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PEC PREHISTORIA I. Las Primeras etapas de la humanidad.

Carolina Díaz Pérez-Pedrero


Curso 2022/23
FIGURA 1
La figura número 1 del ejercicio se trata de una herramienta lítica, denominada
bifaz. Está entre los primeros útiles desarrollados por el hombre como herramientas para
sus actividades y elaborado bajo un propósito. Coetáneo a los choppers Olduvayenses
durante sus primeras manifestaciones (probifaces), después fueron evolucionando sus
formas, tamaños y técnicas de elaboración a la par que la evolución y expansión
humana.
Encuadramos la pieza en el Paleolítico Inferior y Medio, en la cultura Achelense
o Modo 2. El surgimiento de esta tecnología la encontramos en el Riff Valley en el
marco cronológico de 1,7 m.a. En los yacimientos etíopes de Konso y Busidima de
Gonea o en Kosiselei 4 en West Turkana, en Tanzania, las primeras evidencias de esta
industria lítica Achelense. La aparición de la tecnología achelense esta ligada al
surgimiento de una especie de homínido nueva, con capacidades físicas y cognitivas
superiores a las de sus antepasados y contemporáneos, es el homo ergaster. Aunque
encontramos más yacimientos con tecnología achelense en lugares diversos y
cronologías distintas, encontramos en casi toda África estas industrias y también fuera
de ella, como el yacimiento de Gesher Benot en Próximo Oriente de unos 800000 años.
Conforme nos acercamos a los 500000 años, la cultura achelense se ve mas extendida
por el mundo, en cada lugar con sus peculiaridades propias.
En el desarrollo del Achelense se pueden distinguir diferentes horizontes: el
primero, Achelense Inferior del Paleolítico Inferior Evolucionado, desarrolla unos
bifaces toscos, espesos e irregulares; el segundo, Achelense Medio, se desarrolla ente
800000 y 250000 años, aquí los bifaces presentan mas cuidado en la elaboración, la
simetría es mayor y el filo de sus bordes más regular, la figura que se nos presenta en el
ejercicio, fácilmente, la podríamos situar en estos momentos. Por este entonces había
aparecido el homo erectus, quien continua con esta industria; por último, el Achelense
Superior, entre 250000 y 70000 años, los bifaces de este periodo ya se ven mucho mas
elaborados y cuidadoso en el aspecto, la mayor simetría hace pensar en un motivo
estético más que de utilidad en cuanto a su elaboración, aunque la utilidad sería la
misma en todas sus representaciones.
En cuanto a su producción se diferencia del Olduvayense por ser más selectivos
en cuanto a la materia prima que aporta mayores volúmenes de ella. El útil que
comentamos está trabajado sobre núcleo, su forma es almendrada y tallado con percutor
blando o semiduro, solían ser de sílex o cuarcita. El percutor es otro utensilio que
funciona como un martillo, golpea la superficie que se trabaja para darle la forma
deseada, pensada previamente. Con el tiempo la herramienta fue evolucionando y se fue
haciendo mas refinada y cuidada, los bifaces se iban modificándose en tamaño, que se
volvieron mas reducidos, sus filos más afilados y rectos e incluso en la elección de la
materia prima se ponía más intención que en sus primeras épocas. Podríamos hablar de
talleres líticos ya documentados desde 400000 años.
La función del bifaz es la misma en todas sus representaciones, cortar, rasgar,
perforar, tallar… la función que se le dio al útil es totalmente intencionada y no surgió
de manera casual, sino que previo a su elaboración hubo una intención que se llevaría a
cabo. Esto demuestra la evolución del cerebro humano, mas inteligente, que le hace
crear utensilios que le faciliten su modo de vida y entorno.

FIGURA 2
Los niños de Sungir, la reconstrucción, gracias a los métodos e innovaciones
actuales, de dos niños de la tribu Sungir. Localizados en las frías estepas siberianas,
cerca de Vladimir, al oeste de Rusia, en 1960. Los cuerpos son conocidos por los
investigadores como Sungir 1 y Sungir 2 y son dos especímenes de los mas antiguos
hallados de homo sapiens modernos en Europa. Las nuevas tecnologías han permitido la
reconstrucción facial de estos niños que tenían entre 10 y 13 años y podrían ser
hermanos. Los cuerpos estaban bien conservados y se sometieron al escaneo de sus
cráneos por láser, y por medio de los datos forenses y la documentación de los datos
étnicos, se modelaron en 3D sus facciones y piel gracias a la empresa Visual Science y
la realidad virtual. Las ropas que llevaban estaban en perfectas condiciones, algo
sorprendente pues las fibra naturales perecen rápido, estaban cubiertos con colmillos de
mamut, además se enterraron con ocre rojo y otros objetos funerarios.
La civilización de Sungir existió hace 30000 años, como uno de los pueblos
antiguos mas modernos que conocemos. Procedían de las frías y ancestrales estepas de
lo que hoy es Vladimir en Rusia y sería origen del homo sapiens del Norte y Este de
Europa.
Por la cantidad de objetos encontrados en este yacimiento, se cree que seria un
puesto de caza estacional, pues eran nómadas en busca de presas con una cultura y
destreza bastantes desarrolladas. Junto a los niños se encontraron otros siete cuerpos
más, pero en peores condiciones que los de estos dos pequeños, además eran los únicos
enterrados con objetos de gran valía como miles de cuentas de marfil, dientes de zorro
perforados, cuernos de ciervo, objetos esculpidos… lo que hace pensar que en vida
tuvieron un trato especial.
La datación de los restos de los niños es de hace entre 32000 y 29000 años.
Además, junto a los niños se encontró un hombre de unos 45 años, pero peor
conservado, también mas de 80000 objetos diferentes elaborados expresamente para el
enterramiento.

FIGURA 3

La imagen de la figura 3 a comentar es un conjunto de arpones fabricados con huesos.


El periodo en que se desarrolla la fabricación de estos útiles es en el Paleolítico
Medio y Superior, cuando surgen objetos elaborados con materias primas de origen
animal como son astas, marfil o huesos. Los encuadramos mas concretamente en el
Magdaleniense, la última gran cultura del Paleolítico Superior en Europa Occidental y
Central hace entre 18000 y 10000 años de la mano del humano moderno.
Los primeros descubrimientos de estas industrias se localizaron en 1863 en La
Dordoña, La Medeleine y después en Laugerie-Base. Actualmente, para el
Magdaleniense, se han reagrupado sus fases en tres periodos: Antiguo, Medio y
Superior a la que se le añade una fase final.
En el Magdaleniense Antiguo, la industria ósea, se caracteriza por
obtener los soportes por percusión y la elaboración robusta de las piezas, pero
aun no fabrican arpones, sino azagayas cilíndricas con estrías talladas en forma
de espiga o acanaladas.
En el Magdaleniense Medio, hace entre 15500 y 13500 años, se aprecia
cierta regionalidad en el conjunto de aspectos de esta cultura, que extiende por el
centro y oeste europeo, desde la Península Ibérica, Francia, Bélgica y sur de
Alemania, hasta Polonia y parte de Chequia. En esta fase destaca el reno como
uno de los recursos mas importantes para el hombre, pues de él aprovechan para
alimentarse, las pieles para abrigarse, las herramientas de huesos y astas y
además tomo un sentido simbólico pues es representado en pinturas. Con ello la
industria ósea empieza a tomar gran importancia. Se elaboran bastones
perforados, propulsores, varilla, agujas y azagayas de bisel largo.
En el Magdaleniense Superior, se extiende sobre todo por regiones del
entorno de la cuenca de París, donde destaca el yacimiento de Pincevent, uno de
los mas importantes del periodo. En estos momentos aumenta la producción ósea
y se desarrollan nuevos útiles, como los arpones que comentamos en este
ejercicio
El Magdaleniense Final, periodo en que desaparecen las especies
faunísticas propias del Pleistoceno en la zona occidental de Europa, el clima se
hace más cálido, aumentan las zonas forestales y con ello la expansión de nuevas
especies como jabalíes, corzos o liebres, los renos se marchan a zonas más frías
y abandonan esta zona. Con los nuevos tipos de fauna aparecen utensilios hechos
con el aprovechamiento de esta especies y además continúan las industrias óseas
anteriores, más especializadas, pero ya, en la mayoría de las zonas, sin renos.
Las primeras representaciones tenían un fuste con dientes que apenas sobresalían de él,
y estaban poco elaborados, sino que aprovechaban la morfología original, poco a poco
se fue desarrollando y evolucionando las técnicas de obtención y elaboración.
Lo primero era obtener la materia, lo hacían mediante percusión, aserrado,
abrasión o con fuego.
Después de sacaban el soporte sobre el que trabajar, que se le denomina lengüeta
o varilla, laminas regulares sobre las que aplicar las técnicas de trabajo.
Una vez sacado el soporte se transforma, según el útil que se desee fabricar,
usarían unas técnicas u otras: raspado, abrasión, pulimentado, perforado, vaciado…
Los arpones que comentamos solían estar hechos de astas y huesos de renos o
ciervos. Se componían de un fuste circular o plano y con una o dos hileras de dientes a
sus lados, las puntas suelen ser cónicas igual que el extremo basal. En ocasiones llevan
sistemas de sujeción al vástago, unas protuberancias a los lados por donde pasar
cuerdas. Y sus principales funciones eran para cazar mamíferos acuáticos y pescar.

BIBLIOGRAÍIA Y WEBGRAFÍA

“La Prehistoria y su metodología” 2ª edición. Editorial Universitaria Ramón Areces. UNED

“Prehistoria I. Las primeras etapas de la humanidad” 2ª edición. Editorial Universditaria Ramón


Areces. UNED

https://hipertextual.com/2017/10/realidad-virtual-sungir-paleolitico

https://arqueologiaenred.paleorama.es/2017/12/miles-de-objetos-de-hueso-frente-al.html

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