Etapas Enf
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http://www.fisterra.com/human/1libros/cbd/historia_enfermeria.asp
Las autoras del texto que nos ocupa son profesoras de la Escuela Universitaria de
Enfermería de La Paz en la Universidad Autónoma de Madrid y han dividido la
evolución histórica de los cuidados enfermeros en cuatro etapas: la doméstica, la
vocacional, la técnica y la profesional. Analicemos, aunque sea someramente, cada una
de ellas.
"La Historia de la Enfermería no es una mera visión retrospectiva destinada a mostrar como el paso de
los tiempos perfecciona de forma progresiva a la humanidad. De ser así, su importancia resultaría muy
escasa. La Historia de la Enfermería debe mostrar, por el contrario, las sinuosidades y contradicciones
que alteran la idea lineal del progreso, y cómo la lucha por la verdad puede consistir, a veces, en volver
a interrogar a hombres y mujeres antiguos y olvidados. Fabiola o la Hermandad de los Paraboloni no han
sido superados, sino comprendidos, asimilados y completados; pero la verdad que hay en ellos, vivirá
integrada para siempre en la verdad de cualquier época. Descuidar el pasado conduce a la paradójica
sorpresa de comprobar que muchas veces el progreso resulta de dar un salto atrás, de revitalizar
valiosos conceptos que se perdieron o deformaron. Por eso hay que ser cauto en la exposición y estudio
de la Historia, pues el pasado esta entre nosotros como un depósito permanente, dispuesto siempre a
actualizarse de una forma inesperada. La Historia de la Enfermería ha de ser entendida como un
estimulo para la razón y el espíritu
En eL apogeo del poderío romano, bajo el gobierno de César Augusto, se produjo uno de los hechos más
importantes de la historia de la humanidad: el nacimiento de Jesús en Judea. Ningún otro suceso, a lo
largo de la historia del mundo, ha tenido consecuencias tan importantes para el devenir de los pueblos.
Basta para darse cuenta de ello el hecho de que la religión cristiana, tolerada al principio y perseguida
más tarde por Roma a lo largo del siglo II, llegó a ser en poco tiempo no solamente permitida sino
declarada religión oficial del Imperio bajo el gobierno de Constantino (aproximadamente en el 320 d. de
C.).
El fenómeno de expansión del Cristianismo se comprende por los rasgos que caracterizaron a esta
época, entre ellos el hecho de que los cristianos vivieran en el seno de una cultura religiosa aunque se
encontraron con un clima hostil. En el siglo II también influyó el desarrollo de una extensa búsqueda
espiritual en todo el mundo romano, circunstancia que fue aprovechada por el Cristianismo. Además las
nuevas ideas se pudieron propagar rápidamente en un mundo unificado por la ley y el orden en el que
se podía viajar libremente a otros lugares en los que se hablaba el griego, la lengua culta.
A partir del siglo IV, Roma empezó a ser cristiana, y con el advenimiento del Cristianismo surgieron una
serie de cambios. Los cristianos decían que todo hombre tiene que ser hijo de Dios de manera
igualitaria, haciendo desaparecer con este pensamiento los tres niveles sociales existentes hasta aquel
momento.
La Iglesia resaltó la misión salvadora de Cristo para con los desvalidos y enfermos, en contra de lo que
hasta entonces propugnaban las demás creencias. Como consecuencia directa de esta forma de sentir la
religión, se crearon numerosas instituciones dedicadas al cuidado de los enfermos y necesitados, y a
partir de este momento, la presencia de la Iglesia va a ser constante en el mundo de la enfermedad.
EL MUNDO CONTEMPORÁNEO
NUEVA CONCEPCIÓN DE LA ENFERMERÍA
INICIO DE LA PROFESIONALIZACIÓN DEL CUIDADO
ETAPA TÉCNICA EN ESPAÑA
La etapa técnica de los cuidados se relaciona con el concepto de la salud como lucha contra la
enfermedad.El concepto de salud - enfermedad en los inicios del Mundo Contemporáneo pierde la
connotación religiosa que imperaba hasta entonces. El siglo XX transcurre para las enfermeras con dos
presiones de significado opuesto que hacen entrar a éstas en un conflicto permanente. De una parte, la
sociedad de la época espera de las enfermeras una actitud maternal y abnegada, basada en el modelo
precedente. Por otra, los servicios de atención a la salud, organizados bajo patrones médicos, exigen a
las enfermeras cada vez más especialización en técnicas curativas y menos preparación en la atención al
enfermo como persona.
Ambas influencias entran en crisis, motivada la primera por la progresiva secularización de la sociedad y
de las propias enfermeras, que comienzan a desechar el aspecto vocacional en el sentido meramente
religioso. Y la segunda por la dependencia de la enfermería a la clase médica, porque cada vez se hace
menos cuestionable que una profesión femenina deba estar organizada y gestionada por mujeres.
En esta cuarta etapa de la historia del cuidado, la enfermería se consolida como una disciplina, con un
cuerpo de conocimientos propio y una responsabilidad definida en la atención a la salud de la población.
Tanto desde el punto de vista formal como sociológico, la enfermería es hoy muy distinta a como se
practicaba hace cincuenta años. Distintos factores son los que han intervenido en esta profesionalización
del cuidado. Las enfermeras han asumido la responsabilidad de formar a sus propios profesionales, de
organizar y dirigir los servicios de enfermería y de iniciar investigaciones encaminadas a incrementar su
cuerpo disciplinar. Así mismo, en el campo asistencial los cambios acaecidos han sido muy significativos,
desde una actividad basada en el empirismo y centrada en la técnica, se ha pasado a orientar el cuidado
en un marco teórico propio, utilizando una metodología lógica y racional, como lo demuestra el uso
generalizado del proceso de enfermería y la formulación de diagnósticos enfermeros.
Es necesario destacar también el impulso de las asociaciones profesionales por su contribución al cambio
que se está experimentando. En este sentido, posiblemente el trabajo más significativo por su influencia
en otros grupos ha sido el de la Asociación Americana de Enfermería (ANA), que ya en 1965 definía la
profesión en un informe sobre formación que textualmente dice:
“Una escuela de enfermería independiente de los organismos de servicio, pero que proporcione
formación para el servicio, con enfermeras educadoras competentes, y oportunidades de aprendizaje
bien seleccionadas. El desarrollo de la estudiante como persona. La dignidad del paciente como ser
humano. La provisión de la enfermería como servicio comunitario, al mismo tiempo que como cuidado
institucional. La identificación de la base sobre la cual se funda la enfermería; por ejemplo, la higiene
ambiental y el cuidado personal. La dirección de la enfermería a cargo de las enfermeras. El modelo de
la enfermera como persona de cultura, y como profesional competente.”