Tesis
Tesis
Tesis
Autor:
Pedro Sánchez Pellicer
Director:
Dr. D. Vicente Navarro López
Autor:
Pedro Sánchez Pellicer
Director:
Dr. D. Vicente Navarro López
A los amigos que se han interesado por este proyecto durante estos años o
bien a los que les he dado la matraca explicándoles temas sobre la microbiota
intestinal y Clostridium difficile. Vosotros sabéis quien sois. Os quiero socios.
tuya es la Tierra
INTRODUCCIÓN.
OBJETIVOS.
HIPÓTESIS.
MATERIAL Y MÉTODOS.
RESULTADOS.
CONCLUSIÓN.
INTRODUCTION.
OBJECTIVES.
The goal of the study is to describe and compare the intestinal microbiota
of 15 patients with symptomatic C. difficile infection (CDI Group), 15 subjects
colonized by C. difficile (P Group) and 15 healthy controls (CTRL Group).
HYPOTHESIS.
RESULTS.
CONCLUSION.
Capítulo V: Resultados.
5.1 Lecturas por muestra.
5.2 Estudio de la diversidad y riqueza de la microbiota intestinal de los grupos
de estudio.
5.2.1 Índices de alfa diversidad de Shannon y Simpson.
5.2.2 Estimadores de riqueza.
5.2.3 Curvas de rarefacción.
5.2.4 Índice de beta diversidad de Jaccard.
5.3 Análisis Principal de Componentes.
5.4 Análisis UniFrac.
5.4.1 UniFrac Weighted.
5.4.2 UniFrac Unweighted.
5.5 Análisis de la composición de la microbiota intestinal.
5.5.1 Diferencias a nivel de phylum.
5.5.1.1 Diferencias a nivel de phylum entre los grupos CDI y CTRL.
5.5.1.2 Diferencias a nivel de phylum entre los grupos P y CTRL.
5.5.1.3 Diferencias a nivel de phylum entre los grupos CDI y P.
5.5.2 Diferencias a nivel de familia.
5.5.2.1 Diferencias a nivel de familia entre los grupos CDI y CTRL.
5.5.2.2 Diferencias a nivel de familia entre los grupos P y CTRL.
5.5.2.3 Diferencias a nivel de familia entre los grupos P y CDI.
5.5.3 Diferencias a nivel de género.
5.5.3.1 Diferencias a nivel de género entre los grupos CDI y CTRL.
5.5.3.2 Diferencias a nivel de género entre los grupos P y CTRL.
5.5.3.3 Diferencias a nivel de género entre los grupos CDI y P.
Capítulo X: Bibliografía.
LISTADO DE FIGURAS
FIGURA 18: Distribución de los ribotipos más frecuentes en Europa durante 2012-
2013.
FIGURA 19: Distribución geográfica de los ribotipos de C. difficile encontrados en
el estudio multicéntrico de Davies.
FIGURA 22: Ejemplo de curva de melting con dos picos para tcdb y TPI.
FIGURA 24: Nomenclatura IUPAC del Forward primer y Reverse primer utilizados
en la secuenciación del gen ADNr 16S bacteriano.
FIGURA 26: Diagrama de cajas del índice de Simpson a nivel del rango
taxonómico de género de los 3 grupos de estudio.
FIGURA 27: Diagrama de cajas del índice de Shannon a nivel del rango
taxonómico de género de los 3 grupos de estudio.
FIGURA 28: Diagrama de cajas del estimador CHAO1 a nivel del rango
taxonómico de género de los 3 grupos de estudio.
FIGURA 29: Diagrama de cajas del estimador ACE a nivel del rango taxonómico
de género de los 3 grupos de estudio.
FIGURA 30: Curva de rarefacción a nivel de género del grupo de controles sanos.
FIGURA 33: Curva de rarefacción a nivel de género con todos los grupos de
estudio.
FIGURA 34: Diagrama de cajas del índice de beta diversidad de Jaccard nivel del
rango taxonómico de género de los 3 grupos de estudio.
FIGURA 38: Análisis UniFrac Weighted para los grupos CDI y CTRL.
FIGURA 50: PCoA basado en distancias UniFrac Unweighted de pacientes con CDI
(CDI), individuos colonizados asintomáticos (AS) y controles sanos (CT) en el
estudio de Zhang y col.
FIGURA 51: PCoA basado en distancias UniFrac Unweighted de pacientes con CDI
(Grupo R, triangulo), pacientes con CDI sometidos a FMT (Grupo RF, círculo) y
donantes sanos (Grupo D, cuadrado) en el estudio de Brown y col.
FIGURA 52: PCoA basado en distancias UniFrac Unweighted en pacientes con CDI
(Grupo CDI, círculo azul), con administración antibiótica previa sin clínica
(Grupo AB+, cuadrado verde) y sin administración antibiótica previa sin clínica
(Grupo AB-, triangulo rojo) en el estudio de Milani y col.
FIGURA 53: Diferencias en las abundancias relativas (%) de los phylum en los
grupos CDI, AS y CT en el estudio Zhang y col.
LISTADO DE TABLAS
TABLA 8: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de phylum entre los
grupos CDI y CTRL.
TABLA 9: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de phylum entre los
grupos P y CTRL.
TABLA 10: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de phylum entre
los grupos P y CDI.
TABLA 11: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de familia entre
los grupos CDI y CTRL.
TABLA 12: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de Familia entre
los grupos P y CTRL.
TABLA 13: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre
los grupos CDI y CTRL dentro del phylum Firmicutes.
TABLA 14: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre
los grupos CDI y CTRL dentro del phylum Bacteroidetes.
TABLA 15: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de Género entre
los grupos CDI y CTRL dentro del phylum Proteobacteria.
TABLA 16: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre
los grupos P y CTRL dentro del phylum Firmicutes.
TABLA 17: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre
los grupos P y CTRL dentro del phylum Bacteroidetes.
TABLA 18: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre
los grupos P y CTRL dentro del phylum Proteobacteria.
TABLA 19: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre
los grupos CDI y P dentro del phylum Firmicutes.
TABLA 20: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre
los grupos CDI y P dentro del phylum Bacteroidetes.
TABLA 21: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre
los grupos CDI y P dentro del phylum Proteobacteria.
CoA: Coenzima A.
IgA: Inmunoglobulina A.
IL-6: Interleucina 6.
IL-8: Interleucina 8.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
primera revisión de la clase Clostridia a partir de la secuenciación del ARNr 16S y
estableció una estructura jerárquica. El grupo designado originalmente como
cluster I englobaba a la especie tipo Clostridium butyricum y similares y
actualmente es conocido como el cluster Clostridium Sensu Stricto (Collins, 1994;
Lawson, 2015) tras las reorganizaciones y ramificaciones de especies que
actualmente están incluidas bien en otros nuevos géneros, o bien en otros clusters
dentro del género Clostridium. De las 238 especies que originalmente se
englobaron dentro del cluster Sensu Stricto, actualmente quedan menos de 80
(Lawson, 2015). Las modificaciones pueden consultarse en la Jean Euzéby´s List of
Prokaryotic Names with Standing Nomenclature (http://www.bacterio.cict.fr/) que
está actualizada de forma mensual al publicarse las reorganizaciones filogenéticas
en el International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Normalmente son especies catalasa negativas, aunque en algunas cepas
pueden detectarse trazas. Muchas especies son anaerobias estrictas, aunque su
tolerancia al oxigeno es variable. Algunas especies pueden crecer, pero no
esporular en presencia de oxígeno atmosférico (Bergey´s Manual of Systematic
Bacteriology, 2012).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
C. difficile es una especie formada por bacilos Gram positivos, anaerobios
estrictos, de dimensiones 0.5-1.9 x 3.0-16.9 µm. Presenta movilidad en caldo de
cultivo debido a la presencia de filamentos peritricos. Algunas cepas producen
cadenas de 2 a 6 células unidas de extremo a extremo. Es productor de esporas
ovales subterminales, raramente terminales. La esporulación en muchas cepas se
produce en Agar Sangre Brucella tras dos días de incubación Esta puede
estimularse mediante enriquecimiento con 0.1% de taurocolato sódico. La pared
celular contiene ácido mesodiaminopimélico, como es característico en el género.
Las colonias en Agar Sangre son típicamente de 2-5 mm, circulares,
ocasionalmente rizoides, planas o ligeramente convexas, opacas, grisáceas o
blanquecinas y su superficie puede ser mate o brillante. Todas las cepas producen
una fluorescencia verde pálida evanescente bajo luz ultravioleta tras 48 horas de
incubación en Agar Sangre Brucella enriquecido con hemina y vitamina K. La
temperatura óptima de crecimiento está entre 30-37 ºC, aunque puede crecer entre
25-45ºC. Se requieren para el crecimiento los aminoácidos prolina, ácido aspártico,
serina, leucina, alanina, treonina, fenilalanina, metionina e isoleucina. El
contenido en ADN G+C (mol%) es 28% (Bergey´s Manual of Systematic Bacteriology,
2012).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
En algunas cepas puede detectarse los enzimas hialuronidasa, glucuronidasa
extracelular, condroitín sulfatasa y colagenasa (Bergey´s Manual of Systematic
Bacteriology, 2012).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Durante el curso de la enfermedad se va a iniciar la secuencia de
esporulación que culmina en la generación de una espora latente, permitiendo a
C. difficile persistir en el hospedador y su diseminación al medio ambiente. Es por
ello la elevada tasa de recurrencias de la infección y la elevada transmisión en
ambientes hospitalarios. Las cepas incapaces de formar esporas no pueden
persistir en el intestino del hospedador y ser transmitidas horizontalmente
(Deakin, 2012). La desinfección ambiental del ámbito hospitalario va a resultar
clave para el control de la infección (Ali, 2011). Recientemente, se ha especulado
que la transmisión de las esporas podría ser también zoonótica, puesto que
numerosos estudios han mostrado que esporas provenientes de cepas toxigénicas
pueden encontrarse en animales domésticos (Rodríguéz, 2016)
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Es importante conocer los detalles de los procesos de esporulación,
germinación e interactuación con superficies celulares, para poder incidir a nivel
de la transmisión de la enfermedad, a nivel de la inhibición de la enfermedad. La
inhibición de la esporulación puede ser un mecanismo de acción para el
desarrollo de nuevas dianas terapéuticas, si bien el estudio de este proceso no se
conoce al detalle.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
hospitalario, tipo alcohol o compuestos de amonio cuaternarios (Ali, 2011). Por el
contrario, son sensibles al hipoclorito sódico.
La mitad de los pacientes que han padecido infección por C. difficile (CDI) y
han sido tratados y se han recuperado, aún emiten esporas hasta 4 semanas
después de la infección (Sunkesula, 2013).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
que dificulta realizar extrapolaciones (Henriques, 2007). Como en otros
Clostridium, el inicio de este proceso está regulado por varias histidina quinasas
(CD1352, CD1492, CD1579, CD1949 y CD2492), las cuales, a partir de ciertos
estímulos ambientales, presentan la capacidad de fosforilar el gen regulador
transcripcional Spo0A. Spo0A es el elemento regulador maestro que desencadena
los cambios morfogénicos precisos para que comience la esporulación. En
estudios in vivo se ha visto que las histidina quinasas a las 4 horas después de la
infección ya no están sobrexpresadas, permaneciendo constantes durante la
infección o bien estando solo sobrexpresadas durante las 4 primeras horas (Janoir,
2013). El mecanismo mediante el cual fosforilan a Spo0A es desconocido, a
diferencia de lo que ocurre en B. subtilis. La regulación del proceso de
esporulación es debida a una secuencia de reacciones de activación de los factores
sigma de la ARN polimerasa, específicos del proceso de esporulación: σF, σE, σG
y σK. Si bien estos factores también coinciden en B. subtilis y podría pensarse que
actúan de forma igual en C. difficile, hay diferencias notables en las funciones de
cada uno de ellos. Al contrario que en B. subtilis, σF es necesario para la activación
post traduccional de σK, σE es indispensable para la activación de σG, σG es
indispensable para la activación de σK y σK no sufre ninguna activación
proteolítica (Fimlaid, 2013). Además, la activación de los factores sigma durante la
fase de esporulación de C. difficile no está regida por las mismas señales
morfológicas que se observan en B. subtilis y tampoco siguen el mismo patrón
temporal (Fimlaid, 2013).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Como en la mayoría de las bacterias formadoras de esporas, el primer
evento morfológico es la formación y aparición de un septum polar, que da lugar
a un pequeña protoespora y a una célula madre todavía más grande. Después le
sigue el aprisionamiento de la protoespora por parte de la célula madre, que
también promueve la formación del córtex, cubierta y exosporium, hasta dar
lugar a la espora latente. Se sabe que el gen SpoIVA es esencial para conseguir la
localización de la cubierta rodeando la protoespora, siendo no necesario para la
formación del córtex, como en B. subtilis (Putnam, 2013).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
efecto de la microbiota intestinal sobre ella. Además, como en la esporulación,
existe una variabilidad de activación de la germinación dependiente de la cepa.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
dipicolinato cálcico del core en las esporas de C. difficile ocurre de forma similar a
B. subtilis, con la unión de los germinantes a su receptor (Francis, 2009), pero
previamente debe activarse la hidrólisis del córtex (Wang, 2015). En dicho proceso
de salida del dipicolinato cálcico intervienen spoVAC, spoVAD, y spoVAE
(Donnelly, 2016). Sabiendo que en B. subtilus, SpoVAC tiene propiedades
mecanosensibles, se ha propuesto que la degradación previa del córtex podría
permitir la apertura de canales o poros, mediante la expansión de SpoVAC en
respuesta a la disminuida presión osmótica del exterior con respecto al core
(Francis, 2016). Este mecanismo implicaría que no intervienen otros factores.
Incluso si en el ambiente exterior donde la espora está germinando existiera una
osmolaridad mayor o igual que la del core podría verse afectada la salida de
dipicolinato cálcico, pero no la hidrólisis del córtex.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
in vivo, la germinación podría ocurrir debido al efecto sinérgico de la glicina, los
ácidos biliares y el calcio. El efecto de la glicina sería facilitar la salida del calcio
desde el core. De esta manera la germinación requiere calcio, que podría ser
proporcionado desde el exterior de la espora o bien desde el interior. Por tanto,
restringir el calcio libre intestinal podría ser una nueva diana terapéutica o
profiláctica, para tratar o prevenir la infección por C. difficile.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
deshidroxilación. Los ácidos biliares secundarios más abundantes son el ácido
desoxicólico, litocólico y ursodesoxicólico.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
1.2.4.3 Impacto de los ácidos biliares secundarios provenientes de la microbiota
intestinal en la resistencia a la colonización de C. difficile.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
incluyendo C. scindens, donde se encontró la correlación más potente. C. scindens
sintetiza enzimas para la síntesis de ácidos biliares secundarios (BaiCD), muy
poco comunes en las bacterias intestinales. Los autores conclyueron que esta vía
metabólica tan rara era la que confiería está capacidad de resistencia a la infección
(Buffie, 2015). También aparecieron bacterias del género Blautia, Eubacterium o
Pseudoflavonifractor.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
1.3 FACTORES DE VIRULENCIA DE C. DIFFICILE.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Dichas ramas filogenéticas correlacionan exactamente con los diferentes
ribotipos existentes. La rama 1 es el grupo más heterogéneo. Pertenecen a esta
rama ribotipos como el 001, 012 y 014, siendo el 014 y el 001 el primero y segundo
más prevalentes en Europa y el 012 el octavo (Bauer, 2011). La rama 2 presenta al
ribotipo 027, un ribotipo hipervirulento de reciente aparición, que ha causado
diferentes brotes con gran severidad sobre todo en Estados Unidos, Canadá y
Reino Unido. Dentro de la rama 3 el ribotipo más prevalente es el 023, un ribotipo
que expresa la toxina binaria CDT y que es de los 15 ribotipos más prevalentes en
Europa (Bauer, 2011). La rama 4 también es conocida como rama A-B+ e incluye al
ribotipo 017, de los más predominantes en Asia y también presente en Europa
(Bauer, 2011). La rama 5 contiene al ribotipo 078 que desde hace pocos años se ha
demostrado que causa CDI en humanos cuando históricamente siempre se había
encontrado en animales. La rama C-1 solo contiene ribotipos no toxigénicos.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
receptores no identificados de las células diana (Awat, 2014). Estos dominios se
encuadran en dos subunidades A y B. La subunidad A está constituida por el
dominio glicosiltransferasa N-terminal, mientras que la subunidad B por el
dominio CROPS, el dominio cisteína proteasa y el dominio hidrofóbico formador
de poros.
Los efectos de la intoxicación de las células diana con TcdA y TcdB ha sido
explicada mediante el modelo ABCD (A: Biological, B: Binding, C: Cutting, D:
Delivery). El primer paso es el reconocimiento y unión del extremo C-terminal a
las células diana. Esto se ha asociado a la intervención del dominio CROPS del
extremo C-terminal para TcdB, pero los receptores de las células intestinales no
han sido identificados para la toxina TcdA. Para TcdB recientemente se ha
identificado al CSPG4 (Condroitín Sulfato Proteglicano 4) (Yuan, 2015) y la
nectina 3 (LaFrance, 2015) como receptores, aunque este último se une a TcdB
mediante un dominio distinto al CROPS. La nectina 3 se expresa en la superficie
del epitelio del colon pero CSPG4 no. Por contra, está muy expresado en los
miofibroblastos subepiteliales. Durante la infección es probable que TcdB
interactúe con la nectina 3 para intoxicar el epitelio del colon y después, al
dañarse las uniones intercelulares, pueda tener acceso a CSPG4 de los
miofibroblastos subepiteliales intestinales más profundos.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
(Chandrasekaran, 2017). Por tanto, a pesar de su homología, TcdB y TcdA usan
vías de internalización y reconocimiento presumiblemente diferentes. La
acidificación de los endosomas genera cambios conformacionales en las toxinas
conduciendo a la formación previa de una protrusión, que termina en la
formación de poros en la membrana del endosoma, debido a la exposición de
regiones hidrofóbicas.
Las toxinas liberadas al citosol, a través del poro formado, se unen al INP6
(inositol hexafosfato), el cual induce otro cambio conformacional en las toxinas en
el dominio cisteína proteasa que conduce a un autoprocesado catalítico en una
región situada entre este dominio y el glicosiltransferasa. Este paso produce que
se descubra la forma activa del dominio N-terminal glicotransferasa en el citosol
de la célula diana. Aunque TcdA y TcdB comparten el mismo mecanismo de
activación INP6-dependiente, la escisión no es equivalente entre ambas puesto
que TcdB resulta es más sensible que TcdA in vitro (Kreimeyer, 2011). Es
importante recalcar que la modulación de este autoprocesado puede afectar a la
virulencia de las toxinas en la célula diana. No obstante, en cepas mutantes con
autoprocesado deficientes, TcdA y TcdB aún pueden inhibir las GPTasas y causar
daños citopáticos, aunque con una cinética más lenta (Kreimeyer, 2011)
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Los genes tcdA y tcdB que codifican estas toxinas TcdA y TcdB se
encuentran en la región 19.6 KB del cromosoma bacteriano, llamado Locus de
Patogenicidad o PaLoc (Braun, 1996). En cepas no toxigénicas PaLoc es
reemplazado por una secuencia no codificante de entre 75 y 115 nucleótidos de
función desconocida (Braun, 1996). Se ha puesto en evidencia que PaLoc puede
ser transferido desde cepas toxigénicas a no toxigénicas mediante mecanismos de
transferencia horizontal de genes (Brouwer, 2013). PaLoc también codifica 3
proteínas accesorias cuya función es regular la producción de las toxinas o su
transporte extracelular:
TcdR: Juega un papel clave en la expresión de los genes tcdA y tcdB y
otros genes PaLoc (Mani, 2001). Además, es capaz de autorregular
positivamente su propia expresión.
TcdC: Es un factor anti-sigma que modula la expresión de tcdA y tcdB al
bloquear la asociación del TcdR y la ARN polimerasa (Carter, 2001). Por
tanto, regula negativamente la expresión de las toxinas.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
TcdE: Actúa a nivel del transporte de TcdA y TcdB desde la célula al
exterior. Muestra homología con el grupo de Bacteriophage Holin Proteins
que participa en la salida de fagos desde la bacteria que los contiene. TcdA
y TcdB no presentan señales de reconocimiento de secreción y no es
necesaria la lisis celular (Mukherjee,2002). Esto ha conducido a formular la
hipótesis de que existe una ruta de secreción de las toxinas no clásica en la
que participen las Holin Proteins.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Las cepas sin diferencias con respecto a la cepa de referencia VPI 10463 se
definen como del toxinotipo 0. Las que presentan diferencias en los genes tcdA y
tcdB se distribuyen en 34 toxinotipos restantes. Su estudio se realiza mediante
técnicas moleculares de fragmentos de restricción más posterior amplificación por
PCR. Se usan 3 fragmentos de restricción en ambos genes tcdA y tcdB: A1-A3 y
B1-B3. Se categorizan en toxinotipos mayores o menores con respecto a sus
diferencias con respecto al toxinotipo 0. Los toxinotipos menores tienen solo
cambios en una parte del gen, principalmente deleciones en la región A3 o bien
mutaciones puntuales en B1, como ocurre en el toxinotipo XII. Los toxinotipos
mayores tienen cambios en ambos genes y pueden estar en cualquiera de los
fragmentos de restricción.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
FIGURA 7: Esquema de los diferentes toxinotipos y sus diferencias con respecto a la cepa
de referencia VPI 10463. (Rupnik, 2016).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
las toxinas. Algunos ribotipos con variantes genética de sus toxinas son el 017,
019, 023, 027, 033, 078, 126, 176 y 244 (Rupnik, 2008).
TcdA y TcdB producen sus efectos tóxicos de forma sinérgica. TcdA altera
la integridad del epitelio intestinal y TcdB genera los efectos tóxicos propiamente
dichos. La importancia de la virulencia de TcdA ha sido cuestionado a raíz de
detectar toxinotipos A-B+ que producen un espectro similar a las producidos por
los toxinotipos A+B+. A destacar que las cepas A-B+ presentan una TcdB
modificada que presenta homología en cuanto al dominio enzimático y
especificidad de sustrato GPTasa con la toxina TcsL de Clostridium sordellii. Esto
hace que esta TcdB modificada, al igual que TcdA, pueda modificar las Ras
GTPasas, llevar a cabo la glicosilación que realiza la TcdA y, por tanto, realizar
sus funciones en este tipo de cepas. Por tanto, la toxina TcdB es capaz por si sola
de causar daños tóxicos (Chandrasekaran, 2017).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Los hallazgos clínicos básicos de la CDI, como la diarrea, enterocolitis y la
inflamación generada, se explican mediante los diferentes efectos que producen
las toxinas. Básicamente, inducen la muerte celular y alteran las uniones
intercelulares del epitelio colónico, causando un daño directo, y por otra parte
provocan una fuerte y exacerbada reacción inflamatoria intestinal. Todo esto lleva
a un aumento de la permeabilidad vascular y tisular y a la secreción de fluidos a
la luz intestinal. Además, la prolongación de este daño tisular y una exposición
continuada de la mucosa intestinal con el sistema inmune innato y mediadores
proinflamatorios contribuyen a la aparición de las pseudomembranas típicas
(Aktories, 2017)
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Sumándose a los efectos directos anteriores descritos, TcdA y TcdB,
provocan la salida de multitud de mediadores inflamatorios desde las células
epiteliales, como interleucinas que promueven la quimiotaxis de los neutrófilos
hacia la mucosa colónica, como la interleucina 8 y la proteína 1 quimiotáctica de
monocitos (Bobo, 2013). Esto se produce mediante la activación en las células del
colon de las rutas NF-κB y MAPK (Mitogen Activated Protein Kinase). La
infiltración de neutrófilos promueve la secreción de fluidos y potencia la
inflamación de la mucosa y el daño generado. Además, TcdA y TcdB debido al
daño tisular generado pueden acceder a la lámina propia y estimular
directamente a los macrófagos y las células dendríticas y potenciar la respuesta
inflamatoria, ya que estos producen más interleucinas inflamatorias como el TNF-
α, IL-6, IL-8, IL-1β, prostaglandina 2, leucotrieno B4, que producen un mayor
reclutamiento de neutrófilos en la mucosa colónica (Sun, 2009). Los mastocitos
intestinales y las neuronas también pueden verse afectadas. Los mastocitos se
activan por TcdA y TcdB y se degranulan emitiendo más mediadores
inflamatorios (Meyer, 2007). La activación de las células del sistema nervioso
intestinal provoca la secreción de sustancia P, un péptido con actividad
inflamatoria (Anton, 2004).
66
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
desarrollado en un apartado posterior más concisamente. Por otra parte, se ha
publicado que estos ribotipos no tienen siempre una correlación con la severidad
de la clínica, sobre todo en escenarios no epidémicos (Barbur, 2012).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Puesto que no existen métodos de detección de la toxina CDT en heces, el
verdadero impacto de la CDT en la mortalidad y morbilidad de la CDI está
probablemente infraestimado (Gerding, 2014).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
no se ha observado una correlación fuerte entre diferentes ribotipos y la
capacidad de adherencia (Joshi, 2012).
Se ha evidenciado que la unión de las esporas a diferentes líneas celulares
es un proceso dependiente de la hidrofobicidad. Por ejemplo, las esporas del
ribotipo 002 (cepa DS1748) al ser más hidrofílicas se unen a las diferentes células
con menos eficacia, no obstante, otras variaciones en la composición de la espora
podrían contribuir a esta diferencia que se produce en este fenotipo (Joshi, 2012).
71
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
SLPs es la familia mejor caracterizada de CWPs (Cell Wall Proteins). 12 de
los genes que codifican CWPs se agrupan en la región del locus slpA. Estudios
bioinformáticos han evidenciado la diversidad génica existente en 57 cepas
(Dingle, 2013). El resto de las 17 CWP locus están distribuidos por todo el genoma
de C. difficile. Estudios bioinformáticos en 40 cepas los clasifican en 2 grupos, uno
compuesto por 9 CWP locus que están conservados y un segundo grupo más
variable (Biazzo, 2013).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
y FliD. El poder patógeno de los flagelos permanece en debate. Parece ser un
proceso cepa-dependiente. Así, en estudios epidemiológicos del ribotipo 027 se ha
comprobado que la presencia de flagelos es importante para su adherencia y
colonización del epitelio intestinal. No obstante, la ausencia de flagelos en cepas
no epidémicas, no reduce la adherencia intestinal (Baban, 2013). A destacar la
importancia de los flagelos en la formación y desarrollo de biofilms, un
mecanismo que presentan algunas bacterias para optimizar la colonización
cuando se ven expuestas a situaciones de stress ambiental (Ethapa, 2013).
Durante la década de los 90, C. difficile fue una causa importante de diarrea
nosocomial, de difícil manejo, pero de mortalidad baja. A principios del siglo XXI
la situación cambió radicalmente ya que muchos estudios empezaron a alertar del
73
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
aumento de la mortalidad que producía esta infección y de la asociación de estos
casos más severos al ribotipo 027, una cepa anteriormente descrita como de escasa
patogenicidad (Pépin, 2004).
El primer caso documentado fue en Paris en 1985 (Popoff, 1988) y el
segundo en Minneapolis en 1988 (Razaq, 2007). Para observar el cambio, entre los
años 2003 y 2004 Canadá tuvo brotes en más de 30 hospitales. Quebec entre 2004
y 2007 tuvo más de 20000 casos de diarrea nosocomial con una notable severidad
(Labbe, 2008). Mediante estudios retrospectivos, se han obtenido datos similares
en Estados Unidos durante ese periodo. Entre 2003 y 2006 dos brotes de CDI en el
Stoke Mandeville Hospital de Inglaterra causaron 127 muertes. En 2007, el
ribotipo 027 hipervirulento fue identificado en 16 países europeos (Kuijper, 2008).
Aunque actualmente el ribotipo 027 aún persiste en Estados Unidos y Canadá hay
una bajada de su frecuencia de infección, sobre todo en Europa, aunque también
ya se han dado casos en otros continentes como Sudamérica y Australia.
74
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
de CDI, no es un predictor único de severidad. El recuento de leucocitos en
sangre total podría ser mejor indicador de severidad de la enfermedad que el
ribotipo (Walk, 2012). Por tanto, se cuestionaba la relevancia del ribotipo como
predictor de severidad (Sirard, 2011). Como punto intermedio, una idea bastante
aceptada hoy en día es que las ventajas que presenta el ribotipo 027, en cuanto a
sus factores de virulencia, junto con otras situaciones, le han permitido penetrar
en la población y reemplazar rápidamente otros ribotipos más frecuentes
anteriormente.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Esporulación más eficiente que las cepas clásicas: Hay trabajos que
exponen que el ribotipo 027 es capaz de producir esporas de manera más
eficiente que las cepas clásicas (Merrigan, 2010) y viceversa (Burns, 2011a;
Burns, 2011b).
Variaciones toxinotípicas: Existen variaciones genéticas en las cepas
clásicas e hipervirulentas (Lanis, 2010). No obstante, se ha puesto de
manifiesto que la TcdB del ribotipo 027 tiene mayor poder citotóxico que
las cepas clásicas (Stabler, 2009). Esta variante de TcdB es capaz de
traslocarse al citosol de las células infectadas más rápidamente y el
mecanismo de autoprocesado es más eficiente, ya que presenta una
estructura más favorable para ello.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
(McDonald 2018). La presencia de colitis pseudomembranosa evidenciada
mediante endoscopia, tras colectomía o en autopsia, es suficiente para el
diagnóstico, en ausencia de otra causa evidente.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
vasopresores, fiebre mayor o igual a 38.5ºC, distensión abdominal significativa,
signos de alteración en el íleo, alteración de la conciencia, recuento de leucocitos
totales en sangre mayor a 35.000/µL o menor a 2000/µL, concentraciones de
lactato en suero mayores a 2.2 mmol/L o cualquier tipo de signo de fallo orgánico.
Los signos de alteración en el íleo incluyen nauseas agudas, vómitos, cese súbito
de la diarrea (íleo paralítico) o evidencias radiológicas compatibles con tránsito
intestinal alterado (Surawicz, 2013).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
la edad avanzada, en formas graves iniciales, cuando existe un uso concomitante
de antibióticos (Alcalá-Hernández, 2016) y en presencia de múltiples cepas
infectantes de C. difficile (Seekatz, 2018).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
mayor parte de las diarreas asociadas al uso de antibióticos no se relacionan con
un patógeno en concreto y existen otras bacterias patógenas que pueden causar
diarrea posterior al uso de antibióticos, como Staphylococcus aureus, Clostridium
perfringens, Salmonella spp y Klebsiella oxytoca (Larcombe, 2016).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
molecular, ensayo de citotoxicidad o bien mediante métodos rápidos como los
inmunocromatográficos (Alcalá-Hernández, 2016).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
efecto citopático de la toxina en esta línea celular. Para eliminar efectos citopáticos
inespecíficos se añade antitoxina. Se trata de un método engorroso y carente de
estandarización pero se le considera uno de los Gold Standard al presentar una
especificidad cercana al 100% y una gran sensibilidad (McDonald, 2018).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
el diagnóstico de la infección por C. difficile, se comparó la sensibilidad y
especificidad de las pruebas rápidas de detección de toxinas y GDH en heces y de
NAATs, con las dos pruebas de referencia TC y CCNA (Crobach, 2016). Al
comparar con respecto a CCNA, la sensibilidad abarco desde 0.80 hasta 0.99 para
la GDH, de 0.44 hasta 0.99 para TcdA y TcdB, y de 0.83 a 1.00 para NAATs. La
especificidad varió entre 0.82 y 0.95 para la GDH, entre 0.87 y 1.00 para TcdA y
TcdB, y entre 0.87 y 0.98 para NAATs. Con respecto a TC, la sensibilidad abarcó
desde 0.83 hasta 1.00 para la GDH, de 0.29 hasta 0.86 para TcdA y TcdB, y de 0.77
a 1.00 para NAATs. La especificidad varió entre 0.88 y 1.00 para la GDH, entre
0.91 y 1.00 para las TcdA y TcdB, y entre 0.83 y 1.00 para NAATs. De este estudio
se dedujo que la detección de toxinas en heces es la prueba más específica,
mientras que la detección de GDH y el método NAATs son las más sensibles.
83
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
En el algoritmo de dos pasos se comienza con la GDH que si es negativa
ya establecemos que no existe C. difficile toxigénico. Si es positiva utilizamos el
método NAAT que si es negativo también establecemos que no existe C. difficile
toxigénico, pero que si es positivo establecemos que existe C. difficile toxigénico.
Por tanto, está basado en la GDH y en NAAT.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
repetir una prueba negativa, al utilizar técnicas muy sensibles, se debe esperar al
menos una semana si todavía existe clínica compatible. Solo en casos de sospecha
de recurrencia a las semanas del episodio se deberísn repetir las pruebas
positivas.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
1.5 RESPUESTA INMUNE DURANTE LA INFECCIÓN DE C. DIFFICILE.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Mientras que el reclutamiento de neutrófilos resulta clave para combatir la
CDI, también se ha evidenciado que estás células pueden exacerbar la severidad
de la enfermedad debido a efectos colaterales indeseables que ocasionan daños
tisulares y la formación de las pseudomembranas intestinales típicas. Ya hemos
visto que, junto a los efectos citopáticos y citotóxicos, TcdA y TcdB, provocan la
secreción de mediadores inflamatorios desde las células epiteliales como la
interleucina IL-8 y la proteína 1 quimiotáctica de monocitos, que promueven la
quimiotaxis de los neutrófilos hacia la mucosa colónica (Bobo, 2013). La
infiltración de neutrófilos promueve la secreción de fluidos y potencia la
inflamación de la mucosa y el daño generado. Además, TcdA y TcdB debido al
daño tisular generado pueden acceder a la lámina propia y estimular
directamente a los macrófagos y las células dendríticas y potenciar la respuesta
inflamatoria, ya que estos producen más interleucinas inflamatorias como el TNF-
α, IL-6, IL-8, IL-1β, prostaglandina 2, leucotrieno B4, que producen un mayor
reclutamiento de neutrófilos (Sun, 2009). Además, algunos estudios evidencian
que a través de efectos mediados por la IL-23, las toxinas TcdA y TcdB son
capaces de inclinar el balance inmune hacia una respuesta inflamatoria
exacerbada que conduce a una clínica severa (Cowardin, 2015). Otros estudios
muestran que la leucocitosis, como indicador de respuesta inflamatoria sistémica,
correlaciona con la severidad de la enfermedad y con un peor pronóstico en
pacientes hospitalizados con diarrea (Bulusu, 2000). A este respecto, se ha
asociado peor recuperación en pacientes hospitalizados con niveles elevados de
CXCL5 e IL-8, mediadores inflamatorios cuya función es reclutar neutrófilos en el
intestino. Además, en este estudio, la carga de C. difficile no se asoció con la peor
recuperación (El Feghaly, 2013). Asimismo, un polimorfismo en el gen que
codifica a la IL-8 que da lugar una sobrexpresión de esta se asoció a una elevada
tasa de recurrencia, apoyando la hipótesis que una inflamación
sobredimensionada es un mecanismo que provoca mayor severidad durante la
infección (Garey, 2010). Otras evidencias sobre la inducción de otros mediadores
inflamatorios que aumentan la severidad de la infección se encontraron en
estudios en modelos murinos que investigaron el papel de la IL-23, que también
tiene acción en el reclutamiento de neutrófilos intestinales (Buonomo, 2013). Un
esquema más amplio de las interacciones hospedador-patógeno que ocurren
durante la CDI puede observarse en la siguiente figura:
89
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
FIGURA 16: Interacciones Hospedador-C. difficile que provocan las respuestas inmunes
innatas. Los mecanismos de defensa están en rojo. La infiltración de neutrófilos puede
conducir a provocar daño tisular pero también a fagocitar C. difficile. SLPs (S-layer
proteins). CDT (Toxina binaria C. difficile). MAPK (Mitogen-activated protein kinase). TLR4
(Toll-like receptor 4). TLR5 (Toll-like receptor 5). Nod1 (Nucleotide-binding oligomerization
domain 1). (Sun, 2015).
Por tanto, viendo las evidencias a favor o en contra de uno de los dos
papeles de la respuesta inmune, protector o patógeno, durante la infección por C.
difficile, es probable que la respuesta inmune sea polifacética y pueda adoptar los
dos roles. La clave está en mantener un balance inflamatorio adecuado para
combatir la infección limitando los efectos colaterales como los daños tisulares. Lo
que resulta claro es que el grado de severidad de la clínica producida por la
infección de C. difficile gira entorno a la intensidad y el tipo de respuesta inmune
obtenida (Buonomo, 2016).
90
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
1.5.2 Papel de la microbiota en la respuesta inmune y su relación en la infección
de C. difficile.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
estimulan la granulopiesis y el reclutamiento de neutrófilos en el lugar de
infección, por tanto, estos procesos se verían amortiguados (Arpaia, 2013). Por
ello, la composición y riqueza de la microbiota es clave para mantener un correcto
equilibrio entre la respuesta inmune proinflamatoria o reguladora, es decir, para
que no se produzca una disrupción entre la homeostasis entre los linfocitos T
reguladores y los linfocitos T 17.
92
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
1.6 FACTORES DE RIESGO PARA LA INFECCIÓN DE CLOSTRIDIUM
DIFFICILE.
93
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
en el desarrollo de CDI. El uso de varios antibióticos provoca mayor riesgo y se
ha visto que la incidencia de la CDI aumenta con el número de antibióticos
prescritos (Thibault, 1991). Es por ello esto que en la guía de de práctica clínica
para la infección C. difficile en adultos y niños del año 2017 de la Infectious Diseases
Society of America (IDSA) y la Society for Healthcare Epidemiology of America (SHEA),
se hace referencia al uso de antibióticos para el control de la CDI y se recomienda
que se debe minimizar la frecuencia y la duración de la terapia de antibióticos de
alta riesgo y, en general, el número de antibióticos prescritos. También se
recomienda que exista una política bien establecida sobre el uso de antibióticos y
que la selección de éstos debería hacerse conforme a la epidemiología local y la
cepa predominante de C. difficile, y que debería plantearse restringir el uso de
fluorquinolonas, cefalosporinas y clindamicina, excepto en la profilaxis antibiótica
quirúrgica (McDonald, 2018). Por tanto, para un mayor control de la diseminación
de la infección o colonización de C. difficile es un proceso crítico evitar
tratamientos antibióticos innecesarios, minimizar su duración e implementar
políticas de uso.
94
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
mujeres embarazadas y durante el periodo periparto (Surawicz, 2013). Con
respecto a los pacientes hospitalizados con enfermedad inflamatoria intestinal
esta guía recomienda el estudio microbiológico de la CDI cuando haya clínica
compatible. El diagnóstico en estos casos es difícil porque la clínica de un brote de
enfermedad inflamatoria intestinal y CDI es indistinguible. Además, los pacientes
con enfermedad inflamatoria intestinal tienen una mayor tasa de colonización de
C. difficile. Son especialmente propensos debido a la inflamación colónica
preexistente con colitis ulcerativa incluso y la terapia inmunosupresiva con
corticoides.
95
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
96
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
radiológicos compatibles con la colitis pseudomembranosa (McDonald 2018). Por
tanto, si bien en la bibliografía al respecto a lo largo de los años se han usado
diferentes denominaciones de portadores o colonizados asintomáticos de C.
difficile, es necesario definir el concepto correctamente y con mucha exactitud:
Colonización asintomática o estado de portador asintomático: Es la ausencia
de diarrea (si está presente debe ser atribuible a otras causas diferentes a la
CDI) sin hallazgos histopatológicos o radiológicos compatibles con colitis
pseudomembranosa, pero con detección de C. difficile o de evidencia de la
presencia de sus toxinas en heces (Furuya-Kanamori, 2015).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
es similar a los adultos sanos (McDonald, 2018). Esto es debido a que a esta edad
la microbiota intestinal de los niños se asimila a la de los adultos y por tanto
comienzan los mecanismos de resistencia a la colonización de C. difficile. No
obstante, estudios recientes han demostrado que la tasa de colonización en niños
ya mayores de 2 años podría ser hasta del 30%. Estas variaciones epidemiológicas
deben considerarse en el contexto de las diferentes distribuciones de los ribotipos
en los diferentes países (Furuichi, 2014).
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
el tiempo de estancia hospitalaria va a estar relacionado con la colonización
debido a un mayor tiempo de exposición. No obstante, la potencial transmisión es
menor en portadores asintomáticos hospitalizados que en pacientes con
enfermedad activa (McFarland, 1989). Con respecto a los pacientes en cuidados
intensivos, un estudio reciente ha demostrado una baja tasa de colonización del
2% de cepas toxigénicas, con lo que desaconsejan las medidas para reducir la
presencia de C. difficile debido a la baja prevalencia, ya que resultarían poco coste-
efectivas (Zhang, 2016).
99
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
aproximación mediante estudios observacionales de corto plazo (Samore, 1994).
Así, se estima que el tiempo que transcurre entra la ingesta de la espora y el
desarrollo de la CDI es de 1 a 2 semanas. Si esto no ocurre en este corto plazo de
tiempo no suele desarrollarse la clínica (Samore, 1994). A pesar de que los datos
son limitados, demuestran que la naturaleza del estado de portador suele ser
transitoria y sin sintomatología, siempre y cuando no haya una exposición
repetida a factores de riesgo determinantes de infección como la administración
de antibióticos. Bien es cierto que existe una marcada variabilidad en la duración
reportada por los diferentes estudios que seguramente tendrá relación con la
exposición repetida a las esporas de C. difficile o bien, con reservorios de la
bacteria, aspecto que no se ha investigado en los pocos trabajos sobre el tema.
100
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
el uso de antibióticos (Loo, 2011M; Kong, 2015), aunque en otros estudios no se ha
encontrado asociación con antibioticoterapia o CDI previa (Zacharioudakis, 2015).
101
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
conservados, en C. difficile no ocurre de esta manera. Existe una alta tasa de
mutación en el gen tcdB codificante de TcdB. Es posible que esta variación
toxinotípica conduzca a una falta de protección inmunitaria y que la población
carezca de ella al exponerse a cepas con variantes de toxinas. Este aspecto
resultaría importante a la hora de producir vacunas y anticuerpos como terapia
alternativa a la convencional.
102
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
variable. Los portadores asintomáticos forman un potencial reservorio para la
transmisión horizontal a nivel hospitalario de cepas toxigénicas en mayor
medida. El impacto clínico de lo que supone ser portador asintomático y su
posible progresión al desarrollo de la enfermedad permanece todavía sin
resolución definitiva. Un metanálisis de 1998 (muy citado) basados en 4 estudios
previos a la época de los brotes de las cepas hipervirulentas, expuso que los
portadores asintomáticos tenían menor riesgo de desarrollar CDI (Shim, 1998). No
obstante, este metanálisis no analizó por separado la presencia de colonización
por cepas toxigénicas y no toxigénicas y su evolución. Esto es importante ya que
la colonización por cepas no toxigénicas llegaba a ser del 44%. Estudios
posteriores mejor diseñados en este aspecto, a pesar de otras limitaciones, sí que
han puesto de manifiesto que la colonización por cepas toxigénicas de C. difficile
en el inicio de la hospitalización supone un riesgo para el progreso a CDI durante
esa hospitalización (Crobach, 2018). Obviamente la colonización por cepas más
virulentas, en todos los aspectos posibles, tanto de toxicidad como de
colonización, va a aumentar la probabilidad de desarrollar CDI.
103
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
104
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
establecer la terapia. De esta manera limitaremos la sobreutilización de
antibióticos y sus toxicidades y efectos adversos asociados, incluido la aparición
de bacterias multirresistentes.
105
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Algunos estudios han intentado relacionar algunos parámetros con la
severidad de la CDI para valorar si el tratamiento está siendo eficaz. Se ha visto
que la fiebre superiror a 38.5ºC, un recuento total de leucocitos en sangre total
mayor a 15000/µL y una creatinina en suero mayor a 1.5 mg/dL correlaciona con
un fallo terapéutico y una mala evolución (Bauer, 2012). La guía de la IDSA y la
SHEA recomiendan el recuento total de leucocitos y la creatinina en suero como
factores que determinan la severidad de la CDI (McDonald, 2018), aunque esto no
es aplicable en caso de enfermedades concomitantes hematológicas malignas o de
insuficiencia renal.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
1.8.1.3 Tratamiento antibiótico convencional frente a la infección de C. difficile
recurrente.
De forma general, se ha visto que las cepas epidémicas son más resistentes
que las no epidémicas. El ribotipo hipervirulento 027 presenta una resistencia a la
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
clindamicina del 50% y al moxifloxacino del 93% (Tickler, 2013), muy elevada esta
última debido a la presencia como factor de virulencia de mutaciones que le
conceden una resistencia de alto nivel a las fluorquinolonas (Mits, 2013). También
un 40% de estos ribotipos presentan una baja susceptibilidad a la vancomicina
(Tickler, 2013). De forma general las tasas de resistencia encontradas en el ribotipo
027 son mayores que las de ribotipos no 027.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
La metilasa ribosomal codificada por el gen ermB puede modificar al ARNr 23S y
genera elevadas tasas de resistencia a estos antibióticos, aunque otro mecanismo
propuesto es el flujo activo al exterior de la bacteria.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
de la flora intestinal al transferir heces desde un donante sano. También se actúa
estimulando la respuesta inmune a la CDI en el receptor. Actualmente no está
aprobado como modalidad de tratamiento ni por la FDA ni por la EMA (European
Medecines Agency).
1.8.2.2 Inmunoterapia.
110
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
1.8.2.3 Terapias complementaria y alternativas.
111
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
1.9 EPIDEMIOLOGÍA DE LA INFECCIÓN DE C. DIFFICILE.
1.9.1 Definiciones.
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CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
en las últimas 24 horas. En la forma severa aparece en el inicio o durante el curso
de la enfermedad, hipoalbuminemia (menor a 3 g/dL) y cualquiera de los
siguientes signos: recuento total de leucocitos en sangre mayores a 15000/µL y/o
distensión abdominal sin otros criterios de la forma complicada. En la forma
complicada aparece al inicio o durante el curso de la enfermedad cualquiera de
los siguientes signos o síntomas: hipotensión con o sin administración requerida
de vasopresores, fiebre mayor o igual a 38.5ºC, distensión abdominal significativa,
signos de alteraciones en el íleo, alteración de la conciencia, recuento total de
leucocitos en sangre mayor a 35000/µL o menor a 2000/µL, concentraciones de
lactato en suero mayores a 2.2 mmol/L o cualquier signo de fallo orgánico. Como
signos de alteración del íleo tendríamos nauseas agudas, vómitos, cese súbito de
la diarrea (íleo paralítico) o evidencias radiológicas compatibles con tránsito
intestinal alterado (Surawicz, 2013).
113
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
objetivo era estimar incidencia, recurrencia y mortalidad. El estudio más potente
y reciente se publicó en 2015 en el New England Journal of Medecine con estos datos
del CDC del año 2011 (Lessa, 2015). La incidencia para la CDI-IC estuvo
comprendida entre 30 y 120 casos por 100000 habitantes, y entre 50 y 160 casos
por 100000 habitantes para la CDI-IH. La tasa media fue 48 casos/100000
habitantes en CDI-IC y 93 casos/100000 habitantes en CDI-IH. Del total de casos
un 66% fueron CDI-IH y un 34% CDI-IC. La incidencia estimada resultó
ligeramente superior en mujeres que en hombres y considerablemente superior en
mayores de 65 años. Las recurrencias se estimaron en 13.5% en CDI-IC y en 20.9%
en CDI-IH y la mortalidad a los 30 días fue de 1.3% en CDI-IC y de 9.3% en CDI-
IH. Los principales ribotipos identificados fueron el 027, 020 y 106. El ribotipo 027
fue aislado más frecuentemente en el ámbito hospitalario y casi todos los casos
fueron positivos para CDT. Las conclusiones de este estudio son que la CDI causó
durante el 2011 en Estados Unidos 453000 infecciones y 29000 muertes,
aproximadamente. Aunque no son comparables los estudios debido a diferentes
definiciones de CDI o diferentes métodos diagnósticos utilizados, estas
estimaciones son bastante mayores que las de años anteriores que van desde
240000 a 330000 infecciones (Lessa, 2015). Este estudio confirmó la evidencia
creciente de que la CDI no estaba solo restringida al ámbito hospitalario.
También, confirmó que la incidencia ha ido aumentando progresivamente en los
últimos años y resultó ser una excelente fotografía de la problemática actual de
esta infección.
114
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
ribotipos más frecuentes fueron el 014/20 (15%), 001(10%), 078(8%) y 027(5%)
hasta un total de 64 diferentes. Como en el estudio americano de Lessa en 2015, la
CDI se produjo principalmente en personas mayores con comorbilidades
asociadas y un uso previo de antibióticos. Se hizo un seguimiento posterior
durante 3 meses de estos pacientes pacientes (se consiguieron datos del 96% de
los pacientes, 491/509) y el 22% de los pacientes fallecieron (101/455). Se estimó
que en el 2% de los casos la CDI fue causa primaria de la muerte y en el 7% causa
contributiva de la muerta.
115
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
FIGURA 18: Distribución de los ribotipos más frecuentes en Europa durante 2012-2013.
(Davies, 2016).
116
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
La distribución geográfica de los ribotipos encontrados en Europa puede
observarse en la siguiente figura:
117
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
diversidad, concluyendo que este ribotipo, a partir de una propagación regional,
principalmente desde Reino Unido, se ha extendido prácticamente a toda Europa.
El resto de los datos del impacto actual de la CDI en España los obtenemos
de estudios en hospitales concretos. Por ejemplo, en un estudio descriptivo
realizado en el hospital de Salamanca entre 2005 y 2014 se observó una
prevalencia media global en esos años de 6.8 casos cada 100000 habitantes y año,
con incremento progresivo de la prevalencia de la CDI, llegando a 27 casos cada
100000 habitantes y año en 2014 (Cores-Calvo, 2016). Se observó una mayor
detección de casos a partir del 2011 cuando se instauró, junto a la detección de
toxinas en heces, la detección de GDH y el cultivo toxigénico. El 86.4% de los
casos fueron CDI-IH.
118
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
(Asensio, 2008) el incremento es debido al uso de antibióticos, al envejecimiento
de la población y al aumento de las comorbilidades de los pacientes
hospitalizados. Como mencionamos en el apartado 1.3.9 “Cepas hipervirulentas de
reciente aparición”, en España los estudios moleculares epidemiológicos de C.
difficile son escasos y es por ello por lo que la importancia del ribotipo 027 es
desconocida. El primer caso descrito y publicado fue en 2013 en el hospital
Gregorio Marañón de Madrid (Marín, 2014). En este mismo hospital a los pocos
meses hubo un brote del ribotipo 027 (el único hasta la fecha en España) que
causó 141 casos de CDI, de manera que se hizo un estudio prospectivo (Bouza,
2017) y se encontró una notable asociación en pacientes con cirrosis hepática,
hallazgo ya descrito recientemente (Trifan, 2015).
119
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
sensibilidad y la especificidad, así como que los médicos entiendan la
epidemiología actual de la CDI para que no se dejen de diagnosticar casos por
falta de sospecha clínica. Todo esto ahonda en la falta de conocimiento sobre la
situación de la CDI en España.
Por otra parte, para valorar los efectos adversos de la CDI o la morbilidad,
podemos utilizar la tasa de colectomías, las recurrencias y las readmisiones
hospitalarias. De esta manera, la tasa de colectomías resulta un indicador muy
objetivo de la severidad. En Estados Unidos, durante los años previos al siglo XXI,
la tasa de colectomías reportada en algunos estudios oscilaba entre 0.5-1.3%. Esta
tasa después aumentó dramáticamente con la aparición de los brotes del ribotipo
027 a principios del siglo XXI hasta el 6.2% (Kwon, 2015). No obstante, la tasa de
colectomías no se ha mantenido persistentemente elevada, solo suele aumentar en
épocas de brotes hipervirulentos y no con los casos aislados.
Las recurrencias son otra fuente de morbilidad para los pacientes con CDI.
El riesgo de recurrencia tras un episodio inicial es del 10-30%, después de una
primera recurrencia es del 40% para ser de más del 50% en episodios posteriores
(Kwon, 2015). Estos pacientes tienen mayor probabilidad de sufrir reingresos
hospitalarios, obviamente.
120
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
mortalidad era relativamente baja (<2%). Después aumentó durante los brotes del
siglo XXI hasta el 6.9-16.7%, pero ha permanecido más elevada en los casos
esporádicos, a diferencia de la morbilidad (Kwon, 2015).
Con respecto a los costes económicos que acarrea la CDI hay que decir que
tiene un profundo impacto en los sistemas de salud. Es difícil establecer el coste
adicional que supone una CDI en un paciente hospitalizado, puesto que estos
pacientes presentan más morbilidades y enfermedades de base que aquellos que
no han presentado CDI. Es por ello por lo que algunos estudios en Estados
Unidos han estimado los costes adicionales entre 3500 y 33000 dólares (Kwon,
2015). En Europa se ha realizado también algún estudio al respecto. En Alemania
se ha estimado que los costes asociados podrían estar entre 10000 y 71000 euros
(Wiegand, 2012). En España un estudio del 2012 ha estimado que la CDI para el
sistema nacional de salud podría suponer un coste de 33 millones de € anuales. El
95% del gasto se achacaría a la prolongación de la estancia hospitalaria. Una
infección inicial costaría 3900€, la primera recurrencia 4900€ y la segunda
recurrencia 6000€ (Asensio, 2013).
Los pacientes con CDI deben ser aislados en habitaciones individuales con
baños individuales para no permitir la transmisión a otros pacientes. Si no fuera
posible, se debe hacer un aislamiento en cohortes. Si existe una alta sospecha
clínica de CDI, pero los resultados de las pruebas de laboratorio se van a demorar
más de un día, es preferible el aislamiento de todas formas. El trabajador sanitario
y los acompañantes del paciente que entren a esta habitación aislada deberán
llevar siempre bata y guantes. El aislamiento debe continuar hasta 48 horas
resuelta la diarrea, aunque se puede prolongar hasta el alta si las tasas de CDI son
elevadas en el hospital. La habitación debe ser descontaminada con esporicidas al
121
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
alta, como hipoclorito sódico y glutaraldehído, aunque si existe una alta tasa de
CDI en el hospital debe ser realizada diariamente. Se debe asegurar la correcta
desinfección mediante controles ambientales.
Este último apartado del marco teórico se acerca mucho a la naturaleza del
tema que vamos a plantear. Discerniremos los mecanismos de resistencia a la
colonización de patógenos intestinales como C. difficile que ejerce en condiciones
normales la microbiota intestinal. Asimismo, describiremos la disbacteriosis que
producen los antibióticos y la disbacteriosis que se observa en los pacientes con
CDI. Por último, repasaremos los escasos estudios que han descrito la microbiota
intestinal en individuos colonizados por C. difficile.
122
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
nuestro organismo, aunque al referirnos a ella en este estudio trataremos solo de
bacterias. Es posible encontrar estos microorganismos en muchas localizaciones
del organismo, y cada uno de estos ecosistemas presenta unas particularidades
adaptadas el nicho ecológico específico. El ecosistema más numeroso y complejo
es el del aparato digestivo. En el ciego es donde se encuentra la mayor densidad
de microorganismos.
La microbiota intestinal está formada por 10¹⁴ bacterias. Existen entre 500
y 1000 especies. Los principales phylum son Firmicutes (aproximadamente 60%) y
Bacteroidetes (25%). En menor proporción se encontrarían Proteobacteria,
Verrucomicrobia, Fusobacteria, Cianobacteria, Actinobacteria y Spirochaetes
(Alarcón Cavero, 2016).
123
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
metabólico sería similar. No obstante, aunque es difícil describir una microbiota
normal, se considera más saludable cuando más diversa y equilibrada sea
(Thursby, 2017)
124
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
intestinal multifactorial y dinámica. Esta barrera incluye componentes físicos
como la capa epitelial y mucosa, bioquímicos (enzimas y antimicrobianos
peptídicos) e inmunológicos (IgA y las células inmunes asociadas al epitelio
intestinal) (Thursby, 2017).
125
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
proviene de los carbohidratos por la vía glucolítica y acetil-coA, principalmente
de bacterias del phylum Firmicutes. El ácido propiónico proviene de las rutas del
ácido succínico y el propanodiol, y es producido por el phylum Bacteroidetes
principalmente. El ácido butírico tiene actividad antiinflamatoria y anticancerosa
(Morrison, 2016), además es una fuente de energía particularmente importante
para los colonocitos. Asimismo, el ácido butírico atenúa la traslocación bacteriana
y potencia la barrera intestinal al actuar sobre las uniones intercelulares y la capa
mucina (Morrison, 2016). Los AGCC también tienen una actividad reguladora del
sistema inmune y la respuesta inflamatoria y pueden influir en la producción de
citocinas (Morrison, 2016). Otros metabolitos, aparte de los AGCC, también
podrían tener impacto en el mantenimiento de la barrera intestinal, proliferación
del epitelio y sistema inmune (Nagai, 2016).
126
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
1.10.2 Resistencia a la colonización por C. difficile.
127
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
La germinación de C. difficile está estimulada o inhibida por una compleja
mezcla de ácidos biliares. Como vimos en el apartado 1.2.4.2 “Germinación de C.
difficile y su relación con el metabolismo de los ácidos biliares en el hospedador”, los
ácidos biliares son los germinantes esenciales de las esporas de C. difficile y su
presencia en el tracto intestinal juega un papel clave en su colonización y
patogénesis. Los ácidos biliares primarios son el ácido cólico y quenodesoxicólico,
que después son conjugados con los aminoácidos taurina o glicina. Son secretados
en el duodeno en respuesta a la ingesta y la mayor parte (95%) son reabsorbidos
en el íleo terminal y devueltos al hígado mediante la circulación enterohepática.
Los ácidos biliares primarios que llegan al intestino grueso (5%) son
biotransformados en ácidos biliares secundarios mediante enzimas secretados por
bacterias de la microbiota intestinal de forma específica, interviniendo dos tipos
de reacciones, desconjugación y deshidroxilación. Los ácidos biliares secundarios
más abundantes son el ácido desoxicólico, litocólico y ursodesoxicólico. Las
esporas de C. difficile requieren de forma específica ácidos biliares primarios y
aminoácidos como la glicina para la germinación. Los diversos estudios in vitro e
in vivo muestran que la depleción de bacterias que tienen dotación enzimática
para obtener ácidos biliares secundarios generaría una disminución de la
resistencia a la colonización (Buffie, 2015). Además, los ácidos biliares secundarios
inhiben también el crecimiento de C. difficile y la actividad y cantidad de las
toxinas causantes de la clínica (Thanissery, 2017). En el intestino grueso los ácidos
biliares secundarios, inhibidores de la germinación, son absorbidos a velocidades
diez veces mayores que los ácidos biliares primarios germinantes, dando lugar a
una abundancia de germinantes en el entorno colónico. En sujetos sanos con una
microbiota intestinal rica y diversa, los ácidos biliares primarios germinantes, son
rápidamente desconjugados por ciertos grupos de bacterias, reduciendo su
abundancia relativa y la probabilidad de germinación de las esporas de C. difficile
(Sarker, 2012).
128
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
capaz de transformar los ácidos biliares primarios en secundarios. Las bacterias
cuyo genoma codifique estos enzimas producirían un efecto inhibitorio sobre la
germinación de las esporas de C. difficile. La desconjugación de los ácidos biliares
primarios conjugados por BSH secretada extracelularmente ocurre muy
rápidamente. Estudios metagenómicos han mostrado que los tres principales
phylum que poseen BSH son Firmicutes (30%), Bacteroidetes (14,4%) y
Actinobacteria (8,9%) (Jones, 2008). Por tanto, está ampliamente distribuida en
muchos géneros como Clostridium, Bacteroides, Lactobacillus y Bifidobacterium. Por
el contrario, BaiCD se encuentra presente en muy pocos grupos de bacterias, que
representan menos del 0,025% de la microbiota intestinal normal (Winston, 2016),
principalmente dentro del phylum Firmicutes en los géneros Clostridium, Blautia y
Eubacterium (Buffie, 2015). A este respecto, Buffie y col. en 2015, encontraron 11
grupos de bacterias que correlacionaron con una resistencia a la infección, en un
estudio donde se comparó la microbiota intestinal de 12 individuos portadores
asintomáticos de C. difficile y 12 pacientes con CDI. Mediante un modelo
matemático y estudios metabolómicos investigaron que mecanismo inhibitorio de
la infección subyacía detrás. Los grupos encontrados constituyeron un 6% de la
microbiota normal y principalmente estuvieron comprendidos en el cluster
Clostridium XIVa, incluyendo Clostridium scindens, donde se halló la correlación
más potente. C. scindens es un productor de BaiCD. Se formuló la hipótesis de si
esta vía metabólica tan rara es la que conferiría está capacidad de resistencia a la
infección (Buffie, 2015).
129
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Por tanto, la disrupción de la microbiota intestinal secundaria a un
tratamiento antibiótico conduciría en el intestino grueso, a un descenso en el
metabolismo de ácidos biliares germinantes y a una rápida absorción de los
ácidos biliares inhibidores, produciendo un desequilibrio entre los procesos de
inhibición y germinación de las esporas de C. difficile.
130
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
La reducción de los AGCC observada en la disbacteriosis se ha asociado
también a la perdida de resistencia a la colonización, ya que se ha visto que
inhiben el crecimiento de C. difficile in vitro. El otro posible mecanismo es que al
incrementarse el pH luminal al disminuir los AGCC se genera un ambiente
favorable para el crecimiento de C. difficile y Enterobacteriacea. Además, por los
efectos antinflamatorios del ácido butírico, con reducción de la permeabilidad,
aumento de la producción de mucina, aumento de la síntesis de péptidos
antimicrobianos etc, la caída de los grupos butirogénicos como las familias
Lachnospiracea y Rumminococcaceae, provoca un mayor riesgo de CDI (Ross,
2016).
131
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
CDI (Zackular, 2016), ya que altera la microbiota intestinal y disminuye la
resistencia a la colonización. También se ha visto que la dieta baja en proteínas
supone protección en el desarrollo de CDI en ratones (Moore, 2015).
132
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
1.10.3 Alteraciones de la microbiota Intestinal en pacientes con infección de C.
difficile.
133
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
trasplante de médula ósea, ya que la CDI es una frecuente causa de diarrea en
estos pacientes, puesto que reciben profilaxis antibiótica después del trasplante.
Se había visto que estos pacientes tienen altas de colonización de C. difficile. El
objetivo del estudio fue identificar bacterias protectoras a desarrollar CDI. De 234
trasplantados, 53 padecieron CDI. Se identificaron 3 grupos de bacterias
protectoras: el phylum Bacteroidetes, la familia Lachnospiraceae (Clostridium
cluster XIVa) y la familia Ruminococcaceae (Clostridium cluster IV). La pérdida de
diversidad no sería un factor predictivo de desarrollo inexcusable de CDI, ya que
se requeriría alguna alteración específica más (Lee, 2017).
134
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Antharam y col. en 2013 compararon la microbiota intestinal en 39
pacientes con CDI, 36 pacientes con diarrea nosocomial no debida a C. difficile
(CDN, Clostridium Difficile-negative nosocomial diarrhoea) y 40 controles sanos.
Tanto los pacientes con CDI como los que tenían CDN presentaron una
microbiota con menor diversidad, sobre todo a expensas del phylum Firmicutes
(De 75% en controles sanos pasó a 40% en ambos grupos). La mayor parte de los
Firmicutes correspondieron a la clase Clostridia. El cluster Clostridium XIVa (con el
género Eubacterium) y en menor medida el IV estuvieron significativamente
disminuidos en ambos grupos CDI y CDN con respecto a los controles sanos
(XIVa: 5.5% y 6.6% frente 18.4%; IV: 0.47% y 0.40% frente 2.95%). Estos grupos
incluyen una gran cantidad de bacterias beneficiosas productoras de butirato. A
nivel de familia, hubo una disminución en la abundancia de familias de bacterias
productoras de butirato, como Lachnospiraceae y Ruminococcaceae en ambos
grupos CDI y CDN. Sin embargo y de forma notable, no hubo diferencias
significativas en cuanto a la composición de ambos grupos. Algunos géneros
estuvieron más abundantes en los pacientes CDI con respecto a los controles
sanos, por ejemplo, Veillonella (4.5% frente 0.6%), Enterococcus (7.1% frente 0.05%)
y Lactobacillus (3.7% frente. 0.4%). Enterococcus y Lactobacillus son bacterias
productoras de ácido láctico del orden Lactobacillales. La familia
Desulfovibrionaceae de la clase Proteobacteria, que incluye un número
importante de bacterias Gram negativas reductoras de sulfato estuvo disminuido
en los pacientes con CDI. Los géneros Blautia, Pseudobutyrivibrio, Roseburia,
Faecalibacterium, Anaerostipes, Subdoligranulum, Ruminococcus, Streptococcus, Dorea
y Coprococcus fueron los principales géneros disminuidos en los grupos CDI y
CDN que permite diferenciarlo del grupo de controles sanos. En líneas generales,
los autores concluyeron que la disbacteriosis no específica entre los grupos CDI y
CDN pudo deberse a la alta frecuencia de exposición antibiótica previa (CDI:
87.2%, CDN: 58.3% frente a 22.5% controles), sugiriendo que el grupo CDN
podría ser susceptible al desarrollo de CDI (Antharam, 2013).
135
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
colonización por C. difficile o a CDI, la presencia de algunos ribotipos (como el
027) se asociaría a una disbacteriosis más profunda (Skraban, 2013).
136
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Faecalibacterium, Clostrodium IV, Oscillospira y Ruminococcus. Por el contrario, hay
aumento en la familia Clostridiaceae_1, donde hay géneros de Clostridium
patógenos. Además, bacterias productoras de ácido láctico, como
Enterococcaceae, Streptococcaceae y Lactobacillaceae aumentaron en CDI. Como
era de esperar la familia Peptostreptococcaceae, donde se incluye C. difficile, era
más abundante en el grupo CDI. El phylum Bacteroidetes fue el dominante en
controles sanos, pero estuvo en menor abundancia en CDI, con reducciones en los
géneros Bacteroides y Alistipes. En el phylum Actinobacteria hubo similitud en
porcentaje total, pero diferencias a nivel de algunos géneros, por ejemplo,
incrementos de los órdenes Actinomicetales y Corinebacteriales, y a nivel de
género incrementos de Actinomyces y Rothiabacterium mientras que Colinisella
(genero productor de AGCC) estuvo reducida. A nivel Proteobacteria, la
abundancia fue mucho mayor en CDI, debido sobre todo a
gammaproteobacterias, que a su vez fue debido a aumenos en la familia
Enterobacteriacea, considerada patógena oportunista, especialmente
Escherichia/Shigella, Kleibsiella, Proteus y Providencia. Con respecto a la comparación
del grupo CDI con respecto al grupo CDN, no hubo diferencias en cuanto riqueza
y diversidad, pero si diferencias, por ejemplo, dentro del phylum Fusobacteria,
representado por el género Fusobacterium que presentó incrementos solo en el
grupo CDN, pero no en el grupo CDI ni en el de controles sanos. Gemminger,
Paraprevotella, Faecalobacterium, Fusobacterium y Collinsela estuvieron disminuidos
en los pacientes con CDI, pero Providencia y Proteus fueron más abundantes en el
grupo CDI que en el CDN. Por tanto, la microbiota intestinal de los pacientes
CDN podría ser susceptible a desarrollar CDI, ya que en la mayoría de los casos
ha habido exposición previa a antibióticos, y es muy parecida a la de CDI, pero
con la diferencia de que no ha habido exposición a esporas de C. difficile. La
reducción de Faecalibaterium en CDI que no se observó en CDN y controles es
importante. Faecalibacterium Prausnitzii es un gran productor de butirato y su
reducción es compatible con la inflamación existente en la CDI. En conclusión, se
objetivó una disminución de bacterias productoras de butirato en los grupos CDI
y CDN, y un aumento de patógenos oportunistas productores de endotoxinas y
grupos de bacterias productores de lactato en el grupo CDI al comparar con los
controles sanos (Gu, 2016).
137
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
1.10.4 Alteraciones de la microbiota intestinal en pacientes portadores
asintomáticos de C. difficile.
138
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Zhang y col. en 2015 consideraron que la colonización asintomática de C.
difficile estaba asociada a cambios en la microbiota intestinal, pero la transición a
un estado de CDI podría deberse a la influencia de otros grupos de bacterias y
también a otros factores como el estado inmune del paciente. Presentaron un
estudio con 3 grupos: 8 pacientes con CDI, 8 portadores asintomáticos de C.
difficile y 9 controles sanos. La hipótesis fue que la microbiota intestinal podría
contribuir a la patogénesis de CDI y el estado de la enfermedad. La microbiota de
infectados y colonizados tuvo menor diversidad que la de los controles sanos,
pero no difirieron en diversidad de manera estadísticamente significativa los dos
primeros grupos. Asimismo, la microbiota de los 3 grupos fue diferentes a nivel
estructural. A nivel phylum se observó que en controles sanos predominaba
Bacteroidetes (48,2%) y Firmicutes (41,5%) mientras que en los pacientes con CDI
había más abundancia relativa de Proteobacteria (33,6%) y menor de
Bacteroidetes (23,8%) y Firmicutes (23,8%). La microbiota de los cololizados fue
más parecida a la de los controles sanos que a la de los pacientes con CDI, pero
también hubo aumento de Proteobacteria y reducción de Firmicutes y
Bacteroidetes, aunque no tan pronunciada. Destacó el alto porcentaje de
Fusobacteria en individuos portadores y pacientes con CDI. A nivel de género, la
cantidad de Clostridium XI (donde se incluye C. difficile) fue de 6,5%, 1,6% y 0,0%
en los grupos de pacientes con CDI, portadores y controles sanos
respectivamente. En Bacteroidetes hubo disminución de Alistipes, Bacteroides y
Prevotella, y aumento de Parabacteroides en pacientes con CDI y portadores con
respecto a controles sanos. En Proteobacteria hubo aumento de
Escherichia/Shigella, Kleibsiella, Haemophilus, Pseudomonas y Biophila en pacientes
con CDI y portadores, pero disminución de Parasutterella y Gemminger en ambos
grupos. Dentro de Firmicutes, Clostridium XIVa, Clostridium Sensu Strict,
Enterococcus, Veillonella y Lactobacillus estuvieron aumentados en pacientes con
CDI y portadores y Phascolarctobacterium, Roseburia, Megamonas, Ruminococcus,
Faecalobacterium y Coprococcus estuvieron disminuidos en ambos. A destacar que
Bacteroides aumentó de 10,8%, 24% y 31% desde los pacientes con CDI, portadores
y controles sanos, mientras que en Escherichia/Shigella fue disminuyendo de 23,9%,
8,7% y 3,6%. Destacó también la escasez de Bifidobacterium en pacientes con CDI
con respecto a portadores y controles sanos. Se objetivó una escasez de bacterias
productoras de butirato como Coprococcus y Roseburia (Lachnospiraceae) y
139
CAPITULO I – INTRODUCCIÓN. MARCO TEÓRICO________________________
Faecalibacterium y Ruminococcus (Ruminococcaceae) en CDI y portadores. Los
autores concluyeron que en los colonizados por C. difficile la microbiota podría ser
susceptible a desarrollar CDI, pero esto también dependería del estado inmune
del hospedador. El estudio confirmó que, si bien hay perdida de resistencia a la
colonización en portadores, debe existir algo más que dé lugar al estado de
enfermedad en estos pacientes, puesto que se objetiva una reducción de bacterias
productoras de butirato y una disbacteriosis con pérdida de riqueza, además de
una microbiota alterada con respecto a los controles sanos. Asimismo, también la
no transición a CDI desde el estado de portador asintomático podría deberse a
cepas poco virulentas (Zhang, 2015).
140
II-JUSTIFICACIÓN DEL
ESTUDIO Y
OBJETIVOS.
CAPITULO II – JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO Y OBJETIVOS________________
144
CAPITULO II – JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO Y OBJETIVOS________________
tercera y cuarta generación, carbapenems, fluorquinolonas y la clindamicina
presentan elevado riesgo (Hensgens, 2012; Pépin, 2005; Johnson, 1999). Este riesgo
y su asociación con la CDI dependen de la prevalencia local de los ribotipos
circulantes y de si son particularmente virulentos o bien resistentes al antibiótico
administrado. El riesgo de CDI aparece al iniciar el tratamiento y durante los 3
meses posteriores a la finalización de la terapia, aunque el mayor riesgo dentro de
este periodo (7 a 10 veces) ocurre durante el primer mes post administración
antibiótica (Pépin, 2005). Por otra parte, los factores de riesgo para los casos de
CDI provenientes de la comunidad no están exactamente definidos, aunque
podrían asociarse al uso de antibióticos o a la edad avanzada.
C. difficile es una especie que presenta una gran diversidad genética, lo que
hace que existan múltiples cepas circulantes. Por tanto, tenemos diferentes
ribotipos circulantes y algunos de ellos se asocian a una mayor virulencia, debido
a una variabilidad genética en cuanto a los factores de virulencia posibles. La
producción de las exotoxinas TcdA y TcdB son el mayor factor de virulencia de C.
difficile y su producción es la causa de la sintomatología de la CDI. La expresión
de las toxinas se produce al entrar el microorganismo en la fase estacionaria de
crecimiento y está en equilibrio bidireccional e influenciado por varios factores de
tipo ambiental. Pueden producirse cambios en la región codificante de las toxinas
que conforman una heterogeneidad genética, dando lugar a una serie de
145
CAPITULO II – JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO Y OBJETIVOS________________
diferentes toxinotipos. Esto supone que haya cepas con diferente actividad y
especificidad de sus toxinas con respecto a la cepa de referencia de C. difficile
(Rupnik, 2016). A diferencia de la mayoría de las bacterias patógenas productoras
de toxinas, donde los genes que las codifican son muy estableces en cuanto a sus
secuencias, con C. difficile no ocurre esto. Existe una alta tasa de mutación en tcdB.
Es posible que esta variación toxinotípica conduzca a una falta de protección
inmunitaria y que la población carezca de ella al exponerse a cepas con variantes
de toxinas. La tercera toxina de C. difficile, la toxina binaria o CDT hace unos años
era muy infrecuente en cepas productoras de CDI (menos del 10%), pero en los
últimos 10 años su prevalencia se ha incrementado de forma notoria (Rupnik,
2008). Esto es debido a que está frecuentemente asociada a las llamadas cepas
hipervirulentas de reciente aparición (ribotipo 027 y 078 principalmente), las
cuales presentan mayor tasa de mortalidad y morbilidad (Gerding, 2014).
146
CAPITULO II – JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO Y OBJETIVOS________________
desde el intestino al exterior, con la consecuente activación de una respuesta
inmune desequilibrada.
147
CAPITULO II – JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO Y OBJETIVOS________________
genoma codifique estos enzimas producirían un efecto inhibitorio sobre la
germinación de las esporas de C. difficile. BaiCD se encuentra presente en muy
pocos grupos de bacterias, que representan menos del 0,025% de la microbiota
intestinal normal (Winston, 2016), principalmente dentro del phylum Firmicutes
en los géneros Clostridium, Eubacterium y Blautia (Buffie, 2015). Por tanto, la
disbacteriosis intestinal secundaria a un tratamiento antibiótico conducirá en el
intestino grueso a un descenso en el metabolismo de los ácidos biliares
germinantes y a una rápida absorción de los ácidos biliares inhibidores,
produciendo un desbalance entre los procesos de inhibición y germinación de las
esporas de C. difficile, estableciéndose un nicho ecológico muy favorable para su
proliferación.
148
CAPITULO II – JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO Y OBJETIVOS________________
El interés por saber los mecanismos mediante los cuales la microbiota
intestinal de un paciente sano es capaz de prevenir la colonización de C. difficile y
la CDI es bastante reciente. Se ha visto que los antibióticos tienen efectos
profundos y duraderos en la estructura de la microbiota intestinal, afectando
tanto a su riqueza como a su diversidad (Antonopoulos, 2016). Ambas situaciones
disminuyen la resistencia a la colonización por C. difficile. Asimismo, la
diversidad disminuida no es recuperable en pacientes con CDI recurrente,
mientras que en pacientes con CDI recuperada vuelve a valores normales (Chang,
2008).
149
CAPITULO II – JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO Y OBJETIVOS________________
(Weingarden, 2014), evidenciándose un predominio superior de ácidos biliares
primarios germinantes en los pacientes con CDI no tratada con respecto a la
tratada y curada.
150
CAPITULO II – JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO Y OBJETIVOS________________
CDI. Este abordaje es costoso y se prolongaría mucho en el tiempo en la práctica.
Debido a esto la alternativa que planteamos es la comparación de tres cohortes de
individuos: pacientes con CDI, pacientes colonizados por Clostridium Difficile y
controles sanos. Hasta la fecha, los estudios que han incorporado una cohorte de
individuos colonizados son bastante escasos y con pequeño tamaño muestral,
quizás por la dificultad de incorporar sujetos a este grupo. Esto ha hecho que la
interpretación de los resultados sea bastante compleja. No obstante, la
composición de la microbiota intestinal en los pacientes con CDI ha sido mostrada
y caracterizada en varios trabajos, evidenciando unas diferencias en cuanto a
composición y estructura totalmente diferentes a la de los controles sanos. Lee y
col. en 2017, estudiando la microbiota intestinal de 53 pacientes con CDI,
identificaron 3 grupos de bacterias identificadas como protectoras de forma
significativa de CDI: el phylum Bacteroidetes y las familias Lachnospiraceae y
Ruminococcaceae. Además, concluyeron que la pérdida de diversidad no era un
factor predictivo de desarrollo inexcusable hacia CDI, afirmando que se requieren
otros factores que intervengan en este fenómeno (Lee, 2017). Otro hecho
importante es que la disbacteriosis es más profunda en pacientes con CDI
recurrente. Weingarden y col. en 2014 estudiaron la resutauración de la
microbiota intestinal en pacientes con CDI sometidos a FMT. La diversidad fue
significativamente más elevada en las muestras “post FMT” que en las muestras
“pre FMT”, debido a los cambios la composición en los phylum Bacteroidetes,
Firmicutes y Proteobacteria. Las muestras de los donantes, representativas de una
microbiota sana estaba compuesta por Bacteroidetes-Firmicutes principalmente,
con muy poca abundancia de Proteobacteria. Por el contrario, las muestras “pre
FMT” tendían a ser dominadas por Proteobacteria. De forma notable, se
observaron también dramáticas alteraciones a nivel de familia. Lachnospiraceae,
Bacteroidaceae y Ruminococcaceae comprendieron el 50% de las OTUs de cada
muestra de donante. Por el contrario, estas familias se encontraron en mucha
menor abundancia en las muestras ”pre FMT”. Por el contrario, aparecieron
Enterobacteriaceae, Veillonellaceae y Verrucomicrobiaceae, componentes
menores de la microbiota intestinal de los donantes de heces, pero que
representaron alrededor del 50% de las OTUs en las muestras “pre FMT”.
Después del FMT el patrón de la microbiota a nivel de familia revirtió
(Weingarden, 2014). Este estudio nos indicaría que la disbacteriosis existente en la
151
CAPITULO II – JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO Y OBJETIVOS________________
CDI se basa en la perdida de Firmicutes y Bacteroidetes y la ganancia de
enterobacterias, grupo de bacterias potencialmente patógenas u oportunistas,
además de una perdida fehaciente de bacterias productoras de butirato. Este
puede que sea el hallazgo más evidente que encontramos en estos pacientes. Estos
resultados se han sustentando en otros trabajos (Antharam, 2013). Milani y col. en
2016 mediante la combinación de estudios moleculares metagenómicos y
metabolómicos en 25 pacientes con CDI, en 29 pacientes con exposición a
antibióticos, pero sin CDI y en 30 pacientes sin exposición antibiótica ni CDI
también intentó caracterizar la microbiota intestinal de los pacientes con CDI para
dilucidar los mecanismos que subyacen en este proceso. Se encontraron varios
géneros disminuidos en los pacientes CDI como Faecalibacterium, Bifidobacterium,
Akkermansia, Bacteroides, Lachnospiraceae, Ruminococcaceae y Alistipes, todas
bacterias con funciones beneficiosas. Asimismo, aparte de la familia
Peptostreptococcaceae que incluye actualmente a Clostridium Difficile, se
encontraron varios grupos de bacterias patógenas o patógenas oportunistas
aumentadas en el grupo CDI, como Klebsiella, Escherichia/Shigella, Sutterella,
Enterococcus, Citrobacter, Veilonella, Proteus, Helicobacter, Morganella, Hafnia,
Corynebacterium y Staphylococcus (Milani, 2016). Gu y col. en 2016, en un estudio
similar, observaron además que bacterias productoras de ácido láctico, como las
familias Enterococcaceae, Streptococcaceae y Lactobacillaceae aumentan
dramáticamente en CDI.
152
CAPITULO II – JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO Y OBJETIVOS________________
hecho que la interpretación de los datos obtenidos es compleja y que la
variabilidad intraindividual de la microbiota es considerable. Debido a lo costoso
de los estudios prospectivos, en los que se necesita un periodo de tiempo de
seguimiento con análisis repetidos en los pacientes para evaluar la evolución
temporal de las mismo y su relación con determinada intervención, se suele optar
por comparar los resultados de dos cohortes con características diferentes
evaluando la relación entre esas diferencias y los patrones de la microbiota
intestinal en ambas. En este sentido, comparar la microbiota intestinal en
pacientes con CDI con respecto a individuos colonizados por C. difficile que no
presentan clínica (o si la presentan se puede demostrar que es debido a otras
causas) ha sido poco estudiado. Este enfoque puede aportar información
relevante sobre la susceptibilidad o protección frente al desarrollo de CDI desde
la fase de portador (colonización). Es interesante saber porque muchos pacientes
que están colonizados de forma transitoria permanecen en ese estado un tiempo
prolongado sin desarrollar clínica. De los pocos trabajos al respecto, se obtienen
similitudes y diferencias entre estos dos grupos estudiados (Rea, 2012; Zhang,
2015; Han, 2019). Además, estos estudios son diferentes en algunos aspectos. Por
consiguiente, consideramos muy interesante nuestro abordaje en base a todo lo
expuesto anteriormente.
153
III-HIPÓTESIS.
CAPÍTULO III - HIPÓTESIS_______________________________________________
156
IV-MATERIAL Y
MÉTODOS.
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
160
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
4.1.1 Criterios de inclusión y de exclusión.
Los criterios de inclusión para el grupo de los pacientes con CDI (a partir
de ahora lo llamaremos grupo CDI) fueron los siguientes:
Paciente mayor de 15 años.
Presencia de diagnóstico clínico y microbiológico de CDI.
Firma de consentimiento informado.
161
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
4.1.2 Inclusión de los pacientes en el estudio.
162
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
responsables de alguna localización teórica de elevada tasa de portadores
asintomáticos como la unidad de hemodiálisis, cuidados intensivos, residencias
de la 3º edad, etc.
163
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
4.1.4 Recogida y Almacenamiento de las muestras de heces.
164
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
consiste en una membrana, se adsorben anticuerpos específicos frente a TcdA,
TcdB y GDH. Si se diera presencia de alguna de ellas en la muestra de heces,
previamente diluida, se produciría una reacción específica al añadir un
anticuerpo conjugado que se manifestará mediante una banda de color.
A las muestras a las que se les detectó TcdA/TcdB y/o GDH en heces se les
determinó la presencia de los genes tcdb y TPI, específicos de C. difficile. Se utilizó
el kit FluoroType CDiff, específico para el instrumento FluoroCycler de la casa
comercial Hain Lifescience (Nehren, Alemania). La presencia en heces del gen
tcdb pondría de manifiesto que existe una cepa toxigénica de C. difficile, mientras
que la presencia del gen TPI solo pondría de manifiesto la presencia de C. difficile
(gen constitutivo de cepa toxigénica o no toxigénica. Ambos resultados deben
valorarse en conjunto. Los dos resultados positivos posibles serían:
tcdB+/tpi+: Presencia de C. dfficile Toxigénico.
tcdB-/tpi+: Presencia de C. difficile No Toxigénico.
El procedimiento de la prueba constó de dos fases principales. El primer
paso fue la extracción del ADN de las muestras de heces y se utilizó para ello el
kit GXT Stool Extraction, adaptado específicamente para el instrumento GenoXtract
de la casa comercial Hain Lifescience (Nehren, Alemania). Al ADN extraído se le
adicionaron 2 mezclas de amplificación y detección. La primera llevaba los
nucleótidos, el buffer y la Taq polimerasa. El segundo llevaba las sondas de ADN
de detección marcadas con fluorescencia, el buffer y los primers. El fundamento es
que la sonda si no se une a su cadena complementaria de ADN no emite
fluorescencia, puesto que es amortiguada (fenomeno de Quenching) por las bases
contiguas. En caso de unirse a su cadena ADN complementaria, el fluoróforo se
libera porque la base contigua no ejerce este efecto sobre él.
165
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
Una vez realizada la mezcla con los reactivos específicos se introdujo en el
instrumento FluoroCycler para su amplificación mediante PCR e hibridación.
Después de esto, los fluoróforos de las sondas específicas para los genes de C.
difficile estudiados fueron excitados mediante luz en el FluoroCycler, emitiéndose
una fluorescencia que fue medida, mientras se fue elevando la temperatura
gradualmente. Si los genes tcdb y/o TPI estaban presentes en la muestra de ADN,
aparecerían dos picos durante la construcción de la curva de melting.
FIGURA 22: Ejemplo de curva de melting con dos picos para tcdb y tpi. IC: Control
Interno.
FIGURA 23: Ejemplo de curva de melting con un pico para TPI. IC: Control Interno.
166
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
4.3 DETERMINACIÓN METATAXONÓMICA DE LA COMPOSICIÓN DE LA
MICROBIOTA INTESTINAL.
Para la extracción del ADN se utilizó el robot MagNA Pure 2.0 LC (Código
0519768600) y el kit MagNA Pure LC Total Nucleic Acid Isolation Kit - Large Volume
(Código 03264793001), ambos de la casa comercial ROCHE (Mannheim,
Alemania). A las muestras de heces se le añadieron tampón PBS 1.5 veces en
volumen y se vortearon hasta conseguir una solución homogénea. A
continuación, se centrifugaron a 2000 rpm 5 minutos y se recogió el sobrenadante.
500 µl de este sobrenadante fue sometido a la extracción automática del ADN
siguiendo las instrucciones del fabricante de acuerdo al protocol total NA external
lysis.
167
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
(Código Q33226) de la casa comercial ThermoFisher Scientific (Waltham,
Massachusetts, Estados Unidos) mediante el kit Qubit 1x dsDNA HS Assay
(Código Q33231). La medición de la concentración mediante este lector está
basada en emisión de fluorescencia a diferencia de la lectura de la absorbancia
ultravioleta que se ha venido utilizando en los últimos tiempos. Con esto se
consigue una mayor especificidad de lectura de ADN sobre el ARN. La
concentración mínima aceptable fue de 5 ng/dL.
Los amplicones del gen ADNr 16S bacteriano fueron obtenidos siguiendo
el protocolo 16S rDNA gene Metagenomic Sequencing Library Preparation Illumina
protocol (Código 15044223 Revisión A), de la casa comercial Illumina (San Diego,
California, Estados Unidos). Las secuencias específicas amplificadas están en la
región V3 y V4 (459 bp) del gen ADNr 16S. Los primers específicos fueron
seleccionados a partir de bibliografía vigente al respecto (Klindworth, 2013):
FIGURA 24: Nomenclatura IUPAC del Forward primer y Reverse primer utilizados en la
secuenciación del gen ADNr 16S bacteriano.
168
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
KK2602) de la casa comercial Kapa Biosystems (Wilmington, Massachusetts,
Estados Unidos), siguiendo el protocolo mencionado. A continuación, se
introdujo el plato de muestras en el termociclador y se procedió a realizar el
siguiente ciclo de temperaturas:
Desnaturalización inicial: 3 minutos a 95ºC.
25 ciclos: 30 segundos a 95ºC + 30 segundos a 55ºC + 30 segundos a
72ºC.
5 minutos a 72ºC.
Fin de la reacción mediante enfriamiento a 4ºC
169
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
4.3.3 Análisis bioinformático de las secuencias de amplicones del gen
bacteriano ADNr 16S y asignación taxonómica.
170
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
es capaz de discriminar con mejor exactitud errores de amplificación de
secuencias biológicas variantes (Callahan, 2016)
171
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
todo el nicho ecológico. La diversidad disminuye cuando alguna población
alcanza una elevada densidad, puesto que significa que ha superado la
competencia y domina el ecosistema. Los nichos ecológicos complejos, con
riqueza de especies, es decir un número elevado de especies diferentes, requieren
una energía menor para mantenerse.
172
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
En el presente estudio, la alfa diversidad hace referencia al número de
OTUs diferentes en un grupo de pacientes, pero aunando dos variables: la riqueza
de OTUs y la abundancia relativa de ellas. También recurrimos a ciertos índices
estadísticos para evaluarla. Se trata de un concepto clave puesto que diversas
enfermedades se han correlacionado con disminuciones en la diversidad de la
microbiota intestinal, presumiblemente porque se produce un sobrecrecimiento
bacteriano de ciertos grupos, dando lugar a una disbacteriosis (Morgan, 2012a)
Para entender los resultados de los índices de alfa diversidad hay que
partir de dos premisas: A igualdad de OTUs, la alfa diversidad es máxima cuando
todas las OTUs están en igual proporción, y a igualdad de uniformidad, la alfa
diversidad es mayor cuando mayor sea el número de OTUs diferentes (Atlas,
2002).
173
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
La fórmula matemática es la siguiente (Oksanen, 2017):
Pi es la abundancia relativa.
Toma valores entre 0, cuando solo hay una OTU y ln S, siendo S el total de
OTUs posible, cuando todas las OTUS están representadas por el mismo número
de individuos. En la práctica suele adoptar en comunidades biológicas un valor
máximo de 5.
De una forma pragmática se considera que una microbiota tiene una baja
diversidad cuando está por debajo de 1.5, siendo consideradas microbiotas
diversas las que tienen valores por encima de 3. Entre 1.5 y 3 se situarían las
microbiotas de diversidad media.
174
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
La fórmula matemática es la siguiente (Oksanen, 2017):
175
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
La fórmula matemática es la siguiente (Oksanen, 2017):
176
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
de cualquier rango taxonómico de los índices estadísticos medios de alfa
diversidad de los grupos de estudio, se utilizó el test no paramétrico de Wilcoxon
(Hollander, 2013). Se estimó como nivel de diferencia estadísticamente
significativa un valor de P<0.05. Estas pruebas estadísticas son las empleadas
comúnmente en la comparación de índices de alfa diversidad entre grupos en
estudios de microbiota intestinal (Xia, 2017).
177
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
La fórmula matemática para calcular el número de OTUs esperada en una
microbiota rarificada desde N a n (N<n) individuos sería la siguiente (Oksanen,
2017):
Donde
Este índice expresa el grado en que dos muestras son semejantes por la
composición de sus OTUs de forma cualitativa.
178
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
Para cada uno de los grupos de estudio, se calculó el índice de Jaccard de
cada muestra con respecto al resto. Los datos obtenidos fueron representados
mediante un diagrama de cajas. A continuación, para observar si había
diferencias estadísticamente significativas a nivel de cualquier rango taxonómico
de los grupos de estudio se utilizó el tests no paramétrico de Wilcoxon
(Hollander, 2013). Se estimó como nivel de diferencia estadísticamente
significativa un valor de P<0.05.
179
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
ubicación de los objetos en un biplot con nuestros PC como ejes podemos deducir
si hay grupos de estudio similares o diferentes.
FIGURA 25: Ejemplo de biplot construido mediante PCoA de dos dimensiones que
permite visualizar 4 subgrupos.
180
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
Por tanto, explora el grado de divergencia entre las diferentes secuencias que
hemos obtenido, al poder observar la distancia métrica entre muestras. Asimismo,
podemos comparar muchas muestras simultáneamente utilizando un análisis de
coordenadas principales, al igual que con el análisis PCoA, puesto que podemos
obtener una matriz de distancias. Se le considera una herramienta de mucha
potencia en estudios como el presente, al tener en cuenta precisamente las
diversidades filogenéticas (Lozupone, 2005). Puede usarse para agrupar muestras
usando herramientas estadísticas multivariantes.
181
CAPÍTULO IV - MATERIAL Y MÉTODOS__________________________________
nivel de phylum, familia y género y aplicaremos el test de Wilcoxon para valorar
diferencias estadísticamente significativas.
182
V-RESULTADOS
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
CAPITULO V. RESULTADOS.
186
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
187
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
188
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
5.2 ESTUDIO DE LA DIVERSIDAD Y RIQUEZA DE LA MICROBIOTA
INTESTINAL DE LOS GRUPOS DE ESTUDIO.
189
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
diversidad, pero sin diferencias estadísticamente significativas entre estos dos
últimos grupos.
FIGURA 26: Diagrama de cajas del índice de Simpson a nivel del rango taxonómico de
género de los 3 grupos de estudio.
190
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 27: Diagrama de cajas del índice de Shannon a nivel del rango taxonómico de
género de los 3 grupos de estudio.
191
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
MEDIA MEDIA
GRUPO GRUPO
GRUPO GRUPO TEST DE
DE DE ESTIMADOR
DE DE WILCOXON
ESTUDIO ESTUDIO DE RIQUEZA
ESTUDIO ESTUDIO (P-VALUES)
1 2
1 2
192
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 28: Diagrama de cajas del estimador CHAO1 a nivel del rango taxonómico de
género de los 3 grupos de estudio.
193
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 29: Diagrama de cajas del estimador ACE a nivel del rango taxonómico de
género de los 3 grupos de estudio.
194
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
juntos. Todas las curvas de rarefacción son a nivel de rango taxonómico de
género.
FIGURA 30: Curva de rarefacción a nivel de género del grupo de controles sanos.
195
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
196
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
197
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 33: Curva de rarefacción a nivel de género con todos los grupos de estudio.
198
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
5.2.4 Índice de beta diversidad de Jaccard.
199
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 34: Diagrama de cajas del índice de beta diversidad de Jaccard nivel del rango
taxonómico de género de los 3 grupos de estudio.
200
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
El biplot obtenido para el rango taxonómico de género fue el siguiente:
201
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 36: Porcentaje de las varianzas explicadas con cada uno de los componentes
principales obtenidos.
202
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
misma región, por tanto, presentan similitudes. Las muestras del grupo CTRL
quedaron más dispersas, incluso muestras como la S09777 y S05777 quedaron
alejadas de la región donde se agrupan. Las muestras del grupo CDI han sido las
que más agrupadas se observan, solapándose como hemos dicho con muchas del
grupo P.
203
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 37: Análisis UniFrac Weighted para los 3 grupos de estudio. Esferas CDI, Cono
CTRL y Cilindro P.
Aparte de una muestra outlayer del grupo CDI (muestra CDI15), podemos
observar dos agrupaciones con muestras de los grupos CDI y P agrupadas.
En las siguientes figuras observamos las diferencias entre los grupos CDI y
P con respecto al grupo CTRL:
204
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 38: Análisis UniFrac Weighted para los grupos CDI y CTRL. Esferas CDI y Cono
CTRL.
FIGURA 39: Análisis UniFrac Weighted para los grupos P y CTRL. Cilindro CDI y Cono
CTRL.
Este modelo es bastante exitoso puesto que explica una variabilidad
notable en sus componentes principales del 42.60% y 14.95%.
205
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 40: Análisis UniFrac Unweighted para los 3 grupos de estudio. Esferas CDI, Cono
CTRL y Cilindro P.
206
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
5.5.1 Diferencias a nivel de phylum.
FIGURA 41: Diferencias en las abundancias relativas a nivel de phylum en los grupos CDI
y CTRL. Grupo CDI en azul y Grupo CTRL en amarillo.
207
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
208
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 42: Diferencias en las abundancias relativas a nivel de phylum en los grupos P y
CTRL. Grupo P en rojo y Grupo CTRL en amarillo.
209
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
MEDIA MEDIA
TEST DE WILCOXON
PHYLUM GRUPO CTRL GRUPO P
(P-VALUES)
(%) (%)
Firmicutes 66,8691 39,1305 0,0016
Bacteroidetes 19,5638 36,0149 0,0521
Verrucomicrobia 4,7534 1,2742 0,0516
Actinobacteria 4,6633 2,7769 0,3261
Proteobacteria 3,8165 20,5514 0,0636
Euryarchaeota 0,1141 0,0369 0,0335
Tenericutes 0,0680 0,0038 0,0044
Patescibacteria 0,0618 0,1616 0,4162
Cyanobacteria 0,0533 0,0011 0,1293
Synergistetes 0,0271 0 0,0142
Fusobacteria 0,0019 0,0430 0,8388
Epsilonbacteraeota 0 0,0019 0,3697
Lentisphaerae 0 0,0016 0,3697
TABLA 9: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de phylum entre los grupos
P y CTRL. En negrita se destacan las diferencias estadísticamente significativas (P<0.05)
210
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Disminución estadísticamente significativa de Actinobacteria en el
grupo CDI (1.1% frente a 4.6%) que no encontramos en en el grupo P
(2.7% frente a 4.6%), aunque en P también existe una reducción en el
phylum Actinobacteria aunque menos acentuada.
El aumento en Proteobacteria es mayor en el grupo P (20.5% frente a
3.8%) que en el grupo CDI (14.3% frente a 3.8%) con respecto a
controles sanos, si bien el aumento no es estadísticamente significativo
en el primer grupo con respecto a los controles sanos (P=0.0636).
211
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 43: Diferencias en las abundancias relativas a nivel de phylum en los grupos P y
CDI. Grupo P en rojo y Grupo CDI en azul.
212
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
213
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
5.5.2. Diferencias a nivel de familia.
FIGURA 44: Diferencias en las abundancias relativas a nivel de familia en los grupos CDI
y CTRL mayoritarias. Grupo CDI en azul y Grupo CTRL en amarillo.
214
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
La siguiente tabla recoge todas las diferencias en cuanto a estas
abundancias relativas a nivel de familia entre los grupos CDI y CTRL y sus
diferencias estadísticamente significativas aplicando el test de Wilcoxon:
MEDIA MEDIA
TEST DE
GRUPO GRUPO
PHYLUM FAMILIA WILCOXON
CDI CTRL
(P-VALUES)
(%) (%)
Firmicutes Ruminococcaceae 9,3575 31,4165 0
Firmicutes Lachnospiraceae 11,7971 18,7516 0,0771
Bacteroidetes Bacteroidaceae 26,847 11,0028 0,0307
Firmicutes Veillonellaceae 3,4787 10,2983 0,2216
Verrucomicrobia Akkermansiaceae 5,9703 4,7534 0,1605
Actinobacteria Bifidobacteriaceae 0,6280 3,7001 0,0076
Proteobacteria Enterobacteriaceae 10,6111 3,0008 0,0521
Bacteroidetes Rikenellaceae 2,9586 2,6011 0,1396
Bacteroidetes Prevotellaceae 1,9641 2,5391 0,2280
Firmicutes Acidaminococcaceae 3,4776 2,2511 0,9463
Firmicutes Erysipelotrichaceae 4,3136 1,7810 0,3710
Bacteroidetes Muribaculaceae 0,8198 1,5379 0,5039
Bacteroidetes Tannerellaceae 4,7580 1,1344 0,4982
Firmicutes Christensenellaceae 0,5444 1,0361 0,0076
Firmicutes Streptococcaceae 2,3442 0,7527 0,0701
Actinobacteria Coriobacteriaceae 0,2973 0,7479 0,0067
Bacteroidetes Barnesiellaceae 0,7821 0,3979 0,0992
Firmicutes Clostridiales Family XIII 0,6161 0,3389 0,0171
Proteobacteria Desulfovibrionaceae 0,2491 0,3337 0,1184
Proteobacteria Burkholderiaceae 3,1479 0,2873 0,6777
Bacteroidetes Marinifilaceae 1,0632 0,2665 0,4355
Actinobacteria Eggerthellaceae 0,1893 0,0848 0,3017
Firmicutes Peptostreptococcaceae 0,5298 0,0600 0,0134
Patescibacteria Saccharimonadaceae 0,0090 0,0554 0,0001
Proteobacteria Pasteurellaceae 0,1624 0,0512 0,8731
Firmicutes Peptococcaceae 0 0,0427 0,0010
Actinobacteria Actinomycetaceae 0,0286 0,0396 0,0298
Actinobacteria Atopobiaceae 0,0185 0,0372 0,0295
Actinobacteria Coriobacteriales Incertae Sedis 0,0030 0,0355 0,0167
Synergistetes Synergistaceae 0,2063 0,0271 0,8314
215
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Firmicutes Bacillales Family XI 0,0034 0,0188 0,0006
Firmicutes Clostridiaceae 1 0,2619 0,0152 0,9438
Firmicutes Defluviitaleaceae 0,0012 0,0137 0,0044
Firmicutes Carnobacteriaceae 0,0269 0,0116 0,6495
Firmicutes Lactobacillaceae 1,0287 0,0111 0,3307
Tenericutes Firmicutes bacterium CAG:822 0 0,0110 0,3340
Bacteroidetes Flavobacteriaceae 0,0360 0,0107 0,1747
Firmicutes Leuconostocaceae 0,0005 0,0105 0,0186
Firmicutes Clostridiales vadinBB60 Group 0,0278 0,0104 0,9152
Firmicutes Eubacteriaceae 0,0031 0,0056 0,3905
Bacteroidetes Porphyromonadaceae 0,0478 0,0028 0,1742
Firmicutes Fusobacteriaceae 0,2291 0,0017 0,2800
Firmicutes Aerococcaceae 0,0064 0,0011 0,9710
Firmicutes Clostridiales Family XI 0,0447 0,0010 0,5987
Proteobacteria Neisseriaceae 0,0003 0,0009 0,5359
Cyanobacteria Family Clostridium sp. CAG:306 0 0,0006 0,3340
Firmicutes Staphylococcaceae 0,0020 0,0005 1
Proteobacteria Cardiobacteriaceae 0 0,0005 0,3340
Tenericutes Anaeroplasmataceae 0 0,0005 0,3340
Actinobacteria Corynebacteriaceae 0 0,0004 0,3340
Actinobacteria Micrococcaceae 0,0046 0,0004 0,5634
Tenericutes Mycoplasmataceae 0 0,0003 0,1498
Firmicutes Leptotrichiaceae 0 0,0002 0,3340
Acetothermia uncultured bacterium 'KTK 32' 0,0454 0 0,3697
Epsilonbacteriota Campylobacteraceae 0,0042 0 0,0906
Firmicutes Enterococcaceae 0,6853 0 0,0009
Proteobacteria Rhizobiaceae 0,0006 0 0,3697
Proteobacteria Xanthobacteraceae 0,0012 0 0,3697
Proteobacteria Desulfohalobiaceae 0,2192 0 0,3697
TABLA 11: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de familia entre los grupos
CDI y CTRL. En negrita se destacan las diferencias estadísticamente significativas
(P<0.05).
216
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
minoritaria Eubacteriaceae. Por el contrario, de forma estadísticamente
significativa encontramos incrementos en los pacientes con CDI con respecto a los
controles sanos en las familias Bacteroidaceae, Peptostreptococcaceae (la familia a
la cual pertenece C. difficile) y Enterococcaceae. De forma no estadísticamente
significativa destacan los aumentos en ciertas familias como Enterobacteriaceae
(P=0.0521), Akkermansiaceae, Streptococcaceae y Burkholderiaceae y de familias
minoritarias como Lactobacillaceae.
217
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 45: Diferencias en las abundancias relativas a nivel de familia en los grupos P y
CTRL mayoritarias. Grupo P en rojo y Grupo CTRL en amarillo.
218
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
(%) (%)
219
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Firmicutes Lactobacillaceae 0,0111 0,2269 0,1475
Bacteroidetes Flavobacteriaceae 0,0107 0 0,0061
Firmicutes Leuconostocaceae 0,0105 0,0260 0,1747
Firmicutes Clostridiales vadinBB60 Group 0,0104 0,0783 0,9152
Firmicutes Eubacteriaceae 0,0056 0,0127 0,9203
Bacteroidetes Porphyromonadaceae 0,0028 0,0114 0,1742
Fusobacteria Fusobacteriaceae 0,0017 0,0430 0,9263
Firmicutes Aerococcaceae 0,0011 0,0385 0,0911
Firmicutes Clostridiales Family XI 0,0010 0,0184 0,6618
Proteobacteria Neisseriaceae 0,0009 0 0,1498
Firmicutes Staphylococcaceae 0,0005 0,0278 0,3258
Proteobacteria Cardiobacteriaceae 0,0005 0 0,3340
Tenericutes Anaeroplasmataceae 0,0005 0 0,3340
Actinobacteria Micrococcaceae 0,0004 0,0021 0,1639
Actinobacteria Corynebacteriaceae 0,0004 0,0003 0,9604
Tenericutes Mycoplasmataceae 0,0003 0 0,1498
Fusobacteria Leptotrichiaceae 0,0002 0 0,3340
Firmicutes Enterococcaceae 0 0,4993 0,0021
Actinobacteria Propionibacteriaceae 0 0,0037 0,3697
Bacteroidetes Dysgonomonadaceae 0 0,0005 0,3697
Epsilonbacteraeota Campylobacteraceae 0 0,0019 0,3697
Firmicutes Bacillales Family XII 0 0,0002 0,3697
Firmicutes Syntrophomonadaceae 0 0,0002 0,3697
Lentisphaerae Victivallaceae 0 0,0016 0,3697
Proteobacteria Holosporaceae 0 0,0002 0,3697
Proteobacteria Paracaedibacteraceae 0 0,0002 0,3697
Proteobacteria Xanthobacteraceae 0 0,0002 0,3697
Proteobacteria Pseudomonadaceae 0 0,0015 0,3697
Verrucomicrobia Puniceicoccaceae 0 0,0008 0,3697
TABLA 12: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de familia entre los grupos
P y CTRL. En negrita se destacan las diferencias estadísticamente significativas (P<0.05).
220
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Barnesiellaceae. De forma no estadísticamente significativa destacan las
reducciones en ciertas familias como Lachnospiraceae y Bifidobacteriaceae. Por el
contrario, de forma estadísticamente significativa observamos aumentos en los
individuos colonizados por C. difficile con respecto a los controles sanos en las
familias Bacteroidaceae, Peptostreptococcaceae (la familia a la cual pertenece C.
difficile) y Enterococcaceae. De forma no estadísticamente significativa destacan
los incrementos en ciertas familias como Veillonellaceae, Enterobacteriaceae,
Rikenellaceae, Tannerellaceae y Streptococcaceae, y dentro de familias
minoritarias aparecen aumentos en familias como Burkholderiaceae,
Eubacteriaceae y Lactobacillaceae.
221
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Con respecto a las familias del phylum Bacteroidetes destacamos:
En la familia Prevotellaceae se produce un descenso en ambos grupos,
pero es más pronunciado en el grupo P.
Se produce una desaparición total de la familia Muribaculaceae en el
grupo P y una reducción en el grupo CDI con respecto a los controles
sanos.
En la familia Tamerellaceae se produce un aumento en ambos grupos,
pero es más pronunciado en el grupo CDI.
En el phylum Proteobacteria destacamos:
En la familia Enterobacteriaceae se produce un aumento en ambos
grupos, pero es más pronunciado en el grupo P.
En la familia Burkholderiaceae se produce un aumento en ambos
grupos, pero es más pronunciado en el grupo CDI.
Por último, dentro de los phylum Verrucomicrobia y Actinobacteria
respectivamente destacamos:
Se produce una disminución de la familia Akkermansiaceae en el
grupo P y un aumento en el grupo CDI.
En la familia Bifidobacteriaceae se produce un descenso en ambos
grupos, pero es más pronunciado en el grupo CDI.
Por otro lado, dentro de las familias minoritarias, las diferencias entre los
grupos P y CDI son sutiles en muchos casos, pero destacamos las siguientes en
con respecto a los controles sanos:
La familia Peptostreptococcaceae, a la cual pertenece C. difficile, no
aparece en los controles sanos, no obstante, en el grupo CDI y P sus
abundancias relativas son respectivamente 0.5298% y 0.4781%.
Se produce una disminución de la familia Barnesiellaceae y
Marinifilaceae, ambas del phylum Bacteroidetes, en el grupo P y un
aumento en el grupo CDI
En la familia Lactobacillaceae (Firmicutes) se produce un aumento en
ambos grupos, pero es más pronunciado en el grupo CDI (1.0287% y
0.2269%).
222
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Se produce un aumento de la familia Eubacteriacea (Firmicutes) en el
grupo P y una disminución en el grupo CDI (0.0127% y 0.0031%) frente
a los controles sanos (0.0056%).
223
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
La ctoba ci l l a cea e
Ma ri ni fi l a cea e
Prevotel l a cea e
Streptococca cea e
Ri kenel l a cea e
Ta nnerel l a cea e
Akkerma ns i a cea e
La chnos pi ra cea e
Ba cteroi da cea e
0 5 10 15 20 25 30
FIGURA 46: Diferencias en las abundancias relativas a nivel de familia en los grupos P y
CDI mayoritarias. Grupo P en rojo y Grupo CDI en azul.
224
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
MEDIA MEDIA
TEST DE
GRUPO GRUPO
PHYLUM FAMILIA WILCOXON
CDI P
(P-VALUES)
(%) (%)
Bacteroidetes Bacteroidaceae 26,847 29,1252 0,7400
Firmicutes Lachnospiraceae 11,7971 12,8014 0,8035
Proteobacteria Enterobacteriaceae 10,6111 14,7078 0,7399
Firmicutes Ruminococcaceae 9,3575 6,3853 0,1150
Verrucomicrobia Akkermansiaceae 5,9703 1,2733 0,8698
Bacteroidetes Tannerellaceae 4,7580 2,3343 0,5322
Firmicutes Erysipelotrichaceae 4,3136 1,6278 0,0251
Firmicutes Veillonellaceae 3,4787 12,1379 0,6185
Firmicutes Acidaminococcaceae 3,4776 0,5025 0,1190
Proteobacteria Burkholderiaceae 3,1479 1,2026 0,7376
Bacteroidetes Rikenellaceae 2,9586 2,7723 0,7952
Firmicutes Streptococcaceae 2,3442 3,5860 0,1300
Bacteroidetes Prevotellaceae 1,9641 1,4350 0,0150
Bacteroidetes Marinifilaceae 1,0632 0,1691 0,4092
Firmicutes Lactobacillaceae 1,0287 0,2269 0,8470
Bacteroidetes Muribaculaceae 0,8198 0 0,0797
Bacteroidetes Barnesiellaceae 0,7821 0,1666 0,5015
Firmicutes Enterococcaceae 0,6853 0,4993 1
Actinobacteria Bifidobacteriaceae 0,6280 2,0634 0,1653
Firmicutes Clostridiales Family XIII 0,6161 0,2075 0,2553
Firmicutes Christensenellaceae 0,5444 0,2209 0,8433
Firmicutes Peptostreptococcaceae 0,5298 0,4781 0,5755
Actinobacteria Coriobacteriaceae 0,2973 0,2547 0,3875
Firmicutes Clostridiaceae 1 0,2619 0,0255 0,8906
Proteobacteria Desulfovibrionaceae 0,2491 0,7959 0,1917
Fusobacteria Fusobacteriaceae 0,2291 0,0430 0,3114
Proteobacteria Desulfohalobiaceae 0,2192 0 0,3506
Synergistetes Synergistaceae 0,2063 0 0,0384
Actinobacteria Eggerthellaceae 0,1893 0,2585 0,5235
Proteobacteria Pasteurellaceae 0,1624 0,2238 0,9787
Bacteroidetes Porphyromonadaceae 0,0478 0,0114 1
Firmicutes Clostridiales Family XI 0,0447 0,0184 0,4885
Bacteroidetes Flavobacteriaceae 0,0360 0 0,1644
Actinobacteria Actinomycetaceae 0,0286 0,1240 0,0502
Firmicutes Clostridiales vadinBB60 Group 0,0278 0,0783 0,9363
225
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Firmicutes Carnobacteriaceae 0,0269 0,0870 0,0414
Actinobacteria Atopobiaceae 0,0185 0,0640 0,2517
Patescibacteria Saccharimonadaceae 0,0090 0,1362 0,0307
Firmicutes Aerococcaceae 0,0064 0,0385 0,1429
Actinobacteria Micrococcaceae 0,0046 0,0021 0,4230
Epsilonbacteraeota Campylobacteraceae 0,0042 0,0019 0,3258
Firmicutes Bacillales Family XI 0,0034 0,1199 0,0317
Firmicutes Eubacteriaceae 0,0031 0,0127 0,3311
Actinobacteria Coriobacteriales Incertae Sedis 0,0030 0,0062 0,9720
Firmicutes Staphylococcaceae 0,0020 0,0278 0,3258
Firmicutes Defluviitaleaceae 0,0012 0,0013 0,6327
Proteobacteria Xanthobacteraceae 0,0012 0,0002 1
Proteobacteria Rhizobiaceae 0,0006 0 0,3506
Firmicutes Leuconostocaceae 0,0005 0,0260 0,2615
Proteobacteria Neisseriaceae 0,0003 0 0,3506
Firmicutes Peptococcaceae 0 0,0046 0,1644
Actinobacteria Corynebacteriaceae 0 0,0003 0,3506
Actinobacteria Propionibacteriaceae 0 0,0037 0,3506
Bacteroidetes Dysgonomonadaceae 0 0,0005 0,3506
Firmicutes Bacillales Family XII 0 0,0002 0,3506
Lentisphaerae Victivallaceae 0 0,0016 0,3506
Proteobacteria Holosporaceae 0 0,0002 0,3506
Proteobacteria Paracaedibacteraceae 0 0,0002 0,3506
Proteobacteria Pseudomonadaceae 0 0,0015 0,3506
TABLA 13: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de familia entre los grupos
P y CDI. En negrita se destacan las diferencias estadísticamente significativas (P<0.05).
226
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
5.5.3. Diferencias a nivel de género.
PHYLUM FIRMICUTES
MEDIA MEDIA
TEST DE
GRUPO GRUPO
FAMILIA GÉNERO WILCOXON
CDI CTRL
(P-VALUES)
(%) (%)
Acidaminococcaceae Phascolarctobacterium 2,7366 2,1897 0,6639
Acidaminococcaceae Acidaminococcus 0,7410 0,0614 0,1742
Aerococcaceae Abiotrophia 0,0064 0,0011 0,9710
Carnobacteriaceae Granulicatella 0,0269 0,0116 0,6495
Christensenellaceae Christensenellaceae R-7 Group 0,5330 0,9856 0,0043
Christensenellaceae Catabacter 0 0,0171 0,0025
Clostridiaceae 1 Clostridium Sensu Stricto 1 0,2590 0,0152 0,9812
Clostridiaceae 1 Clostridium Sensu Stricto 13 0,0029 0 0,3697
Defluviitaleaceae Defluviitaleaceae UCG-011 0,0012 0,0137 0,0044
Enterococcaceae Enterococcus 0,6853 0 0,0009
Erysipelotrichaceae Erysipelotrichaceae UCG-003 0,0018 0,7502 0
Erysipelotrichaceae Catenibacterium 0 0,3247 0,0318
Erysipelotrichaceae Holdemanella 0,0149 0,2120 0,9604
Erysipelotrichaceae Faecalitalea 0,0014 0,1819 0,0013
Erysipelotrichaceae Erysipelatoclostridium 2,9142 0,1754 0,0595
Erysipelotrichaceae Solobacterium 0,0108 0,0392 0,0006
Erysipelotrichaceae Holdemania 0,0134 0,0357 0,0079
Erysipelotrichaceae Clostridium innocuum Group 0,9964 0,0115 0,0001
Erysipelotrichaceae Merdibacter 0,0505 0,0114 0,0938
Erysipelotrichaceae Faecalicoccus 0 0,0080 0,1498
Erysipelotrichaceae Erysipelotrichaceae UCG-006 0 0,0040 0,3340
227
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Erysipelotrichaceae Coprobacillus 0,0452 0,0031 0,8388
Erysipelotrichaceae Dielma 0,0028 0,0028 0,0449
Erysipelotrichaceae Erysipelotrichaceae UCG-004 0 0,0023 0,0694
Erysipelotrichaceae Turicibacter 0,0106 0,0017 0,7403
Erysipelotrichaceae Catenisphaera 0 0,0012 0,3340
Eubacteriaceae Anaerofustis 0,0020 0,0053 0,0901
Eubacteriaceae Eubacterium 0,0011 0,0003 0,5634
Bacillales Family XI Gemella 0,0034 0,0188 0,0006
Bacillales Family XI Parvimonas 0,0002 0,0005 0,3258
Bacillales Family XI Anaerococcus 0,0433 0,0002 1
Bacillales Family XI Peptoniphilus 0,0012 0,0002 0,9710
Bacillales Family XI Ezakiella 0 0,0001 0,3340
Clostridiales Family XIII Family XIII AD3011 Group 0,5922 0,2136 0,0112
Clostridiales Family XIII Family XIII UCG-001 0 0,0575 0
Clostridiales Family XIII Eubacterium brachy Group 0 0,0334 0,0004
Clostridiales Family XIII Eubacterium nodatum Group 0,0239 0,0196 0,0261
Clostridiales Family XIII Mogibacterium 0 0,0013 0,1498
Lachnospiraceae Agathobacter 0,0374 6,2873 0
Lachnospiraceae Roseburia 0,1196 2,7259 0
Lachnospiraceae Lachnospiraceae NK4A136 Group 0,1112 1,4926 0,0001
Lachnospiraceae Ruminococcus torques Group 1,1256 0,9151 0,4958
Lachnospiraceae Coprococcus 3 0,0024 0,7409 0
Lachnospiraceae Ruminococcus gnavus Group 3,2177 0,7389 0,0954
Lachnospiraceae Dorea 0,0377 0,7318 0
Lachnospiraceae Eubacterium ventriosum Group 0 0,7224 0
Lachnospiraceae Blautia 0,5904 0,6994 0,1831
Lachnospiraceae Lachnoclostridium 3,2330 0,3400 0,0195
Lachnospiraceae Eubacterium eligens Group 0,0063 0,3189 0,0260
Lachnospiraceae Coprococcus 2 0 0,2555 0,0142
Lachnospiraceae Tyzzerella 3 0 0,2178 0,0142
Lachnospiraceae Anaerostipes 0,0109 0,1775 0,0093
Lachnospiraceae Eubacterium xylanophilum Group 0 0,1578 0,0001
Lachnospiraceae Fusicatenibacter 0 0,1452 0
Lachnospiraceae CAG-56 0 0,1232 0
Lachnospiraceae Tyzzerella 4 0,8277 0,0977 0,0746
Lachnospiraceae Lachnospiraceae UCG-010 0,0961 0,0932 0,0028
Lachnospiraceae Sellimonas 0,1300 0,0650 0,6169
228
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Lachnospiraceae Lachnospira 0 0,0578 0,0025
Lachnospiraceae Howardella 0 0,0576 0,0142
Lachnospiraceae Eubacterium ruminantium Group 0 0,0420 0,1498
Lachnospiraceae Lachnospiraceae UCG-001 0 0,0408 0,0142
Lachnospiraceae Shuttleworthia 0,0033 0,0348 0,2542
Lachnospiraceae Lachnospiraceae UCG-004 0,0003 0,0329 0,0522
Lachnospiraceae GCA-900066575 0 0,0298 0,0001
Lachnospiraceae Lachnospiraceae FCS020 Group 0,0062 0,0203 0,0043
Lachnospiraceae UC5-1-2E3 0 0,0179 0,0025
Lachnospiraceae Eisenbergiella 0,1793 0,0168 0,4838
Lachnospiraceae Ruminococcus gauvreauii Group 0,0324 0,0138 0,0043
Lachnospiraceae Coprococcus 1 0 0,0135 0,0025
Lachnospiraceae Moryella 0,0010 0,0131 0,0217
Lachnospiraceae Lachnospiraceae ND3007 Group 0 0,0095 0,0142
Lachnospiraceae Marvinbryantia 0 0,0083 0,0061
Lachnospiraceae Eubacterium fissicatena Group 0,0082 0,0053 0,5155
Lachnospiraceae Eubacterium hallii Group 0,0011 0,0040 0,0790
Lachnospiraceae Tyzzerella 0,0053 0,0035 0,8899
Lachnospiraceae Lachnospiraceae UCG-008 0 0,0034 0,0694
Lachnospiraceae GCA-900066755 0,0022 0,0031 0,0901
Lachnospiraceae Oribacterium 0,0005 0,0031 0,5359
Lachnospiraceae Hungatella 0,5656 0,0028 0,0126
Lachnospiraceae Lachnospiraceae NK4B4 Group 0 0,0023 0,3340
Lachnospiraceae Butyrivibrio 0,0217 0,0021 0,5916
Lachnospiraceae Acetitomaculum 0 0,0019 0,3340
Lachnospiraceae Lactonifactor 0,0024 0,0014 1
Lachnospiraceae Johnsonella 0,0012 0,0010 0,5916
Lachnospiraceae Lachnoanaerobaculum 0 0,0006 0,3340
Lachnospiraceae Eubacterium oxidoreducens Group 0 0,0001 0,3340
Lachnospiraceae Anaerosporobacter 0,0024 0 0,3697
Lachnospiraceae Cellulosilyticum 0,0044 0 0,3697
Lachnospiraceae Epulopiscium 0,5071 0 0,3697
Lachnospiraceae Lachnoclostridium 5 0,0447 0 0,3697
Lachnospiraceae Lachnospiraceae NC2004 Group 0,0007 0 0,3697
Lachnospiraceae Robinsoniella 0,0207 0 0,1800
Lactobacillaceae Lactobacillus 1,0017 0,0111 0,3307
Lactobacillaceae Pediococcus 0,0270 0 0,3697
229
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Leptotrichiaceae Sneathia 0 0,0002 0,3340
Leuconostocaceae Leuconostoc 0,0005 0,0057 0,0522
Leuconostocaceae Weissella 0 0,0049 0,1498
Peptococcaceae Peptococcus 0 0,0093 0,0694
Peptostreptococcaceae Romboutsia 0,1560 0,0592 0,0298
Peptostreptococcaceae Intestinibacter 0 0,0004 0,3340
Peptostreptococcaceae Peptostreptococcus 0,0047 0,0003 0,2913
Peptostreptococcaceae Clostridioides 0,3668 0 0
Peptostreptococcaceae Paeniclostridium 0,0017 0 0,1800
Peptostreptococcaceae Terrisporobacter 0,0006 0 0,3697
Ruminococcaceae Faecalibacterium 3,2948 11,2857 0,0013
Ruminococcaceae Ruminococcus 2 0,1022 4,5458 0,0009
Ruminococcaceae Subdoligranulum 0,3407 4,0918 0,0001
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-002 1,1564 1,8603 0,0043
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-014 0,0794 1,6804 0,0009
Ruminococcaceae Eubacterium coprostanoligenes Group 0,0939 1,3705 0,0001
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-013 0,0017 0,9993 0
Ruminococcaceae Ruminococcus 1 0,0444 0,9807 0,0018
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-005 0,5085 0,7718 0,0104
Ruminococcaceae Butyricicoccus 0,4306 0,7215 0,0219
Ruminococcaceae Ruminococcaceae NK4A214 Group 0,0462 0,4698 0,0001
Ruminococcaceae Negativibacillus 0,0228 0,3450 0,0002
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 5 0,4855 0,3234 0,7767
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-010 0,0229 0,2095 0,0109
Ruminococcaceae Oscillibacter 0,0999 0,1614 0,2067
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 6 0,0184 0,1550 0,0703
Ruminococcaceae Fournierella 0,0065 0,1326 0,0911
Ruminococcaceae Flavonifractor 0,4630 0,1061 0,9824
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-003 0,0548 0,0956 0,0090
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 9 0,0592 0,0849 0,0353
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-004 0,0387 0,0825 0,1387
Ruminococcaceae CAG-352 0,0072 0,0804 0,2298
Ruminococcaceae UBA1819 0,8726 0,0769 0,3469
Ruminococcaceae GCA-900066225 0,0427 0,0352 0,0418
Ruminococcaceae Anaerotruncus 0,0501 0,0234 0,2318
Ruminococcaceae Oscillospira 0,0048 0,0195 0,2913
Ruminococcaceae Intestinimonas 0,0816 0,0174 0,9800
230
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Ruminococcaceae DTU089 0,4988 0,0166 0,0193
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 1 0 0,0077 0,0318
Ruminococcaceae Harryflintia 0,0122 0,0075 0,1742
Ruminococcaceae Caproiciproducens 0,0004 0,0074 0,0690
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-009 0 0,0069 0,0318
Ruminococcaceae Anaerofilum 0,0011 0,0066 0,0790
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-007 0 0,0061 0,0318
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 0,0041 0,0046 0,3516
Ruminococcaceae Papillibacter 0,0010 0,0045 0,0186
Ruminococcaceae Phocea 0 0,0042 0,0142
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-008 0 0,0027 0,1498
Ruminococcaceae Hydrogenoanaerobacterium 0,0042 0,0025 0,9754
Ruminococcaceae Acetanaerobacterium 0,0028 0,0023 0,3258
Ruminococcaceae Angelakisella 0 0,0016 0,1498
Ruminococcaceae Pygmaiobacter 0,0070 0,0009 0,9710
Ruminococcaceae Ruminococcaceae V9D2013 Group 0 0,0007 0,3340
Ruminococcaceae Pseudoflavonifractor 0,0006 0 0,3697
Staphylococcaceae Staphylococcus 0,0020 0,0005 1
Streptococcaceae Streptococcus 2,3431 0,7448 0,0701
Streptococcaceae Lactococcus 0,0012 0,0079 0,3092
Veillonellaceae Megasphaera 0,0026 5,0857 0,2808
Veillonellaceae Dialister 0,0765 4,1317 0,0862
Veillonellaceae Megamonas 0 0,9779 0,1498
Veillonellaceae Veillonella 2,9121 0,0824 0,1075
Veillonellaceae Allisonella 0 0,0207 0,3340
Veillonellaceae Anaeroglobus 0,4780 0 0,1800
TABLA 14: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre los grupos
CDI y CTRL dentro del phylum Firmicutes. En negrita se destacan las diferencias
estadísticamente significativas (P<0.05).
231
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
y Eubacterium coprostanoigenes Group. Por el contrario, de forma estadísticamente
significativa existe un aumento en los pacientes con CDI con respecto a controles
sanos de siguientes géneros dentro del phylum Firmicutes: Clostridium innicuum
Group, Eubacterium nodatum Group y Lachnoclostridum.
Dentro de otras familias dentro del phylum Firmicutes destacan las siguientes
alteraciones en el grupo CDI con respecto a los controles sanos:
Reducción acentuada de Megasphaera (0.0374% en CDI frente a 6.2873% en
CTRL) y Dialister (0.0765% en CDI frente a 4.1317% en CTRL) y Megamonas
(0% en CDI frente a 0.9779% en CTRL) y aumento significativo de
Veillonella (2.9121 en CDI % frente a 0.0824% en CTRL), dentro la familia
Veillonellaceae.
232
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Aumento significativo de Erysipelatoclostridium (2.9% en CDI frente a 0.1%
en CTRL) y más moderado de Clostridium innocuum Group (0.9964% en
CDI frente a 0.0115% en CTRL), dentro de la familia Erysipelotrichaceae.
Aumento acentuado del género Streptococcus de la familia
Streptococcaceae (2.3% en CDI frente a 0.7% en CTRL).
Aumento moderado del género Acidaminococcus de la familia
Acidaminococcaceae (0.7410% en CDI frente a 0.0614% en CTRL).
Aumento moderado del género Lactobacillus de la familia Lactobacillaceae
(1.0017% en CDI frente a 0.0111% en CTRL).
Aumento moderado del género Enterococcus de la familia Enterococcaceae
(0.6853% en CDI frente a 0% en CTRL).
233
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
PHYLUM BACTEROIDETES
MEDIA MEDIA
TEST DE
GRUPO GRUPO
FAMILIA GENERO WILCOXON
CDI CTRL
(P-VALUES)
(%) (%)
Bacteroidaceae Bacteroides 26,847 11,0028 0,0307
Barnesiellaceae Barnesiella 0,7501 0,3836 0,1184
Barnesiellaceae Coprobacter 0,0310 0,0114 0,4838
Marinifilaceae Odoribacter 0,8563 0,1674 0,1371
Marinifilaceae Butyricimonas 0,2069 0,0941 0,7110
Marinifilaceae Sanguibacteroides 0 0,0049 0,1498
Muribaculaceae CAG-873 0,1587 0 0,3697
Porphyromonadaceae Porphyromonas 0,0478 0,0028 0,1742
Prevotellaceae Prevotella 9 0,0213 1,8201 0,1193
Prevotellaceae Prevotellaceae NK3B31 group 0,0131 0,4546 0,1358
Prevotellaceae Paraprevotella 0,4986 0,1805 0,5943
Prevotellaceae Prevotellaceae UCG-001 0 0,0690 0,0694
Prevotellaceae Alloprevotella 0 0,0026 0,1498
Prevotellaceae Prevotella 0,1934 0,0010 0,9710
Prevotellaceae Prevotella 7 1,2242 0,0003 0,2913
Prevotellaceae Prevotella 6 0,0008 0,0002 0,6204
Prevotellaceae Prevotellaceae UCG-003 0,0127 0 0,3697
Rikenellaceae Alistipes 2,8709 2,5705 0,1075
Rikenellaceae Rikenellaceae RC9 gut group 0,0877 0,0263 1
Rikenellaceae Rikenella 0 0,0043 0,0318
Tannerellaceae Parabacteroides 4,7580 1,1344 0,4982
TABLA 14: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre los grupos
CDI y CTRL dentro del phylum Bacteroidetes. En negrita se destacan las diferencias
estadísticamente significativas (P<0.05).
234
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
grupo CDI de interés que encontramos en los géneros de este phylum son el
aumento de Prevotella 7 (1.2242% en CDI frente a 0.0003% en CTRL) y
Paraprevotella (0.5% en CDI frente a 0.2% en CTRL) y la disminución de Prevotella
9 (0.0213% en CDI frente a 1.8201% en CTRL) de la familia Prevotellaceae, y un
aumento del género Parabacteroides (4.7% en CDI frente a 1.1% en CTRL) de la
familia Tannerellaceae.
235
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
PHYLUM PROTEOBACTERIA
MEDIA MEDIA
TEST DE
GRUPO GRUPO
FAMILIA GENERO WILCOXON
CDI CTRL
(P-VALUES)
(%) (%)
Burkholderiaceae Parasutterella 3,0870 0,2155 0,2927
Burkholderiaceae Sutterella 0,0608 0,0571 0,9090
Burkholderiaceae Oxalobacter 0 0,0147 0,0025
Cardiobacteriaceae Cardiobacterium 0 0,0005 0,3340
Desulfohalobiaceae Desulfovermiculus 0,2192 0 0,3697
Desulfovibrionaceae Desulfovibrio 0,0999 0,2551 0,0327
Desulfovibrionaceae Bilophila 0,1454 0,0656 0,1050
Enterobacteriaceae Escherichia-Shigella 9,1685 2,5561 0,1620
Enterobacteriaceae Klebsiella 0,0179 0,309 0,1930
Enterobacteriaceae Enterobacter 0,0014 0,0157 0,9604
Enterobacteriaceae Kluyvera 0 0,0117 0,1498
Enterobacteriaceae Citrobacter 0,0101 0 0,3697
Enterobacteriaceae Morganella 0,0043 0 0,0906
Enterobacteriaceae Proteus 0,8832 0 0,3697
Neisseriaceae Neisseria 0 0,0009 0,1498
Neisseriaceae Eikenella 0,0003 0 0,3697
Pasteurellaceae Haemophilus 0,1624 0,0512 0,8731
Xanthobacteraceae Bradyrhizobium 0,0012 0 0,3697
TABLA 15: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre los grupos
CDI y CTRL dentro del phylum Proteobacteria. En negrita se destacan las diferencias
estadísticamente significativas (P<0.05).
236
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
controles sanos del género Bifidobacterium (0.6% en CDI frente a 3.7% en CTRL) de
la familia Bifidobacteriacea.
237
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Por último, la siguiente figura muestra las principales diferencias
cuantitativas en la composición a nivel de género (suman en torno al 65% de las
abundancias relativas de ambos grupos) entre los grupos CDI con respecto a
controles, para resumir la disbacteriosis encontrada en el grupo CDI:
FIGURA 47: Diferencias en las abundancias relativas a nivel de los géneros mayoritarios
en los grupos CDI y CTRL. Grupo CDI en azul y Grupo CTRL en amarillo.
238
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
5.5.3.2. Diferencias a nivel de género entre los grupos P y CTRL.
PHYLUM FIRMICUTES
MEDIA MEDIA
TEST DE
GRUPO GRUPO
FAMILIA GÉNERO WILCOXON
CTRL P
(P-VALUES)
(%) (%)
Acidaminococcaceae Phascolarctobacterium 2,1897 0,5025 0,0511
Acidaminococcaceae Acidaminococcus 0,0614 0 0,0318
Aerococcaceae Abiotrophia 0,0011 0,0377 0,1909
Aerococcaceae Aerococcus 0 0,0007 0,3697
Bacillales Family XI Gemella 0,0188 0,1199 0,5182
Bacillales Family XII Exiguobacterium 0 0,0002 0,3697
Carnobacteriaceae Granulicatella 0,0116 0,0870 0,0330
Christensenellaceae Christensenellaceae R-7 Group 0,9856 0,1902 0,0008
Christensenellaceae Catabacter 0,0171 0,0171 0,0885
Clostridiaceae 1 Clostridium Sensu Stricto 1 0,0152 0,0196 0,7283
Clostridiaceae 1 Clostridium Sensu Stricto 13 0 0,0016 0,3697
Clostridiaceae 1 Clostridium sensu Stricto 2 0 0,0043 0,3697
Clostridiales Family XI Parvimonas 0,0005 0 0,0694
Clostridiales Family XI Anaerococcus 0,0002 0 0,3340
Clostridiales Family XI Peptoniphilus 0,0002 0,0007 0,9710
Clostridiales Family XI Ezakiella 0,0001 0,0053 0,2913
Clostridiales Family XI Tepidimicrobium 0 0,0086 0,3697
Clostridiales Family XI Tissierella 0 0,0013 0,3697
Clostridiales Family XIII Family XIII AD3011 Group 0,2136 0,0913 0,0021
Clostridiales Family XIII Family XIII UCG-001 0,0575 0,0005 0
Clostridiales Family XIII Eubacterium brachy Group 0,0334 0,0051 0,0036
Clostridiales Family XIII Mogibacterium 0,0013 0 0,1498
Clostridiales Family XIII Eubacterium nodatum Group 0,0196 0,1099 0,1174
239
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Clostridiales Family XIII S5-A14a 0 0,0008 0,3697
Defluviitaleaceae Defluviitaleaceae UCG-011 0,0137 0,0013 0,0080
Enterococcaceae Enterococcus 0 0,4993 0,0021
Erysipelotrichaceae Erysipelotrichaceae UCG-003 0,7502 0,0431 0,0001
Erysipelotrichaceae Catenibacterium 0,3247 0 0,0318
Erysipelotrichaceae Holdemanella 0,2120 0 0,3340
Erysipelotrichaceae Faecalitalea 0,1819 0,0088 0,0044
Erysipelotrichaceae Erysipelatoclostridium 0,1754 1,2124 0,4273
Erysipelotrichaceae Solobacterium 0,0392 0,0928 0,7751
Erysipelotrichaceae Holdemania 0,0357 0,0148 0,0041
Erysipelotrichaceae Clostridium innocuum Group 0,0115 0,2158 0,0004
Erysipelotrichaceae Merdibacter 0,0114 0 0,0001
Erysipelotrichaceae Faecalicoccus 0,0080 0 0,1498
Erysipelotrichaceae Erysipelotrichaceae UCG-006 0,0040 0 0,3340
Erysipelotrichaceae Coprobacillus 0,0031 0,0053 0,7056
Erysipelotrichaceae Dielma 0,0028 0,0098 0,2752
Erysipelotrichaceae Erysipelotrichaceae UCG-004 0,0023 0 0,0694
Erysipelotrichaceae Turicibacter 0,0017 0,0171 0,7403
Erysipelotrichaceae Catenisphaera 0,0012 0 0,3340
Eubacteriaceae Anaerofustis 0,0053 0,0008 0,1462
Eubacteriaceae Eubacterium 0,0003 0,0118 0,0790
Lachnospiraceae Agathobacter 6,2873 0,1254 0
Lachnospiraceae Roseburia 2,7259 0,1674 0,0001
Lachnospiraceae Lachnospiraceae NK4A136 Group 1,4926 0,3200 0,0015
Lachnospiraceae Ruminococcus torques Group 0,9151 1,8731 1
Lachnospiraceae Coprococcus 3 0,7409 0 0
Lachnospiraceae Ruminococcus gnavus Group 0,7389 5,3744 0,0209
Lachnospiraceae Dorea 0,7318 0,2986 0,0014
Lachnospiraceae Blautia 0,6994 1,5385 0,1829
Lachnospiraceae Eubacterium ventriosum Group 0,7224 0,0032 0,0001
Lachnospiraceae Lachnoclostridium 0,3400 0,7856 1
Lachnospiraceae Eubacterium eligens group 0,3189 0,1217 0,1126
Lachnospiraceae Coprococcus 2 0,2555 0 0,0142
Lachnospiraceae Tyzzerella 3 0,2178 0 0,0142
Lachnospiraceae Anaerostipes 0,1775 0,2592 0,3789
Lachnospiraceae Fusicatenibacter 0,1452 0,007 0,0003
Lachnospiraceae Eubacterium xylanophilum Group 0,1578 0,001 0,0003
Lachnospiraceae CAG-56 0,1232 0 0
240
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Lachnospiraceae Tyzzerella 4 0,0977 0,4606 0,1421
Lachnospiraceae Lachnospiraceae UCG-010 0,0932 0 0
Lachnospiraceae Sellimonas 0,065 0,0139 0,3054
Lachnospiraceae Lachnospira 0,0578 0,0109 0,0186
Lachnospiraceae Howardella 0,0576 0 0,0142
Lachnospiraceae Eubacterium ruminantium Group 0,0420 0 0,1498
Lachnospiraceae Lachnospiraceae UCG-001 0,0408 0 0,0142
Lachnospiraceae Shuttleworthia 0,0348 0,001 0,1044
Lachnospiraceae Lachnospiraceae UCG-004 0,0329 0,0077 0,2010
Lachnospiraceae GCA-900066575 0,0298 0,0175 0,0050
Lachnospiraceae Lachnospiraceae FCS020 Group 0,0203 0 0,0004
Lachnospiraceae UC5-1-2E3 0,0179 0,0059 0,0186
Lachnospiraceae Eisenbergiella 0,0168 0,5182 0,8483
Lachnospiraceae Ruminococcus gauvreauii Group 0,0138 0,0089 0,0043
Lachnospiraceae Coprococcus 1 0,0135 0 0,0025
Lachnospiraceae Moryella 0,0131 0 0,0061
Lachnospiraceae Lachnospiraceae ND3007 Group 0,0095 0 0,0142
Lachnospiraceae Marvinbryantia 0,0083 0 0,0061
Lachnospiraceae Eubacterium fissicatena Group 0,0053 0,0485 0,6324
Lachnospiraceae Eubacterium hallii Group 0,0040 0,0056 0,2222
Lachnospiraceae Tyzzerella 0,0035 0,0034 0,7056
Lachnospiraceae Lachnospiraceae UCG-008 0,0034 0 0,0694
Lachnospiraceae GCA-900066755 0,0031 0,0151 0,2954
Lachnospiraceae Oribacterium 0,0031 0,0174 0,5916
Lachnospiraceae Hungatella 0,0028 0,0865 0,3092
Lachnospiraceae Lachnospiraceae NK4B4 group 0,0023 0 0,3340
Lachnospiraceae Butyrivibrio 0,0021 0 0,1498
Lachnospiraceae Acetitomaculum 0,0019 0 0,3340
Lachnospiraceae Lactonifactor 0,0014 0 0,3340
Lachnospiraceae Johnsonella 0,0010 0 0,1498
Lachnospiraceae Lachnoanaerobaculum 0,0006 0,0031 1
Lachnospiraceae Eubacterium oxidoreducens Group 0,0001 0 0,3340
Lachnospiraceae Stomatobaculum 0 0,0009 0,3697
Lactobacillaceae Lactobacillus 0,0111 0,2256 0,2624
Lactobacillaceae Pediococcus 0 0,0013 0,3697
Leuconostocaceae Leuconostoc 0,0057 0,0260 0,3905
Leuconostocaceae Weissella 0,0049 0 0,1498
Peptococcaceae Peptococcus 0,0093 0 0,0694
241
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Peptostreptococcaceae Romboutsia 0,0592 0,0988 0,1655
Peptostreptococcaceae Intestinibacter 0,0004 0,0035 1
Peptostreptococcaceae Peptostreptococcus 0,0003 0,0008 0,5634
Peptostreptococcaceae Clostridioides 0 0,3638 0,0001
Peptostreptococcaceae Terrisporobacter 0 0,0013 0,3697
Ruminococcaceae Faecalibacterium 11,2857 0,9126 0
Ruminococcaceae Ruminococcus 2 4,5458 0,0560 0,0002
Ruminococcaceae Subdoligranulum 4,0918 0,2808 0
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-002 1,8603 0,9575 0,0001
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-014 1,6804 0,0100 0,0005
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-013 0,9993 0,0864 0
Ruminococcaceae Eubacterium coprostanoligenes Group 1,3705 0,1774 0,0001
Ruminococcaceae Ruminococcus 1 0,9807 0,0188 0,0006
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-005 0,7718 0,5485 0,0025
Ruminococcaceae Butyricicoccus 0,7215 0,1597 0,0009
Ruminococcaceae Ruminococcaceae NK4A214 Group 0,4698 0,1533 0,0005
Ruminococcaceae Negativibacillus 0,3450 0,2899 0,0024
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 5 0,3234 0,3936 0,2298
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-010 0,2095 0,0383 0,0379
Ruminococcaceae Oscillibacter 0,1614 0,1314 0,1741
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 6 0,1550 0,3424 0,0747
Ruminococcaceae Fournierella 0,1326 0,0320 0,0810
Ruminococcaceae Flavonifractor 0,1061 0,1892 0,8427
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-003 0,0956 0,1800 0,0058
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 9 0,0849 0,0437 0,0047
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-004 0,0825 0,0045 0,0044
Ruminococcaceae CAG-352 0,0804 0 0,0694
Ruminococcaceae UBA1819 0,0769 0,6436 1
Ruminococcaceae GCA-900066225 0,0352 0,0103 0,0022
Ruminococcaceae Anaerotruncus 0,0234 0,2045 0,9818
Ruminococcaceae Oscillospira 0,0195 0 0,0694
Ruminococcaceae Intestinimonas 0,0174 0,0379 0,4403
Ruminococcaceae DTU089 0,0166 0,0020 0,0006
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 1 0,0077 0,0005 0,3092
Ruminococcaceae Harryflintia 0,0075 0,0014 0,1358
Ruminococcaceae Caproiciproducens 0,0074 0,0022 0,2222
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-009 0,0069 0,0008 0,1193
242
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Ruminococcaceae Anaerofilum 0,0066 0,0002 0,0452
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-007 0,0061 0 0,0318
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 0,0046 0,0043 0,3678
Ruminococcaceae Papillibacter 0,0045 0 0,0025
Ruminococcaceae Phocea 0,0042 0 0,0142
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-008 0,0027 0 0,1498
Ruminococcaceae Hydrogenoanaerobacterium 0,0025 0,1847 0,7403
Ruminococcaceae Acetanaerobacterium 0,0023 0,0048 0,6419
Ruminococcaceae Angelakisella 0,0016 0,0025 0,5916
Ruminococcaceae Pygmaiobacter 0,0009 0,0006 0,5916
Ruminococcaceae Ruminococcaceae V9D2013 Group 0,0007 0 0,3340
Staphylococcaceae Staphylococcus 0,0005 0,0278 0,3258
Streptococcaceae Streptococcus 0,7448 3,5834 0,3481
Streptococcaceae Lactococcus 0,0079 0,0026 0,7056
Syntrophomonadaceae Syntrophomonas 0 0,0002 0,3697
Veillonellaceae Megasphaera 5,0857 0,6327 0,9788
Veillonellaceae Dialister 4,1317 5,9524 0,4107
Veillonellaceae Megamonas 0,9779 0 0,1498
Veillonellaceae Veillonella 0,0824 4,5646 0,3898
Veillonellaceae Allisonella 0,0207 0 0,3340
Veillonellaceae Anaeroglobus 0 0,9869 0,1800
Veillonellaceae Selenomonas 3 0 0,0003 0,3697
TABLA 16: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre los grupos
P y CTRL dentro del phylum Firmicutes. En negrita se destacan las diferencias
estadísticamente significativas (P<0.05).
243
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Al igual que observamos en el grupo de pacientes con CDI, en los
individuos colonizados por C. difficile encontramos con respecto a controles sanos,
como alteración principal en la composición a nivel de familia, una acentuada
depleción de Ruminococcaceae y Lachnospiraceae. Dentro de las alteraciones
principales de los géneros dentro de la familia Ruminococcaceae destacamos:
Depleciones muy acentuadas de los géneros Faecalibacterium (0.9% en P
frente a 11.2% en CTRL), Ruminococcus 2 (0.6% en P frente a 5.0% en
CTRL), Subdoligranulum (0.3% en P frente a 4.1% en CTRL),
Ruminococcaceae UGC-002 (0.5% en P frente a 2.2% en CTRL),
Ruminococcaceae UGC-004 (0.0100% en P frente a 1.6804% en CTRL) y
Eubacterium coprostalogenes Group (0.2% en P frente a 1.4% en CTRL),
Con respecto a la familia Lachnospiraceae destacan las siguientes alteraciones:
Disminuciones muy acentuadas de los géneros Agathobacter (0.1%en P
frente a 6.3% en CTRL), Roseburia (0.1% en P frente a 2.7% en CTRL) y
Lachnospiraceae NK4A136 Group (0.3% en P frente a 1.5% en CTRL).
Disminuciones moderadas de los géneros Eubacterium ventriosum Group
(0.0032% en P frente a 0.7224% en CTRL), Eubacterium eligens Group (0.1%
en P frente a 0.3% en CTRL) y Eubacterium xylanophilum Group (0.0010% en
P frente a 0.1578% en CTRL),
Aumentos acentuados del género Ruminococcus gnavus Group (5.3% en P
frente a 0.7%en CTRL) y más moderados en Blautia (1.5% en P frente a
0.7% en CTRL) y Lachnoclostridium (0.8% en P frente a 0.3% en CTRL)
244
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Aumento acentuado del género Streptococcus (3.5% en P frente a 0.7% en
CTRL) dentro de la familia Streptococcaceae.
Aumento moderado del género Erysipelatoclostridium (1.1%en P frente a
0.8% en CTRL) de la familia Erysipelotrichaceae.
Aumento moderado del género Clostridoides (0.3638% en P frente a 0% en
CTRL) de la familia Peptostreptococcacea. A este género pertenece C.
difficile.
Aumento moderado del género Enterococcus (0.4993% en P frente a 0% en
CTRL) de la familia Enterococcaceae.
245
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
PHYLUM BACTEROIDETES
MEDIA MEDIA
TEST DE
GRUPO GRUPO
FAMILIA GÉNERO WILCOXON
CTRL P
(P-VALUES)
(%) (%)
Bacteroidaceae Bacteroides 11,0028 29,1252 0,0137
Barnesiellaceae Barnesiella 0,3836 0,1443 0,0037
Barnesiellaceae Coprobacter 0,0114 0,0155 0,4531
Dysgonomonadaceae Dysgonomonas 0 0,0005 0,3697
Marinifilaceae Odoribacter 0,1674 0,0437 0,0334
Marinifilaceae Butyricimonas 0,0941 0,1254 0,7458
Marinifilaceae Sanguibacteroides 0,0049 0 0,1498
Porphyromonadaceae Porphyromonas 0,0028 0,0114 0,1742
Prevotellaceae Prevotella 9 1,8201 1,3429 0,3715
Prevotellaceae Prevotellaceae NK3B31 Group 0,4546 0 0,0318
Prevotellaceae Paraprevotella 0,1805 0,0473 0,0167
Prevotellaceae Prevotellaceae UCG-001 0,0690 0 0,0694
Prevotellaceae Alloprevotella 0,0026 0 0,1498
Prevotellaceae Prevotella 0,001 0,0001 0,4829
Prevotellaceae Prevotella 7 0,0003 0 0,3340
Prevotellaceae Prevotella 6 0,0002 0,0002 1
Prevotellaceae Prevotella 2 0 0,0444 0,3697
Rikenellaceae Alistipes 2,5705 2,7723 0,0630
Rikenellaceae Rikenella 0,0043 0 0,0318
Tannerellaceae Parabacteroides 1,1344 2,3343 0,2849
TABLA 17: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre los grupos
P y CTRL dentro del phylum Bacteroidetes. En negrita se destacan las diferencias
estadísticamente significativas (P<0.05).
246
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
en P frente a 0.4% en CTRL). Por consiguiente, al igual que pasa en el grupo de
pacientes con CDI, el aumento en el phylum Bacteroidetes es a expensas de los
géneros Bacteroides (principalmente) y Parabacteroides (también aumenta en el
grupo P hasta el 2.3% frente a 1.1% del grupo de los controles sanos) de las
familias Bacteroidaceae y Tannerellaceae, respectivamente.
247
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
PHYLUM PROTEOBACTERIA
MEDIA MEDIA
TEST DE
GRUPO GRUPO
FAMILIA GÉNERO WILCOXON
CTRL P
(P-VALUES)
(%) (%)
Burkholderiaceae Parasutterella 0,2155 1,1747 1
Burkholderiaceae Sutterella 0,0571 0,0257 0,1498
Burkholderiaceae Oxalobacter 0,0147 0,0014 0,0100
Burkholderiaceae Curvibacter 0 0,0007 0,3697
Desulfovibrionaceae Desulfovibrio 0,2551 0,0449 0,1040
Desulfovibrionaceae Bilophila 0,0656 0,7385 0,3876
Enterobacteriaceae Escherichia-Shigella 2,5561 10,6014 0,2051
Enterobacteriaceae Klebsiella 0,3090 3,5697 0,7495
Enterobacteriaceae Enterobacter 0,0157 0,0011 0,9604
Enterobacteriaceae Kluyvera 0,0117 0 0,1498
Enterobacteriaceae Citrobacter 0 0,0095 0,1800
Enterobacteriaceae Morganella 0 0,0007 0,3697
Neisseriaceae Neisseria 0,0009 0 0,1498
Pasteurellaceae Haemophilus 0,0512 0,2238 0,7095
Pseudomonadaceae Pseudomonas 0 0,0015 0,3697
Xanthobacteraceae Bradyrhizobium 0 0,0002 0,3697
TABLA 18: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre los grupos
P y CTRL dentro del phylum Proteobacteria. En negrita se destacan las diferencias
estadísticamente significativas (P<0.05).
248
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Bifidobacterium (2.0% en P frente a 3.6% en CTRL) en el grupo P con respecto a los
controles sanos.
249
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 48: Diferencias en las abundancias relativas a nivel de los géneros mayoritarios
en los grupos P y CTRL. Grupo P en rojo y Grupo CTRL en amarillo.
250
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Por consiguiente, a nivel taxonómico de género podemos observar una
serie de diferencias en cuanto a la composición de los grupos CDI y P con
respecto a los controles sanos, que nos distinguiría al patrón de disbacteriosis de
ambos grupos. A continuación, se resumen las diferencias más importantes que se
encuentran en cada phylum:
phylum Proteobacteria:
o Enterobacteriaceae:
Aunque en ambos grupos el género Escherichia-Shigella está
muy aumentando con respecto a los controles sanos llama la
atención que en el grupo P sea ligeramente superior (10.6% en
P y 9.1% en CDI).
Con respecto a otros miembros de la familia Enterobacteriaceae
existen diferencias en los géneros Kleibsiella y Proteus. En
Kleibsiella existe una ligera disminución en CDI y un aumento
acentuado en P (0.0179% en CDI y 3.5697% en P). En Proteus se
observa en CDI un aumento hasta el 0.8832%, mientras que en
P no aparece, al igual que en controles sanos (0%).
o Burkholderiacea: Se produce un aumento más pronunciado en el
grupo CDI que en el grupo P (3.0870% en CDI y 1.1747% en P) a
expensas principalmente en ambos casos de Parasutterella.
phylum Bacteroidetes:
o Bacteroidaceae:
El acentuado aumento del género Bacteroides ambos grupos con
respecto a los controles sanos es más acentuado en P que en
CDI (29.1 en P % y 26.8% en CDI).
o Prevotellaceae:
La perdida de Prevotella 9 es más acentuada en el grupo CDI
que en P (0.0213% en CDI y 1.3429% en P).
En el género Prevotella 7 se produce un moderado aumento en
CDI (1.2242%) mientras que en controles sanos y el grupo P no
se detecta.
En el género Paraprevotella se produce un ligero aumento en
CDI mientras que en el grupo P se da una ligera disminución
251
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
con respecto a los controles sanos (0.4986% en CDI y 0.0470%
en P).
o Barnesiellaceae:
En Barnesiella se produce un ligero aumento en el grupo CDI
mientras que en el grupo P se observa una ligera disminución
con respecto a los controles sanos (0.7501 en CDI % y 0.1443%
en P).
o Marinifilaceae:
En Odoribacter se produce un ligero aumento en el grupo CDI
mientras que en el grupo P se da una ligera disminución con
respecto a los controles sanos (0.8563% en CDI y 0.0437% en P).
phylum Actinobacteria:
o Bifidobacteriaceae:
En Bifidobacterium se produce una pérdida que es acentuada en
CDI (0.0245%) mientras que en el grupo P es más moderada
(2.0626%) con respecto a los controles sanos.
phylum Verucomicrobia:
o Akkermansiaceae:
Mientras que en el grupo CDI se produce un moderado
aumento de Akkermansia respecto a los controles sanos, en el
grupo P se produce una acentuada bajada (5.9% en CDI frente
a 1.3% en P).
phylum Firmicutes:
o Ruminococcaceae:
En Faecalibacterium se produce una perdida más acentuada en
el grupo P que en CDI (0.9126% en P y 3.2948% en CDI).
o Lachnospiraceae:
En Ruminococcus gnavus Group se produce un aumento más
pronunciado en el grupo P que en CDI (5.3744% en P y 3.2177%
en CDI).
En Ruminococcus torques Group se produce un aumento
moderado en el grupo P siendo más leve en CDI (1.8731% en P
y 1.1256% en CDI).
252
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
En Blautia se produce una ligera disminución en el grupo CDI
(0.5904%) y un moderado aumento en el grupo P (1.5385%).
En Lachnoclostridium se produce un aumento acentuado en CDI
(3.2330%), siendo más ligero en P (0.7856%).
o Veillonellaceae:
Se observa una pérdida de Megasphaera más leve en el grupo
CDI que en P (0.0026% en CDI y 0.6327% en P).
En Dialister se produce una acentuada pérdida en el grupo CDI
mientras que en P hay un aumento moderado (0.0765% en CDI
y 5.9524% en P).
En Veillonela se produce un aumento pronunciado en ambos
grupos, pero es mayor en el grupo P que en el grupo CDI
(4.5646% en P y 2.9121% en CDI).
o Acidominococcaceae:
En Phascolarctobacterium se produce un ligero aumento en el
grupo CDI mientras que en P se produce una disminución
acentuada con respecto a los controles sano (2.7336% en CDI y
0.5025% en P).
En Acidominococcus se produce un ligero aumento en el grupo
CDI (0.7410%) mientras que en el grupo P no hay cambio con
respecto a controles sanos (0.0614%).
o Christensenellaceae:
En Christensenellaceae R-7 Group se produce una pérdida casi
total en el grupo P (0.1902%) mientras que en el grupo CDI es
más moderada (0.5333%).
o Streptococcaceae:
En Streptococcus se produce un aumento que es más
pronunciado en el grupo P que en el grupo CDI (3.5834% y
2.3431%).
o Erysipelotrichaceae:
En Erysipeloclostridium se produce un aumento más
pronunciado en el grupo CDI que en el grupo P (2.9142% en
CDI y 1.2124% en P).
253
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
En Clostridium innocuum Group se produce un ligero aumento,
pero algo más pronunciado en el grupo CDI que en el grupo P
(0.9964% en CDI y 0.2158% en P).
o Lactobacillaceae:
En Lactobacillus se produce un moderado aumento, algo más
pronunciado en el grupo CDI que en el grupo P (1.0017% en
CDI y 0.5182% en P).
o Eubacteriaceae:
En Eubacterium las diferencias son sutiles. En el grupo P se
produce un muy ligero aumento (0.0118%) con respecto al
grupo CDI y de controles sanos (0.0011% en CDI y 0.0003% en
CTRL).
o Peptostreptococcaceae:
El género Clostridioides al cual pertence C. difficile es
prácticamente igual en los grupos CDI y P con respecto al
grupo de controles sanos, observándose un aumento moderado
similar (0.3668% en CDI y 0.3638% en P).
o Enterococcaceae:
En Enterococcus hay un ligero aumento al respecto de los
controles sanos en ambos grupos siendo ligeramente mayor en
el grupo CDI que en el grupo P (0.6853% en CDI y 0.4993% en
P).
254
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
5.5.3.3. Diferencias a nivel de género entre los grupos CDI y P.
PHYLUM FIRMICUTES
MEDIA MEDIA
TEST DE
GRUPO GRUPO
FAMILIA GÉNERO WILCOXON
CDI P
(P-VALUES)
(%) (%)
Acidaminococcaceae Phascolarctobacterium 2,7366 0,5025 0,2610
Acidaminococcaceae Acidaminococcus 0,7410 0 0,3506
Aerococcaceae Abiotrophia 0,0064 0,0377 0,2401
Aerococcaceae Aerococcus 0 0,0007 0,3506
Bacillales Family XI Gemella 0,0034 0,1199 0,0317
Bacillales Family XI Ezakiella 0 0,0053 0,0797
Bacillales Family XI Anaerococcus 0,0433 0 0,3506
Bacillales Family XI Parvimonas 0,0002 0 0,3506
Bacillales Family XI Tepidimicrobium 0 0,0086 0,3506
Bacillales Family XI Tissierella 0 0,0013 0,3506
Bacillales Family XI Peptoniphilus 0,0012 0,0007 1
Carnobacteriaceae Granulicatella 0,0269 0,0870 0,0414
Christensenellaceae Catabacter 0 0,0171 0,1644
Christensenellaceae Christensenellaceae R-7 group 0,5330 0,1902 0,8521
Clostridiaceae 1 Clostridium Sensu Stricto 2 0 0,0043 0,3506
Clostridiaceae 1 Clostridium Sensu Stricto 1 0,2590 0,0196 0,8545
Clostridiaceae 1 Clostridium Sensu Stricto 13 0,0029 0,0016 1
Clostridiales Family XII Exiguobacterium 0 0,0002 0,3506
Clostridiales Family XIII Eubacterium nodatum Group 0,0239 0,1099 0,0040
Clostridiales Family XIII Eubacterium brachy Group 0 0,0051 0,3506
Clostridiales Family XIII Family XIII UCG-001 0 0,0005 0,3506
255
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Clostridiales Family XIII S5-A14a 0 0,0008 0,3506
Clostridiales Family XIII Family XIII AD3011 Group 0,5922 0,0913 0,894
Defluviitaleaceae Defluviitaleaceae UCG-011 0,0012 0,0013 0,6327
Enterococcaceae Enterococcus 0,6853 0,4993 1
Erysipelotrichaceae Clostridium innocuum Group 0,9964 0,2158 0,0107
Erysipelotrichaceae Solobacterium 0,0108 0,0928 0,0346
Erysipelotrichaceae Merdibacter 0,0505 0 0,0797
Erysipelotrichaceae Dielma 0,0028 0,0098 0,3258
Erysipelotrichaceae Holdemanella 0,0149 0 0,3506
Erysipelotrichaceae Erysipelatoclostridium 2,9142 1,2124 0,4386
Erysipelotrichaceae Erysipelotrichaceae UCG-003 0,0018 0,0431 0,5772
Erysipelotrichaceae Faecalitalea 0,0014 0,0088 0,5772
Erysipelotrichaceae Holdemania 0,0134 0,0148 0,7494
Erysipelotrichaceae Coprobacillus 0,0452 0,0053 0,8587
Erysipelotrichaceae Turicibacter 0,0106 0,0171 0,9720
Eubacteriaceae Eubacterium 0,0011 0,0118 0,2401
Eubacteriaceae Anaerofustis 0,0020 0,0008 0,6327
Lachnospiraceae Hungatella 0,5656 0,0865 0,0964
Lachnospiraceae Lachnoclostridium 3,2330 0,7856 0,1099
Lachnospiraceae Anaerostipes 0,0109 0,2592 0,1160
Lachnospiraceae Lachnospiraceae UCG-010 0,0961 0 0,1644
Lachnospiraceae Robinsoniella 0,0207 0 0,1644
Lachnospiraceae Coprococcus 3 0,0024 0 0,1644
Lachnospiraceae Fusicatenibacter 0 0,0070 0,1644
Lachnospiraceae GCA-900066575 0 0,0175 0,1644
Lachnospiraceae Sellimonas 0,1300 0,0139 0,1672
Lachnospiraceae Eubacterium fissicatena Group 0,0082 0,0485 0,2879
Lachnospiraceae Epulopiscium 0,5071 0 0,3506
Lachnospiraceae Lachnoclostridium 5 0,0447 0 0,3506
Lachnospiraceae Butyrivibrio 0,0217 0 0,3506
Lachnospiraceae Lachnospiraceae FCS020 Group 0,0062 0 0,3506
Lachnospiraceae Cellulosilyticum 0,0044 0 0,3506
Lachnospiraceae Anaerosporobacter 0,0024 0 0,3506
Lachnospiraceae Lactonifactor 0,0024 0 0,3506
Lachnospiraceae Johnsonella 0,0012 0 0,3506
256
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Lachnospiraceae Moryella 0,0010 0 0,3506
Lachnospiraceae Eubacterium ventriosum Group 0 0,0032 0,3506
Lachnospiraceae Lachnoanaerobaculum 0 0,0031 0,3506
Lachnospiraceae Lachnospira 0 0,0109 0,3506
Lachnospiraceae Stomatobaculum 0 0,0009 0,3506
Lachnospiraceae UC5-1-2E3 0 0,0059 0,3506
Lachnospiraceae Dorea 0,0377 0,2986 0,3939
Lachnospiraceae Ruminococcus gnavus Group 3,2177 5,3744 0,4492
Lachnospiraceae Eisenbergiella 0,1793 0,5182 0,4735
Lachnospiraceae Lachnospiraceae UCG-004 0,0003 0,0077 0,5240
Lachnospiraceae Eubacterium eligens Group 0,0063 0,1217 0,5383
Lachnospiraceae Shuttleworthia 0,0033 0,0010 0,5772
Lachnospiraceae GCA-900066755 0,0022 0,0151 0,5772
Lachnospiraceae Eubacterium hallii Group 0,0011 0,0056 0,5772
Lachnospiraceae Lachnospiraceae NK4A136 group 0,1112 0,3200 0,6093
Lachnospiraceae Roseburia 0,1196 0,1674 0,6545
Lachnospiraceae Tyzzerella 0,0053 0,0034 0,6545
Lachnospiraceae Ruminococcus torques Group 1,1256 1,8731 0,6706
Lachnospiraceae Blautia 0,5904 1,5385 0,7395
Lachnospiraceae Tyzzerella 4 0,8277 0,4606 0,8545
Lachnospiraceae Agathobacter 0,0374 0,1254 1
Lachnospiraceae Oribacterium 0,0005 0,0174 1
Lachnospiraceae Ruminococcus gauvreauii Group 0,0324 0,0089 1
Lactobacillaceae Lactobacillus 1,0017 0,2256 1
Lactobacillaceae Pediococcus 0,0270 0,0013 1
Leuconostocaceae Leuconostoc 0,0005 0,0260 0,2615
Peptostreptococcaceae Clostridioides 0,3668 0,3638 0,1568
Peptostreptococcaceae Paeniclostridium 0,0017 0 0,1644
Peptostreptococcaceae Intestinibacter 0 0,0035 0,3506
Peptostreptococcaceae Romboutsia 0,1560 0,0988 0,4885
Peptostreptococcaceae Peptostreptococcus 0,0047 0,0008 0,5229
Peptostreptococcaceae Terrisporobacter 0,0006 0,0013 1
Ruminococcaceae Butyricicoccus 0,4306 0,1597 0,0600
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-013 0,0017 0,0864 0,0658
Ruminococcaceae Faecalibacterium 3,2948 0,9126 0,1299
257
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 1 0 0,0005 0,1644
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-004 0,0387 0,0045 0,1794
Ruminococcaceae Acetanaerobacterium 0,0028 0,0048 0,2014
Ruminococcaceae GCA-900066225 0,0427 0,0103 0,2184
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 5 0,4855 0,3936 0,2366
Ruminococcaceae CAG-352 0,0072 0 0,3506
Ruminococcaceae Oscillospira 0,0048 0 0,3506
Ruminococcaceae Papillibacter 0,0010 0 0,3506
Ruminococcaceae Pseudoflavonifractor 0,0006 0 0,3506
Ruminococcaceae Angelakisella 0 0,0025 0,3506
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-009 0 0,0008 0,3506
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-002 1,1564 0,9575 0,3605
Ruminococcaceae Anaerotruncus 0,0501 0,2045 0,3875
Ruminococcaceae Ruminococcus 2 0,1022 0,0560 0,3894
Ruminococcaceae Subdoligranulum 0,3407 0,2808 0,4092
Ruminococcaceae Intestinimonas 0,0816 0,0379 0,4557
Ruminococcaceae Candidatus Soleaferrea 0,0114 0,0184 0,4885
Ruminococcaceae DTU089 0,4988 0,002 0,5229
Ruminococcaceae Pygmaiobacter 0,0070 0,0006 0,5240
Ruminococcaceae Caproiciproducens 0,0004 0,0022 0,5240
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-010 0,0229 0,0383 0,6093
Ruminococcaceae Negativibacillus 0,0228 0,2899 0,6093
Ruminococcaceae UBA1819 0,8726 0,6436 0,6742
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 6 0,0184 0,3424 0,7092
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 9 0,0592 0,0437 0,7368
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-005 0,5085 0,5485 0,7589
Ruminococcaceae Ruminiclostridium 0,0041 0,0043 0,7797
Ruminococcaceae Hydrogenoanaerobacterium 0,0042 0,1847 0,7983
Ruminococcaceae Flavonifractor 0,4630 0,1892 0,8977
Ruminococcaceae Ruminococcaceae NK4A214 Group 0,0462 0,1533 0,8229
Ruminococcaceae Ruminococcus 1 0,0444 0,0188 0,9055
Ruminococcaceae Oscillibacter 0,0999 0,1314 0,9293
Ruminococcaceae Eubacterium coprostanoligenes Group 0,0939 0,1774 0,9617
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-014 0,0794 0,0100 1
Ruminococcaceae Ruminococcaceae UCG-003 0,0548 0,1800 1
258
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Ruminococcaceae Harryflintia 0,0122 0,0014 1
Ruminococcaceae Fournierella 0,0065 0,032 1
Ruminococcaceae Anaerofilum 0,0011 0,0002 1
Staphylococcaceae Staphylococcus 0,0020 0,0278 0,3258
Streptococcaceae Streptococcus 2,3431 3,5834 0,1408
Streptococcaceae Lactococcus 0,0012 0,0026 0,5653
Syntrophomonadaceae Syntrophomonas 0 0,0002 0,3506
Veillonellaceae Megasphaera 0,0026 0,6327 0,1794
Veillonellaceae Selenomonas 3 0 0,0003 0,3506
Veillonellaceae Dialister 0,0765 5,9524 0,6229
Veillonellaceae Veillonella 2,9121 4,5646 0,8342
Veillonellaceae Anaeroglobus 0,4780 0,9869 0,9720
TABLA 19: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre los grupos
CDI y P dentro del phylum Firmicutes. En negrita se destacan las diferencias
estadísticamente significativas (P<0.05).
259
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
PHYLUM BACTEROIDETES
MEDIA MEDIA
TEST DE
GRUPO GRUPO
FAMILIA GÉNERO WILCOXON
CDI P
(P-VALUES)
(%) (%)
Bacteroidaceae Bacteroides 26,847 29,1252 0,74
Barnesiellaceae Barnesiella 0,7501 0,1443 0,506
Barnesiellaceae Coprobacter 0,0310 0,0155 0,894
Dysgonomonadaceae Dysgonomonas 0 0,0005 0,3506
Marinifilaceae Odoribacter 0,8563 0,0437 0,7293
Marinifilaceae Butyricimonas 0,2069 0,1254 0,7967
Muribaculaceae CAG-873 0,1587 0 0,3506
Porphyromonadaceae Porphyromonas 0,0478 0,0114 1
Prevotellaceae Paraprevotella 0,4986 0,0473 0,0460
Prevotellaceae Prevotella 7 1,2242 0 0,0797
Prevotellaceae Prevotellaceae NK3B31 Group 0,0131 0 0,3506
Prevotellaceae Prevotellaceae UCG-003 0,0127 0 0,3506
Prevotellaceae Prevotella 2 0 0,0444 0,3506
Prevotellaceae Prevotella 0,1934 0,0001 0,524
Prevotellaceae Prevotella 9 0,0213 1,3429 0,5772
Prevotellaceae Prevotella 6 0,0008 0,0002 0,5772
Rikenellaceae Rikenellaceae RC9 gut Group 0,0877 0 0,3506
Rikenellaceae Alistipes 2,8709 2,7723 0,762
Tannerellaceae Parabacteroides 4,7508 2,3343 0,5322
TABLA 20: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre los grupos
CDI y P dentro del phylum Bacteroidetes. En negrita se destacan las diferencias
estadísticamente significativas (P<0.05).
260
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
PHYLUM PROTEOBACTERIA
MEDIA MEDIA
TEST DE
GRUPO GRUPO
FAMILIA GÉNERO WILCOXON
CDI P
(P-VALUES)
(%) (%)
Burkholderiaceae Sutterella 0,0608 0,0257 0,1402
Burkholderiaceae Curvibacter 0 0,0007 0,3506
Burkholderiaceae Oxalobacter 0 0,0014 0,3506
Burkholderiaceae Parasutterella 3,0870 1,1747 0,5974
Desulfohalobiaceae Desulfovermiculus 0,2192 0 0,3506
Desulfovibrionaceae Bilophila 0,1454 0,7385 0,0815
Desulfovibrionaceae Desulfovibrio 0,0999 0,0449 0,7983
Enterobacteriaceae Morganella 0,0043 0,0007 0,2615
Enterobacteriaceae Proteus 0,8832 0 0,3506
Enterobacteriaceae Klebsiella 0,0179 3,5697 0,5383
Enterobacteriaceae Citrobacter 0,0101 0,0095 0,6327
Enterobacteriaceae Escherichia-Shigella 9,1685 10,6014 1
Enterobacteriaceae Enterobacter 0,0014 0,0011 1
Neisseriaceae Eikenella 0,0003 0 0,3506
Pasteurellaceae Haemophilus 0,1624 0,2238 0,9787
Pseudomonadaceae Pseudomonas 0 0,0015 0,3506
Xanthobacteraceae Bradyrhizobium 0,0012 0,0002 1
TABLA 21: Diferencias en las abundancias relativas (%) a nivel de género entre los grupos
CDI y P dentro del phylum Proteobacteria. En negrita se destacan las diferencias
estadísticamente significativas (P<0.05).
261
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
Por consiguiente, a pesar de las diferencias vistas en ambos grupos a nivel
de género al respecto de los controles sanos, las diferencias con significación
estadística son muy escasas. Destacamos únicamente las siguientes:
En Eubacterium nodatum Group, Clostridium innocuum Group del phylum
Firmicutes.
En Paraprevotella del phylum Bacteroidetes.
262
CAPÍTULO V – RESULTADOS___________________________________________
FIGURA 49: Diferencias más importantes en las abundancias relativas a nivel de género
en los grupos P, CTRL Y CDI. Grupo P en rojo, Grupo CTRL en amarillo y Grupo CDI en
azul.
263
VI-DISCUSIÓN
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
266
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Estudios sobre la restauración de la microbiota intestinal en pacientes con
CDI sometidos a FMT como tratamiento, han mostrado la recuperación de la alfa
diversidad de forma posterior a dicho tratamiento. Weingarden y col. presentaron
que la alfa diversidad se recuperaba tras el FMT y que resultaba comparable a la
de los donantes de heces (Weingarden, 2014). No obstante, en un reciente trabajo
de Brown y col. también con una cohorte de pacientes con CDI sometidos a FMT,
se vio que, a los 4 meses de forma posterior al trasplante, la alfa diversidad
aumentaba, aunque sin llegar a los valores encontrados en los donantes de heces
(Brown, 2018).
267
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Milani y col. mediante un enfoque similar a los trabajos anteriores
comentados, estudió la microbiota intestinal de tres cohortes de 25 pacientes
hospitalizados con CDI (grupo CDI), 29 pacientes hospitalizados que recibieron
administración antibiótica reciente (grupo AB+) y 30 pacientes hospitalizados que
no habían recibido administración antibiótica reciente (grupo AB-). En estos dos
últimos grupos los sujetos no presentaron ni diarrea ni clínica compatible con
enfermedad gastrointestinal. De forma similar a otros trabajos, el grupo CDI
presentó una alfa diversidad estadísticamente significativa con respecto al grupo
AB-, pero de forma llamativa el grupo AB+ presentó una diversidad similar el
grupo AB-, es decir que los pacientes que recibieron tratamiento antibiótico
presentaron similar alfa diversidad que aquellos que no lo recibieron (Milani,
2016), siendo la administración antibiótica una de las principales causas
reconocidas de disrupción de la microbiota intestinal (Kriss, 2018; Khanna,
2016b). El hecho que los pacientes de los grupos AB+ y AB- no presentaran clínica
resultaría un dato importante y nos podría sugerir este comportamiento más
homogéneo en cuanto a la alfa diversidad, a pesar de la administración antibiótica
en el grupo AB+.
268
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
formes o líquidas, y que no necesariamente conecta solo con CDI, por tanto,
puede ser atribuible a otras causas (Skraban, 2013). En la misma línea, Lee y col.
en un trabajo prospectivo con pacientes sometidos a trasplante de médula ósea
que desarrollaron CDI, concluyeron que la pérdida de alfa diversidad no es un
factor de desarrollo inexcusable de CDI (Lee, 2017).
269
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
no supone de forma irremediable el desarrollo de CDI, ya que también se objetiva
en individuos colonizados.
270
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
duración del tratamiento. Las cefalosporinas, macrólidos y beta-lactámicos
también son considerados como un factor de riesgo alto o moderado (Khanna,
2016b). Sea como fuere, los antibióticos son capaces de producir cambios
profundos y duraderos en la microbiota intestinal que tienen como consecuencia
reducciones de alfa diversidad y de riqueza (Antonopoulos, 2009), aunque como
vimos en el trabajo de Milani esto no se vea traducido en algunos casos en una
reducción significativa de alfa diversidad (Milani, 2016).
271
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
expliquen la naturaleza del estado de portador de C. difficile y que mecanismos
podrían impedir su evolución a CDI.
272
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
La segunda herramienta que utilizamos para valorar la beta diversidad de
la microbiota intestinal de nuestros grupos de estudio, por consiguiente, para
valorar si existen diferencias en su estructura, es el PCoA. Como dijimos en el
apartado 4.4.4 Análisis Principal de Componentes (Principal Component Analysis,
PCoA), el objetivo es valorar si existe algún factor que explique la mayor parte de
la variabilidad de los datos, ya que en este caso podrían ser interpretados de
forma sencilla y visual sin perder información relevante. El modelo PCoA que
partió de una matriz de datos basado en las abundancias relativas a nivel de
género no fue exitoso, puesto que la variabilidad explicada fue muy limitada. El
PC1 explicó una pobre variabilidad del 8.6% y el PC2 del 5.6%, por ello,
desechamos este modelo.
273
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
concuerda con el obtenido mediante el índice Jaccard. Asimismo, las muestras de
los individuos de los grupos CDI y P se solapan en dos clusters, por tanto, no
podemos diferenciarlos entre si. El grupo CTRL también presenta 3 muestras que
se solapan con los dos clusters anteriores comentados (Figura 37).
274
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
FIGURA 50: PCoA basado en distancias UniFrac Unweighted de pacientes con CDI (CDI), individuos
colonizados asintomáticos (AS) y controles sanos (CT) en el estudio de Zhang y col. (Zhang, 2015).
275
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
dependientes del hospedador, como un estado inmune íntegro y la no presencia
de comorbilidades que pudieran afectar la integridad de la microbiota intestinal.
Esto podría explicar potencialmente las diferencias encontradas entre estos
individuos colonizados provenientes de la comunidad, y otras cohortes de
individuos colonizados provenientes de hospital y/o de hospital y comunidad,
como los sujetos de nuestro trabajo y el de Zhang.
276
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
FIGURA 51: PCoA basado en distancias UniFrac Unweighted de pacientes con CDI (Grupo R,
triangulo), pacientes con CDI sometidos a FMT (Grupo RF, círculo) y donantes sanos (Grupo D,
cuadrado) en el estudio de Brown y col. (Brown, 2018).
277
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
similar en los otros subgrupos (Apariencia y C. difficile Estatus), por tanto, se pudo
considerar que la división fue adecuada (Skraban, 2016). Este hecho, supone que
la estructura de la microbiota intestinal podría ser variable en función del ribotipo
de la cepa causal y ser un factor de variabilidad interindividual que debemos
tener en cuenta que podría explicar en parte ciertas diferencias encontradas, por
ejemplo, entre nuestros resultados y los de Dong.
Gu y col. en su trabajo con pacientes con CDI (grupo CDI), con diarrea
nosocomial no CDI (grupo CDN) y controles sanos observaron mediante análisis
PCoA que las muestras del grupo CDI se diferenciaban del grupo CDN, aunque
algunas muestras del primer grupo se solapaban con las del segundo. A pesar de
observarse una gran variabilidad interindividual, el grupo de los controles sanos
también pudo diferenciarse del grupo de pacientes con CDI (Gu, 2016). Estos
datos son interesantes porque nos indicarían que los pacientes con diarrea
nosocomial no debida a C. difficile podrían presentar una estructura diferente a la
de los pacientes con CDI, es decir, diferente alteración de la integridad de la
microbiota intestinal.
Milani y col. con 3 cohortes constituidas por pacientes con CDI, individuos
con administración antibiótica reciente (grupo AB+) e individuos sin
administración antibiótica reciente (grupo AB-), en ausencia de diarrea o
enfermedad gastrointestinal en estos dos últimos grupos, observaron mediante
PCoA en base a una matriz UniFrac Unweighted, que los grupos AB+ y AB-
formaban un cluster diferente al grupo CDI, a pesar de la elevada variabilidad
interindividual de estos dos grupos (Figura 52). Es destacable que el grupo CDI
presentó incluso mayor variabilidad interindividual que el cluster formado por
AB+ y AB- (Milani, 2016). En un trabajo similar Sangster y col. con dos grupos de
12 pacientes con CDI y 12 pacientes con diarrea nosocomial no CDI, ambos
hospitalizados, también encontró mediante análisis PCoA UniFrac Weighted
disimilitudes entre los grupos (Sangster, 2016). Todos estos datos indicarían que
la estructura de la microbiota intestinal de los individuos que hubieran recibido o
no administración antibiótica presentaría menos disimilitudes en ausencia de
diarrea u otros síntomas gastrointestinales.
278
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
FIGURA 52: PCoA basado en distancias UniFrac Unweighted en pacientes con CDI (Grupo CDI,
círculo azul), con administración antibiótica previa sin clínica (Grupo AB+, cuadrado verde) y sin
administración antibiótica previa sin clínica (Grupo AB-, triangulo rojo) en el estudio de Milani y
col. (Milani ,2016).
279
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
toxinas, etc de este germen en los individuos colonizados. Estas alteraciones en la
composición entre los grupos CDI y P podrían caracterizarse mediante el estudio
de la composición en abundancias relativas a diferentes rangos taxonómicos.
Estas posibles diferencias en la composición serán analizadas en el apartado
siguiente.
280
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Aumento estadísticamente significativo de Bacteroidetes (39.7% en CDI
frente a 19.6% em CTRL).
Aumento estadísticamente significativo de Proteobacteria (14.4% en CDI
frente a 3.8% en CTRL).
281
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Comenzando con la comparativa de nuestros resultados con estudios
anteriores similares, observamos que en trabajos donde se comparó la microbiota
intestinal de pacientes con CDI, anterior y posteriormente a un FMT, se encontró
que los cambios en la alfa y beta diversidad después del FMT se relacionaron con
unos drásticos cambios en la composición a nivel de phylum, principalmente en
Firmicutes, Bacteriodetes y Proteobacteria (Weingarden, 2014; Shahinas, 2012).
Tanto en Bacteroidetes como en Firmicutes se observó una llamativa reducción en
su composición en los pacientes con CDI con respecto a los donantes de heces. La
pérdida de estos grupos se recuperó con el FMT, de forma que en los pacientes
“post FMT” sus abundancias relativas fueron similares a las de los donantes (80-
90% de las OTUs). Con respecto a Proteobacteria, se trató de un phylum
minoritario en los donantes (<2%), sin embargo, fue dominante en las muestras
“pre FMT”, para que después del FMT disminuyera drásticamente, pero sin llegar
a las abundancias relativas tan bajas encontradas en los donantes (Weingarden,
2014). De esta forma se comprueba que el FMT restaura casi de forma total la
microbiota intestinal de los pacientes con CDI que retorna a una composición
similar a la de los donantes, que en este caso son considerados como controles
sanos. Por tanto, podemos considerar que los datos que encontramos en estos
estudios fueron similares a los nuestros. En primer lugar, también podemos
concluir que las diferencias con respecto a alfa y beta diversidad y riqueza que
encontramos en los pacientes con CDI con respecto al grupo CTRL se deben a las
drásticas diferencias en la composición a nivel de phylum. Nuestros datos apuntan
a una drástica disminución de Firmicutes (38.5% en CDI frente a 66.9% en CTRL)
y a un aumento de Proteobacteria (14.4% en CDI frente a 3.8% en CTRL), como se
obtuvo en los estudios anteriores (Weingarden, 2014; Shahinas, 2012). Por el
contrario, se observa un aumento en Bacteroidetes (39.7% en CDI frente a 19.6%
en CTRL). Tanto en los trabajos de Weingarden y col. como en el de Shahinas y
col. las muestras “pre FMT” presentaron una disminución de Bacteriodetes con
respecto a los donantes, que después se recuperó con el FMT, por tanto, este dato
supone un hallazgo diferente al de nuestro estudio. Al respecto de este hecho, en
primer lugar, no hay que perder perspectiva de que estamos valorando las
diferencias en cuanto a composición mediante abundancias relativas, y esto
supone que haya unos sesgos que hemos de tener en cuenta, y que podría dar
lugar a la explicación del hecho de que en nuestro estudio se observe un aumento
282
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
de Bacteriodetes en los pacientes con CDI. Si supusiésemos que la perdida de
riqueza en este grupo fue debida principalmente a expensas del phylum
Firmicutes (debido a la administración antibiótica previa), el aumento de
Bacteroidetes podría ser un artefacto debido al uso de abundancias relativas y no
de abundancias absolutas puesto que no determinamos la carga total bacteriana
en heces. Otra explicación posible, ligada a la anterior, es que nuestra cohorte de
controles sanos presenta una abundancia relativa media de Bacteroidetes del
19.6%, “más reducida de lo habitual”, y de Firmicutes del 66.9%, “más abundante
de lo habitual”. Aunque ambos phylum sumen más del 80%, como suele ocurrir en
una microbiota intestinal sana, sí que parece que está algo desnivelada, aunque
esto no suponga que sea una microbiota disruptiva, ya que presenta elevada
riqueza y alfa diversidad. Como ya hemos visto existe una variabilidad
interindividual en cuanto a la composición, aunque se conserve el core funcional,
y bien podría ser este caso, aunque normalmente el phylum Bacteroidetes suele
abarcar la mitad o más de la microbiota intestinal total (Human Microbiome
Project Consortium, 2012). También hay que comentar que en los estudios “pre y
post FMT” anteriores los casos de CDI fueron recurrentes, y en nuestro estudio
solo dos casos de CDI fueron recurrencias. La CDI recurrente se ha asociado a un
grado más profundo de disbacteriosis (Chang, 2008), con una perdida de alfa
diversidad más pronunciada, por tanto, los pacientes de los estudios anteriores
podrían haber perdido cantidades de Bacteroidetes y Firmicutes de forma más
implícita. Con respecto al phylum Proteobacteria en nuestro estudio también se
observa un aumento en el grupo de pacientes con CDI con respecto al grupo de
controles sanos (14.4% en CDI frente a 3.8% en CTRL), mucho menor a la hallada
en el estudio de Weingarden y col. donde 13 de 14 muestras de pacientes con CDI
presentaron una abundancia relativa mayor al 90% (Weingarden, 2014). Este dato
también apunta, enlazando con lo explicado anteriormente, a que la explicación
del aumento de Bacteroidetes en el grupo CDI en nuestro estudio pudiera ser
debido a una drástica disminución de Firmicutes y a un aumento no tan
pronunciado de Proteobacteria. Siguiendo con otros phylum minoritarios, pero de
funciones importantes como son Actinobacteria y Verrucomicrobia, nuestros
datos concuerdan con los de este tipo de estudios. Aquí, la pérdida de
Actinobacteria en pacientes con CDI “pre FMT” se restauró y se igualó a la de los
donantes y el aumento de Verrucomicrobia previo al FMT no se observó de forma
283
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
posterior, al igual que no se observó en los donantes de heces. En nuestro estudio
se observa en los pacientes con CDI los mismos resultados que en las
anteriormente comentadas muestras “pre FMT” y la restauración hacia una
microbiota intestinal normal similar a la de los donantes de heces, nos indica su
importancia funcional. Es destacable que las diferencias de nuestras medias en el
grupo CDI con respecto al CTRL para estos 2 phylum no fueron estadísticamente
significativas. Aún así, podemos decir que apuntan a su importancia en la
patogénesis de la CDI y su relación con la microbiota intestinal.
284
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
reducción en su abundancia relativa se asocia a CDI (Zhang, 2015; Gu, 2015;
Manges, 2010). Aunque más adelante profundizaremos en las funciones e
interrelacionas metabólicas e inmunológicas de todos los phylum importantes y su
relación con los cambios observados en el presente estudio entre los grupos CDI y
CTRL, podemos adelantar que el phylum Bacteroidetes es un reconocido miembro
asociado con la salud y que contribuye, entre otras funciones al desarrollo del
sistema inmune de la mucosa intestinal (Lee, 2013).
285
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
ser variables y esto ha impedido que se haya podido relacionar de forma clara con
ciertas situaciones patológicas (Johnson, 2017). Por tanto, Bacteroidetes y su
notoria presencia en la microbiota intestinal resultaria potencialmente beneficiosa
para la salud en este aspecto, debido a que aporta enzimas específicos de la
degradación de polisacáridos, y es capaz de completementar la dotación
enzimática de nuestras células eucariotas para la degradación de carbohidratos no
digeribles (fibra), también llamados MACs (Microbiota Accessible Carbohydrates). Es
recalcable que en ausencia de MACs los miembros de la microbiota intestinal
comienzan a aumentar el consumo del mucus intestinal.
286
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
carbohidratos, la pérdida del phylum Bacteroidetes resultaría clave. El incremento
transitorio postantibiótico de estos monosacáridos liberados desde la mucosa
intestinal proporciona una oportunidad de expansión para C. difficile.
287
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
participa de forma preponderante en la fermentación anaerobia. La fermentación
colónica anaerobia es un proceso donde carbohidratos, proteínas, polifenoles y
residuos derivados del hospedador provenientes o de la mucosa intestinal son
metabolizados en una gran variedad de productos finales. Es una vía metabólica
que permite a la bacteria mantener sus funciones celulares y obtener energía. Los
productos obtenidos pueden ser AGCC, metabolitos proteicos (compuestos
fenólicos, compuestos nitrogenados, compuestos sulfurados) y gases, que pueden
interactuar con las células epiteliales e influir en sus funciones. Después de su
absorción pueden producir incluso efectos sistémicos. Los Clostridiales incluyen a
las principales familias productoras de AGCC. Su importante depleción en los
pacientes con CDI provocaría que se hayan corrompido ciertos mecanismos de
resistencia a la colonización. Dentro de los AGCC generados a partir de
monosacáridos tenemos al acetato, propionato y butirato. Hemos de recalcar que
su síntesis a nivel intestinal solo es producto de la fermentación anaeróbica
bacteriana. Los AGCC (principalmente el butirato) son la principal fuente de
energía de los colonocitos, ya que son absorbidos y oxidados. Esto provocaría de
forma directa una disminución de la carga osmótica en el colon debido a
carbohidratos no digeribles previniendo una diarrea osmótica. Por otra parte, los
AGCC son los principales aniones en el intestino grueso y son los responsables de
la caída del pH desde el íleo hasta el colon proximal. A partir del colon distal los
AGCC decaen y se incrementa el pH. Esto es importante ya que el pH ácido
impide la proliferación de patógenos oportunistas sensibles e inactiva ciertos
enzimas microbianos. El aspecto más importante es que los AGCC, en especial el
butirato, presentan efectos antiinflamatorios al regular la secreción de citocinas
proinflamatorias en diferentes células inmunes intestinales, siendo este
mecanismo dependiente del tipo de célula inmune en cuestión. Uno de los
mecanismos principales que son capaces de realizar el butirato y el propionato,
pero no el acetato, son las modificaciones epigenéticas, es decir la modulación de
la expresión génica, como son la acetilación de las histonas. La acetilación de los
residuos de lisina de las histonas facilita el acceso de los factores de transcripción
a la región promotora, lo que supone la activación del gen. Las histona-
diacetilasas eliminan estos grupos acetilo, permitiendo que las histonas sostengan
el ADN más firmemente. Los AGCC mencionados son inhibidores de las histonas
diacetilasas, lo que supone una hiperacetilación de las histonas que afecta a la
288
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
expresión de los genes. Dependiendo del tipo de célula, la inhibición de las
histonas diacetilasas provoca supresión de la proliferación celular, inducción de la
diferenciación celular y bloqueo del ciclo celular (Wu, 2012). Por otra parte, los
AGCC son considerados unas importantes señales químicas que genera la
microbiota intestinal capaces de interactuar con receptores de las células
epiteliales intestinales como el FFA2 y FFA3 (Free Faty Acid Receptor). El receptor
FFA2 está ampliamente distribuido en los diferentes tipos de células inmunes
intestinales y este dato ya nos indica el papel de los AGCC en la regulación de la
respuesta inmune. Su activación en este caso conduce a una rápida producción de
citocinas protectoras (Masui, 2013). Asimismo, el butirato disminuye la actividad
del factor de transcripción NF-κB (Nuclear Factor Kappa B) que participa en la
regulación de la expresión de los genes de algunas citocinas como el TNF-α,
mediante un mecanismo no dependiente de las histona-diacetilasas. También se
ha visto que en macrófagos estimulados con lipopolisacárido el butirato reduce
significativamente las concentraciones de las citocinas proinflamatorias TNF-α,
TNF-β, IL-1β y IL-6 (Segain, 2000). Otro estudio más reciente ha confirmado la
disminución de mediadores proinflamatorios como la IL-6, IL-12 y NO en
macrófagos intestinales de la lámina propia intestinal (Chang, 2014). Al respecto
de la inmunidad humoral, los Clostridiales promueven el desarrollo de las células
plasmáticas secretoras de IgA (Umesaki, 1999). Con respecto a la respuesta
inmune adaptativa, algunos estudios han evidenciado el papel importante de la
influencia de los AGCC en los linfocitos T reguladores. Para entender este dato
hay que explicar que los linfocitos T son activados por antígenos procesados
unidos a receptores del complejo mayor de histocompatibilidad de las células
presentadoras de antígenos. Los linfocitos T que se ubican en la lámina propia de
la mucosa intestinal puede presentar un efecto citotóxico (Linfocitos T CD8) o
bien secretar citocinas y actuar en el control de la respuesta inmune adaptativa
(Linfocitos CD4). La microbiota intestinal está constantemente produciendo
antígenos que podrían promover una fuerte respuesta inmune en los linfocitos T.
Por tanto, se requiere un control muy fino que debe determinar cuándo se debe
producir una fuerte respuesta para contrarrestar patógenos oportunistas, y
cuando esta se debe inhibir si el antígeno proviene de miembros de la microbiota
intestinal comensales o beneficiosos. Esto se consigue mediante la regulación de
las subpoblaciones de los linfocitos T. El mantenimiento de un equilibrio entre
289
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
linfocitos Th1, Th2 y Th17 es esencial y está controlado de forma estricta por la
subpoblación de linfocitos T reguladores mediante contacto directo, o bien
mediante la secreción de citocinas como el TGF-β, IL-10 y IL-35. Los AGCC
inducen la expansión y función a los linfocitos T reguladores (Smith, 2013). Todos
estos datos nos conducen a que la drástica perdida de Firmicutes en los pacientes
con CDI, provoca una depleción de las principales familias butirogénicas, que a
su vez conlleva una disbacteriosis disfuncional, un riesgo de infecciones
oportunistas, un aumento del stress oxidativo y la formación de un ambiente
proinflamatorio (Moreno-Indias, 2014). Todos estos aspectos son influyentes en la
patogénesis de la CDI.
290
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
pacientes de los grupos CDI y P, como veremos en el apartado siguiente. Los
miembros de la familia Enterobacteriacea son bacilos o cocobacilos Gram
negativos, móviles o inmóviles y no formadores de esporas. Pueden crecer en
presencia y ausencia de oxígeno, por tanto, son aerobios-anaerobios facultativos
en su mayoría. Son quimiorganotrofos, pudiendo presentar capacidad metabólica
fermentativa o respiratoria. Durante la fermentación de la glucosa, otros
carbohidratos y polialcoholes, generan ácidos y gases. La mayoría tienen la
capacidad de reducir el nitrato en nitrito. La familia Enterobacteriacea engloba a
muchos géneros con heterogeneidad en cuanto a su genética y metabolismo, lo
que le concede heterogeneidad en su ecología y capacidad patógena en el ser
humano. Además, presenta una gran capacidad y frecuencia de intercambio
genético entre miembros del mismo género o similares, aspecto que le podría
suponer ventajas selectivas en ciertos casos (Bergey´s Manual of Systematic
Bactereology, 2012).
291
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
La dominancia de anaerobios estrictos en el intestino grueso, debido a la
limitación de oxígeno en este ambiente, tiene importantes consecuencias en el
metabolismo y consumo de nutrientes por los componentes de la microbiota
intestinal. Por otra parte, el aumento de la disponibilidad de oxígeno en el
intestino grueso supone una disrupción de la anaerobiosis que permitiría una
ventaja selectiva para los anaerobios facultativos, como los componentes del
phylum Proteobacteria (Rivera-Chávez, 2016). Esto puede ocurrir por varias
causas. En primer lugar, hemos de exponer que los colonocitos son la principal
fuente de oxígeno en el intestino grueso, por tanto, en la superficie del colon se
emite una cantidad muy limitada. Esto supone que la escasa cantidad de
Proteobacteria que se encuentra en una microbiota intestinal sana crezca cerca de
la superficie epitelial. En los colonocitos la principal vía de obtención de energía
es la beta-oxidación del butirato aportado mediante procesos fermentativos por
los grupos productores de butirato, en especial pertenecientes al phylum
Firmicutes (Velazquez, 1997). En este proceso el butirato se transforma en dióxido
de carbono, mediante el consumo de oxígeno. Por tanto, la depleción de
Firmicutes y Bacteroidetes que se observa tras la administración antibiótica,
conlleva una reorientación metabólica en el colonocito hacia la glucolisis
anaerobia, lo que supone un menor consumo de oxígeno, un aumento de la
oxigenación en la superficie del colon, y se facilitaría la expansión del phylum
Proteobacteria (Donohoe, 2012). Asimismo, el ambiente proinflamatorio debido a
la disminución de butirato en el intestino grueso conlleva a una hiperplasia en las
criptas intestinales, y esto supone un reemplazo de colonocitos hipóxicos a
colonocitos indiferenciados normóxicos (López, 2016). Además, la inflamación
intestinal (también la provocada por las toxinas TcdA y TcdB) provoca un
aumento de las especies reactivas de oxigeno capaces de oxidar compuestos de
sulfuro endógenos a tetrationato, un compuesto que actúa como aceptor de
electrones y que permite la expansión de anaerobios facultativos como
Proteobacteria (Winter, 2013). Por tanto, mediante este doble mecanismo de
aumento de la disponibilidad de oxígeno y de compuestos aceptores de
electrones, secundario a una depleción de butirato o la existencia de un ambiente
proinflamatorio intestinal, se produce la expansión de Proteobacteria en los
pacientes con CDI. Como dijimos anteriormente, este hecho es “efecto” y no
“causa” de la disbacteriosis que se observa en estos pacientes (Litvak, 2017).
292
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
La expansión del phylum Proteobacteria tiene efectos inflamatorios, puesto
que sus miembros presentan como factor de virulencia la liberación de la
endotoxina, cuya actividad depende del lípido A del lipopolisacárido bacteriano.
La endotoxina se libera en durante la lisis celular y provocaría un aumento del
reclutamiento de los neutrófilos en el intestino grueso, colaborando en la
patogénesis de la CDI.
293
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
comparar una cohorte de pacientes con CDI frente a pacientes que no habían
recibido antibioticoterapia previa como grupo control, observaron que se
producía una reducción del género Bifidobacterium en el grupo CDI (Milani, 2016).
Estos resultados han sido corroborados en otros trabajos como el de Zhang y col.
(Zhang, 2015). También, Skraban y col. en un trabajo similar evidenciaron que
Bifidobacterium Longum era el mejor predictor de un estatus C. difficile negativo
(Skraban, 2013). Weingarden y col., estudiando la microbiota intestinal en la CDI
en pacientes sometidos a FMT con éxito, observaron que en las muestras “post
FMT” se producía un aumento en Actinobacteria, lo que supone que son parte
importante en la restauración de la microbiota intestinal de estos pacientes
(Weingarden, 2014). No obstante, otros pocos trabajos han encontrado que el
phylum Actinobacteria tuvo una abundancia relativa similar, o sin diferencias
estadísticamente significativas entre los pacientes con CDI y los controles sanos
(Manges, 2010; Gu, 2016). Un hecho importante a recalcar es que la abundancia
relativa de Bifidobacteriacea disminuye con la edad, permitiendo que la
microbiota intestinal sea más permisiva a infecciones oportunistas en la edad
avanzada (Claesson, 2012).
294
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
En el presente estudio se produce un ligero aumento en la abundancia
relativa de Verrucomicrobia (más adelante veremos que se trata en su totalidad
del género Akkermansia) en el grupo de los pacientes con CDI, con respecto a los
controles sanos (6.0% en CDI frente a 4.7%), siendo la diferencia no
estadísticamente significativa (P=0.17). No obstante, pensamos que este dato es
importante dadas las peculiares propiedades de este género al respecto de la
degradación de la propia mucina de la capa mucosa intestinal del hospedador.
Estas propiedades y la relación en la patogénesis de la CDI serán discutidas en
apartados siguientes, cuando pasemos a valorar las diferencias en la composición
a nivel de familias y géneros.
295
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
6.3.1.2 Diferencias de composición a nivel de phylum entre los grupos P y CTRL
y entre los grupos CDI y P.
296
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
CDI y P presentaban disimilitudes con respecto al grupo CTRL al formar este un
cluster bien diferenciado, pero también que las muestras de los grupos CDI y P
presentaban cierto grado de solapamiento y no podían diferenciarse como clusters
diferentes. Por tanto, era de esperar que las diferencias entre ambos grupos con
respecto a los phylum mayoritarios fueran mínimas.
297
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
toxigénicas de C. difficile, hecho que obviamente no ocurre en los pacientes con
CDI, puesto que la cepa en estos casos es siempre toxigénica.
298
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
cohorte de individuos colonizados con los escasos estudios al respecto realizados
hasta la fecha. La comunidad científica coincide en que hacen falta más datos
sobre la composición de la microbiota intestinal y su relación con la patogénesis
de la CDI, y en que la comparativa entre cohortes de pacientes con CDI en
individuos colonizados por C. difficile resulta una excelente aproximación para
arrojar luz a estos hechos.
299
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
concluyeron en base a las similitudes en la composición a nivel de phylum entre
los grupos de portadores asintomáticos y los pacientes con CDI, que en los
portadores asintomáticos de C. difficile se observa una disbacteriosis con depleción
de grupos butirogénicos, pero especularon que estos no desarrollan CDI debido a
factores dependientes del hospedador como el estado inmune. (Zhang, 2015).
Nuestros resultados en el grupo de individuos colonizados son similares a los
obtenidos por Zhang y col., evidenciándose una depleción en Firmicutes y una
expansión de Proteobacteria, aunque en nuestro estudio se observa un aumento
en Bacteroidetes a diferencia del anterior donde se observó una disminución. Los
resultados de nuestro estudio en cuanto al aumento en Bacteroidetes en los
individuos colonizados de C. difficile (al igual que en los pacientes con CDI)
podría tener varias explicaciones. Como hemos comentado anteriormente para
valorar diferencias en la composición utilizamos abundancias relativas y esto
podría estar sujeto a sesgos en la interpretación. Si asumiéramos que la
antibioticoterapia previa provocaría la intensa depleción de Firmicutes, el
aumento en Bacteroidetes podría ser un artefacto, como argumentamos en
relación con el grupo CDI. La diferencia con el grupo P es que en esta cohorte la
administración antibiótica previa solo se documentó en el 53% de los sujetos, a
diferencia del grupo CDI donde se documentó en el 93%. Asimismo, la mayor
parte de los sujetos provienen de la comunidad y la presencia de comorbilidades
es mucho menor que en el grupo CDI. Por tanto, consideramos que esta
explicación tiene menos peso para esta cohorte de individuos. Otro posible
argumento es que, a nuestra impresión, la cantidad de Bacteroidetes en los
controles sanos podría ser menor de lo esperada y la de Firmicutes mayor de lo
esperada, en base a la bibliografía (Human Microbiome Project Consortium,
2012), aunque esto no suponga la presencia de disbacteriosis en esta cohorte. Por
tanto, el aumento de Bacteroidetes en individuos colonizados supondría un
artefacto como en el caso anterior. La tercera explicación es asumir que el
aumento de Bacteroidetes en individuos colonizados conlleva un efecto protector
que actuaría impidiendo la transición desde un estado de colonización a infección
por C. difficile. Como hemos visto se trata de un phylum constituido por miembros
con potenciales efectos beneficiosos en cuanto a la digestión de carbohidratos,
desplazamiento de patógenos oportunistas por competencia por el nicho
ecológico y activación del sistema inmune (Johnson, 2016).
300
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
FIGURA 53: Diferencias en las abundancias relativas (%) de los phylum en los grupos CDI, AS y CT
en el estudio Zhang y col. CDI: C. difficile infection patients, AS: Asymptomatic C. difficile carriers, CT:
Healthy controls. (Zhang, 2015).
301
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
CDI con la de una cohorte de controles sanos. Las diferencias en la composición
no fueron tan dramáticas como las que obtuvimos en nuestro estudio. Se
evidenció en el grupo de colonizados una ligera disminución en Firmicutes,
Bacteroidetes y Actinobacteria, y un aumento en Proteobacteria. En el grupo de
pacientes con CDI los resultados fueron similares (Han, 2019).
302
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
colonización de C. difficile, pero a su vez, en el contexto de esa disbacteriosis
deben existir grupos de bacterias que minimizan la replicación, germinación y
toxicidad necesarias para que se establezca la virulencia completa. El estudio de
las diferencias en la composición a nivel de phylum entre las cohortes de pacientes
con CDI, individuos colonizados y controles sanos ya empieza a arrojar luz. El
siguiente paso es discutir las diferencias en la composición a nivel de género y
familia, dentro de los mismos phylum comentados.
303
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Erysipelotrichaceae (4.3% en CDI frente a 1.8% en CTRL),
Streptococcaceae (2.3% en CDI frente a 0.7% en CTRL),
Lactobacillaceae (3.5% en CDI frente a 11.0% en CTRL),
Enterococcaceae (0.6853% en CDI frente a 0% en CTRL) y
Peptostreptococcaceae (0.5298% en CDI frente a 0.0600% en CTRL).
Por otra parte, las diferencias a nivel de familia que consideramos más
significativas en el grupo P con respecto a los controles sanos son las siguientes:
Disminuciones estadísticamente significativas en las familias
Ruminococcaceae (6.4% en P frente a 31.4% en CTRL) y
Acidaminococcaceae (0.5% en P frente a 2.2% en CTRL).
Disminuciones no estadísticamente significativas en las familia
Lachnospiraceae (12.8% en P frente a 18.7% en CTRL).
Aumentos estadísticamente significativos en las familias
Enterococcaceae (0.4993% en P frente a 0% en CTRL) y
Peptostreptococcaceae (0.4781% en P frente a 0.0600% en CTRL).
Aumentos no estadísticamente significativos en las familias
Veillonellaceae (12.1% en P frente a 10.3% en CTRL) y Streptococcaceae
(3.6% en CDI frente a 0.7% en CTRL).
304
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
6.3.2.1 Diferencias de composición en los géneros de las familias Lachnospiraceae
y Ruminococcaceae entre los grupos CDI y P con respecto al grupo CTRL.
305
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
0.7% en CTRL) que no se observa en CDI (0.5904% en CDI frente a 0.6994% en
CTRL). Por consiguiente, las diferencias más notables en el patrón de
disbacteriosis que encontramos entre los grupos CDI y P con respecto a los
controles sanos dentro de los géneros de la familia Lachnospiraceae resultarían el
aumento más pronunciado de Ruminococcus Gnavus Group en P que en CDI, el
aumento más pronunciado de Lachnoclostridium en CDI que en P y la ligera
dismunción de Blautia en CDI con respecto al moderado aumento en P. Además,
destacamos que el aumento observado en Ruminococcus Torques Group en ambos
grupos con respecto a CTRL es ligeramente más pronunciado en P (1.8731% y
1.1256% en P y CDI frente a 0.915% en CTRL).
306
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Ruminococcaceae a expensas de los géneros Faecalibacterium, Ruminococcus y
Oscillospira (Gu, 2016).
307
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
biliares conjugados en ácidos biliares libres. BaiCD es capaz de transformar los
ácidos biliares primarios en secundarios. Las bacterias cuyo genoma codifique
estos enzimas producirían un efecto inhibitorio sobre la germinación de las
esporas de C. difficile. Perder estos grupos supone, por consiguiente, una pérdida
de la resistencia a la colonización y germinación. Buffie y col. en un estudio donde
compararon la microbiota intestinal de 12 individuos portadores asintomáticos y
12 pacientes con CDI, mediante posteriores análisis metabolómicos y aplicando
modelos matemáticos, hallaron 11 grupos de bacterias que correlacionaron
potentemente con una resistencia a la infección. Estos géneros y especies estaban
incluidos mayoritariamente en el cluster Clostridium XIVa, es decir en la familia
Ruminococcaceae, incluyendo Clostridium scidens, donde se encontró la
correlación más potente. Clostridium scidens sintetiza el enzima BaiCD, muy poco
común. Se formuló por primera vez la hipótesis por la cual esta vía metabólica tan
rara era la que confiería está capacidad de resistencia a la infección (Buffie, 2015).
Por consiguiente, la pérdida de estas familas supone una franca perdida de este
mecanismo clave de resistencia a la colonización, y es por lo que uno de los
mecanismos de éxito del FMT es la recuperación de estas perdidas, alcanzando
unos niveles similares a los de los donantes. No obstante, y como veremos más
adelante en detalle, los géneros que aportan el enzima BaiCD son muy escasos,
siendo este hecho un potencial marcador que nos distinga, al menos en parte, la
microbiota intestinal de los pacientes con infección por CDI y de los individuos
colonizados por C. difficile que no desarrollan clínica. Por otra parte, otro
mecanismo clave, relacionado con la depleción de las familias Lachnospiraceae y
Ruminococcaceae en las muestras de pacientes con CDI, que se pone de manifesto
al producirse la recuperación de estas familias mediante FMT, es el de la síntesis
de AGCC a partir de carbohidratos no digeribles de la dieta principalmente.
Como ya hemos introducidos en el apartado “6.3.1.1. Diferencias a nivel de phylum
entre los grupos CDI y CTRL”, los clostridiales incluyen a las principales familias
productoras de AGCC, en especial de butirato. Estas familias son principalmente
Lachnospiraceae y Ruminococcaceae (Antharam, 2013). Como ya hemos dicho
son la principal fuente de energía de los colonocitos, provocando de forma directa
una disminución de la carga osmótica en la luz intestinal al reducir los
carbohidratos no digeribles. Al ser los principales aniones en el intestino grueso y
provocar la caída del pH desde el íleo hasta el colon proximal, actúan impidiendo
308
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
la proliferación de patógenos oportunistas e inactivando enzimas microbianos.
Sus consecuencias más importantes son las relativas a su capacidad de regular la
secreción de citocinas proinflamatorias en diferentes células inmunes intestinales
mediante diferentes mecanismos, generando efectos antiinflamatorios. Incluso
presentan influencia sobre los linfocitos T reguladores, que a su vez disminuyen
los linfocitos Th17, cuya activación estimula la granulopoyesis y el reclutamiento
de neutrófilos en el lugar de la infección (Buonomo, 2016). Por tanto, la depleción
de las familias Lachnospiraceae y Ruminococcaceae en las muestras “pre FMT”
con CDI tiene influencia sobre la reactividad de las células inmunes intestinales,
contribuyendo a la severidad de la CDI. Asimismo, la recuperación de estas
familias con el FMT pone en liza la importancia de este mecanismo patogénico en
la CDI.
309
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Ruminococcus (Ruminococcaceae) y Roseburia y Coprococcus (Lachnospiraceae) en
los grupos de pacientes con CDI y portadores asintomáticos de origen
hospitalario, sin diferencias significativas entre ambos grupos (Zhang, 2015). Han
y col observaron que disminuciones en ambas familias Lachnospiraceae y
Ruminococcaceae en pacientes con CDI y portadores asintomáticos, algo más
pronunciada en CDI, pero sin diferencias significativas entre ambos grupos. Esto
se traduce en disminuciones de géneros butirogénicos como Lachnospira,
Odirobacter, Coprococcus y Anaerostipes (Han, 2019). En el trabajo de Dong y col.
donde realizaron un cribado poblacional de colonización asintomática de C.
difficile en población china y encontraron 12 portadores asintomáticos, se observó
en este grupo una disminución estadísticamente significativa de los géneros
butirogénicos Roseburia y Faecalibacterium (Dong, 2018)
310
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
aunque la depleción de los grupos butirogénicos componentes de la microbiota
intestinal ha sido confirmado por multiples estudios (Antharam, 2013), incluido el
nuestro. Asimismo, los AGCC parecen correlacionar con la resistencia a la
colonización frente a C. difficile en ciertos casos en modelos murinos (Theriot,
2014). No obstante, en el estudio de Reeves y col. se observó una recuperación
parcial de la resistencia a la colonización en ratones germ free colonizados con
Lachnospiraceae, pero no así con Escherichia coli, y no se encontró en el primer
caso asociación entre la producción de los AGCC y el nivel de colonización de C.
difficile (Reeves, 2012). Por tanto, la relación causal entre la patogénesis de la CDI
y la producción intestinal de AGCC no está esclarecida del todo, y nuestros
resultados apuntan a que este mecanismo por si solo no es esencial ni
discriminatorio de infección y colonización. De hecho, la depleción de las familias
Lachnospiraceae y Ruminococcaceae también se ha encontrado en cohortes de
pacientes con diarrea nosocomial no debida a C. difficile (Antharam, 2013;
Schubert, 2014).
311
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
germinantes, son rápidamente desconjugados por ciertos grupos de bacterias,
reduciendo su abundancia relativa y la probabilidad de germinación de las
esporas de C. difficile (Sarker, 2012). Los ácidos biliares secundarios inhiben
también el crecimiento, actividad y cantidad de las toxinas causantes de la clínica
(Thanissery, 2017). Como en los procesos de germinación y esporulación, el
proceso inhibitorio es variable en función de la cepa causal.
312
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
correlación negativa más potente. C. Scindens presenta una actividad BaiCD 10
veces más potente que otros clostridiales, de ahí su particular importancia. Se
formuló por primera vez la hipótesis de si esta vía metabólica tan rara era la que
confería está capacidad de resistencia a la infección o por lo menos de si su
importancia era preponderante (Buffie, 2015). También aparecieron bacterias del
género Blautia, Eubacterium o Pseudoflavonifractor, siendo relevantes a este
respecto. En otro trabajo reciente, Solbach y col. cuantificaron el BaiCD gen cluster,
como medida de los niveles de bacterias intestinales con actividad BaiCD y
encontraron una potente correlación negativa con la CDI (Solbach, 2018). Kang y
col. mediante un estudio in vitro, añadieron a este hecho que las bacterias con
actividad BaiCD, además son capaces de secretar antibióticos derivados del
triptófano con actividad frente a C. difficile, en respuesta a los ácidos biliares
secundarios (Kang, 2019). Daquigan y col reexaminaron secuencias del gen ADNr
16S mediante un método de alta resolución y corroboraron la importancia de C.
Scindens en la resistencia a la colonización de C. difficile y de muchos miembros
del género Blautia (Daquigan, 2017).
313
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
las razones antes esgrimidas sobre la continua reorganización de los clostridiales.
En la familia Lachnospiracea se han situado varios grupos como Eubacterium
ventriosum Group, Eubacterium eligens Group, Eubacterium xylanophilum Group,
Eubacterium ruminantium Group, Eubacterium fissicatena Group, Eubacterium hallii
Group y Eubacterium oxidoreducens Group. Todos estos grupos se encuentran en
muy escasa abundancia en el grupo de controles sanos y se observa una práctica
erradicación en los pacientes con CDI y una mínima conservación en los sujetos
colonizados. En Eubacterium coprostanoligenes Group de la familia Ruminococcacea
se observa la misma tendencia. Todos estos resultados nos confirman que la
relación entre el metabolismo de los ácidos biliares por parte miembros de la
microbiota intestinal y su relación con la patogénesis de la CDI es un mecanismo
esencial, y el abordaje del presente estudio mediante un grupo de pacientes con
CDI y un grupo de individuos colonizados de C. difficile así lo muestra. No
obstante, es sugerible que en un futuro recurramos a una combinación de
estudios metabolómicos, de genómica funcional y de metagenómica, junto al
estudio del gen ADNr 16S para consolidar esta evidencia, ya que este por si solo
es insuficiente. Es posible que desconozcamos el total de miembros de la
microbiota intestinal con actividad BaiCD, además ya hemos visto que existen
grupos con alta y con baja actividad BaiCD (Doerner, 1997).
314
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
microbiota intestinal de pacientes con enfermedad de Crohn (Joossens, 2011) y
este hallazgo se ha asociado a los mecanismos mencionados y a las propiedades
descritas. Por consiguiente, estos géneros dotarían de una ventaja selectiva para la
colonización de patógenos oportunistas como C. difficile. En el presente estudio se
observa el aumento tanto en pacientes con CDI como en individuos colonizados
por C. difficile, aunque podemos decir la tendencia es mayor en los individuos
colonizados, aunque no de forma significativa. Por tanto, este mecanismo es
común a ambos grupos de estudio y no es discriminador de ninguno de ellos,
pero coadyuva a la disbacteriosis generada en ambas cohortes de sujetos. Este
hallazgo no ha sido documentado en la bibliografía revisada al respecto de la
disbacteriosis asociada a la presencia de C. difficile, pero si en otras situaciones
como la enfermedad de Crohn (Joossens, 2011).
315
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
La familia Veillonellaceae se compone de bacterias Gram negativas,
anaerobias estrictas, no formadoras de esporas y de morfología diversa. El género
tipo de la familia es Veillonella. Veillonella cumple estas características. Muchas
cepas de este género no fermentan los carbohidratos y sus mayores productos
metabólicos son el acetato y el propionato, por tanto, no se trata de un grupo
butirogénico. Forman parte de la microbiota oral, genitourinaria, respiratoria e
intestinal y pueden producir infecciones severas como bacteriemia, meningitis,
osteomielitis y endocarditis. El principal factor de virulencia asociado a su
potencial patogenicidad es que su lipopolisacárido bacteriano es muy endotóxico.
Asimismo, se ha observado que también tiene capacidad para reducir la actividad
microbiana de los neutrófilos. Dialister es otro género no butirogénico. Es un
miembro importante de la microbiota oral puesto que ha sido identificado en
variadas infecciones orales. También ha sido identificado en hemocultivos y
abcesos. Megasphaera presenta como metabolitos finales acetato, propionato,
valerato y butirato. También, como los géneros anteriores, se ha aislado en
muestras clínicas (Bergey´s Manual of Systematic Bacteriology, 2012).
316
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
oportunista que se expande debido a la simplificación de la microbiota intestinal,
y la aparición de nuevos nichos ecológicos disponibles en pacientes con CDI. En
Megasphaera y Dialister no se observan diferencias en ambos grupos, siendo
prácticamente indetectables (Milani, 2016).
317
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
6.3.2.3 Diferencias de composición en los géneros de la familia
Acidaminococcaceae entre los grupos CDI y P con respecto al grupo CTRL.
318
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Por lo tanto, se considera al género Phascolarctobacterium como beneficioso
para la salud por mecanismos no esclarecidos. Su papel en la microbiota intestinal
en el contexto de una CDI, según los trabajos anteriores comentados (Han, 2019;
Zhang, 2015), también nos sugeriría que es un potencial grupo beneficioso cuyos
niveles suelen disminuir y este hecho facilitaría la infección por C. difficile. No
obstante, este hallazgo también se produce en los portadores asintomáticos de C.
difficile, por tanto, a priori, no parece ser un género que nos discrimine y
caracterize ambas cohortes. Nuestros datos muestran que el género
Phascolarctobacterium esta reducido en el grupo de individuos colonizados por C.
difficile con respecto a los controles sanos, pero aumentado en el grupo de
pacientes con CDI, no concordando del todo con los datos observados en otros
trabajos. Podemos suponer que no se trata de un género clave en la patogénesis
de la CDI, aunque presente efectos beneficiosos y que no permite discriminar la
microbiota de ambos grupos CDI y P. Simplemente podemos afirmar que la
perdida de este género agrava la disbacteriosis de los individuos colonizados por
C. difficile.
319
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
malnutrición de estos niños, puesto que su microbiota intestinal se focaliza en
utilizar como fuente de energía las proteinas (Gough, 2015).
320
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
CDI antes y después de un FMT se evidenció que Streptococcus estaba presente en
las muestras “pre FMT”, por tanto, de pacientes con CDI franca, pero que caía
drásticamente en las muestras “post FMT” para aproximarse a los niveles que se
encuentran en los donantes de heces (Shahinas, 2012; Brown, 2018). En trabajos de
comparación de microbiota en pacientes con CDI y portadores asintomáticos de
C. difficile se ha encontrado que Streptococcus estuvo ligeramente en mayores
cantidades en los portadores asintomáticos que en el grupo de pacientes con CDI
y el de controles sanos (Zhang, 2015). También en el similar trabajo de Han y col.
se encontró que existían ligeras disminuciones en ambos grupos de infectados y
colonizados por C. difficile sin diferencias estadísticamente significativas. Por
consiguiente, la bibliografía al respecto de este género nos lanza resultados
dispares, sugiriendo este hecho que la importancia en cuanto a su relación con la
patogénesis de la CDI podría ser menor.
321
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
también se objetivó que los niveles de lactato luminal presentaban una correlación
inversa con los niveles de C. difficile en un modelo murino (Kolling, 2012). Por
consiguiente, el género Streptococcus y el resto de LAB resultarían beneficiosos en
este aspecto. Este hecho iría en contra de los estudios de comparación de
microbiota en cohortes de pacientes con CDI y controles sanos, como el de Gu y
col, donde se considera que la disminución de grupos butirogénicos, el aumento
de grupos productores de ácido láctico y la expansión de patógenos oportunistas
constituye un patrón de disbacteriosis que podría incrementar la susceptibilidad
al desarrollo de CDI.
322
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
6.3.2.5 Diferencias de composición en los géneros de la familia Enterococcaceae
entre los grupos CDI y P con respecto al grupo CTRL.
Varios y diversos trabajos han evidenciado que los pacientes con CDI
presentan incrementos del género Enterococcus como miembro de la microbiota
intestinal. Sangster y col. al poner de manifiesto que la familia
Peptostreptococcaceae, donde se incluye actualmente C. difficile, se relacionaba
significativamente con el género Enterococcus en pacientes con CDI, concluyeron
que el incremento en dicho género patógeno oportunista era característico de
estos pacientes (Sangster, 2012). Milani y col. observaron un aumento en la
abundancia relativa de Enterococcus desde el 0.27% en sujetos que no habían
recibido tratamiento antibiótico, hasta el 16.86% en pacientes con CDI. Además,
también se aumentó en pacientes sin CDI pero que recibieron tratamiento
antibiótico hasta el 1.95%. Es por ello que los autores concluyeron que
Enterococcus debe ser considerado como un marcador de riesgo de desarrollo a
CDI y, por tanto, un suceso temprano en la cascada fisiopatológica que concluye
con la colonización de C. difficile (Milani, 2016). Otros trabajos han recalcado la
importancia de que el género Enterococcus forma parte de las LAB. Gu y col.
encontraron niveles aumentados en pacientes con CDI respecto a los controles
sanos y, además, mediante metagenómica evidenciaron que la familia
Enterococcaceae aumentaba en pacientes con CDI y en pacientes con diarrea
nosocomial no debía a C. difficile. Por tanto, los resultados mediante secuenciación
del gen ADNr 16S y mediante estudios metagenómicos fueron concordantes y
concluyeron que Enterococcus es un patógeno oportunista que se convierte en
dominante cuando la microbiota intestinal equilibrada está alterada debido a los
323
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
antibióticos (Gu, 2015). Antharam y col. también situaron a Enterococcus en este
contexto y recalcaron la importancia de que se trate de un género productor de
ácido láctico. Encontraron que en los pacientes con CDI la abundancia relativa de
Enterococcus aumentó al 7.1% desde el 0.05% que presentaron los controles sanos.
Enterococcus fue detectable en el 85% de los pacientes con CDI y solo en el 22% de
los controles sanos. Además, Enterococcus también estuvo aumentado en pacientes
con diarrea nosocomial no debida a C. difficile (Antharam, 2013).
324
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
que los sujetos de ambos grupos con baja carga del gen tcdB presentaron
abundancias relativas de Enterococcus muy superiores, de forma significativa, a
los sujetos con alta carga del gen tcdB (12.8% frente a 0.89%). Por tanto, sería un
género influenciado por la cantidad de toxina producida de C. difficile (Han, 2019).
325
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
E. faecium del 10-15%. La razón de ello puede ser que E. faecalis es 100 veces más
abundante en el tracto gastrointestinal que E. faecium. Las infecciones raramente
se producen en pacientes inmunocompetentes ya que son típicas de pacientes
inmunocomprometidos o con presencia de comorbilidades (Goh, 2017).
326
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
propia supervivencia. Las adhesinas conceden a Enterococcus la capacidad de
producir biofilms y la adhesión a proteinas de la matriz extracelular, que son paso
muy importantes en la infección temprana (Garsin, 2014).
327
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
individuos colonizados por C. difficile. Incluso en el trabajo prospectivo de Vicent
y col. se han evidenciado picos de Enterococcus atribuidos a la presencia de VRE al
administrar vancomicina (Vincent, 2016). Enterococcus es un género anaerobio
facultativo que es capaz de adaptarse a la presencia de O2 en su nicho ecológico.
Como explicamos para el phylum Proteobacteria o el género Streptococcus, grupos
que también toleran O2 y pueden adaptarse a un metabolismo oxidativo en ciertas
situaciones, la disbacteriosis que presentan ambos grupos de pacientes CDI y P
con perdida en la riqueza de anaerobios estrictos, supone una ventaja selectiva
para los anaerobios facultativos (Rivera-Chávez, 2016). La depleción de grupos
butirogénicos que hemos observado tanto en pacientes con CDI como en
individuos colonizados por C. difficile tras la administración antibiótica
principalmente, conlleva una reorientación metabólica en el colonocito hacia la
glucolisis anaerobia desde la beta-oxidación del butirato, lo que supone un menor
consumo de oxígeno y un aumento de la oxigenación en la superficie del colon
(Donohoe, 2012). Por tanto, la aparición de Enterococcus parece ser efecto y no
causa de la disrupción de la microbiota intestinal hallada en estos individuos.
Tampoco, nuestros resultados muestran que sea un hallazgo diferenciador de la
microbiota intestinal de los pacientes con infección y los sujetos con colonización
por C. difficile, así como que los escasos trabajos anteriores similares al nuestro
tampoco lo muestran (Zhang, 2015; Han, 2019). Lo que si que coinciden muchos
trabajos es que tratan a Enterococcus como un género patógeno oportunista y que,
por tanto, podría colaborar de alguna manera en la disbacteriosis encontrada en la
infección y colonización por C. difficile, incluso exarcebando los síntomas de la
CDI. No obstante, pensamos que el tema no es tan sencillo. Ya hemos discutido
con el género Streptococcus que el ácido láctico generado como producto de
fermentación final reduce los niveles de las toxinas TcdA y TcdB de C. difficile de
forma dosis dependiente y de forma independiente a la carga bacteriana (Kolling,
2012). Por consiguiente, el género Enterococcus, al presentar el mismo producto
principal de fermentación resultaría beneficioso en este aspecto. Por otra parte, se
ha evidenciado en cepas carentes de producción de citolisina, su principal factor
de virulencia, que es capaz de inhibir C. difficile, tanto en modelos in vivo como in
vitro (Mansour, 2018). Por tanto, Enterococcus presenta una dualidad de efectos
positivos o negativos en función de la cepa de E. faecalis o E. faecium que formen
parte de la microbiota intestinal de los pacientes con CDI o individuos
328
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
colonizados por C. difficile. Para concluir, estamos de acuerdo que se trata de un
género característico de ambos grupos CDI y P, pero que para poder sacar
conclusiones sobre el poder que ejerce en la patogenicidad de la CDI se debería
recurrir a estudios metagenómicos para conocer la especie y el grado de
virulencia de esta.
329
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
evidenciaron tanto en pacientes con CDI como en individuos colonizados un
incremento significativo de Lactobacillus con respecto a los controles sanos,
aunque no llegó a superar el 1% en ninguno de los dos casos (Zhang, 2015). Los
autores concluyeron que si bien podía tener alguna influencia sobre el estado de
la enfermedad (infección o colonización), su rol específico es desconocido. Han y
col. en un trabajo similar, pero de mayor tamaño muestral, encontraron que la
familia Lactobacillaceae presentó incrementos en pacientes con CDI e individuos
colonizados por C. difficile con respecto a controles sanos (3.31% y 4.35 frente a
1.07%). De manera interesante, también mostraron que los sujetos de ambos
grupos con baja carga de gen tcdB presentaron abundancias relativas de
Lactobacillus muy superiores de forma estadísticamente significativa a los sujetos
con alta carga de tcdB (6.50% frente a 0.09%). Por tanto, es un género influenciado
por la cantidad de toxina de C. difficile, pero que no diferencia entre infección y
colonización (Han, 2019). Por último, en estudios que han evaluado la microbiota
intestinal en pacientes con CDI sometidos a FMT se ha evidenciado que en
muestras “post FMT” hay un incremento de Lactobacillus (Shahinas, 2012), por lo
que pudiera parecer que interviene en la restauración de forma positiva. A este
respecto Brown y col. encontraron que Lactobacillus presentaba una correlación
positiva con los ácidos biliares primarios y correlación negativa con los ácidos
biliares secundarios y por consiguiente, se asoció a susceptibilidad a desarollar
CDI (Brown, 2018).
330
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
CO2, etanol y ácido fórmicom, y ácido succínico. Las pentosas son convertidas en
ácido láctico y ácido acético (Mikelsaar, 2016).
331
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
inmunodeprimidos o con enfermedades concomitantes. Su poder patógeno puede
venir de la capacidad de algunas cepas para adherirse a la mucosa intestinal lo
cual podría tener relación con la traslocación a la sangre, su capacidad para
adherirse al colágeno de la matriz extracelular, su capacidad para agregar
plaquetas y la producción de algunos enzimas como glicosidasas y proteasas que
pueden actuar en la citólisis de tejidos afectados (Sherid, 2016). No obstante, son
casos esporádicos y por lo que se conoce y se ha estudiado tanto a este género es
por sus propiedades beneficiosas respecto a la microbiota intestinal. Basicamente,
sus tres funciones son mantener y promover la resistencia a la colonización de
patógenos oportunistas, mantener funciones metabólicas en el hospedador
debido a sus metabolitos y modular la respuesta inmune innata atenunado la
inflamación crónica de bajo grado (Mikelsaar, 2016). Se ha evidenciado que el
incremento de Lactobacillus en el intestino ha correlacionado con numerosos
efectos beneficiosos como la reducción del riesgo a desarrollar infecciones
intestinales, disbacteriosis, enfermedades metabólicas y enfermedades
autoinmunes (Floch, 2019).
332
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
las especies de Lactobacillus tienen propiedades probióticas ya que la eficacia de
una bacteria probiótica es cepa dependiente (Goldstein, 2017). Las actuales guías
clínicas de diagnóstico, tratamiento y prevención de C. difficile (European Society of
Clinical Microbiology and Infectious Diseases, Infectious Diseases Society of America,
Society for Healthcare Epidemiology of America) no recomiendan la administración de
probióticos como medida para prevenir o tratar la CDI (McDonald, 2018; Debast,
2014). Esta recomendación se ha establecido en base a que existe una enorme
variedad de probióticos disponibles y los ensayos clínicos que se hacen al
respecto son normalmente de poca calidad, con tamaños muestrales pequeños,
incontrolados y frecuentemente financiados por la casa comercial del mismo
probiótico. Por tanto, es difícil sacar conclusiones de peso y confirmar las
hipótesis acerca de sus mecanismos de acción (McFarland, 2009). No obstante, se
incide en que su utlilidad podría situarse en mayor medida en la prevención
primaria donde la alteración de la microbiota intestinal no sería tan profunda que
en la prevención secundaria, donde ya observamos cambios profundos con
perdida de riqueza, diversidad y grupos de bacterias importantes. A esta
confusión al respecto del valor de Lactobacillus como probiótico en CDI hemos de
añadir que el proceso de manufacturado y control de calidad también influyen en
las propiedades del producto finalizado. Por otra parte, una revisión en Cochrane
del año 2017 de 31 ensayos clínicos con 8672 pacientes concluyó que existía una
evidencia moderada para afirmar que los probióticos eran seguros y eficaces para
prevenir la CDI, sobre todo en pacientes no inmunocomprometidos o no
severamente debilitados (Goldenberg, 2017).
Puesto que como hemos dicho que existe una enorme variación en cuanto
la eficacia de las especies de Lactobacillus como tratamiento de la CDI, incluso en
diferentes prepraciones de la misma especie (Grześkowiak, 2011), vamos a
centrarnos en una formulación que funciona para revisar los posibles mecanismos
de acción. El probiótico Bio-K+ es una fórmula de Lactobacillus acidophilus CL 1285,
Lactobacillus casei LBC80R y Lactobacillus rhamnosus CLR2. Es un ejemplo de
probiótico bien caracterizado y eficaz en la reducción de la CDI cuando se
administra en nivel hospitalario (McFarland, 2018). Los efectos potenciales que
puede presentar un probiótico en la CDI son la restauración de la microbiota
intestinal, inhibición directa del crecimiento de C. difficile, neutralización de las
333
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
toxinas y modulación de la respuesta inflamatoria. Se ha evidenciado que Bio-K+
es capaz de modificar temporalmente la microbiota intestinal, presenta una fuerta
capacidad para competir frente a patógenos oportunistas como C. difficile debido a
la producción de ácidos orgánicos como el ácido láctico y la síntesis de
bacteriocinas y presenta la capacidad de neutralizar las toxinas debido al ácido
láctico y en general al ambiente ácido generado por los ácidos orgánicos
generados (McFarland, 2018). Asimismo, las bacteriocinas producidas por
Lactobacillus y en general por todas las LAB han cobrado reciente importancia.
Son moléculas peptídicas que interfieren con el crecimiento de otras bacterias.
Esta acción bactericida es selectiva y su espectro de acción varía en función de la
especie productora. Un ejemplo de bacteriocinas son los lantibióticos que pueden
actuar formando poros en la membrana celular de las bacterias e interfiriendo en
la síntesis de la pared celular (Pessione, 2012). Como hemos dicho, no todas las
especies de Lactobacillus presentan estas propiedades e incluso dentro de las
mismas especies hay grandes variaciones dependientes de la cepa.
334
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Lactobacillus entre los grupos CDI y P, pero sí con respecto a los controles sanos.
Este hecho también se ha constado en la bibliografía revisada (Zhang, 2015; Han
2019). Lo que si diferencia nuestros resultados con los de estos otros trabajos es
que la expansión de Lactobacillus es menor en nuestro estudio. Esto puede ser
debido a que la susceptibilidad antibiótica es muy variable según la especie y el
efecto es difícil de prever (Goldstein, 2012). También es difícil de prever lo que
supone a la patogénesis de la CDI este género. Hemos visto que algunas especies
y cepas de estas especies, no todas, presentan efectos beneficiosos sobre la CDI.
No obstante, también se han documentado casos de infecciones por Lactobacillus,
por tanto, puede presentar poder patógeno y comportarse como un patógeno
oportunista. Se deberían recurrir a estudios metagenómicos para caracterizar las
especies de Lactobacillus a expensas de las que se produce su aumento en los
pacientes con CDI y en los individuos colonizados por C. difficile, e incluso el tipo
de cepa para poder sacar conclusiones acerca de si suponen protección o
susceptibilidad al desarrollo de la CDI. Lo que sí que concluímos es que tanto
Lactobacillus como el resto de LAB son marcadores de disbacteriosis en ambos
grupos de individuos.
335
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
género Clostridioides (0.3638% en P frente a 0% en CTRL). La diferencia entre los
grupos CDI y P no es estadísticamente significativa tanto para la familia
Peptostreptococcaceae como para el género Clostridioides. Por tanto, C. difficile
aparece en casi idéntica abundancia relativa tanto en los pacientes con CDI como
en los individuos colonizados, estando totalmente suprimido en los controles
sanos como era de esperar.
En nuestro estudio, la positividad del gen tcdB por PCR no distingue entre
colonización e infección, ya que en nuestra cohorte de individuos colonizados por
C. difficile el 53% presenta cepas toxigénicas. Esto está en línea con otros trabajos
al respecto (Planche, 2013). Asimismo, algunos estudios han sugerido que la carga
del gen de tcdB es un predictor de positividad de toxina libre (Kim, 2018), aunque
existen resultados contradictorios entre la carga del gen de tcdB y el desarrollo de
la infección (Davies, 2018). En el trabajo de Han y col., donde estudiaron la
microbiota intestinal de pacientes con CDI, individuos portadores asintomáticos
de C. difficile y controles sanos, subclasificaron los sujetos en base a la carga del
gen de tcdB, como sujetos high load tcdB y low high tcdB. La carga de toxina de tcdB
tampoco distinguió entre colonización e infección. Tampoco diferenció
diversidad, agrupamiento ni cambios importantes en géneros productores de
butirato beneficiosos (Han, 2019). Este hecho enlaza con nuestros resultados
donde la abundancia relativa de C. difficile es casi igual en ambos grupos,
sugiriendo que la mayor presencia de esta bacteria no distingue infección ni
colonización, asi como la mayor carga de gen de la toxina tampoco, es decir, la
mayor presencia de producción de toxina. En el trabajo de Zhang y col. se puso
hincapié en que el cluster Clostridium XI, donde se ubica C. difficile, disminuye su
abundancia relativa desde el grupo de pacientes con CDI, portadores
asintomáticos de C. difficile y controles sanos (6.5%, 1.6% y 0%), sugiriendo que la
infección implica mayor presencia de C. difficile (Zhang, 2015). Nosotros no
estamos de acuerdo con esta conclusión. Pensamos que nuestro estudio,
estimando la abundancia relativa del género Clostridioides mediante secuenciación
del gen ADNr 16S, aporta resultados más fiables y concluímos de forma diferente.
336
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
difficile. La expresión de las toxinas se produce al entrar el microorganismo en la
fase estacionaria de crecimiento, supuestamente debido a la limitación de
nutrientes. Los genes tcdA y tcdB se localizan en PaLoc o locus de patogenicidad.
De manera interesante, pueden producirse cambios en la región codificante de las
toxinas de PaLoc como inserciones, deleciones y mutaciones puntuales que
conforman una heterogeneidad genética, dando lugar a una serie de diferentes
toxinotipos. Esto supone que podrían existir cepas con diferente actividad y
especificidad de sus toxinas con respecto a la cepa de referencia de C. difficile VPI
10463 (Rupnik, 2016). Las cepas sin diferencias con respecto a la cepa de
referencia VPI 10463 pertenecerían al toxinotipo 0. Las que presentan diferencias
en los genes tcdA y tcdB se distribuyen en 34 toxinotipos restantes. Se categorizan
en toxinotipos mayores o menores con respecto a sus diferencias con respecto al
toxinotipo 0. La mayor parte de los toxinotipos producen ambas toxinas TcdA y
TcdB. También en su mayoría son capaces de producir la toxina CDT. Los
toxinotipos menores no producen CDT. Siete toxinotipos tienen fenotipo A-B+ y
CDT puede ser positiva o negativa. Los toxinotipos XIa al XId conforman el único
grupo con parte del PaLoc presente pero que no producen toxinas TcdA y TCdB,
pero producen CDT, por tanto, su fenotipo es A-B-CDT+. El fenotipo A+B- no se
detecta con las técnicas descritas de toxinotipado y no se engloba en ningún
toxinotipo específico (Monot, 2015). Los toxinotipos también pueden mostrar
correlación con los diferentes ribotipos, así que el ribotipado de las cepas puede
sugerir la variante génica de las toxinas (Rupnik, 2008). Por consiguiente, los
toxinotipos son importantes porque muestran propiedades funcionales de las
variantes de las toxinas de C. difficile, es decir mayor o menor actividad y mayor o
menor producción. Pero, la correlación entre los diferentes toxinotipos que nos
permita discriminar infección de colonización, así como severidad de la CDI, no
se ha clarificado. No obstante, una pista de que esto puede ser así nos la da el
ribotipo hipervirulento 027. En este ribotipo se produce una variación en el gen
tcdB (Lanis, 2010). La TcdB del ribotipo 027 tiene más poder citotóxico que las
cepas clásicas (Stabler, 2009). Esta variante de TcdB es capaz de traslocarse al
citosol de las células infectadas más rápidamente y el mecanismo de
autoprocesado es más eficiente, ya que presenta una estructura más favorable
para ello.
337
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
En uno de los pocos trabajos que han combinado el estudio de la
microbiota intestinal mediante secuenciación del gen ADNr 16S y el ribotipado de
las cepas toxigénicas causales en 105 pacientes con CDI, 66 pacientes con diarrea
nosocomial no debida a C. difficile y 37 controles sanos, los autores concluyeron
que existía una asociación entre el ribotipo 027 y su mayor capacidad de
colonización y la presencia de mayor cambio en la estructura de la microbiota
intestinal (Skraban, 2013
338
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
frente a 0.2% en CTRL) y de Clostridium innocuum Group (1.0% en CDI frente a
0.0115% en CTRL), produciéndose en el segundo género una diferencia
estadísticamente significativa. Por otro lado, en el grupo de individuos
colonizados por C. difficile se observa una ligera disminución de
Erysipelatrichaceae no estadísticiamente significativa (p=0.0521) (1.6% en P frente
a 1.8% en CTRL). No obstante, también se produce una expansión, aunque menos
pronunciada de Erysipeloclostridium (1.2% en P frente a 0.2% en CTRL) y de C.
innocuum Group (0.2% en P frente a 0.0115% en CTRL), produciéndose únicamente
en el segundo género una diferencia estadísticamente significativa. Además, se
producen perdidas en el grupo P de géneros minoritarios como Catenibacterium,
Holdmanella, Faecalitalea y Erisipelotrichaceae UCG-003, no tan pronunciado en el
grupo CDI. La diferencia a nivel de la familia Erypelatrichaceae entre los grupos
CDI y P es estadíscamente significativa (4.3% en CDI frente a 1.6% en CTRL). Los
géneros Erysipeloclostridium (2.9% en CDI frente a 1.2% en P) y C. innocuum Group
(1.0% en CDI frente a 0.2% en P) presentan mayores abundancias relativas en el
grupo de pacientes infectados que en el los sujetos colonizados, produciéndose
únicamente en el segundo género una diferencia estadísticamente significativa.
339
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
no formadores de esporas, aeróbicos o anaeróbicos facultativos,
quimiorganótrofos y de metabolismo respiratorio y débilmente fermentativo
(Bergey´s Manual of Systematic Bacteriology, 2012).
340
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
casos de peritonitis, abceso intestinal y colitis pseudomembranosa (Alcalde-
Vargas, 2012), aunque es un grupo muy minoritario de la microbiota intestinal.
Los hallazgos de nuestro estudio al respecto de este género nos indican una
mayor expansión en los pacientes con CDI (2.9%) que en individuos colonizados
por C. difficile (1.2%) con respecto a los controles sanos (0.2%). Esta expansión es
presumiblemente debida a la aparición de nuevos nichos ecológicos debido a la
perdida de diversidad y riqueza en ambos grupos CDI y P. Debido al carácter
patógeno de este género y al efecto proinflamatorio intestinal de la familia
Erysipelatrichaceae (Dinh, 2015), consideramos un hallazgo relevante este hecho y
que podría tener repercusión en la transición del estado colonización sin clínica a
un estado de infección. Este hecho no ha sido valorado en ningún trabajo acerca
de la patogénesis de la CDI.
341
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
hallazgo que se debe tener en cuenta. Debido a su poder patógeno intestinal
(Chia, 2017) y extraintestinal (Chia, 2018), capacidad inflamatoria (Dinh, 2015),
podría tener repercusión en la transición del estado colonización sin clínica a un
estado de infección. Este hecho no ha sido valorado en ningún trabajo acerca de la
patogénesis de la CDI. Por consiguiente, los miembros patógenos de la familia
Erysipelatrichaceae que hemos observado, se expanden en los pacientes con CDI,
pero en mucho menor medida en los individuos colonizados por C. difficile y
debido a ello podrían ser predisponentes al desarrollo de CDI. Solo en otros
estudios prospectivos, donde se evalue la microbiota de una cohorte en situación
basal y luego se observe los que evolucionen a CDI o no, se podría saber si este
hallazgo es causa o consecuencia de la CDI.
342
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Por otra parte, las diferencias a nivel de familia que consideramos más
significativas en el grupo P con respecto a controles sanos son las siguientes:
Aumento estadísticamente significativo en la familia Bacteroidaceae
(29.1% en P frente a 11.0% en CTRL).
Aumento no estadísticamente significativo en la familia Tannerellaceae
(2.3% en CDI frente a 1.1% en CTRL) y Rikenellaceae (2.7% en P frente
a 2.6 en CTRL)
Disminuciones estadísticamente significativas en las familias
Muribaculaceae (0.0% en P frente a 1.5% en CTRL) y Prevotellaceae
(1.4% en P frente a 2.5% en CTRL) y Barnesiellaceae (0.2% en P frente a
0.4% en CTRL).
La familia Marinifilaceae presenta igualdad de abundancias relativas
en los grupos Py CTRL (0.2% en P frente a 0.2% en CTRL).
343
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
6.3.3.1 Diferencias de composición en los géneros de la familia Bacteroidaceae
entre los grupos CDI y P con respecto al grupo CTRL.
344
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
con respecto a los controles sanos (63%) (Rea, 2012). Por tanto, ciertamente hay
disparidad de resultados.
345
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
(Gu, 2016). No obstante, y de forma llamativa, Antharam y col. observaron un
aumento de Bacteroides en pacientes con CDI (29.5%) y con diarrea nosocomial
no debida a C. difficile (45.7%) con respecto a controles sanos (16.1%) (Antharam,
2013).
346
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
ellos y generar carbohidratos más simples que sí pueden asimilar otras muchas
bacterias. Dicho todo esto, otro aspecto destacable es que la competición por los
nutrientes entre miembros de la microbiota intestinal es mayor cuando los grupos
de bacterias están mas relacionados filogenéticamente, puesto que de esta manera
comparten genes y capacidades funcionales (Wexler, 2017). Este hecho implicaría
que la depleción del género Bacteroides evidenciada en los pacientes con CDI e
individuos colonizados por C. difficile por muchos autores (Sangster, 2016; Vicent,
2013; Skraban, 2016), aunque no observada en nuestro estudio, podría tener
menos influencia a priori en la perdida de la resistencia a la colonización por
mecanismos de competición de nutrientes, ya que está sería más acusada con la
pérdida de miembros del phylum Firmicutes, en especial de la clase Clostridia,
más cercanos filogenéticamente a C. difficile. Por consiguiente, el género
Bacteroides podría ser más insustancial en este aspecto, aunque esté considerado
un género beneficioso. Se ha observado en un modelo murino que C. difficile es
capaz de degradar la mucina intestinal y metabolizar los ácidos siálicos que la
componen (Ng, 2013). Esto le permitiría expandirse en el intestino y ocupar un
nicho ecológico. Además, la disponibilidad de los ácidos siálicos de la mucosa
intestinal existente tras una disbacteriosis post antibiótica permitiría y sería un
factor importante en la expansión de C. difficile y debido a la gran actividad sobre
los carbohidratos del género Bacteroides, el incremento transitorio post antibiótico
de estos monosacáridos liberados desde la mucosa intestinal proporcionaría una
oportunidad de expansión para C. difficile.
347
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
por los ácidos biliares y por enzimas que secreta el género Bacteroides como la
BSH que inhibien la germinación de C. difficile. La BSH actúa disminuyendo la
reabsorción ácidos biliares desconjugados en el intestino, por tanto, los miembros
que producen este enzima inhiben la proliferación de C. difficile mediante su
efecto sinérgico con BaiCD (Yoon, 2017). Deng y col. observaron que mediante un
tratamiento profiláctico bacterioterápico con Bacteroides fragils se disminuia la
mortalidad y morbilidad en ratones con CDI. Este hallazgo fue atribuido a la
inhibición de la proliferación de C. difficile, modulación de la microbiota intestinal
e inhibición de la destrucción de la barrera intestinal, mitigando el estres epitelial
y la colitis (Deng, 2018).
348
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
colonización por mecanismos de competición de nutrientes, ya que está sería más
acusada con la pérdida de miembros del phylum Firmicutes, en especial de la clase
Clostridia, más cercanos filogenéticamente a C. difficile. Dicho todo esto, y puesto
que Bacteroides es un género muy adaptable a diferentes condiciones ambientes,
las abundancias relativas que encontramos en diferentes poblaciones son
variables y eso ha dificultado encontrar asociación con ciertas situaciones
patológicas (Johnson, 2017). Los trabajos que han estudiado la microbiota
intestinal de la CDI, en distintas situaciones, podrían establecer que podría
tratarse de un género protector, ya que la principal tendencia es la disminución de
sus abundancias relativas en los pacientes con CDI. No obstante, en algunos
trabajos como el Antharam y col. se observó un aumento de los niveles de
Bacteroides en pacientes con CDI y con diarrea nosocomial no debida a C. difficile
con respecto a los controles sanos (Antharam, 2013). En el trabajo de Han se
encontraron niveles de Bacteroides muy parecidos entre pacientes con CDI,
individuos colonizados por C. difficile y controles sanos (Han, 2019). Nuestros
resultados van en la línea de estos hallazgos, con un aumento similar de
Bacteroides en los pacientes con CDI y en los individuos colonizados con respecto
a los controles sanos. Es llamativa la abundancia relativa tan baja de Bacteroides en
el grupo de los controles sanos, así como también muy baja en el grupo de
controles sanos de Antharam y col. Es posible la que perdida de diversidad y
riqueza observado en los grupos CDI y P haya afectado en mayor medida al
phylum Firmicutes con respecto a Bacteroidetes, y que debido a la baja abundancia
relativa de Bacteroides en los controles sanos, pareciera que aumenta en los
pacientes infectados y colonizados por C. difficile. Al encontrar este hallazgo en
ambos grupos CDI y P, no se trata de un género que explique en parte la no
transición desde un estado de colonización a infección, que se observa en los
individuos colonizados de C. difficile.
349
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
en exclusiva al género Parabacteroides. Por otro lado, en el grupo de individuos
colonizados por C. difficile se observa otro aumento de menor medida que el
encontrado en el grupo CDI, estadísticamente significativo (2.3% en P frente a
1.1% en CTRL), también a expensas totalmente de dicho género. La diferencia
entre los grupos CDI y P no es estadísticamente significativa. Dentro de la
abundancia relativa del género Parabacteroides en el grupo CDI, un 2.7%
comprende a la especie Parabacteroides merdae y el 2.0% es Parabacteroides spp. Con
respecto al grupo de los individuos colonizados, un 1.0% pertenece a la especie P.
merdae y el 1.3% es Parabacteroides spp.
350
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
sacarolíticos, cuyos mayores metabolitos producidos son el ácido acético y el
ácido succínico (Sakamoto, 2006).
351
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
presenta elevadas abundancias relativas tanto en pacientes con CDI como en
individuos colonizados por C. difficile, aunque la tendencia es que el aumento es
mayor en los colonizados (Zhang, 2015; Han, 2019). No obstante, nuestros
resultados indican un aumento en ambos grupos de pacientes, aunque es mayor
en los pacientes con CDI. Concluímos que es un género característico de la CDI y
marcador de la disbacteriosis presente tanto en individuos colonizados como
infectados. Es difícil apresurarse a decir que es un género que diferencia el estado
de los infectados y de los colonizados, ya que a raíz de sus mecanismos
subyacentes en la patogénesis de la CDI y de la bibliografía al respecto, harían
falta estudios metagenómicos para concretar que especies están en juego.
352
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
colonizados. Zhang y col. encontraron una perdida más pronunciada en Prevotella
en los portadores asintomáticos, rozando la erradicación, que en los pacientes con
CDI, cuando se compararon los datos de ambos grupos con respecto a los
controles sanos donde su abundancia relativa fue entorno al 5% (Zhang, 2015). En
el trabajo de Han y col. con 58 pacientes con CDI, 21 individuos colonizados y 20
controles sanos, también se evidenció una pérdida de Prevotella en infectados
(1.4%) y colonizados (0.6%) con respecto a los controles sanos (8.2%), aunque de
nuevo más profunda en colonizados (Han, 2019). En el grupo de 12 portadores
asintomáticos del estudio de Dong y col. también observaron una práctica
erradicación de Prevotella en estos con respecto a los controles sanos (0.03% frente
a 5.53%). Los autores expusieron la hipótesis de que Prevotella es un género que
protegería al hospedador frente a la colitis inflamatoria producida por patógenos
debido a su papel en la digestión de carbohidratos complejos y a la producción de
sustratos esenciales para el colonocito (Dong, 2018). Discutiremos esto más
adelante porque existe una dualidad de efectos beneficiosos y efectos
proinflamatorios.
353
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Bacteroides y Prevotella son antagónicos, es decir, o predomina uno o predomina
otro, debido a fenómenos de competición por los nutrientes (Kovatcheva-
Datchary, 2015). Asimismo, los miembros del género Prevotella se adaptan a los
cambios ambientales y nutricionales de la microbiota intestinal modulando la
expresión génica y adquiriendo y perdiendo genes (Gupta, 2015). Esto supone
que sea un género con una gran diversidad génica y que exista una gran
variabilidad en las cepas, lo que es probable que explique la diferente respuesta
de Prevotella a la dieta o a diversas condiciones. Estos datos podrían sugerir que se
trata de un grupo beneficioso, pero también se ha asociado a procesos
inflamatorios. Algunos estudios han demostrado que en los pacientes infectados
con VIH existe una disbacteriosis intestinal caracterizada por un incremento de
Prevotella y un descenso de Bacteroidetes (Luzupone, 2013). Incluso se ha sugerido
que Prevotella sea la causa principal de la inflamación intestinal persistente
observada en estos pacientes y que esto conduzca a una alteración funcional de la
mucosa intestinal e inflamación sistémica crónica (Dillon, 2014). Por lo tanto,
algunas cepas de Prevotella se comportan como patobiontes proinflamatorios y se
expanden en un ambiente inflamatorio, exhibiendo una capacidad intrínsica
superior de estimular los linfocitos Th17, comparada con otros miembros
comensales de la microbiota intestinal (Larsen, 2017). Por otra parte, se ha
evidenciado en ratones tratados con antibióticos que la adición de P. copri
incrementa la susceptibilidad a la colitis inducidad por dextrato sulfato sódico. La
hipotésis de los autores del estudio fue similar a las del trabajo de Dillon y col., es
decir, P. copri podría haberse expandido en un ambiente proinflamatorio y
exacerbar la misma inflamación (Scher, 2013). No obstante, se requieren más
estudios en humanos para caracterizar el rol de Prevotella en las distintas
patologías donde se ha visto que se incrementan sus abundancias relativas. Pero
Prevotella no solo exhibe siempre propiedades proinflamatorias, debemos hablar
solo de especies y cepas específicas de este género con esta capacidad de
patobionte.
354
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
que alterara el transito intestinal. C. difficile era capaz de expandirse utilizando
como fuente de energía este succinato más accesible (Ng, 2013). Prevotella, al igual
que Parabacteroides es un género cuyo principal metabolito generado es el
succinato. Podría permitir o ayudar en la expansión de C. difficile mediante el
mismo mecanismo. Por otra parte, P. copri es capaz de potenciar la colitis en
ratones tanto con disbacteriosis como con la microbiota intestinal intacta, por lo
tanto, se evidencia su poder patógeno por si mismo (Dziarski, 2016).
355
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Firmicutes y de grupos productores de butirato se produciría un ambiente
intestinal proinflamatorio, que permitiría la expansión de especies comprendidas
en el género Prevotella 7 en los pacientes con CDI. Esto por alguna razón no
dilucidada no ocurriría en los individuos colonizados por C. difficile. Por tanto, si
mediante estudios metagenómicos se identifican especies y cepas beneficiosas y
proinflamatorias podríamos encontrar un biomarcador que explique en parte la
diferencia entre el estado de colonización e infección. No obstante, los niveles de
Prevotella 7 y Prevotella 9 nos parece un buen punto de partid para ello.
356
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Por consiguiente, aunque Paraprevotella es un género poco estudiado y
mencionado en su relación con la patogénesis de la CDI, en base a nuestros
resultados y su asociación con otras enfermedades, postulamos que podría
tratarse de un género que favorecería la creación de un ambiente inflamatorio que
ayudaría a desencadenar una respuesta inmune exacerbada en los pacientes con
CDI y a aumentar el daño tisular. Asimismo, la no expansión de este género en
los individuos colonizados por C. difficile resultaría beneficioso para evitar el
desarrollo de clínica.
357
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Alistipes en pacientes con CDI y en controles sanos, mientras que se observó un
leve aumento en los individuos colonizados (Han, 2019). El trabajo de Han y col.
pondría en valor la hipótesis de Milani al respecto de que Alistipes es un grupo
que confiere protección frente a la CDI, puesto que presenta un aumento en los
individuos colonizados por C. difficile. Nuestros resultados son discrepantes a este
respecto, puesto que no encontramos diferencias significativas entre los pacientes
infectados, individuos colonizados y los controles sanos. Por tanto, no podríamos
concluir con nuestros resultados que es un grupo protector, sino más bien
intrascendente.
358
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
productores de succinato, en estudios con ratones se ha observado que el
succinato está presente en muy baja concentración en el intestino y que se elevaba
de forma transitoria después de administración antibiótica y C. difficile era capaz
de expandirse utilizando como fuente de energía este succinato más accesible en
esta nueva situación (Ng, 2013). Alistipes, de forma similar a Prevotella y
Parabacteroides, podría permitir o ayudar en la expansión de C. difficile mediante el
mismo mecanismo.
359
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
difficile se observa una reducción estadísticamente significativa (0.2% en P frente a
0.4% en CTRL), también a expensas totalmente de dicho género. La diferencia
entre los grupos CDI y P no es estadísticamente significativa.
360
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
estado de salud (Mancabelli, 2017). Otros estudios, tanto en humanos como en
ratones, han demostrado que una microbiota intestinal rica en Barnesiella inhibe la
proliferación o la colonización de VRE (Ubeda, 2013). Asimismo, se ha descrito
papel inmunodulador anticanceroso de B. intestinihominis ya que actuaría
modulando la respuesta inmune en este proceso (Daillère, 2016). No obstante, se
ha evidenciado que Barnesiella estaba anormalmente elevada en infectados por
VIH con respecto a controles sanos no infectados (Dinh, 2015).
361
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
El género Odoribacter está compuesto por bacilos Gram negativos,
anaerobios estrictos, inmóviles, no formadores de esporas, cuyos mayores
productos de fermentación son el ácido acético, succínico y propiónico (Hardham,
2008). Consta de 3 especies, Odoribacter denticanis, Odoribacter laneus y Odoribacter
splanchnicus, que son frecuentemente componentes minoritarios de la microbiota
intestinal. Podríamos considerarlo un patógeno oportunista, aunque solo ha sido
aislado en abcesos abdominales secundarios a intervenciones quirúrgicas en
humanos (Göker, 2011).
362
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
evidenció que pacientes con mejoría en los marcadores inflamatorios presentaron
una mayor abundancia relativa de Odoribacter que los no respondedores (Hod,
2018).
363
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
por C. difficile con respecto a los controles sanos. Ahora vamos a discutir a costa
de que familias y géneros es debida estos aumentos.
Por otra parte, las diferencias a nivel de familia que consideramos más
significativas en el grupo P con respecto a controles sanos son las siguientes:
Aumento no estadísticamente significativo en la familia
Enterobacterioceae (14.7% en P frente a 3.0% en CTRL), aunque la p es
0.0770, y de la familia Burkholderiaceae (1.2% en P frente a 0.3% en
CTRL).
364
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
El incremento de la familia Enterobacteriaceae a expensas del género
Escherichia/Shigella es un hallazgo frecuente en los pacientes con CDI. Milani y col.
observaron un aumento hasta el 10.7% en pacientes con CDI con respecto a un
grupo de individuos que no habían recibido administración antibiótica como
controles sanos (Milani, 2016), que presentaron una abundancia relativa del 0.9%,
de forma similar a nuestros resultados. Además, en este trabajo se observó un
llamativo incremento de Klebsiella al 14.3% en el grupo de los pacientes con CDI
desde el 0.12% de los controles sanos (Milani, 2016). Gu y col. corroboraron el
aumento en la familia Enterobacteriaceae y del género Escherichia/Shigella
obtenido mediante secuenciación masiva del ADNr 16S, mediante estudios
metagenómicos para la detección de la especie Escherichia coli, que estaba muy
incrementada con respecto a los controles sanos (Gu, 2016). De esta forma se
evidenció que la principal especie responsable del incremento del género
Escherichia/Shigella (géneros indiferenciables mediante secuenciación masiva del
ADNr 16S) en los pacientes con CDI es mayoritariamente E. coli. Por otra parte, en
trabajos donde se ha estudiado la microbiota intestinal en pacientes con CDI antes
y después de un FMT, se ha observado que el éxito del FMT conlleva una
erradicación o dramática disminución de la familia Enterobacteriaceae y de
géneros como Escherichia/Shigella, Proteus y Klebsiella (Weingarden, 2014; Shahinas,
2012; Brown, 2018).
365
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
colonizados (Rea, 2012). Por otra parte, Dong y col. en 12 pacientes colonizados
por C. difficile obtenidos de la comunidad al realizar un screening poblacional no
evidenciaron incrementos significativos de Escherichia/Shigella (Dong, 2018).
366
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
La competición por los nutrientes de E. coli en el intestino se produce de
varias maneras. En primer lugar E. coli podría utilizar nutrientes que no
consumen otros miembros de la microbiota intestinal. En segundo lugar, una cepa
de E. coli podría consumir más rápido y crecer más rápido que el resto de cepas
de E. coli. En tercer lugar, E. coli podría establecer una relación simbiótica con
otros géneros, como por ejemplo Bacteroides, que es capaz de degradar
polisacáridos complejos puesto que E. coli solo consume monosacáridos y
disacáridos (Conway, 2015). Por consiguiente, la pérdida de diversidad y de
riqueza, principalmente debido a la dramática depleción de miembros del phylum
Firmicutes, que observamos en los pacientes con CDI y en los individuos
colonizados por C. difficile, supone una mayor facilidad de colonización de nuevas
cepas de E. coli. Este hecho explicaría en parte los incrementos observados en el
género Escherichia/Shigella en los grupos CDI y P con respecto a los controles
sanos.
367
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
mucosa. Asimismo, en los colonocitos la principal vía de obtención de energía es
la beta-oxidación del butirato aportado mediante procesos fermentativos por los
grupos productores de butirato, en especial pertenecientes al phylum Firmicutes
(Velazquez, 1997). En este proceso el butirato se transforma en dióxido de
carbono, mediante el consumo de oxígeno. Por tanto, la depleción del phylum
Firmicutes observada en nuestro trabajo, tanto en los pacientes con CDI como en
los individuos colonizados por C. difficile, conlleva una reorientación metabólica
en el colonocito hacia la glucolisis anaerobia, lo que supone un menor consumo
de oxígeno y un aumento de la oxigenación en la superficie del colon, que se
traduce en una expansión de la familia Enterobacteriaceae, principalmente del
género Escherichia/Shigella (Donohoe, 2012). Asimismo, el ambiente
proinflamatorio debido a la disminución de butirato en el intestino grueso
conlleva una hiperplasia en las criptas, y esto supone un reemplazo de los
colonocitos hipóxicos a colonocitos indiferenciados normóxicos (López, 2016). Por
otra parte, la inflamación intestinal (también las toxinas TcdA y TcdB) provoca un
aumento de las especies reactivas de oxigeno capaces de oxidar compuestos de
sulfuro endógenos a tetrationato, un compuesto que actúa como aceptor de
electrones y que también favorece la expansión de anaerobios facultativos
(Winter, 2013). Por consiguiente, mediante estos mecanismos se genera la
expansión de la familia Enterobacteriaceae en los pacientes con CDI y en los
individuos colonizados por C. difficile. De esta forma, se complementa el aumento
de Escherichia/Shigella mediante colonizaciones de cepas nuevas, explicado en el
párrafo anterior.
E. coli es una bacteria que presenta una gran diversidad genética. Esto es
debido a que presenta un genoma flexible que contiene entre 4.5 y 5.5 Mbp de
ADN en función de las cepas (Bergthorsson, 1998). Además, menos de la mitad de
sus genes están conservados en todos los miembros de las diferentes cepas. Estos
datos suponen que hagamos una clasificación basada en criterios genéticos y
clínicos. Diferenciamos entre las cepas de E. coli comensales y sin factores de
virulencia que son miembros de la microbiota intestinal, cepas patógenas
intestinales productoras de diarrea y cepas productoras de infecciones
extraintestinales.
368
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Centrándonos en las cepas de E. coli productoras de diarrea se han
considerado las siguientes:
E. coli enteropatogénica (EPEC).
E. coli enterotoxigénica (ETEC).
E. coli enteroinvasiva (EIEC)
E. coli enteroagregativa (EAEC).
E. coli productora de toxina Shiga (STEC) y E. coli Verocitotoxigénica
(VTEC).
E. coli difusamente adherente (EAEC).
369
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
E. coli enteroinvasiva está muy cercana filogenéticamente a Shigella,
compartiendo muchas de sus propiedades incluido los mecanismos de virulencia.
Ambas bacterias contienen sistemas para invadir células eucariotas y evadir el
sistema inmune del hospedador. La patogénesis de EIEC conlleva la penetración
en la célula epiteliar intestinal, lisis de su vacuola endocítica, replicación
intracelular e invasión de celulares epiteliares adyacentes y finalmente inducción
de la apoptosis en macrófagos infectados y liberación de IL-1β. EIEC podría
producir desde diarrea acuosa hasta colitis inflamatoria y disentería (Kaper,
2004).
Por consiguiente, puesto que en los pacientes con CDI y los individuos
colonizados por C. difficile de nuestro estudio se encuentran incrementos similares
pronunciados de Escherichia/Shigella donde probablemente E. coli será el
componente mayoritario de este cluster, y conociendo que existen varias cepas de
E. coli enteropatógenas, sería interesante conocer la presencia de estas cepas en
ambos grupos de estudio. Es por lo cual que formulamos la hipótesis que en el
grupo CDI hay una colonización de cepas patogénicas que podrían potenciar los
efectos de las toxinas de C. difficile. Esta colonización es más susceptible en estos
370
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
pacientes debido a la perdida de diversidad y riqueza de la microbiota intestinal
que presentan. Por otra parte, esta colonización no se produciría en los
individuos colonizados por C. difficile. Este hecho podría explicar en parte la
diferente expresión clínica en la infección con respecto a la colonización de C.
difficile.
371
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
ulcerosa (Kaur, 2018). Los serotipos K1 y K2 son considerados los más virulentos
debido a la presencia de una cápsula de polisacárido que le permite eludir la
fagocitosis por los macrófagos. Por consiguiente, por todo lo explicado respecto a
este género en este párrafo y en el anterior, consideramos que el incremento de
Klebsiella que observamos en los individuos colonizados por C. difficile con
respecto a los controles sanos y a los pacientes con CDI, debería complementarse
mediante estudios metagenómicos para conocer las especies colonizantes y en
caso de ser K. pneumoniae, su serotipo. Aún así, lo consideramos un género de
poca influencia.
372
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
agrava la disbacteriosis de esos pacientes y potencia la presencia de clínica, ya
que hemos visto que adopta un rol oportunista en coinfecciones con otros
patógenos intestinales (Müller, 1986). Este hecho no se produciría en los indiviuos
colonizados y explicaría en parte junto a otras alteraciones y diferencias que C.
difficile no sea causante de clínica en estos individuos.
373
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
fermentación el ácido succínico, y que, aunque es definido como anaerobio
estricto es capaz de tolerar ciertas concentraciones de oxígeno, mediante
mecanismos desconocidos. También se evidenció que las concentraciones
intestinales en los ratones colonizados por Parasutterella de ácidos biliares
primarios como el ácido cólico y taurocólico, y algunos secundarios como el ácido
taurodesoxicólico, estaban disminuidos. Aunque los autores no pueden concluir
si este cambio en el metabolismo de los ácidos biliares fue debido a la
introducción de Parasutterella o de cambios que produjese Parasutterella en la
actividad de otras bacterias (Ju, 2019). Esta relación con el metabolismo de los
ácidos biliares fue conjeturada previamente por Staley y col. en un trabajo donde
estudiaron la restauración de la microbiota intestinal en pacientes con CDI
sometidos a FMT (Staley, 2016). Observaron que el género Parasutterella, junto con
otros, se incrementaba en los pacientes curados “post FMT” y formularon la
hipótesis de que los miembros de estos géneros tuvieran influencias sobre el
metabolismo de los ácidos biliares, mecanismo esencial ya que tiene gran
influencia sobre las esporas de C. difficile. Aunque los autores recomendaron
tomar esta hipótesis con cautela, gracias al trabajo de Ju y col. sabemos que sí
tiene influencia sobre el metabolismo intestinal de los ácidos biliares. No obstante,
no podemos aseverar si Parasutterella es un grupo protector de CDI a este
respecto, si no se evidencia que presenta actividad BaiCD. Por otra parte, otro
trabajo ha puesto de manifiesto que el género Parasutterella era más abundante en
heces en pacientes con síndrome inflamatorio intestinal que en controles sanos y
que podría estar relacionado con el desarrollo del síndrome de colon irritable.
Asimismo, los mismos autores observaron que este incremento en la abundancia
relativa de Parasutterella se relacionaba con un aumento del cociente entre células
inflamatorias y células epiteliares en el téjido intestinal, lo cual sugería que podría
estar asociado con la inflamación crónica intestinal en pacientes con enfermedad
inflamatorio intestinal (Chen, 2018).
374
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
contrario, ya que se observa en indivuos infectados y colonizados por C. difficile.
Debido a la reciente identificación y más reciente caracterización metabólica
(Nagai, 2009; Ju, 2019) no se ha establecido la relación entre CDI y Parasutterella,
salvo Staley y col. que conjeturaron su actividad sobre el metabolismo de los
ácidos biliares (Staley, 2009). De hecho, casi ningún trabajo resalta la abundancia
relativa de Parasutterella en estos trabajos. Por ejemplo, Zhang y col. observaron
una reducción de Parasutterella tanto en sujetos infectados como colonizados por
C. difficile con respecto al 3% observado en los controles sanos (Zhang, 2015),
apuntando a que su pérdida disminuye la resistencia a la colonización de
patógenos intestinales. Pero, por otra parte, ya hemos visto que es un género
relacionado con la inflamación intestinal (Chen, 2019) y, además, al ser un género
productor de ácido succínico podría permitir la expansión de C. difficile, puesto
que lo utiliza como fuente de energía (Ng, 2013). Por lo tanto, es un género del
cual se conoce poco y del cual tenemos pruebas a favor y en contra de si se trata
de un género protector o predisponente de CDI. Se deberían establecer estudios
metagenómicos y funcionales en modelos murinos, en relación con la CDI, para
hipotetizar su función en la patogénesis de la CDI.
375
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
de Bifidobacterium implicadas son Bifidobacterium longum subsp longum y
Bifidobacterium breve, principalmente.
376
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
El género Bifidobacterium está compuesto bacilos Gram positivos de
diferente morfología, no formadores de esporas, inmóviles, anaerobios estrictos,
aunque algunas especies son capaces de tolerar O2 siempre en presencia de CO2.
Presenta actividad sacaroclástica y su metabolismo es fermentativo, donde el
ácido acético y el ácido láctico son los principales productos finales, a relación
molar 3:2. Tambíen se genera en mucha menor medida ácido succínico, ácido
fórmico y etanol (Bergey´s Manual of Systematic Bacteriology, 2012).
377
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
vegetales, de diversa estructura química pero siempre con residuos hidroxifenilo.
La mayor parte de los polifenoles de la dieta alcanzan el intestino grueso donde
son fermentados por miembros de la microbiota intestinal, en especial por
bacterias del género Bifidobacterium (Cardona, 2013). Bifidobacterium degrada el
nucleo polifenólico en ácidos carboxílicos aromáticos más simples, que son
considerados responsables de sus propiedades beneficiosas (Pasinetti, 2018).
Entre estas propiedades están las antimicrobianas y las antinflamatorias (Boto-
Ordóñez, 2014), las cuales podrían ser beneficiosas en el contexto de la CDI.
378
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Microbiology and Infectious Diseases, Infectious Diseases Society of America, Society for
Healthcare Epidemiology of America) no recomiendan la administración de
probióticos como medida para prevenir o tratar la CDI (McDonald, 2018; Debast,
2014), y esto es debido a que existe una enorme variedad de probióticos
disponibles y los ensayos clínicos que se hacen al respecto son normalmente de
poca calidad, con tamaños muestrales pequeños, incontrolados y frecuentemente
financiados por la casa comercial del mismo probiótico (McFarland, 2009). Una
reciente revisión en Cochrane de 31 ensayos clínicos concluyó que existía una
evidencia moderada para afirmar que los probióticos eran seguros y eficaces para
prevenir la CDI, sobre todo en pacientes no inmunocomprometidos o no
severamente debilitados (Goldenberg, 2017). No obstante, pocos trabajos han
evaluado la inhibición de C. difficile por cepas del Bifidobacerium tanto in vivo como
in vitro. Yun y col. investigaron el efecto de la cepa ATCC 15707 de B. longum
sobre la mortalidad y el daño intestinal en ratones infectados por C. difficile,
observando un efecto beneficioso en estas dos variables (Yun, 2017). Valdés-
Valera y col. observaron que las cepas B. animalis subsp. lactis Bb12, B. longum
IPLA20022, B. bifidum IPLA20015 y B. breve IPLA20006, eran capaces de inhibir el
crecimiento y disminuir la producción de TcdA y TcdB in vitro mediante cocultivo
con C. difficile, aunque este efecto fue variable en base al prebiótico añadido
(Valdés-Varela, 2016). El trabajo más completo hasta la fecha que contiene
estudios in vitro e in vivo con ratones, es el realizado por Wei y col., donde
evaluaron la capacidad neutralizante a las toxinas de C. difficile así como la
prevención del desarrollo de CDI en ratones, de la cepa B. longum JMD301.
Observaron in vitro mediante cocultivo con C. difficile que B. longum JMD301
inhibió su crecimiento y promovió la degradación de TcdA y TcdB. Esto fue
confirmado in vivo al determinar la cantidad de toxinas y la abundancia de C.
difficile en el intestino de los ratones infectados por C. difficile a los que se le
suministró este probiótico. Además, evidenciaron una reducción de interleucinas
proinflamatorias como la IL-6 y el TNFα, un aumento de la interleucina
inmunosupresora IL-10 y un menor daño tisular intestinal. Posteriormente,
ampliaron el experimento in vitro con otras 40 cepas probióticas de Bifidobacterium
y Lactobacillus y observaron que el efecto producido por 8 cepas de B. longum
sobre C. difficile era similar al obtenido por la cepa JMD301 y era dosis
dependiente (Wei, 2018). En este trabajo también se pone de manifiesto que el pH
379
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
ácido generado por Bifidobacterium es una variable importante en la neutralización
de las toxinas, además de en la inhibición del crecimiento y por consiguiente en la
producción de toxinas por C. difficile. Aquí entra la importancia de los ácidos
orgánicos generados por Bifidobacterium que es uno de los mecanismos mediante
los cuales logra inhibir el sobrecrecimiento y toxicidad de C. difficile. Como ya
dijimos para las bacterias LAB, el ácido acético y láctico, principales productos de
la fermentación de Bifidobacterium, contribuyen a la acidificación de del
microambiente intestinal y esto les permite competir con otras bacterias menos
acidófilas como C. difficile (Pessione, 2012). Además, aunque Bifidobacterium no
genere ácido butírico, un potente, antiinflamatorio, lo hace de forma indirecta
puesto que géneros como Agathobacter utilizan como sustrato el acetato para
producirlo (Rivière, 2015). Asimismo, el ácido láctico es capaz de modular la
respuesta inmune innata al actuar sobre los neutrófilos y las células epiteliales
intestinales (Blad, 2012), enlazando con otro mecanismo que hace que
Bifidobacterium tenga efectos beneficiosos sobre la CDI, como es la
inmunomodulación. Los otros mecanismos de acción anti C. difficile son la síntesis
de moléculas antibacterianas y los mecanismos competitivos. Estudios in vitro e in
vivo han evidenciado que la capacidad adherente a la capa mucosa y las células
epiteliares intestinales de Bifidobacterium interfiere con los patógenos intestinales
(Servin, 2004). Otro aspecto importante de Bifidobacterium presente en algunas
especias y cepas es la presencia de capa polisacarídica extracelular. Se le atribuyen
funciones de inmunomodulación y de modulación de la microbiota intestinal,
puesto que puede actuar como reservorio de nutrientes (Bottacini, 2017).
380
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
individuos no expresen la clínica asociada a la CDI. Hasta nuestro conocimiento,
es la primera vez que se llega a estas conclusiones con respecto a la colonización
por C. difficile. Asimismo, debido a que la eficacia de Bifidobacterium como bacteria
con propiedades probióticas es dependiente de la especie y la cepa, mediante
estudios metagenómicos se podría complementar el estudio y evidenciar las cepas
concretas que se conservan en los individuos colonizados por C. difficile.
381
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
de A. muciniphila en 12 pacientes con CDI con respecto a 12 controles sanos. Los
autores destacaron que debido a la capacidad de A. muciniphila de degradar la
mucina, y puesto que C. difficile por si mismo también es capaz de degradar la
mucina, le proporcionaría una ventaja selectiva de expandirse, ya que es capaz
adherirse a una capa mucosa alterada con mejor eficacia que otros miembros de la
microbiota intestinal (Sangster, 2016). Por tanto, según los autores, la mayor
presencia de A. muciniphila podría facilitar la transición desde un estado de
colonización a un estado de infección. De manera interesante, los autores también
reflexionan sobre la dificultad de curación completa y los fracasos terapéuticos de
la CDI, puesto que otras bacterias coexistentes a C. difficile dificultan reestablecer
la microbiota normal, por diferentes mecanismos, y uno de ellos podría ser la
degradación de la mucina de la capa mucosa que realiza A. muciniphila. Otro
trabajo que fue publicado en la misma fecha que el de Sangster y col. también
evidenció un incremento de A. muciniphila del 3.6% en pacientes con CDI, con
respecto al 0.6% que se observo en individuos que no habían recibido tratamiento
antibiótico como controles sanos (Milani, 2016). Estos autores señalaron que,
aunque A. muciniphila presenta propiedades beneficiosas, su expansión en los
pacientes con CDI podría estar relacionada con la modificación del
microambiente intestinal, y podría reflejar la inflamación de la capa mucosa.
Recientemente, Han y col. han mostrado unos resultados menos espectaculares,
con una abundancia relativa media A. muciniphila del 0.14% en individuos con
presencia de tcdB frente al 0.01% de los controles sanos (Han, 2019). Nuestros
resultados muestran por primera vez un incremento de A. muciniphila en los
pacientes con CDI y una dismunición en los individuos colonizados por C.
difficile.
382
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
altamente O-glicosilados. La estructura básica de polisacárido es una combinación
de galactosa, N-acetilgalactosamina y N-acetilglicosamina, con diferentes glicanos
unidos a este nucleo cuyo monosacárido terminal suele ser fucosa o ácido siálico.
La mucina MUC2 es la más abundante en el colon (Sicard, 2017). La capa mucosa
del colon es la mas gruesa de todo del intestino, debido a que alberga a un gran
número de bacterias. Se divide en una capa interna densa, firmemente ligada al
epitelio intestinal, poco permisiva a la penetración de bacterias, y una capa
externa expuesta a la actividad proteolítica y sacarolítica de las bacterias de la
microbiota intestinal, que además les proporciona sitios de adhesión (Sicard,
2017). La competición por este nicho ecológico es importante a la hora de
conformar la estructura de la microbiota intestinal.
383
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
6.4 VISIÓN GLOBAL DE LOS RESULTADOS.
384
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
difficile. Consideramos importante destacar que el grupo de individuos
colonizados por C. difficile del presente estudio fue captado principalmente desde
la comunidad (87%). Aunque el 47% de estos individuos presentaron diarrea en el
momento de la inclusión en el estudio (adquirida en la comunidad), se incluyeron
en el grupo P en base a que la diarrea se pudo atribuir a otra causa o bien porque
se determinó que la cepa causal de C. difficile era no toxigénica, por tanto, no
atribuible a la causa de la clínica. Para ello tuvimos en cuenta la definición exacta
del estado de colonización de C. difficile (Furuya-Kanamori, 2015) puesto que en
muchos trabajos hay cierta confusión en este aspecto. No obstante, nuestros
resultados muestran que la pérdida de alfa diversidad y riqueza de la microbiota
intestinal de los pacientes infectados por C. difficile no se diferencia de la de los
colonizados, a pesar de ser las condiciones de los primeros más propicias a una
disbacteriosis que la de los segundos. Hay muy pocos trabajos que incorporen
una cohorte de individuos colonizados por C. difficile (y esto es una de las razones
de ser del presente estudio) para el estudio de la patogénesis de la CDI, pero en
estos la colonización por C. difficile en muchas ocasiones también implicaría
pérdida de alfa diversidad y de riqueza de su microbiota intestinal. Por tanto,
concluimos que la pérdida de alfa diversidad y de riqueza de la microbiota
intestinal en individuos colonizados por C. difficile no es un factor de desarrollo
irremediable hacia la CDI y que, por tanto, debe haber otras diferencias que
expliquen por qué esto no sucede.
385
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
entre los dos primeros grupos. Este hecho enlazaría con la dinámica de cambios
de la microbiota intestinal en los pacientes ingresados con CDI que se ha
observado en los pocos estudios prospectivos al respecto (Lee, 2017; Vicente,
2016). Este dato explicaría la elevada variabilidad interindividual observada en
nuestro grupo de pacientes con CDI, no obstante, el grupo de individuos
colonizados por C. difficile proviene principalmente de la comunidad. Por otra
parte, el estudio de agrupamiento basado en PCoA utilizando la distancia
UniFrac muestra como la microbiota intestinal de los grupos de pacientes con CDI
e individuos colonizados por C. difficile frente a los controles sanos tienen
probables estructuras diferentes puesto que se ubican en regiones diferentes,
debido a grandes diferencias en su composición. No obstante, los individuos de
los grupos CDI y P se solapan en dos clusters, por tanto, no podemos
diferenciarlos entre si. Además, es observable que presentan una mayor
variabilidad interindividual que el cluster de los controles sanos. Por consiguiente,
al igual que el estudio de alfa diversidad, la beta diversidad de los individuos
colonizados por C. difficile tampoco muestra diferencias significativas con la de los
pacientes infectados por C. difficile, por lo que su composición debe ser similar y
las diferencias las deberemos encontrar a nivel de escasos géneros. Por otra parte,
este hallazgo que nos indica una diferente estructura de la microbiota intestinal
en el estado de infección y colonización por C. difficile con respecto a los controles
sanos, tampoco es únicamente característico de estas situaciones, ya que se ha
observado que pacientes con diarrea nosocomial no debida a C. difficile (Gu, 2016)
y pacientes hospitalizados a los que se la administrado terapia antibiótica (Milani,
2016) también conforman clusters diferentes a los controles sanos mediante PCoA.
Por consiguiente, tampoco es un elemento diferenciador único del estado de
colonización e infección por C. difficile.
386
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
clusters separados de los controles sanos, aunque con cierto grado de
solapamiento entre ellos.
387
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
Han, 2019) por C. difficile y posiblemente el más robusto marcador de
disbacteriosis en términos generales (Shin, 2015). Su presencia provoca efectos
adversos puesto que son patógenos oportunistas reconocidos.
388
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
establezca la virulencia completa. Los resultados hallados al respecto de la alfa y
beta diversidad, riqueza y abundancias relativas de los phylum mayoritarios
Firmicutes, Bacteroidetes y Proteobacteria todavía no evidenciaron tales
diferencias entre individuos infectados y colonizados por C. difficile.
389
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
primarios presentan una actividad germinante de las esporas de C. difficile
mientras que los secundarios presentan actividad inhibitoria. Los ácidos biliares
primarios que llegan al intestino grueso en muy baja cantidad porque la mayor
parte son reaobsorvidos, son biotransformados en ácidos biliares secundarios
mediante enzimas secretados por la microbiota intestinal de forma específica. En
individuos sanos con una microbiota intestinal rica y diversa, los ácidos biliares
primarios germinantes, son rápidamente desconjugados y transformados en
ácidos biliares secundarios por ciertos grupos de bacterias, reduciendo su
concentración y la probabilidad de germinación de las esporas de C. difficile
(Sarker, 2012). El enzima clave es BaiCD, no obstante, esta capacidad esta limitada
a un grupo muy reducido de bacterias. Las bacterias cuyo genoma codifique estos
enzimas producirían un efecto inhibitorio sobre la germinación de las esporas de
C. difficile. Perder estos grupos supondría una pérdida de este mecanismo de
resistencia a la colonización. Muchas de las especies con actividad BaiCD se
incluyen en el cluster Clostridium XIVa, muy relacionadas filogenéticamente unas
con otras (Ridlon, 2016) que comprende principalmente a la familia
Lachnospiraceae (Collins, 1994). Clostridium Scindens presenta una actividad
BaiCD muy elevada y aunque se engloba dentro del género Lachnoclostridium, que
está aumentado en los pacientes con CDI con respecto a los controles sanos e
individuos colonizados por C. difficile, mediante la secuenciación del gen ADNr
16S logramos suficiente profundidad para diferenciar que C. Scindens es
ligeramente mayor en el grupo de individuos colonizados que en pacientes con
CDI, aunque de forma no significativa, pero remarcando la importancia de este
minoritario grupo en la inhibición de un microambiente intestinal propicio para la
germinación de las esporas de C. difficile que se amortiguaría en los individuos
colonizados. Respecto al género Blautia, que también como grupo de bacterias
con actividad BaiCD (Buffie, 2015; Daquigan, 2017) se conserva de igual forma en
el grupo P en mayor abundancia que en el grupo CDI, llegando a la misma
conclusión. El último género que destacamos con actividad BaiCD es Eubacterium
(Buffie, 2015; Daquigan, 2017). El género Eubacterium se situa en en diferentes
familias, por las razones antes esgrimidas sobre la continua reorganización de los
clostridiales. En la familia Lachnospiracea se han situado varios grupos como
Eubacterium ventriosum Group, Eubacterium eligens Group, Eubacterium xylanophilum
Group, Eubacterium ruminantium Group, Eubacterium fissicatena Group, Eubacterium
390
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
hallii Group y Eubacterium oxidoreducens Group. Todos estos grupos se encuentran
en muy escasa abundancia relativa en el grupo de controles sanos y se observa
una práctica erradicación en los pacientes con CDI y una mínima conservación en
los sujetos colonizados. En Eubacterium coprostanoligenes Group de la familia
Ruminococcacea se observa la misma tendencia. Todos estos resultados nos
confirman que la relación entre el metabolismo de los ácidos biliares por parte de
miembros de la microbiota intestinal y su relación con la patogénesis de la CDI es
un mecanismo esencial, y el abordaje del presente estudio mediante un grupo de
pacientes con CDI y un grupo de individuos colonizados de C. difficile así lo
muestra.
391
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
nuevos nichos ecológicos disponibles en pacientes con CDI (Antharam, 2013;
Weingarden, 2014) y en individuos colonizados por C. difficile (Han, 2019). El
hecho que este hallazgo también se produzca en el grupo de individuos
colonizados por C. difficile nos indica que no se trataría de un grupo demasiado
importante ni discriminatorio de ambos estados. No obstante, es un indicador de
disbacteriosis franca en ambos estados.
392
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
beneficiosos en este aspecto. Al igual que ocurre con la expansión del phylum
Protebacteria, pensamos que la expansión que se produce en el género
Streptococcus es debida a la perdida en la riqueza de anaerobios estrictos que
supone una ventaja selectiva para los anaerobios facultativos (Rivera-Chávez,
2016; Donohoe, 2012). Por tanto, en base a nuestros resultados pensamos que la
aparición del género Streptococcus surje como “efecto” y no como “causa” en la
disbacteriosis presente en pacientes con CDI e individuos colonizados por C.
difficile. Asimismo, si bien es un género con potencial poder patógeno, pensamos
que en el contexto de la CDI se trata de un grupo protector, debido
principalmente a la producción metabólica de ácido láctico. El hecho que en
nuestro estudio se situen sus niveles de forma superior en individuos colonizados
que en infectados por C. difficile nos lo situa como posible candidato a factor
protector de moderada importancia, que explique en parte, la no transición de un
estado de colonización sin clínica a un estado de infección. Con respecto al género
Enterococcus nuestros resultados muestran otro incremento, aunque muy leve, en
pacientes con CDI y en individuos colonizados por C. difficile con respecto a los
controles sanos y sin diferencias significativas. Varios y diversos trabajos han
evidenciado que los pacientes con CDI presentan incrementos del género
Enterococcus como miembro de la microbiota intestinal (Sangster, 2012; Milani,
2016; Antharam, 2013; Gu, 2016) aunque también se ha evidenciado en pacientes
con diarrea nosocomial no debida a C. difficile (Antharam, 2013; Gu, 2016). En
individuos colonizados por C. difficile también se ha evidenciado la presencia de
Enterococcus (Ozaki, 20014; Zhang, 2015). A pesar de estos hallazgos y los nuestros
se desconoce el efecto y el rol de Enterococcus en la patogénesis de la infección y/o
colonización por C. difficile. Enterococcus es un género anaerobio facultativo que es
capaz de adaptarse a la presencia de O2 en su nicho ecológico y adaptarse a un
metabolismo oxidativo en ciertas situaciones. También la perdida de anaerobios
estrictos en los grupos CDI y P le supone una ventaja selectiva (Rivera-Chávez,
2016) por el mismo mecanismo que al género Streptococcus. Por consiguiente, la
aparición de Enterococcus es “efecto” y no “causa” de la disrupción de la
microbiota intestinal de estos individuos. Tampoco, nuestros resultados muestran
que sea un hallazgo diferenciador de la microbiota intestinal de los pacientes con
infección y colonización por C. difficile. Algunos de los autores mencionados,
debido a que Enterococcus presenta factores de virulencia y poder patógeno,
393
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
comportándose como un patógeno oportunista en ciertas situaciones, piensan que
podría colaborar en la patogénesis de la CDI. Para nosotros Enterococcus presenta
una dualidad de efectos positivos (debido a la actividad frente a C. difficile del
ácido láctico) o negativos (debido a la citolisina y demás factor de virulencia) en
función de la cepa de E. faecalis o E. faecium que formen parte de la microbiota
intestinal de los pacientes con CDI o individuos colonizados por C. difficile. Por
consiguiente, estamos de acuerdo que se trata de un género característico de de la
colonización y/o infección por C. difficile, pero que para poder sacar conclusiones
sobre el poder que ejerce en la patogenicidad de la CDI se debería recurrir a
estudios metagenómicos para conocer la especie y el grado de virulencia de esta.
Por último, Lactobacillus muestra otro incremento, aunque muy leve, en pacientes
con CDI y en individuos colonizados por C. difficile con respecto a los controles
sanos, sin diferencias significativas aunque superior en el grupo CDI. Se trata de
un género poco relacionado con la patogénesis con la CDI al respecto de la
microbiota intestinal, y se ha incidido más bien poco en su importancia al
respecto, aunque algún autor ha destacado unos resultados similares a los
nuestros (Gu, 2016), incluso en los individuos colonizados por C. difficile (Zhang,
2015). Los pocos estudios muestran resultados dispares sobre si se trata de un
género protector (Shahinas, 2012) o susceptible (Brown, 2018) al desarrollo de
CDI. Además, Lactobacillus se compone de más de 170 especies y varias
subespecies con una gran variabilidad fenotípica y genotípica que hace muy
complicado generalizar acerca del género. Aunque se ha asociado a ciertas
infecciones, lo cierto es que Lactobacillus presenta potenciales efectos beneficiosos
debido a la producción de AGCC, en especial el ácido láctico, con los efectos antes
mencionados sobre C. difficile y sus toxinas, y otras sustancias de interés como los
ácidos linoleicos de acción antinflamatoria, los compuestos fenólicos (Mikelsaar,
2016) y ciertas bacteriocinas (Pessione, 2012). Pero hay que remarcar que no todas
las especies de Lactobacillus tienen propiedades probióticas inhibiendo el
sobrecrecimiento de patógenos intestinales como C. difficile, ya que la eficacia de
una bacteria probiótica es cepa dependiente (Goldstein, 2017). Por consiguiente,
Lactobacillus es un género complejo de interpretar en el contexto de la CDI. Su
expansión en los pacientes con CDI y en individuos colonizados por C. difficile, es
debido a la misma razón por la que se produce la expansión de otras LAB como
Streptococcus y Enterococcus. Es difícil de prever lo que supone a la patogénesis de
394
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
la CDI este género, puesto que algunas especies y cepas de estas especies, no
todas, presentan efectos beneficiosos sobre la CDI y que, por otra parte, se han
documentado casos de infecciones por Lactobacillus, pudiéndose comportar como
un patógeno oportunista. Lo cierto es que se deberían recurrir a estudios
metagenómicos para caracterizar las especies de Lactobacillus a expensas de las
que se produce su aumento en los pacientes con CDI y en los individuos
colonizados por C. difficile, e incluso el tipo de cepa, para poder sacar conclusiones
acerca de si suponen protección o susceptibilidad al desarrollo de la CDI. Lo que
si que concluímos es que tanto Lactobacillus como el resto de LAB son marcadores
de disbacteriosis en ambos grupos de individuos.
395
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
entre los diferentes toxinotipos que nos permita discriminar estados de infección
y colonización no se ha clarificado. Una pista podría la variente del tcdB del
ribotipo 027 que codifica una toxina de mayor poder citotóxico que las cepas
clásicas (Stabler, 2009). Por otra parte, la variabilidad del espectro clínico que
presenta la CDI, incluso pudiendo establacerse un estado de colonización
asintomática, es debido a condiciones del individuo (como el grado de
compromiso de la microbiota intestinal) y a la virulencia de la cepa causal de C.
difficile. Por consiguiente, nuestros resultados apuntan a que la abundancia
relativa de C. difficile no es un elemento diferenciador del estado de colonización e
infección y que habría que buscar factores de virulencia como el toxinotipado en
futuros estudios como tal.
396
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
la abundancia relativa es prácticamente del 0%), siendo significativas las
diferencias entre los infectados y los colonizados por C. difficile y los infectados
frente a los controles sanos. Se trata de un miembro minoritario de la microbiota
intestinal con poder patógeno capaz de producir infecciones extraintestinales pero
muy graves (Chia, 2017), sobre todo en pacientes ancianos con enfermedades de
base e infecciones gastrointestinales secundarias al consumo de antibióticos como
diarrea, colitis severa y colitis pseudomembranosa (Chia, 2018). Asimismo, es un
género resistente a la vancomicina de forma constitutiva, debido a
particularidades en la composición del peptidoglicano de su pared celular. Por
tanto, de igual forma que con Erysipelatoclostridium, la expansión de Clostridium
innocuum Group es debida a la aparición de nuevos nichos ecológicos. El hecho
que el incremento sea significativamente superior en pacientes con CDI con
respecto a los individuos colonizados por C. difficile pensamos que es importante
y se debe tener en cuenta en la patogénesis de la CDI. Debido a su poder como
patógeno intestinal (Chia, 2017) y capacidad inflamatoria (Dinh, 2015) podría
tener repercusión como grupo predisponente a desarrollar CDI. Este hecho no ha
sido valorado en ningún estudio acerca de la patogénesis de la CDI. Por
consiguiente, los miembros patógenos de la familia Erysipelatrichaceae que
hemos mencionado se expanden en los pacientes con CDI, pero en mucho menor
medida en los individuos colonizados por C. difficile y debido a ello son
predisponentes al desarrollo de CDI.
397
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
2013) como en colonizados por C. difficile (Han, 2019). Bacteroides conforma un
género heterogéneo bioquímica y fisiológicamente. Presenta una capacidad muy
adaptable al medio y una gran capacidad de metabolización de polisacáridos
provenientes de la dieta y del mismo hospedador. Es por ello su amplia
distribución como miembro mayoritario de la microbiota intestinal.
Consideramos insustancial una teórica perdida de Bacteroides, mostrada por
muchos autores, al respecto de la patogénesis de la CDI, debido a que la
competición por los nutrientes suele ser mayor entre bacterias cercanas
filogenéticamente, por tanto, sería más probable la expansión de C. difficile con la
depleción del phylum Firmicutes. De hecho, se ha observado que C. difficile es
capaz de degradar la mucina de la capa mucosa y de metabolizar los ácidos
siálicos que la componen (Ng, 2013), permitiéndole su expansión. Por tanto, la
mayor disponibilidad de los ácidos siálicos de la mucosa intestinal que se genera
tras una disbacteriosis post antibiótica sería un factor importante en la expansión
de C. difficile y debido a la gran actividad sobre los carbohidratos del género
Bacteroides, el incremento transitorio post antibiótico de estos monosacáridos
liberados desde la mucosa intestinal proporcionaría una oportunidad de
expansión para C. difficile. Asimismo, Bacteroides también es considerado un
patógeno oportunista, ya que es agente etiológico de multitud de infecciones,
principalmente intraabdominales. Por otra parte, mediante estudios in vitro y
modelos murinos se ha evidenciado en algunas especies una capacidad para
mitigar la CDI (Deng, 2018; Yoon, 2017) y presenta una actividad
inmunomoduladora en procesos inflamatorios intestinales que podría limitar la
respuesta inmune exacerbada que se observa en los pacientes con CDI (Hee,
2007). Por consiguiente, pensamos que es difícil establecer si se trata de un género
que indique protección o susceptibilidad a desarollar CDI. Al producirse el
incremento de Bacteroides en ambos grupos CDI y P, no se trata de un género que
explique en parte la no transición desde un estado de colonización a infección, ya
que se observa igual de aumentado en los individuos colonizados de C. difficile.
Por último, es llamativa la abundancia relativa tan baja de Bacteroides en el grupo
de los controles sanos. Pensamos que la perdida de diversidad y riqueza
observado en los grupos CDI y P haya afectado en mayor medida al phylum
Firmicutes con respecto a Bacteroidetes, y que debido a la baja abundancia
398
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
relativa de Bacteroides en los controles sanos, pudiera parecer que aumenta en los
pacientes infectados y colonizados por C. difficile.
399
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
el grupo CDI que no se observa en los controles sanos ni en el grupo P. La
pérdida del género Prevotella y de otros miembros de la familia Prevotellaceae en
los pacientes con CDI (Vincent, 2013; Skraban, 2013; Rea, 2012) e individuos
colonizados por C. difficile (Zhang, 2015; Han, 2019; Dong, 2018) es un hallazgo
evidenciado en muchos estudios. Se suele concluir que Prevotella es un género
protector debido a su papel en la digestión de carbohidratos complejos y a la
producción de sustratos esenciales para el colonocito. No obstante, se ha sugerido
que Prevotella es la causa principal de la inflamación intestinal persistente en
pacientes VIH generando a una alteración funcional de la mucosa intestinal e
inflamación sistémica crónica (Dillon, 2014), se ha visto que en ratones tratados
con antibióticos la adición de Prevotella copri incrementa la susceptibilidad a la
colitis inducidad por dextrato sulfato sódico (Scher, 2013) y también que, P. copri
es capaz de potenciar la colitis en ratones tanto con disbacteriosis como con la
microbiota intestinal intacta (Dziarski, 2016). Además, Prevotella, al igual que
Parabacteroides es un género cuyo principal metabolito generado es el succinato y
podría permitir o ayudar en la expansión de C. difficile mediante el mismo
mecanismo. Por tanto, se trata de un género con una gran diversidad génica,
existiendo una gran variabilidad en las cepas y tenemos una dualidad de efectos
patobiontes y beneficiosos. Nuestros resultados muestran que Prevotella 9 está
erradicada en el grupo CDI, aunque sin embargo se conserva en los individuos
colonizados por C. difficile y en los controles sanos, con lo que podríamos concluir
que este género comprendería a grupos beneficiosos, los cuales se verían privados
los pacientes con CDI y no los controles sanos ni los colonizados. Por otra parte, el
género Prevotella 7 se expande en los pacientes con CDI y se mantiene erradicado
en los controles sanos y en los colonizados, pudiendo comprender a especies
patobiontes proinflamatorias. Debido a la perdida de miembros del phylum
Firmicutes y de grupos productores de butirato se produciría un ambiente
intestinal proinflamatorio, que permitiría la expansión de especies comprendidas
en el género Prevotella 7 en los pacientes con CDI. Esto por alguna razón no
dilucidada no ocurriría en los individuos colonizados por C. difficile. Por tanto, si
mediante estudios metagenómicos se identifican especies beneficiosas y
proinflamatorias podríamos encontrar un biomarcador que explique en parte la
diferencia entre el estado de colonización e infección por C difficile. Para ello, los
niveles de Prevotella 7 y Prevotella 9 nos parece un buen punto de partida. Con
400
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
respecto al género Paraprevotella es un grupo minoritario de la microbiota
intestinal de los controles sanos y se observa una escasa disminución significativa
en los individuos colonizados por C. difficile y un escaso aumento significativo en
los pacientes con CDI. El comportamiento de este género en individuos
colonizados e infectados ha mostrado resultados dispares (Milani, 2016; Han
2019). El hecho de que sea un género productor de succinato podría permitir la
expansión de C. difficile (Ng, 2013), como explicamos con el género Prevotella. Por
consiguiente, aunque Paraprevotella es un género poco estudiado en su relación
con la patogénesis de la CDI, en base a nuestros resultados y su asociación con
otras enfermedades (Ye, 2018; Lv, 2016), postulamos que podría tratarse de un
género que favorecería la creación de un ambiente inflamatorio que ayudaría a
desencadenar una respuesta inmune exacerbada en los pacientes con CDI y a
aumentar el daño tisular. Asimismo, la no expansión de este género en los
individuos colonizados por C. difficile resultaría beneficioso para evitar el
desarrollo de clínica.
401
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
grupo CDI hay una colonización de cepas patogénicas que podrían potenciar los
efectos de las toxinas de C. difficile. Esta colonización es más susceptible en estos
pacientes debido a la perdida de diversidad y riqueza de la microbiota intestinal
que presentan. Por otra parte, esta colonización no se produciría en los
individuos colonizados por C. difficile. Este hecho podría explicar en parte la
diferente expresión clínica en la infección con respecto a la colonización de C.
difficile. Asimismo, nuestros resultados también muestran una presencia de
Proteus en los pacientes con CDI, que no se observa en los controles sanos ni en
los individuos colonizados por C. difficile. Esto es presumiblemente debido a que
la microbiota intestinal de estos pacientes lo permite y no así la de los otros dos
grupos. La presencia de Proteus agrava la disbacteriosis de esos pacientes y
potencia la presencia de clínica, ya que hemos visto que adopta un rol oportunista
en coinfecciones con otros patógenos intestinales (Müller, 1986). Este hecho no se
produciría en los indiviuos colonizados y explicaría en parte junto a otras
alteraciones y diferencias que C. difficile no sea causante de clínica en estos
individuos.
402
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
son capaces de inhibir el crecimiento de C. difficile y disminuir la producción de
TcdA y TcdB (Valdés-Varela, 2016), neutralizar TcdA y TcdB (Wei, 2018) y
disminuir el daño tisular y la mortalidad en ratones infectados (Yun, 2017). Estas
acciones serían debidas a la capacidad de Bifidobacterium de modular la respuesta
inmune, la síntesis de ácidos orgánicos y la acidificación del microambiente
intestinal (Pessione, 2012).Por consiguiente, consideramos muy destacable que se
conserve Bifidobacterium en los individuos colonizados por C. difficile, ya que
debido a las propiedades beneficiosas y diferentes mecanismos de acción en la
inhibición en patógenos intestinales como C. difficile, se explicaría, al menos en
parte, que estos individuos no expresen la clínica asociada a la CDI ya que
comportan un mejor control del patógeno. Hasta nuestro conocimiento, es la
primera vez que se llega a estas conclusiones con respecto a la colonización por C.
difficile y el papel de Bifidobacterium.
403
CAPÍTULO VI – DISCUSIÓN______________________________________________
intestinal. Este hecho, descrito en el presente estudio por primera vez, pensamos
que es importante y que diferencia el estado de colonización y de infección de C.
difficile, junto con el conjunto de diferencias encontradas.
404
VII - LÍNEAS DE
FUTURO.
CAPÍTULO VII–LÍNEAS DE FUTURO______________________________________
Hemos visto que las manifestaciones clínicas que produce la CDI son muy
variables desde leves a muy graves o fulminantes. Incluso se puede producir una
colonización asintomática de C. difficile. Este espectro de situaciones es debido a
que depende de factores que competen al individuo, como el estado inmune, la
presencia de comorbilidades, la edad y el grado de compromiso de la microbiota
intestinal, y también a C. difficile en cuanto a la virulencia de la cepa causal.
Nuestros resultados muestran que la abundancia relativa de C. difficile es similar
en individuos con infección y colonización. Es por lo cual que factores
concernientes a C. difficile deberían ser tenidos en cuenta en la diferenciación entre
la infección y la colonización. Pensamos que las variantes toxinotípicas son un
ejemplo al respecto. Por tanto, valoramos la importancia de evaluar factores de
virulencia de C. difficile en un futuro, junto a estudios de secuenciación masiva del
gen ADNr 16S y estudios metagenómicos.
408
CAPÍTULO VII–LÍNEAS DE FUTURO______________________________________
Con respecto a Lactobacillus se deberían recurrir a estudios metagenómicos
para caracterizar las especies a expensas de las cuales se produce su aumento en
los pacientes con CDI y en los individuos colonizados por C. difficile que
observamos en nuestro estudio, e incluso el tipo de cepa, para poder sacar
conclusiones acerca de si suponen protección o susceptibilidad al desarrollo de la
CDI.
409
CAPÍTULO VII–LÍNEAS DE FUTURO______________________________________
comprender a especies patobiontes proinflamatorias. Debido a la perdida de
miembros del phylum Firmicutes y de grupos productores de butirato se
produciría un ambiente intestinal proinflamatorio, que permitiría la expansión de
especies comprendidas en el género Prevotella 7 en los pacientes con CDI. Esto por
alguna razón no dilucidada no ocurriría en los individuos colonizados por C.
difficile. Por tanto, si mediante estudios metagenómicos se identifican especies
beneficiosas y proinflamatorias podríamos encontrar un biomarcador que
explique en parte la diferencia entre el estado de colonización e infección por C
difficile. Para ello, los niveles de Prevotella 7 y Prevotella 9 nos parece un buen
punto de partida.
Puesto que en los pacientes con CDI y en los individuos colonizados por
C. difficile de nuestro estudio se encuentran incrementos pronunciados similares
de Escherichia/Shigella donde probablemente E. coli será el componente
mayoritario de este cluster, y conociendo que existen varias cepas de E. coli
enteropatógenas, sería interesante conocer la presencia de estas cepas en ambos
grupos de estudio. Es por lo cual que formulamos la hipótesis que en el grupo
CDI hay una colonización de cepas patogénicas que podrían potenciar los efectos
de las toxinas de C. difficile. Por otra parte, esta colonización no se produciría en
los individuos colonizados por C. difficile. Este hecho podría explicar en parte la
diferente expresión clínica en la infección con respecto a la colonización de C.
difficile.
410
CAPÍTULO VII–LÍNEAS DE FUTURO______________________________________
Por último, nuestros resultados muestran un incremento de Parasutterella
en pacientes con CDI y en menor médida en individuos colonizados por C.
difficile, con respecto a los controles sanos donde se trata un género muy escaso.
En contra de lo mencionado otros estudios donde parece que Parasutterella es un
género protector (Staley, 2016), nuestros resultados apuntan a lo contrario, ya que
se observa en indivuos infectados y colonizados por C. difficile. Por lo tanto, es un
género del cual se conoce poco y del cual tenemos pruebas a favor y en contra de
si se trata de un género protector o predisponente (Chen, 2019) de CDI. Se
deberían establecer estudios metagenómicos y funcionales en modelos murinos,
en relación con la CDI, para hipotetizar su función en la patogénesis de la CDI.
411
VIII - CONCLUSIONES.
CAPÍTULO VIII – CONCLUSIONES________________________________________
414
IX - LIMITACIONES.
CAPÍTULO IX – LIMITACIONES______________________________________
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