Tesis Amarilis
Tesis Amarilis
Tesis Amarilis
FACULTAD DE CIENCIAS
ESCUELA DE MATEMÁTICA
Caracas, Venezuela
Octubre, 2012
ii
Agradecimiento
Primero que todo, gracias a Dios por haberme dado salud y fuerzas para siempre
salir adelante y luchar por mis sueños.
A mis compañeros Marı́a, Freider, Omar, Francys, y demás compañeros que fueron
apoyo, motivación, gracias por su amistad y compañı́a durante la carrera, a Odalis
y Zorely por su colaboración sin pedir nada a cambio y a Raúl por todo su apoyo,
v
En fin, a todas aquellas personas y seres queridos, que de alguna manera han com-
partido conmigo todo este tiempo, mil gracias!!.
ÍNDICE GENERAL
Introducción 8
6
ÍNDICE GENERAL 7
Conclusiones 76
Bibliografı́a 78
INTRODUCCIÓN
El objetivo principal de este trabajo de grado es, por sugerencia del Dr. Nelson
Merentes, estudiar algunas ecuaciones integrales no lineales con soluciones en el espacio
de las funciones de variación acotada en sentido de Jordan. Las funciones de variación
acotada aparecen con frecuencia como soluciones de muchas ecuaciones integrales no
linales, las cuales describen fenómenos fı́sicos concretos. Las ecuaciones integrales forman
una parte importante y significante en el análisis matemático y sus aplicaciones a proble-
mas del mundo real ( Ver [1],[5],[6],[14],[15],[22],[32]). La idea de plantearnos el objetivo
de esta tesis de grado la motivó la lectura del artı́culo de Dariusz Bugajeswski [11], en
el que se demuestan teoremas de existencia y unicidad para soluciones de variación aco-
tada continuas de las ecuaciones integrales de Hammerstein y Volterra-Hammerstein. La
ecuación integral de Hammerstein aparece en los fenómenos fı́sicos no lineales, tales como
la dinámica de fluidos electro-magnéticos, en la reformulación de problemas de contorno
con condición de contorno no lineales del tipo Hammerstein ([22],[28]).
En 1881, el matemático frances Camille Jordan (ver [23]) introduce la noción de
función de variación acotada en un intervalo acotado [a, b], demostrando que toda función
u : [a, b] → R tiene variación acotada en [a, b] si y sólo si, u es la diferencia de funciones
monótonas, obteniendo el resultado de Dirichlet (ver [18]), para estas funciones. Es decir,
que toda función de variación acotada en [−π, π], tiene serie de Fourier convergente en
8
Introducción 9
todo punto de [−π, π]. Este resultado es conocido como el criterio de Dirichlet-Jordan
sobre la convergencia de la serie de Fourier. La noción de variación acotada ha sido objeto
de muchas generalizaciones por varios matemáticos en los últimos tiempos (Ver [30]).
En términos generales, una ecuación integral es aquella en donde la incógnita es una
función que se encuentra en la parte integral de dicha ecuación. Algunos ejemplos son:
∫ 1
K(x, y)ϕ(y) dy = f (x) (0.1)
0
∫ 1
ϕ(x) + K(x, y)ϕ(y)dy = f (x). (0.2)
0
dice: “Entre todas las curvas suaves en un plano vertical que unen dos puntos distintos
A y B, construir aquella, a lo largo de la cual una partı́cula de masa m, que se desliza
sin fricción, y bajo la acción de la gravedad, tarda el menor tiempo”.
Huygens, Leibniz, Newton, Johann y Jacob Bernoulli entre otros, resolvieron de dis-
tinta formas el problema de la braquistócrona y en particular, el problema tautócrono,
utilizando ingeniosos métodos heurı́sticos, mecánicos y geométricos. Esas soluciones gene-
raron discusiones, polémicas, controversias y hasta desafı́os entre éllos, propiciando no-
tablemente el desarrollo de los métodos infinitesimales (ver [25], [33]). El trabajo de estos
cientı́ficos, particularmente los de Johann Bernoulli, son señalados como el antecedente
de una de las más importantes ramas de las matemáticas: el Cálculo Variacional.
Pasaron más de cien años y el problema tautócrono volvió a ser noticia cientı́fica, su
solución, lograda por el matemático escandinavo Niels Henrik Abel (1802-1829), como
una aplicación a las ecuaciones diferenciales e integrales y formó parte de sus primeros
trabajos de investigación que publicó en 1823 (ver [25], [33]). Dicha solución es señalada
como la primera aplicación que abrió la puerta al formidable desarrollo de las Ecuaciones
Integrales.
Abel fue quien planteó el problema más general, que consiste en hallar una curva
plana de tal forma que el tiempo de descenso desde una altura conocida, coincide con el
valor f (y) de una función dada. Usando el principio de conservación de la energı́a, Abel
obtuvo la ecuación integral.
∫ y
ϕ(y)
f (y) = √ dη, y > 0. (0.3)
0 y−η
∫
x(t) = g(t) + λ K(t, s)f (x(s))ds para t ∈ I, λ ∈ R, (0.6)
I
∫ t
x(t) = g(t) + K(t, s)f (x(s))ds para cada t ∈ I, (0.7)
0
En este primer capı́tulo se narra una historia muy breve de las ecuaciones integrales,
en el mismo se incluyen el concepto de ecuación integral, algunas ecuaciones integrales
lineales y no lineales. También exponemos algunos ejemplo emblemáticos.
∫ 1
K(x, y)ϕ(y) dy = f (x) (1.1)
0
∫ 1
ϕ(x) + K(x, y)ϕ(y)dy = f (x). (1.2)
0
13
Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 14
√
v= 2g(x − η) sen β
Entonces tenemos
dη √
= − 2g(x − η) sen β.
dt
Separando variable, resulta
√ dη
− 2gdt = √ .
(x − η) sen β
1
Denotando por ϕ(η) = sen β
e integrando desde 0 hasta x se obtiene la ecuación de
Abel
∫ x √
ϕ(η)dη
√ = − 2gf1 (x).
0 x−η
√
Designando por f (x) ≡ − 2gf1 (x) , se obtiene definitivamente,
∫ x
ϕ(η)
√ dη = f (x)
0 x−η
donde ϕ(x) es la función incógnita y f (x) es una función dada. Hallando ϕ(η) se puede
escribir la ecuación de la curva deseada. En efecto,
1
ϕ(η) = ⇒ η = ϕ(β).
sen β
Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 16
Se tiene que
dη Φ′ (β)dβ
dξ = =
tan β tan β
de donde
∫
Φ′ (β)dβ
ξ= = Φ1 (β)
tan β
y por consiguiente, la curva buscada se determina por la ecuación paramétrica
ξ = Φ (β)
1
η = Φ(β).
∫ x
f (x) = K(x, t)ϕ(t) dt.
0
∫ b (∫ b ∫ b )
f (t) dt = f1 (t) dt, · · · , fn (t) dt ∈ Rn
a a a
Demostración:
Esta afirmación es consecuencia inmediata del teorema fundamental del Cálculo, apli-
cados a cada componente. En efecto, si u = (u1 , · · · , un ) y f = (f1 , · · · , fn ), entonces ui
es continua y satisface ∫ t
ui (t) = fi (s, u(s)) ds + x0,i
t0
para cada i = 1, · · · , n.
Este ejemplo fue tomado de (Petrovskii, G [33]). Consideremos una cuerda, esto es,
un hilo material de longitud l, que flexiona libremente, que ofrece una resistencia a la
dilatación, proporcional a la magnitud de ésta; y manteniendo fijos los extremos de la
cuerda en los puntos x = 0 y x = l .
Entonces en la posición de equilibrio, la cuerda coincide con el segmento 0 < x < l del
eje x . Supongamos ahora, que en el punto x = ξ se ha aplicado una fuerza vertical P =
Pξ . Bajo el efecto de esta fuerza la cuerda tomarı́a evidentemente la forma quebrada
Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 19
δ δ Pξ (l − ξ)ξ
T0 + T0 = Pξ de donde, δ = .
ξ l−ξ T0 l
Sea ahora u(x) la flecha de la cuerda en el punto x bajo la acción de la fuerza Pξ .
Tenemos u(x) = Pξ G(x, ξ) donde
x(l−ξ)
0≤x≤ξ
T0 l
G(x, ξ) =
(l−x)ξ
ξ ≤ x ≤ l.
T0 l
Luego, si está dada la carga que actúa sobre la cuerda la fórmula (1.4) permite
encontrar la forma que toma la cuerda bajo la acción de la carga.
Consideremos ahora el problema recı́proco. Hallar la distribución de la carga P bajo
la cual la cuerda toma la forma prefijada u(x). Para encontrar la función P a partir
de la función dada u(x) obtenemos una ecuación que coincide, salvo notaciones, con la
ecuación
∫ b
K(x, t)ϕ(t) dt + f (x) = 0
a
Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 20
Este ejemplo fue tomado de (Petrovskii, G [33]). Supongamos ahora que la cuerda
no se encuentra en reposo y realiza ciertas oscilaciones. Sea u(x, t) la posición en el
momento t de aquel punto de la cuerda cuya abscisa es x y sea ρ la densidad lineal de
la cuerda. Entonces, sobre un elemento de la cuerda de longitud dx actúa una fuerza de
2 u(x,t)
inercia igual a − ∂ ∂t2
ρ dx , de donde
∂ 2 u(ξ, t)
P (ξ) = − ρ.
∂t2
Tomando (1.4) y sustituyendo P (ξ) se recibe que
∫ l
∂ 2 u(ξ, t)
u(x, t) = − G(x, ξ)ρ dξ. (1.5)
0 ∂t2
Supongamos que la cuerda realiza oscilaciones armónicas de una frecuencia prefijada
w y de una amplitud u(x) que depende de x . En otras palabras, sea
• Cada coordenada de los puntos t y s toman valores desde a hasta cierto t > 0;
• K(t, s) = 0, si por lo menos una de las coordenadas del punto s es mayor que la
correspondiente (es decir, la que tiene el mismo ı́ndice) del punto t.
Donde uno de los lı́mites de integración de la integral es variable, las funciones f (t) y
K(t, s) son funciones conocidas. K(t, s) se conoce como el kernel o núcleo de la ecuación
integral.
Las ecuaciones integrales de Volterra se encuentran en Demografı́a, el estudio de los
materiales viscoelásticos, en problemas evolutivos en biologı́a, propagación epidémica, la
neurofisiologı́a, la teorı́a de control, el estudio del comportamiento de reactores nucleares,
en matemática de seguros a través de la ecuación de renovación, entre otros (Ver [5] y
[20] ). Observe que en las ecuaciones (1.6) y (1.7) el lı́mite de integración superior es
variable; en cambio en las ecuaciones integrales de Fredholm (1.1) y (1.2), dichos lı́mites
son constantes.
Cap. 1 Introducción a las Ecuaciones Integrales 22
para todo t ∈ I = [a, b], donde K(x, t), f (t, u) y ψ(x) son funciones dadas; siendo
ϕ(x) la función incógnita. Esta ecuación integral es del tipo Fredholm. Muchos métodos
diferentes han sido usados para aproximar la solución de dichas ecuaciones integrales. En
particular, nuestro trabajo consideramos las ecuaciones de Hammerstein
CAPÍTULO 2
donde el supremo se considera sobre el conjunto de todas las particiones del intervalo
[a, b]. Si V (u; [a, b]) < ∞, decimos que la función u tiene variación acotada o finita
en el intervalo [a, b]. Denotamos a la clase de las funciones de variación acotada en el
intervalo [a, b] por BV [a, b].
23
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 24
Ejemplo 1:
Consideremos c ∈ R y la función constante u, definida por
Asi, dada π : a = t0 < · · · < tn = b una partición del intervalo [a, b], tenemos que
∑ n
V (u) = V (u; [a, b]) = sup |u(tj ) − u(tj−1 )|
π
j=1
∑
n
= sup |c − c|
π
j=1
= 0.
Ejemplo 2:
Consideremos la función u : [0, 1] −→ R, definida mediante la siguiente expresión:
t sen( π ), si 0 < t ≤ 1
t
u(t) =
0 si t = 0.
Por otra parte dada la partición del intervalo [0, 1]. Se obtiene
∑
n ( ) ( ) ( )
2 2 2
|u(tj ) − u(tj−1 )| = u − u(0) + u −u +
j=1
2n + 1 2n − 1 2n + 1
( ) ( ) ( ) ( ) ( )
2 2 2 2 2
+··· + u −u + u −u + u(1) − u
5 7 3 5 3
( ) ( ) ( ) ( )
2 2 2 2 2 2 2 2
= + + + ··· + + + + +
2n + 1 2n − 1 2n + 1 5 7 3 5 3
( ) ( ) ( ) ( ) ( )
2 2 2 2 2
= 2 +2 + ··· + 2 +2 +2
2n + 1 2n − 1 5 7 3
(( ) ( ) ( ) ( ) ( ))
1 1 1 1 1
= 4 + + ··· + + + .
2n + 1 2n − 1 5 7 3
∑
∞
1
Luego como la serie es divergente, la sucesión de sumas parciales {Sn }
n=1
2n + 1
1 1 1 1 1
Sn = + + + ··· + + ,
3 5 7 2n − 1 2n + 1
Ahora exponemos otro ejemplo de una función que no es continua y no tiene variación
acotada.
Ejemplo 3:
1, si t es racional, t ∈ [a, b]
u(t) =
0 si t es irracional, t ∈ [a, b].
= |1 − 0| + |0 − 1| + · · · + |1 − 0|
= 1 + · · · + 1 = n.
Por lo tanto, V (u; [a, b]) es arbitrariamente grande, por lo tanto V (u; [a, b]) = ∞. Es
decir u no es de variación acotada.
A continuación enunciaremos y probaremos alguna propiedades conocidas e impor-
tantes de la clase de funciones que tienen variación acotada en el intervalo [a, b].
Teorema 1 (Ver [8] o [7]). Para u ∈ BV [a, b] se cumple las siguientes propiedades:
e) u es acotada y ||u||∞ ≤ |u(a)| + V (u; [a, b]), donde ||u||∞ = sup(u(t)), con t ∈
[a, b].
Demostración:
Propiedad a)
Dado que |u(tj ) − u(tj−1 )| ≥ 0 para cualquier j = 0, 1, · · · , n con n ∈ N, se tiene que
∑
n
V (u, [a, b]) = sup |u(tj ) − u(tj−1 )| ≥ 0,
π
j=1
donde el supremo es considerado sobre todas las particiones π : a = t0 < t1 < · · · < tn = b
del intervalo [a, b].
Propiedad b)
Supongamos que V (u, [a, b]) = 0 y consideremos x, y ∈ [a, b], entonces
Luego u(x) = u(y), para todo x, y ∈ [a, b]. Por lo tanto u es constante en el intervalo
[a, b].
Si la función u es constante en el intervalo [a, b], de la definición de V (u, [a, b]) resulta
que V (u, [a, b]) = 0.
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 28
Propiedad c)
Consideremos u ∈ BV [a, b]. Entonces,
∑
n
V (−u; [a, b]) = sup |(−u(tj )) − (−u(tj−1 ))|
π
j=1
∑n
= sup | − u(tj ) + u(tj−1 )|
π
j=1
∑n
= sup |u(tj ) − u(tj−1 )|
π
j=1
= V (u, [a, b]).
Propiedad d)
Consideremos la partición πa,b definida por πa,b : a = t0 ≤ t1 = b del intervalo [a, b] y
de la definición de variación, se tiene que
Propiedad e)
Sea t ∈ [a, b]. Como la función u tiene variación acotada en el intervalo [a, b], tenemos
que:
|u(t) − u(a)| + |u(b) − u(t)| ≤ V (u; [a, b]), t ∈ [a, b].
Por lo tanto:
|u(t) − u(a)| ≤ V (u; [a, b]), t ∈ [a, b].
Es decir:
Propiedad f )
La variación es subaditiva, es decir,
V (u + v; [a, b]) ≤ V (u; [a, b]) + V (v; [a, b]), ∀u, v ∈ BV [a, b]
para u, v : [a, b] −→ R.
En efecto, para u, v ∈ BV [a, b] se considera
∑ n
V (u + v; [a, b]) = sup |(u + v)(tj ) − (u + v)(tj−1 )|
π
j=1
∑n
= sup |(u(tj ) + v(tj ) − u(tj−1 ) − v(tj−1 )|
π
j=1
∑n
= sup |(u(tj ) − u(tj−1 )) + (v(tj ) − v(tj−1 ))|
π
j=1
∑n ∑
n
≤ sup |u(tj ) − u(tj−1 )| + sup |v(tj ) − v(tj−1 )|
π π
j=1 j=1
= V (u, [a, b]) + V (v, [a, b]).
En lo que sigue mostraremos otra propiedad de las funciones de variación acotada:
Demostración:
Dada π : a = t0 < · · · < tn = 0 una partición del intervalo [a, b], si la función es
monótona creciente, entonces:
∑
n
V (u; [a, b]) = |u(tj ) − u(tj−1 )|
j=1
∑n
= (u(tj ) − u(tj−1 ))
j=1
= u(b) − u(a).
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 30
Por lo tanto,
A continuación ilustraremos esta propiedad en el siguiente ejemplo:
Ejemplo 4:
Consideremos u : [a, b] −→ R una función tal que
Proposición 2. (Ver [7]) Sea u una función de variación acotada en [a, b] y sea c ∈ (a, b),
entonces
V (u, [a, b]) = V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]).
Demostración:
Sea u ∈ BV [a, b], si existe c ∈ (a, b) , tal que u ∈ BV [a, c] y u ∈ BV [c, b]. Con-
sideremos π : a = t0 < t1 < · · · < tn = b una partición de [a, b], entonces existe
j = 1, 2, · · · , n, tal que tj−1 < x ≤ tj . Luego:
∑
n ∑
j−1
|u(ti ) − u(ti−1 )| ≤ |u(ti ) − u(ti−1 )| + |u(c) − u(tj−1 )| + |u(tj ) − u(c)|
i=1 i=1
∑
n
+ |u(ti ) − u(ti−1 )| ≤ V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]).
i=1
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 31
V (u, [a, b]) ≤ V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]). (2.2)
Puesto que V (u, [a, c]) < ∞ y V (u, [c, b]) < ∞, entonces dado ϵ > 0, existen parti-
ciones π1 : a = t0 < t1 < · · · < tk = c, y π2 : c = tk < tk+1 < · · · < tn = b de los
intervalos [a, c] y [c, b], respectivamente, tales que:
ϵ ∑k
V (u, [a, c]) − < |u(ti ) − u(ti−1 )|,
2 i=1
ϵ ∑
n
V (u, [c, b]) − < |u(ti ) − u(ti−1 )|.
2 i=k+1
∑
n
V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]) − ϵ < |u(ti ) − u(ti−1 )| < V (u, [a, b]).
i=1
Por lo tanto:
V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]) − ϵ < V (u, [a, b]) para todo ϵ > 0 y ası́ resulta que:
V (u, [a, c]) + V (u, [c, b]) ≤ V (u, [a, b]). (2.3)
A continuación demostramos que la clase de las funciones que tienen variación acotada
posee estructura de espacio vectorial.
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 32
Demostración:
Sean u, v : [a, b] −→ R funciones de variación acotada en el intervalo [a, b] y conside-
remos una partición π : a = t0 < t1 < · · · < tn = b del intervalo [a, b], entonces:
∑
n ∑
n
|(u + v)(tj ) − (u + v)(tj−1 )| = |(u(tj ) − u(tj−1 )) + (v(tj ) − v(tj−1 ))|
j=1 j=1
∑n ∑
n
≤ |u(tj ) − u(tj−1 )| + |v(tj ) − v(tj−1 )|
j=1 j=1
≤ V (u) + V (v).
Teorema 2 (Ver [7]). El espacio (BV [a, b], ||.||BV ) es un espacio de Banach.
Demostración:
En primer lugar veamos que (BV [a, b], ||.||BV ) es un espacio normado. Sean u, v ∈
BV [a, b] y λ ∈ R, entonces:
lo cual es equivalente a |u(a)| = 0, V (u, [a, b]) = 0. Usando la propiedad b), resulta
que la función u es constante en el intervalo [a, b] y como u(a) = 0 se tiene que
u = 0. Si u ≡ 0, en el intervalo [a, b], entonces es claro que ||u||BV = 0.
= |λ| ∥u∥BV .
= ∥u∥BV + ∥v∥BV .
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 34
De i), ii), iii) y iv) se tiene que (BV [a, b], ||.||BV ) es un espacio normado. De-
mostraremos ahora que el espacio (BV [a, b], ||.||BV ) es completo.
Sea {un }n≥1 una sucesión de Cauchy en (BV [a, b], ||.||BV ) y demostraremos que la
sucesión {un }n≥1 converge en la norma ||.||BV a una función u ∈ BV [a, b].
En primer lugar veamos que:
Sea ϵ > 0, como {un }n≥1 es una sucesión de Cauchy en (BV [a, b], ||.||BV ) existe
N > 0, tal que si n, m ≥ N entonces ||un − um ||BV < ϵ, luego:
Por lo tanto, para toda partición π : a = t0 < · · · < tn = b del intervalo [a, b] resulta
que:
∑
h
|(un − um )(tk ) − (un − uN )(tk−1 )| < ϵ, n ≥ N,
k=1
∑
h
|un (tk ) − um (tk−1 ) − (un (tk ) − uN (tk−1 ))| < ϵ, n ≥ N.
k=1
Entonces:
∑
h ∑
h
|un (tk ) − um (tk−1 )| − |uN (tk ) − uN (tk−1 )| ≤
k=1 k=1
∑
h
≤ |un (tk ) − um (tk−1 ) − (uN (tk ) − uN (tk−1 ))| < ϵ.
k=1
Por lo tanto:
∑
h ∑
h
|un (tk ) − um (tk−1 )| < ϵ + (uN (tk ) − uN (tk−1 ))|, n≥N
k=1 k=1
≤ ϵ + V (uN ; [a, b]), n ≥ N.
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 35
entonces:
V (un ; [a, b]) ≤ máx{V (u1 ), · · · , V (uN )}, n ≥ 1.
En consecuencia sup V (un ; [a, b]) < ∞. Demostremos ahora que la sucesión {un }n≥1 ,
n
es una sucesión de Cauchy uniformemente en el intervalo [a, b].
Como la sucesión {un }n≥1 , es una sucesión de Cauchy en (BV [a, b], ||.||BV ) tenemos
que para todo ϵ > 0, existe N > 0, tal que si n, m ≥ N , entonces:
ϵ
∥un − um ∥ < .
2
Es decir,
ϵ
|un (a) − um (a)| + V (un − um ; [a, b]) < n, m ≥ N.
2
Por lo tanto:
ϵ ϵ
|un (a) − um (a)| < y V (un − um ; [a, b]) < n, m ≥ N.
2 2
∑
h
ϵ
|(un − um )(tk ) − (un − um )(tk−1 )| < n, m ≥ N,
k=1
2
para toda partición π : a = t0 < · · · < tn = b del intervalo [a, b]. En particular resulta
que:
ϵ
|un (t) − um (t) − (un (a) − um (a))| < , t ∈ [a, b], n, m ≥ N,
2
Por lo tanto se tiene que:
ϵ
|un (t) − um (t)| < + |(un (a) − um (a))|, t ∈ [a, b], n, m ≥ N.
2
De esta última desigualdad deducimos que la sucesión {un }n≥1 es una sucesión uni-
formemente de Cauchy en el intervalo [a, b].
Puesto que para cada t ∈ [a, b], {un }n≥1 es una sucesión de Cauchy de números reales,
existe una función u : [a, b] −→ R, tal que:
Demostremos ahora que la función u ∈ BV [a, b]. Sea π : a = t0 < · · · < tn = b una
partición del intervalo [a, b] y tomemos ϵ = 12 h.
Como la sucesión {un }n≥1 converge uniformemente en el intervalo [a, b] a la función
u, existe N > 0 tal que:
1
|un (t) − u(t)| < h, t ∈ [a, b], n ≥ N. (2.5)
2
Entonces:
∑
h ∑
h
|u(tk ) − u(tk−1 )| ≤ |(utk ) − un (tk ))|
k=1 k=1
∑h
+ |un (tk ) − un (tk−1 )| + |un (tk−1 ) − u(tk−1 )|, n ≥ 1.
k=1
∑
h ∑
h
|u(tk ) − u(tk−1 )| ≤ 1 + |un (tk ) − un (tk−1 )|
k=1 k=1
≤ 1 + V (un ; [a, b])
Demostremos que la sucesión {un }n≥1 converge a la función u en la norma ||.||BV . Sea
ϵ > 0, debemos demostrar que existe N > 0, tal que si n ≥ N entonces ∥un − u∥ < ϵ.
Puesto que {un }n≥1 es una sucesión de Cauchy en (BV [a, b], ∥ · ∥) existe N tal que si
n, m ≥ N , entonces:
∥un − um ∥ < ϵ.
Sea n, m ≥ N , entonces
Teorema 3 (Ver [7]). El espacio (BV ∗ [a, b], || · ||BV ) es un espacio de Banach.
Demostración:
Sea {un }n≥1 una sucesión de Cauchy en (BV ∗ [a, b], || · ||BV ), (un (a) = 0, n ≥ 1).
Como BV ∗ [a, b] ⊂ BV [a, b], entonces {un }n≥1 es una sucesión de Cauchy en BV [a, b],
por lo tanto existe una función u ∈ BV [a, b], tal que {un }n≥1 converge a u en la norma
|| · ||BV . Para verificar que u ∈ BV ∗ [a, b], se debe demostrar que u(a) = 0.
En efecto; como {un }n≥1 converge a la función u en la norma || · ||BV , se tiene que
para todo ϵ > 0, existe N > 0, tal que si n ≥ N , entonces,
Lo cual es equivalente a
Puesto que un (a) = 0, n ≥ 1, se tiene que u(a) = 0. De este resultado y del Teorema
2 se concluye que (BV ∗ [a, b], || · ||BV ) es un espacio de Banach.
Teorema 4. (Ver [13], [7]) (BV ∗ [a, b], || · ||BV ) es un álgebra de Banach.
Demostración:
Sean u, v ∈ BV ∗ [a, b], entonces como u(a) = v(a) = 0, resulta que la descomposición
canónica de las funciones u y v viene dada por
donde
1 1
pu (t) := (Vu (t) + u(t) − u(a)), nu (t) := (Vu (t) − u(t) + u(a)), t ∈ [a, b]
2 2
y
1 1
pv (t) := (Vv (t) + v(t) − v(a)), nv (t) := (Vv (t) − v(t) + v(a)), t ∈ [a, b],
2 2
ası́ se tiene que pu (a) = nu (a) = pv (a) = nv (a) = 0.
Por otro lado tenemos que
uv = (pu − nu )(pv − nv )
= pu pv − pu nv − nu pv + nu nv
= (pu pv + nu nv ) − (pu nv + pv nu ).
≤ pu (y)pv (y).
uv = (pu pv nu nv ) − (pu nv pv nu )
V (uv; [a, b]) ≤ [pu (b)pv (b) + nu (b)nv (b) + pu (b)nv (b) + pv (b)nu (b)]
Por tanto, hemos demostrado que (BV ∗ [a, b], ||·||BV ) es un álgebra de Banach, puesto
que
= ||u||||v||.
El resultado más importante dado por Jordan cuando introduce el concepto de
variación acotada en [23] se refiere a que una función u ∈ BV [a, b] si y sólo si se puede
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 40
Demostración:
Si u1 , u2 son monótonas, entonces por Ejemplo 2 se tiene que u = u1 − u2 ∈ BV [a, b].
Por otra parte, supongamos que u ∈ BV [a, b] y definamos las funciones pu , nu :
[a, b] → R, por:
1
pu (t) := (Vu (t) + u(t) − u(a)), t ∈ [a, b],
2
1
nu (t) := (Vu (t) − u(t) + u(a)), t ∈ [a, b],
2
donde Vu (t) := V (u; [a, t)), t ∈ [a, b].
1
pu (y) − pu (x) = (Vu (y) − Vu (x) + u(y) − u(x))
2
1
= (V (u; [x, y]) + u(y) − u(x)) ≥ 0.
2
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 41
Luego pu es una función creciente y como pu (a) = 0, resulta que pu ≥ 0, t ∈ [a, b]. De
manera similar,
1
nu (y) − nu (x) = (Vu (y) − Vu (x) + u(x) − u(y))
2
1
= (V (u; [x, y]) + u(x) − u(y)) ≥ 0.
2
u = pu − (nu − u(a)).
Además
Vu (t) = pu (t) + nu (t).
A continuación exponemos la noción de función Lipschitz y veremos algunas
propiedades de esta clase de funciones y su relación con las funciones de variación acotada.
tenemos que
|f (x) − f (y)|
= | cos(c)|.
|x − y|
Como | cos(c)| ≤ 1, entonces
|f (x) − f (y)|
≤1
|x − y|
por lo tanto
|f (x) − f (y)| ≤ |x − y|
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 43
Ejemplo 2.
Consideremos f (x) = mx + b. Veamos que f satisface una desigualdad del tipo
= |x1 − x2 ||x1 + x2 |
≤ 2|b| |x1 − x2 |.
Resulta que |f (x) − f (y)| ≤ 2|b| |x1 − x2 | por lo tanto, f (x) = x2 es localmente
Lipschitz en R.
Demostración:
Sea f : R −→ R donde existe una constante L tal que |f (t) − f (τ )| < L|t − τ | para
cada par de números reales t y τ . Si ahora tenemos un número real r > 0, y la constante
L := L(r) tal que t, τ ∈ [−r, r], entonces |f (t) − f (τ )| < L|t − τ | de donde f es localmente
Lipschitz.
Demostración:
Demostración:
Sea L > 0 tal que |u(x) − u(y)| ≤ L|x − y| para todo x, y ∈ R. Sea ϵ > 0 arbitrario
y tomemos δ = ϵ
L
> 0. Si x, y ∈ R y |x − y| < δ, entonces:
√
u(t) = t.
√
Figura 2.4: Función u(t) = t.
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 46
Demostración:
por lo tanto, u ∈ BV [a, b]. Por el contrario, sean u ∈ BV [a, b] y τ (t) := Vu (u; [a, b]) la
función de variación (creciente) de u. Además τ es una aplicación de [a, b] en [c, d], donde
c = 0 y d = V (u; [a, b]), pero no es necesariamente sobreyectiva.
Si definimos la función g sobre el rango τ ([a, b]) ⊆ [c, d] considerando g(τ (x)) := u(x),
entonces la descomposición u = g ◦ τ está bien definida. Dado que
|g(τ (s)) − g(τ (t))| = |u(s) − u(t)| ≤ V (u; [s, t]) = |τ (s) − τ (t)|
con 0 ≤ λ ≤ 1). Por la construcción de ḡ, la forma convexa de ḡ tiene la misma constante
Lipschitz que g lo cual culmina la demostración.
En esta sección se presenta el resultado dado por Michael Josephy [24], en el año
1981 referente a la actuación del operador de composición en el espacio BV [a, b]. Éste
resultado nos permite obtener condiciones necesarias y suficientes en f : R −→ R de tal
manera que el operador de composición F , asociado a f , actúe en el espacio BV [a, b].
Esto último se conoce como caso autónomo mientras que el caso general, cuando
f : [a, b] × R −→ R se denomina caso no-autónomo.
Demostración:
Supongamos que el operador de composición definido por Fu = f ◦ u aplica el espacio
BV ([a, b]) en sı́ mismo. La función l : [c, d] → [a, b] definida por
b−a
l(t) := (t − c) + a (c ≤ t ≤ d)
d−c
es un homeomorfismo estrictamente creciente entre [c, d] y [a, b] con inversa
d−c
l−1 (s) = (s − a) + c (a ≤ s ≤ b)
b−a
el cual satisface que l(c) = a y l(d) = b. Ası́ l : π([c, d]) → π([a, b]) con
define una correspondencia uno a uno entre todas las particiones de [c, d] y todas las
particiones de [a, b].
Dada v ∈ BV [a, b], la función u := v ◦ l−1 pertenece a BV ([a, b]) y ası́ Fu = f ◦ v ◦ l−1
pertenece a BV ([a, b]) por hipótesis. Sin embargo para P ∈ π([c, d]) y l(P ) ∈ π([a, b])
como anteriormente tenemos que
Esto demuestra que V (f ◦ v; [c, d]) = V (f ◦ u; [a, b]) y asi ||Fu ||BV = ||Fv ||BV . Por lo
tanto f (u(a)) = f (v(l−1 (a))) = f (v(c)).
Demostración:
Por el Corolario 2 puede suponerse que el intervalo [a, b] es el intervalo [0, 1]. Supon-
gamos que f : R −→ R es localmente Lipschitz en R y veamos que el operador F actúa
en BV [0, 1]. Consideremos u ∈ BV [0, 1] y
una partición cualquiera del intervalo [0, 1]. Además, tenemos la siguiente estimación
∑
m ∑
m
|f (u(tj )) − f (u(tj−1 ))| ≤ k(||u||∞ )|u(tj ) − u(tj−1 )|
j=1 j=1
En consecuencia,
Como la función f no es Lipschitz en [0, 1] tenemos que dada la sucesión kn := (n2 +n)
existen sucesiones {un }∞ ∞
n=1 y {Vn }n=1 en el intervalo [0, 1] tales que
1
ii) |un − u∗ | < para n = 1, 2 . . .
(n + 1)2
0 si t = 0,
1
un si t = + k|un − vn | (k ∈ N),
n+1
u(t) :=
[ )
1 1
vn si t ∈ , ,
n + 1 n
v1 si t = 1.
Consideremos el número [ ]
un − v n
mn : ,
n2 + n
(donde
[ [.] indica
] la parte entera de un número) y sea Πn la partición del intervalo
1 1
, definida por:
n+1 n+1
1 1 1 1
Πn : < + |un − vn | < + |un − vn | < · · · <
n+1 n+1 2 n+1
Cap. 2 El Espacio de las Funciones de Variación Acotada 51
1 2mn − 1 1 1
··· < + |un − vn | + + mn |un − vn | < .
n+1 2 n+1 n
[ ]
1 1
La variación de la función u en el intervalo , se puede estimar de la manera
n+1 n
siguiente:
( [ ])
1 1
V u, , ≤ 2mn |un − vn | + |un1 − u ∗ | + |u ∗ −un |+
n+1 n
2 1 1 1 3
+|un − vn | ≤ + + ≤ 2.
n2 + n n2 (n + 1)2 n2 + n n
En consecuencia,
∑∞
3
V (u, [0, 1]) ≤ 2
< ∞.
n=1
n
( [ ])
1 1
V Fu ; , ≥ 2mn |f (un ) − f (vn )| ≥ 2mn (n2 + n)|un − vn | ≥ 2.
n+1 n
En consecuencia,
∑
∞
V (F u, [0, 1]) ≤ 2 < +∞.
n=1
Para ver más detalles sobre el operador de composición remitimos al lector a [30].
CAPÍTULO 3
∫ t
x(t) = g(t) + K(t, s)f (x(s)) ds para cada t ∈ I. (3.2)
0
respectivamente, donde g(t), K(t, s) y f son funciones dadas; la función K(t, s) se conoce
como el kernel o núcleo de la ecuación integral, mientras que x(t) es la función incógnita.
52
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 53
A continuación se presentan algunas definiciones que serán de utilidad para las de-
mostraciones posteriores.
Observación
Geométricamente esto quiere decir que al aplicar T a dos puntos del espacio X se
obtienen dos puntos que están más cerca entre si que los puntos originales y el factor de
acercamiento es igual para todos los pares. Además una función de contracción es una
función uniformemente continua.
Definición 7. Sea {xn } una sucesión en un espacio métrico (X, d). Decimos que {xn }
es una sucesión contracción, si para algún 0 < α < 1, se tiene que
(i) Comparando dos términos consecutivos con los dos primeros términos
αn−1
d(xm , xn ) ≤ d(x2 , x1 ), para cada m > n.
1−α
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 54
Demostración
d(x3 , x2 ) ≤ αd(x2 , x1 ).
donde 1 − αm−n < 1. En efecto, sean αn , αm > 0, puesto que 0 < α < 1. Entonces,
αn − αm < αn y por lo tanto
αn − αm
< 1,
αn
si y sólo si,
αm
1− < 1,
αn
si y sólo si,
1 − αm−n < 1.
Ası́, ( )
1 − αm−n αn−1
d(xm , xn ) ≤ d(x2 , x1 ) ≤ d(x2 , x1 ).
1−α 1−α
La siguiente proposición relaciona una sucesión de contracción con la sucesión de
Cauchy, para detalles de la demostración referimos al lector interesado a [3].
Proposición 9 (Ver [3]). Toda sucesión que es contracción es una sucesión de Cauchy.
Los llamados Teoremas de Punto fijos son aquellos que garantizan, bajo ciertas
hipótesis, la existencia de algún punto fijo de una función. Hay varios de estos teore-
mas, y muy diferentes entre si, uno de ellos es el Principio de Contracción de Banach,
cuyas aplicaciones son notables en la mayorı́a de los Teoremas de Existencia y Unicidad,
tales como los de la función inversa y la función implı́cita, soluciones de ecuaciones difer-
enciales e integrales de diversas especies. A continuación enunciaremos y demostraremos
ese principio.
Demostración
Sea M > 0, tal que
d(T x, T y) ≤ M d(x, y).
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 56
xn+1 = T xn .
x1 = T x 0 , x 2 = T x 1 , . . .
Luego, por la Proposición 9, se obtiene que {xn } es una sucesión de Cauchy, de donde
existe x ∈ X, tal que lı́m xn = x.
n→∞
≤ d(x, xm ) + d(xm−1 , x)
d(x, T x) = 0,
entonces,
d(x, y) − M d(x, y) ≤ 0
(1 − M )d(x, y) ≤ 0,
1
T (x) = x,
2
1 1
|T (x) − T (y)| = x− y
2 2
1
= |x − y|,
2
T (t) = t + 1,
satisface
Sin embargo, no tiene ningún punto fijo, dado que T (t) > t, para todo t ∈ R.
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 58
Por otra parte, del teorema del valor intermedio se sigue que cualquier función conti-
nua T : [a, b] −→ [a, b], sea o no contracción, tiene al menos un punto fijo. Pero éste puede
no ser único y no se obtiene necesariamente por el método de aproximaciones sucesivas.
(iii) K : I × I −→ R, es una función tal que V (K(·, s), I) ≤ M (s), con I=[0,a], casi
siempre para s ∈ I, donde M : I → R+ y K(t, ·) son integrable Lebesgue para todo
t ∈ I.
Si existe ρ > 0 tal que para cada λ satisfaciendo |λ| < ρ, la ecuación (3.4) tiene
solución única a una función de variación acotada, en I.
Demostración:
Fijemos un número real r > 0, tal que ∥g∥BV < r. En el espacio de Banach BV [a, b],
consideramos B̄r := {x ∈ BV (I) : ∥x∥BV ≤ r}, y denotemos por Lr la constante de
Lipschitz de f que corresponde al intervalo [−r, r], es decir,
∫
ρLr (| K(0, s) | + M (s)) ds < 1.
I
donde ∫
F (x)(t) = K(t, s)f (x(s)) ds, x ∈ B̄r , t ∈ I.
I
F (x) : [0, a] −→ R,
existe ∫
F (x)(t) = K(t, s)f (x(s)) ds.
I
donde
(f ◦ x)(t) : [0, a] −→ R
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 60
y
K(t, ·) : [0, a] −→ R.
= Lr ∥x∥BV .
Por lo tanto, (f ◦ x) es de variación acotada y ası́ por el Teorema 1 parte e.) se tiene
que (f ◦ x) es acotada, entonces
∫
(f ◦ x)(t)dt < ∞,
de donde (f ◦ x) es integrable Lebesgue. Esto significa que K(t, s)f (x(s)) es una función
medible. En vista de K(t, s)f (x(s)) está acotada y K(t, ·) es medible según Lebesgue, se
obtiene que la función
s 7−→ K(t, s)f (x(s))
es Lebesgue integrable para cada t fijo que pertenece al intervalo I = [0, a].
ası́, se ha demostrado que V (F (x), [0, a]) < ∞, y además tenemos que:
∫
V (F (x), [0, a]) ≤ sup |f (x(s))| M (s) ds
s∈I I
||G(x)||BV = ∥g + λF (x)∥BV
Ahora, comprobemos que Gλ : B̄r −→ B̄r es una contracción. Para esto observemos
que para cualquier par x, y ∈ B̄r , se obtiene lo siguiente, al hacer uso de las propiedades
y las notaciones que involucran las funciones dadas:
ası́,
[ ∫
||Gλ (x) − Gλ (y)||BV ≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
∫
I
]
∑
n
+ sup |K(ti , s) − K(ti−1 )| Lr ∥x − y∥BV ds
π I
[ i=1
∫
= |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
I
n ∫
]
∑
+ Lr ∥x − y∥BV sup |K(ti , s) − K(ti−1 )| ds
π I
[ ∫
i=1
finalmente,
[ ∫
||Gλ (x) − Gλ (y)||BV ≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
∫ I ]
+ Lr ∥x − y∥BV M (s) ds
∫I
En virtud del teorema del punto fijo de Banach, existe un único elemento x ∈ B̄r , de
tal forma.
Gλ (x) = x,
es decir,
tal que K(t, ·) es integrable Lebesgue para cada elemento fijo t ∈ [0, a]. En efecto, por
hipótesis K2 es integrable Lebesgue, tenemos que:
∫ ∫ ∫
K(t, s) ds = K1 (t)K2 (s) ds = K1 (t) K2 (s) ds.
I I I
Además, se tiene la función s 7−→ K2 (s)V (K1 , [0, a]) es integrable Lebesgue. Esto es
ası́, ya que:
∫ ∫
K2 (s)V (K1 , [0, a]) ds = V (K1 , [0, a]) K2 (s) ds,
I I
∫ t
x(t) = g(t) + K(t, s)f (x(s))ds para cada t ∈ I, (3.5)
0
Entonces existe un intervalo J ⊂ I, tal que la ecuación (3.5) tiene solución única de
variación acotada, definida en J.
Demostración:
Fijemos un número real r > 0, tal que ∥g∥BV < r. En el espacio de Banach BV [a, b],
consideramos B̄r := {x ∈ BV (J) : ∥x∥BV ≤ r}, y denotemos por Lr la constante de
Lipschitz de f que corresponde al intervalo [r, r], es decir,
∫ d
∥g∥BV + sup |f (t)| m(s) ds < r
t∈[−r,r] 0
donde ∫ t
F (x)(t) = K(t, s)f (x(s)) ds, x ∈ B̄r , t ∈ J,
0
en el espacio BV(J).
(f ◦ x)(t) : [0, d] −→ R
y
K(t, ·) : [0, d] −→ R.
= Lr ∥x∥BV .
Por lo tanto (f ◦ x) es de variación acotada y ası́ por el Teorema 1 parte e.) se tiene
que (f ◦ x) es acotada, entonces
∫
(f ◦ x)(t)dt < ∞,
por lo tanto,
∑
n ∫ d
||G(x)||BV = ||g||BV + sup [K̃(ti , s)K̃(ti−1 , s)]f (x(s)) ds
π 0
i=1
n ∫
∑ d
≤ ||g||BV + sup [K̃(ti , s)K̃(ti−1 , s)]f (x(s)) ds
π
i=1 0
∑n ∫ d
≤ ||g||BV + sup K̃(ti , s)K̃(ti−1 , s) |f (x(s))| ds
π
i=1 0
∑n ∫ d
≤ ||g||BV + sup K̃(ti , s)K̃(ti−1 , s) sup |f (t)| ds
π 0 t∈[−r,r]
i=1
n ∫
∑ d
≤ ||g||BV + sup |f (t)| sup (K̃(ti , s)K̃(ti−1 , s)) ds
t∈[−r,r] π 0
i=1
∫ d ∑
n
= ||g||BV + sup |f (t)| sup (K̃(ti , s)K̃(ti−1 , s)) ds
t∈[−r,r] π 0 i=1
∫ d
≤ ||g||BV + sup |f (t)| m(s) ds
t∈[−r,r] 0
< r.
De lo anterior, para x ∈ B̄r , se tiene que G(B̄r ) ⊂ B̄r . Además, para cualquier
x, y ∈ B̄r obtenemos
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 69
por lo tanto, continuando con los diferentes pasos para calcular ||G(x) − G(y)||BV , se
sigue que:
[∫ ]
||G(x) − G(y)||BV ≤ |λ| |K(0, s)|Lr ∥x − y∥BV ds + V (F (x) − F (y), [0, a])
[ J
∫
= |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
J
]
∑
n
+ sup | (F (x) − F (y))(ti ) − (F (x) − F (y))(ti−1 )|
π
[ i=1
∫ ∫
∑
n ti
≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds + sup K(ti , s)f (x(s)) ds
J π 0
i=1
∫ ti ∫ ti−1
− K(ti , s)f (y(s))ds − K(ti−1 , s)f (x(s))ds
∫
0
ti−1
0
]
+ K(ti−1 , s)f (y(s)) ds
0
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 70
ası́,
[ ∫
||G(x) − G(y)||BV ≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
J
∑
n ∫
+ sup [K̃(ti , s) − K̃(ti−1 )]f (x(s)) ds
π J
∫
i=1
]
− [K̃(ti , s) − K̃(ti−1 , s)]f (y(s)) ds
[ J
∫
≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
∫
I
]
∑
n
+ sup [K̃(ti , s) − K̃(ti−1 )][f (x(s)) − f (y(s))] ds
π J
[ i=1
∫
≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
∫
J
]
∑
n
+ sup |K̃(ti , s) − K̃(ti−1 )| |f (x(s)) − f (y(s))| ds
π J
[ i=1
∫
≤ |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
∫
J
]
∑
n
+ sup |K̃(ti , s) − K̃(ti−1 )| Lr ∥x − y∥BV ds ,
π I
[ i=1
∫
= |λ| Lr ∥x − y∥BV |K(0, s)| ds
J
n ∫
]
∑
+ Lr ∥x − y∥BV sup |K̃(ti , s) − K̃(ti−1 )| ds
π J
[ ∫
i=1
G tiene un único punto fijo en B̄r y por lo tanto es una solución de BV (J) de (3.5) definida
sobre J. Con esto se concluye la demostración.
Se puede ilustrar el resultado anterior con un ejemplo similar como en la sección
previa.
tal que
K(t, s), 0 ≤ s ≤ t,
K̃(t, s) :=
0, t < s < a,
donde, K(t, ·) es integrable Lebesgue, para cada elemento fijo t ∈ [0, d]. En efecto, por
hipótesis K2 es integrable Lebesgue, entonces obtenemos que:
∫ ∫ ∫ ∫
K̃(t, s) ds = K(t, s) ds = K1 (t)K2 (s) ds = K1 (t) K2 (s) ds.
J J J J
Además, se tiene la función s 7→ K2 (s)V (K1 , [0, d]) es integrable Lebesgue. Esto es ası́,
ya que:
∫ ∫
K2 (s)V (K1 , [0, d]) ds = V (K1 , [0, d]) K2 (s) ds,
J J
(ii) K : I × I −→ R, es una función tal que V (K(·, s), I) ≤ M (s), con I=[0,a], casi
siempre para s ∈ I, donde M : I → R+ y K(t, ·) son integrable Lebesgue para todo
t ∈ I.
(iv) Para cada ϵ > 0 existe δ > 0 tal que para todo t, τ, s ∈ I :
Si existe ρ > 0 tal que para cada λ satisfaciendo |λ| < ρ, la ecuación (3.6) tiene
solución única de variación acotada, definida en el intervalo I.
Demostración:
Consideremos el espacio BVC (I) = BV (I) ∩ C(I) con la norma ∥ · ∥BV .
Fijemos un número real r > 0, tal que ∥g∥BV < r. En el espacio de Banach BV [a, b],
consideramos B̄r := {x ∈ BV (I) : ∥x∥BV ≤ r}, y denotemos por Lr la constante de
Lipschitz que corresponde al intervalo [−r, r], es decir,
Fijemos un número real λ tal que |λ| < ρ y definamos G : B̄r −→ F; donde F es
el conjunto de todas las funciones reales definidas sobre [0, a] se tiene que:
donde, ∫
F (x)(t) = K(t, s)f (x(s)) ds, x ∈ B̄r , t ∈ I.
I
Considerando F : B̄r −→ R.
(f ◦ x)(t) : [0, a] −→ R
y
K(t, ·) : [0, a] −→ R.
ϵ
Sea M = sup |f (x(s))|, dado ϵ1 = > 0; t, τ ∈ J se tiene:
s∈I 2M ρ|I|
luego,
∫
|G(x)(t) − G(x)(τ )| ≤ |(g(t) − g(τ ))| + sup |f (x(s))| |λ| |(K(t, s) − K(τ, s))| ds
s∈I
∫ I
ϵ
≤ + sup |f (x(s))| |λ| |(K(t, s) − K(τ, s))| ds, por(iii) g es continua
2 s∈I
∫ I
ϵ
≤ + |λ| M ϵ1 ds, por(iv) siempre que |t − τ | < δ
2 I
ϵ ϵ
= + |λ| M ϵ1 |I| < + ρ M ϵ1 |I|
2 2
ϵ ϵ
= + ρM |I|
2 2M ρ|I|
ϵ
= 2 = ϵ,
2
y ası́ dado ϵ > 0, existe δ > 0 tal que si |t − τ | < δ implica que
(iv) para cada t ∈ I y para cada ϵ > 0 donde existe δ > 0 tal que para todo τ ∈ I y
∩
s ∈ [0, t] [0, τ ]:
|τ − t| < δ =⇒ |K(τ, s) − K(t, s)| < ϵ
Cap. 3 Soluciones de Variación Acotada de algunas ecuaciones integrales no lineales 75
Demostración:
Hemos verificado que si x ∈ B̄r entonces ||G(x)||BV < r. Falta comprobar que G(x)
es continua. Veamos porque G es continua. Para ello note que es suficiente con verificar
que F (x) es continua, teniendo en cuenta que solo para t0 fijo con t0 ∈ J y τ > t0 ,
τ ∈ J tenemos que:
∫ τ ∫ t0
|F (x)(τ ) − F (x)(t0 )| = K(τ, s)f (x(s)) ds − K(t0 , s)f (x(s)) ds
0 0
∫ t0 ∫ τ
= K(τ, s)f (x(s)) ds + K(τ, s)f (x(s)) ds
0 t0
∫ t0
− K(t0 , s)f (x(s)) ds
0
∫ t0 ∫ τ
= [K(τ, s) − K(t0 , s)]f (x(s)) ds + K(τ, s)f (x(s)) ds
0 t0
∫ t0 ∫ τ
≤ [K(τ, s) − K(t0 , s)]f (x(s)) ds + K(τ, s)f (x(s)) ds
0 t0
∫ t0 ∫ τ
≤ |K(τ, s) − K(t0 , s)||f (x(s))| ds + |K(τ, s)||f (x(s))| ds
0 t0
(∫ t0 ∫ τ )
≤ sup |f (x(s))| ϵ ds + (|K(τ, s) − K(s, s)| + |K(s, s)|) ds
s∈J 0 t0
( ∫ t0 ∫ τ ∫ τ )
≤ sup |f (x(s))| ϵ ds + ϵ ds + |K(s, s)| ds
s∈J 0 t0 t0
( ∫ t0 ∫ τ ∫ τ )
≤ sup |f (x(s))| ϵ ds + ϵ ds + m(s) ds
s∈J
( 0 t0
∫ τ
t0
)
≤ sup |f (x(s))| t0 ϵ + ϵ (τ − t0 ) + m(s) ds .
s∈J t0
76
Conclusiones y Oservaciones 77
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