Clase 4

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SISTEMA NERVIOSO

CONCEPTO
• Se llama sistema nervioso al conjunto de órganos y estructuras
de control e información del cuerpo humano, constituido por
células altamente diferenciadas, conocidas como neuronas,
que son capaces de transmitir impulsos eléctricos a lo largo de
una gran red de terminaciones nerviosas.
• El sistema nervioso es común al ser humano y a la mayoría de
los animales cordados, los artrópodos, los moluscos,
platelmintos y cnidarios. Otros grupos animales, como los
protozoos, los poríferos y las plantas, en cambio, no poseen
sistema nervioso diferenciado.
FUNCIONES
El sistema nervioso tiene tres funciones básicas: la sensitiva, la
integradora y la motora.
– Sensorial: Percibe los cambios (estímulos) internos y externos con
los receptores u órganos receptivos. Los cambios incluyen una amplia
gama de factores físicos como la luz, presión o concentración de
sustancias químicas disueltas.
– Integradora: Analiza la información sensorial y toma las decisiones
apropiadas. Se activa o modifica por la información que está
almacenada y se recupera de la memoria.
– Motora: Provoca respuestas de músculos o glándulas. El sistema
nervioso puede estimular músculos y glándulas para que actúen o
inhibirlos.
PARTES DEL SISTEMA NERVIOSO
Sistema nervioso central (SNC): está compuesto del encéfalo y
la médula espinal. El encéfalo, a su vez se compone de: cerebro,
cerebelo y bulbo raquídeo. La médula espinal, en tanto, se
conecta al encéfalo y se extiende a lo largo del cuerpo por el
interior de la columna vertebral.

Sistema nervioso periférico (SNP): engloba todos los nervios


que salen del sistema nervioso central hacia todo el cuerpo. Está
constituido por nervios y ganglios nerviosos.
LAS NEURONAS
Las células del sistema nervioso se llaman neuronas, y son de
suma importancia para su correcto funcionamiento, ya que se
encargan de transmitir la información sensorial.
Las neuronas reciben los estímulos de todas las partes del
cuerpo y, a su vez, mandan las respuestas para que los órganos
y otras capacidades físicas funcionen adecuadamente.
EPILEPSIA
La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central (neurológico) en el que la
actividad cerebral normal se altera, lo que provoca convulsiones o períodos de
comportamiento y sensaciones inusuales, y a veces, pérdida de la consciencia.
Cualquier persona puede padecer de epilepsia. La epilepsia afecta tanto a
hombres como a mujeres de todas las razas, grupos étnicos y edades.
Los síntomas de las convulsiones pueden variar mucho. Algunas personas con
epilepsia simplemente permanecen con la mirada fija por algunos segundos
durante una convulsión, mientras que otras mueven repetidamente los brazos o las
piernas. Tener una sola convulsión no significa que tengas epilepsia.
Normalmente, es necesario que ocurran al menos dos convulsiones sin un
desencadenante conocido (convulsiones no provocadas) con una diferencia de al
menos 24 horas para tener un diagnóstico de epilepsia.
El tratamiento con medicamentos, o en ocasiones la cirugía, puede controlar las
convulsiones en la mayoría de las personas que tienen epilepsia. Algunas
personas requieren tratamiento de por vida para controlar las convulsiones, pero,
para otras, las convulsiones desaparecen con el tiempo. Algunos niños con
epilepsia también pueden superar su afección con la edad.
SÍNTOMAS O CUADROS CLÍNICOS
Dado que la epilepsia se debe a la actividad anormal en el cerebro, las
convulsiones pueden afectar cualquier proceso coordinado por este órgano.
Estos son algunos de los signos y síntomas de las convulsiones:
• Confusión temporal
• Episodios de ausencias
• Rigidez en los músculos
• Movimientos espasmódicos incontrolables de brazos y piernas
• Pérdida del conocimiento o la consciencia
• Síntomas psicológicos, como miedo, ansiedad
Los síntomas varían según el tipo de convulsión. En la mayoría de los
casos, una persona con epilepsia tiende a tener el mismo tipo de convulsión
en cada episodio, de modo que los síntomas serán similares entre un
episodio y otro.
CONVULSIONES FOCALES
Las convulsiones que aparentemente se producen a causa de la actividad anormal
en una sola parte del cerebro se denominan convulsiones localizadas. Estas se
agrupan en dos categorías:
Convulsiones localizadas sin pérdida del conocimiento. Antes llamadas
convulsiones parciales simples, estas convulsiones no causan la pérdida del
conocimiento. Pueden alterar las emociones o cambiar la manera de ver, oler,
sentir, saborear o escuchar. Algunas personas tienen déjà vu. Este tipo de
convulsión también puede provocar movimientos espasmódicos involuntarios de
una parte del cuerpo, como un brazo o una pierna, y síntomas sensoriales
espontáneos como hormigueo, mareos y luces parpadeantes.
Convulsiones localizadas con alteración de la consciencia. Antes llamadas
crisis parciales complejas, estas convulsiones involucran un cambio o la pérdida
del conocimiento o de la consciencia. Este tipo de convulsión puede parecer como
si estuvieras soñando. Durante una convulsión localizada con alteración de la
consciencia, es posible que mires fijamente al espacio y no respondas con
normalidad a tu entorno o realices movimientos repetitivos, como frotarte las
manos, mascar, tragar o caminar en círculos.
CONVULSIONES GENERALIZADAS
Las convulsiones que aparentemente se producen en todas las áreas del cerebro se denominan
crisis generalizadas. Hay seis tipos de crisis generalizadas.
• Crisis de ausencia. Las crisis de ausencia, previamente conocidas como "crisis de tipo pequeño
mal" (epilepsia menor), suelen ocurrir en niños. Se caracterizan por episodios de mirada fija en el
espacio con o sin movimientos corporales sutiles como parpadeo de los ojos o chasquido de labios,
y solo duran entre 5 y 10 segundos. Pueden ocurrir en grupo, con una frecuencia de hasta 100
veces al día, y causar una pérdida breve de la consciencia.
• Crisis tónicas generalizadas. Las crisis tónicas generalizadas causan rigidez muscular y pueden
afectar el conocimiento. Generalmente, afectan los músculos de la espalda, brazos y piernas, y
pueden provocar caídas.
• Crisis generalizadas atónicas. Las crisis generalizadas atónicas, también conocidas como
convulsiones de caída, causan la pérdida del control muscular. Debido a que afecta más que nada
a las piernas, puede provocar caídas o colapsos repentinos.
• Crisis generalizadas clónicas. Las crisis generalizadas clónicas se asocian con movimientos
musculares repetitivos o rítmicos y espasmódicos. Generalmente afectan el cuello, la cara y los
brazos.
• Crisis mioclónicas. Las crisis mioclónicas generalmente aparecen como movimientos
espasmódicos breves repentinos o sacudidas y suelen afectar la parte superior del cuerpo, brazos
y piernas.
• Crisis tónico-clónicas generalizadas. Las crisis tónico-clónicas generalizadas, previamente
conocidas como "crisis de tipo gran mal" (epilepsia mayor), son el tipo más intenso de crisis
epiléptica. Pueden causar pérdida abrupta del conocimiento y rigidez, espasmos y sacudidas del
cuerpo. En ocasiones, pueden casuar pérdida del control de la vejiga o mordedura de la lengua.
CAUSAS
La epilepsia no tiene una causa identificable en aproximadamente la mitad de las personas que
padecen la afección. En los otros casos, la afección puede deberse a diversos factores, entre los
cuales se incluyen:
• Influencia genética. Algunos tipos de epilepsia, que se clasifican según el tipo de convulsión que
se padece o la parte del cerebro que resulta afectada, son hereditarios. En estos casos, es
probable que haya influencia genética.
Los investigadores han asociado algunos tipos de epilepsia a genes específicos, pero, en la
mayoría de los casos, los genes son solo una parte de la causa de la epilepsia. Algunos
genes pueden hacer que una persona sea más sensible a las condiciones ambientales que
desencadenan las convulsiones.
• Traumatismo craneal. Un traumatismo craneal como consecuencia de un accidente
automovilístico o de otra lesión traumática puede provocar epilepsia.
• Anomalías cerebrales. Las anomalías en el cerebro, incluidos los tumores cerebrales o las
malformaciones vasculares, como las malformaciones arteriovenosas y las malformaciones
cavernosas, pueden causar epilepsia. Los accidentes cerebrovasculares son la causa principal de
epilepsia en adultos mayores de 35 años.
• Infecciones. La meningitis, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la encefalitis viral y
algunas infecciones parasitarias pueden causar epilepsia.
• Lesiones prenatales. Antes del nacimiento, los bebés son sensibles al daño cerebral que puede
originarse por diversos factores, como una infección en la madre, mala nutrición o deficiencia de
oxígeno. Este daño cerebral puede provocar epilepsia o parálisis cerebral infantil.
• Trastornos del desarrollo. A veces, la epilepsia puede estar asociada a trastornos del desarrollo,
como autismo.
FACTORES DE RIESGO
Algunos factores pueden aumentar el riesgo de padecer epilepsia:
• Edad. La aparición de la epilepsia es más frecuente en los niños y los adultos mayores; sin
embargo, la afección puede ocurrir a cualquier edad.
• Antecedentes familiares. Si tienes antecedentes familiares de epilepsia, es posible que presentes
un mayor riesgo de padecer un trastorno convulsivo.
• Lesiones en la cabeza. Las lesiones en la cabeza son la causa de algunos casos de epilepsia.
Puedes reducir el riesgo mediante el uso del cinturón de seguridad mientras conduces un
automóvil y el uso del casco al andar en bicicleta, esquiar, andar en motocicleta o realizar otras
actividades que impliquen un alto riesgo de sufrir una lesión en la cabeza.
• Accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades vasculares. Los accidentes
cerebrovasculares y otras enfermedades de los vasos sanguíneos (vasculares) pueden causar
daño cerebral y ocasionar epilepsia. Puedes tomar algunas medidas para reducir el riesgo de sufrir
estas enfermedades, como limitar el consumo de alcohol y evitar los cigarrillos, tener una
alimentación saludable y hacer ejercicio de forma regular.
• Demencia. La demencia puede aumentar el riesgo de padecer epilepsia en adultos mayores.
• Infecciones cerebrales. Infecciones como la meningitis, que provoca la inflamación del cerebro o
de la médula espinal, pueden aumentar el riesgo.
• Convulsiones en la infancia. A veces, la fiebre alta en la infancia puede asociarse con
convulsiones. Los niños que tienen convulsiones como consecuencia de una fiebre alta no suelen
padecer epilepsia. El riesgo de tener epilepsia es mayor si el niño tiene una convulsión relacionada
con una fiebre alta prolongada, otras afecciones del sistema nervioso o antecedentes familiares de
epilepsia.
COMPLICACIONES
Tener convulsiones en momentos determinados puede conllevar circunstancias peligrosas para ti o para
otras personas.
• Caídas. Si sufres alguna caída durante una convulsión, puedes lastimarte la cabeza o romperte un
hueso.
• Ahogo. Si sufres epilepsia, tienes de 13 a 19 veces más probabilidades de ahogarte mientras estás
nadando o dándote una ducha con respecto al resto de la población, debido a la posibilidad de tener una
convulsión mientras estás en el agua.
• Accidentes automovilísticos. Una convulsión que causa pérdida de conciencia o de control puede ser
peligrosa si se está conduciendo un automóvil u operando maquinaria.
Muchos estados tienen restricciones en la licencia de conducción relacionadas con la capacidad
de un conductor para controlar las convulsiones e imponen una cantidad mínima de
tiempo sin haber tenido convulsiones, que van de meses a años, antes de que se le permita
conducir.
• Complicaciones en el embarazo. Las convulsiones durante el embarazo pueden ser peligrosas tanto
para la madre como para el bebé, y ciertos medicamentos antiepilépticos aumentan el riesgo de defectos
al nacer. Si tienes epilepsia y estás pensando en quedar embarazada, habla con tu médico mientras
planees tu embarazo.
La mayoría de las mujeres con epilepsia pueden quedar embarazadas y tener bebés saludables.
Es necesario que estés bajo un estricto control durante el embarazo, y es posible que los
medicamentos que tomas deban ajustarse. Es muy importante que colabores con tu médico
para planificar tu embarazo.
• Problemas de salud emocional. Las personas con epilepsia son más propensas a tener problemas
psicológicos, especialmente depresión, ansiedad y pensamientos y conductas suicidas. Los problemas
pueden ser el resultado de dificultades para lidiar con la afección y de los efectos secundarios de los
medicamentos, pero incluso las personas con epilepsia bien controlada tienen un mayor riesgo.
DIAGNÓSTICO
Para diagnosticar tu afección, el médico revisará tus síntomas y tus antecedentes médicos. El médico puede pedir
varias pruebas para diagnosticar la epilepsia y determinar la causa de las convulsiones. La evaluación puede
incluir lo siguiente:
• Un examen neurológico. El médico puede examinar tu comportamiento, tus habilidades motrices, tu función
mental y otras áreas para diagnosticar la afección y determinar el tipo de epilepsia que puedes tener.
• Análisis de sangre. El médico puede tomar una muestra de sangre para determinar la presencia de signos de
infecciones, afecciones genéticas u otras afecciones que puedan estar asociadas a las convulsiones.
• Electroencefalograma (EEG). Este es el tipo de estudio más frecuente que se utiliza para diagnosticar la
epilepsia. En esta prueba, los electrodos se fijan al cuero cabelludo con una sustancia pastosa o una tapa. Los
electrodos registran la actividad eléctrica del cerebro.
• Electroencefalograma de alta densidad. En una variación de una prueba de electroencefalograma, el médico
puede recomendar un electroencefalograma de alta densidad, que sitúa los electrodos más estrechamente que
el electroencefalograma convencional, con una separación de aproximadamente medio centímetro. El
electroencefalograma de alta densidad puede ayudar al médico a determinar con mayor precisión qué áreas del
cerebro se ven afectadas por las convulsiones.
• Exploración por tomografía computarizada. Una tomografía computarizada utiliza rayos X para obtener
imágenes transversales del cerebro. La tomografía computarizada puede revelar la presencia de anomalías en
la estructura del cerebro que podrían causar convulsiones, como tumores, sangrado y quistes.
• Imágenes por resonancia magnética. Una resonancia magnética usa poderosas ondas radioeléctricas e
imanes para crear una vista detallada del cerebro. Es posible que el médico pueda detectar lesiones o
anomalías en el cerebro que podrían causar convulsiones.
• Tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés). En latomografía por emisión de
positrones se utiliza una pequeña cantidad de material radioactivo en una dosis baja que se inyecta en una
vena para ayudar a visualizar la actividad metabólica del cerebro y detectar anomalías. Las áreas del cerebro
con baja actividad metabólica pueden indicar dónde ocurren las convulsiones.
TRATAMIENTO
MEDICAMENTOS
La mayoría de las personas con epilepsia pueden dejar de tener convulsiones al tomar un
medicamento anticonvulsivo, al que también se lo llama medicamento antiepiléptico. Otras
personas pueden disminuir la frecuencia e intensidad de las convulsiones al tomar una
combinación de medicamentos.
Muchos de los niños con epilepsia que no presentan síntomas pueden con el tiempo
suspender los medicamentos y llevar una vida sin tener convulsiones. Muchos adultos
también pueden suspender los medicamentos después de dos años o más sin tener
convulsiones. El médico te aconsejará sobre el momento adecuado para dejar de tomar los
medicamentos.
Encontrar el medicamento y la dosis correctos puede resultar complejo. El médico
considerará tu afección, la frecuencia de las convulsiones, tu edad y otros factores al elegir
qué medicamento recetarte. También revisará cualquier otro medicamento que pudieras
estar tomando para asegurarse de que los medicamentos antiepilépticos no interactúen
con estos.
Es probable que, en principio, el médico recete un solo medicamento con una dosis
relativamente baja y luego la aumente progresivamente hasta que las convulsiones estén
bien controladas.
Existen más de 20 tipos diferentes de medicamentos anticonvulsivos disponibles. El
medicamento que elija tu médico para tratar la epilepsia depende del tipo de convulsiones
que tengas y de otros factores como la edad y otras enfermedades.
Es posible que estos medicamentos tengan algunos efectos secundarios.
Algunos de los efectos secundarios leves incluyen los siguientes:
• Fatiga
• Mareos
• Aumento de peso
• Pérdida de densidad ósea
• Sarpullidos
• Pérdida de la coordinación
• Problemas del habla
• Problemas de memoria y razonamiento
Algunos de los efectos secundarios más graves, pero menos frecuentes,
incluyen los siguientes:
• Depresión
• Pensamientos y comportamientos suicidas
• Sarpullido grave
• Inflamación de determinados órganos, como el hígado
CIRUGÍA
Cuando los medicamentos no proveen un control adecuado de las convulsiones, la cirugía
podría ser una opción. En la cirugía para la epilepsia, el cirujano extrae la parte del cerebro
que provoca las convulsiones.
Los médicos suelen recurrir a la cirugía cuando las pruebas indican que:
• las convulsiones se originan en una zona pequeña y bien definida del cerebro;
• la zona del cerebro que se operará no interfiere con las funciones vitales, como el habla,
el lenguaje, la función motora, la visión o la audición.
Para algunos tipos de epilepsia, los enfoques mínimamente invasivos, como la ablación
láser estereotáctica guiada por resonancia magnética, pueden ser un tratamiento eficaz
cuando un procedimiento abierto podría ser demasiado riesgoso. En estos procedimientos,
los médicos dirigen la sonda láser térmica hacia la zona específica en el cerebro donde se
producen las convulsiones para destruir ese tejido y así tratar de controlar mejor las
convulsiones.
Si bien muchas personas siguen necesitando algunos medicamentos para ayudar a
prevenir las convulsiones después de una cirugía exitosa, es probable que puedas tomar
menor cantidad de medicamentos y reducir las dosis.
En pocos casos, la cirugía para la epilepsia puede provocar complicaciones, como la
alteración permanente de las capacidades de razonamiento (cognitivas). Habla con tu
cirujano sobre su experiencia, las tasas de éxito y los índices de complicaciones
relacionados con el procedimiento que estés considerando.
TERAPIAS
Además de los medicamentos y la cirugía, estas terapias potenciales pueden ser una
alternativa para el tratamiento de la epilepsia:
Estimulación del nervio vago. Durante la estimulación del nervio vago, los médicos
implantan un dispositivo llamado estimulador del nervio vago bajo la piel del pecho, similar
a un marcapasos. Se conectan los cables del estimulador con el nervio vago del cuello.
Dieta cetogénica. Se han reducido las convulsiones de algunos niños con epilepsia
cuando siguen una dieta estricta que contiene cantidades altas de grasas y bajas de
hidratos de carbono.
Estimulación cerebral profunda. En la estimulación cerebral profunda, los cirujanos
implantan electrodos en una parte específica del cerebro, por lo general, el tálamo. Los
electrodos están conectados a un generador implantado en el tórax. El generador envía
pulsos eléctricos constantes al cerebro en intervalos temporizados y puede reducir las
convulsiones. La estimulación cerebral profunda a menudo se usa en las personas a las
que las convulsiones no les mejoran con medicamentos.
Neuroestimulación receptiva. Estos dispositivos implantables similares a un marcapasos
pueden ayudar a reducir significativamente la frecuencia con la que se producen las
convulsiones. Estos dispositivos de estimulación receptiva analizan los patrones de la
actividad cerebral para detectar las convulsiones cuando comienzan y aplican una
descarga eléctrica o un medicamento para detenerla antes de que cause daños. Las
investigaciones demuestran que este tratamiento tiene menos efectos secundarios y puede
proporcionar alivio de las convulsiones a largo plazo.
GRACIAS

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