Transtornos Mas Comunes en Efermedad Terminal. Equipo 4

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UNIVERSIDAD JUÁREZ AUTÓNOMA DE TABASCO

DIVISIÓN ACADÉMICA MULTIDISCIPLINARIA DE JALPA DE


MÉNDEZ

Licenciatura en Enfermeria

Docente:
Beatriz Adriana Oliva Castañeda
Alumnos:
Sofia Trinidad Zapata Madrigal
Octavio Augusto Ramon Aquino
Cendi Jocelin Ramon Diaz
Luz del Carmen de la Cruz de la Cruz
Brissa Anahi Diaz García

Investigación bibliográfica

Tema:
Trastornos más comunes en enfermedad terminal

Numero de equipo:
4

Asignatura:
Enfermería en cuidados paliativos.

Jalpa de Méndez, Tabasco a 22/09/2023


Objetivos

 Apoyo para el paciente y la familia

 Alivio del dolor y los síntomas para el paciente

 Ayuda a los miembros de la familia y a los seres queridos que desean


permanecer cerca del paciente que está por morir
Introducción

Los trastornos en enfermedades terminales son comunes y pueden incluir


depresión, ansiedad, dolor, delirio, disnea, fatiga, trastornos del sueño,
náuseas/vómitos, estreñimiento, entre otros, en especial, los trastornos del ánimo,
de ansiedad y de angustia son frecuentes en los pacientes con enfermedad en
fase terminal, estos pueden ser pueden ser causadas por la misma enfermedad o
por los efectos secundarios de los fármacos.

Es importante descartar inicialmente la presencia de trastornos adaptativos, cuyo


tratamiento requiere técnicas psicoterápicas de diferente profundidad, un
adecuado control de los síntomas físicos y una relación con el paciente en el
contexto de la relación de ayuda, por lo tanto, los cuidados paliativos pueden
ayudar a tratar estos trastornos y otros síntomas, como el dolor, la dificultad para
respirar, el estreñimiento y la ansiedad, entre otros.

En la siguiente investigación se podrá encontrar acerca de estos trastornos y


como nosotros como profesionales de enfermería podemos intervenir para así
lograr un mejor cuidado a nuestro paciente con enfermedad terminal.
Cuidados paliativos en paciente terminales

Los cuidados paliativos son un enfoque especial en el cuidado de las personas


que tienen enfermedades graves, como cáncer, y se pueden proporcionar en
cualquier momento de la enfermedad, no solo en la fase terminal.

El objetivo de los cuidados paliativos es mejorar la calidad de vida del paciente y


sus cuidadores, ayudándoles a tratar los síntomas de la enfermedad y los efectos
secundarios de los tratamientos.

Los cuidados paliativos son administrados por un equipo interdisciplinario de


especialistas médicos, enfermeras, trabajadores sociales, consejeros, ayudantes,
y terapeutas, que se centran en el paciente y su familia, los servicios de cuidados
paliativos pueden incluir el control del dolor y otros síntomas, la atención
emocional y espiritual, la planificación anticipada de la atención médica y la
coordinación de la atención médica.

Alguien de su equipo de cuidados para pacientes terminales está disponible las 24


horas, los 7 días de la semana, para ofrecerle cualquier apoyo o ayuda que usted,
un ser querido o su familia necesite.

Con los cuidados para pacientes terminales, se trata la mente, el cuerpo y el


espíritu. Los servicios pueden incluir:

 Control del dolor.

 Tratamiento de los síntomas (como dificultad para respirar, estreñimiento o


ansiedad). Esto incluye medicamentos, oxígeno, u otros suministros que lo
pueden ayudar a manejar sus síntomas.

 Atención espiritual que satisfaga sus necesidades y las de sus seres


queridos.

 Brindarle a la familia un descanso (llamado asistencia de relevo).


 Servicios médicos.

 Cuidado de enfermería.

 Asistencia de salud en el hogar y servicios domésticos.

 Consejería.

 Equipo médico y suministros.

 Terapia física, terapia ocupacional y terapia del lenguaje, si se necesita.

 Asesoramiento para duelo y apoyo a la familia.

 Atención hospitalaria para problemas médicos, como neumonía.

El equipo de cuidados para pacientes terminales está entrenado para ayudarle al


paciente y a la familia con lo siguiente:

 Saber qué esperar

 Hacerle frente a la soledad y al miedo

 Compartir sentimientos

 Cómo enfrentar la muerte (atención para el duelo)

Así pues los cuidados paliativos pueden ser proporcionados en el hogar, en el


hospital o en clínicas de consulta externa.

Por otro lado los cuidados paliativos son un enfoque integral para el cuidado de
pacientes con enfermedades graves, que se enfoca en mejorar la calidad de vida
del paciente y sus cuidadores, y no solo se proporcionan en la fase terminal de la
enfermedad.
Depresión y ansiedad en pacientes terminales

La mayoría de los pacientes terminales experimentan algunos síntomas de


depresión y/o ansiedad. En ocasiones son fácilmente reconocidos por los equipos
de salud y se les brinda tratamientos que pueden ser de mayor o menor
efectividad, pero en otras se les confunde con síntomas propios de la enfermedad
y/o el tratamiento o se les ve como ¨normal¨ dado el proceso por el que atraviesa
el individuo, no dándoles la atención que requieren. Al no ser tratados
adecuadamente interfiere con el tratamiento, la recuperación y la calidad de vida
del paciente.

Se deben valorar algunos aspectos, tales como:

Prevención

 La evaluación y el seguimiento inicial son ideales para prevenir una


depresión.
 Manejo escalonado de las malas noticias.
 Educación al paciente y a la familia.
 Brindar apoyo con esperanzas realistas.

Evaluación inicial

 Evaluar el manejo del duelo con el paciente y la familia.


 Identificar episodios previos de depresión u otro trastorno mental.
 Antecedentes familiares de depresión, suicidio u otra enfermedad mental.
 Evaluar problemas de temperamento: nerviosismo, inestabilidad, rebeldía,
mal humor, etc.
 Historia de uso o abuso de sustancias.
 Registrar antecedentes de somatización.
 Preguntar directamente al paciente sobre ideas o intentos suicidas.

Facilitar la comunicación
 Disponer de suficiente tiempo para que el paciente exprese sus
sentimientos en relación a lo que está ocurriendo.
 Realizar evaluaciones de seguimiento más frecuentes en pacientes más
frágiles (se prefieren a las evaluaciones más largas y menos frecuentes).
 Reunirse en un entorno adecuado (por ej. paciente cómodo, acompañado).
 Suministrar información de manera directa y con lenguaje médico sencillo.
 Responder a las emociones del paciente con empatía.
 Reconocer la necesidad de obtener un balance entre decir la verdad y
suministrar esperanza en el paciente.
 No ofrecer posibilidades irreales al paciente.

Intervenciones psicológicas específicas

 Los pacientes y sus familiares que presenten síntomas o signos que


interfieran con el tratamiento o la calidad de vida, son susceptibles de
intervenciones psicológicas.
 Para atender a la familia es necesario que el paciente lo apruebe,
asegurándole que no se romperá la confidencialidad.
 Permitir al paciente expresar sus miedos y preocupaciones acerca del
cáncer y la muerte, al igual que la confianza que él tiene en el grupo
tratante para manejar las complicaciones o síntomas y signos físicos y
psicológicos que aparezcan durante la evolución de la enfermedad.
 En casos especiales, sugerir al paciente participar en grupos de apoyo,
ejercicios de relajación, entrenamiento conductual y otras intervenciones
psicológicas.

Depresión

En cuidado paliativo, la depresión es reconocida como uno de los problemas de


salud más comunes con prevalencias que varían del 5 al 77%. En los pacientes
ambulatorios se puede presentar hasta en el 25%.

Principales manifestaciones en el paciente con enfermedad terminal:


 Tristeza
 Desesperanza
 Indefensión
 Baja Autoestima
 Ideas de culpa
 Sentimientos de inutilidad

Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de síntomas depresivos:

 Adulto joven (metas no realizadas, vida truncada).


 Bajo apoyo social (emocional y logístico).
 Alta discapacidad física, dolor (directamente y por aumento de
discapacidad).
 Lesión directa al Sistema Nervioso Central.
 Hipercalcemia.
 Trastornos neuroendocrinos.
 Desnutrición. - Infecciones.
 Medicamentos
 Reacciones inmunológicas.

El diagnóstico de depresión es difícil de realizar en pacientes terminales. La


tristeza y el duelo manifestados son respuestas esperadas después del
diagnóstico y en diferentes momentos de la evolución de la enfermedad hasta
los estadios terminales. Adicionalmente los signos físicos de la depresión
(fatiga, anorexia, alteraciones del sueño, etc.) pueden ser atribuibles tanto al
cáncer como a los medicamentos utilizados.

Intervención ante la depresión

 Explorar y manejar los temores del paciente y la familia


 Fomentar mayor apoyo social y familiar
 Asegurar una atención continuada, con consejería.
 Profundizar en la relación empática. logrando buena comunicación
paciente-familia equipo profesional.
 Identificar y tratar posibles causas orgánicas (farmacológicas
hipercalcemia, hipotiroidismo).
 Uso de antidepresivos cuando sean necesarios

Uso de medicamentos antidepresivos

Los antidepresivos forman parte de la terapia recomendada para el paciente


terminal con depresión mayor. También se pueden usar psicoestimulantes
como metilfenidato o pemolina.

Debe escogerse el antidepresivo cuyo perfil de efectos adversos se ajuste de


la mejor manera al paciente.

Por ejemplo, en pacientes con retraso psicomotor son más útiles las sustancias
activadoras como metilfenidato o fluoxetina. En pacientes agitados y
deprimidos, se recomiendan drogas más sedantes como nortriptilina, sertralina
y paroxetina.

Los pacientes con cáncer a menudo responden a dosis más bajas de lo


habitual.

Las siguientes son las dosis iniciales recomendadas:

 Amitriptilina 25 mg / día - Doxepina 25 mg / día


 Fluoxetina 10 – 20 mg / día
 Paroxetina 10 mg / día - Sertralina 20 mg / día
 Venlafaxina 37.5 mg / día - Bupropión 200 mg / día
 Trazodona 150 mg / día - Mirtazapina 15 mg / día

 Metilfenidato 5 – 10 mg en la mañana y 5 mg en la noche

Ansiedad
La ansiedad es la forma más común de distrés psicológico en pacientes con
cáncer: se presenta hasta en el 95% de ellos. Se caracteriza por elevada
activación y abarca manifestaciones de temor, inquietud y aprensión, además de
conductas de evitación La ansiedad en pacientes con cáncer puede estar presente
antes del diagnóstico. El diagnóstico puede desencadenar preocupaciones
anticipadas hacia la evolución de la enfermedad, el tratamiento y eventuales
complicaciones asociadas a la pérdida progresiva de autonomía que antecede la
muerte.

Puede adoptar diferentes formas clínicas como:

 Angustia o fobias
 Distres agudo
 Ansiedad generalizada
 Estrés postraumático

Por lo general se presentan como formas reactivas a la enfermedad y los


tratamientos.

Factores que predisponen a la ansiedad

 Trastornos de ansiedad previos: dolor no manejado o controlado,


medicamentos (esteroides, antieméticos, anticolinérgicos, opioides,
benzodiacepinas, broncodilatadores, psicoestimulantes).
 Supresión de drogas (opioides, benzodiacepinas, alcohol).
 Condiciones patofisiológicas (hipoxia, insuficiencia cardiorespiratoria,
hipoglicemia, hipocalcemia, hipertiroidismo, trastorno electrolítico, sepsis).

Los trastornos de ansiedad pueden ser cognitivos o somáticos.

Los síntomas más llamativos son los somáticos, que incluyen taquicardia,
diaforesis, disnea, molestias gastrointestinales, náuseas y vómito. La pérdida del
apetito, disminución de la libido y el insomnio son igualmente frecuentes, como
también la hiperactividad y la irritabilidad.

Evaluación
 Interrogar al paciente sobre: Manejo del duelo, síntomas físicos molestos o
problemas con los medicamentos.
 Estrés psicosocial y otros posibles estresores.
 Experiencias previas de ansiedad y problemas de temperamento.
 Preocupación sobre la condición actual y pronóstico.
 Fobias asociadas al tratamiento y síntomas de estrés postraumático.

En el examen físico buscar:

 Aprehensión, temblor, agitación, temor, inatención.


 Diaforesis, palidez o enrojecimiento facial.
 Hipertensión, taquicardia, taquipnea. Manejo
 Tratamiento de problemas físicos de base y suspensión de los
medicamentos implicados.
 Evaluar y tratar el dolor.
 Brindar apoyo y seguridad, permitir al paciente expresar sus sentimientos y
pensamientos acerca de la situación y ofrecerle información útil.
 Entrega escalonada de las malas noticias.
 Descartar depresión mayor.
 Psicoterapia de apoyo y terapia conductual.
 Sugerir técnicas de relajación.

Utilizar de manera correcta los medicamentos ansiolíticos

 Alprazolam 0.75 mg / día -


 Diazepam 5 - 10 mg / día
 Clonazepam 0.5 - 1 mg / día
 Triazolam 0.25 – 0.5 mg / día
 Hidroxicina 30 - 150 mg / día
 Difenhidramina 75 - 225 mg / día
 Haloperidol 1 - 2 mg / día
 Tioridazina 30 – 150 mg / día
 Zolpidem 20 mg / día

Control del dolor

¿Cómo cuantificamos el dolor?

Existen diferentes macetas y escalas para medir la intensidad de dolor que


presenta un enfermo. La más conocida y más utilizada, es la escala analógica
visual o Escala de EVA que, a pesar de ser una escala subjetiva, nos sirve para
hacernos una idea de la intensidad del dolor.

Hablaremos de dolor ligero si EVA es entre 0 y 3.

Hablaremos de dolor moderado si el EVA es entre 3 y 7.

Dolor intenso si EVA 7-9 y dolor insoportable si EVA=10.

Tipo de dolor

Para poder tratar bien el dolor debemos definir qué tipo de dolor tiene nuestro
enfermo.
Existen dos tipos de dolor:

Dolor nociceptivo o dolor normal o fisiológico: Existe una causa conocida


responsable del dolor. Hay un estímulo doloroso generado por una lesión de un
órgano somático o visceral. Ej: dolor postoperatorio, dolor de una fractura ósea…

Dolor neuropático o dolor anormal o patológico: No encontramos ninguna


lesión actual que nos justifique el dolor, no existe una relación causa-efecto. Ej:
neuralgia posherpética, síndrome del miembro fantasma posamputación.

Principios generales del tratamiento del dolor

Para tratar de forma adecuada el dolor, hay unas reglas generales que debemos
tener presentes:
1. Cuando el enfermo dice que le duele, es que le duele: En principio, siempre
debemos creer a los enfermos, pero especialmente al enfermo neoplásico.
Ej: Ante aquel enfermo que previamente había estado bien y vuelve a la
consulta refiriendo dolor, debemos ponernos en alerta, a pesar de que las
últimas exploraciones complementarias que disponen sean negativas.

2. El tratamiento analgésico que escogemos debe estar relacionado con la


intensidad del dolor, no con la supervivencia de la enfermedad. No es
correcto administrar morfina a los enfermos que les queda poco tiempo de
vida. Si en fases iniciales de la enfermedad hay dolor intenso, iniciaremos
ya el tratamiento con opioides potentes.

3. Los analgésicos deben administrarse a horas fijas, reloj en mano. Se


administrarán según la farmacinética del fármaco, no sin dolor, como se
pautan habitualmente en las órdenes médicas. Ej: Tramadol por vía oral
tarda de 30 a 40 min en empezar a surtir efecto, y su pico máximo se
alcanza a las dos horas y tiene una vida media de 5-6 horas, por lo tanto
siempre lo dejaremos pautado cada 6 horas.

4. Las dosis se regularán individualmente. Cada enfermo necesitará una dosis


distinta de fármaco. Individualizaremos la dosis según la intensidad del
dolor y características del paciente.

5. El tratamiento del dolor es escalonado sencillo. El dolor oncológico se alivia


en un 80-90% de los casos con un tratamiento escalonado y sencillo,
aplicando la escala analgésica de la OMS.
Escala analgésica de la OMS
La escala analgésica de la OMS es un algoritmo para el tratamiento del dolor
oncológico, que se elaboró hace 25 años, pero que todavía hoy sigue vigente con
pequeñas variaciones. Define cuatro escalones terapéuticos:

Primer escalón: Aines, Paracetamol y Metamizol


Lo damos en caso de dolor leve a moderado. Estos fármacos presentan unas
dosis máximas que no se deben sobrepasar, tienen un techo analgésico (esto no
ocurre con la morfina, no hay dosis máxima, la dosis máxima será la que le quite
el dolor, o la que el enfermo tolere). No asociar nunca dos antiinflamatorios ya que
potenciamos sus efectos secundarios sin mejorar la calidad analgésica. Ej: es
incorrecto asociar diclofenaco con metamizol.

Segundo escalón: Opioides débiles.


Codeína, Dehidrocodeína, Tramadol, Propoxifé. Les daremos en caso de dolor
moderado-severo en aquellos casos con mala respuesta a los del primer escalón.
También presentan dosis máximas. Si se pueden asociar con fármacos del primer
escalón.

Tercer escalón: Los opiáceos potentes


Indicados en el tratamiento del dolor severo. El consumo global de morfina de un
país, es un índice de calidad del tratamiento del dolor definido por la OMS. España
comparado con el resto de países europeos, está en el décimo lugar en cuanto a
consumo de morfina.

 Sulfato de morfina: Liberación rápida. Hay comprimidos de 10-20 mg. Se


administra vía oral cada 4 h. Ej. Sevredol. Liberación sostenida. Muchas
presentaciones comerciales de 5 mg, de 10, 15… Se administra cada 8-12h
vía oral. Ej: MST, Skenan.
 Cloruro mórfico: Es la morfina que administramos de forma s.c. o e.v. Hay
de diferentes concentraciones (10-20 mg/ml). Se tendrá que administrar
cada 4 horas.
 Solución acuosa de morfina: Fórmula magistral. Morfina de liberación
rápida. Pico máximo de acción a los 30 minutos. Es la morfina que
utilizamos de rescate. Se administra por vía oral en forma de jarabe cada 4
horas (también hay de diferentes concentraciones). La SAM, es el mal
llamado Cóctel Brompton. Se creó en un Hospital de la ciudad de
Brompton, en Inglaterra en 1850, pero aparte de morfina (15 mg/ml),
también tenía cocaína (10 mg/ml). Alcohol, jarabe y agua clorofórmica.
 Metadona: Es un agonista puro como la morfina, de nombre comercial
Metasedin. Acción muy larga, con riesgo de acumulación, por eso no lo
utilizamos de forma habitual. Se puede administrar por vía oral o espinal.
 Meperidina: La conocida Dolantina, agonista puro, tiene tiempo de vida
corta ( 2,5-3,5 horas), presenta un metabolito tóxico que se puede acumular
que es la Normeperidina.
 Buprenorfina: Buprex, es un agonista parcial. Eficacia intrínseca baja
sobre los receptores opioides. No es un buen fármaco para el tratamiento
crónico. Tiene un efecto tope por la analgesia. Tiempo de latencia largo y
duración muy prolongada. Actualmente ya comercializado en forma
transdérmica (parche).

 Pentazocina: Sosegon, es un agonista-antagonista. Su efecto antagonista


puede provocar un síndrome de abstinencia en enfermos que estén
tomando opiácidos regularmente.
 Fentanil transdérmico: Parches de Durogesico. Es un agonista puro muy
potente. El inicio de acción se presenta a las 8-12 horas de la colocación.
Indicado en enfermos con un dolor muy estable constante con pocas
oscilaciones a lo largo del día. Conveniente asociar rescate con morfina de
acción rápida. También existe el fentanilo transoral en forma de Chupa-
Chups.
De todos estos opioides, el más utilizado en el tratamiento del dolor crónico es la
morfina, porque tenemos una amplia gama de presentaciones, y por qué tiene una
farmacodinámica y una farmacocinética bien definidas, y un relativo bajo precio.

Cuarto escalón
Hablaremos del cuarto escalón cuando administramos los opioides por vía
subcutánea, endovenosa o por vía espinal.

Opioides por vía subcutánea:


Indicada en aquellos enfermos con expectancia de vida inferior a 2 meses. O en
caso de ineficacia o intolerancia de los opioides por otras vías. También se utiliza
en enfermos que presentan imposibilidad de utilizar la vía oral. Puede ser útil al
final de la enfermedad en pacientes caquécticos o accesos venosos difíciles. Esta
vía es igual de eficaz que la vía endovenosa.

Opioides por vía espinal:


Consideramos como vía espinal tanto la vía epidural como la intratecal. La vía
epidural habitualmente se utiliza por el dolor postoperatorio o de corta duración,
por el elevado riesgo de infecciones a partir del 7ª día de su colocación. En
cambio la vía intratecal se puede utilizar a largo plazo.

Ventajas de la vía espinal: Indicada cuando fracasan todos los demás


tratamientos y vías de administración. Incluso indicada por el dolor neuropático. Es
la vía más potente que existe por el control del dolor y la que da menos efectos
secundarios sistémicos. Es la vía que crea menos tolerancia. Es cómodo para el
enfermo y puede utilizarse a domicilio.
Desventajas vía espinal: Lesión nerviosa durante la colocación, cefalea por
salida de LCR durante la colocación que puede durar hasta una semana. Si se
produce una contaminación del sistema sería grave, puesto que puede
evolucionar a una meningitis. El apoyo familiar es importantísimo, tienen que
entender que se pueden presentar complicaciones graves.
Tipo de fármacos que se pueden administrar por vía espinal:
 La morfina es el fármaco más utilizado. Su analgesia es de instauración
lenta, pero larga duración (su duración es de 16-24 horas).

 La metadona es menos liposoluble, pero de acción más segmentaria. Da


una analgesia más rápida pero de menor duración (8 horas).

 Meperidina. Su rápida disociación del receptor obliga a utilizarla de forma


continua (no en bolus). En infusiones prolongadas puede acumularse la
normeperidina que es nefrotóxica.

 Fentanil, al igual que la meperidina, tiene una duración acción corta se debe
utilizar de forma continua. Da una mayor incidencia de prurito.

 Bupivacaina. Anestésico local de larga duración. Ofrece una analgesia


metamérica muy buena, lo que nos permite disminuir las dosis de morfina.
Terapias complementarias en el cuidado paliativo.

Uso de las terapias complementarias en cuidados paliativos Como ya se ha


mencionado el objetivo de los cuidados paliativos es fomentar el confort y la
calidad de vida, tanto en el paciente como en la familia, y minimizar en lo máximo
posible el sufrimiento, a través del control de síntomas, apoyo emocional y
comunicación, continua renovación y adaptación a las necesidades del paciente.
Dentro de ese control de síntomas se reúne una amplia gama de cuidados
enfocados a la obtención del confort y alivio según la sintomatología que presente
el paciente, causada ya sea por la propia enfermedad o bien por efectos
colaterales de los tratamientos que se aplican, cómo en el caso de la
quimioterapia y radioterapia.

El personal de enfermería desempeña un rol esencial en este tipo de cuidados,


sus objetivos se enfocarán en conservar la máxima autonomía del paciente y
conseguir una adecuada adaptación de la situación a medida que avanza la
enfermedad. Siempre atendiendo al paciente desde una perspectiva biopsicosocial
y espiritual.

El abordaje de estos síntomas puede tener un carácter farmacológico dirigido al


mecanismo etiológico o unas medidas no farmacológicas, en donde se reúne una
serie de actuaciones y recomendaciones orientados a mejorar el confort y la
calidad de vida del paciente
Tal y como ya se ha introducido con anterioridad, las terapias complementarias
pueden englobarse dentro de esas medidas no farmacológicas, proporcionando
múltiples beneficios indistintamente del proceso de la enfermedad o etapa de la
vida en la que se encuentre la persona. Pueden resultar muy útiles para afrontar la
situación de pacientes con enfermedades progresivas o en procesos terminales,
ya que han demostrado tener cierta capacidad para aliviar el dolor, el miedo, la
incertidumbre y la desesperanza, ofrecer bienestar y acompañar al enfermo en su
proceso para que este transcurra en paz y serenidad

Estas terapias están teniendo un mayor impacto en diferentes países


industrializados que hace pensar en su creciente aceptación por parte de los
pacientes, que acuden a ellas en busca de nuevas formas de cuidado, diferentes a
las recibidas por la medicina 16 convencional. Surge así un interés en el estudio
de estas terapias y sus aportaciones al campo de los cuidados paliativos.

El empleo de estas terapias en los cuidados paliativos se ha orientado con el


objetivo de proporcionar alivio sintomático, acompañamiento, comodidad y confort.
Algunos ejemplos de terapias aplicadas en cuidados paliativos son los siguientes:

 La musicoterapia puede influir en la disminución del estrés, ansiedad, dolor


del paciente y aumento de la sensación de bienestar. En pacientes en
situación terminal se ofrece para aliviar el dolor y relajar al paciente lo que
disminuye la percepción del dolor y mejora su calidad de vida, aliviar
temores y ansiedad, disminuir la sensación de aislamiento y soledad,
mejorar la expresión emocional y la comunicación con la familia.

 La aromaterapia científica, se acompaña a los masajes con aceites de


lavanda, sándalo o ciprés para aliviar la tensión corporal y favorecer la
circulación. La terapia floral restablece la energía psíquica y en cuidados
paliativos facilita la relación terapéutica, la escucha activa y la empatía.
Además cuando se está próximo a la muerte, las esencias florales aportan
paz y calma para el momento final.
 La meditación y técnicas de relajación aportan paz interior y serenidad, y
pueden ayudar a obtener habilidades de afrontamiento en casos de estrés,
ansiedad, tensión o duelo. La homeopatía tiene un peso importante en los
cuidados paliativos, puede aliviar y reducir los efectos secundarios de la
radioterapia y quimioterapia, náuseas y vómitos, neuralgias, problemas de
sueño.

Conclusión
En última instancia, sabemos que las familias, a menudo deben tomar decisiones
éticas y médicas difíciles, como seleccionar tratamientos, considerar los cuidados
al final de la vida y tomar decisiones sobre la retirada de soportes vitales, lo cual
hace que sea más complicado el aceptar el estado terminal de su familiar, por
ende, es primordial abordar las conversaciones sobre la muerte y los cuidados al
final de la vida con los pacientes en este estado.

La enfermedad terminal es una realidad dolorosa que pone a prueba la fortaleza


emocional y la resiliencia de las personas y sus seres queridos. Por ello, es
importante el tener presente que se debe brindar apoyo adecuado para aliviar la
angustia de aquellas personas que aún temen a lo desconocido, lamentan sus
pérdidas o están ansiosos por el futuro, ya que estos cuidados se enfocan en
mejorar la calidad de vida, aliviar el dolor y los síntomas y brindar apoyo emocional
a los pacientes.

Considerando que el familiar muchas veces tomará decisiones por el paciente hay
que mantener en cuenta el garantizar que se respeten las preferencias de éste y
que se les brinde los cuidados más adecuados y compasivos para hacer más
pacíficos sus días.
Bibliografía
Cuidados para pacientes Terminales | Salud y Servicios Humanos de Texas. (s. f.).
https://www.hhs.texas.gov/es/servicios/salud/cuidados-paliativos/cuidados-para-
pacientes-terminales
Nogueira, F. L., & Sakata, R. K. (2012). Sedação paliativa do paciente terminal. Revista
Brasileira De Anestesiologia, 62(4), 586-592. https://doi.org/10.1590/s0034-
70942012000400012 Raed. (2022a).
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Tratamiento del dolor en el enfermo terminal. Real Academia Europea de Doctores.
https://raed.academy/tratamiento-del-dolor-en-el-enfermo-terminal/ Raed. (2022b).

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