La Tinaja 2018
La Tinaja 2018
La Tinaja 2018
LA TINAJA
Adaptación de una farsa anónima francesa de la Edad Media
MARIDO: (Entrando) Bien me lo aconsejó el diablo el día en que me metí en esto del matrimonio. Desde
que estoy casado no hay más que tormentas y preocupaciones. Mi mujer, por un lado, y mi
suegra, por el otro, como dos demonios me acosan y me atormentan. ¡Ay!, qué triste y
desgraciada es la vida… ¡Ay!, ¡ay!.... Si yo supiera ponerme en mi lugar sería el amo y señor
de esta casa.
MUJER: (Entrando del brazo de su madre) ¡Mira nada más! ¿Qué estás haciendo?
MUJER: Me lo imaginaba.
MARIDO: Regreso enseguida. (Sale y vuelve de inmediato) ¿Será un pergamino grande o pequeño?
1
LA TINAJA
SUEGRA: Fregar…
MUJER: Sacudir…
SUEGRA: Cepillar…
SUEGRA: Fregar…
MUJER: Sacudir…
SUEGRA: Cepillar…
2
LA TINAJA
MARIDO: Pues lo firmo, lo firmo. Y hasta con las dos manos. Pero una cosa sí les digo: de ahora en
adelante no obedeceré más que al pergamino.
SUEGRA: Oye, hija mía, ¿no habrá que anotar que te atienda y te quiera?
MARIDO: ¡Ah!, eso sí que no. Nadie me obligará a dispensar el menú de mis caricias.
MARIDO: Bueno, cuida bien de guardar este pergamino. (Lo entrega a la mujer)
SUEGRA: Ten, toma, insensato. (Lo entrega al marido) Bueno, hija mía, ya que se han arreglado las
cosas, me voy.
MUJER: Sí, mamá. (Se despiden. La suegra sale) Anda, cretino. Ayúdame a tender la ropa.
MARIDO: (Leyendo el pergamino) Barrer… fregar… ¡Ah!, sí, sí. Aquí está. Obedezco al pergamino.
MUJER: Apúrate, bestia. (Se dirigen a la tinaja. Toman una prenda) ¡Vamos!
MARIDO: Ya voy, ya voy. La exprimimos a las tres. Una, dos… ¡tres! (Jala con tanta fuerza que la
mujer cae a la tinaja)
MARIDO: A ver, veamos el pergamino. No, no. No está escrito que te salve.
3
LA TINAJA
MARIDO: Lo siento, he consentido obedecer al pergamino y aquí no está escrito que te salve.
MARIDO: Tampoco está escrito que le abra a tu madre, pero como soy una buena persona, le abriré.
(Abre la puerta)
MARIDO: No puedo.
MARIDO: ¡Ah, no! Quedamos en que sólo obedecería a este pergamino y aquí no está escrito que la
salve.
4
LA TINAJA
MARIDO: ¡No! Aquí dice que tengo que barrer, fregar, sacudir, cepillar…
MARIDO: ¡No!, hasta que ustedes dos me prometan que de ahora en adelante seré yo quién mande
en esta casa. (Estupor de las mujeres)
SUEGRA: ¡Vamos, apura…! Quiero decir, por favor, yerno querido… bomboncito, ¿serías tan gentil
en ayudarnos?
MARIDO: Je, je, con mucho gusto, mujer. (Va a ayudar, se detiene) Pero… ahora que seré el amo de
esta casa, ¿no sería mejor anotarlo en un pergamino?
FIN