VIOLENCIA FAMILIAR EN CONTEXTO DE PANDEMIA (2020- 2022)

Introducción
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) define como violencia al “uso intencional
de la fuerza física o el poder real o como amenaza contra uno mismo, una persona, grupo o
comunidad que tiene como resultado la probabilidad de daño psicológico, lesiones, la muerte,
privación o mal desarrollo”. En tanto la violencia familiar no es más que la violación de
derechos y la gresión, fisica, psicologia y sexual entre componentes de un mismo nucleo
social. Existe un concepto importante que debe destacarse, esta es la transmisión
intergeneracional de la violencia, en la cual se sostiene que “crecer en contextos familiares
donde existe violencia es un predictor para la aparición de diversos problemas emocionales,
cognitivos y de conducta, tanto a corto como a largo plazo” (González, 2003). Por lo tanto, la
importancia de hablar de la violencia familiar radica en cómo ésta incentiva el ciclo de la
violencia y paradójicamente resulta ser la clave para minimizar sus efectos caóticos que
vienen vulnerando a los habitantes de nuestro país.
La Violencia Familiar propicia e influye en todo tipo de violencia como: violencia infantil,
violencia hacia la mujer, violencia doméstica, violencia entre parejas jóvenes y la violencia
entre hermanos entre otros. Sabemos que las personas dentro de un ámbito familiar tienen
diferentes puntos de vista, diversas maneras de hacer las cosas y estas diferencias crean a su
paso conflictos dentro de las familias esto afecta en gran medida al desarrollo integral de cada
componente familiar, principalmente los niños. Por lo tanto, es importante buscar soluciones
mediante el diálogo, el respeto mutuo y la aceptación de las diferencias.

Desarrollo

La estricta división del trabajo entre hombres y mujeres dentro y fuera de la familia también
impide que la familia comparta algunas actividades que se pueden hacer juntos, dejando a las
mujeres en una posición subordinada; aprender a depender psicológica y económicamente de
sus parejas les dificulta y muchas mujeres a vivir y soportar el daño de su caso. El 22,4%, o
72 mujeres, dijeron que sus parejas a menudo eran agresivas debido al machismo 5.6%,
representado por 18 mujeres, que dijeron que sus parejas nunca actuaron violentamente por
machismo. Bueno(2022)
La violencia vivida por el agresor en la infancia influye decisivamente en sus patrones de
comportamiento, ya que cuando presencia y/o vive violencia en la familia de origen, tiende a
repetirla en la familia que decide formar. De las 321 mujeres víctimas de violencia doméstica
por parte de la pareja, el 27,7% (89 mujeres víctimas) dijo que la violencia infantil de su
pareja fue muchas veces la causa de su comportamiento agresivo. El 24,3%, o 78 mujeres,
dijeron que su pareja presentaba conductas violentas con frecuencia debido a la violencia en
la familia de origen de su pareja. Asimismo, el 18,7% de las 60 mujeres dijeron que nunca
habían sido violentas porque su pareja experimentó violencia en la infancia. El 16,2% que
representa a 52 mujeres dijo que su abusador a veces se volvió violento debido a la violencia
experimentada en la infancia. Ramirez(2020)

Hay ciertas características que definen al agresor: la intolerancia a la indiferencia, que es

Basado en el hecho de que el atacante no tuvo en cuenta la opinión de la otra parte, para él,
solo él Algo que se siente superior a los demás. Rígido, el abusador impone, piensa y ejecuta
Actuando como si fuera el maestro de la verdad, sin miedo a lo que piensen los demás, tiende
a Impónganse sus ideas y no sucumban a acuerdos que no les correspondan. pensamiento
binario, caracterizado por la idea de no permitir ningún matiz e impedir el perdón de la
víctima aunque sea una situación que resulte en un error. caracterizado por alergias. Cuando
el agresor falla, se juzga duramente, se deprime con facilidad, es un extremista y cambia su
comportamiento personal a gentil para ganar la confianza de la víctima lo que cuando se
descubrió la verdad, le resultó difícil pensar que estaba lidiando con un abusador. Alvarado &
Huaman (2022)

La importancia de este estudio es reconocer las consecuencias que conlleva la violencia

familiar que se presenta en los miembros involucrados de la familia. Se reporta que entre las
principales consecuencias de la violencia familiar figura la destrucción de la familia, la
rebeldía y el trauma en los hijos, así como la deserción escolar. Los niños que son testigos de
violencia entre sus padres también tienen mayor riesgo de ser violentos en sus relaciones
futuras. Tanto la violencia psicológica como la física pueden ser aprendidas por las víctimas.
La imitación o aprendizaje vicario, constituye una de las formas de aprendizaje más
importante en los humanos. Particularmente para niños y adolescentes, una parte sustancial
del aprendizaje está basado en observar e imitar a los otros, dado el mimetismo presente en
las personas. (Albert B.1961)
Muchos niños expuestos a la violencia doméstica tienen un riesgo de padecer problemas de
salud, estos pueden ser afecciones mentales, como depresión y ansiedad. También pueden
incluir diabetes, obesidad, cardiopatías, baja autoestima y otros problemas. Esto depende de
la edad del niño: Según (Kathleen B. 2021)

Niños en edad preescolar, los niños pequeños que son testigos de la violencia de los padres
pueden comenzar a hacer cosas que solían hacer cuando eran niños, como mojar la cama,
chuparse el dedo y llorar con más frecuencia. Pueden tener problemas para dormir o
mantenerse dormidos, mostrar signos de miedo, como tartamudear o esconderse, y mostrar
signos graves de ansiedad por separación.

Niños en edad escolar, los niños de este grupo de edad pueden sentirse culpables por el abuso
y culparse a sí mismos. La violencia doméstica y el abuso dañan la autoestima de un niño. Es
posible que no participen en las actividades escolares o tengan malas calificaciones, tengan
menos amigos y se metan en problemas con más frecuencia.

Los adolescentes que presencian el abuso pueden manifestarse de manera negativa, como
peleas con miembros de la familia o ausentismo escolar. Pueden involucrarse en
comportamientos riesgosos, como sexo sin protección o uso de drogas o alcohol. Pueden
tener baja autoestima y no hacer amigos fácilmente. Pueden pelear o acosar a otros, y es más
probable que se metan en problemas. Este comportamiento es más común entre los varones
adolescentes que experimentan abuso infantil que entre las niñas adolescentes. Las niñas son
más propensas que los niños a autoexcluirse y experimentar depresión.

La mujer que sufre de violencia familiar en su hogar, padece constantemente un riesgo grave
tanto físico como psicológico. Esto se da debido a que la víctima vive con su agresor, siendo
un peligro alarmante debido a que la mayoría de feminicidios se da en el hogar de la víctima.
Está situación preocupante conlleva a pensar que es lo que realmente está pasando en la
sociedad, por qué los casos de la violencia familiar se dan más en mujeres, analizando
vemos que la sociedad siempre trata de etiquetar a la mujer como la sumisa, la responsable de
cuidar a los hijos, la que se encargar en la cuidado del hogar; mientras el varón el encargado
de salir a trabajar y por ende traer el dinero al hogar, etiquetando como el "jefe del hogar". Es
desde ahí donde el rol de la mujer se convierte en la ama de casa. La mayoría de las madres
no quieren dejar a su pareja debido a que a veces los padres de la mujer viven con el
antepasado de que la esposa siempre tiene que estar con su esposo en los peores momentos,
aguantar todo ya que es su esposo. La mujer a veces no puede aguantar los abusos físicos y
psicológicos y llega a pensar en alternativas como el autosuicidio para librarse de toda la
presión sin darse cuenta de que va a dejar asus hijos con el agresor , algunas madres piensan
en seguir soportando al agresor esto debido a que a veces la mujer se pone a pensar que no
puede trabajar ya que no estudió o piensa que no lo va a lograr , en otros casos también no
dejan al agresor por el simple hecho de que piensan que el hijo tiene que estar con su padre,
miedo a que sus hijos la puedan odiar por alejar a su padre.

No cabe duda que en el orden de las emociones y las vivencias, tanto el hombre como la
mujer están en la misma capacidad de agredirse el uno al otro.

El hombre que sufre de violencia familiar le cuesta hablar de esto, de lo que le está pasando
ya que no quiere que los demás se burlen de él, esto conlleva a que el hombre aguante la
agresión física y psicológica de su pareja y lo que hace es aguantar los maltratos y hacer en
lo más mínimo caso a su pareja.

La violencia familiar se produce debido a las diferencias de poder entre los distintos
miembros de la familia (padre, madre, hijos,abuelos,etc)y la mayor parte de las
manifestaciones de violencia familiar son jalones, pellizcos, golpes, coscorrones, aventar
objetos, rayar o pintar el cuerpo, poner el pie para que se tropiece, no dejar sentarse en la
banca, cachetadas.
● Violencia activa, abuso o maltrato
La violencia activa es la más visible, la que todo el mundo ve, nombra y puede
identificar. Imaginemos a un padre que pega, una madre que grita, insulta y humilla,
un abuelo o profesor que abusa de una niña. La violencia activa no confunde al niño
ni le engaña emocionalmente hablando. La ve, la oye y la siente en sus entrañas tal
cual. No se puede negar. Un niño que ha sufrido violencia activa se reconoce
socialmente cómo víctima. Todo el mundo acepta como violencia el hecho de pegar o
gritar. No olvidemos que un niño testigo de violencia también es víctima de violencia.
Tanto si es activa como pasiva.
Lamentablemente, hoy en día, se pega a los niños y se acepta socialmente. Si un
hombre pega a su esposa lo llamamos maltrato. Si una madre pega a su hijo lo
llamamos educar.
Hay familias en las que sólo se pegaba a uno de los hermanos o hermanas y no a los demás.
También puede haber habido mucha violencia entre papá y mamá.
 Ejemplos de violencia activa:
➢ Gritos
➢ Insultos
➢ Humillaciones
➢ Castigos
➢ Palizas (daños corporales)
➢ Rechazo Físico
➢ Críticas
➢ Juicios
➢ Abuso Sexual
● Violencia pasiva o negligencia
Esta violencia al ser mucho más sutil ya no es nombrada ni identificada como tal
(cómo en el caso de la violencia activa, nadie puede negar un golpe, una paliza o un
grito ya que son visibles). Siempre se suele nombrar más la violencia activa de papá y
no el abuso emocional (violencia invisible) de mamá.
La violencia pasiva, o también conocida como violencia emocional, es invisible por
tanto confunde al niño emocional y psicológicamente. Desordena la psique infantil ya
que lo que el niño siente, ve y es nombrado no coincide. Su vivencia real infantil, lo
que registra emocionalmente y lo que se le hace no es recogido por nadie. Por tanto,
no le encaja y le provoca el llamado desorden psíquico. A diferencia de la violencia
activa que no se puede negar, la violencia pasiva es mucho más difícil de identificar,
no por ello deja de ser una experiencia violenta para el niño.Ejemplos de violencia
pasiva:
➢ Manipulación.
➢ Chantaje emocional.
➢ Sentimiento de culpa.
● Violencia secuencial
Existe otra estrategia mixta, la violencia secuencial. El actor aparenta, en primer
lugar, renunciar a sus derechos (manipular), pero no duda en agredir física o
verbalmente cuando considera que la estrategia no le funciona, o bien pasa a otro
momento más decisivo.
En los casos de violencia en pareja es bastante habitual. Cuando el agresor adopta el
papel de víctima (aparente renuncia a sus derechos) para hacer sentir mal a la otra
parte. Puede, incluso, adoptar el papel de persona callada, que no dice nada.
 «Castigar» con su silencio a la pareja (violencia pasiva). Si la otra parte cae en el
juego manipulador, llegará a sentirse culpable. Entonces el manipulador adoptará el
papel de perseguidor, para hacer sentir aún más culpable a la otra parte. Este es un
típico guión neurótico manipulador de violencia activa y pasiva.
La violencia se utiliza principalmente sobre los miembros más vulnerables de la
familia, como las mujeres, los niños y los ancianos. Esos conflictos son utilizados,
muchas veces, en la tentativa de moldear a los familiares por la dificultad de afrontar
las frustraciones que ocurren en el ámbito familiar, en función de la no
correspondencia de la expectativa cultural masculina en dominar mujeres y niños.
(MARIA BAZO, 2001)

Mundialmente, millares de mujeres ya sufrieron alguna forma de violencia durante su vida.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) casi la mitad de las mujeres asesinadas
son muertas por el marido o enamorado, actual o ex. La violencia responde a
aproximadamente 7% de todas las muertes de mujeres entre 15 a 44 años en todo el mundo.
En algunos países, hasta 69% de las mujeres relatan haber sido agredidas físicamente y hasta
47% declaran que su primera relación sexual fue forzada.
De acuerdo con la Central de los Derechos de la Mujer hay una estimativa de que más de dos
millones de mujeres en Brasil son golpeadas cada año por sus maridos o enamorados.
Considerada como un serio problema social y de salud pública, la violencia a que están
siendo sometidas estas mujeres se da principalmente dentro de sus hogares que deberían
representar un local acogedor y de protección y, sin embargo se vuelve en estos casos, un
ambiente peligroso que fomenta un estado de ansiedad y miedo permanente.
Existe una tradición histórica de tolerancia sociocultural en relación a las diversas
manifestaciones de violencia de género, atribuida al evento como problema de cuño familiar,
por su naturaleza privada e íntima. Esto tiene poca visibilidad y, muchas veces, la violencia se
acepta como acto habitual y consecuente con los problemas familiares.
En las diversas formas de violencia familiar más comúnmente analizadas, la doméstica, el
maltrato infantil y el maltrato a las personas ancianas, existen diferencias y similitudes. En el
análisis de la violencia perpetrada contra las personas ancianas se la ha comparado con la
ejercida contra los niños/as y, algo menos, con la ejercida contra las mujeres en el hogar. El
maltrato infantil y el de las personas ancianas tiene ciertos parecidos, pues, en ambos casos,
puede darse la dependencia de la víctima en la persona cuidadora. También pueden darse
presiones y estrés. Por otro lado (Penhale y Kingston 1995), también se ha observado, en
ambos casos, entre otras características, que, en ocasiones, las familias se encuentran aisladas
socialmente y con pocos recursos económicos y sociales; los roles sociales aparecen
distorsionados. Otros aspectos parecen también corresponderse entre ambos tipos de
violencia, como la evidencia creciente de la transmisión generacional de la violencia, el uso
cada vez más fuerte de la violencia como recurso para controlar la conducta tanto de los niños
como de los ancianos, que las víctimas son sobre todo mujeres (niñas y ancianas) y,
por último, que ambos tipos de conductas violentas se ejercen en una sociedad que se resiste
a admitir la existencia de la violencia familiar.Por otro lado, existen diferencias que se
derivan de las situaciones distintas en que se desenvuelven niños y ancianos, ya que la
violencia tiene lugar en distintos niveles: sociales e individuales. Ocurre que, mientras
culturalmente puede ser admitido el correctivo físico para los niños, no es admitido de
ninguna manera para las personas ancianas.Además, los niños suelen ser considerados seres
débiles, mientras que las personas mayores pueden ser vistas incluso como "cargantes", por lo
que el maltrato infantil resulta siempre más escandaloso. Dentro de la esfera normativa, se
tienen nociones sociales claras de lo que es ser "buenos padres" (Penhale y Kingston 1995:
250), pero no queda tan claro qué es o cómo se debe cuidar bien a un anciano/a. De cara a la
intervención social, por otra parte, a las personas ancianas se las considera adultas, que
pueden aceptar o rechazar un servicio social o de salud, mientras que se actúa de otra manera
con los niños/as.
La violencia de los niños o maltrato infantil, se produce cuando la violencia afecta a niños,
niñas y adolescentes menores de 18 años y es ejercida por los padres o cuidadores. Existe
maltrato físico si los padres o las personas que están al cuidado de una niña o niño, lo
golpean, le dan cachetadas, palmadas, lo zamarrean o agreden físicamente de cualquier
manera. Existe maltrato psicológico en contra de un niño o niña cuando se le agrede
verbalmente. Si los padres o personas que cuidan de un niño o niña le gritan constantemente
o le dicen insultos, como “tonto, feo, no sirves para nada o haces todo mal” o le hablan con
groserías. Si el papá o la mamá se relaciona con su hijo o hija de esta manera, dañará su
autoestima y le enseñarán a tratar de este modo a sus futuros hijos.(Valdebenito, L.2015).
Violencia entre parejas jóvenes se produce cuando afecta a algún miembro de la pareja, sin
embargo, esta forma de violencia se da principalmente de los hombres hacia las mujeres.
Cuando en una pareja, ya sea que esté casada o convive, se puede identificar que pueden ser
físicos, psicológicos, económicos o sexuales. Sin embargo, se disponen de escasos datos
sobre la violencia entre parejas jóvenes, las propias estadísticas del Instituto de la Mujer
informan de la existencia de muertes producidas entre novios y exnovios. La violencia
psicológica forma parte de las relaciones afectivas de los adolescentes y jóvenes
Violencia entre hermanos se ha observado cómo la rivalidad y peleas entre hermanos en la
niñez y en la adolescencia como algo normalizado(disminuido). Pocas veces se habla de este
tipo de peleas como violencia intrafamiliar. Se han considerado casi una parte del desarrollo
social del niño, que ocupa su lugar en la familia, que lucha por sus cosas y su espacio. Que, a
veces, también, inevitablemente rivaliza con sus hermanos.
Según un estudio de David Finkelhorn, sociólogo del laboratorio de Investigación familiar de
la universidad de New Hampshire (EEUU) los adultos tienden a minimizar este tipo de
violencia, que muchas ocasiones constituye un abuso y maltrato físico continuado
(especialmente de hermano mayor a hermano o hermana pequeña).

Conclusión

Por todo lo investigado y analizado, queda más que claro que ningún tipo de violencia puede

considerarse “positivo”, debido a que todas y cada una de ellas generan daños intra e

interpersonales tanto en víctimas como agresores y a su vez generan un retroceso en el

desarrollo sostenible del país.

Con respecto a la violencia familiar esta es una de las causas principales por la que surgen

otros tipos de violencia, por lo tanto es necesario actuar frente a ella y buscar prevenirla

principalmente a través de la educación, para el evitar “el ciclo de violencia” que se logró

explicar en el presente trabajo.

Así pues, se considera que mejorar la crianza y educación de los niños en las familias , para

que en un futuro se erradique o disminuya la violencia en general , ya que desde pequeños y

desde casa se enseñan e inculcan valores que posteriormente se ven reflejados en la sociedad.

Tras la investigación cabe mencionar que en nuestra sociedad aún persisten las ideas

machistas y feministas del pasado, y en ocasiones esto es fomentado en sus hijos e hijas , a
veces sin darse cuenta los padres son los responsables de las ideas machistas y feministas de

sus hijos o hijas esto pasa con naturalidad.

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