Tesis Amarilis

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 81

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE CIENCIAS
ESCUELA DE MATEMÁTICA

Ecuaciones Integrales en Espacios de


Funciones de Variación Acotada.

Trabajo Especial de Grado presentado ante la


ilustre Universidad Central de Venezuela por
la Br. Amarilis T. Parica R. para optar al
tı́tulo de Licenciada en Matemática.
Tutor: Dr. Nelson Merentes

Caracas, Venezuela
Octubre, 2012
ii

Nosotros, los abajo firmantes, designados por la Universidad Central de Venezuela


como integrantes del Jurado Examinador del Trabajo Especial de Grado titulado
“Ecuaciones Integrales en Espacios de Funciones de Variación Acotada”,
presentado por la Br. Amarilis T. Parica R., titular de la Cédula de Identidad
14.645.191, certificamos que este trabajo cumple con los requisitos exigidos por nuestra
Magna Casa de Estudios para optar al tı́tulo de Licenciada en Matemática.

Dr. Nelson Merentes


Tutor

Msc. Sergio Rivas


Jurado

Dr. Manuel Maia


Jurado
iii

A mi amada madre Reina, y a mi hija bella Osiris con mucho cariño.


iv

Agradecimiento

Primero que todo, gracias a Dios por haberme dado salud y fuerzas para siempre
salir adelante y luchar por mis sueños.

A mi madre, Reina por su confianza y apoyo en cada una de mis decisiones, a mi


hija Osiris por brindarme tanto amor, comprensión y ser un gran motivo de lucha y
perseverancia en todo momento de mi vida.

Gracias a mi tutor, el profesor Nelson Merentes por su gran colaboración, amistad y


apoyo incondicional en la realización de este Trabajo Especial de Grado, y por brindarme
la oportunidad de ser su tesista.

De igual modo, gracias al profesor José Luis Sánchez, por su colaboración y


ayuda en este trabajo a pesar de sus diferentes obligaciones, y por compartir conmigo
todos sus conocimientos, ası́ como también, a el profesor Jesus Matute, por sus
sugerencias y dedicar parte de su tiempo en la revisión de este trabajo, a el profe-
sor Antonio Azocar por todas las sugerencias y toda su valiosa colaboración prestada,
al profesor Sergio Rivas por sus sugerencias y dedicar tiempo a la revisión de este trabajo.

A mis compañeros Marı́a, Freider, Omar, Francys, y demás compañeros que fueron
apoyo, motivación, gracias por su amistad y compañı́a durante la carrera, a Odalis
y Zorely por su colaboración sin pedir nada a cambio y a Raúl por todo su apoyo,
v

comprensión en todo momento.

En fin, a todas aquellas personas y seres queridos, que de alguna manera han com-
partido conmigo todo este tiempo, mil gracias!!.
ÍNDICE GENERAL

Introducción 8

1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 13


1.1 Ecuaciones Integrales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1.2 Algunos Ejemplos Emblemáticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.2.1 El Problema de la Tautócrona y la ecuación de Abel . . . . . . . 14
1.2.2 El Problema de Cauchy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.2.3 Equilibrio de una cuerda cargada . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
1.2.4 Oscilaciones libres y forzadas de una cuerda . . . . . . . . . . . . 20
1.3 Ecuaciones integrales de Volterra y Hammerstein . . . . . . . . . . . . . 21

2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 23


2.1 Funciones de Variación Acotada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2.1.1 Propiedades de las Funciones de variación acotada . . . . . . . . . 26
2.2 Función Lipschitz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
2.2.1 El Operador de Composición en el espacio BV [a, b] . . . . . . . . 47

3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no


lineales 52

6
ÍNDICE GENERAL 7

3.1 Ecuación Integral de Hammerstein . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58


3.2 Ecuación Integral Volterra-Hammerstein . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
3.3 Soluciones Continuas de Variación Acotada . . . . . . . . . . . . . . . . . 72

Conclusiones 76

Bibliografı́a 78
INTRODUCCIÓN

El objetivo principal de este trabajo de grado es, por sugerencia del Dr. Nelson
Merentes, estudiar algunas ecuaciones integrales no lineales con soluciones en el espacio
de las funciones de variación acotada en sentido de Jordan. Las funciones de variación
acotada aparecen con frecuencia como soluciones de muchas ecuaciones integrales no
linales, las cuales describen fenómenos fı́sicos concretos. Las ecuaciones integrales forman
una parte importante y significante en el análisis matemático y sus aplicaciones a proble-
mas del mundo real ( Ver [1],[5],[6],[14],[15],[22],[32]). La idea de plantearnos el objetivo
de esta tesis de grado la motivó la lectura del artı́culo de Dariusz Bugajeswski [11], en
el que se demuestan teoremas de existencia y unicidad para soluciones de variación aco-
tada continuas de las ecuaciones integrales de Hammerstein y Volterra-Hammerstein. La
ecuación integral de Hammerstein aparece en los fenómenos fı́sicos no lineales, tales como
la dinámica de fluidos electro-magnéticos, en la reformulación de problemas de contorno
con condición de contorno no lineales del tipo Hammerstein ([22],[28]).
En 1881, el matemático frances Camille Jordan (ver [23]) introduce la noción de
función de variación acotada en un intervalo acotado [a, b], demostrando que toda función
u : [a, b] → R tiene variación acotada en [a, b] si y sólo si, u es la diferencia de funciones
monótonas, obteniendo el resultado de Dirichlet (ver [18]), para estas funciones. Es decir,
que toda función de variación acotada en [−π, π], tiene serie de Fourier convergente en

8
Introducción 9

todo punto de [−π, π]. Este resultado es conocido como el criterio de Dirichlet-Jordan
sobre la convergencia de la serie de Fourier. La noción de variación acotada ha sido objeto
de muchas generalizaciones por varios matemáticos en los últimos tiempos (Ver [30]).
En términos generales, una ecuación integral es aquella en donde la incógnita es una
función que se encuentra en la parte integral de dicha ecuación. Algunos ejemplos son:

∫ 1
K(x, y)ϕ(y) dy = f (x) (0.1)
0

∫ 1
ϕ(x) + K(x, y)ϕ(y)dy = f (x). (0.2)
0

En estas ecuaciones la función ϕ es la incógnita y a la función K se le denomina


el núcleo, donde f es una función dada. A las ecuaciones (0.1) y (0.2) se les deno-
minada ecuación integral de Fredholm de primera y segunda especie, respectivamente.
Estas ecuaciones reciben su nombre en honor a el matemático sueco Erik Ivar Fredholm
(1866-1927), quien hizo un estudio sistemático de este tipo de ecuaciones (ver [33]). Este
tipo de ecuaciones encuentran aplicaciones en la electroestática y la teorı́a de potencial
(ver [33]).
En el año 1673 el fı́sico y matemático Cristian Huygens (ver [26]), publicó en su
Tratado sobre la Teorı́a de Relojes de Péndulo, el siguiente descubrimiento: “El tiempo
que tarda una partı́cula de masa m en deslizarse sobre un arco de cicloide entre dos puntos
distintos, es independiente del punto en que inicie su movimiento”. Este descubrimiento
se le conoce como la Propiedad Tautócrona de la cicloide o problema tautócrono. Los
estudios de Huygens acerca de la construcción y propiedad de las curva cicloide, tractriz,
logarı́tmica, etc., pronto fueron conocidos por los matemáticos de fines del siglo XVII,
propiciando que algunos resultados se profundizaran o generalizaran, tal es el caso de
Johann Bernoulli (ver [25]), quien planteó en 1696 un problema más general que la
propiedad tautócrona, conocido como el problema de la Braquistócrona que esencialmente
Introducción 10

dice: “Entre todas las curvas suaves en un plano vertical que unen dos puntos distintos
A y B, construir aquella, a lo largo de la cual una partı́cula de masa m, que se desliza
sin fricción, y bajo la acción de la gravedad, tarda el menor tiempo”.
Huygens, Leibniz, Newton, Johann y Jacob Bernoulli entre otros, resolvieron de dis-
tinta formas el problema de la braquistócrona y en particular, el problema tautócrono,
utilizando ingeniosos métodos heurı́sticos, mecánicos y geométricos. Esas soluciones gene-
raron discusiones, polémicas, controversias y hasta desafı́os entre éllos, propiciando no-
tablemente el desarrollo de los métodos infinitesimales (ver [25], [33]). El trabajo de estos
cientı́ficos, particularmente los de Johann Bernoulli, son señalados como el antecedente
de una de las más importantes ramas de las matemáticas: el Cálculo Variacional.
Pasaron más de cien años y el problema tautócrono volvió a ser noticia cientı́fica, su
solución, lograda por el matemático escandinavo Niels Henrik Abel (1802-1829), como
una aplicación a las ecuaciones diferenciales e integrales y formó parte de sus primeros
trabajos de investigación que publicó en 1823 (ver [25], [33]). Dicha solución es señalada
como la primera aplicación que abrió la puerta al formidable desarrollo de las Ecuaciones
Integrales.
Abel fue quien planteó el problema más general, que consiste en hallar una curva
plana de tal forma que el tiempo de descenso desde una altura conocida, coincide con el
valor f (y) de una función dada. Usando el principio de conservación de la energı́a, Abel
obtuvo la ecuación integral.

∫ y
ϕ(y)
f (y) = √ dη, y > 0. (0.3)
0 y−η

Un tipo importante de ecuación integral es la conocida como ecuación de Volterra,


la cual fue presentada por el matemático italiano Vito Volterra (1860-1940) a finales del
siglo XIX. Estas ecuaciones integrales estan divididas en dos grupos (de primer y segundo
tipo). Una ecuación de Volterra lineal de primer tipo es de la forma:
∫ t
f (t) = K(t, s)x(s) ds, (0.4)
a
Introducción 11

y una ecuación de Volterra lineal de segundo tipo es de la forma:


∫ t
x(t) = f (t) + K(t, s)x(s) ds. (0.5)
a

En esta tesis consideraremos dos tipos de ecuaciones integrales no lineales: La ecuación


integral no lineal de Hammerstein


x(t) = g(t) + λ K(t, s)f (x(s))ds para t ∈ I, λ ∈ R, (0.6)
I

y la ecuación integral no lineal Volterra-Hammerstein

∫ t
x(t) = g(t) + K(t, s)f (x(s))ds para cada t ∈ I, (0.7)
0

La ecuación integral de Hammerstein [21] aparece en los fenómenos fı́sicos no lineales,


tales como la dinámica de fluidos electro-magnéticos, en la reformulación de problemas
de contorno con condición de contorno no lineal que se reducen a ecuaciones integrales
no lineales del tipo Hammerstein.
Esta tesis está dividida en tres capı́tulos, los cuales se han subdividido en diferentes
secciones.
El Capı́tulo 1 es de carácter preliminar y en él recogemos toda la información que
hemos estimado necesaria conocer para una lectura de la tesis que permita su comprensión
y la valoración de los resultados aportados. Se da una breve introducción del origen de
las ecuaciones integrales, incluyendo el concepto de ecuación integral (Ver [26]), algunos
tipos de ecuaciones integrales [20] y la clasificación de cada una de ellas, dentro de las
cuales se encuentran la ecuación integral lineal de Volterra de primer tipo y segundo
tipo, y la ecuación integral no lineal de Hammerstein [21], además de referirnos a algunos
problemas que motivaron el estudio de este tipo de ecuaciones, tales como el problema
de Tautócrona y la ecuación de Abel (ver [25] y [33]), ası́ como el problema de Cauchy
[31].
Introducción 12

En el Capı́tulo 2 exponemos la noción de función de variación acotada en un intervalo


[a, b] , y varios resultados que caracterizan tales funciones, entre ellos el Teorema de Rep-
resentación de Jordan y un resultado de Federer del año 1969 (ver [19]) que involucra la
composición de una función Lipschitz (exterior) con una monótona (interior). El resulta-
do de Federer nos motiva a exponer en la sección (1.3) la actuación en el caso autónomo
del Operador de Composición en el espacio BV [a, b] de variación acotada y desarrollamos
explı́citamente el teorema de Josephy del año 1981 (ver [24]) que establece condiciones
necesarias y suficientes en f : [a, b] → R de tal manera que el operador de composición
F , asociado a f , actúe en BV [a, b]. Las soluciones de muchas de las ecuaciones integrales
que describen fenómenos fı́sicos son con frecuencia funciones de variación acotada.
En el Capı́tulo 3 se expone el resultado principal de este Trabajo de Grado que es el
formular condiciones que garanticen existencia y unicidad de las ecuaciones integrales no
lineales (0.6) y (0.7), estudiar las soluciones de las ecuaciones integrales no lineales (0.6)
y (0.7) en espacio de funciones de Variación Acotada.
Para concluir esta introducción de este trabajo, consideramos necesario decir que
esta tesis es de carácter expositorio. Para su realización estudiamos varios artı́culos de
investigación escritos entre los años 1998 y el 2000, algunos de estos artı́culos escritos
por: D. Bugajewska, D. Bugajewski, G. Lewicki, D. O´Regan, se pueden ver en ([9]- [12],
[32]).
CAPÍTULO 1

INTRODUCCIÓN A LAS ECUACIONES INTEGRALES

En este primer capı́tulo se narra una historia muy breve de las ecuaciones integrales,
en el mismo se incluyen el concepto de ecuación integral, algunas ecuaciones integrales
lineales y no lineales. También exponemos algunos ejemplo emblemáticos.

1.1 Ecuaciones Integrales


El término de Ecuación Integral fue utilizado por primera vez por Paul du Bois-
Reymond en 1888 (Ver [26]). En términos generales, una ecuación integral es aquella
donde, por supuesto aparece una integral, la incógnita es una función que se encuentra
en la parte integral de dicha ecuación. Ejemplos tı́picos son:

∫ 1
K(x, y)ϕ(y) dy = f (x) (1.1)
0

∫ 1
ϕ(x) + K(x, y)ϕ(y)dy = f (x). (1.2)
0

13
Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 14

En estas ecuaciones la función f y K son conocidas y ϕ es la incógnita. La función K


se le denomina el núcleo. A las ecuaciones (1.1) y (1.2) se les denomina ecuación integral
de Fredholm de primera y segunda especie, respectivamente. Estas ecuaciones reciben
su nombre en honor a el matemático sueco Erik Ivar Fredholm (1866-1927), quien hizo
un estudio sistemático de este tipo de ecuaciones. La aplicación de este tipo de ecuación
integral se puede encontrar en problemas de la electroestática y la teorı́a de potencial.

1.2 Algunos Ejemplos Emblemáticos

1.2.1 El Problema de la Tautócrona y la ecuación de Abel

Entre las primeras ecuaciones integrales en la historia de las matemáticas se encuen-


tra la denominada ecuación integral de Abel, la cual se origina del problema de la
tautócrona [25] y [33]. Este problema consiste en hallar una curva plana para la cual el
tiempo utilizado por un objeto que se desliza sin fricción, bajo el efecto de la gravedad,
desde su punto más alto hasta el más bajo, es independiente de su punto de partida.
Aunque este problema fue resuelto por Huygens (ver [26]) en 1659, fue Abel en 1823 [25]
y [33], quien planteó el problema más general, que consiste en hallar una curva plana de
tal forma que el tiempo de descenso desde una altura conocida, coincide con el valor f (y)
de una función dada.
De manera más precisa: una partı́cula puntual se mueve bajo la acción de la fuerza
de la gravedad y describe una curva suave en un plano vertical. Se pide determinar esta
curva de modo que la partı́cula puntual que comienza su movimiento sin velocidad inicial
en un punto de la curva cuya ordenada es x, luego alcance el eje ξ al cabo de un tiempo
t = f1 (x), donde f1 (x) es una función dada.
La velocidad del punto en movimiento está dada por la ecuación:


v= 2g(x − η) sen β

donde β es el ángulo de inclinación de la tangente respecto al eje ξ.


Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 15

Figura 1.1: Curva de la Tautócrona.

Entonces tenemos

dη √
= − 2g(x − η) sen β.
dt
Separando variable, resulta

√ dη
− 2gdt = √ .
(x − η) sen β
1
Denotando por ϕ(η) = sen β
e integrando desde 0 hasta x se obtiene la ecuación de
Abel

∫ x √
ϕ(η)dη
√ = − 2gf1 (x).
0 x−η

Designando por f (x) ≡ − 2gf1 (x) , se obtiene definitivamente,
∫ x
ϕ(η)
√ dη = f (x)
0 x−η

donde ϕ(x) es la función incógnita y f (x) es una función dada. Hallando ϕ(η) se puede
escribir la ecuación de la curva deseada. En efecto,

1
ϕ(η) = ⇒ η = ϕ(β).
sen β
Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 16

Se tiene que

dη Φ′ (β)dβ
dξ = =
tan β tan β
de donde


Φ′ (β)dβ
ξ= = Φ1 (β)
tan β
y por consiguiente, la curva buscada se determina por la ecuación paramétrica

 ξ = Φ (β)
1
 η = Φ(β).

De este modo, el problema de Abel se reduce a la resolución de una ecuación integral


del tipo (1.1), es decir

∫ x
f (x) = K(x, t)ϕ(t) dt.
0

1.2.2 El Problema de Cauchy

En ecuaciones diferenciales un problema de Cauchy (Ver[16])(también llamado prob-


lema de valor inicial o PVI) consiste en resolver una ecuación diferencial sujeta a unas
ciertas condiciones iniciales sobre la solución cuando una de las variables que la de-
finen (usualmente, la variable temporal), toma un determinado valor (usualmente, t = 0,
para modelar las condiciones del sistema en el instante inicial). El problema de Cauchy,
está referido al conjunto de datos iniciales que deben conocerse para determinar con
unicidad la estructura de la solución de una ecuación diferencial ordinaria ó un sistema
de ecuaciones diferenciales ordinarias de cualquier orden que fueren. Para ecuaciones
diferenciales lineales el problema de Cauchy está resuelto dado que se puede garanti-
zar la existencia y unicidad de la solución si las funciones que definen el problema son
diferenciables con continuidad.
Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 17

Los problemas de Cauchy pueden formularse en términos de ecuaciones integrales


equivalentes a las ecuaciones diferenciales. Esto puede tener ventajas suplementarias:
las condiciones iniciales están automáticamente incorporadas a través de los lı́mites
de integración y para problemas lineales se maneja un operador integral acotado (de
hecho, frecuentemente, un operador compacto), mientras que el operador diferencial del
problema planteado en términos de ecuaciones diferenciales es en general no acotado.
Esto último permite considerar varios resultados conocidos para operadores compactos
para resolver un problema planteado en términos de ecuaciones integrales.

Una solución del problema de Cauchy



 u′ (t) = f (t, u)
(1.3)
 u′ (t ) = x ,
0 0

es una función continuamente diferenciable u : J −→ Ω, definida en un subintervalo J


de (a, b) que contiene a t0 , que satisface

u′ (t) = f (t, u(t)) para todo t ∈ J u(t0 ) = x0 ,

el punto (t0 , x0 ) se llama la condición inicial del problema (1.3).


Se demuestra que el problema (1.3) es equivalente a una ecuación integral. Dada una
función continua f = (f1 , · · · , fn ) : [a, b] −→ Rn , denotamos por

∫ b (∫ b ∫ b )
f (t) dt = f1 (t) dt, · · · , fn (t) dt ∈ Rn
a a a

al vector cuyas componentes son las integrales de las componentes de f .

Lema 1. u : [t0 − δ, t0 + δ] −→ Ω es solución del problema de Cauchy (1.3) si y sólo si


u es continua y satisface
∫ t
u(t) = f (s, u(s)) ds + x0 para todo t ∈ [t0 − δ, t0 + δ].
t0
Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 18

Demostración:
Esta afirmación es consecuencia inmediata del teorema fundamental del Cálculo, apli-
cados a cada componente. En efecto, si u = (u1 , · · · , un ) y f = (f1 , · · · , fn ), entonces ui
es continua y satisface ∫ t
ui (t) = fi (s, u(s)) ds + x0,i
t0

si y sólo si ui es continuamente diferenciable y satisface

u′i (t) = fi (t, u(t)), ui (t0 ) = x0,i

para cada i = 1, · · · , n.

1.2.3 Equilibrio de una cuerda cargada

Este ejemplo fue tomado de (Petrovskii, G [33]). Consideremos una cuerda, esto es,
un hilo material de longitud l, que flexiona libremente, que ofrece una resistencia a la
dilatación, proporcional a la magnitud de ésta; y manteniendo fijos los extremos de la
cuerda en los puntos x = 0 y x = l .

Figura 1.2: Equilibrio de una cuerda cargada.

Entonces en la posición de equilibrio, la cuerda coincide con el segmento 0 < x < l del
eje x . Supongamos ahora, que en el punto x = ξ se ha aplicado una fuerza vertical P =
Pξ . Bajo el efecto de esta fuerza la cuerda tomarı́a evidentemente la forma quebrada
Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 19

indicada en la figura 1.2. Busquemos la magnitud δ de la flecha de la cuerda (máxima


elongación de resistencia de la cuerda) en el punto ξ de su posición de equilibrio bajo la
acción de la fuerza Pξ , aplicada en este punto. Si la magnitud de la fuerza Pξ es pequeña
en comparación con la tensión T0 de la cuerda sin carga, podemos aceptar que la tensión
de la cuerda cargada sigue siendo T0 . Entonces, de la condición de equilibrio de la cuerda
encontramos la igualdad siguiente:

δ δ Pξ (l − ξ)ξ
T0 + T0 = Pξ de donde, δ = .
ξ l−ξ T0 l
Sea ahora u(x) la flecha de la cuerda en el punto x bajo la acción de la fuerza Pξ .
Tenemos u(x) = Pξ G(x, ξ) donde

 x(l−ξ)
0≤x≤ξ
T0 l
G(x, ξ) =
 (l−x)ξ
ξ ≤ x ≤ l.
T0 l

En particular, de estas fórmulas se ve inmediatamente que G(x, ξ) = G(ξ, x).


Supongamos ahora que sobre la cuerda actúa una fuerza distribuida continuamente a
lo largo de la cuerda con densidad P (ξ). Si esta fuerza es pequeña, la deformación otra vez
dependerá linealmente de la fuerza, entre ξ y ξ + ∆ξ y es aproximadamente P (ξ)∆(ξ)
y la forma de la cuerda cargada de este modo, por el principio de superposición, sera
descrita mediante la función
∫ l
u(x) = G(x, ξ)P (ξ) dξ. (1.4)
0

Luego, si está dada la carga que actúa sobre la cuerda la fórmula (1.4) permite
encontrar la forma que toma la cuerda bajo la acción de la carga.
Consideremos ahora el problema recı́proco. Hallar la distribución de la carga P bajo
la cual la cuerda toma la forma prefijada u(x). Para encontrar la función P a partir
de la función dada u(x) obtenemos una ecuación que coincide, salvo notaciones, con la
ecuación

∫ b
K(x, t)ϕ(t) dt + f (x) = 0
a
Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 20

es decir, una ecuación de Fredholm de primera especie.

1.2.4 Oscilaciones libres y forzadas de una cuerda

Este ejemplo fue tomado de (Petrovskii, G [33]). Supongamos ahora que la cuerda
no se encuentra en reposo y realiza ciertas oscilaciones. Sea u(x, t) la posición en el
momento t de aquel punto de la cuerda cuya abscisa es x y sea ρ la densidad lineal de
la cuerda. Entonces, sobre un elemento de la cuerda de longitud dx actúa una fuerza de
2 u(x,t)
inercia igual a − ∂ ∂t2
ρ dx , de donde
∂ 2 u(ξ, t)
P (ξ) = − ρ.
∂t2
Tomando (1.4) y sustituyendo P (ξ) se recibe que

∫ l
∂ 2 u(ξ, t)
u(x, t) = − G(x, ξ)ρ dξ. (1.5)
0 ∂t2
Supongamos que la cuerda realiza oscilaciones armónicas de una frecuencia prefijada
w y de una amplitud u(x) que depende de x . En otras palabras, sea

u(x, t) = u(x) sen wt.

Introduciendo esta expresión en (1.5) y dividiendo ambos miembros de la igualdad


por sen wt , obtenemos la siguente ecuación integral para u :
∫ l
2
u(x) = ρw G(x, ξ)u(ξ) dξ.
0

Si la cuerda no oscila libremente sino bajo la acción de la fuerza exterior, se rea-


lizan oscilaciones forzadas, se puede comprobar que la correspondente ecuación de las
oscilaciones armónicas de la cuerda es de la forma
∫ l
2
u(x) = ρw G(x, ξ)u(ξ) dξ + f (x),
0

es decir, se representa una ecuación no homogénea de Fredholm de segunda especie (Ver


[25]).
Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 21

1.3 Ecuaciones integrales de Volterra y


Hammerstein
Un tipo importante de ecuación integral es la de Volterra, la cual fue presentada
por el matemático italiano Vito Volterra (1860-1940)[35] y sus estudios de este tipo de
ecuaciones publicadas a finales del siglo XIX. Estas ecuaciones integrales estan divididas
en dos grupos de primer y segundo tipo. Una ecuación de Volterra lineal de primer tipo
es:
∫ t
f (t) = K(t, s)x(s) ds. (1.6)
a

Una ecuación de Volterra lineal de segundo tipo es:


∫ t
x(t) = f (t) + K(t, s)x(s) ds, (1.7)
a

que satisfacen las siguientes condiciones:

• Cada coordenada de los puntos t y s toman valores desde a hasta cierto t > 0;

• K(t, s) = 0, si por lo menos una de las coordenadas del punto s es mayor que la
correspondiente (es decir, la que tiene el mismo ı́ndice) del punto t.

Donde uno de los lı́mites de integración de la integral es variable, las funciones f (t) y
K(t, s) son funciones conocidas. K(t, s) se conoce como el kernel o núcleo de la ecuación
integral.
Las ecuaciones integrales de Volterra se encuentran en Demografı́a, el estudio de los
materiales viscoelásticos, en problemas evolutivos en biologı́a, propagación epidémica, la
neurofisiologı́a, la teorı́a de control, el estudio del comportamiento de reactores nucleares,
en matemática de seguros a través de la ecuación de renovación, entre otros (Ver [5] y
[20] ). Observe que en las ecuaciones (1.6) y (1.7) el lı́mite de integración superior es
variable; en cambio en las ecuaciones integrales de Fredholm (1.1) y (1.2), dichos lı́mites
son constantes.
Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 22

Muchos problemas que surgen de la fı́sica, ingenierı́a, biologı́a, económia, la relación


con el tráfico vehicular, la teorı́a del control óptimo, la computación moderna, entre
otros., conduce a modelos matemáticos no lineales descritos por ecuaciones integrales.
(Ver ([1], [14], [32]). Por ejemplo, la ecuación integral de Hammerstein [21] aparece en
los fenómenos fı́sicos no lineales, tales como la dinámica de fluidos electro-magnéticos,
en la reformulación de problemas de contorno con condición de contorno no lineal que se
reducen a ecuaciones integrales no lineales del tipo Hammerstein. La forma canónica de
la ecuación de Hammerstein es:
∫ b
ϕ(x) = K(x, t)f (t, ϕ(t)) dt + ψ(x) (1.8)
a

para todo t ∈ I = [a, b], donde K(x, t), f (t, u) y ψ(x) son funciones dadas; siendo
ϕ(x) la función incógnita. Esta ecuación integral es del tipo Fredholm. Muchos métodos
diferentes han sido usados para aproximar la solución de dichas ecuaciones integrales. En
particular, nuestro trabajo consideramos las ecuaciones de Hammerstein
CAPÍTULO 2

EL ESPACIO DE LAS FUNCIONES DE VARIACIÓN


ACOTADA

En el presente capı́tulo se describe la noción de función de variación acotada en un


intervalo [a, b], introducida en el año 1881 por Camille Jordan (Ver [23]), ası́ como también
se presentan algunas de las propiedades de éstas funciones. Además se expone el espacio
de las funciones Lipschitz y algunas propiedades y ejemplos del mismo.

2.1 Funciones de Variación Acotada


Definición 1 (Variación acotada). Sean u : [a, b] → R una función y π : a = t1 <
t2 < · · · < tn = b una partición del intervalo [a, b], definimos:

n
V (u) = V (u; [a, b]) := sup |u(tj ) − u(tj−1 )|,
π
j=1

donde el supremo se considera sobre el conjunto de todas las particiones del intervalo
[a, b]. Si V (u; [a, b]) < ∞, decimos que la función u tiene variación acotada o finita
en el intervalo [a, b]. Denotamos a la clase de las funciones de variación acotada en el
intervalo [a, b] por BV [a, b].

A continuación se presentarán algunos ejemplos que ilustran la definición de BV [a, b].

23
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 24

Ejemplo 1:
Consideremos c ∈ R y la función constante u, definida por

u(t) = c, para todo t ∈ [a, b].

Asi, dada π : a = t0 < · · · < tn = b una partición del intervalo [a, b], tenemos que
∑ n
V (u) = V (u; [a, b]) = sup |u(tj ) − u(tj−1 )|
π
j=1

n
= sup |c − c|
π
j=1
= 0.

Por lo tanto V (u; [a, b]) = 0.

A continuación daremos un ejemplo de una función continua que no es de variación


acotada.

Ejemplo 2:
Consideremos la función u : [0, 1] −→ R, definida mediante la siguiente expresión:

 t sen( π ), si 0 < t ≤ 1
t
u(t) =
 0 si t = 0.

Figura 2.1: Función u(t).


Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 25

La función u es continua en [0, 1]. Por otra parte, dada la partición


{ }
2 2 2 2 2
π = 0, , ,··· , , , ,1 .
2n + 1 2n − 1 7 5 3

Por otra parte dada la partición del intervalo [0, 1]. Se obtiene


n ( ) ( ) ( )
2 2 2
|u(tj ) − u(tj−1 )| = u − u(0) + u −u +
j=1
2n + 1 2n − 1 2n + 1

( ) ( ) ( ) ( ) ( )
2 2 2 2 2
+··· + u −u + u −u + u(1) − u
5 7 3 5 3

( ) ( ) ( ) ( )
2 2 2 2 2 2 2 2
= + + + ··· + + + + +
2n + 1 2n − 1 2n + 1 5 7 3 5 3

( ) ( ) ( ) ( ) ( )
2 2 2 2 2
= 2 +2 + ··· + 2 +2 +2
2n + 1 2n − 1 5 7 3

(( ) ( ) ( ) ( ) ( ))
1 1 1 1 1
= 4 + + ··· + + + .
2n + 1 2n − 1 5 7 3



1
Luego como la serie es divergente, la sucesión de sumas parciales {Sn }
n=1
2n + 1

1 1 1 1 1
Sn = + + + ··· + + ,
3 5 7 2n − 1 2n + 1

no está acotada y además V (u, [0, 1]) ≥ Sn . Considerando n suficientemente grande


obtenemos que u no es de variación acotada.

Ahora exponemos otro ejemplo de una función que no es continua y no tiene variación
acotada.

Ejemplo 3:

Consideremos u : [a, b] −→ R definida por


Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 26


 1, si t es racional, t ∈ [a, b]
u(t) =
 0 si t es irracional, t ∈ [a, b].

La función u es acotada y no es de variación acotada. En efecto, sean n > 0 ∈ N y


[a, b] un intervalo cerrado en R. Vamos a construir una partición P = {t0 , t1 , · · · , tn+2 }

n+2
de [a, b] tal que V (u, [a, b]) ≥ |u(ti ) − u(ti−1 )| > n, de la manera siguiente:
i=1
Definamos t0 = a. Como entre dos cualesquiera números reales existe un número
racional y uno irracional, escojamos t1 como un número irracional entre a y b, t2 como
un número racional entre t1 y b. Elegimos t2i como un número racional entre t2i−1 y b y
finalmente tn+2 = b.
Ası́ hemos construido una partición que comienza con a, luego se alterna números
racionales e irracionales hasta que finalmente termina b. De esta manera,

n+2
V (u; [a, b]) ≥ |u(ti ) − u(ti−1 )|
i=1

n+1
≥ |u(ti ) − u(ti−1 )|
i=1
= |u(t2 ) − u(t1 )| + · · · + |u(tn+1 ) − u(tn )|

= |1 − 0| + |0 − 1| + · · · + |1 − 0|

= 1 + · · · + 1 = n.

Por lo tanto, V (u; [a, b]) es arbitrariamente grande, por lo tanto V (u; [a, b]) = ∞. Es
decir u no es de variación acotada.
A continuación enunciaremos y probaremos alguna propiedades conocidas e impor-
tantes de la clase de funciones que tienen variación acotada en el intervalo [a, b].

2.1.1 Propiedades de las Funciones de variación acotada

A continuación se enuncian y demuestran algunas propiedades de las funciones de


variación acotada, las cuales serán de gran utilidad en el próximo capı́tulo.
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 27

Teorema 1 (Ver [8] o [7]). Para u ∈ BV [a, b] se cumple las siguientes propiedades:

a) V (u; [a, b]) ≥ 0.

b) V (u; [a, b]) = 0 si y solo si, u = ctte.

c) V (u; [a, b]) = V (−u; [a, b]).

d) |u(a) − u(b)| ≤ V (u; [a, b]).

e) u es acotada y ||u||∞ ≤ |u(a)| + V (u; [a, b]), donde ||u||∞ = sup(u(t)), con t ∈
[a, b].

f ) V (u + v; [a, b]) ≤ V (u; [a, b]) + V (v; [a, b]).

Demostración:

Propiedad a)
Dado que |u(tj ) − u(tj−1 )| ≥ 0 para cualquier j = 0, 1, · · · , n con n ∈ N, se tiene que


n
V (u, [a, b]) = sup |u(tj ) − u(tj−1 )| ≥ 0,
π
j=1

donde el supremo es considerado sobre todas las particiones π : a = t0 < t1 < · · · < tn = b
del intervalo [a, b].
Propiedad b)
Supongamos que V (u, [a, b]) = 0 y consideremos x, y ∈ [a, b], entonces

|u(x) − u(y)| ≤ V (u, [a, b]) = 0.

Luego u(x) = u(y), para todo x, y ∈ [a, b]. Por lo tanto u es constante en el intervalo
[a, b].
Si la función u es constante en el intervalo [a, b], de la definición de V (u, [a, b]) resulta
que V (u, [a, b]) = 0.
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 28

Propiedad c)
Consideremos u ∈ BV [a, b]. Entonces,


n
V (−u; [a, b]) = sup |(−u(tj )) − (−u(tj−1 ))|
π
j=1
∑n
= sup | − u(tj ) + u(tj−1 )|
π
j=1
∑n
= sup |u(tj ) − u(tj−1 )|
π
j=1
= V (u, [a, b]).

Propiedad d)
Consideremos la partición πa,b definida por πa,b : a = t0 ≤ t1 = b del intervalo [a, b] y
de la definición de variación, se tiene que

|u(b) − u(a)| ≤ V (u; [a, b]).

Propiedad e)
Sea t ∈ [a, b]. Como la función u tiene variación acotada en el intervalo [a, b], tenemos
que:
|u(t) − u(a)| + |u(b) − u(t)| ≤ V (u; [a, b]), t ∈ [a, b].

Por lo tanto:
|u(t) − u(a)| ≤ V (u; [a, b]), t ∈ [a, b].

Es decir:

|u(t)| ≤ |u(a)| + V (u; [a, b]), t ∈ [a, b], (2.1)

luego la función u es acotada en el intervalo [a, b].

Observación: En lo que sigue, si una función u : [a, b] −→ R es acotada denotaremos


por ||u||∞ el supremo de |u(t)| con t ∈ [a, b]. Usando esta notación la desigualdad (2.1)
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 29

de la propiedad anterior, se transforma en

||u||∞ = sup |u(t)| ≤ |u(a)| + V (u; [a, b]).


t∈[a,b]

Propiedad f )
La variación es subaditiva, es decir,

V (u + v; [a, b]) ≤ V (u; [a, b]) + V (v; [a, b]), ∀u, v ∈ BV [a, b]

para u, v : [a, b] −→ R.
En efecto, para u, v ∈ BV [a, b] se considera
∑ n
V (u + v; [a, b]) = sup |(u + v)(tj ) − (u + v)(tj−1 )|
π
j=1
∑n
= sup |(u(tj ) + v(tj ) − u(tj−1 ) − v(tj−1 )|
π
j=1
∑n
= sup |(u(tj ) − u(tj−1 )) + (v(tj ) − v(tj−1 ))|
π
j=1
∑n ∑
n
≤ sup |u(tj ) − u(tj−1 )| + sup |v(tj ) − v(tj−1 )|
π π
j=1 j=1
= V (u, [a, b]) + V (v, [a, b]).


En lo que sigue mostraremos otra propiedad de las funciones de variación acotada:

Proposición 1. Dada una función u : [a, b] −→ R, monótona entonces:

V (u; [a, b]) = |u(b) − u(a)|.

Demostración:
Dada π : a = t0 < · · · < tn = 0 una partición del intervalo [a, b], si la función es
monótona creciente, entonces:

n
V (u; [a, b]) = |u(tj ) − u(tj−1 )|
j=1
∑n
= (u(tj ) − u(tj−1 ))
j=1
= u(b) − u(a).
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 30

Por lo tanto,

V (u) = u(b) − u(a) = |u(b) − u(a)|.

Ahora, si la función u : [a, b] −→ R es monótona decreciente, usando el mismo


argumento anterior obtenemos que la variación es:

V (u) = u(a) − u(b) = |u(a) − u(b)| = |u(b) − u(a)|.


A continuación ilustraremos esta propiedad en el siguiente ejemplo:

Ejemplo 4:
Consideremos u : [a, b] −→ R una función tal que

u(t) = tn , t ∈ [a, b], a ≥ 0 , n ∈ N,

donde tn es una función monótona creciente para cualquier n ∈ N. Luego, en virtud de


la Proposición anterior, tenemos que V (u; [a, b]) = |bn − an |.
La siguiente proposición nos señala que para determinar si una función tiene variación
acotada en un intervalo [a, b], basta verificar que ella tiene variación acotada en una
cantidad finita de subintervalos cuya reunión es [a, b].

Proposición 2. (Ver [7]) Sea u una función de variación acotada en [a, b] y sea c ∈ (a, b),
entonces
V (u, [a, b]) = V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]).

Demostración:
Sea u ∈ BV [a, b], si existe c ∈ (a, b) , tal que u ∈ BV [a, c] y u ∈ BV [c, b]. Con-
sideremos π : a = t0 < t1 < · · · < tn = b una partición de [a, b], entonces existe
j = 1, 2, · · · , n, tal que tj−1 < x ≤ tj . Luego:

n ∑
j−1
|u(ti ) − u(ti−1 )| ≤ |u(ti ) − u(ti−1 )| + |u(c) − u(tj−1 )| + |u(tj ) − u(c)|
i=1 i=1

n
+ |u(ti ) − u(ti−1 )| ≤ V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]).
i=1
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 31

Aplicando supremo en el miembro izquierdo de la desigualdad anterior obtenemos:

V (u, [a, b]) ≤ V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]). (2.2)

En consecuencia u tiene variación acotada en el intervalo [a, b] y se verifica la de-


sigualdad (2.2).
Demostraremos ahora que:

V (u, [a, b]) ≥ V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]).

Puesto que V (u, [a, c]) < ∞ y V (u, [c, b]) < ∞, entonces dado ϵ > 0, existen parti-
ciones π1 : a = t0 < t1 < · · · < tk = c, y π2 : c = tk < tk+1 < · · · < tn = b de los
intervalos [a, c] y [c, b], respectivamente, tales que:

ϵ ∑k
V (u, [a, c]) − < |u(ti ) − u(ti−1 )|,
2 i=1

ϵ ∑
n
V (u, [c, b]) − < |u(ti ) − u(ti−1 )|.
2 i=k+1

Sumando miembro a miembro las desigualdades anteriores, resulta:


n
V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]) − ϵ < |u(ti ) − u(ti−1 )| < V (u, [a, b]).
i=1
Por lo tanto:
V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]) − ϵ < V (u, [a, b]) para todo ϵ > 0 y ası́ resulta que:

V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]) ≤ V (u, [a, b]). (2.3)

De las desigualdades (2.2) y (2.3), obtenemos:

V (u, [a, b]) = V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]).


A continuación demostramos que la clase de las funciones que tienen variación acotada
posee estructura de espacio vectorial.
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 32

Proposición 3 (Ver [7]). BV [a, b] es un espacio vectorial sobre R.

Demostración:
Sean u, v : [a, b] −→ R funciones de variación acotada en el intervalo [a, b] y conside-
remos una partición π : a = t0 < t1 < · · · < tn = b del intervalo [a, b], entonces:


n ∑
n
|(u + v)(tj ) − (u + v)(tj−1 )| = |(u(tj ) − u(tj−1 )) + (v(tj ) − v(tj−1 ))|
j=1 j=1
∑n ∑
n
≤ |u(tj ) − u(tj−1 )| + |v(tj ) − v(tj−1 )|
j=1 j=1
≤ V (u) + V (v).

Considerando el supremo en ambos miembros de la desigualdad anterior resulta que:

V (u + v; [a, b]) ≤ V (u; [a, b]) + V (v; [a, b]).

Por lo tanto, la función u + v tiene variación acotada en el intervalo [a, b].


Sea λ ∈ R, entonces:

n ∑
n
|(λu)(tj ) − (λu)(tj−1 )| = |λ (u(tj ) − u(tj−1 ))|
j=1 j=1

n
= |λ| |u(tj ) − u(tj−1 )|.
j=1

Considerando el supremo en ambos miembros de la igualdad anterior, resulta que:

V (λu; [a, b]) = |λ|V (u; [a, b]).

Por lo tanto, la función λu tiene variación acotada en el intervalo [a, b].



De lo anterior demostramos que el conjunto de funciones que tienen variación acotada
en el intervalo [a, b] es un espacio vectorial. Además el mismo posee una estructura de
álgebra y de espacio normado con la norma:

||u||BV = |u(a)| + V (u), u ∈ BV [a, b].


Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 33

Más aún, el espacio BV [a, b] es un espacio de Banach.

En el siguiente teorema demostraremos que la función ||.||BV es una norma sobre


el espacio de las funciones de variación acotada. Más aún este espacio normado es un
espacio de Banach.

Teorema 2 (Ver [7]). El espacio (BV [a, b], ||.||BV ) es un espacio de Banach.

Demostración:
En primer lugar veamos que (BV [a, b], ||.||BV ) es un espacio normado. Sean u, v ∈
BV [a, b] y λ ∈ R, entonces:

i) De la definición de ||.||BV se tiene que ||u||BV ≥ 0.

ii) Supongamos que ||u||BV = 0, entonces

|u(a)| + V (u, [a, b]) = 0,

lo cual es equivalente a |u(a)| = 0, V (u, [a, b]) = 0. Usando la propiedad b), resulta
que la función u es constante en el intervalo [a, b] y como u(a) = 0 se tiene que
u = 0. Si u ≡ 0, en el intervalo [a, b], entonces es claro que ||u||BV = 0.

iii) De la definición de ||.||BV y la Proposición 2, tenemos que:

∥λu∥BV = |λu(a)| + V (λu; [a, b])

= |λ| |u(a)| + |λ|V (u; [a, b])

= |λ| (|u(a)| + V (u; [a, b]))

= |λ| ∥u∥BV .

iv) De las propiedades de la función | · | y la Proposición 2, resulta que:

∥u + v∥BV = |u(a) + v(a)| + V (u + v; [a, b])

≤ |u(a)| + V (u; [a, b]) + |v(a)| + V (v; [a, b])

= |λ| (|u(a)| + V (u; [a, b]))

= ∥u∥BV + ∥v∥BV .
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 34

De i), ii), iii) y iv) se tiene que (BV [a, b], ||.||BV ) es un espacio normado. De-
mostraremos ahora que el espacio (BV [a, b], ||.||BV ) es completo.
Sea {un }n≥1 una sucesión de Cauchy en (BV [a, b], ||.||BV ) y demostraremos que la
sucesión {un }n≥1 converge en la norma ||.||BV a una función u ∈ BV [a, b].
En primer lugar veamos que:

sup V (un ; [a, b]) < ∞. (2.4)


n

Sea ϵ > 0, como {un }n≥1 es una sucesión de Cauchy en (BV [a, b], ||.||BV ) existe
N > 0, tal que si n, m ≥ N entonces ||un − um ||BV < ϵ, luego:

|un (a) − um (a)| + V (un − um ; [a, b]) < ϵ, n, m ≥ N.

En particular tenemos que:

V (un − uN ; [a, b]) < ϵ, n ≥ N.

Por lo tanto, para toda partición π : a = t0 < · · · < tn = b del intervalo [a, b] resulta
que:

h
|(un − um )(tk ) − (un − uN )(tk−1 )| < ϵ, n ≥ N,
k=1


h
|un (tk ) − um (tk−1 ) − (un (tk ) − uN (tk−1 ))| < ϵ, n ≥ N.
k=1

Entonces:

h ∑
h
|un (tk ) − um (tk−1 )| − |uN (tk ) − uN (tk−1 )| ≤
k=1 k=1


h
≤ |un (tk ) − um (tk−1 ) − (uN (tk ) − uN (tk−1 ))| < ϵ.
k=1

Por lo tanto:

h ∑
h
|un (tk ) − um (tk−1 )| < ϵ + (uN (tk ) − uN (tk−1 ))|, n≥N
k=1 k=1
≤ ϵ + V (uN ; [a, b]), n ≥ N.
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 35

Aplicando supremo en el miembro izquierdo de la desigualdad anterior resulta que:

V (un ; [a, b]) ≤ ϵ + V (uN ; [a, b]) n ≥ N,

entonces:
V (un ; [a, b]) ≤ máx{V (u1 ), · · · , V (uN )}, n ≥ 1.

En consecuencia sup V (un ; [a, b]) < ∞. Demostremos ahora que la sucesión {un }n≥1 ,
n
es una sucesión de Cauchy uniformemente en el intervalo [a, b].
Como la sucesión {un }n≥1 , es una sucesión de Cauchy en (BV [a, b], ||.||BV ) tenemos
que para todo ϵ > 0, existe N > 0, tal que si n, m ≥ N , entonces:

ϵ
∥un − um ∥ < .
2

Es decir,
ϵ
|un (a) − um (a)| + V (un − um ; [a, b]) < n, m ≥ N.
2
Por lo tanto:

ϵ ϵ
|un (a) − um (a)| < y V (un − um ; [a, b]) < n, m ≥ N.
2 2

Como V (un − um ; [a, b]) < ϵ


2
n, m ≥ N , es decir:


h
ϵ
|(un − um )(tk ) − (un − um )(tk−1 )| < n, m ≥ N,
k=1
2
para toda partición π : a = t0 < · · · < tn = b del intervalo [a, b]. En particular resulta
que:
ϵ
|un (t) − um (t) − (un (a) − um (a))| < , t ∈ [a, b], n, m ≥ N,
2
Por lo tanto se tiene que:

ϵ
|un (t) − um (t)| < + |(un (a) − um (a))|, t ∈ [a, b], n, m ≥ N.
2

Como |un (a) − um (a)| < ϵ


2
para todo n, m ≥ N , resulta que:

|un (t) − um (t)| < ϵ, t ∈ [a, b], n, m ≥ N.


Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 36

De esta última desigualdad deducimos que la sucesión {un }n≥1 es una sucesión uni-
formemente de Cauchy en el intervalo [a, b].
Puesto que para cada t ∈ [a, b], {un }n≥1 es una sucesión de Cauchy de números reales,
existe una función u : [a, b] −→ R, tal que:

u(t) = lı́m un (t).


n→∞

Demostremos ahora que la función u ∈ BV [a, b]. Sea π : a = t0 < · · · < tn = b una
partición del intervalo [a, b] y tomemos ϵ = 12 h.
Como la sucesión {un }n≥1 converge uniformemente en el intervalo [a, b] a la función
u, existe N > 0 tal que:

1
|un (t) − u(t)| < h, t ∈ [a, b], n ≥ N. (2.5)
2

Entonces:

h ∑
h
|u(tk ) − u(tk−1 )| ≤ |(utk ) − un (tk ))|
k=1 k=1
∑h
+ |un (tk ) − un (tk−1 )| + |un (tk−1 ) − u(tk−1 )|, n ≥ 1.
k=1

Considerando n ≥ N y usando la desigualdad (2.5), resulta que:


h ∑
h
|u(tk ) − u(tk−1 )| ≤ 1 + |un (tk ) − un (tk−1 )|
k=1 k=1
≤ 1 + V (un ; [a, b])

≤ 1 + sup V (un ; [a, b]).


n

Aplicando el supremo en el miembro izquierdo de la desigualdad anterior, sobre el


conjunto de todas las particiones del intervalo [a, b], resulta que:

V (u; [a, b]) ≤ 1 + sup V (un ; [a, b]).


n

Por lo tanto u ∈ BV [a, b].


Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 37

Demostremos que la sucesión {un }n≥1 converge a la función u en la norma ||.||BV . Sea
ϵ > 0, debemos demostrar que existe N > 0, tal que si n ≥ N entonces ∥un − u∥ < ϵ.
Puesto que {un }n≥1 es una sucesión de Cauchy en (BV [a, b], ∥ · ∥) existe N tal que si
n, m ≥ N , entonces:
∥un − um ∥ < ϵ.

Sea n, m ≥ N , entonces

∥un − u∥ = ∥un − lı́m um ∥ = lı́m ∥un − um ∥ < ϵ.


m→∞ m→∞

En conclusion, la sucesión {un }n≥1 converge a la función u en la norma ||.||BV .



En este espacio de funciones, L. Maligranda y W. Orlicz [29], establecen un resultado
referente a la estructura de álgebra de Banach de este espacio respecto a ciertas normas
equivalentes a la norma || · ||BV . Sin embargo, debemos agregar que P. S. Bullen [13]
demostraron que el espacio BV ∗ [a, b] de las funciones u ∈ BV [a, b] que se anulan en a, es
un álgebra de Banach con la norma || · ||BV como se muestra en los siguientes teoremas

Teorema 3 (Ver [7]). El espacio (BV ∗ [a, b], || · ||BV ) es un espacio de Banach.

Demostración:
Sea {un }n≥1 una sucesión de Cauchy en (BV ∗ [a, b], || · ||BV ), (un (a) = 0, n ≥ 1).
Como BV ∗ [a, b] ⊂ BV [a, b], entonces {un }n≥1 es una sucesión de Cauchy en BV [a, b],
por lo tanto existe una función u ∈ BV [a, b], tal que {un }n≥1 converge a u en la norma
|| · ||BV . Para verificar que u ∈ BV ∗ [a, b], se debe demostrar que u(a) = 0.
En efecto; como {un }n≥1 converge a la función u en la norma || · ||BV , se tiene que
para todo ϵ > 0, existe N > 0, tal que si n ≥ N , entonces,

||un − u|| < ϵ, n ≥ N.

Lo cual es equivalente a

|un (a) − u(a)| + V (un − u; [a, b]) < ϵ, n ≥ N.


Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 38

Puesto que un (a) = 0, n ≥ 1, se tiene que u(a) = 0. De este resultado y del Teorema
2 se concluye que (BV ∗ [a, b], || · ||BV ) es un espacio de Banach.


Teorema 4. (Ver [13], [7]) (BV ∗ [a, b], || · ||BV ) es un álgebra de Banach.

Demostración:
Sean u, v ∈ BV ∗ [a, b], entonces como u(a) = v(a) = 0, resulta que la descomposición
canónica de las funciones u y v viene dada por

u(t) = pu (t) − nu (t) y v(t) = pv (t) − nv (t), t ∈ [a, b],

donde

1 1
pu (t) := (Vu (t) + u(t) − u(a)), nu (t) := (Vu (t) − u(t) + u(a)), t ∈ [a, b]
2 2

y
1 1
pv (t) := (Vv (t) + v(t) − v(a)), nv (t) := (Vv (t) − v(t) + v(a)), t ∈ [a, b],
2 2
ası́ se tiene que pu (a) = nu (a) = pv (a) = nv (a) = 0.
Por otro lado tenemos que

uv = (pu − nu )(pv − nv )

= pu pv − pu nv − nu pv + nu nv

= (pu pv + nu nv ) − (pu nv + pv nu ).

Demostraremos ahora que las funciones (pu pv + nu nv ) y (pu nv + pv nu ) son positivas y


crecientes en el intervalo [a, b]. Como pu (a) = nu (a) = pv (a) = nv (a) = 0 y las funciones
pu , nu , pv , nv son crecientes, entonces

pu (t) ≥ 0, nu (t) ≥ 0, pv (t) ≥ 0, nv (t) ≥ 0, para todo t ∈ [a, b].

En consecuencia las funciones pu pv + nu nv y pu nv + pv nu son positivas en el intervalo


[a, b]. Además las funciones pu pv + nu nv y pu nv + pv nu son crecientes en el intervalo [a, b].
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 39

En efecto, sean x, y ∈ [a, b] tales que a ≤ x ≤ y ≤ b, entonces como la función pu es


creciente, resulta que
pu (x) ≤ pu (y), x, y ∈ [a, b].

Como la función pv es positiva y creciente se tiene que pv ≥ 0 y pv (x) ≤ pv (y), por lo


tanto

pu (x)pv ≤ pu (y)pv (x)

≤ pu (y)pv (y).

En consecuencia, la función pu pv es creciente en el intervalo [a, b].


De forma similar se demuestra que las funciones nu nv , pu nv , pv nu son crecientes en
el intervalo [a, b]. Luego resulta que las funciones pu pv + nu nv y pu nv + pv nu son positivas
y crecientes en el intervalo [a, b]. En conclusión hemos demostrado que

uv = (pu pv nu nv ) − (pu nv pv nu )

es una descomposición de la función uv como diferencia de funciones crecientes. Ası́

V (uv; [a, b]) ≤ [pu (b)pv (b) + nu (b)nv (b) + pu (b)nv (b) + pv (b)nu (b)]

= (pu (b) + nu (b))(pv (b) + nv (b))

= v(u; [a, b])V (v; [a, b]).

Por tanto, hemos demostrado que (BV ∗ [a, b], ||·||BV ) es un álgebra de Banach, puesto
que

||uv|| = v(uv; [a, b])

≤ V (u; [a, b])V (v; [a, b])

= ||u||||v||.


El resultado más importante dado por Jordan cuando introduce el concepto de
variación acotada en [23] se refiere a que una función u ∈ BV [a, b] si y sólo si se puede
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 40

escribir como diferencia de funciones monótonas, en particular de funciones crecientes.


En la prueba exhibida por Jordan [23] las funciones monótonas consideradas son

u1 (·) := V (u, [a, ·]), u2 := u1 − u.

La relevancia de este resultado estriba en que un gran número de propiedades de las


funciones monótonas se pueden transferir a las funciones que tienen variación acotada,
como por ejemplo la existencia de lı́mites laterales, conjunto de discontinuidades nume-
rable y las mismas son de salto, Riemann-integrabilidad y existencia de derivada c.s. en
[a, b].
A continuación presentamos uno de los teoremas de Representación para las funciones
de variación acotada, dada por Jordan en el año 1881.

Teorema 5 (Teorema de Representación de Jordan [23]). Una función u ∈ BV [a, b] si


y sólo si existen funciones u1 , u2 monótonas en [a, b] tales que u = u1 − u2 .

Demostración:
Si u1 , u2 son monótonas, entonces por Ejemplo 2 se tiene que u = u1 − u2 ∈ BV [a, b].
Por otra parte, supongamos que u ∈ BV [a, b] y definamos las funciones pu , nu :
[a, b] → R, por:

1
pu (t) := (Vu (t) + u(t) − u(a)), t ∈ [a, b],
2
1
nu (t) := (Vu (t) − u(t) + u(a)), t ∈ [a, b],
2
donde Vu (t) := V (u; [a, t)), t ∈ [a, b].

Sean x, y ∈ [a, b], x ≤ y, entonces por el Teorema 1 parte d) y f) se tiene que

1
pu (y) − pu (x) = (Vu (y) − Vu (x) + u(y) − u(x))
2
1
= (V (u; [x, y]) + u(y) − u(x)) ≥ 0.
2
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 41

Luego pu es una función creciente y como pu (a) = 0, resulta que pu ≥ 0, t ∈ [a, b]. De
manera similar,

1
nu (y) − nu (x) = (Vu (y) − Vu (x) + u(x) − u(y))
2
1
= (V (u; [x, y]) + u(x) − u(y)) ≥ 0.
2

En consecuencia, se tiene que nu es creciente y como nu (a) = 0, tenemos que nu es


no negativa. Ahora de las definiciones de pu y nu resulta que

u = pu − (nu − u(a)).

Además
Vu (t) = pu (t) + nu (t).


A continuación exponemos la noción de función Lipschitz y veremos algunas
propiedades de esta clase de funciones y su relación con las funciones de variación acotada.

2.2 Función Lipschitz


Definición 2. Se dice que una función u : [a, b] → R satisface la condición Lipschitz (o
es Lipschitz) en el intervalo [a, b] si y sólo si existe una constante L > 0 tal que

|u(x) − u(y)| ≤ L|x − y|, x, y ∈ [a, b]. (2.6)

La constante L se denomina constante de Lipschitzidad.

Denotaremos a la clase de las funciones Lipschitz en [a, b] por Lip[a, b].


A continuación daremos algunos ejemplos de funciones Lipschitz.
Ejemplo 1.
Consideremos f (x) = sen(x)
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 42

Figura 2.2: Función f (x) = sen(x).

Veamos que cumple la condición de Lipschitz, es decir, f satisface una desigualdad


del tipo |f (x) − f (y)| ≤ L|x − y| para alguna constante L > 0.
Consideremos L = 1. Sean x, y ∈ R , tales que x < y. Aplicando el teorema del valor
medio a la función f (x) = sen(x) se sigue que existe c ∈ (x, y) tal que:
f (x) − f (y)
= f ′ (c).
x−y
Como f ′ (c) = cos(c) y | cos(x)| ≤ 1 para todo x ∈ R.
Entonces considerando el valor absoluto en ambos lados y sustituyendo

f (x) = sen(x), f (y) = sen(y)

tenemos que
|f (x) − f (y)|
= | cos(c)|.
|x − y|
Como | cos(c)| ≤ 1, entonces
|f (x) − f (y)|
≤1
|x − y|
por lo tanto
|f (x) − f (y)| ≤ |x − y|
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 43

ya que el valor absoluto no es negativo y por ello no afecta el sentido de la desigualdad.


De donde f (x) = sen(x) cumple la condición de Lipschitz.

Ejemplo 2.
Consideremos f (x) = mx + b. Veamos que f satisface una desigualdad del tipo

|f (x) − f (y)| ≤ L|x − y| para alguna constante L > 0.

Considerando que f (x) − f (y) = (x − y)m donde m es continua, y aplicando la


definición tenemos

∥f (x) − f (y)∥ = ∥(x − y)m∥ ≤ |m| ∥x − y∥ ∀(x, y) ∈ R.

Luego considerando L = |m| se tiene que f (x) cumple la condición Lipschitz.

Definición 3. Una función u : R −→ R es localmente Lipschitz, si dado cualquier


número real r > 0, donde existe una constante Lr := L(r) tal que si t, τ ∈ [−r, r],
entonces | u(t) − u(τ ) |< Lr | t − τ |.

A continuación daremos un ejemplo de una función localmente Lipschitz.


Ejemplo
Sea f : R → R definida por f (x) = x2

Figura 2.3: Función f (x) = x2 .


Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 44

Veamos que f satiface la condición de localmente Lipschitz en el intervalo [a, b] .


Si, x1 , x2 están en un intervalo [a, b], entonces tenemos:

|f (x) − f (y)| = |x21 − x22 |

= |x1 − x2 ||x1 + x2 |

≤ 2|b| |x1 − x2 |.

Resulta que |f (x) − f (y)| ≤ 2|b| |x1 − x2 | por lo tanto, f (x) = x2 es localmente
Lipschitz en R.

Proposición 4. Toda función globalmente Lipschitz es localmente Lipschitz.

Demostración:

Sea f : R −→ R donde existe una constante L tal que |f (t) − f (τ )| < L|t − τ | para
cada par de números reales t y τ . Si ahora tenemos un número real r > 0, y la constante
L := L(r) tal que t, τ ∈ [−r, r], entonces |f (t) − f (τ )| < L|t − τ | de donde f es localmente
Lipschitz.


Proposición 5. Si f : R → R es de clase C 1 entonces f es localmente Lipschitz.

Demostración:

Sean x, y ∈ [a, b] tales que a ≤ x < y ≤ b, como la función u es continua en [x, y] y


diferenciable en (x, y), por el teorema del valor medio, existe ξ ∈ (x, y), tal que:

|u(x) − u(y)| = |u′ (ξ)||x − y|.

Puesto que u′ es acotada en (a, b), existe un M > 0, tal que:

|u(x) − u(y)| ≤ M |x − y|,

es decir, la función u es Lipschitz en el intervalo [a, b].



Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 45

Proposición 6. Si u ∈ Lip[a, b] entonces u es continua en [a, b], es decir, Lip[a, b] ⊂


C[a, b].

Demostración:

Sea L > 0 tal que |u(x) − u(y)| ≤ L|x − y| para todo x, y ∈ R. Sea ϵ > 0 arbitrario
y tomemos δ = ϵ
L
> 0. Si x, y ∈ R y |x − y| < δ, entonces:

|u(x) − u(y)| ≤ L|x − y| < Lδ = ϵ.

Luego u es uniformemente continua y por tanto es continua.

A continuación ilustraremos un ejemplo de una función continua y de variación aco-


tada en un intervalo [a, b], que no es Lipschitz.
Ejemplo
Sea u : [0, 1] −→ R la función definida por:


u(t) = t.


Figura 2.4: Función u(t) = t.
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 46

La función u es continua en el intervalo [0, 1] y como u es creciente, tenemos que la


función u tiene variación acotada en [0, 1].
Pero u ̸∈ Lip[0, 1], ya que:

u(t) − u(0) t 1
= =√
t−0 t t
por tanto no es acotada en ningún entorno de cero.

A continuación, presentamos la caracterización de funciones de variación acotada


debida a H. Federer en 1969 [19], como composición de una función monótona con una
función Lipschitz.

Proposición 7. Una función u pertenece a BV [a, b] si y sólo si, se puede representar


como la composición u = g ◦ τ , donde τ : [a, b] −→ [c, d] es creciente y g ∈ Lip[c, d] con
constante de Lipschitz L ≤ 1.

Demostración:

Supongamos que u = g ◦ τ , donde g y τ tienen las propiedades mencionadas. Dada


cualquier partición π : a = t0 < t1 < · · · < tm = b del intervalo [a, b], obtenemos

m ∑
m
V (u, π) = |g(τ (tj )) − g(τ (tj−1 ))| ≤ |τ (tj ) − τ (tj−1 )| = |τ (b) − τ (a)|,
j=1 j=1

por lo tanto, u ∈ BV [a, b]. Por el contrario, sean u ∈ BV [a, b] y τ (t) := Vu (u; [a, b]) la
función de variación (creciente) de u. Además τ es una aplicación de [a, b] en [c, d], donde
c = 0 y d = V (u; [a, b]), pero no es necesariamente sobreyectiva.
Si definimos la función g sobre el rango τ ([a, b]) ⊆ [c, d] considerando g(τ (x)) := u(x),
entonces la descomposición u = g ◦ τ está bien definida. Dado que

|g(τ (s)) − g(τ (t))| = |u(s) − u(t)| ≤ V (u; [s, t]) = |τ (s) − τ (t)|

para a ≤ s < t ≤ b, la función g es Lipschitz continua con constante Lipschitz igual a 1


sobre τ ([a, b]). Podemos extender g de τ ([a, b]) a una aplicación Lipschitz ḡ sobre [c, d]
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 47

(incluso en toda la recta real R) considerando



 (1 − λ)g(x− ) + λg(x) si y = (1 − λ)τ (x−) + λτ (x),
ḡ(y) :=
 (1 − λ)g(x) + λg(x+ ) si y = (1 − λ)τ (x) + λτ (x+ )

con 0 ≤ λ ≤ 1). Por la construcción de ḡ, la forma convexa de ḡ tiene la misma constante
Lipschitz que g lo cual culmina la demostración.


2.2.1 El Operador de Composición en el espacio BV [a, b]

En esta sección se presenta el resultado dado por Michael Josephy [24], en el año
1981 referente a la actuación del operador de composición en el espacio BV [a, b]. Éste
resultado nos permite obtener condiciones necesarias y suficientes en f : R −→ R de tal
manera que el operador de composición F , asociado a f , actúe en el espacio BV [a, b].

Definición 4. Consideremos F el espacio vectorial de las funciones u : [a, b] −→ R y


f : [a, b] × R −→ R una función cualquiera. El operador de composición F , asociado a la
función f , es definido del espacio F al espacio F por la expresión

Fu (t) := f (t, u(t)), t ∈ [a, b], u ∈ F.

En el caso particular, cuando la función f no dependa de una sola variable; es decir,


f : R −→ R, el operador F asociado a f viene definido por:

Fu (t) := f (u(t)), t ∈ [a, b], u ∈ F.

Esto último se conoce como caso autónomo mientras que el caso general, cuando
f : [a, b] × R −→ R se denomina caso no-autónomo.

Lema 2. (Invarianza) Sea f : R −→ R una función. El operador de composición F ,


asociado a f , aplica el espacio BV [a, b] si y sólo si, aplica el espacio BV [c, d]. Es decir,
la actuación del operador F no depende del intervalo donde están definidas las funciones.
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 48

Demostración:
Supongamos que el operador de composición definido por Fu = f ◦ u aplica el espacio
BV ([a, b]) en sı́ mismo. La función l : [c, d] → [a, b] definida por
b−a
l(t) := (t − c) + a (c ≤ t ≤ d)
d−c
es un homeomorfismo estrictamente creciente entre [c, d] y [a, b] con inversa
d−c
l−1 (s) = (s − a) + c (a ≤ s ≤ b)
b−a
el cual satisface que l(c) = a y l(d) = b. Ası́ l : π([c, d]) → π([a, b]) con

l({t0 , t1 , ..., tm−1 , tm }) = {l(t0 ), l(t1 ), ..., l(tm−1 ), l(tm )}

define una correspondencia uno a uno entre todas las particiones de [c, d] y todas las
particiones de [a, b].
Dada v ∈ BV [a, b], la función u := v ◦ l−1 pertenece a BV ([a, b]) y ası́ Fu = f ◦ v ◦ l−1
pertenece a BV ([a, b]) por hipótesis. Sin embargo para P ∈ π([c, d]) y l(P ) ∈ π([a, b])
como anteriormente tenemos que

V (f ◦ u, l(P ); [a, b]) = V (f ◦ v ◦ l−1 , P ; [a, b])


∑m
= |f (u(l(tj ))) − f (u(l(tj−1 )))|
j=1
∑m
= |f (v(tj )) − f (v(tj−1 ))|
j=1
= V (f ◦ v, P ; [c, d]).

Esto demuestra que V (f ◦ v; [c, d]) = V (f ◦ u; [a, b]) y asi ||Fu ||BV = ||Fv ||BV . Por lo
tanto f (u(a)) = f (v(l−1 (a))) = f (v(c)).


Teorema 6. (Josephy [24]) Consideremos f : R −→ R y sea F el operador de composi-


ción asociado a la función f . El operador F actúa en el espacio BV [a, b] si y sólo si, f
es localmente Lipschitz en R. Además, el operador F es siempre acotado sobre conjuntos
acotados de BV [a, b].
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 49

Demostración:

Por el Corolario 2 puede suponerse que el intervalo [a, b] es el intervalo [0, 1]. Supon-
gamos que f : R −→ R es localmente Lipschitz en R y veamos que el operador F actúa
en BV [0, 1]. Consideremos u ∈ BV [0, 1] y

π : 0 = t0 < t1 < · · · < tm = 1

una partición cualquiera del intervalo [0, 1]. Además, tenemos la siguiente estimación


m ∑
m
|f (u(tj )) − f (u(tj−1 ))| ≤ k(||u||∞ )|u(tj ) − u(tj−1 )|
j=1 j=1

donde k(||u||∞ ) es la constante de Lipschitzidad de f en el intervalo [−||u||∞ , ||u||∞ ].

En consecuencia,

V (Fu , [0, 1]) ≤ k(||u||∞ )V (u; [0, 1]) < ∞,

y ası́ hemos demostrado que F actúa en el espacio BV [0, 1].

Supongamos, ahora que el operador F de composición, asociado a f : R −→ R, actúa


en el espacio BV [0, 1], sin embargo, la función f no es Lipschitz local en R, en este caso
podemos suponer que f no es Lipschitz en el intervalo [0,1].

Como la función f no es Lipschitz en [0, 1] tenemos que dada la sucesión kn := (n2 +n)
existen sucesiones {un }∞ ∞
n=1 y {Vn }n=1 en el intervalo [0, 1] tales que

|f (un ) − f (vn )| ≥ (n2 + n)|un − vn |. (2.7)

Como el operador F actúa en el espacio BV [0, 1] y la función identidad


u(s) = s, (s ∈ [0, 1]) pertenece al espacio BV [0, 1], se obtiene que f ∈ BV [0, 1] y ası́ f
es acotada. Ahora, sin pérdida de generalidad podemos suponer en la demostración, que
|f (t)| ≤ 1
2
, t ∈ [0, 1].
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 50

En consecuencia, de la desigualdad (2.7), se deduce la siguiente estimación

1 ≥ |f (un ) − f (vn )| ≥ (n2 + n)|un − vn |.

De esta desigualdad deducimos, pasando a subsucesiones en el caso de ser necesario,


lo siguiente:

i) Las sucesiones {un }∞ ∞ ∗


n=1 y {vn }n=1 converga a un punto u ∈ [0, 1].

1
ii) |un − u∗ | < para n = 1, 2 . . .
(n + 1)2

Definamos la función u : [0, 1] −→ R por medio de la expresión:



 0 si t = 0,









 1

 un si t = + k|un − vn | (k ∈ N),


 n+1
u(t) :=

 [ )

 1 1

 vn si t ∈ , ,

 n + 1 n









v1 si t = 1.

Demostremos que u ∈ BV [0, 1], pero Fu ̸∈ BV [0, 1].

Consideremos el número [ ]
un − v n
mn : ,
n2 + n
(donde
[ [.] indica
] la parte entera de un número) y sea Πn la partición del intervalo
1 1
, definida por:
n+1 n+1

1 1 1 1
Πn : < + |un − vn | < + |un − vn | < · · · <
n+1 n+1 2 n+1
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 51

1 2mn − 1 1 1
··· < + |un − vn | + + mn |un − vn | < .
n+1 2 n+1 n

[ ]
1 1
La variación de la función u en el intervalo , se puede estimar de la manera
n+1 n
siguiente:
( [ ])
1 1
V u, , ≤ 2mn |un − vn | + |un1 − u ∗ | + |u ∗ −un |+
n+1 n

2 1 1 1 3
+|un − vn | ≤ + + ≤ 2.
n2 + n n2 (n + 1)2 n2 + n n

En consecuencia,
∑∞
3
V (u, [0, 1]) ≤ 2
< ∞.
n=1
n

Por otro lado, se obtiene la siguiente estimación de la variación de la función Fu

( [ ])
1 1
V Fu ; , ≥ 2mn |f (un ) − f (vn )| ≥ 2mn (n2 + n)|un − vn | ≥ 2.
n+1 n

En consecuencia,


V (F u, [0, 1]) ≤ 2 < +∞.
n=1

Para ver más detalles sobre el operador de composición remitimos al lector a [30].
CAPÍTULO 3

SOLUCIONES DE VARIACIÓN ACOTADA DE ALGUNAS


ECUACIONES INTEGRALES NO LINEALES

Las soluciones de muchas ecuaciones integrales tales como: Hammerstein y Volterra-


Hammerstein que describen fenómenos fı́sicos son con frecuencia funciones de variación
acotada. Como se afirmó en la introducción, en este capı́tulo del Trabajo Especial de
Grado, nos dedicaremos a resolver las ecuaciones integrales mencionadas anteriormente
para tal fin se hará uso de las propiedades de las funciones de variación acotada, ası́ como
del Principio de Contracción de Banach.

Sean la ecuación integral no lineal de Hammerstein (Ver [21]) y la ecuación integral


no lineal de Volterra-Hammerstein:

x(t) = g(t) + λ K(t, s)f (x(s))ds para t ∈ I y λ ∈ R, (3.1)
I

∫ t
x(t) = g(t) + K(t, s)f (x(s)) ds para cada t ∈ I. (3.2)
0

respectivamente, donde g(t), K(t, s) y f son funciones dadas; la función K(t, s) se conoce
como el kernel o núcleo de la ecuación integral, mientras que x(t) es la función incógnita.

52
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 53

A continuación se presentan algunas definiciones que serán de utilidad para las de-
mostraciones posteriores.

Definición 5. Sean T : X −→ X una aplicación de un conjunto arbitrario no vacı́o en


si mismo. Se dice que x ∈ X es un punto fijo de la aplicación T si T x = x.

Definición 6. Sea (X, d) un espacio métrico y T : X −→ X una aplicación arbitraria.


Se dice que T es una contracción si existe M ∈ R, 0 < M < 1 tal que para todo x, y ∈ X,

d(T x, T y) ≤ M d(x, y). (3.3)

Observación
Geométricamente esto quiere decir que al aplicar T a dos puntos del espacio X se
obtienen dos puntos que están más cerca entre si que los puntos originales y el factor de
acercamiento es igual para todos los pares. Además una función de contracción es una
función uniformemente continua.

Definición 7. Sea {xn } una sucesión en un espacio métrico (X, d). Decimos que {xn }
es una sucesión contracción, si para algún 0 < α < 1, se tiene que

d(xn+1 , xn ) < αd(xn , xn−1 ),

para cualquier ı́ndice natural n ≥ 2.

Proposición 8. (Propiedad de las contracciones)


Si {xn } es una sucesión contracción de constante α, se cumple las siguientes desigual-
dades:

(i) Comparando dos términos consecutivos con los dos primeros términos

d(xn+1 , xn ) ≤ αn−1 d(x2 , x1 ), ∀ n ≥ 2.

(ii) Dos términos cualesquiera con los dos primeros términos

αn−1
d(xm , xn ) ≤ d(x2 , x1 ), para cada m > n.
1−α
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 54

Demostración

(i) La relación es cierta para n = 2, se refiere a la condición de la contracción para


n = 2. Es decir, se cumple,

d(x3 , x2 ) ≤ αd(x2 , x1 ).

Supongamos que la relación es cierta para n > 2. Demostraremos la validez de la


relación para el sucesor n + 1, es decir debemos demostrar la validez de la relación,

d(xn+2 , xn+1 ) ≤ αn d(x2 , x1 ).

De la hipótesis contractiva y de la hipótesis inductiva para n se cumple

d(xn+2 , xn+1 ) = α d(xn+1 , xn ) < αn−1 d(x2 , x1 ) = αn d(x2 , x1 ).

(ii) Para m > n, se tiene

d(xm , xn ) ≤ d(xm , xm−1 )+ < d(xm−1 , xm−2 ) + · · · + d(xn−1 , xn ).

Luego, usando (i) se tiene

d(xm , xn ) ≤ (αm−2 + αm−3 + · · · + αn−1 )d(x2 , x1 ),

sacando factor común αn−1 se tiene:

d(xm , xn ) ≤ αn−1 (1 + α + α2 + · · · + αm−n−1 )d(x2 , x1 ).

Luego, por serie telescópica se obtiene que


( )
1 − αm−n
d(xm , xn ) ≤ d(x2 , x1 ),
1−α
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 55

donde 1 − αm−n < 1. En efecto, sean αn , αm > 0, puesto que 0 < α < 1. Entonces,
αn − αm < αn y por lo tanto
αn − αm
< 1,
αn
si y sólo si,
αm
1− < 1,
αn
si y sólo si,
1 − αm−n < 1.

Ası́, ( )
1 − αm−n αn−1
d(xm , xn ) ≤ d(x2 , x1 ) ≤ d(x2 , x1 ).
1−α 1−α

La siguiente proposición relaciona una sucesión de contracción con la sucesión de
Cauchy, para detalles de la demostración referimos al lector interesado a [3].

Proposición 9 (Ver [3]). Toda sucesión que es contracción es una sucesión de Cauchy.

Los llamados Teoremas de Punto fijos son aquellos que garantizan, bajo ciertas
hipótesis, la existencia de algún punto fijo de una función. Hay varios de estos teore-
mas, y muy diferentes entre si, uno de ellos es el Principio de Contracción de Banach,
cuyas aplicaciones son notables en la mayorı́a de los Teoremas de Existencia y Unicidad,
tales como los de la función inversa y la función implı́cita, soluciones de ecuaciones difer-
enciales e integrales de diversas especies. A continuación enunciaremos y demostraremos
ese principio.

Teorema 7. (Principio de Contracción de Banach)


Consideremos un espacio métrico (X, d). Supongamos que X es completo. Sea T :
X −→ X una contracción en X, entonces T tiene un punto fijo.

Demostración
Sea M > 0, tal que
d(T x, T y) ≤ M d(x, y).
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 56

Construiremos una sucesión {xn } y demostraremos que es de Cauchy y por lo tanto


que es convergente en X por ser X completo y además veremos que el lı́mite x es un
punto fijo de T y es único. Esta es la idea de la prueba.
Sea x0 ∈ X, calculemos la secuencia x1 , x2 , . . ., de una relación de la forma:

xn+1 = T xn .

A partir de x0 ∈ X determinamos sucesivamente

x1 = T x 0 , x 2 = T x 1 , . . .

Tenemos que {xn } es una sucesión contracción. En efecto,

d(xn+1 , xn ) = d(T (xn ), T (xn−1 )) ≤ M d(xn , xn−1 ).

Luego, por la Proposición 9, se obtiene que {xn } es una sucesión de Cauchy, de donde
existe x ∈ X, tal que lı́m xn = x.
n→∞

A continuación se demostrara que x es un punto fijo de la aplicación T . En efecto,

d(x, T x) ≤ d(x, xm ) + d(xm , T x) para cualquier m

≤ d(x, xm ) + d(T xm−1 , T x)

≤ d(x, xm ) + d(xm−1 , x)

considerando el lı́mite cuando m → ∞, se concluye que

d(x, T x) = 0,

por lo tanto, T x = x. De esta manera queda demostrado que x es punto fijo de T .

Veamos que x es el único punto fijo de T .

Supongamos que existe y ∈ X, x ̸= y tal que T y = y

d(x, y) = d(T x, T y) ≤ M d(x, y), para 0 < M < 1,


Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 57

entonces,
d(x, y) − M d(x, y) ≤ 0

(1 − M )d(x, y) ≤ 0,

de donde d(x, y) = 0, por lo tanto x = y contradicción de suponer que x ̸= y.

De esta manera queda demostrada la unicidad del punto fijo x.



El teorema anterior no sólo afirma la existencia de un único punto fijo. También nos
dice cómo encontrarlo, o cómo encontrar una buena aproximación de él. Simplemente hay
que aplicar iteradamente de la función T a partir de cualquier punto x0 . Los siguientes
ejemplos muestran que las condiciones del teorema de punto fijo de Banach son necesarias.

Ejemplo 1. La función T : (0, 1) −→ (0, 1) dada por

1
T (x) = x,
2

es una contracción, en efecto, sean x, y ∈ (0, 1) tales que

1 1
|T (x) − T (y)| = x− y
2 2
1
= |x − y|,
2

es de resaltar, T x = x, si y sólo si, x = 0 y 0 ̸∈ (0, 1), por lo tanto, T no tiene ningún


punto fijo en (0, 1).

Ejemplo 2. La función T : R −→ R dada por

T (t) = t + 1,

satisface

|T (t) − T (s)| = |t − s| para todo t, s ∈ R.

Sin embargo, no tiene ningún punto fijo, dado que T (t) > t, para todo t ∈ R.
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 58

Por otra parte, del teorema del valor intermedio se sigue que cualquier función conti-
nua T : [a, b] −→ [a, b], sea o no contracción, tiene al menos un punto fijo. Pero éste puede
no ser único y no se obtiene necesariamente por el método de aproximaciones sucesivas.

3.1 Ecuación Integral de Hammerstein


En esta sección desarrollamos la demostración del Teorema 3.1 del artı́culo de Buga-
jewska (Ver [11]). En lo que sigue I denotará un intervalo de la forma I = [0, a].

Se considera la ecuación integral Hammerstein



x(t) = g(t) + λ K(t, s)f (x(s))ds para t ∈ I, λ ∈ R, (3.4)
I

donde g(t), K(t, s) y f son funciones dadas y x(t) es la función incógnita.

Teorema 8. Considere la ecuación (3.4), donde

(i) g : I → R una función de variación acotada.

(ii) f : R → R una función localmente Lipschitz.

(iii) K : I × I −→ R, es una función tal que V (K(·, s), I) ≤ M (s), con I=[0,a], casi
siempre para s ∈ I, donde M : I → R+ y K(t, ·) son integrable Lebesgue para todo
t ∈ I.

Si existe ρ > 0 tal que para cada λ satisfaciendo |λ| < ρ, la ecuación (3.4) tiene
solución única a una función de variación acotada, en I.

Demostración:
Fijemos un número real r > 0, tal que ∥g∥BV < r. En el espacio de Banach BV [a, b],
consideramos B̄r := {x ∈ BV (I) : ∥x∥BV ≤ r}, y denotemos por Lr la constante de
Lipschitz de f que corresponde al intervalo [−r, r], es decir,

|f (t) − f (τ )| ≤ Lr |t − τ |, t, τ ∈ [−r, r].


Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 59

Ahora elegimos un número ρ > 0 de tal forma que:


( ) [∫ ]
∥g∥BV + ρ sup |f (t)| (M (s) + | K(0, s) | ) ds < r,
t∈[−r,r] I

y simultáneamente cumple con:


ρLr (| K(0, s) | + M (s)) ds < 1.
I

A continuación fijemos un número real λ tal que |λ| < ρ.

Definamos la función G : B̄r −→ F; donde F es el conjunto de todas las funciones


reales definidas sobre I = [0, a], se tiene que:

G(x)(t) = g(t) + λF (x)(t),

donde ∫
F (x)(t) = K(t, s)f (x(s)) ds, x ∈ B̄r , t ∈ I.
I

Considerando F : B̄r −→ R. Verifiquemos que la función G está bien definida. Para


demostrar esto es suficiente con demostrar que:

F (x) : [0, a] −→ R,

existe ∫
F (x)(t) = K(t, s)f (x(s)) ds.
I

En efecto, notemos que

(f ◦ x) ∈ BV (I), para cada x ∈ BV (I),

donde
(f ◦ x)(t) : [0, a] −→ R
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 60

y
K(t, ·) : [0, a] −→ R.

Por hipótesis, f : R −→ R es localmente Lipschitz, esto es

|f (x(t)) − f (x(τ ))| ≤ Lr |x(t) − x(τ )|, para t, τ ∈ [0, a].

Luego, obtenemos lo siguiente



n ∑
n
|f (x(ti )) − f (x(ti−1 ))| ≤ Lr |x(ti ) − x(ti−1 )|
i=1 i=1

n
= Lr |x(ti ) − x(ti−1 )|
i=1
≤ Lr V (x)

= Lr ∥x∥BV .

Por lo tanto, (f ◦ x) es de variación acotada y ası́ por el Teorema 1 parte e.) se tiene
que (f ◦ x) es acotada, entonces

(f ◦ x)(t)dt < ∞,

de donde (f ◦ x) es integrable Lebesgue. Esto significa que K(t, s)f (x(s)) es una función
medible. En vista de K(t, s)f (x(s)) está acotada y K(t, ·) es medible según Lebesgue, se
obtiene que la función
s 7−→ K(t, s)f (x(s))

es Lebesgue integrable para cada t fijo que pertenece al intervalo I = [0, a].

Para una partición π de la forma π : 0 = t0 < · · · < tn = a. A continuación


comprobaremos que G(B̄r ) ⊆ B̄r ; es decir, para cada x ∈ B̄r , se cumple G(x) ∈ B̄r . Para
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 61

esto, notemos que:



n
V (F (x), [0, a]) = sup |F (x)(ti ) − F (x)(ti−1 )|
π
i=1

n ∫ ∫
= sup K(ti , s)f (x(s)) ds − K(ti−1 , s)f (x(s)) ds
π I I
i=1
∑n ∫
= sup [K(ti , s) − K(ti−1 , s)]f (x(s)) ds
π I
i=1
n ∫

≤ sup |K(ti , s) − K(ti−1 , s)| |f (x(s))| ds
π I
i=1
n ∫

≤ sup |K(ti , s) − K(ti−1 , s)| sup |f (x(s))| ds
π I s∈I
i=1
n ∫

≤ sup |f (x(s))| sup |K(ti , s) − K(ti−1 , s)| ds
s∈I π I
i=1
∫ ∑
n
= sup |f (x(s))| sup |K(ti , s) − K(ti−1 , s)| ds
s∈I π I i=1

≤ sup |f (x(s))| V (K(·, s)) ds
s∈I
∫ I

≤ sup |f (x(s))| M (s) ds < ∞,


s∈I I

ası́, se ha demostrado que V (F (x), [0, a]) < ∞, y además tenemos que:

V (F (x), [0, a]) ≤ sup |f (x(s))| M (s) ds
s∈I I

luego G(x) ∈ BV (I).

Ahora observemos que:

||G(x)||BV = ∥g + λF (x)∥BV

≤ ||g||BV + ||λF (x)||BV

= ||g||BV + |λ|||F (x)||BV

≤ ||g||BV + ρ||F (x)||BV

= ||g||BV + ρ(|F (x)(0)| + V (F (x), [0, a])),


Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 62

por lo tanto, al sustituir F (x)(0), se obtiene lo siguiente


( ∫ )
||G(x)||BV = ||g||BV + ρ K(0, s)f (x(s)) ds + V (F (x), [0, a])
(∫ I
)
≤ ||g||BV + ρ |K(0, s)||f (x(s))| ds + V (F (x), [0, a])
( I
∫ ∫ )
≤ ||g||BV + ρ sup |f (x(s))| |K(0, s)| ds + sup |f (x(s))| M (s) ds
s∈I s∈I
(∫I ∫ ) I
= ||g||BV + ρ sup |f (x(s))| |K(0, s)| ds + M (s) ds
s∈I
∫ I I

= ||g||BV + ρ sup |f (x(s))| (|K(0, s)| + M (s)) ds


s∈I I
≤ r.

De lo anterior tenemos que G(B̄r ) ⊆ B̄r .

Ahora, comprobemos que Gλ : B̄r −→ B̄r es una contracción. Para esto observemos
que para cualquier par x, y ∈ B̄r , se obtiene lo siguiente, al hacer uso de las propiedades
y las notaciones que involucran las funciones dadas:

||Gλ (x) − Gλ (y)||BV = ||(g + λF (x)) − (g + λF (y))||BV

= |λ| ∥F (x) − F (y)∥BV

= |λ| [|(F (x) − F (y))(0)| + V (F (x) − F (y), [0, a])]

= |λ|[|(F (x)(0) − F (y)(0))| + V (F (x) − F (y), [0, a])]


[∫ ∫
= |λ| K(0, s)f (x(s))ds − K(0, s)f (y(s))ds
I I
+ V (F (x) − F (y), [0, a])]
[∫ ]
= |λ| K(0, s)[f (x(s)) − f (y(s))]ds + V (F (x) − F (y), [0, a])
[∫ I
]
≤ |λ| |K(0, s)||f (x(s)) − f (y(s))| ds + V (F (x) − F (y), [0, a])
[∫ I
]
≤ |λ| |K(0, s)|Lr |(x(s)) − (y(s))| ds + V (F (x) − F (y), [0, a])
[∫ I
]
≤ |λ| |K(0, s)|Lr ∥x − y∥BV ds + V (F (x) − F (y), [0, a]) ,
I
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 63

por lo tanto, ||Gλ (x) − Gλ (y)||BV puede acotarse inferiormente por


[ ∫ ]
∑n
= |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds + sup | (F (x) − F (y))(ti ) − (F (x) − F (y))(ti−1 )|
I π
[ ∫
i=1
∫ ∫
∑n
= |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds + sup K(ti , s)f (x(s)) ds − K(ti , s)f (y(s))ds
I π I I
∫ ∫
i=1
]
− K(ti−1 , s)f (x(s))ds + K(ti−1 , s)f (y(s)) ds
I I
[ ∫ ∑
n ∫
= |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds + sup [K(ti , s) − K(ti−1 , s)]f (x(s)) ds
I π I
∫ ]i=1
−[K(ti , s) − K(ti−1 , s)]f (y(s)) ds
[ I

= |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds

I
]

n
+ sup [K(ti , s) − K(ti−1 )][f (x(s)) − f (y(s))] ds
π I
[ ∫
i=1

≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds


n ∫
I
]

+ sup |K(ti , s) − K(ti−1 )| |f (x(s)) − f (y(s))| ds ,
π I
i=1

ası́,
[ ∫
||Gλ (x) − Gλ (y)||BV ≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds

I
]

n
+ sup |K(ti , s) − K(ti−1 )| Lr ∥x − y∥BV ds
π I
[ i=1

= |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
I
n ∫
]

+ Lr ∥x − y∥BV sup |K(ti , s) − K(ti−1 )| ds
π I
[ ∫
i=1

= |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds


I
∫ ∑
n
]
+ Lr ∥x − y∥BV sup |K(ti , s) − K(ti−1 )| ds ,
π I i=1
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 64

finalmente,
[ ∫
||Gλ (x) − Gλ (y)||BV ≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
∫ I ]
+ Lr ∥x − y∥BV M (s) ds
∫I

= |λ| Lr ∥x − y∥BV [|K(0, s)| + M (s)] ds.


I

Ası́ hemos verificado que


( ∫ )
||Gλ (x) − Gλ (y)||BV ≤ |λ| Lr [K(0, s) + M (s)] ds ∥x − y∥BV ,
I

al considerar ρ > 0 de tal manera que



ρLr [ K(0, s) + M (s)] ds < 1,
I

se tiene que Gλ : B̄r −→ B̄r es una contracción.

En virtud del teorema del punto fijo de Banach, existe un único elemento x ∈ B̄r , de
tal forma.
Gλ (x) = x,

es decir,

x(t) = g(t) + λF (x)(t)



= g(t) + λ K(t, s)f (x(s)) ds para cada t ∈ [0, a].
I

Ahora ilustraremos un ejemplo referente al teorema anterior de la siguiente manera

Ejemplo 3. Sea K : I × I −→ R definida por:

K(t, s) = K1 (t)K2 (s),


Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 65

tal que K(t, ·) es integrable Lebesgue para cada elemento fijo t ∈ [0, a]. En efecto, por
hipótesis K2 es integrable Lebesgue, tenemos que:
∫ ∫ ∫
K(t, s) ds = K1 (t)K2 (s) ds = K1 (t) K2 (s) ds.
I I I

Ahora observemos que:

V (K(·, s), [0, a]) = V (K1 (t)K2 (s))

= K2 (s)V (K1 , [0, a]).

Además, se tiene la función s 7−→ K2 (s)V (K1 , [0, a]) es integrable Lebesgue. Esto es
ası́, ya que:
∫ ∫
K2 (s)V (K1 , [0, a]) ds = V (K1 , [0, a]) K2 (s) ds,
I I

como hemos asumido que K2 es integrable Lebesgue.


Si definimos M (s) = K2 (s)V (K1 , [0, a]), podemos concluir que K satisface la hipótesis
(iii).

3.2 Ecuación Integral Volterra-Hammerstein


En esta sección desarrollamos la demostración del Teorema 4.1 del artı́culo de Buga-
jewska (Ver [11]). En lo que sigue I denotará un intervalo de la forma I = [0, a].

Se considera la ecuación integral Volterra-Hammerstein

∫ t
x(t) = g(t) + K(t, s)f (x(s))ds para cada t ∈ I, (3.5)
0

donde g(t), K(t, s) y f son funciones dadas y x(t) es la función incógnita.

Ahora probaremos el teorema de existencia de la ecuación (3.5).

Teorema 9. Considere la ecuación (3.5), donde


Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 66

(i) g : I → R una función de variación acotada.

(ii) f : R → R una función localmente Lipschitz.

(iii) T = {(t, s) : 0 ≤ t ≤ a, 0 ≤ s ≤ t} y K : T → R es una función tal que


|K(s, s)| + V (K(·, s), [s, a]) ≤ m(s) casi siempre para s ∈ I, donde m : I −→ R+
es integrable Lebesgue y K(t, ·) es integrable Lebesgue en [0, t] para cada t ∈ I.

Entonces existe un intervalo J ⊂ I, tal que la ecuación (3.5) tiene solución única de
variación acotada, definida en J.

Demostración:
Fijemos un número real r > 0, tal que ∥g∥BV < r. En el espacio de Banach BV [a, b],
consideramos B̄r := {x ∈ BV (J) : ∥x∥BV ≤ r}, y denotemos por Lr la constante de
Lipschitz de f que corresponde al intervalo [r, r], es decir,

|f (t) − f (τ )| ≤ Lr |t − τ |, t, τ ∈ [−r, r].

Ahora elegimos un número d > 0 de tal forma que

∫ d
∥g∥BV + sup |f (t)| m(s) ds < r
t∈[−r,r] 0

y simultáneamente ocurre que


∫ d
Lr m(s)) ds < 1.
0

De donde, d > 0, ya que: ∫ d


lı́m m(s) ds = 0.
d→0+ 0

A continuación, definimos K̃ : [0, a] × [0, a] −→ R como:



 K(t, s), 0 ≤ s ≤ t,
K̃(t, s) :=
 0, t < s < a.
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 67

Definimos el intervalo J = [0, d] y G(x) : [0, d] −→ R, definida por

G(x)(t) = g(t) + λF (x)(t),

donde ∫ t
F (x)(t) = K(t, s)f (x(s)) ds, x ∈ B̄r , t ∈ J,
0

en el espacio BV(J).

Considerando F : B̄r −→ R. Tenemos que

(f ◦ x)(t) : [0, d] −→ R

y
K(t, ·) : [0, d] −→ R.

Por hipótesis, la función f : R −→ R es localmente Lipschitz, esto es

|f (x(t)) − f (x(τ ))| ≤ Lr |x(t) − x(τ )|, para t, τ ∈ [0, d].

Luego, obtenemos lo siguiente



n ∑
n
|f (x(ti )) − f (x(ti−1 ))| ≤ Lr |x(ti ) − x(ti−1 )|
i=1 i=1

n
= Lr |x(ti ) − x(ti−1 )|
i=1
≤ Lr V (x)

= Lr ∥x∥BV .

Por lo tanto (f ◦ x) es de variación acotada y ası́ por el Teorema 1 parte e.) se tiene
que (f ◦ x) es acotada, entonces

(f ◦ x)(t)dt < ∞,

de donde (f ◦ x) es integrable Lebesgue. Ası́ las aplicaciones F y G están bien definidas.


Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 68

Para una partición π de la forma π : 0 = t0 < · · · < tn = a, deseamos comprobar que


G(x) ∈ B̄r para cada x ∈ B̄r . Para esto, notemos que:

||G(x)||BV = ||g + F (x)||BV ≤ ||g||BV + ||F (x)||BV

= ||g||BV + |F (x)(0)| + V (F (x), [0, d])

= ||g||BV + V (F (x), [0, d])


∑ n
= ||g||BV + sup |F (x)(ti ) − F (x)(ti−1 )|
π
i=1

n ∫ ti ∫ ti−1
= ||g||BV + sup K(ti , s)f (x(s)) ds − K(ti−1 , s)f (x(s)) ds
π 0 0
i=1
∑n ∫ d ∫ d
= ||g||BV + sup K̃(ti , s)f (x(s)) ds − K̃(ti−1 , s)f (x(s)) ds ,
π 0 0
i=1

por lo tanto,

n ∫ d
||G(x)||BV = ||g||BV + sup [K̃(ti , s)K̃(ti−1 , s)]f (x(s)) ds
π 0
i=1
n ∫
∑ d
≤ ||g||BV + sup [K̃(ti , s)K̃(ti−1 , s)]f (x(s)) ds
π
i=1 0
∑n ∫ d
≤ ||g||BV + sup K̃(ti , s)K̃(ti−1 , s) |f (x(s))| ds
π
i=1 0
∑n ∫ d
≤ ||g||BV + sup K̃(ti , s)K̃(ti−1 , s) sup |f (t)| ds
π 0 t∈[−r,r]
i=1
n ∫
∑ d
≤ ||g||BV + sup |f (t)| sup (K̃(ti , s)K̃(ti−1 , s)) ds
t∈[−r,r] π 0
i=1
∫ d ∑
n
= ||g||BV + sup |f (t)| sup (K̃(ti , s)K̃(ti−1 , s)) ds
t∈[−r,r] π 0 i=1
∫ d
≤ ||g||BV + sup |f (t)| m(s) ds
t∈[−r,r] 0
< r.

De lo anterior, para x ∈ B̄r , se tiene que G(B̄r ) ⊂ B̄r . Además, para cualquier
x, y ∈ B̄r obtenemos
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 69

||G(x) − G(y)||BV = ||(g + λF (x)) − (g + λF (y))||BV

= |λ| ∥F (x) − F (y)∥BV

= |λ| [|(F (x) − F (y))(0)| + V (F (x) − F (y), [0, a])]

= |λ|[|(F (x)(0) − F (y)(0))| + V (F (x) − F (y), [0, a])]


[∫ ∫
= |λ| K(0, s)f (x(s))ds − K(0, s)f (y(s))ds
J J
+V (F (x) − F (y), [0, a])]
[∫ ]
= |λ| K(0, s)[f (x(s)) − f (y(s))]ds + V (F (x) − F (y), [0, a])
[∫ J
]
≤ |λ| |K(0, s)||f (x(s)) − f (y(s))| ds + V (F (x) − F (y), [0, a])
[∫J
]
≤ |λ| |K(0, s)|Lr |(x(s)) − (y(s))| ds + V (F (x) − F (y), [0, a]) ,
J

por lo tanto, continuando con los diferentes pasos para calcular ||G(x) − G(y)||BV , se
sigue que:
[∫ ]
||G(x) − G(y)||BV ≤ |λ| |K(0, s)|Lr ∥x − y∥BV ds + V (F (x) − F (y), [0, a])
[ J

= |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
J
]

n
+ sup | (F (x) − F (y))(ti ) − (F (x) − F (y))(ti−1 )|
π
[ i=1
∫ ∫

n ti
≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds + sup K(ti , s)f (x(s)) ds
J π 0
i=1
∫ ti ∫ ti−1
− K(ti , s)f (y(s))ds − K(ti−1 , s)f (x(s))ds

0
ti−1
0
]
+ K(ti−1 , s)f (y(s)) ds
0
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 70

ası́,
[ ∫
||G(x) − G(y)||BV ≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
J

n ∫
+ sup [K̃(ti , s) − K̃(ti−1 )]f (x(s)) ds
π J

i=1
]
− [K̃(ti , s) − K̃(ti−1 , s)]f (y(s)) ds
[ J

≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds

I
]

n
+ sup [K̃(ti , s) − K̃(ti−1 )][f (x(s)) − f (y(s))] ds
π J
[ i=1

≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds

J
]

n
+ sup |K̃(ti , s) − K̃(ti−1 )| |f (x(s)) − f (y(s))| ds
π J
[ i=1

≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds

J
]

n
+ sup |K̃(ti , s) − K̃(ti−1 )| Lr ∥x − y∥BV ds ,
π I
[ i=1

= |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
J
n ∫
]

+ Lr ∥x − y∥BV sup |K̃(ti , s) − K̃(ti−1 )| ds
π J
[ ∫
i=1

= |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds


J
∫ ∑
n
]
+ Lr ∥x − y∥BV sup |K̃(ti , s) − K̃(ti−1 )| ds
π J i=1
[ ∫ ∫ ]
≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds + Lr ∥x − y∥BV V (K̃(·, s), [0, d]) ds
∫ J J

= |λ| Lr ∥x − y∥BV [|K(0, s)| + V (K̃(·, s), [0, d])] ds


∫J

≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV m(s) ds,


J
∫ d
donde, Lr m(s))ds < 1, en vista del Principio de Contracción de Banach, la aplicación
0
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 71

G tiene un único punto fijo en B̄r y por lo tanto es una solución de BV (J) de (3.5) definida
sobre J. Con esto se concluye la demostración.

Se puede ilustrar el resultado anterior con un ejemplo similar como en la sección
previa.

Ejemplo 4. Definimos K : J × J −→ R como:

K(t, s) = K1 (t)K2 (s),

tal que

 K(t, s), 0 ≤ s ≤ t,
K̃(t, s) :=
 0, t < s < a,

donde, K(t, ·) es integrable Lebesgue, para cada elemento fijo t ∈ [0, d]. En efecto, por
hipótesis K2 es integrable Lebesgue, entonces obtenemos que:
∫ ∫ ∫ ∫
K̃(t, s) ds = K(t, s) ds = K1 (t)K2 (s) ds = K1 (t) K2 (s) ds.
J J J J

Ahora observe que:

V (K(·, s), [0, d]) = V (K1 (t)K2 (s))

= K2 (s)V (K1 , [0, d]).

Además, se tiene la función s 7→ K2 (s)V (K1 , [0, d]) es integrable Lebesgue. Esto es ası́,
ya que:
∫ ∫
K2 (s)V (K1 , [0, d]) ds = V (K1 , [0, d]) K2 (s) ds,
J J

como hemos asumido que K2 es Lebesgue-integrable.


Si definimos m(s) = K2 (s)V (K1 , [0, d]), podemos concluir que K̃ satisface la hipótesis
(iii).
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 72

3.3 Soluciones Continuas de Variación Acotada


En esta sección desarrollamos las demostraciones de los Teoremas 5.1 y 5.2 del artı́culo
de Bugajewska (Ver [11]).

Se considera la ecuación integral Hammerstein



x(t) = g(t) + λ K(t, s)f (x(s))ds para t ∈ I, λ ∈ R, (3.6)
I

donde g(t), K(t, s) y f son funciones dadas y x(t) es la función incógnita.

Teorema 10. Considere la ecuación (3.6), donde

(i) f : R → R una función localmente Lipschitz.

(ii) K : I × I −→ R, es una función tal que V (K(·, s), I) ≤ M (s), con I=[0,a], casi
siempre para s ∈ I, donde M : I → R+ y K(t, ·) son integrable Lebesgue para todo
t ∈ I.

(iii) g : I → R una función continua de variación acotada.

(iv) Para cada ϵ > 0 existe δ > 0 tal que para todo t, τ, s ∈ I :

|τ − t| < δ =⇒ |K(τ, s) − K(t, s)| < ϵ.

Si existe ρ > 0 tal que para cada λ satisfaciendo |λ| < ρ, la ecuación (3.6) tiene
solución única de variación acotada, definida en el intervalo I.

Demostración:
Consideremos el espacio BVC (I) = BV (I) ∩ C(I) con la norma ∥ · ∥BV .

Fijemos un número real r > 0, tal que ∥g∥BV < r. En el espacio de Banach BV [a, b],
consideramos B̄r := {x ∈ BV (I) : ∥x∥BV ≤ r}, y denotemos por Lr la constante de
Lipschitz que corresponde al intervalo [−r, r], es decir,

|f (t) − f (τ )| ≤ Lr |t − τ |, t, τ ∈ [−r, r].


Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 73

Fijemos un número real λ tal que |λ| < ρ y definamos G : B̄r −→ F; donde F es
el conjunto de todas las funciones reales definidas sobre [0, a] se tiene que:

G(x)(t) = g(t) + λF (x)(t),

donde, ∫
F (x)(t) = K(t, s)f (x(s)) ds, x ∈ B̄r , t ∈ I.
I

Considerando F : B̄r −→ R.

Sea I : [0, a], tenemos que

(f ◦ x)(t) : [0, a] −→ R

y
K(t, ·) : [0, a] −→ R.

Por hipótesis, f : R −→ R es localmente Lipschitz, esto es

|f (x(t)) − f (x(τ ))| ≤ Lr |x(t) − x(τ )|, para t, τ ∈ [0, a]

ϵ
Sea M = sup |f (x(s))|, dado ϵ1 = > 0; t, τ ∈ J se tiene:
s∈I 2M ρ|I|

|G(x)(t) − G(x)(τ )| = |g(t) + λF (x)(t) − g(τ ) − λF (x)(τ )|

= |(g(t) − g(τ )) + λ(F (x)(t) − F (x)(τ ))|

≤ |g(t) − g(τ )| + |λ||F (x)(t) − F (x)(τ )|


∫ ∫
= |(g(t) − g(τ ))| + |λ| K(t, s)f (x(s)) ds − K(τ, s)f (x(s)) ds
∫ I I

≤ |(g(t) − g(τ ))| + |λ| |(K(t, s) − K(τ, s))f (x(s)) ds|


∫I
= |(g(t) − g(τ ))| + |λ| |(K(t, s) − K(τ, s))| |f (x(s))| ds
∫I
≤ |(g(t) − g(τ ))| + |λ| |(K(t, s) − K(τ, s))| sup |f (x(s))| ds,
I s∈I
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 74

luego,

|G(x)(t) − G(x)(τ )| ≤ |(g(t) − g(τ ))| + sup |f (x(s))| |λ| |(K(t, s) − K(τ, s))| ds
s∈I
∫ I
ϵ
≤ + sup |f (x(s))| |λ| |(K(t, s) − K(τ, s))| ds, por(iii) g es continua
2 s∈I
∫ I
ϵ
≤ + |λ| M ϵ1 ds, por(iv) siempre que |t − τ | < δ
2 I
ϵ ϵ
= + |λ| M ϵ1 |I| < + ρ M ϵ1 |I|
2 2
ϵ ϵ
= + ρM |I|
2 2M ρ|I|
ϵ
= 2 = ϵ,
2
y ası́ dado ϵ > 0, existe δ > 0 tal que si |t − τ | < δ implica que

|G(x)(t) − G(x)(τ )| < ϵ

por lo tanto G(x) es una función continua.



Se considera la ecuación integral Volterra-Hammerstein
∫ t
x(t) = g(t) + K(t, s)f (x(s))ds para cada t ∈ I, (3.7)
0

donde g(t), K(t, s) y f son funciones dadas y x(t) es la función incógnita.

Teorema 11. Considere la ecuación (3.7). Sean

(i) f : R → R una función localmente Lipschitz.

(ii) T = {(t, s) : 0 ≤ t ≤ a, 0 ≤ s ≤ t} y K : T → R es una función tal que


|K(s, s)| + V (K(·, s), [s, a]) ≤ m(s) casi siempre para s ∈ I, donde m : I −→ R+
es integrable Lebesgue y K(t, ·) es integrable Lebesgue en [0, t] para cada t ∈ I.

(iii) g : I → R una función continua de variación acotada.

(iv) para cada t ∈ I y para cada ϵ > 0 donde existe δ > 0 tal que para todo τ ∈ I y

s ∈ [0, t] [0, τ ]:
|τ − t| < δ =⇒ |K(τ, s) − K(t, s)| < ϵ
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 75

Consideramos el espacio BVc = BV (I)∩C(I), con la norma ∥·∥BV , existe un intervalo


J ⊂ I tal que la ecuación (3.7) tiene una única solución continua de variación acotada,
definida en J.

Demostración:
Hemos verificado que si x ∈ B̄r entonces ||G(x)||BV < r. Falta comprobar que G(x)
es continua. Veamos porque G es continua. Para ello note que es suficiente con verificar
que F (x) es continua, teniendo en cuenta que solo para t0 fijo con t0 ∈ J y τ > t0 ,
τ ∈ J tenemos que:
∫ τ ∫ t0
|F (x)(τ ) − F (x)(t0 )| = K(τ, s)f (x(s)) ds − K(t0 , s)f (x(s)) ds
0 0
∫ t0 ∫ τ
= K(τ, s)f (x(s)) ds + K(τ, s)f (x(s)) ds
0 t0
∫ t0
− K(t0 , s)f (x(s)) ds
0
∫ t0 ∫ τ
= [K(τ, s) − K(t0 , s)]f (x(s)) ds + K(τ, s)f (x(s)) ds
0 t0
∫ t0 ∫ τ
≤ [K(τ, s) − K(t0 , s)]f (x(s)) ds + K(τ, s)f (x(s)) ds
0 t0
∫ t0 ∫ τ
≤ |K(τ, s) − K(t0 , s)||f (x(s))| ds + |K(τ, s)||f (x(s))| ds
0 t0
(∫ t0 ∫ τ )
≤ sup |f (x(s))| ϵ ds + (|K(τ, s) − K(s, s)| + |K(s, s)|) ds
s∈J 0 t0
( ∫ t0 ∫ τ ∫ τ )
≤ sup |f (x(s))| ϵ ds + ϵ ds + |K(s, s)| ds
s∈J 0 t0 t0
( ∫ t0 ∫ τ ∫ τ )
≤ sup |f (x(s))| ϵ ds + ϵ ds + m(s) ds
s∈J
( 0 t0
∫ τ
t0
)
≤ sup |f (x(s))| t0 ϵ + ϵ (τ − t0 ) + m(s) ds .
s∈J t0

Como x ∈ B̄r , y de (ii),(iii),(iv) tenemos que G(x) es una función continua.



CONCLUSIONES

En el presente Trabajo Especial de Grado, se ha presentado una breve introducción


a las ecuaciones integrales, entre las que se encuentran las ecuaciones integrales no li-
neales de Volterra, las ecuaciones integrales no lineales de Hammerstein, ası́ como algunos
ejemplos emblemáticos. Además se expone explı́citamente la noción de variación acotada
dada por Camille Jordan, y algunos resultados relevantes del espacio de funciones con
variación acotada, como lo son: las caracterizaciones dadas por C. Jordan, y H. Federer,
ası́ como también, acerca de la actuación del Operador de Composición de este espacio.
Pero el objetivo principal de esta tesis es estudiar la existencia y unicidad de soluciones
en el espacio de funciones de variación acotada BV ([a, b]) de las ecuaciones integrales no
lineal de Hammerstein y Volterra-Hammerstein. Se formularon condiciones que garanti-
zan existencia y unicidad de la ecuación integral no lineal de Hammerstein y la ecuación
integral no lineal de Volterra-Hammerstein.
En esta investigación concurren varias ramas de la matemática: Topologı́a, Teorı́a de
la medida, Análisis funcional, Ecuaciones diferenciales.
Hay varias motivaciones para empezar a trabajar un tema como el desarrollo de
este trabajo de grado. Primero, los artı́culos expuestos en el capı́tulo III son de data
reciente; obtienen condiciones necesarias para hallar soluciones y unicidad de las ecua-

76
Conclusiones y Oservaciones 77

ciones integrales del tipo Hammertein y Volterra-Hammerstein en el espacio de variación


acotada. Segundo, como el espacio de variación acotada ha sido extendido a lo que hoy
se conoce como espacio de variación acotada generalizada unidimensional, bidimensional
o n-dimensional podemos buscar condiciones necesarias para hallar soluciones y unicidad
en estos espacios. De hecho los mismos matemáticos D. Bugajewski y D. Bugajewska
con otros colaboradores han resuelto el problema para el espacio de variación acotada
en el sentido de Wiener-Young (Ver [9]). Tercero, recientemente H. Leiva, J. Matute,
N. Merentes y J. L. Sánchez han conectado el tema expuesto con los resultados de los
matemáticos D. Bugajewski y D. Bugajewska con la teorı́a de control (Ver [27]).
BIBLIOGRAFÍA

[1] Agarwal, R., O´Regan, D. and Wong, P., Positive Solutions of Differential, Difference
and Integral Equations, Kluwer Academic, Dordrecht,1999.

[2] Aguilar, G., El problema mecánico de Abel, Miscelanea Matemática, 24 (1996), 1-14.

[3] Angulo, H., Una generalización del principio de contracción de Banach, Tesis, U.L.A.
2008.

[4] Appell, J., Zabrejko, P., Nonlinear superposition operators, Cambridge University
press, 1990.

[5] Argyros, I., Quadractic equations and applications to Chandrasekhar’s and related
equations, Bull. Austral. Math. Soc., 32 (1985), 275-292.

[6] Atkinson, K., The numerical solution of integral equations of the second kind, Cam-
bridge University Press, Cambridge, 1997.

[7] Avila, L., Funciones de p-variación acotada en el sentido de Wiener y Riesz, Trabajo
de Pasantı́a, Universidad Nacional Abierta, Pto. Fijo, Venezuela, 1994.

[8] Barrantes, T., Funciones de variación acotada Generalizada y un Teorema de Rep-


resentación Canónica de Chistyakov, Tesis, U.C.V. 2010.

78
Bibliografı́a 79

[9] Bugajewska, D., Bugajewski, D. and Lewicki, G., On nolinear integral equations in
the space of functions of bounded generalized φ-variation, IMUJ, Polan, 07 (2006).

[10] Bugajewska, D., and O´Regan, D., On Nonlinear Integral Equations and Λ-Bounded
Variation, Acta Math, Hungar, 4 (2005), 295-306.

[11] Bugajewska, D., On BV-Solutions of Some Nonlinear Integral Equations. Birkhäuser


Verlag Basel, Switzerland, 46 (2003), 387-398.

[12] Bugajewski, D., On the Volterra integral equation and Axiomatic Measures of Weak
Noncompactness, Mathematica Bohemica, 126 (1998), 183-190.

[13] Bullen, P., An inequality for variations, Amer. Math. Monthly, 90 (1983), 561.

[14] Burton, A., Volterra Integral and Differential Equations, Academic Press, New York,
1983.

[15] Caballero, J. and Sadarangani, K., Solvability of a Volterra integral equation of


convolution type in the class of monotonic functions, Intern. Math. Journal, 4 (2001),
69-77.

[16] Coddington, A. and Levinson, N., Theory of ordinary differential equations,


McGraw-Hill, Book Company, Inc., New York-Toronto-Londo, 1955.

[17] Collins, P., Differential and Integral Equations, Oxford University Press, 2006.

[18] Dirichlet, P., Sur la convergence des séries trigonémetriques que servent á représenter
une fonction arbitraire entre des limites donnés, Journal für die Reine und Ange-
wandte Mathemait, 4, (1829), 157-159.

[19] Federer, H., Geometric Measure theory, Heidelberg. Springer-Verlag, (1969).

[20] Gripenberg, G., Londen, S. and Staffans, O., Volterra Integral and Functional Equa-
tions, Encyclopedia of Mathematics and its Applications, Vol. 34, Cambridge Uni-
versity Press, Cambridge, New York, 1990.
Bibliografı́a 80

[21] Hammerstein, A., Nichtlineare Integralgleichungen nebst Anwendungen, Acta


Math., 54 (1930), 117-176.

[22] Khavanin S. Hu. M. and Zhuang, W., Integral equations arising in the kinetic theory
of gases, Appl. Anal, 34 (1989), 261-266.

[23] Jordan, C., Sur la série de fourier, C. R. Acad. Sci. Paris, 2 (1881), 228-230.

[24] Josephy, M., Composing functions of bounded variation, Proc. Amer. Math. Soc. 83
(1981), 354-356.

[25] Krasnov, M., Kiseliov y Makarenko, G., Ecuaciones Integrales, Editorial Mir, Moscú,
1970.

[26] Kress, R., Linear Integral Equations, 2nd ed. Springer-Verlag, New York, (1997).

[27] Leiva, H., Matute, J. and Merentes N., On the Hammerstein-Volterra equations in
the Space of the absolutely continuous Functions, Aceptado en International Journal
of Mathematical Analysis.

[28] Maleknejad, K. and Torabi, P., Application of fixed point method for solving non-
linear Volterra-Hammerstein Integral Equation, U.P.B. Sci. Bull., Series A, Vol. 74,
Iss. 1, 2012.

[29] Maligranda, L. y Orlicz, W., On some properties of functions of generalized variation,


Mh. Math., 104,(1987), 53-65.

[30] Merentes, N. y Rivas, S., El Operador de Composición en Espacios con algún tipo
de variación acotada, Escuela Venezolana de Matemáticas, Asociación Matemática
Venezolana, Centro de estudios Avanzados- Instituto Venezolano de Investigaciones
Cientı́ficas, 18. 1996.

[31] Mikhlin S., Linear Partial Differential Equations, Editorial Vischaya Schkola, 1977.
Bibliografı́a 81

[32] O´Regan, D. and Meehan, M., Existence theory for nonlinear integral and integro-
diferential equations, Kluwer Academic, Dordrecht, 1998.

[33] Petrovskii, I., Lectures on the Theory of Integral Equations, Graylock Press
Rochester, New York, 1957.

[34] Polyanin, A. and Manzhirov, A., Handbook of Integral Equations, CRC Press. Lon-
don New York, 1998.

[35] Volterra, V., Theory of functionals and of integral and Integro-differential equations,
Dover Publications, Inc. New York, (1959).

También podría gustarte