A pesar de esta política reformista, el gobierno Largo Caballero tuvo que hacer
frente a una serie de problemas internos derivados de las diferencias entre los
grupos de izquierda que componían el gobierno, concretamente entre el POUM y
anarcosindicalistas, que querían llevar a cabo su propia política y practicar una
guerra revolucionaria. El enfrentamiento estalla abiertamente en mayo de 1937,
donde se produjo una disputa por el poder en Cataluña, donde a la fuerza de CNT y
POUM se oponían los comunistas y partidos republicanos que controlaban la
Generalitat, manifestándose dichos enfrentamientos en Barcelona y provocando que
el gobierno pasara a estar dirigido por Negrín (PSOE), partidario de la máxima
unidad de fuerzas republicanas y apoyado en los comunistas.
Tras la caída del frente norte en octubre de 1937 y las derrotas de 1938, sobre
todo la de la batalla del Ebro, las esperanzas republicanas estaban en quiebra. Por
otro lado, la política de concesiones y apaciguamiento mantenida por Inglaterra
frente a Hitler se concretó en el Pacto de Munich (octubre de 1938), con la cesión
de Checoslovaquia, gesto que hacía temer por la República.
Negrín propuso resistir a toda costa y planteó los Trece Puntos:
1. La independencia de España.
2. Liberarla de militares extranjeros invasores.
3. República democrática con un gobierno de plena autoridad.
4. Plebiscito para determinar la estructuración jurídica y social de la República
Española.
5. Libertades regionales sin menoscabo de la unidad española.
6. Conciencia ciudadana garantizada por el Estado.
7. Garantía de la propiedad legítima y protección al elemento productor.
8. Democracia campesina y liquidación de la propiedad semifeudal.
9. Legislación social que garantice los derechos del trabajador.
10. Mejoramiento cultural, físico y moral de la raza.
11. Ejército al servicio de la Nación, estando libre de tendencias y partidos.
12. Renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
13. Amplia amnistía para los españoles que quieran reconstruir y engrandecer
España.
Sin embargo, otro sector, en el que figuraban el coronel Casado o Julián
Besteiro, se inclinó por la rendición a Franco. Esto llevó a los combates internos en
Madrid, una vez conocida la caída de Barcelona y el hundimiento de la resistencia
republicana en el centro.

5. EVOLUCIÓN POLÍTICA DEL BANDO SUBLEVADO

La muerte de José Sanjurjo el 20 de julio de 1936, puso en primer plano al


general Franco, al que solo podían hacer sombra personajes como Mola, fallecido
en junio de 1937. Primeramente, se creó una Junta Técnica en Burgos, hasta que,
en septiembre, una reunión de generales nombró a Franco Generalísimo y Jefe de
un nuevo Estado todavía por definir. En los meses siguientes, Franco, interlocutor de
Hitler y Mussolini y jefe incontestable de las tropas marroquíes, se haría con la
jefatura militar y política del nuevo estado.
Se adoptaron nuevos símbolos y Franco aglutinó tras de sí a Falange,
monárquicos alfonsinos, carlistas y CEDA (Confederación Española de Derechas
Autónomas). Suspendió todas las actividades políticas. En febrero de 1937
estableció como himno nacional la Marcha Real y a finales de mes, tras algunos
enfrentamientos en Salamanca, el Generalísimo se constituyó en jefe nacional del
partido único que, con el nombre de Falange Española Tradicionalista y de las JONS
(Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), pretendía agrupar políticamente a toda la
España rebelde. Al mismo tiempo, todas las organizaciones políticas son disueltas,
siguiendo el modelo totalitario de los regímenes fascistas de partido único.
En enero de 1938 se constituyó el primer gobierno del nuevo Estado; a partir de
ese momento todo el poder radicaría en el Cuartel General del Generalísimo. El
primer gobierno de Franco constituía un agregado de las fuerzas conservadoras, a
base de tradicionalistas, falangistas y sobre todo militares.

6. LA REPRESIÓN Y LAS VÍCTIMAS DE LA GUERRA

6.1. LA REPRESIÓN DE LOS BANDOS

Al inicio del conflicto, la persecución de todos los contrarios, los que ofrecían
resistencia o eran partidarios del enemigo, se llevó a cabo en ambos bandos.
En la República hubo en un primero momento una represión descontrolada
por parte de milicias y organizaciones de partidos donde no tuvo nada que ver el
poder establecido y que llevó a la muerte de personas como Melquíades Álvarez,
José Antonio Primo de Rivera o Ramiro Ledesma Ramos.
De todas formas, el número de víctimas producido por los rebeldes fue muy
superior, sobre todo si tenemos en cuenta la represión que el régimen franquista
continuó practicando después de la guerra, represión que era ejercida por el ejército
y autoridades políticas. Muchas veces fueron asesinadas figuras relevantes más por
lo que significaban que por su posición, como es el caso de Lorca. Igualmente, el
gobierno de Franco hizo ejecutar a todos los políticos importantes del bando
republicano que cayeron en sus manos como Companys o Besteiro.

6.2. REFUGIADOS Y EXILIADOS

En los primeros meses de la guerra, la población civil de la zona republicana


abandonó sus casas debido al avance rebelde, marchando a zonas todavía bajo
poder de la República, principalmente Levante y Cataluña. Los de la zona norte
marcharon por mar hacia otros países, dando prioridad a los niños, que marcharon a
diversos países americanos o la URSS.
Hacia el final de la guerra, la mayoría se concentraba en Cataluña para cruzar
la frontera francesa. Primero se permitió el paso de los civiles, hombres, mujeres y
niños, y después, de los soldados. Pero gran parte de los refugiados fueron
conducidos a campos de concentración improvisados, volviendo en pocos meses la
mitad de esos refugiados.
El resto inició un largo y penoso exilio; muchos de los que permanecieron en
Francia participaron activamente en la II Guerra Mundial tanto en las unidades
regulares del ejército como en la guerrilla contra los nazis. Algunos fueron detenidos
por los nazis y fusilados o confinados en los campos de exterminio.
Un grupo importante marchó a América Latina y la URSS. El grupo americano
lo constituían políticos e intelectuales que, en México, encontraron refugio, uno de
los países que más ayudó a los exiliados y que fue fiel a la legalidad republicana.

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