Mientras Las Praxis Docentes Pedagógicas

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Mientras las praxis docentes pedagógicas son aquellas que realizan

los educadores en forma consciente y profesional, pues son


preparados para cumplir esa misión histórica. Estas pueden ser
mediante actos pedagógicos transmisores, reinventores de
conocimientos o productores de pensamiento

¿Cuál es la importancia de transformar la práctica docente?

La práctica docente permite a los practicantes desempeñar su


futura profesión, aprender y pasar a la acción, creciendo personal y
profesionalmente. Un punto a resaltar es que la docencia implica
más que la transmisión de conocimientos del educador hacia los
alumnos. Muchos piensan que el trabajo del maestro es fácil

Potencialidades geoeconómicas del frente amazonico

cuando se trata de una región con inmensas potencialidades de


sano y equilibrado desarrollo, Amazonas continúa siendo el mejor
referente de nuestro país. Este estado cuenta con la segunda
mayor extensión territorial del país con 183. 500 Km², una población
aproximada de 146.480 habitantes (INE-2011) y una densidad de
01 personas por Km², en contraste con las grandes ciudades del
país, que en el caso de Petare del Municipio Sucre de Caracas, su
densidad es de 10.000 personas por Km².

Aquí se concentra la mayor cantidad de los bosques húmedos


tropicales de Venezuela, siendo el cuarto país con mayor extensión
de selva Amazónica con el 6.68% después de Brasil, Perú y
Colombia, respectivamente. Se trata de un gran bioma, el
responsable de al menos el 8% de la reducción del calentamiento
global, por su función de absorber el CO2 ó dióxido de carbono de
la atmósfera.

El Amazonas venezolano, que no debe ser considerado como una


entidad federal aislada, forma parte de los 9 países que conforman
la cuenca Amazónica, que en su conjunto posee la mayor
diversidad biológica del mundo con al menos 40.000 especies de
plantas, de las cuales se estima que sólo el 1% ha sido estudiada y
puesta al servicio de la humanidad; posee al menos 2.500 especies
de peces, la mayor cantidad de vías fluviales, entre 18-20% del
agua dulce mundial y 10% de carbono almacenado, entre muchos
otros atributos (datos WWF/2018).

Investigación Científica

Así como el sector turismo debe ser privilegiado en un nuevo


escenario político venezolano, igualmente debe serlo para la
investigación científica en todo lo referente al patrimonio biológico
existente en esta región, que debe ser puesta al servicio de la
humanidad. La Amazonía venezolana y suramericana en general,
es la despensa y laboratorio natural más grande del mundo, con
7.000.000 Km² de diversidad biológica. Urge invertir en su
investigación y desarrollo.

En este momento Venezuela no cuenta con ejecución de planes o


proyectos de investigación científica en nuestra Amazonía. En otro
momento, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas
(IVIC), el Instituto de Medicina Tropical de la UCV y demás centros
de investigación del país tenían importante presencia en esta región
haciendo ciencia, sobre todo relacionadas con la medicina:
prevención, cura y control de enfermedades endemoepidemicas,
cuyos estudios científicos trascendían nuestras fronteras, como por
ejemplo en el caso de la malaria, donde nuestro país durante la
década de los 60 del siglo pasado fue vanguardia en su
erradicación y nuestras investigaciones eran el referente para
controlar este mal en los demás países tropicales.

ecosocialismo bolivariano politica y praxis ambiental

Si bien es cierto que el Ecosocialismo es una propuesta de vida en


construcción, que está convocando a conjugar y unir esfuerzos de
carácter mundial para contener y revertir los efectos del modelo
capitalista, también afirmamos que el ecosocialismo se viene
fortaleciendo al ejecutar un sinnúmero de iniciativas de distintos
órdenes cognoscitivos, que van encontrándose, buscándose e
integrándose en diferentes niveles y que lo caracterizan como un
hecho eminentemente pedagógico.

En palabras de Andrés Bansart “el Ecosocialismo es la articulación


de la ecología radical y de un socialismo revolucionario, es opuesto
al capitalismo y al productivismo. Debe ser al mismo tiempo
científico y militante”. James O’Connor lo define como “la teoría que
intenta subordinar el valor de cambio al valor de uso”. A su vez Joel
Kovel y Michael Lowy afirman que “el ecosocialismo es una
corriente política fundada sobre una constatación fundamental: la
salvaguarda del equilibrio ecológico del planeta; la protección de un
ambiente favorable a las especies vivas (incluida la nuestra), siendo
incompatible con la lógica expansiva y destructiva del sistema
capitalista”. Para el Comandante Chávez “el Ecosocialismo tiene
que ver sobre todo con el tema ecológico, pero es mucho más que
ecológico, es político, es ético y el mismo debe contribuir con la
salvación de la vida en este planeta y la supervivencia de la especie
humana en la Tierra que está siendo amenazada precisamente por
el sistema destructivo del capitalismo”

El Ecosocialismo representa un sistema político que articula la


buena gestión de los ecosistemas y una cogestión de la
sociedad equitativa y armoniosa, el mismo no debe
contentarse con ideas hermosas, buenas intenciones y
suplicas, sino que debe asumir una praxis revolucionaria
necesaria para lograr sus fines. En una sociedad ecosocialista
no debe existir dicotomía entre el ser humano y la naturaleza,
ni pueden existir fenómenos como la exclusión, la dominación
ni la pobreza.

El Ecosocialismo consiste en trabajar incansablemente por los


derechos de la madre tierra, se manifiesta en acciones concretas
asociadas a la protección de la diversidad biológica, el vivir bien, la
sensibilización y formación ambiental en todos los niveles del
Sistema Educativo Bolivariano, al manejo integral y protección de
nuestras Áreas Naturales Protegidas, la lucha contra el cambio
climático, la desertificación, la recuperación de nuestras cuencas
hidrográficas, humedales y transformación de espacios urbanos en
espacios biosaludables.

¿Cómo se encuentra actualmente la situación ambiental en


Venezuela?
Un informe del Observatorio de Ecología Política de Venezuela
(OEP) expone los peores conflictos ambientales que enfrentó
el país sudamericano en 2021. Entre ellos están los derrames
de petróleo, la deforestación, la minería y la falta de agua
potable en zonas con cuencas hidrográficas degradadas.

Resguardo fronterizo entre Venezuela y guyana

¿Qué estado de Venezuela tiene frontera con Guyana?

También conocido como la Guayana Esequiba, es un territorio


de 159.500 kilómetros cuadrados al oeste del río Esequibo

Héroes y villanos

Desde el punto de vista político, la disputa entre Venezuela y


Guyana se remonta al proceso de independencia de los países
latinoamericanos y al contexto de los cambios geopolíticos
que se dieron luego de las guerras napoleónicas y el Congreso
de Viena. En esa ocasión, Venezuela surgió ante el mundo
como una república unitaria con un territorio trazado de
acuerdo con el principio del uti possidetis juris, pero con una
debilidad estatal producto de la propia independencia, de la
ruptura con la Gran Colombia y las sucesivas guerras civiles.

Esa debilidad institucional y política le produjo grandes


pérdidas territoriales, entre las cuales se contó parte del
noreste del país, dado el avance del imperio británico desde la
Guayana Inglesa. Con el Laudo de París de 1899 se refrendó
esa pérdida, lo que de cierta manera y junto con otros
procesos de principios del siglo XX creó una percepción
negativa entre la mayoría de los venezolanos sobre la
posibilidad de que diera una salida judicial de carácter
multilateral que favoreciera a Venezuela.

De ahí la insistencia de los gobiernos venezolanos en


preservar el carácter bilateral del Acuerdo de Ginebra. Pero el
secretario general de la ONU y el gobierno de Guyana
rechazaron, cada uno a su manera, la salida bilateral. La nueva
y controversial posición de Guyana puede caracterizarse como
la ruptura unilateral de ese país del statu quo alcanzado en
1966, una decisión que no puede quedar, como observamos
más adelante, fuera del contexto internacional y hemisférico
actual.

En segundo lugar, el contencioso entre Venezuela y Guyana no


solo es el producto de consideraciones de carácter histórico-global,
sino que a lo largo de este dilatado proceso se han dado
circunstancias difíciles que, de algún modo, han limitado la
búsqueda de una solución al problema. En el siglo XIX, tal como se
dijo, las consideraciones domésticas y la debilidad del país pesaron
frente a la posibilidad de un arreglo justo para Venezuela. Ni
siquiera hubo testigos ni jueces venezolanos.

Antes de 1962, no hubo un proceso diplomático o procesal


importante referido al tema, y solo a partir de la denuncia del laudo
en esa fecha, la posterior firma del Acuerdo de Ginebra y la
independencia de Guyana se reactivó la reclamación venezolana.
Una consideración especial merece la política exterior de Guyana,
que logró el apoyo de la mayoría de los países del Tercer Mundo y
del Caribe, en particular en la defensa de su territorio y en
respuesta a la tesis de Venezuela.

A comienzos del siglo XXI, Venezuela buscó fomentar un mejor


espacio de entendimiento con los países caribeños, con la
promoción del programa energético Petrocaribe y la creación de la
Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Alternativa
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). La
apertura al tercermundismo y las causas antiimperialistas por parte
de Venezuela habilitaron de manera parcial ese proceso. Pero,
paradójicamente, Guyana no solo no participó de manera integral,
sino que se distanció de ellos. Mantuvo, empero, el apoyo del
Caribe, en un contexto de coaliciones regionales e internas muy
diferentes de los «momentos» progresistas que se observaron en
Guyana bajo el liderazgo de los primeros ministros Forbes Burnham
y Cheddi Jagan, en la segunda mitad del siglo XX. Guyana tiene un
largo historial de país tercermundista que manipuló siempre sus
diferencias con los gobiernos venezolanos del periodo democrático,
tildándolos de agresivos, imperialistas y asociados a Estados
Unidos. Por su parte, Venezuela se concentró en su reclamación,
tratando de reducir al mínimo el impacto de esas acusaciones en su
diplomacia deliberada de presencia caribeña y de acercamiento al
Tercer Mundo.

En este marco, cabe resaltar el conjunto heterogéneo de


declaraciones y comunicados de los gobiernos venezolanos que, de
alguna forma, permitieron crear desde 1999 una atmósfera contraria
al sostenimiento del reclamo sobre la Guayana Esequiba por parte
del Estado venezolano. Merece destacarse la tesis presentada por
Caracas: que el contencioso con Georgetown que se da desde el
año 1962 está relacionado con gobiernos venezolanos no querían
la independencia de Guyana, dado que en ese momento el
gobierno semiautónomo de ese país era conducido por Cheddi
Jaggan, a quien se consideraba simpatizante de las ideas de
izquierda y de la Revolución Cubana.

Otro elemento que debe analizarse es el potencial económico


de Guyana a partir de la prospección y producción de petróleo
en las zonas cercanas al territorio venezolano y en el espacio
en reclamación, lo que ha llevado a generar problemas de
interpretación entre las cancillerías de ambos países y se
proyecta como un punto fundamental de discordia. La
presencia de compañías multinacionales estadounidenses en las
áreas adyacentes a la zona en litigio, el abierto apoyo del gobierno
del ex-presidente estadounidense Donald Trump a la decisión de la
Corte de la Haya y el desarrollo de maniobras conjuntas navales
entre Guyana y Estados Unidos han aumentado las hostilidades
entre ambos países, habida cuenta de que Washington refuerza sus
alianzas con países vecinos de Venezuela en una especie de
«operación tenaza» mediática y diplomática en contra del régimen
de Nicolás Maduro.

PARTICIPACION DE LOS PUEBLOS INDIGENAS COMO


CUSTODIOS DEL RESGUARDO AMBIENTAL

Los pueblos indígenas, que constituyen sólo el 6% de la


población mundial, son, sin embargo, custodios clave del
medio ambiente. El 28% de la superficie terrestre del planeta,
incluidas algunas de las zonas forestales más intactas a nivel
ecológico y con mayor biodiversidad, son gestionadas
principalmente por pueblos, familias, pequeños campesinos y
comunidades locales indígenas.

Los modos de vida de los pueblos indígenas y sus medios de


subsistencia pueden enseñarnos mucho sobre la conservación
de los recursos naturales, la obtención y la producción de
alimentos de manera sostenible y la vida en armonía con la
naturaleza

He aquí cinco de las muchas maneras en que los pueblos indígenas


están ayudando al mundo a combatir el cambio climático:
1. Sus prácticas agrícolas tradicionales están mejor adaptadas
a un clima cambiante

A lo largo de los siglos, los pueblos indígenas han desarrollado


técnicas agrícolas adaptadas a entornos extremos, como las zonas
de elevada altitud de los Andes o los pastizales secos de Kenya.
Sus técnicas de eficacia probada, como las terrazas para evitar la
erosión del suelo o los huertos flotantes para aprovechar los
campos inundados, son muy adecuadas para los fenómenos
meteorológicos cada vez más extremos y las variaciones de
temperatura provocadas por el cambio climático.

2. Conservan y restauran los bosques y los recursos naturales

Los pueblos indígenas se perciben a sí mismos como


conectados con la naturaleza y como parte del mismo sistema
que el medio ambiente en el que viven.

Han adaptado su estilo de vida para integrarse y respetar su


entorno. En las montañas, los sistemas de gestión del paisaje
de los pueblos indígenas preservan el suelo, reducen la
erosión, conservan el agua y limitan el riesgo de desastres.

3. Sus alimentos y tradiciones pueden ayudar a ampliar y


diversificar las dietas

En la actualidad, el mundo depende en gran medida de un pequeño


conjunto de cultivos básicos. Sólo cinco de ellos –arroz, trigo, maíz,
mijo y sorgo– proporcionan alrededor del 50% de nuestras
necesidades de energía alimentaria. Ricos en cultivos nativos y
nutritivos como la quinua y la oca, los sistemas alimentarios de los
pueblos indígenas pueden ayudar al resto de la humanidad a
ampliar su limitada base alimentaria para incorporar hierbas,
arbustos, cereales, frutas, animales y peces que pueden no ser bien
conocidos o utilizados en otras partes del mundo.

4. Sus cultivos autóctonos son más resilientes frente al cambio


climático.

Debido a que muchos pueblos indígenas viven en ambientes


extremos, han elegido cultivos que también se han adaptado a esas
condiciones. Los pueblos indígenas suelen cultivar una variedad de
especies nativas y una multitud de variedades que se adaptan
mejor a los contextos locales y son a menudo más resilientes a la
sequía, la altitud, las inundaciones u otras condiciones extremas. Si
se utilizan de forma más extendida en la agricultura, estos cultivos
podrían ayudar a aumentar la resiliencia de las explotaciones que
ahora deben enfrentarse a un clima cambiante y cada vez más
extremo.

5. Custodian una gran parte de la biodiversidad del planeta

Los territorios indígenas tradicionales abarcan el 22% de la


superficie terrestre del planeta, pero albergan el 80% de su
biodiversidad. Preservar esta biodiversidad resulta esencial para la
seguridad alimentaria y la nutrición. El acervo genético de las
especies vegetales y animales se encuentra en todos los biomas
terrestres, así como en ríos, lagos y zonas marinas. Los pueblos
indígenas, que viven de forma natural y sostenible, preservan estos
espacios, ayudando a mantener la biodiversidad de las plantas y los
animales en la naturaleza.

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