La Educación Inclusiva y Las Competencias Socioemocionales Del Profesorado Universitario de España
La Educación Inclusiva y Las Competencias Socioemocionales Del Profesorado Universitario de España
La Educación Inclusiva y Las Competencias Socioemocionales Del Profesorado Universitario de España
Directores:
Dr. Vicente J. Llorent
Dra. Izabela Zych
Córdoba, 2021
TITULO: La educación inclusiva y las competencias socioemocionales del
profesorado universitario de España
https://www.uco.es/ucopress/index.php/es/
[email protected]
Programa de doctorado de
Ciencias Sociales y Jurídicas
Directores:
Dr. Vicente J. Llorent
Dra. Izabela Zych
Córdoba, 2021
La presentación de este trabajo se rige por el Manual de Publicaciones de la
American Psychological Association 6ª edición (APA) (2010, edición en español).
Al fin ha llegado el final de este largo y duro camino que ha supuesto mi Tesis
doctoral. Y me invade un torrente de emociones, pues en muchos momentos pensé que
nunca llegaría, pero si ha sido posible no es sólo gracias a mi trabajo, sino al de muchas
personas a las que quiero agradecer su contribución, pues de una manera u otra esta Tesis
también les pertenece.
A mis admirados directores, el Dr. Vicente J. Llorent y la Dra. Izabela Zych, sin
quienes esta investigación jamás hubiese sido posible. Y cuya guía ha sido fundamental,
rigurosa y pedagógica, pues me ha capacitado en habilidades para la investigación que
me permitirán proseguir en futuras líneas de investigación de forma autónoma. A ellos les
estaré eternamente agradecido por su paciencia, trabajo y cariño mostrados a lo largo de
estos años. Donde ha habido momentos de arduo trabajo, que nos ha llevado en
numerosas ocasiones a ser los últimos en salir de la Facultad, momentos de alegría,
también momentos difíciles, pero sobre todo siempre ha habido respeto y admiración por
mi parte hacia estas dos personas que han demostrado una increíble calidad profesional,
sólo equiparable a su calidad humana, y de las que me siento orgullo y feliz de tener en
mi vida.
A mis hijos, Álvaro Varo Medida y Marta Varo Medina, pues ellos son el motor
de mi vida, y me motivan cada día a ser mejor persona, sin ellos nada tendría sentido. Me
gustaría que este trabajo les sirviera como ejemplo en la vida, y entiendan que con trabajo
duro y constancia, los sueños se cumplen.
A mi mujer, Isabel Medina Priego, pues esta Tesis es tan suya como mía, por su
apoyo incondicional, por creer en mí, por hacer de madre y padre en las horas en las que
yo me dediqué a esta Tesis, por su cariño y cuidados para que pudiera concentrarme en
avanzar. Ella ha sido un pilar fundamental que no me ha dejado caer en los momentos de
flaqueza, y me ha impulsado siempre a seguir, por eso estoy seguro de que sin ella, no lo
habría conseguido.
11
A mis más que amigos, hermanos, Miguel Ángel Baena Recio y José Antonio
Sáez Guerreo, con los que formo un trío de mosqueteros desde los 9 años. A lo largo de
estos años, Miguel siempre fue un ejemplo de constancia y un amigo fiel que estuvo en
todos los momentos duros de mi vida, acogiéndome en su casa haciéndome sentir parte
de su familia, un amigo que siempre me arrastró a la biblioteca a estudiar desde nuestra
etapa en la secundaria y más tarde en la universidad, sin él, posiblemente no habría
llegado tan lejos. El otro de mis hermanos, José, siempre ha estado a mi lado creyendo en
mí más que yo mismo, con él he vivido que las promesas son para cumplirlas, y por eso,
soy el orgulloso padrino de su primer hijo, y él lo es del mío, su apoyo y amistad han sido
esenciales para darme la fortaleza necesaria para terminar este proyecto. Ambos son parte
importante de esta Tesis.
Por último, quisiera agradecer a los miembros del Tribunal que evaluarán este
trabajo, por su tiempo y su esfuerzo. Estoy seguro que recibiré aportaciones muy
constructivas para mi futuro como investigador. Ojalá este trabajo les aporte un poco a
cambio de lo mucho que ellos aportarán con su fundamental labor en esta parte final del
viaje.
12
ÍNDICE DE CONTENIDO
AGRADECIMIENTOS 11
ESTRUCTURA DEL INFORME 19
RESUMEN 25
ABSTRACT 33
1. MARCO TEÓRICO 43
2. OBJETIVOS E HIPÓTESIS 65
3. METODOLOGÍA 71
3.1. Participantes 71
3.2. Diseño y Procedimiento 72
3.3. Instrumentos 73
3.3.1. Cuestionario sociolaboral 74
3.3.2. Escala de Educación Inclusiva 74
3.3.3. Escala de Competencias Socioemocionales 75
3.4. Análisis de datos 75
4. ESTUDIOS EMPÍRICOS 81
4.1. Estudio 1: Visión del profesorado sobre la educación inclusiva en
83
la universidad en España
4.1.1. Resumen 85
4.1.2. Abstract 86
4.1.3. Introducción 87
4.1.4. Método 89
4.1.5. Resultados 92
4.1.6. Discusión 99
4.1.7. Referencias bibliográficas 103
4.2. Estudio 2: Competencias socioemocionales autopercibidas en el
109
profesorado universitario en España
4.2.1. Resumen 111
4.2.2. Abstract 112
4.2.3. Introducción 113
4.2.4. Método 118
4.2.5. Resultados 119
4.2.6. Discusión 124
4.2.7. Referencias bibliográficas 126
7. REFERENCIAS 183
8. ANEXOS 209
8.1. ANEXO I: Informe con el factor de impacto y cuartil de los
209
estudios publicados
19
Finalmente, los anexos, incluyen informe detallado del factor de impacto de las
distintas publicaciones y revistas a las que se ha enviado cada estudio empírico. Así como
el instrumento completo utilizado en esta investigación conducente al título de doctor.
20
RESUMEN / ABSTRACT
RESUMEN
25
Las competencias socioemocionales son uno de los factores que se consideran
clave para constituir un sistema educativo inclusivo. El desarrollo de estas competencias
en los docentes se relaciona con el éxito educativo del alumnado. Por ello, tanto la
UNESCO como la OCDE señalan que deben desarrollarse tanto áreas académicas como
sociales y emocionales, si se pretende conseguir una formación integral en el alumnado.
26
se ha realizado a través de un cuestionario respondido por una muestra incidental de 1252
profesores de 49 universidades españolas, de una población de 118.094 profesores (INE,
2016).
Los resultados obtenidos en el primer artículo, de los tres que componen esta
investigación, mostraron que el profesorado posee un nivel elevado de educación
inclusiva, pero con diferencias según el sexo, donde las mujeres puntúan más alto que los
hombres en educación inclusiva total, didáctica inclusiva y en organización de centro
para la inclusión, pero no en actitudes hacia la educación inclusiva donde no se
encuentran diferencias significativas. También se halla que las personas mayores de 47
años muestran mayor puntuación en la dimensión organización de centro para la
inclusión, en comparación con personas las personas de menor edad.
Los resultados también mostraban que las personas con menor experiencia previa
de convivencia con minorías1, presentan mayores niveles en la dimensión de la
1
En el instrumento se señaló que el concepto de “Minorías” debía entenderse en su sentido más amplio,
refiriéndonos a todas aquellas personas con: trastornos de conducta, discapacidad, diversidad cultural,
inmigración, religión minoritaria, etc.
27
organización del centro para la inclusión en comparación con personas sin experiencia
con minorías.
Otro hallazgo de interés fue que aquellos que ejercen en Ciencias de la Educación
informaron de un nivel de didáctica inclusiva, y de educación inclusiva total mayor al de
los grupos que trabajan en Ciencias Experimentales, en Ingenierías y Arquitectura, en
Ciencias de la Salud y Ciencias Jurídicas. Surgiendo un ranking de educación inclusiva
en función del campo de conocimiento, donde las Ciencias de la Educación se postulan
como el campo de conocimiento con mayor puntuación en educación inclusiva.
28
conocimiento, donde Ciencias de la Salud se sitúa como el campo de conocimiento con
mayor nivel de competencias socioemocionales.
La didáctica inclusiva fue predicha por ser mujer, por tener una mayor edad, por
el ámbito de conocimiento, hallando que los docentes universitarios que se desempeñan
su labor en el campo de la educación mostraron puntaciones más altas que los que se
desempeñan en otros campos. Otra variable predictora fue tener mayor experiencia en
investigación sobre diversidad, así como por la formación en educación inclusiva. Los
factores de competencias socioemocionales autoconocimiento, y conciencia social y
prosocialidad se mostraron a su vez como variables predictoras de la presencia de una
mayor didáctica inclusiva.
La organización de centro para la inclusión fue predicha por presentar una mayor
edad, y también por no haber convivido con minorías. Los ámbitos de conocimiento
donde el profesorado ejerce su labor también sirven como variable predictora, siendo
aquellos más técnicos como ingenierías o arquitecturas los que mejor funcionan como
predictor. Tener formación en educación inclusiva también funciona como predictor de la
organización de centro para la inclusión. Y finalmente, los factores de Competencias
Socioemocionales conciencia social y prosocialidad, y toma de decisiones responsable
también funcionan como predictores de esta dimensión de estudio.
29
La educación inclusiva es un elemento relevante para el sistema educativo, al ser
esencial para una enseñanza de calidad ante la diversidad presente en las aulas. En este
contexto, el profesorado universitario debe estar capacitado para ejercer su labor frente
cualquier tipo de alumnado, pudiendo así formar ciudadanos más inclusivos.
De esta investigación se concluye que las mujeres son más inclusivas y más
competentes socioemocionalmente, por lo que si realmente se quiere una igualdad
respecto al sexo habría que implantar programas de formación continua del profesorado
universitario, pero con una perspectiva de género, centrada en los hombres, para
neutralizar las carencias detectadas.
30
fomenten la organización de centro para la inclusión donde su nivel es más bajo que el
de los docentes de campos menos técnicos.
31
ABSTRACT
This research study has been conducted with the intention of contributing to
scientific knowledge in the field of inclusive education, studying its level in university
teaching staff and its relationship with socio-emotional competencies and socio-
occupational variables.
Universities have the responsibility to educate citizens who are inclusive and also
prosocial, beyond specialists and / or technicians in any macro-area. With the
consolidated text of the General Law on the rights of people with disabilities and their
social inclusion (Official State Gazette [BOE], 2013), the right to inclusive education in
the university is guaranteed. And both UNESCO and the OECD establish that, a
comprehensive training to take place, both academic and socio-emotional areas must be
developed.
The importance of inclusive education lies in being a broader paradigm than mere
integration (Leiva, 2013), establishing that equal educational opportunities must be
offered to each and every person involved in the educational process. It is about
providing a learning response to individual needs, with the aim of achieving academic
and personal progress (Porras, González and Acosta, 2005). This pedagogical vision of
the educational system fosters social cohesion and equality, being the educational centre
the epicentre of all action, and not the students as it has being so far.
The final objective of inclusive education is none other than the development of
quality education, for which, as established by Giné (2001), the needs of students will
have to be conceptualized in a different way, recognizing and valuing the differences they
present, and ensuring that they participate in their learning process.
After an extensive review of the literature, it has been found that inclusion
represents a cultural revolution that goes beyond a reorganization of educational services
to address diversity (Vega, 2008). This has far-reaching political and social connotations,
since it implies structural changes adapted to the needs to achieve a quality education.
Social and emotional competencies are one of the factors that are considered key
to constitute an inclusive educational system. The development of these competences in
33
teachers is related to the educational success of the students. For this reason, both
UNESCO and the OECD point out that, both academic and social and emotional areas
must be developed if students are to achieve comprehensive training.
This research study has as its first objective to determine the perception of
teachers about inclusive education in the university. A second objective is to describe the
level of social and emotional competencies of university academic personnel staff in
Spain. And the third objective was determining the relationships between social and
emotional competencies and inclusive education.
This research also analysed which socio-labour variables are related to the vision
of inclusive education, and to social and emotional competencies, in university teaching
staff. Despite the importance and attention focused on inclusive education and socio-
emotional competencies in educational contexts, there are still few studies focused on its
possible benefits in the university context. By discovering the socio-labour variables that
correlate with high levels of both social and emotional competencies and inclusive
practices, it will be possible to develop teacher training plans that affect these variables.
The methodology used in the three empirical studies that make up this research
has been an ex post facto cross-sectional descriptive design. The data collection was
carried out through a questionnaire answered by an incidental sample of 1,252 academic
personnel members from 49 Spanish universities, out of a population of 118,094
academic personnel members (INE, 2016).
34
The instrument for data collection had three parts. The first part was made up of a
questionnaire that focused on socio-labour information. The second part consisted of a
specific Questionnaire on Inclusive Education at the University (IEU) built ad hoc and
validated in this research, which determined three factors, Attitudes towards inclusive
teaching, Inclusive didactics, and Organization of the centre for inclusion. And a third, to
measure Social and Emotional Competences where the Social and Emotional
Competences Questionnaire (SEC-Q) created and validated by Zych, Ortega-Ruiz,
Muñoz-Morales and Llorent (2018) has been used, which measures self-awareness, self-
control and motivation, social awareness and prosociality, as well as responsible
decision making.
The duration of the questionnaire was between 10 and 15 minutes. The data
analyses were carried out with the SPSS 23, FACTOR 10.4 and EQS 6.2 software. To
study possible differences among groups, the ANOVA and Student's t-test were used, in
the case of two groups. The effect size was calculated, as well as the 95% confidence
intervals (CI), with Cohen's d statistic, using the Campbell Collaboration Practical Meta-
Analysis Effect Size Calculator.
The results obtained in the first study of the three that make up this research,
showed that academics have a high level of inclusive education, but with differences
according to sex, where women scored higher than men in total inclusive education,
inclusive didactics and in organization of the centre for inclusion, but not in attitudes
towards inclusive education where no significant differences were found. It was also
found that people over 47 years old showed a higher score in the dimension organization
of the centre for inclusion, compared to people of younger age.
The results also showed that people with less previous experience of living with
minorities2, presented higher levels in the dimension of the organization of the centre for
inclusion compared to people without experience with minorities.
In relation to training, in this first study the results showed that having training in
inclusive education implies differences in the level of inclusive didactics compared to
2
In the instrument it was pointed out that the concept of `Minorities´ should be understood in its broadest
sense, referring to all those people with: conduct disorders, disabilities, cultural diversity, immigration,
minority religion, etc.
35
those academics without training. It was observed that the group without training had a
significantly lower level than the groups with general training, and with specific training.
On the other hand, according to the results, not having any training affects the level of
organization of the centre for inclusion, as well as the level of inclusive education, being
significantly lower than when there is general or specific training.
The results of this first study also indicated how the experience in research on
diversity influences the level of inclusive education of academics. Also, significant
differences were identified in relation to the size of the University, finding that those who
work in small universities scored higher than those who work in large universities in the
dimension of inclusive didactics.
Another finding of interest was that those who work in Educational Sciences
reported a level of inclusive didactics, and of total inclusive education higher than that of
the groups working in Experimental Sciences, Engineering and Architecture, Health
Sciences and Sciences Legal. Emerging a ranking of inclusive education based on the
field of knowledge, where Education Sciences was postulated as the field of knowledge
with the highest score in inclusive education.
In the second study, the results showed that teachers perceive themselves as
having a high level in social and emotional competences, where women scored higher
than men in social and emotional competencies and their factors self-awareness and
social awareness and prosociality, although not in responsible decision making. The
results also showed that those over 47 have a higher level of self-control than younger
people.
There are also significant differences according to the macro area of knowledge,
where the Health Sciences academic indicated higher scores than the rest. In addition, a
ranking of socio-emotional competencies emerged according to the field of knowledge,
where Health Sciences is positioned as the field of knowledge with the highest level of
socio-emotional competencies.
In the third study, the results showed that a high level of social and emotional
competencies is related to more inclusive practices on the part of university academic
personnel members. Through a linear regression analysis, it was identified that the factor
of Social and Emotional Competences Questionnaire (SEC-Q), social awareness and
36
prosociality of university academic, followed by the socio-labour variable training on
diversity, and the self-knowledge factor as the third best option of variables that work as
predictors of high levels of inclusive practices.
The results indicated that all the factors of Social and Emotional Competencies
studied in this research, as well as the level of training on diversity serve as positive
predictors of attitudes towards inclusive education. Other socio-labour variables, that
were identified as predictors were age and gender. The results showed that female sex
and old age were linked to a more inclusive education.
Inclusive didactics was predicted by being a woman, by being older, by the field
of knowledge, finding that university academic who work in the field of education
showed higher scores than those who work in other fields. Another predictor variable was
having more experience in research on diversity, as well as training in inclusive
education. The factors of Social and Emotional Competencies, self-knowledge, and social
awareness and prosociality were in turn shown as predictive variables of the presence of a
greater inclusive didactics.
The organization of the centre for inclusion was predicted by being older, and also
by not having lived with minorities. The areas of knowledge where teachers carry out
their work also serve as a predictor variable, being those that are more technical, such as
engineering or architecture, the ones that best function as a predictor. Having training in
inclusive education also works as a predictor of the organization of the centre for
inclusion. And finally, the factors of Social and Emotional Competences, social
awareness and prosociality and responsible decision making also work as predictors of
this study dimension.
From this research it is concluded that women are more inclusive and more
socially and emotionally competent, so if you really want equality with respect to sex,
continuous training programs for university teachers should be implemented, but with a
gender perspective, focused on men, to neutralize the deficiencies detected.
37
Another relevant conclusion is that the older the age, the greater the capacity to
organize the centre for inclusion, and the greater emotional self-management, which
denotes the importance of specific training on inclusive education and development of
Social and Emotional Competencies in younger academic. According to this study, it
seems that training focused on academic under the age of 47 would help to achieve a
more inclusive university.
One of the most important implications of this study is the need to establish
continuous training both in inclusive education and in Social and Emotional
Competencies in higher education, with the consequent implications for institutional
policy. It is important that such training takes place regardless of the field where the
teacher develops his teaching and research work. The results encourage us to think that
the level of inclusive education of university teachers would increase with the relevant
training. However, it could be convenient to strengthen training in Social and Emotional
Competencies in areas of knowledge where their level is lower, such as engineering and
architecture, especially in aspects that promote the organization of centre for inclusion
where their level is lower than of teachers in less technical fields.
Finally, and taking into account the strong relationship between high Social and
Emotional Competencies and the best inclusive practices in teachers, it is recommended
to implement programs to promote them in the university context. Based on this research,
the need for experimental studies to determine which characteristics of university teacher
training have the greatest influence on their levels of inclusive education arises.
It could also be studied what effects the acquired Social and Emotional
Competencies produce not only in the academic personnel' lives, but also in their
professional activity. And check if these effects come from programs for the development
of Social and Emotional Competencies or other practices. It would be convenient to study
38
how Social and Emotional Competencies influence the level of inclusive education of
university teaching staff and see what effects this relationship produces on their
professional activity, in order to develop training programs favourable to the
development of this relationship between variables.
These conclusions have academic, but also political implications. Well, they
suggest implementing institutional policies that develop training practices for Social and
Emotional Competencies in university teaching staff that would contribute to achieving a
university that trains citizens for a more inclusive society.
39
1. MARCO TEÓRICO
1. MARCO TEÓRICO
Varias investigaciones han demostrado que, para que la educación inclusiva tenga
éxito, no es suficiente con facilitar el acceso. En la universidad, se hace necesario el
pertinente refuerzo y apoyo que la garantice (Gibson, 2015; Thomas, 2016; Wilson et al.,
2016). La docencia en el aula debe afrontar el reto de responder a todo el alumnado, y
con ello ser garante del derecho a la educación de calidad. La educación inclusiva juega
aquí un papel fundamental en aquel alumnado cuyas diferencias pueden variar en muchas
dimensiones (UNESCO, 2005). El docente universitario es el agente principal de
transmisión de conocimientos, actitudes y competencias para formar ciudadanos
inclusivos y prosociales y por ende, conseguir una docencia de calidad (Fernández,
2013).
43
principales agentes que facilitan el desarrollo social, el empoderamiento y la inclusión
final efectiva del alumnado, lo que es especialmente importante para los colectivos más
vulnerables. En esta línea, Fuller, Bradley y Healey (2004) estudiaron las percepciones y
experiencias de aprendizaje de los estudiantes universitarios con discapacidad. Hallaron
que los estudiantes identificaban problemas relacionados con el acceso y el uso de la
información como importantes en su experiencia de aprendizaje, por lo que obtienen
peores resultados en rendimiento académico. Y concluyen que las universidades tienen la
responsabilidad de generar un ambiente inclusivo que facilite el proceso de aprendizaje
de este tipo de alumnado, en base a cuatro pilares: i. flexibilizar los procesos de
aprendizaje, adaptándolos a la diversidad; ii. gestionar los recursos de la Universidad de
manera que se garantice la atención igualitaria entre alumnado con discapacidad y aquel
que no presenta discapacidad; iii. facilitar el acceso a la información a toda la comunidad
educativa, alumnado con o sin discapacidad y profesorado, como base de una atención
flexible y de calidad; y iv. vincular el aprendizaje inclusivo en la Universidad como un
elemento enriquecedor para todos, no sólo para aquellos que presentan algún tipo de
discapacidad.
Para Wehman (2006) las universidades deben suponer una oportunidad de mejora
y empoderamiento, especialmente para las personas con discapacidad. En su trabajo,
establece los principios para la implementación de los programas de transición a la
educación superior de personas con discapacidad, que son: i. la autodeterminación, ii. el
enfoque de apoyos, iii. las actitudes del alumnado y su familia, iv. la planificación
centrada en la persona, v. la reforma del currículum de Educación Secundaria, vi. la
inclusión, vii. el desarrollo de la carrera, viii. el currículum longitudinal y ix. la conexión
y alianzas con el mundo empresarial.
44
que se evite perpetuar los estereotipos en el seno de la universidad. De hecho, clasificar al
alumnado como personas con necesidades educativas especiales conlleva asociada una
discapacidad que en ocasiones no existe (Arnáiz, 2004).
Johnson y Nord (2011) señalan que, en la educación superior, aún existen barreras
programáticas, de accesibilidad, e incluso financieras, que impiden la participación plena
en los procesos de enseñanza y dificultan las oportunidades de éxito de los estudiantes
con discapacidad. Por ello, se hace necesaria comprensión más profunda de las
necesidades del alumnado con discapacidad, sobre todo de aquel con bajas tasas de
participación en su proceso de aprendizaje, para facilitar su participación y contribuir a
aumentar sus oportunidades de éxito.
45
aprendizaje, la participación y la pertenencia en la educación superior de todo el
alumnado. Señala como necesarias ciertas transformaciones, tanto a nivel institucional
como de prácticas educativas en el aula, para conseguir una universidad más inclusiva.
Los espacios han de ser totalmente accesibles, eliminando cualquier tipo de barrera física,
desarrollando programas de transición para los estudiantes con discapacidades durante su
primer año evitando el abandono temprano de este alumnado. Igualmente, es necesario
desarrollar programas de formación permanente del profesorado universitario, no sólo en
su ámbito docente y de investigación, sino en el pedagógico, con metodologías concretas
para saber abordar las necesidades de los estudiantes con algún tipo de discapacidad. Es
decir, el profesorado universitario debe estar debidamente informado y capacitado para
llevar a cabo una pedagogía inclusiva, conclusión a la que llegan estudios similares
(Spratt y Florian 2015).
Otro elemento importante tanto a nivel académico como profesional, en tanto que
su desarrollo está vinculado al rendimiento y al éxito académico y profesional de manera
directa, son las competencias socioemocionales (González y Wagenaar, 2003;
McClelland, 1999). Diferentes investigaciones señalan la existencia de una relación entre
competencias socioemocionales e inteligencia emocional (Gil-Olarte, Palomera y
Brackett, 2006; Won y Law, 2002). Pérez (2003) señala que las competencias
socioemocionales y la inteligencia emocional tienen implicaciones en la manera en la que
se afronta la etapa de formación, o incluso la vida. Clouder (2008) indica que la
educación es una experiencia tanto social como emocional, por lo que el desarrollo de las
competencias socioemocionales en educación es fundamental.
46
socioemocionales se relaciona de forma negativa con comportamientos de riesgo en
jóvenes.
En esta línea, Machera y Machera (2017) hallaron que el 86% de los estudiantes
universitarios presentaba dificultades emocionales durante el transcurso de su formación
universitaria y el 83% señaló como una necesidad la educación emocional en la
universidad. En esta misma línea, estudios similares confirman la necesidad de una
formación que incorpore el desarrollo de las competencias socioemocionales en la
educación superior (Keefer, Parker y Saklofske, 2018; Kotsou, Mikolajczak, Heeren,
Grégoire, y Leys, 2018). Para que dicha formación del alumnado en competencias
socioemocionales se lleve a cabo con éxito, es imprescindible que el profesorado tenga la
formación previa necesaria (Pérez-Escoda, Berlanga y Alegre, 2019).
47
alfabetización inclusiva y socioemocional en la educación superior, coadyuvando al
desarrollo de la Educación Inclusiva en la Universidad.
A pesar del marco legal para garantizar la inclusión (Alcaín y Medina, 2007),
algunos estudios señalan que existen instituciones de enseñanza superior que, en la
práctica, aún no están comprometidas con la inclusión de todo tipo de alumnado (Molina,
2010; Parra, Pasuy, Flórez y Isaza, 2012). Sólo se podrá garantizar una educación
superior efectiva y de calidad cuando todos sus agentes implicados, administración y
profesorado, se coordinen para ofrecer una educación inclusiva (Ainscow y Miles, 2008;
Blanco, 2006; Lewis y Norwich, 2005).
48
La educación inclusiva supone en la enseñanza superior una educación de
excelencia (Echeita, 2006; Escudero y Martínez, 2011) que garantiza una educación de
calidad desarrollando el potencial de todo el alumnado, no sólo del perteneciente a una
minoría (Unesco, 2009). Esto implica la importancia de desarrollar competencias
formativas en el profesorado universitario que les ayuden a llevar a cabo con éxito una
educación inclusiva ajustada a la realidad educativa (Moriña, Cortés y Melero, 2014;
Sánchez, 2009; Tortosa y Álvarez, 2009).
Así, cuando convergen una política facilitadora con una cultura de centro pro
educación inclusiva, se fomenta la aparición de una dimensión práctica de la didáctica,
que se erige como garante de que las actividades faciliten y fomenten la participación de
todos (Echeita, 2006; Llorent-Bedmar y Llorent, 2012).
49
Estudio Participantes Objetivos Resultados
22 sujetos de
diferentes niveles
como: Asistentes Identificar las
Robinson (2017) (n=5), Profesores prácticas inclusivas 1. Se pone en duda la eficacia de los
en prácticas de maestros de modelos de formación en el trabajo.
(n=10), y docentes NNEE
en activo (n=7). En
Inglaterra.
1. El 63% profesorado aprueba la
frecuencia de estudiantes con NEE
Descubrir las
Costa y Sanches 130 docentes de 2. El 56% considera adecuada la
concepciones del
educación diversificación.
(2016). profesorado acerca
secundaria en 3. El 52% piensa que el alumnado con
de la educación
Lisboa. NEE debe permanecer el 80% del
inclusiva.
tiempo en Centros de Recursos
Específicos.
1. Los docentes tienen una actitud
indiferente hacia la inclusión.
Clavijo et al. 650 docentes de Medir las actitudes
2. No existe relación entre actitud y
educación primaria hacia la inclusión de
(2016) sexo.
de la ciudad de los profesores de la
3. Existe relación entre nivel de
Cuenca (Ecuador). localidad.
preparación y experiencia previa con
niños de educación inclusiva.
321 docentes de 1. No existen diferencias significativas
Determinar si el
diferentes áreas, en la valoración del trabajo en
Gebhardt et al. profesorado general
educación equipo entre profesorado general y
y el de especial
(2015). secundaria el de especial.
valora de igual
(n=191) y 2. Ambos tipo de profesorado se
forma el trabajo
educación especial sienten satisfechos con su trabajo en
colaborativo.
(n=130) equipo.
Medir el grado de 1. Los estudiantes que interaccionaban
Crouch, Keys y adaptación de los más, se sentían más parte de la
133 estudiantes y
estudiantes nueva escuela.
McMahon 111 docentes de
provenientes de 2. El profesorado no es capaz de medir
(2014). escuelas de
escuelas de las percepciones de las interacciones
Estados Unidos
educación especial a negativas de los estudiantes con el
escuelas generales. personal.
220 docentes de
diferentes áreas:
Orientadores y
Concluir cuáles son 1. La experiencia del docente no parece
profesores de
las variables influir significativamente en las
apoyo de
López, Martín, contextuales que concepciones del profesional.
educación
modulan y agrupan 2. La percepción de apoyo por parte
Montero, secundaria en tres
las concepciones del profesorado influye en la actitud
Echeita (2013). Comunidades
psicopedagógicas hacia la inclusión.
Autónomas de
que los docentes 3. Se establece la importancia de los
España (Madrid,
tienen sobre apoyos flexibles para el éxito de la
Castilla La
educación inclusiva. educación inclusiva.
Mancha y
Comunidad
Valenciana).
116 docentes de Determinar: 1. A medida que se incrementa el ciclo
diferentes etapas Evaluación del educativo, los índices estrés y
formativas: malestar del malestar por tener alumnado con
Suriá (2012).
Primaria (n=32); profesorado por discapacidad se incrementan, siendo
Secundaria (n=45); tener alumnos con los profesores de secundaria los más
Universidad discapacidad afectados.
(n=39). Percepción de los 2. Se detectan actitudes positivas.
50
docentes sobre las 3. La falta de nivel de preparación del
actitudes profesorado les genera tensión y
desfavorables hacia malestar.
el alumnado con
discapacidad por
parte de los
compañeros.
Percepción del
profesorado sobre su
de falta de
preparación para
atender a los
alumnos con
discapacidad
Profesores de - Identificar las
educación primaria medidas que
(n=52) y favorecen la
secundaria (n=74) educación
Henríquez, 1. En general el profesorado posee una
en Costa Rica inclusiva.
actitud positiva hacia la inclusión.
Azárraga, y (n=126). - Conocer los
2. La falta de tiempo y de recursos son
Cóppola (2012). De Preescolar recursos con que
percibidos como una barrera a las
(n=12), de cuenta el
prácticas inclusivas.
educación primaria profesorado para
(n=40) y favorecer la
secundaria (n=39). educación
En Chile (n=91). inclusiva.
Descubrir cuáles son
López, Echeita, 22 docentes de
los conceptos sobre 1. Se tienen preferencias por las teorías
educación primaria
Martín (2009). educación inclusiva inclusivas pero las prácticas apuntan
en la región de
que maneja el a prácticas no inclusivas.
Sauces, en Chile.
docente.
Estudio
Comprobar si se
comparado entre 1. Los resultados de la investigación en
están llevando a
Estados Unidos, EEUU y Europa en educación
Ferguson cabo los esfuerzos
Canadá y Europa especial sobre la inclusión de
necesarios para
(2008). sobre las alumnado con discapacidades en
conseguir prácticas
tendencias en aulas ordinarias prometen resultados
inclusivas de forma
Educación de éxito educativo para este
continua y en todos
Inclusiva no alumnado.
los lugares.
universitaria.
Detectar el nivel de
formación en
502 estudiantes del 1. No existe formación en el perfil,
inclusión de los
Sánchez (2007). CAP de la “para atender a la diversidad”.
aspirantes a
universidad de 2. El alumnado parte con prejuicios
profesores de
Almería para el proceso de formación.
secundaria en los
curso de formación.
Determinar cuáles
1. En general se tienen actitudes
Ali, Mustapha, y 235 docentes de son las actitudes y
positivas hacia la inclusión.
educación primaria percepciones de los
Jelas (2006). 2. La colaboración entre docentes es
y secundaria en docentes sobre
esencial para la implantación de una
Malasia. inclusión en
educación inclusiva.
Malasia.
51
profesorado en activo, sigue siendo necesario poner el foco sobre el profesorado
universitario y medir su nivel de educación inclusiva.
Proporcionar evidencias
empíricas y 1. Crean una herramienta válida
Herrera-
232 docentes herramientas que (CDIE) para estudiar las teorías
Seda, Pérez-
universitarios de contribuyan a la mejora implícitas de los docentes sobre
Salasy
la región del de la calidad de la Inclusión Educativa.
Echeita 2. Crean una herramienta válida
Biobío en Chile enseñanza universitaria
(2016). (EPEI) para describir prácticas de
en base a la diversidad
enseñanza inclusiva.
del alumnado.
52
define a la inclusión se basan en si
las medidas aplicadas en el
alumnado son exitosas o no.
619 maestros de
los que había
preparándose para
escuelas de Descubrir si se está
primaria (n=502) preparando para la 1. Se determina que existe una baja
Forlin comprensión del concepto de
y escuelas de inclusión de forma
(2014) inclusión y una falta de
Educación efectiva a los maestros preparación para la práctica
Especial (n=96). de Japón. inclusiva en general.
El resto no
especifica. En
Japón.
272 estudiantes a
Determinar los conceptos
facultad de
Luque y que el alumnado posee 1. Los estudiantes pertenecientes a
Ciencias de la
Gutiérrez sobre integración esta universidad, poseen actitudes
Educación de la favorables hacia la integración de
(2014). educativa de compañeros
universidad de otros alumnos con discapacidad.
con discapacidad.
Bolonia en Italia.
1.190 profesores
de educación Determinar los 1. La mayoría del profesorado
superior con elementos del programa recibió un curso de formación
programas de de preparación del universitaria introductorio sobre
preparación para profesorado hacia la educación especial.
docencia en inclusión. Así como la 2. Los centros de trabajo ofrecían un
Harvey campo de experiencias en
educación percepción sobre la
(2008). inclusión para el desarrollo
especial, primaria, efectividad de la curricular. No se encontraron
o secundaria, en inclusión Y la diferencias significativas en el
50 estados del importancia de la tiempo dedicado a desarrollar
distrito de colaboración y la iniciativas inclusivas ni en
Columbia en instrucción en inclusión. colaboración hacia la inclusión, ni
EEUU. en la instrucción sobre inclusión.
53
Con esta perspectiva, aunque se encuentran estudios empíricos sobre actitudes y
percepciones acerca de la inclusión, existe una abundante cantidad de publicaciones
cualitativas en comparación con las cuantitativas, que aportan mayor validez al
conocimiento científico. Tal y como se muestra en la Tabla 2, algunos estudios se centran
en las necesidades de formación del profesorado para aulas inclusivas señalando que aún
queda mucho por hacer a este respecto (Cheney y Barringer, 1995; Kearney y Durand,
1992; Little y Robinson, 1997; Reed y Monda-Amaya, 1995).
54
Arró, Bel, Cuartero, Gutiérrez y Peña (2004) proponen un instrumento para medir
la opinión del profesorado sobre la escuela inclusiva, que analiza las actitudes y creencias
hacia la diversidad, la enseñanza segregada y la dificultad en la colaboración. Colmenero
(2006) desarrolla una herramienta para medir las percepciones del profesorado sobre la
atención a la diversidad en el centro y en el aula, así como las necesidades formativas que
el profesorado percibe.
55
los docentes ante la educación inclusiva. Pegalajar (2014) diseñó un instrumento que
valora la formación sobre educación inclusiva que posee el profesorado de Educación
Especial y su nivel de actualización.
56
que han de entenderse las emociones propias y de los demás; la autorregulación, que
reside en la necesidad de conocer la relación entre emoción y comportamiento; la
autonomía, entendida como autogestión de las emociones personales; la competencia
social, como la capacidad para establecer relaciones con otras personas; o las
competencias para la salud y el bienestar personal, entendidas como un conjunto de
habilidades que ayudan a vivir de forma saludable (Bisquerra, 2000, 2002 y 2003). Así
encontramos autores proponen un conjunto de factores para definir el constructo que son
el autoconocimiento, autogestión y motivación, la conciencia social y prosocialidad, y la
toma de decisiones responsable (Zych, Beltrán-Catalán, Ortega-Ruiz y Llorent, 2017).
57
influyen en la convivencia. La puesta en práctica de competencias socioemocionales en el
entorno educativo favorece la adaptación al contexto (Bisquerra y Pérez-Escoda, 2007) y
las relaciones sociales (Gómez-Ortiz, Romera y Ortega-Ruiz, 2017), por lo que se
favorece la inclusión de cualquier minoría en riesgo de exclusión (Mayer, Roberts y
Barsade, 2008), pues las conductas prosociales también se relacionan significativamente
con el éxito escolar (Malecki y Elliott, 2002).
Valcárcel (2005) señala que las exigencias del EEES sitúan a las universidades en
el paradigma de la inclusión de estándares comunes en sus planes de estudio, entre los
que se encuentran las competencias socioemocionales, como elemento esencial de
excelencia y calidad educativa.
58
posible la comparación estadística, es decir, la mejora de las habilidades sociales y
emocionales, es muy relevante” (Diekstra, 2008, p. 315).
Existen estudios que señalan que una educación de calidad y el éxito escolar están
relacionadas con el desarrollo de las competencias socioemocionales en el alumnado
(Zins, Weissberg, Wang y Walberg, 2004). Así, la importancia de las competencias
socioemocionales en educación ha sido estudiada desde el punto de vista del alumnado o
del profesorado en todos los niveles educativos.
59
En esta línea de estudio de las emociones del profesorado, Brackett, Palomera,
Mojsa, Reyes y Salovey (2010) examinaron la relación entre la capacidad de regulación
de las emociones, la satisfacción laboral y el agotamiento del profesorado de educación
secundaria, además de medir el efecto mediador del afecto y el apoyo recibido en el
rendimiento, hallando que a mayor regulación emocional, mayor satisfacción laboral y
personal, aunque no hallaron relación con el agotamiento emocional del profesorado. Si
bien señalan que el profesorado que muestra mayor control de las emociones, indica
mayores niveles de afecto y de apoyo recibido.
Así, en la línea marcada por el EEES, parece que en la educación superior no basta
con una formación técnica en un ámbito determinado, sino que además deben
desarrollarse las competencias socioemocionales para conseguir una educación integral
del alumnado (Rué, 2007). A este respecto, existen estudios que comparan el nivel de
competencias socioemocionales de maestros en activo y estudiantes de magisterio,
señalando que el nivel de desarrollo de las competencias socioemocionales de los
maestros en activo es mayor que el de los estudiantes universitarios (Pertegal-Felices,
Castejón-Costa y Martínez, 2011). Esto pone de manifiesto la importancia de una
formación en competencias socioemocionales del profesorado universitario (Imbernón,
2000).
60
No existen datos suficientes para determinar en qué medida las competencias
socioemocionales influyen en la práctica docente dentro de la universidad. Y a pesar del
esfuerzo por implantarlas en la programación didáctica, las universidades aún no han
conseguido un equilibrio entre los objetivos marcados por el EEES en cuanto a la
enseñanza de competencias socioemocionales, y la práctica en las aulas. Pertegal-Felices
y Castejón (2011) hallaron diferencias entre las competencias socioemocionales del
alumnado universitario y la que los docentes opinan que deben poseer para desarrollar su
labor exitosamente cuando se incorporen al mercado laboral, por lo que la universidad
necesita formar al profesorado para la transmisión de estas competencias de manera
exitosa.
61
2. OBJETIVOS E HIPÓTESIS
2. OBJETIVOS E HIPÓTEIS
65
Partiendo de las investigaciones previas expuestas en la revisión de la literatura,
así como los objetivos expuestos en esta investigación de tesis doctoral, se plantearon las
siguientes hipótesis:
Se adjunta tabla resumen de la relación de cada estudio empírico con los objetivos
y las hipótesis sobre las que trabajan (ver tabla 3).
Tabla 3
Objetivos e hipótesis trabajados en cada estudio empírico
Estudio empírico Objetivo específico Hipótesis
Estudio 1 1 1
Estudio 2 2 2
Estudio 3 1, 2 y 3 3
66
3. METODOLOGÍA
3. METODOLOGÍA
3.1. Participantes
71
3.2. Diseño y Procedimiento
El diseño de los estudios empíricos de los que se compone esta tesis doctoral es de
tipo descriptivo transversal ex post facto, realizado a través de cuestionario respondido
por una muestra incidental.
72
En el procedimiento de adaptación y validación de la herramienta base al contexto
universitario, se trató de asegurar la equivalencia lingüística, semántica y cultural
siguiendo las recomendaciones de la Comisión Internacional de Test (Beaton,
Bombardier, Guillemin y Ferraz, 2000).
3.3. Instrumentos
Cada parte del instrumento utilizado está descrita detalladamente en cada uno de
los estudios empíricos derivados de esta investigación. A su vez, se dispone del
instrumento al completo en el Anexo II, donde se puede apreciar el cuestionario
sociolaboral, la Escala de Educación Inclusiva en la Universidad (EIU) y el Cuestionario
de Competencias Socioemocionales (CSE). Se expone aquí una breve descripción de
cada parte para establecer una visión general del esquema del instrumento.
73
3.3.1 Cuestionario sociolaboral
Esta parte del instrumento fue diseñada con la participación de tres expertos,
investigadores de la Universidad de Córdoba. El cuestionario ad hoc, se basó en el Index
for Inclusion (Booth y Ainscow, 2002) y una revisión exhaustiva de literatura sobre
educación inclusiva. Para su validación, se llevó a cabo un estudio piloto con 110
docentes de diferentes niveles educativos, tanto universitario, como no universitario,
seleccionados por conveniencia y muestreo de bola de nieve.
74
.01; NFI = .98; NNFI = .98; CFI = .98; RMSEA = .038, 90% CI = .035 – .041) y una alta
fiabilidad (α = .94, Ω = .93).
En este estudio empírico, como en el estudio original de Zych et al. (2018), los
análisis factoriales exploratorio y confirmatorio mostraron cuatro factores:
autoconocimiento (α = .82), autocontrol (α = .91), conciencia social y prosocialidad (α =
.82) y toma de decisiones responsable (α = .82), y un valor total de competencias
socioemocionales (α = .89). El análisis factorial confirmatorio mostró que esta estructura
factorial tiene unos buenos índices de ajuste (SB χ² = 4142.159; gl = 120; p < .01; NFI =
.91; NNFI = .92; CFI = .93; RMSEA = .05, 90% CI = .04 – .05).
Los análisis de datos se llevaron a cabo con el programa SPSS 23. Además, se
realizaron cálculos de fiabilidad con el software FACTOR 10.4 y análisis factoriales
confirmatorios para determinar si la estructura de factores es adecuada para los datos con
el software EQS 6.2.
75
Para estudiar posibles diferencias entre grupos, se utilizó la prueba t de Student,
en caso de dos grupos, y el ANOVA de un factor o ANOVA de Welch3, según la
homogeneidad o heterogeneidad de la varianza en caso de más de dos grupos. Cuando se
encontraron diferencias significativas entre grupos, se llevaron a cabo pruebas post-hoc
de Bonferroni o Games-Howell4. Se calcularon los tamaños del efecto con el estadístico d
de Cohen, así como los intervalos de confianza (IC) del 95%, con la calculadora
Campbell Collaboration Practical Meta-Analysis Effect Size Calculator.
3
Cuando la prueba de Levene indica varianza heterogénea, se ha aplicado ANOVA de Welch, en vez de
ANOVA de un factor.
4
Cuando la prueba de Levene indica que la varianza es heterogénea, se ha aplicado como análisis post hoc
Games-Howell, en vez de Bonferroni.
76
4. ESTUDIOS EMPÍRICOS
4. ESTUDIOS EMPÍRICOS
4.1 ESTUDIO 1
4.2 ESTUDIO 2
4.3 ESTUDIO 3
81
ESTUDIO 1
83
4.1 Visión del profesorado sobre la educación inclusiva en la
Universidad en España
4.1.1 Resumen
85
4.1.2 Abstract
86
4.1.3 Introducción
A pesar del gran interés por la educación inclusiva en todos los niveles
educativos, los estudios científicos sobre este tema son todavía muy escasos. Se han
realizado algunas investigaciones incipientes para conocer qué factores están
relacionados con el nivel de educación inclusiva o aspectos clave, como las actitudes
hacia la inclusión. Una de las variables más destacadas es el sexo, ofreciendo resultados
dispares. Hay estudios que no encuentran diferencias entre hombres y mujeres (Clavijo,
López, Cedillo, Mora, y Ortiz, 2016), frente a otros que parecen hallar que las mujeres
87
tienen una actitud más positiva hacia la inclusión que los hombres (Álvarez y
Buenestado, 2015), al contrario que otros estudios donde los hombres tienen unas
actitudes más favorables (Suriá, 2012).
Por otro lado, se encuentran estudios cuyos resultados señalan que existen
diferencias en los factores que miden actitudes hacia la diversidad en relación con la edad
del profesorado. Algunos estudios indican que a menos edad menor actitud positiva hacia
la diversidad (Suriá, 2012), en contra de otros estudios sobre actitudes hacia la diversidad
(Llorent y Álamo, 2016). A su vez, la edad en estos estudios estaba directamente
relacionada con la formación de los sujetos. De hecho, la formación del profesorado en
educación inclusiva está relacionada estrechamente con la actitud positiva hacia la
educación inclusiva (Avramidis, Bayliss, y Burden, 2000), lo que concuerda con otras
investigaciones (Kim, 2011; Taylor y Ringlaben, 2012). García-Gallego, Georgantzis,
Martin-Montaner, y Pérez-Amaral (2015) señalan que el desarrollo de una investigación
en cualquier ámbito científico, se relaciona con una mejora en su formación dentro de ese
ámbito. Por tanto, en el caso de encontrar una relación entre la formación y el nivel de
educación inclusiva del profesorado universitario (calculado a partir de la puntuación
señalada en aquellos factores que determinan una docencia más inclusiva), se podría
justificar hacer una propuesta de formación permanente del profesorado universitario
para que desarrolle aquellos factores que inciden más en la educación inclusiva.
88
de educación inclusiva exitoso en la universidad (Sánchez, Díez, y Martín, 2016). La
mejora de la educación inclusiva en las universidades requiere que el profesorado esté
preparado, pero antes se debe analizar la situación actual, lo que sería el punto de partida.
4.1.4 Método
4.1.4.1 Participantes
4.1.4.2 Procedimiento
89
La recogida de datos se realizó durante el segundo semestre del curso 2016–17. Se
envió un correo electrónico a los Vicerrectores de formación del profesorado de cada
universidad española, explicando el objetivo de la investigación, las características del
cuestionario, y que los datos obtenidos serían trabajados de forma anónima sólo con fines
científicos y el compromiso ético del equipo de investigación en línea con la Declaración
de Helsinki. Se solicitó la difusión de un texto que incluía el enlace al cuestionario online,
entre todo el profesorado de las universidades. Cada cuestionario se respondía en
aproximadamente cinco minutos, en el que se explicitaba “A continuación le haremos
preguntas en relación a “minorías” en su sentido más amplio, refiriéndonos a:
trastornos de conducta, discapacidad, diversidad cultural, inmigración, religión
minoritaria, etc.”. Este es un estudio descriptivo transversal ex post facto, realizado con
un cuestionario respondido por una muestra incidental.
4.1.4.3 Instrumento
El instrumento está formado por dos partes (ver Apéndice 1). La primera parte del
cuestionario recoge información relativa al género, la edad, la universidad donde
desarrolla su labor docente, los años de experiencia, si convive con personas
pertenecientes a algún tipo de minoría, el nivel de formación en educación inclusiva, la
experiencia en investigación sobre diversidad y el área de conocimiento donde ejerce la
docencia.
90
= .90) y Organización de centro para la inclusión con nueve ítems (α = .93, Ω = .93),
igualmente la escala total de Educación Inclusiva mostró excelente fiabilidad (α = .94, Ω
= .93). Resultando una escala final con excelentes índices de ajuste (SB χ2 = 41614.78; gl
= 406; p < .01; NFI = .98; NNFI = .98; CFI = .98; RMSEA = .038, 90% IC = 0.035,
0.041) (Figura 1).
Los análisis de datos se llevaron a cabo con los programas SPSS 23, FACTOR
10.4 y EQS 6.2. Primero, se realizó un análisis factorial exploratorio con el 50% de la
muestra seleccionado al azar. Este análisis se hizo con correlaciones policóricas,
extracción a través del eje principal, análisis paralelo y rotación promax con FACTOR
10.4 (Lorenzo-Seva y Ferrando, 2015). Posteriormente, la estructura factorial fue
confirmada con un análisis factorial confirmatorio a través del modelado de ecuaciones
que se realizó con EQS 6.2 (Byrne, 2006) con método robusto y correlaciones
policóricas, con el otro 50% de la muestra.
91
La validez se midió a través del alfa de Cronbach con el SPSS y el omega con el
FACTOR para cada factor y la escala total de educación inclusiva, los análisis
descriptivos y comparativas entre grupo con la prueba t de Student (cuando había dos
grupos), el ANOVA de un factor o ANOVA de Welch, según la homogeneidad o
heterogeneidad de la varianza. Cuando se encontraron diferencias significativas entre
grupos, se llevaron a cabo pruebas post-hoc de Bonferroni o Games-Howell. Igualmente,
se calcularon los tamaños del efecto con el estadístico d de Cohen, así como los
intervalos de confianza (IC) del 95%, con la calculadora Campbell Collaboration
Practical Meta-Analysis Effect Size Calculator.
4.1.5 Resultados
Tabla 1. Puntuación en educación inclusiva obtenido según las medias y número de ítems en las
dimensiones de estudio
Factor Media (DT) Puntuación sobre 5
Como se puede observar el valor de la media total para cada factor dividido entre
el número de ítems se encuentra cerca del valor 4 según la escala de Likert.
Como se puede apreciar en la Tabla 2, las mujeres puntúan más alto que los
hombres en la variable total en educación inclusiva, y en los factores didáctica inclusiva
y organización de centro para la inclusión, pero no en actitudes hacia la educación
inclusiva donde no se encuentran diferencias significativas.
Actitudes hacia la Educación Inclusiva 38.34 (3.19) 38.63 (3.52) 1.55 .122 -.09 -.20-.02
92
Didáctica Inclusiva 44.32 (9.07) 46.59 (8.80) 4.48** .000 -.25 -.37-.14
Organización de Centro para la Inclusión 29.74 (7.81) 30.97 (8.41) 2.67** .008 -.15 -.26-.04
Total de Educación Inclusiva 112.19 (15.65) 116.19 (15.91) 4.24** .000 -.25 -.36 -.14
** p < .01, * p < .05
Nota: La prueba de Levene mostró varianza heterogénea (p <.05) para la dimensión organización de centro y varianza
homogénea (p >.05) en el resto de variables.
Actitudes hacia la Educación Inclusiva 38.46 (3.29) 38.51 (3.42) -.25 .803 -.01 -.13-.10
Didáctica Inclusiva 45.06 (8.61) 45.80 (9.36) -1.45 .147 -.08 -.19-.03
Organización de Centro para la Inclusión 29.86 (8.00) 30.80 (8.25) -2.03* .042 -.12 -.23-.001
Total de Educación Inclusiva 113.38 (15.25) 115.11 (16.45) -1.92 .056 -.11 -.22-.001
** p < .01, * p < .05
Nota: La prueba de Levene mostró varianza heterogénea (p <.05) para la dimensión didáctica inclusiva y varianza
homogénea (p >.05) en el resto de variables.
Tabla 4. Educación inclusiva y sus dimensiones según experiencia previa de vivir con minorías
Sin Con
experiencia experiencia
Factor t1250 p d IC (95%)
N = 1141 N = 109
M (DT) M (DT)
Actitudes hacia la Educación Inclusiva 38.47 (3.43) 38.66 (2.48) .58 .564 -.06 -.25-.14
Didáctica Inclusiva 45.35 (8.98) 46.36 (9.29) 1.12 .263 -.11 -.31-.08
Organización de Centro para la Inclusión 30.49 (8.17) 28.76 (7.64) 2.13* .034 .21 .02-.41
Total en Educación Inclusiva 114.31 (16.09) 113.78 (13.73) .33 .741 .033 -.16-.23
** p < .01, * p < .05
Nota: La prueba de Levene mostró varianza homogénea en todas las dimensiones (p >.05).
93
4.1.5.2 La educación inclusiva del profesorado universitario según la formación
en educación inclusiva
Organización de Centro para la Inclusión 29.17 (7.93) 31.19 (8.06) 32.14 (8.20) 17.10**
Total en Educación Inclusiva 119.80 (17.25) 127.57 (16.39) 129.44 (17.46) 42.49**
** p < .01, * p < .05
Nota: La prueba de Levene mostró varianza heterogénea en la dimensión Actitudes hacia la Educación Inclusiva (p
< .05) y varianza homogénea (p > .05) en el resto de las dimensiones.
94
Los análisis realizados con la variable experiencia en investigación, a través de las
comparaciones de las medias con las pruebas de ANOVA, muestran diferencias
significativas entre los grupos en las variables didáctica inclusiva y en educación
inclusiva.
Tabla 6. Educación inclusiva y sus dimensiones según experiencia en investigación sobre diversidad
Poca o Ninguna Media Mucha
Factor N = 1018 N = 145 N = 89 F
M (DT) M (DT) M (DT)
Actitudes hacia la Educación Inclusiva 38.47 (3.25) 38.47 (3.75) 38.66 (3.95) .14
Organización de Centro para la Inclusión 30.10 (8.09) 31.60 (7.99) 31.10 (8.73) 2.57
Total en Educación Inclusiva 122.35 (17.70) 129.10 (14.66) 132.21 (18.55) 20.57**
** p < .01, * p < .05
Nota: La prueba de Levene mostró varianza heterogénea en la dimensión Didáctica Inclusiva (p < .01) y en la
Educación Inclusiva (p < .05). Y varianza homogénea (p > .05) en el resto de las dimensiones.
95
pertenencia del profesorado según el tamaño de la universidad se analizó en relación con
las distintas dimensiones y la total de educación inclusiva del profesorado.
Organización de Centro para la Inclusión 30.87 (7.66) 30.82 (7.77) 29.71 (8.55) 2.17
Total en Educación Inclusiva 126.72 (15.72) 124.69 (16.72) 122.26 (18.96) 3.39*
** p < .01, * p < .05
Nota: La prueba de Levene mostró varianza homogénea (p > .05) en todas las dimensiones.
96
Las pruebas de ANOVA mostraron diferencias significativas entre las
puntuaciones medias de las macro-áreas en las dimensiones didáctica inclusiva y
organización de centro para la inclusión, y la puntuación total en educación inclusiva
(ver Tabla 8).
97
diferencias significativas en la dimensión. El grupo que trabaja en Ingenierías y
Arquitectura informó que su nivel de organización de centro para la inclusión era menor
que los grupos que trabajan en Ciencias de la Educación (d = 0.35; 95% IC: 0.17, 0.54) y
Ciencias Sociales (d = 0.44; 95% IC: 0.19, 0.69).
Esta prueba, mostró también que el grupo que trabaja en Ciencias Humanas
informó que su nivel en educación inclusiva era significativamente mayor que el grupo
que trabaja en Ingenierías y Arquitectura (d = 0.40; 95% IC: 0.20, 0.60).
98
4.1.6 Discusión
Los resultados de este estudio muestran que el nivel de educación inclusiva del
profesorado universitario, medido a través de la media de cada factor o dimensión, es
bastante alto. Este es un dato alentador, pues parece que el profesorado tiene el nivel de
competencias que podría permitir la formación de ciudadanos más inclusivos. No
obstante, aún siendo alto, su nivel probablemente pueda mejorarse para llegar a ser muy
alto. Analizando las diferentes relaciones con las variables sociolaborales podremos
extraer conclusiones e implicaciones para la mejora de la educación inclusiva en las
universidades.
Hay diferencias de género en dos de las tres dimensiones de la escala, donde las
mujeres obtienen una mayor puntuación que los hombres en didáctica inclusiva y
organización de centro para la inclusión. No hallando diferencias significativas en la
dimensión actitudes hacia la educación inclusiva, lo que corrobora estudios previos
(Clavijo et al., 2016; Moreno, Rodríguez, Saldaña, y Aguilera, 2006; Suriá, 2012). Según
los datos obtenidos en la escala total de educación inclusiva, las mujeres son
significativamente más inclusivas que los hombres, lo que concuerda con estudios
anteriores (Novo-Corti, Muñoz-Cantero, y Calvo-Babío, 2015). Parece ser que hay una
diferenciación entre mujeres y hombres, que puede verse reducida o eliminada con una
mayor formación como apuntan Llorent y Álamo (2016). Podría ser que la diferente
99
educación recibida por la mujer, como parte del contexto sociocultural (Llorent-Bedmar y
Llorent, 2012b), haya facilitado una mayor sensibilización en esta temática, respecto a los
hombres. Y si realmente se quiere una igualdad respecto al sexo habría que mejorar la
formación, especialmente en los hombres, para neutralizar posibles carencias y sobre todo
mejorar la educación inclusiva en su conjunto.
Con respecto a la edad, los mayores de 47 años presentan un nivel más alto que
las personas más jóvenes en la dimensión organización de centro para la inclusión. Según
los datos parece que la edad predispone a facilitar una organización del centro para la
inclusión. Lo que está en consonancia con estudios similares con estudiantes
universitarios que señalan que a mayor edad se desarrollan actitudes más positivas hacia
la diversidad (Llorent y Álamo, 2019). Este estudio no encuentra diferencias
significativas en el resto de las dimensiones, en este sentido, la educación inclusiva
podría estar más asociada a la formación, que a la edad en sí.
100
sean más inclusivos, como señalan otros estudios (Durán y Giné, 2011). Así, en base a los
datos en la escala total de educación inclusiva, se concluye que se es más inclusivo a
mayor formación se tenga, lo que corrobora estudios anteriores (Avramidis et al., 2000).
Los resultados animan a pensar que el nivel de educación inclusiva del profesorado
universitario aumentaría con la pertinente formación. Si la institución por excelencia,
donde se forma a los especialistas y profesionales superiores de la sociedad, ofrece una
formación basada en la educación inclusiva, se está generando un cambio social de
magnitud considerable.
101
inclusivos (Ciencias de la Educación y Ciencias Sociales) están más vinculados a la
formación y a la investigación de la Educación Inclusiva. Y aquellos profesores que
trabajan en centros menos centrados en la inclusión (Ingeniería y Arquitectura) son algo
más ajenos a este campo.
Por otro lado, las actitudes serían más positivas si se mejora la visión personal.
Queda constatada la relación entre las actitudes y la sensibilización con las minorías, ya
sea por experiencias previas o por convivencia en el domicilio. Por tanto, se podrían
promover actitudes positivas hacia la diversidad y, por extensión, hacia la inclusión a
partir del contacto con personas o grupos de otras minorías (Allport, 1954; Ruck, Park,
Killen, y Crystal, 2011; Schmid, Hewstone, Tausch, Cairns, y Hughes, 2009), medida a
considerar también en otros niveles educativos.
102
nivel de educación inclusiva que alcanza el profesorado universitario en España,
incluyendo a todas las universidades. Discerniendo entre titularidad pública o privada.
También sería necesario realizar estudios cuasi-experimentales donde se puedan estudiar
diferentes características de la formación y su influencia en la educación inclusiva.
Finalmente, si realmente se tiene la convicción política e institucional para desarrollar la
educación inclusiva y crear universidades inclusivas, se debe aportar por profesores con
un perfil inclusivo. Tendría que apostarse por acciones formativas para el profesorado,
como por ejemplo incluir un curso específico para los docentes de cada universidad, que
se deberían incluir como un requisito en las plazas de contratación. También se podrían
regular su relevancia en las políticas de contrataciones y en la evaluación del desempeño
del docente por parte de las universidades. En definitiva, aún queda mucho por hacer para
definir adecuadamente la educación inclusiva y aumentar la fundamentación científica
que apoyen medidas necesarias para hacerla realidad en las aulas universitarias.
103
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106
ESTUDIO 2
109
4.2 Competencias socioemocionales autopercibidas en el
profesorado universitario en España
4.2.1 Resumen
111
4.2.2 Abstract
112
4.2.3 Introducción
Desde finales del siglo XX los docentes han ido tomando conciencia de la
importancia de la promoción del desarrollo integral del alumnado, incluyendo las
competencias académicas y las competencias socioemocionales (Durlak, Weissberg,
Dymnicki, Taylor y Schellinger, 2011). Esto coincide con la línea marcada por el Espacio
Europeo de Educación Superior (EEES) que señala que las enseñanzas deben adaptarse
para facilitar la adquisición de competencias socioemocionales por parte de los
estudiantes, facilitar la movilidad y el aprendizaje continuo (MECD, 2003; Martínez,
2005; Valcárcel, 2005). De esta forma, se pretende dar respuesta a las demandas socio-
profesionales que requieren de un nivel alto en las competencias socioemocionales
(Palomera, Fernández-Berrocal y Brackett, 2008).
113
autocontrol, la conciencia social y prosocialidad, y la toma de decisiones responsable
(Zych, Beltrán-Catalán, Ortega-Ruiz y Llorent, 2017).
114
socioemocionales (Calderón, González, Salazar y Washburn, 2014). Por otro lado, antes
de aplicar un programa educativo centrado en el desarrollo de las emociones conviene
formar al profesorado que va a impartirlo (Palomera, Gil-Olarte y Brackett, 2006). En
esta línea, sería oportuna una formación inicial de los futuros docentes en las Facultades
de Ciencias de la Educación y una formación posterior de carácter permanente en
competencias socioemocionales (Palomera et al., 2008). Un alto nivel de competencias
socioemocionales en el profesorado es necesario para establecer un ambiente de clase que
garantice la implementación con éxito de programas de desarrollo de las competencias
socioemocionales en el aula (Jenning y Greenberg, 2009).
Los estudios anteriores sugieren una serie de variables a tener en cuenta para la
descripción de las competencias socioemocionales en el profesorado. Con respecto al
género, diversos estudios muestran que el nivel en estas competencias es mayor en
mujeres. Molero, Ortega y Moreno (2010) encontraron diferencias significativas en las
subescalas percepción o atención a los sentimientos y regulación o reparación de las
115
emociones mayor en las mujeres de una muestra de estudiantes universitarios. Por su
parte, Zych et al. (2017) señalan que las adolescentes mostraban mayores niveles que los
adolescentes varones en conciencia social y prosocialidad y en la puntuación total de
competencias socioemocionales. Aunque por otro lado también hallaron que los
adolescentes varones presentaban mayor nivel que las mujeres en autoconocimiento y
motivación. Con respecto a la edad, los hallazgos son contradictorios. Algunos estudios
encuentran que, a mayor edad, mayor regulación emocional (Márquez-González, Izal,
Montorio y Losada, 2008), mientras otros señalan lo contrario (Nolen-Hoeksema y
Aldao, 2011).
116
que convivir con minorías puede suponer un cambio en las actitudes de las personas
(Navas, Torregrosa y Mula, 2004; Suriá, Bueno y Rosser, 2011), al igual que el hecho de
haber realizado estancias en el extranjero (Hall, 2007). Por ello, resulta interesante
comprobar si el convivir con minorías o haber realizado estancias en el extranjero por
parte del profesorado universitario se relaciona con su nivel de competencias
socioemocionales.
Por otro lado, estudios como el de Castejón, Cantero y Pérez (2008) tratan de
determinar el perfil de competencias socioemocionales según el ámbito científico con una
muestra de estudiantes universitarios de distintos ámbitos, y en relación a las variables:
atención emocional; claridad emocional; control emocional; intrapersonal; interpersonal;
manejo estrés; adaptabilidad emocional; estado de ánimo y total de inteligencia
emocional. Hallaron que los estudiantes de ciencias jurídicas muestran niveles más altos
en todas las variables estudiadas a excepción del manejo del estrés. Los estudiantes de
ciencias de la salud, por el contrario, muestran niveles más bajos en todas las variables
excepto en manejo del estrés. Los estudiantes de ciencias y tecnología mostraron un nivel
bajo de atención emocional en relación con el resto de los ámbitos de estudio.
Por todo ello, el presente estudio tiene como objetivo principal determinar el nivel
de competencias socioemocionales del profesorado universitario. Estas competencias se
describirán en su conjunto y también teniendo en cuenta diferentes características
sociolaborales tales como el género, la edad, su formación en educación inclusiva, su
experiencia en investigación sobre diversidad, el hecho de convivir con minorías, las
estancias en el extranjero en su labor docente y el área de conocimiento donde ejerce la
docencia.
117
4.2.4 Método
4.2.4.1 Participantes
4.2.4.2 Procedimiento
4.2.4.3 Instrumento
118
El instrumento está formado por dos partes. La primera parte del cuestionario
recoge información relativa al género, la edad, la universidad donde desarrolla su labor
docente, los años de experiencia, el nivel de formación en Educación Inclusiva, la
experiencia en investigación sobre diversidad, y su convivencia con algún tipo de
minoría, si ha tenido estancias en el extranjero superior a 10 días y el área de
conocimiento donde ejerce la docencia.
4.2.5 Resultados
119
Se ha valorado el nivel de competencias socioemocionales del profesorado
universitario a través de la media de cada factor (ver Tabla 1).
Como se puede observar el valor de la media total para cada factor dividido entre el
número de ítems se encuentra cerca del valor 4 según la escala de Likert.
La Tabla 2 muestra que las mujeres puntúan más alto que los hombres en el total de
las competencias socioemocionales, autoconocimiento y conciencia social y
prosocialidad, pero no en toma de decisiones responsable.
Hombres Mujeres
IC
N = 634 N = 618 t1250 p d
(95%)
M (DT) M (DT)
La variable edad se organizó en dos grupos divididos por la media: Menores o igual
a 47, y mayores de 47 (ver Tabla 3).
<47 >47
N = 596 N = 656 t(1246) P d IC (95%)
M (DT) M (DT)
Autoconocimiento 17.38 (2.68) 17.19 (2.70) 1.27 .203 .07 -.04-.18
Autocontrol 13.07 (2.02) 13.28 (1.90) -1.86 .063 -.11 -.22-.00
Conciencia social y prosocialidad 25.59 (3.21) 25.29 (3.31) 1.61 .108 .09 -.02-.20
Toma de decisiones responsable 12.81 (2.20) 12.74 (2.17) .57 .567 .03 -.08-.14
Total Competencias Socioemocionales 68.86 (8.15) 68.50 (8.29) .76 .445 .04 -.07-.15
Nota: ** p < .01, * p < .05
120
4.2.5.2 Las competencias socioemocionales del profesorado universitario según
la formación en educación inclusiva
121
4.2.5.4 Las competencias socioemocionales del profesorado universitario según
la experiencia personal con minorías
Las personas con mayor experiencia con minorías informan de una menor
competencia para la toma de decisiones percibida en comparación con personas sin
experiencia con minorías (ver Tabla 6).
Tabla 6. Competencias socioemocionales del profesorado universitario según experiencia con minorías
Con
Sin experiencia
experiencia
N = 1141 t(1248) p d IC (95%)
N = 109
M (DT)
M (DT)
Autoconocimiento 17.45 (2.61) 17.26 (2.70) .69 .493 .07 -.13-.27
Autocontrol 13.12 (2.02) 13.18 (1.96) .32 .746 -.03 -.23-.17
Conciencia social y prosocialidad 25.14 (3.42) 25.46 (3.25) 1.00 .318 -.10 -.29-.10
Toma de decisiones responsable 12.29 (2.47) 12.82 (2.15) 2.39* .017 -.24 -.44-.05
Total Competencias Socioemocionales 68.00 (8.85) 68.73 (8.15) .88 .377 -.09 -.29-.11
Nota: ** p < .01, * p < .05
122
prueba de Levene mostró varianza heterogénea (p < .05) en todas las dimensiones y por
ello se utilizó la ANOVA de Welch (ver Tabla 8).
123
4.2.6 Discusión
124
Con respecto al autocontrol, los mayores de 47 años presentan un nivel más alto
que las personas más jóvenes. Lo que está en consonancia con estudios similares como el
de Mestre, Samper, Tur-Porcar, Richaud y Mesurado (2012) que muestra que el nivel de
autocontrol mejora con la edad. Resultados que contradicen otros estudios como los de
Nolen-Hoeksema y Aldao (2011), que encontraron que, a mayor edad, menor regulación
emocional. Es posible que el autocontrol en los docentes sea diferente al autocontrol en la
población general y quizás las personas con mayor experiencia docente universitaria
hayan adquirido esta competencia. Futuros estudios podrían confirmar esta posibilidad.
El profesorado sin experiencia con minorías puntuó más alto que el profesorado
con experiencia con minorías en la toma de decisiones responsable percibida. Teniendo
en cuenta que se trata de una valoración autopercibida, es posible que las personas que
conviven con minorías perciban más dificultad a la hora de tomar decisiones, quizás por
tener que considerar mayor diversidad de necesidades y puntos de vista. Estudios futuros
podrían confirmar esta posibilidad.
125
Las universidades tienen la responsabilidad de formar a ciudadanos prosociales,
más allá de especialistas y técnicos en cualquier macro-área. Así, como propuesta de
mejora se plantea ampliar este estudio a otras variables a fin de establecer un mapa
general de la situación actual del nivel de competencias socioemocionales del
profesorado universitario en España, que involucre a todas las universidades. Podría ser
conveniente realizar estudios cuasi-experimentales donde se puedan promover las
competencias socioemocionales del profesorado e incorporarlas en el currículum
universitario, a partir del marco del Espacio Europeo de Educación Superior. De hecho,
una mayor formación en el colectivo podría suponer una reducción de diferencias entre
grupos, por ejemplo, en género (Llorent y Álamo, 2016). Pero no basta con aplicar
programas para el desarrollo de las competencias socioemocionales, si no van
acompañados de un proceso de evaluación que determine su validez (Pérez-González,
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130
ESTUDIO 3
ELABORADO EN INGLÉS
133
4.3 Social and emotional competencies as predictors of inclusive
education practiced by Spanish academics
4.3.1 Abstract
135
4.3.2 Resumen
136
4.3.3 Introduction
Zins et al. (2004) pointed out that developing program to promote social and
emotional learning in education increases cognitive development, student motivation,
improves teacher-student relationships, and helps increase student confidence and
success. Jenning and Greenberg (2009) found that teacher training in social and
emotional competencies helps to implement educational practices that promote these
competencies in students. However, Palmer (2003) warned that the emotional
development of teachers in their initial training was scarce or non-existent in teacher
training programs.
Some studies indicate that people with a high level of social and emotional
competencies are also more inclusive (Milicic, 2011). It has been suggested that social
and emotional competencies are related to psychological well-being (Lacunza and
González, 2011; Segrin et al., 2007). Therefore, higher education teachers should be
trained to promote social and emotional competencies in all their students and promote
137
inclusive education. Moreover, university academic staff need to develop their own social
and emotional competencies (Llorent et al., 2020b; Schonert-Reichl et al., 2016) and
improve their inclusive education practice (Llorent et al., 2020a), but the number of
studies focused on these topics in higher education is still very low.
Despite the general interest in social and emotional competencies the level of
social and emotional competencies of teachers still needs to be studied (Boyatzis, 2008).
138
towards inclusion than men, while Suriá (2012) found the opposite and Clavijo et al.
(2016) did not find differences in attitudes towards inclusion in relation to sex. In relation
to sex differences in social and emotional competencies, most of the studies showed
higher scores in women compared to men (Pena, 2007). Women also showed higher
levels of empathy and self-control than men (Tapia and Marsh, 2006); as well as greater
emotional expression and perception, and interpersonal ability (Lafferty, 2004).
Some studies found sex differences in certain emotional intelligence factors where
women scored higher in emotional awareness, perception, understanding and expression
of emotions; while men scored higher in impulse control skills, stress tolerance, personal
security, independence and optimism (Caballero, 2004). In this line, Alcalá et al. (2006)
pointed out that studies on sex differences in social and emotional competencies show
contradictory findings, but in their study with university students, secondary education
and adult education, women scored higher than men in positive emotions such as joy and
happiness. These findings are consistent with the results of Llorent et al. (2020b) who
found that women are socially and emotionally more competent than men.
Authors such as García-Gallego et al. (2015) assert that if teachers carried out
more research they could improve their teaching quality, in this sense, it is of interest to
determine to what extent a teacher's research experience influences the relationship
between their level of inclusive education and their level of social competencies and
emotional.
An efficient and effective higher education is the key to achieving social and
economic development objectives and among the functions of universities is also to train
teachers to guarantee their qualification and teaching competence. This process is
evaluated and supervised by different university bodies and external institutions in Spain,
139
such as the National Agency for Quality Assessment and Accreditation (ANECA). This
generates an increase in bureaucratic work that according to Knight (2005) affects
university teachers who must dedicate time to tasks other than teaching and research,
such as meetings, computer applications or administrative procedures, among others
(Currie, 1996). It is possible that those teachers who carry out their work in larger
universities have less possibility of acquiring socio and emotional competencies due to a
greater bureaucratic burden, thus configuring another variable to study.
Arias et al. (2013) point out that those primary school teachers who have had
some type of previous contact with people with disabilities have more positive attitudes
towards inclusion than those who lack such experience. On the other hand, Hall (2007)
pointed out that stays abroad change perspectives towards personal values and even
customs, causing more receptive attitudes. For this reason, it is interesting to verify
whether living with minorities or having made stays abroad by university teachers
influences the relationship between their level of inclusive education and that of socio-
emotional competencies.
Therefore, it has been found that a high level of social and emotional
competencies has important benefits for education, work and for life in general. At the
same time, promotion of inclusive education is one of the priorities in today's
universities. However, the number of studies on social and emotional competencies in
university academic staff and inclusive education at university level is still low. It is still
necessary to discover whether the level of social and emotional competencies of teachers
is related to their inclusive practices. Therefore, this study hypothesizes that a high level
of social and emotional competences is related to a high level of inclusive education at
the university level. The objective of this study was to describe the relation between the
level of social and emotional competences of university academic staff and inclusive
education. This is done by analyzing a direct relation between social and emotional
competencies and inclusive education, and also controlling for other socio-demographic
and professional factors.
4.3.4 Method
4.3.4.1 Participants
140
This study has been conducted with a national sample of 1,252 academics out of a
population of 118,094 academics who work in the Spanish Universities according to the
National Institute of Statistics in Spain (INE, 2016). These academics belonged to 49
Spanish universities, including all fields of knowledge, public (85.71%) and private
(14.29%) institutions. Taking into account the data collection procedure, the sampling
error was 2.76%, with 95% confidence intervals. Among the participants, 50.6% were
men (634) and 49.4% were women (618), the mean age was 47 years (SD = 10.04) with
an age range between 22 and 70 years. Regarding training in inclusive education, 45.4%
of the sample (568) indicated that they had some training and 54.6% (684) indicated that
they did not have any.
4.3.4.2 Procedure
Data collection was carried out during the second quarter of the 2016/2017
academic year. The Vice-rectors of academic and professional training of all the
Universities participating in this study were asked to collaborate with the study. They
disseminated the instrument through a link to an online questionnaire among university
academic staff, which was answered in approximately 15 minutes. After explaining the
objective of the research and the characteristics of the questionnaire, participants were
informed that the data obtained would be treated anonymously and only for scientific
purposes. The project followed all the national and international ethical standards such as
Helsinki Declaration and the Data Protection and Digital Rights Law. It is a descriptive,
cross-sectional ex post facto study, carried out with a questionnaire answered by a
convenience sample.
4.3.4.3 Instrument
141
RMSEA = .038, 90% CI = .035 - .041) with excellent reliability values of the full scale (α
= .94, Ω = .94).
The Social and Emotional Competencies scale designed and validated by Zych et
al. (2018) measure social and emotional competencies. It consists of 16 items and four
factors including Self-awareness (α = .82), Self-management (α = .91), Social awareness
and prosocial behaviour (α = .82) and Responsible decision-making (α = .82). Resulting
in a final scale with excellent results in goodness of fit (SB χ² = 4142.159; gl = 120; p
<.01; NFI = .91; NNFI = .92; CFI = .93; RMSEA = .05, 90% IC = .04 - .05) and high
reliability (α = .92, Ω = .89).
Correlations between different factors and the total scores in social and emotional
competencies and in inclusive education were calculated with the Pearson´s correlation
coefficient. In addition, a lineal regression analysis has been carried out to discover which
social and emotional competencies of university academic staff are uniquely related to
inclusive education, controlling for other personal and demographic variables. The
control variables were sex, age, having lived with minorities, size of the university, field
of knowledge, numbers of academic visits abroad, experience in research on diversity,
training in inclusive education, as well as self-awareness, self-management, social
awareness and prosocial behaviour and responsible decision making. Correlation and
regression analyzes were carried out with SPSS 23 software.
4.3.5 Results
142
Table 1. Correlations among inclusive education and social and emotional competences including their
subscales
Social
Social and
awareness Responsible
Self- emotional
Self-awareness and decision
management competencies
prosocial making
(Total)
behavior
Attitudes towards
.466** .515** .552** .369** .593**
Inclusive Education
Inclusive
.382** .337** .452** .269** .457**
Didactics
Educational
management .216** .228** .331** .233** .319**
for inclusion
Inclusive
.426** .417** .542** .350** .548**
Education (Total)
* p < .05, ** p < .01
Table 1 shows significant positive correlations between high scores in Social and
Emotional Competencies, including all its factors, and high scores in Inclusive education
and its factors. These correlations are moderate and strong, confirming the hypothesis of
this study.
Table 2. Social and emotional competencies and demographic characteristics as predictive variables of
inclusive education
143
Table 2 shows that Social awareness and prosocial behaviour is the variable that
explains best the level of Inclusive education, followed by Diversity training, and Self-
awareness as the third predictor variable. A high level in all factors of the Social and
Emotional Competencies was uniquely related to Inclusive education. It was also found
that the female sex and older age were linked to more Inclusive education.
Table 2 also shows that Inclusive didactics was predicted by being a Women,
older Age, Field of knowledge, Experience in research on diversity, Training in inclusive
education, Self-awareness, and Social awareness and prosocial behaviour (R2 = .34, F =
53.03, p < .001).
Educational management for inclusion was predicted by older Age, not having
Lived with minorities, Field of knowledge, Training in inclusive education, Social
awareness and prosocial behaviour, and Responsible decision making (R2 = .15, F =
17.80, p < .001).
4.3.6 Discussion
This study focused on the relation between social and emotional competencies and
inclusive education in university academic personnel. It made it possible to discover
predictors that can be promoted through training of university teachers who, at the same
time, are the main agents in the education of future professionals and citizens. The most
important finding of the current study showed a positive relation between social and
emotional competencies and inclusive education in university academic personnel.
Through a linear regression analysis, it has been found that, among the variables
included in this study, the strongest predictor of inclusive education in academics is their
level of social awareness and prosocial behaviour. This can be attributed to the fact that
scholars who are sensitive to social relations are inclined to promote inclusive education.
As suggested by Ogelman and Secer (2012), social skills can increase with inclusive
144
didactics in classroom. Along these lines, it should be noted that both a high level of
social awareness and prosocial behaviour, and responsible decision making appear as
predictor variables of more inclusive didactics and also the total score in inclusive
education. Therefore, it would be convenient to promote these social and emotional
competencies to improve inclusive education in the university.
A high level of responsible decision making was found to predict more inclusive
education. Oliver (2009) pointed out that, continuous and comprehensive training
including professional experiences and personal motivation can improve decision making
in teachers. Therefore, it would be convenient to promote responsible decision making to
improve inclusive education at the university. Probably, inclusive universities require
social and emotional training of their personnel.
145
willingness to improve the educational context. In any case, more studies are needed to
explore these relations in more detail.
Age has also been found among the predictors of inclusive education, with older
participants reporting a higher level of inclusive education. This coincides with similar
studies such as Vicuña (2013), which found that older teachers had more favourable
attitudes towards inclusion. Suriá (2012) and Llorent and Álamo (2016) found that
younger participants had more negative attitudes towards diversity.
The results also showed that having lived with minorities is a predictor of
inclusive practices, which is an expected result. Knowing a socio-pedagogical reality
predisposes to carry out activities related to inclusion. As pointed out by Arnaiz (2003),
inclusive education must focus on all the members of the school community, taking into
account different realities that occur in a classroom, and that form its social context,
promoting the formation of social groups with their own identity, and contributing to the
transformation of the economic, social and political contexts of these minorities.
Women were also found to report higher levels of social and emotional
competencies, which is consistent with previous studies such as Llorent et al. (2020b),
Molero et al. (2010) and Beltrán-Catalán et al. (2017). Possibly the social and emotional
component is key in inclusive education and specific training could be useful to reduce
sex differences. This study supports the idea that women are emotionally more competent
146
than men (Spalek et al., 2015). This sex difference generates inequality that should be
reduced through a curricular training in social and emotional competencies. This training
could help reduce sex differences and improve inclusive practices. At the same time, the
existing relationship between both, social and emotional competencies and inclusive
education, should be taken into account in the university academic personnel training
which would contribute to a more inclusive society.
This study has some limitations. Although the sample is large, it could be
interesting to conduct cross-national comparative research, together with experimental
studies. Experimental research would make it possible to establish causal relations and
discover the mechanisms through which social and emotional competencies influence
inclusive education of university academic personnel and its relation to educational
quality. Another limitation is the use of self-reports that should be supplemented in future
with other-reports, for example, by students and direct observation.
This study has some important implications for policy and practice. Based on its
results, training programs could be developed to facilitate and enhance positive
development and increase the levels of inclusion in the university. It is suggested to carry
out programs that promote social and emotional competencies in university academic
personnel, in order to promote inclusive education at university.
147
found that training, and social and emotional competencies are important elements to
improve of inclusive education. These conclusions have political and academic
implications. It is suggested to implement training policies and practice that take into
account our findings. Therefore, the conclusions are inspiring in the process of
consolidation of gender equality and equal opportunities in general, making it possible to
increase diversity in the university which could be transferred to other educational levels
and the society as a whole.
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152
5. DISCUSIÓN
5 DISCUSIÓN
157
doctoral se ha realizado un estudio de la educación inclusiva en la universidad desde una
perspectiva global, con el profesorado universitario como epicentro, como una línea de
investigación en la que sería interesante continuar profundizando, siempre en
consonancia con los fundamentos teóricos de la herramienta que sirvió como origen para
la EIU (Booth y Ainscow, 2000).
158
función del género, como los de Clavijo et al. (2016), Parasuram (2006) o Sánchez
(2011), parece lógico pensar que una formación basada en la perspectiva de género,
ayudaría a mitigar por un lado, la brecha inclusiva de género, y por otro, la brecha
socioemocional de género, que a la vista de los resultados parece que presenta el
profesorado universitario. Por tanto, con una formación adecuada sobre educación
inclusiva, centrada en la variable del sexo, estas diferencias entre hombres y mujeres se
verían reducidas como apuntan Llorent y Álamo (2016).
159
específica, lo que indica que cuanta más formación tiene un profesor, más inclusivo es
(Avramidis, Bayliss y Burden, 2000).
160
profesorado actitudes y prácticas inclusivas socialmente aceptadas (Eisenberger,
Leiberman y Williams, 2003; Eisenberger, 2012). Esto convierte el tamaño de
universidad donde el profesorado ejerce su labor docente e investigadora en una variable
interesante sobre la que profundizar.
161
Requiere incentivar la investigación sobre diversidad para generar conocimiento útil para
una inclusión efectiva. Igualmente, es necesario cumplir con el compromiso que la
Educación Superior tiene con la sociedad de ser garante de desarrollo humano integral,
además de la formación a nivel técnico (Florian, 2012; Florian, Young y Rouse, 2010; y
Meijer, 2011).
162
también puntúan más alto que los hombres en autoconocimiento lo que está en línea con
estudios previos (Bueno, Teruel y Valero, 2006; Molero, Ortega y Moreno, 2010;
Palomera, Gil-Olarte y Brackett, 2006) y en conciencia social y prosocialidad
corroborando estudios anteriores (Mathiesen, Castro, Merino, Mora y Navarro, 2013).
En este estudio se observó que las mujeres no puntuaron más alto que los hombres
en toma de decisiones responsable. Esto podría estar motivado por el tradicional rol que
se da a las mujeres en el que deben centrarse en aspectos como la belleza, la sensibilidad,
frente al que se da a los hombres de desarrollar sus capacidades con el objetivo de
alcanzar un mayor prestigio social y laboral. Esto exige una formación centrada en el
género que promueva un cambio profundo en el docente, tanto a nivel de creencias como
de metodologías, para generar un impacto en sus prácticas educativas que generen
cambios en la sociedad, en la política, e incluso en la cultura (Rebollo, Jiménez, Sabuco y
Vega, 2013). De ahí la importancia de que el profesorado universitario esté formado para
poder generar autoconfianza y empoderamiento en el sexo femenino.
Este estudio también halló que, a mayor edad, mayor nivel en autocontrol, lo que
está en línea con estudios anteriores (Mestre, Samper, Tur-Porcar, Richaud y Mesurado,
2012) y contradice otros como el de Nolen-Hoeksema y Aldao (2011), que señalan menor
regulación emocional a mayor edad. Márquez, Izal, Montorio y Pérez-Rojo (2004)
señalan que, a pesar de la inconsistencia en los resultados sobre esta variable, parece que
163
existe una frecuencia superior de estudios que indican una mayor regulación emocional a
mayor edad. A diferencia del resto de estudios, la población de estudio en esta
investigación es un colectivo muy concreto, y quizás las personas con mayor experiencia
docente universitaria hayan adquirido esta competencia, lo que debería ser confirmado en
futuros estudios.
Un resultado llamativo encontrado es que las personas con mayor experiencia con
minorías informan de una menor competencia para la toma de decisiones responsable en
comparación con personas sin experiencia con minorías. Esto concuerda con estudios
similares como el Navas, Torregrosa y Mula (2004), y el de Suriá, Bueno y Rosser
(2011), ambos señalan que la convivencia con minorías puede suponer cambios en las
actitudes. Es posible que las personas que conviven con alguna minoría hayan
desarrollado mayor capacidad para valorar un mayor rango de opciones atendiendo a las
necesidades de la minoría con la que convive, lo que podría dificultar la toma decisiones.
Ello supone asumir la responsabilidad de tener que decidir considerando aspectos éticos,
o de seguridad que afectan a otros individuos y no exclusivamente a uno mismo
(Bisquerra y Pérez, 2007).
164
En relación al ámbito de trabajo, el grupo que trabaja en Ciencias de la Salud
informó que su nivel de conciencia social y prosocialidad era mayor que los grupos que
trabajan en Ingenierías y Arquitectura. Este grupo también informa de un nivel más alto
en competencias socioemocionales totales que aquellos que trabajan en Ciencias
Jurídicas. Esto está en consonancia con estudios similares como el de Castejón, Cantero y
Pérez (2008), que señalaban que los estudiantes de Ciencias de la Salud puntuaban más
alto en competencias socioemocionales como en el manejo del estrés y cociente
emocional que los estudiantes de ámbitos más técnicos. Por su parte, Baños y Pérez
(2005) destacan la importancia que tienen las Competencias Socioemocionales en la
formación de los futuros profesionales de la salud. Aunque es posible que las personas
que eligen el ámbito de Ciencias de la Salud lo hagan por vocación, lo que predispone a
que estos profesionales a puntuar más alto en estas competencias (Perales, Mendoza y
Sánchez, 2013). En cualquier caso, habrá que realizar estudios futuros para confirmarlo.
En esta investigación también se determinaron cuáles eran las variables que mejor
funcionan como predictoras de prácticas de educación inclusiva. Se ha encontrado, por
ejemplo, que altos niveles de conciencia social y prosocialidad, un factor de las
competencias socioemocionales, predicen la aparición de prácticas inclusivas del
profesorado universitario. Esto concuerda con estudios similares como el de Seibert y
Kerns (2015) que comprobaron que comportamientos prosociales se relacionan
positivamente con la inhibición de comportamiento de exclusión, por tanto, cabe esperar
que en el profesorado universitario facilite la aparición de prácticas inclusivas.
165
consonancia con otros estudios que señalan que la autoconciencia emocional se relaciona
significativamente con la autorregulación (Hansen y Thompson, 2007). Este resultado
introduce el concepto de autoconocimiento como elemento esencial de la educación
(Herrán, 2004), por lo que sería conveniente tenerlo en cuenta a la hora de diseñar
programas didácticos en la educación superior, para garantizar una educación inclusiva.
166
6. CONCLUSIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE
INVESTIGACIÓN
6 CONCLUSIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE
INVESTIGACIÓN
En base a este estudio también se puede afirmar que las mujeres son más
inclusivas y más competentes socioemocionalmente que los hombres. Esta conclusión se
deriva de los resultados obtenidos en los estudios empíricos 1 y 2. Las mujeres puntuaron
más alto que los hombres en dos de las tres dimensiones y el total de la escala de
educación inclusiva, así como en dos de las cuatro dimensiones y el total de la escala de
competencias socioemocionales. En esta línea, y en función de los resultados del estudio
empírico 3, también se concluye que el sexo es un factor diferenciador de prácticas de
educación inclusiva por parte del profesorado universitario y de niveles de competencias
socioemocionales. A la vista de estos resultados, se confirma que el profesorado
universitario presenta altos niveles de educación inclusiva, así como de competencias
171
socioemocionales en relación con el sexo femenino, lo que constituye una confirmación
de las Hipótesis 1 y 2 en este aspecto.
Del estudio empírico 1 se llega a concluir que el profesorado con mayor edad está
más preparado para facilitar una organización de centro para la inclusión, aunque no se
hallan diferencias significativas en el resto de las dimensiones. Del estudio empírico 2, se
obtiene que el profesorado con mayor edad posee mayor autocontrol, sin hallar
diferencias significativas en el resto de las dimensiones.
172
Con ello, y a la vista de estos resultados, se rechaza parcialmente la Hipótesis 1 en
base a su premisa de que tener experiencia con minorías supondría más altos niveles de
educación inclusiva, que no tener experiencia con minorías. Y se rechaza parcialmente
también la Hipótesis 2 en relación a esta misma premisa de que el profesorado
universitario presentaría altos niveles de competencias socioemocionales en relación al
hecho de convivir con minorías.
173
la medida en que postulaba que el profesorado universitario que hubiera realizado
estancias en el extranjero en su labor docente presentaría mayores niveles de
competencias socioemocionales.
Por otra parte, en base a los resultados de esta investigación, se puede afirmar que
cuanto más competente socioemocionalmente es el profesorado universitario, más
prácticas inclusivas lleva a cabo. Esta conclusión se extrae de los resultados obtenidos en
174
el estudio empírico 3. En él, se encuentra que existe una correlación positiva entre la
educación inclusiva y las competencias socioemocionales del profesorado universitario.
Los numerosos estudios sobre educación inclusiva dejan claro que existe una
preocupación generalizada por conseguir una universidad que logre un equilibrio entre el
valor académico, y el compromiso de formar ciudadanos inclusivos (Florian, 2012;
Holloway, 2001). Así, los resultados de esta investigación pueden ser el punto de partida
para fomentar proyectos de innovación y planes de formación que tengan un enfoque
inclusivo y una perspectiva transformadora de culturas, políticas y prácticas inclusivas en
175
el seno de la Educación Superior. Esto coadyuvaría al profesorado a cumplir con la
responsabilidad social asociada a su labor docente (Ezcurra, 2011; Ortega, 2004).
Por otro lado, y atendiendo a las limitaciones que plantea la versión original del
Index for inclusion al no estudiar la inclusión más allá del ámbito educativo del centro
donde se aplica (Booth y Ainscow, 2002), la herramienta que surge de esta tesis doctoral
ofrece una oportunidad para superar esta limitación, pues al centrar el estudio en el
profesorado universitario, se puede formar a este en aquellas necesidades detectadas, de
manera que se facilite proyectar los valores inclusivos desde las universidades a su
entorno. Así, se podrá crear una sociedad más inclusiva.
Además, hay que tener en cuenta que los datos obtenidos reflejan nivel
autopercibido por parte del profesorado universitario, lo que según Price y Murnan
(2004) podría representar resultados más significativos de lo que realmente son, por lo
que futuros estudios deberían confirmar estos resultados usando heteroinformes,
midiendo, por ejemplo, la percepción del alumnado sobre la influencia del nivel de
experiencia en investigación sobre la educación inclusiva de su profesorado.
176
6.3. Futuras líneas de investigación e implicaciones prácticas
Esta nueva línea de investigación serviría para averiguar qué es necesario incluir
en los planes de formación de manera permanente, en base a su influencia para que se
desarrollen prácticas más inclusivas en aula, y su impacto en la mejora de las
competencias socioemocionales.
177
Así, consiguiendo que la formación se convierta en el principal eje de las políticas
de contratación, se conseguiría naturalizar las prácticas de la educación inclusiva y las
competencias socioemocionales en el aula del docente universitario. Esto evidenciaría un
compromiso institucional con la enseñanza inclusiva y de calidad por parte de las
universidades.
6.4. Reflexiones
Para ello, y entendiendo que no es posible transmitir aquello que no se sabe, esta
investigación ha evidenciado la necesidad de una formación adecuada, centrada en las
variables que se necesitan, y de carácter permanente, para todo el profesorado
universitario de España, en materia de educación inclusiva y en competencias
socioemocionales.
178
7. REFERENCIAS
7. REFERENCIAS
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revisión. Q1
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WILEY-
BLACKWELL
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8.2. Anexo II: Cuestionario.
CUESTIONARIO
Escala de Educación Inclusiva en la Universidad (EIU) ©
Llorent et al. (2020)
Estimado/a profesor/a:
Este cuestionario tiene como objetivo principal estudiar la inclusión en la educación universitaria.
En este contexto, consideramos imprescindible identificar cuáles son las principales expectativas y
opiniones que el profesorado tiene sobre este tema.
ADado
continuación le haremoshapreguntas
que su Universidad en relación
sido seleccionada a “muestreo
en un MINORÍAS ” en supara
aleatorio sentido másesta
realizar amplio,
investigación,
refiriéndonos a: trastornos de conducta, discapacidad, diversidad
para el éxito de este proyecto, su participación es fundamental. cultural, inmigración, religión
minoritaria, etc.
Por ello, pedimos su colaboración para responder a este cuestionario con total sinceridad. La información
que nos proporciona será tratada de forma confidencial y totalmente anónima.
Dr. Vicente J. Llorent, Dra. Izabela Zych, D. Juan Carlos Varo Millán (Universidad de Córdoba)
217
Por favor, recuerde que le haremos preguntas en relación a “MINORÍAS” en su sentido
más amplio, refiriéndonos a: trastornos de conducta, discapacidad, diversidad cultural,
inmigración, religión minoritaria, etc.
2. Edad: _______
3. Nacionalidad: _ ____________________
6. ¿Alguna de las personas con las que convive pertenece a una “MINORÍA”? No O ; Sí O
14. Categoría profesional: Catedrático Universitario O Profesor/a Titular O Prof. Contratado/a Doctor/a O
16. Formación en inclusión educativa: Específica, por vinculación con mi docencia y/o investigación O
Bastante O Mucha O
218
DIDÁCTICA INCLUSIVA
Las siguientes preguntas están relacionadas con su práctica docente, valores inclusivos y
prácticas inclusivas.
1 2 3 4 5
Totalmente en Bastante en Ni de acuerdo ni Bastante de Totalmente de
desacuerdo desacuerdo en desacuerdo acuerdo acuerdo
1 2 3 4 5
1. Evalúo teniendo en cuenta las características de la “minoría” presente, de manera que puedan desarrollar
sus habilidades……………………………………………………………………………………………... O O O O O
2. Para mis clases parto del conocimiento y experiencias previas del alumnado perteneciente a una
“minoría” y adapto el contenido para que su inclusión educativa sea exitosa……………………………... O O O O O
3. Mi formación ayuda a dar respuesta a la diversidad……………………………………………………….. O O O O O
7. Modifico los programas en función de los resultados de evaluación para garantizar el aprendizaje de
todo el alumnado…………………………………………………………………………………………… O O O O O
8. Para mí la diversidad no es un obstáculo sino un elemento enriquecedor………………………………..... O O O O O
9. Tengo en cuenta en los alumnos extranjeros el efecto que produce el cambio de país y de cultura como
una posible barrera al aprendizaje y a la participación…………………………………………………...... O O O O O
10. Modifico mis actividades docentes en función de recomendaciones pertinentes de compañeros para
garantizar el aprendizaje de todo el alumnado pertenezca o no a una “minoría"………………………...... O O O O O
11. Distribuyo todos los recursos de los que dispongo de forma justa para fomentar la inclusión
educativa…………………………………………………………………………………………………… O O O O O
12. Mi evaluación es útil para estimular los logros de todo mi alumnado, pertenezca o no a una
“minoría”…………………………………………………………………………………………………... O O O O O
219
ACTITUDES HACIA EDUCACIÓN INCLUSIVA
Las siguientes preguntas están relacionadas con sus actitudes hacia la Educación
Inclusiva.
Ya casi hemos terminado, ahora lea las siguientes afirmaciones y conteste indicando su
grado de acuerdo o desacuerdo con cada una de ellas, utilizando la siguiente escala:
1 2 3 4 5
Totalmente en Bastante en Ni de acuerdo ni Bastante de Totalmente de
desacuerdo desacuerdo en desacuerdo acuerdo acuerdo
1 2 3 4 5
13. Trato con respeto al alumnado independientemente de que pertenezca o no a una “minoría"…………… O O O O O
15. Procuro que todo el alumnado se sienta aceptado, independientemente de que pertenezca o no a una
“minoría”…………………………………………………………………………………………………… O O O O O
16. Procuro que todo el alumnado participe en las actividades de aprendizaje………………..……………… O O O O O
17. Intento que todo el alumnado esté presente, participe y progrese en mi asignatura……………….……… O O O O O
18. Para mí todos los estudiantes deben tener la posibilidad de participar en su propio aprendizaje………….. O O O O O
19. Motivo a mis estudiantes para que tengan altas aspiraciones sobre su aprendizaje independientemente de
si pertenecen o no una “minoría”…………………………………………………………………………... O O O O O
220
ORGANIZACIÓN DEL CENTRO
Esta breve batería de preguntas está relacionada con la organización de centro, valores
inclusivos y prácticas inclusivas en el centro en el que trabaja (Facultad, Centro donde desarrolla
su principal labor docente).
1 2 3 4 5
Totalmente en Bastante en Ni de acuerdo ni Bastante de Totalmente de
desacuerdo desacuerdo en desacuerdo acuerdo acuerdo
1 2 3 4 5
21. Mi centro tiene en cuenta las “minorías” a la hora de organizar los espacios…………………………… O O O O O
22. En mi centro existen políticas de apoyo emocional, psicológico y/o pedagógico orientadas a la inclusión
educativa…………………………………………………………………………………………………… O O O O O
23. Las normas de inclusión educativa de mi centro están dirigidas a aumentar la participación de todos…… O O O O O
24. Las funciones de los órganos de gobierno de mi centro ayudan a la inclusión educativa…………………. O O O O O
25. Mi centro se organiza de manera que el alumnado de cualquier “minoría” se sienta valorado…………… O O O O O
26. La información sobre inclusión educativa está presente y es accesible a todo el mundo en mi centro……. O O O O O
27. La planificación y el desarrollo las actividades de centro responden a la diversidad del alumnado
presente…………………………………………………………………………………………………….. O O O O O
28. Se consulta a las organizaciones de personas con discapacidad sobre todo lo relacionado con la
accesibilidad. ………………………………………………………………………………………………. O O O O O
29. Conozco bien las funciones de los órganos de gobierno de mi centro que sirven para ayudar a la
inclusión educativa………………………………………………………………………………………... O O O O O
221
Escala de Competencias Socioemocionales (CSE) ©
(Zych et al., 2018)
Las siguientes y últimas preguntas están relacionadas con USTED en relación a sus
emociones.
Con esto ya hemos terminado, lea las siguientes afirmaciones y conteste indicando su
grado de acuerdo o desacuerdo con cada una de ellas, utilizando la siguiente escala:
1 2 3 4 5
Totalmente en Bastante en Ni de acuerdo ni Bastante de Totalmente de
desacuerdo desacuerdo en desacuerdo acuerdo acuerdo
1 2 3 4 5
1. Sé ponerle nombre a mis emociones………………….................................................................................. O O O O O
2. Soy consciente de los pensamientos que influyen en mis emociones……………....................................... O O O O O
3. Diferencio unas emociones de otras……….................................................................................................. O O O O O
4. Sé cómo mis emociones influyen en lo que hago………………….............................................................. O O O O O
5. Sé cómo motivarme…………………………………………………………………................................... O O O O O
6. Tengo claros mis objetivos………………………………………………….………................................... O O O O O
7. Persigo mis objetivos a pesar de las dificultades……….………………………………………………….. O O O O O
8. Sé lo que la gente espera de los demás………………..…………………………........................................ O O O O O
9. Presto atención a las necesidades de los demás............................................................................................. O O O O O
10. Suelo saber cómo ayudar a las personas que lo necesitan………………………......................................... O O O O O
11. Me llevo bien con mis compañeros de clase o trabajo…………….……………......................................... O O O O O
12. Tengo facilidad para establecer nuevas relaciones……………………………………................................ O O O O O
13. Ofrezco ayuda a los demás cuando me necesitan……………………………….......................................... O O O O O
14. Cuando tomo decisiones, analizo cuidadosamente las posibles consecuencias…………………………… O O O O O
15. Suelo considerar las ventajas e inconvenientes de cada opción antes de tomar decisiones……………….. O O O O O
16. No suelo tomar decisiones a la ligera……………………………………………………………………… O O O O O
¡HEMOS TERMINADO!
¡MUCHAS GRACIAS POR SU AYUDA!
222